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EL PRINCIPIO DEL INTERES SUPERIOR DEL ADOLESCENTE

SU INAPLICACION EN LA PRÁCTICA JUDICIAL PENAL.

Trabajo elaborado por PLACIDO ALVAREZ CARDENAS


Juez de Ejecución en materia de Adolescentes.

SUMARIO: 1. Introducción. 2. Bases normativas del principio del interés


superior del adolescente. 3. La inaplicación del principio del interés superior
del adolescente en la práctica judicial. 4. Las reglas legales que permiten
actualizar el principio del interés superior del adolescente. Conclusiones.

1. Introducción
El del interés superior del niño constituye un principio de aplicación obligatoria
para todos los organismos públicos y privados y para cualquier tipo de autoridad
que interviene en aquellos asuntos en los que se discuten los intereses jurídicos
de los menores de edad. En ese sentido constituye, también, en concierto con
otros principios, un punto de referencia esencial en la aplicación de medidas a los
adolescentes que se encuentran en conflicto con la ley penal.
No obstante que se trata de un principio de observancia obligatoria para los
operadores jurídicos cuya función es resolver los conflictos en los que se ven
involucrados los intereses de los adolescentes, su aplicación en los casos
concretos no es la adecuada. Circunstancia motivada fundamentalmente, aunque
no exclusivamente, por la imprecisión en el contenido de dicho principio.
Conforme a ello el análisis profundo y, en especial, el conocimiento del
contendido del principio del interés superior del niño es una obligación para el
encargado de la impartición de justicia de adolescentes. El desconocimiento de
ese principio genera la emisión de acuerdos infundados y con ello resoluciones
que trastocan los derechos humanos de adolescentes.
En la práctica judicial penal la emisión de sentencias impositivas de
medidas sin atender al contenido de dicho principio es una constante en nuestro
sistema. La simple enunciación del mismo sin su adecuado desarrollo genera

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resoluciones definitivas inmotivadas que a nadie convencen y que inciden en
serios agravios a los intereses de los adolescentes que son sujetos de condena.
Lo anterior constituye un problema que debe ser resuelto y que constituye
el objeto del presente ensayo.
El trabajo que se expone se divide en cuatro partes: En la primera se hace
referencia a los fundamentos que derivan de los Documentos Internacionales, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de las Leyes Federales
y de la Ley local en materia de adolescentes. En la segunda parte del trabajo se
mencionan algunos ejemplos de la práctica judicial en los que puede apreciarse la
actividad del juzgador en el momento de resolver una causa en la que se ve
involucrado el adolescente en conflicto con la ley penal. Finalmente, se cita el
contenido de diversas legislaciones del país que señalan reglas que tienden a
concretizar el contenido del principio del interés superior del adolescente con la
finalidad de actualizarlo en los casos concretos. Con esta mención se sugiere
considerar tales reglas al momento de emitir una resolución definitiva, con el
propósito de dar contenido al principio del interés superior del adolescente y
legitimar dicha resolución evidenciando la búsqueda del bienestar del adolescente.

2. Bases normativas del principio del interés superior del adolescente


El principal antecedente del principio del interés superior del adolescente se tiene
en el articulo 3.1 de la Convención sobre los derechos del Niño que, a la letra,
enuncia: “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración especial a la que se
atenderá será el interés superior del niño”.
Por otro lado, en el párrafo quinto del articulo 18 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos se enuncia que “la operación del sistema en
cada orden de gobierno estará a cargo de instituciones, tribunales y autoridades
especializados en la procuración e impartición de justicia para adolescentes. Se
podrán aplicar las medidas de orientación, protección y tratamiento que amerite

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cada caso, atendiendo a la protección integral y el interés superior del
adolescente”.

Así mismo en el artículo 4 de la Ley Federal para la protección de los


derechos de las niñas, niños y adolescentes, se indica que “ De conformidad con
el principio del interés superior de la infancia, las normas aplicables a niñas, niños
y adolescentes, se entenderán dirigidas a procurarles, primordialmente, los
cuidados y la asistencia que requieren para lograr un crecimiento y un desarrollo
plenos dentro de un ambiente de bienestar familiar y social. Atendiendo a este
principio, el ejercicio de los derechos de los adultos no podrá, en ningún momento,
ni en ninguna circunstancia, condicionar el ejercicio de los derechos de niñas,
niños y adolescentes”.

Finalmente en el artículo 4 de la ley de justicia para adolescentes del estado


de Guanajuato se señala que Son principios rectores de la presente ley: I. La
protección integral y el interés superior del adolescente, reflejado en el
reconocimiento a su calidad de persona, sujeto de derechos y responsabilidades.

3. La inaplicación del principio del interés superior del adolescente en la


práctica judicial
Como puede notarse, los dispositivos transcritos en el punto anterior no
desarrollan con detalle el contenido del principio del interés superior del niño o
adolescente. Acaso sólo la Ley Reglamentaria del artículo 4 de la Constitución
Federal hace referencia a la finalidad buscada con dicho principio y, por otro lado,
la Ley local identifica el interés superior con el reconocimiento a la calidad de la
persona del adolescente.
En gran medida la falta de contenido específico del principio del interés
superior del niño o adolescente descrito en los ordenamientos internacionales,
constitucionales y legales ya mencionados, y que constituyen el soporte jurídico de
las resoluciones judiciales en nuestro sistema, ha generado un deficiente manejo
de ese principio al momento de resolver una causa penal de adolescente, lo que
se manifiesta ante la simple enunciación del concepto en las resoluciones
judiciales pero sin que exista un desarrollo adecuado de su contenido ante la

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imprecisión del citado principio, o bien se interprete de forma tal que resulten
decisiones judiciales incongruentes.
En efecto, al analizar las resoluciones judiciales definitivas en materia penal
de adolescentes, con relación al citado principio, se aprecia que no existe
uniformidad de criterios lo que se traduce en grave afectación a los intereses de
los adolescentes y en inseguridad jurídica.
Así, en la causa penal seguida a un adolescente por la comisión de la figura
típica de robo calificado al momento de individualizar el “grado de responsabilidad”
se indica que “evidencia un grado de responsabilidad cercano al índice mínimo, y
que presenta necesidades serias de reorientación, por lo que atendiendo a los
principios de proporcionalidad, del interés superior del adolescente y de
humanidad, es legal y justo imponerle…”
En diverso expediente por el mismo delito se indica, luego de imposición de
medidas, “que con ello se respeta además, el principio que rige al sistema, relativo
al interés superior del adolescente.”
Y en el expediente que se formó a diverso adolescente por la comisión de la
figura típica de homicidio, previo al señalamiento de medidas, se dijo que era
imperativo analizar el ámbito familiar, personal y social del adolescente para
imponer la medida que le es más adecuada, teniendo en cuenta el interés superior
del propio adolescente que se traduce en que se deberá imponer al adolescente
aquella medida que más le beneficie para su desarrollo personal, conciliando los
interese con los de la sociedad, imponiéndosele a dicho adolescente un
internamiento de tres años y seis meses. Tal fue el sentido de la resolución de
primera instancia. Sin embargo el análisis que hace el resolutor de la Segunda
Instancia, es en el sentido de que los factores que le perjudican al adolescente no
contrarrestan las circunstancias que le favorecen, por ello se decidió graduar en
una escala menor la responsabilidad del adolescente y se dijo, además, que la
medida de internamiento era necesaria en el presente caso no obstante que el
Comité Auxiliar Técnico sugirió la inaplicación de medidas porque las medidas a
imponer deben ser proporcionales a la conducta realizada, por ello era necesario
que permaneciera en internamiento. Con relación al principio del interés superior

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del adolescente sólo se enunció y se expresaron los ordenamientos que lo
describen y, por separado, se mencionó que la medida de internamiento se
considera racional y acorde a las necesidades de reintegración social y familiar del
adolescente, ya que será un medio propicio para que reflexione sobre la gravedad
de la conducta tipificada como delito que desplegó.
Del contenido de las resoluciones puede observarse la diversidad de
criterios que existe al referirse los jueces al principio del interés superior del
adolescente. Del análisis profundo de las resoluciones puede apreciarse la
diversidad de opiniones para ubicar dicho principio y sobre todo de darle el
contenido correcto de acuerdo a las circunstancias del caso.
Como crítica final debe mencionarse que resulta inexplicable como es que a
un adolescente que se desenvuelve en un medio familiar, social, educativo,
económico y psicológico adecuados se decida aplicar una medida de
internamiento bajo la idea de que es en beneficio de su interés, ello no obstante
que un cuerpo colegiado especializado haya recomendado no imponer medida
alguna atendiendo a las características personales de dicho adolescente. Sin duda
la única motivación que el juzgador tiene para explicar esa imposición se
encuentra en las características del hecho delictuoso cometido. Sin embargo,
aceptar ese criterio implica imponer como dogma que en todos los casos de
comisión de un hecho grave se someta a internamiento a una persona, sin
importar sus intereses personales. Tal situación sólo se sostiene en un sistema
donde la retribución estatal impera sobre los derechos individuales. En todo caso
la discusión sobre la pertinencia de la medida de internamiento sobre un
adolescente que socialmente resulta un modelo a seguir, seria sostenible en
cuanto se discutieran las razones de la aplicación de esa medida frente al interés
superior del adolescente. Esto es, en cuanto el juzgador desarrolle el contenido de
ese principio en el caso concreto, llegando a concluir porqué la medida de
internamiento se impone conforme a ese interés superior, se estaría en posibilidad
de discutir lo acertado de la medida. Sin duda imponer la medida de internamiento
como un medio propicio de la reflexión del adolescente sentenciado no es
argumento suficiente que inspire a la discusión.

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4. Las reglas legales que permiten actualizar el principio del interés
superior del adolescente
Sin duda que la falta de contenido en la enunciación del principio del interés
superior del niño o adolescente en los diversos ordenamientos que norman la
actividad de los operadores del sistema de justicia penal para adolescentes
dificulta la decisión de una controversia en la que se encuentra inmerso el interés
del adolescente. Sin embargo ello no debe ser obstáculo para evitar referirse de
manera suficiente a ese principio rector del sistema. El no hacerlo provoca
resoluciones con falta de motivación que las legitime.
Con el propósito de contribuir a evitar los desaciertos que esa omisión
genera en las resoluciones es importante analizar el concepto que Jean Zermattan
hace del principio que nos ocupa, al escribir que “el interés superior del niño es un
instrumento jurídico que tiende a asegurar el bienestar del niño en el plan físico,
psíquico y social. Funda una obligación de las instancias y organizaciones
públicas o privadas a examinar si este criterio está realizado en el momento en el
que una decisión debe ser tomada con respecto a un niño y que representa una
garantía para el niño de que su interés a largo plazo serán tenidos en cuenta.
Debe servir de unidad de medida cuando varios intereses entran en
convergencia”.
Acorde con esa definición, diversos ordenamientos legales que tienen
vigencia en otras Entidades Federativas señalan reglas que permiten dar
contenido al principio del interés superior del adolescente en un caso concreto.
Reglas que deben ser consideradas al momento de resolver cualquier acto en que
se ponga en riesgo el interés superior del adolescente, frente a cualquier otro. Así
las legislaciones en materia de adolescentes en conflicto con la ley penal de los
Estados de Chihuahua, Campeche, Oaxaca, Morelos, Hidalgo, Tamaulipas,
Nayarit, Nuevo León y Zacatecas, proponen, esencialmente, tener en cuenta las
reglas siguientes:
I. La opinión del adolescente;
II. La necesidad de equilibrio entre los derechos y garantías del adolescente y sus
deberes;

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III. La necesidad de equilibrio entre las exigencias del bien común y los derechos y
garantías del adolescente;
IV. La necesidad de equilibrio entre los derechos de las personas y los derechos y
garantías del adolescente; y
V. La condición específica del adolescente como persona que está en proceso de
desarrollo.
Además, resulta importante resaltar que las legislaciones de Tamaulipas,
Nayarit, Nuevo León y Veracruz disponen que “…no deberán aplicarse
únicamente criterios formales sino que deberá valorarse en su conjunto la
situación del adolescente, haciendo uso de cualquier pauta, incluidas las de las
ciencias no jurídicas, con la ayuda de los equipos multidisciplinarios”.
Como puede observarse, los operadores jurídicos de los sistemas de
justicia cuyas legislaciones no desarrollan el principio de interés superior del
adolescente, como es el caso de nuestro Estado, tienen puntos de referencia que
han sido desarrollados en otros sistemas y que pueden ser tomados en cuenta al
momento de emitir sus resoluciones para dar contenido al principio del interés
superior del adolescente.

CONCLUSIÓN
El principio del interés superior del niño o adolescente, encierra un concepto
jurídico moderno cuyo contenido resulta impreciso. Ello genera que los operadores
del sistema de justicia tengan dificultad en la aplicación adecuada de dicho
principio. La legislación del estado de Guanajuato, como muchas otras, no señala
de manera expresa que debe entenderse por ese principio, lo que origina que
exista una diversidad de criterios al momento de dictar resoluciones y aplicar
medidas a los adolescentes que resultan sentenciados por violación de la ley
penal o que la interpretación de dicho principio se multívoca y errónea.
Sin embargo existen legislaciones en diversos Estados que han
contemplado ciertas reglas con el propósito de dar contenido a ese principio, en
cada caso concreto. Tales reglas pueden servir de pauta para que los operadores
del sistema den cumplimiento adecuado a la exigencia que implica ese principio y

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buscar su finalidad: colocar en una situación de privilegio el interés del
adolescente en el momento en que se encuentra en conflicto con otros intereses.

Trabajo elaborado por PLACIDO ALVAREZ CARDENAS


Juez de Ejecución en materia de Adolescentes.
Con motivo del II Encuentro regional de Jueces del Estado de Guanajuato.

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