¿Qué es una constitución?

Este libro basado en las conferencias de Ferdinand La Salle, se desarrolla

dentro de un contexto histórico importante para la humanidad que enmarca un

conflicto de intereses entre dos grupos facticos reales de poder, la burguesía

contra la monarquía.

El problema principal en Prusia (que es de donde viene el autor) es la falta de

liderazgo y decisión para afrontar al regimen absolutista, sumado con la

instauración de un gobierno pseudoconstitucional que provoca un estado de

simulacion que logra calmar, por el momento, los reclamos populares.

¿Qué es una constitución?

Es una pregunta que se ha venido formulando en el mundo del Derecho desde

el nacimiento de esta base de organización no sólo jurídica sino política que es

el Estado Constitucional, marcando su origen, aproximadamente, a finales del

siglo XVIII dando muerte esta nueva forma de gobierno, impulsada por ideas

liberales y la burguesía, a lo que hoy conocemos como el absolutismo.

Ferdinand La Salle, al quien considero uno de los grandes teoricos políticos del

siglo XIX por la trascendencia e inteligencia de esta obra y sobretodo por su

aguda observación y fino razonamiento para identificar las dificultades que

atravesaba la burguesía prusiana; nos intenta responder esta interrogante desde

una perspectiva social, no enfocandose en la contrucción meramente formal de

la Contitución, yendo más allá e indagando sobre su verdadera escencia y cómo

se constituye en el mundo real tomando en cuenta las relaciones de poder en las

instituciones y grupos (licitos o ilicitos) en las que reside; otra gran incognita que

La Salle efectivamente responde, es sobre los problemas que aqueja el

pseudoconstitucionalismo, no dando otra opción más que desenmascarar a los

factores reales del poder y terminar con esta forma de gobierno disfrazada de

democracia.

¿Por qué es trascendental?

Porque aún siendo escrita esta obra hace dos siglos sigue teniendo una vigencia

en la actualidad, en la comprensión de cómo funciona el Derecho y nos brinda

una visión amplia de la manera en que los fenomenos sociales, políticos y

económicos intervienen en el ámbito jurídico. La constitución no funciona por el

simple hecho de ser un conjunto de reglas y normas fundamentales que dicta

una autoridad normativa, funciona porque tiene una congruencia con la forma en

la que se organiza y convive la sociedad, expresa lo que somos y lo que

queremos ser. La constitución escrita nunca predomina sobre la constitución

real.

Ahora, concentrandonos en el concepto de lo que es una constitución real, a mi

punto de vista representa las reglas no escritas del juego hechas por los grupos

que controlan los resortes de poder, formas en las que se conducen pero no
necesariamente deben estar reflejadas en nuestra constitución formal ni tienen

porque estar permitidas. Estas reglas no son inmutables, pueden cambiar a lo

largo del tiempo y ser escritas por otras fuerzas sociales. Esto se puede dar a

través de una revolución o el resquebrajamiento del poder hegemonico y la

suplantación por otro.

Por ejemplo, México no es una democracia porque así lo establezca nuestra

constitución política, lo es por el verdadero equilibrio que hoy en día existe entre

los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), situación que no siempre ha

sido así, ya que antes el único que tomaba las decisiones políticas importantes

de la dirección del país, en la práctica constitucional, era el Poder Ejecutivo. La

oposición en el Poder Legislativo no existía porque los otros partidos politicos,

como el PAN, no contaban en ese entonces con poder alguno para promover su

agenda o ser tomados en cuenta, la última palabra la tenía el partido oficialista,

el PRI; justo como el gobierno prusiano de Bismarck esto era una completa

farsa.

El fin de esta mentira comenzó en la elección de 1976 con José López Portillo

como candidato único, propiciando una serie de reformas politicas que

marcarian la apertura al pluripartidismo en el sistema, claro está, con un lento

progreso que tomaría dos decadas más para consolidarse (de esta manera se

ejemplifica cómo los factores reales de poder se adaptan y buscan estrategias

para sobrevivir). Podemos decir que gracias al agotamiento de ese sistema

político y a la fuerza de la presión social es que hemos llegado a esta

transformación, si bien aún hay mucho por hacer, se ha logrado un avance en el

reconocimiento y participación de nuestros derechos políticos.

No cabe duda que Ferdinand La Salle ha generado una tesis invaluable por su

aplicación en la realidad, en la que los juristas se pueden apoyar para entender,

analizar y resolver los problemas constitucionales, si bien los factores reales de

poder están representados de forma distinta y utilizando otros recursos para

permanecer en el juego, el texto te regala las herramientas para reconocer

quiénes son y cómo se pueden equilibrar.