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14, JUNY, 06
Í N D E X
PAG.
ARTICLES
Antropología en Marruecos:
el poder y la construcción de un campo científico
MARÍA JESÚS BERLANGA ADELL 7/26
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RECENSIONS
ABSTRACTS 187/190
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4. Els títols hauran de ser en negreta i sense majúscules. En cas que hi hagi sub-
apartats, seran en cursiva i sense majúscula ni negreta.
6. Dins del text, les cites es faran de la forma següent: (Picó 1990:15).
ENVIAR ORIGINALS A:
REVISTA ARXIUS, DEPARTAMENT DE SOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL, FACULTAT DE CIÈNCIES SOCIALS
(Universitat de València), Edifici Oriental, Avda. dels Tarongers, s/n. 46022, VALÈNCIA
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ANTROPOLOGÍA
EN MARRUECOS:
EL PODER Y LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO
R E S U M E N
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La ocupación franco-española se prolongó desde 1912 hasta 1956.
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Paul Bowles relata de la siguiente manera las dificultades que las autoridades marroquíes le
imponen para poder trabajar: “La embajada estadounidense en Rabat decidió ayudarme en mis
esfuerzos para localizar a un funcionario que tuviese autoridad para concederme el permiso nece-
sario, porque yo necesitaba garantías de que me dejarían moverme libremente por zonas del país
por las que no se suele viajar (...). Nos dirigimos a varios ministerios y algunos de ellos afirmaron
tener autoridad para conceder el permiso, pero ninguno estaba dispuesto a dar una aprobación
formal al proyecto. Probablemente no había precedentes de este tipo de empresa y nadie quería
cargar con la responsabilidad de ser el primero. Desesperado, a través de contactos personales,
conseguí elaborar un documento en el que iba grapada una fotografía mía, con sellos y firmas
oficiales; este papel me permitió empezar a trabajar. Para entonces era ya comienzos de julio. En
octubre, cuando llevaba trabajando más de tres meses, recibí una nota del Ministerio de Asuntos
Exteriores en la que se me comunicaba que al haber presentado mi proyecto fuera de plazo, no
se me permitía llevarlo a cabo. La embajada de los Estados Unidos me recomendó que siguiera
adelante. En diciembre el gobierno de Marruecos se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y me
informó sumariamente de que no se podían realizar grabaciones en Marruecos salvo con un per-
miso especial del Ministerio del Interior (...). A partir de aquel momento ya no fue posible realizar
más grabaciones” (Bowles 1997: 107-108).
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La segunda etapa se daría a partir de la década de los años treinta, que analizamos más
adelante.
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El ligamen que uniría la antropología a la administración colonial de la época ha centrado
buena parte de las críticas hacia esta disciplina. Así se ha argumentado repetidamente que la an-
tropología está ligada históricamente a la expansión imperialista de la Europa Occidental. El an-
tropólogo solía llevar a cabo su trabajo en un asentamiento colonial. Los críticos de la disciplina
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defienden que aunque el antropólogo pudiera haber sentido y expresado un sentimiento de simpa-
tía por la condición de la gente que estudiaba, esta simpatía no solía traducirse en un análisis del
sistema económico y político de mayor tamaño que era el responsable de las malas condiciones
observables. Y se le acusa de haber ignorado las desigualdades sociales, políticas y económicas.
Además el hecho de que los antropólogos necesitaran autorizaciones para poder trabajar, o el que
a menudo sus investigaciones estuvieran financiadas por la misma administración colonial, aumen-
ta las críticas sobre su dependencia hacia la misma, pues ello podía limitar gravemente su labor si
sus temas podían hacer peligrar sus intereses (Kaplan y Manners 1975: 61-63).
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Asamblea tradicional bereber, que reúne a un representante de cada linaje, para tomar deci-
siones que afectan a la comunidad.
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Bowles, entre otros. Además durante la cos en 1918, como oficial de la marina.
época colonial tendían a tratar a cada Durante su estancia en el país trabajó
uno de los grupos sobre los que traba- estrechamente con el general Lyautey,
jaban como sistemas sociales aislados, de quien sería consejero en las cues-
como virtualmente autosuficientes y ce- tiones tribales. Otra de sus contribu-
rrados, por lo general no mayores que ciones fundamentales al conocimiento
una tribu. Se estudiaban las sociedades de las sociedades bereberes se localiza
primitivas como si fueran entidades que en sus análisis del sistema segmentario
funcionasen independientemente, más de Marruecos. Asimismo se dedicó al
que como partes cada vez más depen- estudio del proletariado marroquí, tra-
dientes y subordinadas de un sistema bajo que luego completarían Gellner y
económico, político y social mucho David Hart. En 1931 publicó otro libro
mayor (Kaplan y Manners 1975: 60). de resumen sobre la vida social y polí-
Buena parte de los autores de este pe- tica de los bereberes (Hart 2002: 80 y
ríodo tendían a centrarse en el estudio González Alcantud 2001: 8).
de determinadas tribus, especializándo- Jacques Berque fue otro de los au-
se frecuentemente en determinadas re- tores que se dedicaron al estudio de las
giones bereberes del país. Así la zona regiones montañosas del Atlas, centrán-
del Rif, la del Atlas, la del Sous y la del dose concretamente en el conocimien-
Anti-Atlas fueron las regiones preferidas to de una tribu ubicada en el Alto Atlas
por los antropólogos para desarrollar sus Occidental, la de los Seksawa, a partir
trabajos de campo. del cual publicó su obra Structures So-
En este sentido, si mencionamos a ciales du Haut Atlas. Este trabajo lo rea-
los autores que han desarrollado sus lizó durante la época colonial, desde su
trabajos en las regiones del Atlas, de- puesto de controlador civil. Sin embar-
beremos destacar a Robert Montagne go, algunos autores han defendido que
(1893-1954), antropólogo cuya obra se le podría considerar como el primer
científica resulta inseparable de la em- sociólogo francés que fue también des-
presa colonial, y que ha sido definido colonizador.
por algunos como el prototipo de so- También Paul Pascon trabajó en la
ciólogo colonizador. Estudió la organi- región del Atlas. Éste fue discípulo de
zación sociopolítica de los bereberes Berque, continuando su trabajo sobre
del Alto Atlas Occidental, aunque tam- los Seksawa. Sin embargo, el interés
bién de los de las regiones del Sous y de Pascon se amplió también a otras
del Anti-Atlas, tras lo que publicó en zonas como la del Sous (estudiando a
1930 su obra Les berbéres et le Makh- la tribu de los Illigh), la de Marrakech
zen dans le Sud du Maroc. Essai sur la (analizando la tribu de los Haouz) o la
transformation politique des berbères sé- del Rif (centrándose en la tribu de los
dentaires (Groupe chleuh). Sin embar- Beni Boufrah). Y trabajó sobre el mun-
go, Montagne había llegado a Marrue- do agrario de Marruecos, defendiendo
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en su obra la idea de que eran nece- oscilan, como un péndulo, entre dos ex-
sarias las transformaciones técnicas del tremos. Uno de ellos es la sociedad tri-
campesinado marroquí para poder in- bal, que se organiza de modo segmen-
dependizarse de los notables rurales tario; mientras que en el otro extremo
(González Alcantud 2001: 5-6). En- se situaría la sociedad urbana, que do-
tre sus obras destacan la que elaboró mina “económica y cultural, pero no
junto a J. Ennaji, Les paysan sans terre políticamente” durante largos períodos
au Maroc, y la etnografía que desarro- lo que él llama la sociedad musulmana
lló sobre una de las tribus del Norte tradicional (Eickelman 2002: 66-67). Su
de Marruecos junto a Van der Wusten trabajo de campo en Marruecos origi-
que publicaron bajo el título Les Beni nó otras tres obras generales, a la vez
Boufrah, essai d’écologie sociale d’une controvertidas y muy ilustrativas: Mus-
vallée rifaine. lim society (1981) que situaba la vida
Ernest Gellner también habría tra- religiosa y política de los musulmanes
bajado en la región del Atlas. De este en el contexto histórico mundial.; Arabs
modo realizaría sus primeros trabajos and Berbers (Gellner y Micaud 1973); y
antropológicos de campo entre los be- Patrons and clients (Gellner y Waterbury
reberes de Marruecos (Barfield 2001: 1977) que exploraba temas de etnia y
309), iniciando concretamente en 1954 representación política en Marruecos y
sus investigaciones en el Alto Atlas Cen- otros países del Oriente Próximo (Bar-
tral (Hart 2002: 80). En 1969 publicó field 2001: 309). Gellner llegó a idea-
Saints of the Atlas, centrándose en el lizar algunos aspectos del parentesco
sistema de linajes segmentarios (Barfield bereber. En sus trabajos sobre las tribus
2001: 309). En esta obra utilizó un ca- bereberes marroquíes reconoció la pre-
mino diferente para situar a Marruecos sencia de una organización social de
en el pensamiento social global. Gellner tipo segmentario. Así explicaba que to-
ponía a Marruecos en primer plano en das las tribus marroquíes eran un pue-
sus escritos sobre la “sociedad musul- blo patrilineal segmentario. Es decir, que
mana”. Y consideraba este país como estaban compuestas de un modo algo
paradigmático en el mundo musulmán. simétrico de subgrupos parecidos entre
Estudió a los Ihanselen en las monta- sí, sin especialización, y sin que nin-
ñas del Atlas en los años cincuenta, ar- guno de ellos poseyera prioridad polí-
gumentando que la sociedad tribal de tica o de cualquier otro tipo. Según su
la región que él investigaba había sido punto de vista estos grupos y subgrupos
conservada, hasta hacía poco tiempo, se construían de forma genealógica. En
en una especie de nevera sociológica. ellos se daba un poder difuso, un cier-
Intentaba aplicar la teoría segmentaria to igualitarismo. El modo de elegir sus
al Alto Atlas marroquí, vinculándola con jefes, de carácter laico, le parecía muy
su teoría del péndulo sobre el Islam. Se- significativo, pues eran electivos, pero
gún esta teoría las sociedades islámicas su mandato duraba solamente un año.
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Eran elegidos de un modo que Gellner de su teoría, Geertz dedicó buena parte
denominaba de rotación y complemen- de su tiempo al trabajo de campo. Pri-
tariedad. Según este autor, el orden en- mero viajó dos años a Java, después a
tre los grupos se mantenía gracias a un Bali y más tarde a Marruecos. De estas
juego de equilibrio y oposición. Sus pu- dos últimas estancias surgió su libro Is-
blicaciones prestaron gran atención al lam observed (1968), donde se propu-
agurram (también llamado morabito o so comparar las prácticas y creencias
santo) al que definía como la máxima que distinguían a los musulmanes de
autoridad de la institución tribal que Indonesia y Marruecos respectivamen-
controlaba la esfera político-religiosa te (Barfield 2001: 307-308). Así a través
(Aixelá 2000: 65-66). de los estudios de caso marroquíes que
Del mismo modo, el antropólogo desarrolló, logró introducir la noción de
norteamericano Clifford Geertz habría cultura y de redes de significado en el
trabajado en la región del Atlas Me- pensamiento antropológico de la época
dio, concretamente en la localidad de (Eickelman 2002: 66).
Sefrou, trabajo desarrollado ya en los También Paul Rabinow desarrolló
años setenta. En esta zona se dedicó a su trabajo de campo en 1968 en la re-
analizar la economía del bazar. A partir gión del Atlas. Éste fue alumno y discí-
de esta experiencia publicó en 1979 su pulo de Geertz, y continuó su trabajo
obra Meaning and order in Moroccan en la misma localidad, Sefrou. De esta
Society. Three essays in cultural analy- experiencia surgió su obra Reflexiones
sis (González Alcantud 2001: 11). Para de un trabajo de campo en Marruecos,
Geertz el objetivo de la antropología no la cual fue escrita siete años después de
era descubrir leyes, modelos y normas, finalizar su estancia. Éste habría viajado
sino más bien la interpretación de lo a Marruecos con el propósito claro de
que él llamó las “redes de significado” realizar trabajo de campo, centrándose
culturalmente específicas que tejen los en los aspectos de la religión y la po-
pueblos y a la vez los apresan. Para él lítica rurales. Pero en su obra también
estas redes simbólicas eran la esencia trata, entre otros asuntos, de las conse-
de la vida social humana; legitimaban cuencias que dejó la realidad colonial
las estructuras de poder y encauzaban en la comunidad estudiada. Ésta respon-
“los desordenados deseos humanos” de al problema fundamental de cómo se
ofreciendo a sus seguidores un propó- representa la realidad social, es decir, el
sito y la intervención en un mundo or- problema de la descripción. Al mismo
denado y lleno de sentido. Para lograr tiempo es un texto modernista propio de
esta comprensión había que recurrir a la Antropología Interpretativa que consi-
lo que él llamó descripción densa de dera que un trabajo de etnografía es un
otra cultura, es decir, la presentación documento histórico y autoconsciente,
de pormenorizados y profundos retra- en el que se reconoce “la posibilidad
tos etnográficos de la misma. Al hilo de múltiples audiencias y la relevancia
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vido en la región del Rif durante veinte cos en la región del Rif, pero también lo
años, entre 1927 y 1948 (Moga 2002: hizo en el Atlas, el Sous y la zona pre-
25-30). A este respecto Eickelman re- sahariana. A cada una de estas áreas el
salta este hecho por el que Hart valo- autor dedicó una visita de cinco sema-
raba la etnografía que se había llevado nas. A través de su trabajo de campo,
a cabo en la época del Protectorado, Bowles realizó una recopilación etno-
pero sin compartir los presupuestos de musical para la Fundación Rockefeller
la etnografía colonial, lo cual no le im- (trabajo que inició en 1959). A raíz del
pidió reconocer su valor (Eickelman mismo publicó varios trabajos, como su
2002: 68). artículo “El Rif por la música” en el libro
Al igual que Coon y David Hart, Cabezas verdes, manos azules, donde
Úrsula Kingsmill Hart realizaría sus in- relata su recorrido por el norte de Ma-
vestigaciones en las regiones del Rif rruecos en busca de registros sonoros
marroquí. Y es que ésta era la esposa de la música popular marroquí.
de David Hart, con quien viajó a Ma- Otro de los trabajos clave desarro-
rruecos en innumerables ocasiones. Y llados en Marruecos es el del politólogo
a partir de estas experiencias escribió Rémy Léveau, quien analizó la relación
su libro Tras la puerta del patio, el cual entre las élites coloniales de origen tri-
fue redactado tras el trabajo de campo bal y las nuevas élites ligadas a los cen-
que la autora realizó junto a su marido tros urbanos, así como las transacciones
en la región del Rif (entre los años 1959 y equilibrios de poder entre unas y otras
y 1965, período tras el que no regresa- para poder garantizar la gobernabilidad
ron a Marruecos hasta 1987). En dichas del país, en su obra Le fellah marocain,
estancias Ursula Hart se ve obligada a defenseur du trone (González Alcan-
convivir con las mujeres, y por ello ac- tud 2001: 9).
cede —aún sin ser antropóloga— a un En cuanto a las producciones antro-
campo de estudio al que no podía acce- pológicas de los propios marroquíes és-
der el propio Hart, convirtiéndose en la tas no han sido muy abundantes, pero
primera autora de un libro sobre la mu- sí diversas en cuanto a temas y enfo-
jer rifeña (Cabello 2002). También so- ques. En esta línea, una de las referen-
bre esta temática hay que referirse a los cias fundamentales serían los primeros
trabajos etnográficos de Vanessa Maher trabajos de Fátima Mernissi, que aún
(1974) sobre la propiedad de las muje- no siendo antropóloga ha contribuido
res o a los de Susan Steinmann (1993) al empleo del trabajo de campo y las
sobre los efectos de la emigración de técnicas de investigación cualitativas
los hombres marroquíes sobre el traba- entre los investigadores sociales ma-
jo agrícola femenino. rroquíes, tal como las utiliza en obras
El escritor norteamericano afincado como Marruecos a través de sus mu-
en Marruecos, Paul Bowles, aun sin ser jeres o en el pequeño informe Les Aït
antropólogo, realizó estudios etnográfi- Débrouille. ONG rurales du Haut Atlas.
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Bibliografía
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DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL
GIL-MANUEL HERNÀNDEZ I MARTÍ
DEPARTAMENT DE SOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
R E S U M
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Al respecte ha assenyalat García Blanco (1998:21): “A los clásicos de la sociología pueden
imputárseles muchas cosas, pero no ciertamente su insensibilidad hacia las dimensiones universa-
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les de las categorías sociológicas. Sin embargo, los vínculos y flujos de ámbito transnacional hoy
conocidos como ‘globalización’ o ‘mundialización’ no representaron para ellos una cuestión cen-
tral. Es cierto que dichos vínculos y flujos representan uno de los aspectos más novedosos del ac-
tual contexto social, pero ello depende más de su intensificación que de su efectiva novedad con
respecto a la época fundacional de nuestra disciplina”.
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En la línia de la teoria del sistema mundial de Wallerstein, s’arriba a proposar que la ciència
emergent de la dinàmica global ha de ser denominada “globologia”, que designa la ciència dels
diversos processos globals, siguen aquests econòmics, polítics o culturals. D’aquesta manera, si la
sociologia és la ciència dels sistemes socials, la globologia constitueix la ciència del sistema glo-
bal. La globologia apareix, doncs, com una ciència anàloga a la sociologia, i es refereix als estu-
dis d’estructures i processos del sistema-món com un tot, de la mateixa manera que la sociologia
es refereix a l’estudi d’estructures i processos socials (Bergensen, 1980; Thompson, 1983, citats en
Ortiz, 1997:39).
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1980, Bull 1986). Aquests, partint de ció dels canvis por ell assenyalats: “El
l’atenció sobre el desenvolupament del empequeñecimiento del Estado-nación
sistema dels Estats-nació, analitzen la refleja la aparición de una economía
seua extensió fins a la conformació d’un global de nuevo estilo que ha surgido
sistema mundial d’estats nacionals. Els desde que la tercera ola comenzó su
estats són presos en aquesta perspectiva avance. Las naciones-Estado eran los
com a actors principals, amb el rerefons contenedores políticos necesarios para
d’un creixent nombre d’organitzacions las economías de dimensión nacional.
intergovernamentals, l’increment de la En la actualidad, esos contenedores no
interdependència i el moviment cap a solamente se han agrietado, sino que
“un únic món” (Giddens 1993:69). A se han tornado anticuados a causa de
més convé recordar que ja en 1981 el su propio éxito” (Toffler 1984:378). Junt
sociòleg Edgar Morin assenyalava en la al sorgiment d’una economia global, les
seua obra “Para salir del siglo XX” que, corporacions globals, la decadència de
com a conseqüència de la crisi que la l’Estat-nació i l’emergència de tot tipus
humanitat travessava en l’últim terç del de fenòmens que desbordaven les fron-
segle XX, visible en el reconeixement teres nacionals, emergia el “globalis-
de la incertesa, s’estava esdevenint tant me”, o consciència planetària.
l’emergència de la consciència planetà- Pel que fa a Daniel Bell, aquest va
ria com l’adveniment de la “planetarit- publicar en 1987 un article (“The World
zació”, entesa aquesta com “la crisis de and United States in 2013”), en el qual
la humanidad que no llega a constituirse subratllava l’eliminació de la geografia
en humanidad, y al mismo tiempo la cri- com una “variable majoritària”. Segons
sis del mundo todavía incapaz de con- Bell, els mercats constarien cada cop
vertirse en mundo, la crisis del hombre més de xarxes integrades electrònica-
todavía impotente para realizarse como ment i l’ economia internacional estaria,
hombre...” (Morin 1982:328). Quasi doncs, lligada més en temps real que en
paral·lelament, Luhman ja havia deixat l’espai. Bell també pronosticava la desa-
clar en 1982 que la societat moderna era parició de l’Estat-nació, davant l’evidèn-
mundial en un doble sentit, en vincular cia de la creixent fragmentació interna
el món a un sistema i en integrar tots dels estats al llarg de las línies nacionals.
els horitzons mundials com a horitzons Per a Bell els Estats-nació s’estaven tor-
d’un únic sistema comunicatiu. nant inadequats per als problemes de
A més a més, tant Alvin Toffler com creixement econòmic global, la moder-
Daniel Bell havien prefigurat, al fil de nització del tercer món i la degradació
les seues teoritzacions sobre la nova medioambiental, sent igualment indife-
societat postinduistrial, els trets d’una rents cap a la diversitat de necessitats i
globalització creixent. Alvin Toffler, en aspiracions locals.
la seua obra “La tercera ola”, publica- Sobre aquest brou de cultiu, i influïts
da en 1980, emfasitzava la globalitza- per la pròpia tradició global de la soci-
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ologia, cap a mitjants dels anys vuitanta abordar-se la globalització cultural des
alguns sociòlegs i antropòlegs comen- de la denominada “antropologia trans-
çaren a considerar la globalització de nacional”3. De fet, en 1990 Porter tam-
manera explícita, és a dir, com a objec- bé utilitzava el terme “globalització”
te d’estudi específic. És el cas de Ulrich per a diferenciar una empresa multi-
Beck (1998a), qui en la seua conegu- nacional d’una altra global, basada en
da obra La sociedad del riesgo. “Hacia una estratègia global coordinada, alho-
una nueva modernidad”, publicada en ra que el japonès Kenichi Ohmae defi-
1986, desenvolupa el concepte de la nia l’empresa global com una empresa
“globalització dels riscos civilizatorios”. sense referència nacional i apàtrida que
En 1989 apareixen també les obres dels operava a escala mundial. Eixe mateix
francesos Jean Chesnaux (Modernité- any va veure la llum el llibre col·lectiu
Monde) i Serge Latouche (L’occidenta- Globalization, knowledge and society
society,
litsation du monde), així com del belga coordinat per Albrow i King, que reco-
Armand Mattelart (L’Internationale publi- neixia un únic sistema social en el món
citaire), els quals aborden la problemà- (la societat mundial o global). En 1990
tica globalitzadora, especialment en el també es va publicar una altra obra sig-
pla cultural i comunicacional. nificativa: el llibre coordinat per Mike
Però, com ha assenyalat Edgar Mo- Featherstone, Global culture: Nationa-
rin, és a partir de 1990 quan es comen- lism, Globalization and Modernity, en
ça a parlar de manera més intensa de la qual ja podem trobar els respectius
“globalització”, coincidint amb l’expan- embrions de la teoria de la globalitza-
sió del capitalisme global neoliberal ar- ció de Roland Robertson i de la teoria
ran de la caiguda del Mur de Berlín i de la globalització cultural d’Arjun Ap-
l’ensorrament de la Unió Soviètica i el padurai; les primeres formulacions d’Ulf
món socialista. Així Anthony Giddens, Hannerz sobre el mestissatge de les cul-
en la seua obra Sociology
Sociology, publicada en tures i la “ecumene global”; la concep-
1990, li dedica un capítol a la “mundi- tualització de Menell, que presenta la
alització de la vida social”, un aspecte globalització com un llarg procés his-
que en “Conseqüències de la moderni- tòric; les reflexions de Tony Smith sobre
tat” (publicada en 1991) desenvolupa la formació d’una “cultura global”, o les
en major profunditat. Simultàniament, aportacions de Bryan Turner sobre la
l’antropòleg Néstor García Canclini pu- contraposició entre una sociologia na-
blica Culturas híbridas, on comença a cional i una sociologia global4. A partir
3
Convé ressaltar que García Canclini ja s’havia referir explícitament als processos de transna-
cionalització econòmica i cultural en la seua coneguda obra Las culturas populares en el capita-
lismo, publicada en 1982.
4
Ha de ressenyar-se que alguns dels autors assenyalats comencen a estudiar la problemàtica de
la globalització en la segona meitat dels anys vuitanta: és el cas de Featherstone (1987), Robertson
(1985, 1987), Hannerz (1987), Appadurai (1989) o Beyer (1989). Cal afegir, així mateix, que les for-
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mulacions que sobre la globalització es plantegen en el llibre coordinat per Featherstone se situen
en el debat general amb les teories dels sistemes mundials i el postindustrialisme.
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Sobre l’ús de diversos termes per a definir una mateixa realitat, els autors mantenen diverses
divergències: així, alguns parlen d’internacionalització (Hirst i Thompson, 1996), altres de cosmo-
politització junt amb globalització (Beck, 2000), altres, com Giddens (2000) o Robertson (1992)
arriben a utilitzar universalització com a sinònim de globalització, i alguns identifiquen la globalit-
zació amb planaterització (Mattelart, 2000; Morin i Kern, 1993; Augé, 2002).
6
De fet, el nombre d’entrades corresponents a la paraula globalization en la Biblioteca del
Congrés dels Estats Units va créixer des de 34 en 1994 fins 693 en 1999 i 4.379 en 2004. Com ha
declarat Beck: “Es pot considerar un indicador de la globalització la marxa triomfal del concepte
de globalització” (Beck, 2002:49).
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Bibliografia
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ACTITUDES POLÍTICAS
E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE
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Estudio E-1799, citado por Vázquez y Lago (2000: 899).
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del cuestionario, esa entrevista ni si- de errores en todos los registros de las
quiera tiene un lugar en el fichero final encuestas: es decir, se depuran todos
de datos, es decir, no es una encues- los datos de todos los individuos de
ta válida. En este artículo nos vamos a la encuesta. Entre sus procedimientos
referir a este tipo de no-respuestas. En destacan las reentrevistas, la fusión del
estos casos, el individuo sí contesta la fichero de la encuesta con datos oficia-
mayor parte del cuestionario pero se les, los chequeos de consistencia inter-
resiste con alguna de las preguntas, de na y la imputación (Fernández Santana
manera que la entrevista sí se conside- 1994: 144).
ra válida. Puede ocurrir, además, que El más utilizado de estos procedi-
la pregunta o preguntas no contestadas mientos es la imputación, con el que
sean las de mayor interés para los obje- se lleva a cabo tanto la localización de
tivos de la investigación. Ese es el caso errores como la asignación de valores
de las preguntas de intención de voto válidos a las no-respuestas3. En ambos
incluidas en las encuestas preelectorales casos, la imputación puede ser manual
orientadas a determinar la intención de o automática.
voto de la población. Entre las distintas técnicas de im-
putación se ha señalado que las cuatro
La estimación de la intención de voto más utilizadas son la eliminación total
en los casos sin respuesta (listwise) o parcial (pairwise), la susti-
A la hora de tratar las no-respuestas tución por la media o asignación pro-
en encuestas preelectorales se suelen porcional, la imputación según fichero
distinguir dos procedimientos: la macro- caliente (Hot-Deck) y la imputación a
depuración y la microdepuración (Fer- través de las técnicas de regresión. A
nández Santana 1994: 144). La macro- continuación sintetizamos las principa-
depuración supone una investigación les características de estos procedimien-
a escala agregada de la encuesta y se tos siguiendo la exposición de Varela et
concibe como un proceso interactivo alii (1998: 271-273) y Vázquez y Lago
que suelen realizar los responsables de (2000: 901).
su análisis. Entre los procedimientos El primer procedimiento supone la
incluidos es este apartado se encuen- eliminación de aquellos casos que tie-
tran el Top-Down, la desagregación en nen un valor perdido en algunas de las
cascada de tablas de series, la agrega- variables que se van a poner en relación
ción y el H&B2 (Villán y Bravo 1990: (listwise), o eliminar aquellos casos que
61). En cuanto a la microdepuración tienen un valor perdido en alguna de
consiste en la detección y corrección las variables que se van a poner en re-
2
Siglas que corresponden a los apellidos de sus autores: Hidiroglou y Berthelot.
3
Una excelente presentación y revisión bibliográfica del resto de procedimientos se encuen-
tra en Fernández Santana (1994).
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Falta de correspondencia entre intención de voto y voto real que, en otro lugar ha sido de-
nominada sinécdoque demoscópica (Wert 1996).
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Un sesgo que se torna irreconocible cuando se olvida el inevitable “carácter fotográfico” de
la investigación preelectoral (Llopis 1998).
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nación lineal óptima de variables in- poblaciones finitas propuesta por Gar-
dependientes que mejor pronostica el cía Ferrando (1985), un error muestral
grupo al que pertenece cada una de las de ±4,1. Teniendo en cuenta, por otro
unidades que compone la muestra (Hair lado, que la aplicación del análisis dis-
et alii 1999). Los contrastes múltiples de criminante exigía que los entrevistados
medias (ANOVA) sólo permiten com- hubiesen contestado a la pregunta so-
parar estadísticamente las diferencias bre intención de voto, la muestra final
en una sola variable y no consideran se redujo a 350 estudiantes, que supo-
la influencia que puede estar sufriendo nen un error muestral de ±5,3.
cada variable por el efecto conjunto de d) Resultados
otras variables presentes (efectos de co- En primer lugar, se ha realizado un
varianza). Sin embargo, el análisis dis- análisis multivariante con el objeto de
criminante, aprovecha la información determinar el poder predictivo de las
conjunta de todas las variables de modo variables dependientes sobre la inten-
simultáneo. Así, se ha adoptado como ción de voto. En la tabla 1 se puede
variable dependiente la intención de observar que las pruebas multivariantes
voto del entrevistado y como variables coinciden en rechazar la hipótesis nula
dependientes: la confianza en el sistema (p > 0.001). Hay que tener en cuenta
político, en la clase política, y en los par- que en las tres primeras pruebas podría
tidos políticos, el interés por la política, no haber sido así, sin que ello implica-
la participación política convencional ra la obligatoriedad de aceptar la hipó-
y no convencional, la influencia de la tesis nula, ya que al existir 8 opciones
familia, amigos, programas y campañas políticas (s = 7), las transformaciones a
publicitarias, el autoposicionamiento la distribución F de Snédecor que reali-
ideológico y la simpatía política. zan las pruebas Lambda de Wilks, Hue-
c) Muestra lla V de Pillai y Huella U de Hotelling
El cuestionario se aplicó a una no son exactas. Resulta más apropiado
muestra de 592 estudiantes universita- seguir la prueba del Criterio Theta de
rios en la ciudad de Valencia. Este tama- Roy, puesto que la traza de los autova-
ño supone, aplicando la fórmula para lores no sigue una distribución unifor-
TABLA 1
Resultados del Análisis multivariante
Estadístico Valor F gl p
Lambda de Wilks 0.241 6.333 84,2035 < 0.001
Huella V de Pillai 1.038 4.892 84,2359 < 0.001
Huella U de Hotelling y Lawley 2.135 8.370 84,2305 < 0.001
Criterio Theta de Roy 0.623 S = 7, M = 2.0, N = 164,5 < 0.001
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me. No obstante, sea cual sea la prueba las variables, se procede a la aplicación
que se aplique, se rechaza la hipótesis del análisis discriminante. Como ya se
nula (p > 0.001). ha adelantado, se pretende pronosticar
La Lambda de Wilks se define como el voto de cada individuo a partir de
la razón entre los determinantes de las sus puntuaciones en las variables de
matrices residual (matriz de sumas de actitudes y cultura política ya referidas.
cuadrados y productos cruzados no ex- El análisis busca la mejor combinación
plicada) y total (matriz total de sumas de lineal de variables independientes que
cuadrados y productos cruzados). Este maximicen las diferencias entre grupos
estadístico varía entre 0 y 1. Una puntua- de individuos. De ese modo se generan
ción baja indica que la proporción de va- las funciones discriminantes que sitúan
rianza no explicada es baja con respecto los centroides (media de cada grupo en
a la varianza total. Además, los valores cada una de las funciones discriminan-
de la Lambda de Wilks pueden ser trans- tes) lo más separado posibles. Cada fun-
formados a un valor F aproximado, lo ción extrae una parte de la información
que facilita el proceso de interpretación independiente y el número máximo de
(Ato et al., 1990). En el presente caso se tales funciones viene determinado por
obtiene una p < 0.001, lo que permite la menor de dos cantidades: el número
afirmar que la proporción de varianza de variables independientes, o el núme-
del compuesto lineal formado por las va- ro de grupos existente menos uno. Por
riables dependientes es estadísticamente tanto, en este caso serían 7, dado que se
significativa y la varianza explicada del dan 8 niveles o posibilidades en la va-
75,9% [(1- Λ) ∗ 100]. riable dependiente (intención de voto).
Una vez comprobada la significa- La tabla 2 muestra las 7 funciones dis-
tividad estadística de la relación entre criminantes:
TABLA 2
Funciones Discriminantes
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TABLA 3
Coeficientes canónicos tipificados
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TABLA 4
Saturaciones canónicas
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TABLA 5
Coeficientes de la ecuación de clasificación
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TABLA 6
Predicciones de la función discriminante (porcentajes por fila)
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Bibliografía
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DEL ESPACIO PÚBLICO
EN CALCUTA, INDIA
SANDRA C. S. MARQUES
DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA – I.S.C.T.E., LISBOA, PORTUGAL
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tras; de su impacto sobre los procesos ment of modern life to feel that travel
de reconfiguración de la identificación and holidays are necessary” (Urry 2002:
individual y colectiva. Este texto es el re- 5). Además, está enlazado directamente
sultado del primer esfuerzo por acercar- con los niveles de bienestar económico.
se al campo de la investigación durante Por ejemplo, como se ha estimado por
el último trimestre del año 2004. Leontidou, frente a los cerca de 44%
El turismo, como modo democrático de los residentes de la Comunidad Eu-
de viajar, es una conquista del hombre ropea que no habían ido de vacaciones
moderno y tal vez encierre, fuera del en 1985, se contaban solamente 40%
contexto de guerra, el mayor movimien- de Americanos y 20% de Australianos
to de poblaciones humanas hoy día. El (Leontidou 1994: 78). Si enfocamos el
turismo ha devenido una de las formas caso especifico del destino turístico de
más eficaces de establecer contacto en- la India, verificamos que, en 2003, de
tre individuos pertenecientes a regiones entre 2.75 millones de los turistas in-
remotas. Dado que se trata de una de ternacionales, 45.5% procedían de los
las principales industrias mundiales, el países miembros del G8, excepto Ru-
turismo (atributo todavía de los viaje- sia (Ministry of Tourism, Government
ros occidentales en el contexto de la of India 2004). En cuanto al estado de
relación Norte-Sur) se encuentra en un West Bengal (cuya capital es Calcuta),
boom durante la década de los seten- en ese mismo año, salvo el vecino Ban-
ta en correlación directa con el consu- gladesh -que contribuyó con casi 32%
mo de mercancías y servicios, particu- de las entradas con visado turístico con
larmente los mass media. El consumo la intención de visitar a sus familiares-
del turismo es también un fenómeno los grandes representantes de la pobla-
de clases. La proporción de población ción que constituyen los visitantes inter-
que constituye a los turistas, es decir, los nacionales eran de los EUA de nuevo
individuos que toman descanso y van –12.3%, seguidos inmediatamente por
de vacaciones fuera de casa por más los del Reino Unido con la cifra de con-
de una noche para disfrutar el tiempo tribución de 11% (West Bengal Tourism
libre (Craik 1997), varía considerable- Office, Kolkata, enero 2005).
mente entre países y entre los natura- Sin embargo, además de la relación
les de un mismo país. Se puede decir económica, en un sentido restrigido,
que el turismo está relacionado con las que puede ser fácilmente inferida de la
costumbres y deseos de clase: “If people actividad turística, los estudios de Dean
do not travel, they lose status: travel is MacCannell han mostrado interesantes
the marker of status. It is a crucial ele- aspectos a nivel de diferenciación so-
título de este ensayo— tengo en cuenta la vindicación de los Bengalíes por la exactitud acerca del
nombre de la ciudad legítima. El nombre bengalí de esta ciudad fue trascrito oficialmente al alfa-
beto como Kolkata desde 2001 y será la designación usada a lo largo de este texto.
60
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Sobre el concepto de rito de paso, véase Van Gennep (1960) y Turner (1974).
61
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3
El inglés es la lengua más usada en Kolkata entre turistas y entre turistas y locales.
62
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Adda —palabra bengalí muy semejante a Tertulia. Pequeños grupos de personas, la mayoría
hombres, se reúnen en cafés, en tiendas de té o en esquinas de las calles (rock adda), para hablar
de asuntos diversos respecto a la ciudad, el mundo o nada en particular. Se llama adda a la bús-
queda de buena conversación.
5
Acerca de lo Público y de la Esfera Pública véase Habermas (1989), Sennett (1977), Benko
y Strohmayer (1997) y Augé (1994).
63
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cio han demostrado ser un fracaso con lia, contenida solamente por unos pocos
resultados dañinos evidentes hasta des- elementos, hasta las unidades grandes,
pués de un periodo largo de tiempo. como la comunidad religiosa que pue-
Como recuerda Habermas “Con- de contener millones de personas6. Estas
cebemos a “esfera pública burguesa” unidades están dotadas de los atributos
como uma categoria típica de época; sociales aprobados y señalan a las re-
ela não pode ser retirada do incon- presentaciones identitarias distintivas o
fundível histórico do desenvolvimen- inclusivas, pero nunca connotadas con
to dessa “sociedade burguesa” nascida el concepto de universalidad.
no Outono da Idade Média europeia En correlación directa con esta gra-
para, em seguida, ao generalizá-la num mática de las unidades sociales están
ideal-tipo, transferi-la a constelações los términos del Bengalí Ghare/Baaire
formalmente iguais de situações histó- que encierran una realidad bien distin-
ricas quaisquer” (1984:9). Y, de hecho, ta de nuestro Privado/ Público. Ghare
esta idea de ciudad y espacio público —dentro de casa, lo que es mío, de si
era completamente desconocida en la mismo está definido sobre la oposición,
cultura de la India. no a lo público que refiere a todos, sino
El concepto de público como un es- al Baaire— fuera de mi casa, lo que no
pacio comunitario, abierto y de acceso refiere a mí7. Por consiguiente, el resul-
universal formulado en un discurso que tado de la acción en la esfera pública
asume una existencia reducida al anoni- Bengalí refleja la fusión de la introduc-
mato y después se codifica de nuevo en ción contradictoria de las nociones oc-
la semántica de los privilegios de acce- cidentales del comportamiento cívico
so individual, es una idea extraña en el de decoro higienizado, interiorizadas
contexto cultural del universo social en por algunos miembros de las clases me-
la India. Al contrario, el arreglo de los dias, con los conceptos y los códigos fi-
conceptos de existencia en el contexto jados transversalmente a todas las clases
de la India se orienta en la dirección en la sociedad Bengalí que consideran
inversa. La semántica de la existencia el espacio fuera de su casa y de los lí-
social aparece indisoluble de unidades mites de sus unidades sociales, como
cohesivas de tamaños variables, desde aquél para el que uno no tiene respon-
las unidades pequeñas, como la fami- sabilidad alguna: “I’m not accountable
6
Aplico la categoría de las unidades sociales dentro del nivel de los universos múltiples que
generan la cultura de este sub-continente —englobando por eso, más allá del Hinduismo, los
contextos culturales como Budismo, Sikhismo, Jainismo o Islamismo. Asimismo, hay que tener en
cuenta que dentro de la semántica de la existencia social en la India no es posible ignorar la ex-
cepción importante de la cifra de Renunciantes en contexto Hindu —tal vez la expresión máxima
de la búsqueda para individualidad. Puesto que la India es una nación secular, desde hace mucho
tiempo es una patria de universos culturales y religiosos múltiples. Creo que la lectura del espacio
social debe de ser amplia y inclusiva.
7
Para más detalles acerca de la idea del público en Kolkata véase Kaviraj (1997).
65
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8
East India Company comenzó a gobernar Bengal en 1757.
9
Fuente: Population, Decadal Growth Rate, Density and Sex Ratio by Residence and Sex, West
Bengal / District, 1991-2001. Directorate of Census Operations, West Bengal, 2003.
10
Un gobierno compuesto de 8 partidos izquierdistas y dirigido por el Communist Party Mar-
xist of India (CPM) sigue rigiendo este Estado sin interrupción desde 1977. Este gobierno ha hecho
una reforma agraria mayor en las comarcas rurales, conocida por Operation Barga, para garantizar
los derechos hereditarios de los arrendatarios de cosecheros compartidos, para asegurar mejor dis-
tribución de los productos agrícolas y las tierras sobrantes entre arrendatarios, grandes terratenientes
y campesinos pobres. Estas medidas fueran seguidas por la descentralización de las estructuras del
poder aldeano a través de un sistema tridimensional de gobierno local conocido como Panchayat
Raj. Éste empezó a funcionar efectivamente desde 1985. De este modo, el Estado de West Bengal
está dividido administrativamente en Distritos, Panchayat Samities (consistiendo en muchos pue-
blos) y Gram Panchayats (la organización elegida en el nivel más bajo, representando un bloque
pequeño de pueblos —usualmente de 12 a 15).
11
Fuente: The Kolkata Metropolitan Development Authorityy (KMDA).
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nomía en la Kolkata actual i, específi- cho, podemos decir que Kolkata es una
camente, en lo que concierne al servi- ciudad singular, donde puede vivir cual-
cio hogareño. Desde hace tres siglos, quier individuo con casi ninguna pose-
este tipo de servicio se encuentra om- sión, usando el espacio público para el
nipresente en las casas de las familias ejercicio de todo tipos de las funciones
pertenecientes a las clases medias y a corporales y espirituales.
las clases más altas, y desempeña un Debo referir, teniendo en cuenta del
papel esencial en la cultura urbana de movimiento de las clases privilegiadas
esta ciudad. Habitualmente hay más de nativas de la ciudad central, que des-
un sirviente por cada residencia y cada pués de la independencia (y la partición
uno de ellos dedicado a funciones espe- consiguiente) en 1947, la configuración
cíficas y mutuamente exclusivas como física de Kolkata fue guardada en gran
cocinar, limpiar o conducir el automó- parte. Significativamente, y confirman-
vil. Los sirvientes siguen viviendo, hasta do la marca de una cultura de hospi-
hoy en día, en la proximidad estrecha talidad, esta elite de ricos negociantes
de sus empleadores. no es tampoco bengalí. Los prósperos
Otros sub-sectores de la economía Marwaris (provenientes del estado Ra-
informal son los trabajos des recolec- jasthan) colonizaron áreas como Bu-
ción y reciclaje de basura, transporte rrabazaar y Park Street, llenando una
de mercancías y personas (como ricks- laguna de espacio económico empre-
hawpullers y ciclerickshaws), entrega de sarial dejada abierta por los habitantes
productos de consumo y servicios a ho- de Kolkata. Los nativos de la ciudad
gares o prestaciones varias en sitios pro- tienen tendencia de dedicarse a traba-
visionales de la calles (como lavaderos, jos de carácter más intelectual como
planchaderos, peluqueros, zapateros, ar- enseñanza, jurisprudencia o investiga-
tesanos, mecanógrafos o feriantes) hasta ción. Actividades que por ser menos
los servicios de seguridad y limpieza de provechosas económicamente no otor-
espacios exteriores. En ejemplar mutua- gan suficientes ingresos para el mante-
lismo, estos obreros construyen también nimiento de las mansiones tradiciona-
sus casas en los lugares adyacentes a les bengalíes en el centro de la ciudad
los sitios de demanda de sus labores. El (véase Dutta 2003).
espacio mismo exacto —la acera— sir- Y, por último, quisiera apuntar al
ve para ambos propósitos. Y, de nuevo, gran incremento de población resultan-
circundándolos, hay sitios que proveen te de la Partición. 4.284.000 refugiados
las necesidades básicas de estos resi- provenientes del lugar que hoy se co-
dentes a precios aún más bajos, inclu- noce como Bangladesh vinieron a West
yendo comida, ropa, funciones corpo- Bengal entre 1946 y 197015 y una hiper-
rales, higiene y culto religioso. De he- concentración de población tuvo lugar
15
Bangladesh triunfa en la guerra de independencia contra Pakistán en 1971.
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cenes, los edificios son convertidos en perdió el control sobre la estética física
bloques verticales anónimos, destitui- de la ciudad.
dos casi en absoluto de sus marcas de En cuanto a los turistas, la busca
singularidad. de las experiencias exóticas usualmen-
Las aceras pierden su función pri- te asociadas con la motivación inicial
maria como pasillos porque se usan por el descubrimiento del “otro”, a me-
como lugares de negocio y abrigo tem- nudo, en el momento de confrontación
porales de las personas más pobres. De- con la alteridad, se muta en refuerzo de
safiando la lógica de materialización de su identificación con las comodidades y
poder, los individuos excluidos de una ventajas de sus casas, de sus espacios.
habitación y trabajo que la ciudad pro- Porque el consumo de las experiencias
vee a los habitantes más privilegiados de viaje está hecho con arreglo a los tér-
a quienes ellos mismos sirven, ejerci- minos de sus matrices de conocimien-
tan una venganza simbólica sobre sus to, expectativas y fantasías formateadas
patrones por su consentimiento de esta a priori en la cultura de su origen (véa-
condición desigual. Son ellos quienes se Craik 1997; MacCannell 1992; Smi-
controlan y maquillan la apariencia de th y Brent 2001). Al llegar a Kolkata, el
los espacios más manifiestamente públi- turista procedente de las “sociedades
cos de la ciudad —las aceras y las fa- modernas” tropieza con la falta de una
chadas exteriores. Y de esta manera se relación intrínseca entre lo real y sus re-
ha reconfigurado Kolkata en algo como ferentes de ciudad y espacio público; se
un cuadro pictórico con el mecanismo confronta con una carencia de sabidu-
expuesto donde actores, procesos, pro- ría gramatical para entender y para usar
ductos y detritus de su funcionamiento este objeto que no tiene un significado
son incluidos y exhibidos igualmente. conocido. Por eso, no es sorprendente
No es sorprendente, entonces, que es- que el turista occidental en tránsito en
tando en frente de este escenario, la Kolkata sólo por unos días, experimente
gente de Kolkata haga hincapié en su el sentido de ser asaltado por esta enti-
patrimonio social. Es a causa de su to- dad que se le confronta ostensivamente
lerancia y estrategias de inclusión aso- con “too much poverty, too crowded,
ciadas a no-intervención y no-respon- too dirty, too polluted”, todas ellas co-
sabilidad en la esfera de Baaire que sas que no le fueron supuestas.
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USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA
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LA TEORÍA
DEL CAPITAL SOCIAL.
UNA CRÍTICA EN PERSPECTIVA LATINOAMERICANA
ADRIANA MARRERO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA, URUGUAY
R E S U M E N
1
Las cursivas son nuestras.
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L A T E O R Í A D E L C A P I TA L S O C I A L . U N A C R Í -
T I C A E N P E R S P E C T I VA L AT I N OA M E R I C A N A
bre la acción social (no sólo en el sub- physical capital and human capital fa-
sistema económico sino en otros subsis- cilitate productivity, social capital does
temas), como un intento de superación as well.” (Coleman 2000:19)
y combinación de las perspectivas so- La concepción de Coleman, enton-
bresocializadora y subsocializadora, de- ces, viene a coincidir con la de Bour-
fendidas respectivamente por el grueso dieu en el énfasis en el rendimiento
de la literatura sociológica y económica. económico del capital social, de un
El análisis de las formas y efectos del ca- modo análogo (no idéntico) al del ca-
pital social contribuiría, para Coleman, pital físico y humano. Pero a diferencia
a la superación de dichas concepciones de Bourdieu oscurece, u omite referirse
explicativas de la acción social: al aspecto de apropiación privada de
“My aim...is to import the econo- energía social a través del trabajo acu-
mists principle of rational action for use mulado que es consustancial al planteo
in the analysis of social systems proper, de Bourdieu. En Coleman, el capital es
included but not limited to economic aproblemático y sus beneficios, en prin-
systems, and to do so without discarding cipio, siempre legítimos.
social organization in the process. The Coleman distingue tres fuentes (que
concept of social capital is a tool to aid también son para él tres formas) de ca-
in this.” (Coleman 2000:14-15) pital social (Coleman 2000:20-23):
Desde el punto de vista de Cole- 1) Obligaciones, expectativas y
man, el capital social es “a variety of credibilidad de las estructuras: Consis-
entities with two elements in common: ten en las expectativas de reciprocidad
They all consist of some aspect of so- que mantienen las personas al hacer
cial structures, and they facilitate cer- “algo” en favor de otras, y depende de
tain action of actors —whether persons dos dimensiones: la credibilidad en el
or corporate actors— within the struc- entorno social de que las obligaciones
ture” (Coleman 1990:302). Como otras contraídas serán pagadas, y el alcance
formas de capital, el capital social es de las obligaciones que realmente se
productivo, haciendo posible el logro tienen. Las estructuras sociales pueden
de ciertos fines que en su ausencia no diferir en las dos dimensiones, mientras
sería posible, aunque “unlike other for- que dentro de la misma estructura, los
ms of capital, social capital inheres in distintos actores pueden difieren en la
the structure of relations between actors segunda.
and among actors. It is not lodged either 2) Canales de información: En pa-
in the actors themselves or in physical labras de Coleman “Information is im-
implements of production.” (Coleman portant in providing a basis for action.
2000:16) También aquí el concepto de But acquisition of information is cost-
capital social viene a complementar las ly. At a minimum, it requires attention,
previas conceptualizaciones de capital which is always in scarce supply. One
“físico” y “humano” porque “just as means by which information can be ac-
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quired is by use of social relations that do a transitar por una especie de diná-
are maintained for other purposes.” (Co- mica teórica por la cual se va haciendo
leman 2000:22) cada vez más amplio, más abarcativo,
3) Normas y sanciones efectivas: hasta que, convertido en una especie de
Cuando una norma es efectiva, consti- “totalidad” que lo incluye todo, termi-
tuye una poderosa forma de capital so- nará por perder la capacidad explicativa
cial, dado que facilita ciertas acciones, que tenía dentro del marco conceptual
aunque puede constreñir otras. de Bourdieu. Esto será visible si reco-
Es fácil percibir que en el pasaje de rremos brevemente las formulaciones
la formulación de Bourdieu a la de Co- de Mark Granovetter, Robert Putnam,
leman, el concepto de capital social se y Francis Fukuyama.
ha empañado bastante. Aunque el trabajo original de Gra-
En primer lugar, como señala Portes novetter no incluye el término de “ca-
(1998), Coleman oscurece la noción de pital social” ni una teoría sobre él, sus
capital social al incluir bajo este térmi- aportes han sido incorporados al deba-
no, tanto los mecanismos que generan te por el valor que se le ha concedido
capital social (como la reciprocidad de a uno de los conceptos más extendidos
las expectativas y el reforzamiento gru- para el estudio de las redes de influen-
pal de las normas), las consecuencias de cia en la inserción laboral de los jóve-
su posesión (como el acceso privilegia- nes: el de “fortaleza de los lazos débi-
do a la información), y la organización les” (“the strengh of weak ties”, Grano-
social “apropiable” que proveyó el con- vetter 1974). Según esto, los individuos
texto para los dos anteriores (fuentes y o grupos ubicados fuera del ámbito in-
efectos). De esta manera, “Equating so- mediato de la familia y los círculos de
cial capital with the resources acquired amistad, pueden ofrecer tanta o más
through it can easily lead to tautological ayuda que los más allegados para in-
statements.” (Portes,1998:5) Portes mis- sertarse en un lugar de trabajo, en la
mo aporta a la discusión proponiendo la medida en que pueden ser personas
distinción entre los poseedores de capi- con acceso a redes diferentes, más pri-
tal social (los que lo solicitan), las fuen- vilegiadas y al mismo tiempo, pueden
tes de capital social (los que lo otorgan) establecer vínculos menos problemáti-
y señalando la importancia de exami- cos y comprometidos. Al cuestionar que
nar en mayor detalle las diferencias en exista una relación directa entre proxi-
la motivación de los proveedores. Para midad familiar y social y las ventajas
Portes, la confusión entre aquellos tres (rendimientos económicos del “capi-
elementos es uno de los rasgos caracte- tal social”) que conlleva la pertenencia
rísticos de la producción teórica elabo- a ellos, sin postular en cambio que la
rada sobre el aporte de Coleman. relación sea inversa o de otro tipo, la
Pero por otro lado, con Coleman, el perspectiva de Granovetter amplía con-
concepto de capital social ha comenza- siderablemente la latitud del concepto y
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también contribuye a erosionar su ren- versa con el capital social). Los cuatro
dimiento explicativo. indicadores arrojan medidas consisten-
Otra importante fuente de las versio- tes en señalar al norte de Italia como
nes locales de la teoría del capital social poseedor de mayor capital social que
radica en los trabajos de Robert Putnam el sur, aunque hay grandes diferencias
(1993, 1995, 2000) con quien se opera al interior de cada una de las regiones.
una nueva ampliación y modificación 2) Desempeño Institucional: Medida
del concepto. Mientras en Coleman y compuesta del rendimiento comparativo
en Bourdieu se trataba de activos que de los gobiernos regionales, a través de
poseían las personas debido a sus rela- doce indicadores que van desde cues-
ciones con otros, en Putnam el concep- tiones presupuestales y de innovación
to deja de aplicarse a individuos y pasa legislativa hasta medidas de responsabi-
a caracterizar a agregados de personas, lidad burocrática. 3) Satisfacción de los
comunidades enteras o aún, países, y a ciudadanos, medida a través de encues-
ser entendido en términos de “civismo”. tas aplicadas entre 1977 y 1988 sobre
El capital social consiste para él en cuán satisfechas están las personas con
“Features of social organizations, las actividades de su gobierno regional.
such as networks, norms, and trust, that (Helliwell y Putnam 2000:255-256)
facilitate action and cooperation for mu- Puestas en relación, la teoría de Co-
tual benefit” de modo tal que “working leman y de Putnam parecen apuntar a
together. is easier in a community bles- diferentes cosas. Mientras que Cole-
sed with a substantial stock of social man se proponía arrojar luz sobre los
capital” (Putnam 1993:35-36, Cf. Portes procesos ligados a la sociabilidad in-
1998:18. Las cursivas son nuestras). formal en el seno de los pequeños gru-
Para el estudio de los niveles de pos, en especial familias, pero también
desarrollo de distintas regiones de Ita- otras formas de relacionamiento cara
lia —que fue la base de sus ulteriores a cara, Putnam apunta directamente
trabajos sobre el tema— Putnam utilizó a los efectos económicos que tiene el
tres variables como un set para medir desempeño de los gobiernos regiona-
el capital social: 1) Comunidad cívica, les en comunidades concretas. Es ver-
construida como un índice de capital dad que ya en Coleman la inclusión
social compuesto por cuatro indicado- de las normas sociales como fuente y
res, dos, de amplitud y profundidad de forma del capital social difuminaba en
la comunidad cívica (lectura de diarios parte las fronteras entre la sociabilidad
y existencia de asociaciones culturales basada en la reciprocidad de pequeños
y deportivas) y otros dos referidos al grupos y la confianza generada por la
comportamiento político de los ciuda- vigencia de normas supragrupales. Pero
danos (concurrencia a referéndum y la Putnam abandona la dimensión micro-
incidencia de la votación preferencial, social volviendo a instalar la efectividad
este último considerado en relación in- gubernamental como centro generador
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Bibliografía
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FIAMMA MONTEZEMOLO
EL COLEGIO DE LA FRONTERA NORTE, TIJUANA1
R E S U M E N
“A battle map aims not to describe a place, but rather to begin its transforma-
tion” (Gausa, Guallart, Et. Al. 599)
1
Quisiera agradecer Claudia Huérta por el apoyo brindado en la difícil corrección de este
texto. Un texto pensado en italiano, escrito en parte en inglés y desarrollado en su forma defini-
tiva en español.
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2
H.Yepez, Tijuanologia, UABC, Mexicali, 2006 (en imprenta).
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Chilango, gentilicio peyorativo del oriundo de la Ciudad de México.
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“Yo pienso que el posmodernismo arruinó muchas cosas. Una de esas fue la comprension
4
de Tijuana. Tijuana es mucho más que un hibridismo. Tijuana es tensiones. Desencuentros. Una
ciudad que le da el adios a Hegel. Una ciudad más allá de la sintesis”.
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pacio Tijuana-San Diego es una entidad jo de las divisas, todo eso... el acerca-
aparte, unida y “transfronteriza” se ha miento que tenemos a tecnologías tan
estado debatiendo por años”.6 diferentes, de otros lugares, el hecho de
El artista Raúl Cárdenas del grupo las reconstrucciones de casas. El hecho
tijuanense TOROLAB en una entrevis- de que existan movimientos como “nor-
ta me comentaba su visión de la ciu- tec” (movimiento de música electrónica
dad: “Tijuana tiene que ver más... con tijuanense) es por la facilidad de encon-
la ciencia ficción que con los libros de trar el equipo más barato que en otros
historia de México. Aquí no tenemos un lugares, ¿no?”.
centro histórico. Aquí es histórico algo El libro Postborder City: Cultural
que hiciste hace setenta años. […] ¿Te Spaces of Bajalta California parece co-
acuerdas la película de Blade Runner, incidir con la tesis transfronteriza aun
de este maravilloso libro de Phillip K. problematizandola. En la introducción,
Dick? ¿Te acuerdas la megalópolis de los editores del libro —M. Dear y G. Le-
Los Ángeles? Donde se hablaban di- clerc— hablan de un ‘postborder’ y una
ferentes lenguas, ya tenían como di- ‘Bajalta California’ (2003:14). Concep-
ferentes lenguajes, se llegaba de allá, tos ambos muy interesantes que quizás
casi desde San Francisco hasta Ensena- se enfocan más en el aspecto cultural de
da, o sea, ni siquiera existía la frontera la región, que en el componente socio-
con México, esa era la megalópolis que económico, componente más subraya-
existía, si te fijas, eso tiene que ver más do por ejemplo por autores como Tito
con la región de los pantalones transfro- Alegría que para nada concuerdan con
terizos7, que con nosotros. Si tenemos el una teoría del ‘in-between space’ (ibi-
automóvil, el dinero y los papeles mi- dem). En el libro Paso del Nortec, Luis
gratorios, podemos estar desayunando Díaz Gordoa, habla de algo similar:
en Ensenada y yendo a San Diego al “Esta ciudad es vecina de San Diego,
mediodía volviendo al Colef en la tar- California, además está muy cerca de
decita, yendo a un concierto a Los Án- Los Ángeles. Muchos tijuanenses traba-
geles en la noche, y sí tienes la energía jan o estudian al otro lado de la fronte-
volviendo a dormir aquí a Tijuana, este ra, de tal suerte que la cotidianeidad y
ya en la madrugada y sí puedes hacer- la cultura local trascienden la geopolí-
lo porque yo lo he hecho. Eso... es el tica. Aquí el primer y el tercer mundo
movimiento, el intercambio y eso, y se confluyen” (Paredes 2005:13).
parece a ciencia ficción, ¿no?, el mismo En otra entrevista, el artista tijuanen-
manejo del lenguaje, el mismo mane- se, Marcos Ramírez Erre, describiendo
6 http://lifetijuana.blogspot.com, 2005.
7
Raúl ideó unos pantalones fronterizos entre otras piezas-ropa que serían pensados exacta-
mente para cruzar la frontera en los dos sentidos, entonces serian equipados con bolsillos para
pasaportes o condones si se tratara de ‘gringos’ o con visas y otros espacios para gadgets locales
si fueran para mexicanos.
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su pieza del caballo gigante posiciona- elementos definidos para las ciudades
do en la línea entre México y Estados globales pueden ubicarse en poblacio-
Unidos, en ocasión de la manifestación nes fronterizas como Tijuana o Ciudad
artística binacional InSite, explica: “Para Juárez, las cuales cuentan (desde hace
mí, a mí se me atravesó la línea, porque casi cuatro décadas) con una alta par-
la mitad de mi familia vive en Estados ticipación de empresas transnacionales,
Unidos, la otra mitad acá, a una hora. entre las cuales destaca la presencia de
Yo paso casi diario y hago la mitad de 2,277 empresas maquiladoras donde
mis cosas, mis compras allá y llevo a laboran 743,415 trabajadores; además,
mis hijos a la escuela, y luego vuelvo poseen altos niveles de vinculación
aquí. Es más fácil para mí que yo vaya transnacional y altos cruces fronterizos
a La Jolla y a todos lados a que vaya que poseen variados sentidos, entre los
más allá de las Cinco y Diez8, ¿me en- cuales se encuentra un turismo sui ge-
tiendes?” Y sigue más en el especifico neris caracterizado por estancias cortas
explicando su pieza: “el caballo tiene y acceso a espacios definidos desde la
el mismo cuerpo y las cabezas son sia- adscripción étnico-cultural de los visi-
mesas, son las hermanas siamesas de tantes. Prueba de ello es que en 1999 Ti-
las que hablábamos. Son siamesas y no juana recibió 86.6 millones de visitantes
se pueden separar sin morir, ¿verdad? Y extranjeros y hubo 111.8 millones de
aparte se dependen una de la otra, ya cruces del lado mexicano a los Estados
sabemos a qué responden y por qué Unidos (Bringas 2001)” (Valenzuela en
responden y cuáles son los intereses de- García Canclini 2005:232).
trás de esta situación geográfica que va Olivia Ruiz experta en estudios mi-
mucho más allá de lo geográfico, ¿no?”. gratorios de la zona, es también pro-
Marcos se refiere a la importancia del blemática con respeto a la exclusivi-
intercambio entre una parte de la fronte- dad transfronteriza: “By emphasizing
ra y la otra, al hecho de que Tijuana no the more sensational side of border life,
pudiera existir sin San Diego, San Diego furthermore, this view leaves out tho-
tampoco existiría sin Tijuana. se men and women who have little if
Por otro lado, en la problemática de nothing to do with the red-light side of
lo transfronterizo y las ciudades globales town, but whose lives are, nevertheless,
citadas por Herzog, el investigador Ma- deeply affected by living near the inter-
nuel Valenzuela, subraya que “diversos national line”9 (1990:74).
8
La cinco y diez es una calle tijuanense y La Jolla es el norte de San Diego, el entrevistado
aquí se refiere a la mayor facilidad con la cual se translada a una zona que queda al otro lado de
la frontera que a una zona que queda en su misma ciudad.
9
“Enfatizando la parte mas sensacional de la vida fronteriza se dejan afuera todos esos hom-
bres y mujeres que tienen poco que ver con la parte de luz roja de la ciudad (o sea esas personas
que no pueden cruzar la frontera) y que aun asi quedan profundamente afectados por ella por vi-
vir cerca de la linea internacional”.
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Una petición al santo Juan Soldado 4) Tijuana violenta, sucia, sexy/ Tijuana
—Santo de los migrantes de la fronte- pura, limpia, convivencial
ra, como veremos— decía: «Soy de Ti- Antes de dejar Italia para venirme
juana. Un día déjame pasar a los Es- a vivir a Tijuana, leyendas metropolita-
tados Unidos por la gran puerta… sin nas contaban que se debía tener mucho
tener que esconderme de nadie» y en cuidado con esa ciudad, que los mexi-
los muros de Tijuana aparecieron es- canos ahí hasta se tiraban bajo los ca-
critas como “Yanky go home and bring rros con placas ‘americanas’ (son pocos
me with you” o tambien: “si se cayó el los italianos que asumen México como
muro de Berlín por qué este no?”, fra- americano) para tomar el dinero de los
ses que no hacen pensar que sea fácil seguros. Cuando llegué a San Diego en
todavía hablar de una transfronteriza- avión, intenté alquilar un coche para ir a
ción pacificada. Tijuana y en la mayoría de los rental cars
Norma Iglesias habla de la zona en explicaban que no autorizaban cruzar la
términos más complejos: “Es importante frontera con sus carros porque los roba-
partir de la idea de que a la frontera en- rían o chocarían en las calles violentas
tre México y Estados Unidos es recono- de esa ciudad. En general, la opinión
cida como un lugar excepcional e inclu- de muchas personas que no tienen re-
so fascinante porque en él converge el laciones parentales o amigables con los
llamado “primer y tercer mundo”. Esta tijuanenses, que no tienen un contacto
frontera se ha caracterizado también directo con la ciudad, es muy estereo-
por los altos niveles de interacción, in- tipada: peligro, droga, prostitución, ase-
terdependencia (acentuada todavía más sinatos, es lo primero que se les ocurre
a partir del Tratado de Libre Comercio), cuando se les pregunta qué opinan so-
por el tremendo contraste entre ambas bre el otro lado de la frontera. Varios jó-
culturas y economías, y por la relación venes aman ir a Tijuana el fin de semana
de asimetría de poder entre ambos paí- por la noche para disfrutar libremente y
ses. Nuestra mirada está constantemen- a poco precio de la vida nocturna local
te señalando el norte. Es imposible que de la calle Revolución. Y la asociación
olvidemos a nuestros vecinos, que pen- más difundida en el ambiente juvenil de
semos en nosotros mismos fuera de la varias partes del mundo que han teni-
relación de vecindad, porque nuestras do la ocasión de escuchar al cantante
vidas se estructuran a partir de ese he- Manu Chao es la de una Tijuana: ‘Te-
cho. Es más, el propio término de “ciu- quila, sexo y mariguana’.
dad fronteriza” es utilizado para nom- Varios cuentos o películas ambien-
brar a los espacios urbanos ubicados del tan al asesino, violador, ladrón en el
lado mexicano de la frontera, y no del cruce fronterizo, destino: ciudad del vi-
lado americano” (2003:25). cio y de la mala reputación, Tijuana.
El Departamento de Estado Ameri-
cano aconseja a sus viajantes tener cui-
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dado: “Visitors to border cities such as tatuados dispuestos a todo. En fin, que
Tijuana, Ciudad Juarez, and Nuevo La- recuerden que un día Colosio vino de
redo should remain alert and be aware visita y no logró salir vivo. Esa, la Tijua-
of their surroundings at all times (U.S. na killer, desafortunadamente, también
State Department,http://travel.state.gov/
http://travel.state.gov/ es mi city” (2004:63).
mexico.html”). Hay que fijarse en los periódicos lo-
Rafa Saavedra, escritor tijuanense, cales10, en los programas televisivos o
en un artículo titulado “Tijuana makes en los 470 enlaces de Google citados
me happy”, juega con la reputación por Saavedra para ver cómo la cons-
violenta de su ciudad, ironizando expli- trucción violenta de la ciudad sea un
ca que su “amigo Sergio Brown, parte sensacionalismo a veces instrumenta-
del Colectivo Nortec Visual, insiste que lizado por diferentes razones, pero al
cuando me pregunten como se vive mismo tiempo hay que considerar que
en Tijuana responda diciendo que con negar esa violencia no ayuda a entender
mucho miedo, que a cada instante y en a Tijuana. En una entrevista con Manuel
cualquier lugar hay un asesinato o un Valenzuela, un componente del grupo
acto de violencia. [...] Él dice que hay Nortec, explicaba eso a propósito del
que vender y hacer nuestra esa imagen narcotrafico: “Nortec utiliza la simbolo-
de ciudad killer, que a esos periodistas gía del narcotrafico para construir una
morbosos les demos el tour de su vida. propuesta creativa que no intenta hacer
Que descubran, vamos, en el peor mo- invisibles las condiciones en la vida so-
mento el lado salvaje de la city (el ver- cial de la frontera. [...] Aquí la violencia
dadero, sin adulterar). Que los lance a es parte de nuestras vidas, en todas sus
las 3:00 a.m. en las secciones mas har- manifestaciones, entonces también eso
dcore de La Morita o el Grupo México; te representa” (Valenzuela 2003:45).
que vea la posibilidad de abandonarlos Berumen —experto de la temática
a su suerte en un bar brown neck como fronteriza— reconstruye la fama de Ti-
“El As Negro” (hoy caído de nuestra gra- juana como ciudad-burdel, explican-
cia por ser el lugar favorito tijuanero de do que pasa de ser un rancho a ser un
Manu Chao) o “El Grullense”; llevarlos a centro urbano principalmente gracias
uno de esos restaurantes de mariscos en al turismo del vicio: “A la presencia
que una mirada inadecuada les puede del turismo norteamericano, en efecto,
cambiar para siempre el destino; propi- debió Tijuana su desarrollo urbano, su
ciar que en plena avenida Revolución crecimiento demográfico (de 1,228 ha-
coincidan con un pandillero, de esos bitantes que tenía en 1921 pasó a tener
10
“En su edición del 30 de octubre del 2004, la Sección Policíaca del diario El mexicano afir-
maba que «si en cada parte donde se ha encontrado una persona asesinada se pusiera una cruz,
Tijuana sería el cementerio más grande del país». «¿Sabes...? Yo recuerdo como Tijuana estaba inva-
dida por cholos y había muertes a puñaladas en las colonias o centros de la ciudad...». Madre de
narcotraficante presuntamente asesinado por el Cártel de Tijuana, carta al semanario Zeta (1997).
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los Monsiváis: “When I arrived at the ciudad de destino en vez que de paso.
border, I brought with me a desire to Siempre con las palabras de Monsiváis
leave soon. [...] Cities on the way, this se podría decir “I am a frontier per-
is what Tijuana, Matamoros, Reynosa, son by adoption. I am a first-genera-
Ciudad Juarez have become” (Dear-Le- tion Fronterizo; by adoption because I
clerc 2003:35). Varias veces en los tra- arrived while I was planning my exit to
yectos de taxis colectivos, recién llegada the States; and first generation because
a Tijuana, he llegado a conversar con it took me too much time to accept I
gente de varios tipos y los comentarios was not going to leave” (Dear-Leclerc
a menudo eran sobre el ‘descuido’ con 2003:42).
una explicación inequivoca: “Tijuana A lo largo del Novecientos, la his-
es ciudad de paso, nadie es de aquí, a toria de la migración ha cambiado, la
la gente no le importa si se ensucia o ciudad de paso se vuelve al mismo
ensuciar porque no la sienten como su tiempo un destino, que sea destino ele-
propia ciudad, nomás esperan de dar gido por ser esta una ciudad con toda-
el paso a los Estados Unidos”. Beru- vía una alta tasa de empleo o que sea
men nota en su análisis de la película un destino equivocado (pensado como
El jardín del Edén (1994) de la directo- temporáneo que se vuelve permanente),
ra María Novaro que la ciudad de Ti- muchos se paran aquí. Tijuana es tierra
juana queda como espacio indefinido, de oportunidad y su cercanía a los Es-
del cruce, del transitorio: “si San Diego tados Unidos ya no es la única razón
aparecía definido como un lugar cuya de la presencia de la gente en su suelo.
identidad moral era posible reconocer La rigidez de las medidas contra la en-
sin objeciones de ninguna especie, en trada ilegal a los USA también ha ido
cambio Tijuana era percibido como un determinando el destino de Tijuana. Al
lugar-otro; esto es, como un espacio que mismo tiempo, mas allá de los migran-
carecía de sentido alguno o porque fi- tes que llegan aquí, hay una historia
nalmente poseía una identidad que no de estabilidad, permanencia que es la
podía definirse en términos totalmente de los que empiezan a ser habitantes
positivos, el night club de la frontera. de tres, cuatro o cinco generaciones:
Tanto es así que a menudo Tijuana re- esas familias que a veces no son con-
sultará valorada como un simple ‘lugar sideradas en la estadística del estereo-
de paso’ o, en su defecto, como una tipo tijuanenense que se asocia a cier-
especie de no man’s land fronterizo a ta vacuidad y a lo nómada-efímero de
donde sólo se podía ir a pasar un buen lo fronterizo: [las] “apreciaciones de la
rato” (2003:264). vacuidad de la frontera contrastan y se
Pero con el tiempo, esta creencia confunden con otra profunda entidad
común ha sido contrastada por las es- que coexiste con esta real sensación y
tadísticas que han empezado a contar percepción de la vacuidad: Las socieda-
una historia nueva: que Tijuana se volvía des estables que se han formado en las
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dice ser y al mismo tiempo en lo que bición y del desarrollo de las maquilas
niega que quizás esté la riqueza de su en los sesenta, para reconstruir su bio-
interpretación sobre sí misma. La úni- grafía? Famosa por ser la línea-frontera
ca forma de descolonizar la pretensión más cruzada del mundo. Famosa tam-
de cualquier verdad última y única es bién por sus muertos, esta triste fronte-
hacerla explotar en una contradicción ra; gente que intenta cruzar ilegalmente
que multiplique su significado. y que no logra alcanzar su objetivo de
Por ejemplo: ¿Qué pasa en la fa- mejoría de vida. La línea, donde cada
mosa Revu?11 ¿Una exposición falsa tipo de ironía e ingenuidad se aplica y
de calculado exotismo mexicano, una se desprende para transformar lo nega-
burla contratada en la cual todos saben tivo en positivo y viceversa.
(mexicanos ‘auténticos’ y gringos ‘ton- ¿Qué dice Tijuana de sí misma?
tos’, según el estereotipo) el rol que se ¿Qué expresa en sus verdades relativas?
debe de jugar? ¿O una exhibición de ¿Qué trata de afirmar o negar?
nostalgia por un pasado inexistente?12 Cómo interpretar, por ejemplo, la
¿O qué imagen es la que se vende en imitación de la estatua de la libertad
la Zona Río? es decir, en un área cons- neoyorquina, creada en forma de mu-
truida al estilo México D.F.-estadouni- jer gigante desnuda que se eleva en me-
dense, con Paseos de los Héroes, cines dio de los barrios pobres cerca del ae-
de salas múltiples y centros comercia- ropuerto; la existencia de una santidad
les ¿Y la Zona Norte? La que se cono- popular que es la de Juan Soldado (el
ce como la parte ‘indecente’, la de las soldado acusado en 1938 de violar y
prostitutas, bares, prostíbulos y recluta- matar a una niña), una santidad ‘ilegal’,
miento de migrantes ilegales para cru- no reconocida por la Iglesia Católica,
zar al otro lado de la frontera. ¿Y los asociada con otra ‘ilegalidad’: la de los
cerros?, donde las casas auto construi- migrantes que le dan las gracias a Juan
das muchas veces faltan de electrici- Soldado por su protección al cruzar la
dad, agua corriente, drenaje. ¿Y qué frontera, mandando de regreso con sus
decir de la famosa línea,13 parte funda- ofrendas, fotocopias de sus green cards
mental de esta ciudad que podría ser reales o falsas, cualquiera que sea el
el punto principal, junto con el período caso; las composiciones musicales de
de los casinos de los años de la Prohi- esta zona que en algunos casos inser-
11
La Calle Revolución es la Calle más turística de Tijuana, donde hay tiendas, bares, farmacias,
y burros pintados como cebras para satisfacer el deseo exotista de los visitantes.
12
Famosa en este sentido la respuesta a la pregunta del porqué pintar burros de blanco y ne-
gro formulada en una de las entrevistas hecha por Néstor García Canclini al propietario de un bu-
rro-cebra de la Revu, “en el Sur de México tienen las pirámides, aquí no, así que algo nuevo hay
que inventarse para el gringo”.
13
La línea sería la frontera que divide México de Estados Unidos y que nace en el 1848 con
el Tratado de Guadalupe Hidalgo, tratado hecho en consecuencia de la pérdida de una parte im-
portante de México que se vuelve estadounidense.
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La nueva Tijuana se extiende paralelamente a la Tijuana conocida hacia el este de la ciudad
y es notable por su concentración de casas prácticamente idénticas entre ellas amontonadas una
con la otra y casas auto construidas. La mayoría de sus residentes son trabajadores de las maqui-
ladoras. Según el periódico tijuanense Zeta y el Ayuntamiento de Tijuana, la Nueva Tijuana crece
2 hectáreas por día.
18
Aun una fecha de ‘inicio urbano’ existe históricamente: el 1889, cuando se trazó el primer
plano urbano de la ciudad, lo que corresponde a la zona centro de Tj. Un área central pero pe-
gada a la frontera. Desde este plano urbano, con calles perpendiculares, verticales, horizontales y
diagonales, se perdió ‘el control del plan con el tiempo y una urbanización casual emergió’ de la
necesidad de construir uno mismo su casa en lugar de insertarla en un proyecto.
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Foucault, en la Microfísica del Poder explica: “quel che fa si che il potere regga, che lo si
accetti, ebbene, e’ semplicemente che non pesa solo come una potenza che dice no, ma che nei
fatti attraversa I corpi, produce delle cose, induce del piacere, forma del sapere, produce discorsi;
bisogna considerarlo come una rete produttiva che passa attraverso tutto il corpo sociale, molto piu’
che come un’istanza negativa che avrebbe per funzione di reprimere” (1977:13).
20
A este propósito es interesante indicar que los mexicanos que viajan a Estados Unidos no lo
hacen solamente por trabajo (24%), sino también por consumo (42%) (Bringas, González 2003).
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Bibliografía
REALISMO MEDIOAMBIENTAL:
DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA1
RAYMOND MURPHY
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
UNIVERSIDAD DE OTTAWA
R E S U M E N
En 1994 (Murphy 1994) defendí que tica y que puede ser controlada por la
los postulados dominantes en la rela- razón humana. Estos postulados han
ción entre los humanos y su entorno sido presentados como realistas por
natural son que la naturaleza es plás- contraposición a los argumentos de los
1
Quisiera expresar mi gratitud al Consejo Canadiense de Investigación de Ciencias Sociales y
Humanidades por la beca recibida para esta investigación.
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Gordon Moore, cofundador de la Compañía Intel, propuso su Segunda Ley como limitación
física a su Primera Ley, que predecía que el número de transistores que podrían ser instalados en
un chip se multiplicaría por dos cada seis meses.
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como estrategias retóricas para obte- cho más sólidas que la simple extrapola-
ner de los gobiernos becas de investi- ción de tendencias que ofrecen Simon,
gación, ii) de los periodistas como la Lomborg, etc.
utilización dramática de las malas no- Es cierto que parece haberse encon-
ticias para vender periódicos o atraer trado soluciones para la disminución de
telespectadores y iii) de las organiza- la capa de ozono, la lluvia ácida y algu-
ciones ecologistas como recursos para nos otros problemas medioambientales,
llenar sus arcas. pero éstas no han sido desarrolladas por
No es probable que la riqueza y el iniciativa de la industria química, del
crecimiento económico produzcan un acero, etc. sino a pesar de su oposición.
desarrollo sostenible debido a lo mucho Las soluciones se han ido descubriendo
que consumen y desechan los países in- a base de centrarse en esos problemas
dustriales: “En término medio, cada ciu- concretos y adoptando medidas para
dadano de los Estados Unidos, Europa resolverlos. Si bien los cornucopianos
Occidental y Japón consume 32 veces (Simon 1995a:21, 24-25) defienden
más recursos del tipo combustibles fó- que no son complacientes, que un fu-
siles y produce 32 veces más desechos turo mejor no se va a producir de for-
que los habitantes del Tercer Mundo ma automática y que la resolución de
(Diamond 2005:495). Si estos últimos problemas es parte integral de su teo-
adoptasen los niveles de vida de los an- ría, sus publicaciones descartan esos
teriores (por no mencionar los posibles problemas medioambientales concretos
aumentos de esos niveles y/o de la po- utilizando indicadores globales como el
blación), el impacto sobre el medio am- Producto Nacional Bruto o la esperanza
biente sería inmenso. “Aunque muchas de vida. Eso no tiene más sentido que
sustituciones de fuentes de energía y descartar el cáncer o el sida en tanto
medidas de conservación son posibles, que problemas porque la esperanza de
ninguna actualmente a la vista ofrece vida está aumentando. Contribuye a esa
la cantidad y la calidad necesarias para actitud complaciente ante las prácticas
sustituir los combustibles fósiles y para del business as usual y “la máquina a
cubrir los altos niveles de estructura y todo vapor” en lugar de poner el én-
procesos de nuestra civilización actual” fasis en los peligros previsibles y en la
(Odum y Odum 2001:169). Existe una necesidad de solucionar los problemas.
convicción de hecho según la cual este Es más, los estudios sobre desastres han
nivel de consumo y de producción de demostrado que se necesita ejercer un
residuos no podrá continuar si los países control regulador sobre el mercado y el
en vías de desarrollo empiezan a con- desarrollo para evitar que se “repitan los
sumir como los países desarrollados y desastres” (Platt 1999) y los “desastres
si éstos llegan a consumir todavía más. de diseño” (Mileti 1999).
La refutación de tal convicción reque- La tesis de Lomborg implica la uti-
riría de pruebas e interpretaciones mu- lización de tecnologías más eficientes,
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automóvil que consume mucho carbu- sin embargo, mal planteado. Utiliza la
rante. Las elecciones de los cornucopia- desigualdad para ocultar la desigualdad:
nos se basan en valores: “el coste total si los salarios de casi toda la población
de la gestión del calentamiento global de un país son bajos, esos salarios bajos
ad infinitum equivaldrá al aplazamien- pueden servir para comprar bienes loca-
to de la curva de crecimiento por un les a otras personas que también tienen
periodo inferior a un año. En otras pa- salarios bajos. El índice PPA oculta la
labras, tendríamos que esperar hasta el creciente globalización de artículos de
año 2051 para disfrutar de la prosperi- consumo a precio estándar (el america-
dad que podríamos disfrutar en 2050. no medio puede comprarse fácilmente
Y para entonces el ciudadano medio un Toyota, mientras el etíope medio no
del mundo será dos veces más rico de puede hacerlo) así como el papel cada
lo que es ahora” (Lomborg 2001: 323). vez más importante de los viajes y del
Los valores de Lomborg le conducen turismo internacionales (el americano
a mostrarse impaciente por maximizar medio ahorraría dinero yendo de vaca-
la riqueza un año antes, mientras que ciones a Etiopía mientras que el etíope
otros pueden dar más importancia a medio se arruinaría si veranease en los
prácticas que contribuyan a prevenir el EEUU). El índice Gini indica el efec-
calentamiento global. to acumulativo de todas las formas de
Los cornucopianos presentan una desigualdad; El índice PPA oculta mu-
reinterpretación de evidencias basada chas de sus dimensiones. La utilización
en sus valores. Por ejemplo, el Programa de uno u otro dependerá de los valores
de Desarrollo de las Naciones Unidas del investigador.
utiliza el coeficiente Gini para comparar El análisis del mercado de Weber no
el 20% de las naciones más ricas con era tan unilateralmente positivo como
el 20% de las más pobres en términos lo es el de los cornucopianos, que sólo
de Producto Nacional Bruto per cápita perciben un aumento de la riqueza y se
en dólares constantes. Concluye que la dedican a la apología del business as
desigualdad está aumentando, pasando usual. Weber se planteó la pregunta —
de una ratio de 30:1 en 1960 a una de riqueza ¿para quién?— y concluyó que
78:1 en 1994. Lomborg (2001:74-75) el mercado es un medio de monopoli-
rechaza esos resultados y remplaza el zación y exclusión, es decir, un proceso
coeficiente Gini por lo que él llama un de cierre social. “Aquellos monopolios
Índice de Paridad de Poder Adquisitivo … que se basan únicamente en el poder
(PPA). Éste mide lo que la gente pue- de la propiedad, reposan … en el muy
de comprar localmente (un estadouni- racionalmente calculado control de las
dense en USA, un etíope en Etiopía), y condiciones de mercado, las cuáles
le permite concluir que la desigualdad pueden, no obstante, permanecer for-
entre naciones ricas y pobres se ha re- malmente tan libres como siempre. …
ducido ligeramente. El índice PPA está, el monopolista racional-económico go-
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energía de los países subdesarrollados tica por parte de los humanos. Llama la
alcance en 2025 el mismo nivel que el atención sobre la monopolización de
de los países industrializados habría que los recursos naturales por parte de la
multiplicar por cinco el uso global de especie humana, que excluye a otras
energía actual. El ecosistema planetario especies de los recursos que necesitan
no podría soportarlo, especialmente si para vivir destruyendo, por ejemplo, sus
el aumento se basara en combustibles hábitats. “También me preocupa lo que
fósiles no renovables” (Comisión Mun- está pasando con un millón de otras es-
dial sobre Medio Ambiente y Desarro- pecies del planeta que no tienen nada
llo 1987:14). Por lo tanto, los defensores que ver con la ecocatástrofe que se les
del desarrollo sostenible propugnan la ha venido encima” (Foreman 1991:40).
necesidad de una racionalización eco- Como consecuencia, la ecología pro-
lógica: evaluaciones de impacto medio- funda aconseja un nivel de vida infe-
ambiental, afrontar los problemas eco- rior para los humanos, es decir, la sus-
lógicos aunque resulte costoso e imple- titución del motor consumo-producción
mentar el principio de precaución que por una ética de la moderación: “debe-
los cornucopianos (Lomborg 2001:348- ríamos vivir con lo mínimo en vez de
350) pretenden circunscribir. ejercer el máximo impacto sobre las
La investigación Neomaltusiana otras especies y sobre el planeta en ge-
(Meadows et al. 1972; Meadows et al. neral (Devall y Sessions 1985:68).
2004; Ehlrich y Ehlrich 1998) expone
las limitaciones de la tecnología y de la Reivindicación del Realismo como Apo-
competencia económica en el merca- logía
do, argumentando que no controlan la Como indica el subtítulo del libro
naturaleza ni resuelven necesariamente de Lomborg (2001), éste pretende des-
los problemas medioambientales. Por el cribir “el estado real del mundo” y sos-
contrario, globalizan esos problemas en tiene que los ecologistas carecen de rea-
el espacio y los posponen en el tiempo. lismo. Se trata de una continuación de
Visto que el planeta es enorme pero fi- lo que Easterbrook (1992) llamaba “eco-
nito, una tecnología más eficiente en un rrealismo”. Justifica la creciente magni-
mercado competitivo ofrece la ilusión tud de las actividades humanas a través
de ampliar los límites planetarios pero de la fe en el dominio de la naturaleza
en realidad acelera nuestro avance ha- plástica y centrándose de manera opti-
cia esos límites a menos que se modere mista en los éxitos. La extrapolación de
el crecimiento (especialmente en térmi- las actuales tendencias del bienestar de
nos de consumo y de población). las sociedades ricas como predicciones
La ecología profunda constituye una tranquilizadoras y la negación de la rea-
crítica cultural del excesivo antropocen- lidad de los problemas medioambienta-
trismo que sustenta la teoría cornuco- les son utilizadas para promover políti-
piana del dominio de la naturaleza plás- cas antiecológicas. “El Presidente Bush
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produce una falsa afirmación de riesgo, de ozono como algo ficticio o natural
por ejemplo la del efecto 2000, que no se convierte en algo no plausible a pe-
tuvo consecuencias relevantes ni pro- sar de los recursos científicos y de mer-
longadas. La seguridad o el riesgo rea- cadotecnia de la industria de los CFCs,
les y el discurso (a veces erróneo) sobre en el momento en que aparecen prue-
seguridad o riesgo difieren en su natura- bas que confirman esa reducción y el
leza. Comprenderlo requiere que esa di- papel de los CFC en la misma.
ferencia sea captada por la teoría social, Sayer (1977:468) sostenía: “no tene-
que tiene que llevar a un primer plano mos más alternativa que intentar evaluar
en vez de ocultarla la diferencia existen- la adecuación práctica relativa u obje-
te entre creencias de seguridad o riesgo tividad de las diferentes construcciones
y sus referentes materiales, y luego ana- sociales”. Tenemos que integrar el me-
lizar las relaciones entre ambos. jor conocimiento disponible —cientí-
A veces se dice que los productos fico y lego— sobre las dinámicas de
sociales se deciden en base a estrate- la naturaleza, reconociendo su falibi-
gias de “contextualización” retórica, lidad. El realismo examina “el modo
y en cierta medida es cierto. No obs- en que el orden social es integrado y
tante, la vida social de los seres huma- condicionado por el orden natural del
nos integrados en un entorno biofísico que emerge y sobre el que a su vez ac-
implica algo más que juegos retóricos, túa (Bhaskar 1989:173-40). Para enten-
por muy importantes que éstos sean. Es der las causas generativas subyacentes
necesario analizar la contextualización de nuestro discurso ecológico, Benton
de manera más profunda, preguntán- (2001a, 2001b), Dickens (2001, 2003,
dose por qué un contexto determinado 2004), Rosa (1998) y García (2004) han
es tildado de convincente mientras otro demostrado la importancia de estudiar
no, y por qué una estrategia de contex- la interacción entre cultura y naturale-
tualización tiene éxito en un momento za, y de desarrollar conceptos para el
dado pero falla en otro. Esto se debe estudio de la línea divisoria cultura/na-
en parte a las contingencias sociocul- turaleza.
turales pero también a las biofísicas. Existen límites más allá de los cua-
Por ejemplo, los marcos retóricos que les la naturaleza no puede ser mode-
sugirieron de forma plausible la segu- lada por la racionalidad humana. Las
ridad en la NASA fallaron estrepitosa- mismas tecnologías que proporcionan
mente con la explosión del Challenger: beneficios también comportan peligros
“En la NASA, la crisis que precipitó una (energía nuclear, organismos genética-
transformación de la visión del mundo mente modificados). Por lo tanto, el ob-
y produjo un cambio de paradigma no jetivo de dominar la naturaleza plástica
fue la teleconferencia sino el Desastre necesita ser sustituido por un objetivo
del Challenger” (Vaughan 1996:402). más matizado de equilibrio entre las ac-
Contextualizar la reducción de la capa ciones humanas y las dinámicas autó-
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rias de la naturaleza por parte de los provocado por la actividad humana está
humanos. Los agentes sensoriales hu- en discordancia con las señales cotidia-
manos atribuyen propiedades a los ac- nas de bienestar de las sociedades ricas,
tantes naturales, y esa atribución tiende “que se las arreglan bastante bien a la
a verse influenciada por las propiedades hora de perpetuar sus estilos de vida a
biofísicas observadas y experimentadas pesar de los problemas medioambien-
cuando éstas son fácilmente visibles. tales” (Diamond 2005:512). Esta diver-
Por ejemplo, los humanos tendemos a gencia produce un discurso contradic-
representar a los peces sin alas y sin la torio, una disyunción entre discurso y
posibilidad de volar, aunque teórica- prácticas, y un conflicto político (relativo
mente seamos capaces de construir la a la degradación medioambiental si el
representación de peces con alas y con Protocolo de Kioto no es implementado
la posibilidad de volar. frente a la degradación económica si lo
En algunos casos los tres tipos es). Tanto legos como científicos suelen
de señales convergen. Así, Diamond extrapolar en expectativas la experien-
(2005:519-520) argumenta que Holan- cia de bienestar relativo, por lo que po-
da tiene la conciencia medioambiental dríamos decir que los teóricos cornuco-
más desarrollada del conjunto de los pianos en realidad expresan modos de
países ricos debido a su experiencia co- pensar muy generalizados. Estas extra-
tidiana de vivir bajo el nivel del mar, de- polaciones son, sin embargo, falibles.
bido a la evidencia científica del riesgo Pueden verse confrontadas por inespe-
y porque tanto ricos como pobres expe- radas alteraciones por parte del Otro
rimentaron el mismo desastre cuando, —la naturaleza— como por ejemplo el
en 1953, el oleaje provocado por una reciente y desastroso tsunami del Océa-
tormenta ahogó a 2.000 personas. No no Índico. Dickens (2003, 2004) piensa
obstante, la relación entre naturaleza que será necesaria una fuerte irrupción
y conciencia no es determinante. Teó- de la realidad en forma, por ejemplo,
ricamente, los holandeses podrían ha- de transformación sustancial de los sis-
ber descartado esas señales (la tormen- temas climáticos, para que se modifique
ta como un acontecimiento que ocurre la cultura del narcisismo. Presagia que
cada mil años) como algo que no re- para romper esa cultura de consumismo
quiere ningún tipo de acción. Pero no lo basada en la presunción de invulnerabi-
hicieron, dejando así que las señales de lidad será necesaria una señal extrema
la naturaleza inciten a la conciencia y a de desastre.
las prácticas medioambientalistas.
En otros casos los tres tipos de seña- Una Perturbación de la Naturaleza que
les divergen. Por ejemplo, la alerta cien- Choca contra las Extrapolaciones Tran-
tífica del Panel Intergubernamental sobre quilizadoras
Cambio Climático - PICC (2001) sobre En Enero de 1998 un aire inusual-
los peligros del cambio climático global mente intenso, persistente, cálido y hú-
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medo proveniente de “El Niño” colisio- Lejos de ser algo inusual, estas engaño-
nó con la masa de aire frío habitual del sas extrapolaciones han demostrado ser
noreste de Norte América, provocando eventos típicos. La compañía eléctrica
cinco días de lluvia helada y generando de Québec es conocida por haber ido
una capa de hielo que acabó con líneas dotando de robustez a su red eléctrica a
eléctricas y torres de transmisión. La tor- base de extrapolar las evidencias dispo-
menta de hielo produjo el desastre más nibles, sufrir averías en ese tipo de na-
caro de la historia de Canadá (Philips turaleza recombinante provocadas por
1998, Comisión 1999, Milton y Bourque las dinámicas sorpresivas de la natura-
1999, Denis 2002) y afectó seriamente leza primaria en forma de lluvia helada,
al Norte del Estado de Nueva York (Ice relámpagos, tormentas de verano, etc.,
Storm 98) y el Estado de Maine (Region después reforzar la red eléctrica tenien-
I, Jones y Mulherin 1998). La confianza do en cuenta la última señal de la natu-
en las infraestructuras públicas de su- raleza en una extrapolación revisada, y
ministro de energía y en los gobiernos siendo nuevamente sorprendida cuando
quedó minada por los millones de per- el evento siguiente sobrepasa las expec-
sonas que quedaron sin calefacción ni tativas (Comisión 1999; Murphy 1999;
luz en el gélido invierno (algunos hasta Murphy 2002a). En Enero de 1998 la
un mes), por cuarenta y siete muertos, más robusta de las redes eléctricas ja-
por salas de urgencias desbordadas por más construida en Québec se vino aba-
casos de intoxicación por monóxido de jo debido a una construcción inespera-
carbono e intoxicaciones alimentarias, da de la naturaleza primaria.
por el enorme coste de reconstrucción Este desastre aparentemente natu-
del sistema eléctrico y por un millón de ral fue en realidad un híbrido resultan-
reclamaciones a las compañías de segu- te de la interacción entre los peligros
ros (Comisión 1999, Jones y Mulherin de la naturaleza y la vulnerabilidad so-
1998). Algunos estudios llegaron a la cialmente construida (Murphy 2001,
conclusión de que la tormenta de hielo 2002a). Sus consecuencias fueron de-
indicaba un mayor sentido de vulnera- terminadas por las prácticas socialmente
bilidad (Denis 2002:29). construidas, estuvieran o no en armonía
Esa intensa lluvia helada y persisten- con las construcciones de la naturaleza.
te no la esperaban ni científicos ni pro- Concretamente, la mayor dependencia
fanos. Los marcos retóricos que antes de una red eléctrica centralizada am-
del 5 de Enero 1998 habían descartado plificó de manera inadvertida la vulne-
este tipo de acontecimiento como alta- rabilidad ante las perturbaciones cau-
mente improbable quedaron en entredi- sadas por la naturaleza primaria. Las
cho por la propia lluvia helada. Las tran- comunidades antimodernas Amish de
quilizadoras extrapolaciones basadas en esa región —que evitan la ciencia y la
tendencias fueron cuestionadas por las tecnología moderna, participan mínima-
sorpresivas dinámicas de la naturaleza. mente en el mercado, consumen poco
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LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT
DEL TREBALLADOR AUTÒNOM
EN LA PREVENCIÓ
DE RISCS LABORALS
JAVIER NAVARRO APARICIO
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA ESTUDI GENERAL
R E S U M E N
L’ARTICLE ASSENYALA LES DIFERÈNCIES MANIFESTES ENTRE ELS PROPONETS D’UN TEXT
ARTICULAT QUE REGULE EL CONJUNT DE DRETS (INDIVIDUALS I COL·LECTIUS) I DEURES
DELS TREBALLADORS AUTÒNOMS EN RELACIÓ A LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS. LA
NECESSÀRIA ARTICULACIÓ PEL FENOMEN DE LA SEGMENTACIÓ DEL SISTEMA DE RELACI-
ONS LABORALS OBLIGA A ADOPTAR UNES REGULACIONS QUE GARANTESQUEN ELS DRETS
EN MATÈRIA DE SEGURETAT I SALUT LABORAL, D’AQUELLS QUE PRESTEN EL SEU SERVEI
D’UNA FORMA DEPENDENT O NO, A UN O VARIS EMPRESARIS.
“Cap nació pot dir-se pobra si per les lletres reneix: Poble que sa llengua co-
bra, se recobra a si mateix” Marià Aguiló (Renaixença)
(ATA) recull com un dret fonamental assalariats menors d’edat estableix l’Es-
del paraautònom l’aplicació preferent tatut dels Treballadors (Article 4, el tre-
del mateix com un dret sobre la salut i ball dels menors) en aquelles activitats
seguretat laboral. públiques que requeriran l’autorització
En relació als deures establits per als expressa de l’autoritat laboral, sempre
autònoms en prevenció de riscs labo- que no suposen perill per a la seua salut
rals, es produeix la remissió al compli- física o psíquica, ni incompatibles amb
ment de la normativa aplicable a l’ac- la seua formació escolar i humana. Per
tivitat exercida. Així, tant en l’informe a UPTA es ratifiquen els mandats esta-
dels experts com per a UPTA es demana blits pel text refós de l’Estatut dels Treba-
observar les mesures de seguretat i salut lladors (Article 6.2) que impedeixen al
laboral, coincidint ASNEPA en aquest menor desenvolupar activitats en horari
principi del deure encara que insisteixen nocturn (Convenis OIT núm. 79 (1946)
en l’aplicació del mateix només en me- relatiu al treball nocturne dels menors
sures de seguretat i higiene que afecten en activitats no industrials, ratificat per
la seua activitat. Espanya el 16 de febrer de 1971 i el
núm. 90 (1948) sobre el mateix tema
La LPRL dedica el seu Capítol III als en activitats industrials, ratificat per Es-
drets i obligacions en matèria preventi- panya en la mateixa data) i en aquelles
va, i en especial recull la protecció de activitats que el Ministeri de Treball i
determinats col·lectius que bé per les Assumptes Socials, declare com insa-
seues condicions físiques o psíquiques lubres, penoses, nocives o perilloses,
poden patir amb major incidència els tant per a la seua salut i integritat física
factors de risc laboral. És en aquest apar- i psíquica com per a la seua formació
tat on s’analitza la necessitat de prevenir professional i humana. La resta de les
i protegir als menors d’edat (Article 27 associacions proponents no es pronun-
LPRL) en la seua activitat a causa de la cien expressament, si bé cal entendre
seua immaduresa i a la falta d’experi- que el proteccionisme del col·lectiu es
ència que li permeta percebre les situ- produïsca en similitud a les normes re-
acions de risc. Per al treballador autò- gulades per a la resta dels treballadors
nom, l’informe dels experts empara el (Directiva 94/33/CEE, de 22 de juny de
menor de diverses formes. En primer 1994, del Consell, relativa a la protec-
lloc els exclou de l’activitat autònoma ció dels joves en el treball i el Conveni
quan es troben en procés d’escolaritza- OIT núm. 138 (1972), relatiu a l’edat
ció obligatòria remarcant la necessitat mínima d’admissió al treball dels me-
de completar la formació bàsica de la nors, ratificat per Espanya el 13 d’abril
persona en perjudici de l’exercici d’una de 1977).
activitat remunerada fins i tot tractant-se La salut i la prevenció dels riscs la-
de l’àmbit familiar. A continuació l’in- borals dels treballadors autònoms es
forme ratifica les mesures que per als concreta en les distintes propostes amb
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LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT DEL TREBALLADOR
AUTÒNOM EN LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS
tractaments dispars on trobem algun ele- tes o útils proporcionats per aquell per
ment en comú. Així en l’informe dels a qui s’executa el servei (Article 41 de
experts s’inicia el seu enquadrament la LPRL, obligacions dels fabricants, im-
recordant el paper actiu de les Admi- portadors i subministradors). Continuen
nistracions Públiques en relació a la els experts analitzant els aspectes deri-
prevenció d’aqueixos riscs, promovent vats de la responsabilitat que puga re-
accions, prestant l’assessorament tècnic caure en els treballadors autònoms com
i vigilant el compliment de la normati- a conseqüència de l’incompliment de
va en vigor. D’ací parteix la necessària les seues obligacions preventives citant
consensuació de propostes per a acci- en primer lloc la possible responsabili-
ons formatives amb les associacions re- tat civil que recaiga en ordre de repa-
presentatives per a oferir als seus asso- rar econòmicament els danys i perjudi-
ciats la formació específica i adaptada cis ocasionats que puguen patir terceres
a les circumstàncies professionals dels persones per l’esmentat incompliment.
autònoms. A més reprèn per als autò- Al mateix temps empara l’informe l’au-
noms dependents que realitzen la seua tònom enfront de la possible negligèn-
activitat en un centre de treball d’un cia de l’empresari contractant obligant a
empresari principal o titular del cen- aquest últim a suportar la responsabilitat
tre, la necessària coordinació (coopera- objectiva derivada del recàrrec de pres-
ció) de les seues activitats preventives i tacions (entre un 30 i 50 per cent del
l’obligació per al titular del centre d’in- pagament de la prestació econòmica de
formar aquells les mesures preventives Seguretat Social) que puga recaure en el
i de protecció adoptades al centre, així subjecte infractor. Finalment els experts
com els plans d’emergència disponi- tanquen l’apartat de les responsabilitats
bles i la transmissió de les adequades recordant les vies complementàries de
instruccions en l’exercici de l’activitat responsabilitat que permet la LPRL entre
de l’autònom en aqueix centre. Aques- les sancions administratives (o penals),
ta regulació és fidel a l’esperit iniciat en civils i de seguretat social.
l’Article 24 de la LPRL i la seua norma Per a UPTA la seguretat i salut del
de desplegament (RD 171/2004) on a treballador autònom es resumeix en el
més recorda que l’autònom contrac- dret a adoptar mesures de protecció
tat o subcontractat per a realitzar acti- (que no de prevenció) per a la seua salut
vitats pròpies del contractista compor- i la dels seus treballadors a càrrec en-
ta la seua vigilància en el compliment front dels riscs laborals. A continuació
de les seues obligacions preventives. relaciona els drets d’informació, con-
És més, l’informe recorda l’empresari sulta i participació, així com formació,
principal que en la transmissió de les paralització de l’activitat en cas de risc
informacions a l’autònom s’inclouen greu i imminent i la vigilància de l’es-
també aquells aspectes tècnics derivats tat de la seua salut de la mateixa forma
de l’ús de maquinària, equips, produc- (sense desenvolupar ni concretar) que es
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El término “estructura” parece jugar un papel esencialmente idéntico en las ciencias natura-
les. Tal uso tiene su origen, según entiendo, en la botánica de los siglos XVII y XVIII desde el cual
se extendió a otras ciencias naturales y sociales (ver Foucault 1972:132-38).
146
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3
Esta bifurcación del significado de “estructura” inhibe especialmente la comunicación entre
dos grupos de científicos sociales cuyos actuales proyectos parecen convergentes pero quienes se
prestan recíprocamente poca atención. De un lado está el creciente grupo de sociólogos que están
examinando la dimensiones culturales de la vida social y, del otro, los antropólogos que están insis-
tiendo en la importancia del poder y las prácticas en la comprensión de la cultura. Para una valo-
ración del crecimiento del campo de la sociología de la cultura, ver Lamont and Wuthnow (1990).
Para las tendencias en la antropología actual, ver las observaciones de Orthner (1984:144-60).
147
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4
No es mi propósito desarrollar una crítica o apreciación completa de Giddens o Bourdieu.
La literatura crítica sobre ambos está creciendo rápidamente. Held y Thompson (1989), y Bryant y
Jarry (1991) incluyen no sólo un amplio rango de críticas sobre el trabajo de Giddens realizadas
por prominentes eruditos sino también una útil lista bibliográfica de críticas previas. Sobre Bour-
dieu, ver DiMaggio (1979), Brubaker (1985), Lamont y Lareau (1988), y Wacquant (1989). El últi-
mo de estos contiene extensas referencias a trabajos críticos sobre Bourdieu.
148
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pués de todo, el término usual de los reglas de la vida social” deben ser pen-
científicos sociales para “lo que la gen- sadas como si incluyeran toda la va-
te sabe” es “cultura”, y en esto quienes riedad de esquemas culturales que los
han tenido una teorización mas fructí- antropólogos han descubierto en sus
fera y han elaborado más estudios son investigaciones: no sólo el conjunto de
los antropólogos. Claude Levi-Strauss, oposiciones binarias que componen las
el único antropólogo al que Giddens herramientas fundamentales de pensa-
ha tomado seriamente, es virtualmen- miento en una sociedad dada, sino tam-
te único en su planteamiento sobre los bién las diversas convenciones, recetas,
más profundo o general de las estruc- argumentos, principios de acción y los
turas. Él intenta, últimamente, investigar hábitos de hablar y gesticular desarro-
por sucesivas abstracciones la estructura llados con dichas herramientas funda-
del cerebro humano. Incluso algunos de mentales5. En realidad, el término “re-
los antropólogos estructurales que han glas” no es demasiado correcto, pues-
sido más profundamente influenciados to que tiende a suponer algo así como
por Levi-Straus (ver por ejemplo, Sahlins prescripciones formalmente expuestas
1976, 1982, 1985) han estado más in- —el tipo de cosas anunciadas en le-
teresados en aplicar el método de Lévi- yes, refranes, liturgias, constituciones o
Strauss de buscar patrones recurrentes contratos6. Para mí significan no sólo las
de oposiciones binarias para especificar prescripciones formalmente expuestas,
los supuestos, prácticas y creencias de sino los informales y no siempre cons-
personas particulares que delinean tales cientes esquemas, metáforas o asuncio-
oposiciones, volviendo a la estructura nes presupuestas por tales afirmaciones
de “la mente salvaje/feroz” o el cere- formales. Me gustaría, de hecho, argu-
bro humano. mentar que las codificaciones de las
Antes que quedarnos en el nivel es- reglas públicamente fijadas son reales
tructural profundo, preferido por Lévi- antes que virtuales y deben ser vistas
Strauss, considero que debemos, como como recursos más que como reglas
hacen la mayor parte de los antropólo- en el sentido de Giddens. Debido a
gos, pensar las reglas como algo que esta ambigüedad sobre el significado
existe en varios niveles. Las reglas más de la palabra “reglas”, creo que es útil
cercanas a la superficie pueden ser, por introducir un cambio en la terminolo-
definición, más fútiles, pero no nece- gía. De ahora en adelante, utilizaré la
sariamente menos importantes en sus noción “esquemas” en lugar de “reglas”
implicaciones para la vida social. “Las —aunque esto destruya la agradable ali-
5
No es posible enumerar aquí un ejemplo representativo de los conceptos antropológicos que
explican con detalle diversas “reglas de la vida social”. La formulación más influyente del concepto
antropológico de cultura es probablemente la de Geertz (1973). Para un magnífico repaso de los
desarrollos recientes en antropología cultural, ver Ortner (1984).
6
Para una crítica convincente de la noción de regla, ver Bourdieu (1977:1-29).
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El concepto de reglas de Giddens ha sido ocasionalmente criticado, más recientemente por
Thompson (1989), pero a mi entender nadie ha criticado sistemáticamente el concepto de recursos.
153
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son también virtuales los recursos?. Es hijos hacia sus madres o el temor o la
sorprendente que Giddens no parezca reverencia que los súbditos sienten por
considerar esta cuestión. La noción de su rey. A diferencia de las fábricas o las
un recurso virtual parece particularmen- mantas de la bahía de Hudson, estos
te dudosa en el caso de los recursos no recursos no son materiales o no lo son
humanos (o en términos del autor, “dis- al menos en el mismo sentido. No obs-
tributivos”). Los recursos no humanos tante, estos recursos me parecen reales
pueden incluir seguramente cosas tales como opuestos a virtuales. Existen en
como las fábricas propiedad de los capi- lo que Giddens denomina “espacio-
talistas, las reservas de armamento con- tiempo”; son características observables
troladas por reyes o generales, las tierras de la gente real que vive en un tiempo
arrendadas a campesinos o los monto- determinado y se congrega en lugares
nes de mantas de la bahía de Hudson determinados. Y es su actualización en
acumulados por los jefes Kwakiutl. Está los cuerpos y las mentes de la gente lo
claro que esas fábricas, armas, tierras y que los convierte en recursos. No es el
mantas de la bahía de Hudson han teni- concepto despersonalizado de majestad
do un peso crucial a la hora de formar de los reyes lo que les da poder, sino el
y constreñir la vida social en lugares y temor y la reverencia que sienten por
momentos determinados y, por lo tan- ellos sus súbditos reales.
to, parece lógico incluirlos de alguna Si estoy en lo cierto cuando digo
manera en el concepto de estructura. que todos los recursos son reales más
Si las cosas materiales, por definición, que virtuales, la noción de estructura de
existen en el tiempo y en el espacio, Giddens resulta ser contradictoria en sí
es también difícil ver cómo tales recur- misma. Si las estructuras son virtuales,
sos materiales pueden ser considerados no pueden incluir tanto esquemas como
como virtuales. Es más, sólo en deter- recursos. Y si incluyen tanto esquemas
minados momentos, lugares y cantida- como recursos no pueden ser virtuales.
des estos objetos materiales pueden ser No podemos tener las dos cosas a la
utilizados como recursos. vez. ¿Pero cuál es la manera de tenerlas?
En el caso de los recursos humanos La manera más simple de conceptuali-
es sólo un poco menos claro. Por defi- zar la estructura sería volver al punto de
nición, el cuerpo humano, como otros partida de Giddens en el estructuralis-
objetos materiales, no puede ser virtual. mo y afirmar que la estructura se refiere
¿Pero qué ocurre con el conocimiento y sólo a reglas o esquemas, no a recursos,
los compromisos emocionales?, ¿y con y que los recursos deben ser pensados
los aspectos mentales de los recursos como un efecto de las estructuras. De
humanos?. Ejemplos de ello pueden ser esta manera, las estructuras mantendrían
el poder de consagrar la hostia y escu- su cualidad de virtuales y la particular
char confesión de los sacerdotes cató- distribución de recursos sería vista no
licos, el sentido de obligación de los como estructuras, sino como medios
155
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siempre crea recursos que incluyen a dad, lo que modela todas las activida-
los esquemas, esquemas y recursos de- des que tienen lugar en la casa en tér-
berían simplemente reproducirse unos minos de estas oposiciones. Bourdieu
a otros sin cambio, indefinidamente. La recalca que “todas las acciones reali-
pretensión de que las estructuras duales zadas en un espacio construido de esta
generan inercias está lejos de la fanta- forma son inmediatamente calificadas
sía; tal ha sido, en los hechos, el argu- simbólicamente y funcionan, como tan-
mento elaborado con gran brillantez tos ejercicios estructurales, hasta que se
en la muy influyente discusión de lo construye una maestría práctica de las
que Pierre Bourdieu ha llamado “habi- combinaciones fundamentales” (Bour-
tus” en Outline of a Theory of Practice. dieu 1977:91). La casa obtiene su confi-
Cualquier intento por razonar que la guración por la aplicación de esquemas
dualidad de la estructura mejora nues- (“estructuras mentales” en el vocabula-
tra capacidad para entender las trans- rio de Bourdieu), y la casa inculca esos
formaciones sociales, debe enfrentarse esquemas por la asignación de tareas,
a aquel argumento8. objetos, personas y posiciones emocio-
nales a diferentes espacios codificados.
Dualidad y estasis Como Bourdieu expone en su particu-
Aunque use diferente terminología, lar y paradójico estilo: “Las estructuras
Bourdieu ha ilustrado poderosamente mentales que construyen el mundo de
la relación mutuamente sostenida entre los objetos son construidas en la prác-
esquemas y recursos (que él llama “es- tica por un mundo de objetos construi-
tructuras mentales” y “el mundo de los dos de acuerdo con esas mismas estruc-
objetos”). Por ejemplo, en su conocida turas. La mente nacida del mundo de
discusión sobre la casa kabil (Bourdieu los objetos no crece como una subjeti-
1977) muestra como el diseño de ésta vidad confrontando una objetividad: el
y la colocación de los objetos en ella universo objetivo está hecho de objetos
reproducen las posiciones culturales que son producto de operaciones obje-
fundamentales de los kabiles, así como tivantes, estructuradas de acuerdo con
aquellas entre alto y bajo, masculino y las muchas estructuras que la mente las
femenino, fuego y agua, luz y oscuri- aplica. La mente es una metáfora del
8
Algunos de los trabajos más recientes de Bourdieu —especialmente Homo Academicus
(1988), es un estudio del profesorado francés en los eventos de 1968— tratan más directamente
el cambio. Yo no creo, sin embargo, que Bourdieu haya considerado la cuestión de cómo el ha-
bitus, en sí mismo, puede generar cambio. En Homo Academicus, la transformación emerge de
fuentes externas al habitus que analiza el autor —fundamentalmente, del inmenso surgimiento en
la población de estudiantes en las universidades francesas en los 60. Este concepto de habitus es
usado para argumentar que la respuesta de los profesores a la crisis estaba completamente deter-
minada por su posición en el campo académico. Homo Academicus parece indicar que Bourdieu
no ha sobrepasado la falta de agencia inherente al concepto de habitus elaborado en Outline of
a Theory of Practice.
159
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Generalizar un regla implica exponerla en la más abstracta forma que se aplicará al ma-
yor número de casos. El verbo “transponer” implica una aplicación concreta de una regla para un
nuevo caso, pero de tal forma que la regla tendrá sutilmente diferentes formas en cada una de sus
aplicaciones. Esto está incluido en tres de las definiciones del Oxford English Dictionary (1971,
s.v. “transpose”): “Remover de un lugar o tiempo a otro; transferir, cambio” “alterar el orden de o
la posición de en una serie... intercambiar” y, en música, “presentar en clave diferente”. Transpo-
ser en francés (la que, por supuesto fue la lengua en que Bourdieu escribió), también tiene, inclu-
so más significados apropiados: “hacer cambiar de forma o contenido por pasar de un dominio a
otro” (Le Petit Robert [1984, s.v. “transposer”]). Me gustaría que mi utilización de “transpose” fuera
entendida como una conservación del significado del francés.
162
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Aquí mi pensamiento está influenciado por Goran Thernborn (1980, especialmente pp.15-22).
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN
chas mal logradas puede modificar las enseñar diferentes esquemas. De nue-
rutinas de siembra o arado11. vo, esto me parece inherente a una de-
La polisemia de recursos. —El tér- finición de agencia como la capacidad
mino polisemia (o multiplicidad de para transponer y extender esquemas
significados) es normalmente aplicado hacia nuevos contextos. Agencia, para
a símbolos, lenguaje o textos. Su apli- diferenciarla, es la capacidad de los ac-
cación a los recursos suena como una tores para reinterpretar y movilizar una
contradicción de términos, pero dado serie de recursos en términos de esque-
el concepto de recursos por el que es- mas culturales diferentes a aquéllos que
toy abogando, no hay tal. Los recursos, inicialmente constituyeron la serie.
he insistido, encarnan esquemas cultu- d) La intersección de estructuras. —
rales. Sin embargo, como los textos o Una de las razones por las cuales una
representaciones rituales, su significado serie de recursos puede ser interpreta-
nunca es completamente inequívoco. La da de más de una forma es que las es-
forma de la fábrica incluye, y por con- tructuras o los complejos estructurales
siguiente muestra, nociones capitalistas se cruzan y superponen. Las estructuras
de relaciones de propiedad. Pero, como de la sociedad capitalista incluyen tanto
Marx señala, esto también expresa el ca- un modo de producción basado en la
rácter necesariamente social y colectivo propiedad privada y el lucro, como un
de la producción y por tanto socava la modo de organización laboral basado
noción capitalista de propiedad privada. en la solidaridad en el lugar del traba-
El nuevo prestigio, fortuna y territorios jo. La figura de la fábrica como recurso
ganados por el gran éxito de una caba- fundamental en estas dos estructuras y
llería encomendada puede atribuirse a sus significados y consecuencias tanto
la disciplina superior de los oficiales de para los trabajadores como para los di-
caballería y por eso se ensalza el poder rectores es, por tanto, abierta y dispu-
de un cuerpo de oficiales aristócratas, o tada. La intersección de estructuras, de
puede ser atribuido a la comandancia hecho, toma lugar tanto en la dimensión
general y eso conlleva un incremento de de esquema como en la de recurso. No
la subordinación de los oficiales hacia sólo una serie de recursos dada pue-
un líder carismático. Cualquier conjunto de ser reclamada por diferentes acto-
de recursos es susceptible de ser inter- res incrustados en diferentes complejos
pretado de varias formas y, por lo tanto, estructurales (o diferencialmente recla-
de otorgar poder a diferentes actores y mada por el mismo actor incrustado en
Aunque Marshall Sahlins (1981, 1985) no incluye explícitamente los recursos en su defi-
11
nición de estructura, mi argumento corre paralelo al suyo. Sahlins argumenta que “en acción en
el mundo —técnicamente, en los actos de referencia— las categorías culturales adquieren nuevos
valores funcionales” porque las categorías están “cargadas al mundo” (1985:138). Esta carga de
categorías al mundo es una cuestión de esquemas que han sido cambiados por los efectos no an-
ticipados de la acción en los recursos que sostienen los esquemas.
164
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN
tico y estructuralista. Designar una es- traciones de poder, mientras que las es-
tructura como “profunda” implica que tructuras gramaticales de una lengua o
ésta se encuentra por debajo y genera las escolares crean concentraciones de
cierta variedad de estructuras “superfi- poder mucho más modestas. Las estruc-
ciales”, justo como estructuras subya- turas también difieren en los tipos de
centes y generadoras de prácticas. En poder que movilizan. Por ejemplo, el
el discurso estructuralista, estructuras poder creado por la sucesión apostóli-
profundas son esos esquemas que pue- ca está basado principalmente (aunque
den ser mostrados como subyacentes a dista de ser exclusivo) en la persuasión,
estructuras comunes o “superficiales”, mientras que el creado por el gobierno
en el sentido que éstas últimas son una militar del ejército victorioso está basa-
serie de transformaciones de las estruc- do principalmente en la coerción.
turas profundas. De este modo, los es- Lenguaje. — Creo que pensar las es-
quemas estructurales para la representa- tructuras en términos de su profundidad
ción de un ritual de la fertilidad pueden y poder puede conducir a comprender
ser mostrados como transformaciones la durabilidad y dinámica de las mismas.
particulares de un profundo conjunto Baste considerar, por ejemplo, las estruc-
de oposiciones entre mojado y seco turas lingüísticas, que estudiosos en mu-
o masculino y femenino, que también chas disciplinas han usado como el prin-
subyacen a estructuras que informan cipal ejemplo de estructura en general.
otras prácticas institucionalmente dis- Se trata de estructuras que, por supuesto,
tintas —desde la construcción de vi- tienden a ser sorprendentemente dura-
viendas, el embellecimiento personal, bles. En realidad caen en los extremos
o la oratoria. Consecuentemente, los de las dimensiones de poder y profun-
esquemas estructurales profundos son didad. De hecho, son excepcionalmen-
también penetrantes, en el sentido que te profundas. Complicadas estructuras
están presentes relativamente en una fonológicas, morfológicas, sintácticas y
amplia variedad de esferas instituciona- semánticas subyacen en cada oración.
les, prácticas y discursos. También tien- Las oraciones, a su vez, son agrupadas
den a ser relativamente inconscientes. en expresiones significantes o textos en
Es decir que se dan por sentado supo- concordancia con las estructuras discur-
siciones mentales o modos de proceder sivas de retórica, narrativa, metáfora y ló-
que los actores normalmente aplican gica. Y todas estas estructuras lingüísticas
sin ser conscientes que son aplicados sostenidas subyacen a una multitud de
por ellos. estructuras que dependen, al menos en
Estructuras diferentes también varían parte, del habla y escritura —lo que da
enormemente en cuanto a los recursos a entender la inmensa preponderancia
y por lo tanto en cuanto al poder, que de todas las estructuras.
movilizan. Las estructuras militares o Por otra parte, el poder de las estruc-
las financieras crean masivas concen- turas lingüísticas es excepcionalmente
168
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John Roemer (1982) ha demostrado para mi satisfacción que la explotación capitalista pue-
de tener lugar en ausencia de trabajo asalariado.
171
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de otro modo, al presentar casi todos sión obtendría muchos cambios. Inclu-
los recursos como productos intercam- so inversiones que fallan al crear nuevas
biables, la forma de mercancía organiza oportunidades pueden ser aprovechadas
virtualmente la intersección universal, lo siguiendo los procedimientos normales
cual significa que los cambios en una de inversión e intercambio capitalistas
estructura —con acumulación creciente —cuando una empresa se hunde, hay
o decreciente de recursos o un nuevo una planta y equipamiento a la venta a
procedimiento— pueden afectar inde- precio de ganga y un mercado residual
finidamente un vasto número de otras a explotar por parte de las antiguas em-
estructuras atravesadas por el mediador presas competidoras, etcétera. En con-
monetario. Por otra parte, cambios en secuencia, los procedimientos mismos
un punto del circuito de intercambio son extraordinariamente insensibles a
incrementarán los efectos de los recur- (en realidad, paradójicamente, se re-
sos e innovaciones. Y estos cambios no fuerzan por) los fracasos de empresas
están necesariamente forzados a seguir o industrias capitalistas particulares. El
cualquier forma institucional en parti- desplazamiento de los tejedores manua-
cular, basta con que sean aprovecha- les por el poder del telar, o del carbón
bles. Así, por ejemplo, el surgimiento por el petróleo puede que haya des-
de la industria del automóvil estimuló truido técnicas, destrozado negocios, o
el desarrollo simultáneo de plantacio- estropeado economías de ciertas loca-
nes de caucho basadas en el trabajo lidades, pero simultáneamente demos-
de aprendizaje o el trabajo forzoso y tró que seguir la lógica productiva crea
de operaciones de cadenas de monta- riqueza para quienes lo hacen e inclu-
je automovilísticas basadas en inmen- so (a la larga y a pesar de excepciones
sas fábricas manejadas por proletarios locales) para la economía capitalista
así como también una proliferación de en su totalidad. En algunos casos, las
tiendas de reparación dirigidas por pe- estructuras pueden combinar profun-
queños capitalistas autónomos. didad con gran poder y, consecuente-
Pero esta inestabilidad e impredeci- mente, pueden formar las experiencias
bilidad crónicas de las estructuras super- de sociedades enteras durante muchas
ficiales del capitalismo en realidad re- generaciones.
fuerzan sus estructuras profundas. Una
alteración cualquiera en la vasta cade- Conclusión
na de intercambios de productos es una He partido de la premisa de que
nueva incitación para invertir. La lógi- “estructura” es una inevitable metáfora
ca inherente en la forma del producto epistémica en las ciencias sociales y he
hace de cualquier nueva variedad de tratado de puntualizar cómo esta metá-
recursos o nuevos procedimientos una fora puede ser entendida. Las estructu-
oportunidad potencial para el beneficio. ras —he sostenido— están constituidas
Y, por supuesto, cualquier nueva inver- por esquemas culturales y conjuntos de
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Bibliografía
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serà possible per la delimitació del La forja d’un dels personatges cab-
camp específic de la disciplina, amb la dals del pensament contemporani es va
consegüent diferenciació. I no només teixint en el recorregut institucional i,
això, sinó també després de les disputes molt especialment, amb constants re-
amb científics d’altres camps. La dispu- ferències a la seva obra (i a l’obra sobre
ta entre Antropologia i Història tingué ell) que permeten contextualitzar-la. Els
en Lévi-Strauss i Braudel dues figures. darrers dos capítols ens presenten un
Ambdós, a més, tindrien un paper clau Lévi-Strauss que, en el transcurs de la
en la participació d’institucions d’inves- maduresa a la vellesa, no ha abandonat
tigació i, particularment, en les dispu- la passió per aprendre aplicant un es-
tes per la definició de seccions al Cen- tructuralisme que, més que una teoria,
tre d’Estudis Sociològics i, finalment, la és per a ell un mètode. Els anys setanta,
fundació de l’Escola d’Alts Estudis en Lévi-Strauss era ja un personatge citat,
Ciències Socials. criticat, traduït, admirat i interpretat que
Però no només hi hagué un esforç fins i tot generava controvèrsia per cert
diferenciador respecte de la història. conservadorisme. Més tard ell mateix
Al llibre trobem la diferenciació del es veu contrariat per les interpretacions
camp de l’Etnologia d’altres com els que semblen derivar de la seva obra de
del Psicoanàlisi, la Sociologia o la His- la mà dels pensadors post-estructuralis-
tòria. La particularitat de la disciplina tes. Però no es limita a una crítica envers
i el que, aleshores, la diferenciava de ells. Per Lévi-Strauss, les Ciències Socials
les altres era —segons la interpretació i Humanes contemporànies corren el risc
que fa Bertholet de l’aportació de Lévi- de caure en l’exercici de la retòrica sen-
Strauss— la perspectiva de comparació se més que, en tant que mera acumula-
intercultural i vocació universalista, re- ció, es diferencia de la ciència feta amb
lativisme cultural i estranyament antro- rigorosa sistematització.
pològic a més de l’estudi del que l’an- La seva activitat científica ha dut
tropòleg francès denominava “societats Lévi-Strauss a ser un dels principals
àgrafes i fredes” (és a dir, de canvi lent). pensadors del segle XX. Segons el re-
La diferenciació es reflecteix també en trata Bertholet, veiem en ell un intel-
la institucionalització de l’Etnologia a lectual honest, que diu què pensa però
França i a nivell internacional, amb els que acaba essent més aviat un savi, en
càrrecs que va ocupant el protagonista la mesura que no practica la intervenció
del llibre. Malgrat tot, en el darrer ca- social. De fet, podem dir que el text ens
pítol Bertholet presenta la defensa afer- dibuixa un científic poc involucrat (o
rissada, per part de Lévi-Strauss, de la gens) en el canvi social, postura cohe-
necessitat que les diferents disciplines rent amb les seves pròpies teories, més
es complementin, fins i tot (o, de fet, vinculades a la concepció d’estructures
especialment), quan treballen sobre un universals i persistents que al canvi cul-
mateix objecte. tural i social.
185
NÚM. 14, JUNY, 06
R E C E N S I O N S
186
A B S T R A C T S
187
MARQUES, Sandra Cristina Simões
Usos y representaciones del espacio público en Calcuta, India.
USAGES AND IMAGES OF THE PUBLIC SPACE IN CALCUTA. INDIA
The present essay is integrated in the anthropological study “As Câmeras e o Tur-
ismo em Calcutá: Representações da Pobreza em Photovoice [Cameras and Tour-
ism in Calcutta: Representations of Poverty through Photovoice]” which has, as
specific attributes the treatment of the razor edge linked two phenomena – im-
ages and tourism. Kolkata (Calcutta) occupies an unequalled place in western
imagery as a place of poverty, decadence and exotic. And to confirm this im-
age, the expressions most used by western tourists to describe the city are “too
much poverty, too crowded, too dirty, too polluted”. What is that makes Kolkata
so particular to acquire this persistence on the discourse’s representations of the
western tourists? I have elected to this essay just one of the factors that lay on this
representation – Kolkata exhibits a subversion of the western logic of represent-
ing the urban landscape.
MARRERO, Adriana
La teoría del capital social. Una crítica en perspectiva lationamericana.
THE THEORY OF SOCIAL CAPITAL. A CRITIQUE FROM A LATINOAMERICAN VIEWPOINT
The aim of this article is to expose the Social Capital Theory and to criticize it
from two points of view: as an explanatory theory of social inequality, and as an
inspirer for the design of public policies.
MONTEZEMOLO, Fiamma
Tijuana “becoming rather than being”. Representando Representaciones...
TIJUANA BECOMING RATHER THAN BEING. REPRESENTING REPRESENTATIONS...
The aim of this article is to explore the limits of holistically representing a city such
as Tijuana: border city of contrasts, young and economically, socially and culturally
polarized. The author provides us with a representation of the various and multiple
representations generated around Tijuana; the article takes the cultural turn within
the social sciences as a point of departure and as critique of positivist pretensions
to ‘objectivity,’ and extends the Deleuzian concept of the ‘metamorphosis of the
self’ to the city. By substituting the city for the self, the author explores how the
signifier Tijuana has generated a multiplicity of signifieds through the subjectivi-
ties that defines her at this particular historical moment. Since constructions of a
given reality is always already situated and relational, the article probes the city’s
very process of subjectivation. It appears that Tijuana’s main concern is to remake
itself through a plural process of becoming that radically values difference over
any fixed, exhaustive, transcendent and holistic concepts. Departing from con-
ventional attempts to search for a ‘model’ of the ‘city,’ the article engages with
188
the various embodiements of Tijuana in contemporary concrete circumstances
where a maquila factory worker sees her as an industrial city, and an intellectual
to frame her as the perfect representation of a post-modern one…
MURPHY, Raymond
Realismo medioambiental: de la apología a la sustancia
REALISM: FROM APOLOGETICS TO SUBSTANCE
This paper assessed the cornucopian theory of the mastery of plastic nature. It
found serious deficiencies, especially the theory’s complacent faith in economic
rationality and its underestimation of nature’s capacity for unexpected emergent
disturbances. Conclusions about the real state of the world and realistic expec-
tations for the future must take into account not only present trends but also the
findings of research into disasters and into societies that have collapsed. Learning
from the analysis of such discontinuities and breaking points will help to avoid
simplistic presumptions of safety based on extrapolating time-series trends of
present well-being in wealthy societies into the distant future. Disaster research
and studies of collapsed societies can teach us about failures of foresight con-
cerning nature’s dynamics, about the material consequences of such errors, about
the uncertainties involved in foreseeing nature’s emergent dynamics, and about
social barriers to learning from the prompts of nature. A deeper realism that has
learned to expect the unexpected from nature is necessary. Such a critical realist
perspective for investigating prompts from nature has been elaborated in this pa-
per. The investigation of an unforeseen ice storm that resulted in Canada’s most
expensive disaster supported these arguments. That ice storm, which paradoxi-
cally resulted from unusual warming, could be a harbinger of dangers to come
under global climate change.
189
SEWELL Jr., William H.
Una Teoría de Estructura: Dualidad, Agencia y Transformación
A THEORY OF STRUCTURE: DUALITY, AGENCY, AND TRANSFORMATION
“Structure” is one of the most important, elusive, and undertheorized concepts
on the social sciences. Setting out from a critique and reformulation of Anthony
Gidden’s notion of duality of structure and Pierre Bourdieu’s notion of habitus,
this article attempts to develop a theory of structure that restores human agency
of social actors, builds the possibility of change into the concept of structure, and
overcomes the civide between semiotic and materialist visions of structure.
190
N O T E S B I O G R À F I Q U E S
191
SANDRA CRISTINA SIMÕES MARQUES es investigadora becada en el Departa-
mento de Antropología del Instituto Superior de Ciências do Trabalho e da Em-
presa (ISCTE, Lisboa) con la financiación de la FUNDAÇÃO PARA A CIÊNCIA
EA TECNOLOGIA (Lisboa) para la realización de la tesis As Câmeras e o Turis-
mo em Kolkata: Representações da Pobreza em “Photovoice”, bajo la dirección
del profesor Brian O’Neill (ISCTE) y la profesora Sita Venkateswar (Massey Uni-
versity, New Zealand).
192
WILLIAM H. SEWELL Jr. es profesor de Historia y Ciencias Políticas en la Uni-
versidad de Chicago y director del taller sobre teoría social en esa misma univer-
sidad. Sus investigaciones se centran en la historia y sociología de la cultura, la
política y teoría sociológica. Entre sus trabajos destacan Work and Revolution in
France: The Language of Labor from the Old Regime to 1848 (1980 [traducción
al español en Taurus, 1992]) Trabajo y revolución en Francia. El lenguaje del mo-
vimiento obrero desde el Antiguo Régimen hasta 1848), A Rhetoric of Bourgeois
Revolution: The Abbé Sieyes and “What Is the Third Estate? (1994) y Logics of
History: Social Theory and Social Transformation (2005). Por su artículo “Politi-
Theory y Society
cal Events as Transformations of Structure” (Theory Society, 1996) recibió en
su día el premio de la American Sociological Association al mejor artículo sobre
teoría sociológica. Desde 2004 es miembro de la Academia americana de las
Artes y las Ciencias.
193
194
afers
fulls de recerca i pensament
a
editorial afers
Informació i subscripcions: Editorial Afers, s.l. / Apartat de Correus 267
46470 Catarroja (País Valencià) / tel. 961 26 93 94
e-mail: afers@editorialafers.cat / http://www.editorialafers.cat
Josep M. C ADENA : L’humor de Jaume Perich, deu
anys després de la seva mort ¶ editorial: Encetem
una nova etapa ¶ plaersdemavida: Teresa IRIBARREN
I DONADEU: El plagi a l’època de la seva reproducció
tècnica / Miquel IZARD: No trobes [Miquel] que ja és
hora de treure els peus del fang i espolsar-se el clatell i
fer bugada ¶ intervencions: Benoît PELLETIER: L’acció
internacional del Quebec des d’una perspectiva federal /
Albert MESTRES: Joan Amades: cultura popular, folklore
i literatura / Ana Sofia FONSECA BRAGA: Egipte: un oasi
del Sàhara / Claudi BALAGUER: El Diccionari Occitan-
Catalan/Català-Occità / Joan CUSCÓ I CLARASÓ: Per
què filosofia? Reflexió en companyia d’Eduard Nicol i
Eugeni d’Ors / Xavier DÍEZ: La Transició impugnada.
L’ombra de la Guerra Civil i la catalanofòbia en el debat
del nou Estatut ¶ diàlegs: Joseph LUCAS: Occident en
perspectiva. Una conversa amb David Landes / Vicent L. SALAVERT I FABIANI: Art,
ciència i història. L’humanisme de Giuseppe Olmi ¶ arts: Joan ABELLAN: Els territoris
socials de les arts escèniques / Adriana DANÉS SALA: Rafael Tasis i la novel·la catalana
dels primers anys trenta / Montserrat COMAS GÜELL: L’anticipació dels símbols:
«Cuatro perlas de un collar» de Víctor Balaguer / Josep CAMPS I ARBÓS: Joan Baptista
Xuriguera (1908-1987). Notícia i reivindicació d’un narrador oblidat / Albert MORENO
I SAGRERA: Max Fridman i la Guerra Civil espanyola ¶ assaigs & estudis: Martí JORDÀ:
Sobre l’adopció del model soviètic de la «solució final» / Enric PUJOL: Gestació, declivi
i persistència de les teories cícliques. A propòsit de la «matemàtica de la història»
d’Alexandre Deulofeu / Pau VICIANO: Comparar és ofendre? Les altres banalitzacions
del passat i la polèmica del nou antisemitisme / Eusebi AYENSA: Antoni Rubió i Lluch
i Dimítrios Vikelas. Una pàgina del filhel·lenisme català / Albert FERRER: De Kant a
Foucault. Filosofia, educació i poder / Enric UCELAY-DA CAL: Països Catalans: com
descriure les fronteres d’enlloc. A propòsit de les tesis d’Arnau González i Vilalta ¶
d’arreu: Dónall Ó RIAGÁIN: Respecte, comprensió i tolerància. Política lingüística
i procés de pau a Irlanda del Nord ¶ ressenyes: Vicenç M. ROSSELLÓ I VERGER:
L’exhaustivitat de la recerca: el marquesat de Llombai a tall d’exemple / Juli PERETÓ:
Un al·legat sobre la ciència / Josep M. ROIG ROSICH: Una història global de Catalunya
/ Francesc FOGUET I BOREU: Pecat original / Mireia SOPENA I BUIXENS: Editorial Nova
Terra, pel progrés social / Andreu MAYAYO I ARTAL: El present en clau històrica / Albert
MESTRES: Apel·les Mestres recuperat ¶ la tria: BARDINOVI: Del còmic al cinema: dues
perles de negra violència / Marta ROVIRA: La globalització i el nacionalisme / Eusebi
ORELLANA: Art i ruïnes: una exposició grata i decebedora / Emili EMILIÓ: Ciència i
postmodernitat: un intent de conciliació / Ferran ARCHILÉS: Identitat nacional a Itàlia /
Ferran ARCHILÉS: l’Onze de Setembre i el nacionalisme nord-americà / Vicent OLMOS:
La dissecció del terror de Stalin / Pau VICIANO: El veritable rostre del blaverisme ¶
breus ¶ abstracts
Intercanvis: Departament de Sociologia i Antropologia Social / Universitat de València / Facultat de Ciències So-
cials / Edifici Oriental / Avinguda dels Tarongers, s/n. / 46022València / tel.: 96 382 84 54 / fax: 96 382 84 50
Subscripcions: Editorial Afers, s.l. / Av. Dr. Gómez Ferrer, 55-5 / Apartat de Correus 267 / 46470 Catarroja
(País Valencià) / tel.: 96 126 93 94 / e-mail: afers@editorialafers.cat / http:// www.editorialafers.cat
ARXIUS DE CIÈNCIES SOCIALS
SUMARI NÚMERO 12/13 (2005)
12. SOCIOLOGÍA CRÍTICA
(José Manuel Rodríguez Victoriano, coord.)
JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ VICTORIANO: Mira-
das desde la sociología crítica. Presentación
de la compilación de artículos del seminario
internacional de sociología crítica “Jesús
Ibáñez”
FERNANDO ÁLVAREZ URÍA: Sociología y liber-
tad. El debate entre Friedrich Hayek y Karl
Manheim sobre el estatuto del mercado en
la sociedad
LUIS ENRIQUE ALONSO: El trabajo desencan-
tado. De la cuestión social a las cuestiones
de la sociedad
CARLOS PEREDA: Inmigración y ciudadanía.
En torno a la discriminación de los inmi-
grantes como sujetos políticos
JAVIER CALLEJO: Códigos, usos y nervios: tres
momentos en la construcción de un patrimo-
nio común
ALICIA GUTIÉRRREZ: Elementos críticos para el análisis de la reproducción social en y de
la pobreza
JOSÉ MIGUEL MARINAS: 10 temas comunes al psicoanálisis y a la investigación social
PAULO ROBERTO MARTINS: Introducción a la nanotecnología: un análisis sociológico
Intercanvis: Departament de Sociologia i Antropologia Social / Universitat de València / Facultat de Ciències So-
cials / Edifici Oriental / Avinguda dels Tarongers, s/n. / 46022València / tel.: 96 382 84 54 / fax: 96 382 84 50
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