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Agradecimientos
Cuando se inicia un camino como este, hay que sentirse agradecido en cada
paso. Cada experiencia vivida, marcó en mí un sello imborrable. Algunas conocidas,
otras en el silencio.
A mis sobrinos: Vanessa, Tamara, Hugo, Francisca y Maritza; que cuando todo
parecía oscuro y desalentador, me regalaron sus sonrisas y aliento. Su cariño, me
mantiene con fuerzas hasta hoy.
A mis primas. Karen y Paola Panay, que con la fuerza que les ha dado su
trabajo espiritual y fuerza interior, me contuvieron y animaron a seguir, hasta en los
peores momentos, tanto del Magister y como de mi vida.
Soy feliz, muy feliz, gracias a Dios se cierra este ciclo. A esperar uno nuevo.
4
Indice:
Contenido Páginas
Portada 1
Agradecimientos 2
Indice 4
Problemática 5
Introducción 8
Capítulo I: El Yo 11
1.2 El Yo puro y el Yo psicofísico 16
1.3 La Estructura de la Persona Humana 22
Capítulo II: Empatía y Resignificación 26
2.1 El Otro 26
2.2 Empatía, cosentir y sentir a una 31
2.3. Teorías de la empatía 38
2.3.1 Teoría de la imitación 38
2.3.2 Teoría de la Asociación 39
2.3.3 Teoría de la Analogía 41
2.3.4 Confrotación con Scheler 43
2.4 Hinenverstetzen 44
2.5 Resignificación 47
2.5.2 Importancia de la palabra 51
Capítulo III: Implicancias éticas 54
Reflexiones Finales 57
Bibliografía 60
5
Problemática
El mundo está constituido por objetos y por seres vivos. Para comprender los
primeros contamos con el Yo puro, que a través de procedimientos teoréticos, nos
permite percibir qué son y cómo son. Sin embargo para comprender a los seres vivos,
necesitamos de una herramienta de mayor complejidad, que posea los matices
requeridos para distinguir los grados en cuales éstos se presentan. Observar un animal
en el campo, describir su medio, asociarlo a una función y darle una ubicación en
contexto, difiere mucho de enfrentarse a un otro, similar a mi desde lo externo, pero
abismantemente desconocido desde lo interno
Este es el camino que Edith Stein nos invita a recorrer. ¿Por qué se sonroja?
¿está derramando lágrimas? ¿está alzando la voz? Son solo descripciones de lo
externo, mas el querer comprender las causas y entablar un diálogo silencioso con
ellas, desde mi análisis interior, es un escalón mayor.
en este instante es que logro empatizar, comprendiendo que luego de aquél encuentro,
ni él ni yo seremos los mismos. La información implícita compartida, lleva a una
influencia interna que choca con las concepciones previas y que nos obliga a tomar una
nueva ubicación
Lo que antes tenía un sentido, hoy puede lograr otro, ya que la interacción
cambio mi punto de posición y a través de este proceso creativo, puedo dotar de un
nuevo sentido al otro.
¿Cómo me hago responsable de este poder? ¿de qué manera llevo a cabo la
redotación de sentido? Esta nueva herramienta, puede ser utilizada siempre y cuando
exista una conciencia clara de mi propio sentido, de mi valor como persona. Pero esto
nos retorna al encuentro primario con el otro, ya que sin la información que él nos
entrega desde su no-yo, no podríamos tomar conciencia de lo anterior.
¿Cómo perdemos el rumbo si las condiciones están dadas para lo contrario? Pues bien,
esto se debe a que la acción resignificativa se ve entrampada, debido a que no existe
una real autoconocimiento puesto que la apertura requerida no existe o bien no ha sido
experieciada de forma correcta. La redotación de sentido nos lleva a generar un nuevo
relato, donde en este caso el dolor, lo cubrió todo. Puedo darle una nueva lectura
gracias a mi fuerza creativa, y también gracias a la vivencia genuina de cada
experiencia.
8
Introducción
La motivación para comenzar esta investigación surge desde el interés por las
relaciones humanas y su visión desde la filosofía. Ya en mi tesis de pregrado, abordé la
relación con el otro desde Emanuel Levinás, y esa demanda que es ontológica y ética
al mismo tiempo me conmovió bastante. Tomar conciencia de que el encuentro con el
otro no es jamás ‘totalidad’ sino ’infinito’, hizo que mi perspectiva se abriera hacia un
nuevo horizonte dado por la apertura desinteresada y categórica del rostro que me
interpela en la frase “No matarás”. Es en este contexto y con el afán de descubrir y
estructurar más el encuentro con el otro, que aparece Edith Stein, como una nueva
arista investigativa, seductora desde su propio testimonio de vida y exigente tanto en
su vocablo como en su desempeño fenomenológico.
1
Esta división obedece a las etapas de su vida y no a un sustento filosófico. Escritos teológicos y
filosóficos respecto de sus matices podrían ser discutidos.
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Capítulo I
El Yo
Dicha verdad inalienable, sentará las bases para que en la edad contemporánea
la filosofía alemana, logre establecerse como pilar de conocimiento. Comprenderemos
este periodo como una investigación constante, que se da a la búsqueda del análisis
más estricto y riguroso de la relación entre el sujeto y el objeto, pero no desde la
confianza sólida en la ciencia, como lo era en el siglo anterior (XIX), sino más bien
como una respuesta a lo heredado desde el psicologismo, corriente que nos plantea:
Podemos nombrar como sus representantes a David Hume, Jonh Stuart Mill, y
Theodor Lipps, este último tendrá un lugar importante en el análisis de Edith Stein.
Esto es lo que Stein, considerará como el primer atisbo para su tesis doctoral.
¿cómo se podría realizar la comunicación entre esos yoes? ¿es la empatía solo una
transmisión?. En la obra “Husserliana”(1973) se explica como sigue:
2
Op. Cit. En el artículo online “Fenonmenología de Husserl: aprender a ver”.
www.fyl.uva.es/wfilofof/gargola/1997/sergio.htm
3
Esto en el artículo de Fernando Haya Segovia “Sobre el problema de la empatía”.
16
corporales. Este verle a los demás las vivencias, propio de la empatía es,
sin duda un acto de intuición, en que se da algo, pero ya no un acto que
se de originariamente” (pág.11)
Una vez que hemos dado una pincelada de lo que significa el Yo, estamos en
condiciones de adentrarnos en los puntos convergentes y divergentes, del Yo puro,
propuesto por Husserl y el Yo psicofísico propuesto por Edith Stein.
Una vez que hemos tomado real conciencia de lo que significa esta nueva
relación con el mundo circundante, se hace necesario asumir qué haremos con esta
nueva mirada, qué pasos debo seguir y por ello no tengo más que asumir la
18
mundo y la propia persona como fenómeno, ‘yo’ estoy en el vivenciar y solo en él, y
tan indubitable e incancelable como el vivenciar mismo” (Stein, 2004). Hay
reconocimiento de su actuar en ello, pero al mismo tiempo el hecho del Yo puro, tenga
ese status permanente de independencia y hasta cierto grado soberbia respecto del
resto, hace que Stein otorgue un rol más preponderante a la intersubjetividad, segundo
punto convergente con su maestro:
Desde esta visión, existe un matiz nuevo. La laguna que quedaba oculta, por el
débil desempeño del Yo puro en esta área, comienza a dilucidarse, dando un paso más
allá del yo individual, que si bien se basta para conocer el mundo, se ve limitado al
enfrentarse a un otro. Con sus propias vivencias, y características particulares, se
imprime la diferencia cualitativa desde la mismidad, hay rasgos que nos alejan y nos
acercan, pero que desde Stein, requieren una radicalidad aún mayor. La constitución
del yo psicofísico, iniciando desde la existencia del alma, pero no desde un estilo
clásico, sino desde un cuerpo vivo. Este será el punto de inflexión con su maestro, la
conciencia tal como la hemos entendido, no es solo un modo de conocer, sino parte de
una unidad sustancial psicofísica, que se da en una materialidad, en un cuerpo vivo.
Este yo, en el cuerpo vivo que vivencia y se vivencia al mismo tiempo, otorga
una nueva distinción. A saber el punto cero de orientación, porque desde él todos se
21
muestran como “allí”, mientras que el cuerpo vivo es siempre un ‘aquí’ inamovible y
que se renueva dinámicamente, hay en él interioridad frente a la exterioridad, y por lo
mismo su peso nos permite una reubicación respecto de lo que hay a nuestro alrededor
“El cuerpo vivo como un todo está en el punto cero de orientación, todos los demás
cuerpos están fuera” (Stein E. , 2004:61)
Vale decir que para poder tener una visión de la totalidad del mundo, la mirada
del otro me completa. Esta conexión con el otro, no se da desde la pura subjetualidad
como lo presentaba el yo puro, en ese prisma que bordea el solipsismo, donde basta
que solo exista yo. Este yo psicofísico, es:
logran que mi constitución del mundo sea efectiva y no el resultado de una ensoñación.
Este yo volente, que es la segunda diferencia de Stein con su maestro, es un yo
creador, decide libremente y como resultado de aquellas desiciones es capaz de
configurar un nuevo entorno, ahora visto desde un encuentro y no desde un
protagonismo egocéntrico.
“El problema está en hacer compatibles dos tesis filosóficas que parecen
entrar en conflicto, de una parte, aquella según la cual el yo puro o la
consciencia trascendental constituye el mundo (para mí-yo puro). La
otra, que ya hemos leído en Edith Stein (...) el mundo mismo, su
objetividad y con ella mi propio yo psicofísico es constituido
intersubjetivamente, es decir, yo estoy seguro de la realidad del mundo
en el que me incluyo como ser real a través del conocimiento que
comparto con las demás personas” (Haya,F.2008:195)4
4
OP.cit. en el Texto “Para comprender a Edith Stein” Urbano Ferrer.
23
Esta es la última estación del camino, pero para poder comprender la real dimensión en
que impactan sus palabras, debemos conocer el trayecto que realizó para llegar hasta
aquí.
1. Cuerpo material, vivo y anímico: que el hombre cuente con un cuerpo material,
no es novedad. De hecho eso es lo que lo limita físicamente y lo distingue de
24
otros cuerpos. No como se dintinguen objetos, solo por el espacio que ocupan,
sino porque además de ver su finiftud física, observo que esta vivo. Situación
que se refuerza con la capacidad de movimiento, con lo anímico que posee y
que posteriormente indagando más profundamente en ello, me percato que
siente.
Siendo así, el hombre es un ser particular en el mundo. Comparte con las plantas y
animales, pero está sobre ellas en cuanto sus cartácteristicas esenciales.
“Se nos concede una primera percepción de los distintos estadios del
reino del ser, y vemos al hombre como un microcosmos en el que se
unen todos esos estadios:es cosa material, ser vivo, ser animado,
persona espiritual” (Stein E. , 1994:52)
Esta apertura, propia del ser humano, esta plasticidad individual y al mismo tiempo
universal, hace que las diferencias con lo externo, principalmente con los otros vayan
tomando importancia y nos inivten a descubrir aquél ‘mundo’ contenido.
Si bien este último punto, no es parte esencial de este trabajo, no podemos dejar de
mencionarlo, puesto que conlleva a la compresnión última de nuestra autora, y que dió
sentido todos sus trabajos desde 1933 en adelante.
“Esta dimensión dará una nueva luz a todos los rasgos del ser humano, a
su voluntad-puesto que la entrega de ésta a la voluntad divina será el
supremos acto de libertad interior- y a su entendimiento, pues le hará
concoer que no puede abarcar con su sola mirada finita la totalidad de
los sucesos presentes y futuros, y que solo la mirada de Dios lo abarca
todo. Esta certeza, dira Edith Stein, transforma toda la existencia
humana, puesto que ya no podrá descansar en su propio saber y debera
esforzarse en conocer lo que es verdadero, bueno y justo a los ojos de
Dios” (Chávez, 2012:11)
¿Cómo impacta esta descripción en la empatía? ¿de qué manera este ascenso
descriptivo nos entrega claras señales para el conocimiento del otro y del propio? 5. El
capítulo siguiente nos orienta al respecto
Capítulo 2
Empatía y Resignificación
2.1 El Otro
encuentro. Ello nos remite a una relcaión, que tal como explicamos en el apartado
anterior, esta dada por la intersubjetividad. Soy yo, frente a un otro, en una relación de
conomientos y transformación, esta última la retomaremos más adelante.
El encuentro con el Otro, puede comprenderse desde tres niveles, según nos
plantea Urbano Ferrer, en su artículo “Aportaciones éticas en la obra de Laín
Entralgo”:
En esta misma línea, es Buber quien nos plantea como el encuentro con el otro
no nos deja indemnes, sino que nos abre las puertas hacia una esfera de conocimiento
nuevo:
Buber, nos muestra como estar frente a un Otro, un Tú, como él define es una
experiencia totalmente nueva, que si bien podemos iniciar como percepción física, o
resultado de datos sensibles como lo podríamos comprender desde la percepción
originaria, “Y de la misma manera existen campos de sensación del otro para mí, el
cuerpo ajeno es ‘visto’ como cuerpo vivo” (Stein, 2004) no se acaba en ese punto. Hay
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algo mucho más esencial en este encuentro. El Otro, me edifica en una relación, en el
Yo-Tú, de Buber. Soy en vistas y en construcción con un otro, tema que ya habíamos
enunciado en la comprensión intersubjetiva del mundo, solo que esta vez lo hacemos
desde la interioridad, el otro es también un factor de conocimiento para mí mismo. Y
en ese camino, se genera un nuevo horizonte.
¿Cuáles serán esos rasgos? ¿de dónde obtengo estos nuevos matices? Es aquí
donde hace su aparición la empatía. Que si bien tiene un denominador común con el
recuerdo en cuanto presentificación, difiere de él desde algo esencial: el sujeto de la
vivencia empatizada no es el mismo que realiza la empatía, sino otro. Hay un tercero,
un ‘más allá de mí’, que me va a interpelar desde una experiencia que no le pertenece,
que no le es propia, pero que no obstante es capaz de comprender.
adelante, sino como resultado de que mi amigo es valioso para mi, de que comprendo
lo que significaba ese examen para él y por tanto al verlo alegre, como resultado me
alegro también. Esto muestra la empatía que refiere Stein, con un grado de honestidad
enorme, porque para poder comprender lo que él otro siente, debo situarme desde la
valoración y luego desde lo que el otro siente, para a través de eso conocer
empáticamente lo que siente. En esta relación hay entrega y altruismo, puesto que no
poseo alegría desde mí, sino desde otro. Alejando mi individualidad para imbuirme en
una vivencia que me es ajena, pero que trae para mi algo originario, la aceptación de
que lo que le pase al otro, también genera cosas en mí.
Con esto lo que observamos es como desde su origen, la empatía nos habla de un
dirigirse, un punto de incio y uno de término, para luego darnos a la experiencia de un
otro, en este caso objetivada, pero que como veremos más adelante, es más complejo
que eso.
A modo de reseña veremos cómo este concepto fue abordado por distintas
disciplinas, hasta llegar a la fenomenología, que es la que nos interesa en esta
investigación.
32
“Una vez puse el rostro pega al gruso cristal de la vitrina de una víbora
en el parque del zoológico, con la firme intención de no retirarme si la
serpiente me atacaba, pero tan pronto como dió un bufido y mi
resolución se deshizo y dió un salto atrás (...) mi voluntad y razón
carecían de fuerza frente a un peligro imaginado del que nunca había
tenido experiencia” (Lizarraga, X: 1873) 6
6
Op.cit en “expresión de las emociones de Darwin”
http://www.unam.mx/difusion/casadeltiempo/21_iv_jul_2009/casa_del_tiempo _elIV-
num_21_15_21.pdf
33
4. Hume: quien aborda el concepto de simpatía, pero que sin lugar a dudas se
relaciona con la empatía. Para él el problema radica en que las mentes humanas
poseen la misma estructura.
Cristóbal Balbontín, cita la obra “Treatise” de Hume para reforzar lo anterior:
“The minds of men are mirrors to one another (...) this indeed
evident, that we sympathize with the passions and sentiments of others,
this movements appear at first in our minds as mere ideas and are
concieved to belong to other person, as we conceive any other matter of
fact (...) No passion of another discovers itself immediately to the mind.
We are only sensible to its causes or effects. Fom these we infer the
passion and consecuently these give rise to our sympathy” (Op. Cit.
Balbontín, 2007:2-3)
La percepción del Otro, que es el tema que nos interesa aclarar, no se inicia de
la percepción interna de uno mismo, ni tampoco se reduce a la percepción externa de
su cuerpo. Scheler, sontendrá esta idea en contra de la teoría por analogía plantada por
Lipps, aunque reconoce su validez relativa. Y expondrá su crítica en los siguientes
aspectos: que primero nos es dado el yo propio, y en segundo lugar ,que lo primero que
tenemos del otro es su cuerpo y sus movimientos. Respecto del primer punto, para
Scheler, la comunidad es la evidencia de que somo más que solo individuos, y que por
lo mismo la vida psiquica de los niños salvajes, muestra desde sus instintos esta
concepción. Las percepciones del mismo y del otro, son distinguidas una vez mediadas
y no antes. Respecto del sgundo punto, podemos decir:
Scheler, centra su análisis en la simpatía, como punto de referencia con el otro. Y para
ello distngue entre la simpatía a nivel genral (Sympathie), que contempla solo el
contagio de las emociones, como llegar a un lugar donde me estan esperando y me
muestro y siento grato, del mismo modo cuando logro identificarme con el otro a
través de algún rol, como una niña que imita a su madre ; y la simpatía en sentido
estricto (Mit-fühlen), que significa sentir-con. De este modo cuando felicito a alguien
o tengo compación de él, lo que hago es comprender su vivencia de forma clara y tener
conciencia de que en sicha vivencia solo tengo participación y no protagonismo.
“Scheler se refiere a esta distinción como una ‘distancia vivida’ entre las
vivencias del otro y la (co-)vivencia propia. Por esencia, ‘compadecer’
es padecer por el padecer del otro en tanto otro(...) en la evidencia
eidética de esta distancia, se expresa en el seno de la cimpatía en sentido
estricto (Mitfühlung), el reconocimiento de la alteridad ”(Chu, 2017:7)
“(...)la simpatía más precisamente como una emoción sui generis (es
reconocida) donde el estado emocional de la otra persona es
transformado en objeto por un sujeto, tal como cuando simpatizo de una
pena o alegría en particular de un tercero. Lo relevante es que la
simpatía contribuye a la integración de distintos individuos
originalmente guiados por intereses egoístas en un estado de
coincidencia emotiva y espiritual” (Balbontín, 2007:6)
“Todos nosotros sentimos ‘el mismo’ sentimiento. ¿han caído los límites
que separan a un yo de otros? ¿se ha liberado de su carácter monádico?
¡Desde luego que no totalmente! Siento mi alegría y empáticamente
aprendhendo de los demás y veo que es la misma (..) lo que ellos
sienten lo tengo ahora evidente ante mí, cobra cuerpo y vida en mi
sentir y desde el ‘yo’ y ‘tú’ se erige el ‘nosotros’(...) ningún ‘yo’ sino el
‘nosotros es el sujeto del sentir a una’” (Stein E. , 2004: 34)
2.3 Teorías de la Empatía
2.3.1 Imitación
En esta primera teoría, defenida por Lipps, Stein es tajante puesto que el gesto
que observo en otro, no es ‘darse’ a un otro como lo requiere la empatía, sino mero
tomar en cuenta desde la trasnmisibilidad o respuesta que tengo respecto del gesto
observado.
“Un gesto visto despierta en mi el impulso de imitarlo; yo lo
hago sino exterionmente, por lo menos ‘interiormente’; entonces tengo
además el impulso de exteriorizar toas mis vicencias, y vivencia y
expresión están estrechamente ligadas entre síque la aparición de una
arrastra también a la otra detrás. Asi que con aquél gesto es participada
la vivencia a él correspondiente, pero en tanto que es vivenciada ‘en’ el
gesto ajeno aparce como no mía, sino como la de otro” (Stein E. ,
2004:39)
Es evidente que hay una distinción entre lo que el otro expresa y lo que yo elaboro de
aquella expresión a través de mi percepción, sin embargo y como ya dijimos
anteriormente, aquella participación no logra profundizar en la experiencia empática,
solo se queda en gesto. Ahora bien, la información entregada no es desechable, pero no
alcanza los niveles que necesitamos para empatizar. Sigue siendo una experiencia
desde mi, y no desde el descubrir del otro.
Llego a mi casa temprano y observo que mis familiares están con un semblante
triste, obviamente mi reacción no será antagónica a ese gesto, y de inmediato
responderé imitando ese semblante, pero eso dista mucho de que comprenda la
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experiencia que ellos tienen sobre la situación que haya generado ese pesar. Mi
semblante se vuelve triste, como respuesta al gesto observado, nada más. Hay un
reflejo, no una apropiación de lo que el otro siente, cómo lo siente y cómo eso me
permite conocer algo de mi.
La visión como sentido por excelencia, tal como lo decía Aristóteles, nos
permite capturar la totalidad de lo que tenermos frente y poder comenzar a enviar datos
para su interpretación en el proceso perceptivo. Nos entrega información valiosa, para
lo cotidiano. Ahora bien, esto no deja de ser una experiencia externa, tal como lo
hemos reiterado. Me refiero con esto que si me encuentro en una cuidad que no
conozco, observaré los comportamientos de otros para poder insertarme sin mayores
problemas, ¿significa que los conozco?¿que he comprendido su cultura? Claremente
no es así, y por eso la teoría de la imitación es desechada.
2.3.2Asociación
En este caso, lo que es que distinto respecto del anterior es que aquí si
distinguimos una experiencia de otro, desde otro, y no como analizada desde mí.
Aquello viene a dar se forma posterior cuando realizo una reflexión, lo que ya nos da
indicios de la empatía que necesitamos.
como propio sino como ajeno se debe a que:1°, está ante nosotros como
objeto; 2°, no está motivado por viencias propias precedentes; y 3°, no
encuentra su expresión en un gesto” (Stein E. , 2004:40-1)
1. Está ante nosotros como objeto: esto nos demuestra que al ser un hecho en
estricto grado bilógico(respuesta óptica) no requiere mayor interpretación y que
actúa desde el yo puro.
3. Gestos: aquí hay una falta de información importante, ya que no hay un único
gesto para expresar lo que nos pasa. En la variabilidad de gestos y sus
interpretaciones, y basándome en el aspecto descriptivo, estará siempre en la
ambiguedad respecto de la verdad sobre la situación observada.
Lo que si podemos decir con certeza, es que debido a la datos observados como
información auxiliar, puedo tomar conciencia de que es otro quien vive esa experiencia
y que solo estoy en posición de testigo y participante secundario, en cuanto identifico
los sucesos y puedo organizarlos de tal manera que llegue a una conclusión
“Yo veo a alguien dar patadas con el pie, se me ocurre que yo mismo
daba patadas con el pie una vez, al mismo tiempo se me representa la
rabia que entonces me imbuía y me digo: así de rabioso está el otro
ahora. Entonces no me ss dada la rabia del otro a mi mismo, sino que
colijo su existencia e intento aproximarla a mi mediante un
representante evidente: la rabia propia” (Stein E. , 2004:41)
vez yo también hice aquellas acciones. Hay un proceso externo e interno, que nos
llevan a la respuesta sobr el otro. Aquí sumamos la capacidad reflexiva la asociación
Aunque contamos con la reflexión, eso tampoco basta para el acto empatizante,
ya que no nos brinda de forma directa la experiencia de otro.
2.3.3 Analogía
Cada uno de nosotros tiene conciencia de su percepción externa e interna, y desde ahí
analiza lo que ocurre en el exterior. El otro se muestra com igual a mi, y por lo tanto
infiero desde mi lo que puede estar sintiendo o expresando.
“Es muy posible que una expresión de otro me recuerde a una propia y
que yo le atribuya en el otro el mismo significado que acostumbra tener
en mi. Solo que entonces se supone al aprehensión del otro como de
otro yo, la de la expresión corporal como expresión de los anímico. La
inferencia por analogía se establece en el lugar de la empatía fallida y
no produce experiencia, sino un conocimiento más menos verosímil de
la vivencia ajena (...) Quiere indicar la forma en que es posible un
‘saber’ de la conciencia ajena” (Stein E. , 2004:44)
Stein, pone epecial énfasis en la teoría de Scheler, puesto que considera que es la más
alejada de su análisis y la más audaz que se ha planteado.
43
2.4 Hinenverstetzen7:
El concepto que inicia este subtítulo, tiene como signficado literal ‘ponerse en
el lugar de’, pero para nuestra autora, es la forma de dinstinguirlo del Einfühlung. Para
ella, la empatía es una herramienta para conocer a Otro, pero también a uno mismo.
Este aporte desde el Otro, para comprensión del Yo, es algo que las teorías
criticadas por Stein, no contemplaban. Si el encuentro con el otro, no tiene impacto en
mí, entonces ¿qué sentido tiene? ¿que lo diferencia de estar frente a un objeto?.
Cuando me encuentro con el otro, hay en su mirada una conexión conmigo:
7
Concepto utilizado por Balbontín en su tesis “El Otro: problemas sobre su constitución en el
pensamiento de Edmund Husserl.”
45
Esta ‘desnudez’ interior, este verse frente a un otro que sin intención directa es
capaz de mostrarme ‘puntos ciegos’ de mi mismo, hacen que este encuentro provoque
sensaciones en muchos casos contradictorias. ¿Cómo otro puede saber más de mi, que
yo mismo? ¿acaso mis reflexiones no bastan? ¿no logro llegar a las profundidades mi
mi propio ser?. La verdad es tajante, lo que ‘dormita’ en mi, solo puede ser despertado
por aquella mirada y junto con ello la lectura de una nueva valoración, ahora con
mayor información y mayor consciencia.
¿Qué nos atrae? ¿qué nos repele en el encuentro con el otro? Simplemente la
capacidad de acepatación que tengamos de nuestras propias ‘sombras’, como diría
Jung. Si somos capaces de reconocerlas y aceptarlas, entonces podemos
transformarlas. Hay una toma de conciencia de nuestra imperfección, y una
vulnerabildiad consensuada, puesto que si yo estoy mostrando al otro su interior, del
mismo modo lo hace él conmigo. Es un diálogo compasivo, cuando hay aceptación y
nos repliega cuando hay rechazo. ¿Acaso lo que me repele del otro es la crudeza de la
verdad que me muestra?, ¿es la descarnada imagen del ser interior que no quiero ver,
que he negado o evitado de forma persistente? Sin duda es así. Por eso la empatía es un
‘darse’, y no un exigirse. Gesto puro de entrega que desde el dolor o de la alegría, nos
permite mirar hacia dentro y buscar nuevos cimientos para construir mi ser interior.
mi mismo. Soy capaz de ‘darme’ y de recibir, para construir una nuevo autoconcepto.
Esto no podría ser en otro porceso que no fuera la experiencia empática.
Una vez que hemos recibido esta información, ¿qué hago con ella? ¿cómo la absorvo y
diluyo en mi para nueva confirguración de mi mismo?. Esto es lo que propone la
resignificación.
2.5 Resignificación
2. Arte: se refiere al proceso creativo mismo, que se desarrolla desde una nueva
lectura. El proceso creativo permite desarrollar una nueva arista y por lo mismo
entregar significados nuevos. Quien crea, en este marco, resignifica
Luego de estos enfoques, cabe preguntarse ¿qué nos dice la filosofía en este
campo? O mejor dicho ¿Cómo se relaciona esto con la empatía en el pensamiento de
Edith Stein?
Esto me parece aún más radical en Edith Stein, quien desde su testimonio de
vida, pudo otorgar nuevos sentidos a las injusticias sufridas, tanto desde su desempeño
académico como desde su ámbito familiar.
Vemos aquí como en esta unidad, la palabra cobra cada vez más importancia,
pero no solo en su función informativa o significante, sino más bien transformadora.
Ella forma parte del cuerpo vivo y se presenta en él como base constitutiva. Pero ¿qué
será lo distitntivo en su función de ahora en adelante? ¿cómo la palabra se inserta en el
dsicurso resignificativo?
parte de mi interior en esa frase y cuando el relato me es doloroso esto es aún mayor.
Imginemos a un joven que ha perdido su padre, quien admiraba mucho y que desde
que no está a su lado no puede recuperar su sentido de la vida. Se siente desmotivado y
sin ganas de continuar. Para poder dar relectura a esto, es crucial que éste exprese lo
que siente, y luego a través de sus propias palabras y ejecutando su creatividad, pueda
dar un nuevo carácter a esta pérdida, por ejemplo, actuando como lo haría su padre en
ciertas situaciones y a través de esto vivenciar a través del recuerdo su compañía. Aquí
hay reposicionamiento, y redotación de sentido, puesto que la muerte de mi padre, se
vuelve trampolín para poder retomar mi vida como ejecución de su enseñanza y no
como carencia de su presencia. El dolor8 no ha dismunuido, no ha cambiado, solo ha
tomado un nuevo carácter desde un matiz más constructivo.
Esto que vivencia otro, y que me permite una mirada interna, solo tiene sentido
si logro desde ahí poder generar un nuevo espacio. Una nueva esfera de significación.
8
Se recomienda poder investigar sobre la Fenomenología del dolor y las experiencias traumáticas.
54
No es posible estar frente al otro, y al empatizar quedar indemne. Esto va más alla de
lo simplemente obversable, es transferencia, es suma empatizante.
Me percato que una cosa es el exterior y otra el interior, que se puede simular o
finguir, y que por ello debo estar atento a lo que sucede y en actitud de aperturidad.
Capítulo 3
Implicancias éticas
“Dicho normativamente: si sientes un valor y lo puedes realizar, hazlo”
Edith Stein
Reflexionas finales
La mirada del otro como acto en sí mismo, es en este contexto una nueva
configuración del mundo. No hay camino posible si no es a través del encuentro, y en
ello la apertura, que aparece se vuelve intersección vacía, pero constiuyente de la
estructura misma del ser humano. Soy empático, porque soy un ser psicofísico y
espiritual capaz de crear. Por eso, nos era tan importante revitalizar la facultad creativa
y volitiva presentes en la empatía, puesto que si no hay una motivación para poder ver
al otro, entonces hay que asumir que una parte de nosotros mismos que siempre nos
será vetada. Incapacidad originaria, de no poder acceder a una percepción interna
absoluta, sino mediada y decantada. Hay una implicancia ética en esta toma de
conciencia, hay un verse y ver a otro desde su abundancia, pero también desde su
carencia, para poder otorgarle un nuevo valor. Y he aquí el sello que deseamos
imprimir, a través de la resignificación, se crea un nuevo relato desde la
corresponsabilidad, donde las palabras expresadas reafirman la condición sintiente de
cada individuo, y su nuevo autoconcepto transformador.
58
ha hecho que muchas personas sufran sus embates, la guerra es su ejemplo por
antonomasia.
Bibliografía Primaria
Bibliografía Secundaria