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El pánico moral.

Sus orígenes en la resistencia, el ressentiment


y la traducción de la fantasía en realidad1

Jock Young
Universidad de Nueva York
Universidad de Kent

Introducción

Hace cuarenta años, en 1968, el mundo Permítanme decir, en primer lugar, que las
parecía, por un momento al menos, puesto formulaciones iniciales relativas a los pánicos
patas para arriba. El tumulto en las calles fue morales sugieren que estos fenómenos surgen
acompañado por el tumulto en las universi- de considerables perturbaciones morales ba-
dades y, aunque las consecuencias políticas sadas ​en cambios estructurales y valorativos
–en occidente por lo menos- fueron leves, las importantes dentro de la sociedad, que las ma-
consecuencias intelectuales fueron considera- terias del pánico no son aleatorias, sino puntos
bles y las consecuencias culturales duraderas. detonantes en esas transformaciones y que
Fue en ese momento, y dentro de este contexto los efectos de un pánico son en cierta medida
social y político, que ocurrieron desarrollos auto-cumplidos, porque “si los hombres defi-
vertiginosos al interior de la sociología de nen las situaciones como reales son reales en
la desviación, incluyendo la emergencia del sus consecuencias”, en las célebres palabras
concepto de pánico moral. Es en este marco de W. I. Thomas. Además, los pánicos morales
que tanto su naturaleza como su potencial involucran conflicto cultural. Por un lado, hay
deben ser evaluados. Posteriormente, ha resistencia, innovación y algunas veces pro-
habido una tendencia a arrancar el concepto vocación; por el otro, hay indignación y furia.
de su contexto intelectual y a desechar a las Que existe, consecuentemente con la noción
nociones y estructuras conceptuales concomi- de perturbación moral, una gran cantidad de
tantes, corriendo el riesgo de perder de vista energía emocional en ambas partes: la policía
tanto a las ideas como al nerviosismo político persigue al desviado celosamente, los medios
de la época. alientan la controversia, el público sigue con
avidez la indignación y los desviados son

1
Publicado originariamente en inglés en The British
Journal of Criminology, 2009. Traducción al castellano
de Francisco Escudero (Universidad Nacional de La
Plata/Universidad Nacional del Litoral).
8 Jock Young

impulsados y a veces reconstituidos por la comunicación, de la falsa ilusión del público,


respuesta. Hay energía, fascinación y algo de simples errores en la razón, el desplaza-
lindante con el disfrute: los pánicos morales, miento aleatorio de agravios sobre objetivos
como el crimen, son eventos seductores. En desafortunados y pasivos y sobre eventos
contraste, la frase “pánico moral” ha pasado fugaces, trastornos periféricos en un universo,
a estar asociada con una descripción más bien por lo demás, regulado.
apática del engaño de los medios masivos de

La Conferencia Nacional sobre la Desviación

Fue en 1968 que se celebró la primera distaba mucho de ser el saludable refugio de
reunión de la Conferencia Nacional sobre la las clases diletantes que es hoy; mucho antes
Desviación en la Universidad de York, y fue de Hugh Grant, fue un área con altos niveles
en esta reunión antinomianista de criminólo- de privación y con una población en buena
gos radicales y de teóricos de la desviación medida inmigrante. Fue también el foco en
que presenté mi primer artículo académico, Londres del hippismo, la nueva bohemia que
titulado bastante pomposamente “The Role rápidamente se había extendido a lo largo
of the Police as Amplifiers of Deviance, del mundo occidental. Esta cultura juvenil
Negotiators of Reality and Translators of había atraído una gran condena mediática. De
Fantasy” (publicado en Images of Deviance, hecho, era evidente que el pánico moral era
editado por Stan Cohen, 1971a). Fue aquí que sobre las drogas en el contexto de la nueva
analicé el pánico moral relativo a las drogas bohemia. El famoso pasaje en The People
–un área fértil para la ansiedad social, la cual, del 21 de septiembre de 1969 merece ser
como destacan Erich Goode y Nachman Ben- repetido:
Yehuda, es “una opción casi natural para un
pánico moral” (Goode y Ben-Yehuda, 1994: MATONES HIPPIES – LA SÓRDIDA VERDAD:
203), y que ha sido, como ellos ilustran tan parejas de drogadictos haciendo el amor mientras
gráficamente, objeto regular de estos pánicos otros miran, dominio de grupos pesados con barras
en Gran Bretaña, en Estados Unidos, en Israel de hierro, lenguaje soez, mugre y hedor, ESA es la
y en todo el mundo.2 escena dentro de la fortaleza de los hippies en el Pic-
Mi investigación sobre el uso de drogas cadilly de Londres. Estos no son rumores sino hechos
estaba basada en un estudio etnográfico de –hechos sórdidos que shockearían a las amorosas
Notting Hill, en el Oeste de Londres, llevado personas de la decente familia ordinaria0.
a cabo entre 1967 y 1969, combinado con
una medida cuantitativa más bien rudimen- Así, la ocupación de Piccadilly 144 por
taria relativa al pánico moral sobre el uso de parte la Comuna de London Street fue acogida
drogas (cannabis en particular) conducida calurosamente, encabezada por el famoso Dr.
en el año 1967. En ese tiempo, Notting Hill John que, por deliciosa ironía, era el nome de

2
En este artículo me centraré en gran medida en el pá- de mi reciente artículo sobre el libro de Stan Cohen
nico moral sobre las drogas; se trata de una extensión Folk Devils and Moral Panics (1972) (Young, 2007a).
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guerre de Phil Cohen, quien se convertiría 3. Tanto la indignación moral del público
luego en uno de los principales teóricos de como las culturas juveniles que la desafiaban
las subculturas. La ola de condena pública fue tenían raíces causales comunes.
liderada nada menos que por Enoch Powell
quien, como escribió Phil Cohen en 1971, 4. Los medios masivos de comunicación
“nos dio la presentación más clásica de pánico sostienen una narrativa que estimula tanto
moral” (Cohen, 1997:30). como condena, que amplifica el problema
Mi investigación sobre este período se tanto como provee explicaciones y genera
centró en este pánico. Déjenme, para empezar, consecuencias (en particular “el efecto néme-
exponer sus resultados: sis”) que sirven para confirmar las imágenes
consensuales de la sociedad.
1. El pánico moral no fue contra las drogas
per se, sino contra la gente que utilizaba las 5. Esta amplificación mediática crea una
drogas y las razones por las que las drogas espiral de miedo e indignación públicos, pre-
eran utilizadas. Es decir que era contra la cul- sionando a los organismos de control como
tura hippie, que proponía niveles extravagan- la policía y los magistrados y creando olas
tes de hedonismo y expresividad y oposición delictivas de fantasía.
a los valores del trabajo y la disciplina.
6. Este proceso de amplificación de la des-
2. El pánico moral estaba enraizado en viación, aún siendo fantástico en sus premisas,
transformaciones masivas en el sistema de es real en sus consecuencias, incluyendo
valores y en las relaciones de producción y en algunos casos el auto-cumplimiento de
consumo en las sociedades occidentales avan- estereotipos.3 El contexto intelectual de esta
zadas, esto es, en un desplazamiento desde un investigación estaba basado en el trabajo de la
mundo de disciplina y gratificación diferida Conferencia Nacional sobre la Desviación –en
hacia uno que enfatizaba la inmediatez. sí mismo impulsado por los rápidos desarro-
llos dentro de la sociología de la desviación.

3
La investigación inmediata fue publicada en “The un artículo presentado en la Conferencia de la BSA
Police as Amplifiers of Deviance and Translators of de 1971, “Mass Media, Drugs and Deviancy” (Young,
Fantasy” (Young, 1971d); fue contextualizada en una 1971b), mientras que la nueva bohemia fue discutida
discusión más amplia sobre las drogas, la cultura joven en “The Hippie Solution: An Essay on the Politics of
y el cambio social en The Drugtakers (Young, 1971c); Leisure” (Young, 1972). Hay entrevistas en video so-
la relación entre las narrativas mediáticas y la amplifi- bre la investigación de Notting Hill (Young, 2001) y
cación de la desviación fue publicada en “Drugs and del trabajo de Stan Cohen sobre los mods y los rockers
the Mass Media” (Young, 1971a); y profundizada en (Cohen, 2000).
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La nueva revolución de la desviación

La desviación no es una propiedad inherente en ciertas formas


de comportamiento; es una propiedad atribuida a dichas formas por las
personas que entraron en contacto directa o indirectamente con ella.
(Erikson, 1966:6)

Esto representa un alejamiento notable con respecto a la vieja sociología


que tendía a apoyarse en la idea de que la desviación provoca el control social,
he llegado a creer en la idea opuesta… el control social provoca la desviación.
(Lemert, 1967: v)

La década 1955–65 fue un tiempo de ex- era movilizado para lograr este proceso de
traordinaria creatividad para la sociología desculturización.
estadounidense de la desviación. Sólo los Las dos vertientes de la nueva teoría de la
nombres –Becker, Cicourel, Cohen, Cloward, desviación –las teorías de la subcultura y del
Erikson, Goffman, Gusfield, Matza, Scheff y etiquetamiento– subvirtieron rotundamente
Sykes, para mencionar algunos– refrescan la esto. Las subculturas, ya sea que involu-
mente y transmiten la intensidad intelectual de cren consumo de drogas, violencia, robos o
la época. Fue un momento en el que, por un vandalismo, eran vistas, en la tradición de
tiempo, la sociología de la desviación se con- la antropología cultural, como creaciones
virtió en el foco central del debate sociológico humanas, intentos de abordar los problemas
y, como nos lo recuerda Howard Becker en la vinculados con la existencia material y social,
introducción a The Other Side (Becker, 1964), mientras que la teoría del etiquetamiento seña-
recuperó su conexión dentro de la corriente ló las formas en que los que tienen autoridad
principal de la teoría sociológica. Durante buscaban quitar los significados a los grupos
un largo período, y como consecuencia de o individuos desviados. Ambas vertientes
la Escuela de Chicago, la sociología de la forman parte de una orientación construc-
desviación había sucumbido a convertirse tivista sobre lo social, enfatizando que la
en una sierva de la administración –“…una desviación es una categoría construida más
búsqueda práctica, dedicada a ayudar a la que una esencia fija y que tanto la subcultura
sociedad a lidiar con aquellas personas que como la cultura del control son materiales
consideraba problemáticas” (Becker, 1964: 1). necesarios para una teoría plenamente social
Las imágenes asociadas a la patología habían sobre la desviación.
reemplazado a las vinculadas con la verstehen, Las dos declinaciones de la revolución de
y la desviación era visualizada como una falta la nueva desviación participan del rechazo
de cultura (consecuencia de una inadecuada hacia nociones valorativas absolutistas y
socialización) más que como una cultura que del realce de la naturaleza irónica y auto-
debía ser entendida y apreciada. Porque, como cumplida del control social. Vivimos en una
Stan Cohen iba a observar más tarde en la sociedad pluralista, con un cubismo mágico
introducción a Images of Deviance (Cohen de perspectivas, donde la desviación de una
1971a), la perspectiva tradicional sobre la persona es la normalidad de la otra y donde
desviación involucraba una “aniquilación de hay numerosas audiencias y evaluadores. La
significado” y un arsenal entero de expertos desviación no es inherente a una acción sino
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una cualidad otorgada a ella; la adscripción convertirse en auto-cumplida. Porque, en de-


de la desviación exige tanto acción como re- terminadas circunstancias, las personas pasan
acción. Además, las definiciones de aquellos a parecerse a las etiquetas. Los “demonios
que están en el poder son proclamadas como populares” evocados por la indignación y el
estándares absolutos de normalidad y ocupan prejuicio moral son en realidad construidos
el lugar privilegiado en lo que Howard Becker por las fuerzas del control social. La fantasía
(1967) llamó “la jerarquía de la credibilidad”. se traduce en realidad. Algo parecido al este-
Estas son impuestas con diversos grados de reotipo del psicópata es creado por la larga
éxito sobre aquellas personas que están en brutalización de la prisión: encierros, aisla-
posiciones estructurales menos favorecidas mientos, alternados con la siempre presente
a través de un aparato de control social que amenaza de violencia por parte de los reclusos
comprende desde los medios masivos de y del personal penitenciario. El agrupamiento
comunicación hasta el sistema de justicia amorfo de los jóvenes en las calles se recons-
penal. En lo que hace al tema del control, la truye en la estructura jerárquica de la banda
criminología ortodoxa, junto con disciplinas por la focalización de las patrullas de policía
afines, especialmente la psiquiatría, cumple y las persuasivas narrativas de los medios
un rol clave al minimizar el lugar de la des- masivos de comunicación (ver Cohen, 1971b;
viación en su explicación concibiéndola como Hallsworth, 2007).
una falta de valores más que como normas y Esta revitalización de la teoría, por supues-
realidades alternativas (ver Young 1971c). En to, no surgió de la nada: fue en gran parte
este sentido, la etiqueta de criminal o desvia- producto del tumulto de la época. Son cua-
do conlleva connotaciones esencialistas de renta años desde 1968 –un tiempo en el que
subsocialización, irracionalidad, estupidez, el mundo parecía puesto patas para arriba.
impulsividad, etc., a menudo caricaturizada La cordura de la psiquiatría, la honestidad de
en términos positivistas. la policía, la veracidad de los medios masivos
La segunda afirmación era que el control de comunicación, la respetabilidad de los
social frecuentemente tiene efectos que son políticos, el confortable mundo de las clases
contraproducentes y de auto-cumplimiento. medias, todos fueron implacablemente cues-
Esta idea atraviesa la tradición crítica en la tionados. La guerra en Vietnam, la emergencia
criminología; se encuentra en el corazón de su de dramáticas culturas juveniles expresivas,
empresa intelectual desde el descubrimiento el desafío de la nueva bohemia y una estri-
del efecto criminalizante del encarcelamien- dente segunda ola de feminismo erigieron
to hasta la repetida demostración del efecto cuestionamientos al status quo, revirtiendo las
contraproducente de la guerra contra las tradicionales preguntas de la criminología y
drogas. En este sentido, la nueva teoría de de la sociología de la desviación (ver Ferrell,
la desviación fue más allá de un liberalismo et al. 2008). Todo un estrato de jóvenes de
que insiste en que las imágenes del crimen y clase media entró en colisión con la policía
la desviación son errores de conocimiento, en las manifestaciones, en las marchas por los
malas interpretaciones o estereotipos mal derechos civiles y en el control de su vida co-
justificados hacia un liberalismo que sugiere tidiana (ver Lilly et al., 1989). La nueva teoría
que, por más cierto que esto pueda ser en el de la desviación y la nueva criminología que
comienzo de una carrera delictiva o en la apareció poco después estaban orgánicamente
aparición de una empresa desviada, con el vinculadas con esta situación. “Lo problemá-
tiempo esta estigmatización puede llegar a tico”, tradicionalmente ubicado con aparente
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obviedad en el reino del desviado y el delin- que anteriormente habían sido visualizados de
cuente, fue relocalizado en otro lugar extremo. manera algo mágica como existiendo fuera del
“Problemas” eran la policía, las prisiones, mundo de la explicación, vieron a sus acciones
los hospitales psiquiátricos, los periodistas, y al impacto –a menudo auto-cumplido- de sus
el hombre “normal” de las calles. El enfoque actividades pasar a ser el centro de atención.
de la problemática cambió; el significado, La desviación secundaria paso a tener en el
que antes era apartado del desviado, le fue lenguaje corriente más interés que la desvia-
devuelto y fue apreciado, y los poderosos, ción primaria (ver Lemert, 1967).

¿De qué lado estamos? El sociólogo como abogado

Es importante subrayar la manera en que Y, por supuesto, los sociólogos de esta nue-
una generación más joven de sociólogos se va generación se volvieron defensores de las
identificó con el proceso de cambio cultural subculturas jóvenes emergentes y fervientes
que giró en torno a 1968. Todos estábamos críticos del conservadurismo de los distintos
conmovidos por la época: la posibilidad del agentes del control social. David Garland
cambio social, los mundos de la diversidad recoge muy bien este punto cuando escribe
que la nueva bohemia prometía, la coloni- sobre “la fuente cultural” del concepto de
zación por parte de los jóvenes del ocio y el pánico moral como:
rechazo de la austeridad y disciplina en un
mundo aparentemente en avance rápido, todo derivado de las actitudes sociales características de
esto hizo a la decisión de estar del lado del los jóvenes sociólogos de la década de 1960 como
progreso poco menos que inevitable. Cohen, Young y Ditton y sus colegas en la Confe-
Los textos más vendidos de la época se rencia Nacional sobre la Desviación. Esta era la
hicieron eco de esto. Así, Howard Becker, perspectiva del observador participante, de avanza-
reflexionando recientemente sobre la inmensa da, que apreciaba la desviación, quien a menudo se
popularidad e influencia de su libro de 1963, encontraba culturalmente más cerca de los desviados
Outsiders, comentó: que de sus controladores y veía al derecho penal
como una forma equivocada de represión, al menos
Escribí acerca de los músicos que trabajaban en en la medida en que era aplicada a una desviación
bares y otros lugares modestos, tocando música suave como el consumo de drogas y la adopción de
que tenía una especie de aura romántica, y escribí estilos asociados a la cultura del club. Frente a lo
sobre la marihuana que algunos de ellos fumaban, que ellos consideraban reacciones desinformadas,
la misma marihuana con la que muchos de aquellos intolerantes e innecesariamente represivas hacia la
estudiantes estaban experimentando y cuyos efectos desviación por parte de autoridades conservadoras,
estaban aprendiendo a disfrutar (tal como sugiere el estos sociólogos desarrollaron una respuesta crítica
análisis del libro). Esos tópicos, que se cruzaban en estándar, una crítica con la cual contrarrestar la
mayor o menor medida con sus propias vidas hicieron opresiva reacción social.
que el libro fuese elegido por los docentes, muchos Su crítica tenía dos aspectos. El primero apuntaba a
de los cuales compartían el interés de los estudiantes un error empírico, movido por una ansiedad fuera de
por la música y las drogas, para dárselos a leer a los lugar: “La sociedad convencional está exagerando,”
alumnos. Y así el libro se convirtió en una suerte de sostenían, “el problema es mucho menos serio y
texto estándar en las clases de los estudiantes más mucho menos amenazante de lo que la gente piensa.
jóvenes. (Becker 2005: 2) Relájense, no teman, nadie aquí está siendo herido.
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El segundo aspecto era de carácter más normativo, “teoría plenamente social” de la desviación
más enfocado sobre la forma de la reacción social, para explicar tanto, digamos, a las subculturas
y más crítico de su postura moralista y prejuiciosa: de la juventud y aquellas de control, ya sea
“El verdadero problema no es la conducta desviada, la policía, periodistas, abogados, etc. Pero
es su compulsiva necesidad de moralizar. Sean más había, como hemos visto, un tercer nivel de
tolerantes, más abiertos a la diferencia y la diversi- defensa, que concernía al impacto de la reac-
dad. Olvídense de su moralidad mojigata y pasada de ción social, argumentando que la desviación
moda. Relájense, no teman, nadie aquí está haciendo secundaria era a menudo más grave que la
el mal”. El término “pánico moral” –en su utilización desviación primaria, el daño secundario más
típica, tanto eslogan como concepto– capturó estas problemático que el daño primario. Esta era la
respuestas perfectamente, condensando hábilmente base de la crítica de todo el proceso de crimi-
análisis y actitud. (Garland, 2008: 19) nalización, de la prisión como productora de
criminales exactamente como los hospitales
El primer nivel de defensa era, por lo tanto, psiquiátricos construían locura y las clínicas
la apreciación y la defensa de la subcultura; de tratamiento producían adictos y alcohóli-
el segundo era cuestionar la naturaleza de la cos, etc. La irracionalidad era, por lo tanto,
reacción social. Esto se correspondía con la desplazada desde la juventud supuestamente
regla de la simetría: con el fin de explicar la desenfrenada o los insensatos consumidores
conducta desviada, era necesario explicar de drogas, a los agentes de control mismos,
acción y reacción y luego, por supuesto, en por cuanto las acciones de las autoridades
consecuencia, el impacto de la reacción sobre a través del proceso de amplificación de la
la acción. Como tal, invocaba una noción de desviación sólo empeoraban las cosas.
subculturas en colisión y la necesidad de una

De la indignación moral al pánico moral

La culminación de este intenso período de Ranulf en su explicación de la atracción del


creatividad en la sociología estadounidense de nacionalsocialismo para la pequeña burguesía
la desviación fue el artículo de Albert Cohen alemana presentada en Moral Indignation and
de 1965, “The Sociology of the Deviant Act: Middle-Class Psichology (1938), que emergió
Anomie Theory and Beyond”. En él, hizo un en Social Theory and Social Structure de
intento imaginativo de sintetizar las dos ver- Merton en los años cincuenta y desde allí al
tientes de la teoría de la desviación –anomia trabajo de Albert Cohen antes de convertirse
y etiquetamiento– y preparó el terreno para en influencia de Stan Cohen en Folk Devils
los esfuerzos británicos de crear una “teoría and Moral Panics y The Drugtakers en los
plenamente social de la desviación” que iban primeros años de la década de 1970. Esen-
a seguir en los primeros años de la década de cialmente, la indignación moral está vincu-
1970. De directa relevancia para la teoría del lada con la punitividad (ya sea en términos
pánico moral fue la evocación de Cohen de la de derecho penal o furia informal) frente
indignación moral. Su fascinante genealogía al comportamiento de grupos que no dañan
surge del concepto nietzscheano de ressen- directamente los propios intereses. Albert
timent, utilizado por Max Scheler y Werner Cohen, en un pasaje brillante, sintetiza esta
Sombart en las primeras dos décadas del “desinteresada” indignación moral:
siglo veinte, famosamente evocado por Svend
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Una dedicada persecución de metas culturalmente que uno formula está en el corazón de su identidad
aprobadas, el evitamiento de objetivos prohibidos pública, uno puede verdaderamente desarrollar un
pero tentadores, la adhesión a medios normativamen- interés en la existencia de otros desviados y verse
te sancionados –esto implica un cierto autocontrol, amenazado en caso de que pretendan excelencia
esfuerzo, disciplina, inhibición. ¿Cuál es el efecto moral. En pocas palabras, ¡la virtud de otro puede
del espectáculo de los otros que, aunque sus activi- convertirse en una fuente de tensión! Uno puede
dades no dañan manifiestamente nuestros intereses, incluso unirse con otros en rígida ira puritana para
son moralmente indisciplinados, se entregan a la castigar a los desviados, no tanto para acabar con
pereza, a la auto-indulgencia o a vicios prohibidos? su comportamiento desviado como para reafirmar la
¿Qué efecto tiene la proximidad de los malvados importancia central de la conformidad como la base
sobre la tranquilidad espiritual de los virtuosos? para el juzgamiento de los hombres y para reafirmar
(Cohen, 1965: 6) a sí mismo y a los otros su apego a la bondad. Uno
puede incluso hacer una virtud de la tolerancia y la
Así pues, aquí tenemos los hechos de la indulgencia de las deficiencias morales de los demás,
vida: las disciplinas del trabajo y la recom- llamando así implícitamente la atención hacia la
pensa, la recta asignación de la justicia dis- propia y especial fuerza de voluntad. Si la debilidad
tributiva conforme el mérito, las presiones de los otros es sólo humana, entonces existe algo más
y descontentos experimentados en ciertos que humano en la propia fortaleza. Por otro lado,
puntos de la estructura social y la lasitud y uno podría unirse a los inmorales. (Cohen 1965: 6-7,
las recompensas gratuitas –por lo menos en destacado en el original)
la percepción de los indignados– que ocu-
rren en otros. Es una fórmula de tensión, de Se desprende claramente de este párrafo que
auto-control y falta del mismo, de disciplina Albert Cohen concibió la indignación moral
e indisciplina. Pero Cohen va más allá de la como algo que ahora sería descripto como
simple indicación de los aspectos negativos una forma de “otrización” –un proceso tanto
de la indignación; también apunta al modo de amenaza como de confirmación de la iden-
por el cual los virtuosos pueden beneficiarse tidad. Además, que una perturbación moral
de estos contrastes: como esta fuera emocionalmente intensa, que
fuera una función tanto de la atracción como
De diversas maneras, los virtuosos pueden sacar de la repulsión. Fue a partir de este análisis
partido de esta situación, pueden convertir una de la indignación moral -complementado
situación con potencial para generar tensión en una por supuesto con las nociones de empresa-
fuente de satisfacción. Uno puede llegar a ser aún rio moral (Becker, 1963) y de pasaje moral
más virtuoso haciendo que su reputación dependa de (Gusfield, 1963)- que surgió el concepto de
su rectitud, construyendo su “sí mismo” a partir de pánico moral. En efecto, si la indignación
la odiosa comparación con los moralmente débiles. moral representa la condición crónica de la
Dado que la maldad de los otros resalta el brillo perturbación moral, el pánico moral es su
de la propia virtud y la exigencia de virtuosidad forma aguda.
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¿Intervención desinteresada?

En The Drugtakers, estuve altamente in- Así, la masturbación fue alguna vez vista
fluido por Albert Cohen y, detrás de él, por como causante de psicosis, indiferencia e
el trabajo de Max Scheler y Svend Ranulf. impotencia y diversos dispositivos clínicos
El concepto de indignación moral involucra bárbaros fueron desarrollados para evitar que
el cuestionamiento de las razones para la la gente joven tocara sus órganos genitales.
supuestamente “desinteresada” intervención De hecho, sugerí un “efecto némesis” (ver
social –agravio moral, donde los intereses del Young, 1971a), de acuerdo con el cual se
partido enfurecido no se ven directamente considera que la desviación conduce a diver-
afectados. Siguiendo esta línea de pensa- sos tipos de miseria a menos que se lleven a
miento, observé que había tres razones para cabo intervenciones humanitarias (el uso de
la intervención social: la marihuana lleva a la adicción a la heroína,
Conflicto de intereses: donde un grupo las relaciones sexuales prematrimoniales a
poderoso tiene sus intereses directamente enfermedades venéreas, el embarazo adoles-
amenazados o donde existe una ventaja en cente a la pobreza, etc.).
la intervención (en el caso, por ejemplo, de Mirando este punto hacia atrás, está claro
los escuadrones antidrogas, los centros de que la indignación moral involucra un conflic-
tratamiento, etc.). to de intereses directos, en la medida en que
Indignación moral: donde existe un conflic- la moralidad en sí misma es manifiestamente
to moral de intereses y donde la subcultura amenazada. La distinción de Ranulf es, por
en cuestión amenaza los valores morales de lo tanto, inviable (ver también Cohen, 1972:
un grupo más poderoso. Yo estaba interesado 16). Pero, aun en el sentido más prosaico
aquí en las respuestas emocionales y verda- de un conflicto de intereses instrumental, la
deramente viscerales a los usuarios de drogas indignación moral implica muy a menudo la
por parte de los funcionarios policiales y de afirmación de una amenaza (las drogas que
otros voceros de la sociedad respetable. ponen en peligro a nuestros niños, la violencia
Humanitarismo: aquí, un grupo de pode- que amenaza al ciudadano respetable, etc.).
rosos trata de frenar las actividades de otro De hecho, el argumento clave centrado en la
grupo en nombre de los mejores intereses de desproporcionalidad de la reacción social, por
este último. Así pues, si una manifestación lo general, gira en torno a la confirmación o
de la indignación moral puede ser la ira, otra refutación de estas respuestas.
puede ser algo que aparece como su opuesto En cuanto al humanitarismo, aquí la indig-
exacto –el humanitarismo–. De hecho, uno nación moral se oculta y la intervención es
podría ir un paso más allá y sugerir que tal justificada en beneficio del infractor. En rea-
humanitarismo puede ser un manto (una téc- lidad, el “infractor” es visto como la víctima,
nica de neutralización si lo desean) para tapar se observa al “bebedor empedernido” como
el malestar y la indignación morales. un alcohólico, a la madre adolescente como
Aquí, estaba interesado en el libro de Alex irracional y al consumidor de drogas como
Comfort The Anxiety Makers (1967), el cual “enfermo”. Las intervenciones surgidas de
rastreó el camino por el cual la profesión la indignación moral son, de esta manera,
médica había traducido repetidamente su justificadas ya sea señalando la violación de
indignación moral sobre ciertos “abusos” en la seguridad pública o bien la seguridad del
un humanitarismo clínicamente respaldado. desviado. En retrospectiva, las dos justifica-
16 Jock Young

ciones se corresponden con lo que he llamado y valores. De cualquier manera, representan


“otrización” “conservadora” y “liberal” (ver la polaridad de las respuestas convencionales
Young, 2007b). La primera demoniza, insis- para el consumo de drogas: las alternativas de
tiendo en que el desviado es diferente a no- pena o tratamiento donde las posibilidades
sotros, y la segunda sugiere que la desviación de una auténtica liberalización son borradas
es un comportamiento enfermo o inmaduro, e ignoradas.
y que el desviado carece de nuestras normas

La ecuación moral

Una fuente fundamental de legitimidad en sentimientos de injusticia y desesperación.


los países industriales avanzados es el nexo Los puntos sensibles son bien conocidos en
entre mérito y recompensa. Esta evocación la literatura; están donde aquellos incluidos
de una meritocracia donde el trabajo, la precariamente en el orden social enfrentan a
disciplina y el esfuerzo encuentran su propia aquellos que están tentadoramente excluidos
recompensa en el éxito material, el disfrute (ver Young, 2007b). Los pequeñoburgueses,
de la vida y el goce son fundamentales para esforzándose por dar sentido a una meritocra-
nuestras sociedades. Sin embargo, aquí, como cia de la que son parte por poco, quienes, en
señalara Merton en su famoso artículo “Social un mundo de precariedad laboral, están a un
Structure and Anomie” (Merton, 1938) yace cheque de distancia de la pobreza, y aquellos
una significativa contradicción. Porque, en a quienes Elliott Currie (1998) llama los “so-
una sociedad de clases, las metas culturales breempleados” –los trabajadores pobres con
de la meritocracia no se corresponden con dos trabajos, o a veces más, quienes deben
la distribución de las recompensas. En una constantemente exigirse a sí mismos hasta el
sociedad groseramente desigual, los sueños stress para alcanzar los fines ¿Y los puntos
de éxito, de movilidad, de recompensa se detonantes? Como siempre, es la juventud en
estrellan constantemente contra la experiencia su rol de presagio del futuro, en su situación
de la realidad del mundo tal como realmente de relativa libertad entre familias con ingresos
es. Un enorme despliegue de instituciones disponibles en sus bolsillos y con aspiraciones
–los medios masivos de comunicación, la que todavía no han sido aplastadas por las
educación, el lugar de trabajo– predican la me- realidades de la vida. Son los disparadores
ritocracia, aunque el sistema es palpablemente y son los objetivos en su supuesta indolen-
desigual tanto en sus presiones en la jornada cia, su violencia, su consumo de drogas, su
laboral como en sus recompensas diarias. Es- vestimenta y por supuesto su sexualidad.
tas placas tectónicas de desigualdad generan Han desempeñado este rol a lo largo de la
delito, perturbación, indignación moral y, a historia, como Pearson (1983) demostró tan
veces, pánicos morales. El sistema “provoca gráficamente, y lo siguen haciendo hoy con
desviación”, como expresara Merton, pero su consumo excesivo de alcohol, sus bandas,
de la misma manera como inevitablemente sus relaciones sexuales prematuras y su be-
provoca indignación moral y punitividad. ligerancia: los chicos violentos y las chicas
Existen ciertas partes sensibles de la es- embarazadas.
tructura social y existen otras que son puntos Los dos objetivos clásicos del pánico moral
detonantes definidos para la cristalización de personifican esto. Los hippies presionaron
El pánico moral. Sus orígenes en la resistencia, el ressentiment... 17

cada botón en la armadura de disciplina y socavó la austeridad y disciplina de la Gran


control del carácter; los “mods” prefiguraron Bretaña de posguerra (ver Cohen, 1972;
un mundo de consumo e inmediatez que Hebdige, 1979).

Ressentiment

En una sociedad meritocrática como esta, la inalcanzables no corporizan en realidad los valores
incapacidad del individuo para cumplir con el preciados –después de todo, el zorro en la fábula no
Sueño Americano, o su casi-tan-generalizado dice que él renuncia a todo el sabor de las uvas dul-
equivalente europeo, puede atribuirse a las ces; dice solamente que estas uvas en particular no
fallas del sistema o a las fallas del individuo. son dulces. La rebelión, por otra parte, implica una
Pero la política radical o la autoculpabili- genuina transvaloración, donde la experiencia direc-
zación son sólo dos alternativas. Igual de ta o indirecta de la frustración conduce a la completa
probables son aquellos que culpan a un sector renuncia a valores previamente apreciados –el zorro
particular de la sociedad por su desgracia, que rebelde simplemente denuncia el gusto predominante
observan que las recompensas son distribuidas por las uvas dulces. En el ressentiment uno condena
de manera injusta. Esto evoca sentimientos lo que anhela en secreto; en la rebelión, uno condena
de ressentiment que Merton caracterizó tan el anhelo en sí mismo. (Merton 1957: 155-6)
vívidamente cuando escribió:
El bohemio usuario de drogas era a la vez
Este sentimiento complejo cuenta con tres elementos una amenaza para el ciudadano trabajador
entrelazados. Primero, sentimientos difusos de odio, inmerso en la moral de la disciplina y la mo-
envidia y hostilidad; segundo, una sensación de impo- deración mientras que, al mismo tiempo, la
tencia para expresar activamente estos sentimientos ruidosa condena al hippie era una poderosa
contra la persona o el estrato social que lo evocan; reafirmación de los valores de la “norma-
y tercero, una continua re-experimentación de esta lidad”. El proceso era tanto una amenaza
hostilidad impotente. El punto esencial para distin- como una afirmación. Pero esto por sí solo no
guir el ressentiment de rebelión es que el primero no explica la intensidad de la reacción. Porque,
implica un verdadero cambio en los valores. El res- subyacente a esto se encuentra el proceso de
sentiment involucra un “patrón de uvas agrias” que ressentiment, de uvas agrias, de rechazo a
afirma simplemente que los objetivos deseados pero aquello que deseamos en secreto.

Pánico moral

Un pánico moral es una perturbación moral presentado en términos estereotipados. En la


centrada en demandas acerca de que intereses época moderna, esto implica la concentración
directos han sido violados –un acto de “otri- de los medios masivos de comunicación,
zación” algunas veces expresado en términos respaldados por expertos científicos y otros
de demonización, algunas veces con matices empresarios morales y la movilización de la
humanitarios que son manifiestamente des- policía y los tribunales y otras agencias de
proporcionados para el evento o las activi- control social. Semejante proceso de estig-
dades de los individuos involucrados. Está matización masiva envuelve una narrativa de
18 Jock Young

amplia difusión sobre la génesis, inclinación y sino más bien cuando está en crisis. De hecho,
némesis de un grupo desviado particular que los casos de pánico tanto con respecto a los
tiende a amplificar su intensidad con el paso hippies como a los “mods” involucraron la
del tiempo (particularmente en términos de la desintegración de un consenso en torno a las
cantidad de supuestos incidentes) para luego relaciones entre disciplina y recompensa que
finalmente extinguirse. Muy frecuentemente estaban siendo desplazadas para dar paso a
deriva en un proceso de amplificación de las sociedades consumistas tardomodernas en
la desviación, una traducción de la fantasía las que existe un énfasis en la inmediatez y el
en realidad, donde, en ciertos aspectos, los hedonismo a corto plazo (ver Young, 2007a;
estereotipos iniciales son auto-cumplidos. Hayward, 2004). Además, en las modernas
Permítannos descomprimir esta afirmación en sociedades híper-pluralistas, que tienden hacia
términos de nuestro análisis previo: una “mayoría de las minorías”, la posibilidad
de esta “otrización” exitosa disminuye enor-
Perturbación moral: los pánicos morales memente (ver Young, 2007b; McRobbie y
son acontecimientos morales. No son simple- Thornton, 1995).
mente pánicos, engendrados mediáticamente
o de otra manera, que proveen información Proporcionalidad y desplazamiento: to-
falsa ya sea sobre los riesgos de la bebida o dos los comentaristas acuerdan en que la reac-
de los peligros de los pit-bull terrier. Dicho ción desproporcionada frente a una desviación
esto, la rápida propagación de estas narra- particular es el atributo clave de cualquier
tivas es muy a menudo una indicación de pánico moral. El cálculo de tal desproporción
perturbación moral y los propios empresarios depende de una evaluación adecuada del
morales, pueden frecuentemente presentar sus problema y de la intensidad de la reacción.
afirmaciones como de naturaleza científica o Este, en sí mismo, es un asunto difícil, que
técnica, desprovistas de toda consideración depende tanto de la precisión empírica como
moral. Así, la alarma por los pit-bulls bien de la evaluación normativa (véase Garland,
puede estar basada en los miedos a una under- 2008). El continuo y acalorado debate de los
class, a los jóvenes marginales, la declaración últimos cuarenta años acerca de dos de los ma-
sobre los peligros del consumo excesivo de yores focos de los pánicos morales –jóvenes
alcohol bien puede estar relacionada con un y drogas y violencia juvenil– ilustra amplia-
disgusto moral vinculado con el hedonismo de mente esto. El reconocimiento del discurso
la juventud moderna y la naturaleza “disoluta” criminológico en torno al pánico moral como
de la economía nocturna (ver Talbott, 2007). un acto de defensa nos sensibiliza acerca de
Esta perturbación moral está caracterizada dos problemas: el de subestimar el problema
por una sensación de ansiedad, de energía y sobreestimar la desproporcionalidad de la
emocional; no se trata meramente de una reacción. Como señala Garland, una defensa
ficción o una anomalía desconcertante. Debe de este tipo era más fácil de lograr y más
también estar razonablemente extendida: rápidamente convincente en las áreas de las
aunque, en el período actual, esto no debe drogas blandas y la violencia juvenil de menor
confundirse con la noción de un consenso importancia tal como se las caracteriza en los
amplio enfrentando a una pequeña minoría dos estudios iniciales sobre pánicos morales,
desviada y reafirmando exitosamente sus The Drugtakers (Young, 1971c) y Folk Devils
fronteras. Porque, primero, un pánico moral and Moral Panics (Cohen, 1972). Fue mucho
no se produce cuando la hegemonía es exitosa, menos convincente en áreas tales como los
El pánico moral. Sus orígenes en la resistencia, el ressentiment... 19

robos callejeros (y no sería, por supuesto, manifestación. Es proporcional a la ansiedad,


tolerada con respecto a delitos tales como la no al acontecimiento en sí. Es, en la superficie
violación o los ataques racistas).4 Como he de las cosas, un error en la razón, pero no
argumentado, la tercera área de defensa intro- es, en un nivel más profundo, un error en la
duce una dimensión importante y más sutil. emoción. Ahora, de hecho, uno podría estar
Porque su interés no es la evaluación estática en desacuerdo con esta emoción –es, después
de la desviación como un problema social, de todo, demasiado frecuentemente un rasgo
sino la medida en la cual la intervención real- del ressentiment, una criatura de la reacción,
mente genera un problema desproporcionado. un obstáculo al progreso. Pero esto no niega
Aquí es donde, aunque el daño principal de su energía ni su autenticidad.
un problema en particular es reconocido, se
considera que el daño secundario que ocurre Volatilidad y transgresión: mi argumento
a partir de la intervención vuelve a las cosas es que una clave de la fuerza y en realidad
considerablemente peores. En ninguna parte de la existencia de un pánico moral yace en
de la teoría del etiquetamiento o de la litera- su relación con los problemas estructurales y
tura constructivista se encuentra esto mejor normativos fundamentales del orden social,
ilustrado que en el caso del control del uso y que son estas fuerzas las que evocan tanto
de drogas (por ejemplo, Duster, 1970). Así, al pánico como al demonio popular, y que
el daño “inherente” de, digamos, la heroína, de hecho estos demonios populares no son
es contrastado con el daño secundario de las arbitrariamente seleccionados como chivos
intervenciones punitivas establecidas con el expiatorios sino que exacerban flagrante-
fin de controlar su uso. mente el descontento de los “panickers”. Este
A menudo se considera que los pánicos comportamiento es transgresor: involucra el
morales implican un desplazamiento. Las enérgico intento por hacer cumplir las reglas
ansiedades sociales son desplazadas hacia y la provocadora tentativa de romperlas.
un chivo expiatorio: un grupo no relacionado Estos pánicos, si son de cierta importancia,
con el origen de la ansiedad. He sostenido, reaparecerán nuevamente (muy a menudo,
en cambio, que los grupos detonantes no son por supuesto, en términos de los dos tropos,
elegidos por accidente; la ira no es una mala “juventud y drogas” o “juventud y violencia”;
interpretación. Puesto que el grupo o acon- ver Goode y Ben-Yehuda, 1994). No son sim-
tecimiento elegido como un foco de pánico plemente disturbios excepcionales, aislados
moral está estrechamente relacionado con en algún punto en el tiempo. Sin embargo, a
la fuente de la ansiedad. Es un síntoma de menudo aparecen en los libros de texto como
la inquietud moral subyacente. Además, la momentos aislados de irracionalidad. Por el
noción de desproporcionalidad tiene algo de contrario, si los pánicos son “exitosos”, se co-
paradoja. Porque la respuesta al evento es de nectan con transformaciones fundamentales en
alguna manera proporcional a la ansiedad, de las placas tectónicas del orden, cada aparición
otra manera simplemente no sería un pánico como un atolón volcánico. Es su reaparición
moral de pleno derecho. Lo que es despropor- la que confirma su status como perturbaciones
cionado es la reacción frente a su inmediata morales de orden significativo.

4
Es importante aquí la crítica realista que apunta al drogas duras produce en los complejos habitacionales
modo en el cual el delito está a menudo focalizado o los barrios bajos y la forma en que la violencia im-
local y socialmente en su impacto, de manera tal que pacta en la población vulnerable y en las mujeres (ver
es fácil olvidar, por ejemplo, los daños que el uso de Lea y Young, 1984; Hallsworth, 2008).
20 Jock Young

Los pánicos morales y la imaginación sociológica

C. Wright Mills famosamente habló de la y de los eventos históricos, en la medida en


imaginación sociológica. Esta imaginación que impactan sobre un estrato particular de
implica colocar lo personal en el contexto la sociedad hacia la psicología de masas del
de la estructura social más amplia –situar ressentiment y la “otrización”, que genera
la biografía en la estructura y en la historia en los encuentros con otras subculturas que
(ver Young, 2011). Es un proceso de ida y en sí mismas son el producto de situaciones
vuelta, que conecta la psicodinámica con la estructurales particulares y los proyectos de
estructura y la estructura con la psicodiná- los actores involucrados. En este sentido, nos
mica. El estudio de los pánicos morales nos lleva al corazón del sistema social, al ritmo
exige desplazarnos desde los problemas en- continuo de disrupción y perturbación.
gendrados por las disciplinas de la estructura

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