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36 Los modelos humanistas
La psicología humanista
Frente al conductismo, en Estados Unidos, se configuró de modo más o menos
amplio lo que se ha llamado un movimiento de psicología humanista. Abraham Mas-
low (1908-1970) llamó a esta tendencia la «tercera fuerza» en psicología, significando
así su rechazo y su carácter de alternativa a un tiempo frente al conductismo y al psi-
coanál isis.
Algunos rasgos podrían servir para caracterizarla. Por lo pronto, su objetivo priori-
tario ha sido la comprensión de la conducta y de la experiencia vital del hombre, tanto
del individuo normal C0l110 del enfermo. La condición fundamental del hombre radi-
caría en su ser personal. La persona es un ser que busca su autorrcalización, mediante
el cumplimiento de un proyecto clc existencia o vocación que da sentido a su vida. No
basta para entenderla la aplicación de un modelo mecanicista psicológico. Tampoco se
puede prescindir de la comprensión de la experiencia subjetiva, con sus motivos y
vivencias. Por eso los psicólogos humanistas han revitalizado muchas ideas tomadas
de Dilthey y de la fenomcnología, no sólo en lo referente a los contenidos mentales,
sino también acerca de distintos aspectos metodológicos,
Domina. pues. un interés por la consideración global de la persona. de sus aspectos
existenciales -libertad. conocimiento, responsabilidad. historicidad-, junto con un
cierto alejamiento del modelo naturalista de la psicología experimental contemporá-
nea. «La psicología hurnanística -dice uno de sus representantes (Grcening, 197 1,9)-
subraya que el hombre no es sólo responsable de su autorreal ización, sino que tiene un
impulso efectivo y una necesidad de logra-la». Frente a la homeosrasis, ocupa aquí la
primacía la idea de la autorrcalización personal; frente al método experimental natura-
lista, el método comprensivo y el fenomenológieo serían los dominantes: tales parecen
ser las más claras diferencias que bastarían a caracterizar esta orientación.
Algunos de sus representantes guardan estrecha relación con el movimiento filosó-
fico del cxisicncialismo. Para éste, como es sabido. la persona es siempre alguien úni-
co. concreto. que se halla puesto en un mundo, cuya «esencia» se va construycndo Y
adquiriendo a través de los actos de su «existencia». Martín Heidegger (1889-1976), en
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Alemania, José Ortega y Gassct (1883-1955) en España, Gabriel Marcel (1889-1973)
Y Jean Paul Sartre (1905-1980) en Francia. partiendo de la fenomenologfa de Husscrl
(véase cap. 24), se orientaron hacia una nueva antropología filosófica, que ha tenido
repercusiones, no siempre muy fieles, en el campo de la psicología.
Otros han partido más bien del psicoanálisis. En general, la persona ha sido rein-
tcrprctada desde un marco donde se ha reducido la carga biologista y naturalizadora y
así se ha logrado una convergencia con el humanismo existencialista.
Entre otros muchos nombres que podrían ser mencionados aquí, nos referiremos a
Gordon Allport. Abraham Maslow, Carl Rogers y George A. Kelly. Estos nombres
representan una aproximación original al problema psicológico.
La psicología de Gordon W. Allport (1897-1967)
Uno de los hombres más influyentes en la psicología americana contemporánea,
Gordon W. Allport (Montczuma, Indiana, USA, 1897-Cambridge, Mass., 19(7), ha
contribuido enormemente al desarrollo del estudio de la personalidad dentro del mun-
do de la psicología.
Había estudiado en Harvard, ampliando luego su formación en Alemania e Ingla-
terra. Enseñó luego muchos años en Harvard, realizando numerosos trabajos sobre
cuestiones diversas relativas al tema de su interés, acerca del cual publicó, entre otros,
Psicología de la personalidad (1937) Y La personalidad. Su configuración y desarro-
llo (1961). Del primero se ha dicho que literalmente creó el campo de la personalidad
como un tema de estudio académico. En ese sentido. su obra ha sido fundamental para
el desarrollo de los estudios sobre personalidad en el último medio siglo.
Formado en la tradición de William James. con un discípulo de éste, Edwin Bissell
Holt (1873-1946). persona abierta a los temas del psicoanálisis y el conductisrno, AII-
port se ha planteado el problema de conciliar una psicología descriptiva, idiográfica.
interesada por el individuo concreto y orientada hacia el método clínico, o «de caso»,
con otra corriente, la psicología explicativa o nomotética, dedicada al estudio de las
estructuras y leyes generales, y fundada en el empleo del método experimental.
La psicología necesita una ampliación. pensó Allport; necesita. precisamente, lle-
Dar a ser ciencia del individuo, que es quien realmente existe.
e- Domina en su obra una concepción estructural del individuo constituido mediante
un proceso de desarrollo. o de «llegar a ser» (becoming}, a través del cual «el organis-
mo biológico ... llega a transformarse en la persona adu lta» (1965, 117) inserta en un
mundo social y cultural. En su desarrollo adquiere una estructura. la «personalidad en
cuanto sistema configurado y en proceso de desarrollo» (1966, 15). La obra de Allport
gira en torno a este núcleo de problemas. .
Cada individuo es de por sí «una corriente de actividad», y éste es el hecho del que
se ha de partir (1965, 124). Allport se opone así a las psicologías de tipo S-R, para
defender. en cambio, un esquema S-O-R [«tipo de estimulación -organización inter-
na- respuesta a los productos de la organización» (1966,490)] que ya dcfendieran,
entre otros, los gestaltistas. En el proceso general del desarrollo se produce un cambio
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real al tiempo que se conserva y perdura la individualidad. Y este proceso lleva desde muchas conductas. por otra; "ha de suponerse. por tanto. una estructura que realice esas
el organismo inicial a la estructuración de la personalidad. equivalencias. y csto es lo que Allport denomina «característica» (trait ). La personali-
Toda individualidad está construida como una estructura formada por distintos ele- dad es un sistema de características. o rasgos. pero éstos son «tendencias determinan-
mentos. De éstos, unos proceden de la herencia, otros del medio ambiente. Entre los tes» (1965. (7) a través de los cuales la corriente de actividad se singulariza yadquie-
primeros se cuentan <das tres principales materias primas dc la personalidad: el físico. re una consistencia caractcrizadora.
las dotes de inteligencia y ei temperament o» ( 1965, 124) (temperamento equivale aquí Los rasgos según él se caracterizan por: 1) tener una existencia más que nominal,
a emocionalidad). 2) estar más generalizados que los hábitos, 3) ser determinantes de la conducta.
La corriente de actividad en que el individuo consiste es la que hace posible la apa- 4) poder ser establecidos ernpíricamcmc, 5) ser relativamente independientes. 6) no ser
rición de reflejos, la sensibilidad, las aptitudes, las tensiones motivacionalcs y los sinónimos de juicios morales o sociales, 7) poder ser contemplados desde la perspec-
mecanismos adaptativos (1965, 124). tiva de la personalidad que los contiene o desde su distribución en la población, 8) no
Entre estos mecanismos sitúa el (i) aprendizaje. Éste supone la adquisición de ser lalsados por hábitos y actos inconsistentes con el rasgo (Allport, 1968,44). Según
modificaciones de la corriente de actividad y, por ello, trae consigo una variación en csto, «un rasgo es una estructura neuropsíquica que tiene la capacidad de hacer equi-
las características psicológicas del sujeto (196fi, 120). Más que nada, es «una disposi- valentes muchos estímulos funcionales y dc iniciar y guiar formas equivalentes de con-
ción a formar estructuras» (19fi3, 35), como ocurre con los hábitos, e integra varias ducta adaptaiiva y expresiva» (Allport, I 96fi). Los rasgos explican modos genéricos o
formas del mismo, desde el condicionamiento y la asociación hasta el aprendizaje estilos de comportamiento.
comprensivo. En la base se encuentra el organismo. el./f~ico. Sobre éste se halla, primero, la per-
Con el aprendizaje va complicado el problema de la (ii) motivacián. Ésta se refie- sonalidad: luego, la conciencia, que no abarca toda la personalidad sino una porción, y
re a «toda condición interna en el individuo que le induce a la acción o al pensa- en fin, el proprium. «el sí-mismo como objeto de conocimiento y sentimiento" (1966,
miento" (1966,238) pero, como ocurre con todos los aspectos de la estructura indi- 161). Este último presenta una diversidad de aspectos que recuerdan el análisis del yo
vidual, está sometida al desarrollo y al cambio, y de esta suerte nos encontramos con por W. Jarnes: es «solucionador racional», y «esfuerzo orientado" (ídem, 152-160).
que una primitiva e infantil organización motivacional acaba por dar paso a la del Ciertamente hay linos rasgos que son comunes; en cambio, los que integran el pro-
adulto, mucho más compleja. Hay una motivación casi mecánica, de excitaciones, priiun individualizan, pues éste hace un «modelado» singular y así se logra un «estilo
impulsos y tensiones, que para Allport carece de lo más característico del motivo del de vida» característico, concepto que, como es fácil imaginar, toma de Adler (ídem,
hombre adulto, «el empuje hacia adelante" (1966, 119). «El hombre no es un ser 656). Diferenciación y. al tiempo, integración han conducido a la individualidad per-
horneostático» (ídem, 648), porque en realidad no vuelve al mismo estado. sino que sonal, que es lo que importa a Allport.
tiende a una elevación o crecimiento personal. No obstante, admite que la motiva- y es individual, en fin, la serie de actividades (iv) cognitivas. Aquí subraya la exis-
ción compleja se ha derivado de la inicial; AlIport dice ljue se ha producido una tencia de disposiciones o sets pcrccptivos, él los que llama, en vez de percepción, «pro-
«autonomía funcional", de los motivos, pues <das tensiones implicadas no son de la cepcioncs», y en las que interviene la motivación. la experiencia, la influencia social.
misma clase que las tensiones antecedentes a partir de las cuales se ha desarrollado Un caso particular dc esta interacción persona-grupo social lo ha estudiado a propósi-
el sistema adquirido" (ídem, 307). Con esta autonomía Allport aspira a conectar la to del rumor, esto es. aquel la información cuya difusión estaría afectada a un tiempo
variada motivación de la vida de cada individuo, lo que cada cual se propone, inclu- por la importancia de la noticia y la ambigüedad con que se la presenta.
so lo que quiere eludir y lo que quiere ser (1963, 57), con la biológica inicial. Aquí, Si bien empezó con una metodología idiográfica, que trata de captar lo propio (en
como en el proceso general del desarrollo, se produce un cambio real mientras se griego. idion¡ de cada individuo. y empleó relatos. cartas. autoinforrnes, con objeto de
conserva y perdura la individualidad. Y en cierto modo, este proceso es paralelo al alcanzar ese conocimiento del singular. llegó a admitir la necesidad de categorías
más general, aquel que lleva desde el organismo a la estructuración de la (iii) perso- nomotéticas, así como el uso de las escalas y de los tests como complementos necesa-
nalidad. nos a la hora de hacer una categorización y evaluación de cada uno de los sujetos estu-
En efecto, para Allport la personalidad es un sistema de «tendencias determinan- diados. Su obra dio nuevo relieve a los aspectos más biográficos de la vida personal.
tes» (1965,67), o mejor, un sistema de sistemas: es <<laorganización dinámica. dentro
del individuo, de aquellos sistemas psicofísicos que determinan sus ajustes únicos a su
ambiente" (ídem, 65) o, como dijo al cabo de los años, la organización de sistemas La aportación de Abraham Maslow (1908-1970)
«que determinan su conducta y su pensamiento característicos" (1966,47).
Desde dos perspectivas entiende esta personalidad. La primera. subjetiva, es la Una interpretación compleja de la motivación y la personalidad humanas se halla
conciencia de la coherencia, unidad y propositividad (1966, 71); la objetiva, en cam- en los estudios de Abraham H. Maslow. Se trata de uno de los más significativos repre-
bio, destaca el que aparecen como equivalentes muchos estímulos. por una parte, y SClllanlcs de la psicología humanista, interesado en conservar los valores personales

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dentro del marco del espíritu científico. A veces incluso se le ha considerado como el
iniciador de este movimiento.
Abraham Harold Maslow (Nueva York, .1908-Walthan. Mass., 1970) personalidad
de familia y formación judías, vivió con intensidad el drama del pueblo judío en la Ale-
mania nazi. Tras especializarse con H. Harlow en el estudio sobre comportamiento ani-
mal, estudió con K. Goldstein, y se orientó hacia la psicología clínica, enseñando en
Brooklyn College y más tarde en Brandeis University. Publicó obras entre las que des-
tacan Motivación y personalidad, y El hombre autorrealirado,
(i. Personalidc.ld) ~I hombre,es «un todo organizado, integrado» (1975, (7) Y hasta
l,as necesld~des fisiológicas mas elementales afectan al todo individual, no al puro
organo o tejido local del organismo en cuestión. Así, escribe que: «Es John Smith
quien desea cernida, no el estómago de John Smith» (1975.67).
Esta individualidad tiene un núcleo interior de tendencias, con «capacidades y
potencialidades latentes» (1973,261) cuya actualización conduce a una plenitud per-
son?!. La persona autorrealizada se acepta a sí misma y a los demás, es espontánea,
autonoma, capaz de apreciar los bienes básicos de la vida, y se halla libre de transtor-
nos patológicos.
(ii. Motivación) La personalidad se constituye en función de la motivación o siste-
ma de necesidades. Para Maslow, el estudio de la motivación, que es «el estudio de los
últimos objetivos, deseos o necesidades humanos» (1 n5, 70), pone dc manifiesto que
la mayor parte del comportamiento es multimotivado.
Hay, dice Maslow, «una jerarquía de predominio relativo» entre las tensiones rnoti-
vacionales (1975, 8R). En una conducta actúan o gravitan sobre ella una serie de deter-
minaciones, situadas en distintos planos. Las necesidades del individuo nunca están
totalmente satisfechas; lo que sucede es que, mientras unas han sido resueltas tempo-
ralmente, otras adquieren el predominio durante algún tiempo. El nivel más básico de
n.ecesidades es el fisiológico. A éste sigue el de la necesidad de seguridad, el de pose-
sividad y amor, la necesidad de estima y la de autorrealización (Maslow, 1975). Mas-
low ha SIdo uno de los más notables teóricos de la motivación de auiorrealización,
(iii. Aprendizaje) De modo análogo a como en la evolución se van estableciendo las
necesidades y se ordenan desde el plano fisiológico hasta el más personal, en el cam-
po del aprendizaje se van haciendo posibles conductas menos dominadas por el instin-
to y más por la cultura.
(iv. Cognición) Entre los múltiples aspectos de la vida personal ha reconocido.jun-
to a las necesidades básicas ya mencionadas, otras que hacen referencia a las activida-
des cognitivas y simbólicas. Así admite la existencia de los deseos de conocimiento y
cO,mprensióll y las necesidades estéticas, entre las que resulta «imposible una separa-
cion absoluta» (1975, .102). La persona autorrealizada percibe de modo más eficiente
la realidad, se acepta a sí misma y a los demás, y es creativa.
Maslow, en su tiempo, ha puesto de actualidad aspectos de la motivación corno son
éstos de la creatividad, la necesidad de logro y los deseos cognitivos, que han recibido
desa~ollo más amplio por otros autores. Su obra ha reforzado la imagen activa y cons-
tructiva de la existencia humana, sugiriendo ideas y desarrollos a psicólogos de todas
las tendencias.
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Los modelos humanistas 401
La obra de Carl Rogers (1902-1987)
Curl Ranorn Rogers defiende una perspectiva humanista, que en el campo de la psi-
coterapia denomina «terapia centrada en el cliente», o también «terapia no directiva».
Rogers (Oak Park, 111.,USA, 1902-1987) se formó en el Tcachcrs College (Nueva
York), trabajó como psicólogo en temas inlanti les y de orientación, y luego enseñó psi-
cología clínica en Ohio, Chicago y Wisconsin. Durante años mantuvo una abierta dis-
crepancia con los teóricos del ncoconductismo. Entre otras obras suyas destaca On
becoming a person y Psychothcrapy and pcrsonality change.
(i. Personalidad) Rogers tiene una visión dinámica, procesual, de la realidad. «La
vida, en su plenitud, es un proceso que fluye y cambia, en que nada está fijado- (1972,
27). Esto vale también para su idea de la persona. Para Rogers ser una persona es ser
«un proceso más bien que un producto» (1972, 122). Se trata de una realidad en movi-
miento, que aspira a metas y a la realización de propósitos. Las meras. las relaciones
con los otros hombres y con las cosas, incluso la imagen de uno mismo, todo está en
movimiento, son procesos más bien que cosas, y pueden, por tanto, desajustarse o pcr-
turbarse. La persona posee capacidades y, sobre todo, necesita desplegarías para man-
tenerse. Esta tendencia «a la actualización», que ya hemos visto en Maslow, es el úni-
co motivo reconocido por Rogcrs (1959, 196). Ahora bien, todos los procesos que
tienen lugar en el organismo y de los que cabe llegar a tener conciencia constituyen el
amplio marco de la «experiencia», dentro de la cual es central el núcleo denominado
yo mismo, o sel], «gestalt conceptual, organizada y consistente compuesta de las per-
cepciones del yo o mí y las percepciones de las relaciones del «yo» o «mí» con otros y
con varios aspectos de la vida, junto con los valores ligados a esas percepciones»
(1959,200).
(ii. Motivacián) En el desarrollo que experimenta el organismo desde su infancia,
adquieren un papel decisivo los valores. Importan mucho las satisfacciones de la expe-
riencia propia, y también la consideración positiva experimentada en la interacción con
los demás.
(iii. Aprendizaje¡ En el crecimiento personal que conduce él la autorrealización
cada individuo normal se vuelve «más flexible, más único y variado, más adaptado
creativamente» (Rogers, 1972). Los problemas surgen cuando aparecen discordancias
entre el yo de cada uno «<sell'») y su experiencia, fundamentalmente porque aparezca
algo que se muestra C0l110 amenaza para el yo.
(iv. Cognición) Los procesos de «psicoterapia» para recuperación de la armonía y
reconquista de la unidad del mundo de experiencia no pueden llevarse adelante si 110 es
aceptando que el sujeto es quien mejor conoce su mundo, conoce su yo y conoce, lo que
aún es más importante. el modo por donde habría de venir la resolución del problema.
El terapeuta rogeriano admite que nadie sabe tanto del problema como el propio pacien-
te, y por ello hay que centrar en él el proceso rccupcrador. Lo que sí cabe hacer es ayu-
darle a clarificar sus sentimientos y percepciones, y sobre todo conducirle a una situa-
ción de libertad dentro de la cual puede llegar a ser «el yo que cada uno cs». Rogers
repite con frecuencia esta tesis que ha tomado de Kierkegaard,la de que uno ha de lle-
gar a realizar su verdadero yo en lugar de los falsos que con frecuencia admiten los
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402 Historia de las ideas psicológicas

pacientes y crean un sinnún.lero de dificultades y perturbaciones ASI' el p " t II Además es posible pensar acerca de una cosa o una persona no sólo en términos de
ga a ser" '. r e . • ., aCI~n e« e- blanco-negro, o verdadero-falso, sino también consiuerando una tercera alternativa: que
ea d' t ~I l~l~mo -:-no una achada en conformidad con los otros, ni una negación cíni-
, e, o o sentimiento, ni un Irente de racionalidad intelectiva, sino un proceso vivo el atributo acerca del cual pensamos sea inaplicable en el contexto al que se refiere.
palpitante, sel1sl~)le, Iluctuélntc---: en suma, llega a ser una persona» (1972, J 14). ' (ii. Motívacián). Todo hombre es activo, para Kelly (1963, 19) Ydetermina y orien-
Toda la teoría de Rogers esta Impregnada de aspectos humanistas en ella resuc ta su conduela, precisamente gracias a los conocimientos, es decir, los modos como
nan ideas p~-ocedentes de la fenomenología y el ex istencialismo en el: ' ..Y .: ~., '. - .uu icipa los acontecimientos. Los conocimientos, por tanto, son los elementos que
la psicología conducrista dominante en su tiempo. ., ara OpoSlclon con determinan la conducta, y de ellos derivan luego las actitudes y motivos concretos.
iiii. Personalidad}. Para él el hombre, la persona, es una rcalidad f1uyentc, un pro-
ceso. una «forma de movimiento», cuyo sentido y dirección viene dado precisamentc
La obra de George A. Kelly (1905-1967) por su sistema de cogniciones.
Cada hombre construye su propio modo de ver el mundo, es decir, elabora sus pro-
pios constructos. Resulta, pues, que estos constructos individual izan a sus sujetos, los
1" Georgelow: A. Kelly (Kansas,
.. 1905-Walthan . ' Mass USA 1967) se-' f olmo
L, , ., ,
-' en pSICO-.
og;t_ en. OWd, luego fue prolesor en vanas universidades (Ohio' Brandeis) y des: cuales poseerán «estilos cognitivos» propios. Personalidad e individualidad quedan así
~ro o ~na t~~,)ría,con singular relevancia en el campo de la per~om:lidad', ~ono~~l~ cnlazados con los «constructos personales», las interpretaciones elaboradas por los
como la teoria de las constructos personales (Maher, 1969). sujetos, Personalidad, no sería sino el conjunto de categorías, o el sistcma ínterpretati-
. S~ lI:ata de ~ma teoría cognitiva del ser humano, principalmente basada en su expe- vo con que cada uno hace frente, de modo consistente y característico, él las tareas y
~lenC,I?C~.IllO~~Icoterapeuta. En esto, la obra de este autor se adelantó a su tiempo y la actos de su ex istencia.
cerco a as preocupaciones contemporáneas, Supuso también, que las personas sigucn detcrminadas trayectorias, o, como él
(1. Conocill1i~'nl(}), Kelly estableció un postulado fundamental: «Los procesos de dice, una «red de senderos» (Kclly, 1955) flexible, pero estrueturada. que hace posihle
una persona están canalizados psicologicamente por los modos en l' ti ..' " I una visión organizada de la propia actividad.
acontecnmentos- (Kel l 19é3 I () . . cue an ICIpa os tiv. Aprendizaje),Se ha notado muchas veces que semejante teoría parte de reco-
. _ .',. " Y'. ). , 3). Cuando consideramos que algo es dañino o cli-
f~os~, lo le;ull~loS, SI lo Illterpretalll.os como alimento, cuando estamos hambri~nt~s lo nocer la experiencia como punto de base para la exploración de la personalidad. Más
ge~lmos. oda la Vida de un individuo está determinada por las interpretaciones con aún, cada individuo trata de aplicar aquellos constructos que ha ido adquiriendo Y
que construye Ycomprende su entorno. Además cada persona se diferencia de las otras poniendo a prueba en sucesivas experiencias, y que son aplicables al campo de los
precisamente en su modo de interpretar los hechos. - ' ,- hechos de que se trate en cada caso. Los constructos, pues, son realidades aprendidas,
Parte de reconocer la experiencia como punto de has e de la sicoloaía -.' .. basadas en la experiencia individual.
mente¡a¡quelJadexperiencia que es la propia del científico, «Todo If~mbre e ~'SYUIPllc~ICelnStal'~ Un rasgo característico de esta teoría es que su autor defiende que «nadie necesita
fiICO»'. ega a ecir. (1963." 5) en e I sentido . de que continuamente forja hipótesis las
oo' , ser la víctima de su biogra['ía», puesto que puede cambiar su sistema de constructos
pone a prueba, Ysigue construyendo representaciones Así el h br ' ., <- (1963, 15) mediante la elaboración de constructos alternativos a otros dados.
el nuevo d J . l' . .,. ., «nom le que conoce» es
mo e o pSICOogico a emplear en la investigación. ' Kelly ha construido un test para determinar los constructos de un sujeto -el Role
Se trata de un ser que contin a te b . , . . Construct Repertory Test (REP Test)-, Mediante una rejilla el sujeto evalúa positiva
tesis Y mod I '<. _, j l" .. u. ?len e USCdY procesa información, construye hipó-
de : d e os dC,CIea ( e . as COSdS y personas, y tanibién acerca de sí mismo y opera () negativamente personas o situaciones. Se combinan así, ciertos constructos con
e acuer o con las representaciones que posee, .' determinados elementos objetivos, y se aspira a ver cuáles de estos son funcionalmen-
Para Kelly, el sistema cognitivo tiene una organización estructural Los obietos y te semejantes. y cuáles son los que concentran mayor grado de significación personal.
personas son cateco _ I .' . . , , J ' La obra de Kelly, cercana a la de Rogers, ha encontrado un nuevo eco en los últi-
dos dentro de L. e.:I I.zacos segu~l propiedades o atributos contrapuestos o diferencia-
mos tiempos, de renovado interés hacia lo cognitivo, y ha logrado considerables desa-
ta de vista d Iun~. cI~lta d11l~enSlOn,y esto hace posible un ordenamiento desde el pun-
más p~' ~ In 1;1 .uo, ASI, cabe saber quién es la persona que el sujeto percibe como rrollos en manos de D. Bannister y otros. En el horizonte general de la psicología cog-
roxuna, o mas hostil o'. q uien: es -' e I vecino
,,' .. niuva ha venido a situarse como un importante precursor Y anticipador.
esa inforrnació " que uno qUIsiera conocer mejor, y toda
Más o menos próximos a los postulados de la psicología humanista cabe situar a un
Se trata d n puede sei Vil de anclaje para una clarificación de la propia existencia.
IJ' " e unos conocimientos que estan impregnados de subjetividad Kelly los gran número de autores a los que no vamos a poder referirnos aquí. Eso ocurre con los
amae «constructos personales» aspectos dinámicos de las relaciones interpersonalcs propios de las teorías de la perso-
son .t .d: . ".' y los def lile como . «un modo como algunas.' personas
tien ons rU1 as COI1;OSiendo semejantes y a la vez diferentes de otras» (Kelly 1955)' nalidad de Gardner Murphy, Charlotte Bühler, Harry Stack Sullivan, Erik H. Erikson;
muchas otras líneas, en fin, habría que seguir para presentar un cuadro mínimamente
casi~l~r~nd su, tOPllnlon, naturaleza bipolar, y así, el mundo se va distribuyelld~ en u~
e a n lutos «<bhlllco-neoJ'O> b », «refi
< e ma . d o-vu Igar», «decente-indecente» etc.). ajustado, lo que no puede pretenderse dentro de los límites de este manual. '

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