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También en esta novela se inserta una historia de amor con sus aventuras y
riesgos relatando costumbres y maneras de vida en el Cibao oriental del país.
De igual manera refleja la vida social de aquel momento tan importante en el país
representando el medio de subsistencia de aquel entonces donde la vida rural era
dura y llena de pobreza. La naturaleza era hermosa pero el montero tenia peligros,
ya que para mantener a la familia había que cazar animales salvajes.
Esta novela narra hechos pocos conocidos para jóvenes de mi tiempo, ya que la
forma de enamorarse y las costumbres de esa época eran diferentes.
Los autores del montero manifestaron los valores que son propios de la clase
social del dominicano principalmente del campesino.
La descripción que hace el autor es muy importante por nos ayuda a comprender
el contexto donde se realizó la novela con un rico contenido en todos los
personajes del pueblo donde se desarrolló toda la trama.
El autor de la novela es psicológica cuando uno lee esta obra se puede notificar
que habla de sus propias costumbres, ya que el vivía toda su vida en el Cibao el
como gran intelectual de su tiempo supo darse y entregar su conocimiento a estos
problemas que surgió en ese entonces.
Se puede decir que esta novela contiene una gran enseñanza de costumbres,
mostrando al hombre del campo y describiendo los maravillosos paisajes de
nuestra nación.
INICIO
El autor comienza dando una descripción muy detallada y especifica del lugar
donde se desarrollara toda la obra, me estoy refiriendo a Matanzas, donde el autor
le da una imagen al lector de cómo es totalmente el lugar. En este momento se va
denotando las acciones de cada personaje. Todo comenzó cuando un hombre
sale del bohío para sentarse en una piedra, éste es el personaje de Juan, primera
figura que se manifiesta en la novela, después de una larga descripción de su
fisonomía se escucha una voz femenina, la de María, la cual comienzan una
pequeña conversación:
NUDO
El conflicto cumbre de la obra, El Montero de Pedro Francisco Bonó, se manifiesta
de la siguiente manera: Juan tomo la misma postura de antes, es decir, con su
cara de mal humor y miraba a la joven María “Mientras ésta preparaba la cena
llegaba de la cocina a buscar alguna cosa necesaria a su tarea, y que mientras la
buscaba y la hallaba, dirigía una mirada de soslayo a Manuel”. Y en este momento
entra en la conversación el dueño y patrón de la casa, Tomas, padre de María y
esposo de Teresa. Tomando la palabra dijo: cómo has hecho para venir hoy con
las manos vacías; interviene Juan –Tal vez Manuel cogió miedo de andar solo,
cuando está acostumbrado a montear con un compañero que se exponga a los
peligros por él.
Manuel intercedió agarrando su machete y dice: yo pienso que por usted verme
en estas carnes supone que tengo miedo, y por esa luz que nos alumbra le
aseguro que ni usted ni los jabalíes se lo tengo, y si no fuera por el respeto que
debo a la casa en que estamos, yo le haría que no soy mozo que huye al hierro.
Juan se levantó y dice lo siguiente: yo no hablo entre la gente yo voy todos los
días al monte y estoy dispuesto a ir ahora. Tomas tuvo que intervenir para que
estos dos monteros no se pelearan, diciendo que, si iban a paliar por el hecho de
que uno no trajo carne. El dueño de la casa tuvo que mandar a buscar con su
mujer, Teresa, el agua ardiente para relajarlos y amansarlos.
Este hecho provocó un estado de odio entre ambos, pero más por parte de Juan,
ya que él estaba enamorado de María, pero ésta no le correspondía y no le hacía
ningún caso. Luego Juan dijo con una mirada llena de rencor, lo siguiente:
escucha mañana te acompañaré y veremos si se nos escapa a los dos y Manuel
se niega pero Tomas ve la idea muy buena y le dice a Manuel que si que Juan lo
acompañara al día siguiente para que así estuviera más seguro de casar el jabalí
y éste tuvo que aceptar el mandato. En lo dicho anteriormente podemos notar
como Tomas se convierte en el destinado y Manuel en el destinatario, el cual tiene
que ir al monte con Juan.
DESENLACE
Después de que Manuel se había curado se estaba preparando la boda entre él y
María. En el día de la boda, la cual estaba saliendo todo de maravilla; era las once
de la noche se había bailado algunos sarambos y guarapos, cuando en medio de
las bambas se oyó un sonido ronco cual el gruñido y en medio del grupo de
cantores, músicos y bailadores, apareció la figura bien conocida de Juan. Tomas
dijo: lo que hiciste te lo he perdonado y esperaba no volver a verte, pero ten en
cuenta que hay otras personas a quien ofendiste que no son tan cristinas como yo
y por eso no te serán grato. Manuel se acerca ve a Juan y sale en busca de su
sable, Feliciano intercede diciendo que guardaran la calma. Después de un
momento María toma la mano de su esposo Manuel y este dice lo siguiente:
“María suéltame que es tu padre que se está midiendo con Juan”.
Pero había sido tarde cuando éste llegó y había encontrado a Tomas en el suelo,
al ocurrir esto todos cayeron en el más profundo silencio, no por la pelea, sino por
la persona que estaba ciada en el suelo, Manuel levanta el cuerpo de Tomas y
éste estaba muerto. Las mujeres que estaban en sus aposentos no se percataban
de nada y ese extraño silencio que había le hizo suponer que había pasado algo al
salir se encontraron con aquel que había sido un padre y esposo tan querido.
Mientras que Juan se da a la fuga. Después de todo esto Manuel pasa a ser el
cuidador de doña Teresa y amo de la casa por petición de la misma éste acepta
gustosamente ya que ella se sentía muy sola al morir su esposo y quería que su
hija le acompañase.
Manuel recibe un recado diciendo que su padre estaba muy mal este tuvo que
partir rápidamente dejando a María y a Teresa solas. En una noche mientras
María estaba en sus quehaceres de ama de casa ve a una sombra que la está
observando esta se asustó y sale corriendo a decirle a su madre. Ella dedujo que
era Juan pero su mamá le dijo que eso no es posible porque estaba preso. Al día
siguiente llega su padrino Feliciano a informarle que Juan se había escapado
quedando convencida esta de que la sombra que había visto la noche anterior era
Juan. Ella le informo lo que vio y este rápidamente lo va a denunciar a la jefatura,
al salir éste las dos mujeres quedan solas y María tiene que prepararle la comida a
los monteros esta se fue a buscar un racimo de guineo y mientras los otros
hombres estaban buscando a Juan en los alrededores ella estaba sola pelando los
víveres. En este momento aparece la figura de Juan ella se asusta y trata de salir
corriendo pero éste la agarra y la está forzando para violarla, su hermanito que
estaba jugando ve esto y sale en busca de Feliciano este más el jefe del
escuadrón salen en su búsqueda mientras este se escapa corriendo muy
velozmente, pero Feliciano le agarra por la mano este agarra su sable, perro un
furioso machete le derriba sin vida, este era Manuel que había llegado y después
de esto Manuel y María se juntan y abrazan.
Así pues sabiendo todo esto podemos decir que los sujetos de ésta novela son
representados por Manuel y María, los cuales, entre criadores y monteros los
jóvenes se declaran el amor. Ambos se aman y realizaban acciones muy buenas y
que para ellos el odio y hacer cosas como las cometió Juan no les cabía en su
mente. En toda la novela se ve claro como Juan es el anti-sujeto, es decir, las
acciones que él realiza no son acciones buenas, sino más bien acciones
contrarias a los protagonista de la novela, como por ejemplo: el hecho de tratar de
asesinar a Manuel en una pelea; también el asesinato de Tomas, padre de María y
esposo de Teresa, hacen que él tenga que retirarse del bohío y de los
alrededores, etc.