Sunteți pe pagina 1din 21

INTRODUCCIÓN

El libro El Derecho como obstáculo al cambio social, pretende exponernos los vicios con

los que cuenta el Derecho actual, lo que lo transforma en un obstáculo para el desarrollo de

nuestras sociedades, haciéndolo obsoleto para la aplicación de justicia, ya que se ha negado

a evolucionar, inextricable ya que al crearse tantas leyes obsoletas, crea profundos

choques entre legislaciones, lo que se presta para un desorden aleatorio a la hora de

interpretar en la búsqueda de justicia e individualista, ya que con este Derecho que se

rehúsa a evolucionar, el cual tiene fundamentos feudalistas y personalistas, donde solo se

beneficia al grupo privilegiado que ostenta el poder, que es el encargado de administrar

justicia y cuidar del patrimonio y beneficios para el pueblo, tiende a embriagarse de poder

y solo desea más, olvidándose de su principal razón de ser.

1
CAPITULO I

LA REALIDAD ACTUAL EN EL PLANO JURIDICO Y LEGISLATIVO

La realidad actual de nuestras leyes jurídicas es que están influenciadas por la cultura

jurídica continental europea sobre todo por el Código Civil de Napoleón dictado en Francia

de 1804 a 1810 y esa influencia infunde a la legislación latinoamericana codificada un

espíritu liberal- individualista ya que responde a la ideología política de La Revolución

Francesa y sirven para sancionar el triunfo de la burguesía sobre los privilegios feudales.
Pero al cristalizar esas ideas en los códigos fundamentales, ellas pierden esa fuerza pujante

que llevo al triunfo de la Revolución y se convierten en garantía de una nueva forma de

vida, quieta y segura. Es decir, se convierten en conservadoras.

Esta obra ha permitido el nacimiento y desarrollo del capitalismo moderno, en forma que

todo nuestro derecho está impregnado del espíritu capitalista.

Hay que señalar que las necesidades sociales actuales son otras y así surge la legislación

moderna, pero al querer adaptarla con la legislación tradicional esta última sobresale más

por que se le ha dado más importancia y da como resultado una disociación interna

legislativa. También al querer reformar la legislatura tradicional podremos decir que se

hace a la ligera porque existe el miedo de atentar contra sus bases.

En este capítulo vemos que el derecho de los pobres está reducido y cada vez

beneficia a un número menor de personas. La legislación tradicional rige en el hecho, para

un porcentaje cada vez más reducido de la población compuesto por aquellos que han sido

más favorecidos dentro de la tan desigual repartición de riquezas.

2
CAPITULO II

DESAJUSTE DE LA LEY ESCRITA POR EL TRANSCURSO DEL TIEMPO

Las leyes están impuestas para que se apliquen a futuro y de forma permanente,

pero nos damos cuenta que la movilidad social avanza con grandes pasos y nos damos

cuenta que algunas leyes se van desconectando de la realidad social ya que la sociedad está

sujeta a cambios por circunstancias internas y externas.

Existen y se vienen muchos cambios sociales en todas las áreas como la medicina, la

administración, ecología, rebeldía de los desprotegidos, etc. Y aún no se encuentra al

legislador atento y ágil que vaya actualizando la legislación para los nuevos cambios, eso

se deja para el último momento y ahora cuando se quiera llevar la acción a cabo, surgen

más cambios y esta queda otra vez desconectada con la realidad.

En este capítulo Novoa Monreal no habla acerca de los desajuste de las mismas

leyes en donde “no ha ley que no encierre un voto perpetuidad”, y por ende muchos

sostienen que la inmutabilidad es el carácter de una buena legislación. Los legisladores


están tan convencidos de la bondad de la norma que promulgan y de su adaptabilidad a las

necesidades actuales y futuras, que generalmente las dictan “para siempre”

3
CAPITULO III

LA INEXTRICABLE MARAÑA LEGISLATIVA

La acumulación de normas sociales se dio a raíz de las grandes guerras, como

también por el despertar social como ya lo vimos en el capitulo anterior.

Las principales causas de eso hecho son: la política, la economía, las nuevas funciones del

Estado, y las nuevas condiciones de vida social y esto causa efectos negativos pues el

crecimiento de las normas en forma desmedida hace que las antiguas especialidades

jurídicas no sean bastantes para dotar a un individuo del dominio de toda la materia

legislativa que ellas abarcan como y porque también rompe con el concepto de lo que debe

ser un conjunto sistemático, ordenado, claro y accesible de reglas de conducta exigidas al

hombre en sociedad.

Este capítulo nos habla acerca del incremento en las normas sociales. En las

legislaciones del siglo pasado y de comienzos del presente se procuró incluir dentro de sí

mismas todas aquellas disposiciones para la vida y organización de las sociedades

estructurales conforme a los principios liberal-individualistas y no acostumbradas a

afrontar variaciones en su medio político, social, técnico y económico.

4
CAPITULO IV

LOS DEFECTOS DE LA TÉCNICA LEGISLATIVA

Hoy en día se critican las leyes porque carecen de esa elegancia y perfección técnica

que exhibían las elaboraciones legislativas de otras épocas. Suelen encontrarles defectos y

dificultad en su aplicación. Uno de estos defectos puede encontrarse en la forma urgida y

precipitada en que se dictan la mayor parte de las nuevas leyes.

El legislador cae en una incapacidad para cubrir la solución legal de los problemas

actuales y se debe a que siempre existe una urgencia por dictar la mayor parte de las nuevas

leyes por la gran movilidad social como ya lo hemos referido antes. También se propone el

legislador a parchar una ley ya existente con lo que tal acción no se adapta al espíritu de la

ley base. También influye que el legislador carece de un conocimiento a fondo de los

problemas actuales por falta de uso de una técnica especializada ya que estos dependen de

su buena voluntad.

Otro factor es que existe la presión de grupos que adaptan las leyes a su

conveniencia personal. Todo esto lleva a la crisis al sistema mismo de legislar por eso la

asistencia de un organismo técnico multidisciplinario ayudaría al legislador en sus tareas y

nacería un sistema moderno que permita corregir los males.

5
CAPITULO V

DESPEJANDO PROBLEMAS TEORICOS

Nos damos cuenta que el Derecho actual carece de aquellos atributos que en épocas

pasadas sirvieron de mucho a los juristas, así que no nos podría proporcionar las soluciones

para los problemas actuales. Y eso se puede comprobar al hacer un examen profundo a

algunos principios fundamentales que encontraron acogida en un considerable sector de los

juristas tradicionales y que hasta ahora continúan enturbiando la comprensión de lo que

debe ser una teoría jurídica correcta.

Tales principios que se han convertido en grandes mitos son: El Derecho Natural y

la Justicia como objeto del Derecho. Nos damos cuenta que el dualismo entre el Derecho

Natural y el Derecho positivo no existe ya que este último no se basa siempre en lo moral

como también notamos que la Justicia no siempre es el la finalidad del Derecho.

Así que las doctrinas que sustentan la existencia del Derecho Natural y las que

señalan a la justicia como objeto exclusivo del Derecho contribuyen a la preservación de la

legislación antigua y no favorecen a su cambio.

La expresión Derecho, no solamente sirve para designar conjuntos de preceptos

obligatorios que conforman la organización de una sociedad, pues tiene también otro

significado: El conjunto de conocimientos teóricos que se aplican a la reflexión sobre la

legislación existente y sus fundamentos.

6
Se habla del derecho como una ciencia, justifica la existencia de estudio jurídico de

nivel superior y se crean en Universidades, las Facultades de Derecho

CAPITULO VI

EL DERECHO COMO REGLA ORDENADORA FORMAL

Unas características del Derecho son que: El Derecho tiene por objeto esencial imponer en

la sociedad un régimen determinado de ordenación.

El conjunto sistemático de reglas jurídicas obligatorias que el Derecho aporta a la sociedad

constituyen solo el medio para que se alcance un determinado orden social.

Así que por consiguiente, el Derecho tiene carácter fundamentalmente organizador e

instrumental y esto es apoyado por un grupo de importantes autores modernos y esto quiere

decir que empieza ya a captarse la necesidad de que los conceptos jurídicos escapen a los

moldes liberal-individualistas que algunos quisieran dejar impresos en ellos para siempre.

De acuerdo con lo anterior, y siendo el Derecho tan solo un medio, carece de fines propios.

Ni la justicia ni la seguridad jurídica pueden ser tenidas como fines del Derecho, como

también es negativo que pretenda como verdadero fin el bien colectivo ya que este último

debe ser procurado por el Estado.

El Derecho es un conjunto de normas obligatorias elaboradas por el hombre que son

impuestas coactivamente en la sociedad, puesto que aparte de ellas no existen reglas o

principios superiores de índole jurídica, y establecido que el derecho no cumple con valores

de justicia, llega el momento en que debemos caracterizarlo positivamente.

7
Conforme al pensamiento de Kelsen, deberían integrar el derecho las formas

individualizadas de aplicación de las leyes que quedan a cargo del órgano del Estado, sea

este jurisdiccional o administrativo y también las reglas convencionales que lícitamente

acuerdan los particulares.

CAPITULO VII

LOS LÍMITES DEL DERECHO

Conforme al concepto platónico del Estado corresponde a este regular, apoyar y

vigilar la vida individual en todas sus manifestaciones, de modo que no puede exigir esfera

alguna de actividad que no quede sujeta a su control. El fin del Estado es por consiguiente

omnicomprensivo, abarca el bien en todas sus formas y consiste en la felicidad universal.

En la doctrina antigua existía la idea del poder absoluto del legislador vinculado a la

soberanía del Estado, en cuanto significaba que por encima de este no existía ningún otro

poder capaz de someterlo. Se trataba, pues de un poder ilimitado. Sin embargo, en el

Renacimiento se inicia una corriente que representa una afirmación de libertad del

individuo y que se preocupa de establecer fronteras a la autoridad del Estado.

Los limites del Derecho empiezan con el concepto de Estado de Derecho, que se

apoya en la idea de que el Estado realiza una concepción de organización social que

ampara los valores de la personalidad humana, quedando sometido, al igual que los

ciudadanos, a normas jurídicas objetivas.

Otra limitación del Derecho es lo impuesto por la Naturaleza, donde este ha de

sujetarse a los hechos que el hombre no puede alterar. Pero, además, el Derecho solamente

regula la conducta externa de los hombres, a diferencia de la moral. Esto conduce a que

cualquier intento de que la leyes se entrometan en la interioridad del ser humano con
8
propósito de regir sus ideas, pensamientos y sentimientos, exceda por entero de la

posibilidad del Derecho.

Existe también el límite de la generalidad de las leyes, ya que es una garantía de

igual aplicación de ellas a todos los hombres que se encuentren en el mismo supuesto que

la regla considera, e impide que, arbitrariamente, la autoridad pueda someter a reglas

especiales a ciertos hombres o grupos de hombres por circunstancias no preestablecidas

objetivamente.

También existen limitaciones externas al Derecho, sean morales o de otro orden.

Desde el punto de vista ético, la limitación fundamental, aunque no la única, es que el

Derecho no debe desconocer el respeto a la dignidad de la persona humana.

El poder del legislador a de verse ceñido por un amplio conjunto de bienes ideales

humanos que derivan de la dignidad y que están destinados a servir no solo como bases

intangibles de una convivencia, sino también como valores significativos y que son los

llamados derechos humanos que toca al legislador respetar y hacer respetar.

9
CAPITULO VIII

EL DERECHO Y LAS CONCEPCIONES POLITICAS Y ECONOMICAS

No existiría una explicación jurídica completa si hacemos a un lado las doctrinas

políticas y económicas ya que estas determinan el contenido del Derecho y que este es un

instrumento al servicio de ellas.

Cada sociedad humana, o el grupo que la domina, tiene su propia idea sobre lo que

podríamos llamar su proyecto histórico social, en el cual se incluyen las metas colectivas

por alcanzar y los medios de organización política, económica o social necesarios para ello,

punto este donde si se producen antagonismos evidentes o, cuando menos, diferencias muy

marcadas. La influencia de las tres mas caracterizadas corrientes político-socio-económicas

son el liberal-individualismo (y el capitalismo), el socialismo y las posiciones intermedias

o eclécticas.

Es por eso que se le otorga poderes a un órgano político encargado de velar por las

normas jurídicas.

10
CAPITULO IX

LAS NOVEDADES JURIDICAS EMERGENTES

Los juristas creen que el Derecho progresa constantemente. La antigua división del

Derecho en Publico y Privado podría ser mantenida, pero todo indica que las nuevas

formas de vida social y sus incipientes expresiones legislativas actuales han agregado ya un

tercer término a esa división bipartita, pues hoy en DÍA se considera también un Derecho

Social, aparte del Derecho Público y del Derecho Privado.

También existen nuevas ramas del Derecho como el Derecho internacional y que es

considerada como autónoma, puesto que tiene peculiaridades que la separan de las demás.

Otro Derecho autónomo es el Derecho Penal ya que no puede ser incluido en ninguno de

los términos de la división del Derecho. También se le considera “Derecho de

acompañamiento” porque mira a la ejecución y respeto de las reglas del Derecho material,

público y privado, nacional e internacional, sin regir ningún aspecto de la vida social.

Una rama jurídica nueva, nacida al término de la Primera Guerra Mundial es el

Derecho del Trabajo que junto con el Derecho Económico, fue una de las fuerzas motrices

del Derecho Social.

El Derecho Procesal también es llamado “Derecho de acompañamiento” porque no

regula ningún aspecto determinado de la vida social, sino que se limita a indicar la forma

como se hacen efectivas las disposiciones del Derecho material en el caso de controversias.

11
Conforme a lo anterior el ordenamiento jurídico debe armonizar en todas sus

formas dado que esto conlleva al progreso de la sociedad.

CAPITULO X

LOS RESABIOS INDIVIDUALISTAS DEL DERECHO

Después de La Revolución Francesa, los revolucionarios tomaron al individualismo

como un dogma intangible y definitivo. Se creyó que con la codificación se había

alcanzado un sistema legal perfecto, completo, cerrado, que debía permanecer

indefinidamente a trabes del tiempo.

Con el objeto de mantenerla intacta a esa legislación codificada, se la mantuvo, como

cuerpo, a resguardo de cualquier intento social progresista que quisiera meter manos dentro

de ella.

Las escuelas juristas de mayor éxito pregonaban postulados que no hacían peligrar a

dicha legislación tradicional.

Esa legislación encierra instituciones de clara inspiración político-económica (como

son el derecho de propiedad privada, -que por su sentido absoluto puede tornarse en fuente

de abusos individuales y de clase-, los derechos subjetivos –que son esferas de poder

reconocidas y garantizadas por el Derecho-, la libertad de contratar y autonomía de

voluntad, la irretroactividad de la ley, seguridad y certeza jurídicas), que no solamente

permiten poner en vigencia el esquema ideológico que las anima, sino que aspiran a

perpetuarlo muy disimuladamente bajo la apariencia de “principios jurídicos”.

12
Se trata, pues, de mecanismos políticos para impedir el cambio del Derecho.

Cada una de las características del Derecho que hemos analizado tiene una

importancia dentro del campo en el cual se desenvuelve sin desmeritar al otro. Así

encontramos el Derecho social ligado al Derecho político en donde ambos armonizan.

CAPITULO XI

LAS PERSPECTIVAS DE UN DERECHO MODERNO

Nuevos valores y nuevas necesidades sociales azotan, ininterrumpidamente, ese Derecho

petrificado e insuficiente, por inepto para adecuarse a las realidades emergentes.

El Derecho, como instrumento para una vida social satisfactoria no debería tratar de

conservarse a si mismo ni de mantener pertinazmente sus posiciones tradicionales.

Para evitar eso, serian necesarios conceptos jurídicos y elementos condicionantes de lo

jurídico para ser utilizados como base de una elaboración moderna del Derecho, como lo

son: los métodos inductivo, deductivo y experimental (para alcanzar un nuevo significado),

las nuevas funciones del Estado moderno (una multiplicación incesante de funciones del

Estado, siempre en aumento y penetrando cada vez más hondamente dentro de las

actividades sociales), la protección contra el burocratismo (medidas adecuadas para

fiscalizar la actuación de los funcionarios del Estado), la solidaridad como actitud social

(haciendo a un lado al régimen individualista), el trabajo como deber social ( un trabajo útil

para la comunidad), los deberes sociales, el concepto de responsabilidad y la primacía del

interés general sobre el privado.

13
Ni el mundo permanece estático, ni la vida detiene su curso tan solo porque algunos

hombres ayudados por instituciones dispuestas para ello, quieran ahogar la dinámica de la

historia.

CAPITULO XII

EL PROYECTO CONCRETO DE LA VIDA SOCIAL, LA INTERPRETACIÓN DE

LA LEY Y LA REVOLUCION

El proyecto concreto de la vida social.

Todo pueblo tiene, conforme a su medio ambiente, a su idiosincrasia, a su evolución

cultural, a sus condicionamientos históricos y a su genio colectivo, una manera especial de

concebir sus aspiraciones comunes como sociedad organizada. Tales aspiraciones

conforman “el proyecto concreto de vida social”. Este proyecto esta constituido por las

metas comunes que se propone una comunidad dada, en una etapa histórica determinada,

sobre la base de una cierta visión del mundo y del hombre, en momentos en los que una

minoría dominante no ahogue sus anhelos.

La legislación de cada pueblo, para constituir una normativa que encarne las

exigencias de la conciencia colectiva y se amolde a lo que mas conviene a su carácter

propio, debiera inspirarse en tal proyecto.

El proyecto concreto de vida no es fácil de conocer, pero puede ser descubierto

examinando tendencias y manifestaciones colectivas de cada pueblo en las que se

14
exterioricen sus inclinaciones por ciertos moldes de organización o por algunos valores

sociales.

Algunos elementos valiosos para indicarlo son: la historia de ese pueblo, el

ambiente social actual de ese pueblo y lo que resulta de las manifestaciones legislativas de

mayor jerarquía o expresividad del país.

No puede desconocerse la importancia que adquiere aquel proyecto de vida social, pues en

él estará preponderantemente la inspiración del legislador.

La interpretación de la ley

Desde que las leyes se preparan generalmente para un futuro indefinido y bajo la

forma de una referencia general e impersonal a acciones genéricas de cualquier hombre,

con las que se constituye el supuesto o hipótesis de los correspondientes preceptos, surge la

interpretación de ellas, esto es, el esclarecimiento del sentido que ellas encierran en su

calidad de reglas sociales ordenadoras, como una necesidad imperiosa que permita que la

regla abstracta y permanente pueda adecuarse a los actos particulares que se van a

desarrollar a lo largo de los muchos años de su vigencia, bajo condiciones y circunstancias

muchas veces bien diferentes de las que existían en el momento de su promulgación.

El jurista y la Revolución.

El jurista que quiera la revolución no tiene sino un camino directo: contribuir a que

se abran paso en la sociedad la idea y la acción revolucionarias. En ello obrara no como

jurista sino como revolucionario. Cuando la revolución este ya producida como fenómeno

social, irá surgiendo, como producto de la nueva sociedad y no como causa de ella, un

nuevo Derecho con características revolucionarias, a cuya elaboración técnica el jurista

15
debe concurrir. Solamente en esta segunda etapa abra la posibilidad de una colaboración

del jurista revolucionario como tal jurista.

CAPITULO XIII

APARIENCIA, REALIDAD Y SUBJETIVISMO

El Derecho que conocemos obstruye el cambio de la sociedad en que vivimos.

El Derecho como apariencia y Realidad.

El Derecho envuelve una apariencia engañosa, pues este no es sino un instrumente de


ordenación social. Sus reglas son apenas formas cuyo contenido se llena con las

inspiraciones político-económicas de una sociedad determinada y carecen de significación

por si mismas, si se las quiere presentar aisladas de un contexto social concreto animado

por las metas que le imprime el sector dominante.

Mientras los juristas renuncien a una profundización de la idea misma de Derecho,

mientras no pongan sus principios al servicio de una sociedad más actual y mejor

organizada, mientras no revisen la legislación anticuada que rige predominantemente para

darle a la ciencia jurídica por lo menos la posibilidad de abrirse a concepciones sociales


16
más justas y, muy en especial, mientras no renuncien a continuar al servicio de ideologías

para las que la manipulación del Derecho es una de las más importantes armas dentro de su

lucha política, económica y social, el Derecho persistirá como un obstáculo para el cambio

social.

El Estado y lo que tras él se esconde

La teoría dominante en nuestro medio nos presenta abstractamente al Estado como la

institución política suprema encargada de guiar a una sociedad humana a la obtención de


sus fines. Con ello el Estado queda convertido en el tutor y custodio del “bien común”,

principio también abstracto, que se presta y se ha prestado a más de una manipulación en

provecho de grupos minoritarios.

No existe, sin embargo, tal Estado dedicado exclusivamente a servir el interés general

porque en la realidad este y su acción se impregnan de los intereses, codicias y pasiones de

los hombres de carne y hueso que los manejan.

La aplicación del Derecho.

Los juristas, desconectados de la realidad social y animada por un idealismo que los

despega de ella, piensan que basta con que las normas sean introducidas dentro de las vías

de expresión formal del Derecho, para que desde el punto de vista “jurídico” el objetivo

propio haya sido alcanzado. La aplicación de dichas normas a la vida social la miran como

un problema ajeno que no es de su incumbencia, puesto que se traduce en una labor

práctica que debe ser cumplida por una administración pública eficiente y por los

tribunales.

17
Interés de la posición subjetiva.

La posición subjetiva que el ser humano tiene ante el Derecho como manifestación

genérica de organización social o ante ciertos fenómenos o manifestaciones jurídicos que el

llega a conocer de modo más directo y que determinan esa organización nos puede permitir

profundizar mejor en el efecto que las reglas jurídicas surten sobre la generalidad de los

individuos y, así mismo, en juicio y valoración que ellos se forman interiormente del

ordenamiento jurídico que rige, se forman interiormente del ordenamiento jurídico que

rige, en relación con aquel que ellos idealmente preferirían.

Tres actitudes subjetivas básicas ante la organización social y el Derecho, que serán: la

actitud conservadora, la actitud reformista y la actitud revolucionaria.

La actitud conservadora.

Los que frente a los problemas de organización económico-social –dentro de los cuales se

hallan los relativos al sentido y contenido del Derecho y a las funciones del Estado-

asumen una actitud conservadora, piensan que lo fundamental consiste en la preservación


del sistema de vida social en el que se vive.

La actitud reformista.

El reformista cree que en la organización actual de la sociedad hay injusticias que pueden y

deben ser remediadas. Para ello se hace necesario introducir rectificaciones más o menos

acentuadas a esa organización, sin que esto signifique llegar a una transformación total de

ella.

La actitud revolucionaria
18
Otros, en fin, sienten que solo una transformación radical de la organización social

existente permitirá a sus miembros una vida realmente humana, que los saque de la

alineación en que viven y que los libere de toda explotación y opresión.

CONCLUSIÓN

Estudiando y analizando El Derecho como obstáculo al cambio social, hemos

concluido que cada día se palpa mucho más la separación existente entre el derecho y

nuestras realidades sociales o nuestros acontecimientos que cada tía acogen a nuestra

sociedad. A nuestro juicio lo que agrava y lo que impide el progreso social son preceptos y

esquemas en el derecho cada día afecta a nuestra sociedad.

Como plasma el autor este problema o el obstáculo al derecho al cambio social es

un problema que afecta al mundo, pero mayormente a Latinoamérica, ya que enfrenta

grandes problemas de educación, vivienda, desnutrición y atención médica.

Queda claro que corresponde al Derecho vigente o derecho positivo crea un incesante

estado de Derecho equitativo, para así llegar a una justicia y complementar equidad justicia

y libertad que son elementos esenciales y primordiales para evitar que el derecho sea un

obstáculo al cambio social.

El Derecho es un instrumento de organización mundial, que debe ser puesto al

servicio de la sociedad para crear un estado de control y que haya una convivencia

pacíficamente cada uno de los particulares de una sociedad en común. Desafortunadamente


19
en nuestra sociedad carecemos de una filosofía del Derecho y de una sociología jurídica,

sin embargo, la vasta experiencia de la enseñanza del Derecho positivo o del Derecho real

o vigente muestra claramente que existe fallo en confecciones jurídicas y que no ayudan a

solucionar los problemas y exigencias permanentes en la sociedad.

Que tiene y debe crear una sociedad en donde se rige por instituciones jurídica

renovadas y coadyuvantes a la sociedad, son juristas conscientes del cambio del cambio

que acoge el Derecho a la sociedad.

BIBLIOGRAFÍA

Autor: NOVOAMONREAL Eduardo

Obra: El Derecho como obstáculo al cambio social

Autor: KELSEN Hans

Obra: Teoría pura del derecho

Autor: ROSSEAU, Juan Jacobo

Obra: El contrato social

20
21

S-ar putea să vă placă și