Sunteți pe pagina 1din 3

¡Siguiente!

Miguel Ángel Molina Agudelo


— ¡Siguiente!
— Buena noche, mi nombre es…
— Deje la carga en aquél lado con el resto y diríjase al escritorio.
— Entiendo, entiendo.
— Josef Polansky ¿cierto?
— Sí, señor, ese es mi nombre.
— ¿Ruso?
— Solo por parte materna
— No usted, hombre, el caviar.
— Ah, lo siento. No, no, es iraní, ya no se puede pescar en aguas rusas.
— ¿Beluga?
— Sí, señor, sí, de la mejor calidad. Vera, tengo un amigo en Teherán que conoce a otro
que me presentó a un tipo de aduana…
— Suficiente, no queremos saber más de usted, y usted, definitivamente, no quiere saber
más de nosotros.
— Bueno. ¿Quieren revisar la mercancía?
— ¿Por qué?, ¿nos ha mentido en algo?
— Ah… no, por supuesto que no. Solo que…
— Hable, ¿hay algo por lo que debamos preocuparnos?
— Verá supe de un sujeto cuyo primo trabajó con unos pescadores asiáticos…
— Le voy a tener que pedir que sea concreto, no disfrutamos de la compañía prolongada.
— Está bien, está bien. Lo que sucedió fue que el sujeto vendió un producto de primera
calidad pero en el almacén no lo revisaron, luego unos hombres como ustedes fueron a
buscarlo porque querían el dinero de vuelta y…
— ¿Qué quiere decir con “unos hombres cómo ustedes”? ¿Hay algo que nos quiera decir?
— Disculpe, por favor, disculpe, no quise…
— ¡Eh!, Franz, a este tipo parecen no gustarle los sujetos como nosotros.
— Es un malentendido.
— Seguro que sí, jodido polaco. Malditos judíos avaros…
— Polansky, señor, mi apellido es Polansky. En realidad, soy checo.
— ¿Sí? ¿y qué dice su religión sobre personas como nosotros?, señor Polansky.
— Bueno, para ser sincero, mi familia es ortodoxa pero yo nunca le he dado mucha
importancia a esos asuntos.
— Le dije que no queríamos saber más de usted.
— Le pido excusas, de nuevo.
— Ya olvídelo, responda un par de preguntas más y podrá irse.
— Sí, escucho.
— ¿Es posible que algún tipo de autoridad ambiental se haya enterado de esta
transacción?
— No señor, no que yo sepa.
— ¿Pero es posible?
— No, no lo creo.
— Está bien, ahora, ¿qué otra mercancía podría suministrarnos?
— Bueno, todo lo de la zona, sevruga, osiotr, esterlete.
— Ya veo, muy bien. Por último, ¿dónde ha estado usted todas las noches de esta semana?
— En casa, en cama, no he salido y no saldré hasta pasado mañana cuando me haya curado
del resfriado.
— Perfecto, fue un placer hacer negocios con usted, señor Iosif.
— Josef, mi nombre, es Josef.
— Hasta luego.

— No era un mal hombre, algo torpe quizá.


— Creo que ocultaba algo.
— ¿Cómo qué?
— Estoy seguro de que era judío.
— Ya deja eso, Franz, la guerra fue hace mucho.
— Nunca me fío.
— No hay caso. Mejor trae esas cajas, hay que mezclar todo.
— Si hacemos eso luego no van a querer comprarlas.
— No es que vayamos a decirles. Son aristócratas, Franz, son tontos por genética, siglos de
incesto los han hecho prácticamente retrasados.
— ¿Y si alguien más lo descubre?
— En el peor de los casos podremos culpar al polaco.
Cibergrafía

https://es.wikipedia.org/wiki/Caviar

https://en.wikipedia.org/wiki/Caviar

https://es.wikipedia.org/wiki/Huso_huso

https://es.wikipedia.org/wiki/Acipenser_ruthenus

S-ar putea să vă placă și