Propuesta de intervención a conductas disruptivas en niño con sordera

Castro Arzate Laura Berenice, Cañez Acosta Daniela

Resumen
Este estudio de caso trata sobre una propuesta de intervención de conductas
disruptivas hacia un paciente de 3 años con sordera de nacimiento. Entre esas conductas se
encuentra el golpear y patalear mesas o puertas, dañar personas y sus pertenencias. La
propuesta de tratamiento se realizará con una duración de dos meses con intervención diaria
en todos los ambientes y personas mayores con los que convive frecuentemente. Entre las
técnicas se incluye economía de fichas, respiración, refuerzos positivos, tanto social y
material, y reforzador negativo social.

Datos de identificación del paciente

Nombre del paciente: A.C.

Edad: 3 años.

Sexo: Masculino.

Instituciones a las que asiste: Centro de Atención Múltiple (CAM) Eduardo Huet de
Lunes a Viernes con horario de 10:30 a 12:00 horas, Estancia Infantil “Mi pequeña Lulú”
de Lunes a Viernes con horario de 12:50 a 20:00 horas

Nivel sociocultural: Medio, en familia biparental nuclear.

Procedencia geográfica: Mexicali, Baja California.

Otros datos: Sordera de nacimiento.

Forma de comunicarse: Lenguaje de señas al español.

Genograma
Análisis del motivo de la consulta
El paciente A.C. presenta una serie de berrinches al no conseguir las cosas que
quiere, ya sean acciones, objetos materiales o atención de otras personas. Esta situación se
manifiesta de manera constante en todas las esferas en las que se ve inmerso, es decir, al
estar con sus padres, en la institución CAM y en la guardería de la que es usuario.
Dicha conducta suele incrementar de manera considerable cuando A.C. dura días
sin asistir a las instituciones que pertenece. El aumento de la conducta problema se debe a
que, al estar en casa de sus padres, con su familia, recibe toda la atención que es solicitada
dado que no suele haber tiempo de calidad con él entre semana y por ser hijo único, pero al
reintegrarse a grupos de personas extensos donde él no tiene el papel principal, suele llamar
la atención de maneras poco convencionales como querer hacer todo lo que quiere.
Los berrinches comienzan con el desacuerdo en una acción, de manera que al no
poder hacer u obtener lo que quiere, comienza a apretar sus puños y golpear superficies que
generalmente son mesas que tiene próximas a él, para continuar con la emisión de patadas
que suelen ir dirigidas hacia las paredes del lugar donde se encuentre.
Mientras no se hable con él, la conducta tiende a ir en aumento. De querer ser
controlado por personas ajenas a su familia, en algunas ocasiones suele morder las
extremidades de la persona en turno que intente calmarlo sin importar quién sea, maestras,
cuidadoras, compañeros, etc. Constantemente al final de no obtener lo que quiere, es común
que comience a llorar. Esta conducta disruptiva tiene una duración promedio de 10 minutos
ocurriendo aproximadamente 4 veces al día, por lo que ha ido empeorando, aumentando la
cantidad de mala conducta por día y la intensidad con la que el infante actúa ante la
situación desagradable.
La madre de familia a pesar de que no lo considera un problema que afecte tanto la
vida cotidiana de su núcleo familiar y subsistemas donde se encuentra inmerso, le preocupa
más el no poder ayudarlo más allá de sus conocimientos y habilidades.

Historia del problema

El problema comenzó cuando A.C. tenía dos años y medio. Después de volver de
vacaciones navideñas 2015-2016. La madre del paciente explica que los problemas para
comunicarse debido a su discapacidad auditiva, son aquellos que dan origen a que éste se
sienta mal y comience a llorar, de forma que los padres intentan prestarle toda la atención
que pueden para que este se sienta lo más cómodo posible. Desafortunadamente para el
niño, las cosas no son así en CAM ni en guardería. Lo que empezó siendo un llanto, derivó
en patadas y golpes que terminarían siendo acompañadas por mordidas.
Los berrinches comenzaron siendo un recurso útil para el niño, ya que con ellos
podía obtener lo que quería, y las personas que lo rodean le daban la satisfacción en función
de volver las cosas a la normalidad, ya fuera la paz y el orden en casa, el poder seguir
trabajando de sus maestras en CAM y que, en la estancia infantil, los niños no despertaran
de su hora de siesta que es cuando regularmente está predispuesto a dar batalla. También
este conflicto suele agravarse gracias a que las cuidadoras de la guardería a penas y cuentan
con un limitado lenguaje a señas con el cual se pueden comunicar con él, por lo que
siempre intentan seguir su voluntad para evitar problemas con el niño en cuestión, así como
con los padres y que todo derive en un problema más grave.
 Volviendo al tema de la atención por parte de los padres, casi no ven al niño puesto
que ambos tienen trabajos muy extenuantes con horarios muy prolongados y por ellos se les
dificulta pasar tiempo con él. Cabe mencionar que el padre también es sordo y toda la
comunicación que hay en el núcleo familiar se transmite por medio de lenguaje de señas en
inglés y español.
La última ocasión que ocurrió la conducta problemática - incluso con mayor
intensidad-, fue el 11 de mayo de 2016 a las 19:50 horas. La madre menciona que la
directora de la estancia infantil le comentó que se había levantado después de una siesta,
aventó un zapato a uno de sus compañeros por lo que fue enviado a otra área para disminuir
su mala actitud. AC quería uno jugo, el cual se le negó por lo tanto comenzó a actuar de
manera más violenta, pataleando. La directora dejó al niño en una habitación donde habían
una gran cantidad de estímulos (materiales para actividades deportivas y manualidades),
concluyendo con aventar y desordenar todos los recursos que se encontrasen en la sala, La
madre de familia intervino, preguntándole lo que ocurría, negándose a contestar. Después
de un rato redirigió su rabieta hasta que ayudase a guardar los materiales que aventó. Al día
siguiente el niño siguió sin explicar lo ocurrido, pero prometió portarse bien
La madre menciona que considera que una de las causas que atribuyen a la
aparición de las rabietas es el carácter de A.C., el no sentirse comprendido por los demás y
la falta de atención hacia su niño y la falta de conocimiento de lenguaje de señas por parte
de las cuidadoras y directora de la estancia infantil. Sin embargo, ella considera que el
cambiar a su hijo de guardería no cambiará la situación dado que infiere que en todas las
guarderías ocurriría la misma situación dado que las cuidadoras no se encuentran
capacitadas para atender a niños con necesidades especiales.

Selección del tratamiento más adecuado

Análisis Funcional de la Conducta

Factores causales Descripción de la conducta Consecuencias de la conducta

Variables de dísposición Golpear y patalear mesas o Llorar, no hablar, ignorar,

Falta de atención demandada puertas, al mantenerse prometer no volver a hacerlo,
en ambientes donde convive ignorado o impedido para llegar tarde a las instituciones
(modificable). mostrar su rabieta, intensifica
Regresar a actividades su conducta dañando personas
escolares después de un y sus pertenencias (todas
puente semanal, fin de semana modificables)
o suspensión de labores en
donde convive aún más con
sus padres.
Variables Conductuales
Deseo por algo, un objeto, un
lugar, un alimento, una
acción, una persona. Una
situación desagradable
Variables Contextuales
 En todos los ambientes

Programa de intervención

● Objetivo
Lograr la extinción o disminución en mayor medida de golpes, mordidas, y el que arroje
objetos.
● Repertorios de entrada
El niño cuenta con la capacidad de atención, seguimiento de instrucciones e imitación.
● Material (Reforzadores)
❏ Abrazos
❏ Paseos al parque
❏ Jugos
❏ Galletas
❏ Columpios
❏ Palabras de refuerzo social
● Fases

Todo el núcleo familiar e instituciones deben de comprometerse a ser constantes en

la aplicación de las recomendaciones terapéuticas. En las fases se le debe de enseñar al niño
la técnica de relajación, la cual debe ser practicada antes de la entrada a alguna institución y
antes de dormir.
Esta consiste en utilizar un dinosaurio veloz y uno lento. Se narra la historia de estos
dos animalitos, uno que era muy lento (se respira lento) y uno rápido (respira rápido) y
mostrarle que su abdomen se infla y se desinfla como cuando lo revisa un médico por estar
enfermo. Se puede realizar durante uno dos minutos, explicándole que él debe aprender a
relajarse cuando se sienta enojado y debe aprender a ser un poco como el animalito lento,
cuando alguien no le da las cosas inmediatamente, o no le compra lo que quiere, pues si se
actúa como la liebre, que es muy rápida, llegará cansado, y de lo que se trata es llegar bien,
tranquilos. Ser como la liebre puede tener consecuencias como lastimarse, caerse, y lo que
papá o mamá quieren es que no se lastime, ni se caiga, sino que llegué bien a las metas.
Se recomienda que finalizando cada una de las fases se haga un recuento de los
cambios mostrados en el infante por parte de aquellos que se relacionan con él y hacer
cambios en la propuesta de intervención de ser necesario.

Fase 1 Regularización de integración social

Duración 1 mes

Semana 1 y 2 Comenzará por el trabajo con maestras de CAM

y cuidadoras de la estancia infantil, a quienes se
les solicitará hacer más trabajos grupales con
los niños más pequeños para que de esa manera
el niño aprenda a convivir en atención dividida,
 ya que cuando trabajan ahí generalmente las
maestras focalizan mucho su atención en cada
uno de los niños por separado.
Conforme vaya tratándose el proceso de
integración comenzará a aplicarse reforzador
negativo al menor (esto en todos los ambientes)
si empieza a mostrar una ligera molestia
mostrar un rostro tranquilo, si la conducta
aumenta se toma el rostro el niño (suavemente),
pedirle que mire a los ojos y mencionarle
mostrando cara de firmeza, tono grave y con
energía “No, eso no se hace. (Mencionar la
acción, el daño que causa y cómo se sienten los
demás por hacer esa acción. Plantear alternativa
de sobrecorrección, respiración, pedir perdón y
abrazar, recoger objetos)”. Si el niño cambia la
conducta, se cambian las facias mostradas ante
el niño y se expone en un tono simple, un
comentario positivo tal como “muy bien”,
“gracias”.
Si el berrinche aumenta, se recomienda guardar
todo el material y resguardar a los compañeros
cercanos al niño para evitar daños. Decirle al
niño “Está bien que te enojes, pero no el golpear
y herir a los demás o las cosas (Plantear
alternativa de sobrecorrección, respiración,
pedir perdón y abrazar, recoger objetos)” E
insistir hasta que realice la conducta.

Semana 3 y 4 Se le llevará al menor al área de juegos cuando

llegue temprano a la escuela para poder
utilizarlos como recurso de reforzamiento.
Cómo reemplazo de esa actividad, puede
platicarse con él o hacer alguna otra actividad.
Comenzará a reforzarse al niño cada que su
conducta de berrinches en concreto, vaya en
descenso hacia una extinción.
Realizando una observación de un día
completo, se partirá de un día en el que el
menor realice determinado número de
berrinches, se le reforzará cada que se realice 1
menos que la vez anterior, dejándolo ir a los
columpios terminado su horario de CAM. Esto
se incluirán los abrazos y palabras de aliento
por los docentes y los padres de familia cuando
realice sus ejercicios de respiración y disminuya
Meta El niño deberá de tener extintas o muy
reducidas sus conductas agresivas; golpear,
morder, ignorar

Fase 2 Economía de fichas

Duración 1 mes

Semana 1 y 2 Se le informará al niño antes de empezar la

semana, la dinámica que se aplicará.
Se pondrá en pie la economía de fichas
mediante reforzadores materiales y no
materiales utilizando una tabla donde pueda
observar en casa la semana de Lunes a Viernes,
con casillas donde se pueda dibujar caritas
felices y caritas tristes dependiendo si no
continuó un berrinche o realizó alguno.
La madre deberá pedirles a las cuidadoras de la
guardería y CAM que lleven un conteo del
número de berrinches que tiene el niño en la
guardería:
Si el niño realiza menos de 10 berrinches en la
semana, se le llevará a dar un paseo al parque el
día sábado. Y conforme van pasando las cuatro
semanas, bajará a 8 la siguiente semana, luego a
6 y después a 4.
Si el niño realiza 2 berrinches o menos al día se
le comprará un jugo o alimento de su
preferencia a la hora de salida de la guardería.

Semana 3 y 4 Se les solicitará a las empleadas de la guardería

que cada que al niño se le pida desistir de
comenzar un berrinche o de querer hacer una
actitud dañina y se detenga, se le refuerce con
frases como ¨muy bien¨ o ¨así se hace¨ y
reforzar con una actividad placentera para el
niño.

Meta Que al final del mes el niño no haga berrinches

o disminuya considerablemente la cantidad
dentro de la guardería y CAM, esto incluyendo
sus conductas agresivas.
Observaciones

Por razones de fuerza mayor fue imposibilitado realizar la observación pertinente de

la conducta del infante, por lo cual se dispuso a hablar con las maestras de A.C. - Ana
Berenice Monjardín y Josely Torres Corona- sobre la actitud del niño el día anterior a
nuestra visita.
Las maestras comentaron que durante su estancia en CAM (de 10:40 de la mañana a
medio día) ocurrieron alrededor de 10 berrinches. El primer berrinche ocurrió dado que no
quería quedarse, se detuvo en el pasillo antes de entrar a clases y la madre tuvo que cargarlo
hasta el salón, posteriormente aventó al piso los lentes de sol que traía su madre, la cual
reaccionó de manera calmada que se los devolviera. A.C. ignoró la orden y pateó a la
maestra.
En el segundo berrinche quería arrebatar uno de los trenes con los que jugaba uno
de sus compañeros, se le fue negada la acción y decidió tomar todos los juguetes de la mesa
y aventarlos, una de las maestras lo detuvo al intentar abrazarlo mientras los sujetaba y el
infante optó por aventarse hacia atrás para golpearla del pecho y posteriormente morderla
del brazo. Se le dejó inmovilizado y cuando hubo un comportamiento más calmado se fue
hacia los juguetes, ignorando las órdenes de las maestras. En la siguiente ocasión pidió que
se le llevase con los niños de mayor edad para convivir con ellos, se le negó y tomó las
sillas que se encuentran en la sala y comenzó a aventarlas, pateó puertas y aventó otro
juguete más. Las maestras lo redireccionaron para hablar con él pero se resistía, se le envió
a un salón aparte de donde se encontraba para que se calmara.
La cuarta ocasión no le estaban prestando atención, se molestó y tomó la
computadora de una de las maestras y estuvo a punto de aventarla al piso, sin embargo se le
quitó la laptop, evitando daño a la pertenencia de la maestra. Para que ocurriese de nuevo la
conducta problema, se encontraba jugando solo cuando una de las maestras quiso intervenir
para mostrarle cómo se le dice a tal juguete en el lenguaje de señas al intentar quitarle el
juguete, forcejearon, el niño le volteó la cara y aventó el juguete a la mesa, haciendo que le
golpeara en la cabeza del niño que se encontraba frente a él.
Las siguiente vez que realizó un berrinche se salió del salón sin consentimiento de
las maestras y fue directo a los juegos que se ubican en la cancha, cuando las maestras
llegaron a donde él, empezó a llorar con fuerza e impidió que se le regresara al salón por lo
que en ocasiones se tiraba al piso. Después de un tiempo en el que se mantuvo sin atender
las órdenes de las maestras, las mismas dejaron de insistirle y prestarle atención. Pasados
unos minutos de silencio, A.C. respondió golpeando con fuerza los legos hacia un espejo
que abarca una porción de pared. Las maestras le arrebaraton las piezas y lo sentaron en la
mesa para redirigir su atención.
En las últimas ocasiones se levantó de su asiento en varias ocasiones y se enojaba
porque no quería ser instruido ni se le daba algún juguete, entonces reaccionaba yéndose a
la pared sin voltear a ver a la cara o a las indicaciones de la maestra, quitándose sus
dispositivos para escuchar y pateando la pared u objetos cercanos. Las maestras insistían e
intentaban girarlo y explicarle, pero se negó rotundamente. Cuando llegó la madre de A.C.
no la volteó a ver y no quiso explicar las razones de su conducta.