Sunteți pe pagina 1din 20

Rev.

Ciencias Sociales: 106, 2004 (IV)-107, 2005 (I) / : 123-141


ISSN: 0482-5276

RELACIONES DE PODER: LEYENDO A FOUCAULT


DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

Nancy Piedra Guillen

RESUMEN

El siguiente artículo tiene como preocupación teórica el estudio del poder en las rela-
ciones de género. Se hace un esbozo de la teoría foucaultiana por considerarse que
para el análisis de las relaciones microsociales dicha perspectiva resuelve y desarrolla
aspectos centrales en las interrelaciones. Posteriormente se enriquece el análisis del
poder con teorías de género o feminista.
PALABRAS CLAVE: PODER * RELACIONES DE PODER * TEORÍA FEMINISTA * RELACIONES
DE GÉNERO * GÉNERO

KEY WORDS: POWER * GENDER * RELATIONSHIPS OF GENDER * RELATIONSHIPS OF


POWER * FEMINIST THEORY

INTRODUCCIÓN consideraba que “la lucha entre las clases y los


individuos por el poder le parecía la esencia
Se puede decir que el concepto de poder o, si se prefiere, el dato constante de la políti-
que desarrolla Foucault a lo largo de su tra- ca” (Aron; 1967: 643). Para Weber la política
yectoria intelectual es, además de elaborado, era un combate y quienes participan en dicho
exhaustivo y profundo. Por lo general se obser- combate, es porque están dotados para la polí-
vaba el poder desde la esfera pública, la política, tica. “Es el medio inevitable de la política, y
dejando por fuera, el ejercicio del poder en otros por consecuencia el deseo de poder es una de
ámbitos de la vida social, sea este la familia, las las fuerzas motrices” de los procesos sociales
parejas, la relación entre compañeros y com- (Aron; 1967: 653). El deseo de poder lleva al
pañeras en distintos espacios de la vida como ejercicio de la política y el ejercicio de esta
el trabajo, el partido político, la organización implica la capacidad para imponerse sobre la
social, el movimiento, el comité, en fin, cual- voluntad de un grupo o individuo, a pesar que
quier espacio de interacción socio-individual. de este se deba ejercer a la fuerza y contra la
Las ciencias sociales han abordado desde voluntad de quien o quienes lo resisten (Weber:
distintas corrientes teóricas el concepto de 1974). A su vez consideró que el poder está dis-
poder. En general se parte de que el poder es tribuido de forma desigual en toda la sociedad,
una relación. Weber, quien con su enfoque ha aspecto que lo lleva a considerar la relación de
permeado hasta nuestros días los estudios del dominación, legitimación y la burocracia admi-
Estado, las instituciones y los partidos políticos, nistrativa. Por tanto,
124 Nancy Piedra Guillén

… el poder se da entre los individuos, en En la concepción marxista en general el poder


una relación de dos o más de ellos, pero en todo momento estará mediado por la lucha
siempre como individuos singulares (aun- de clases.
que puedan estar agrupados); la esfera Consideramos, que la ruptura que esta-
privilegiada de ese poder es la política, y blece Foucault con la perspectiva tradicional
la asociación política por excelencia es el (en tanto el poder se genera en los espacios
Estado; este está dominado, cada vez más públicos) del análisis del poder fue fundamen-
ineluctablemente, por una burocracia, tal para entender la interacción entre personas
que genera su propio saber y, por ello, considerando las relaciones de poder, y cómo
acrecienta su poder (Minello; 1986: 62). estas relaciones no son estáticas, pero exis-
te y en parte determina la forma en que los
Por otra parte Dahl quien tiene una pro- unos, los otros y las otras nos relacionamos.
puesta práctica y esquemática del poder, al res- Desde nuestra óptica, varios son los aspectos
pecto dice; “mi idea intuitiva del poder es la que podemos rescatar de la teoría foucaultiana
siguiente, A tiene poder sobre B en la medida en para considerarlos en el estudio de las relacio-
que logre que B haga algo que no hubiere hecho nes de género. El presente artículo, pretende
sin la intervención de A” (Dahl; 1976:38). Dicha contribuir en dicha dirección, para lo cual se
influencia que sugiere Dahl de A sobre B puede señala qué aspectos de la teoría de Foucault
estar medida por diversos recursos como el dine- se retoman en la medida en que contribuyen
ro, la información, la posición social, el trabajo. al desarrollo del estudio de las relaciones de
Este autor, nos ofrece una propuesta interesante género (hay que considerar que Foucault nunca
con respecto al poder, al considerar al poder difu- se interesó en estudiar el tema del poder consi-
minado, y no ejercido y concentrado en pequeñas derando el desarrollo de las teorías feministas
elites. Su idea, es que el poder está disperso en ni siquiera cuando aborda el tema de la sexua-
distintos círculos, y este puede variar de acuerdo lidad, ello a pesar de las frecuentes invitacio-
con la esfera en que se ubique respecto a las esfe- nes que recibió de las feministas de su época)
ras en las que se toman decisiones políticas. (Rodríguez: 1999), y qué aspectos deben ser
En contraste con los anteriores enfoques considerados por la teoría feminista para com-
está la perspectiva marxista, al respecto Marx plementar dicho enfoque.
señala que para que sea posible mantener una De esta forma, el artículo está contenido
relación de explotación de una clase sobre otra por tres apartados, la primera sección aborda
es necesario la organización política y el uso de los conceptos claves que Foucault considera
la fuerza. Este dominio y sometimiento produci- para entender las relaciones de poder. El segun-
rá a su vez su negación —dada la dialéctica— la do apartado menciona los aspectos que deben
cual producirá la destrucción del Estado. La de ser rescatados del análisis de Foucault en
relación de explotación y dominación es posible la teoría de género. Finalmente, en la última
por el ejercicio del poder de la clase que controla parte se hace una propuesta de cómo integrar
los medios de producción (o sea la burguesía). los aspectos de Foucault con la perspectiva de
Poulantzas, siempre desde la perspectiva género. Este último se realiza con la intención
marxista sostiene que el poder es la capaci- de responder a críticas o vacíos que la propues-
dad que tiene una clase social para realizar y ta foucaultiana tiene con respecto a los estudios
defender sus intereses específicos, ubicado en de las relaciones de género.
los distintos niveles de las diversas prácticas de
clase, sea en lo económico, político o ideológico.
A su vez plantea que en el sistema capitalista, el 1. ASPECTOS CENTRALES EN FOUCAULT
poder fundamental es el político y este está con- CON RESPECTO AL PODER
centrado en el Estado —e incide más que el eco-
nómico e ideológico—, las relaciones de poder Partimos de que la definición más ade-
no se remiten solo a las clases sociales e incluso cuada para abordar el tema de las relaciones
pueden desbordar la misma (Poulantzas; 1978). de poder desde una perspectiva micro social
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 125

es la que ofrece Michel Foucault en el tanto su 1.1. LA ARQUEOLOGÍA


enfoque brinda una visión que abarca todo el
Es la búsqueda del discurso del poder,
espectro de lo social; desde las relaciones cara a
aunque como campo de investigación no remite
cara hasta las relaciones estructurantes (micro
solo a este. La arqueología es principalmente
y macro).
una perspectiva metodológica, en la cual se
Michel Foucault señala al final de sus
trata de rastrear desde el espacio y lugar que
días que él se había interesado en principio,
sea necesario, el objeto a estudiar. Este concep-
más que en el tema del poder, en el análisis
to y su preocupación subyacente, acerca de los
de la constitución de los sujetos: “Mi objeto
discursos de verdad, está desarrollada en lo que
ha consistido en crear una historia de los
diferentes modos de subjetivación del ser se ha conocido como la primera etapa del tra-
humano en nuestra cultura” (Foucault; 1988: bajo de Foucault (cubre aproximadamente las
227). Este interés desembocó en las relacio- elaboraciones que van de 1961 a 1969).
nes de poder, todos sus estudios, al tratar En sus primeros escritos Foucault, desde
de analizar al sujeto, lo remitieron al tema su concepción arqueológica, se preocupa más
del poder. Lo cual desde su visión fue una por la descripción que por la explicación sobre
situación lógica en la medida en que por lo los regímenes de saber en determinados domi-
general, en las relaciones y situaciones parti- nios de la historia. ¿Por qué es importante este
culares que estudió, el tema del poder estuvo aspecto? ¿Qué tiene de relevante? En primer
presente. Desde su punto de vista, al estar el lugar nos brinda una orientación metodológica,
sujeto inmerso en relaciones de producción y y nos dice, desde un principio, que para analizar
significación, se encuentra a su vez dentro de las relaciones de poder es necesario conocer los
relaciones de poder. “saberes” que se han construido como hegemó-
A pesar de que el poder no es el único nicos en un momento histórico determinado.
aspecto que explica las relaciones humanas y Estos son saberes que han dado forma a los dis-
las prácticas sociales, si es un factor fundamen- cursos, que tienen una lógica y racionalidad pro-
tal a tomarse en cuenta. Su propuesta fue revo- pia; de ahí que su origen es de carácter histórico.
lucionaria, en el tanto logra tomar distancia de En segundo lugar, la arqueología define
los enfoques clásicos en los que se estudian las y caracteriza un nivel de análisis en el dominio
relaciones de poder, desde instituciones macro de los hechos, aspecto que se podrá profundizar
sociales como el Estado, los partidos políticos y desde la genealogía. En 1983 Foucault, retoman-
la lucha por el poder, etc. do sus aportes y rescatando elementos que desa-
Desde su perspectiva el poder está en rrolló al inicio de su carrera, define la arqueo-
todas partes —en el espacio y en el tiempo—, logía como “un método para una genealogía
en toda relación humana, en la medida en que histórica, que toma como dominio de análisis
existen contextos históricos específicos que se los discursos; los discursos considerados como
definen a través de los discursos, instituciones, acontecimientos; ligados por reglas de prácticas
normas, valores, etc. Se construyen verdades discursivas” (Morey en: Foucault; 1990: 16).
que deben ser incorporadas en la sociedad. Para El análisis histórico en el sentido foucaul-
lograr dicha introyección se cuentan con varios tiano va más allá de un estudio tradicional, des-
instrumentos. Así, el sujeto es subjetivizado a criptivo y lineal de los procesos:
través del discurso. Se trata del discurso domi-
nante, el discurso de poder y saber. Todos esta- La historia, tal como se practica actual-
mos a su vez traspasados por las relaciones de mente, no se aleja de los acontecimientos,
poder. Ejercemos poder sobre otros y se ejerce extiende por lo contrario su campo sin
poder sobre nosotros. A continuación se men- cesar; descubre sin cesar nuevas capas,
cionan algunos aspectos que desarrolla Foucault más superficiales o más profundas; aísla
con respecto al sujeto y al poder, que son puntos sin cesar conjuntos nuevos, que a veces
nodales en su propuesta y que a su vez son de son numerosos, densos e intercambia-
pertinencia para una perspectiva de género. bles, a veces raros y decisivos… Pero lo
126 Nancy Piedra Guillén

importante es que la historia no considere a partir de lo que nos interesa. Miramos la


un acontecimiento sin definir la serie de la historia desde el presente, tratando de observar
que forma parte, sin especificar la forma aquellos “pliegues” que no fueron visibles en
de análisis de la que depende, sin intentar otros momentos históricos. Buscamos lo que
conocer la regularidad de los fenómenos y siempre existió pero estuvo oculto por los dis-
los límites de probabilidad de su emergen- cursos de poder-saber.
cia, sin interrogarse sobre las variaciones, El “origen” existe, y no tiene un funda-
las inflexiones y el ritmo de la curva, sin mento tradicional. Está basado en el análisis
querer determinar las condiciones de las nietzschtiano. El “origen” como anotamos ante-
que depende (Foucault; 1970: 46). riormente está conformado por dos conceptos
centrales, la procedencia y la emergencia.
En su propuesta metodológica lo que sub-
yace es la necesidad de una historia crítica, que La procedencia es la fuente de la cual
cuestione lo dado, lo establecido, rechazando venimos. Define un grupo de referencia. La
los fundamentos universales, sustituyéndolos búsqueda de la procedencia remueve lo que
por una red de aspectos históricos concretos. hasta el momento considerábamos inmóvil:
Lo que debe emerger es la historia de los juegos muestra la heterogeneidad. La “procedencia”
de verdad, en donde sea posible identificar los es genealógica porque debemos realizar un
discursos verdaderos de los falsos, los discursos trabajo similar al geólogo, quién a partir de la
hegemónicos de los periféricos. Por tanto, encon- “pieza” o cuerpo que encuentra logra recons-
traremos siempre un control sobre los discursos, truir aspectos diversos de la historia. Es la
el cual se genera desde lo interno y lo externo. descripción de los sucesos. La arqueología
“debe mostrar al cuerpo impregnado de la
1.2. LA GENEALOGÍA historia, y a la historia como destructor del
cuerpo” (Foucault; 1978: 15).
La genealogía también hace referencia a
aspectos de orden metodológico, y como expli-
La emergencia es el punto de surgimien-
camos anteriormente, va de la mano con la
to. Se produce en un determinado estado de
“arqueología”. Desde nuestro punto de vista
fuerzas:
es con el desarrollo de la “genealogía” que su
propuesta sobre cómo estudiar la historia toma El análisis de la emergencia debe mos-
forma, en la medida en que fundamenta aspec- trar el juego, la manera como luchan
tos desarrollados en la “arqueología del saber”. unas contra otras, o el combate que rea-
La genealogía busca la procedencia de los lizan contra las circunstancias adver-
hechos sociales o las constituciones sociales. sas, o aún más, la tentativa que hacen
Para explicar los fenómenos debemos —dividiéndose entre ella mismas— para
basarnos en dos principios fundamentales: la escapar a la degeneración y revigorizar-
emergencia y la procedencia del objeto de estu- se a partir de su propio debilitamiento
dio. Se busca rescatar los hechos históricos para (Foucault; 1978: 15).
explicar fenómenos del presente. El origen de “las
cosas” es el producto de las relaciones de poder,
de las fuerzas que se oponen, de lo que no hemos
oral o escrita, sino que dentro de este se encuen-
podido observar, porque un discurso hegemóni-
tran los gestos, la expresión del cuerpo, etcétera.
co1 lo ha impedido. Reconstruimos la historia Debemos así partir de que hay varios saberes, pero
que están en disputa. El discurso hegemónico
incluye lo prohibido, lo que no se puede, ni debe
1 En el discurso de poder hegemónico están presen- decir, nos dice así, que hay saberes sometidos. El
tes las prácticas. El discurso hegemónico es aquel orden social, corresponde al discurso de verdad.
que en un contexto determinado prevalece y repre- La verdad está fundamentada en el saber que se ha
senta la verdad de quienes controlan y tienen poder. logrado imponer, es decir, está dicho desde el poder
El discurso no corresponde solo a la experiencia (Foucault, Saber y verdad; 1991a).
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 127

La emergencia es un lugar o espacio de El cuerpo, desde el principio de sus estudios,


enfrentamiento entre fuerzas opuestas. Mas toma un lugar preeminente. Se trata del cuerpo
también es un espacio abierto, en donde los histórico; producto de las relaciones de saber y
adversarios ocupan distintas áreas. La emer- verdad. De esta forma, en una de sus últimas
gencia es un producto del enfrentamiento de las entrevistas Foucault trata de visualizar el vín-
circunstancias, del espacio en el que actúa cada culo de sus estudios rescatando su propuesta de
fuerza. De la oposición, y del resultado de esa la genealogía:
oposición, tendremos la existencia de “domina-
dos” y “dominadores”; lo cual a su vez permite Tres ámbitos de genealogía serían posi-
el surgimiento de ideales, valores y leyes, para bles. En primer lugar una ontología his-
ejercer el dominio. tórica de nosotros mismos en relación a
A partir de reconocer la existencia de la la verdad a través de la cual nos consti-
“procedencia” y la “emergencia” de los hechos tuimos en sujetos de conocimiento; en
históricos se logra desarrollar una historia efec- segundo lugar una ontología histórica de
tiva. Por medio de ella podemos apreciar tanto nosotros mismos en relación al campo de
lo continuo como lo discontinuo, para llegar poder a través del cual nos constituimos
así al hecho social, no desde una perspectiva en sujetos que actúan sobre los otros;
lineal, que oculta los saberes sometidos. De en tercer lugar una ontología histórica
esta forma, Foucault desarrolla una perspectiva en relación a la ética a través de la cual
de la historia, se distancia de los historiadores nos constituimos en agentes morales
positivistas y sus contemporáneos; (Foucault; 1991b: 184).

La historia efectiva,… mira más cerca


—sobre el cuerpo, el sistema nervioso, 1.3. EL DISCIPLINAMIENTO Y LOS CUERPOS DÓCILES
los alimentos y la digestión, las ener-
gías—, revuelve en las decadencias; y si Vigilar y castigar ha sido un método en
afronta las viejas épocas, es con la sos- que distintas sociedades han logrado ejercer
pecha… No tiene miedo de mirar abajo; control y poder, para ajustar a las personas a
pero mira alto… La historia efectiva normas, valores propios de quienes dominan.
mira de más de cerca pero para separarse Para ello se han creado instituciones que nor-
bruscamente y retomarlo a distancia… man y aplican castigos a quienes se salen de
El sentido histórico está más cercano a esas normas. Foucault desarrolla una tesis cen-
la medicina que a la filosofía… La his- tral para entender las formas de encauzamiento
toria tiene algo mejor que hacer que ser y control social propios de la sociedad industrial,
la sirvienta de la filosofía y que contar el en la cual a partir de su análisis genealógico
nacimiento necesario de la verdad y del ubica un momento histórico en el que las for-
valor (Foucault; 1978: 21, 22). mas de vigilar y castigar cambian. La vigilancia
jerarquizada no es nueva, pero a partir del siglo
A partir de dos aspectos claves, arqueo- XVIII se realiza con nuevas técnicas de poder. El
logía y genealogía Foucault desarrolla una pro- PODER DISCIPLINARIO se convierte en un sistema
puesta histórica para el análisis crítico de la “integrado” vinculado del interior a la economía
subjetividad, con el fin de observar lo que la y a los fines del dispositivo en que se ejerce:
historia oficial no logra vislumbrar, y deter-
minar cómo en todo momento histórico, han … se organiza también como un poder
existido poderes, verdades y saberes que mar- múltiple, automático y anónimo; porque
ginan y excluyen a los demás. Es justamente la si es cierto que la vigilancia reposa sobre
lucha de fuerzas que existen en el proceso de los individuos, su funcionamiento es el
creación o más bien la procedencia de un saber, de un sistema de relaciones de arriba
donde emerge la relación de poder, y unos y abajo, pero también de abajo arriba y
unas serán sometidos, dominados por otros. lateralmente (Foucault; 1999b: 182).
128 Nancy Piedra Guillén

Es un sistema que se apoya unos sobre La disciplina, es un aspecto y rasgo pro-


otros: vigilantes, perpetuamente vigilados. A pio de la sociedad contemporánea. Tiene como
pesar de contar con un jefe, es el aparato entero base la docilidad del cuerpo. Antes el poder
el que produce el poder y distribuye esos indivi- se ejercía a través de la domesticidad, la cual
duos en ese campo permanente y continuo. Per- remite a una relación de dominación constante,
mite así que el poder disciplinar sea totalmente global, masiva, no analítica y limitada. Estable-
indiscreto, ya que está por doquier y siempre cida bajo el capricho y voluntad del dominador,
alerta. A la vez es discreto, ya que funciona como la relación que existía entre el amo y el
permanentemente y en una buena parte en esclavo o esclava, o entre el señor feudal y sus
silencio. A través de la disciplina se hace posible vasallos (Foucault; 1999b).
contar con un poder relacional que se sostiene La disciplina surge en el momento en que
a sí mismo por sus propios mecanismos y que nace un arte del cuerpo humano que lo hace
sustituye la resonancia —por las miradas cal- más dócil y útil a la vez, suena contradictorio.
culadas (Foucault; 1999): Al cuerpo se le trabaja, se le coerciona. Hay un
control sobre sus gestos y sus comportamientos.
Gracias a las técnicas de vigilancia, la A este proceso Foucault le llama “anatomía polí-
física del poder, el dominio sobre el cuer- tica”. Considera que es una mecánica de poder
po, se efectúa de acuerdo con las leyes que corrompe al cuerpo. Desarticula el cuerpo.
de la óptica y de la mecánica, de acuerdo Lo explora con el fin de lograr lo que se quiere.
con todo un juego de espacios, de panta- Son cuerpos sometidos y ejercitados, se
llas, de haces de grados y sin recurrir, en trata de una microfísica del poder en la medida
principio al menos, al exceso, la fuerza, en que realiza una adscripción política y deta-
la violencia (Foucault; 1999b: 182). llada del cuerpo. La disciplina es la anatomía
política del detalle, porque nos permite estudiar
El cuerpo ocupa el lugar central desde el detalle ínfimo de la relación de poder. El
donde se puede ejercer el poder. Hay muchos cuerpo ha quedado también en otras sociedades
aspectos que se le exigen a un cuerpo, desde el prendido a poderes muy ceñido, que le imponen
ideal físico, hasta la explotación de sus máximas coacciones, interdicciones u obligaciones; pero
capacidades en busca de una eficacia total. La en la época contemporánea el poder que se ejer-
explotación no se ejerce sola, desde una relación ce sobre él es ininterrumpido, basado en:
económica —entre el obrero y el dueño de la
fábrica—. Esta es tan solo una forma de explota- Técnicas minuciosas siempre, con frecuen-
ción. Más directa y visible que la que se da en la cia ínfimas, pero que tienen su importan-
realidad. A través de la disciplina que se empieza cia, puesto que definen cierto modo de
a desarrollar desde finales del siglo XVII. Cuando adscripción política y detallada del cuerpo,
la vigilancia era directa, a partir de una relación una nueva “microfísica” del poder; y pues-
cuerpo a cuerpo, los mecanismos cambian; se to que no han cesado desde el siglo XVII de
tornan sofisticados. Todos nos convertimos en invadir dominios cada vez más amplios,
víctimas y cómplices. Somos observados y repri- como si tendieran a cubrir el cuerpo social
midos “por lo general inconscientemente”. Pero entero (Foucault; 1999b: 142).
también observamos, vigilamos y sancionamos.
Nuestro cuerpo se convierte en un ins- A continuación señalaremos algunas
trumento importante a disciplinar. Son cuer- de las técnicas que Foucault identifica en su
pos dóciles, que serán moldeados, sometidos y texto Vigilar y castigar. La complejidad con
utilizados, transformados y perfeccionados. El que analiza cada una de ellas no podrá ser
objetivo es manipular el cuerpo, que tiene gran rescatada, ya que no podremos desarrollar en
capacidad de adaptación para ser construido, de profundidad, pero por su importancia desea-
acuerdo con los requerimientos del momento mos puntualizarlas.
social, del trabajo que se realice y lo que se La clausura: La disciplina basa su poder
desea obtener de él. en la distribución que realiza de los individuos
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 129

en el espacio. Hay espacios que por el encerra- Por otra parte, las disciplinas a su vez
miento que presentan, son fáciles de identificar; establecen una “infra-penalidad”, dan respuesta
como los conventos, los cuarteles y las fábricas. a un espacio que las leyes dejan vacío. Califican
En los cuales los movimientos y acciones de los y reprimen conductas —que no están integra-
sujetos son mínimas, están resguardadas por das en los grandes sistemas de castigo—. Por
reglas de conducta y normas de comportamiento ello, en espacios como el taller, la escuela, el
establecidas, estrictas y coercitivas. Este tipo de ejército, reina una micropenalidad, en donde
clausura se exige en momentos en que es necesa- se castiga aspectos relativos al tiempo, como;
rio regular las acciones de los sujetos, más propio retrasos, ausencias, interrupción de tareas,
de otras épocas, no deja de existir en la vida falta. Se penaliza la forma en que se ejecuta las
moderna. Ejemplo de este tipo de clausura es la tareas si hay falta de atención, descuido, falta
“cárcel” tradicional contemporánea, en donde se de celo. También las actitudes, la forma de ser;
debe de encausar las malas praxis de quienes han descortesía y desobediencia son mal vistas. La
violado normas y han actuado fuera de estas. forma en que usamos las palabras; la disposi-
ción del cuerpo cuando interactuamos en tanto
El espacio disciplinario: El espacio dis- actitudes “incorrectas”, gestos impertinentes,
ciplinario tiende a dividirse dice Foucault, en suciedad. La sexualidad también la penalizamos
tantas partes como cuerpos o elementos exis- si hay falta de recato o indecencia. Todos y más
tan. La disciplina es capaz de organizar un aspectos son sometidos a la normativación y se
espacio analítico. En este espacio existe más aplican castigos que van desde el castigo físico
“libertad” de movimiento, pero se debe tener la leve, hasta privaciones menores o pequeñas
capacidad de ubicar a los individuos. Se necesi- humillaciones, de acuerdo con la “gravedad”
ta actuar sobre las ausencias y presencias de las (Foucault: 1991b).
personas; saber dónde y cómo encontrar a los En este caso se necesita diferenciar a
individuos. Se cuenta para ello con dispositivos un individuo del otro, en función de la regla
de control y comunicación útiles. Se vigila la de conjunto. Es necesario trazar el límite de la
conducta para apreciarla, sancionarla y medir diferencia con respecto a las diferencias, que
los méritos y cualidades. “Procedimiento, pues, sería lo anormal. Se trata en suma, a partir de
para conocer, para dominar y para utilizarla. la diferencia, la jerarquía, la homogeneidad, la
La disciplina organiza un espacio analítico” comparación y la exclusión, NORMALIZAR ; lo
(Foucault; 1999b: 142).
Normal se establece como principio de
La regla del emplazamiento funcional: coerción en la enseñanza con la instaura-
Son espacios codificados, clasificados, ordena- ción de una educación estandarizada y el
dos. En estos espacios se cuenta con ubicacio- establecimiento de las escuelas normales;
nes especiales para ejercer el control desde allí, se establece en el esfuerzo por organizar
se vigila, se evitan las comunicaciones peligro- un cuerpo médico y un encuadramien-
sas o amenazantes y se construye a la vez un to hospitalario de la nación capaces de
espacio útil, un claro ejemplo de este tipo de hacer funcionar unas normas generales
espacio son los Hospitales. de salubridad (Foucault: 1999b; 189).

El rango: es el uso de la disciplina en Como la vigilancia, la normalización es


series, ordena, clasifica y hace localizable lo una forma de poder usada al final de la época
que no está a nuestro alcance. “Es el lugar que clásica. El PODER DE LA NORMALIZACIÓN obliga
se ocupa en una clasificación, el punto donde a homogenizar, pero a la vez individualiza,
se cruza una línea y una columna, el inter- permite la desviación, establece los niveles,
valo en una serie de intervalos que se pueden ordena, fija las especialidades, ajusta a su vez
recorrer unos detrás de otros… Distribuye los las diferencias unas con otras. El examen es un
cuerpos… y los hace circular en un sistema de elemento que permitirá evaluar, para normali-
relaciones…” (Foucault; 1999b: 149). zar en la medida en que combina las técnicas
130 Nancy Piedra Guillén

de la jerarquía que vigila y las de la sanción que hay instituciones que disciplinan pero a la vez
normaliza. Es una mirada normalizadora que son aparatos de Estado, por ejemplo la policía.
permite calificar, clasificar y castigar. Por un En la sociedad contemporánea operan
lado se diferencia a las personas y por otro se la tanto los mecanismos disciplinarios como
sanciona (Foucault: 1991b). los reguladores, cuya articulación es posible
Foucault, posteriormente reflexionará puesto que están ubicados en niveles distintos
sobre cómo todos estos controles se utilizan en de acción.
la sociedad moderna, en la cual las técnicas de Un ejemplo que deseamos destacar por la
disciplinamiento al utilizarse con los conoci- importancia particular que tiene en nuestro tra-
mientos adquiridos con el desarrollo de la ciencia bajo es el ámbito de la sexualidad, en donde los dos
y la tecnología, llevan al desarrollo del BIOPODER. mecanismos de poder están articulados. La sexua-
Este tipo de poder lo vemos surgir lidad al implicar un comportamiento corporal
a mediados del siglo XVIII (Foucault: 1999a).
Hasta entonces el poder se dirigía a las accio- ... depende de un control disciplinario,
nes, ahora también se dirigen al cuerpo. Se individualizante, ejercido en formas de
pasa de una anátomo-política del cuerpo huma- vigilancia permanente (los famosos con-
no a una bio-política de la especie humana. La troles de la masturbación, impuestos en
bio-política extrae su saber y poder de la obten- los niños tanto en la familia como en la
ción de conocimientos y el ejercicio del control escuela…); por otro lado, mediante sus
que dicho conocimiento proporciona. La téc- efectos de procreación, la sexualidad se
nica del disciplinamiento, que antes se basaba inscribe y adquiere eficacia en amplios
en el cuerpo, ahora se basa en el control de la procesos biológicos que no conciernen al
vida y se convierte en un fenómeno de masas. cuerpo del individuo, sino a aquella uni-
La masividad es posible por el conocimiento dad múltiple constituida por la población
adquirido y el ordenamiento de la información, (Foucault; 1992b: 260).
que se usa a su favor. Es un poder continuo que
Así la sexualidad depende de las pautas
se basa en el hacer vivir y dejar morir.
de regulación —morbilidad, natalidad, etcéte-
El biopoder se fundamenta en dos fases
ra— y de la disciplina a la que debe ser someti-
de adaptación de los mecanismos de poder,
da el cuerpo, para que sea dócil.
dirigida a la vigilancia y el adiestramiento. La
En el caso particular de las mujeres el
disciplina que se realizaba entre los siglos XVII
ejercicio de libertad sobre la sexualidad ha sido
y XVIII, se aplicaba en un nivel local y de forma
mínimo. Recientemente se han cuestionado
fraccionaria. Los hospitales, los cuarteles y las algunos aspectos de dicho control y creado con-
fábricas se basaban en mecanismos discipli- tra-discursos. Por dicha razón los aspectos que
narios locales. La segunda fase de adaptación señalamos en este sub-apartado nos parecen de
surge a finales del siglo XVIII y se caracteriza por gran pertinencia. Los mismos brindan elemen-
ser un proceso global, de población, de procesos tos para explicar la disciplina y regulación que
biológicos y biosociales, en donde las personas ha caracterizado el cuerpo dócil de las mujeres,
son vistas como masas, para lo que necesitó ello a pesar de que para Foucault, no tenía
del desarrollo de organismos de coordinación y importancia particular.
centralización (Foucault; 1992b).
Así, por un lado, está la serie: “cuerpo-
1.4. EL SUJETO Y LA SUBJETIVIDAD
organismo-disciplina-instituciones” y por el otro
lado, la serie “población-procesos biológicos- Este es un aspecto central, al cual Michel
mecanismos reguladores-Estado”. “Por un lado, Foucault prestó especial interés en sus últi-
un conjunto orgánico institucional: la órga- mos años. En los textos que trata del sujeto
no-disciplina de la institución; por el otro, un encontramos a un Foucault preocupado por la
conjunto biológico y estatal: la bio-regulación libertad y las relaciones de poder que se ejercen
a través del Estado” (Foucault; 1992b: 259). No entre los sujetos, así como por la constitución o
implica que un conjunto desplaza al otro, porque construcción del “yo”. El tema de las relaciones
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 131

de poder fue tratado con amplitud por él en su Cuando se pregunta ¿qué somos hoy?
análisis en Vigilar y castigar o Microfísica del trae a colación la historia, la genealogía, la tem-
poder. Mientras que, cuando se preocupa por poralidad y el presente. Cuando se pregunta por
el problema de la “hermenéutica del sujeto” el sujeto, piensa en el sujeto presente, moderno,
retoma el tema de la “libertad” como condición no en el “sujeto trascendental” de Kant. Signi-
indispensable para que exista relación de poder. fica que no existe una “naturaleza” en la que el
El problema de la libertad concierne a lo sujeto pueda reconocerse. Es por otra parte un
que somos, a lo que hacemos y a cómo nos per- sujeto histórico de ahí que sea necesario cono-
cibimos, tiene que ver con nuestros comporta- cer el campo de historicidad en el que el sujeto
mientos y sentimientos. Para ello requirió ana- actúa. Se necesita para ello conocer su genealo-
lizar la relación con la ética a través de la cual gía, que es una ontología histórica de nosotros
nos constituimos en agentes morales, para lo mismos y “estas tres ontologías históricas de
que requirió trabajar la genealogía de la moral. nosotros mismos implica una percepción crítica
Los trabajos que realiza sobre la historia de la de nuestro presente, el cual acaba de mostrarse
sexualidad dan cuenta de esta necesidad: en su diferencia histórica… y la diferencia, nos
permite ficcionar la posibilidad de ser diferen-
Es cierto que cuando escribí el primer tes, es decir, nos permite pensar que el sujeto
volumen de la Historia de la sexualidad, actual puede tener otra forma de subjetividad”
hace ya siete u ocho años, tenía la firme (Martiarena; 1995: 23).
intención de realizar estudios de historia Es a partir del trabajo que realiza en His-
sobre la sexualidad a partir del siglo XVI toria de la sexualidad que Foucault se plantea la
y analizar el devenir de ese saber hasta el hermenéutica de las Tecnologías del yo. Se pre-
siglo XX. Al llevar a cabo ese trabajo me di gunta al llegar a este punto sobre la interacción
cuenta de que no funcionaba; subsistía un entre uno mismo y los demás y sobre las tecnolo-
problema importante: ¿Por qué habíamos gías de la dominación individual: “Cada vez estoy
hecho de la sexualidad una experiencia más interesado en la interacción de uno mismo y
moral? Entonces, me encerré, abandoné los demás, así como en las tecnologías de domi-
los trabajos que había hecho sobre el siglo nación individual, la historia del modo en que un
XVII y me dediqué a estudiar el siglo V, pri- individuo actúa sobre sí mismo, es decir, en la
mero para ver los inicios de la experiencia tecnología del yo” (Foucault; 1990: 49).
cristiana y después el período inmediata- Tratándose de responder a la pregunta
mente anterior, hacia el fin de la antigüe- sobre ¿cómo se obligó al sujeto a descifrarse a sí
dad. Finalmente hace tres años desembar- mismo sobre lo que estaba prohibido? ¿qué es lo
qué en el estudio de la sexualidad en los que uno debe ser capaz de saber sobre sí mismo
siglos V y VI antes de Cristo… esta historia para desear renunciar a algo? (Foucault; 1990:
de la sexualidad solo podría llevarla a cabo 46) Foucault se orientó hacía el tema de dónde se
correctamente retomando lo que sucedió origina la confesión, como un sistema de autocon-
en la Antigüedad para ver como fue mani- trol, ubicando así al paganismo y al cristianismo
pulada, vivida y modificada por un cierto primitivo como costumbres que le dan asidero a
número de actores (Entrevista de François esa forma de actuar de los sujetos. Plantea, que
Ewald, citado por Alvares Moria, 1996). existen cuatro técnicas principales por medio de
las cuáles las personas pueden llegar a conocerse
En el texto de hermenéutica del sujeto a sí mismas. Cada una de ellas representa una
encontramos un Foucault que de forma directa matriz de la “razón práctica” (Foucault; 1990):
plantea un cuestionamiento a lo establecido;
aboga por la necesidad de la criticidad y tiene un 1. tecnologías de producción, que permite
compromiso con la verdad y la libertad —aspec- producir, transformar o manipular;
to ya desarrollado con anterioridad—, más, en 2. tecnologías del sistema de signos, que
este caso, vuelve a su preocupación del sujeto, y permite utilizar signos, sentidos, símbolos o
se preocupa por la constitución del mismo. significados;
132 Nancy Piedra Guillén

3. tecnología s de poder, que conducen las que definen la forma de sujeción del indivi-
a la determinación de la conducta de los duo2 y es en la hermenéutica del cuidado de sí,
individuos, los someten con fines específicos propia del cristianismo, donde Foucault localiza
y realizan una objetivación, del sujeto y; el origen de la confesión en Occidente. Surge
4. tecnologías del yo, que permite a los la voluntad de decirlo todo, de verbalizar todo
individuos efectuar por cuenta propia pensamiento y someterse a la conducción de un
o con ayuda de otros, cierto número de director de conciencia (Foucault; 1990).
operaciones sobre su cuerpo y su alma, Nos preguntamos si será desde esta
pensamientos, conductas o cualquier forma misma hermenéutica del yo que surge la idea
de ser, obteniendo así una transformación de la “culpa”, culpa a los pensamientos no pro-
de sí mismos con el fin de alcanzar cierto pios de un buen cristiano y cristiana; culpa
grado de felicidad, pureza, sabiduría o que azota los corazones de las mujeres que se
inmortalidad (Foucault; 1990; 48). debaten entre el ser para todos y negar el ser
para sí; culpa por el placer negado, creando así
Foucault considera que este tipo de tec- su propio cautiverio.
nologías casi nunca funcionan de forma inde- Desde nuestra percepción es necesario
pendiente, sino que se entrecruzan y relacio- desarrollar un estudio “genealógico” del géne-
nan, a pesar de que cada una de ellas está aso- ro que nos permita encontrar explicaciones
ciada a un tipo particular de dominación. como las que encontró Foucault, para explicar
En general, en el mismo texto de Tec- muchos aspectos propios de la moral occi-
nologías del yo Foucault señala que él se ha dental, en donde miró con especial interés las
preocupado en sus trabajos más por las dos
primeras técnicas y que más recientemente ha
puesto un interés especial en las otras dos, para 2 Foucault profundiza en distintas formas en que se
explicarse cómo “un individuo puede actuar realizan la tecnología del yo. “Subraya que particu-
sobre sí mismo”. En Historia de la sexualidad, larmente en la antigüedad griega estuvieron pre-
esta preocupación está presente, y aunque en sentes cuatro problemas alrededor del prescriptivo
“cuidado de sí” como constituyentes de la forma-
muy pocos aspectos de sus libros se plantea la
ción del “yo”: 1. La preocupación por uno mismo
experiencia particular de las mujeres y la subje- se plantea siempre en el ámbito de relaciones entre
tividad de estas está ausente; no deja de ser per- uno mismo y los demás, con respecto, específica-
tinente su análisis de la moral. Foucault obvia mente a la actividad política. 2. El “cuidado de sí”
al género, y por tanto, debemos tener claro que está articulado con la pedagogía y es por lo general
un asunto de jóvenes. 3. Es un medio de conoci-
del sujeto que nos habla es del sujeto masculino
miento de uno mismo y 4. Se presenta como una
de la cultura occidental. La idea a rescatar en vía para acceder al amor fisiológico, bajo la guía de
este aspecto es que debemos entender la identi- un maestro... En el período helenístico surge una
dad subjetiva a partir de la complejidad social y nueva experiencia del “cuidado de yo”, se establece
cultural, evitando las explicaciones esencialis- una estrecha relación entre escritura y vigilancia,
el “cuidado de sí” se desarrolla a través de una con-
tas de la identidad genérica.
tinua actividad literaria. Con Plutarco, Séneca y
Un aspecto al que Foucault le presta Epíteto se introduce una nueva lógica de “cuidado
especial interés es al principio de “el cuidado de de sí”, al introducirse el “examen de conciencia”
sí” idea de la filosofía grecorromana y del “cris- en la constitución del “yo”, pero aún no es la idea
tianismo naciente”. En el mundo moderno ese desarrollada posteriormente por el cristianismo…
En el cristianismo monástico del siglo II al IV per-
cuidado de sí fue sustituido por el “preocúpate
siste la idea del “examen de conciencia” ligado a la
de ti mismo” y “conócete a ti mismo”, desa- idea de obediencia … y se examina la conciencia
rrollando una lógica individualista propia del con la sospecha de encontrar en ella la presencia
capitalismo. Con respecto a este principio nos de una concupiscencia secreta. Foucault señala:
indica cómo se constituye el “yo” en distintos “En este momento comienza la hermenéutica
cristiana del yo con su desciframiento de los pen-
períodos históricos, de acuerdo con el uso de
samientos ocultos. Implica que hay algo escondido
distintas tecnologías que tienen un mismo fun- en una auto ilusión que esconde un secreto” ”
damento: el “cuidado de sí”. Las tecnologías son (Martiarena;1995: 85).
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 133

prácticas masculinas, por ejemplo de la sexua- No debemos dejar de lado que el orden
lidad. Sin embargo, no es en este espacio en social y las desigualdades de género que se deri-
donde podremos desarrollar esta genealogía del van de este no se agota en las relaciones, en las
género, más la necesidad queda planteada. formas de convivencia y en las experiencias que
Lo primero que debemos plantear es que lo fundan. Un orden social también se sustenta
el género como categoría de análisis contiene en las instituciones que a pesar de que se origi-
en su construcción aspectos relativos al poder nan en la actividad humana rutinizada (según
en el tanto el género implica una relación social Giddens) o en la acción habitualizada (según
que está marcada por desigualdades. Scott nos Bourdieu y Wacquant), adquieren fuerza propia
señala que “el género es un elemento consti- (Salles: 1999), en el tanto suelen determinar
tutivo de las relaciones sociales basadas en las los espacios, las interacciones y las relaciones
diferencias que distinguen los sexos y el género que en ellas se pueden desarrollar; obedeciendo
es una forma primaria de relaciones signifi- así al “orden” o exigencias que demanda cada
cantes de poder” (Scott: 1990; 44). Es decir el sociedad, más ello no implica que las acciones
género es el campo primario dentro del cual se de las personas puedan modificar las mismas.
articula el poder, aunque no es el único. Se deriva de esta perspectiva del género
En este mismo sentido señala “Bourdieu y poder, que aunque toda relación entre los
que la “división del mundo” basada en referen- géneros así como otras relaciones sociales están
cias a las diferencias biológicas y sobre todo a medidas por relaciones de poder, no implica
las que se refieren a la división del trabajo de que las mismas no puedan ser modificadas
procreación y reproducción actúa como “la (de hecho las relaciones de poder —género y
mejor fundada de las ilusiones colectivas”, en la sociales— han ido cambiando en el transcurso
medida en que los conceptos de género estruc- de la historia y ello se debe a los procesos de
turan la percepción y la organización, concreta transformación que se produce en cada socie-
y simbólica, de toda la vida social” (Idem: 48). dad, mediadas en parte, por las acciones y el
Existe así una distribución del poder que alude ejercicio de nuevas prácticas que las personas
a los recursos materiales y simbólicos que a realizan en cada contexto social particular).
su vez integra las relaciones de género en sus El poder presente en todo espacio y rela-
percepciones y en el acceso que se tenga a los ción social será entendido desde la perspectiva
mismos recursos. foucaultiana en tanto relación de fuerza. El
Desde esta perspectiva la práctica y la poder hay que entenderlo como una red produc-
experiencia que se deriva de la vida cotidiana de tiva que pasa a través de todo el cuerpo social,
mujeres y varones ubicados dentro de contextos en lugar de una instancia negativa que tiene
socio históricos específicos es central, ya que por función reprimir (Foucault: 1981). Tanto la
nos permitiría acercarnos a aquellas acciones persona dominada como la dominadora poseen
recurrentes que se remiten a su vez a los hábi- poderes y el mismo puede ser de distinta natu-
tos resultantes de la interacción entre el mundo raleza: emocional, material, espacial.
interno y externo de las personas3. Desde algunas teóricas feministas existe
una visión algo ahistórica relativa a la defi-
nición hombre/mujer y de las relaciones de
3 Desde la perspectiva de Bourdieu el “habitus” poder entre los géneros, se tiende a generalizar
representa aquellas prácticas particulares que experiencias de mujeres particulares a todas las
responden a condiciones de existencia. Son dispo-
siciones “verdaderas” para un determinado contex-
demás. Esas perspectivas impiden analizar las
to que a su vez son transferibles; en sí principios particularidades, como los procesos de cam-
generadores y ordenadores de prácticas. Al res- bio o ruptura. Al respecto Scott nos sugiere la
pecto señala Bourdieu “Estructura estructurante, importancia de rechazar los orígenes sencillos
que organiza las prácticas, el habitus es también para dar pie al análisis de procesos interrelacio-
estructura estructurada: el principio de división
en clases lógicas que organiza la percepción del
nados que no puedan deshacer sus nudos.
mundo social es a su vez la incorporación de la Explicaciones como las de Gilligan en
división de las clases sociales…” (Bourdieu; 2002). torno a cómo las mujeres toman decisiones
134 Nancy Piedra Guillén

plantea un reduccionismo de la misma, en quien domina, de sus bienes y de la rela-


la medida en que generaliza la experiencia ción (Lagarde: 1997; 70).
particular de jóvenes norteamericanas al
conjunto de las mujeres. Al respecto señala En otra línea de argumentación acerca
que “la buena mujer” evade toda afirma- de las relaciones de poder, Maldonado nos
ción, negando su responsabilidad al afir- señala que las relaciones de dominación /
mar solo que satisface las necesidades de los subordinación son ineludibles, forman parte
demás, mientras que la “mala mujer” aban- de la sociedad y de todas las relaciones inter-
dona o renuncia a los compromisos que atan personales. Sin embargo, debemos tener en
al autoengaño y la traición, enfrentándolas cuenta que el dominador no está absolutamen-
al conflicto entre compasión y autonomía, te determinado, no carece de libertad, ni de
entre virtud y poder. Desde su percepción espontaneidad y él forma parte de la totalidad
dicho aspecto se explica el por qué “las muje- de la relación e influye en la persona domina-
res piensan y escogen de este modo porque da, así sea en forma parcial, y este a su vez,
son mujeres” (Gilligan: 1985). puede influir en el dominador o dominadora
Otro análisis más abstracto pero deter- (Maldonado: 1994: 149-151).
minista es el de Eisenstein cuando dice: Este enfoque se acerca más a lo plantea-
do por Foucault. Permite ver las relaciones de
En la medida en que el interés por poder entre los géneros de forma interrelaciona-
la ganancia y por el control social se da pero no determinada; línea que trataremos de
encuentren inextricablemente relacio- desarrollar en nuestra propuesta metodológica,
nados, el patriarcado y el capitalismo consideramos este enfoque como fundamental
serán un proceso integral… El capita- si deseamos observar los cambios o transfor-
lismo usa al patriarcado y el patriarca- maciones que se han generado en un lapso de
do está determinado por las relaciones tiempo determinado en las relaciones de género
de capital… el patriarcado proporciona entre mujeres y varones. Consideramos que el
la organización sexual jerárquica de la espacio ideal en donde se interceptan las macro
sociedad necesaria para el control polí- estructuras y las micro estructuras es el de la
tico, y en tanto que sistema político no vida cotidiana, razón por la cual le atribuimos
se puede reducir a su estructura econó- un lugar central en nuestra propuesta.
mica; mientras que el capitalismo como Por su parte Scott (1990) nos plantea
sistema económico de clase, impulsado cuatro dimensiones que deben ser consideradas
por la búsqueda de ganancias, alimen- para abordar metodológicamente los estudios
ta el orden patriarcal. Juntos forman de género en tanto relaciones de poder. Estas
la economía política de la sociedad [y dimensiones están interrelacionadas entre sí y
enmarcan las relaciones de desigualdad] son las siguientes:
(1977; 102-103).
✧ La dimensión simbólica; esta evoca repre-
En esta misma dirección encontramos sentaciones múltiples o sea mitos social-
algunas de las afirmaciones de Lagarde: mente construidos.
✧ La dimensión normativa; representa las
Quien domina lo hace con la carga de interpretaciones de los significados de los
poderío y de posesión exclusiva de bienes símbolos. Se expresan en doctrinas religio-
vitales para quien está bajo su dominio, sas, educativas, científicas, legales y políti-
por eso son las necesidades y dependen- cas que a su vez afirman el significado de
cia características de esta relación. La varón y mujer, masculino y femenino.
relación de obtener esos bienes genera ✧ La dimensión sistémica; hace referencia a
dependencia en quien está bajo sujeción, las instituciones y organizaciones sociales
pero es una dependencia vital, porque como es el sistema de parentesco, el educati-
implica la necesidad de la presencia de vo, económico y político.
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 135

✧ La cuarta dimensión hace referencia a la 3. RESCATANDO ASPECTOS DE FOUCAULT


identidad subjetiva, la pregunta central en PARA EL ANÁLISIS DE LAS RELACIONES
este caso es cómo se construyen las identi- DE GÉNERO
dades genéricas y cómo se relaciona dicho
aspecto con las actividades, organizaciones A pesar de que el enfoque de género está
sociales y representaciones culturales histó- ausente en la teoría foucaultiana, pensamos que
ricamente específicas. su propuesta analítica del poder es sugerente,
atiende aspectos que van de lo micro (como
La propuesta metodológica de Scott nos en su visión microfísica del poder) a lo macro
introduce al problema de cómo se relacionan, (estructuras, instituciones, moral, valores, nor-
en última instancia, estas dimensiones en la mas, etc.) que permiten apreciar diversos aspec-
vida de las personas. Desde nuestra percepción tos a la hora de realizar un análisis de género.
consideramos que la teoría de la estructuración Se debe señalar que estamos conscientes
(formulada por Giddens y secundada por Zwell) de las críticas que se le han hecho a Foucault,
nos permite un acercamiento a este problema unas vienen de los posmodernistas, otros de los
de interrelacionar las distintas dimensiones estructuralistas, otras del feminismo. A su vez
señaladas por Scott. Según la autora parte del el debate teórico que se ha desarrollado respec-
trabajo de investigación que tienen los historia- to a la propuesta analítica del poder ha llevado
dores y las historiadoras es explicar cómo estas a que unos y otros se empecinen en identificar
dimensiones se interrelacionan. Al respecto la postura epistemológica de Foucault, cuando
podemos decir que las dimensiones en sí mis- él mismo consideraba que tal delimitación de
mas se ubican en distintos niveles de análisis. su trabajo lo único que ocasionaría sería un
Unos corresponden a aspectos estructurales encajonamiento de su analítica4. En este caso,
(normas, símbolos y sistemas) y otros en el
nivel de las acciones de las personas (como es
la construcción de la identidad de género); a su 4 Por ejemplo, Nancy Fraser considera que el pos-
humanismo de Foucault, al proponer un juego
vez los niveles y las dimensiones están interre- de resistencias múltiples, locales, no sistemati-
lacionadas. zadas en ningún ideal articulable positivo, pone
La propuesta analítica de Giddens per- en peligro la fuerza emancipadora. No solo no
mite desde los distintos niveles interrelacionar elabora una alternativa postmoderna sustantiva
las dimensiones propuestas por Scott sin privi- al humanismo, sino que, al proponer elementos de
resistencia —la noción de cuerpo, como veíamos
legiar ninguna, en tanto cada cual cumple fun- más atrás— incurre tácitamente en la misma
ciones indispensables en el complejo proceso de retórica humanista que pretendía deslegitimar
construcciones y cambios sociales. Permite a su (Rodríguez; 1999: 136). Por otra parte autores
vez valorar la agencia de las personas, valoran- alemanes, en específico Habermas ha catalogado
do sus acciones, como acciones contingentes a Foucault como neoestructuralista, sin embargo
debemos tener en cuenta que Foucault “se sitúa
que no solo reproducen y recrean las estructu- en el ámbito de una diferencia específica, en nin-
ras sino que también pueden provocar cambios gún momento teoriza sobre estructura alguna…
de forma conciente o no (cambios episódicos, Sin embargo, también sería un error decir que
revolucionarios o graduales). Aspecto de rele- Foucault nada tuvo que ver con el estructuralismo
vancia para analizar los procesos socialmente y admite cierta coincidencia entre temas de su tra-
bajo y el problema de la estructura” (Martiarena;
construidos en cuanto a las relaciones de poder 1995: 25). El propio Foucault refiriéndose a La
entre e intra los géneros; a su vez permitiría arqueología del saber nos dice: “esta obra, como
observar las transformaciones de estas relacio- las que la han precedido, no se inscribe —al menos
nes en el tiempo, relacionando tanto aspectos directamente ni en primera instancia— en el deba-
macro como micro sociales. La pregunta que te de la estructura (confrontada con la génesis,
la historia y el devenir; sino en ese campo en el
nos planteamos llegado este punto es: ¿Cómo que se manifiestan, se cruzan, se entrelazan y se
vincular el enfoque de poder foucaultiano con especifican las cuestiones sobre el ser humano, la
las dimensiones antes señaladas?, aspecto que conciencia, el origen y el sujeto. Pero sin duda no
se desarrolla en el siguiente apartado. habría error en decir que es ahí también donde se
136 Nancy Piedra Guillén

no nos interesa profundizar en sus aciertos o la propuesta del enfoque de género se propone
desaciertos epistemológicos, pero sí deseamos la reconstrucción histórica de cada proceso en
plantear nuestra postura. El tipo de análisis que estudio. Buscar la génesis en tanto emergencia
deseamos desarrollar trata de tomar en cuenta y procedencia del fenómeno sería lo esencial.
tanto factores estructurales como los subjetivos Cuanto atrás debemos de ir para encontrar su
—es decir agencia de las y los sujetos—. origen. No hablamos aquí de una historia de
Esto con el fin de ubicar los espacios largo o corto plazo según Braudel5, sino de una
donde ha sido posible incorporar modificacio- historia que busca la génesis de los procesos
nes o cambios en cuanto a las relaciones de sociales en estudio;
género se refiere. Para ello se debe hacer acopio
de propuestas que permitan explicar el poder [La] arqueología de la mujer tipo foucaul-
y su naturaleza —como es la de Foucault—, tiano habrá de rastrear los diversos cam-
así como aquellas que permitan enfatizar en la pos de constitución, en las reglas de uso,
capacidad de agencia de los sujetos. en las prácticas discursivas, en la docu-
Se considera que aspectos antes vistos mentación múltiple que va de la legisla-
como genealogía —incluso, más que arqueología ción a los tratados domésticos o las des-
en tanto propuesta metodológica es necesaria de cripciones médicas… Así una arqueología
considerar en los estudios de género; en tanto se de la mujer debería contemplar algunos
debe buscar y observar lo que no está dicho, lo núcleos centrales en la forja de su con-
que no es obvio ni visible a simple vista. cepto: los códigos jurídicos más anti-
Tal y como señala Foucault el uso de una guos: el de Hammurabi, la ley bíblica…,
historia crítica nos posibilita el encuentro de los diálogos platónicos sobre el eros, los
nuevos hallazgos analíticos. Rescatar la pre- tratados económicos desde Jenófanes,
sencia histórica de las mujeres es central. En Aristóteles, hasta el estoicismo roma-
no; la ginecología filosófica de Soranus,
el cuerpo hipocraticum; los tratados
plantea el problema de la estructura” (Foucault; pedagógicos morales de la Patrística; la
1970. Citado por Martiarena; 1995: 26). También
producción literaria del amor cortés; el
ha sido catalogado de postmoderno por su postura
anti “racionalista”, en la medida en que cuestiona surgimiento de la psicología clínica, del
la existencia de una sola forma de racionalidad, no higienismo, del control de poblaciones,
hay una razón universal. La crítica feminista seña- por solo citar algunos momentos históri-
la que la teoría de Foucault no sirve para explicar camente importantes en la génesis de la
las relaciones de poder de género, es un trabajo
noción de mujer (Rodríguez; 1999: 141).
que no se compromete con el feminismo e ignora
en muchos casos a las mujeres. A pesar de que
habla del cuerpo como un centro en el que el poder
ejerce control y dominio, no toma en cuenta que
no todos los cuerpos son iguales y que por tanto
los efectos del poder no son iguales para todos, las 5 “La historia de los nuevos historiadores imprime
personas no tienen capacidad de actuar y decidir, el un nuevo giro a los estudios tradicionales de las
biopoder controla todo, desde esta perspectiva no gestas, los imperios, los Estados, la introducción
hay capacidad de resistir, así como la incapacidad de la vida material de Braudel —con su compleja
que tiene de percibir las injusticias (estas son algu- propuesta del corto y el largo plazo, así como de
nos aspectos que feministas como Nancy Fraser, sus interconexiones. Tenemos también la historia
Monique Deveaux y Sandra Bartry han formulado). de “la cotidianidad, el amor (de Le Goff, Duby),
Por supuesto, estos son aspectos muy puntuales; historia de las mentalidades, historias de la fami-
si se desea profundizar sobre el tema referirse a: lia, la infancia, la muerte (Aries), la moral sexual
Ramazanoglu, Caroline (1993), Explotations of (Flandrin, Viene) … Todo un movimiento que
some tensions between Foucault and Feminism. arrancado de la historia de los Annales (Marc
London Routledge; Mac, Ney, Lois.(1992), Foucault Bloch, Lucian Febvre…), asume las aportaciones
and feminismo. Northeastern University PUESS, del estructuralismo para un análisis sincróni-
Boston, USA y Deveaux, Monique (1994) “Feminism co a partir de enunciados (Foucault), instancias
and empowerment: a critical reading of Foucault”, (Althusser), series (Chaunu), subvirtiendo la tem-
en Feminist Studies 20, nro. 2 (summer 1994). poralidad tradicional” (Rodríguez; 1999: 46).
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 137

Otro elemento a considerar es la micro- imaginario colectivo. Remite a esclarecer cómo


física del poder, que remite al uso difuso del en el cuerpo están presentes también las for-
poder, desde lo íntimo, lo local y lo cotidiano mas de control y regulación social.
en que se ejerce el poder. Nos permite observar También tenemos el poder-saber en tanto
prácticas sociales y la anatomía política del relación fundante de los discursos de poder,
cuerpo. Se deben identificar las técnicas y tec- hegemónicos y creadores de verdades dominan-
nologías que se utilizan para moldear los cuer- tes, es un aspecto central en el análisis de las
pos dóciles, así como la disposición espacial y relaciones de poder con perspectiva de género.
temporal del poder que disciplina al cuerpo. En tanto nos permite focalizar los discursos
Desde la perspectiva de la microfísica como un aspecto central a estudiar, lo cual
del poder se debe considerar que el poder en sí posibilita delimitar cuáles son los discursos
mismo no tiene porqué ser violento. El poder se de poder con respecto al tema que tratamos,
puede ejercer con violencia. El poder se ejerce cuáles son los discursos que desde una posición
sobre sujetos actuantes, y he aquí, un aspecto de subordinación crean resistencias, son con-
central que debemos rescatar, el poder se ejerce testatarios y pueden promover el cambio. Así,
sobre sujetos libres. La libertad no se opone al “la interconexión entre las estructuras de poder
poder, ambos forman su mutua condición de y la producción de saber abre un campo de
posibilidad. Hay que diferenciar así entre un sospecha y de análisis positivo de las prácticas
estado puro de “dominación” y la relación de discursivas, que introduciendo la variable géne-
poder que se construye entre quien asume la ro permite develar y denunciar los discursos del
actitud de dominar y quien es dominado. La androcentrismo” (Rodríguez; 1999: 141).
relación de poder es móvil y permite su modifi- El poder se ejerce a partir de una multi-
cación. Desde el antagonismo de las relaciones plicidad de relaciones que no son igualitarias y
de poder “y la intransitividad de la libertad, a su vez son móviles y no son superestructura-
la producción de nuevas subjetividades puede les. Las formas de fuerza que se forman, actúan
afirmar espacios de autonomía, prácticas de y se enfrentan en cualquier tipo de espacio, la
libertad, no contra el poder, no fuera del poder, familia, los aparatos de producción y los enfren-
sino a través de él, en su reversibilidad dinámica tamientos locales, son el soporte de la relación
y reiterada” (Rodríguez; 1999: 195). que le da la fuerza, que le permite circular, que
Otro aspecto fundamental a nuestro ver, lo redistribuye, de acuerdo con las acciones
es el biopoder que permite analizar cómo las que los sujetos realizan, de cómo reaccionen
distintas técnicas de poder actúan sobre el y cómo se relacionan; es por tanto una acción
cuerpo de las mujeres. Más allá de la docili- intencional.
dad del cuerpo y el control sobre este, encon- Un aspecto, que Foucault estudiará con
tramos en el biopoder recursos propios de la detenimiento desde esta relación de saber-poder,
sociedad contemporánea que permiten explicar es la sexualidad. Nos habla así del dispositivo
los recursos de regulación del Estado. Muchos de la sexualidad6. Este aspecto del dispositivo
de estos productos actuarán de forma directa adquiere una importancia particular pues nos
sobre el cuerpo de las mujeres. Así el biopoder permite hablar de “el dispositivo de la mujer”,
permite analizar algunas de las estructuras- o del “dispositivo sexo/género”. Al existir un
institucionales que se crean con el fin por un
lado de “favorecer” y por otro de “controlar” y
regular la sexualidad en específico y el cuerpo 6 Un dispositivo es “un conjunto decididamente
de las mujeres en general. heterogéneo, que comprende discursos, institu-
Conjugar cuerpo con biopoder es perti- ciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones
nente desde una perspectiva de género, en el reglamentarias, leyes, medidas administrativas,
tanto en que en la literatura feminista el cuerpo enunciados científicos, proposiciones filosóficas,
morales, filantrópicas” (Foucault; 1991:128). El
de las mujeres sea un recurso para el análisis, dispositivo es así la red que permite que exista un
ya que el cuerpo de la mujer expresa las formas vínculo entre los distintos elementos, y posibilita
de sujeción, de utilización y representación del que se genere una imagen de conjunto.
138 Nancy Piedra Guillén

dispositivo permite ordenar o relacionar un se resisten al poder— y de varones —que se


conjunto heterogéneo de elementos que la com- resisten al cambio—. El poder no es unitario,
ponen como son: los discursos filosóficos, reli- razón por la cual las estrategias de resistencia
giosos, morales, científicos y sus expresiones tampoco pueden serlo. Cuando hablamos de
prácticas como: los tratados económicos a la resistencia no necesariamente nos referimos
pastoral cristiana, documentos, tratados de a prácticas antagónicas. La resistencia no se
obstetricia, tratamiento de la histeria, revis- refiere a frentes opuestos. Con la resistencia
tas, literatura, archivos parroquiales, actas tes- el sujeto gana libertad. A pesar de las críticas
tamentarias, procesos judiciales (Rodríguez; que se le han formulado por dejar aprisionado
1999), cómo prácticas y costumbres —galan- o ahogado al sujeto, en cuanto a posibilidad de
tea, moda, distribución del espacio, etcétera. emancipación se refiere, Foucault plantea: “mi
Estos son elementos entre muchos otros que papel, es enseñar a la gente que son mucho
nos permitirían observar el análisis de los dis- más libres de lo que se sienten, que la gente
positivos, dándonos un marco muy amplio y acepta como verdad, como evidencia, algunos
complejo del discurso de poder-verdad que ha temas que han sido construidos durante cierto
existido respecto al sistema sexo/género. momento de la historia y que esa pretendi-
da evidencia puede ser cambiada y destruida”
La resistencia en Foucault no es un con- (1990: 119).
cepto muy desarrollado al menos respecto a Al rescatar la resistencia como un aspec-
otros temas que estudia profusamente. Suele to más de las relaciones de poder y cómo una
aparecer como un aspecto que está directamen- forma de manifestación social y política —como
te intrínseco en el poder, como la libertad, y en movimiento social—, nos acercamos también
otros momentos, no se menciona, ni define o al movimiento social de las mujeres. Aspecto
analiza. En el texto de Historia de la sexuali- importante, pues cuando hablamos de agencia,
dad: la voluntad de saber, al definir el poder, se sea esta política o no, hablamos de hombres y
refiere de la siguiente forma a la resistencia; mujeres que actúan con “alevosía” para cambiar
procesos estructurantes, aunque sus efectos solo
… donde hay poder hay resistencia, y no puedan ser observados a largo plazo.
obstante (o mejor: por lo mismo), esta Por último se rescata la relación poder-
nunca está en posición de exterioridad sexualidad. Se refiere a la búsqueda de la verdad
con respecto al poder… hay que recono- de uno mismo en relación al sexo, en la medida
cer el carácter relacional de las relaciones en que delinean los procesos de subjetivación
de poder. No pueden existir más que en necesarios para el análisis de la identidad de
función de una multiplicidad de puntos género. Es un aspecto que no podemos dejar de
de resistencia; estos desempeñan en las tomar en cuenta, en tanto forma parte central
relaciones de poder, el papel de adversa- en la constitución de los sujetos genéricos.
rio, de blanco, de apoyo, de saliente para Al respecto, Foucault considera que la
una aprehensión. Los puntos de resisten- relación entre el poder y la sexualidad es com-
cia están presentes en todas partes dentro pleja e integra muchas estrategias que se entre-
de la red de poder (Foucault; 1999: 116). tejen en las relaciones eróticas. Es estar frente
a una microfísica del poder en donde las formas
Entendida la resistencia como aquellos de dominación son muy sútiles. Es además difí-
puntos que se presentan cotidianamente y que cil disociar entre erotismo, amor y poder. Los
forman parte del poder, genera el espacio para límites entre cada uno son difusos;
que la relación de poder no siempre se ejerza de
“arriba-abajo” (tal cual lo expresaban los otros En las relaciones de poder, la sexualidad
teóricos) sino de abajo-arriba, posibilitando que no es el elemento sordo, sino uno de
el poder en efecto circule en el entramado social. los que están dotados de la mayor ins-
Si pensamos en la resistencia podemos trumentalidad: utilizable para el mayor
rescatar prácticas y discursos de mujeres —que número de maniobras y capaz de servir
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 139

de apoyo, bisagra, a las más variadas debemos prestar atención a los aspectos débiles
estrategias (Foucault; 1999a: 122). para tratar de atenuar o resolver problemas del
mismo. Muchas son las áreas en las que debe-
Rodríguez nos plantea un aspecto inte- mos seguir profundizando, más la labor excede
resante respecto a la relación entre poder y el presente trabajo. Consideramos que debemos
sexo, al sugerir que el análisis de la dinámica de prestar especial atención al Foucault del último
dominación sexual permite evitar la dispersión período, no solo porque en dicho momento
en la identificación de las diversas prácticas, surge la temática de las mujeres, sino porque es
así como el uso del concepto de patriarcado y donde más peso le brinda al sujeto en su enfo-
por otro lado, conduce hacia la identificación que analítico.
de las rutas de libertad sin caer en una visión Se deriva de esta perspectiva que aunque
simplista; toda relación entre los géneros están mediados
por relaciones de poder, no implica que las mis-
Ayudando a la intelección de un fenóme- mas no puedan ser modificadas. Partir de que el
no que no se reduce al factor económi- poder, tal y como lo plantea Foucault, contiene
co, ni al ejercicio intencional, malévolo, espacios de libertad compuestos, de múltiples
consciente y calculado de un sexo hege- puntos de resistencia que conforman una red de
mónico, que lograría la sumisión por relaciones —amplia, compleja y modificable—
medio de la violencia y de la ideología. es un aspecto que debemos tener presentes a la
Las relaciones de poder entre los sexos hora de observar prácticas cotidianas rutinizadas
aparecen ligados a prácticas materiales y y los procesos de cambio que se generan.
específicas, produciendo la identidad de Debemos enfatizar que el uso del enfoque
género, los esquemas de subjetivación, de poder de Foucault nos permite ver las relacio-
resultado y condición de prácticas insti- nes de poder que existen entre los géneros, no
tucionales, de sistemas de diferenciación solo a partir de la relación de sujeto a sujeto, sino
(Rodríguez; 1999: 195). también a partir de los dispositivos de poder —
que contiene las construcciones sociales. Pode-
Por otra parte, debemos tomar en cuenta mos así ser “objetivos” respecto a dicha relación,
que aunque Foucault nos habla de sexo y no de sin necesariamente victimizar a las mujeres.
género, a través de los dispositivos nos remite Se deriva de lo anterior que, el análisis de
al plano de la construcción social, no se queda la relación de poder entre varones y mujeres lo
en lo biológico. Debemos tratar de superar toda podremos estudiar a partir de la vida cotidiana
limitación conceptual —sexo anatómico, hor- de los sujetos y las sujetas rescatando aspectos
monal, genético, género atribuido, identidad de que tienen que ver con: poder-sexualidad, poder-
género, rol de género, estereotipo ideal, varia- saber, cuerpo-biopoder-disciplina y el discurso
ción en la elección del objeto sexual—; para de los las personas, considerando sus prácticas
que varones y mujeres podamos reflexionar rutinizadas —estructurantes derivadas de las
acerca de la identidad, desde un espacio quizás interacciones micro y macro sociales que con-
ahora más flexible. fluye en el poder personal y cómo se mira a sí
mismo cada uno o una.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
A pesar de las críticas que se le han for-
mulado a la perspectiva foucaultiana hemos Aron, R. (1967) Les etapes de la pensee
logrado retomar aquellos aspectos que fueron socielogique. París, Gallimard.
planteados por él, y que no existen propuesta
alternas que lo superen. Mirar las debilidades Brachet, Viviane (1996) El pacto de domina-
de un modelo analítico no implica desecharlo ción: estado, clase y reforma social 1910-
como opción y aporte a la temática, más si 1995. México, El Colegio de México.
140 Nancy Piedra Guillén

Bourdieu, Pierre (2002) La distinción; criterio y en Genealogía del racismo, Madrid, La


bases sociales del gusto. España, Taurus. Piqueta.

Burin, Mabel y Meler, Irene (2000) Varo- . (1992b), “Undécima lección: del
nes, género y subjetividad masculina. poder de soberanía al poder sobre la
Argentina. Ed. Paidós Psicología Pro- vida”, 17 de marzo de 1976, en Genealo-
funda. gía del racismo, Madrid, La Piqueta.

Dahl; R. (1976) Análisis político moderno. Bar- . (1996), “Omnes et singulatim: hacia
celona, Fontanella. una crítica de la razón política -1979”, en
La vida de los hombres infames, Argenti-
Eisenstein, Silla (1984) “Hacia el desarrollo de na, Altamira.
una teoría del patriarcado capitalista y el
feminismo socialista” (1977). En: Teoría . (1996), “La vida de los hombres infa-
feminista. República Dominicana; Edi- mes”, en La vida de los hombres infames,
ciones Populares Feministas. Argentina, Altamira.

Foucault, Michel (1970) La arqueología del . (1999a), Historia de la sexualidad: la


saber, México, siglo XXI. voluntad de saber; Tomo I ; México, siglo
XXI, 27ª. Edición.
. (1978) “Verdad y poder”, en Microfísi-
ca del poder, Madrid, La Piqueta. . (1999b), Vigilar y castigar. México,
Siglo XXI editores, 29° edición.
. (1978) “Nietszche, la genealogía,
la historia”, en Microfísica del poder, Giddens, Anthony (1995), La constitución
Madrid, La Piqueta. de la sociedad. Argentina, Amorrortu
Editores.
. (1987) El orden del discurso. Argenti-
na, Tusquets Editores. Gilligan, Caron (1985), Diferentes voces;
teoría psicológica y desarrollo de las
. (1888) “El sujeto y el poder” en mujeres. México, Fondo de Cultura
Dreyfus, Herbert y Rabinisu, Paul. Michel Económica.
Foucault: más allá del estructuralismo y
la hermenéutica. México, Universidad Lagarde, Marcela (1997), Género y feminis-
Autónoma de México. mo. Desarrollo humano y democracia.
Cuadernos Inacabados. España, Editorial
. (1990) Tecnologías del yo, España, Horas y Horas.
Ediciones Piadós Ibérica.
Martiarena, Oscar (1995), Michel Foucault: his-
. (1991a) “El juego de Michel toriador de la subjetividad. México, Insti-
Foucault”, en Saber y verdad, Madrid, La tuto Tecnológico de Estudios Superiores
Piqueta. de Monterrey Campus Estado de México,
El Equilibrista.
. (1991b) “El sexo como verdad”.
Entrevista con Hubert Dreyfus y Paul Minello, Nelson (1986), “Algunas notas sobre
Rabinow, en Saber y verdad, Madrid, La los enfoques y aportes de la sociolo-
Piqueta. gía en el estudio de las estructuras de
poder”, en: Poder y dominación, pers-
. (1992a), “Segunda lección: Poder, pectivas antropológicas, Caracas, Villa
derecho, verdad”, 14 de enero de 1976, Aguilera Editor.
Relaciones de poder: leyendo a Foucault desde la perspectiva de género 141

Morey, Migue (1978 ) “Introducción”, en Salles, Vania (1999), “Una discusión de aportes
Sexo, poder, verdad. Conversaciones y conceptos con base en la revisión de
con M. Foucault, Barcelona, Mate- textos clave sobre género”. El Colegio de
riales. México, Centro de Estudios Sociológicos;
agosto (mimeo).
Poula nt z a s, N. (1978 ), Estado, pode r y
Scott, Joan (1990), “El género: una categoría útil
s o c i ali s m o , M a d r id , Si g lo X X I d e
para el análisis histórico”. En: Historia y
España. género, las mujeres en Europa. España,
Instituto de Estudios e Investigaciones.
Rodríguez, Rosa Ma. (1999), Foucault y la
genealogía de los sexos, Barcelona, Weber, Max (1974), Economía y sociedad, Méxi-
Antrophos. co, Fondo de Cultura Económica. Tomo I.

Nancy Piedra Guillen


npiedraguillen@yahoo.com

S-ar putea să vă placă și