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De convertidor de par:
Los cambios automáticos basados en el convertidor de par son los más tradicionales y han
sido empleados desde que comenzaron a introducirse este tipo de sistemas en la industria
automovilística. En este tipo de cambio, el disco de embrague que habitualmente llevan
las transmisiones manuales es sustituido por el convertidor de par, haciendo que los
cambios de velocidad resulten mucho más suaves.
Los cambios de convertidor de par que se utilizan en la actualidad, ofrecen una eficacia
similar a los cambios de doble embrague y son muchos los fabricantes que instalan este tipo
de sistema en sus vehículos automáticos, sobre todo en aquellos que desarrollan una mayor
cilindrada.
En este grupo podemos destacar el cambio Tiptronic del grupo VAG o las cajas de
cambio automáticas Steptronic de BMW.
Los cambios robotizados son más eficientes que los de convertidor de par, aunque tienden a
dar tirones al cambiar de marcha. No obstante, esta cuestión ha sido resulta con la
introducción del doble embrague robotizado.
La caja de cambios de doble embrague robotizado, también conocida como DSG, se
caracteriza por su montaje transversal, el sistema de engranaje anticipado que incorpora y
su peculiar doble embrague. A diferencia de los cambios automáticos convencionales, este
tipo de cambio no utiliza el convertidor de par, pero lo que más destaca es que los cambios
se producen de manera continua sin interrumpir en ningún momento el flujo de potencia.
Los cambios de marcha, en las cajas automáticas de doble embrague, apenas pueden
percibirse por los ocupantes del vehículo debido a su extremada suavidad. Además, cada
uno de los embragues -dispuestos en un baño de aceite y que se accionan mediante dos ejes
de mando- se encarga de engranar diferentes relaciones de marchas. Así, el embrague 1 se
encarga de engranar la 1ª, 3ª y 5ª marchas, mientras que el embrague 2 es el responsable de
accionar la 2ª, 4ª y 6ª marchas. Al subir o bajar de marcha la siguiente ya queda
preseleccionada, aunque no introducida.
Estas cajas de cambio poseen dos ejes, uno por el cual llega la transmisión del motor, también
llamado primario y el secundario, por el cual, a través de los piñoes seleccionados se transmite la
fuerza hacia el grupo cónico diferencial, que a su vez, mediante los palieres lanza la transmisión
mecánica de giro a las ruedas.
El eje primario puede ser fijo o no, al igual que el secundario que puede ser fijo o no. Hay cajas de
cambio que va mitad y mitad, todo depende de la arquitectura adoptada y del diseño del
fabricante. No obstante, eso no es determinante para el rendimiento, ya que funcionan todas
exactamente igual.
Cajas de cambio de toma constante (3 ejes):
Estas cajas de cambio están diseñadas para vehículos de propulsión trasera y poseen 3 ejes,
aunque visualmente parece que tengan solamente dos. Se reconocen fácilmente ya que poseen
un tamaño muy alargado y voluminoso y se sitúan en la parte central del vehículo, sobre su eje
longitudinal. El motor adopta de este modo una configuración longitudinal.
Estas cajas de cambio también se conocen con el nombre de cajas de cambio de toma constante,
ya que posee dos piñones que permanecen siempre engranados, los cuales transmiten la fuerza al
eje intermediario (que suele ser fijo) y a través de los sincronizadores, situados en el tercer eje, se
engrana la marcha. La fuerza mecánica resultante abandona la caja de cambios por su parte
posterior hacia el grupo diferencial, situado en el eje trasero del vehículo.