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LOS PRINCIPIOS FILOSÓFICOS DE LA EDUCACION

BÁSICA MEXICANA.

Primer principio: LAICIDAD (Garantía de la libertad de creencias)

El principio de LAICIDAD, se entiende como la independencia en educación de los organismos


religiosos. La educación laica es definida como una educación que se mantiene neutral sobre
todas las doctrinas (religiosas, filosóficas, morales, políticas, económicas, etc.).

El hecho de poseer o no una religión me obliga, en el caso de tenerla a no predicar en el aula de


clases algo referente a mi religión, como para convertir a aquellos que traen consigo otras
tendencias, por otro lado, en el caso de no creer en nada de lo predicado en las distintas
religiones, sería catastrófico atentar contra cada una de las creencias imperantes e /o inculcadas
en los jóvenes y decirles que todo es mentira o su religión es falsa, se violaría el artículo
3ºconstitucional y la Ley General de Educación, así como el valor de la tolerancia.

La laicidad encuentra su relación fundamental con la tolerancia ya descrita antes, además de


esta cualidad se manifiesta quizá indirectamente, la libertad, pues el laicismo en educación
brinda la posibilidad de creer en lo que consideremos bueno o acorde a nuestras necesidades
espirituales, asimismo el respeto se halla inmiscuido en este ambiente, ya que el hecho de creer
en lo que queramos puede causar ciertas diferencias con aquellas personas creyentes de todo lo
contrario o ideas muy diferentes, sin embargo se debe respetar.

Segundo principio: GRATUIDAD

La cual es citada por primera vez el 27 de diciembre de 1865; luego en las leyes de 1867,1891 y 1908.
Posteriormente aparece en el artículo 3º de la Constitución de 1917.

Entendemos a este término como algo que no cuesta dinero, principio de Gratuidad, asentado
en el artículo 3º constitucional y en las leyes antes mencionadas, se aplica a la Educación
Pública.

Tal principio filosófico nos hace ver que en ningún momento se privará a algún individuo del
derecho a la educación por causas de bajos recursos económicos, ni tampoco se podrá obligar a
los padres de familia a pagar una cuota, muchas veces acordada por la Sociedad de Padres de
Familia, en primera, porque esto atenta o viola las leyes que sustentan el principio de Gratuidad,
y en segunda, porque en caso de no poder pagar la cantidad solicitada como cooperación, el o
los alumnos se verían en la necesidad de renunciar a la Educación, es decir salirse de la escuela
y pasar a formar parte del rezago educativo. Si de por sí los índices de reprobación y deserción
son muy altos, y que apareciera un maestro que desconociera este pilar educativo, sólo
contribuiría a más deserción y/o abandono de los estudios por parte de individuos en edad
escolar, contribuyendo a lo antes mencionado, el rezago educativo.

Sin embargo, a veces es muy necesario hacer uso de la cuota voluntaria para la subsistencia y
mantenimiento de la escuela, ya que muchas veces ésta no recibe los apoyos suficientes y/o
necesarios por parte de las autoridades gubernamentales y educativas, así la institución se ve
en la necesidad de recurrir a la aplicación de esta cuota económica, pero dada la existencia
Padres de Familia con la imposibilidad de aportar la cantidad establecida por mínima que sea, la
escuela no puede ni debe negar el servicio de instrucción escolar al educando, a esto se refiere
el término de Educación Gratuita.

“La educación gratuita es aquella mediante la cual los estudiantes no habrán de pagar por recibir
la enseñanza educativa que merecen, sin embargo, como en esta vida nada es gratis, la deuda
recae en la misma sociedad por medio de sus impuestos, aunque se adjudica el pago al
gobierno, yo digo que es la propia comunidad social quien se hace cargo”.

La gratuidad se ampara en un valor muy preciado, la igualdad, ya que a través de ella se intenta
hacer llegar la educación a más individuos sin importar su condición, al respecto sobresale el
término de universalidad, el cual implica hacer llegar la educación a todo individuo sin distinguir
raza, posición socioeconómica o cultural, es decir crear en la educación un ambiente de
igualdad.

Tercer principio: OBLIGATORIEDAD

Este principio es la base para la educación en México; se introduce en 1942, se repite durante el
imperio de Maximiliano en 1805, se vuelve a mencionar en el artículo 31 constitucional de 1917.
Asimismo se encuentra sustentado en la Ley General de Educación en los artículos 3º y 4º, y en
la Ley Estatal de Educación en sus artículos 5º y 6º. Implica su cumplimiento o ejecución, ya que
se halla plasmada en el artículo 3º como obligación del Estado de impartir Educación Básica a
todo individuo que se halle en el territorio Mexicano, pues como podemos notar el artículo 3º
dice: ”Todo individuo tiene derecho a recibir educación”, por tanto si existiese alguien en edad
escolar y que no es precisamente Mexicano, el Estado otorgará educación básica laica, gratuita
y obligatoria sin importar su condición económica, social o de nacionalidad.

Por otro lado, en el artículo 31 constitucional se asienta la obligatoriedad por parte de los padres
mexicanos de hacer que sus hijos reciban educación básica, a diferencia del artículo 3º que es
más general, este artículo especifica como obligación la educación, pero de los padres
mexicanos a otorgarla a sus hijos o pupilos en edad escolar.
La obligatoriedad, podríamos considerar que también la igualdad y la tolerancia se buscan en
este rubro, el primero porque se obliga tanto al Estado como a los padres de dotar de educación
a sus hijos sin mirar sus circunstancias, el segundo porque al establecerse en el aula una
diversa gama de formas de pensar tanto los alumnos entres sí como con el maestro deberá
existir una actitud de “paciencia” por los distintas costumbres, asimismo el respeto se halla
fuertemente relacionado con este valor.

CONCLUSIÓN
La única forma de ser un buen maestro es saber lo siguiente:

* En primera la educación debe ser laica, supongamos que no supiera esto, y yo, que suelo
estar en contra de toda creencia religiosa, llegara al salón de clases criticando, contradiciendo o
cuestionando las ideologías propias de cada alumno empezaría a crear un ambiente hostil,
intolerante y en contra de la ley que ampara el laicismo.

* En segunda, la educación es gratuita, si no conociera este principio caería en injusticias sobre


todo con alumnos de escasos recursos, por tanto es menester reconocer que mi función como
docente no es hacer que los estudiantes abandonen sus estudios, sino al contrario, que los
concluyan, ni tampoco cobrar la educación, para eso el gobierno me ha de pagar. Para las
necesidades de la escuela se puede acudir al H. Ayuntamiento Municipal haciendo uso de
recursos del ramo 33[1], por ejemplo.

* En tercera, el carácter de obligatoriedad es un pilar en la educación, y debo conocerlo


porque podría estar en una comunidad donde jóvenes en edad escolar no acuden a la escuela, y
posiblemente a mi me daría lo mismo, igual me van a pagar, pero al tener presente este principio
me veo forzado por mi ética profesional a preocuparme por los individuos que no estudian, sobre
todo buscar soluciones que posibiliten su ingreso a la educación básica.

Por tanto, al elegir ser maestro adquiero la enorme responsabilidad de formar individuos, los
cuales en un futuro habrán de ser el eje de la vida, ellos sustituirán a quienes asumen los cargos
que hacen funcionar la estructura social.

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