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RESUMEN
El presente ensayo tiene como propósito hacer una aproximación filosófica-teológica a
las doctrinas más trascendentales del cristianismo primitivo, las cuales son: la Trinidad,
el Alma y el conocimiento que el hombre tiene de Dios. Estas ideas fueron influenciadas
por el estoicismo, platonismo y el gnosticismo durante el siglo II y III. Los autores
intelectuales del cristianismo primitivo –Tertuliano, Orígenes y Clemente de
Alejandría– vieron en la filosofía griega el instrumental filosófico que les daría el
respaldo epistemológico a sus planteamientos teológicos. Los padres de la iglesia a los
que este ensayo alude no son los más importantes para el cristianismo primitivo, sin
embargo, el influjo de sus ideas teológicas ha tenido una gran repercusión en el
cristianismo patrístico y medieval. El gnosticismo, auxiliándose del platonismo, heredó
al cristianismo la creencia de que Dios es incomparable a cualquier cosa que el hombre
pueda pensar sobre él. Los cristianos gnósticos creyeron que “en el principio sólo
existía el Uno” (el dios de los griegos), el cual es completamente espíritu, perfecto e
incognoscible.
Palabras claves
Estoicismo, Platonismo, Gnosticismo, Cristianismo, El Salvador.
INTRODUCCIÓN
Para ofrecer un panorama contextual de este estudio es importante tener en cuenta que
la organización política del Imperio Romano y la cultura helenista que dominó en gran
parte del mediterráneo, durante el siglo II y III, posibilitó el surgimiento de algunas
doctrinas elementales para el cristianismo. La formación, consolidación y expansión de
las comunidades cristianas primitivas provocó conflictos políticos contra el Imperio
Romano, ya que la teología de los cristianos denunciaba el culto al emperador y el
politeísmo grecorromano (Aguirre, 2011, p.381). La teología de estos siglos fue
determinante en la historia del cristianismo. En primer lugar, porque determinó lo que
debía entenderse por el verdadero legado de la predicación apostólica. Y, en segundo
lugar, porque se condenó a todos aquellos pensamientos teológicos que se apartaron
de la proto- ortodoxia cristiana, los cuales fueron denominados "herejes" (Ramos, 2005,
p. 139).
Las ideas teológicas de los escritores cristianos del siglo II y III se desarrollaron en
relación con el estoicismo, platonismo y gnosticismo de la época. Los orígenes del
cristianismo no fueron “divinos” o caídos del cielo, sino que responden a un proceso
histórico e intelectual en el que era necesario auxiliarse de la filosofía griega y del
gnosticismo para desde allí formular y exaltar el auténtico pensamiento cristiano. Es
innegable la influencia de la filosofía griega en autores como Tertuliano, Clemente de
Alejandría y Orígenes, ellos no etiquetaron a la filosofía de “pagana”, todo lo contrario,
vieron en ella el apoyo racional de sus ideas teológicas.
Las ideas teológicas más importantes para el cristianismo, como la trinidad, el alma y el
conocimiento que el hombre tiene acerca de Dios se fundamentaron en el materialismo
estoico y en el mundo inteligible de Platón. El presente ensayo no pretende reconstruir
la influencia de la filosofía griega en la teología patrística del siglo II y III, sino sólo
aproximarse epistemológicamente a las creencias cristianas más significativas de
Tertuliano, Orígenes y Clemente de Alejandría y su relación con el estoicismo,
platonismo y gnosticismo.
En el siglo II la escuela filosófica que estaba en boga era el platonismo, el cual dominaba
ampliamente a la mayor parte de escritores cristianos de la época. Es importante saber
que se trata de un platonismo ecléctico1, fuertemente influenciado por el estoicismo.
Sin embargo, cabe rescatar que el platonismo de los Padres griegos y latinos
(Tertuliano, Justino e Ireneo de Lyon) tomó elementos filosóficos de procedencia
platónica, estoica y, en menor medida, aristotélicos.
1 El eclecticismo filosófico es un intento de tomar “lo mejor” de una enseñanza o doctrina. En este caso,
el platonismo ecléctico se refiere a seleccionar el pensamiento más vital de dicha corriente filosófica
(Mora, 1964, p. 495).
Algunos conceptos filosóficos que impregnaron ciertas ideas teológicas del siglo II
tenían que ver con la distinción de dos mundos, el visible e invisible; el concepto de Dios
como el creador del universo y la creencia de que el alma es inmortal y distinta al
cuerpo. (Fraile, 2006, p. 117). Los padres griegos de la Iglesia fueron los primeros
escritores y teólogos cristianos en usar la filosofía griega para hacer teología, sus
elaboraciones doctrinales fueron tan importantes que sentaron las bases del
cristianismo primitivo y de la Iglesia como institución (Blázquez, 1995, p. 235).
a. Clemente de Alejandría
b. Orígenes
Cuando Orígenes habla del Logos, el cual es Cristo, hace clara alusión a la tradición
neoplatónica. El Logos descubre la realidad del Padre, esta misma idea se encuentra en
Plotino –filósofo neoplatónico– cuando habla de la realidad del Uno (Dios). Es
interesante que Orígenes haga una teología del Logos desde las categorías del
neoplatonismo en vez del platonismo, quizá porque el neoplatonismo se prestaba mejor
para que Orígenes hablase sobre el Logos (Villanova, 1987, p.202). Haciendo uso de la
terminología estoica y platónica, Orígenes afirma en su obra Contra Celsum que existen
dos leyes fundamentales de la vida, la naturaleza cuyo autor es Dios y la escrita. Sobre
esta argumentación estoica-platónica, afirma la independencia de los cristianos ante la
ley civil romana. De manera que Orígenes aplicó el principio estoico del derecho natural
para defender la libertad de los cristianos frente a la ley del Imperio Romano.
(Abbagnano, 1994, p.259).
3 El platonismo medio fue un período del pensamiento platónico que se desarrolló entre Antíoco de
Ascalón y Plotino, se caracteriza por un rechazo de las posiciones escépticas de la Academia Nueva y una
posición dogmática sobre los principios metafísicos (Audi, 2004, p.769).
nous procede un segundo Dios (Cristo) que es la imagen hipostática4 de Dios. El cosmos,
el mundo, es una especie de tercer Dios que se encarga de hacer retornar el alma de los
hombres al nous, a Dios mismo. Todo vuelve a Dios, así como en el platonismo
(Villanova, 1987, p.202).
En el siglo III el estoicismo tuvo mayor recepción que el platonismo porque éste ofrecía
un punto de partida un tanto revolucionario para la época: se pensaba que todo cuanto
existe está compuesto por materia. Era una propuesta interesante y persuasiva, pues
planteaba que tanto el alma o espíritu como la divinidad de Dios son materia, materia
tangible que se manifiesta en la naturaleza y en el mundo. Los padres de la iglesia del
siglo III no dudaron en que el estoicismo podía ser un sólido suelo filosófico factible que
justificase o respaldase sus ideas teológicas. Es el caso de Tertuliano, –considerado
padre latino de la iglesia– quien se auxilió del materialismo estoico para crear y
fundamentar las primeras ideas de la Trinidad (Gilson, 1976, p.92).
a) Tertuliano
Tertuliano fue el filósofo cristiano más relevante del siglo III por ser el único
materialista5 cristiano de su tiempo. Se destacó entre los pensadores cristianos
contemporáneos por crear neologismos latinos –auxiliándose de la filosofía platónica–
que hicieron comprensibles los grandes debates éticos y cristológicos del mundo
griego, además de la formulación de palabras como trinidad, persona, substancia,
sacramento que pasaron a formar parte de la terminología cristiana en las iglesias
occidentales (Sotomayor & Ubiña, 2011, p. 277).
Tertuliano, influenciado por la filosofía estoica, deja entrever cómo su noción de Dios,
el alma y algunos principios éticos se remontan a las más antiguas enseñanzas griegas.
Debido a este influjo estoico, Tertuliano no concibe ningún ser real y sustancial que no
sea cuerpo, es decir, que tanto Dios y el alma son espíritu. A través de los filósofos
4 La unión hipostática se refiere a las dos naturalezas de Cristo, es decir, la humana y divina (González,
2010, p.293).
5 El materialismo estoico expresa que la realidad y todo cuanto existe está compuesto por materia física.
De manera que Dios, el alma y el hombre son seres materiales, corpóreos (Mora, 1964, p.158).
helénicos Crisipo, Posidonio, Filón y Séneca; Tertuliano construyó su conocimiento
sobre Dios y el alma humana (Blázquez, 1995, p. 232).
El alma es una substancia corporal, Tertuliano trata de demostrar por los evangelios la
corporeidad del alma. En su obra Sobre el alma, según comenta, se dedica a estudiar la
invisibilidad, la forma y el color del alma y a defender su unidad. De manera que, Dios
mismo sería un ser corpóreo, inclusive si Dios es espíritu, pues el espíritu no es
considerado cuerpo en el estoicismo. (Gilson, 1976, p. 94)
CONCLUSIÓN
Las ideas teológicas del cristianismo primitivo del siglo II y III se vieron influenciadas
por la filosofía platónica, estoica y el gnosticismo. Los conceptos filosóficos griegos del
mundo visible e invisible, la idea de un Dios como creador del universo y la creencia de
que el alma es inmortal y distinta al cuerpo socavaron, en buena medida, los
planteamientos teológicos de Tertuliano, Orígenes y Clemente de Alejandría.
Las ideas teológicas del siglo II y III más sobresalientes son: 1) La Trinidad. Usando el
materialismo estoico Tertuliano construyó las primeras ideas la Trinidad, Dios e Hijo
son personas divinas iguales en esencia, Dios es eterno e infinito, creador trascendente
de la nada. 2) La gnosis cristiana. Clemente se remonta a Filón y a la tradición
platónica para sostener desde allí que la gnosis cristiana desemboca en la trascendencia
de Dios y diferencia el mundo inteligible del mundo sensible. 3) El alma. En Orígenes
la idea del alma se encuentra perfectamente en el pensamiento de Platón. Para el
platonismo el alma está encarcelada en el cuerpo, y cuando el hombre muere, ésta
vuelva a quien la dio (Dios) y se convierte en eterna y libre. El gnosticismo fue el último
movimiento cristiano en ejercer influencias en las jóvenes ideas teológicas del siglo II y
III. Retomando el platonismo medio, heredó al cristianismo la creencia de que Dios es
incomparable a cualquier cosa que seamos capaces de imaginar o pensar, Dios no puede
ser comprendido por el hombre.
6 Reflexiónese por un momento cómo este ideario gnóstico, “herético”, sigue aún presente en algunos
sectores conservadores del cristianismo en El Salvador y América Latina.
BIBLIOGRAFÍA
GILSON, É. (1976). La filosofía en la Edad Media. Desde los orígenes patrísticos hasta el
fin del siglo XIV. Madrid: Gredos.
VILLANOVA, E. (1987). Historia de la teología cristiana. De los orígenes al siglo XV. Tomo
I. Barcelona: Herder.