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Da amor y amor recibirás

Tal vez esto te pasa a ti o alguien muy cerca de ti...


Fue una vez un muchacho, el primero en todo, mejor atleta, mejor estudiante, pero lo
que nunca supo fue si era un buen hijo, un buen compañero o un buen amigo. En un
día de depresión el muchacho se dejo morir. Cuando iba camino al cielo se encontró
con un angel y este le preguntó: "por qué lo hicíste? si sabias que te querían...", a lo
que El respondió: "hay veces que vale mas una sola palabra de consuelo que todo lo
que se sienta... en tanto tiempo nunca escuché: estoy orgulloso de tí... gracias por
ser mi amigo... ni siquiera un te quiero mucho..."

Al quedar pensativo el ángel, el muchacho añadió: y sabes que es lo mas que me


duele?", el ángel triste le pregunta: qué?, a lo que él responde: "que todavía espero
oírlo algún día...".

Luego de esto el ángel abrazó al muchacho y le dice que no se preocupe por que se
acerca a la única persona que siempre le dijo al oído que lo amaba pero el nunca lo
escucho, pero lo espera con los brazos abiertos...

Moraleja:
Nunca pierdas la oportunidad de decirle a alguien lo importante que es para tí o
pudiera ser demasiado tarde...

DIOS TE ESPERA

Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras


aunque fuera unas cuantas palabras, preguntando mi opinión o agradeciéndome por
algo bueno que te haya sucedido ayer.

Pero note que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte e ir al
trabajo.

Seguía esperando de nuevo, mientras corrías por la casa arreglándote, supe que
habría unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "HOLA", pero
estabas demasiado ocupado(a). Por eso encendí el cielo para ti, lo llene de colores y
dulces cantos de pájaros para ver si así me oías pero ni siquiera te diste cuenta de
esto.

Te observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente todo el día.

Con todas tus actividades supongo que estabas demasiado ocupado(a) para decirme
algo. De regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco para que el agua se llevara
tu estrés, pensé en agradarte para pensaras en mí pero enfurecido ofendiste mi
nombre, deseaba tanto que me hablaras, aun quedaba mucho tiempo.
Después encendiste el televisor, espere pacientemente, mientras veías el televisor,
cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo y nada. Te note cansado y
entendí tu silencio asó que opaque el resplandor del cielo, pero no te deje a oscuras,
lo cambie por un lucero, en verdad fue hermoso, pero no estuviste interesado en
verlo.

A la hora de dormir, creo que ya estabas agotado(a). Después de decirle buenas


noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato te dormiste, acompañe con
música tu sueño, mis animales nocturnos se lucieron, no hay problema, porque
quizás no te das cuenta que siempre estoy ahí para ti.

Tengo más paciencia de la que te imaginas. También quisiera enseñarte como tener
paciencia para con otros. TE AMO tanto que espero todos lo días por una oración, el
paisaje que hago es solo para ti. Bueno te estabas levantando de nuevo, y otra vez
esperar sin nada más que mí amor por ti, esperando que el día de hoy
me dediques un poco de tiempo. Que tengas un buen día !!!!

Tu amigo, DIOS

NO TE PUDE ESPERAR

Una vez un hombre muy afortunado había conseguido la mejor entrevista de su vida:
Iba a entrevistar ni más ni menos que a Dios.

Esa tarde el hombre llegó a su casa dos horas antes, se arregló con sus mejores
ropas, lavó su automóvil e inmediatamente salió de su hogar. Manejó por la avenida
principal rumbo a su cita, pero en el trayecto cayó un chubasco que
produjo un embotellamiento de transito y quedó parado. El tiempo transcurría, eran
las 7:30 y la cita era a las 8:00 p.m.

Repentinamente le tocaron el cristal de la ventanilla y al voltear vio a un chiquillo de


unos nueve años ofreciéndole su cajita llena de chicles (goma de mascar). El hombre
sacó algún dinero de su bolsillo y cuando lo iba a entregar
al niño ya no lo encontró. Miró hacia el suelo y ahí estaba, en medio de un ataque de
epilepsia.

El hombre abrió la portezuela e introdujo al niño como pudo al automóvil.

Inmediatamente buscó como salir del embotellamiento y lo logró, dirigiéndose al


hospital de la Cruz Roja más cercano. Ahí entregó al niño, y después de pedir que lo
atendiesen de la mejor forma posible, se disculpó con el doctor y salió corriendo para
tratar de llegar a su cita con Dios.

Sin embargo, el hombre llegó 10 minutos tarde y Dios ya no estaba. El hombre se


ofendió y le reclamó al cielo: "Dios mío, pero tú te diste cuenta, no llegué a tiempo por
el niño, no me pudiste esperar. ¿Qué significan 10 minutos para un ser eterno como
tú?"

Desconsolado se quedó sentado en su automóvil; de pronto lo deslumbró una luz y


vio en ella la carita del niño a quien auxilió. Vestía el mismo suetercito deshilachado,
pero ahora tenía el rostro iluminado de bondad.

El hombre, entonces, escuchó en su interior una voz:

Hijo mío, no te pude esperar... y salí a tu encuentro.

DECALOGO DEL OPTIMISTA

1...Los optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y


aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos.

2...Los optimistas aceptan a los demás como son, y no malgastan energías queriendo
cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y tolerancia.

3...Los optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con Dios y tienen
en su fe una viva fuente de luz y de esperanza.

4...Los optimistas disfrutan del "aquí" y el "ahora", no viajan al pasado con el


sentimiento de culpa ni el rencor, ni al futuro con angustia. Disfrutan con buen humor
y con amor.

5...Los optimistas ven oportunidades en las dificultades, cuenta con la lección que
nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.

6...Los optimistas son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos
de que la confianza y el compromiso personal obran milagros.

7...Los optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz
interior y la irradian y comparten, aún en medio de problemas y crisis.

8...Los optimistas no se desgastan en la crítica destructiva y ven la envidia como un


veneno. No son espectadores de las crisis
sino protagonistas del cambio.

9...Los optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben trabajar
en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegrías.

10...Los optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan


aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro
amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol; que todo
túnel, por más largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida y que todo río
siempre tiene dos orillas.

DEPENDE DE LA FORMA

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes.

Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.

¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído representa la


pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido,


¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien


latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.

Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido


reservada. El sueño significa que sobrevivirás a
todos vuestros parientes.

Se iluminó el semblante del Sultán con una gran


sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.

Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

¡No es posible! La interpretación que habéis


hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero
le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo


Sabio, que todo depende de la forma en el decir..
uno de los grandes desafíos de la humanidad es
aprender a comunicarse.

De la comunicación depende, muchas veces, la


felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en
cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser
comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.

La verdad puede compararse con una piedra


preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la
envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será
aceptada con agrado.

A los "sultanes" en minúscula" les recomendamos


escuchar, ya que ni ellos son sultanes, ni bestias los otros. Muchos señoritos se
escuchan sólo a sí mismos y los demás son sólo, eso, "los demás", pañuelos de usar
y tirar o tornillos. Así podrán ganar más dinero y ser más felices junto a los quele
rodean.

Familiares y o compañeros de trabajo.


O ¿trabajadores, carne de cañón?

De ti depende.

LOS PEQUEÑOS DETALLES

El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo
evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración
durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran
destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las
pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de
mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:

¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado
tanto el cuadro?

Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los
grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos
pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre,
el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al
sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones, familia, matrimonio, noviazgo o amistad, se basan en detalles.


Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que
le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para
probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está
enfermo.

Hay quienes se pasan el tiempo esperando una oportunidad para demostrar de forma
heroica su amor por alguien. Lo triste es que mientras esperan esa gran ocasión
dejan pasar muchas otras, modestas pero significativas. Se puede pasar la vida sin
que la otra persona necesitara jamás que le donaras un riñón, aunque se quedó
esperando que le devolvieras la llamada.

Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso


que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha.
Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan
día a día nuestra existencia.

Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza. NO


desestimes jamás el poder de las cosas pequeñas: una flor, una carta, una palmada
en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta. Todas
estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son
insignificantes.

En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que


une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las
palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá
durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.

¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono.

Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya. NO lo dejes para después por
parecerte poca cosa. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen
las que se hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones...

En cada amanecer
En cada amanecer los seres humanos
abrimos los ojos para enfrentarnos
a otro día más...
La mañana se va llenando de un taconeo que marca la carrera veloz de gente que
marcha hacia sus tareas diarias...

Las calles se llenan de estudiantes, trabajadores y gente desempleada que se afanan


por llegar al lugar esperado...
Tanta es la prisa que el tiempo no es suficiente para detenernos a mirar el interior del
ser humano que nos rodea...
Nuestros ojos se conforman con fijarse en el exterior solamente...

Recordamos el largo de una falda, la marca del pantalón, el color de la piel...


Comentamos el gesto huraño de algún compañero sin buscar la causa que lo
provocó...

Transcurre el día y no hemos mirado el interior del amigo que nos acompaña
diariamente...

Deberíamos jugar a descubrir lo hermoso de la gente...


Cada ser humano tiene un pedazo de Dios dentro...

¡Es lo que debería llamar nuestra atención diaria!


En lugar de ver el gesto agrio de alguien, entendamos el valor que tiene para resistir
las tensiones provocadas por situaciones que no conocemos...

Antes de burlarnos del que no aprende con la rapidez de los demás, demos un
aplauso a su magia para ser bueno con sus semejantes...

Todos los días son buenos para comenzar a descubrir sonrisas hermosas manos
hábiles, actos valiosos, espíritus valientes, luchadores incansables...

Cada ser humano tiene un valor especial, un don divino que recibe al nacer y que
si se descubre, puede utilizarlo para su beneficio y para el de los que le rodean...

Hagamos un alto en nuestra prisa diaria, miremos el interior de nuestros hermanos y


aprendamos a valorarlos por lo que son y no por lo que quisieramos que fueran...

Un día a la vez

Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar.
Dos días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad.

Uno de esos días es ayer.

Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus faltas y confusiones, sus dolores y
tristezas. Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; y todo el dinero del
mundo no podría cambiar ni una cosa que hayamos hecho, ni podemos borrar una
palabra.
Ayer ya pasó.
El otro día sobre el que no debemos de preocuparnos es mañana.

Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus
pequeños logros. Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una
máscara de nubes, pero subirá. Hasta que llegue no tenemos parte en mañana, pues
aún no ha nacido.

Y sólo queda un día: HOY

Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día.

Cuando nos cargamos con esas horripilantes eternidades, el Ayer y el Mañana, nos
derrumbamos. No es la experiencia de hoy lo que lastima a los hombres, sino la
amarga culpa, algo que sucedió ayer, y el miedo de lo que traerá el mañana. Vivamos
pues, tan sólo un día a la vez, y dejemos confiadamente a Dios todo lo demás.

LOS OJOS DEL ALMA

Los ojos del alma no son más que aquellos que usamos cuando hablamos con el
corazón ciego y cuando perdidos por ese amor sereno se nos brota un te quiero de
nuestros labios sinceros. Es también cuando confiamos más allá de la verdad y
cuando no nos importa la realidad pues cuando miramos con el alma es cuando
parecemos vivir en otro lugar.

Es bonito mirar con los ojos del alma pues al hacerlo, no miramos defectos sino
bellas cualidades.
No buscamos mentir sino decir inmensas verdades, no buscamos lastimar sino dar
un consejo, no reprochamos pero nos aceptamos tal y como somos porque
simplemente vivimos, soñamos y amamos.

Mirar con el alma es volver a ser niño, crecer libres y a la vez felices...
Sentirnos cuando nuestro corazón enamorado regala bellos suspiros pues el amor es
de ciegos que padecen de calma y ciegos somos todos los que miramos con el Alma

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