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Biografia de filósofos

San Agustín

(Aurelius Augustinus o Aurelio Agustín de Hipona; Tagaste, hoy Suq Ahras, actual Argelia, 354 - Hipona, id., 430) Teólogo latino,
una de las máximas figuras de la historia del pensamiento cristiano. Excelentes pintores han ilustrado la vida de San Agustín
recurriendo a una escena apócrifa que no por serlo resume y simboliza con menos acierto la insaciable curiosidad y la constante
búsqueda de la verdad que caracterizaron al santo africano.

San Agustín de Hipona

San Agustín se esforzó en acceder a la salvación por los caminos de la más absoluta racionalidad. Sufrió y se extravió numerosas
veces, porque es tarea de titanes acomodar las verdades reveladas a las certezas científicas y matemáticas y alcanzar la divinidad
mediante los saberes enciclopédicos.
Biografía
Aurelio Agustín nació en Tagaste, en el África romana, el 13 de noviembre de 354. Su padre, llamado Patricio, era un funcionario
pagano al servicio del Imperio. Su madre, la dulce y abnegada cristiana Mónica, luego santa, poseía un genio intuitivo y educó a
su hijo en su religión, aunque, ciertamente, no llegó a bautizarlo
En 384 encontramos a San Agustín de Hipona en Milán ejerciendo de profesor de oratoria. Allí lee sin descanso a los clásicos,
profundiza en los antiguos pensadores y devora algunos textos de filosofía neoplatónica. La lectura de los neoplatónicos,
probablemente de Plotino, debilitó las convicciones maniqueístas de San Agustín y modificó su concepción de la esencia divina
La filosofía de San Agustín
El tema central del pensamiento de San Agustín de Hipona es la relación del alma, perdida por el pecado y salvada por la gracia
divina, con Dios, relación en la que el mundo exterior no cumple otra función que la de mediador entre ambas partes. De ahí su
carácter esencialmente espiritualista, frente a la tendencia cosmológica de la filosofía griega. La obra del santo se plantea como
un largo y ardiente diálogo entre la criatura y su Creador, esquema que desarrollan explícitamente sus Confesiones(400).
Ética y política

El hombre aspira a la felicidad, pero, conforme a la doctrina cristiana, no puede ser feliz en la tierra; durante su existencia
terrenal debe practicar la virtud para alcanzar la salvación, y gozar así en la otra vida de la visión beatífica de Dios, única y
verdadera felicidad. Aunque para la salvación es necesario el concurso de la gracia divina, la práctica perseverante de las virtudes
cardinales y teologales es el camino que ha de seguir el hombre para alejarse de aquella tendencia al mal que el pecado original
ha impreso en su alma.

Orígenes

(Alejandría?, hacia 185 - Tiro, actual Líbano, hacia 254) Teólogo y Padre de la Iglesia griega. Nacido en el seno de una familia
cristiana (su padre murió martirizado en el 202), sucedió a Clemente de Alejandría al frente de la escuela cristiana de Alejandría,
que convirtió en un prestigioso centro de teología.
Escribió, según testimonio de San Jerónimo, alrededor de 800 obras, la mayoría referidas a comentarios sobre la Biblia. Fue
proverbial entre sus contemporáneos su gran capacidad para el trabajo, al punto de recibir el sobrenombre de adamantius("hombre
de acero"). Obras de interés filosófico son Contra Celso (refutación, en ocho libros, de las críticas dirigidas contra el cristianismo por
el neoplatónico Celso) y Sobre los principios (cuatro libros); También han llegado hasta nosotros el libro Sobre la oración y exhortación al
martirio y algunos fragmentos de su monumental Biblia conocida como Hexapla, que presentaba en varias columnas el texto bíblico
hebreo y varias versiones en otras lenguas.

Orígenes
Sus obras sobre la Biblia se dividen en tres categorías: Escolios, es decir, explicaciones a pasajes difíciles; Homilías, prédicas
tendentes a ilustrar libros enteros de las Escrituras, y Comentarios, examen sistemático de los textos. En estos últimos, Orígenes
aplica una exégesis simbólica, distinguiendo en la Escritura tres niveles de significado, correspondientes a las tres partes de la
naturaleza humana (física, psíquica y espiritual).

Al explicar la Trinidad, la distinción de las personas predomina respecto a la unidad de substancia, de tal forma que sólo el Padre
es verdaderamente Dios, en cuanto es el único "no-engendrado"; el Hijo ha sido engendrado, y por esa razón es un Dios
secundario; su acción se halla limitada a los seres racionales. El Espíritu Santo deriva del Hijo y extiende su acción únicamente a
los santos.

Justino
Vida
Justino nació el año 100 en Naplusa (Palestina), ciudad romana y pagana, construida en el emplazamiento de la antigua Siquem, no lejos del pozo
de Jacob, donde Jesús anunció a la Samaritana el culto nuevo. Naplusa era una ciudad reciente en la que florecían el granado y el limonero,
encajada entre dos colinas a mitad de camino entre la frondosa Galilea y Jerusalén.
Los padres de Justino eran colonos acomodados; puede que fueran de esos veteranos dotados de tierras por el Imperio; esto explicaría en el
filósofo su rectitud de carácter, su gusto por la exactitud histórica. No posee ni la flexibilidad ni la sutilidad dialéctica de un heleno. Vivió en
contacto con judíos y samaritanos.
Su itinerario filosófico
De naturaleza noble, prendado de lo absoluto, desde joven supo gustar la filosofía, en el sentido que entonces se le daba: no una especulación, sino
persecución de la sabiduría que lleva a Dios. La filosofía lo condujo, etapa tras etapa, hasta el umbral de la fe. El mismo Justino nos cuenta, en
el Diálogo con el judío Trifón, el largo itinerario de su búsqueda, sin que nos sea posible distinguir entre el artificio literario y la autobiografía. En
Naplusa siguió primero las clases de un estoico y después las de un discípulo de Aristóteles, al que abandonó pronto para acudir a un platónico. En
su ingenuidad, esperaba que la filosofía de Platón le permitiría «ver inmediatamente a Dios».
Retirado a la soledad, meditaba sobre la visión de Dios, sin que su inquietud se sosegase, cuando tuvo lugar el encuentro nocturno con aquel
anciano en la playa. Éste le mostró que el alma humana no podía alcanzar a Dios por sus propios medios; el cristianismo era la única verdadera
filosofía, que lleva a su cumplimiento todas las verdades parciales: «Platón prepara para el cristianismo».

Tertuliano

(Quintus Septimius Florens Tertullianus; Cartago, hoy desaparecida, actual Túnez, h. 160 - id., h. 220) Apologista cristiano
considerado el máximo representante de la literatura cristiana anterior a San Agustín. Los pocos datos acerca de su vida
provienen de algunas referencias en su obra y de autores posteriores, por lo que están sometidos aún a debate. Al parecer, su
padre era centurión, y Tertuliano recibió una esmerada educación en derecho, filosofía y retórica. Vivió un tiempo en Roma, donde
probablemente ejerció como abogado, y se interesó por el cristianismo, aunque su conversión tuvo lugar a su regreso a Cartago,
alrededor del 190.

Tertuliano

La biografía de Tertuliano es mucho menos conocida que el desarrollo de su pensamiento, atestiguado por unas treinta obras
doctrinales, apologéticas, ascéticas y morales. Fue de origen africano, e hijo de una familia pagana. Se educó en Cartago

En torno a 213 se alejó de la Iglesia y se aproximó, atraído por su intransigencia y su rigor moral, a la herejía de los apocalípticos
de Montano (montanismo), que propugnaba un retorno a la verdadera fe. Su austero ascetismo y su rigidez le llevó, incluso
dentro de la secta frigia, a establecer una facción que sería llamada la de los tertulianistas, que perduró como una iglesia
independiente hasta el siglo V. No cabe pensar que Tertuliano volviera a la Iglesia, opinión insinuada por algunos. Según
Jerónimo, falleció muy viejo (en torno al año 240), y fue "ejemplo famoso, en la Antigüedad cristiana, de la dolorosa caída a la
cual se hallan expuestas algunas inteligencias ilustres".

Tertuliano reconoció y apreció los valores de la cultura grecorromana como la mayoría de los cristianos cultos de su época, y
discriminó entre los que consideraba aceptables y aquellos que debían rechazarse.

San Anselmo

(San Anselmo de Canterbury o de Aosta; Aosta, 1033 - Canterbury, 1109) Teólogo y doctor de la Iglesia católica. Fue abad en el
monasterio benedictino de Santa María de Bec (Normandía), en el que había ingresado en 1060, y arzobispo de Canterbury desde
1093. Como arzobispo intentó sustraer de la influencia regia las elecciones episcopales y preservar la independencia de la Iglesia,
lo que le valió el destierro en dos ocasiones.

San Anselmo de Canterbury


San Anselmo fue uno de los prelados más cultos de su tiempo. La especulación filosófica, según él, era una consecuencia exigida
por la fe. Sostenía la necesidad de creer para comprender a fin de intentar luego comprender lo que se creía. No anteponer la fe,
según Anselmo, era presunción; sin embargo, no apelar a continuación a la razón era negligencia.
En la cuestión de los universales, se inclinó hacia la solución platónica. De este realismo proviene el valor de la llamada prueba
ontológica de la existencia de Dios propuesta en el Proslogium (1078): tenemos la idea de un ser perfecto; entre los atributos que
hacen perfecto a un ser se encuentra la existencia (si le falta la existencia, no es perfecto); luego el Ser Perfecto existe.
El argumento ontológico de San Anselmo se basa en establecer una correlación entre nuestras ideas y la realidad. Por ello fue
aceptado por filósofos racionalistas como René Descartes y Gottfried Wilhelm Leibniz, pero rechazado por Immanuel Kant, quien afirmó que
el hecho de que concibamos una cosa no prueba en absoluto su existencia fuera de la mente.
Entre sus obras, cabe destacar Cur Deus homo, donde expone una hermosa doctrina de la redención. Considerado el fundador de la
teología escolástica, su influjo sobrepasó el Medioevo y alcanza incluso hasta la reciente teología de Karl Barth.
Pedro Abelardo
(Le Pallet, 1079-priorato de Saint-Marcel, 1142) Filósofo y teólogo francés. Talento privilegiado, fue alumno y bien pronto
adversario de Guillermo de Champeaux y de Anselmo de Laon. No siendo clérigo, reunía a numerosos discípulos (en Melun,
Corbeil, París). Se enamoró y tuvo un hijo de Eloísa, cuyo tío, el canónigo Fulberto, contrató sicarios para que castrasen a
Abelardo. Éste y Eloísa se retiraron a sendos monasterios, pero sus discípulos pidieron a Abelardo que volviera a su magisterio
público (Historia de desventuras, 1136, y Cartas de Abelardo y Eloísa son testimonios de esos patéticos sucesos). Su Introducción a la
teología fue condenada a las llamas en el Concilio de Soissons (1121) y san Bernardo consiguió una nueva condena de frases de
sus libros en el Concilio de Sens (1140). Lógico eximio, intentó conciliar realismo y nominalismo; a la vez, reunió argumentos
contrapuestos en su Sic et non (1121) y reclamó que la fe fuese limitada por «principios racionales», que expuso en
su Dialéctica (1121), por lo que algunos lo consideran padre de la escolástica. Por su espíritu crítico racional y por el papel que
su Ética otorga al factor subjetivo, Abelardo rebasa ampliamente la filosofía de su tiempo.

Abu Nasr Muhammad al-Farabi


(Wasiy, 870-Damasco, 950) Filósofo musulmán. Discípulo en Bagdad del nestoriano Ibn Haylan y gran conocedor de idiomas, es
inseparable de la escuela de traductores de Bagdad. Decidido armonizador de Platón y el Estagirita (Libro de acuerdo entre dos sabios) y
comentarista de la lógica y de la metafísica (en la que introduce la distinción entre esencia y existencia) del segundo, considera la
filosofía griega como clave de solución de los problemas planteados por los teólogos musulmanes. En política (Sobre el gobierno de las
ciudades y La ciudad ideal), aboga por el Estado confesional. Profundiza el tema (enraizado en Aristóteles y planteado por al-Kindi) de
los diversos tipos de intelecto, pero siempre con un esquema cosmovisional de orden jerárquico, de clara raigambre neoplatónica.

Avicena
(Abu'Ali al-Husayn ibn'abd Allah ibn Sina; Bujara, actual Irán, 980 - Hamadan, id., 1037) Médico y filósofo persa considerado,
junto a Averroes, la más destacada figura de la filosofía árabe medieval. Los trabajos de ibn Sina (Avicena es una latinización de su
nombre) abarcaron todos los campos del saber científico y artístico de su tiempo, e influyeron en el pensamiento escolástico de la
Europa medieval, especialmente en los franciscanos.

Avicena
Educado por su padre en Bujara (pasó toda su vida en las regiones del centro y el este de Irán), a los diez años ya había
memorizado el Corán y numerosos poemas árabes. Estudió medicina durante su adolescencia, hasta recibir, con sólo dieciocho
años, la protección del príncipe Nuh ibn Mansur, lo cual le permitó entrar en contacto con la biblioteca de la corte samánida.

Su vida sufrió un brusco cambio con la muerte de su padre y la caída de la casa samánida por obra del caudillo turco Mahmud de
Ghazna. Necesitó echar mano de su gran capacidad de concentración y de su enorme fuerza intelectual para continuar su extensa
labor con una meritoria consistencia y continuidad.
Fue en esta época cuando escribió sus dos obras más conocidas. El Kitab ash-shifa'(Libro de la curación) es una extensa obra que versa
sobre lógica, ciencias naturales (incluso psicología), el quadrivium (geometría, astronomía, aritmética y música) y sobre
metafísica, en la que se refleja la profunda influencia de Aristóteles y, en ciertos aspectos y a través del neoplatonismo, de Platón.
El Al-Qanun fi at-tibb (Canon de medicina), el libro de medicina más conocido de su tiempo, es una compilación sistematizada de los
conocimientos sobre fisiología adquiridos por médicos de Grecia y Roma (fundamentalmente, los de Hipócrates y Galeno), a los que
se añadieron los aportados por antiguos eruditos árabes y, en menor medida, por sus propias innovaciones. Por último se trasladó
a la corte del príncipe 'Ala ad-Dawlah, bajo cuya tutela trabajó el resto de sus días.
Averroes

(Abu-l Walid Muhammad ibn Rusd, Averroes en su forma latinizada; Córdoba, 1126 - Marrakech, 1198) Filósofo hispanoárabe. De
familia muy distinguida, su padre había sido cadí de Córdoba durante cierto tiempo. Su abuelo (que llevaba el mismo nombre que
él, Abu l-Walid Muhammad), había desempeñado este cargo durante largo tiempo, y había sido luego una autoridad en derecho
malikita y consejero de varios soberanos y príncipes.

Averroes
Averroes continuó la tradición jurídica de la familia y alcanzó, siendo muy joven, fama de gran jurisconsulto, apoyada en el
libro Punto de partida del jurista supremo y de llegada del jurista medio. Estudió al mismo tiempo teología y materias literarias. Hasta este
momento no había salido de los programas ordinarios escolares de su tiempo; pero no paró aquí y se dio a conocer al mismo
tiempo como médico de gran valor.
El primer califa almohade 'Abd al-Mumin (1130-1163) le confió varias misiones; su sucesor Yusuf (1163-1184) lo tuvo en gran
estima. El soberano era entendido en filosofía y planteó problemas de esta disciplina a Averroes cuando le fue presentado por el
médico de la corte Ibn Tufayl, otro filósofo hispanoárabe conocido en Occidente por la novela místico-filosófica Hayy ibn Yaqzan.

La filosofía de Averroes
Averroes fue conocido en Occidente como "el Comentador" por haber traducido y divulgado las obras de Aristóteles. De entre sus
numerosas obras, destacan precisamente los Comentarios a Aristóteles, de los cuales existen el Comentario mayor (1180), en el que
explica frase por frase el corpus aristotélico; el Medio, en el que explica el conjunto de los textos, y el Pequeño comentario o
paráfrasis (1169-78), que resumía su significado general. También comentó La república de Platón.
Entre las grandes inquietudes de Averroes destacó la de delimitar las relaciones entre filosofía y religión. Para Averroes, la religión
verdadera se encuentra en la revelación contenida en los libros sagrados hebreos, cristianos y musulmanes. Pero libros como el
Corán, aun siendo base de la religión verdadera, están dirigidos a todos los hombres, y no todos tienen la misma capacidad de
comprensión. La verdad auténtica sólo la alcanzan los filósofos, que basan sus conocimientos en demostraciones rigurosas y
absolutamente lógicas. Es obligación de los filósofos descubrir, más allá del sentido literal del libro sagrado, la idea oculta bajo las
imágenes y los símbolos.

El eje de la filosofía de Averroes es la diferenciación entre el conocimiento humano y el divino.


Selomó ibn Gabirol [Avicebrón].

Ibn Gabirol o Avicebrón


Hasta el siglo pasado, Avicebrón era considerado como un filósofo hispanoárabe cristiano, pero en 1857 S. Munk, en Mélanges de
philosophie juive et arabe, publicó una antigua versión hebraica parcial de la obra Fuente de la vida (escrita originariamente en árabe y
conocida a través de la versión latina de Domenico Gundissalino). El traductor hebreo, Sem Tob ibn Falachera, citaba como autor
de la obra al gran poeta Ibn Gabirol, que, junto con Judá Levita e Ibn Ezra, forma parte del máximo triunvirato de la lírica hebrea
medieval. La escolástica latina, interesándose sólo por la obra filosófica y deformando en Avicebrón el nombre de Ibn Gabirol,
había dado origen a este curioso desdoblamiento, favorecido por la variedad de temas tratados por Ibn Gabirol y por la brevedad
de su vida.

Muy joven, se había trasladado a Zaragoza, donde obtuvo la amistad y la protección de Semu'el ha-nagid; poseyó una inspiración
precoz y melancólica, a causa de sus muchos dolores físicos y de las desventuras familiares. A los dieciséis años se lamentaba ya
de su vejez y escribía algunas de sus mejores poesías, celebrando la naturaleza y cantando a sus amigos (sobre todo a Jekultiel
ibn Hasan de Zaragoza).
Fuente de la vida
Fuente de la vida toma la forma de un diálogo filosófico entre maestro y discípulo y consta de cinco tratados que desarrollan los
siguientes temas: la materia y la forma en general y su relación en las substancias corpóreas; la substancia que sostiene la
corporeidad del mundo; pruebas de la existencia de substancias simples, intermediarias entre Dios y el mundo físico; pruebas de
que estas substancias simples o inteligibles también están constituidas de materia y forma; y, por último, la materia universal y la
forma universal. La tesis dominante es que todos los seres creados están constituidos de materia y de forma

La materia universal es el substrato de todo lo que existe. Esta universalidad de la materia es la aportación más original de la
filosofía de Avicebrón. Todo lo que existe se puede reducir a tres categorías: substancia primera, materia y forma, mundo.
Maimónides
(Moshéh ben Maimón) Filósofo y teólogo judío español (Córdoba, 1135 - El Cairo, 1204). Hijo de un juez, se educó en colegios
musulmanes y judíos de Córdoba. Tras la invasión almohade, que instaló la intolerancia en al-Ándalus, sufrió persecución por
motivos religiosos y se vio obligado a huir a Fez (1158), antes de emigrar a Oriente: Palestina, Alejandría y, finalmente, El Cairo
(1165). Allí llegó a ser médico del último rey fatimí, al-'Adid, y nagid o guía espiritual de la comunidad judía de Egipto. Su principal
labor consistió en asentar la teología judaica sobre los principios de la razón según la filosofía aristotélica, papel comparable al que
cumplieron Averroes en el Islam y santo Tomás en el cristianismo. La Guía de los perplejos (1190) es su obra más relevante en ese
terreno. También realizó aportaciones notables a la medicina y a la jurisprudencia talmúdica. Sufrió continuas dificultades y
persecuciones, tanto por parte de los musulmanes (denunciado como apóstata del islamismo, sólo la protección personal del visir
de Saladino, al-Fádil, le salvó de la muerte), como de los judíos tradicionalistas que recelaban de su tendencia racionalista
(llegando incluso a recurrir a la Inquisición para que condenara sus obras).

Juan Escoto Erígena


Doctrina:

Como fue dicho anteriormente su doctrina fue la fe y la razón convirtiéndose en el mayor exponente de esta
hablando de un cierto equilibrio existente entre estas dos.
Fue acusado por sus contemporáneos de inclinarse demasiado hacia los griegos,
No solo el hombre, de todas formas, sino todo lo demás en la naturaleza esta destinado a retornar a Dios. Esta
resurrección universal de la Naturaleza es el sujeto de la parte final del trabajo de Escoto en el que trata de "La
naturaleza que ni crea ni es creada". Esto es Dios, el termino final, o meta, de toda existencia.
Cuando Cristo se vuelve hombre, el toma estos consigo, y no solo el alma del hombre sino sus sentidos, su
cuerpo, la naturaleza animal y vegetativa.
Construcción o aporte al país:
Juan Escoto nos enseña a ir de la mano de la fe y la razón, tener dos puntos de vista los cuales al final no den
lugar a confrontaciones como siempre se ha visto alrededor de toda la historia de Colombia dando una verdad
pura y simple. La influencia de Eriúgena en el pensamiento teológico tanto de su propia generación, como de las generaciones siguientes fue sin
duda restringida por la condena a la que sus doctrinas de la predestinación y de la Eucaristía fueran sometidas por los concilios de Valencia,
Langres y Vercelli.

San Buenaventura

(Giovanni o Juan da Fidanza; Bagnorea, actual Italia, 1221 - Lyon, Francia, 1274) Teólogo
franciscano. Ingresó en la orden franciscana y se trasladó a París para completar los estudios
teológicos en La Sorbona. Poco después daba lecciones a los frailes menores. Adquirió pronto
prestigio y respeto dentro de la orden, que utilizó para defender a los clérigos mendicantes en su
conflicto con los seculares.

San Buenaventura (detalle de un óleo de Zurbarán, 1659)


En 1257 fue elegido general de los franciscanos y desde esta posición intentó calmar las corrientes contrarias que iban surgiendo
en la orden: con su texto Vida de San Francisco de Asís fijó la tradición del fundador de la orden franciscana, San Francisco de Asís.
San Buenaventura escribió diversas obras teológicas en las que quedaría reflejado su misticismo; entre ellas sobresale su obra
maestra, Itinerarium mentis in Deum(1259). Nombrado cardenal por Gregorio X y canonizado en el año 1482 por Sixto IV, el papa
Sixto V le otorgó el título de doctor de la Iglesia.
San Alberto Magno

Fresco de San Alberto Magno


Fuente: Autor Tommaso da Modena (1352), localización Sala del Capitolio (Roma)
San Alberto Magno (1193 - 1280)
Domingo, Conde de Bolistadt, Obispo de Ratisbona, Doctor Universalis, nació en Lauringen, Baviera, estudió en Padua y Bolonia, ingresó en la Orden de
Predicadores en 1223. Enseñó teología en la Universidad de París (1245 – 1248), de donde fue enviado a Colonia para organizar un nuevo curso de estudios de su
Orden, Santo Tomás de Aquino fue discípulo suyo en París, más tarde consagró su tiempo a deberes administrativos y fue nombrado Obispo de Ratisbona en
1260. En 1262 dejó su obispado y volvió a su vida de autor, a la enseñanza y las controversias. De amplios intereses en ciencias, filosofía y teología. Alberto
popularizó una gran parte del cuerpo de escritos filosóficos a aristotélicos y árabes en el siglo XIII.

Su pensamiento incorporó elementos del agustiniano; aristotelismo, neoplatonismo, avicenismo y boecianismo, en una vasta síntesis no exenta de inconsistencias
internas. Debido a la falta de ediciones críticas de sus obras es hoy por hoy imposible una estimación fiel del valor de su filosofía.

Sin embargo debió influir en Santo Tomás, y hubo una escuela albertista que se mantuvo hasta el renacimiento.
Obras principales:
Summa de creaturis. Comment, in IV Lib. Sent, Comentarios filosóficos casi todas las obras de Aristóteles. De Causis, De interlectues intellig, Summa Theologiae
(Omnia, ed Borgnet. 38 vol. París, 1890 – 99) – V.S.B.
Santo Tomás de Aquino

(Llamado Doctor Angélico; Roccaseca, actual Italia, 1224 - Fossanuova, id., 1274) Teólogo y filósofo italiano. Máximo
representante de la filosofía escolástica medieval, abordó brillantemente una profunda y perdurable reformulación de la teología
cristiana, que apenas había recibido aportaciones relevantes desde los tiempos de San Agustín de Hipona, es decir, durante los
ocho siglos anteriores.

Santo Tomás de Aquino

Hijo de una de las familias aristócratas más influyentes de la Italia meridional, estudió en Montecassino, en cuyo monasterio
benedictino sus padres quisieron que siguiera la carrera eclesiástica. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde cursó estudios
de artes y teología y entró en contacto con la Orden de los Hermanos Predicadores.
Durante estos años estuvo al cuidado de San Alberto Magno, con quien entabló una duradera amistad. Les unía -además del hecho
de pertenecer ambos a la Orden dominica- una visión abierta y tolerante, aunque no exenta de crítica, del nuevo saber
grecoárabe, que por aquellas fechas llegaba masivamente a las universidades y centros de cultura occidentales. Tras doctorarse,
ocupó una de las cátedras reservadas a los dominicos, tarea que compatibilizó con la redacción de sus primeras obras, en las
cuales empezó a alejarse de la corriente teológica mayoritaria, derivada de las enseñanzas de San Agustín de Hipona.
En 1259 regresó a Italia, donde permaneció hasta 1268 al servicio de la corte pontificia en calidad de instructor y consultor del
Papa, a quien acompañaba en sus viajes. Durante estos años redactó varios comentarios al Pseudo-Dionisio y a Aristóteles, finalizó
la Suma contra los gentiles, obra en la cual repasaba críticamente las filosofías y teologías presentes a lo largo de la historia, e inició la
redacción de su obra capital, la Suma Teológica, en la que estuvo ocupado entre 1267 y 1274 y que representa el compendio último
de todo su pensamiento.
A medio camino entre el espiritualismo agustiniano y el naturalismo emergente del averroísmo, defendió un realismo moderado,
para el cual los universales (los conceptos abstractos) existen fundamentalmente in re (en las cosas) y sólo formalmente post
rem (en el entendimiento). En último término, Tomás de Aquino encontró una vía para conciliar la revalorización del mundo
material que se vivía en Occidente con los dogmas del cristianismo, a través de una inteligente y bien trabada interpretación de
Aristóteles.
Roger Bacon
(Ilchester, c. 1220 - Oxford, 1292) Filósofo, científico y teólogo inglés cuyos acercamientos a la ciencia desde una perspectiva
experimental preludiaron la crisis que experimentaría en el siglo siguiente la filosofía escolástica. Roger Bacon estudió en Oxford y
se trasladó a París en 1236; tras hacerse franciscano, comentó las obras de Aristóteles y, desde 1247, se dedicó a estudios
científicos.

Roger Bacon
De nuevo en Oxford (1251), escribió los tratados De los espejos y De la multiplicación de las especies, y una Metafísica; sin embargo, en
1257, se le prohibió enseñar y volvió a París. A instancias de su protector, el papa Clemente IV, emprendió los Communia
naturalium (un balance de la ciencia de su época), que abandonó para escribir el Opus maius (1267-1268), obra que envió al papa
junto con la ya citada sobre las especies y otras dos (Opus minus y Opus tertium), y escribió también un Compendio del estudio de la filosofía.
En 1277 el general de los franciscanos, Jerónimo de Ascoli, tachó de sospechosas sus obras (sobre todo por sus ataques a San
Alberto Magno y a Santo Tomás de Aquino); condenadas sus tesis, estuvo en prisión hasta 1292. Ya en libertad, no pudo concluir
su Compendio del estudio de la teología.
Científico avanzado a su tiempo, captó los errores del calendario juliano, señaló los puntos débiles de la astronomía de Ptolomeo,
indicó en óptica las leyes de reflexión y los fenómenos de refracción, comprendió el funcionamiento de los espejos esféricos, ideó
una teoría explicativa del arco iris, describió ingenios mecánicos (barcos, coches, máquinas voladoras) y tomó de los árabes la
fórmula de la pólvora de cañón.
John Duns Escoto
(John o Juan Duns Escoto o Scoto, llamado Doctor Subtilis; Maxton, actual Reino Unido, h. 1266-Colonia, actual Alemania, 1308)
Filósofo escocés. Estudió en París (1293-1296) y más tarde se trasladó a Oxford. En 1302 regresó a París, aunque fue desterrado
al año siguiente por haber apoyado al partido pontificio contra Felipe IV, tras lo cual enseñó en Colonia hasta el fin de sus días.

Escoto
Sus textos más importantes son los Comentarios sobre las Sentencias, realizadas a partir de las Sentencias del teólogo italiano Pedro
Lombardo, y algunos tratados, entre ellos Quaestiones quodlibetales y Sobre el principio primero. El suyo es, junto al de Tomás de Aquino,
el sistema más influyente de la escolástica medieval, y dio origen al escotismo, que compitió largo tiempo con el tomismo.
Distinguió, como Santo Tomás, la teología de la filosofía, considerando que ambas eran complementarias y nunca podían entrar
en contradicción, aunque se apartó de aquél al considerar que la teología era ante todo una ciencia práctica, y no especulativa.
Dio también mayor peso que Santo Tomás de Aquino a los particulares en la teoría del conocimiento, y destacó en la libertad de la
voluntad tanto humana como divina.
Guillermo de Ockham
(Guillermo de Occam o de Ockham; Ockham, Surrey, h. 1285 - Múnich, Baviera, 1349) Teólogo escolástico inglés, fundador de la
escuela nominalista. Este fraile franciscano estudió en la Universidad de Oxford, en la que empezó a enseñar como bachiller desde
1317; el carácter innovador de sus enseñanzas hizo que nunca se le diera el grado de doctor (razón por la que se le conoce
como el venerable principiante) y que entrara en conflicto con la Iglesia.

Guillermo de Ockham
El papa Juan XXII le hizo comparecer en su corte de Aviñón en 1324 y condenó como heréticas
muchas de sus doctrinas, incluida su defensa de la pobreza como exponente del espiritualismo
franciscano; fray Guillermo de Ockham reaccionó huyendo en compañía del general de la orden y
poniéndose bajo la protección del emperador Luis de Baviera en Pisa y luego en Múnich, lo que le
costó la excomunión (1328). Hasta poco antes de su muerte mantuvo la polémica con los papas
sucesivos (Benedicto XII y Clemente VI).
La filosofía nominalista parte de la crítica al racionalismo y a los conceptos universales: todo
conocimiento está basado en la lógica, operando sobre la percepción sensorial de objetos
individuales concretos; y no deben multiplicarse inútilmente los entes creando conceptos
abstractos que no procedan de la experiencia (esta economía de objetos es la que luego se
conoció como la navaja de Ockham).

Su teoría inductiva del conocimiento, cercana al empirismo, le llevó a una visión contingente del
mundo, en la que abrió amplios espacios para la libertad.

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