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Un mundo paralelo.

Mi nombre es Judith y quiero soltar este nudo que he llevado durante muchas épocas en mi garganta, ya
que he logrado reencarnar en varias figuras féminas tratando de luchar por nuestra libertad.

Yo nací dentro de una familia con un estatus social medio, alrededor de un país machista.

Eran los vagabundos con poder, esos de estrato alto quienes tenían el control; ellos decidían sin ataduras
o personas en contra de su voluntad, eran los herederos perfectos, no movían un dedo para
salvaguardarse, nos hacían creer que el mundo estaba a sus pies.

A fuera de las paredes eran finos y diplomáticos, mientras que en el encierro eran como vikingos
bárbaros, toscos y soeces. Nos daban órdenes, haciéndonos sus súbditas y si intentábamos revelarnos,
ellos siempre tenían un az bajo la manga, parecían brujos; sabían cómo reaccionar a todo y mantener la
marea baja. Sus egos nos convertían en mujeres limitadas, inseguras, nos tildaban de obsoletas para
casi todo.

Hoy que recorro mi línea de tiempo, recuerdo que habían unos personajes de la iglesia católica (quienes
eran la cabeza de la sociedad), a quienes les llamaban San Agustín y Santo Tomás. Estos eran
personajes respetados, pero para mí siempre han sido unos ignorantes. Entablar una conversación con
ellos daba tedio, por ejemplo; un día escuché a mi esposo hablar con San Agustín ( 354 d.c – 430 d.c )
y él dijo:

“ Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer… No alcanzo a ver qué utilidad
puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños. ”

Inmediatamente me lamenté por su madre, ni siquiera la respetaba a ella, mucho menos lo hacía con las
demás mujeres, él nos culpaba de las tentaciones y el pecado, literalmente decía que sólo servíamos
para dar vida, ya que funcionábamos como un “ciclo. ”

Y ni decirse del otro “santo” , daba morbo escuchar sus barrabasadas, salía con que éramos defectuosas
y mal nacidas, lo escuché diciéndole a un clero de la iglesia:

“En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida, porque el poder
activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino,
mientras que la producción de una mujer proviene de una falta del poder activo.”
—Santo Tomás de Aquino, Suma Theologica.

Este hombre tenía unas ideas muy bruscas en su cabeza, para él los hombres eran seres perfectos hasta
en su fisiología, pero según él, la mujer era algo despreciable, que sólo se usaba por necesidad y lujuria.

La iglesia solo nos tenía con una carátula de “ Eva y María.” Con la primera concluían que por salir de
la costilla del hombre dependíamos de ellos. De la segunda deducían que la mujer debía ser pulcra,
llegar virgen hasta su matrimonio y que después de ello solo se debían dedicar a procrear y cuidar de su
familia u hogar.

El matrimonio no era algo muy importante, nuestros padres nos obligaban a casarnos con varones
adinerados, buscando así la estabilidad económica de toda la familia, excluyendo así mi felicidad.
Incluso en muchas de mis vidas pasadas tuve que casarme
con un hombre por dinero, sin sentir amor, ni nada. Nosotras mismas alimentamos esas culturas que se
crearon desde los inicios de las sociedades. ¡ Cómo es posible que después de tanto tiempo dependamos
de un hombre, que nuestra paz y tranquilidad sea un rol de segundo plano!, dejamos que nos maltraten
física y emocionalmente ¿a caso sufrimos de amnesia y a veces no conocemos nuestras
capacidades? ¿ Perdonamos por amor, por miedo o por costumbre?

Realmente todo en este mundo es negocio, todos nos dejamos corromper la mente cuando se trata de
ambición y eso fue lo que muchas veces nos pasó, a mi millón de doncellas, aún así teniendo las ganas
de ser libres. ¡ Es que ni siquiera con el golpe feminista tenemos coherencia porque hemos tenido una
doble moral tremenda! Pedimos respeto, pero no respetamos, sacamos carteles y antorchas por la
igualdad pero nos dejamos manipular, ¡ hasta usamos la frase “ Él es el hombre de la casa” , por el
hecho de que se encarga de los trabajos pesados como arreglar el techo, las tuberías,etc. Pero nosotras
con el simple hecho de trabajar, ayudarle a nuestros compañeros de vida costeando los gastos de la casa
y materialidades de esta creemos que ya somos “feministas” y NO. No es así, porque todavía usamos
términos incoherentes, nos encargamos de los quehaceres de la casa y no dejamos que el marido nos
ayude, les quitamos las botas cuando llegan de sus trabajos así estemos cansadas. Entonces, ¿ qué
feminismo creamos?

Sin embargo, las damas somos la cabeza de un mundo, somos más fuertes, eficaces, dedicadas,
comprensivas, confiables. No obstante, tendemos a postergarlo y volvemos a la tradicionalidad global,
como un imperio con puntos débiles pero sin ser derrumbado.

Aunque pasaron muchos años, precisamente en esta fecha, en este cuerpo analizo todas mis situaciones
y quiero hacer un cambio. ¡ Tomemos el mundilo con nuestras manos, cambiemos esas ideologías que
nos meten en la cabeza! Con una humanidad regida por duquesas el césped sería mucho más claro.

Yo soy Boudica, Zenobia, Policarpa, Elvia Carrillo, entre otras más. Revelo mis nombres porque
durante períodos fui cada una de ellas, porque yo soy ellas, ellas viven en mí, porque somos toda en el
cuerpo de Judith.
Bibliografías

http://infocatolica.com/blog/esferacruz.php/1208040633-la-mujer-es-defectuosa-y-mal

http://www.sindioses.org/examenreligiones/ideassanagustin.html

http://www.univision.com/estilo-de-vida/identidad-de-genero/12-mujeres-historicas-que-lucharon-
por-la-igualdad-en-america-latina-fotos

http://marcianosmx.com/10-mujeres-guerreras-que-figuraron-en-la-historia/

http://www.arteguias.com/mujeredadmedia.htm

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