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INTRODUCCION

El agua subterránea se usa desde la antigüedad. Civilizaciones como la


Mesopotámica, tenían la concepción del uso integrado de agua superficial y agua
subterránea. El acceso no era sencillo y todo se centraba en la inspección del
subálveo (la lámina de agua más cercana a la superficie). Anteriormente, las
técnicas de exploración y explotación del agua subterránea eran deficientes. Sin
embargo, a mediados de los 50, apareció la bomba de turbina y las técnicas de
perforación y exploración se desarrollaron de forma extraordinaria. Ambos
avances facilitaron y abarataron los costes asociados a la explotación del recurso
subterráneo dando lugar a una “revolución silenciosa del agua subterránea” que
se ha manifestado en las regiones áridas y semiáridas mediante crecimientos
locales espectaculares a corto plazo, muy dinámicos y altamente productivos. Una
de las explicaciones a la mayor rentabilidad de estos sistemas agrícolas estriba en
el hecho de que los propios productores han de asumir los costes asociados a la
extracción y explotación de las aguas subterráneas lo que les obliga a optimizar y
maximizar el uso del agua y buscar cultivos altamente competitivos.
AGUAS SUBTERRANEAS

Son las aguas procedentes de las precipitaciones (lluvia, nieve, granizo, etc.) y del
deshielo de las nieve que se infiltra en el terreno a través de las rocas permeables
(rocas que dejan pasar líquidos) y que forman la superficie terrestre. Esta agua
infiltrada se desplaza por el interior de la tierra lentamente por gravedad (atracción
de la tierra) hasta que se encuentra una roca impermeable (que no deja pasar el
líquido) y no puede seguir su descenso acumulándose y formando lo que se
conoce con el nombre de acuífero.

Si tuviéramos que definir un acuífero diríamos que es un volumen (espacio)


subterráneo de roca y arena que contiene agua. En definitiva un deposito o
almacén de agua subterránea. De forma indirecta también podemos encontrar

aguas subterráneas de infiltraciones de ríos y lagos .


ACUIFEROS

Es una formación geológica subterránea compuesta de grava, arena o


piedra porosa, capaz de almacenar y rendir agua. Las condiciones geológicas e
hidrológicas determinan su tipo y funcionamiento. Por ejemplo, se espera que
mientras mayor sea la porosidad de las rocas (variante entre 5 y 20 por ciento),
según el tipo de roca, más agua produzca el acuífero. Hay dos tipos de acuíferos:
los confinados y los no confinados. En el acuífero confinado, el agua está atrapada
entre las estratas impermeables de la roca o entre rendijas de la formación rocosa.
Dicha agua podría encontrarse almacenada a presión, y a esta presión se le
llamaría artesana.

Si se hinca un pozo en un acuífero confinado, el nivel del agua en el pozo


aumenta en proporción a la presión artesiana, y fluye naturalmente sin necesidad
de utilizar una bomba 9 de la presión ser alta). Tanto a este pozo como a su
acuífero se le llaman también artesianos. Los acuíferos artesianos profundos
pueden tener un espesor de hasta 3,000 pies (914 metros), y rendir hasta 1,000
galones de agua por minuto. En un acuífero no confinado, en cambio, el agua no
está almacenada a presión por no estar encapsulada en la roca. Si se hincara un
pozo en él, el agua se tendría que bombear a las superficies. .

ZONAS DE UN ACUÍFERO

Si admitimos que los acuíferos reciben agua de la precipitación (aunque puede


recibirla por otras vías), se pueden definir tres zonas: zona de alimentación o
recarga, zona de circulación y zona de descarga.
La zona de alimentación es aquella donde el agua de precipitación se infiltra.

La zona de descarga es la zona donde el agua sale del acuífero, como puede ser
un manantial o la descarga al mar o a un río.
La zona de circulación es la parte comprendida entre la zona de alimentación y la
zona de descarga, en donde el agua se desplaza por gravedad.

TIPOS DE ACUÍFEROS

Según la presión hidrostática: libres, confinados y semiconfinados

Acuíferos libres
También llamados no confinados o freáticos. Son aquellos en los cuales
existe una superficie libre del agua encerrada en ellos y que se encuentra a
presión atmosférica. La superficie del agua será el nivel freático y podrá estar en
contacto directo con el aire o no, pero lo importante es que no tenga por encima
ningún material impermeable.
En estos acuíferos, al perforar pozos que los atraviesen total o
parcialmente, el agua alcanza un nivel que sería el mismo que tendría dentro de la
formación geológica, es decir el nivel freático (nivel real) coincide con el nivel
piezométrico (nivel ideal que alcanzaría el agua a presión atmosférica).

Acuíferos confinados
También llamados cautivos, a presión o en carga. En este tipo de acuífero,
el agua que contienen está sometida a cierta presión, superior a la atmosférica y
ocupa la totalidad de los poros o huecos de la formación geológica, saturándola
totalmente. Están sellados por materiales impermeables que no permiten que el
agua ascienda hasta igualar su presión a la atmosférica. Por este motivo al
perforar pozos que atraviesen el límite superior del material que constituye el
acuífero, se observará que el nivel del agua asciende muy rápido hasta que se
estabiliza en el nivel piezométrico.
Podrán darse pozos surgentes si el nivel del agua queda por encima del
nivel topográfico y pozos artesianos si el nivel se estabiliza por debajo de la cota
del terreno. De esta manera, si imaginamos una serie de pozos atravesando un
acuífero de este tipo, y unimos los niveles que alcanza el agua en cada uno,
obtendríamos una superficie piezómetrica que no coincide con el nivel freático que
tenía el acuífero en estado natural.

Acuíferos semiconfinados

Constituyen una variedad de los confinados, y se caracterizan por tener el


techo (parte superior) o/y el muro (parte inferior) sellado por materiales que no
son totalmente impermeables, sino que constituyen un acuitardo, es decir, un
material que permite una filtración vertical que alimenta muy lentamente al
acuífero principal. En estos casos, habrá situaciones en los que la recarga podrá
hacerse en ambos sentidos en función de la diferencia de potencial. Un mismo
acuífero puede ser libre, cautivo y semicautivo según sectores

Acuíferos colgados

Algunas veces se da una capa de material más o menos impermeable por


encima del nivel freático. El agua que se infiltra queda atrapada en esta capa para
formar un lentejón, que normalmente tiene una extensión limitada sobre la zona
saturada más próxima. Los acuíferos colgados son más comunes de lo que se
pueda suponer, aunque quizá sólo ocupan unos pocos centímetros de espesor, o
sólo se alimenten después de una recarga muy excepcional. No suponen un
recurso muy fiable, ya que a veces se puede perforar del todo y el pozo
construido facilita el drenaje del agua contenida en el lentejón hacia la zona
saturada.
CONTAMINACION DE ACUIFEROS

Contaminación de las aguas subterráneas.

Se suelen distinguir dos tipos de procesos contaminantes de las aguas


subterráneas: los "puntuales" que afectan a zonas muy localizadas, y los "difusos"
que provocan contaminación dispersa en zonas amplias, en las que no es fácil
identificar un foco principal.

Actividades que suelen provocar contaminación puntual son:

Lixiviados de vertederos de residuos urbanos y fugas de aguas residuales que se


infiltran en el terreno.

Lixiviados de vertederos industriales, derrubios de minas, depósitos de residuos


radiactivos o tóxicos mal aislados, gasolineras con fugas en sus depósitos de
combustible, etc.

Pozos sépticos y acumulaciones de purines procedentes de las granjas.

Este tipo de contaminación sueles ser más intensa junto al lugar de origen y se va
diluyendo al alejarnos. La dirección que sigue el flujo del agua del subsuelo influye
de forma muy importante en determinar en que lugares los pozos tendrán agua
contaminada y en cuales no. Puede suceder que un lugar relativamente cercano al
foco contaminante tenga agua limpia, porque la corriente subterránea aleja el
contaminante de ese lugar, y al revés.

La contaminación difusa suele estar provocada por:

Uso excesivo de fertilizantes y pesticidas en la agricultura o en las prácticas


forestales.

Explotación excesiva de los acuíferos que facilita el que las aguas salinas invadan
la zona de aguas dulces, por desplazamiento de la interfase entre los dos tipos de
aguas.
Este tipo de contaminación puede provocar situaciones especialmente
preocupantes con el paso del tiempo, al ir cargándose de contaminación, lenta
pero continuamente, zonas muy extensas.
CONCLUSIÓN

En el subsuelo se encuentran formaciones geológicas consistentes a veces


en rocas porosas o fracturadas que pueden contener agua en sus huecos. Éste
agua se denomina subterránea y los terrenos que la contienen y la pueden ceder
se denominan acuíferos.

Los terrenos acuíferos del subsuelo pueden tener una extensión horizontal
pequeña constituyendo los acuíferos locales o puntuales o bien alcanzar millones
de kilómetros cuadrados, formando extensos acuíferos regionales. Asimismo, el
espesor de los acuíferos puede también variar desde centímetros hasta más de
mil metros.

El agua subterránea tiene su origen en la lluvia, parte de la cual se infiltra


directamente a través del suelo, o desde ríos y lagos, por grietas y poros de la
roca hasta alcanzar un nivel impermeable que no le deja descender más. El agua
se va acumulando con el paso de los años llenando, de esta forma, los acuíferos.
Estas aguas subterráneas van circulando a favor de gradiente hasta alcanzar
puntos de salida a la superficie que se convierten en manantiales o fuentes o en
áreas difusas como los lechos de los ríos, cuyo caudal es mantenido por las aguas
subterráneas.
BIBLIOGRAFIA

Buscadores:

http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todos_el%C3%A9ctricos"

http://www.cricyt.edu.ar/imprimir.php?idnoticiaprint=190

http://library.thinkquest.org/04apr/00222/spanish/moving1.htm

www.educacionambiental.org.ar/carrera/articulos/M_IV_BsAs/agua_subterranea

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