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La doctrina y teorías que se encontraron a lo largo del trayecto de investigación para este
preciso trabajo, fueron tantas y tan variadas que sería erróneo decir que aquí se agota la
totalidad de bibliografía respecto al tema, sin embargo abordaremos brevemente los
puntos más importantes acerca del acto administrativo.
Continuaremos por analizar los efectos que surgen de un acto eficaz y perfecto, que
cumple con todos sus caracteres para su ejecución, es necesario mencionar que el efecto
más importante que tiene el acto administrativo es su carácter personal e intransmisible.
Los subsiguientes puntos del temario nos llevan a comprender todos y cada uno de los
caracteres del acto administrativo que se explican con brevedad al comienzo del trabajo,
para finalizar se aportaran diferentes puntos de vista de los diversos compañeros
participantes para aportar una conclusión.
TEMA 8. EFECTO Y EJECUCIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO.
Para que el acto administrativo pueda producir todos sus efectos, es necesario que reúna
sus elementos legales, a través del procedimiento administrativo.
En estos casos el acto no debe producir sus efectos hasta alcanzar su perfección jurídica y
alcanzar su eficacia. Guido Zanobini al considerar la perfección, eficacia y la validez de los
actos administrativos, explica sus caracteres en los siguientes términos:
b) "El acto perfecto puede ser también eficaz. Esto ocurre cuando ningún obstáculo se
opone al despliegue de sus efectos, y por lo tanto, a su ejecución. Acto eficaz es lo mismo
que acto que se puede realizar. Puede ocurrir que el acto, aunque perfectamente
formado, no pueda ser sin más realizado, es decir, que no sea eficaz. Esto ocurre, cuando
por la ley o por voluntad del agente, la eficacia del acto está sometida a una condición
suspensiva o a un término. La ineficacia no deriva, por lo tanto, de la falta de perfección o
de validez. Un acto puede ser perfecto, plenamente regular, y sin embargo," ineficaz, por
cuanto un término o una condición tienen en suspenso los efectos."
El acto administrativo entra en vigor desde que se emite por la autoridad administrativa o
en el plazo que señale la ley. Sin embargo, debemos recordar que si este acto afecta
intereses de los particulares, el acto debe ser notificado al perjudicado. Es a partir de este
momento en que el acto es oponible, al cumplirse con los requisitos legales y es válido en
tanto que no se declare legalmente su invalidez.
Presunción de ejecutividad
La presunción hace posible el actuar administrativo sin embargo por ello no significa que
los administrados que no se encuentren conformes con la decisión publica no tengan la
posibilidad de oponerse por cuanto la propia ley establece los recursos que pueden ser
usados en la misma sede administrativa o en la jurisdiccional de control de la
constitucionalidad o de la legalidad.
Presunción de legitimidad
Es la presunción de validez del acto administrativo mientras su posible nulida no haya sido
declarada por autoridad competente. La presunción de legitimidad importa una
presunción de regularidad del acto. Cuando el acto cumple con todos los procesos para su
formación y expedición, conforme a derecho dictado en armonía con el ordenamiento
jurídico. Los actos administrativos, por serlo, tienen a su favor la presunción de constituir
el ejercicio legítimo de la autoridad administrativa y, por consiguiente, toda invocación de
nulidad contra ellos debe ser necesariamente alegada y probada en juicio; así sucede
cuando se han desconocido o vulnerado principios de Derecho público o garantías
individuales.
Presunción de legalidad
Esta presunción tiene efectos Ius Tantum, por cuanto dura efectivamente hasta cuando la
autoridad pública competente declare lo contrario esto es anule o decida la ilegalidad de
la resolución administrativa. Bajo esta presunción legal los órganos administrativos no
requieren contar con la autorización judicial o administrativa para ejecutar sus decisiones.
Presunción de ejecutoriedad
Al respecto la ERJAFE en su Art. 161 señala “los actos de la administración pública serán
inmediatamente ejecutivos salvo los casos de suspensión y en aquellos casos en que una
disposición establezca lo contrario o necesiten aprobación o autorización superior”
De lo trascrito podemos deducir que la misma Administración por sus propios medios
puede ejecutar lo dispuesto en el acto administrativo, es decir, ejecutarlo, ponerlo en
práctica.
Hay que aclarar que la ejecutoriedad se aplica solamente a los actos válidos y anulables,
más no a los actos nulos, pues la ejecutoriedad se asiente en la eficacia del acto, que por
ser tal también es exigible.
El efecto más importante del acto administrativo relacionado con los particulares, es que
los derechos y obligaciones que engendra tienen un carácter personal e intransmisible. Las
leyes administrativas deben precisar los beneficiarios de los actos administrativos, para no
contrariar el interés público o el interés nacional. El derecho administrativo ha ampliado el
campo de las relaciones jurídicas de los particulares, con un nuevo sistema y con nuevos
principios que necesariamente se aparten de las relaciones que gobiernan al derecho
privado.
Hay que trazar una línea que demarque dónde termina el interés del Estado y en dónde
comienza el interés de los particulares. Como veremos más adelante los derechos
derivados de un acto administrativo, no constituyen derechos reales. Los derechos que el
poder público transmite son siempre precarios y subordinados al interés general.
El Estado moderno ha creado un nuevo régimen patrimonial, regulado tanto por los
intereses generales que ampara, como por la magnitud de las inversiones de los
particulares en bienes públicos. Por la complejidad de estas relaciones y la incapacidad del
Poder público para manejar la riqueza pública, se ha permitido que, bajo las condiciones,
limitaciones y restricciones que establecen las leyes administrativas, esos bienes entren en
el campo de los negocios en general, pudiéndose celebrar con ellos la mayor parte de las
operaciones jurídicas del derecho privado. El interés del Estado siempre gobernado por
leyes de orden público y el interés privado regulado por su propia legislación en cuanto no
invada o interfiera cualquier interés público.
Por lo que se refiere a las relaciones de los particulares entre sí, con referencia a derechos
adquiridos de las leyes administrativas, éstas, por lo regular, dejan que sea la .legislación
de derecho privado la que se encargue de solucionar sus problema~, SI en ello no se
afecta el interés general. "Para decidir si una relación jurídica está sometida al derecho
privado o al derecho público, dice Fleiner han de tomarse por base los siguientes
principios: ante todo ha de consultarse el texto delas leyes, desde el momento en que la
ley misma imprime a una relación jurídica el sello de pública o privada, ya se tiene resuelta
la cuestión." La tendencia moderna no es dejar que las leyes decidan esta cuestión, sino
que es necesario definir un criterio definitivo, siempre orientado a que esas relaciones son
de estricto derecho público y que es hora de que la legislación administrativa afronte su
solución exclusivista.
5. Publicidad y notificación de los actos administrativos
En muchos de los casos siempre tiene que haber publicidad de los actos administrativos
que de la autoridad emanen ya que estos vendrán a afectar la esfera jurídica del
gobernado.
Las demás notificaciones incluso pueden hacerse por simple oficio o carta u otro medio de
conocimiento. La notificación puede ser: personal, por cédula, por edictos, por correo,
telegrama, o por cualquier otro medio que permita tener constancia de haberse recibido
la notificación. Cuando los interesados en un procedimiento administrativo sean
desconocidos o se ignore su domicilio, la notificación puede hacerse en el Diario Oficial de
la Federación o en la prensa nacional. Las notificaciones que afectan intereses particulares
deben formularse legalmente, es decir, de acuerdo con las disposiciones contenidas en las
leyes administrativas. Si no existen esas normas sobre notificaciones y se afectan esos
intereses, de todas maneras las notificaciones deben ser personales. Las notificaciones
defectuosas o irregulares deben ser reparadas por las autoridades administrativas, para
que los interesados tengan perfecto conocimiento de ellas y pueda el particular afectado
estar en condiciones de interponer los recursos y defensas que estime necesarios, sobre
todo teniendo en cuenta que el transcurso de los términos puede eliminar las acciones
administrativas y judiciales.
Efectos de la notificación:
- Que diga la forma de cumplir y los días para cumplir lo que se le pida.
- Los medios legales que puede ejercer es decir los recursos que proceden y ante
que órgano se interpone.
DE LAS NOTIFICACIONES
II. Mediante oficio entregado por mensajero o correo certificado, con acuse de
recibo. También podrá realizarse mediante telefax, medios de comunicación
electrónica o cualquier otro medio, cuando así lo haya aceptado expresamente
el promovente y siempre que pueda comprobarse fehacientemente la
recepción de los mismos, y
III. Por edicto, cuando se desconozca el domicilio del interesado o en su caso de
que la persona a quien deba notificarse haya desaparecido, se ignore su
domicilio o se encuentre en el extranjero sin haber dejado representante legal.
Las notificaciones personales, se entenderán con la persona que deba ser notificada o su
representante legal; a falta de ambos, el notificador dejará citatorio con cualquier persona
que se encuentre en el domicilio, para que el interesado espere a una hora fija del día
hábil siguiente. Si el domicilio se encontrare cerrado, el citatorio se dejará con el vecino
más inmediato.
Artículo 37.- Las notificaciones por edictos se realizarán haciendo publicaciones que
contendrán un resumen de las resoluciones por notificar. Dichas publicaciones deberán
efectuarse por tres días consecutivos en el Diario Oficial de la Federación y en uno de los
periódicos diarios de mayor circulación en el territorio nacional.
Artículo 38.- Las notificaciones personales surtirán sus efectos el día en que hubieren sido
realizadas. Los plazos empezarán a correr a partir del día siguiente a aquel en que haya
surtido efectos la notificación.
Se tendrá como fecha de notificación por correo certificado la que conste en el acuse de
recibo.
Artículo 39.- Toda notificación deberá efectuarse en el plazo máximo de diez días, a partir
de la emisión de la resolución o acto que se notifique, y deberá contener el texto íntegro
del acto, así como el fundamento legal en que se apoye con la indicación si es o no
definitivo en la vía administrativa, y en su caso, la expresión del recurso administrativo
que contra la misma proceda, órgano ante el cual hubiera de presentarse y plazo para su
interposición.
El acto administrativo legalmente producido por haberse reunido todos sus requisitos
legales, para ser eficaz debe producir todos sus efectos, salvo que se demore por así
exigirlo su propio contenido, por requerir alguna notificación, un registro o la aprobación
de una autoridad administrativa superior, o estar pendiente de resolución de algún
recurso.
4. Determinación del valor de los bienes embargados: fijar el valor de los bienes
embargados que servirá de base para la enajenación.
5. Convocatoria para remate: Una vez que haya quedado firme el avalúo, y por lo menos
10 días antes del periodo del remate, se publicará la convocatoria.
6. Remate: Es el acto por el que el SAT enajena en subasta pública o fuera de subasta, los
bienes embargados para obtener, como producto de su venta, los ingresos necesarios
para cubrir el crédito fiscal y sus accesorios.
8. Aplicación del producto del remate: El producto obtenido del remate, enajenación o
adjudicación de los bienes al Fisco, se deberá aplicar primero a los créditos más antiguos,
y primero a los accesorios, antes que a la suerte principal, en el orden siguiente:
1. Gastos de Ejecución
2. Recargos
3. Multas
4. Indemnización por cheque recibido en tiempo y no pagado.
5. Contribuciones actualizadas
El orden en que el particular debe señalar bienes para embargo:
Exceptuados de embargo:
Con todo esto logro concluir que el estado a través de sus organismos públicos están
facultados para hacer valer los actos que de ellos emanan claro siempre y cuando estén
debidamente realizados con todos los requisitos que la propia ley exige ya que el
resultado de estos será en beneficio de todos los gobernados y no como en el derecho
civil que solo se ve beneficiada la parte interesada y aquí se presume la buena fe de las
instituciones al crear dichos actos , claro salvo prueba en contrario se supone que siempre
castigaran a quien desobedezca la ley.
A pesar de que el acto administrativo genera obligatoriedad, puede ocurrir que no sea
voluntariamente obedecido; cuando se trata de resoluciones administrativas dictadas en
la esfera del Derecho Público la administración está capacitada para proceder en forma
directa a la ejecución de sus propias resoluciones, lo que se conoce como carácter
ejecutorio. "Derecho Administrativo, De los Santes Morales Adriana"
Del mismo modo, en su segundo párrafo establece que toda persona tiene derecho a que
se le administre justicia por Tribunales.
Sin embargo este artículo no ha sido un obstáculo para la ejecución de la acción directa de
la administración; ya que en ningún momento se deja en estado de indefensión al
particular, pero si el particular considera que el acto no es perfecto, es decir, carece de
algún requisito o elemento Constitucional, podrá evitar o suspender la ejecución por
medio de algún recurso, como podría ser el juicio de amparo.
Existe además una ejecución de carácter forzoso o de carácter coactivo y son aquellas que
penas pecuniarias o personales que siguen al apercibimiento decretado por la autoridad.
"Derecho Administrativo, De los Santes Morales Adriana"
ACCION DE OFICIO.
El acto administrativo requiere normalmente para su formación estar precedido por una
serie de formalidades y otros actos intermedios que dan al autor del propio acto la
ilustración e información necesarias para guiar su decisión al mismo tiempo que
constituyen una garantía de que la resolución se dicta, no de un modo arbitrario. Si no de
acuerdo con las normas legales. Ese conjunto de formalidades y actos que preceden y
preparan el acto administrativo es lo que constituye el procedimiento administrativo, de
la misma manera que las vías de producción del acto legislativo y de la sentencia judicial
forman respectivamente el procedimiento legislativo y el procedimiento judicial.
El acto idóneo legalmente es el que puede producir todos sus efectos. La Administración
pública dispone de medios administrativos para la ejecución de la decisión administrativa,
como la aplicación del régimen de sanciones.
Los actos administrativos que afectan situaciones jurídicas particulares que no son
voluntariamente cumplidos, encuentran en la legislación' administrativa los
procedimientos coercitivos para llevarlos a su final cumplimiento.
La Administración pública tiene facultad para dictar y ejecutar sus resoluciones sin la
intervención judicial, aunque afecten intereses privados. Debemos distinguir la ejecución
en la vía judicial, del control jurisdiccional de los actos administrativos, este último tiene
por objeto revisar la legalidad del acto administrativo. Nuestra legislación y jurisprudencia
han reconocido la facultad del Poder Ejecutivo para la aprobación y ejecución de las
resoluciones administrativas, con independencia del Poder Judicial, aunque afecten
intereses particulares.
"El ejercicio de ·las acciones que corresponden a la nación en virtud de las disposiciones
del presente artículo, se hará efectivo por el procedimiento judicial; pero dentro de este
procedimiento y por orden de los tribunales correspondientes, que se dictará en el plazo
máximo de un mes, las autoridades administrativas procederán, desde luego, a la
ocupación, administración, remate o venta de las tierras yaguas de que se trate y todas
sus accesiones, sin que en ningún caso pueda revocarse lo hecho por las mismas
autoridades antes de que se dicte sentencia ejecutoriada."
La propia Constitución señala casos en los que un aspecto de la ejecución de una decisión
administrativa se encomienda a una autoridad administrativa y otra a la autoridad judicial,
como en los casos de la expropiación por causa de utilidad pública.
Nava Negrete, A., 1995, Derecho Administrativo Mexicano, México, Fondo de Cultura
Económica.
De los Santos Morales, A., 2012, Derecho Administrativo I, México, Red Tercer Milenio.
Martínez Morales, R., 1998, Derecho Administrativo 1er. Y 2do. Cursos, México, Oxford.
Gordillo, A., 1984, Tratado de Derecho Administrativo y Obras Selectas Tomo VIII, Buenos
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