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Tabaco

 Tabaco

 ¿Qué efectos produce?

 ¿Qué riesgos provoca?

 Consejos para padres

 Consejos para jóvenes

 Consejos para educadores

 Test de Fagerström de dependencia de la nicotina

 Todas las páginas

¿Qué es?
La planta del tabaco pertenece al género Nicotiana, familia botánica de las Solanáceas. Esta planta
tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una
persona adulta.
Esta planta es la única que sintetiza y luego conserva en sus hojas secas un potente alcaloide que
recibe el nombre de nicotina y que da el nombre a su género vegetal.
Existe una gran diversidad de variedades del género Nicotiana (más de 60). Las dos más
importantes son la Nicotiana Tabacum, de la que se extrae el tabaco comercial y la Nicotiana
Rústica, que no se utiliza tanto por su sabor menos agradable.
Durante años, las hojas de esta planta se consumían aspirada en polvo muy fino (rapé), o se
mascaban (tabaco de mascar). También se pueden fumar en forma de puros: cigarro formado en
su integridad por tabaco, tanto en su contenido como en su envoltura, en forma de cigarrillos: con
el contenido de tabaco, pero el envoltorio de papel o en las pipas de fumar.
Pero no solamente el tabaco se utiliza para fumar, con sus hojas pueden hacerse cuadernos,
hojas, libros, agendas, etc... Es similar al papel y el perjuicio sobre el medio ambiente es menor.

Los componentes del humo del tabaco


Del humo que se desprende de la combustión del tabaco se
desprenden un gran número de sustancias (se habla de 3.000-4.000), aparentemente todas ellas
negativas excepto el vapor de agua, pero vamos a centrarnos en aquellas cuya influencia sobre la
salud del fumador (activo o pasivo), existe en la actualidad evidencia científica.

1. Los Alquitranes:
Son las sustancias responsables de la aparición de los diferentes tipos de cánceres atribuibles al
tabaquismo; se clasifican en tres categorías diferentes según su papel en el desarrollo de éstos
cánceres:
Iniciadores: sustancias cancerígenas que, por sí mismas, tienen capacidad para generar células
tumorales; entre ellos el alfa benzopireno
Promotores: sustancias que actúan estimulando la acción de las células tumorales;
Cocarcinógenos: sustancias que son incapaces por sí mismas de desarrollar una acción
cancerígena, pero favorecen el desarrollo de las células tumorales producidas por los iniciadores.

2. Monóxido de carbono (CO)

Se trata de un gas incoloro, muy tóxico, que se


desprende de la combustión del tabaco y del papel que envuelven al cigarrillo.
El CO penetra en la sangre a través de los alvéolos pulmonares, y se une a la hemoglobina
desplazando al oxígeno, con lo que la oxigenación de los tejidos se ve muy dificultada.
Por su toxicidad se está empezando a tener en cuenta la aparición de la concentración de CO en
los paquetes de tabaco.
3. Irritantes
Son los principales responsables de la tos, del incremento de la mucosidad y del lagrimeo en los
fumadores, a largo plazo son los componentes que producen patologías respiratorias como el
enfisema pulmonar o la bronquitis crónica.

4. Nicotina

Es la responsable de la adicción. Además, es el principal alcaloide


del tabaco, presente en las hojas de la planta y en el humo procedente de su combustión. De
naturaleza volátil, es la sustancia que da al tabaco su olor característico.
En los cigarrillos se encuentra en forma de sal ácida, por lo que no se disuelve en la saliva y no se
absorbe por la mucosa bucal. El fumador de cigarrillos se ve obligado a inhalar profundamente el
humo para que llegue a los alvéolos pulmonares y a través de ellos pase a la sangre.
Por el contrario en los puros y en tabaco de pipa se encuentra en forma alcalina, por lo que se
disuelve en la saliva, y se absorbe bien por la mucosa de la boca y de la faringe. Esta diferencia
explica que los fumadores de puros o pipas no tengan que inhalar el humo para experimentar los
efectos de la nicotina.
Una vez en el torrente sanguíneo la nicotina llega al cerebro en siete segundos.
La nicotina se clasifica farmacológicamente entre los estimulantes menores del S.N.C. Tiene no
obstante, un efecto bifásico, pudiendo el fumador regularlo para que sea estimulante o relajante
(básicamente, controlando la frecuencia y la profundidad de las aspiraciones).
La nicotina tiene una vida media aproximada de unas dos horas. A partir de este tiempo, a medida
que su concentración sanguínea (nicotemia) va disminuyendo, el fumador comienza a
experimentar deseos de fumar.
Se metaboliza en el hígado y se elimina por el riñón, siendo facilitado este proceso por la
acidificación de la orina.

¿Qué efectos produce?


La nicotina es una sustancia estimulante, pero la mayoría de los fumadores creen que el fumar les
relaja, pero en realidad es porque calma la ansiedad provocada por la falta de nicotina en el cuerpo
(un síntoma del síndrome de abstinencia).
Desde el momento que un individuo se convierte en un fumador habitual, los componentes tóxicos
del humo del tabaco comienzan una lenta pero infatigable labor.
Un gran número de enfermedades, en diversos sistemas de nuestro organismo, resultan
provocadas o favorecidas por el tabaquismo.
Aparecen, en un principio, esas "pequeñas" señales de alarma a las que el fumador se habitúa a
pesar de que van progresivamente mermando su calidad de vida (cansancio, tos, expectoraciones,
etc...). Son el principio de unos efectos negativos de los que se pueden destacar estos:

Efectos a corto plazo:


 Fatiga prematura.
 Mayor riesgo de anginas.
 Aumento de constipados.
 Tos y expectoraciones.
 Pérdida de apetito.
 Alteraciones del ritmo del pulso.
 Color amarillento de los dedos y dientes.
 Mal olor que se desprende de la boca y del aliento.

¿Qué riesgos provoca?


Existen una serie de enfermedades que se encuentran directamente relacionadas con el
tabaquismo, como son: el cáncer de pulmón, la bronquitis, el enfisema pulmonar y los problemas
cardiovasculares.
Hay otras enfermedades que también suelen aparecer en fumadores, como otras formas de cáncer
(labio, boca, laringe, esófago y vejiga) y la úlcera gastroduodenal.

El riesgo de padecer estas enfermedades depende de cuatro


factores:

1. Consumo diario de cigarrillos: cuanto mayor es la dosis diaria mayor es el riesgo.


2. Duración del consumo: Cuanto antes se empezó a fumar y más largo es, por tanto, el periodo
de su vida durante el cual un sujeto consume tabaco, regularmente, mayor es el riesgo de
enfermar.
3. La forma de fumar: aquellas formas que aumentan la exposición del organismo al humo
(inhalación profunda y repetida, mantener el cigarrillo entre calada y calada), incrementan el
riesgo.
4. Tipo de cigarrillos: los cigarrillos con filtro, y aquellos que tienen un menor contenido de
nicotina y alquitrán (a igual consumo), reducen el riesgo de enfermar.

Tabaco y aparato respiratorio.

La exposición constante de las vías respiratorias a los


componentes tóxicos del humo del tabaco, incrementa la producción mucosa, dificulta la acción
limpiadora de las células ciliares y reduce la eficacia del sistema inmunitario. A consecuencia de
este proceso, comienzan a aparecer los síntomas más frecuentes entre los fumadores (tos y
expectoración), primeros síntomas indicadores de disfunción en el sistema.
A medida que va aumentando la gravedad puede aparecer:

1. Bronquitis crónica: Inflamación permanente que resulta de la irritación continuada del árbol
bronquial.
2. Enfisema pulmonar: Se caracteriza por la destrucción progresiva de los alvéolos y la retención
de aire en los pulmones.
3. Cáncer de pulmón: El hábito de fumar es el factor causal en la aparición de la mayor parte del
cáncer de pulmón, por lo que prácticamente desaparecería si se eliminara el hábito de fumar.

Tabaco y aparato circulatorio.


Los efectos del humo del tabaco sobre el aparato cardiocirculatorio, son debidos a la acción de la
nicotina y el CO2 .
La nicotina aumenta la presión arterial (sobrecargando las paredes de las arterias), la frecuencia
cardiaca (sobrecargando de trabajo al corazón) y la coagulabilidad de la sangre (incrementando la
presencia de lípidos y favoreciendo al formación de trombos). El CO2 disminuye la oxigenación del
organismo (hipoxia), lo que tiene efectos negativos, especialmente sobre el corazón.
Esto puede llegar a producir arteriosclerosis, que afecta fundamentalmente a las arterias del
corazón, el cerebro y las extremidades, y que puede dar lugar a distintas formas de patología:
1. Enfermedades coronarias: por obstrucción de las arterias coronarias (cardiopatía isquémica,
angina de pecho e infarto de miocardio);
2. Accidentes cerebro vasculares: por obstrucción de las arterias cerebrales (hemorragia,
trombosis y embolias cerebrales); Pueden dar lugar a muerte súbita;
3. Enfermedades vasculares periféricas: por déficit de riesgo en las extremidades superiores e
inferiores.

Tabaco y aparato digestivo.


Por causa del efecto de la nicotina, se favorece la aparición de enfermedades como la gastritis
crónica, (dos veces más frecuente en fumadores que en no fumadores), la úlcera gastroduodenal y
la esofagitis por reflujo.

Tabaco y embarazo.
Evidencias científicas apoyan la influencia del tabaquismo en el bajo peso de los recien nacidos y
de los problemas que se producen en el desarrollo y crecimiento del feto; además de aumentar las
posibilidades de abortos espontáneos, nacimientos prematuros y complicaciones durante el
embarazo y en el parto.

Consejos para padres


Qué debemos hacer
1. Primero hay que darles un buen ejemplo, si nuestros hijos nos ven fumando, aprenderán este
comportamiento, sobre todo no es conveniente que nosotros abusemos en el consumo de
tabaco.
2. Debemos ser críticos ante la publicidad de tabaco que aparecen en los medios de
comunicación y enseñar a nuestros hijos a verlas de una manera constructiva sin caer en los
mitos que de esta publicidad se derivan.
3. Debemos enseñar a nuestros hijos a resolver los problemas que les surjan de una forma
adecuada y que no vean el consumo de tabaco como la forma de resolver u olvidar sus
problemas o de ser como los mayores.
4. Dialogar con los hijos y mantener conversaciones claras y sin tabúes sobre el tabaquismo es
una buena forma de prevenir el futuro consumo o los problemas derivados del mismo.
5. Hacer ver a nuestros hijos y enseñarles a tratar a los fumadores con respeto y que sepan que
es un problema que se puede tratar e incluso animarles a ayudar a personas que tengan esta
problemática.

Qué NO debemos hacer


1. Utilizar cualquier celebración o acontecimiento para consumir tabaco delante de nuestros hijos.
2. Animar a los niños a fumar o a simular fumar, aunque sea en un momento puntual, con algún
motivo festivo o intencionado.
3. Asociar la diversión y el ocio con el consumo del tabaco.
4. Ser permisivo y dejar pasar episodios de consumo, en vez de dialogar con los hijos después
de alguno de estos episodios.
5. No querer hablar del consumo de tabaco o hacerlo de una forma autoritaria.
6. Consumir habitualmente tabaco en casa

Consejos para jóvenes


Como hemos visto, el tabaco es una de las drogas más consumidas, entre otras cosas, porque en
nuestra sociedad se relaciona el consumo de tabaco con todo tipo de actos sociales, esta relación
lleva a que en ocasiones se abuse del consumo y se realice de una forma compulsiva,
inconsciente y poniendo en riesgo nuestra propia salud, por eso queremos ofrecer una serie de
recomendaciones:

NO consumir
1. Si eres menor de 18 años (afecta más a tu organismo y está prohibido por la ley).
2. Si padeces o has padecido alguna enfermedad de pulmón, asma o afectaciones del aparato
respiratorio.
3. Si estás embarazada.
4. Si el motivo que te lleva consumir, es porque lo hacen tus amigos.
5. Si piensas que te puede tranquilizar o animar.

Reduce los riesgos


Si aún después de estos consejos, consumes tabaco, ten en cuenta esto:

1. Antes de fumar hay que ser educado y preguntar si molestas


a los que están contigo.
2. Deja la última parte del cigarrillo en el cenicero, es la que tiene mayor concentración de
sustancias tóxicas.
3. No fumar en circunstancias especiales: conduciendo, en la cama, en ambientes cerrados
(ascensores) o en presencia de niños o enfermos.
4. Deja pasar al menos una o dos horas entre cada cigarrillo, incluso más tiempo.
5. Apagar bien el cigarrillo puede prevenir muchos incendios.
6. Hacer algún ejercicio físico o deporte, y si te encuentras mal, con tos, o con asfixia al esfuerzo,
acude al médico.

Consejos para educadores


Tanto la educación formal (centro escolar), como la no formal (asociaciones, centros jóvenes...)
ocupan un lugar privilegiado para poder poner en marcha actuaciones de prevención del consumo
de alcohol, tabaco y otras drogas entre los más jóvenes, pero antes de iniciar cualquier actividad o
programa preventivo lee estas sugerencias que te proponemos.
Sugerencias preventivas
Existen tres campos básicos sobre los que incidir en un programa de prevención: la información,
las actitudes y las habilidades sociales.

1. LA INFORMACIÓN
La información es básica, pero no es suficiente.
En muchas ocasiones las personas que consumen alcohol tiene una buena información sobre esta
sustancia y cómo afecta a su organismo pero, a pesar de todo, continúan consumiendo.
No seas alarmista.
La información que se ofrezca a los jóvenes no debe ser alarmista, sobre todo en el alcohol, ya que
la sociedad les da otra información que se contradice con esta.
Responder las dudas y cuestiones de los alumnos.
Hay que tener siempre en cuenta que la mejor información es la que da respuesta a los
planteamientos y las dudas de los chicos y chicas con los que trabajes.

2. LA IMPORTANCIA DE LAS ACTITUDES


Trabaja sobre las actitudes y creencias del consumo, fomentando una actitud positiva del no
consumo y de los beneficios de un estilo de vida saludable. De esta forma se podrá actuar de una
manera más efectiva sobre la conducta.

3. LAS HABILIDADES SOCIALES


Éste es un tema imprescindible en cualquier programa de prevención. De esta forma darás
herramientas a los chicos y chicas para hacer frente a la presión de grupo, favorecer la asertividad
(ponerse en el lugar del otro) y poder defender sus ideas y opiniones frente a los ofrecimientos de
consumo.

Fases a trabajar en un tema de drogodependencias


Para poder trabajar un tema de drogodependencias con jóvenes y adolescentes proponemos una
serie de fases que sirvan como orientación y guión y que puedan ser útiles; estas fases deben
tratarse a lo largo de diferentes momentos y de forma continuada durante al menos 3-4 años
seguidos, ya que una vez superada una fase conviene trabajar la siguiente, de forma que se
complete la información, los conocimientos y las actitudes conseguidas en la fase anterior:

Fase 1ª:
Proporcionar:

 Información básica del funcionamiento corporal y de cómo cuidarlo.


 Precauciones que se deben seguir en casa sobre el uso de medicamentos y otras sustancias
que pueden ser dañinas.
 Algunos conocimientos elementales sobre las drogas y los daños que producen.
 Saber qué profesionales se relacionan con la salud.
 Saber quién puede ayudar cuando tienen preguntas o dudas.
Cómo:

 Comunicando las impresiones y dudas sobre enfermedades y consumo de medicamentos.


 Siguiendo las normas de seguridad elementales.
 Definiendo cuándo y cómo buscar ayuda de los adultos y de profesionales.

Para:

 Reconocer y valorar el cuerpo y la singularidad propia.


 Crear actitudes acerca del uso de las drogas.
 Dar respuesta eficaz a la publicidad y presión hacia el consumo de sustancias tóxicas.

Fase 2ª:
Proporcionar:

 Información más detallada sobre el funcionamiento del cuerpo y sus cuidados.


 Conocer los tipos de medicamentos, drogas legales e ilegales, efectos y riesgos asociados.
 Saber los aspectos generales de las leyes sobre uso de drogas legales e ilegales.
 Conocer quién puede ayudar cuando se tienen preguntas o dudas.
 Saber los riesgos de la manipulación de jeringuillas, rulos y agujas usadas.

Cómo:

 Identificando riesgos.
 Enseñando estrategias para enfrentarse con la influencia de los compañeros.
 Comunicándose con los adultos.
 Sabiendo tomar decisiones y fomentando la asertividad en situaciones relacionadas con el uso
de drogas.
 Ayudando para poder dar y recibir ayuda.
 Informando sobre las precauciones básicas en el uso de medicamentos.

Para:

 Valorar correctamente a uno mismo y a los demás.


 Crear actitudes y creencias adecuadas sobre las drogas y las personas que usan o abusan de
ellas.
 Responder a la publicidad y tratamiento que hacen los medios de comunicación sobre alcohol,
tabaco y drogas legales.
 Responsabilizarse de uno mismo y de la propia conducta.

Fase 3ª:
Proporcionar:

 Información sobre drogas legales e ilegales, sus efectos y riesgos para la salud.
 Conocer conceptos y terminología básica: uso, abuso, adicción, tolerancia, dependencia,
sobredosis, síndrome de abstinencia, etc.
 Conocer las clases de drogas según sus efectos.
 Informar de las Leyes sobre drogas.
 Relacionar el abuso de drogas y deporte.
 Conocer los efectos de los distintos niveles de ingesta de alcohol.
 Conocer los diferentes organismos locales y nacionales que pueden proporcionar ayuda y
consejo.

Cómo:

 Identificando los riesgos para la salud.


 Aprendiendo a comunicarse con los compañeros, los padres y los profesionales.
 Tomando decisiones adecuadas y fomentando la asertividad en situaciones de uso inadecuado
de drogas.
 Sabiendo dar la ayuda adecuada cuando es necesario (por ejemplo, cómo atender a un
accidentado).

Para:

 Adecuar las actitudes y creencias sobre las drogas y sus consumidores en los distintos grupos
sociales.
 Solventar el impacto de los medios de comunicación y publicidad sobre las opiniones de los
jóvenes.
 Implantar actitudes realistas hacia las drogas y las leyes sobre drogas.
 Reconocerse a uno mismo y el papel que representa, y asumir la responsabilidad del
comportamiento propio.
 Asumir la responsabilidad sobre la seguridad propia y de los demás.

Fase 4ª:
Proporcionar:

 Información sobre las drogas, incluyendo su estatuto legal y sus efectos.


 Consecuencias personales, sociales, económicas, físicas y psicológicas del abuso de drogas.
 Patrones de uso de drogas y su impacto sobre la comunidad.
 Daños que ocasiona cada droga, la mezcla de drogas, y su uso en determinadas situaciones.

Cómo:

 Reconociendo y valorando situaciones de riesgo.


 Tomando decisiones adecuadas y fomentando la asertividad en situaciones de uso de drogas.
 Manejando los conflictos y canalizando adecuadamente conductas agresivas.
 Facilitando información para aconsejar a los compañeros sobre el uso de drogas.
 Dando la ayuda e información adecuada en distintas situaciones.

Para:
 Superar y no ceder ante las influencias sociales y culturales sobre los jóvenes.
 Promocionar actitudes adecuadas hacia las drogas, sus consumidores y los que abusan de
ellas, y hacia las leyes sobre drogas.
 Conocer y cumplir las leyes sobre venta de alcohol y de tabaco.
 Fomentar la responsabilidad individual sobre el propio comportamiento.

Test de Fagerström de dependencia de la


nicotina
Este test sirve para evaluar el grado de dependencia física de la nicotina.
Está formado por 6 ítems con dos o cuatro alternativas de respuesta. La puntuación oscila entre 0
y 10.
Puntuaciones altas en el test de Fagerström (6 ó más) indican un alto grado de dependencia; por el
contrario puntuaciones bajas no necesariamente indican un bajo grado de dependencia.
Lee las preguntas del test y calcule su puntuación.
Test de Fagerström de dependencia de la nicotina (1991).

Pregunta Respuesta Puntuación


¿Cuánto tiempo después de despertarse Menos de 5 minutos 3
fuma su primer cigarrillo?
6-30 minutos 2
31-60 minutos 1
Más de 60 minutos 0
¿Encuentra dificultad para no fumar en Sí 1
los sitios donde está prohibido (cine...)?
No 0
¿Qué cigarrillo le desagrada más dejar El primero 1
de fumar?
Otros 0
¿Cuántos cigarrillos fuma cada día? Más de 30 3
21-30 2
11-20 1
Menos de 11 0
¿Fuma más durante las primeras horas Sí 1
tras levantarse que durante el resto del
No 0
día?
¿Fuma aunque esté tan enfermo que Sí 1
tenga que guardar cama la mayor parte
No 0
del día?

ALGUNOS COMPONENTES DEL CIGARRILLO Y SUS EFECTOS EN EL


ORGANISMO
Imagen 1: Componentes del cigarrillo

Tomado de: http://camilocdlm2.blogspot.com/


En la imagen 1, se pueden ver algunas de las
sustancias más nocivas del cigarrillo como: cadmio,
butano, metano, arsénico, monóxido de carbono,
metanol, pintura, ácido arsénico, tolueno, nicotina y
amoniaco.

A partir de este gráfico sencillo que tiene algunas


sustancias químicas nocivas del cigarrillo se llevará a
cabo una breve descripción de cada una de ellas.

5.4.1 Ácido cianhídrico


El ácido cianhídrico es una sustancia muy
venenosa y altamente volátil que también es conocida
como cianuro de hidrógeno ó ácido prúsico. La fórmula
química del ácido prúsico es HCN y es el producto de la
disolución del cianuro de hidrógeno en agua (H2O).
Cuando este ácido es consumido por medio de la
inhalación del humo del cigarrillo, se convierte en una
sustancia muy tóxica debido a que ocasiona múltiples
síntomas tempranos como náuseas, vómito y un fuerte
dolor abdominal cuando es consumido en grandes
cantidades.

5.4.2 Monóxido de carbono


“El monóxido de carbono (CO) es un gas venenoso,
incoloro, sin sabor ni olor. Este gas se genera como
producto de desecho en la combustión incompleta del
carbón, madera, aceite y otros combustibles productos
del petróleo (por ejemplo, gasolina, propano, etc.)”[1] Es
un gas asfixiante y puede ser muy peligroso si es
consumido debido a que reduce la habilidad de la
sangre de transportar oxígeno a todo el cuerpo. Los
síntomas más comunes al consumir este gas en
grandes cantidades, son “dolor de cabeza, náuseas,
mareos, debilidad, respiración rápida, perdida del
conocimiento y muerte.”[2] Cuando los fumadores
inhalan esta sustancia en grandes cantidades, puede
ser mortal y si no lo es, generará múltiples problemas
en el organismo.

5.4.3 Dióxido de carbono


“El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro,
denso y poco reactivo.”[3], es un gas compuesto por dos
átomos de oxígeno y uno de carbono, es incoloro,
inodoro y si es consumido en grandes cantidades como
en el cigarrillo, es muy tóxico y generará peores
consecuencias que las del monóxido de carbono.

5.4.4 Arsénico
El arsénico, es un compuesto muy tóxico que
durante toda la historia ha sido empleado para algunos
medicamentos pero también para crear insecticidas.
Cuando está presente en la combustión del cigarrillo y
este elemento es consumido, puede ocasionar
alteraciones de la piel como lesiones dérmicas,
vasculopatías periféricas[4], además de otras
enfermedades respiratorias, circulatorias y
neurológicas.

5.4.5 Amoníaco
El amoníaco, o gas de amonio, es una sustancia
incolora, con un olor irritante. Esta sustancia, es
utilizada en la industria para la elaboración de productos
de limpieza y es muy inflamable. Este gas es tóxico por
inhalación, provoca quemaduras cuando hay un
contacto directo, irrita los ojos, la piel y las vías
respiratorias. Una enfermedad que se puede generar al
inhalar amoníaco en grandes cantidades, es
laringitis.[5] El consumo de este gas puede ocasionar
dificultad en la respiración, una leve sensación de
ahogo y un fuerte dolor en el pecho. Si esta sustancia
es consumida en la vida diaria, es probable que genere
un edema pulmonar y una neumonía. El contacto
directo con los ojos produciría irritación, dolor y
conjuntivitis.[6]

5.4.6 Butano
“El butano es un hidrocarburo saturado, parafínico
o alifático, inflamable y gaseoso que se licúa a una
presión atmosférica de -0,5 grados centígrados. Está
formado por cuatro átomos de carbono y por diez de
hidrógeno, cuya fórmula química es C4H10. El butano
presenta dos isómeros el n-butano y el isobutano o
metilpropano.”[7] Es un gas incoloro, inodoro y, si es
consumido, puede ser muy tóxico generando vómito,
náuseas y mareos.

5.4.7 Metano
El metano es un gas que se usa como combustible
para cohetes y es el hidrocarburo[8] alcano más simple.
Esta no es una sustancia tóxica, pero en contacto con
la piel genera quemaduras graves, también es muy
inflamable y asfixiante.

5.4.8 Cadmio
El cadmio es un elemento de carácter metálico muy
tóxico y se debe tener mucha precaución al manejarlo.
Es usado para la fabricación de baterías recargables
con níquel y cadmio y también es añadido a los plásticos
cumpliendo una función de estabilizador. La inhalación
constante de cadmio, puede dañar en una manera
severa los pulmones y ocasionar la muerte. Cuando el
cadmio es inhalado al estar consumiendo el cigarrillo,
es transportado por la sangre hacia todo el cuerpo
llegando al hígado donde se une con algunas proteínas
para llegar a los riñones. Aquí se empieza a acumular
generando notables daños en el organismo como la
excreción de proteínas esenciales y azúcares del
cuerpo, generando así daño progresivo en los riñones.
Algunos otros efectos sobre la salud que genera son:
diarreas, vómito, fractura de huesos, daño del sistema
nervioso central, daño en el sistema inmune, fallos en la
reproducción incluso posible infertilidad.

5.4.9 Tolueno
El tolueno o metilbenceno, es un compuesto
químico nocivo que está presente en el humo del
cigarrillo. Cuando esta sustancia es inhalada, el cuerpo
la descompone en ácido benzoico y ácido hipúrico
logrando expulsarlo, esta sustancia afecta el sistema
nervioso central debido a que genera en el organismo
cansancio, confusión, debilidad, pérdida de memoria,
náuseas, pérdida del apetito y pérdida de la audición y
la vista.

5.4.10 Acetona

La Acetona es una sustancia química presente en la


naturaleza, contenida en plantas (cebollas, tomates,
uvas), en alimentos tales como la leche, árboles, en los
gases volcánicos, en incendios forestales; en el cuerpo
humano, se encuentra como uno de los metabolitos de
la sangre y como un producto de la descomposición de
la grasa corporal. Está presente en los gases de
combustión de los vehículos, el humo del tabaco y
rellenos de seguridad. Los procesos industriales
aportan una mayor cantidad de acetona al ambiente que
los procesos naturales.[9]

La acetona es una sustancia muy tóxica que al ser


inhalada en el humo de los cigarrillos irrita las vías
respiratorias, genera fallas cardiovasculares en el
cuerpo y en ocasiones produce la muerte debido a
muchas taquicardias. Algunos de los síntomas cuando
se inhala esta sustancia en altas cantidades son dolor
de cabeza, confusión, náuseas y mareos.

5.4.11 Naftalina
La naftalina es una sustancia blanca, sólida con un olor
preponderante que se produce cuando se queman
combustibles. Es usada para la elaboración de los
desodorantes, no es muy tóxica pero en el momento
que es inhalada en el humo del cigarrillo, crea una
intoxicación afectando los glóbulos rojos de la sangre
de tal manera que ocasionará problemas circulatorios
y los glóbulos rojos que son los encargados de
transportar el oxígeno por el torrente sanguíneo hasta
los pulmones no lo podrán hacer.

5.4.12 Cloruro de vinilo


Es un gas incoloro muy inflamable, se genera por la
descomposición de otras sustancias como el
tricloroetano, tricloroetileno y el tetracloroetileno. Esta
sustancia está compuesta a partir del cloro y etileno si
es inhalada en grandes cantidades, hará que el fumador
se sienta mareado y le dé un poco de sueño. Cuando
esta sustancia logra entrar al organismo por medio del
humo del cigarrillo, afecta de una manera drástica el
hígado produciendo cáncer, problemas en los nervios y
daños en el sistema inmunológico.

5.4.13 Polonio
El polonio es un metaloide radiactivo que, al ser
inhalado por el humo de los cigarrillos, produce cáncer
en diversas partes del organismo por su alto nivel de
toxicidad, sobre todo en las vías respiratorias. Por tener
facilidad de solubilizarse en los líquidos logra circular
por todo el organismo por medio del torrente sanguíneo
siendo considerada como una sustancia carcinógena y
muy peligrosa. “Se calcula que los fumadores de 1,5
cajetillas (30 cigarrillos) diarias están expuestos a tanta
radiación como si fueran sometidos a 300 radiografías al
año.”[10]

5.4.14 Alquitrán
El alquitrán es una sustancia oscura, de carácter
viscoso, de olor fuerte, es una mezcla compleja de
compuestos orgánicos muchos de los cuales son
generados con el resultado de la combustión. Esta
sustancia mancha los dientes, los dedos y puede llegar
a generar cáncer de lengua o boca.

La mayoría del alquitrán que entra al cuerpo es


inhalado al estar contenido en el humo del tabaco y sale
del cuerpo en estado gaseoso. Cuando el humo está
siendo exhalado o expulsado del cuerpo algo del
alquitrán logra quedar impregnado en las vías
respiratorias. Cuando esta sustancia no es totalmente
expulsada del cuerpo es muy dañina, y al entrar al
organismo produce irritaciones en las vías respiratorias,
lo que hace que a las personas les empiece a dar una
leve rasquiña en la garganta generando la tos. Los cilios
de las vías respiratorias tratan de eliminar la materia
invasora, pero no pueden hacerlo del todo, por esto el
alquitrán logra llegar hasta los pulmones. A medida que
los residuos de alquitrán logran depositarse en las vías
respiratorias, las células empiezan a aumentar en
grandes cantidades hasta que después de un tiempo
aparece el cáncer de pulmón. Cuando este cáncer
aparece en el cuerpo humano, en un 95% de los casos
es mortal porque logra expandirse de una manera muy
rápida por todas las vías respiratorias y pasando luego
a otros órganos.
5.4.15 Nicotina
La nicotina es el principal alcaloide responsable de
los efectos del cigarrillo en el cuero humano. Los
efectos de la nicotina en el organismo, dependen la
dosis que se esté consumiendo. Esta sustancia al entrar
al organismo por las vías respiratorias se empieza a
comportar como un estimulante, produciendo mayor
atención y mejorando la memoria. Un fumador se vuelve
adicto al cigarrillo o, siendo más específico, a la nicotina
debido a que las personas que fuman mucho, tienen
altos niveles de nicotina en la sangre, pero cuando
estos empiezan a disminuir la persona siente necesidad
de fumar. Si, en este caso, el fumador no empieza a
consumir el cigarrillo, tendrá problemas de
concentración y nervios. Cuando hay circulación de la
nicotina en el organismo, esta es metabolizada en el
hígado por medio de un grupo de enzimas,
convirtiéndose luego en cotonina para que pueda ser
expulsada por el sistema digestivo. Cuando se está
fumando la nicotina hace que las neuronas liberen una
gran cantidad de dopamina, razón por la que los
fumadores sienten placer al fumar.

La nicotina se une a los receptores nicotínicos que


despolarizan las neuronas del área tegmental ventral;
estas neuronas liberan dopamina en las proximidades
de la sinapsis del núcleo accumbens, lo que conlleva
una sensación favorable, y facilita la repetición de dicha
conducta: una nueva ingesta de nicotina. Por este
motivo se han investigado diferentes genes que
controlan el metabolismo de la dopamina en la
búsqueda de posibles asociaciones con la dependencia
a la nicotina.[11]

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