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AGENCIAS
Lima 24 OCT 1999
Los niños, como cada día, tomaron un desayuno consistente en leche y pan
donados por el Fondo de Compensación y Desarrollo Social, un organismo
gubernamental, al Ayuntamiento de Huancaraní. Éste lo trasladó hace tres días a
la localidad de Taucamarca, en el departamento de Cusco, donde el viernes se
produjo el suceso.Los médicos del hospital de Cusco confirmaron anoche que la
leche estaba mezclada con un insecticida que usan los campesinos del lugar, tal y
como había adelantado la policía. Una de las hipótesis avanzadas es que la leche
en polvo podría haber sido preparada en utensilios que hubieran servido
previamente para elaborar el insecticida. Los forenses investigaban ayer cómo se
produjo la mezcla venenosa. Un profesor de la escuela preparó el desayuno a los
niños. Muestras de la leche que envenenó a los escolares han sido enviadas al
laboratorio del hospital regional de Cusco para su análisis.
Algunos de los escolares tomaron hasta dos y tres tazas de la leche contaminada
antes de notar los primeros dolores. Según relataron a los médicos del hospital de
Cusco, la leche tenía un sabo raro.
La distancia y la dificultad de comunicaciones entre la localidad de Taucamarca
y la ciudad de Cusco, 70 kilómetros de pésimas carreteras, dificultó la rápida
intervención médica ante esta intoxicación masiva. El teléfono más cercano a la
escuela está a cinco kilómetros, en la localidad de Huasa. Con todo, muchos de
los niños fallecieron poco después, en la calle o nada más llegar a sus casas, y la
misma escuela sirvió de morgue improvisada. Los que sobrevivieron tuvieron
que esperar muchas horas hasta llegar al hospital de Cusco para ser atendidos.
Hasta la madrugada de ayer seguían llegando menores al centro hospitalario. 17
de ellos estaban ya anoche fuera de todo peligro, según fuentes hospitalarias.
Redacción:
Redacción LR
Milagros Laura S.
“Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ni aunque pasen mil años tendremos consuelo por haber perdido un hijo si antes no tenemos
justicia”, son las palabras que nos brinda Victoriano Huarayo Torres a través del hilo telefónico. El hombre de campo lleva 12 años en pie de
lucha por la muerte de sus dos hijos y la de otros 22 niños. Su misión es lograr sanar la herida abierta que existe en la comunidad campesina
de Tauccamarca, en Cusco, por la trágica muerte de 24 niños. Todos intoxicados por ingerir un sustituto lácteo contaminado con un
plaguicida llamado Parathión.
El caso resulta similar a lo ocurrido en Cajamarca y la muerte de cinco escolares por la ingesta de alimentos contaminados del Pronaa. Y
pese a los años que tiene de haber sucedido no se ha logrado sancionar a los responsables.
El caso Tauccamarca sucedió en 1999. Aquel 22 de octubre el desayuno escolar del Centro Educativo N° 50794 estuvo a cargo del
unidocente Isaac Villena Núñez y su esposa, Telma Tapia Vásquez.
Aquel día los esposos prepararon dos bolsas de cereal “Foncodito”, pero luego pensaron que la ración no sería suficiente para los 56 niños,
así que utilizaron una bolsa más de cereal, esta ya se encontraba abierta y era del día anterior. El resultado: 24 niños muertos y 18
intoxicados.
Nadie actuó
Según la abogada del Instituto de Defensa Legal, Silvia Romero Borda, la noticia causó alarma. Todos opinaban, acusaban, prometían, pero
nadie hizo nada.
Los que prepararon los alimentos fueron procesados por vía penal y sentenciados al pago de una reparación civil mayor de los 30 mil soles...
que no han pagado.
“La denuncia llegó al fuero legal en el 2001 con una demanda en contra de la empresa Bayer, fabricante del plaguicida Parathión, por
expender la sustancia cuando esta tenía restringida su venta”, detalla la abogada.
La doctora se basa en la versión oficial emitida por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), en la que señala que el fatídico
desayuno escolar estaba contaminado con Parathión Etílico, plaguicida órgano fosforado que fue prohibido en venta desde 1998. Un año
antes de la tragedia.
La demanda que hoy se encuentra en la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima también culpa a la Digesa por no tener el
adecuado abastecimiento de medicinas para atender la emergencia, como la Atropina.
Así también el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) tiene responsabilidad por no cumplir su rol fiscalizador de uso y distribución
de insumos agrícolas, como el plaguicida.
Desde que se interpuso la demanda en el 2011, el proceso civil siguió su curso con normalidad, hasta que en el 2007 la judicatura advirtió
que debía citarse a los profesores que prepararon la leche y debían ser incorporados al proceso a pedido del Ministerio de Agricultura. Desde
ese tiempo los intentos para ubicar y notificar a dichas personas han sido en vano, lo que ha provocado que el proceso se estanque.
El caso corre riesgo de ser archivado. En marzo de este año el Juzgado Civil declaró el proceso en abandono, al indicar que durante 4 meses
no se realizó ninguna acción de la defensa. “Ellos están haciendo una mala contabilidad del proceso, pues olvidan que durante dicho plazo se
produjo la huelga de trabajadores del Poder Judicial, lo que impidió realizar cualquier acción”, explica la abogada que ya presentó la
apelación.
Mientras que las familias de los 24 niños fallecidos se resisten a no hallar justicia. Continuarán hasta que se sancione a los responsables,
sobre todo porque no quieren que la historia se vuelva a repetir.
El último viernes los deudos se reunieron con la Defensoría del Pueblo del Cusco y se han comunicado con la RAAA (Red de Acción en
Agricultura Alternativa), donde han hecho conocer nuevamente sus preocupaciones y demandas entre ellas que el Séptimo Juzgado de Lima
resuelva la demanda y no esté con las intenciones de archivar el caso.
Otro pedido es que el gobierno cumpla con su ofrecimiento de indemnizar a los familiares por la muerte de los niños. Así como que se
sancione a la empresa Bayer por no haber retirado del mercado el Parathion, a pesar de que ya estaba prohibido. Y lo más importante es que
el gobierno apoye con asistencia técnica y proyectos de desarrollo a la comunidad de Tauccamarca, que está en situación de extrema
pobreza.
De quienes tampoco deben olvidarse las autoridades son de los niños sobrevivientes, hoy ya jóvenes, quienes fueron sometidos a diversos
exámenes que determinaron un daño neurológico crónico, evidenciando alteraciones neuropsicológicas importantes y un déficit en la rapidez
y coordinación motora en los niños intoxicados en Tauccamarca. Estos efectos son compatibles con el daño orgánico inducido por sustancias
órgano fosforadas. Para ellos también piden ayuda.
Datos
Congreso. Un informe de la subcomisión de investigación del Congreso determinó responsabilidades y sanciones, pero nunca fue debatido en
el Pleno y hasta se indicó que dicho informe se había extraviado.
Acusados. El documento concluye que hay responsabilidades administrativas e indicios penales de instituciones como el Ministerio de
Agricultura, Ministerio de Educación, Foncodes, ministro de Salud y la empresa Bayer.
Redacción:
Redacción LR
Deudos exigen una reparación civil: culpan al Estado de negligencia, pues Foncodes repartió los cereales con plaguicida en polvo.
Deudos exigen una reparación civil: culpan al Estado de negligencia, pues Foncodes repartió los cereales con plaguicida en polvo.
Alfredo Pomareda.
Sus dos hijos murieron retorciéndose de dolor, botando espuma por la boca, arañando las paredes. Héctor tenía 12 abriles y Freddy tan solo
8. Victoriano Huarayo Torres recuerda que nada pudo hacer por sus retoños, pues el Hospital Regional del Cusco se encuentra a dos horas a
pie, el único medio de movilización en la comunidad de Tauccamarca.
Han pasado ocho años de aquella tragedia que no solo abrazó a sus hijos, sino a 22 niños más, y Victoriano Huarayo se encuentra otra vez en
Lima con el objetivo de encontrar respuestas, de lograr un castigo para las empresas y ministerios responsables de esta negligencia.
"Está comprobado que fue la sustancia láctea repartida por el Foncodes (Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social) la que envenenó a
los niños", dice Milagros Taza, miembro de la ONG Red de Acción en Agricultura Alternativa (Raaa), quien colabora con los deudos de la
tragedia de Tauccamarca.
Clama justicia
La intención de Victoriano Huarayo no es lucrativa, una reparación económica. Este humilde campesino anhela que se tome en cuenta el
informe de la Subcomisión investigadora de los sucesos de Tauccamarca, presidida entonces, en el 2002, por el parlamentario Alcides Llique
Ventura, quien en el documento asegura que la ingesta de alimentos contaminados con plaguicidas fue la causal de la muerte de los 24 niños.
En dicho informe, archivado hoy en el Congreso, se concluye que el Ministerio de Agricultura omitió la función de controlar y supervisar los
insumos agrarios en el comercio nacional, por lo tanto se filtraron a los lácteos aquellos plaguicidas. Respecto al Ministerio de Salud, el
documento señala que no se contó con las medicinas, ni la infraestructura necesaria para enfrentar los casos de envenenamiento.
El Ministerio de Educación, dice el informe, jamás supervisó el cumplimiento de una política de docencia: el centro educativo 50794,
ubicado en Paucartambo (que contiene a Tauccamarca), solo contaba con un profesor para toda la primaria.
"Queremos que los responsables paguen por esta negligencia. Tiene que reabrirse la investigación". Victoriano –cusqueño de poncho, chullo
y ojotas– está dispuesto a pelear hasta el final.
Su esposa, Kelma Tapia Vásquez, consideró que no sería suficiente para todos los niños y tomó de la mesa una paquete más de cereal
"sobrante del día anterior".
El desayuno escolar fue servido a las 12:45 pm. a todos los alumnos. Después de 20 minutos los niños, 50 aproximadamente, cuyas edades
fluctuaban entre 3 y 14 años, comenzaron a sentir dolores abdominales, convulsiones, vómitos, desvanecimientos. Algunos menores
fallecieron rápidamente , otros fueron trasladados a la posta médica.
Victoriano ha apelado a mil instancias, ha conversado con muchos congresistas, tiene los documentos probatorios de aquella negligencia
gubernamental, pero nadie realmente ha cuestionado a los culpables. En octubre, mes de los milagros, la justicia le puede llegar a este
olvidado pueblo cusqueño.
Precisiones
NEGLIGENCIA. Según la versión de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), el fatídico desayuno estaba contaminado con
Parathión Etílico, plaguicida órganofosforado, prohibido desde 1998.
IRREPARABLE. Los niños sobrevivientes fueron sometidos a diversos exámenes, determinándose daño neurológico crónico, evidenciando
alteraciones neuropsicológicas y déficit en la rapidez y coordinación motora.
El 21 de octubre del 2001, Victoriano Huarayo Torres interpuso una demanda ante el Sétimo Juzgado Especializado de Lima contra la
Dirección General de Salud (Digesa), el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y la empresa Bayer, solicitando una indemnización
por daños y perjuicios. Ese mismo año el juzgado declaró improcedente la demanda de Victoriano Huarayo, debido a que no encontraba un
nexo de causalidad entre los demandados y el trágico hecho ocurrido.
O TAUCCAMARCA, LO QUE EL
FUJIMORISMO OLVIDA
PUBLICADO: 2011-10-06
CASO PRONAA
Cronología:
[22/10/1999]
En la comunidad cusqueña de Tauccamarca, 24 niños mueren y 22 sufren
lesiones internas luego de consumir un desayuno escolar contaminado con
pesticida.
[27/04/2004]
Se ordena evacuar del otrora penal San Jorge a 49 internos intoxicados
por alimentos contaminados con una sustancia fosforada.
[11/06/2004]
Hospitalizan a 37 niños de distintos wawa wasi de San Juan de
Lurigancho, luego de comer mazamorra preparada con quinua que
estuvo en contacto con veneno para ratas.
[18/01/2005]
En Ticllas (Ayacucho), 16 comuneros estuvieron a punto de morir por
beber chicha morada elaborada con maíz que tenía residuos de
insecticida.
[29/08/2006]
Una alegre pollada en Inahuaya (Loreto) terminó con la hospitalización
de 402 moradores que comieron alimentos en mal estado.
CASO TAUCCAMARCA
[22/10/1999]
En la comunidad cusqueña de Tauccamarca, 24 niños mueren y 22 sufren
lesiones internas luego de consumir un desayuno escolar contaminado con
pesticida.
25-09-2011
http://lamula.pe/2011/09/25/tauccamarca-aun-clama-justicia/estebanmarchand
Tauccamarca aún clama justicia
El caso de los tres escolares fallecidos tras consumir alimentos entregados por
el Pronaa nos hace recordar al terrible suceso ocurrido en 1999 en
Tauccamarca, Cuzco, donde murieron 24 alumnos y más de 18 niños tuvieron
que ser internados con diagnósticos de intoxicación, tras ingerir un desayuno
escolar.
Hasta el día de hoy no se ha hecho justicia con las familias que perdieron a sus
seres queridos en Tauccamarca, a pesar de que un informe de la subcomisión
del Congreso encargada del caso señaló como responsable a los ministerios de
Agricultura, de Educación, de la Presidencia y de Salud, así como al
FONCODES y a la Empresa Bayer.
Por si fuera poco, fueron otros han tuvieron que pagar los platos rotos. El
profesor encargado del centro educativo donde ocurrieron los hechos, Issac
Villena, fue condenado a pagar una indemnización de 260.000 soles, de los
cuales paga 50 soles cada fin de mes con su sueldo de maestro. Él además ha
tenido que cumplir dos mil horas de servicio comunitario. Una injusticia.
Testimonios
Hay preocupación entre los afectados
Danilo Canez Palomino
Director escuela 31545
"Son 172 raciones del programa de desayunos escolares que recibimos
diariamente solo en esta escuela y hoy todos los alumnos se han puesto mal.
Incluso yo también bebí la leche y me encuentro con unos cólicos terribles".
"Mi hija empezó arrojando y se retorcía por el dolor de estómago. Los demás
niños del barrio también se encuentran mal. Ella tiene 4 años y estudia
educación inicial. No puede ser que hagan esto a nuestros niños".
"Tomamos la leche con un pan a eso de las 11 a.m. y todos nos sentimos mal,
por lo que el profesor nos dijo que nos fuéramos de inmediato a nuestras
casas. Después estuve arrojando por los fuertes dolores de estómago".
"A primeras horas de mañana (hoy) estaremos asentando una denuncia penal
ante la Quinta Fiscalía de Huancayo, contra los que resulten responsables,
como a los proveedores del desayuno escolar, la panadería Anicama que
abastece los panes fortificados y a la empresa Productos El Tambo que
embolsa y distribuye la leche pasteurizada", sostuvo mortificado.
Las cifras
4116 niños intoxicados quedaron internados en dos establecimientos de
salud.
Sabemos que hasta el momento hay 300 afectados de tres centros educativos,
internados en cinco establecimientos de salud; por eso quiero expresar mi
preocupación. Es una lástima que estas criaturas se encuentren en tal
situación. Quiero precisar que esta leche pasteurizada y embolsada para los
desayunos escolares es distribuida a diario y directamente por el proveedor a
cada colegio. Esto no pasa por los almacenes del Pronaa y la forma de
controlar el producto es a través de inspecciones inopinadas para verificar sus
condiciones sanitarias de producción.
Durante esta nueva gestión estamos tomando todas las medidas para poder
garantizar la calidad del producto que estamos distribuyendo. Tenemos que
considerar también que nosotros atendemos en forma diaria, por lo que este
problema no es un hecho que se presente todos los días. La situación es
lamentable, pero no debe hacer perder la credibilidad en nuestros productos.
INFOREGIÓN
TAUCCAMARCA - CUSCO 20 octubre 2009 - 4:24 pm
http://www.inforegion.pe/portada/39511/deudos-de-tauccamarca-siguen-
clamando-justicia-por-muerte-de-24-ninos-envenenados/
Pese a que han pasado diez años de los trágicos hechos de Tauccamarca,
donde 24 niños murieron envenenados tras ingerir leche combinada con el
potente plaguicida Parathion, los deudos de este lamentable suceso siguen
luchando por alcanzar justicia, informó la Red de Acción en Agricultura
Alternativa, RAAA, institución que también indicó que Victoriano Huarayo
Torres, representante de la comunidad llegará una vez más a Lima.
http://www.demus.org.pe/Menus/noticias/Tauccamarca_Demanda.htm
DEMANDA PRESENTADA ANTE EL TRIBUNAL CIUDADANO
HECHOS:
DEMANDADOS:
Empresa Bayer S.A.
También sabía la Bayer que no obstante que el producto estaba registrado solo
para “uso restringido” debido a su alta toxicidad aguda, y que esta figura
requiere según el Reglamento sobre el Registro, Comercialización y Control
de Plaguicidas Agrícolas y Sustancias Afines, que la venta del producto sea
limitada a aquellos usuarios que reciben una “receta técnica” de un ingeniero
agrónomo licenciado, el producto iba a llegar a ser comercializado libremente
sin ningún control post-registral de las autoridades pertinentes, es decir
vendido libremente en las zonas rurales donde prácticamente no llega la
extensión agrícola.
La compañía Bayer debía haber previsto el mal uso previsible del producto
dado las condiciones socio-culturales del lugar donde se comercializaba el
producto, y dado los hechos de que: el producto presente un daño no obvio
por su apariencia; y que el producto envasado solamente en una bolsa de
plástico, empaque que no sugiere que contiene un contenido altamente
peligroso, y con etiqueta escrito en español que los ciudadanos andinos
quechua – hablantes y mayormente analfabetos no pueden leer ni entender el
aviso de toxicidad (que no es prominente en la etiqueta que presenta por el
contrario se puede observar un dibujo amable de frijoles, zanahorias y papas)
“El mercado tiene que ser observado continuamente para asegurar que
nuestros clientes están manejando nuestros productos seguramente...El
comprador del producto tiene que ser avisado de cualquier riesgo asociado
con su uso, y cada producto tiene que llevar el etiquetado de aviso necesario”
(traducido del inglés de la pagina web de Bayer S.A.2)
La empresa Bayer tiene una responsabilidad social y ética que debería asumir
la industria de Agroquímicos como responsable del comercio y mercadeo de
productos plaguicidas, en el aspecto de promover acciones de capacitación a
los usuarios sobre los riesgos y peligros del uso de los plaguicidas,
especialmente en aquellas comunidades campesinas que se encuentran en gran
desventaja por la falta de educación y limitado acceso a la información, que
sumado a la limitada infraestructura con que cuenta para la atención de casos
de emergencia genera condiciones de alto riesgo para la salud. `
DERECHOS VULNERADOS:
ANEXOS
4. Copia del Veredicto del Tribunal Nacional de Mujeres por los Derechos
Ecónomicos, Sociales y Culturales. Bogota 29-30 de junio del 2005.
5. Copia del Veredicto del Tribunal Nacional por los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales de las mujeres. Lima 2 de junio del 2005.
http://www.cbgnetwork.org/1963.html
El Comercio (Perú), 6 de mayo de 2007
Su maestra se disculpa por ellas diciendo que son introvertidas, como todos
los 18 menores que sobrevivieron, como todo el pueblo, desde aquel fatídico
día en el centro educativo 50794, en el cual la mitad de la población infantil
de Tauccamarca murió.
"Ya nada es igual y dudamos de que algún día lo sea", sentencia Victoriano
Huarayo, padre de Fredey y Héctor, sus dos pequeños de 8 y 12 años, que
fallecieron después de tomar el desayuno que ese entonces proporcionaba
Foncodes. También es papá de Robert.
De las promesas que hicieran las autoridades y aquellos que llegaron con sus
organizaciones solidarias solo se concretó la construcción de la trocha
carrozable que une Tauccamarca y Huasac. Nada más. El resto quedó en el
olvido. Eso le quedó claro a la alcaldesa de Cay Cai, Ortensia Cuadros,
cuando visitó el despacho de Eliane Karp, entonces primera dama de la
Nación, en el 2003. Dice que en esa oportunidad le dijeron: "¿Nosotros te
ofrecimos algo? Reclámales a los que te prometieron que pondrían teléfono y
antena parabólica".
PALABRA DE PROFESOR
"No es justo que se haya culpado al profesor Isaac Villena de aquellos hechos.
Él no tuvo la culpa. Qué fácil es hacer justicia en Lima", indica Victoriano,
visiblemente indignado.
Por lo ocurrido, Villena estuvo preso un mes y fue condenado a pagar una
indemnización de 260.000 soles, que cancela mensualmente abonando 50
soles de su sueldo. También debió cumplir dos mil horas de servicio
comunitario.
El resto de los responsables sigue postergando el inicio del juicio civil con el
que los deudos buscan la indemnización de los 24 pequeños que se fueron y
de los otros 18 menores que aún lloran la tragedia.
Gomero llamó la atención sobre el escaso control en las ferias agrícolas de las
zonas altoandinas del país donde se venden pesticidas prohibidos.
TAUCCAMARCA:
¿QUIÉN FABRICÓ EL PLAGUICIDA MORTAL?
RASTREANDO AL FABRICANTE
¿ALRIN O FOLIDOL?
Según los datos que la RAAA proporciona, en el Perú existen ocho empresas
que fabrican y/o comercializan cuatro compuestos químicos cuyo grado de
toxicidad los ha hecho salir del mercado en la mayoría de países
desarrollados. Estas empresas argumentan que su actividad se realiza de
acuerdo con la ley, pero ¿no existe responsabilidad moral cuando se venden
productos tóxicos basándose en resquicios legales... que las mismas empresas
gestionan? ¿Acaso se ignora que el público al que están destinados es
mayoritariamente analfabeto?
Más allá de argumentar que la venta del producto era legal, creemos que el
laboratorio que lo fabricó tiene la responsabilidad social de otorgar una
indemnización a las familias de los niños y de pagar el tratamiento de los que
sobrevivieron. Para esto es fundamental contar con el análisis de DIGESA y
reabrir la investigación para corroborar (o no) las declaraciones de los
campesinos.
Todos los años, en los centros de salud y hospitales de la zona andina ingresan
al menos 6.500 pacientes por intoxicación debido al contacto con plaguicidas
tóxicos. Sin embargo, los efectos para quienes sufren exposición permanente
pueden pasar a menudo inadvertidos o ser atribuidos a otras causas.
Ante la falta de acción del Estado y las empresas, quienes trabajamos en las
zonas rurales tenemos el deber de advertir a la población sobre los riesgos
implicados en el uso de estos productos, así como de la necesidad de emplear
permanentemente guantes, botas, máscaras y gorros para protegerse.
Nunca deben comprarse plaguicidas o insecticidas a granel que no vengan de
un laboratorio reconocido. Deben estar siempre guardados bajo llave, nunca
cerca del alcance de los niños y jamás colocados en botellas de bebidas
gaseosas u otro recipiente. Es más barato y efectivo emplear métodos de
carácter biológico para impedir la expansión de plagas, sin los riesgos
permanentes que causan los plaguicidas.
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TAUCCAMARCA
RAPAL, Lima, Perú, 21 de octubre de 2005
Los hechos:
CRONOLOGÍA
El 22 de octubre de 1999, alrededor del medio día, Isaac Villena
Nuñez unidocente del Centro Educativo N° 50794 de la
Comunidad de Tauccamarca en el Distrito de Cay-Cay,
Provincia de Paucartambo, Departamento de Cuzco, entregó al
alumno Julián Manottupac Chile de 14 años de edad 02 bolsas
de cereales "Foncodito" para la preparación del desayuno. Su
esposa Kelma Tapia Vásquez, consideró que no sería suficiente
para todos los niños y tomó de la mesa una bolsa más de cereal
"sobrante del día anterior" que se encontraba abierto y con la
envoltura maltratada.
Las fuentes han indicado además que los unos 50 niños de entre tres
y 14 años resultaron intoxicados y, de ellos, han muerto 26. Los niños
ingirieron al medio día, como de costumbre, un desayuno escolar
consistente en leche y pan donado por el Fondo de Compensación y
Desarrollo Social (Foncodes) al ayuntamiento de Huancarani.
LA PORTADA DE
LOS
LECTORES: Las
10 mejor
valorada
“Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ni aunque pasen mil años
tendran consuelo por haber perdido un hijo si antes no tienen justicia”
La rabia con que Victoriano Huarayo relata la agonía de sus dos hijos
muertos hace seis años es comprensible. No solo por la terrible forma en
que los perdió –ambos murieron tras ingerir un desayuno escolar
mezclado con pesticida sino por la “impunidad que impera en este
caso”.Conteniendo las ganas de llorar, el humilde campesino aún
recuerda esa gris mañana del 22 de octubre de 1999. Aquel día los
esposos prepararon dos bolsas de cereal “Foncodito”, pero luego
pensaron que la ración no sería suficiente para los 56 niños, así que
utilizaron una bolsa más de cereal, está ya se encontraba abierta y era del
día anterior. El resultado: 24 niños muertos y 18 intoxicados.