Sunteți pe pagina 1din 18

LEY 40/2015, DE 1 OCTUBRE, DE RÉGIMEN JURÍDICO DEL SECTOR PÚBLICO

Fecha de publicación: El 2 de octubre de 2015.

Entrada en vigor: Al año de su publicación, es decir, el 2 de octubre de 2016, con las


siguientes excepciones:

- A los 20 días de su publicación, es decir, el 22 de octubre de 2015, algunas


modificaciones de la ley concursal, del texto refundido de la Ley de Contratos del Sector
Público y previsiones de restitución o compensación a partidos políticos -punto 4 de la
DF5ª; puntos 1 a 11 de la DF 9ª; DF 12ª-.

- A los seis meses de su publicación, es decir, 2 de abril de 2016, el apartado doce de la


DF9ª, sobre contratos, referida a la creación de la Oficina Nacional de Evaluación -punto 12
de la DF 9ª-.

- Al día siguiente de su publicación, es decir, el 3 de octubre de 2015, las disposiciones


indicadas en el punto 2 de la disposición de entrada en vigor -punto 2 DF 18ª-.

Dado lo extenso de la norma, a continuación haremos una análisis de los aspectos de


mayor interés para las entidades locales, diferenciándolos en apartados que faciliten la
lectura de esta circular siguiendo el orden de contenidos de la Ley.

Recordemos que el contenido de la Ley 30/1992 queda ahora desdoblado en la Ley


39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo de las Administraciones
Públicas (LPAC) y la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público
(LRJSP), regulando de forma separada y completa la organización administrativa por esta
Ley, y el procedimiento administrativo común por aquella, objetivo, no obstante, que no se
alcanza pues son varias las materias que quedan reguladas en ambas normas, por lo que
es inevitable su interrelación (algunas de ellas de gran trascendencia para las entidades
locales, como son la potestad sancionadora, la responsabilidad patrimonial, uso de medios
electrónicos...)

1. ÁMBITO SUBJETIVO DE LA LEY

Conforme a la denominación de la Ley, el ámbito subjetivo de esta Ley, definido en el


artículo 2, alcanza a todo el sector público que comprende:

- Administración General del Estado


- Administraciones de las Comunidades Autónomas
- Entidades que integran la Administración Local

1
- El sector público institucional.

La ley a su vez concreta qué debe entenderse por sector público institucional:

a) Cualesquiera organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o


dependientes de las Administraciones Públicas.

b) Las entidades de derecho privado vinculadas o dependientes de las Administraciones


Públicas, que quedarán sujetas a lo dispuesto en las normas de esta Ley que
específicamente se refieran a las mismas, y, en todo caso, cuando ejerzan potestades
administrativas.

c) Las Universidades públicas, que se regirán por su normativa específica, y


supletoriamente por las previsiones de esta Ley.

Conforme a este artículo 2, tendrán la consideración de Administraciones Públicas junto


con la Administración del Estado, de las Comunidades Autónomas y Entidades de la
Administración Local, los organismos públicos y entidades de derecho público del apartado
a).

En cuanto a las entidades de derecho privado del apartado b), por ejemplo las entidades
públicas empresariales, quedarán sometidas a la Ley “cuando ejerzan potestades
administrativas”.

2. RÉGIMEN DE ÓRGANOS DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS

En el Título Preliminar, capítulo II, se recoge el régimen general de órganos de las


administraciones públicas, de un modo similar al recogido en la Ley 30/1992. Es en este
capítulo donde ahora encontraremos la regulación de cuestiones como la competencia
irrenunciable de los órganos -art. 8- , la delegación de competencias -art. 9- , avocación
-art. 10-, encomiendas de gestión -art. 11-, delegación de firma y suplencia -art. 12 y 13-,
así como el régimen de la abstención y recusación -art. 23 y 24-. Dado que no hay cambios
reseñables respecto del régimen contenido anteriormente en la Ley 30/1992, no
efectuamos mayor comentario sobre estas cuestiones.

Sí queremos referirnos específicamente a los órganos colegiados. Su régimen jurídico se


encuentra en el Título Preliminar de la Ley y es continuista con el régimen anterior
contenido pero impone como novedad que la creación de órganos solo podrá hacerse
previa comprobación de que no exista ninguna duplicidad con los existentes. Se impone
además la generalización del uso de medios electrónicos para que los órganos colegiados
puedan constituirse, celebrar sus sesiones, adoptar acuerdos, elaborar y remitir las actas
de sus reuniones.

2
Con el nuevo régimen se robustece el papel del Secretario del órgano -art. 16- , sea o no
jurista, sea o no funcionario, sea o no de ese órgano o de otra unidad de la misma
Administración, ya que es el encargado de velar por la legalidad formal y material de las
actuaciones del órgano colegiado.

Este régimen de órganos colegiados -como sucedía en el marco legal anterior- es de


aplicación al ámbito local: mesas de contratación, tribunales de selección, consejos
sectoriales... e incluso a las comisiones informativas. No así al pleno, ya que la disposición
adicional vigésimoprimera lo excluye expresamente.

3. PRINCIPIOS DE LA POTESTAD SANCIONADORA

La Ley 40/2015 regula los principios de la potestad sancionadora en el capítulo IV del Título
Preliminar -art. 25 y ss.-, de un modo muy similar a los contenidos en la Ley 30/1992, si
bien debemos destacar estos cambios importantes:

1.- la disociación de la regulación de los principios respecto del procedimiento sancionador,


que ahora queda regulado en la Ley 39/2015 junto al procedimiento administrativo general.
Sobre procedimiento sancionador nos remitimos a nuestra quinta circular de esta Ley en la
que analizábamos cuestiones específicas y muy novedosas.

2.- a diferencia de la normativa anterior, no debemos perder de vista el art. 25.3 de la Ley
40/2015 de Régimen Jurídico del Sector Público donde se determina que los principios de
la potestad sancionadora son extensivos “al ejercicio por las Administraciones Públicas de
su potestad disciplinaria respecto del personal a su servicio cualquiera que sea la
naturaleza jurídica de la relación de empleo.”

3.- la regulación de la potestad sancionadora de esta Ley no es de aplicación al ejercicio de


esta potestad regulada en la legislación de contratos del sector público o en la legislación
patrimonial.

4.- conforme al artículo 28.1 la responsabilidad se exige a título de dolo o culpa, no como la
anterior ley que recogía también la simple inobservancia.

5.- el órgano sancionador podrá exigir también la reposición a la situación anterior y los
daños y perjuicios causados -art. 28.2-.

6.- se regula específicamente el reinicio del plazo de prescripción de las infracciones si se


paraliza el expediente durante más de un mes por causa no imputable al presunto infractor
-art. 30.2-; de igual modo se reinicia la prescripción del plazo para las sanciones si el
procedimiento de ejecución se paraliza por más de un mes por causa no imputable al
infractor -art. 30.3-.

3
4. DE LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE LAS AAPP.

La Ley 40/2015, en el capítulo V del Título Preliminar, recoge el régimen de responsabilidad


patrimonial de las AAPP, siguiendo la regulación ya tradicional en derecho español y la
contenida en la Ley 30/1992.

Destacamos de esta nueva regulación lo siguiente:

- Como novedad se regula en el artículo 32.5 el derecho a ser indemnizado como


consecuencia de aplicar una norma que se declara posteriormente contraria al derecho de
la Unión Europea.

- Toda la regulación sobre el procedimiento de responsabilidad se recoge ahora en la Ley


39/2015, a través de preceptos dispersos en la Ley: art. 65 -inicio de oficio-, 67 -inicio a
instancia de parte-, 81 -solicitud de informes y dictámenes- , 86.5 -terminación
convencional- , 91 -resolución- y 92 -competencia para resolver-. Sobre efectos del silencio
y plazo para resolución, su art. 24.1 y 91.2. Y recordemos que la Ley 39/2015 ha derogado
el RD 429/1993, de 26 de marzo, por el que se regulan los procedimientos de las AAPP en
materia de responsabilidad patrimonial.

- El plazo de prescripción de un año para reclamar no se contiene en la Ley 40/2015 sino


en el art. 67 de la Ley 39/2015.

Los presupuestos para que nazca responsabilidad se recogen en el art. 32.

La responsabilidad concurrente de AAPP no contiene novedades –art. 33-.

Los criterios de valoración –art. 34- son los establecidos en la legislación fiscal, de
expropiación forzosa y los considerados para el pago de seguros.

El art. 35, sobre responsabilidad de derecho privado, sigue en la línea de que conozca
estos asuntos, previa reclamación administrativa, la jurisdicción contencioso administrativa,
a pesar de las líneas jurisprudenciales contrarias. Dispone este artículo:

“Cuando las Administraciones Públicas actúen, directamente o a través de una entidad


de derecho privado, en relaciones de esta naturaleza, su responsabilidad se exigirá de
conformidad con lo previsto en los artículos 32 y siguientes, incluso cuando concurra
con sujetos de derecho privado o la responsabilidad se exija directamente a la entidad
de derecho privado a través de la cual actúe la Administración o a la entidad que cubra
su responsabilidad.”

Con un régimen similar al recogido por la Ley 30/1992, el art. 36 regula la exigencia de
responsabilidad patrimonial a autoridades y personal de las AAPP, si bien precisa el

4
procedimiento a seguir, a diferencia de la ley anterior que no lo regulaba. Nos remitimos al
36.4 que determina cuál debe ser este procedimiento.

Se concluye la regulación sobre responsabilidad patrimonial con el art. 37, sobre


responsabilidad penal.

5. FUNCIONAMIENTO ELECTRÓNICO DEL SECTOR PÚBLICO

En el capítulo V del Título Preliminar se recogen unos preceptos básicos del


funcionamiento electrónico del Sector Público, aplicable especialmente a las
Administraciones Públicas, también la local y sus entidades de derecho público
dependientes.

Se recoge la regulación de la sede electrónica y requisitos que debe tener ésta -artículo 38-
y la definición de qué es portal de internet -art. 39-

Los sistemas de identificación de las Administraciones Públicas -art. 40- se efectúan


mediante el uso de un sello electrónico, además de entenderse identificada la
Administración Pública respecto de la información que publica en su portal de internet.

Para la actuación administrativa informatizada que es aquella que se efectúa a través de


medios electrónicos sin intervención de forma directa de un empleado público la Ley dedica
dos artículos, el 41 y el 42. Para este tipo de actuación administrativa los sistemas de firma
son el sello electrónico de administración pública y el código seguro de verificación -ver art.
43-

El art. 43 recoge los presupuestos de la firma electrónica de los empleados públicos, que
es la que debe ser utilizada por tanto para su actuación como tales.

Recordamos que la identificación y firma de los interesados en un procedimiento -no de la


administración- se regula en los artículos 9 y 10 de la Ley 39/2015.

El art. 44 determina cómo se fijarán los requisitos para efectuar intercambios electrónicos
en entornos cerrados de comunicación entre AAPP o dentro de una misma administración.
Por último, señalamos que el art. 46 regula el archivo electrónico de documentos y los
requisitos a cumplir para ello.

6. RÉGIMEN DE LOS CONVENIOS ADMINISTRATIVOS

De modo novedoso el legislador sistematiza en el Título Preliminar, capítulo VI -arts. 47 a


53- el régimen de los convenios, determinando su marco legal y tipología, estableciendo

5
sus requisitos de validez y la obligación de remisión al Tribunal de Cuentas en
determinadas cuantías.

Por ser de gran interés a los Ayuntamientos, nos detendremos más en la exposición de
esta nueva regulación, que dada la generalidad con la que se ha desarrollado puede
entenderse afecta a gran número de convenios: convenios de colaboración con
particulares, convenios urbanísticos, convenios de colaboración entre administraciones
públicas, convenios de encomiendas de gestión y delegación de competencias entre
administraciones, convenios que otorgan subvenciones…. Estos convenios, nos
aventuramos a señalar en una primera interpretación de la norma, deberán de cumplir la
Ley 40/2015 y su normativa específica.

El artículo 47 define los convenios como acuerdos con efectos jurídicos celebrados por
sujetos de derecho público entre sí o con sujetos de derecho privado, diferenciándolos de
Protocolos Generales de Actuación o instrumentos similares que son meras declaraciones
de intenciones.

Los convenios no pueden tener por objeto prestaciones propias de los contratos, ya que en
este caso estaríamos ante la aplicación de la legislación de contratos del sector público.
Tampoco se regulan por la Ley 40/2015 los convenios que recojan encomiendas de gestión
o acuerdos de terminación convencional de procedimientos -art. 48.9-.

El art. 47.2 establece las distintas tipologías de convenios según las partes que intervienen
en los mismos, sin mayores consecuencias prácticas desde el punto de vista de la práctica
local.

Mayor interés tiene el artículo 48 que establece requisitos de validez y eficacia de los
convenios, que se perfeccionan con la prestación del consentimiento de las partes. Los
firmados por el Estado tienen eficacia una vez se inscriben en su correspondiente Registro.
Aquellos convenios que impliquen compromisos financieros deberán ajustarse a la
legislación presupuestaria.

Si el convenio recoge una subvención o supone una delegación de competencias en una


entidad local, deberá cumplirse además con la legislación correspondiente.

El artículo 49 fija el contenido de los convenios: sujetos firmantes, competencia con la que
actúan, objeto del convenio, obligaciones y compromisos económicos, consecuencias del
incumplimiento, mecanismos de seguimiento, régimen de modificación del convenio y plazo
de vigencia. Sobre el plazo, su duración debe ser determinada, y no superior a cuatro años,
prorrogable por otros cuatro años.

Este contenido tiene una gran importancia, sobre todo el relativo al plazo, ya que afecta
también a los convenios suscritos con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley 40/2015.

6
En este sentido, la disposición adicional octava obliga a que los convenios existentes se
adapten en el plazo de 3 años a contar de la entrada en vigor, por tanto, 2 de octubre de
2019. Para la duración de los convenios existe una adaptación automática, al quedar fijado
el límite de duración de la vigencia de convenios con duración indefinida el plazo de 4 años,
es decir, hasta el 2 de octubre del 2020.

El artículo 50 determina un trámite preceptivo para la suscripción de un convenio,


exigiéndose así que se acompañe de memoria justificativa que analice su necesidad y
oportunidad, impacto económico, carácter no contractual y cumplimiento de lo previsto en la
Ley 40/2015. Recoge el art. 50.2 previsiones específicas para el supuesto de que una de
las partes firmantes sea la Administración General del Estado o sus entes de derecho
público dependientes.

El artículo 51 regula la extinción de los convenios, recogiendo, entre otras, como causa de
extinción su incumplimiento y estableciendo el modo de actuar -mediante oportuno
requerimiento a la parte incumplidora- con carácter previo a la resolución por este motivo.
En caso de resolución, el artículo 52 detalla los efectos de esta.

Por último, el art. 53 establece la obligación de remisión al Tribunal de Cuentas de los


convenios (y sus modificaciones y extinción) en los que los compromisos económicos
superen los 600.000 €, remisión que deberá hacerse dentro de los tres meses siguientes a
su suscripción.

7. TÍTULO I: ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO

Este Título I, de carácter no básico, no contiene previsiones de aplicación al ámbito local al


regular la organización administrativa estatal. Por ello, obviamos entrar a comentar su
contenido.

8. TÍTULO II. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL SECTOR PÚBLICO


INSTITUCIONAL. PRECEPTOS APLICABLES AL ÁMBITO LOCAL

El Título II, referido a la organización y funcionamiento del sector público institucional, no


tiene en su mayor parte carácter básico, conforme dispone la disposición final
decimocuarta, siendo los artículos no básicos de aplicación exclusiva al sector público
estatal, por lo que no aludiremos a este Título si no de un modo muy incidental.

Del Título II, es de aplicación al ámbito local:

- El capítulo I, sector público institucional, artículos 81 a 83.


- Del capítulo II, III, IV y V, nada.

7
- Del capítulo VI, sobre consorcios, todo el capítulo salvo el art. 123.2.
- Del capítulo VII, sobre fundaciones, solo se aplica el artículo 129 y 134.

9. DEL SECTOR PUBLICO INSTITUCIONAL

¿Cuál es el sector público institucional local? Daremos respuesta no con esta Ley sino con
el contenido del artículo 2 del Real Decreto 1463/2007, de 2 de noviembre, por el que se
aprueba el reglamento de desarrollo de la Ley 18/2001, de 12 de diciembre, de Estabilidad
Presupuestaria, en su aplicación a las entidades locales, que relaciona las entidades
integrantes del Inventario de Entes del Sector Público Local, de las cuales eliminaremos la
administración territorial.

Determinado el sector público institucional local, debemos tener en cuenta que: el artículo
81 señala los principios de actuación del sector público institucional; los artículos 82 y 83
regulan el Inventario de Entidades del Sector Público, incluido el local, estableciendo los
artículos que sirven de presupuesto al mismo y dando respuesta a cuestiones como: ¿qué
es el inventario de entidades del sector público? ¿quién lo gestiona? ¿qué contenido tiene?
¿cómo se inscriben en él el sector público local? ¿quién está obligado a notificar los
cambios que se produzcan en el sector público local? En respuesta a estas últimas
cuestiones señalamos que la obligación es del órgano de dirección de la entidad, a través
de la Intervención.

Sobre el Inventario de entes del sector público recordemos que la disposición adicional
octava en el punto 2 impone la obligación de que en tres meses estén concluidos los
inventarios de sectores públicos local, autonómico y estatal, es decir, el 2 de enero de
2017.

10. LOS CONSORCIOS.

Concepto.

El artículo 118 de la Ley 40/2015 contiene una definición de qué es un consorcio,


recogiendo la concepción tradicional de este tipo de entidades, y de cuáles son sus
actividades propias. Su apartado 4 obliga a que en la denominación de los consorcios deba
figurar necesariamente la indicación «consorcio» o su abreviatura «C».

Aclaración del marco normativo que le es de aplicación. Contenido de los estatutos.

El artículo 119 determina cuál es el régimen jurídico de los consorcios en los siguientes
términos. Estas reglas, añadido a la derogación que se produce con la disposición
derogatoria única de esta Ley del régimen anterior sobre consorcios, nos obliga a

8
plantearnos qué normas actualmente están vigentes para los consorcios.

Para determinar cómo queda tras la Ley 40/2015 el régimen jurídico de los consorcios,
partiendo de lo dispuesto en el art. 119, concretaremos:

1.- que primeramente se aplica la Ley 40/2015, en sus artículos 118 a 127.

2.- que posteriormente entra en juego la Legislación autonómica, en nuestro caso, arts. 218
y 219 de la Ley 7/1999, de 9 de abril, de Administración Local de Aragón; el artículo 96 del
Decreto 346/2002, de 19 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Territorio y
Población de las Entidades Locales de Aragón y los artículos 321 a 328 del Decreto
347/2002, de 19 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Bienes, Servicios y
Obras de las Entidades Locales de Aragón.

Téngase en cuenta que el artículo 321. 3 del Decreto 347/2002, de 19 de noviembre, del
Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el Reglamento de Bienes, Actividades,
Servicios y Obras de las EELL de Aragón, consideraba como Entes Locales a aquellos
consorcios que se constituyan entre Entidades Locales para la gestión de servicios de su
competencia, así como aquellos cuya finalidad sea la gestión de competencias locales en
los que participe, de forma minoritaria, la Administración de la Comunidad Autónoma. Este
precepto fue declarado nulo por la STSJ de Aragón de 13 de noviembre de 2006, por
extralimitarse respecto de la ley estatal y la propia Ley aragonesa y no tener, por tanto,
cobertura legal. No obstante no ser entidad local -naturaleza que sí le otorga muchas
sentencias del Tribunal Supremo- el consorcio local sería administración pública y sector
público local, pero no en puridad de términos de un ente local.

3.- Los Estatutos propios del Consorcio.

4.- En lo no previsto en las normas anteriores, Código Civil y art. 97 de la Ley 40/2015.

5.- Por último, y como normas supletorias, las establecidas en la Ley 7/1985 –que no
dispone específicas de los consorcios, por lo que la remisión es genérica al régimen de
entes locales- y la LERSAL.

De esta última Ley serán de aplicación las siguientes disposiciones:

“Disposición adicional decimotercera. Consorcios constituidos para la prestación de


servicios mínimos

El personal al servicio de los consorcios constituidos, antes de la entrada en vigor de


esta Ley, que presten servicios mínimos a los que se refiere el artículo 26 de la Ley
7/1985, de 2 de abril, reguladora de las bases de Régimen Local, podrá integrarse por
quienes no sean personal funcionario o laboral procedente de una reasignación de

9
puestos de trabajo de las Administraciones participantes en el consorcio.”

Esta DA 13ª no tiene juego a la vista de lo dispuesto en el artículo 121 de la Ley 40/2015
que reproduce sus previsiones y añade excepcionalmente que pueda autorizarse la
contratación de personal por parte del consorcio.

Y de la LRBRL tiene que tenerse presente lo dispuesto en el art. 57.3:

“3. La constitución de un consorcio solo podrá tener lugar cuando la cooperación no


pueda formalizarse a través de un convenio y siempre que, en términos de eficiencia
económica, aquélla permita una asignación más eficiente de los recursos económicos.
En todo caso, habrá de verificarse que la constitución del consorcio no pondrá en riesgo
la sostenibilidad financiera del conjunto de la Hacienda de la Entidad Local de que se
trate, así como del propio consorcio, que no podrá demandar más recursos de los
inicialmente previstos.”

Debe tenerse en cuenta para completar su régimen jurídico que los consorcios de que sea
parte una entidad local tendrán naturaleza de administración pública, y formarán parte del
sector público estatal, autonómico o local dependiendo de las entidades que lo conforman y
su porcentaje de participación.

Para determinar a qué administración se adscribe, el artículo 120 establece las reglas
pertinentes, a las que nos remitimos.

Que un consorcio local –no nos referimos a otros consorcios privados- no tenga la
naturaleza de ente local en puridad de términos, no implica que no tenga naturaleza de
administración pública -art. 2.3 de esta Ley 40/2015-. Por este motivo, el funcionamiento del
mismo será similar al de un ente local, puesto que se le aplicará el derecho administrativo,
conforme a él se seleccionará su personal, conforme a él contratará -TRLCSP-, su
contabilidad será publica …

El contenido de los Estatutos, que es la norma propia de funcionamiento del Consorcio,


debe cumplir con el contenido mínimo exigido por el art. 124 de la Ley 40/2015 –a cuya
lectura nos remitimos-, así como con lo señalado en el art. 219 de la Ley aragonesa. La ley
estatal, respecto de la aragonesa, añade que debe contenerse en los estatutos la sede y
objeto, los participantes con su aportación, la posibilidad de que se regule la suspensión de
voto por los miembros que incumplan las obligaciones, especialmente las financieras, y las
causas de disolución.

Aportaciones a los consorcios

Las garantías de las aportaciones financieras a los consorcios contempladas por la Ley
40/2015 son tres, reguladas en distintos preceptos:

10
- la disposición adicional décima, conforme a la cual cuando las Administraciones Públicas
o cualquiera de sus organismos públicos o entidades vinculados o dependientes sean
miembros de un consorcio, no estarán obligados a efectuar la aportación al fondo
patrimonial o la financiación a la que se hayan comprometido para el ejercicio corriente si
alguno de los demás miembros del consorcio no hubiera realizado la totalidad de sus
aportaciones dinerarias correspondientes a ejercicios anteriores a las que estén obligados.

- el art. 124 que permite que los Estatutos regulen la suspensión de derechos de voto o
participación en la formación de acuerdos de aquellos entes consorciados que no cumplan
con sus obligaciones, especialmente las de financiación de las actividades del consorcio.

- e igualmente se protege al miembro cumplidor del no cumplidor otorgando al primero el


derecho a separarse del consorcio, conforme prevé el art. 125 de la Ley.

Separación de un miembro del consorcio

Ya los artículos 12, 13, 14 y 15 y disposición adicional sexta de la Ley 15/2014, de 16 de


septiembre, de racionalización del Sector Público y otras medidas de reforma
administrativa, contenían el derecho de separación de un miembro y procedimiento para
ello.

En esta misma línea, los artículos 125 y 126 de la Ley 40/2015. Celoso el legislador con
que las partes cumplan las obligaciones financieras, se regula como derecho a la
separación si algún miembro no cumple; también se regula como causa de separación de
un ente local el dejar de prestar el servicio de acuerdo con la Ley 7/1985.

Los efectos del ejercicio del derecho de separación se contemplan en el art.126, al que nos
remitimos.

Disolución del consorcio

El art. 127 contempla la disolución del consorcio y el procedimiento para ello. Nos
remitimos a este precepto.

11. LAS FUNDACIONES DEL SECTOR PÚBLICO ESTATAL: ARTÍCULOS APLICABLES


AL ÁMBITO LOCAL.

El capítulo VII del Título II recoge la regulación de las fundaciones del sector público
estatal, regulación que se contempla con la disposición derogatoria única a la que nos
hemos ya referido.

De su articulado solo son de aplicación dos preceptos para el ámbito local a los que nos

11
vamos a referir:

- El artículo 129, sobre el régimen de adscripción de las fundaciones a efectos de


determinar a qué sector público pertenecen -estatal, autonómico o local- con la
consecuencia del régimen jurídico que le pueda ser aplicable.

- El artículo 134, sobre a quién le corresponde el protectorado de la fundación. Nos


remitimos a su lectura, que comentamos.

El Protectorado, conforme a la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones –artículo


34- “… velará por el correcto ejercicio del derecho de fundación y por la legalidad de la
constitución y funcionamiento de las fundaciones” y será ejercido por la Administración
General del Estado, en la forma que reglamentariamente se determine, respecto de las
fundaciones de competencia estatal, o por la comunidad autónoma.

Rercordemos que la Ley 7/1999, de 9 de abril, de Administración Local de Aragón, en su


art. 217 alude a las fundaciones locales en los siguientes términos:

“Las entidades locales, para la realización de fines de su competencia, podrán constituir


fundaciones y participar en su creación con otras entidades públicas o privadas y
particulares, de acuerdo con la legislación general sobre fundaciones. Los
correspondientes acuerdos deberán adoptarse con el voto favorable de la mayoría
absoluta del número legal de miembros de la Corporación y cumplir los requisitos
legales establecidos para la disposición de sus bienes.”

12.TÍTULO III. RELACIONES INTERADMINISTRATIVAS.

El Título III se estructura en cuatro capítulos:

- Capítulo I, sobre principios de las relaciones interadministrativas, con un único


precepto, el artículo 140. Contiene los principios (lealtad institucional, colaboración,
cooperación, coordinación, eficiencia, responsabilidad, garantía e igualdad de derechos,
solidaridad interterritorial) que deben regir entre las administraciones, y no se corresponde
con los principios que antes se recogían en la normativa administrativa en los artículos 55
de la Ley 7/1985 o art. 4 de la Ley 30/1992, preceptos estos que se corresponden ahora
con el deber de colaboración.

- Capítulo II, que impone el deber de colaboración entre AAPP, artículos 141 y 142. Se
corresponde con los artículos 55 de la Ley 7/1985 y art. 4 de la Ley 30/1992.

De este deber de colaboración debemos resaltar, por su importancia futura, el deber de


facilitar información entre administraciones -art. 141.1 c)-, ya que este precepto (junto con

12
el artículo 155 que luego citaremos) deben garantizar la trasmisión de datos entre
administraciones, cuestión esencial para cuando un ente local precise datos y documentos
en expedientes iniciados a instancia de parte o de oficio, ya que con la nueva Ley 39/2015
el particular no está obligado a presentar ningún documento elaborado por otra
administración pública -art. 28.2 de la Ley 39/2015 y art. 53.1 d)-.

Precisamente una de las técnicas de colaboración es el suministro de información -art. 142


Ley 40/2015-. Este suministro se efectuará por medio de la plataforma de intermediación de
servicios (Servicio de Verificación y Consulta de Datos: Plataforma de Intermediación).

- El capítulo III regula las relaciones de cooperación. Establecen los art. 143 y 144 los
presupuestos de la cooperación entre administraciones, desarrollando los artículos 145 y ss
los órganos de cooperación:

- conferencia de presidentes, art.146;


- conferencias sectoriales, artículos 147 a 151;
- comisiones sectoriales y grupos de trabajo, art. 152;
- comisiones bilaterales, art. 153;
- comisiones territoriales de coordinación, art. 154.

De todos estos órganos, las CCLL solo pueden participar en el último de ellos.

El capítulo IV regula específicamente las relaciones electrónicas entre las


administraciones. Determina el art. 155 el deber de facilitar datos a otras AAPP que lo
precisen -deber impuesto en el art.141.1 c)- para el ejercicio de sus competencias.

El art. 156, sobre el esquema nacional de interoperabilidad y seguridad, da cobertura legal


a que las administraciones cumplan estos parámetros que deben permitir la conexión de
datos entre ellas y la seguridad. Estos esquemas se regulan actualmente en dos normas
reglamentarias:

- Real Decreto 4/2010, de 8 de enero, por el que se regula el Esquema Nacional de


Interoperabilidad en el ámbito de la Administración Electrónica.

- Real Decreto 3/2010, de 8 de enero, por el que se regula el Esquema Nacional de


Seguridad en el ámbito de la Administración Electrónica.

Cierran este capítulo los artículos 157 y 158, sobre reutilización de sistemas y aplicaciones
y transferencia tecnológica entre AAPP. Resaltamos la obligación impuesta en el art. 157.3:

“3. Las Administraciones Públicas, con carácter previo a la adquisición, desarrollo o al


mantenimiento a lo largo de todo el ciclo de vida de una aplicación, tanto si se realiza
con medios propios o por la contratación de los servicios correspondientes, deberán

13
consultar en el directorio general de aplicaciones, dependiente de la Administración
General del Estado, si existen soluciones disponibles para su reutilización, que puedan
satisfacer total o parcialmente las necesidades, mejoras o actualizaciones que se
pretenden cubrir, y siempre que los requisitos tecnológicos de interoperabilidad y
seguridad así lo permitan.

En este directorio constarán tanto las aplicaciones disponibles de la Administración


General del Estado como las disponibles en los directorios integrados de aplicaciones
del resto de Administraciones.

En el caso de existir una solución disponible para su reutilización total o parcial, las
Administraciones Públicas estarán obligadas a su uso, salvo que la decisión de no
reutilizarla se justifique en términos de eficiencia conforme al artículo 7 de la Ley
Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad
Financiera.”

Pensemos que un Ayuntamiento quiere adquirir una aplicación de registro electrónico, de


archivo, de portal de transparencia, de perfil de contratante … Será presupuesto para su
contratación cumplir con este precepto.

13. DISPOSICIÓN FINAL DECIMOSÉPTIMA: ADAPTACIÓN NORMATIVA.

Conforme a la Disposición final decimoséptima -Adaptación normativa-, en el plazo de un


año a partir de la entrada en vigor de la Ley (con carácter general antes del 2 de octubre de
2017), se deberán adecuar a la misma las normas estatales o autonómicas que sean
incompatibles con lo previsto en esta Ley.

Los consorcios creados por una ley singular aprobada por las Cortes Generales con
anterioridad a la aprobación de esta Ley seguirán rigiéndose por su legislación especial
hasta que se produzca la citada adaptación normativa.

14. DISPOSICIÓN FINAL DECIMOTERCERA. REFERENCIAS NORMATIVAS.

En tanto se produzca la adaptación anterior, las referencias hechas a Ley 30/1992, de 26


de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común se entenderán hechas a la Ley del Procedimiento Administrativo
Común de las Administraciones Públicas o a la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público,
según corresponda.

14
15. DISPOSICIONES TRANSITORIAS.

La Ley 40/2015 recoge cuatro disposiciones transitorias. Las disposiciones transitorias


primera a tercera se refieren al sector público estatal, no afectando, por tanto, al ámbito
local. La disposición transitoria cuarta sí afectó a las entidades locales ya que contiene las
reglas de aplicación transitoria de las modificaciones de la legislación de contratos:

“Disposición transitoria cuarta Régimen transitorio de las modificaciones introducidas en


la disposición final novena

Lo dispuesto en la disposición final novena será de aplicación a los expedientes de


contratación iniciados con posterioridad a la entrada en vigor de dicha disposición. A
estos efectos se entenderá que los expedientes de contratación han sido iniciados si se
hubiera publicado la correspondiente convocatoria del procedimiento de adjudicación del
contrato. En el caso de procedimientos negociados, para determinar el momento de
iniciación se tomará en cuenta la fecha de aprobación de los pliegos.”

16. DISPOSICIÓN FINAL DECIMOCUARTA. TÍTULO COMPETENCIAL.

Siempre deben tomarse en consideración los títulos competenciales de las leyes ya que
ayudan a clarificar las antinomias que puedan originarse entre la normativa autonómica y la
normativa estatal. De su lectura extraemos qué preceptos no serán aplicables a entes
locales, como los referidos a la administración estatal y al sector público estatal.

No tiene carácter básico y se aplica exclusivamente a la Administración General del Estado


y al sector público estatal lo previsto en:

a) La subsección 2.ª referida a los órganos colegiados de la Administración General del


Estado de la sección 3.ª del capítulo II del Título preliminar.

b) El Título I relativo a la Administración General del Estado.

De todo el Título II, relativo a la organización y funcionamiento del sector público


institucional, solo se aplica a las entidades locales el Capítulo VI relativo a los Consorcios,
salvo el artículo 123.2, del Capítulo VII de las fundaciones del sector público estatal solo
los artículos 129 y 134.

No se aplica al ámbito local lo dispuesto en las disposiciones adicionales: cuarta, sobre


adaptación de entidades y organismos estatales, quinta, sobre gestión compartida de
servicios comunes en organismos públicos estatales, sexta, sobre medios propios, séptima,
sobre el registro electrónico estatal de órganos e instrumentos de cooperación, undécima,
sobre conflictos de atribuciones intraministeriales, duodécima, sobre Autoridades Portuarias

15
y Puertos del Estado, decimotercera, relativa a las entidades de la Seguridad Social,
decimocuarta, sobre la organización militar, decimoquinta, relativa al personal militar, la
decimosexta, sobre Servicios territoriales integrados en las Delegaciones del Gobierno,
decimoséptima, relativa a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, la decimoctava
relativa al Centro Nacional de Inteligencia, la decimonovena relativa al Banco de España y
la vigésima relativa al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria.

17. MODIFICACIONES EN LA LEY DE PATRIMONIO Y EN LA LEY GENERAL DE


SUBVENCIONES. LA MODIFICACIÓN DE LA LEY GENERAL PRESUPUESTARIA.

No tienen relevancia las modificaciones en la Ley de Patrimonio de las AAPP (sobre


régimen aplicable a sector público estatal), la Ley General de Subvenciones (sobre órganos
competentes estatales para otorgar subvenciones) y la Ley General Presupuestaria (que
define el sector público estatal y la clasificación de este en sector público administrativo,
empresarial y fundacional), puesto que se refieren a cuestiones estatales.

18. LA DISPOSICIÓN FINAL NOVENA. MODIFICACIONES EN LA LEGISLACIÓN DE


CONTRATOS Y EL RÉGIMEN DE PROHIBICIONES PARA CONTRATAR.

Dentro del régimen de novedades que se incluyen en la Ley 40/2015 hay una una cuestión
de gran importancia para las AAPP y como no para las entidades locales. La Disposición
final novena de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, a
través de trece apartados, introduce diversas modificaciones en el Texto Refundido de la
Ley de Contratos del Sector Público.

Dichas modificaciones afectan: al régimen de las prohibiciones de contratar y sus efectos


-arts. 60, 61 y nuevo 61 bis-; a los criterios de adjudicación en los contratos de concesión
de obra pública o gestión de servicios públicos cuando se prevea la posibilidad de que se
efectúen aportaciones públicas a la construcción o explotación -art. 150.2-; y al régimen
jurídico de las concesiones -arts. 150,2, 254, 256, 261, nuevo 271 bis y 288-. Estas
modificaciones entraron en vigor, conforme a la D.F. 18ª. 1 de la ley 40/2015, a los veinte
días de su publicación, por tanto, el 22 de octubre de 2015.

Así mismo, se incorpora una nueva disposición adicional trigésimo sexta relativa a la
creación, composición y régimen jurídico de la Oficina Nacional de Evaluación que tiene
como finalidad analizar la sostenibilidad financiera de los contratos de concesiones de
obras y los de servicios públicos, que entrará en vigor al año de publicación de la norma.

E igualmente se incorpora una nueva disposición transitoria décima referida a la prohibición


de contratar a que se refiere el art. 60. 1.d) por incumplimiento de la cuota de reserva de
puestos de trabajo para personas con discapacidad, que no será efectiva en tanto no se

16
desarrolle reglamentariamente y se establezca qué se entiende por el cumplimiento de
dicho requisito.

Dado que sobre esta cuestión ya elaboramos en su momento una circular informativa, no
hacemos mayor análisis de este cambio, sobre el que puede consultarse las
interpretaciones que ya se han llevado a cabo por el Informe 10/2016, de 18 de mayo, de la
Junta Consultiva de Contratación Administrativa de la Comunidad Autónoma de Aragón,
que exige exista un conflicto real, no operando automáticamente esta causa por el hecho
de que exista parentesco. E igualmente, el informe de 3 de abril de 2016 de la Junta
Superior de Contratación Administrativa de Valencia, que recoge criterios interpretativos no
del todo coincidentes con la interpretación de la Junta aragonesa.

19. DISPOSICIÓN DEROGATORIA

Por la Ley 40/2015 quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se
opongan, contradigan o resulten incompatibles con lo dispuesto en la presente Ley y, en
especial -y referidas en gran parte al régimen local-:

a) El artículo 87 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen


Local.

b) El artículo 110 del texto refundido de las disposiciones legales vigentes en materia
de Régimen Local aprobado por el Real Decreto Legislativo 781/1986, de 18 de abril.

Ambos preceptos venían referidos al régimen de los consorcios, que pasa ahora a
regularse exclusivamente por esta Ley.

c) Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración


General del Estado.

d) Los artículos 44, 45 y 46 de la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones.

Estos artículos regulaban la creación de fundaciones en el sector público estatal, sin interés
por tanto para las entidades locales.

e) Ley 28/2006, de 18 de julio, de Agencias estatales para la mejora de los servicios


públicos.

f) Los artículos 12, 13, 14 y 15 y disposición adicional sexta de la Ley 15/2014, de 16


de septiembre, de racionalización del Sector Público y otras medidas de reforma
administrativa.

17
Estos preceptos venían referidos al régimen de los consorcios, que pasa ahora a regularse
exclusivamente por esta Ley.

g) El artículo 6.1.f), la disposición adicional tercera, la disposición transitoria segunda


y la disposición transitoria cuarta del Real Decreto 1671/2009, de 6 de noviembre, por el
que se desarrolla parcialmente la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los
ciudadanos a los servicios públicos.

Para comprender el alcance de esta derogación debemos tener en cuenta que esta norma
no es aplicable directamente a entes locales. El artículo 6.1 f) se refería al contenido de la
sede electrónica, y que obligaba a que en ella figuraran las normas de creación de
registros. La DA tercera se refería a publicación de un directorio de sedes electrónicas en el
Estado, y las disposiciones transitorias citadas se referían a cómo hacer notificaciones
electrónicas y adaptación al Esquema Nacional de interoperabilidad de las sedes
electrónicas.

h) Los artículos 37, 38, 39 y 40 del Decreto de 17 de junio de 1955 por el que se aprueba el
Reglamento de Servicios de las Corporaciones locales.

Estos artículos determinaban el régimen de los consorcios, que ya no eran de aplicación


práctica en Aragón al disponer de un régimen concreto recogido en la Ley de
Administración Local de Aragón y los decretos que la desarrollan y a los que ya hemos
aludido al analizar la regulación de los consorcios.

18

S-ar putea să vă placă și