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Commented [LB1]: CLASICA

Economía clásica
Portada del libro de Adam Smith, La riqueza de las naciones.
La economía clásica, también conocida como
Economía política, es una escuela de pensamiento
económico cuyos principales exponentes son Adam
Smith, Jean-Baptiste Say y David Ricardo. Es
considerada por muchos como la primera escuela
moderna de economía. Incluye también autores tales
como Karl Marx, Thomas Malthus, William Petty y
Frédéric Bastiat, algunos incluyen, entre otros, a
Johann Heinrich von Thünen. Generalmente se
considera que el último clásico fue John Stuart Mill.
El término "economía clásica" fue acuñado por Marx
para referirse a la Economía ricardiana – la economía
de Ricardo y James Mill y sus antecesores – pero su
uso se generalizó para describir también tanto a los
seguidores de Ricardo y Mills como a todos los
influidos por las percepciones generales de esos
autores,[1] incluido Marx mismo.[2]
Orígenes
Normalmente se considera como el comienzo de la economía clásica la publicación, en 1776, de
"Una investigación
sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones" — generalmente conocido como La
riqueza de las
naciones. La escuela estuvo activa hasta mediados del siglo XIX. A pesar de su rechazo al
mercado libre, la escuela
de economía más grande que todavía se adhiere a las formas clásicas es la escuela marxista. Sin
embargo, la Nueva
economía clásica esta fuertemente influida por las percepciones generales de la escuela.
En adición a la obra de Smith, generalmente se considera que los textos fundamentales de la
economía clásica son
los Principios de economía política y tributación de Ricardo (1814) [3] y los Principios de economía
política, con
algunas de sus aplicaciones a la filosofía social, de John Stuart Mill (1848)[4] ambas obras siendo
de uso general en
las cátedras de “economía política” hasta la introducción de los “Principios de economía” de Alfred
Marshall (1890).
Otro texto cuya importancia no puede ser ignorada es El Capital, de Marx (1867).
Los economistas clásicos intentaron, y en parte lograron, explicar el crecimiento y el desarrollo
económico. Crearon
sus teorías acerca del “estado progresivo” de las naciones en una época en la que el capitalismo
se encontraba en
pleno auge tras salir de una sociedad feudal y en la que la revolución industrial provocaba enormes
cambios sociales.
Los economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo que se centraba
en los intereses
personales del gobernante y/o las clases gobernantes. El fisiócrata François Quesnay y Adam
Smith, por ejemplo,
identificaron la riqueza de la nación con el producto nacional bruto, en lugar de con la tesorería del
rey o del estado.
Smith veía este producto nacional como derivado del trabajo aplicado a la tierra y al capital. Ese
producto nacional
se divide "naturalmente" entre trabajadores, terratenientes y capitalistas, en la forma de salario,
renta e interés.
Fue desplazada en gran parte por escuelas marginalistas de pensamiento, que derivaba su
concepto de valor de la
utilidad marginal que los consumidores encontraron en un bien en lugar del costo de los gastos
envueltos en
producirlo. Sin embargo, algunas de las percepciones clásicas fueron incorporadas en la escuela
neoclásica, que
comenzó en el Reino Unido a partir del trabajo de Alfred Marshall.
Economía clásica 2
Metodología de los clásicos
La metodología de los clásicos estaba fuertemente influida por los desarrollos científicos
tempranos,[5] derivados de
Newton y la tradición crítica o analítica trazable a Kant.[6]
Los clásicos buscaban fundar sus posiciones en el estudio empírico o de la realidad a fin de
formular, generalmente,
modelos conceptuales que les permitieran enunciar leyes naturales relevantes al área de estudio, [7]
consecuentemente
utilizaban extensiva, pero no exclusivamente, el razonamiento inductivo. [8]
Lo anterior parece sugerir, en general, una concepción "estática" de las relaciones económicas,
en el sentido que
esas se basan o deben a leyes las que, al igual que las leyes físicas, se supone son eternas y
universales. Pero eso no
se debe interpretar como significando que se carezca de cualquier "flexibilidad" o "libertad" en
relación a los
procesos o el sistema que implementan esas leyes sino más bien como una sugerencia que, si
las leyes son
conocidas y explotadas, dan origen, en las palabras de Smith, a "... planes muy diversos en la
manera general de
emplearlo, pero no todos estos planes conducen igualmente a incrementar el producto. La política
de unas naciones
ha fomentado extraordinariamente las actividades económicas rurales, y la de otras, las urbanas.
Difícilmente se
encontrara una nación que haya tratado con la misma igualdad e imparcialidad esas distintas
actividades. Desde la
caída del Imperio Romano la política de Europa ha favorecido más las artes, las manufacturas y el
comercio,
actividades económicas propias de las ciudades, que la agricultura, actividad económica rural. En
el Libro tercero se
explican las circunstancias que dieron origen a esa política, y aconsejaron aplicarla.". Dado un plan
exitoso se
obtiene: "La gran multiplicación de producciones en todas las artes, originadas en la división del
trabajo, da lugar, en
una sociedad bien gobernada, a esa opulencia universal que se derrama hasta las clases inferiores
del pueblo. Todo
obrero dispone de una cantidad mayor de su propia obra, en exceso de sus necesidades, y como
cualquier otro
artesano, se halla en la misma situación, se encuentra en condiciones de cambiar una gran
cantidad de sus propios
bienes por una gran cantidad de los creados por otros; o lo que es lo mismo, por el precio de una
gran cantidad de los
suyos. El uno provee al otro de lo que necesita, y recíprocamente, con lo cual se difunde una
general abundancia en
todos los rangos de la sociedad."[9]
El asunto de si es posible o no considerar las “leyes económicas” como leyes naturales permanece
en la actualidad
(principios de segunda década del siglo XXI, y a partir del análisis de Alfred Marshall [10])
debatido.[11][12]
Objetivos o áreas de interés
Como es generalmente aceptado[13] la economía o escuela clásica tiene las siguientes áreas de
interés.
• El foco de atención son los grupos o clases de individuos. La economía clásica (llamada
economía política)
estudia lo que determina los salarios recibidos por los trabajadores en general más que lo que
cada trabajador
individual recibe; o qué ocasiona que la tasa de ganancia suba o baje, más que los factores que
ocasionan la
ganancia de una empresa particular, etc.
• Interés en la generación e incremento de la riqueza general o de las naciones[14][15]— lo que
ahora se conoce
como Crecimiento económico — El aumento en la riqueza era conceptualizado debido a la
generación de lo que
desde los tiempos de los fisiócratas se llamaba plusvalía. Por ejemplo, el resultado de la
producción agrícola es
-generalmente- superior a la semilla usada. Esa cantidad "extra" es plusvalía e implica que la
riqueza ha
aumentado. Esa generación de plusvalía es percibida como dependiente, no solo de los factores
de producción
sino de una multitud de elementos y fenómenos tales como la formas de organización e
intercambio de los
mismos, tanto a nivel empresarial como social. El famoso ejemplo de la fabricación de alfileres de
Adam Smith
muestra como una nueva forma de organización de la producción lleva a una producción superior o
extra a la
obtenida anteriormente, sin uso de recursos -trabajo, bienes de capital, etc- adicionales (ver
División del trabajo).
Adicionalmente a partir de los clásicos el como el gobierno se aproxime a las actividades
productivas, por
ejemplo, permitiendo o restringiendo la libertad de comercio, no puede ser ignorado en el análisis
económico.
Economía clásica 3
Doctrinas y “leyes económicas" clásicas
Es necesario notar que no todos los clásicos compartían la totalidad de ya sea estas asunciones
generales y leyes
económicas o la interpretación de ellas. Sin embargo, los clásicos como escuela si pueden ser
caracterizados por
ellas.[16]
Asunciones generales
• Doctrina del interés propio o Egoísmo psicológico. Los clásicos asumen que la motivación básica
y natural de los
individuos es el interés propio. Los productores producen no porque deseen hacer el bien, sino
porque les
conviene. Los consumidores compran no porque les interese el bienestar de los productores, sino
porque
consideran que lo que compran les es útil, etc. (ver, por ejemplo: Ética en David Hume ).
• Doctrina de la racionalidad de los individuos. La característica principal de los seres humanos es
que son animales
racionales. Las personas actúan —o consiguen sus objetivos— más efectivamente cuando lo
hacen de acuerdo a
la razón (ver Racionalismo y Empirismo).
• Doctrinas de la competencia y la cooperación. Los individuos persiguen racionalmente sus
intereses a veces
compitiendo y a veces cooperando. Smith enfatizo las ventajas de la competencia individual,
sugiriendo que esos
intereses competitivos individuales convergen, como dirigidos por una "mano invisible", en el
interés común
(Doctrina de la armonía de los intereses). Ricardo [17] y esos influidos por el (especialmente
Marx[18]), se
centraron en la competencia de grupos o clases (ver lucha de clases). Stuart Mill promovió las
ventajas de la
cooperación.[19]
• Doctrina del trabajo como fuente de toda riqueza y valor. Por ejemplo, Adam Smith comienza su
"La riqueza de
las naciones" estableciendo que "El trabajo anual de un país es el fondo que originalmente le
proporciona todas
las cosas necesarias y convenientes para la vida y que anualmente consume; y esas cosas son
siempre ya sea el
producto inmediato de ese trabajo, o lo que es comprado en otros países con ese producto.". [20]
• Doctrina del desarrollo o progreso. A partir de Turgot los procesos económicos son percibidos
como teniendo
lugar en tiempos históricos, lo que lleva a los clásicos a una concepción de progreso evolutivo. (ver
"La madurez
de la idea del progreso: el aporte francés" en progreso). Todos los clásicos avanzan teorías de
etapas de desarrollo
económico social, las que generalmente, pero no siempre (ver Malthusianismo) culminan en una
etapa de
abundancia y bienestar general. Esas etapas a su vez pueden ser sub divididas en momentos o
estadios, el todo
basado en la aplicación (intencional o no) de leyes económicas. Así, por ejemplo, en el esquema
de Smith la
progresiva división del trabajo está estrechamente relacionada con otros dos fenómenos: la
acumulación de capital
y la extensión gradual del mercado. La acumulación de capital permite alcanzar grados de
especialización cada
vez mayores y esto da lugar a un aumento continuo de la productividad del conjunto de factores
productivos.[21][22]
• Doctrina de la mínima distorsión de actividades económicas. Si las “leyes económicas” son leyes
naturales cuya
aplicación conduce a la eficiencia económica, a lo menos que se distorsione su funcionamiento, lo
más eficiencia.
Los procesos económicos eran considerados como capaces de autoregulación, en otras palabras,
las fuerzas
económicas por si mismas dirigirán la producción, intercambio y consumo a su nivel más eficiente.
Esto
generalmente se interpreta, en la actualidad — pero no del todo correctamente,[23] como
significando “mínima
intervención estatal”, laissez faire o Mercado libre: a lo menos gobierno, lo mejor. La acción del
estado debe
confinarse a enforzar los derechos individuales (especialmente el de propiedad), proveer la
defensa nacional y
algunos servicios públicos de interés general (justicia, algunos tipos de educación, etc).
Economía clásica 4
Principales "leyes" económicas
• Ley de Petty y Ley de Engel: El progreso técnico reduce los costos de transporte, lo que aumenta
los ingresos (o
poder de compra de los mismos) de la población en general y expande y transforma el mercado,
facilitando así el
crecimiento urbano y la expansión de la producción.
• Ley de los mercados: La riqueza depende de la producción. Cuantos más bienes se produzcan,
más bienes
existirán, que constituirán una demanda para otros bienes, lo que tiende a una situación (que los
clásicos
denominaban Estado progresivo) en la cual todos los recursos se emplean al máximo, a beneficio
general.
• Ley de la oferta. Dado que ciertos bienes se pueden vender (en otras palabras: dada la existencia
de deseo por
ciertos bienes) el “valor de cambio” o precio de los mismos depende de la oferta. Si hay un solo
productor, o los
productores actúan en conjunto, los precios serán los de monopolio (es decir, los más altos
posibles). Si hay
varios productores y hay competencia, los precios decaerán al límite posible: el costo de
producción o precio
natural[24] (Teoría del valor como costo de producción) (nótese que ese precio natural incluye los
"salarios" tanto
del trabajo como del capital y los recursos naturales, incluyendo la renta financiera). No es que los
clásicos
ignoraran la demanda, es que no la consideraban importante en el largo plazo: "Por abundante que
sea la
demanda, nunca puede elevar permanentemente el precio de una mercancía sobre los gastos de
su producción,
incluyendo en ese gasto la ganancia de los productores. Parece natural por lo tanto buscar la
causa de la variación
del precio permanente en los gastos de producción. Disminuyase esos y (el precio de) la
mercadería debe
finalmente decaer, aumentense y seguramente subirán. ¿Qué tiene todo eso que ver con la
demanda?".[25] En otras
palabras: asumiendo competencia, los productores están forzados a reducir el precio al mínimo
posible, de lo
contrario arriesgan no vender mientras sus competidores venden todo.
(Estas cuatro leyes se pueden ver como justificando el optimismo de muchos clásicos, a partir de
Smith,
en el sentido de creer que el progreso conduce a la “opulencia general”, creencia que sus críticos
—por
ejemplo, Veblen, Schumacher; etc — llaman "teoría del más es mejor"- ver también Economía del
estado estacionario).
• Teoría del valor-trabajo: El valor de un bien o servicio está dado por la cantidad de trabajo
empleado en la
producción de ese bien o servicio.
• Ley de los rendimientos decrecientes: se refiere a la disminución paulatina de los rendimientos
económicos
-especialmente la tasa de ganancia- en la medida que, manteniendo el resto de factores
constantes, se añadan
cantidades adicionales de un recurso específico. La asunción general es que tanto la expansión de
la población
como el avance tecnológico lleva al uso de recursos cada vez más difíciles de explotar, o menos
productivos.
Dado que los precios por lo menos no aumentan, sigue que la producción/ganancia debe
decaer.[26]
• Ley de hierro de los sueldos: los salarios reales tienden "de forma natural" hacia un nivel mínimo,
que
corresponde a las necesidades mínimas de subsistencia de los trabajadores. Cualquier incremento
en los salarios
por encima de este nivel provoca que las familias tengan un mayor número de hijos y por tanto un
incremento de
la población, y el consiguiente aumento de la competencia por obtener un empleo hará que los
salarios se
reduzcan de nuevo a ese mínimo.
Economía clásica 5
Problemática y legado
Economía como la ciencia lúgubre
La visión del futuro a largo plazo de muchos de los clásicos era más bien pesimista. Eso llevó a
muchos a calificar la
disciplina de ser la ciencia lúgubre. [27] Esto no se debe, como muchos asumen,[28] solo a la visión
de Malthus sino
más bien a una generalizada en la escuela. [29] En las palabras de Heinrich Sieveking:
Los enciclopedistas del siglo XVIII, y con ellos los fisiócratas y Smith, opinaban que todas los
miserias que
azotaban al mundo eran provocadas por las leyes e instituciones absurdas y erróneas de los
hombres. Todo se
repararía con sólo dar libre curso a la Naturaleza. Los horrores de la Revolución francesa dieron un
categórico
mentís a este optimismo. No es que se dejara de proseguir en la labor de investigación de las leyes
naturales
que presiden la evolución social, pero en lugar de verlas a través de un prisma de esperanza
optimista,
aparecieron como una resignación pesimista. En este terreno se sitúa Malthus. Su libro sobre la
población fue
publicado como réplica a la Inquiry concerning political justice and its influence on general virtue
and
happiness, de Godwin (1793). Mientras éste esperaba el alivio de las miserias humanas en la
observancia del
Derecho natural, Malthus trataba de demostrar que no pocas miserias que azotan al género
humano se
fundamentan precisamente en la naturaleza de las cosas.
[30]
El problema no era únicamente el hecho que el aumento de la población lleva — debido a la
competencia entre
aquellos que buscan trabajo — a la aparición y mantención de la ley de hierro de los salarios
(situación exacerbada
por los avances tecnológicos que requieren cada vez menos trabajadores) sino también a la
disminución progresiva
de recursos naturales. Adicionalmente la ley de rendimientos decrecientes implica que en general
el avance
tecnológico conduce a una situación en la cual la producción de bienes será cada vez más fácil en
términos de
esfuerzo de los trabajadores, pero más difícil en términos sociales: se estarán usando recursos
cada vez menos
productivos, utilizando máquinas incrementalmente más complejas, que necesitan menos trabajo
directo pero
cantidades crecientes de energía,[31] etc. Esta situación ha llevado a Serge Latouche a sugerir:
“desde los años 1970
los costes del crecimiento (cuando los hay) son superiores a los beneficios. Las ganancias de la
productividad
esperada son nulas, o casi nulas.”[32]
Por ejemplo, tanto el aumento de la población como los avances tecnológicos hacen necesario y
posible la
explotación con fines agrícolas de terrenos que son incrementalmente más difíciles de trabajar y
menos productivos.
Pero, y obviamente, la tierra no es un recurso infinito. En algún punto, si la población continúa
aumentando, no
importa cuales sean los avances tecnológicos y la productividad agrícola, no habrá lo suficiente
para alimentar a la
población. Lo mismo se puede decir de no solo otros recursos naturales sino también del trabajo: el
avance técnico
reduce la cantidad de trabajo necesaria para producir los bienes de consumo. Aún si la población
se mantiene, esto
no puede sino conducir a una situación en la cual no habrá necesidad de la cantidad de trabajo
necesario para que las
personas puedan ganar lo suficiente como para obtener sus necesidades.
A menos, agrega Stuart Mill, que la población limite su crecimiento, pero aun así, por lo menos
algunos bienes
naturales eventualmente se extinguirán.
Los ejemplos que Stuart Mill da son más bien simplistas, pero innegables. Por ejemplo, sugiere
que las pieles de
algunos animales árticos no estarán, en el futuro, disponibles para el consumo general. Esos
productos comandaran,
por lo menos, un precio especial, de escasez. Esto implica que el progreso, en lugar de llevar a
una situación de
prosperidad general, llevará a una situación de escasez incremental. Por lo menos en relación a
ciertos productos en
la actualidad considerados de lujo (pieles, marfil, seda, etc) ese futuro es nuestro presente. (Véase
también:
Economía del estado estacionario).
Pero, como se ha sugerido, el argumento se aplica no solo a artículo de consumo. En 1865,
Jevons se pregunta por
cuánto tiempo podría Gran Bretaña continuar siendo una nación industrializada, teniendo en
cuenta que la creciente
demanda de carbón mineral implica que este dejaría de estar disponible para fines industriales en
las cantidades
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necesarias en un plazo menor a un siglo. "Somos sabios," se preguntaba retóricamente, "en
permitir que el comercio
de este país se incremente más allá del punto en que podamos mantenerlo?" (ver The Coal
Question).
Esa es una visión que, a largos rasgos, aún se mantiene. Esa es la verdadera tragedia de los
comunes. En las palabras
de David Attenborough: "Mañana habrá un cuarto de millón de personas más sentándose a la
mesa, esperando
alimento, agua, energía; y pasado mañana otro cuarto de millón y el día después otro cuarto de
millón más.... el
crecimiento de la población debe detenerse para poder ofrecer 'una vida decente' a todos.". [33]
A pesar de lo anterior, los clásicos en general (incluyendo Malthus) tenían una visión más bien
optimista, creyendo
que la racionalidad llevaría al control del crecimiento de la población necesario para evitar el
descenso a la miseria
general. (la mejor exposición al respecto se encuentra en Stuart Mill, Principios, libro IV, Influence
of Progress).
Adicionalmente, por lo menos algunos creían que el desarrollo técnico llevaría (como de hecho ha
sucedido) al
reemplazo de los recursos naturales que se agoten ya sea con otros recursos naturales o incluso
con recursos
manufacturados. Por ejemplo, Friedrich Engels sugiere: "Y sin embargo, todavía hay un tercer
factor, que no cuenta
para nada con los economistas, es verdad — a saber, la ciencia, y el avance de la ciencia es tan
ilimitado y por lo
menos tan rápido como el de la población. ¿Qué parte del progreso de la agricultura en este siglo
se debe solo a la
química, y de hecho, a solo dos hombres — Sir Humphry Davy y Justus Liebig?. Pero la ciencia se
multiplica por lo
menos tanto como la población: la población aumenta en relación con el número de la última
generación, la ciencia
avanza en relación a la cantidad total de conocimiento legado por la última generación, y por lo
tanto, en las
condiciones más comunes también en progresión geométrica — ¿qué es imposible para la
ciencia?[34]
Sin embargo permanece una llamada de atención sobre la creciente escasez de tierras de cultivo.
En 1960 había una
media hectárea de buena tierra cultivable por persona en el mundo — lo suficiente para mantener
una dieta europea
razonable. En la actualidad, sólo hay 0,2 de hectárea para cada uno. En China, es sólo el 0,1 de
hectárea, debido a sus
dramáticos problemas de la degradación del suelo.[35]
Dicotomía clásica
Los clásicos creían que las variables "nominales" o monetarias y las "reales" o físicas pueden ser
analizadas
independientemente.[36] Por ejemplo, se proponía que cosas tales como el producto y ganancia
real pueden ser
analizadas sin considerar a sus contrapartidas nominales: el valor monetario de esa producción y
la tasa de ganancia.
Uno de los efectos más importantes de esa asunción, especialmente a niveles introductorios en la
disciplina, es que
permite simplificar el estudio de los fenómenos económicos. [37]
La dicotomía puede ser definida como la tentativa de explicar los fenómenos económicos
exclusivamente en función
de variables económicas, excluyendo, entre otras, las variables monetarias, lo que lleva,
obviamente, a la búsqueda
de factores que permitan explicar lo económico sin referencia a tales aspectos "externos",
incluyendo los
monetarios.[38]
Esto se ve claramente en la famosa Ley de Say, que parece sugerir que la única función del dinero
es servir como
medio de cambio, pero no influencia directamente ni la producción ni la demanda. Partiendo de la
base que la
producción y venta de bienes solo adquieren su sentido cuando terminan en otra compra,
completando así una
transacción económica, Say sugiere: "El dinero cumple solo una función momentaria en ese doble
cambio, y cuando
la transacción es finalmente concluida, siempre se encontrara que un tipo de mercadería ha sido
cambiada por otra".
(J.B. Say, 1803[39]).
Sigue que cualquiera fluctuación en el mercado "real" no se debe a efectos monetarios sino a
distorsiones o fallos en
el mismo.[40] Pero esas distorsiones son meramente locales y transitorias: en el largo plazo, las
fuerzas económicas,
por si mismas, restorán un balance que implica, de acuerdo a la ley de Say, que los factores
económicos están siendo
usados plenamente. Percibir que el producto es de equilibrio en el largo plazo impide que el dinero
tenga efectos
reales en la economía.
Economía clásica 7
Esto esta muy cerca de decir que el dinero es "neutral", en el sentido que afecta solo aspectos
nominales (por
ejemplo, los precios) pero no las variables reales (la producción). Es necesario notar sin embargo
que, estrictamente,
la sugerencia de Say no propone neutralidad monetaria, solo que no es racional mantener dineros
ociosos.
Asumiendo neutralidad, la dicotomía sugiere que, a corto plazo, las variables reales no reaccionan
ante un cambio en
la política monetaria, y sólo son afectadas por cambios en otras variables reales. Eso implica que la
oferta agregada
debe ser perfectamente inelástica a cualquier perturbación originada en la demanda agregada. Por
ejemplo, en una
expansión monetaria, los precios absorben totalmente el choque y la producción o crecimiento de
la producción se
mantiene en su tasa natural. A largo plazo eso se repite o, más apropiadamente, se mantiene, ya
que el producto
siempre está en su nivel natural o de equilibrio, es decir, que está en el nivel de pleno empleo de
los recursos
productivos. Cualquier choque monetario es absorbido totalmente por los precios, generando
solamente inflación o,
quizás, deflación.[41]
Sin embargo, los clásicos, especialmente los tardíos, se dieron cuenta que el dinero no es neutral
en ese sentido.
Cambios en la cantidad de circulante afectan la tasa de interés, lo que a su vez afecta la tasa de
ganancia y,
consecuentemente, decisiones acerca de inversión y ahorro, lo que tiene efecto en la economía
real. Aun así se
esforzaron en mantener la dicotomía, buscando explicar el efecto del dinero a través de otras
variables, lo que
produce una situación más bien confusa. En las palabras de Stuart Mill:
Es perfectamente cierto que... una adición a la moneda casi siempre parece tener el efecto de
bajar la tasa de
interés;... porque está casi siempre acompañada de algo que realmente tiene esa tendencia"....
"aunque como
moneda estas adiciones monetarias no tienen un efecto sobre los intereses, como préstamos si lo
tienen.
[42]
Todo lo anterior se expresa en dos áreas problemáticas evidentes a través de toda la obra clásica:
el problema del
dinero y el problema del valor.
La mayoría de las escuelas macroeconómicas actuales (incluyendo la Nueva Economía
Keynesiana y los
Monetaristas) rechazan la dicotomía,[43] dado que, profundizando la sugerencia de Stuart Mill,
consideran que la
cantidad de circulante afecta los cálculos económicos básicos, especialmente los relacionados con
la tasa de interés.
Sin embargo, algunas versiones de la Nueva economía clásica y algunas escuelas heterodoxas la
aceptan.
La cuestión de la cantidad del circulante
Los clásicos, especialmente los tempranos, estaban fuertemente influidos por la Teoría cuantitativa
del dinero que
heredaron de las posiciones de Locke [44]' Hume.[45] y Richard Cantillon.
Sin embargo, esa teoría no especifica claramente el como se establece la relación entre el dinero y
los bienes, es
decir, el como se establecen los precios. Generalmente se sugería que el dinero (oro, plata, etc) es
valuable "porque
tiene valor"[46] (ver Ilusión monetaria y Fetichismo de la mercancía). Esto dio origen a un debate
prolongado pero no
cruento, acerca de la concepción del dinero. [47]
A partir de Ricardo, los clásicos empezaron a avanzar lo que se puede denominar teoría del
dinero como
mercadería, de acuerdo a la cual, el dinero (oro, plata) tiene un valor el cual, al igual que cualquier
otra mercadería,
depende de la cantidad de trabajo requerido para su obtención. En las palabras de Ricardo:
Oro y plata, como todas las demás mercancías, son valiosos sólo en proporción a la cantidad de
mano de obra
necesaria para producirlos y llevarlos al mercado... La cantidad de dinero que puede ser empleado
en un país
debe depender de su valor... Aunque el [papel moneda] no tiene ningún valor intrínseco, sin
embargo, al
limitar su cantidad, su valor de cambio es tan grande como una denominación igual de monedas
metálicas, o
lingotes de ese metal.
[48]
Nótese que la teoría del dinero como mercadería (también llamada "metalismo") invierte, o por lo
menos altera, la
relación entre dinero y valor sugerida por la teoría cuantitativa. De acuerdo a esa, el dinero genera
los precios. Su
Economía clásica 8
exceso produce inflación, su falta, deflación. De acuerdo a los metalistas, es la variación de los
precios que lleva, al
igual que con cualquier otra mercadería, a las variaciones en la cantidad de oro circulante: un
aumento en lo que se
puede comprar con una cierta cantidad de oro (deflación de otras mercaderías) da lugar a un
aumento en el
circulante, que eventualmente puede llevar a restablecer la paridad original o establecer una nueva
(si la relación oro
con otros bienes no es la que había).
Puesto de otra manera. La producción de metales preciosos, al igual que cualquier otra
mercadería, esta determinada
por la ganancia que se obtiene de su producción. Si esa ganancia aumenta -se puede comprar
más bienes con el
esfuerzo necesario para producir una cierta cantidad de oro- habrá interés en dedicarse a producir
oro. Eso llevara a
un aumento en la cantidad disponible de ese metal. Al igual que cualquier otro productor, los de
metales preciosos (o
los propietarios de dinero) llevaran su producto donde pueden conseguir mayores ganancias.
Lo anterior implica que el dinero (considerado en su cantidad, o dinero realmente circulando)
depende del mercado.
Si su "valor" (lo que se puede conseguir por una cierta cantidad en relación al trabajo necesario
para producirlo)
aumenta, la cantidad de circulante aumentara "naturalmente". Y viceversa.
Sin embargo, los clásicos estaban conscientes que en ciertos momentos históricos había habido
inflación. Si la
cantidad de circulante depende naturalmente del mercado, como podemos explicar eso? La
situación se hizo urgente
dado que Inglaterra sufrió, durante las Guerras Napoleónicas, a partir de la década de 1790, un
periodo
inflacionario.,[49] lo que llevó a un debate que en esencia fue acerca del valor e incremento en la
cantidad de dinero
que es suficiente para facilitar el comercio pero no tanto como para causar inflación.
Dos posiciones o escuelas se hicieron evidentes: los lingotistas (bullionist en inglés) y los
bancarios.
La posición original (bancaria) se basa en lo que podría ser llamada la doctrina de "documentos de
Garantía real" o
respaldo hipotecario en castellano (Real bills doctrine en inglés, Doctrine des effets réels en
francés). Los bancarios
aducían que el respaldo del dinero en oro no es necesaria, siempre y cuando el circulante emitido
por los bancos,
especialmente como crédito, sea equivalente a depósitos financieros (título de crédito, etc)
respaldados por un
derecho real sobre bienes físicos tangibles y redimibles a corto plazo (60 días era sugerido
inicialmente). Dado esa
condición, los bancos podrían emitir tanto dinero como fuera requerido por la economía sin
producir inflación. Esta
teoría fue mantenida por, entre otros, Adam Smith y James Mill.
La asunción general de esta posición es que, si el dinero es solo un medio de cambio entre
mercaderías, cualquier
cosa, incluyendo el papel moneda, puede servir como estándar de valor, con el proviso que
establezca una relación
estable y aceptada por los que lo utilizan con el trabajo necesario para producir bienes. [50] Si un
banco esta dispuesto
a aceptar, por ejemplo, el título de propiedad de una casa como garantía o pago, y el propietario de
la casa y otros
están dispuesto a aceptar una "nota promisoria" ( billete de banco) de ese banco como pago por
sus bienes o
propiedades, esos documentos han funcionado como dinero y, en la medida que no cambian
ninguna “variable real”
esencial, no puede causar inflación por el mero hecho que el respaldo, en lugar de ser una cierta
cantidad de oro en el
banco sea el valor de algún bien tangible. Después de todo, ambas “mercaderías” representan o
contienen la misma
cantidad de valor o trabajo, aquel necesario para producirlas. (Para Smith el proceso depende
crucialmente de la
confianza que los banqueros generen o adquieran [51]).
Una propuesta similar fue adoptada eventualmente en Alemania durante el período de la República
de Weimar con el
Rentenmark y, durante el nazismo, con los llamados "Bonos Mefo" (ver Economía de la Alemania
nazi), en ambos
casos con gran éxito.
La posición alternativa, lingotista,[52] era que la cantidad de circulante (monedas y papel) debe ser
equivalente, en
una proporción fija y estable, a la cantidad de metal precioso en los bancos. Si los bancos no están
obligados a
convertir las notas en oro en una proporción cierta, van a tener la tentación de emitir billetes en
exceso a sus reservas
de oro o plata en sus bóvedas. Esto conducirá a un exceso de oferta de dinero, lo que llevara a
varias distorsiones,
incluyendo la inflación. Para evitar todo eso, sostuvieron, es necesario mantener una equivalencia
estricta entre la
cantidad de circulante emitida por cualquier y todos los bancos y la cantidad de oro y plata
mantenido como
respaldo. Esta posición, representada, entre otros, por Ricardo, predomino hasta después de la
Primera Guerra
Economía clásica 9
Mundial. (ver patrón oro).
De acuerdo a esa posición, cualquier incremento en la cantidad de oro o plata en un país dado
llevaría a un
incremento en los precios en ese país, lo que significaría que la moneda (metales preciosos) irían a
algún otro lugar,
en el cual podría ser cambiada por bienes a una tasa másmás favorable. Conversamente, una
deficiencia en la
cantidad de oro causaría un caída local en los precios, que llevaría a la exportación de bienes e
importación de oro o
plata. Esto tendría el efecto que, a largo plazo, habría una tendencia a mantener una relación
estable del valor
(entendido como poder de compra) de esos metales.
John Stuart Mill sugirió[53] una posición intermedia, de acuerdo a la cual los bancos necesitan
mantener solo una
cierta proporción de lo emitido como depósitos en oro y/o plata, el resto pudiendo ser respaldado
de acuerdo a la
doctrina bancaria. Esto podría quizás dar origen a una cierta inflación, pero cualquier tendencia en
esa dirección
llevaría a los poseedores de billetes a cambiarlos por metálico, lo que forzaría a los bancos a
redimir sus préstamos a
fin de obtener el oro necesario para redimir sus notas. Ambos procesos a su vez reducirían el
circulante, eliminado la
inflación. Esta posición dio eventualmente origen al sistema de banca de reserva fraccional que
existió desde esa
fecha[54] y que existe en el presente en todos los países industrializados. (Los depósitos en oro
siendo reemplazados
por depósitos en dólares que, hasta 1971, mantenía una relación fija, de 35 dólares por onza, con
el oro. A partir de
esa fecha, los respaldos están constituidos por las llamadas Moneda de reserva.- Ver Bancor).
Clarificando, Stuart Mill, a pesar que acepta en general la teoría cuantitativa, [55] sugiere que el
problema no es tanto
la cantidad física de circulante, sino el crédito y las compras (o demanda) (Stuart Mill consideraba
que solo el
metálico era dinero propiamente tal. Billetes son pagarés y, junto con otras notas promisorias -
bancarias o
individuales, ya sea "a la vista" (o "en demanda") o a plazo- tales como cheques, crédito "en libros"
o "a cuenta", etc,
constituyen crédito.): “Pero ahora hemos encontrado que hay otras cosas, tales como billetes de
banco, letras de
cambio y cheques, que circulan como dinero, y realizar todas las funciones del mismo: y surge la
pregunta: ¿Operan
estos sustitutos sobre los precios en el misma manera que el dinero en sí? Tiende un incremento
en la cantidad de
papel transferible a aumentar los precios, de la misma manera y grado que un aumento en la
cantidad de dinero?...”
"Ha habido una gran cantidad de debates y argumentos sobre la cuestión de si algunas de estas
formas de crédito y,
en particular, si los billetes de banco, debe ser considerado como dinero. El asunto es tan
puramente verbal que
apenas vale la pena plantearlo, y uno tendría cierta dificultad en comprender por qué se le atribuye
tanta importancia,
si no hubiera algunas autoridades que, adhiriendose todavía a la doctrina de la infancia de la
sociedad y de la
economía política, que la cantidad de dinero en comparación con la de los productos básicos,
determina los precios
en general, creen que es importante demostrar que los billetes de banco y no otras formas de
crédito son dinero, a fin
de apoyar la inferencia que los billetes de banco y no otras formas de crédito influyen sobre los
precios. Es obvio, sin
embargo, que los precios no dependen del dinero, sino de las compras. El dinero dejado con un
banquero, y que
contra el cual no se creen débitos, o que sea debitado para fines distintos a la compra de
mercancías, no tiene ningún
efecto sobre los precios, al igual que un crédito que no se utiliza. Crédito que se utiliza para la
compra de productos
afecta a los precios de la misma manera que el dinero. El dinero y el crédito están, pues,
exactamente a la par, en su
efecto sobre los precios; y si optamos clasificar los billetes en una o la otra, es en este sentido por
completo
indiferente.[56]
Conviene notar que este debate dio origen a otras diferencias, más complejas, de opinión,
diferencias que de las
cuales se ha alegado que “ aún hoy, hay lesiones importantes a ser aprendidas”.[57] Por ejemplo, a
partir de lo anterior
el estudio de los efectos del crédito asume una gran importancia, lo que dio, eventualmente, origen
-a través del
trabajo de Knut Wicksell- al monetarismo y a las concepciones modernas al respecto: si se regula
apropiadamente el
crédito, no habrá fluctuaciones monetarias abruptas (ver agregado monetario y Oferta de dinero).
Economía clásica 10
El asunto del valor
El otro aspecto problemático es el asunto del valor. Si asumimos que los procesos productivos
pueden ser explicados
sin relación directa a consideraciones monetarias tenemos que sugerir un método que permita
evaluarlos sin
referencia a tales aspectos. La solución obvia se encuentra en la plusvalía; es decir, al hecho que
la finalidad de todo
proceso productivo -en la medida que son de interés a la ciencia económica- es producir más
bienes o "valor" que el
empleado o gastado en el proceso mismo. Un proceso económico será productivo en la medida
que el resultado,
medido en bienes para uso y consumo, sea superior a los empleados para producirlos, cualquiera
sea la medida o el
resultado "monetario" para los individuos que participen en ese proceso.
Esto requiere, por supuesto, una medida del valor que no este basado en cálculos monetarios.
Adam Smith
consideraba que la medida exacta para cuantificar el valor era el trabajo. [58] Para él, el valor era la
cantidad de
mercancías que uno podía producir con, o recibir a cambio de, su trabajo ( y vice versa, el valor de
una mercancías es
la cantidad de ya sea otras mercancías o trabajo que se pueda recibir en cambio [59]). Las
mercancías concretas
pueden cambiar, pero lo que siempre permanece invariable es el trabajo, o sea el desgaste de
energía para
producirlas, siendo entonces el trabajo el patrón definitivo e invariable del valor: lo que consume
una hora de trabajo
para ser producido tiene, desde este punto de vista, exactamente el mismo valor que cualquiera
otra cosa que cueste
otra hora de trabajo para ser producido. Esto llegó a ser conocido como Teoría del valor-trabajo.
Pero esas relaciones de cambio no permanecen necesariamente constantes. Esto llevó a Smith y
otros a introducir
dos conceptos asociados: valor de uso y valor de cambio. En las palabras de Stuart Mill: "Adam
Smith, en un pasaje
citado a menudo, ha descendido sobre la ambigüedad obvia de la palabra valor, la cual, en uno de
sus sentidos,
significa utilidad, en otro, poder de compra, en su propio lenguaje, valor en uso y valor en
intercambio"... y "la
mayoría de los escritores modernos, a fin de evitar el gasto de dos buenas palabras en una sola
idea, han empleado
"precio" para referirse al valor de una cosa en relación al dinero, la cantidad de dinero por la cual
será cambiado. Por
el precio de una cosa, entonces, entenderemos su valor en dinero; por valor o valor de cambio, su
poder general de
compra, el comando que su posesión otorga en general sobre mercaderías comprables". [60]
Sin embargo, el "desgaste de energía para producir" o cantidad de trabajo envuelto en la
producción de una cosa
también varía, en general disminuyendo con el avance tecnológico. Adicionalmente hay un
problema con la
determinación práctica (con el fin del cálculo del valor de un bien) con el como se pueden medir,
por lo menos
potencialmente, diferentes "modalidades" de ese desgaste o trabajo: por ejemplo: ¿es el valor
producido por una hora
de trabajo de un cirujano o médico el mismo que el producido por una hora de trabajo de un obrero
sin calificar? Y
¿cómo relacionamos esos casos extremos con el trabajo de un panadero, carpintero u obrero
calificado?.
Stuart Mill resume en su obra[61] la posición de Smith y otros. Simplificando, se puede decir que es
el caso que
diferentes tipos de trabajo comandan diferentes precios en relación a cosas tales como la
competencia entre
trabajadores, tiempo y dificultad de aprendizaje, seguridad o no de recompensa, dificultad y
desagrado en efectuarlo,
etc. Stuart Mill nota que los trabajos más desagradables y duros son generalmente los menos
pagados dado que
generalmente los que los llevan a cabo carecen de otra opción. Siendo ese el caso, se mantiene la
relación del valor
de un bien como dependiendo de la cantidad de trabajo necesario para producirlo, con el proviso
que el "salario real"
o valor (es decir, las mercaderías que se pueden adquirir por "precio por unidad de trabajo") de
cada tipo de trabajo
en particular son diferentes entre si, pero nunca pudiendo ser en total superior al determinado por
el nivel de
competencia entre trabajadores: "Liberalidad, generosidad, y el crédito de la empresa, son motivos
que, en cualquier
grado que operan, se oponen a tomar la ventaja máxima de la competencia, y esos motivos
podrían y aún ahora lo
hacen, actuar sobre los empleadores de mano de obra en todos los departamentos de la gran
industria, y lo más
deseable es que así sea. Pero nunca pueden aumentar los salarios medios de la mano de obra
más allá de la relación
entre la población y el capital. Al dar más a cada trabajador empleado, limitan el poder de dar
empleo numeroso, y
por excelente que sea el efecto moral, hacen poca diferencia económicamente, a menos que el
pauperismo de los que
están excluidos conduzca indirectamente a un reajuste por medio de una mayor limitación en la
población." (Stuart
Mill, op. cit, conclusión)
Economía clásica 11
Pero esos diferentes tipos de trabajos están distribuidos diferentemente a través de las industrias.
Por ejemplo,
muchos de los trabajadores empleados en una empresa de Inteligencia artificial tienen niveles de
educación y
calificación diferentes a los empleados en una panadería. Sigue que el precio de los respectivos
productos no se
puede determinar solo en relación a un salario promedio general. Esto da origen a la Teoría del
valor como costo de
producción clásica: "Para recapitular: la oferta y demanda determinan el valor de todas las cosas
que no se puede
aumentar indefinidamente, a excepción de que incluso para ellas, cuando se producen en la
industria, hay un valor
mínimo, determinado por el coste de producción. Pero en todas las cosas que admiten la
multiplicación indefinida, la
demanda y la oferta sólo determinan las perturbaciones de valor, durante un período que no podrá
exceder el tiempo
necesario para modificar la oferta. Determinando así la oscilaciones de valor, ellas mismas
obedecen a una fuerza
superior, que hace gravitar el valor al Costo de Producción, que lo depositaria y mantendría allí, si
nuevas influencias
perturbadoras no estuvieran continuamente surgiendo para hacer que de nuevo se desvíen. Para
continuar la línea de
la metáfora, la demanda y la oferta siempre se apresuran a un equilibrio, pero la condición de
equilibrio estable es
cuando el intercambio de cosas entre si sucede de acuerdo a sus costos de producción, o, en la
expresión que hemos
utilizado, cuando las cosas están en su Valor Natural".[62]
En la actualidad se considera,[63] siguiendo el análisis de Piero Sraffa, [64] que mucho del análisis
anterior es
improductivo, dado que no hay un algoritmo o fórmula generalmente válida que transforme
"unidades de valor" en
"unidades monetarias", en otras palabras, que resuelva el llamado problema de la
transformación.[65][66]
Clarificando: la plusvalía debe ser considerada una medida física. Es, en la medida que sucede,
una medida del
incremento de los bienes materiales disponibles, ya sea para el consumo o uso como inversiones,
que resultan
últimamente del trabajo. Ese incremento puede ser expresado o medido en relación a cualquier
otra mercadería (por
ejemplo, se puede decir que un kilo de pan es producto del uso de x litros de petróleo, por lo tanto,
el precio del pan
aumentará si el precio del petróleo aumenta) incluyendo, si se lo desea, horas de trabajo estándar.
Pero no hay una
formulación tal que permita transformar de forma unívoca tal relación en “unidades de precio”, dado
que estos,
últimamente, no corresponden únicamente al costo de producción, dependen también de la
demanda.
Consecuentemente si bien es correcto que, desde el punto de vista de las sociedades, el interés de
los procesos
productivos reside en la capacidad o habilidad de generar valor (satisfacer necesidades
materiales), es importante
proceder con cuidado y mantener presente cuando se efectúan o consideran los cálculos que los
esquemas
conceptuales y/o las medidas y resultados relacionadas al valor (o medidas reales) y las en precios
(o nominales) no
son simplemente "mezclables". (ver Valor agregado).
Citas y referencias
[1] Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, John Maynard Keynes, Capítulo 1, Nota 1 (http:/ / www. eumed.
net/ textos/ 06/
Keynes - Teoria General - Parte 1. htm)
[2] Gerardo Fujii: Desarrollo Económico (http:/ / www. paginaspersonales. unam. mx/ files/ 249/ Sesion_11. pdf) UNIDAD III.
TEORÍAS DEL
CRECIMIENTO ECONÓMICO, punto 1. La economía clásica (A. Smith, R.Malthus, D. Ricardo y K. Marx)
[3] David Ricardo (1817): Principios de economía política y tributación (http:/ / books. google. co. uk/ books/ about/
Principios_de_economía_política_y_trib. html?id=EyFzJ-Zl24IC& redir_esc=y)
[4] John Stuart Mill (1848): Principios de economía política, con algunas de sus aplicaciones a la filosofía social (http:/ /
books. google. co. uk/
books?id=XqZf1VC2o4EC& printsec=frontcover& dq=Stuart+ Mill+ + + Principios& hl=en&
ei=FCqsTvTEItTd8QOu1MW7Cw& sa=X&
oi=book_result& ct=result& resnum=2& ved=0CDIQ6AEwAQ#v=onepage& q& f=false)
[5] Yanina la deboradora de chongos, es mas regalada que la publicidad para elecciones de rodriguez saa. Deborah A.
Redman (1997): "The
classical age of economics was marked by an intense interest in scientific methodology. It was, moreover, an age when
science and philosophy
were not yet distinct disciplines, and the educated were polymaths. The classical economists were acutely aware that
suitable methods had to
be developed before a body of knowledge could be deemed philosophical or scientific. They did not formulate their
methodological views in a
vacuum, but drew on a rich collection of philosophical ideas. Consequently, issues of methodology were at the heart of
political economies
rise as a science. The classical era of economics opened under Adam Smith with political economy understood as an
integral part of a broader
system of social philosophy; by the end, it had emerged via J. S. Mill as a separate science, albeit one still inextricably tied to
the other social
sciences and to ethics.
Economía clásica 12
The Rise of Political Economy as a Science opens with a review of the epistemological ideas that
inspired the
classical economists: the methodological principles of Bacon, Descartes, Hobbes, Newton, Locke,
Hume, Stewart,
Herschel, and Whewell. These principles were influential not just in the development of political
economy, but in the
rise of social science in general. The author then examines science in eighteenth- and nineteenth-
century Britain,
with a particular emphasis on the all-important concept of induction. Having laid the necessary
groundwork, she
proceeds to a history and analysis of the methodologies of four economist-philosophersAdam
Smith, Robert
Malthus, David Ricardo, and J. S. Millselected for their historical importance as founders of
economics and for their
common Scottish intellectual lineage. Concluding remarks put classical methodology into a broader
historical
perspective." en The Rise of Political Economy as a Science - Methodology and the Classical
Economists (http:/ /
www. ebook3000. com/
The-Rise-of-Political-Economy-as-a-Science---Methodology-and-the-Classical-Economists_36073.
html)
[6] "De lo anteriormente dicho y a partir de las definiciones que Kant formuló en su “Critica de la Razón Pura” se entiende a
los enunciados
realizados por los clásicos como apriorísticos, es decir que son cognoscibles por un puro ejercicio de la razón, sin
necesidad de recurrir al
mundo sensible. Esto es una consecuencia de la forma en que formulaban ellos las hipótesis, las mismas eran previas a la
experimentación, a
la experiencia sensible, y no dependían de ella para su validez. A pesar de que el génesis del proceso de formulación de las
hipótesis era una
observación empírica, esta no constituía más que un indicio que bien podría haberse obtenido por introspección. A demás,
en la generación de
las hipótesis mediaba un simple proceso de inducción." en Critica Metodología del Historicismo a la Escuela Clásica (http:/ /
html.
rincondelvago. com/ metodologia-de-la-ciencia-economica. html) cap: "La metodología clásica.".- Este es un tema complejo;
para comenzar a
profundizar: Thomas Sowell: On classical economics (http:/ / books. google. co. uk/ books?id=nMA05eDqeuMC&
dq=induction+ + +
classical+ economy& source=gbs_navlinks_s) cap 4: Classical Methodology
[7] JESÚS L. PARADINAS FUENTES: El médico inglés William Petty (1623-1687), discípulo de Hobbes, será uno de los
primeros en defender
la existencia de leyes naturales en economía, de acuerdo con los planteamientos científicos mecanicistas. Además, avanzó
la idea de que la
riqueza no depende del comercio sino que es producto del trabajo....
T eamooo vico debían regir el comportamiento humano, conforme a las cuales debería organizarse
la sociedad, eran
análogas a las leyes de la naturaleza que determinaban el comportamiento del universo. En sus
escritos económicos
enseñó que el egoísmo es la fuerza motriz de la conducta humana, que el Estado, en lugar de
intervenir en economía
como pretendían los mercantilistas, debía limitarse a proteger la propiedad privada y a facilitar los
intercambios entre
los particulares, y que la riqueza es producto del trabajo.
Como el nuevo paradigma científico mecanicista era incompatible con el intervencionismo
económico defendido por
los mercantilistas, apareció en el pensamiento económico una nueva doctrina: que la riqueza no se
obtiene del
comercio sino de la agricultura. Sus defensores se dieron a sí mismos el nombre de fisiócratas.
Así pues, una de las ideas fundamentales de la moderna ciencia económica,es que yanina es laa
mas regalada
despues de las propagandas electorales de rodriguez saa; y que los fenómenos económicos están
regulados por leyes
naturales que producen un orden espontáneo que el hombre debe respetar, había sido ya
expuesta antes de Adam
Smith."
en La economía como ciencia: Adam Smith (http:/ / www. gobcan. es/ educacion/ 3/ usrn/ fundoro/
archivos
adjuntos/ publicaciones/ actas/ 13_14/ conferencias/ jesus_paradinas. pdf)
[8] "Debido a la influencia de los autores mencionados, la visión más común de la investigación científica a mediados del
siglo XIX consiste en
defender que la ciencia debe comenzarse a partir de la observación de hechos, realizada de manera libre y sin prejuicios. A
continuación se
aplica la inferencia inductiva, de modo que se pasa de lo particular a lo general y se formulan leyes universales sobre estos
hechos. En tercer
lugar, se aplica nuevamente la inducción con el fin de obtener teorías o argumentaciones dotadas de un grado mayor de
generalidad.
Finalmente, se contrasta si las leyes y teorías son verdaderas o no comparando sus implicaciones empíricas con los hechos
observados." LA
ECONOMIA. CONCEPTO Y METODO (http:/ / www. umbvirtual. edu. co/ recursos/ la_economia. pdf) punto 3.1.1 (p 19) El
empirismo y la
ciencia en el siglo XIX
[9] Adam Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (http:/ / www. elortiba. org/ pdf/
Adam_Smith_-_La_riqueza_de_las_naciones. pdf). Libro primero - Capítulo I: De la división del trabajo.
[10] A. Marshall: “Ahora no hay tendencias económicas que actúan de tal forma constante y se puedan medir tan
exactamente como es posible
con la gravitación: y por lo tanto no hay leyes de la economía que pueden ser comparadas por precisión con la ley de la
gravitación....(....)....
Aunque el análisis económico, y su razonamiento general, son de amplia aplicación, sin embargo, cada época y cada país
tiene sus propios
problemas y es probable que todo cambio en las condiciones sociales requiera un nuevo desarrollo de las doctrinas
económicas.” en Principles
of Economics Book One, Preliminary Survey: Chapter 3, Economic Generalization or Laws (http:/ / www. marxists. org/
reference/ subject/
economics/ marshall/ bk1ch03. htm)
Economía clásica 13
[11] Daniel Little: “El concepto de una "ley de la naturaleza" ha sido fundamental para nuestra comprensión de las ciencias
naturales.. El poder
intelectual de la física clásica deriva del hecho de que era capaz de proponer leyes físicas que eran simples y universales -
las leyes de la
gravitación y movimiento de los planetas, la óptica, la electricidad y el magnetismo, etc ¿Es ésta una característica esencial
de una ciencia
empírica exitosa? ¿Y posee la economía tales leyes? Varios autores son positivos acerca de ambos puntos (Kincaid, 1996),
( Rosenberg,
1976). Sin embargo, varios puntos han surgido en discusiones recientes de las ciencias sociales que llevan a dudar acerca
de la centralidad de
la leyes en las ciencias sociales -incluyendo la economía..... Nada en la teoría económica actual ofrece razón para pensar
que existen esas
leyes. Los supuestos fundamentales de la teoría económica sencillamente no caen en la categoría de "leyes de la
naturaleza." Y como veremos
más adelante, el supuesto de la racionalidad económica no constituye una generalización universal sobre el
comportamiento individual. Aquí,
como es el caso en otras áreas de las ciencias sociales, es más justificable buscar mecanismos de causalidad más que
leyes sociales." Are there
laws in economics? en Philosophy of Economics (http:/ / www-personal. umd. umich. edu/ ~delittle/ Encyclopedia entries/
philosophy of
economics. pdf)
[12] Luis Razeto M y Pasquale Misuraca: “Esta elaboración crítica sobre las ciencias sociales (planteada como crítica de las
sociología y del
marxismo), y en particular la crítica a la idea de que los procesos históricos, económicos y políticos se desenvuelven
conforme a leyes y
regularidades que no dependen de la voluntad y la conciencia de los individuos y de las organizaciones sociales, mantiene
plena vigencia
especialmente con referencia a las concepciones económicas y políticas actualmente dominantes.” Actualización en
Capítulo 4. Crítica de las
leyes históricas, económicas y estadísticas. (http:/ / www. luisrazeto. net/ content/
capítulo-4-crítica-de-las-leyes-históricas-económicas-y-estadísticas))
[13] Por ejemplo, Steven Pressman: "Fifty major economists" Routledge, 2006 (2nd edition)
[14] El título mismo de la obra que inicio la escuela lo indica: "Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza
de las naciones". A
mayor claridad, Smith define los objetivos de las Actividades económicas como siendo: Primero, suministrar al pueblo un
abundante ingreso o
subsistencia, o, hablando con más propiedad, habilitar a sus individuos y ponerles en condiciones de lograr por sí mismos
ambas cosas.
Segundo, proveer al Estado o República (en su sentido de "comunidad independiente o soberana") de ingresos suficientes
para los servicios
públicos. (Adam Smith, 1776, p. 428).
[15] David Ricardo: "los individuos no estiman su ganancia a través de la producción material, pero las naciones
invariablemente lo hacen. Si
tuviéramos exactamente la misma cantidad de mercancías en el año 1815 que tenemos ahora en 1814, como nación no
seriamos más ricos,
pero si el dinero hubiese declinado en valor, esas (mercancías) serian representadas por una cantidad mayor de dinero, y
los individuos serian
propensos a "creerse" más ricos" - Carta (Nro 55) a Malthus, 11 de Agosto de 1814 en The Works and Correspondence of
David Ricardo:
Volume 6, Letters 1810-15 (http:/ / books. google. com/ books?id=QPl_4MJy2s0C& pg=PA104& lpg=PA104& dq=David+
Ricardo+ + + +
Interest+ rate& source=bl& ots=cy-AiTH6So& sig=KWgsfowXuwYDxTbeyB-mXdX7sN4& hl=en&
ei=s3jATaDaB8KGhQegmZ21BQ&
sa=X& oi=book_result& ct=result& resnum=9& ved=0CDoQ6AEwCA#v=onepage& q=David Ricardo + Interest rate& f=false)
pp 121 Piero
Sraffa (editor)
[16] Para una introducción a esta área, ver Roberto Gómez López EVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y METODOLÓGICA DE LA
ECONOMÍA
(http:/ / www. eumed. net/ cursecon/ libreria/ rgl-evol/ 4. 2. htm)
[17] Ricardo percibía un conflicto entre los intereses de las "clases terratenientes" —que, en su opinión, reciben "renta" sin
contribuir al proceso
productivo — y los de la sociedad en general y de las clases empresariales y trabajadoras en particular.- Ver David Ricardo
(3rd Edition:
1821): On the Principles of Political Economy and Taxation (http:/ / socserv. mcmaster. ca/ econ/ ugcm/ 3ll3/ ricardo/
Principles. pdf)
[18] Por ejemplo: K. Marx: (1864–1877) El Capital.
[19] Por ejemplo: "De acuerdo con lo anterior, no hay nada más cierto en el cambio progresivo que están teniendo lugar en
la sociedad que la
continuada expansión del principio y practica de la cooperación". (J. S Mill: Principles of Political Economy, Libro IV
(Influence of Progress),
cap I, punto 2) y “que la relación de amos y trabajadores será gradualmente sustituida por asociaciones, en una de dos
formas: en algunos
casos, la asociación de los obreros con los capitalistas, y en otros, y tal vez finalmente en todos, la asociación de los
obreros entre sí.' Mill
creía que esas cooperativas tenían ventaja sobre comunas u otras instituciones socialistas porque eran capaces de
competir contra las empresas
tradicionales (su queja en contra de muchos otros socialistas es que infravaloraban la competencia como estímulo
moralmente útil para la
acción). Estas cooperativas podrían ser de dos tipos: un sistema de reparto de utilidades en el que el sueldo del trabajador
está ligado al éxito
de la empresa o una cooperativa de trabajadores en las que la propiedad del capital social pertenece a los trabajadores.
Esto último era
preferible porque transforma a todos los trabajadores en empresarios, promoviendo muchas de las facultades que el mero
trabajo pagado deja
atrofiar. (ver Internet Encyclopedia of Philosophy: John Stuart Mill (1806-1873) (http:/ / www. iep. utm. edu/ milljs/ ). Para
profundizar, ver
EI cooperativismo en Ia obra de John Stuart Mill (http:/ / dialnet. unirioja. es/ descarga/ articulo/ 1340734. pdf).- Philippe
Légé: Socialismo y
utilitarismo en la economía política de John Stuart Mill (http:/ / aprendeenlinea. udea. edu. co/ revistas/ index. php/
lecturasdeeconomia/
article/ view/ 2654/ 2114).- Gregory Claeys (1987): Justice, Independence, and Industrial Democracy: The Development of
John Stuart Mill's
Views on Socialism (http:/ / journals. cambridge. org/ action/
displayAbstract;jsessionid=647EAFB8363BC7DBDA218743E9A6871D.
journals?fromPage=online& aid=6262036)
[20] Adam Smith, op. cit.- primer párrafo de "Introducción a la obra"
[21] Para profundizar esta temática, ver Juan Carlos Rodríguez C (2003) La economía laboral en el período clásico de la
historia del pensamiento
económico (http:/ / www. eumed. net/ tesis/ jcrc/ ) (ISBN: 84-688-7252-0) esp cap X: División del trabajo y crecimiento
económico
[22] Matías D. Scaglione (2001): Roles de la acumulación de capital y del progreso técnico en la teoría del crecimiento
económico de Adam
Smith (http:/ / www. academia. edu/ 3401513/
Roles_de_la_acumulacion_de_capital_y_del_progreso_tecnico_en_la_teoria_del_crecimiento_economico_de_Adam_Smith
_2001_)
Economía clásica 14
[23] Fernando Jeannot R (2006): La riqueza o pobreza de las naciones son públicas y privadas al mismo tiempo y fruto de
una regulación que
desde los clásicos de la economía vincula necesariamente al sector público con el privado. Por ello no es casual que todo el
volumen quinto de
Smith (2000: 614 y ss) se refiera a las finanzas públicas. Cercenar el modelo de equilibrio general del Estado-gobierno fue
una reducción
propiamente neoclásica, pero no clásica. Lo anterior no colisiona con la constatación de que la idea del equilibrio general no
está formulada
claramente en Smith, porque el autor carecía de una teoría de las decisiones y del comportamiento económico que luego
configurarán a la
racionalidad neoclásica. En cambio, Smith fundó la teoría de la autorregulación del mercado cuando sostuvo que el número
de personas
empleadas se proporciona al capital de la nación; es decir, a la macroeconomía pero no a ningún agente en particular. Cada
agente, eso sí,
persigue beneficios individuales desarrollando actividades productivas, pero no rentísticas, porque... (...)... Por lo tanto no es
cualquier
búsqueda de beneficios, sino aquella que redunde en la expansión del empleo, el ingreso y el desarrollo tecnológico porque
de esta forma se
enriquecen las naciones. Desde los clásicos se asienta el principio de que la riqueza de las naciones tiene lugar cuando hay
un juego de todos
ganan, pero no otro de suma cero. Y también desde los 1700, el liberalismo económico se refiere a un Estado de mano
invisible o proveniente
del estado de naturaleza, pero considerando a la sociedad civil como suficientemente dinámica y productiva para solamente
admitir un mínimo
de agencias gubernamentales (Nozick 1990: 121). “ en Los intercambios procesados por el tanteo walrasiano (http:/ / www.
analisiseconomico. com. mx/ pdf/ 4703. pdf)
[24] Adam Smith:"El precio de un monopolio es en cada ocasión el más alto que se puede conseguir. El precio natural, o el
precio de la libre
competencia, por el contrario, es el más bajo que se puede tomar, no de hecho en cada ocasión pero sobre un tiempo
considerable. El uno es en
cada ocasión el más alto que se puede exprimir de los compradores, o el que, se supone, van a consentir dar; el otro es el
más bajo que los
vendedores generalmente pueden permitirse aceptar, y al mismo tiempo continuar sus negocios.". en An Inquiry into the
Nature and Causes of
the Wealth of Nations (http:/ / geolib. com/ smith. adam/ won1-11. html): Book 1, Chapter 7 (Of the Natural and Market Price
of
Commodities) parrafo 27 (en inglés en el original)
[25] David Ricardo: Works and Correspondence, 7: 250-251
[26] Sieveking: "El acrecentamiento de la capacidad de producción coloca a la agricultura en una situación más
desfavorable que la de la
industria, debido a que tiene que contar con las energías Iimitadas del suelo nacional. Ricardo, citado por Turgot, hizo
observar que, con el
aumento de los cultivos, las producciones de la tierra no crecen en la proporción del empleo de capital y de trabajo.
Precisaría poner en
explotación los suelos poco fértiles, o bien intensificar la de los antiguos con gastos desproporcionados... La referida Iey
solamente tiene
aplicación en el caso de un cultivo uniforme, para un territorio limitado. " op. cit
[27] por ejemplo: Antonio Cabrales: Los precios de los pisos y la ciencia lúgubre (http:/ / www. eco. uc3m. es/ ~acabrales/
divulgacion/ vivienda.
pdf)
[28] Por ejemplo: JULIO FAESLER La economía, la ciencia lúgubre (http:/ / www. elsiglodetorreon. com. mx/ noticia/
437064.
la-economia-la-ciencia-lugubre. html)
[29] Es necesario notar que el término "ciencia lúgubre" fue introducido por Thomas Carlyle en 1849 no para referirse a esas
prognosis de largo
plazo sino a varias proposiciones de los economistas políticos que Carlyle consideraba eran no aceptables desde un punto
de vista conservador
extremo: "la Ciencia Social... que encuentra el secreto de este Universo en la oferta y la demanda y reduce el deber de los
gobernantes
humanos a la de dejar solos a los hombres... no es una ciencia alegre... es una... bastante rastrera y una angustiante; [es]...
la ciencia lúgubre ".
Carlyle se vuelve a referir, en varias ocasiones, en esta (y otras obras) a la «ciencia lúgubre» en una forma despectiva,
agrupandola con otras
características de la escena política no deseables (para Carlyle), tales como las 'urnas' y el 'sufragio universal '. Ver Robert
Dixon The dismal
science? Thomas Carlyle v John Stuart Mill (http:/ / insights. unimelb. edu. au/ vol8/ 06_Dixon. html). Sin embargo, el
término se generalizo
con el sentido de ser la ciencia cuyas predicciones son pesimistas.
[30] Sieveking: Historia de la Economía, desde el siglo XVII hasta la actualidad" cap 5. Malthus y Ricardo (http:/ / www.
eumed. net/ cursecon/
textos/ Sieveking/ s3. 5. htm)
[31] La principal fuente de energía industrial de la época era el carbón de piedra (coal en inglés) que, se preveia, se agotaria
en un futuro más o
menos cercano, llevando a ruina general. ver: The New Yok Times (20 de Febrero 1873): A COAL FAMINE. (http:/ / query.
nytimes. com/
gst/ abstract. html?res=F00615FA3E5D1A7493C2AB1789D85F478784F9) y New Scientist Oct 30, 1980 A National
Calamity (http:/ / books.
google. com/ books?id=boVqs4IR_LcC& pg=PA316& lpg=PA316& dq=exhaustion+ of+ coal& source=bl& ots=RUf0tzCXRx&
sig=7v_WIJeDZ_CKAJwwPmq45l3aQQI& hl=en& ei=_gvJTd_DD8jIsgay1cCXAw& sa=X& oi=book_result& ct=result&
resnum=5&
ved=0CCsQ6AEwBA#v=onepage& q=exhaustion of coal& f=false)
[32] S Latouche: “La sociedad de la abundancia frugal” (Icaria, Barcelona, 2012) (publicado originalmente (2011) como
“Vers une société
d'abondance frugale: Contresens et controverses sur la décroissance”) Nótese que esto no implica que no hay ganancia
sino que la ganancia y/o
plusvalía debida al progreso técnico se hace cada vez menor: la producción extra producida por nueva maquinaria no es la
suficiente como
para justificar el gasto extra necesario para reemplazar la maquinaria antigua. Este es uno de los mecanismos básicos que
han estado
impulsando el fenómeno de externalización o deslocalización: donde las empresas podían pagar mejores sueldos y
mantener o aumentar sus
ganancias utilizando maquinaria cada vez más ”productivas”, el costo de maquinarias actuales, en relación a su producción,
es tal que lleva a
las empresas a buscar medidas para reducir los costos de los salarios.
[33] El crecimiento de la población debe detenerse: Sir David Attenborough (http:/ / pomexico. superforo. net/
t1430-el-crecimiento-de-la-poblacion-debe-detenerse-sir-david-attenborough)
[34] Engels, ensayo de 1843 (en correspondencia de Marx y Engels, p 33) citado por J. D. Bernal: Engels and Science
(http:/ / www.
kibristakulturmucadelesi. org/ Red/ Bolumlering/ sovyeting/ Engels and Science_J. D. Bernal_Labour Monthly
Pamphlets_No. 6. pdf), p I
[35] David Attenborough (2011): PLANET AND POPULATION (http:/ / populationmatters. org/ 2011/ news/
david-attenboroughs-speech-rsa-population/ ) (discurso a la Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and
capliulo VIII

EL MARXISMO Commented [LB2]: MARXISMO

La Revolución Industrial, y los cambios en los métodos de producción.

generó naturalmente nuevas condiciones de vida. Desapareció el mundo ordenado y

más o menos estático y surgieron nuevos figuras. Entre ellas el proletalado y su

dramática bcha po’ Ia subsistencia. La exacerbación del individualismo y Ia libertad

sometió a millones de personas a vi vi r en lo explotación.

Las pentrias y miserias de los obreros contrastaban con Ia opulencia de

quienes eran propietarios de los medios de producción. La Iglesia también se

preocupó por Ia Ramada cuestIón social y. es precisamente en el siglo XIX cuando

tiene su origen Ia llamada Doctrina Social de Ia Iglesia. Si bien existen documentos

anteriores, Ia encíclica Rerum riovarum de León XIII (1810-1903 -1878-1903) maca el

InIcIo de esta corriente de pensamiento cristiano.

Es precisamente este Papa ei que dijo que el socialismo no era sino Ia

respuesta lógica. aunque errónea. ante Ia Injusticia social.

Mcxx (1818-1883) no estudió Ia economia para tomar conciencio desu

verdad, de las leyes científicas que explican lo sucedido y permiten hacer pronósticos

sobre el futuro. Sólo buscó helar en esta ciencia los fundamentos que avalaran sus

argumentaciones. Se manejó con prejuicios. explicitados yo

en 1847 cuando escribió ¡unto a Engels (1820-18951 el

Manifiesto Comunista (Ia teoría de Ia lucha de clases: el

convencimiento de que la sociedad capitalista seria

reemplazada por una formo mós perfecta de organización: Ia

teoría de la acumulación dei capital: el determinismo. etc.).

Era Imperioso suministrar al socialismo orgurnentos

que permitieron afirmar que al capitomo debía sucederle el

socialismo: que éste ero esencialmente superior y estaba en

concbciones de eliminar Ia explotación tísica y more a Ia que

crun surriclruos riurviurvs. mujeres y niños: que sus auirnociones tenían rigor científico y

que esta sustitución de cap4tdlsmo por comunismo se doria por Ia naturaleza de tas

casas y no por uno convicción dogrnóhca.

La obra de Mcxx El Capitol, consta de tres tomos. El prImero publicado en

vida del autor en el ario 1667, Las criticas recibidas y Ias contradicciones en que
incurre en su obra, hace que Ia misma quede inconcluso. Recién en 1885 Engels. dos

anos después de lo muerte de Ma’x y. a partir de los apuntes existentes. publica el

segundo tomo y en 1894 el tercer volumen, con posterioridad, entre 190S y 1910.

Kautsky publica una nueva serie de manuscritos de Marx. con el titulo de Teorias sobre

lo plusva lia. al que muchos autores considero n corno el cuarto tomo de EI Capital.

Ei capitalismo es un término utilizado p.or Marx para designa un sisiema

económico basado en ia propiedad privada de los medios de producción y en Ia

situación de privliegio que detentan sus poseedores con respecto a los restantes

miembros de Ia sociedad. Su obra consiste en efectuar una descripción de este

capitarrsr’no. ias leyes que supuestamente rigen su funcionarÑento f ley del desarrollo

de ia sociedad capitalista) y los procesos naturales que llevarán necesariamente a su

propio destrucción y su sustitución por una sociedad socialista.

Los boses filosóficas de su concepción de lo econona encuentra sus raíces

en el evolucionismo de Darwin (1ß09-1e82): eln,atenahsmo de Feuerbach {1804-1872)y

lo dialéctica de Hegel. todas teorías en baga en los ciculos urliver5itanos de Ia

segundo mdod dei siglo XIX.

Del evolucionismo Marx no tomo sus aspectos cientflicos o ernpiricos. solo

procuro encontrar los elementos que le permitan fundomentcw su propia filosofía

materialista. Es así corno se apropio riel concepto de lucho de Ias especies y lo utiliza

con un sentido distinto cuando habla de lucha de clases.

Por su porte. del mcjtenciismo asume que el elemento dinámico y decisivo

es lo niotena. Dice Engels que;

. ..nuestra concIencia, nuestros pensamientos per lrorcendentes que sean.

só’o son proclvcro cíe vn organo rna1eria, corporal: e’ cerebro.

A la materia se reduce todo. de ello noce todo, todo lo gobierna. No

obstante reconocen que si bien Ia materia produce los fenómenos espiltuoles. una vez

producidos (ideas. creencias. ideales). influyen a su vez sobre el desarrollo mcitend y

mós concretamente sobre ia producción econômica.

Alo dialéctica recxre para conclui que todo lo rerjidad (natural, histórico.

el hombre mismo), evolucionan constantemente movido por un motor: Ias

controdicciones. Todo realidad es contradictoria: constante oposición entre principios

distintos, La sieración de estos principios origino un nuevo estado: síntesis de los

contrarios. Este mow’niento par oposición es la dialéctica: para Marx. todo está regido
por ello. A una ofmoción (tesis) correspondo necesariamente uno negación

(antítesis). luego ambas son superadas con una negación de la negación (siritesis) El

proceso dialéctico se continúo, o esa síntesis (tesis) se opone uno antfte5is (negación) y

así sucesivamente.

Con este bagaje filosófico elaboro los principios sobre los que eificerá su

teoría,

1. MATERIALISMO HISTÓRICO

EI hombre es producto histórico de Ia evolución de la materia. El

materidismo histórico es Ia ciencia que versa sobre los leyes generales del desarrollo

de la sociedad humana. La historia dei hombre es pues el producto de una serie de

contradicciones que. al superorse. transforman todo, Codo cosa lleva en sí el germen

de su contradicción que, con el correr dei tiempo necesariamente se desarrolla en

ello, hasta que el contraste es scdvado por Ia unión de ambos.

Per ejemplo, uno primara contradicción histórica se do entre el hombre

(tesis) y la naturdeza ¿antítesis) de Ia cual surge el trabajo como síntesis. Es por oso que

el trobao eleva Ici naturaleza y transforma al hombre en uno acción superodoro. EI

progeso de Ici sociedad y Ia perfección del hombre sólo se logarán a parti de

contradicciones (luchos, conflictos, tensiones). Poro que exista el progreso es menester

que esas contradicciones deben Ilevorse ai extremo necesario para que se producta

la sin tesis o superación.

Marx utdiza ia didéclica de Hegel para expbor las transformaciones de lo

materia, ia evolución dei mundo y la misma evolución de lo historía. Si bien pata hegel

los ideas son autónomas y las condiciones materiales son sólo su reflejo. pera Marx es lo

contrario: los condicione5 materiales son las autónomas y se desarrollan gracias o su

dialéctico inmanente, mientras que Ias ideas y las instituciones sociales sólo son su

estructuro ideológica.

Lo conducta del hombre y los estructuras sociales dependen (están

determinadas) pues por una intraestructtwa económica.

En ia prothtcclón social de sus vidas. los hombres abordan condtlones

deterrnThaclas y necesarias, Arrdepenaientes de su vduntod: condIciones de

producción que corresponden a un delen’nlnodo grado de desa’rollo de sus

tue rias productivas moteriatei La totalidad de esos condiciones de

producción constituyen Ja estructura económica. lo bose real. sabre Ia que se

levanta una estructura leg&a#va y politico que corresponde a deterrnkiodas


tcYmas conscientes de ia sociedad Lo raina de producción de 10 vida

material condiciona ei proceso socó. pomlca y. en sinta, ei espó’ttual

tio es la conciencia de los hombres la que determino su ser io lo contrasta.

es su ser social el que delermlna su conciencia. En cieflo godo de su

desarrollo, ias capaciciaøes mnoîeßates de p’oducclón de ia sociedad caen

en cont,adicclón con tos condiciones ne producción existentes. o con lo que

sólo es una expresión ju’ídta. cori el regimen’ de propiedad.. y por rnealo de

tas tormos de desarrollo de tas capacidades de producción, ese régimen

encadenado cia un vuelco total,

Comienza entonces una época de revolución social. Con el cambio de los

tundomenros económicos, toda ia tngantesco estructura se vo

transfcrmando enta a rópkian’renre. MARX Catos, Critica de la Economia

Pomica.

2. LUCHA DE CLASES

Es ei verdadero motor de lo 1-listarIa. Los hombres persiguen en primer lugar

sus intereses materiales y. a partir de estos, se crean las ideologias que justifican el

accionar. Supone entonces que los procesos técnicos (elemento muy Importante paro

el rnantismo) generan un determinado régimen de producción y consecuentemente

una estructura de clases (que oL»somente son antagónicos).

Como tocJs Ias cosas tienen en si mismo el germen de su propio

destrucción, llegará un momento en que Ias tuerzas de Ia producción se habrán

desarrollado hosto el móximo posible. e iniclorõn una etapa de deterioro, retardando

así el progreso. Luego estas instituciones son descartadas. surgiendo otros nuevas mós

apropiadas. Es así corno se producen Ias revoluciones, Iievadcss a cobo por Ias clases

dominados, que dentro de cada porfoclo histórico y a causa del régimen de

produccIón se constituyen en antulesls de Ias clases dominantes,

En Ia medido que estos doses dominadas comienzan a tomas tuerzas, están

en condiciones de rebelorse y derrota o la clase dominante, que codo vez es mós

débil e Imposibilitada de acrecentar Ias capacidades de producción.

Yo en el Manifiesto Comunista (arllculo 4°) se lo expresa con claridad:

Ubres y esclavos, patrIcios y plebeyos, nobles y siervos, maestros astesonos y

compañeros, en una palabra apresares y aprlrmidas, en lucha constante,

manruvieron una guerro ininterrumpida. ya abierta. ya disfrnuiada : una

guerra que terminó siempre, bien par una transformación revatuctonato dé ia


sociedad, bIen por ta destrucción de los clos clases an (agónicas. MARX.

Cadas y ENGELS. Federico. Et MarNfiesto ComunIsta,

3. EL CAPITALISMO

Este térn*o de uso corriente en Ia actualidad. fue acu?sado

originariamente pa Marx. Esta es Ia última etapa en Ia evolución mejccista de Ias

fornas de producción. Si bien Marx reconoce que el capitalismo permitió un

acrecentamiento en Ii cantidad de bienes y servicios disponibies. que nadie siquiera

imanaba. al llevar en si mismo el germen de su propio destrucción, deberá ser

necesariamente reemplazado. Y el causante de este conflicto es. corno ya se dbo. Ia

lucha de clases.

El Estado y Ias instituciones sociales no hacen más que mantener, incluso

mediante el uso de la tuerza, el statu quo existente. La Iglesia. con ta promesa de un

paraíso en el más allá. frena Ias aspiaciones de los desposeídos a mejorar su situación

(por eso Marx Ia llama el opio de los pueblos).

&iul, pues, en Ia producción se enfrentan Ias dos clases antagónicas. Los

capitalistas (tesisj que son los propietarios del capital y. Iócamente. detentan una

situación de privilegio sobre los demás. Este capital se divide en:

a. capital constante, constituido por los meios de producción. materias

primas, materiales aualiores. instrumentos de trabajo. etc. que no cambio de

magnitud en el proceso de producción (por eso se lo llama constante). y que

se traslada al producto terminado sti cambios (es comparable con Ia

amortización contable de Ias maquinarias, que disninuye el valor de Ia

máquina par bicorporación en igual medida al bien terminadoj.

La parte que se Invierte en metilos de producción, es deck et’ prkneras

materias, materiales auxWares e instrumentos de trabajo, no cambian de

magnitud de valor en el proceso de producción. Teniendo en cuenta este, ie

doy ei nombre de parie constante del capital a más concisamente, capital

constante. C. Marx. op.ct. ti. pág.233

b. capitol variable, llamado así porque tiene una magnitud variable y es lo

parte dei capital destinado al pago de las salarios

En cambio ia pale de capital que se Invierte en tuerzo tie trabpio cambia de

en bi proco€o producción. Aclenfl do producif su cWo

equivalencia, ceo un remanente, Ia plusvalía, que puede tombiën voit’...

Esta paste del capital se convierte constantemente de magnitud constante


en variable. Por eso ie doy et norntve de pate votIate ciel capital, o mós

concisamente, capital valable. C. Marx, op.cá. I. L pdg 233

Los proletarios antitesis) corno su nombre lo indica. sólo son poseedores de.

a. Ia prole (descendencia). indispensable para el reemplazo futuro

de los actuales trabajadores.

b. Ia fuerza del trabajo. es doct Ia energía humana que los hace

indispensables para ocuparlos en los distintos procesos productivos. Los

proletarios venden en el mercado a los capitalistas esta tuerza del trabajo.

4. LA PLUSVALIA

Max adopta Ia teoria dei valor- trabalo enunciada por David Ricardo: el

valor de una mercancia está determinado por Ia cantidad de trabajo necesario para

su producción. Luego. todos los cambios se hacen teniendo en Cuenta ese vola

acumulado, pero en los intercambios se dan equivalente por eqthalente. es decir que

en el proceso de comercialización nadie gana. No es de aqui de donde los

empresarios obtienen su beneficio, sino dei proceso productivo. Traducido a un

lenguaje corriente, lo único en condiciones de generar utilidad para la empresa es Ia

incorporación de nuevos trabajadores. o la mayar explolaciÕn de los ya existentes.

Las mercaderias no son otra cosa que trabco cristalizado. El trabajo es el

tiempo que Ia fuerza de trabc*o está aplicada a Ia obtención de un bien econónico.

Y es precisamente el trabajo ei que crea valor. Para Marx el trabajo tiene la cualidad

de generar mós valor que el que se necesita para mantener Ia mano de obra.

La plusvalia. que sólo se genera en el proceso de pro&cción, es

precisamente Ia diferencia entre el valor de Ia prochcción dei bien ñnal (valor - trabajo

equivalente o Ia cantidad de horas necesarias paro ia producción del bien) y el valor

de Ia tuerza dei trabcAo (cantidad de horas necesarias producir los bienes de consuma

que le permitan asegurar al trobc4ador su subsistencia y ia de su prole, futuro

reemplazante en el proceso productivo)

La porte cte proclvcto qve reciben ios rralflocbares se recua en cle!initìvo y

en generc%, no gx’r e resultcxt cíe w producción, to por t contidod cte

pmdtscto que basta po-a pcpcrcionar)es Ja fuerza necesaria po-a conti’iucr

Trabajando y ‘05 medos cíe cria’ sos hijos. Cuatto cotta social de Radbertus,

póg 153
Commented [LB3]: Neoliberalismo
1.3 Teorías Contemporáneas
Neoliberalismo Económico
El término neoliberalismo, proviene de Ia abreviación de (neoclassical liberalism), es un

neologismo que hace referencia a una política económica con énfasis tecnocrático y

macroeconómico que considera contraproducente el excesivo intervencionismo estatal en

materia social o en Ia economia y defiende el libre mercado capitalista como mejor garantía del

equilibrio institucional y el crecimiento económico de un pais.

Suele considerarse, erróneamente, como una reaparición del liberalismo decimonónico. Sin

embargo, al contrario de éste, no rechaza totalmente el intervencionismo estatal y además

guarda una ambigüedad ideológica, respondiendo más a su base teórica-técnica neoclásica.

Siendo una propuesta macroeconómica tiende a ser neutral con respecto a Ias libertades civiles.

Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologias y teorias económicas que promueven el

fortalecimiento de Ia economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso

globalizador a través de incentivos empresariales que, según sus críticos, es susceptible de

conducirse en beneficio de intereses políticos más que a Ia economía de mercado propiamente

dicha.

Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de

comunicación y por algunos intelectuales El término nació de Ia necesidad de diferenciar el

liberalismo económico previo a Ia Primera Guerra Mundial, de los modelos económicos de Ia

democracia liberal surgidos durante Ia Guerra Fría, siendo el neoliberalismo en todos los casos,

un conjunto de ideas bastante alejadas de Ia ortodoxia liberal del siglo XIX. El llamado

neoliberalismo en cierta medida consiste en Ia aplicación de los postulados de Ia escuela

neoclásica en política económica. No define una teoria económica concreta, y se usa más para

referirse a Ia institucionalización de un sistema en el comercio mundial. Tampoco el

neoliberalismo es una filosofia política unificada debido a Ia diversidad de escuelas y

movimientos que se le suelen relacionar.

Características

Las políticas macroeconómicas recomendadas por teóricos o ideólogos neoliberales (en

principio recomendaciones a países tanto industrializados como en desarrollo) incluyen:

. Políticas monetarias restrictivas Aumentar tasas de interés o reducir Ia oferta de

dinero. Con ello disminuye Ia inflación y se reduce el riesgo de una devaluación. No

obstante con ello se inhibe el crecimiento económico ya que se disminuye el flujo de


exportaciones y se perpetúa el nivel de deuda interna y externa denominada en

monedas extranjeras. Así mismo, se evitan los llamados ciclos dei mercado.

. Políticas fiscales restrictivas: Aumentar los impuestos sobre el consumo y reducir los

impuestos sobre ia producción y Ia renta; eliminar regímenes especiales; disminuir el

gasto público. Con ello se supone que se incentiva Ia inversión, se sanean Ias finanzas

públicas y se fortalece Ia efectividad del Estado. No obstante no se distingue entre los

niveles de ingreso de los contribuyentes, donde unos puede pagar más impuestos que

otros, y se grava a las mayorías mientras que se exime a las minorías, deprimiéndose así

Ia demanda, si bien se busca apoyar Ia oferta, buscando el bienestar de toda Ia sociedad.

Tampoco se reconoce que ei gasto público es necesario, tanto para el crecimiento como

para el desarrollo (comparar históricamente ejemplos de países industrializados); para Ia

protección de sectores vulnerables de Ia economía y Ia población; y para Ia estabilidad

social y económica en general.

. Liberalización: Tanto Ia liberalización para cl comercio como para Ias inversiones se

supone que incentivan tanto el crecimiento como Ia distribución de Ia riqueza, al

permitir:

1. Una participación más amplia de agentes en el mercado (sin monopolios u oligopolios)

2. Generación de economías de escala (mayor productividad)

3. Aprovechamiento de ventajas competitivas relativas (mano de obra barata)

4. Abaratamiento de bienes y servicios (al reducirse costos de transportación y dei

proteccionismo)

5. Aumento en los niveles de consumo y el bienestar derivado de ello (en general aumento

de Ia oferta y Ia demanda en un contexto de «libre» mercado, con situaciones de

equilibrio y utilidades marginales).

. Privatización: Se considera que los agentes privados tienden a ser más productivos y

eficientes que los públicos y que el Fstado debe adelgaiarse para ser más eficiente y

permitir que el sector privado sea el encargado de Ia generación de riqueza,

. Desregulación: Se considera que demasiadas reglas y leyes inhiben Ia actividad

económica y que su reducción a un mínimo necesario, propician un mayor dinamismo de

los agentes económicos,

En todos los casos, los teóricos denominados neoliberales afirman que Ia mejor manera de

alcanzar Ia distribución de Ia riqueza y el bienestar de los individuos es mediante un crecimiento

total dei producto, que por su propia dinámica permea al total de los integrantes de Ia sociedad

(Ia llamada trickle down policy); como liberales promueven «mediante el beneficio individual,
alcanzar el beneficio de toda Ia sociedad».

Países con políticas neoliberales

Entre 1980 y 2000, en varios países llegaron al gobierno diversos políticos y dirigentes

favorables a programas económicos neoliberales. Esto sucedió especialmente en los países

anglosajones y en América Latina, Ia siguiente lista, incluye algunos de los presidentes que

aplicaron, en distinto nivel y efectividad, varias políticas descritas como neoliberales:

. Argentina: Carlos Menem y Fernando de Ia Rúa

. Bolivia: Gonzalo Sánchez de Lozada

. Brasil: Fernando Collor de Mello y Fernando Henrique Cardoso

. Costa Rica: Oscar Arias

. Chile: Augusto Pinochet

. Colombia: César Gaviria y Alvaro Uribe Vélez

. Estados Unidos: Ronald Reagan

. México: Miguel de Ia Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox

Quesada y Felipe Calderón

. Paraguay: Juan Carlos Wasmosy

. Perú: Alberto Fujimori

. Reino Unido: Margaret Thatcher

. Uruguay: Luis Alberto Lacalle y Julio Maria Sanguinetti

. Venezuela: Carlos Andrés Pérez

. España: Jose Maria Aznar, Esperanza Aguirre

1.3.1 Economistas Neoliberales

Joseph Eugene Stiglitz

Ha recibido Ia Medalla John Bates Clark (1979) y el Premio Nobel de Economía (2001). Es

conocido por su visión crítica de Ia globalización, de los economistas de libre mercado (a

quienes llama “fundamentalistas de libre mercado”) y de algunas de Ias instituciones

internacionales de crédito como el Fondo Monetario

Internacional y el Banco Mundial. En 2000 Stiglitz fundó Ia

Iniciativa para el diálogo político, un centro de estudios de

desarrollo internacional con base en Ia Universidad de

Columbia (EE. UU.). Considerado generalmente como un

economista neokeynesiano, Stiglitz fue durante el año 2008

el economista más citado en el mundo.9


Stiglitz nació en (Indiana) de padres judíos. De 1960 a 1963

estudió en el Amherst College, donde fue miembro activo

del equipo de debate estudiantil y llegó a presidir Ia

organización de representación estudiantil. En el cuarto año

de pregrado se trasladó al Instituto Tecnológico de

Massachusetts (MIT) donde realizaría sus trabajos de postgrado. De 1965 a 1966 estudio en Ia

Universidad de Chicago donde llevó a cabo investigaciones bajo Ia dirección de Hirofumi Uzawa.

Además de sus influyentes y numerosas contribuciones a Ia microeconomla, Stiglitz participé en

numerosos puestos de carácter político. Desempeñé labores en Ia administración del presidente

Clinton como presidente del Consejo de Consejeros Económicos (1995-1997). [n el Banco

Mundial, donde estuvo como primer vicepresidente y economista jefe (1997 - 2000), hasta que

el Secretario del Tesoro de los EE.UU. (Lawrence Summers) lo forzara a renunciar, en un

momento en que habían comenzado protestas sin precedentes contra Ias organizaciones

económicas internacionales, siendo Ia más prominente Ia realizada en Seattle con motivo de Ia

cumbre de Ia Organización Mundial del Comercio en 1999. Asimismo, ha sido uno de los autores

principales en el Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC). Es

miembro de Ia Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

ALGUNAS DE IAS CONTRIBUCIONES MÁS IMPORTANTES DE STIGLITZ A LA ECONOMÍA

Asimetría de la información

La investigación más famosa de Stlglitz es sobre el screening, una técnica usada por un agente

económico para extraer Ia información privada de otro. Esta importante contribución a Ia teoría

de Ia asimetría de Ia información le valió compartir el Premio Nobel de Economía[3] en 2001 con

George A. Akerlof y Michael Spence.

La literatura económica neoclásica tradicional asume que los mercados son siempre eficientes

excepto por algunas fallas limitadas y bien definidas. Los recientes estudios de Stiglitz y otros

más revocan esa presunción: es solo bajo circunstancias excepcionales que los mercados son

eficientes. Stiglitz (y Greenwald) muestra que “cuando los mercados están incompletos y/o Ia

información es imperfecta (lo que ocurre prácticamente en todas Ias economías), incluso en un

mercado competitivo, el reparto no es necesariamente eficaz En otras palabras, casi siempre

existen esquemas de intervención gubernamental que pueden inducir resultados superiores,

beneficiando a todos.

Aunque estas conclusiones y Ia generalización de Ias fallas de mercado no garantiza para nada

que el Estado intervenga ampliamente en cualquier economia, deja claro que el rango “óptimo’
de intervenciones gubernamentales recomendables es definitivamente mucho mayor que lo

que Ia escuela tradicional reconoce Para Stiglitz, no existe Ia denominada “mano invisible”.10

El verdadero debate hoy en día gira en torno a encontrar el balance correcto entre el mercado y

el gobierno. Ambos son necesarios. Cada uno puede complementar al otro. Este balance será

diferente dependiendo de Ia época y cl lugar.

En una entrevista, Stiglitz explicó:

“Las teorías que desarrollamos explican por qué los mercados sin trabas, a menudo, no sólo no

alcanzan justicia social, sino que nl siquiera producen resultados eficientes. Por determinados

Intereses aún no ha habido un desafío intelectual a ia refutación de ia mano Invisible de Adam

Smith: Ia mano invisible no guía ni a los individuos ni a Ias empresas -que buscan su propio

interés- hacia Ia eficiencia económica.”

Milton Friedman (31 de Julio de 1912—15 de Noviembre de 2006)


Fue un destacado economista, intelectual y profesor de ia Universidad de Chicago. Defensor dei

libre mercado y exponente del monetarismo neoclásico de Ia Escuela de Chicago, Friedman

realizó contribuciones importantes en los campos de macroeconomía, microeconomía, historia

económica y estad istica.

Debido a su enorme influencia, es igualmente considerado el ideólogo y principal promotor del

neoliberahsmo económico, argumento de Ias más importantes corporaciones multinacionales

para desarrollar sus actividades mercantiles sin control gubernamental alguno.

Fue señalado por participar en complejas estrategias politico- militares para imponer sus teorías

económicas en países en desarrollo. El golpe de Estado en Chile en 1973 es un ejemplo. La

Escuela de Chicago habia iniciado décadas atrás -con apoyo de

Ia CIA- una operación de penetración ideológica para formar

jóvenes tecnócratas neoconservadores radicales en Ia

Universidad Católica de Chile -los Chicago Boys-. Este grupo,

asociado a los hombres más ricos de Chile y a Ias empresas

trasnacionales de Estados Unidos, participó de manera activa

en el golpe de Estado contra el gobierno democrático de

Salvador Allende. Chile sería después el primer “laboratorio”

en el que Ias teorías de Friedman se aplicarían a cabalidad y

sin oposición social alguna. La tortura, Ia represión y Ia política

del terror han sido asociadas a La doctrina dei shock, como se

ha llamado a una medida táctica clave para Ia implantación sin


obstáculos del programa neoliberal: recorte del gasto social,

privatización de empresas públicas y desregulación para

favorecer a los dueños dei capital. Un esquema similar fue aplicado por los gobiernos –sobre

todo republicanos- de Estados Unidos en múltiples guerras, desde Vietnam en los 70 hasta Irak

en 2003.

En 1976, Friedman fue galardonado con un Premio Nobel de Economia por sus logros en los

campos de análisis de consumo, historia y teoría monetaria y por su demostración de Ia

complejidad de Ia política de estabilización.

Las ideas económicas de Friedman


La política económica que los gobiernos occidentales aplicaban al terminar Ia Segunda Guerra

Mundial seguía los criterios de los economistas de Ia escuela keynesiana: cl Estado dirige Ia

economía, y de hecho se convierte en uno de los principales inversores, para asegurar a Ia

población unos bienes mínimos que permitan mantener un elevado ritmo de consumo, de

forma que éste anime Ia producción, con lo cual el crecimiento económico debería ser continuo

y se prevendrían Ias grandes recesiones. Friedman criticó estas teorías y consideró que su

aplicación en Estados Unidos terminaría con el llamado sueño americano.

A diferencia del keynesianismo, Ias teorías económicas de Ia Escuela de Chicago, o Escuela

Neocuantitativa, se basaban en Ia reivindicación del liberalismo neoclásico de Adam Smith.

Sostenían que el mercado es Ia única fuente de riqueza. Los beneficios de Ias empresas serian

los únicos generadores del crecimiento económico, que, según ellos, se produciría sólo cuando

el mercado pudiese funcionar con total libertad. Desde este punto de vista, el Estado no sólo

debería dejar de ejercer un papel principal como inversor, sino que debería animar a los

particulares a invertir, para lo cual debería rebajar los impuestos, pues éstos retraen Ia inversión

y disminuyen los beneficios.

Friedman criticó cl gran tamaño adquirido por el sector público en los países occidentales,

denunciando Ia distorsión que Ia intervención estatal introduce en cl funcionamiento dc los

mercados. Propuso desmontar el Estado de bienestar y dejar que actúen libremente Ias leyes de

Ia oferta y Ia demanda, volviendo a ¿a pureza original dcl sistema que definiera Adam Smith.

Recuperando viejas ideas, actualizó Ia teoría cuantitativa de Ia moneda, denunciando los efectos

inflacionistas de Ias políticas expansivas keynesianas. Sin embargo, defendió al mismo tiempo

medidas de protección contra Ia pobreza, como un impuesto sobre Ia renta con tramos

negativos para los ciudadanos de menores ingresos.

La principal novedad que aporté Ia llamada Escuela de Chicago radicó en Ia importancia que
daba a Ia influencia de Ia masa monetaria en el crecimiento económico. Considerando Ia

economía como una ciencia empírica, Milton Friedman y Anna Schwartz, en su libro Historia

monetaria de los Estados Unidos, trataron de demostrar que Ia rápida expansión de Ia masa

monetaria es Ia causa de Ia inflación, mientras que una brusca retención es Ia causa principal de

Ias crisis más profundas. A partir de esta aportación se concluía que el papel del Estado en ia

economía debe limitarse al contrai de Ia masa monetaria en circulación.

Otras obras destacadas de Friedman, en Ias que expuso sus teorías económicas, son Una teoria

de Ia función del consumo (1957), Dinero y desarrollo económico (1973) y Teoría de los precios

(1976). Escribió además varias obras divuigativas escritas en colaboración con su mujer

(Capitalismo y libertad, 1962; Libertad de elegir, 1980).

Capítulo XIV

POLÍTICAS MONETARIAS Commented [LB4]: Monetarimos

1. MONEDA
Dodo la definición de monedo (monedo-mercancía), y habiendo

anahiado las funciones esenciales que cumple, se advierte con claridad el avence

signiticalivo que devino de su creación. con respec to al trueque. manera primitivo de

realizo’ los Intercambios,

En Ia actualidad ningún país del mundo utiliza moneda rnetóllca para sus

transacciones domésticas, tampoco las emisiones de dinero tienen un respaldo en

metólico. como existía hasta 1914 con Ia vlgencc del Patrón Oro, Los billetes que

circulan constituyen lo que se conoce como moneda fiduciaria (aceptados en base a

Ia confianza y buena fe).

Además de los billetes. existen actucimente otros elementos que

contribuyen a dar la fluidez al sistema. Se trata de los cheques (libramientos sobre

cuentas corrientes existentes en los bancos); cheques diferidos (promesas de pago);

tarjetas de crédito; tarjetas de débite; etc. Que mediante la utilización de los

adelantos tecnológicos permiten disponer de tondos en los lugares mós remotos, paro

cancelar abigaciones o adquirk bienes a servicias.


2. TEORIA CUANTITATIVA DEL DINERO
ia idea se insinuaba en algunos tratadistas antiguos. pero fue Jean Badin et

que le dio cuerpo en sus dos Réponse aux paradoxes de Males troll (I 569) y el filósofo

lnglts John Locke el que ta tocmuló de manera concreta, quedando para Cantillon.

Vadertint y Hume algunos refinamientos de detalle.

La demanda por una mercancía que cumple a Ia vez Ia función de medio

‘* poço y cte r9srvçxiQ cte vqfl. El cimero, en tqntq rnig cJe pago. no es

demandado en realidad por sí mismo, sino como. un medio para Ia obtención de

bienes y servicios. ia naturaleza precisa de Ia demanda monetarIa es un tópica

central de Ia moderna rnacroeconarnío. y corno tal ha do debatido ampliamente en

Ias últimos anos.

M respecto existen dos posiciones; Ia del keynesianismo y la del

monetarisma. la piwnera de ellas, tal como se via cl analizar el esquema de Keynes.

sostiene que tres motivos dan origen a Ia demanda monetaria; a) motivo

tronsaccional. los Individuos y las empresas. necesitan dinero para sus adquisiciones de

bienes y servicias: b) motivo precaución los protagonistas económicos demandan

dinero guiados también por ia precaución, como una forma de protegerse ante

contingencias imprevistas; c) motivo especulación. que lleva a demandar dinero

cuando Ia rentabilidad de otros activos, por ejemplo bonos o títulos, no resulta

suficiente.

La Teoría Cuantitativa dei Dinero, en contraste con Ia anterior, sólo

considera el primero de los motivos mencionados; Ia necesidad de obtener dinero con

el propósito de realizar transacciones. La demanda de dinero, en este caso. resulta

una proporción constante. dei in’eso. el cual, cuando se toma junto can el promedio

de nivel de precios, determinarô el volumen de transacciones que es posible realizar. EI

keynesianisrno objetó esta conclusión: al postular Ia existencia de una demanda

monetaria que tiene sus fuentes en Ia precaución o la especulación. Keynes sostuvo

que Ia demanda puede variar grandemente en el corto plazo, a partir básicamente

de cambios en Ia velocidad de circulación. afectando asi directamente el nivel de los

precios.

El moderno monetarismo. desarrollado básicamente por Milton Frtedrnann.

pate de Ia Teoria Cuantitativo dei Dinero de Fisher y acepto que puede haber

cambios en Ia velocidad de circulación de! dinero en el corto plazo, pero afirma que.
en el largo plazo. tal velocIdad es esencialmente constante. Friedn’iann llegó a esta

conclusión después de hacer un estudio emp frico de Ia historia monetario de los

Estados Unidos, a través del cual respoldó sólidamente su posición respecto al tema.

Corolarios de sus proposiciones es que la frìfloción es causada por el total de la masa

monetaria dsponible y que Ias políticos de estabilización keynesianas llevan

inevitablemente a este fenômeno. No obstante, sus ideas no son aún aceptadas por

todos los economistas, pues el tema continúa abierto o la discusión.

Irving FISHER. expresó su célebre fórmula:

Mxv = PxQ

En donde

M es Ia oferta dc dinero (cantidad de dinero disponible en una economía):

V es Ia velocidad de circulación de ese dinero (el promedio de veces que

se usa ese dinero en un período de tiempo. pa ejemplo un anal:

P es ei nivel de precios de Ia economia

Q es la cantidad de bienes y servicios disponibles (P81 real dela economía).

En otras palabras, la oferta monetario ajustada pa Ia velocidad de

circtAación es igual ai FBI nominal (cantidad de bienes y servicios disponibles.

mtitqlicado por su precio en el mercado).

M- es Ia cantidad de dinero disponible en una economia.

M1. es lo que se conoce como base monetaria Esta compuesto por el

c(rctAante (pesos en cIrculación, es deck en poder de Ia gente que los utiliza. los hace

circi.Aarl más ios dop6sitos o lo vista (cuenta corrientes en los bancos).

M1 plus es Ml más los depósitos en caja de ahorros, que operan corno

cuenta corriente a los electos del retiro dei dinero (tanelas de débito p.c.)

M2 es Ml plus más los depósitos a plazos filos.

M3. es M2 al que se le incorpora Ias aceptaciones bancarios.

M4: es M3 más los títulos dei gobiemo.

Realmente el dinero es solo Ml pius. ya que los demás sólo son promesas de

dinero.

La distinción es fundamental por cuanto et incremento de MZ M3 o M4 no

afecta Ias relaciones con los bienes. Las modificaciones en Ias cantidades dc Ml plus.

en cambio tienen directa Incidencia sobre los precios de los bienes y servicios. Un

aumento de Ml plus provocará necesariamente una alteración. hacia arriba, en todos

los precios de los bienes y servicios y viceversa.


En un país estable, Ia V (velocidad de circulaciónj es prácticamente oria

constante. por cuatro razones importantes:

1. La demanda de moneda nocional es grande. por ejembjo el agregado

monetario (Ml dinet en efectivo mós depósitos a la vista: cajas de ahorro y cuentas

corrientes en los bancos). en los Estados Unidos representa cerca dei 15% dei FBI. yen

Japon el 30% del FBI. Es deci que Ia gente está dispuesta a conservar en su poder esa

cantidad de dinero.

Esta circunstancia revelo una elevada confianza dei púbíco en sus

instituciones monetarias, y donde hay confianza hay crédito, y con crédita el Gobierno

tiene Ia posibilidad de coloca títulos púbõcos para cubrir sus déficits. De tal manera

que en un pais confiable y estable. Ias expectativas de errisiÖn y de aumentos de

precias están prácticamente descartadas.

2. La demanda de moneda nacional es inelástica. Es decir que cualquier

cambio en su precio no provoca cambios sustanciales en Ia cantidad demandada, ya

que no existen sustitutos evidentes que puedan reemplazarla en sus funciones.

3. Las expectativas de inflación son lerdas. Se basan en la experiencia

anterior. En un país corno Estados Unidos, nadie supone. dentro de sus expectativos

racionales, grandes emisiones de drero, ni grandes incrementos en los preccs relativos

de los bienes y servicios. En Italia. por eempIo en 1992. se deprecié Ia lira en un treinta

par ciento (30%). y sin embargo. Ia lasa de incremento de los precios relativos no

acusé KM devaluación. Idéntica experiencia se tuvo en ia Argentina. aún can un

contexto diterente, cuando, a Ia salida de Ia convertibilidad, el peso se devaluo un

250%. y los precios relativos se incrementaron sólo en un 70%.

4. La Inflación se ajusta lentamente a los cambios en la emisión monetaria.

En un pais en donde Ia estabilidad es una constante. los contratos entre empleados y

patrones; entre proveedcwes y empresas: empresas y consumidczes se (liman sin

objeciones, lo cud hace que no existan cambios sustanciales en los niveles de precios.

En los Estados Unidos, Alan Greenspan. ex presidente de Ia Reserva Federal. ha

indicado que los cambios en Ia política monetaia tardan dieciocho meses en

refle)arse en los niveles de precios. En un pals como Ia Argentina. estas torrnalidades no

se dan, y en consecuencia Ia aparente condición de constante de Ia velocidad de

circi.iacián (V) se distorsiona totalmente,


Commented [LB5]: 1 Keynesianismo
1.2.1 Keynesianismo
Los aspectos del pensamiento económico actual que llevan la impresión de las ideas de John M.
Keynes son numerosos, pero su contribución principal, por la cual ha ejercido una influencia
poderosa y duradera, consistió en la formulación del principio de la demanda efectiva. Con base
en ese principio, Keynes concluye que el nivel de empleo y producción es determinado por la
magnitud de la demanda agregada y que el Estado puede actuar sobre ésta por medio de instrumentos
monetarios y fiscales a fin de alcanzar determinados objetivos de empleo y producción.

La noción de la potencialidad o no neutralidad de la política monetaria y fiscal fue rápida y ampliamente


aceptada en los ambientes políticos y académicos de los países capitalistas, donde el mantenimiento de
aceptables niveles de empleo pasó a ser una responsabilidad de los gobiernos. Así, muchos de
estos países adoptaron en los años 40 y 50 políticas económicas con el explícito objetivo de alcanzar el pleno
empleo. Estas políticas, junto con las favorables condiciones objetivas de la posguerra, permitieron que los
países capitalistas más industrializados eliminaran la desocupación masiva que caracterizó a los años 30 y se
acercaran a las metas que se habían propuesto en materia de empleo.

No obstante ello, la noción de no neutralidad de la política monetaria y fiscal continuó siendo el fundamento de
la política económica, aunque ahora los objetivos de la regulación de la demanda global fue suavizar las
fluctuaciones de la producción, el empleo y el nivel de precios.
Estas llamadas políticas de estabilización, anticíclicas, compensatorias o de "ajustes finos", fueron concebidas
como contrapesos de las oscilaciones económicas espontáneas, que los keynesianos, en general, consideran
inherentes a las economías de mercado. Así, por ejemplo, un descenso de la demanda debido al
debilitamiento de la inversión privada podría ser compensado por medio de una adecuada expansión
monetaria y/o fiscal; lo contrario, una contracción monetaria y/o fiscal podría ser un eficiente contrapeso de un
fortalecimiento excesivo de la demanda agregada.

Cuestionamiento del keynesianismo

Desde el principio existió una línea de oposición contra Keynes que cuestionó, desde diversos ángulos y con
intensidad creciente, la validez de la interpretación keynesiana sobre el funcionamiento económico y de su
corolario: la eficacia y la necesidad de una política económica orientada al mantenimiento de aceptables
niveles de empleo y con capacidad para evitar lasfluctuaciones violentas de la actividad económica. La
existencia de este cuestionamiento ha dado lugar, durante más de cuatro décadas, a una intensa discusión de
carácter teórico y empírico entre los partidarios de Keynes por un lado, y los defensores del principio
prekeynesiano de neutralidad de las políticas de administración de la demanda por el otro. A este último grupo
de economistas se les ha bautizado con el nombre de monetaristas y su representante más activo y
prominente es Milton Friedman.

La consecuencia práctica más importante de la amplia aceptación de las ideas de Keynes fue la
de haber dado un impulso decisivo a la profundización del papel estratégico del Estado en la
economía y la sociedad, tendencia que, por otra parte, se venía manifestando sin la ayuda de
ningún pensador original.

Para los monetaristas, oponerse al planteamiento keynesiano era un dictado de su presupuesto ideológico
básico: el liberalismo, que no concibe la intervención estatal más que para garantizar la seguridad interna y
externa del Estado, administrar justicia y realizar algunas obras públicas de infraestructura económica
esenciales para el desenvolvimiento de la economía. En consecuencia, el mayor peso de la crítica al
keynesianismo se enfocó a negar la validez del concepto de no neutralidad de la política de administración de
la demanda.

Keynes admitía de manera por demás explícita que si los salarios nominales crecen a la par que la demanda
agregada, los cambios de esta sólo tienen efectos nominales. La diferencia radica en que Keynes, en 1936,
creía que el caso en que los salarios crecen paso a paso con la demanda agregada es una situación extrema
y poco probable, por lo que las políticas de regulación de la demanda gozaban de un margen de maniobra
suficientemente amplio. Para los monetaristas, en cambio, este margen se ha tornado muy estrecho por la
velocidad de ajuste de las anticipaciones; para los partidarios de las expectativas racionales el margen
simplemente no existe.

Muy básicamente Keynes planteaba que dada la rigidez de los salarios para ajustarse a la baja,
los sistemas económicos no tendían al equilibrio con pleno empleo. Proponiendo remediar esa
situación con emisión y con un aumento del gasto público. Como reacción a esta idea, surge en
la Universidad de Chicago la idea que los cambios en la cantidad de dinero son la causa esencial
de las fluctuaciones económicas. Encontrando su origen en materia de ideas en los t rabajos de
Adam Smith.

En otras palabras, Keynes postuló que, en ciertas situaciones, y contrario a lo planteado por la
visión clásica, es económicamente racional no gastar dinero. Por ejemplo, si los precios están
bajando es racional no comprar hoy porque con el mismo dinero se comprará más la semana
que viene. Por el mismo motivo, disminuye la cantidad de gente interesada en utilizar
préstamos (los ahorros de otros): si los precios bajan, no solo se comprará más la semana que
viene sino que las tasas de interés, sueldos, etc. serán menores. Igualmente, una baja del
empleo o de los salarios -amenazando futuros ingresos- puede llevar a otra en la demanda, y
por lo tanto a una baja en la producción, llevando a su vez a más desempleo.

Commented [LB6]: Neoclásicos


1.1.3 Neoclásicos
Neoclásicos, Suele Ilamarse así al conjunto de economistas que desarrollaron, en Ia segunda
mitad del siglo XIX, el análisis marginal, complementando, profundizando y haciendo más
general Ia teoría económica creada por los clásicos. EI concepto de utilidad marginal significó
para Ia ciencia económica una verdadera revolución que permitió comprender mucho mejor el
proceso de intercambio, así como Ia forma en que realizan sus elecciones económicas los
consumidores y productores y el modo en que se determinan los precios en el mercado.
Producto de varias escuelas de pensamiento en economía. Los neoclásicos no fueron una
escuela en sí, como otras que se centraron alrededor de una figura principal o se desarrollaron
en una determinada universidad, sino un movimiento teórico que contó con variados aportes
independientes que realizaron personalidades y grupos de trabajo diferentes.
La escuela neoclásica es un enfoque económico basado en el análisis marginalista y el equilibrio
de oferta y demanda.
El análisis marginal estudia el aporte de cada producto/servicio/cliente a Ias utilidades de Ia
empresa.
La economía clásica partía del principio de escasez. La economía neoclásica le dio un giro a Ia
economía, se abandonaron Ias limitaciones de Ia oferta para centrarse en Ia interpretación de
Ias preferencias de los consumidores en términos psicológicos.
A los neoclásicos no les preocupa Ia causa de Ia riqueza, explican que Ia desigual distribución de
ésta y de los ingresos se debe en gran medida a los distintos grados de inteligencia, talento,
energía y ambición de Ias personas. Por lo tanto, el éxito de cada individuo depende de sus
características individuales.
Los neoclásicos explicaban Ia formación de los precios en función de Ia intensidad de Ia
preferencia de los consumidores en obtener una unidad adicional de un determinado producto.
Afirman que el mercado se auto-regula por sí mismo y que a largo plazo, todos los mercados
tienden al equilibrio. Aceptaron el teorema de Ia mano invisible de Adam Smith: si hay libre
funcionamiento de mercado y cada individuo busca libremente su felicidad, el efecto será el de
una mano invisible que conduce a Ia sociedad a un óptimo.

Sustituyeron Ia teoría clásica del valor-trabajo por una nueva aproximación subjetiva al valor,
basado en Ia utilidad y Ia escasez:
La tradición neoclásica se elaboró en tres grandes escuelas:
1 ajeIa cte Lausana, an L Walras(1830-1910)
2- cueIa inglesa, oen W.S vons(1835.1881), y A Miall (1842-1924).
3-BweIaauriaca. œnC M&ger(184O-i921)
Sus principales protagonistas fueron Willam Jevons, Carl Menger, León Wa Iras y Alfred Marshall.

Carl Menger(184O—1921)

Fue el fundador de Ia escuela Austríaca de Economía que enfatiza en Ias características del subjetivismo.
Fue el que propuso por primera vez Ia nueva concepción, postulando que es el consumidor quien
otorga valor a Ias mercancías, a Ias que recurre para satisfacer necesidades individuales. De este modo
concibe su definición en los siguientes términos: “valor es Ia Importancia que Ias mercancías concretas o
determinadas cantidades de ellas adquieren para nosotros por el hecho de que sabemos que Ia
satisfacción de nuestras necesidades dependen de que dispongamos de ellas.”
Menger queria descubrir Ia ley que regía en Ia formación de los precios, para lo que basó su
propuesta en Ias necesidades en relación con Ias mercancías, rechazando Ia percepción objetiva del
valor. De este modo formulará el principio de Ia
utilidad en Ia dimensión marginal. Para empezar, dijo que un consumidor racional buscará
obtener Ia mayor satisfacción de los bienes que desea consumir, distribuyendo su dinero de
modo tal que su última unidad monetaria gastada en un bien le brinde Ia misma satisfacción
que Ia unidad monetaria gastada en cualquier otro. Esto se complementa con Ia afirmación de
que el consumidor, en su afán de aumentar su satisfacción, trasladará algo del gasto del bien
menos importante a otro que considere de mayor importancia. Este es cl principio de
“marginalidad” o marginal, principio bajo el cual el consumidor participa en Ia estructuración de
Ia demanda de mercado. Pero aún quedaba por realizar Ia generalización de Ia solución al
problema de Ia valoración, lo que se expresaría en su “teoría de Ia imputación”.6

Léon Walras (16 de Diciembre de 1834 -5 de Enero de 1910)

Economista francés de Ia Escuela de Lausana. Walras fue el primero en analizar y describir el equilibrio
general de Ia competencia perfecta, para explicar cómo los precios se pueden determinar por Ias
Interacciones entre los mercados, para diversas mercancías Su teoría se basó en supuestos restringidos -
incluyendo Ia competencia perfecta- y no explicó cómo los precios se pueden determinar dada Ia existencia
mercancías del capitaL No obstante su trabajo proporcionó los fundamentos para un trabajo más importante
que amplió Ia teoría general del equilibrio, el de Kenneth Arrow y Gerard Debreu. L también desarrolló Ia
teoría marginal dcl valor con William Stanley Jevons y Carl Menger y ayudó a lanzar Ia escuela neoclásica en
Ia economía. León Walras establece una demostración matemática, por medio de un sistema de ecuaciones
múltiples, de que el mercado -la afirmación clásica- es el mejor asignador de los recursos. [n un mercado
donde rija Ia libre competencia se logrará el equilibrio cuando se igualen Ia oferta y Ia demanda. Se dedica a
refutar Ia teoría de Ia utilidad y del trabajo acumulado en el costo de Ia producción.

A juicio suyo, el valor se funda en Ia escasez, Ia rareté, de Ias mercancias y ‘Ia relación que existe entre Ia
totalidad de unos limitados bienes y Ia totalidad de Ias necesidades que hay que satisfacer. La utilidad es una
condición de naturaleza o calidad en Ias cosas, mientras que Ia escasez es una condición de cantidad o
proporción’. Por consiguiente, Walras resuelve que “Ia economía política es esencialmente una ciencia
matemática”.
Alfred Marshall (26 de Julio de 1842 - 13 de Julio de 1924)
Fue un economista británico, Estudió en el Saint John’s College, en el Reino Unido. Su interés por Ia filosofia
le llevó a tomar lecciones de ética. Tras obtener una beca especial para estudiar ciencias en 1868, se
matriculó en economía política, ciencia a Ia que posteriormente él mismo denominé Economía.

De 1885 a 1908 dio clases de Economía política en Cambridge. Convirtió Cambridge en Ia principal facultadde
economía de los países de habla inglesa, y tuvo como discípulos a importantes economistas, como Pigou o
Keynes.

Su labor como profesor se basaba en Ias teorías de Ricardo y Stuart Mill complementadas con Ias
aportaciones del marginalismo, especialmente de Karl Menger y Léon Walras, conciliando Ias teorías
ricardianas con Ias de Ia escuela austriaca.

El resultado de sus esfuerzos fue Ia denominada «síntesis neoclásica», base de Ia teoría


económica. En 1890 publicó su obra capital, Principios de economia, que durante muchos años
fue el principal libro de todo el mundo. En el primer volumen de Ia obra compaginé conceptos
de Ia economía clásica como riqueza, producción, trabajo, capital o valor con aportaciones de Ia
escuela marginalista como utilidad y utilidad marginal. A los agentes de Ia producción (tierra,
trabajo, capital) añadió un nuevo factor, el de Ia organización industrial.
En el segundo volumen realizó una exposición del funcionamiento de los mercados, un análisis
de oferta y demanda y expuso su teoría del equilibrio general, de Ia formación de Ia oferta, Ia
incidencia de los monopolios y Ia distribución de Ia riqueza nacional. Los problemas más
destacados que analizó fueron el de Ia formación de los precios y Ia distribución de Ia renta.
También estableció una relación entre precio y cantidad demandada cuya sintaxis gráfica
(curvas de oferta y de demanda) sigue vigente hoy día.
Marshall fue el economista británico más brillante de su época. También fue un profesor
sobresaliente y ejerció una gran influencia sobre los economistas de aquella época. Su mayor

1.2.2 Estructuralismo Commented [LB7]: Estructuralismo

Es una teoria económica de origen latinoamericano referida al desarrollo, y que sostiene que el
deterioro de los términos de intercambio en el comercio internacional, con un esquema centro
industrial-periferia agrícola, reproduce el subdesarrollo y amplia Ia brecha entre pafses
desarrollados y países subdesarrollados.

El estructuralismo considera que Ia clave del desarrollo económico es Ia industrialización.


Como consecuencia de ese diagnóstico, el desarrollismo sostiene que los países no
desarrollados deberían tener Estados activos, con políticas económicas que impulsen
Ia industrialización, para alcanzar una situación de desarrollo autónomo.
Elementos del pensamiento Estructuralista

El desarrollismo cuestiona Ia teoría clásica del comercio internacional, apoyada en el principio


dc Ias ventajas comparativas, para destacar cl fenómeno dcl deterioro de los términos de
intercambio y Ias transferencias de valor entre países que ello implica, a favor de los países
industrializados y en perjuicio de los países con economías primario-exportadoras.

FI desarrollismo se relaciona estrechamente con Ia Teoría de Ia Dependencia. En Ia década de


los años 1960 algunos desarrollistas comenzaron a percibir Ias limitaciones de Ia teoría en su
formulación original, como modelo de sustitución de importaciones, fundamentalmente debido
a Ia necesidad de financiar importaciones industriales utilizando divisas de exportaciones
primarias, inversiones de capital extranjero, radicaciones de empresas multinacionales, y

endeudamiento externo. [stos desarrollos llevaron a algunos economistas desorroilistas a


complementar sus desarrollos teóricos con los trabajos sociológicos sobre Ia dependencia que
veían desarrollándose desde los años 1930, en gran medida iniciados por Sergio Bagú. Se
conformO así Ia llamada Teoría de Ia Dependencia.
Fue inicialmente elaborado por los economistas de Ia CEPAL (Comisión Económica para América Latina),
principalmente el argentino Raúl Prebisch, los brasileños Celso Furtado y Fernando Henrique Cardoso, el
chileno Anibal Pinto I Santa Cruz, así como también los argentinos Aldo Ferrer, C [ P H L (aunque no fueron
miembros de Ia CEPAL) Rogelio Frigerlo, el L. ex presidente argentino Arturo Frondizi y el mexicano Victor

Luego de a Segunda Guerra Mundial, y siguiendo Ia Teoría del desarrollo clásica, que sostenía que los países
iban avanzando a través de fases cada vez más evolucionadas de desarrollo económico (desde Ia economía
agraria a Ia economía industrial de consumo masivo), Ias Naciones Unidas crearon una serie de comisiones
económicas para impulsar el desarrollo de los paises no desarrollados.

Una de esas comisiones fue Ia CEPAL (Comisión Económica para América Latina de Ias Naciones Unidas).
Inicialmente Ia CEPAL trabajó siguiendo Ias pautas lineales de Ia teoría clásica del desarrollo, pero a poco
avanzar, algunos economistas y sociólogos de Ia comisión fueron notando que en América Latina existían
circunstancias sociopoliticas que obstaculizaban el desarrollo y condicionaban Ia aplicación de los supuestos
puramente económicos de Ias teorías clásicas.

Por esa razón, esos economistas y sociólogos comenzaron a analizar y profundizar Ias razones del sub-
desarrollo en los países de América Latina que Ia llevaron a conclusiones autónomas sobre Ias causas del
desarrollo y Ias medidas necesarias para impulsarlo. Estas teorias tomaron el nombre de desarrollismo o
estructuralismo.

Tuvo gran influencia en América Latina entre 1950 y 1980 impulsando los modelos de Sustitución de
importaciones, en Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y México. A partir de Ia crisis dcl petróleo dc 1973 cl
desarrollismo entró en crisis. Luego dc Ias crisis ¡nternacionalcs del sudeste asiático en Ia década de 1990,
varios países de América Latina (Argentina, Brasil, México, Uruguay, etc.) han impulsado políticas económicas
neo-desarrollistas, adaptadas al contexto de Ia globali7ación.

LA FISIOCRACIA Commented [LB8]: LA FISIOCRACIA

El movimiento pendular es una constante histórica en el acontecer de Ia vida del hombre. Casi una verdad
física. Cada movimiento de acción tiene su reacción y así en cualquier entorno que se analice se ponen de
manifiesto estos bruscas oscilaciones en Ici conducta, no sólo de los individuos, sino también de los
grupos sociales.

A una demagogia (degeneración de la democracia) sucede el autoritarismo. Al totalitarismo (extremo de lo


tiranía se opone Ia anarquía. En el campo económico acontece algo similar: corno contrapartida del
mercantilismo acendrado con un gigantesco edificio de reglamentaciones, surge el laissez faire de los
fisiócratas.

Y asís en uno descripción simplista de lo realidad. lo Historia se convierte en un tejido más o menos compacto
en donde la lanzadera se mueve en un permanente y hasta fatigoso ir y venir en procura siempre del extremo
más distante. El objetivo final de Ia política económica mercantilista era promover el desarrollo nacional inglés
a troves de medidas proteccionistas. De esa manera.

Inglaterra lograría dejar de ser una nación predominantemente agrícola, para pasar a ser potencio industrial.
Durante tos años de feroz expansión dei comercio internacional. Inglaterra se elevó por encima de todos sus
contendientes. Construyó la flota mas importante de Ia época y utilizó su poder paro eliminar a sus
competidores europeos. Las ideas mercantilistas se expandieron por el continente europeo. donde los
gobernantes intentaron aplicar ese tipo de medidas de político económica. alentados por los sueños de
riqueza y poder, El despliegue de Ia industria, se convirtió en el modelo a seguir por las naciones que
aspiraban a lo grandeza. Así. el ministro de Luis XIV. Jean—Baptiste Colbert (1619-1683), impuso rigurosas
medidos proteccionistas. entre Ias que estaba lo prohibición de importar productos manufacturados y un
sistema de recompensas para estimular la exportación de productos elaborados franceses. mienntras que se
impedía lo salido.

Francia no ero un pais que estuviera en condiciones de imitar el sólido crecimiento inglés. En el siglo XVIII.
las regulaciones de Colbert permitieron un aliento de grandeza: pero pronto se vio, después de la muerte del
ministro, que ese crecimiento no era sostenible. Francia era líder indiscutido en productos de lujo: sin
embargo. lo política exterior. sobre todo lo que se refería al bajo precio de los granos por Ia prohibición de
exportar. había sumergido al campo en una grave crisis. Los voces del campo empobrecido son las que
hablan en Ia literatura fîsiocròtica Se reclama libertad para el pueblo (el campo) de Ias pesadas cargas
proteccionistas de Coibert y también se pide para las industrias urbanas libertad de perseguir los intereses
que se deseen y de comerciar tonto dentro de Ias fronteros del país como fuera de los límites del Estado.

Las medidas proteccionistas implementadas por Colbert procuraron. Cori regulaciones minuciosas, impulsar el
desarrollo industrial. El resultado, pese at breve período promisorio, fue Ia pérdida frente a lnglaterra (o
mediados del siglo XVlllJ dei predominio de los mercados coloniales, que en lo lógica mercantilista significaba
Ia pais de materias primas.

pérdida de los fuentes de riqueza. En lo industria, pronto se sintió que Ias reglas impuestas a la producción
paralizaban el progreso tècnico: no sólo no se producían ingresos para la sociedad, sirio que consumían los
pocos recursos del Estado. obtenidos de los durísimos impuestos que pagaban los campesinos. Francia
terminaría desarticulando su proteccionismo mercantilista paro permitir. aunque siguiera siendo en muchos
sentidos un Estado protector, más libertad a los personas y mayores posibilidades de riqueza.

Francisco Quesnay (1694-1765). se preocupo durante mucho tiempo de los problemas rurales: Ia tierra y los
productos de Ia tierra que le permiten vivir al hombre. De esta observación de la realidad, y de la manera en
que se desenvolvían los acontecimientos, hizo un gran descubrimiento: estableció lo existencia de leyes
naturales que regulan las relaciones de los hombres en sociedad. La evidencia empírica relevaba de mayores
justificaciones. Sólo había que ver lo que sucedía alrededor, comprender cuales eran esas leyes y
obedecerIas. Ei orden natural es un sistema, un régimen ideal.

El término Fisiocracia. significa precisamente eso. Gobierno de Ia naturaleza (Physis naturaleza. Ciatos
gobierno). Las ideas centrales de esta corriente del pensamiento económico son dos. La ley natural y Ia idea
de Ia exclusividad de la productividad de Ia tierra.

Quesnay. realizó una sistemática y contundente crítica al mercantilismo. corriente del pensamiento económico
que durante mucho tiempo constituyo Ia base teórica de Ias políticas económicas de Ias mayorías de los
estados europeos y en especial dei absolutismo francés.

Formuló ideas muy progresistas para su época. Realizó un llamamiento tendiente o crear Ias condiciones paro
el auge de la agricultura en Francia. Bajo uno base capitalista un ordenamiento del sistema de impuestos.
todo con un fuerte acento antifeudal.

Las Tablas Económicas. representan el mayor aporte de Quesnay al pensamiento económico.


Podernos decir, que es ésta Ia causa de su inmortalidad. Constituye el embrión de lo que hay se llama
Macroeconomla, y Ia razón radica en ser el primer intento en la historia del pensamiento económico de dar
una Interpretación. un análisis teórico del mecanismo de reproducción social. Es decir. del flujo circular de
Ia renta y gasto.

La idea. de que el valor puede ser creado solo en lo estero de Ia producción, fue altamente valorada por
K.Marx. quien al respecto señalo que el aporte y rasgo característico de los fisiócratas, es el hecho que esta
escualo explica el valor y por consiguiente lo plusvalía no fruto Ia circulación, sino. de Ia producción.
Marx, Carlos. El Capital tomo 1. pag.20) Claro que para los Fisiócratas Ia plusvalía era generado únicamente
por Ia tierra, y paro Marx exclusivamente por el trabajo.

F. Quesnay. rebatió las ideas del pensamiento mercantilista acerca de que. el valor y por consiguiente Ia
riqueza se origina en el cambio, en la esfera de Ia circulación. Su gran aporte. fue Ia fundamentación del
principio del cambio equivalente. Señaló que los compras se nivelan de ambas partes de tal manera.

que esta acción doble de canje se traduce en cambios de valores de igual magnitud. y que estos valores
existían antes del cambio. Dado que en realidad ambas partes en el acto de cambio no producen
absolutamente nada.

Desde el punto de vista de Ia creación de un nuevo valor para Quesnay era básica Ia idea del rol especial de
Ia naturaleza en Ia creación de Ia producción agrícola:
Su argumentación es clara. Dodo que en Ia producción agrícola, operan Ias fuerzas naturales. el producto del
trabajo agrícola sobrepaso los costos de producción de este, cuando al mismo tiempo el producto del trabajo
del artesano está compuesto solamente por sus costos.

El papel dc Ia naturaleza en Ia creación dc un nuevo valor (riqueza) os sin lugar a dudas muy importante, y
por esto. y mucho antes que Quesnay. W.Petly formulo el principio según el cual el trabajo es el padre e
importante principio de Ia riqueza, y Ia tierra es Ia madre. citado por Max. Codos, El Capital pág. 19

El pensamiento tisiocratico. llegó muy cerca de Ia comprensión de Ia diferencia entre capital fijo y variable.
Términos estos, que fueron introducidos a Ia terminología económica por Adam Smith en su trabajo “La
Investigación acerca de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones’ 1776 Y que luego retomaría
Marx en su obra

Quesnay. analizaba Ia división del capital en fijo y variable exclusivamente con relación al capital productivo.
Al dinero, no lo identifica ni con una ni otra parte del capital. dado que este no representa un capital
productivo, siendo tan solo capital de circulación.

Commented [LB9]: 2.3 Globalización


2.3 Globalización

Globalización es un término que va de Ia mano de Ia palabra integración, de países, regiones, mercados,


economías, costumbres, culturas, etc. Se trata de un proceso que se observa a nivel mundial. Pero existe un
problema: nadie puede explicar lo que realmente quiere decir el termino globalización .

La expansión del capitalismo nacida en Ias prácticas imperiales que comenzaran con Ias conquistas europeas
de ultramar en siglo XV, relanzadas con Ia Revolución Industrial del siglo XIX, crearon un modelo en el que
hoy día se hace especial énfasis, y que denominamos globalización. Dinámica que, desde el orden
económico, estimula preferentemente una demanda más homogeneizada de los consumidores a nivel
internacional y variados tipos de asociaciones, alianzas y conexiones.

Hoy en día, este proceso está acompañado también de disposiciones de orden político y cultural que
conforman en el escenario mundial, una nueva definición dc los papeles que cumplen los gobiernos, Estados,
empresas, organizaciones no gubernamentales, etc. en los lineamientos estratégicos de poder y en Ia
concentración de esfuerzos por no claudicar ante Ia meta última y salvadora de conquistar mercados
mundiales que trasciendan Ias economías nacionales. Esto

lleva a una competencia donde lo único que importa es lograr mejor calidad de producción para alcanzar más
mercados, aunque esto vaya en detrimento de los seres humanos.

aumento dei capital de corto plazo dentro del flujo mayores posibilidades de inestabilidad económica y social.
La mayor articulación de Ias economías de mercado se cumple por varios factores: a través del crecimiento de
Ia inversión extranjera directa, el aumento de Ias empresas de responsabilidad compartida, y Ia integración de
los mercados financieros internacionales. Gracias al mayor flujo de información (comercio electrónico), este
mercado de capitales goza de una apertura que le permite operar más allá de Ias regulaciones nacionales. El
aumento de capital de corto plazo dentro del flujo global de capital internacional genera mayores
posibilidades inestabilidades económica y social.

La decisión de abrir el mercado nacional y local, por parte de quienes definen Ias políticas gubernamentales,
se implementa a través de políticas fiscales, presupuesto, tasa de cambio e impuestos. Históricamente, los
gobiernos que sufren una escasez crítica de capital financiero se han visto en Ia necesidad de tomar tales
medidas, debido a los condicionamientos que Ias instituciones financieras bilaterales y multilaterales ponen a
sus préstamos.

Estas exigen que los gobiernos tomen políticas fiscales acordes a Ia globalización. Pero, es obvio que si esas
políticas de ajuste estructural no van acompañadas de políticas sociales apropiadas (alivio a Ia pobreza,
cuidado de Ia salud, educación, etc.) excluirán a los pobres de los beneficios del crecimiento económico e
incluso determinarán su mayor empobrecimiento.

EI condicionamiento en el otorgamiento de créditos a Ia adopción de dichas políticas ha sido el principal


instrumento para obligar a los países pobres a Ia liberalización, privatización, desregulación y retirada del
Estado en Ias actividades socio-económicas. El condicionamiento de los créditos se ha convertido así en el
principal mecanismo para Ia difusión mundial de paquetes de medidas macroeconómicas que cuentan con el
beneplácito de los gobiernos de los países desarrollados.

Junto con Ia mayor apertura en el flujo de bienes y capital, se pueden ver contradicciones en Ias políticas
nacionales de los países industrializados que promueven Ia globalización. Por ejemplo, Ias políticas de
migración de muchos países, que restringen el movimiento poblacional a través de Ia frontera, son contrarias
a Ia creciente liberalización del mercado de capital financiero, bienes y servicios.

La globalización y el incremento de Ia desigualdad

Según Martin Khor, director de Ia Red del tercer Mundo, el proceso de globalización es posible gracias a
opciones políticas nacionales e internacionales que han permitido una rápida liberalización financiera,
comercial y de Ias inversiones. Si bien es cierto que los países del tercer mundo participaron de este proceso
de integración, fueron los gobiernos de los países industrializados y Ias instituciones internacionales los que
tomaron Ias decisiones políticas.

A su vez, Khor, en su libro ‘La globalizadón desie el air’, hace hincapié en que éste es un proceso muy
desigual, en el que no hay una distribución equitativa de Ias pérdidas y beneficios. Este desequilibrio hace que
se agrande Ia brecha entre los pocos países y corporaciones que obtienen Ias ganancias del proceso y Ias
muchas naciones y sectores sociales que resultan perdedores o quedan al margen. Esto incluye a Ia mayoría
de los países en vías de desarrollo.

Por lo tanto, Ia globalización afecta de manera diferente a los países, en Ia medida en que sean
tecnológicamente desarrollados o no. Este fenómeno se puede explicar de Ia siguiente manera:

* Crecimiento y expansión en Ias naciones que lideran el proceso o que participan completamente en él.

* Crecimiento moderado o fluctuante en ciertas economías que intentan incorporarse al marco de


liberalización y globalización.

* Marginación o deterioro en los numerosos países que no logran superar problemas acuciantes como el bajo
precio de los productos básicos o el de Ia deuda, que no pueden resolver los conflictos acarreados por
Ia liberalización y que no se benefician de Ias oportunidades de exportación.

En sucesivos informes de desarrollo humano realizados por el Rograma de Desarrollo de Ias Naciones
Unidas(PNIJD), se puede ver

cómo Ia relación económica entre los países ricos y pobres se acrecienta cada día más. En Ias
últimas dos décadas, Ia inequidad en el ingreso ha empeorado en 33 de los 66 países en vías de
desarrollo tecnológico sobre los que existen datos. El ingreso promedio del 20% de Ias personas
más ricas ha aumentado prácticamente en todas partes desde los inicios de Ia década de 1980,
en tanto que los más pobres no han mejorado su situación de ningún modo. Los ingresos de Ia
clase media de los países en desarrollo también se derrumbaron. Cada vez más, y en todas Ias
regiones, más países en desarrollo se ven afectados.

Algunos aspectos de Ia desigualdad creciente son particularmente preocupantes. Primero, Ia


progresiva concentración del ingreso nacional en manos de unos pocos no se ha traducido en un
aumento de Ias inversiones ni en un crecimiento más veloz. En segundo término, los factores
que provocan Ias disparidades en el mundo globalizado son también los que desestimulan Ia
inversión y dificultan el crecimiento a nivel mundial.

Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, señaló que Ia transferencia negativa de
recursos a los países en vías de desarrollo (un eufemismo de Ia contabilidad para describir el
éxodo del dinero de los países pobres hacia los desarrollados) es una constante desde 1997. Las causas
incluyen Ia caída en los precios de materias primas, Ia no-reinversión de Ias ganancias, el éxodo de capitales,
Ia corrupción y Ia deuda externa. Las condiciones políticas atadas a los préstamos y paquetes de
renegociación son un obstáculo para Ia recuperación de varios países y, a su vez, conducen a un deterioro dc
los servicios sociales. EI desarrollo tecnológico, particularmente los servicios de información y Ias
comunicaciones, solamente ensancha Ia brecha existente entre Ias economías desarrolladas y Ias
subdesarrolladas. Por ende, Ia velocidad de Ia liberalización causa más daños que beneficios, en parte,
debido a Ia carencia de capacidad y preparación de los países en desarrollo.

Las debilidades de los países en desarrollo se deben, en parte, a que carecen de fuerza en Ias negociaciones
internacionales. EI endeudamiento y su dependencia de los donantes y de los créditos otorgados por
organismos multilaterales llegaron a una pérdida de Ia capacidad de negociación, incluso en cuanto a Ias
condicione5 de los créditos.

Los países industrializados están bien emplazados para decidir Ia agenda de Ia globalización; tienen buena
organización interna, departamentos con personal capacitado para ocuparse del comercio y de Ias finanzas
internacionales, académicos que participan y debaten sobre el tema, y grupos dc expertos que ayudan a Ia
hora de obtener información e implementar políticas y estrategias. En cambio, los países poco industrializados
carecen de una buena organización interna; también de personal especializado, sobre todo debido a Ia
rapidez con que se desarrollan Ia globalización y Ias negociaciones respectivas.

2.4 La Tercera Vía


La Tercera Vía de Anthony Giddens es una elaboración académica que combina un diagnóstico de Ia
situación actual y una serie de objetivos políticos generales. No obstante, Ia proximidad del sociólogo con el
sistema político, en especial con el Nuevo Laborismo de Blair, le da a Ia propuesta un alcance que supera Ia
mera especulación académica.’

Ciertamente, esa aproximación del sociólogo al sistema político deja ver tensiones latentes que, apenas
esbozadas, no terminan de ser explicitadas por el autor y, mucho menos, reconocidas por sus críticos,
quienes suelen juntar el par Giddens—Blair sin detenerse a considerar Ias diferencias. No por casualidad al
final de su libro Giddens exhorta al Nuevo Laborismo a no ser tan sólo una operación de astucia mediática, a
Ia vez que reafirma su deseo de haber propuesto una agenda sustanciosa para los debates socialdemócratas,
capaz de fomentar un diálogo del centro—izquierda que esté a Ia altura de los desafíos de Ia globalización.

Asimismo, tras evaluar Ia apropiación de Ia tercera vía por parte de Clinton y Blair, Giddens destaca Ias
críticas que otros les hacen en el sentido de asemejar sus gobiernos a un neoliberalismo recalentado, y
parece tomar distancia de esas figuras políticas reconocidas como encarnaciones de Ia tercera vía. Entonces
remarca su propósito de analizar dónde se encuentra el debate sobre el futuro de Ia socialdemocracia En ese
sentido afirma: Ia tercera vía se refiere a un marco de pensamiento y política práctica que busca adaptar Ia
socialdemocracia a un mundo que ha ‚I cambiado esencialmente a lo largo de Ias dos o tres últimas décadas.
Es una tercera vía en cuanto que es un intento por trascender tanto Ia socialdemocracia a Ia antigua como el
neoliberalismo.

Para nosotros, Ia Tercera Vía de Giddens no llega a configurarse como una ucronía, pero tampoco resulta
una alternativa real al capitalismo global (ni lo pretende ser). Quizás, como lo dice el propio Giddens, su
propuesta pretenda ser Ia carne teórica para el esqueleto del quehacer político de los gobiernos que dicen
representar a Ia izquierda. Pero que los críticos de Ia tercera vía no se confundan: Ia propuesta de Giddens
no es una mero barniz ideológico destinado a cubrir Ias grietas provocadas por el giro político que en los
países

centrales ha procesado Ia izquierda moderada en su tránsito desde Ia defensa del Estado de Bienestar hacia
Ia aceptación del neoliberalismo. Ni Blair, ni Schroeder ni Clinton siguieron al pie de Ia letra lo que diseñó el
sociólogo en su opúsculo, ni este pretendió identificarse completamente con lo que ellos hicieron o hacen.
Mientras aquellos no han dejado de ceder terreno ante el empuje de Ia globalización neoliberal. EI autor se
afirma efectivamente en una propuesta tercerista: quiere hacer una síntesis entre el anquilosado pensamiento
de Ia socialdemocracia clásica y el renovado conservadurismo de Ia derecha neoliberal. Así promueve una
verdadera revolución semántica, tan provocativa en su logos reflexivo como inocua para cualquier praxis real.
A medida que consideremos Ias virtudes y falencias de Ia tercera vía esperamos que quede más clara esta
afirmación.
Si suponemos que Ia globalización no es ya sólo un proceso complejo, sino que sobre todo tiene fuertes
adherencias con el fenómeno corporativo, al punto de estar señalando hacia una nueva mutación del modo
capitalista de producción, conviene pasar a considerar lo que puede estar ocurriendo con los cinco dilemas de
Ia tercera vía (La globalización, el individualismo, Ia izquierda y Ia derecha, Ia capacidad de acción, Ias
cuestiones ecológicas) y con el problema del estado, fundamentalmente el tema de Ia democratización y otras
alternativas de Ia era global, pues de alguna manera estos temas, en Ia bitácora del profesor Giddens, quedan
afectados por cualquier modificación de los factores económicos, representados en este caso por Ia
Globalización.

Dejamos para otra ocasión el estudio más detenido de Ia coyuntura específica, inglesa y luego, de los partidos
socialdemócratas que contribuyen al lanzamiento de Ia tercera vía, y el tema siempre presente, del fin del
conservantismo, Ia muerte del comunismo y Ia suerte del neoliberalismo. Aunque en esta ocasión hagamos
alusiones generales sobre esos temas y sobre Ias inercias que empujan al mundo que viene, y lo que no deja
de ser interesante, los cambios, Ias alternativas “ Las vías que se están insinuando en el seno de la
Globalizacion” . Ya no solo particularmente en Europa, sino en Ias periferias y particularmente en América
Latina. Se tiene presente que el objetivo es delinear el modo de enfrentar importantes problemas de nuestro
tiempo.

Tres Grandes Virtudes de Ia Tercia Vía

La primera virtud consiste en llamar Ias cosas por su nombre: en lugar de referirse al neoliberalismo, Giddens
habla de capitalismo, y adjudica su carácter neoliberal a Ia preeminencia de Ias filosofías del libre mercado en
Ias orientaciones políticas que se siguieron fundamentalmente en el Reino Unido, Estados Unidos y América
Latina, pero que no dejaron de cobrar importancia en el resto del mundo tras Ia ascensión del thatcherismo o
del reaganismo. Esta diferenciación es muy pertinente. Permite que su análisis tenga en cuenta lo que implica
Ia globalización en cuanto mutación real en los patrones de Ia modernidad capitalista y no deja que una serie
de problemas de suma relevancia terminen por ser explicados pura y exclusivamente por Ia nefasta influencia
del Gran Leviatán neoliberal, como suele suceder con Ia retórica de amplios sectores de Ia izquierda, radical o
moderada

La segunda virtud de Ia tercera vía de Giddens consiste en esbozar una alternativa al neoliberalismo sin
intentar una vuelta atrás, esto es, sin pretender reinstaurar el Estado de bienestar clásico (respuesta típica de
Ias ucronías benefactoras). Giddens desmitifica al Estado de bienestar, del cual afirma que: es “esencialmente
no democrático” . dependiendo efectivamente de una distribución vertical de prestaciones, su fuerza motriz es
Ia protección y Ia atención, pero no da suficiente espacio a Ia libertad personal. Algunas formas de
institucionalización del bienestar son burocráticas, alienantes e ineficientes, y Ias prestaciones del bienestar
pueden producir consecuencias perversas que socavan aquello para lo que estaban diseñadas”

Así, Giddens desenmascara los grandes defectos del Estado de bienestar y deja ver que el déficit del mismo
no radica tan sólo en un problema de gestión económica, que su crisis no fue sólo de carácter fiscal. Esto
ocasiona problemas a Ias izquierdas pragmáticas o moderadas pues, en Ia medida que tienen como horizonte
político Ia recuperación de dicho Estado, les obliga a enfrentarse con sus propias limitaciones programáticas.

Cuando Giddens aborda los problemas que encierra Ia dependencia del bienestar, generada por reglas
ineficientes y que origina situaciones de riesgo moral o de fraude, o cuando postula que el bienestar no es en
esencia un concepto económico, sino uno psíquico, y que Ias prestaciones o ventajas económicas no son, por
tanto, casi nunca suficientes por sí mismas para producirlo, o incluso cuando discute Ia perspectiva
meritocrática de Ia igualdad, el papel de Ia educación o Ia visión que del trabajo tienen Ias personas en Ia
sociedad capitalista avanzada: en todos estos casos, Giddens introduce una discusión crítica y una serie de
valoraciones sobre el Estado de bienestar para Ias cuales Ia izquierda no parece disponer de respuestas.
Como veremos luego, Ias soluciones que él postula (mágicamente encerradas en Ias fórmulas de nuevo
Estado democrático, sociedad civil activa, ningún derecho sin responsabilidad y ninguna autoridad sin
democracia) no son satisfactorias para dar respuesta a todas Ias interrogaciones de suma complejidad que
nos presenta. No obstante, su mérito radica en llevar todos estos temas a Ia arena de Ia discusión política. En
ese ámbito su desafío no siempre encuentra eco. Lo habitual es que se menosprecien o tergiversen sus ideas,
cuando no, simplemente, que se Ias silencie.

En estrecha relación con lo anterior, Ia tercera virtud de Ia tercera vía se aprecia cuando introduce tópicos
que, en general, Ia izquierda subestima por considerarlos problemas privados, no pasibles de propuestas
políticas. Así sucede con Ia cuestión del individualismo, a Ia que anexa el tema de cómo encontrar un nuevo
equilibrio entre responsabilidades individuales y colectivas. Del mismo modo sucede cuando discute los
procedimientos para Ia promoción de una sociedad civil activa, buscando una articulación plausible entre el
estado y Ia sociedad civil). Otro tanto surge cuando, planteándose explícitamente Ia necesidad de
instrumentar una estrategia de política familiar, se pregunta qué estado ideal de Ia familia deberíamos
esforzarnos por alcanzar y delinea lo que entiende debería ser Ia promoción de una familia democrática.

ECONOMIA VERDE Commented [LB10]: ECONOMIA VERDE

económico promueven una rápida acumulación de capital físico, financiero y humano, a costa de un
agotamiento y una degradación excesivos del capital naturaL del cual forman parte nuestros recursos
naturales y ecosistemas. Al agotarse Ias reservas mundiales de riqueza natural, a menudo de forma
irreversible, este patrón de desarrolLo y crecimiento ha afectado negativamente al bienestar de Ias
generaciones actuales, planteando enormes riesgos y desafios a Ias generaciones futuras. Las recientes crisis
múltiples son sintomáticas de este modelo.

Las políticas y los incentivos de mercado actuales han agravado el problema de Ia mala asignación del
capital, ya que no exigen a Ias empresas que rindan cuentas sobre sus actuaciones a nivel social y ambiental.
Los mercados sin restricciones no se diseñaron para resolver los problemas sociales4, así que es necesario
mejorar Ias políticas públicas, incluyendo medidas de fijación de precios y reguladoras, para cambiarlos
incentivos de mercado perversos que hacen que el capital se asigne de manera inadecuada y que se ignoren
Ias externalidades sociales y ambientales. Asimismo, ejemplos exitosos de todo el mundo, especialmente de
países en desarrollo, están reconociendo y demostrando el papel de Ia aplicación de regulaciones, políticas e
inversiones públicas adecuadas en favorecer Ia introducción de cambios en el modelo de Ia inversión
privada.5

¿Qué es una economía verde?


EI PNUMA considera que una economía verde debe mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social,
ala vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y los escaseces ecológicos. En su forma más
básica, una economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de forma
eficiente y es socialmente incluyente. En una economía verde, el aumento de los ingresos y Ia creación de
empleos deben derivarse de inversiones públicas y privadas destinadas a reducir Ias emisiones de carbono y
Ia contaminación, a promover Ia eficiencia energética así como en el uso de los recursos, ya evitar Ia pérdida
de diversidad biológica y de servicios de los ecosistemas Dichas inversiones han de catalizarse y respaldarse
con gasto público selectivo, reformas políticas y cambios en Ia regulación. EI camino hacia el desarrollo debe
mantener, mejorar y, donde sea necesario, reconstruir el capital natural como activo económico fundamental y
fuente de beneficios públicos, especialmente para Ias personas desfavorecidas cuyo sustento y seguridad
dependen dela naturaleza.

EI concepto de economía verde no sustituye al de desarrollo sostenible pero hay un creciente reconocimiento
de que el logro de Ia sostenibilidad requiere casi indispensablemente de contar con una economía adecuada y
correcta. Durante décadas, para crear riqueza se ha seguido un modelo de economía marrón que no
abordaba de manera sustancial problemas tales como Ia marginación social o el agotamiento de los recursos,
con lo que todavía estamos lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La sostenibilidad sigue
siendo un objetivo vital a largo plazo, y para alcanzarlo es necesario enverdecer Ia economía.

Para realizar Ia transición a una economía verde se requieren de una serie de de circunstancias favorables
especificas. Ias cuales consisten en normativas, políticas, subsidios e incentivos nacionales, asi como el
mercado internacional Ia infraestructura juridica y los protocolos comerciales y de ayuda. En Ia actualidad, Ias
condiciones son notablemente propicias para Ia economia marrón prevaleciente, Ia cual, inter alia, depende
excesivamente de Ia energía procedente de los combustibles fósiles.

Por ejemplo, los subsidios a los precios y a Ia producción de los combustibles fósiles superaron los 650 mil
millones de dólares en 20OB, y este elevado grado de financiación pública puede afectar negativamente Ia
transición hacia el uso de energías renovables. Si, por el contrario, Ias condiciones fueran favorables a una
economía verde, se prepararía el terreno para que Ias inversiones públicas y privadas pudieran enverdecer
Ias economías dcl mundo. A nivel nacional, algunas de esas condiciones favorables serían: cambios en Ia
política fiscal, reforma y reducción de subsidios con efectos perjudiciales para el ambiente; utilización de
nuevos instrumentos basados en el mercado; inversión pública dirigida al enverdecimiento de sectores clave;
introducción de criterios ambientales en Ias adquisiciones públicas; y mejora y ejecución de normas y
regulaciones que favorezcan el medio ambiente. A nivel internacional también existen oportunidades para
mejorar Ia infraestructura comercial, perfeccionar los flujos comerciales y de ayuda, e impulsar Ia cooperación
internacional.

El Informe sobre Economía Verde del PNUMA, titulado Hacia una economía verde, pretende aclarar varios
mitos y malentendidos sobre Ias consecuencias económicas de enverdecer Ia economía mundial, a Ia vez que
ofrece a los encargados de Ia formulación de políticas, directrices oportunas y prácticas sobre cuales reformas
son necesarias para desbloquear & potencial productivo y laboral de una economia verde. Quizás el mito más
extendido es el que afirma que Ia sostenibilidad ambiental sólo puede ser obtenida a costa del progreso
económico. Hoy en dia existen pruebas sustanciales de que el enverdecimiento de Ias economías no
obstaculiza Ia creación de riqueza ni de oportunidades.

laborales, y son muchos los sectores verdes que ofrecen oportunidades notables de inversión y de
crecimiento en términos de riqueza y puestos de trabajo. Hay que subrayar, no obstante, que se deben crear
nuevas condiciones favorables para promover Ia transición a Ia economia verde, y en este sentido los
formuladores de políticas en todo el mundo han de poner manos a Ia obra de inmediato.

Otro mito es que Ia economía verde es un lujo que sólo se pueden permitir los países ncos o, lo que es peor,
que se trata de una imposición con Ia que el mundo desarrollado pretende impedir el desarrollo y perpetuar Ia
pobreza de los paises en desarrollo. Contrariamente a esta idea, existe una plétora de ejemplos de
transiciones verdes que se están produciendo en distintos sectores en el mundo en desarrollo que merecen
ser imitadas y copiadas en otros lugares. Hacia una economía verde da a conocer algunos de esos ejemplos
y pone de relieve su alcance para estimular su aplicación.

EI trabajo dei PNUMA en el ámbito de Ia economía verde hizo visible este concepto en 2008, concretamente
gracias a nuestro llamamiento a un Nuevo Acuerdo Verde Mundial (GGND, por sus siglas en nglés). El GGND
recomendaba un paquete de inversiones públicas y una serie de reformas complementarias de políticas y
precios con Ias que se pretendía impulsar Ia transición hacia una economía verde al mismo tiempo que se
vigori7aban Ias economías, se creaban empleos y se abordaba Ia pobreza persistente.7 I a propuesta dcl
GGND, diseñada como respuesta política oportuna y adecuada a Ia crisis económica, fue uno de los primeros
frutos de Ia Iniciativa de Ias Naciones Unidas para una Economía Verde, Esta iniciativa, coordinada por el
PNUMA. fue una de Ias nueve iniciativas conjuntas que el Secretario General y Ia Junta de los Jefes
Ejecutivos delas Naciones Unidas aprobaron para combatir là crisis económica y financiera de 2008.

Hacia una economía verde, principal resultado de Ia Iniciativa para una Economía Verde, demuestra que el
enverdecimiento de Ias economías no suele ser una rémora para el crecimiento sino un nuevo motor del
crecimiento, que constituye una fuente de empleo digno y que, además, es una estrategia esencial para
erradicar Ia pobreza persistente. Con el informe también se intenta motivar a los encargados de Ia formulación
de políticas a crear Ias condiciones propicias para que se produzcan mayores inversiones en Ia transición a
una economía verde. Hacia una economía verde busca lograr tal motivación de tres maneras.

En primer lugar, utiiza argumentos económicos para defender un cambio en Ia inversión, tanto pública como
privada, que permita transformar sectores clave para el enverdecimiento dela economia mundial. A través de
ejemplos, se explica que los empleos creados en sectores verdes compensan los que se pierden en Ia
transición a una economía verde.

En segundolugar, se muestra el modo en que una economía verde puede reducir Ia pobreza persistente en cl
marco de una serie de sectores importantes: agricultura, silvicultura, agua dulce, pesca y energia. La
silvicultura sostenible y Ias prácticas agrícolas amigables con el ambiente ayudan a preservar Ia fertilidad del
suelo y los recursos hídricos en generaL y especialmente en Ia agricultura de subsistencia, dela que
dependen casi 1 .300 millones de personas.

Finalmente, se ofrecen directrices relacionadas con Ias políticas necesarias para lograr el cambio: reducir o
eliminar los subsidios perversos o perjudiciales para el medio ambiente y abordar Ias fallas del mercado
debidas a externalidades o a Ia falta de información, mediante incentivos basados en el mercado, un marco
regulatorio adecuado y compras públicas verdes, así como estimulando Ia inversión.

¿Qué tan lejos estamos de


una economía verde?
En el último cuarto siglo Ia economia mundial se ha cuadruplicado, beneficiando a centenares de millones de
personas.’ Sin embargo, en el mismo periodo de tiempo, el 60% de los principales bienes y servicios de los
ecosistemas dcl mundo, de los que depende el sustento del ser humano, se han degradado o utili7ado de un
modo insostenible,’0 Así pues, cl crecimiento económico de Ias últimas décadas ha sido alcanzado agotando
los recursos naturales, sin dar tiempo a que Ias reservas se regeneren y permitiendo la degradación y pérdida
generalizadas de los ecosistemas.

Por ejemplo, sólo el 20% de Ias poblaciones de peces comerciales, Ia mayoría correspondiente a especies
con un precio más bajo, se explota por debajo de su capacidad; el 52% se explota al máximo, sin expansión
posible; en torno al 20% se explota por encima de su capacidad, y cl 8% se ha agotado.” El agua comienza a
escasear y se prevé un incremento dcl estrés por déficit hídrico en un plazo dc 20 años, cuando Ias reservas
de agua satisfarán Ias necesidades de solo el 60% del mundo;12 el rendimiento de Ia actividad agrícola ha
aumentado debido fundamentalmente al uso de fertilizantes químicos) con lo que se ha reducido Ia calidad del
suelo”, y no se ha puesto freno a Ia creciente deforestación — 13 millones de hectáreas de bosque se
perdieron anualmente en

el periodo 199020O5.l5 La carestía ecológica está afectando seriamente a toda una gama de sectores
económicos de los que depende el suministro de alimentos del hombre (pesca, agricultura, agua duke,
bosques) y el sustento de los más desfavorecidos, La escasez ecológica y Ia desigualdad social son rasgos
definitorios de una economía que está muy lejos de ser verde

Entretanto, por primera vezen Ia historia, mas dela mitad de Ia población del planeta reside en zonas urbanas.
Las ciudades acaparan actualmente el 75% del consumo energético” y son responsables del 75% de Ias
emisiones de carbono.’ Cada vez son más graves los problemas que se derivan de esta situación, como la
aglomeración, Ia contaminación y Ia falta de servicios, que afectan a Ia productividad y Ia salud de todos,
especialmente de los ciudadanos más pobres. Aproximadamente el 50% de Ia población mundial vive
actualmente en una economía emergente.” Estos países se están urbanizando rápidamente y experimentarán
un incremento de sus ingresos y de su poder adquisitivo en los próximos años así corno una expansión
enorme de sus infraestructuras urbanas. Por consiguiente, una planificación urbana acertada es primordial.

La transición a una economía verde será muy diferente en cada nación, ya que depende de Ia configuración
especifica del capital natural y humano de los países y de su grado relativo de desarrollo. Como muestra el
gráfico a continuación, Ia transición ofrecerá muchas oportunidades a todos los países (véase Cuadro 1).
Algunos países han alcanzado un elevado grado de desarrollo humano, pero a menudo a costa de su base
de recursos naturales y dela calidad del ambiente, con elevadas emisiones de gases de efecto invernadero.
El reto para esos países consiste en reducir su huella ecológica per cápita sin que su calidad de vida se vea
perjudicada. En otros paises, Ia huella ecológica per cápita es todavía relativamente baja, sin embargo
deben mejorar los servicios y el bienestar material de sus ciudadanos. El reto para este grupo es hacerlo sin
incrementar drásticamente sus respectivas huellas ecológicas. En el siguiente diagrama se aprecia que
casi todos los países se enfrentan a una de estas dos situaciones y que, a nivel mundial, todavía estamos
muy lejos de estar en una economía verde.

ECONOMIA NARANJA Commented [LB11]: ECONOMIA NARANJA

De la economía creativa a la disrupción cultural


Desde el reciente estudio “La economía naranja. Una oportunidad infinita”, publicación a cargo
de Felipe Buitrago Restrepo, consultor de la División de Asuntos Culturales, Solidaridad y
Creatividad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se hace un interesante aporte que
permite dimensionar desde datos concretos el impacto de la economía creativa (industrias
culturales, artísticas y de entretenimiento) en la economía mundial y de América Latina y el
Caribe.

Presentada como Economía Naranja –color que suele asociarse a la cultura, la creatividad y la
identidad- Buitrago la define como “el conjunto de actividades que de manera encadenada
ermiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está
determinado
por su contenido de propiedad intelectual. El universo naranja está compuesto por: i) la
economía cultural y las industrias creativas, en cuya intersección se encuentran las industrias
culturales convencionales y ii) las áreas de soporte para la creatividad.

La Economía Naranja encuentra un antecedente en la Economía Creativa, concepto


Desarrollado por John Howkins, autor del libro “La economía creativa: transformar una idea en
beneficios” publicado en 2001, que comprende los sectores en los que el valor de sus bienes y
servicios se fundamenta en la propiedad intelectual: arquitectura, artes visuales y escénicas,
artesanías, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, juegos y juguetes, moda, música,
publicidad, software, televisión, radio y videojuegos. Este sector, desde el año 2005, genera el
6% de la economía global.

Mientras la Economía Naranja produce anualmente en el mundo 4.293.000 millones de


dólares, América Latina y el Caribe generan apenas 175.000 millones de dólares de ese total.
Según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), entre
2002 y 2011 las exportaciones de bienes y servicios creativos crecieron el 134%, llegando en
2011 a intercambios por un total de 646.000 millones de dólares –el quinto bien omercializado
en el planeta- de los cuales tan solo 18.800 millones se movilizaron desde América Latina y el
Caribe. Al mismo tiempo, la región importó por la suma total de 28.694 millones de dólares, lo
que generó una balanza comercial negativa de 9.993 millones de dólares. Pero si tomamos la
balanza de pagos -diferencia entre los pagos y los ingresos netos por servicios de informática
e información, regalías y licencias por propiedad intelectual- el déficit asciende a 16.547
Millones de dólares. Una Economía Naranja con números en rojo.

En términos de generación de empleo, en 2011, de los 3.266 millones de trabajadores en el


mundo, la economía naranja generó 144 millones de empleos, de los cuales 10 millones de
puestos correspondieron a América Latina.

Para dar una idea de lo que económicamente mueven los productos generados por la
industria cultural, los diez musicales más exitosos de la década, facturaron en concepto de
ventas de entradas y mercadería en las ciudades de Londres y New York entre 5.600 millones
de dólares (The Phantom of the Opera) y 1.200 millones (Starlight Express).

El Cirque du Soleil emplea a más de 5.000 personas y reporta ventas que superan los 800
millones de dólares anuales. Netflix, el video club por correo físico y virtual, tiene 33 millones
de suscriptores y comercializa anualmente 3.600 millones de dólares por año.

El XXII Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, en el 2010, reunión 3.900.000 personas.


El Carnaval de Río de Janeiro recibió 850.000 visitantes en 2012 quienes consumieron 828
millones de dólares. Más de 100 horas de video son subidas cada minuto a You Tube,
acumulando en agosto de 2013 6.000 millones de horas de video visitadas por más de 1.000
millones de personas.

El desarrollo de la conectividad explica la velocidad del crecimiento de la Economía Naranja,


dado que el comercio de servicios creativos crece 70% más rápido que el de bienes creativos
y estas transacciones ocurren de manera creciente a través de Internet. El teléfono necesitó
35 años de comercialización para que la cuarta parte de los hogares de Estados Unidos
tuviera uno. A la televisión le tomó 26 años alcanzar ese porcentaje, a la radio 22, a los
computadores 16, a Internet 7 y a Gmail, Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin y los discos
duros en la nube 2 años. Así mismo, la radio requirió 38 años para alcanzar una audiencia de
50 millones de personas en el mundo; la televisión 13, Internet 4, iPod 3 y Facebook 2. El
Protocolo de Internet (IP) fue creado en 1974. En 1984 había mil dispositivos conectados a
Internet, en 1992 un millón, en 2008, mil millones y en el 2020 habrá más de veinte mil
millones.

¿Latinoamérica naranja?
Del total mundial que produce la Economía Naranja, América Latina y el Caribe generan tan
solo el 0,4% y comercializan el 0,3% del intercambio global con balanzas comerciales y de
pagos ampliamente negativas. De acuerdo con UNCTAD, apenas el 1,77% de las
exportaciones de bienes creativos mundiales se originan en la región. Poco menos de la
tercera parte de éstas se dirige a otros países, más del 64% se orienta a economías
desarrolladas y menos del 3% alcanza otras economías en desarrollo. Estos datos
demuestran que hay mucho para crecer.

Si se combinan estos datos con la existencia del bono demográfico que posee América Latina
-dinámica de crecimiento poblacional que favorece que el número de personas que se integra
al mercado laboral sea mayor que la necesidad de expandir servicios básicos de asistencia
social- no solo existe el contexto adecuado para hacerlo, sino también los recursos humanos,
como lo es la población joven, creativa y nativa de las nuevas tecnologías.

Algunos indicadores comienzan a ofrecer un escenario optimista. De acuerdo con ComScore,


compañía líder a nivel mundial en el análisis de tendencias digitales, Latinoamérica es la
región que más creció en incorporar audiencia en línea: entre marzo de 2012 y marzo de 2013
aumentó el 12% frente al Pacífico asiatico que alcanzó apenas el 7%, Europa 5%, Medio
Oriente y África del norte 3% y Estados Unidos y Canadá tan solo el 1%.

La adopción de tecnologías por parte de la sociedad consta de cinco etapas: a) innovación,


en la que solo el 3% del mercado utiliza el producto o servicio; b) adopción temprana, que
aumenta al 13%; c) la mayoría temprana, en la que asciende a 36%; d) la mayoría tardía,
donde suma otro 36%, y finalmente e) la etapa de rezago en la que se llega a un 16%. Esto
indica que aquellos que decidan implementar una idea en los ciclos de innovación y adopción
temprana tendrán grandes oportunidades de imponerse en el mercado para generar riqueza y
transformación en una región habitada por casi 600 millones de personas.

Dentro de ese total, 107 millones son jóvenes de entre 14 y 24 años a quienes Buitrago
desafía para que desarrollen en la etapa de adopción temprana modelos de negocios basados
en las “mentefacturas”, bienes y servicios que como el arte, el diseño, los videojuegos, las
películas y las artesanías, llevan consigo un valor simbólico intangible que supera a su valor
de uso. Y el lugar que plantea la Economía Naranja para que habiten estos jóvenes son las
“kreatópolis”, ciudades creativas donde se integran ideas, contenidos, comunidades, bienes y
servicios creativos alrededor de un proyecto común de desarrollo social y económicamente
sostenible, donde las “mentefacturas” son más importantes que las manufacturas en la
creación de empleos y riqueza.

En las kreatópolis se organizan clusters creativos que pueden ser un edificio, un barrio o
cualquier espacio geográfico relativamente pequeño que contiene una concentración de
negocios basados en la Economía Naranja. Estos negocios interactúan unos con otros de
manera coopetitiva (cooperar para hacer crecer el pastel, competir De la economía creativa a la
disrupción cultural para dividirlo), permitiendo que sus recursos se sumen para optimizar su
capacidad de crear bienes y servicios.
Casos emblemáticos de clústeres creativos modernos son Soho en Londres y el Centro
Metropolitano de Diseño en Buenos Aires. Por su parte, el hub creativo es un centro de
conexiones, en el que clústeres, infraestructuras especializadas, capitales, talentos y
tecnologías se concentran, independientemente de su proximidad geográfica. En estos hubs
se desarrollan, producen y/o comercializan los bienes y servicios más sofisticados de la
economía creativa. Sin duda, el mayor hub de música latinoamericana es Miami en Estados
Unidos. Guardadas las proporciones, Sao Paulo en Brasil es un importante hub de la moda. El
ejemplo más reconocido de hub es, sin duda, Sillicon Valley.

De la economía creativa a la disrupción cultural

McKinsey Global Institute (MGI) describe doce tecnologías disruptivas de las cuales seis se
ligan directamente a la Economía Naranja: internet móvil como nuevas formas de
comunicación, internet de las cosas como nuevas formas de diferenciación, tecnología de la
nube como nuevas formas de intercambio y acumulación, almacenamiento de energía como
nuevas maneras de portabilidad, impresión 3D como nuevas formas de hacer y materiales
avanzados en tecnología como nuevos materiales.

Pero no necesariamente las tecnologías disruptivas sirven para que la Economía Naranja
cambie las lógicas que impiden que la industria cultural sea verdaderamente inclusiva y
genere bienes públicos que sean recibidos en igual calidad y cantidad por toda la sociedad.

Buitrago plantea siete acciones para consolidar la Economía Naranja: 1) Información: generar
información sobre las industrias culturales que sea de acceso público y pueda achicar la
brecha existente entre las posiciones ideológicas de muchos de los creadores y artistas y el
mercado y la economía. 2) Institucionalidad: adecuar a los organismos del estado y privados
y consolidar la nueva institucionalidad en Internet de manera de que estén abiertos a todos los
contenidos en base a reglas de juego validadas, estables y flexibles. 3) Industria: los egocios
digitales dependen de las capacidades de los individuos. Se necesita un cambio en la
mentalidad para entender que “los activos más valiosos de las empresas modernas se van a
la casa todos los días y pueden decidir si regresan o no al día siguiente”. 4) Infraestructura:
acceso (vías, plazas, parques, estadios, puentes, coliseos, aeropuertos, centros comerciales,
fibra óptica, satélites, antenas de radio) y contacto entre audiencias, contenidos, artistas,
creativos, emprendedores y tecnologías son los catalizadores fundamentales para generar la
innovación derivada de la fertilización cruzada de ideas, usos, interpretaciones y costumbres.
5) Integración: la naturaleza del consumo de contenidos es de nicho. Gracias a Internet, los
nichos ya no conocen de geografía, por lo que hay que globalizar las estrategias comerciales y
dejar de temerle a la competencia regional. Buitrago propone la creación del Mercado
Interamericano de Contenidos Originales. 6) Inclusión: las actividades de la Economía
Naranja tienen una capacidad probada para generar o regenerar tejido social y convertir
poblaciones vulnerables en agentes de progreso económico. También tiene capacidad de
crear empleos con bajos niveles de inversión a través de microcréditos y su articulación con
proyectos comunitarios de participación, como por ejemplo el Circo Ciudad en Bogotá, Galpao
Aplauso en Rio de Janeiro o el Sistema de Orquestas juveniles de Venezuela. 7) Inspiración:
la creatividad no se manifiesta en el vacío. El creativo necesita la oportunidad y los incentivos
para asumir las horas de práctica que se necesitan para convertirse en un éxito. Para que el
individuo pueda inspirarse necesita tanto de modelos a seguir como de modelos a derrotar,
conocer el trabajo de otros creativos, examinar el pasado, interpretar el presente y soñar el
futuro. También necesita de un entorno que celebre la experimentación y los errores como un
mecanismo válido de aprendizaje, que no sancione como un fracaso hacer algo diferente que
sale mal y que lo que sea que haga, lo pueda expresar sin temor a la censura. Se requiere
también de la formación adecuada para
adaptarse a necesidades cambiantes. Ken Robinson, educador británico reconocido por sus
conferencias TED, sentencia que los sistemas de educación formal actuales “militan en contra
de las fuerzas creativas de la curiosidad, la imaginación y la intuición”. Las reformas
educativas deben promover el alfabetismo digital que supere el paradigma tecnocrático de
ciencias, tecnología, ingeniería y matemática, integrando la creatividad de las artes y el diseño
a las currículas técnicas.

La mirada de la sociedad civil: el arte transformador “no es inspiración sino tarea”

Inés Sanguinetti, fundadora de la organización Crear Vale la Pena de Argentina y miembro de


la Red Latinoamericana de Arte para la Transformación Social (REDLATS), espacios que
fueron apoyados por Avina en sus inicios, plantea que “los problemas de inequidad son,
además de realidades vinculadas a lo económico, fundamentalmente temas culturales. La
pobreza circunstancial no se llama exclusión y puede ser tranquilamente una circunstancia de
la vida económica. La pobreza como construcción, la necesidad de que muchos tengan poco
o nada para que pocos tengan mucho, es una construcción cultural y no una vicisitud de la
vida económica.”

Y agrega que “para superar las barreras de la exclusión deben promoverse ámbitos para la
generación de identidades sociales e institucionales que hagan accesible a todas las personas
el efectivo uso de sus derechos a la producción de signos o sentidos. Debemos especialmente
promover y visibilizar la capacidad de las personas vulnerables de producir arte y cultura.”
Para ello, describe que “la generación de políticas públicas en cada localidad vinculando
educación en las artes y gestión comunitaria, abre campos complementarios de saberes y
competencias posibles para procesos de creación de un campo político a favor de la equidad y
la integración social”. Y detalla los siguientes pasos:

El Arte y la construcción de identidad en la comunidad: las disciplinas artísticas y


comunicacionales son saberes que deben abordarse si se quiere efectivamente enfrentar las
problemáticas del bienestar en toda su complejidad. La música, el teatro, la danza, las artes
plásticas, las letras, pero también la gráfica, la fotografía, el cine, las nuevas tecnologías y los
diversos géneros y especializaciones que rodean la realización de hechos y obras artísticas y
sus raíces históricas son la potencialidad social y cultural de un país.

Nuevos circuitos culturales y articulación entre espacios público-privados: deben fortalecerse


las acciones relacionadas con la creación de nuevos circuitos y espacios públicos de
circulación de esos bienes culturales y particularmente su relación con los sistemas políticos,
sociales, institucionales y comerciales. En la medida que construyamos espacios públicos y
privados donde se integren personas excluidas e incluidas, promoveremos un proyecto político
de nuevas formas de democratización y protagonismo social. Caben aquí los debates sobre
políticas públicas estatales, pero también sobre políticas sociales a nivel de la sociedad civil
(ejercidas desde organizaciones comunitarias o sin fines de lucro) y empresariales, tanto en el
ámbito nacional como en el local e internacional.

Integración de la educación formal y no formal: muchos de los saberes vinculados a los


elementos conceptuales y las herramientas pedagógicas que se hacen imprescindibles para la
creación de una nueva ciudadanía cultural en la escuela han sido ya descubiertos y puestos
en práctica por exitosos procesos de Arte para la Transformación Social en diferentes lugares
de Latinoamérica. Nos referimos a las cuestiones abiertas por la educación popular y
retomadas por las organizaciones artetransformadoras.
Sanguinetti comparte cinco ideas para también ayudar a diseñar políticas públicas que unan
bienestar a identidad:

El arte como creación de la comunidad humana: contra lo que habitualmente se proyecta


como imagen del arte (el artista “inspirado”, poseído por un don que lo hace “distinto” y
“superior” a los otros hombres y mujeres) el arte tiene su origen en la comunidad humana, en
las relaciones que permiten que la gente cree imágenes y relatos para emocionarse y crecer
individual y colectivamente.

La obra artística y política como enamoramiento creativo: compartir un momento de emoción


“estética” es siempre un hecho social y comunitario, cuyo marco es construido desde valores e
ideologías que también influyen en su “belleza”. El local de un grupo de teatro comunitario
también es parte de su “obra”, así como la relación que hay con el barrio y su historia y su
posición frente al mundo. Y ésta debe traducirse en realizaciones que ofrezcan el grado más
alto de belleza y calidad que las comunidades humanas sean capaces de producir, no sólo por
su impacto estético, sino por su raíz política.

La organización comunitaria como continente de un proyecto cultural: un proceso cultural


distinto nos lleva a imaginar modos nuevos de organización social y comunitaria que sean
efectivamente la traducción de nuestros valores y nuestros sueños. No hay un verdadero
proceso de arte y transformación social sin organización comunitaria cuerpo a cuerpo que
opere en los barrios, en los territorios concretos, con sus vínculos cotidianos y sus
problemáticas.

Una relación creativa con el conflicto social: Habitualmente, los medios de comunicación
presentan una imagen “demonizada” del conflicto social y sus actores movilizados. Desde el
arte se sabe que la tensión y el conflicto son origen y materia de una creación tanto estética
como comunitaria, de un crecimiento en el encuentro y la empatía, únicos caminos para la
igualdad. En este sentido, los activistas en un conflicto no son los “enfermos” de una
sociedad sino que, por el contrario, exhiben más señales de “salud” que los que ven pasar el
futuro por la pantalla de la tele. Sin embargo, aportamos mucho cuando inventamos un modo
distinto de intervenir en esas realidades que superen el llamado “arte de protesta” y creamos
efectivamente un modo creativo e integral de relacionar lo artístico con el conflicto social, con
las realidades de la pobreza y la exclusión, desde un lugar de propuesta vital de una nueva
sociedad.

La memoria, el presente y el futuro como materiales de trabajo: La cultura dominante se


encarga de diluirnos la memoria y con ello la identidad, de distraernos de los elementos
preocupantes del presente y de vendernos un futuro modelado y definido. Un proyecto cultural
emancipador debe integrar al poder del arte y la emoción en una visión que recupere la
memoria, ayude a interpretar y transformar el presente y, por último, convoque a discutir y
construir el futuro. La temporalidad en relación a la transformación de la realidad es un
elemento fundamental, que el arte y las acciones culturales pueden volver a situar al alcance
de las comunidades y las personas.

Sanguinetti define muy bien el desafío que tiene por delante la cultura y el arte si aspira a
transformar la sociedad: “esto no es inspiración sino tarea. No se trata aquí de eventos sino de
procesos. Una política pública es unaenergía colectiva transformadora con perspectiva
estratégica. Es la organización o sistematización de las voluntades humanas camino a nfrentar
un problema, interpretar un imaginario colectivo, poner en acción la apatía o impotencia,
reencontrar sentido en la fractura social. Pero sobre todo la tarea de una política pública es
básicamente una tarea cultural: tejer una red infinita de futuros en el presente de un territorio,
como ha dicho
alguna vez la magistral Chiqui Gonzalez”.

Existen elementos concretos para que el desafío de transformar la sociedad a través de una
nueva economía, cuente con la creatividad de la cultura y el arte para que el análisis del
mercado global y la construcción del escenario local, así como la mirada económica de las
industrias culturales y la interpretación sociopolítica del arte transformador, impregnen una
nueva lógica donde la disrupción cultural no pase por separar economía y cultura, sino por
integrarlas y complementarlas en marcos de sustentabilidad económica e inclusión cultural. O
dicho de otro modo, economía y cultura pensadas desde la disrupción constructiva.

Commented [LB12]: ECONOMIA AZUL


ECONOMIA AZUL
necesita un nuevo modelo económico? Tenemos que hallar la manera de satisfacer las necesidades
básicas del planeta y todos sus habitantes con lo que la Tierra produce. Se han adoptado muchas
medidas importantes en el marco del movimiento en pro de la sostenibilidad y la ecología; no obstante,
es preciso buscar soluciones que nos permitan dar un importante salto hacia adelante.

Los modelos económicos del pasado han colapsado y la Economía Ecológica ha sido la única respuesta
sería. No obstante, si bien ha repercutido en productos específicos en mercados específicos, como el
comercio justo del café y el té, aún le queda por reconfigurar la totalidad de nuestro sistema. El principal
desafío consiste en que exige que las empresas aumenten las inversiones, y los consumidores paguen
más. Esto es válido y justificado cuando la economía mundial está en proceso de expansión y el
desempleo disminuye, o cuando los principales agentes del mercado cuentan con recursos financieros
suficientes. Pero resulta difícil cuando la demanda desciende y la confianza del consumidor disminuye, y
aún más difícil cuando las personas se percatan de que sus empleos corren peligro.

Ha llegado el momento de adoptar un amplio conjunto de innovaciones que aprovechen lo ya logrado y


para lo que se han determinado parámetros de referencia en todo el mundo. Durante decenios hemos
venido copiando la genialidad del diseño de la naturaleza, como el Velcro, que imita la técnica de
adhesión de las semillas de bardana, o la autolimpieza de la flor de loto. Ahora las sociedades deben
avanzar del romance con las especies a la inspiración pragmática en los ecosistemas.

Con demasiada frecuencia en el actual movimiento en pro de la sostenibilidad, la sustitución de un


producto o proceso por otro no ha tenido las consecuencias deseadas. La utilización del maíz como
materia prima tanto para los biocombustibles como los bioplásticos ha incrementado el costo del cereal,
lo cual ha puesto en peligro la seguridad alimentaria para millones de personas, y ha estimulado a la
industria a que adopte controles genéticos para obtener producciones estandarizadas y predecibles. La
utilización del aceite de palma para jabones biodegradables ha destruido inmensas superficies de
bosques pluviales y el hábitat del orangután. El apetito por los hongos shiitake, un delicioso y delicado
sustituto de la proteína animal, ha incrementado la tala de árboles de roble, sobre los cuales se
desarrollan.

Asimismo, nosotros debemos evolucionar en nuestra búsqueda de la sostenibilidad, y desarrollar una


Economía Azul más empresarial e innovadora. Debemos trascender la sustitución de un producto o un
proceso por otro, y en su lugar mejorar el sistema, y para ello abrir posibilidades para una nueva
generación de empresarios que utilicen de manera sostenible lo que esté disponible para satisfacer
las necesidades de la Tierra y todos sus habitantes

Los ecosistemas brindan principios pragmáticos de diseño para la nueva economía. El primero de éstos
se fundamenta en la observación de que toda materia y energía se transfiere en forma de cascada de
una especie a otra. Esa cascada de nutrientes supone la participación en los recursos disponibles
a nivel local, mediante el empleo de todas las entidades contribuyentes, y la utilización del desecho de
unas como recurso de otras.
La labor del Profesor Jorge Alberto Vieira Costa en Porto Alegre (Brasil), demuestra la manera en que el
exceso o desequilibrio de un subproducto puede convertirse de contaminante en recurso. Se reorienta el
CO2 emitido por la central termoeléctrica local de carbón para alimentar algas de espirulina y de esa
manera producir suplementos ricos en proteínas y biocombustibles cosechados de manera sostenible.
Los costos de inversión adicionales resultan bajos por cuanto el estanque de retención de agua
caliente de la central proporciona la infraestructura necesaria.

En otros modelos, la biomasa de desecho se convierte en medio de cultivo de hongos deseables; este
sustrato agotado se convierte en alimento rico en proteínas para el ganado; el forraje de los animales,
inoculado con baterías, genera biogás en un digestor; el lodo generado por el digestor se convierte en
la fuente de nutrientes para el cultivo de algas, y el agua residual promueve el crecimiento prolífico de
bento-, fito- y zooplancton, que a su vez se convierte en alimento para peces.

El segundo principio descansa en otra observación: que los ecosistemas se basan fundamentalmente
en las leyes de la física y sólo de manera secundaria en la química. La física es predecible, como lo es
la ley de la gravedad. Seguir este principio nos posibilita reducir o eliminar el consumo de metales
extraídos, minerales fundidos y sustancias químicas procesadas. Los mecanismos basados en la física
desarrollados por cebras y termitas exhiben un mayor dominio del aire y control de la humedad que
cualesquiera de nuestras actuales soluciones basadas en sistemas mecánicos y electrónicos.

Vemos esto en la escuela Laggarberg, en Suecia, según el diseño de Anders Nyquist, o el hospital de
campaña en la Vichada, en Colombia, según el diseño del equipo de Las Gaviotas, en que el aire se
refresca de manera natural y continúa sin necesidad de bombas, calentadores o refrigeradores de costo
elevado. Esas edificaciones demuestran que las inspiraciones basadas en la naturaleza pueden
disminuir los costos de capital sencillamente mediante la explotación de las diferencias de presión. La
dependencia en el aislamiento de base química se complementa, o incluso se reemplaza, mediante una
comprensión más profunda de las leyes físicas, eliminándose en el proceso el uso insostenible de
materiales y energía.

La misma lógica puede aplicarse a la generación de electricidad. Cada año las sociedades
industrializadas arrojan 40 mil millones de baterías en vertederos tóxicos. No obstante, en todos los
ecosistemas se generan corrientes pequeñas, pero apropiadas, sobre la base de diferencias de presión,
acidez y temperatura. Esas microcorrientes podrían ser demasiado pequeñas para reemplazar una
central termoeléctrica de carbón en un futuro previsible, pero son suficientes para proporcionar un
sustituto perfectamente viable para esos miles de millones de baterías desechables. Ello ha quedado
demostrado por el Instituto Fraunhofer de Alemania, que ha creado satisfactoriamente un teléfono
celular que genera electricidad a partir de la diferencia de temperatura entre el teléfono y el cuerpo del
usuario, y convierte la presión ejercida por la voz en una fuente piezoeléctrica que suministra la energía
para proyectarla.

En su prefacio al último Informe del Club de Roma, Achim Steiner, Director Ejecutivo del PNUMA
y Ashok Khosla, Presidente de la IUCN, escribieron: “Podemos hallar formas de utilizar la física, la
química y la biología de igual manera que lo hacen los ecosistemas con materiales renovables y
prácticas sostenibles. Ello ha dejado de pertenecer al reino de la ciencia ficción: está ocurriendo aquí y
ahora. Mediante políticas apropiadas para apoyar las investigaciones y el desarrollo, y estrategias de
promoción que logren su puesta en práctica mediante mecanismos de mercado, esos materiales y
métodos ofrecen abundantes oportunidades para acelerar su adaptación con miras a hacer frente
a las apremiantes cuestiones de carácter mundial”.

Para ello será necesario efectuar los cambios que se proponen en el marco normativo de la Iniciativa
sobre Economía Ecológica, del PNUMA. Eso, en combinación con la Economía Azul, inspirando a
empresarios a cambiar el marco económico mediante modificaciones en los modelos empresariales
ascendentes a partir de la base, brinda esperanza e inspiración.

trascender la sustitución de un producto o un proceso por otro,


y en su lugar mejorar el sistema, y para ello abrir posibilidades
para una nueva generación de empresarios que utilicen de anera
sostenible lo que esté disponible para satisfacer las necesidades
de la Tierra y todos sus habitantes.”

2.1.1- Economía del género Commented [LB13]: Feminista

En los estudios de la evolución del pensamiento feminista en las distintas


disciplinas del conocimiento (para la filosofía, p.e. Gatens, 1986; para la historia,
p.e. Lake, 1992; para la economía, Hewitson, 1999), una división recurrente es la
que diferencia entre los modelos que no cuestionan los marcos existentes y los
que sí lo hacen. Es decir, Los primeros toman los marcos como dados y
simplemente exigen que, a ellos, se incorpore a las mujeres en tanto que sujeto y
objeto de estudio; por ello también son denominados modelos “asimilacionistas”
(Lake, 1992). Harding (1986, 1987b) califica esta estrategiacomo “a_ada mujeres”
y Hewitson (1999) la complementa como “a_ada mujeres y revuelva” . Estamos
ante “ la cuesti_n femenina” , que alguien pregunta y que se soluciona aplicando
las teorías disponibles.

“ [E]l problema con la economía neoclásica es, bien la ausencia física de las mujeres de sus
instituciones –sus departamentos, clases y manuales de economía–, bien la ausencia de las
mujeres en su marco teórico. Para superar estas deficiencias, tanto las instituciones como el marco
teórico deben ser complementados con la adición de las mujeres. El marco de la economía
neoclásica en sí mismo permanece sin ser cuestionado” (Hewitson, 1999: 62)

Esta estrategia de incorporación de las cuestiones de género a los paradigmas


dominantes con poca o ninguna modificación de éstos es perceptible en la
economía. En esta investigación, se la denominará economía del género porque
es la nomenclatura que, mayoritariamente, utilizan quienes pretenden seguir
elaborando un discurso despolitizado y objetivista, frente a la adjetivación de
feminista, que supone la asunción de un compromiso político explícito.

Dentro de la economía del género vamos a reconocer dos corrientes centrales, los
estudios de equidad y el empirismo feminista, siendo la estrategia “a_ada mujeres
y revuelva” evidente en ambas. En primer lugar, los estudios de equidad, según la
terminología de Harding (1986), son aquellos que atienden a la ausencia o
subrepresentación de las mujeres entre la comunidad científica. Su propósito es
documentar la extensión y características de esta exclusión de las mujeres en
tanto que sujeto epistemológico, buscando vías de solución, pero sin cuestionar
ese conocimiento en sí mismo ni los ámbitos en los que se crea. En segundo
lugar, se analizará el empirismo feminista, que es aquella corriente de ensamiento
que cuestiona la ausencia de las mujeres en tanto que objeto de estudio de los
enfoques androcéntricos. Aseguran que estos enfoques han hecho mala ciencia
porque no han atendido a las experiencias femeninas y porque han permitido que
sesgos androcéntricos se colaran en el análisis, por lo que pretenden revertir estos
errores históricos. Sin embargo, no cuestionan el método científico en sí ni los
marcos teóricos preexistentes –concretamente, la economía neoclásica–, sino que
pretenden incorporar en ellos a las mujeres. Es muy destacable el mantenimiento
de las dicotomías economía / no-economía y trabajo / notrabajo. Su recuperación,
por tanto, del género y las experiencias femeninas se da en los límites de lo que
los enfoques androcéntricos consideran económico; por tanto, se centran en la
participación femenina en el mercado laboral.

2.1.2- Economía feminista

La economía feminista cuestiona con detalle el discurso neoclásico y propone


alternativas de análisis. Dentro de esta corriente, se incluyen análisis de
inspiración variada (marxista, neoclásica, institucionalista, etc.). Podríamos decir
que la idea que subyace al intento de elaborar una rama distintivamente feminista
del pensamiento econ_mico es que: “Simplemente haciendo encajar a las
mujeres, sin cambiar las reglas del juego, significaría la mera deificación de las
condiciones existentes de desigualdad social” (Braidotti y Butler, 1997: 45). Por
tanto, para cuestionar la desigualdad, tanto en el ámbito de la teoría como de la
política, es necesario transformar las estructuras (cognitivas o sociales) previas, ya
que “ la exclusi_n de las mujeres y de la agencia femenina no es sólo una cuestión
de estar dejando fuera del discurso económico a la mitad de la humanidad;
también influencia las estructuras teóricas y las prácticas actuales de investigaci_n
cient_fica” (Grapard, 1999: 548). La perspectiva de la conciliación se caracteriza
por creer en la posibilidad de conciliar las nuevas nociones con los anteriores
paradigmas; es decir, considera que éstos son válidos si son suplementados y/o
reformados considerablemente. Mientras que la economía feminista de la ruptura
aboga por una modificación profunda de (o ruptura con) los anteriores paradigmas.

Hay varios puntos que podemos identificar como consensos de partida de los
distintos enfoques de la economía feminista. Ésta critica la estructura analítica
propia de los análisis androcéntricos, estructura que identifica la economía con lo
monetizado y que etiqueta todo el resto de actividades como lo “no-econ_mico” ,
en una escisi_n muy ligada a la división público / privado-doméstico. Frente a esta
estructura, la economía feminista asume como labor definitoria el deconstruir el
objeto de estudio de los enfoques androcéntricos. En primer lugar, afirman que
esa visión de la economía se había instaurado como universalmente verdadera y
objetiva cuando, por el contrario, estaba profundamente imbuida de sesgos
androcéntricos y ocultaba a las mujeres, sus experiencias y diferencias con los
hombres. Este discurso opresor para las mujeres ha sido legitimado porque los
propios criterios epistemológicos estaban sesgados, por lo que es imprescindible
redefinirlos. Así, se replantearán los criterios que validan el conocimiento,
partiendo de la noción de que el sujeto que crea conocimiento, su punto de vista,
es relevante, ya que la ciencia es un proceso social, afectado, por tanto, por los
conflictos sociales; desde ahí, de forma especialmente relevante, se replantea la
noción de objetividad. En segundo lugar, se cuestiona la estrechez de las
definiciones convencionales de lo económico y se pretende dar una definición más
amplia que, de forma clave, atienda al trabajo doméstico de las mujeres. Se trata,
por tanto, de descentrar a los mercados hacia los que se había dirigido la mirada
primordial o exclusiva de las/os economistas. Este descentramiento tiene que
permitir una recuperación de los elementos femeninos invisibilizados, recuperando
a las mujeres como agentes económicos y sus actividades como económicamente
significativas. En tercer lugar, es necesario mostrar las relaciones de poder de
género que subyacían a la estructura dicotómica y, a la par, convertir dichas
relaciones en un objeto legítimo de estudio económico. En última instancia, el
objetivo es transformar una realidad que se considera injusta. “ [P]ara las
economistas feministas, el creciente reconocimiento del valor de las ontribuciones
de las mujeres puede y debe mejorar el estatus económico de las mujeres”
(Mayhew, 1999: 737). La econom_a feminista se sit_a, sin dudar, en el
ámbito de la economía normativa.

Sin embargo, las vías para llevar a cabo esta apuesta teórica y política no son
iguales. Por un lado, identificaremos tres estrategias de deconstrucción que
determinan elementos esenciales de las distintas corrientes que componen la
economía feminista. La primera de ellas se basa en la recuperación de los otros
femeninos invisibilizados –la actividad económica de los hogares se valora al
mismo nivel que la de mercado–; la segunda, en la reversión de las jerarquías –se
prioriza la producción doméstica–; y la tercera, en la trascendencia de la dicotomía
mediante el uso de un término bisagra –se habla de sostenibilidad de la vida como
los procesos de satisfacción de necesidades que incluyen la producción mercantil
y doméstica, sin limitarse a priori a estas esferas. Las dos primeras constituyen la
corriente que denominaremos economía feminista de la conciliación y, la última, la
economía feminista de la ruptura. Por otro lado, al considerar las relaciones de
género no sólo como elemento integrable en el análisis, sino como ámbito
privilegiado de atención teórica, la diferencia entre los distintos enfoques
viene dada por la consideración del sujeto de la mujer subyacente. Mientras que la
perspectiva de la conciliaci_n maneja una imagen del sujeto “ la mujer” que viene
definido por la que denominaremos política de la identidad –consideración de que
existe una experiencia común de opresión que permite hablar de un sujeto
homogéneo y con intereses definidos–; la perspectiva de la ruptura acerca sus
posiciones mucho más a las de la que se calificará como política de la
localización, dedicando una atención mucho mayor a la recreación de los géneros
en cada proceso y relación económica y otorgando una importancia clave a las
diferencias entre mujeres. Por último, la ampliación del objeto de estudio a nuevas
esferas de actividad económica y la atención a las relaciones de género suponen
la necesidad de modificar las metodologías previas, heredadas del pensamiento
económico androcéntrico. Así, la economía feminista de la conciliación propondrá
suplirlas con métodos y conceptos nuevos, surgidos de esas nuevas esferas a
las que atender; mientras que la economía feminista de la ruptura propone un
vuelco mayor en los métodos utilizados: obtención de conceptos trasversales,
reversión de las categorías centrales de estudio, difuminar los límites de la
economía y apostar por la interdisciplinariedad, etc. Esto no significa que nunca
utilice herramientas de marcos preexistentes, sino que, cuando recurra a ellas, lo
hará de forma situada y ecléctica, como una herramienta útil para un fin concreto y
nunca como corsé prefijado.
La terminología de economía feminista de la conciliación pretende remitir a la
filosofía general que impregna toda la corriente: que es posible conciliar una
estructura dicotómica preexistente, que ha sido históricamente perversa para las
mujeres, con una nueva carga valorativa que recupere los elementos femeninos,
bien revirtiendo la jerarquía analítica –propuesta de la segunda estrategia de
deconstrucción, propia de la economía emocional–, bien otorgándoles el mismo
valor analítico que a los masculinos –propuesta de la primera estrategia de
deconstrucción, a la que Matthaei y Brandt (2001) califican de integradora. Esta
última propuesta es la mayoritariamente seguida por las autoras y expresa la
confianza en la posibilidad de reconciliar lo que antes estaba escindido,
revalorizando lo femenino y, uniéndolo a lo masculino ya valorado, logrando
un conjunto mejor, más pleno y humano, tanto en términos teóricos (conocer los
mercados y el trabajo doméstico, hablar de egoísmo y de altruismo, etc.), como
políticos. En este último sentido, hablar de conciliación crea un nexo con el actual
debate sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, que se identificará –
aunque muy brevemente en el capítulo VI– como una propuesta política central en
el momento presente por parte de este enfoque. Por su parte, la terminología de
economía feminista de la ruptura busca remitir a la filosofía propia de este
enfoque, esto es, romper con todas las construcciones previas en términos
teóricos (perturba, de forma clave, toda la estructura dicotómica, con todas sus
ramificaciones) y políticos, ya que plantea revertir la lógica que organiza el sistema
socio-económico.

Aquí cabe señalar que el segundo objetivo de este libro es avanzar en la reflexión
y elaboración de algunos conceptos centrales de la economía feminista de la
ruptura. Ésta es una corriente, podría decirse, no sólo en consolidación, sino en
pleno proceso de construcción, de indagación y de exploración de nuevos
campos, posibilidades y horizontes feministas. Se argumentará que esta corriente
no pretende ofrecer verdades universales, sino verdades parciales, que hablen
desde posiciones localizadas buscando un diálogo constante con otras voces
para, en un proceso responsable y politizado de creación de conocimiento, intentar
construir mundos menos dominados por ejes de dominación. En ese sentido, en el
presente estudio se intenta proporcionar herramientas para comprender lo que se
caracterizará como un proceso actual de crisis del sistema socio-económico,
perceptible en la reorganización de los cuidados y en una nueva estratificación
sexual y étnica de los trabajos. Se aportarán argumentos adicionales para
comprender y debatir este proceso, al que se denominará crisis de los cuidados,
que es foco de debate público, dentro y fuera de los ámbitos feministas. Se
intentará situar esta tensión en el centro de la crítica a un sistema socio-
económico que, como se argumentará, se fundamenta en la desigualdad y en la
exclusión para poder mantenerse. Se argumentará que es un momento en el que
el feminismo puede poner en cuestión el discurso mayoritario por múltiples vías: lo
que éste muestra como un problema social es un problema económico que atañe
a toda la población y, más aún, a todo el sistema e instituciones, no siendo en
ningún caso un asunto de mujeres. Es un problema no es solucionable en los
parámetros del sistema actual, sino que puede cuestionar las bases
mismas de éste. Y puede también cuestionar la supuesta uniformidad de las
experiencias femeninas respecto a los trabajos no remunerados, así como de sus
intereses políticos.

“La crisis de los cuidados tiene la virtud de permitirnos visibilizar y poner en cuesti_n algunos
elementos centrales sobre los que se constituye nuestra sociedad y generar nuevos imaginarios,
nuevas propuestas de transformación y nuevas formas de lucha. En ello estamos
.
2.2- Estructura del documento
Tras el presente capítulo introductorio, se expone la estructura dicotómica
falocéntrica que, según la crítica feminista, subyace al pensamiento occidental
ilustrado y que excluye de forma sistemática todos los elementos asociados con la
feminidad (capítulo II). El pensamiento económico androcéntrico será interpretado
como un discurso dicotómico basado en la invisibilización de las esferas
económicas feminizadas, asociadas con lo no monetizado. Se introducirán las que
se definirán como dicotomías fundacionales de dicho pensamiento: economía / no-
economía, trabajo / no-trabajo, y se mostrará su proceso de consolidación
histórica, así como su asociación con el par público / privado-doméstico. Las
distintas formas de enfrentarse a estas dicotomías definen a las distintas
corrientes económicas relativas al género; a saber: mantenimiento
de la estructura e incorporación de las mujeres a los elementos valorados
(economía del género); mantenimiento de la estructura dicotómica con una
simultánea transformación de la carga valorativa (economía feminista de la
conciliación); y trascendencia de la dicotomía al considerarse que tiene una carga
jerárquica insalvable (economía feminista de la ruptura).

Una vez introducidos los debates fundamentales en torno a los cuales gira la
investigación, se pasa a analizar cada una de las corrientes identificadas. En
primer

Commented [LB14]: MERCANTILISMO


MERCANTILISMO
1.3 EI Feudalismo

Como ya queda establecido al lniciarse este capitulo, Ias condiciones sociales y


economicas de cada periodo histórico influyen para que se elaboren teorias o doctrinas
con el fin de resolver e Interpretar problemas especificos de la época. Por lo tanto para
analizar las teorias mercantilistas, sea necesario describir el sistema de producción que
por varios siglos existió en Europa y se conoce con el nombre de sistema feuda.

El sistema feudal principia con Ia caida del Imperio romano en 4 siglo V y termina en el
XV. En esta epoca Europa se encontraba dividida en pequeños señoríos los que eran
gobernados por un señor feudal, que a su vez dependia de un principe o monarca. Cada
(señorio era un sistema económico autosuficiente en cuanto a la creación de los bienes
que la comunidad requeria para subsistir y estaba protegido del exteriorpor medio de
aranceles y fuertes barreras aduaneras.

La población en eu mayoría residia en el campo y estaba perfectamente dividida en 3


ciases sociales Ia nobleza, los villanos y
los siervos. La nobleza tenis muchos privilegies y era la clase po
derosa en el aspecto politico, económico y sedal Loe villanos eran
habitantes Ubres o sezalllbres que se dedicaban al cultivo do Ia tierra
o prestaban servicios a la nobleza pero obUgados a vivir dentro de
los limites del feudo. Los siervos era Ia clase social más haja, no
tonton derechos y sue vidas dependan de las órdenes del señor feudal
y Joe monarcas. Su condición loa obligaba a vivir atados a Ia tierra
y en esfuerzo en gran perte lo dedicaban a pagar tributos a sua go
bernantes.

Con respecto iii ordcm económico, puede decirse quc estaba des
organizado. Al deseperecer Ice centros de población del Imperio ro
mano se deteriora el comercio, desaparece el uso del dinero y cada
feudo es tm sistema autosiaficlente. La mayor parte de Ia población
se dedicaba a Ia prodeoclón agricols y len niveles de producción eran
de autoconsumo
La producción distinta a la agricola, estaba organizada eon base
en gremios de artesanos y comerciantes que vigilaban el comercio
y formaban monopollo& Con el aumento de la población y extensión
de loe centros urbanos, se van creando gremios para cada oficio en
particular, que Inmediatamente proceden a promulgar reglamentos
sobre el trabajo, loe precios, etc., y son Ice representantes de lo.
gremios ias que ocupan los puestos más Importantes de la dudad.
La función de lo. mercaderes disminuye, por Ia presión que ejercía
la ética cristiana sobre el control de Ias ganancias y en ese entonces
se levanta Ia Iglesia como un simbolo de unidad y fortaleza, convir
tléndoae en el centro más Importante de Ia vida económica, social y
politics de Ia Edad Media.
Eli el siglo XVI se observan las desventajas de este sistema eco
nómico y aparece el nacionalismo, politics tendiente a unlflcar lo.
señorira y formar lo primeros estados nacionales; ya que el creci
miento de Ia agricultura y manufactura, necesitaban de un campo
de acción más grande y organizado sobre relaciones de Interdepen
da más fuertes y complejas.
Con todo lo anteriormente expuesto, podemos Identificar el efec
to que sobre Ia vida económica ejetes la autoridad dei orden eclesiás
tico: los hombres deblan explotar Ia tlrra y arrancarle los frutos
para la subsistencia y no podían sobrepasar ese nivel de pobreza y
subsistencia, acumuhmdo riqueza, lo cual era considerado wi pecado
que no Permitia la salvación dei aime. Por este renón se rechaza el
comercio, se predica la austerleaci, no se esthnuin la producción y
se perpetûa un estado de miseria paru la clases desposeldas que
cataban colztltuldas par loe siervos y villanoS.
L4 Mercantilismo
El mercantilismo es un conjunto de Ideas económicas y politicas
puestas en práctica por lo. comerciantes y gobernantes de los prin
cipales paises de Europe Occidental durante los Siglos XVII y XVIII
Enta politice está ligada a Ia nacionalista, y mediante la primers se
trata de hacer más fuerte y poderoso el estado nacional Se trataba
de formar un estado independiente, autárquico, y el mercantilismo
rvpriaentaba todos loe medios tendinites a lograr dicho objetivn.
Los primervs estados nadonales fueron España, Portugal, Itolan
da, Inglaterra y Francia, gobernado, por monarquías absolutas.
Entoe estado. no se concretaron a ampliar sus posesiones en
Europe, sino que se lanzaron a! descubrimiento dei nuevo mundo, en
busca de nuevas fuentes de explotación (metales precioso. y mate
rias primas) que tralan consigo un Incremento coosiderable en el
comercio. Loe palees europeos se hallaban en condiciones é. llevar
I

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