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Cuando Stalin alcanzó el poder en 1924, vio el nacionalismo ucraniano como una
amenaza al poder soviético, creyendo que cualquier insurrección futura podría provenir
probablemente de los kulaks. Así que decidió aplastarles utilizando los métodos que tan
exitosos habían sido en la URSS durante la política de “liquidación como clase”. En
1929, arrestó a miles de intelectuales ucranianos bajo falsos cargos y o bien los fusiló o
bien los envió a campos de trabajo en Siberia. Llevó a cabo la colectivización de las
explotaciones ucranianas requisando todas las tierras y el ganado privados, lo que afectó
aproximadamente al 80% de la población de Ucrania, anteriormente conocida como el
granero de Europa. Declaró a los kulaks enemigos del pueblo.
Cuando el partido comunista ucraniano solicitó a Stalin una reducción en las cuotas,
éste respondió enviando al Ejército Rojo para exterminar el PC ucraniano e impedir que
los ciudadanos fueran a más con la creación de un inmenso campo de concentración
dentro de sus fronteras. La policía secreta aterrorizó a la población haciendo
inspecciones aleatorias de las pertenencias personales y requisando toda la
comida que encontraran, ahora considerada sagrada propiedad del Estado.
Cualquier ladrón de comida del Estado o bien era ajusticiado inmediatamente o
era enviado por lo menos por diez años a los Gulag.
En los momentos más crudos de la hambruna, morían unas 25.000 personas cada día en
Ucrania. El recuento final se sitúa entre los cinco y los ocho millones de personas.
Cuando los familiares extranjeros de los ucranianos, en Occidente, respondieron
enviando cargamentos de comida, los oficiales soviéticos reaccionaron requisando esa
ayuda. Los gobiernos occidentales ignoraron durante mucho tiempo los informes sobre
las hambrunas que periódicamente se escapaban al Estado de terror soviético. Franklin
Delano Roosevelt reconoció formalmente al gobierno de Stalin en 1933, y la Unión
Soviética fue reconocida en la Sociedad de Naciones en 1934.
Los kulaks no tienen un museo, mucho menos un memorial. Hoy, nosotros les
recordamos.