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La presentación de este tema estará a cargo de: Dr. Paul Dulín. Experto en Sostenibilidad e
Impacto Ambiental. Consultor del Banco Interamericano de Desarrollo. Washington, D.C.
Me es grato volver a este magnífico país. Hago esta afirmación al entender que México
sirve de ejemplo en América Latina por ser un pueblo que lucha por los derechos humanos
y se empeña en la promoción del desarrollo para todos.
Aprendí mucho en el Colegio de Postgraduados, Campus Puebla en los años que van desde
1997 al 98, especialmente sobre tres aspectos:
Al mismo tiempo en que la riqueza total por habitante está disminuyendo, su distribución
se está tornando cada vez más desigual, como sucede en otros países latinoamericanos
como en el Brasil, donde existe una gran concentración de la renta.
De acuerdo con algunas fuentes consultadas, desde 1964 hasta hoy, el número de
mexicanos en condiciones de miseria aumentó de 14 para 21 millones de personas.
En México, la pobreza extrema puede ser considerada una característica del mundo rural.
Cerca de 12% de los 15 millones de los domicilios urbanos son extremadamente pobres, al
paso que 60% de los 5 millones de hogares rurales se encuentran en este nivel de pobreza.
La mayor concentración de estos hogares se da en las zonas rurales de la parte sur del país.
Otros factores que son igualmente preocupantes y que afectan directamente a las mujeres y
niños y a la población indígena son: 1. La carencia y calidad de los servicios médicos; 2.
La desnutrición y desórdenes biológicos debidos a la desnutrición. Como consecuencia de
la falta de servicios médicos adecuados se ha constatado que la muerte de mujeres en el
medio rural por mal parto es superior que la media nacional. Además de la desnutrición
que afecta a los sectores más pobres, se estima que en la zona rural las mujeres son las más
afectadas por dar preferencia en la alimentación a los hijos y a los esposos. De esto que
29% de las mujeres entre 12-49 años de edad tienen un peso inferior al normal.
El Desarrollo
Todos los pueblos quieren y se sienten dignificados si existe una oportunidad para salir
adelante dentro de su propia cultura. Así es el desarrollo pretendido por las mujeres: tener
la oportunidad de ser oídas y sentirse participantes de una acción colectiva en la
construcción de un futuro enriquecido por la cultura de su pasado. Pero esta participación
solamente será efectiva cuando de hecho las mujeres pasen de ser oídas y ser participantes a
ser las responsables del diseño, programación y ejecución de las políticas que las
benefician. O sea que sus participaciones tengan peso en las decisiones a todos los niveles.
México en 1971 tuvo la ley de derecho a la tierra más explícita (tanto en lo que se refiere a
la posibilidad de ser ejidataria como de poder participar en los niveles de decisión) que en
otros países de la región ni siquiera era pensada. Pero, debemos señalar que aunque la ley
les otorgaba el derecho a decidir, las reglas legales se ven limitadas por las prácticas
tradicionales, esto es, la mujer solamente participaría en las decisiones en la calidad de
ejidataria en el caso de ser jefe de familia.
1
Conferencia sobre los Cambios Climáticos. Footprints and Milestones: Population and environmental
change. UNFPA- November,7- 2001. Marruecos.
2
Deere, Carmen Diana and Magdalena León. Institutional Reform of Agriculture under Neoliberalism: The
Impact of the Women’s and Indigenous Movements. In Latin American Research Review volume 36 number
2 2001
Podemos entender que haya una incongruencia y hasta una tensión entre los intereses del
modelo económico en pauta y los intereses de las mujeres, principalmente de las mujeres
indígenas. De acuerdo con Ruth Moya, repetimos que: “una de las características de la
organización de las mujeres indígenas es la valorización del movimiento indígena en lo que
se relaciona con el rol de la mujer en la reproducción de la cultura indígena como agente
principal de la socialización”(Moya, 1987) La mujer indígena tiene un papel mítico en la
cultura ancestral donde la mujer es venerada como la fuente de la vida, así como lo es la
tierra.
El marco que ilumina hoy en día toda concepción social tiene como base los derechos
humanos. Por lo tanto, discutir temas tales como: el desarrollo sostenible, la participación
de la mujer en los procesos de desarrollo y la disminución de la pobreza deben ser
encaradas, necesariamente como parte substantiva de una estrategia política e institucional
en el cumplimiento de los derechos humanos esenciales.
Recientemente, el director general de la FAO4, comentaba que: “se estima que unos 824
millones de personas, 93 por ciento de los cuales vive en países en desarrollo, no tienen
suficientes alimentos para satisfacer sus necesidades básicas.” Y su conclusión era de que
el problema no radica en el aumento de la oferta de alimentos sino en su distribución
geográfica y en la falta de acceso a ellos. (Léase carencia de poder adquisitivo)
3
Caroline Moser and Andy Norton (2001). Concept Paper - prepared for the Workshop on Human Rights,
Assets and Livelihood Security, and Sustainable Development - ODI
4
Jacques Difou
• La mujer, y específicamente la mujer rural sigue siendo uno de los actores más
afectados por el proceso de globalización, específicamente por la reducción del
costo del trabajo. Las normas del mundo del trabajo se están alterando y de cierta
forma se ha flexibilizado la relación empleado / empleador, haciendo que muchas
de las ventajas y protecciones conseguidas – no exentas de luchas - por los
sindicatos se encuentren sin respaldo real. Las mujeres son las principales afectadas
por el desempleo, subempleo y por la deterioración general de las condiciones de
vida.
La Ley más importante que protege a la mujer en el mundo del trabajo se refiere a la
protección de la mujer embarazada en el sentido de no permitir que ellas sean
despedidas, que tengan derecho al seguro maternidad y todos los derechos de
protección social a la maternidad y la previsión social, a los servicios públicos de
asistencia a la salud de la mujer y del niño.
• Existe en México un proceso de feminización positivo en el mundo del trabajo, sin
embargo los datos demuestran que a pesar de la participación creciente de la mujer
en el mercado de trabajo la remuneración por el mismo trabajo realizado por los
hombres, sigue siendo desigual.
• Otro dato que amerita nuestra atención es el crecimiento de la participación de la
mujer en actividades “por su cuenta” o sea de iniciativa propia. Lo que muestra la
adaptación de la mujer a las “nuevas” modalidades impuestas por el mercado de
trabajo, para buscar formas de supervivencia.
La Cultura
En los últimos años se han realizado estudios, tanto por antropólogos, sociólogos como
psicólogos sociales, sobre la función de la cultura en la evolución de las diferentes
naciones. En una investigación realizada en México entre 1993-1995, sobre los
determinantes societales de los valores en este país, Díaz Guerrero, 1993, resumió en 9 los
factores principales: Obediencia a los padres, machismo, virginidad, consentimiento,
miedo de la autoridad, status quo familiar, respecto al amor, honor familiar y rigidez
cultural.
Analizando más profundamente estos elementos, podemos decir, también, que si por un
lado es importante esta constatación general de compromiso y de reciprocidad y donación
con el otro, lo que se puede observar en los nueve factores anteriores, es que la mayor parte
no es de beneficio directo para la mujer. Machismo, virginidad, honor familiar y rigidez
cultural son trazos culturales fuertes y que tienen efectos o suelen producir efectos nefastos
para la mujer. Un ejemplo claro es la interpretación del rol de la mujer cuando se le
pregunta que pasaría si pasara a ganar más que el hombre.
Los estudios realizados hasta el momento muestran que México está clasificado como una
sociedad cuya cultura está centrada en valores colectivos. (Hofstede, 1980)
Analizando estas categorías en su dimensión psicológica se constata que los mexicanos, de
una forma general, están dispuestos a prestar solidaridad o sacrificarse por los demás.
5
John Berger
Los acuerdos de San Andrés Larrainzar, que han resultado luego de una larga negociación,
propugnan que los pueblos indígenas sean reconocidos jurídicamente en sus propias
instituciones sociales, económicas, políticas y culturales... y que puedan preservar y
enriquecer sus lenguas y ritos.
Algunas propuestas
También se ha constatado que en varios países latinoamericanos los fondos para pequeñas
fincas y microempresas han sido manejados eficientemente por mujeres rurales (estudios en
Costa Rica y Honduras)
Lo cierto es, que debemos buscar nuevos caminos para que los pobres no se sientan más
olvidados, y sí más dignificados, y esto puede implicar en la discusión sobre la división del
poder y de la riqueza.
Como los derechos humanos pueden ayudar a entender las dimensiones de poder y el proceso de
desarrollo
Algunas estrategias para mejorar la participación de las mujeres pobres:
Que la mujer disponga de información
Movilización de grupos de solidaridad
Apoyar el desarrollo de las habilidades y capacidades locales, especialmente las
habilidades de comunicación y organización comunitaria (formación de conceptos
estructurantes de los derechos humanos, sin preconceptos)
Apoyar iniciativas para que las mujeres participen de la planificación, elaboración y
control de los presupuestos municipales y comunales (salud, educación, crédito para
empresas comunales)
Ayudar a establecer alianzas y proveer la defensa de los derechos de la mujer a todos
los niveles de los dominios institucionales
Alcanzar las instancias de un “promotor de justicia”capaz de recibir y encaminar los
reclamos de acuerdo con los derechos y beneficios adquiridos por la población para que
no sean capturados por los grupos de las elites.
Tengo la convicción, así como Lawrence Hadad, de que hacer crecientes inversiones en una
perspectiva de género, favoreciendo de forma particular a la mujer, y en este caso
específico la mujer rural, estamos construyendo un capital único e insustituible: el capital
social. En este caso el capital social corresponde a la organización social, como redes,
normas y confianza social, que facilitan la coordinación y cooperación para mutuo
beneficio. Así sí, seremos capaces de enfrentar no solamente el modelo económico actual,
como otros que puedan venir, considerando que lo más importante en el desarrollo es que
las personas SI importan, IMPORTAN Y MUCHO
.
¿Cómo la SEAGDPA podría introducir la discusión de la responsabilidad por las
actividades necesarias para la reproducción social, en la esfera pública y también en la
esfera privada, como parte de una estrategia de desarrollo sostenible?
Creemos, que para entender el verdadero papel que la mujer rural ha tenido en el desarrollo
depende de una transformación transustanciadora, que nos obligue a abandonar algunas
posiciones clásicas de análisis de la mujer, bajo un mirar analítico del hombre, para
construir una nueva teoría usando los conceptos y medidas que proponen las mujeres.
Fuentes consultadas