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Recordemos algunas de las propiedades físico-químicas del agua que más trascendencia
tienen desde el punto de vista medioambiental. En la Tabla 1 observamos los valores de
algunas de estas propiedades, y respecto a los mismos podemos hacer las siguientes
anotaciones:
TABLA N°1: Propiedades del agua
Variación anómala de la densidad, siendo mayor el valor como líquido que como
sólido, lo que da lugar a que el hielo flote en la superficie de las aguas y sirva
como aislante contra el aire frío exterior, evitándose la congelación demasiado
profunda del manto de agua, lo que significa un gran beneficio para la vida
acuática e incluso para determinadas actividades humanas.
Las aguas naturales van a contener en su seno una amplia variedad de sustancias o
especies químicas, a causa fundamentalmente de la gran capacidad disolvente y reactiva
del agua, que ya se ha comentado, y de su potencial erosivo. La presencia de seres vivos,
y de microorganismos en particular, también va a afectar a la naturaleza y concentración
de las especies presentes. Así, en la composición de las aguas naturales van a influir una
serie de variables, como son: el tipo de agua de que se trate (marina, lacustre, superficial,
subterránea, hielo, lluvia), el tipo de terreno en el que se encuentre o atraviese, la
temperatura y presión del medio, la época del año.
La procedencia de las diversas especies presentes y el tamaño de partícula en que se
encuentren, podríamos establecer una Tabla como la 2 en la que se representa la
naturaleza química y el estado disperso de las distintas sustancias presentes con mayor
frecuencia en un agua.
TABLA N° 2: Especies presentes en el agua
- Lleva en disolución los gases presentes en el aire: C02, S02, NO, O2, O3,
CH4,etc.
- Es un agua muy poco mineralizada (10-100 ppm como valores medios),
dependiendo de las zonas marinas o continentales.
- Se trata de agua con bajo contenido en sustancias orgánicas provenientes de
la oxidación de compuestos orgánicos en general y de algunos hidrocarburos
simples, en particular.
En la Figura 2, podemos ver de forma esquemática los principales procesos que pueden
tener lugar en el seno de las aguas.
FIGURA N°2: Principales procesos químicos en aguas naturales
Fuente: Orozco Barrenetxea (2003)
Podríamos resumir la posibilidad de incorporación de sustancias al agua según el
siguiente esquema, el cual nos señala los tipos de procesos y reacciones en los que
participa la propia agua o algunas de las especies existentes en el seno de la misma.
También se indica la naturaleza de algunas de las sustancias que con más frecuencia
aparecen en las aguas:
3.1. DISOLUCIÓN
3.1.1. DISOLUCIÓN DE GASES
Es un proceso muy importante, recordemos que la gran capacidad disolvente del agua es
la causa de la presencia de diferentes iones en el seno de la misma, y que la naturaleza
de los mismos es función del terreno en que se encuentre o atraviese. Así, por ejemplo:
El agua puede actuar como un verdadero reactivo frente a diferentes especies presentes
en el terreno que atraviesa o, incluso, también atacar a diferentes grupos funcionales
presentes en sustancias orgánicas, que van a verse transformadas y solubilizadas en
parte. Como ejemplos podemos observar el ataque sobre la forsterita que traslada al
silicio al seno de las aguas
Y la hidrólisis de algunas especies orgánicas cuya velocidad de hidrólisis depende del tipo
de grupo funcional y de la naturaleza de los radicales
Se hidrolizarían OR, OR' u OR" según la naturaleza de los radicales. Estos procesos
están condicionados por su cinética, dependiendo de la concentración de esas especies
en el agua y, en la mayoría de los casos, del pH del medio.
3.2.2. REACCIONES ÁCIDO BASE
En general, son producidas por los ácidos disueltos en el agua, lo que origina un ataque
mucho más efectivo de la misma sobre los minerales y rocas de la corteza terrestre.
Señalemos algún ejemplo que implica, bien la disolución total de determinados minerales
(reacciones congruentes), o bien la transformación de unas especies en otras, también
insolubles, pero con incorporación de determinados iones al agua (reacciones
incongruentes):
Los procesos de oxidación-reducción que pueden tener lugar en el seno del agua son
extraordinariamente importantes, y son los responsables de la forma en que se presentan
la mayoría de las especies en unas condiciones dadas, lo que a su vez determina su
comportamiento y propiedades, tales como la tendencia a la precipitación, a la
complejación o el grado de toxicidad.
Un sistema químico puede tender a aceptar electrones y por tanto a reducirse, o por el
contrario, puede tender a cederlos, es decir, a oxidarse. Esta tendencia relativa se mide
por el potencial químico, o de electrodo, de reducción (E) referente al proceso:
Forma oxidada+ ne Forma reducida
Para una especie química dada, cuanto mayor sea el valor de E, medido en voltios, mayor
será la tendencia a reducirse (por tanto a comportarse como oxidante), y cuanto menor
sea el valor de E, mayor la tendencia de la especie a oxidarse (es decir a comportarse
como un reductor). El valor del potencial químico, en condiciones distintas a la estándar,
viene dado por la ecuación de Nernst:
En sistemas acuosos naturales, se utiliza el concepto de pE (potencial redox) para
caracterizar la fuerza oxidante o reductora de un agua. Numéricamente, el pE se
corresponde con el valor:
Siendo un número adimensional. 0,059 Altos valores de pE significarán que las sustancias
dominantes en el agua son agentes oxidantes, por tanto estaremos ante un medio
oxidante. Por el contrario, valores de pE bajos implicarán que el medio es reductor.
Las principales especies naturales oxidantes existentes en el agua son: Oxígeno, Nitratos
y Sulfatos, Dióxido de carbono, Dióxido de manganeso e Hidróxido de hierro (III). Las
principales especies reductoras presentes en el agua son: Materia orgánica e Ión amonio.
Algunas reacciones que tienen lugar en medio oxidante (zona aerobia) son:
En este tipo de procesos participan especies llamadas ligandos, con pares de electrones
sin compartir, que reaccionan con cationes metálicos, que son especies deficitarias de
electrones y que reciben el nombre de aceptores o átomos centrales. Las uniones
químicas entre ligandos y aceptores constituyen los llamados complejos o compuestos de
coordinación. En muchos casos, en los que participan metales de transición y algunos
alcalinotérreos, se forman complejos muy estables a través del siguiente equilibrio
genérico:
En aguas naturales los ligandos más importantes son aniones y moléculas neutras
inorgánicas, como: OH, x-, H20, NH3, etc., y también especies de carácter orgánico,
debido a los grupos existentes en los ácidos húmicos y fúlvicos y a los aminoácidos
provenientes de proteínas. Algunos de los grupos funcionales de carácter orgánico son:
RCoo-, RO-, RNH2, ROP03.
Entre los ligandos presentes en las aguas a causa de actividades contaminadoras y que
dan lugar a complejos muy estables, podemos señalar los provenientes de contaminación
por detergentes o por vertidos de la industria de galvanotecnia.
3.2.5. REACCIONES DE PRECIPITACIÓN-SOLUBILIZACIÓN
La formación de estas sales exige una concentración de iones en el agua que supere el
llamado producto de solubilidad de las mismas, a una determinada temperatura. El
equilibrio que rige estos procesos recibe el nombre de equilibrio de solubilización-
precipitación, que para el caso del carbonato de calcio es:
Una vez precipitada la sal, se establece el equilibrio (1). Cuando se alcanza esta
situación, se dice que el agua está saturada en dicha sal. La llegada de una mayor
cantidad de cualquiera de los iones conducirá a una precipitación adicional de sal, para
que se siga cumpliendo el equilibrio correspondiente.
La cantidad de especies iónicas en equilibrio con la forma sólida, a una temperatura
determinada, corresponde a la solubilidad (s) del conjunto que puede expresarse en
concentración molar o en unidades de masa por volumen de agua (g o mg/l). Para el caso
del carbonato de calcio:
Solubilidad (s):
El agua que ha sido retirada, utilizada para algún propósito y retornada, estará
contaminada de un modo u otro. El agua de retorno agrícola contiene pesticidas,
fertilizantes y sales; el retorno municipal arrastra deshechos humanos, farmacéuticos y
detergentes; las centrales eléctricas descargan agua que está a temperaturas elevadas; y
la industria contribuye en un amplio rango de contaminantes químicos y de residuos
orgánicos. Para agravar el problema, los contaminantes también entran en el agua,
procedentes de fuentes naturales y por causas humanas por vías no acuáticas. La lista de
contaminantes que polucionan el agua es larga, así que el reducir ésta subdividiéndola en
otra de categorías generales nos sería de gran ayuda, como se efectúa en los apartados
sucesivos.
4.2.1. PATÓGENOS
Los patógenos son organismos que causan enfermedades y que crecen y se multiplican
en el huésped. El crecimiento resultante de microorganismos en un huésped se denomina
infección. Ejemplos de patógenos asociados con el agua son las bacterias, responsables
del cólera, la disentería bacilar (shigelosis), tifus y fiebre paratifoidea; los virus,
responsables de las hepatitis y poliomielitis infecciosas; los protozoos, los cuales causan
disentería amebiana, giardiasis y criptosporidiosis; y los gusanos parásitos, que causan
enfermedades tales como la esquistosomiasis y la dracunculiasis (enfermedad transmitida
por gusanos guineanos). Aunque no es la única fuente de patogenias en el agua, la
contaminación por heces humanas es la más importante. La Tabla 3 ofrece una lista de
patogenias muy completa excretadas en heces humanas.
Las epidemias, o enfermedades contagiosas emergen periódicamente en áreas muy
pobladas y de bajo nivel sanitario, que permiten a los microbios alcanzar víctimas nuevas
de forma muy rápida. Una pandemia de cólera, por ejemplo, que comenzó en 1961 en
Indonesia fue rastreada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mientras ésta se
propagaba alrededor del globo.
Hay muchos modos en los que el agua contaminada se asocia con enfermedades
contagiosas. Las enfermedades transmitidas por el agua, tales como el cólera y el tifus, se
propagan por la ingestión de agua contaminada; las enfermedades con origen en el agua
de lavar, como el tracoma y la escaria están asociadas con la falta de agua suficiente para
mantener la limpieza; las enfermedades con base en el agua, como la esquistosomiasis y
la dracunculiasis, implican contacto con el agua, pero no requieren de su ingestión; y las
enfermedades relacionadas con el agua, como la malaria y el dengue, implican a un
anfitrión que depende del agua para su supervivencia (como los mosquitos).
Tabla N° 3: patógenos típicos excretados en las heces humanas
4.2.2. RESIDUOS CON DEMANDA DE OXÍGENO
Una de las medidas más importantes de la calidad de una fuente de agua, es la cantidad
de oxígeno disuelto (OD) presente.
Los residuos con demanda de oxígeno son sustancias que se oxidan en la masa de agua
receptora. A medida que las bacterias descomponen estos residuos, utilizan el oxígeno
disuelto en el agua, lo que reduce la cantidad de OD. Si el OD disminuye, empeoran las
condiciones de vida de los peces y otros tipos de vida acuática y, en casos extremos,
mueren. Además, a medida que los niveles de oxígeno caen, los olores indeseables, el
gusto y coloración impiden la utilización de esa agua para uso doméstico y merma su
atractivo para usos referentes al ocio. Los residuos con demanda de oxígeno
acostumbran a ser sustancias orgánicas biodegradables contenidas en aguas residuales
municipales o en vertidos de cierto tipo de industrias, como el procesamiento de alimentos
o la producción de papel. También la oxidación de determinados compuestos inorgánicos
puede contribuir a la demanda de oxígeno. Incluso objetos orgánicos naturales, como las
hojas o los restos animales que, por azar, caen al agua, contribuyen a la disminución del
oxígeno.
Existen diversas medidas de demanda de oxígeno de uso común. La demanda química
de oxígeno (DQO) es la cantidad de oxígeno necesaria para oxidar químicamente los
residuos, mientras que la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) es la cantidad de
oxígeno consumido por microorganismos para degradar biológicamente los desperdicios.
Esta última ha sido la medida más importante de la fuerza de contaminación orgánica, y la
reducción de demanda bioquímica de oxígeno en una planta de tratamiento de aguas
residuales es un indicador clave del rendimiento del proceso.
4.2.3. NUTRIENTES
El agua acumula de forma natural una diversidad de sólidos disueltos, o sales, a medida
que atraviesa suelos y rocas en su camino hacia el mar. Estas sales típicas incluyen
cationes como el sodio, el calcio, el magnesio y el potasio, y aniones como el cloruro, el
sulfato y el bicarbonato. Un análisis cuidadoso de salinidad daría como resultado una lista
de las concentraciones de los aniones y cationes primarios, pero una manera más simple
y más comúnmente empleada en la medición de la salinidad es la concentración del total
de sólidos disueltos (TSD). Como aproximación, el agua pura puede considerarse agua
con menos de 1.500 mg/L TSD; las aguas dulces pueden contener valores TSD de hasta
5.000 mg/L; y las aguas saladas son aquellas con concentraciones superiores a 5.000
mg/L (Tchobanoglous y Shroeder, 1985). El agua del mar contiene de 30.000 a 34.000
mg/L TSD.
La concentración de sólidos disueltos es un indicador importante de la utilidad del agua
para diversas aplicaciones. El agua potable, por ejemplo, tiene una concentración TSD
máxima recomendada de 500 mg/L. Mucha gente comenzaría a notar que el agua
adquiere un gusto salado cuando el TSD ronda los 1.000 mg/L, aunque esto depende en
gran medida de las sustancias concretas disueltas.
4.2.5. CONTAMINACIÓN TÉRMICA
Una central eléctrica de vapor de gran tamaño necesita una cantidad enorme de agua
para su refrigeración. Una central nuclear típica, por ejemplo, aumenta en 10 °C la
temperatura de aproximadamente 150.000 m3/h de agua de refrigeración según pasa por
los condensadores de la planta generadora. Si este calor se libera a un río o lago cercano
el aumento de la temperatura podría afectar negativamente a la vida de los alrededores
de la pluma térmica. Este aumento de la temperatura puede constituir una amenaza para
algunas especies como el salmón o la trucha, mientras que para algunas otras puede ser
beneficioso. Dentro de un límite, el aumento de la temperatura puede ser beneficioso para
el crecimiento de los peces, lo que redunda en un beneficio para la pesca en los
alrededores de la central. Por otra parte, los cambios repentinos de temperatura
ocasionados por los vertidos normales e imprevistos de la planta pueden dificultar el
aclimatamiento de la flora y fauna de los alrededores.
Según aumenta la temperatura del agua se combinan dos factores que dificultan la toma
de oxígeno del agua por parte de la vida acuática. El primero de estos factores proviene
del aumento de la tasa metabólica como consecuencia del aumento de temperatura, en
un factor de 2 por cada 10 oC de aumento. Esto produce un aumento de la cantidad de
oxígeno que los organismos necesitan. Al mismo tiempo, el suministro disponible de
oxígeno disuelto (OD) se reduce debido a, por un lado, la asimilación de los desechos es
más rápida, reduciendo el OD a una tasa más rápida y, por otro lado, porque la cantidad
de oxígeno que el agua puede retener disminuye con la temperatura. Por tanto, a medida
que crece la temperatura aumenta la demanda de oxígeno y disminuye la cantidad
disponible de éste.
4.2.6. METALES PESADOS
En términos de sus impactos ambientales, los metales pesados de más importancia son el
mercurio (Hg), el plomo (Pb), el cadmio (Cd) y el arsénico (As).
La mayoría de los metales son tóxicos, incluido el aluminio, el arsénico, el berilio, el
bismuto, el cadmio, el cromo, el cobalto, el cobre, el hierro, el plomo, el manganeso, el
mercurio, el níquel, el selenio, el estroncio, el estaño, el titanio y el zinc. Algunos de estos
metales, como el cromo y el hierro, son nutrientes esenciales en nuestras dietas, pero en
dosis más altas, pueden causar un abanico de efectos adversos en nuestro cuerpo,
incluyendo daños renales y del sistema nervioso, aparición de mutaciones e inducción de
tumores. La forma más importante de eliminar los metales cuando éstos ya se encuentran
dentro del organismo de una persona es por medio de los riñones. De hecho, los riñones
pueden considerarse filtros complejos, cuyo principio primario es la eliminación de
sustancias tóxicas del cuerpo. Los riñones contienen millones de unidades excretoras,
llamadas nefronas, y los químicos que resultan tóxicos para los riñones se denominan
nefrotoxinas. El cadmio, el plomo y el mercurio son ejemplos de metales nefrotóxicos.
Los metales pueden inhalarse, como ocurre a menudo con el caso del plomo, y pueden
ser ingeridos. Hasta qué punto se absorben en el cuerpo depende de algún modo del
metal particular en cuestión, y el modo concreto en el que actúa. Por ejemplo, el mercurio
líquido no es muy tóxico, y la mayoría de lo que se ha ingerido se excreta del cuerpo. Por
otra parte, el mercurio mismo en forma de vapor es altamente tóxico, penetra en los
pulmones donde se difunde a través del torrente sanguíneo.
Los metales difieren de otras sustancias tóxicas en que no son degradables en absoluto,
lo que significa que son prácticamente indestructibles en el medio. Así, cuando se
resuelve una contaminación por metales, es imperativo que los productos residuales se
dispongan de tal modo que se minimicen los impactos medioambientales y humanos a
efectos inmediatos y posteriores.
4.2.7. COMPUESTOS ORGÁNICOS VOLÁTILES
Los compuestos orgánicos volátiles (VOC) se encuentran entre los contaminantes más
comúnmente hallados en las aguas subterráneas. Se utilizan a menudo como disolventes
en procesos industriales, y varios de ellos son conocidos como presuntos cancerígenos o
mutagénicos. La volatilidad significa que no sólo se hallan en concentraciones por encima
de unos pocos kg/L en aguas superficiales, sino en corrientes subterráneas, las
concentraciones pueden ser cientos de miles de veces más altas. La volatilidad también
refleja el método más común de tratamiento, que consiste en airear el agua para facilitar
la evaporación y dispersión a la atmósfera. Puesto que la volatilización no destruye los
VOC sino que simplemente los trasfiere al aire, es importante que la concentración
atmosférica resultante no alcance un nivel preocupante.
Cinco VOC son especialmente tóxicos, y su posible presencia en el agua potable es
causa de atención especial: el cloruro de vinilo, el tetracloroetileno, tricloroetileno, 1,2-
dicloroetano, y el tetracloruro de carbono.
4.3. PARAMETROS GENERALES INDICADORES DE CONTAMINACIÓN
Puede hacerse el estudio de los diferentes parámetros indicadores de contaminación o
calidad de las aguas clasificándolos según la naturaleza de la propiedad o especie que se
determina. Así, los podemos dividir en:
Estos parámetros, que van a ser estudiados a continuación, comprenden tanto medidas
específicas o individuales, como puede ser el oxígeno disuelto, como parámetros
sustitutos, que engloban una serie de compuestos de similares características. Podríamos
citar como ejemplo de éstos la DBO o la DQO. También se habla de parámetros
indicadores de contaminación, para referirse a aquellos que dan información de la
presencia o ausencia de determinadas especies contaminantes. El color, el olor o los
coliformes fecales y totales serían un buen ejemplo de los mismos.
4.3.1. OXIGENO DISUELTO
Los parámetros oxígeno disuelto y materia orgánica están íntimamente relacionados y por
tanto pueden estudiarse en conjunto.
La cantidad de oxígeno disuelto, medida como mg O2/l, es un indicador importante de la
calidad del agua, ya que es un elemento indispensable para la vida en el seno de la
misma: los peces necesitan los niveles de oxígeno disuelto más elevados y las bacterias
los más reducidos. La ley de Henry indica que la solubilidad de un gas depende de la
presión, además de variar con la temperatura; para que un agua se considere poco
contaminada la concentración de oxígeno debe ser al menos superior al 50% del valor de
saturación a esa presión y temperatura. En la Figura 3. Podemos observar la variación de
la solubilidad del oxígeno en el agua con estos parámetros, creciente con la presión
(menor altitud) y decreciente con la temperatura.
FIGURA N°3: Variación de la solubilidad del oxígeno en agua en función de T y P.
Las aguas superficiales han sido el vertedero más cómodo para la industria y del mismo
modo, para las poblaciones, aunque es la principal fuente de agua, necesaria para todos
nuestros propósitos. Los residuos con demanda de oxígeno, han sido un problema para
las aguas superficiales tan extendido, que ha afectado tanto a las corrientes de agua
como a las aguas estancadas. Cuando se libera materia orgánica biodegradable en una
masa de agua, los microorganismos, en especial las bacterias, se alimentan de ella,
desintegrándola en sustancias orgánicas e inorgánicas más simples. Cuando esta
descomposición tiene lugar en un medio ambiente aerobio, es decir, con la presencia de
oxígeno, el proceso produce, productos estables finales tales como el dióxido de carbono
(CO2), sulfato (SO4), ortofosfato (PO4), y nitrato (NO3). Una representación simplificada
de descomposición aerobia se refleja en la siguiente fórmula:
Microorganismo
Materia orgánica+O2 s CO2 + agua + células nuevas +productos estables
(NO3, PO4, SO4 , )
Cuando no hay suficiente oxígeno disponible, la descomposición anaerobia resultante se
lleva a cabo por microorganismos completamente diferentes. Éstos generan productos
finales que pueden ser altamente indeseables, incluyendo el sulfito de hidrógeno (H2S),
amoníaco (NH3), y metano (CH4). La descomposición anaerobia puede representarse
mediante la fórmula siguiente:
Microorganismo
Materia orgánica CO2 + agua + células nuevas +productos inestables
s
(H2S, NH3, CH4,)
Donde:
Una botella DBO estándar tiene una capacidad de 300 mL, de modo que P es
justo el volumen de agua residual dividido por 300 mL.
Para distinguir la cantidad de oxígeno demandado por el cultivo de la del residuo
en sí, se deberán preparar dos botellas, una que contenga únicamente la
disolución del cultivo y la otra que contenga una mezcla de agua de disolución y
agua residual .Se anota tanto el cambio de OD en la botella que contiene el cultivo
(llamada blanca) como el cambio de OD producido en la botella que contiene la
mezcla. La demanda de oxígeno del residuo en sí (DBOr) puede determinarse
como sigue.
DBOm * Vm=DBOr * Vr + DBOd * Vd
Donde
Donde:
L0 es la demanda carbonosa de oxígeno total. Es la cantidad total de oxígeno
requerido por los microorganismos para oxidar la parte carbonosa del residuo en
agua y dióxido de carbono simple. La demanda carbonosa de oxígeno total es la
suma de la cantidad de oxígeno ya consumida por el residuo en los primeros t días
(DBOt), más la cantidad de oxígeno restante que se consumirá transcurrido un
tiempo t. Esto es, L0=DBOt + Lt
B. LA CONSTANTE K DE VELOCIDAD DE REACCIÓN DE DBO
Nótese que las aguas residuales sin tratar tienen una constante de velocidad
mayor que las aguas residuales bien tratadas o las aguas fluviales contaminadas.
Esto es debido a que las aguas residuales sin tratar contienen mayor proporción
de compuestos orgánicos fácilmente degradables que agotan su demanda de
oxígeno muy deprisa, dejando un resto que se degrada con mayor lentitud. La
velocidad de biodegradación de residuos aumenta en relación directa con la
temperatura. Para tener en cuenta estos cambios, la constante de velocidad de
reacción k se modifica habitualmente, utilizando la ecuación siguiente:
Kt=𝒌𝟐𝟎 𝜽(𝐓.𝟐𝟎)
Donde:
C. NITRIFICACIÓN
Donde:
Todos los lagos acumulan gradualmente limo y materia orgánica que están sometidos a
un proceso de maduración conocido como eutrofización, Mientras que tal eutrofización es
un proceso natural que puede requerir miles de años, la actividad humana puede acelerar
grandemente la velocidad del cambio. A esto se le llama eutrofización antropogénica. Los
colectores municipales de desagües, los residuos industriales y las escorrentías cargadas
de fertilizantes agrícolas añaden nutrientes que estimulan el crecimiento de las algas y
degradan la calidad del agua. Los riesgos para los seres vivos no sólo son debidos a la
carencia de oxígeno, sino que también aumenta la toxicidad del agua cuando el ácido
sulfhídrico y los metales, tales como el hierro y el manganeso, que normalmente están
contenidos en los sedimentos, se disuelven y liberan en el lago
7.1. FACTORES DE LA EUTROFIZACIÓN
La velocidad de proliferación de las algas depende de muchos factores, entre los
que se incluyen la disponibilidad de luz solar para las reacciones fotosintéticas y la
concentración de nutrientes necesaria para su crecimiento
La disponibilidad de luz solar para las reacciones fotosintéticas: está relacionada
con la transparencia de las aguas que, a su vez, es función del nivel de
eutrofización La capa superior de agua en un lago, donde las plantas producen
más oxígeno por la fotosíntesis de lo que consumen por respiración, se llama la
zona eufótica. Bajo ésta se encuentra la zona afótica o profunda. La transición
entre ambas se designa como zona disfótica. Esta zona alcanza hasta una
profundidad a la cual la intensidad luminosa es aproximadamente el uno por ciento
de la que existe en la superficie.
La lista de nutrientes que podríamos considerar controlar, sin embargo, es larga
porque incluiría todos los elementos esenciales conocidos para el crecimiento de
las plantas. Esta lista incluye carbono, nitrógeno, fósforo, azufre, calcio, magnesio,
potasio, sodio, hierro, manganeso, zinc, cobre, boro, y algunos otros más. El
problema se simplifica enormemente centrándonos en los dos cuya ausencia más
a menudo limita el crecimiento de las algas: el fósforo y el nitrógeno.
7.2. UN MODELO SIMPLE DEL FÓSFORO
En los lagos en que el factor limitante es el fósforo, 0,020 mg/L de fósforo da lugar
a una excesiva proliferación de algas, mientras que 0,010 mg/L parece ser
suficientemente baja como para prevenirla
FIGURA N°8. Balance de masas del fósforo en un lago bien mezclado
8. AGUAS SUBTERRÁNEAS
9. ACUÍFEROS
Un pozo perforado hasta la zona saturada de tal acuífero tendrá agua a la presión
atmosférica en el nivel freático. El agua subterránea puede estar también
contenida en un acuífero cautivo que es aquél encerrado entre dos capas de
confinamiento
FIGURA N°12. Acuíferos libres y cautivos (o confinados), un acuífero
suspendido, un pozo y un pozo artesiano
Esta agua puede estar bajo presión, de modo que en un pozo perforado en dicho
acuífero el agua alcanzará una altura mayor del nivel al que se encuentra
confinada, en cuyo caso se denomina pozo artesiano. El nivel que alcanza el agua
en un pozo artesiano se denomina nivel piezométrico. En algunas circunstancias el
agua puede alcanzar la superficie del pozo e incluso superarla sin necesidad de
bombeo, debido a la presión del acuífero confinado. En tal caso se llama pozo
artesiano surgente
La cantidad de agua que puede almacenarse en un acuífero depende de la
porosidad del suelo o la roca que lo constituye. La porosidad (g) se define como la
razón del volumen de huecos al volumen total del material:
Porosidad (g)=Volumen de huecos /Volumen total
Mientras que la porosidad indica la capacidad de retener agua de una formación
geológica, no es un buen indicador de la cantidad total de agua que puede
extraerse de ella
TABLA 7. Valores representativos de porosidad y rendimiento específicos
Los acuíferos que presentan la misma conductividad hidráulica en todos sus puntos se
denominan homogéneos, mientras que los que difieren en este valor de unos lugares a
otros son heterogéneos
11.1. VELOCIDAD DE FLUJO
El área real a través de la cual fluye el agua es mucho menor y como resultado la
velocidad real del agua subterránea es considerablemente mayor que la velocidad
de Darcy.
La velocidad real promedio a través del acuífero es la velocidad de Darcy dividida
por la porosidad:
V’=Velocidad de Darcy/ Porosidad =v/n
FIGURA N°14. La sección capaz de dejar pasar el agua, A’, es menor que la
sección total del acuífero A.
Fuente: Gilbert, wendell (2008)
Los sistemas de extracción de vapores del suelo (SVE, por sus siglas en inglés) se han
dise- ñado para eliminar vapores de compuestos orgánicos de la zona insaturada. Como
se muestra en la, las bombas de vacío aspiran vapores de un pozo de extracción y lo
envían a una unidad de tratamiento de gases. Los pozos de extracción consisten en unos
tubos plásticos acanalados empaquetados en un material permeable.
Las prestaciones de los sistemas SVE dependen grandemente de las características del
subsuelo y los contaminantes implicados. Las zonas de baja permeabilidad no se limpian
bien, por lo que los contaminantes localizados en ellas serán difíciles de eliminar, al igual
que aquéllos que son fuertemente sorbidos por las partículas sólidas. Con sustancias
altamente volátiles que se encuentran en suelos permeables, los sistemas SVE funcionan
bien. Los sistemas SVE se pueden complementar con sistemas de inyección de aire. Un
sistema de inyección de aire consiste en un compresor que dirige el aire a través de un
pozo de inyección hacia dentro de la zona saturada. El aire inyectado emerge a través de
la pluma contaminante y captura los compuestos volátiles en su trayecto. Los
contaminantes adsorbidos pueden desabsorberse directamente en la corriente de aire
ascendente y los compuestos volátiles disueltos pasar de la fase líquida a la gaseosa para
ser aspirados a la superficie por el sistema SVE. Algunos sistemas de inyección se han
mostrado muy útiles para eliminar cantidades sustanciales de compuestos orgánicos
volátiles, tales como benceno y gasolina.
Los sistemas in situ se han diseñado para degradar la polución del subsuelo sin
necesidad de extraer los contaminantes y someterlos a un sistema de tratamiento en
superficie. Tratando los contaminantes in situ se elimina la necesidad de excavación,
tratamiento en superficie y transporte a un vertedero, y el riesgo de exposición de los
operarios a los productos químicos peligrosos se reduce en gran medida. Hay otras
ventajas también, entre ellas el potencial para degradar compuestos que son sorbidos por
los materiales del subsuelo. La biorrecuperación se basa en la estimulación del
crecimiento de microorganismos, fundamentalmente bacterias, autóctonos del subsuelo,
que pueden biodegradar contaminantes. Si se les administra oxígeno (u otro aceptador de
electrones) y nutrientes, los microorganismos pueden degradar un buen número de
contaminantes del suelo y de las aguas subterráneas, especialmente hidrocarburos del
petróleo, a dióxido de carbono y agua. Si la contaminación está próxima a la superficie, el
sistema de tratamiento puede ser tan simple como un túnel de infiltración que permita
percolar agua rica en oxígeno y nutrientes hasta la zona de contaminación. Cuando se
encuentra más profunda, es necesario un sistema de inyección como el que se muestra,
que haga llegar la preparación acuosa a la zona deseada. Se puede suministrar el
oxígeno necesario para la descomposición aerobia haciendo burbujear aire u oxígeno en
el agua inyectada, o añadiendo peróxido de hidrógeno a ésta. Los nutrientes añadidos
suelen ser nitrógeno y fósforo cuando los contaminantes son hidrocarburos. Se pueden
añadir pozos de extracción para controlar el flujo del agua inyectada. La biorrecuperación
in situ puede aplicarse también a contaminantes más problemáticos que los
hidrocarburos, como los disolventes clorados y los metales. La biodescomposición de los
compuestos clorados puede realizarse de forma aerobia o anaerobia. La primera es
realizada por bacterias metanotrofas, que extraen su energía del metano. Para fomentar
su crecimiento, el metano se inyecta en el acuífero contaminado. En el proceso de
consumir el metano, las bacterias metanotrofas producen una enzima que tiene la
capacidad de transformar contaminantes peligrosos que son ordinariamente resistentes a
la biodegradación. Estudios de campo han demostrado que se alcanzan altas tasas de
transformación de compuestos clorados, activaron bacterias metanotrofas autóctonas
inyectando metano y oxígeno disueltos en un acuífero en California. Su experimento
mostró la siguiente biodegradación en cuestión de días: tricloroetileno, 20 a 30%; cis-1,2-
dicloroetileno, 45 a 55%; trans-1,2-dicloroetileno, 80 a 90%; y cloruro de vinilo, 90 a 95%.
Los disolventes clorados pueden también degradarse de forma anaerobia. En este caso
las bacterias biodegradantes son otras y entre los nutrientes requeridos se cuentan
donadores de electrones, como el metanol, la glucosa o el acetato. Algunos productos
intermedios de esta biodegradación, como el cloruro de vinilo, son peligrosos en sí
mismos, por lo que hay que actuar con precaución. Es posible llegar con esta degradación
a etano y eteno simples, pero los procesos anaerobios transcurren mucho más
lentamente que los correspondientes aerobios, por lo que esta degradación puede llevar
años.
14.3. Barreras reactivas permeables :
Desde mediados de los 90, las barreras reactivas permeables (PRB) han suscitado más
atención y han recabado más estudio que ninguna otra técnica para descontaminar el
subsuelo (U.S. EPA, 1998). Como se muestra, la PRB es una barrera permeable de
material especialmente escogido para que pasen las aguas contaminadas. En el tránsito a
su través, los contaminantes son eliminados por uno o más procesos, como la
degradación abiótica redox, biotransformación, adsorción y precipitación. Puesto que la
PRB es sólo efectiva si la pluma lo atraviesa, la conductividad hidráulica de la PRB debe
ser mayor que la del acuífero en torno a ella. Si esto no sucede, o si la PRB se obstruye
por la filtración de partículas, precipitación de sólidos o concreciones de productos de
reacción sólidos, el agua se desviará y la rodeará. El material más común usado es el
hierro de valencia cero en limaduras (ZVI), que se coloca típicamente en una barrera de 2
a 6 pies de espesor.
Del mismo modo se pueden incorporar a la barrera reactiva nutrientes destinados al
crecimiento microbiano y con ello conseguir a la vez una biorrecuperación y la eliminación
de algunos contaminantes tanto orgánicos como inorgánicos. Los microbios estimulados
por las PRB no solamente se han usado para degradar directamente un contaminante
sino también para producir reactivos, como el sulfuro, que, o bien reacciona con él o lo
hace precipitar. Si se usa cal en la barrera el pH puede subir suficientemente como para
que ciertos metales precipiten. En otras aplicaciones se ha utilizado un sorbente, el
hidróxido férrico, para adsorber contaminantes como el arsénico o el plomo . Las barreras
reactivas son atractivas porque sueles tener unos costes relativamente bajos, permiten
limpiar ciertos contaminantes difíciles de tratar por otros medios y no necesitan
mantenimiento una vez instaladas. Sin embargo sus prestaciones a largo plazo no
siempre han sido completamente satisfactorias. Las PRB no han funcionado o lo han
hecho por debajo de las expectativas por muchas razones: pérdida de permeabilidad,
pérdida de hierro u otros reactivos, cinética de reacción menor de la esperada,
obstrucción del medio o inactivación por biomasa generada por los microorganismos, y
mala conexión hidráulica entre el acuífero y la zona reactiva permeable.
Por ejemplo, los metales pesados están asociados con la minería y la fundición. Los cloro
fenoles y fungicidas con las fábricas de pasta, los insecticidas con la industria química y
las sustancias radiactivas con las centrales nucleares.
En terreno seco, las emisiones de residuos industriales están estrechamente controlados,
pero la extracción de petróleo y la extracción de manganeso suelen provocar a menudo
vertidos contaminantes directamente en el mar.Los residuos radiactivos se vierten en el
mar en grandes barriles con col objeto de mantenerlos alejados de los centros urbanos,
pero a menudo los barriles se deterioran después de un tiempo.El petróleo en muchas
ocasiones, es liberado en el mar a través de petroleros y barcos hundidos.
Este tipo de desgracias ocurre con bastante asiduidad en los últimos años.Los
plaguicidas se aplican al agua para controlar las plagas acuáticas.Las pinturas de los
barcos durante los viajes largos sobre el océano suelen finalmente acabar en el agua.
Durante el período de crecimiento de los cultivos, los nitratos y fosfatos son absorbidos
por las plantas, pero cuando las plantas mueren, todo este material es liberado en el suelo
y en ocasiones termina alcanzando las aguas.
Principales fuentes contaminantes del agua:
15.1. Agua residual de áreas residenciales :
Cada día, las aguas residuales, es decir, agua que se utiliza tanto en áreas
residenciales como en áreas industriales, fluyen hacia las tuberías del
alcantarillado. En el mejor de los casos, las aguas residuales van hacia una planta
de tratamiento.
Las aguas residuales provienen de:
lavamanos
lavavajillas,
lavadoras de ropa
retretes
La contaminación del aire significa que el agua en estado gaseoso absorbe más
de estos gases y su nivel de acidez incrementa perjudicialmente. Al condensarse y
transformarse en líquido, es decir, cuando llueve, el agua ya está contaminada, lo
que causa una lluvia ácida.
Cuando la lluvia ácida contamina ecosistemas acuáticos como océanos, lagos y
ríos, la vida en esos ecosistemas, y la vida de los humanos que utilizan estas
aguas, corre peligro.
La solución más extendida para el control de la polución por aguas residuales, es tratarlas
en plantas donde se hace la mayor parte del proceso de separación de los contaminantes,
dejando una pequeña parte que completará la naturaleza en el cuerpo receptor. Para ello,
el nivel de tratamiento requerido está en función de la capacidad de autopurificación
natural del cuerpo receptor. A la vez, la capacidad de autopurificación natural es función,
principalmente, del caudal del cuerpo receptor, de su contenido en oxígeno, y de su
"habilidad" para reoxigenarse.1 Por lo tanto el objetivo del tratamiento de las aguas
residuales es producir efluente reutilizable en el ambiente y un residuo sólido o fango
(también llamado biosólido o lodo) convenientes para su disposición o reutilización.
Las aguas residuales se generan en residencias, instituciones y locales comerciales e
industriales. Estas pueden tratarse en el sitio donde se generan (por ejemplo, fosas
sépticas u otros medios de depuración) o bien pueden ser recogidas y llevadas mediante
una red de tuberías –y eventualmente bombas– a una planta de tratamiento municipal.
Los esfuerzos para recoger y tratar las aguas residuales domésticas de la descarga
habitualmente están sujetos a regulaciones y normas locales, estatales y federales
(regulaciones y controles). A menudo ciertos contaminantes de origen industrial presentes
en las aguas residuales requieren procesos de tratamiento especializado.
El tratamiento de aguas residuales comienza por la separación física inicial de sólidos
grandes (basura) de la corriente de estas aguas empleando un sistema de rejillas
(mallas), aunque también pueden ser triturados esos materiales por equipos especiales;
posteriormente se aplica un desarenado (separación de sólidos pequeños muy densos
como la arena) seguido de una sedimentación primaria (o tratamiento similar) que separe
los sólidos suspendidos existentes en el agua residual. Para eliminar metales disueltos se
utilizan reacciones de precipitación, que se utilizan para eliminar plomo y fósforo
principalmente. A continuación sigue la conversión progresiva de la materia biológica
disuelta en una masa biológica sólida usando bacterias adecuadas, generalmente
presentes en estas aguas. Una vez que la masa biológica es separada o removida
(proceso llamado sedimentación secundaria), el agua tratada puede experimentar
procesos adicionales (tratamiento terciario) como desinfección, filtración, etc. El efluente
final puede ser descargado o reintroducido de nuevo en una masa de agua natural
(corriente, río o bahía) u otro ambiente (terreno superficial, subsuelo, etc). Los sólidos
biológicos segregados experimentan un tratamiento y neutralización adicional antes de la
descarga o reutilización apropiada.
Tratamientos secundarios de efluentes residuales por procesos biológicos :
16.4.1. Etapas del tratamiento:
a. Tratamiento primario :
El tratamiento primario es para reducir aceites, grasas, arenas y sólidos gruesos. Este
paso está enteramente hecho con maquinaria, de ahí que se conoce también como
tratamiento mecánico.
- Remoción de sólidos o cribado :
La remoción de los sólidos habitualmente se realiza mediante el cribado. Los sólidos que
se remueven son de gran tamaño, por ejemplo, botellas, palos, bolsas, balones, llantas,
etc. Con esto se evita tener problemas en la planta de tratamiento de aguas, ya que si no
se remueven estos sólidos pueden llegar a tapar tuberías o dañar algún equipo.
- Remoción de arena :
Esta etapa (también conocida como escaneo o maceración) típicamente incluye un canal
de arena donde la velocidad de las aguas residuales es cuidadosamente controlada para
permitir que la arena y las piedras de ésta tomen partículas, pero todavía se mantiene la
mayoría del material orgánico con el flujo. Este equipo es llamado colector de arena. La
arena y las piedras necesitan ser quitadas a tiempo en el proceso para prevenir daño en
las bombas y otros equipos en las etapas restantes del tratamiento. Algunas veces hay
baños de arena (clasificador de la arena) seguido por un transportador que transporta la
arena a un contenedor para la deposición. El contenido del colector de arena podría ser
alimentado en el incinerador en un procesamiento de planta de fangos, pero en muchos
casos la arena es enviada a un terraplén.
Tanque de sedimentación primaria en una planta rural :
- Investigación y maceración
Muchas plantas tienen una etapa de sedimentación donde el agua residual se pasa a
través de grandes tanques circulares o rectangulares. Estos tanques son comúnmente
llamados clarificadores primarios o tanques de sedimentación primarios. Los tanques son
lo suficientemente grandes, tal que los sólidos fecales pueden depositarse y el material
flotante como la grasa y plásticos pueden elevarse hacia la superficie y allí desnatarse. El
propósito principal de la etapa primaria es producir un líquido homogéneo capaz de ser
tratado biológicamente y unos fangos o lodos que pueden ser tratados separadamente.
Los tanques primarios de asentamiento se equipan generalmente con raspadores
conducidos mecánicamente que llevan continuamente los fangos recogidos hacia una
tolva en la base del tanque donde, mediante una bomba, se pueden llevar hacia otras
etapas del tratamiento.
b. Tratamiento secundario:
Consiste habitualmente en la retención de los sólidos gruesos del agua residual mediante
una reja, manual o autolimpiable, o un tamiz, habitualmente de menor paso o luz de malla.
Esta operación no solo reduce la carga contaminante del agua a la entrada, sino que
permite preservar los equipos como conducciones, bombas y válvulas, frente a los
depósitos y obstrucciones provocados por los sólidos, que habitualmente pueden ser muy
fibrosos: tejidos, papeles, etc.
- Fangos activados o lodos activados :
Las plantas de fangos activos usan una variedad de mecanismos y procesos para usar
oxígeno disuelto y promover el crecimiento de organismos biológicos que remueven
substancialmente materia orgánica. También puede atrapar partículas de material.
Camas filtrantes (camas de oxidación)
- Filtro oxidante en una planta rural.
En algunas plantas pequeñas son usadas placas o espirales de revolución lenta que son
parcialmente sumergidas en las aguas. Se crea un flóculo biótico que proporciona el
substrato requerido.
- Reactor biológico de cama móvil :
El reactor biológico de cama móvil (MBBR, por sus siglas en inglés) asume la adición de
medios inertes en vasijas de fangos activos existentes para proveer sitios activos para
que se reúna la biomasa. Esta conversión da como resultado un sistema de crecimiento.
Las ventajas de los sistemas de crecimiento adjunto son:
El paso final de la etapa secundaria del tratamiento es retirar los flóculos biológicos del
material de filtro, y producir agua tratada con bajos niveles de materia orgánica y materia
suspendida. En una planta de tratamiento rural, se realiza en el tanque de sedimentación
secundaria.
c. Tratamiento terciario :
El tratamiento terciario proporciona una etapa final para aumentar la calidad del efluente
al estándar requerido antes de que éste sea descargado al ambiente receptor (mar, río,
lago, campo, etc.) Más de un proceso terciario del tratamiento puede ser usado en una
planta de tratamiento. Si la desinfección se practica siempre en el proceso final, es
siempre llamada pulir el efluente.
- Esquema de una depuradora por lagunaje :
Los humedales artificiales incluyen camas de caña o una serie de métodos similares que
proporcionan un alto grado de mejora biológica aerobia y pueden utilizarse a menudo en
lugar del tratamiento secundario para las poblaciones pequeñas, también para la
fitorremediación.
Un ejemplo es una pequeña cama de cañas (o camas de lámina) utilizada para limpiar el
drenaje del lugar de los elefantes en el parque zoológico de Chester en Inglaterra.
- Remoción de nutrientes :
Las aguas residuales pueden contener también altos niveles de los nutrientes nitrógeno y
fósforo. Eso en ciertas formas puede ser tóxico para peces e invertebrados en
concentraciones muy bajas (por ejemplo amoníaco) o puede crear condiciones insanas en
el ambiente de recepción (por ejemplo: mala hierba o crecimiento de algas). Las algas
pueden producir toxinas, y su muerte y consumo por bacterias (decaimiento) pueden
agotar el oxígeno en el agua y asfixiar peces y otra vida acuática. Cuando se recibe una
descarga de los ríos a los lagos o a los mares bajos, los nutrientes agregados pueden
causar pérdidas entrópicas severas perdiendo muchos peces sensibles a la
contaminación en el agua. La retirada del nitrógeno o del fósforo de las aguas residuales
se puede alcanzar mediante la precipitación química o biológica.
La remoción del nitrógeno se efectúa con la oxidación biológica del nitrógeno del
amoníaco a nitrato (nitrificación que implica nitrificar bacterias tales como Nitrobacter y
Nitrosomonus), y entonces mediante la reducción, el nitrato se convierte en nitrógeno
gaseoso (desnitrificación), que se envía a la atmósfera. Estas conversiones requieren
condiciones cuidadosamente controladas para permitir la formación adecuada de
comunidades biológicas. Los filtros de arena, las lagunas y las camas de lámina se
pueden utilizar para reducir el nitrógeno. Algunas veces, la conversión del amoniaco
tóxico en nitrato solamente se hace como tratamiento terciario.
Tratamiento Físico-Químico:
Las partículas sólidas relativamente grandes son removidas del agua por simple
sedimentación y filtración la eliminación de solidos coloidales del agua normalmente
requiere de una coagulación Las sales de aluminio y de hierro son los coagulantes usados
más a menudo en el tratamiento de agua. De estos el alumbre o alumbre de filtro es el
que se usa más comúnmente. Esta sustancia es un sulfato de aluminio hidratado, cuando
esta sal se añade al agua, el ion aluminio se hidroliza por reacciones que consumen la
alcalinidad en el agua:
16.7. REMOCION DE CALCIO Y OTROS METALES:
Este producto formado causa problemas cubriendo los sistemas de agua caliente como
son las cañerías y así reducen la eficiencia de calentamiento. Las sales disueltas como
bicarbonatos, sulfatos de calcio y magnesio son especialmente dañinas para las calderas.
Siempre tenemos que tratar de eliminar la dureza del agua.
Existen varios procesos para ablandar el agua como a gran escala (comunidades) que se
usa el proceso de “soda-cal”. Este proceso involucra el uso de la cal, 𝐶𝑎(𝑂𝐻)2 ,𝑁𝑎2 𝐶𝑂3 y
la soda. El calcio se precipita con el 𝐶𝑎𝐶𝑂3 (𝑠) y el magnesio como 𝑀𝑔(𝑂𝐻)2 . Cuando el
calcio esta presenta se presenta como “dureza de bicarbonato, puede convertirse por una
simple adición a 𝐶𝑎(𝑂𝐻)2 .