Sunteți pe pagina 1din 4

EL CALENTAMIENTO GLOBAL: OBRA DESTRUCTIVA DEL HOMBRE.

Una cuestión bastante lógica es que los dueños de la casa se preocupen por mantenerla cuidada. Todos
queremos una casa muy bonita, con su jardín, su patio, su sala de estar. Ya que de esa forma nos sentimos
cómodos. Esa comodidad nos ayuda a sentirnos bien, y que otras personas que visiten nuestra casa también se
sientan confortables.

Sería ilógico pensar que el propio de la casa pudiera realizar actos que vayan en deterioro de su hogar.

Sin embargo, eso es exactamente lo que pasa con la humanidad, y su hogar, el planeta tierra. El hombre, nosotros,
estamos destruyendo ese ambiente en el cual vivimos todos los días.

Lo hacemos como si fuera que no es nuestro. Cuando en realidad se trata de nuestro único hogar.

La tierra es un hábitat perfecto, se regenera, se nutre por si sola. Es un proceso natural.

El abuso en el maneja de los recursos naturales, ese proceso se está obstaculizando, y una de sus consecuencias
es el calentamiento global, el cual a su vez, genera otros fenómenos como el cambio climático, inundaciones,
entre otros.

¿En qué consiste en verdad este proceso? En primer lugar, se trata de un fenómeno que no debería de ocurrir de
esta forma.

El calentamiento global, como su nombre lo indica, es el aumento progresivo en la temperatura global. La


atmósfera y los mares experimentan un incremento inusual en su temperatura, causando varias consecuencias
negativas a los ecosistemas.

Un reciente informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU, brinda datos que deben
ser tenidos en cuenta por los gobiernos. El mismo señala que "La emisión continuada de gases de efecto
invernadero provocará más calentamiento y cambios a largo plazo en todos los componentes del sistema
climático, lo que aumenta las probabilidades de consecuencias severas, generalizadas e irreversibles para las
personas y los ecosistemas. Los peligros del cambio climático probablemente sean alto o muy altos para finales
del siglo XXI"", indica el informe.

La ciencia, por un lado, ha demostrado que nuestro planeta ha pasado por procesos normales de calentamiento
y enfriamiento a lo largo a través de procesos de miles o millones de años.

Sin embargo, ahora, el ritmo acelerado de la vida humana, en todos los aspectos, está causando cambios en la
composición de la tierra en menos de un siglo.

Actividades como la deforestación y la producción excesiva de los gases que causan el efecto invernadero, entre
otros, han contribuido a producir el calentamiento global.

Cuidar nuestro hogar: La tarea más importante.

¿Cómo podría usted contribuir a disminuir los efectos del calentamiento global? La respuesta es simple: ahorrando
energía. De esa manera se conservan mejor los recursos naturales.

No desperdiciar, por ejemplo, electricidad, el agua. Pequeñas tareas pero generan un gran beneficio.

Sobre todo, lo difícil es crear un sentido de responsabilidad en las personas.


UNA REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE LA PENA DE MUERTE.

La pena de muerte es un tema que siempre está en el centro de la polémica. Aunque mayormente está abolida
en gran parte América. Europa, África, o Asia, todavía existen grandes países como Estados Unidos que la
contemplan en sus normativas penales como un castigo para el delincuente.

Se trata de una sanción, que, en realidad, siempre ha sido aplicada desde los origines de la humanidad. Para
aquellos delitos muy graves, como el asesinato, pueblos antiguos como Grecia, el Imperio Romano, Babilonia,
entre otros, contemplan esta pena máxima.

¿Cual es el argumento para la aplicación de la pena de muerte? ¿Es realmente necesario matar al delincuente,
se podria catalogar de “justo” dicha pena?

Estas preguntas tienen varias respuestas y es allí donde cada uno asume una postura, a favor o en contra.

Quienes sostienen la validez jurídica de esta sanción afirman cuando el delito es tan grave, como el caso de un
asesinato, el Estado tiene el deber de sancionar la comisión de ese delito con una medida que sea correspondiente
a la gravedad del mismo.

Es decir, se recurre a la famosa y antigua ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente.

Sin embargo, la pena de muerte también se aplica como forma, según afirman sus defensores, de prevenir que
se sigan cometiendo delitos graves

Esto es contrarrestado por los estudios en dichos países en donde no se ha podido comprobar que su aplicación
haya reducido la criminalidad. En Estados Unidos por ejemplo, el índice de criminalidad sigue siendo alto a pesar
de la aplicación desde hace varios años de esta pena máxima.

Es decir, es falso afirmar que tiene una eficacia preventiva en la comisión de futuros delitos.

Quienes están en contra de su aplicación, señalan que este pena va en contradicción contra los derechos
humanos de las personas. No existe ningún delito que pueda merecer el castigo de la muerte. Más bien, se deben
buscar otras formas de castigo pero siempre respetando la dignidad máxima de cada persona, es decir,
respetando su vida y el derecho que posee para poder tener una oportunidad de volver a la sociedad, una vez
cumplido su pena.

Al respecto, la organización Amnistía Internacional señala que La pena de muerte es una violación de los
derechos humanos. Respecto a otras violaciones de los mismos, como por ejemplo la tortura, las ejecuciones
extrajudiciales o las “desapariciones”, la pena de muerte no se oculta ni se niega; al contrario, forma parte de las
leyes del país que la aplica. Es la negación máxima de los derechos humanos porque viola el derecho fundamental
a la vida proclamado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Más de la mitad de los países del
mundo han derogado la pena de muerte en su legislación o en la práctica. Una vez abolida, raramente se
restablece. Pero incluso en los países en que ha sido abolida, no se puede olvidar que no es aceptable en ningún
caso, y especialmente cuando amenazas como el terrorismo reabren el debate ya cerrado sobre la pena de
muerte, planteando la posibilidad de, “en algunos casos”, reimplantarla.

De esta forma, vemos que existen posturas encontrados respecto a la justificación de esta medida.
LA EUTANASIA A FAVOR O EN CONTRA.

La palabra eutanasia tiene origen griego. Deriva de "eu", que significa bien", y de thanatos, que equivale
a muerte. Es decir, el buen morir o buena muerte.

En Grecia la eutanasia era entendida como una especie de muerte sin dolor y honorable.

Es decir, no planteaba un cuestionamiento moral respecto a su práctica, ya que era preferible a una vida
mala o indigna.

En la Edad media, las creencias religiosas sentaron posturas en contra, considerando que la vida humana
era un obsequio de Dios, por tanto, solo él tenía derecho sobre ella, y no así la persona.

La Asociación médica mundial se refiere a esta práctica en los siguientes términos:


La eutanasia, es decir, el acto deliberado de poner fin a la vida de un paciente, aunque sea por voluntad
propia o a petición de sus familiares, es contraria a la ética. Ello no impide al médico respetar el deseo
del paciente de dejar que el proceso natural de la muerte siga su curso en la fase terminal de su enfermedad

Desde el punto de vista religioso, la Iglesia Católica condena a la eutanasia de la siguiente forma, en la
encíclica Evangelium Vitae: "la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación
deliberada y moralmente inaceptable de la persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural
y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio
ordinario y universal. Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio
o del homicidio.

Adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipado y poniendo así fin dulcemente a la propia vida
o a la de otros" (n. 64) o, más propiamente, "en sentido verdadero y propio se debe entender (la eutanasia
como) una acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de
eliminar cualquier dolor. La eutanasia se sitúa, pues, en el nivel de las intenciones o de los métodos
usados"

Se trata de un tema polémico que requiere un análisis profundo. Aunque para muchos sea fácil decir, por
ejemplo "cada uno tiene derecho sobre su vida, y por tanto, puede decidir si terminarla o no". Sin embargo,
ese tipo de comentarios no constituyen verdaderos argumentos para un debate que debe ser serio y
detallada.

Por ejemplo, si una persona está en depresión, y con ciertos problemas físicos, y solicita un suicidio
asistido. ¿Qué se debe hacer? ¿Se debe hacer caso a los deseos de esa persona y ayudarla en su propósito?
Mi posición, en este caso, es negarle a esa persona lo que está pidiendo.

La cuestión es compleja y cada caso es único. El respeto a la voluntad del paciente es importante, sin
embargo, muchas veces esa voluntad puede verse afectada emocionalmente y lleva a tomar decisiones al
paciente que, quizás, en principio no aceptaría.

Quienes solicitan terminar con su vida están ejerciendo, obviamente el ejercicio de su libertad. Aquí se
entra ya en un debate más filosófico, porque se podría cuestionar que tan libre está siendo el deseo de esa
persona de poner fin a su existencia.
Es decir, existe un alto riesgo de pervertir la eutanasia en suicidio.

En el aspecto jurídico el autor Marcelo Palacios señala que es preciso recordar que a menudo se olvida o
soslaya que la expresión el derecho de todas a la vida implica inequívocamente el derecho de cada persona
a la suya, incluyendo su final, no el de otros (individuos, sociedad, Estado) a decidir sobre ella.

ACTIVIDAD
1. Leer cada uno de los ensayos.
2. Ubicar en ellos, lo siguiente.
INTRODUCCIÓN: COLOR AZUL
TESIS- HIPÓTESIS O PUNTO DE VISTA: COLOR AMARILLO
ARGUMENTACIÓN: COLOR VERDE
CONCLUSIÓN: COLOR ROJO

S-ar putea să vă placă și