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EUCARISTÍA EN HONOR DE SANTA ISABEL DE HUNGRÍA

ENTRADA: Paz y Bien hermanos y hermanas en el señor.


Hoy nos reunimos como comunidad cristiana, para honrar la memoria de
Santa Isabel de Hungría, nuestra querida patrona y de la Orden Franciscana
Seglar. Santa Isabel de Hungría fue una mujer de su tiempo y del nuestro:
casada y con hijos, con un profundo amor hacia su familia. Pero en ella se
distinguió siempre su profundo respeto hacia los más desvalidos y la caridad
sin límite hacia los que menos tenían. Habiendo quedado viuda, decidió
alejarse de la vida aristocrática que hasta entonces había llevado, para
entregarse en cuerpo y alma a los pobres, los preferidos del Señor. Y lo hizo
siguiendo las huellas de nuestro padre y fundador: San Francisco de Asís.

De los franciscanos cogió su forma de vida, su estilo sencillo y humilde, su


entrega generosa y abnegada hacia los demás. A Santa Isabel de Hungría
Jesús le diría como el Evangelio de hoy a cada uno de nosotros: “Al que
tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”. Que
la fe que nos dio y el evangelio que nos regala cada día nos den el suficiente
conocimiento de su poder y su bondad y que estemos convencidos de que
servirle en los hermanos es reinar con él.
Recibamos a nuestro celebrante entonando: _____________________

GLORIA: Alabemos y glorifiquemos a dios uno y trino entonando el himno del Gloria

LECTURA: El libro del Eclesiástico nos muestra el elogio de una mujer perfecta en
lo moral como en lo físico. Escuchemos con atención.

SALMO: Los versos del salmo 30 nos recuerdan la oración del servidor de Dios
perseguido, quien busca refugio en Él como siempre lo demostró santa
Isabel.

EVANGELIO: Jesús habla de atender a nuestro prójimo, sea amigo o enemigo,


porque en el juicio final se nos presentará el reino preparado desde siempre
y para siempre, cuya única ley es el amor.
Acojamos la buena Nueva entonando el aleluya N°____________

PREST. DE DONES:

CIRIOS: Señor, esta luz representa tu propia vida en medio de nosotros. Ilumina
nuestro camino a recorrer. Que nuestras almas vivan eternamente encendidas
en tu amor, que cada uno de nosotros podamos así brillar en nuestros hogares.
Te prometemos mantener siempre encendida tu llama en nuestros corazones.

FLORES: Te ofrecemos estas flores, Señor, como símbolo de vida, de unión, de


alegría y nuestro anhelo de vivir siempre en amor y amistad contigo.
PAN: Te ofrecemos Señor, el Pan, fruto del esfuerzo del trabajo del hombre, que se
convierte en alimento para darnos vida.

Uvas: Te ofrecemos Señor, el fruto de la vid, estas uvas que son seleccionadas para
ser puestas en oblación a ti, queremos ser como ellas, todo lo mejor para ti.

EL PAN Y EL VINO: Señor te ofrecemos el Pan y Vino, signo de entrega y comunión


fraterna. Que sean para nosotros, y para todos los niños del mundo, Pan de vida
y Vino de salvación.
Acompañemos este momento entonando: ____________________________

COMUNIÓN: Al unirnos en comunión con Cristo, pidámosle que renueve nuestra fe,
aumente nuestra esperanza y nos afirme en la caridad. Sólo de esta
manera podremos vivir en armonía con Dios y con nuestros prójimos.
Acompañemos este momento entonando. ________________________

POST. COMUNIÓN: Estamos llenos de alegría, porque hemos participado de esta


celebración, en la Mesa del Señor. Que nuestro comportamiento
cristiano nos ayude a ser cada día buenos cristianos, a amarnos más y
mejor, a ser amigos y discípulos de Jesús, siguiendo el ejemplo de nuestra
patrona Santa Isabel de Hungría. Entonamos: _____________________

DESPEDIDA: Terminamos esta Eucaristía y salgamos a anunciar con nuestras


palabras y con nuestras obras lo que aquí hemos vivido. Salgamos a
anunciar a toda la humanidad la Buena Nueva del Evangelio. Ésa es la
tarea que Cristo nos encomienda a todos nosotros como familia Isabelina.
Por eso le decimos a Santa Isabel de Hungría, nuestra patrona que nos
guíe en el camino cristiano de la vida.
Nos despedimos entonando: _______________________________
1. Por la santa Iglesia, para que Dios le conceda ser siempre la
esposa fiel de Jesucristo, como lo fue nuestra patrona Santa
Isabel. Roguemos al Señor.

2. Te pedimos por los pobres, por los marginados, por los


excluidos de la sociedad, para que, como Santa Isabel de
Hungría, seamos capaces de ver en ellos el rostro mismo de
Cristo. Roguemos al Señor.

3. Por las personas que hoy en día están pasando por


verdaderas penurias económicas bien porque se encuentren
en situaciones de desempleo, bien por algún tipo de
catástrofe, para que Dios les de la “perfecta alegría”, la fuerza
y la paciencia necesarias para que puedan afrontarlas y que
pronto pase esta situación. Roguemos al Señor

4. Por nuestros enfermos, para que reciban el alivio y el


consuelo que sólo Dios puede proporcionarles, para que
busquen en María, Salud de los enfermos, la fortaleza de
cuerpo y alma que necesitan y para que sientan que no están
solos en medio de sus sufrimientos. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros: los presentes y los ausentes, los


miembros de nuestra comunidad Isabelina, para que, a
ejemplo de nuestra patrona, Santa Isabel de Hungría,
salgamos por el mundo a anunciar a todos los hombres la
buena nueva, con palabras y con obras, haciendo nuestro
el ideal de vida de nuestro fundador, San Francisco: “pasar
del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio”.
Roguemos al Señor.

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