ANAEL

La Energía

EDITORIAL SOMOSUNO
del Amor Universal

La Energía del Amor Universal • ANAEL EDITORIAL SOMOSUNO

 La Energía
del Amor Universal
ANAEL

EDITORIAL SOMOSUNO
Escrito por Paulo Andrade Vera ANAEL en 2010
reikisammasati@gmail.com
Ilustración y diseño: Irene Cuesta Mayor
www.irenecuesta.jimdo.com
Año 2011, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México EDITORIAL SOMOSUNO
 Índice
Introducción 8

I parte: ¿Quién soy yo? 12

Mensajero de Acuario • Estoy Aquí • Eres Luz • Yo
soy otro yo • Aceptación Total • Toda experiencia es
un intento por conocer a Dios • Cada punto que eres
está en el universo
II parte: ¿Qué hago aquí? 22
Haz lo que quieras, mas hazlo sabiendo quién eres
• En la creencia consciente de la existencia • Todos
tenemos un don • Observa las señales del día
III parte: ¿Qué cambio? 28
Yo cambio • Si tú eres Dios • Sólo sé tú mismo y sé
abundante • Todo es por amor • La respuesta • En
este punto del universo que Yo Soy
IV parte: La Ilusión 36
¿Qué nos impide ver la verdad? • El Poder del Miedo
• La estrategia de la ilusión • Momentos de verdad •
Ya somos aquello que estábamos buscando
V parte: El Camino del Amor 58

VI parte: La misión aquí en la tierra 66

Comienzan los tempos de despertar • La Dimensión
Álmica • En este centro energético de la tierra
VII parte: ¿Y Ahora qué? 80
Y entonces qué es lo nuevo • Hermanas álmicas de
luz • Soñando dentro del sueño
VIII parte: Fragmentos de luz 96
Introducción
 El universo es como un panel de acceso. Toda la
información contenida en él siempre ha existido y
existirá. Todos los misterios, mitologías e historias se
han construido por nuestra capacidad, consciente o
no, de acceder a dicho panel.
En estos tiempos de revelación, sin esoterismos ni
hermetismos, ni monopolios por el saber universal,
cada alma puede y debe usar este poder para elevarse
a lo más sagrado de su ser que está dentro de su
corazón. Para ver y sentir la verdad y luego volver a
compartirla y manifestarla de infinitas formas.
Desde siempre todos y todas hemos tenido
puertas de acceso; a las cuales hemos huido, temido,
rechazado y finalmente bloqueado. Sin embargo, en
estos tiempos de despertar colectivo, una vez más
esos aparentes bloqueos se desmoronan y la fuente
de origen se abre sin requisitos para acceder a toda la
sabiduría contenida en ella.
Muchas veces nos hemos cuestionado el origen de
dicha información que aparece ante nuestra mirada
atónita y desconfiada. Cuántos de nosotros hemos
guardado dicha información por temor, por miedo al
rechazo o a reconocernos en nuestra esencia innata.
Este libro, que no es un libro, recopila mucha de
esa información que a manera de mensajes me han
estado llegando desde el año 2007 hasta la fecha. Y
me han estado llegando en el contexto de un proceso
de despertar a la conciencia que en verdad somos.
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En ese proceso nunca estamos solos. Nuestros guías,
ángeles o maestros internos nos llevan por este camino
espiritual de recordarnos en esencia.
En ese camino, uno de mis guías, a quien llamo
Anael, puedo identificar como el autor esencial de
estos mensajes, que han salido de mis manos pero
que le pertenecen al universo mismo y que gracias a
nuestra conexión consciente hemos podido manifestar
en este libro.
Creo que en estos tiempos, seguir insistiendo en
la veracidad de la información, si fue imaginada,
pensada, copiada, canalizada o inspirada, da lo mismo.
Buscar en la supuesta santidad de quien transmite el
mensaje es un absurdo. A lo largo de miles de años
la humanidad ha transmitido la misma verdad, de
diferentes formas y modalidades, pero como siempre,
lo que ha importado no es el mensajero sino el
mensaje.
Muchas gracias a todos y todas, almas de luz
consciente despertando de este sueño, quienes
han permitido que la verdad del mensaje se siga
transmitiendo con el único propósito de motivarnos a
encontrarla dentro de nosotros mismos y manifestarla
para crear aquí en la tierra el paraíso divino.
Paulo Andrade Vera
I Parte: ¿Quién soy yo?
 Mensajero de Acuario
Yo Soy
Mensajero de Acuario.
Quien comunica el mensaje.
Estoy Aquí
Yo Soy
Y sólo estás aquí para satisfacer el deseo de tu alma.
Somos la existencia misma, infinitos universos. La
divinidad espiritual siendo el océano, y las infinitas olas
de este océano cada una de sus almas.
Alma y espíritu son lo mismo tanto como la imagen del
espejo que refleja sobre el universo.
Somos almas espirituales. Somos almas olas de este
enorme infinito océano de existencia total. A veces
calmo, a veces en tormentas.
De ambas formas la existencia Es y las almas se
regocijan en sí mismas.
Estás aquí y ahora sólo porque tu alma así lo desea.
Si deseas seguir así o deseas cambiar, de ambas formas
la existencia Es y las almas se regocijan en sí mismas.
Tomar conciencia de esto nos permite Ser Uno Mismo.
Conciencia de luz infinita, reflejos del espíritu sobre los
universos.
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No hay nada en el universo que te impida Ser, porque
Todo Ya Es y siempre ha sido.
¿En qué momento lo olvidaste?
Recuerda, sólo recuerda.
Que no eres este cuerpo, habitas este cuerpo.
Que no eres las emociones ni los pensamientos, eres
quien los crea.
Que sólo eres el reflejo del Espíritu en alguna de las
infinitas almas, en alguno de los infinitos universos que
todos somos.
Y estamos aquí para satisfacer ese deseo de Ser,
en estos universos materiales de nuestra alma. Para
obtener esa experiencia, dato, información, formación,
aprendizaje, que le permita al alma acceder a otros
planos de la existencia, en un océano infinito de
universos divinos todos.
Y así sea.
Eres Luz
Eres la luz que ilumina a todo el Universo.
Eres el Gran Espíritu emanado desde la Nada hacia el
Todo. Eres la Energía Espiritual.
Luz en Esencia.
La Luz del Amor Universal, que alumbra a cada una de
las infinitas almas en su viaje eterno por la creación.
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 Tú eres Uno con el Universo Divino.
Eres uno con el Amor de todo el Universo, de otro
modo no existirías.
No hay manera de que puedas aprender a ser todo
esto, pues ya lo eres.
Hay que despertar lo que duerme en ti.
La cuestión está más bien en saber por qué, siendo
tú la Luz del Amor Universal no te lo creas aún,
totalmente.
¿Qué hace que te resistas tanto?
¿Qué te da tanta fuerza para resistirte al Amor del
Universo entero?
¿Qué hay de ti que aún no Amas?
¿Qué hay dentro de ti que aún rechazas, que aún odias
o niegas?
¿Qué hay dentro de que temes y no quieres mirar?
¿Qué hay dentro de ti que incluso has olvidado, pero
sigue en ti como un gran muro?
¿Qué hay dentro de ti que no miras en ti, pero ves
en cada persona que odias, en la que proyectas
precisamente aquello que rechazas de ti?
Aquél que no se acepte, en un ciento por ciento, en
Todo su Ser, aún se resiste a que el Amor del Universo
sea manifiesto en él.
Y mientras más demore y se niegue a aceptarse
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totalmente, en Todo su Ser, más fuerza destructiva
acumula para resistirse a Ser la Luz.
¿Qué hace que no estés iluminado ya?
Tus propias resistencias, tus propias negaciones y
rechazos, tus propios miedos, al rechazo, al fracaso, a
lo desconocido...
Miedo a morir.
Miedo a vivir.
Así nos han querido controlar desde hace mucho.
Con el miedo, con el miedo al Amor.
Con el miedo a Sí mismo, con el miedo a la
Aceptación Total.
Ha llegado la hora de despertar.
Ha llegado la hora de la Transformación hacia tu
Aceptación Total.
Ha llegado la hora de dar Nacimiento a una Nueva
Consciencia.
Sin juicios ni castigos.
Sin morales ni jueces.
Sin unos por sobre otros.
Sin razones ni justificaciones.
Sin culpas ni pecados.
Sin superiores ni inferiores.
Sin equivocados ni acertados.
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 Todos uno. Sin cuestionamientos ni dudas.
Uno en todos. Acéptate totalmente.
Y entonces recordarás.
Yo soy otro yo Recordarás que Ya Eres.
Yo soy otro yo del Único Yo. Que siempre has sido y serás.
Que se refracta al infinito para conocerse a sí mismo. Que siempre existirás.
Yo soy otro yo del único yo. Que la vida es eterna.
Que para conocerse a sí mismo se refracta al infinito. Y que nunca has estado separado de la Existencia
divina.
Hasta que no seas capaz de ver la divinidad en todos
seguirás creyendo en la separación, en la división, y Ha sido sólo un sueño. Un profundo sueño.
habrá miedo e ignorancia. Un juego en el infinito océano de tu mente.
No hay momentos agradables ni desagradables, felices Acéptalo.
ni infelices.
Ríe.
Sólo hay momentos divinos.
Llora.
Rendirse al Amor Universal es entregarse a la voluntad
de la divinidad, para que se manifieste, en cada Sé tú mismo.
momento, en ti. Acéptate y todo el universo te aceptará.
Acéptate tal cual eres y recordarás…
Aceptación Total Que Ya Eres todo el universo infinito.
Sé sólo la aceptación total de lo que eres. Nunca has estado separado, entre la existencia divina
toda y tu alma.
Sé tú mismo.
La se pa ra ción es una experiencia de la mente
Sin resistencias.
humana.
Sin apegos.
La unidad de toda la existencia divina infinita contigo

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 mismo siempre Ha Sido.
Recuerda…
Eres Luz.
Eres la luz que ilumina el Universo.
Eres el Gran Espíritu emanado desde la Nada hacia el
Todo.
Eres la Energía Espiritual.
La Luz del Amor Universal que alumbra nuestra alma,
en su infinito viaje eterno por la creación.
Sólo recuerda, y sé tú mismo… Totalmente…
Uno con el infinito Amor del Universo Divino.
Cada punto que eres está en el universo
Cada punto de tu ser es todo el universo.
Cada átomo, cada partícula, cada mini milésima parte
de un quantum le pertenece al universo divino y tú
perteneces ahí.
Todo te pertenece.
Y pertenecemos al Todo.
Pues nunca hemos dejado de serlo.

Toda experiencia es un intento por conocer a Dios

Allí donde dices “no puedo”, es el intento del ego por

limitar al infinito.
Allí donde dices cómo, el ego pone la primera duda
que se interpone en la manifestación sincrónica.
Allí donde eres amor y paz, con luz en tus actos, dejas
el deseo de conocer a dios.
Y simplemente eres Dios.
Allí manifiestas al infinito a través de ti.
Allí danzas al unísono con la sincronía del universo que
tú eres.

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II Parte: ¿Qué hago aquí?
 Haz lo que quieras, mas hazlo sabiendo quién eres Hazlo.

Haciéndolo desde ese saber de quién eres. Deja de esperar.

Entonces todo Es. Tú eres la espera.

Sin dudas. Tú eres el inicio.

Sin desconfianzas. Tú eres el fin.

En ti, en quien eres. Tú eres el universo inteligente.

Si ya sabes quién eres, entonces haz lo que eres. Permítete Ser Todo el universo inteligente que ya eres.

Sólo haz lo que eres.

Cualquier otra cosa es perder tiempo. Es seguir en lo
mismo. Ser cómplice de su propia tortura.
Sólo se trata de que sepas quién eres.
Y que ese saber se manifiesta en certeza.
En la creencia consciente de la existencia
En la creación consciente de la existencia.
Allí radica el origen, la fuente original de todas las
cosas.

Y esa certeza en acciones. Del amor.

Somos hacedores del Ser. Es lo que somos. El éxito.

Hacemos en esta tierra aquello que somos. La abundancia.

Hacedores del Ser. La salud.

Sin dudas, sin miedos, sin cuestionamientos ni Todo.

argumentos. Absolutamente todo.
Sin excusas ni justificaciones, sin autoengaños ni En la creación creída de la existencia consciente.
encubrimientos, sin astucias ni perezas.
Yo Soy.
Haz Siempre lo que quieras.
Yo Soy amor.
Sólo lo que Tú quieras.
Yo Soy el éxito.
Hazlo desde el Ser que tú eres.

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 Yo soy la Abundancia. Observa lo que sientes por las mañanas, tardes y
Yo soy la salud perfecta. noches.

Yo soy Todo lo que quiera Ser. Obsérvalo durante 7 días.

Absolutamente todo. Y te darás cuenta de que todos los días haces y sientes
lo mismo.
Si al final de día te queda la sensación de satisfacción.
Todos tenemos un don
Ese día correspondió Ser vivido.
A través de ese don se manifiesta nuestra conciencia
De otra forma es friccionar la energía tiempo.
Yo Soy. Conciencia angélica.
Si al final del día te queda la sensación de satisfacción,
Tú mismo en otra dimensión.
aunque las mañanas o tardes sean iguales…
Cuyo canal de comunicación se abre de par en
par como nunca antes, para que se manifieste la Ese día correspondió Ser vivido.
conciencia multidimensional, en un nuevo experimento
de la conciencia universo.
Tu don es el canal, es el puente.
Puedes escribirlo, imaginarlo, dibujarlo, bailarlo,
expresarlo.
Mediante tu don te conectas inmediatamente con tu
conciencia Yo Soy.
Y experimentas la conciencia multidimensional.
Aquí y Ahora.

Observa las señales del día

Observa que cada mañana, tarde y noche eres el

mismo.

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III Parte: ¿Qué cambio?
 Yo cambio Sabrás que el miedo no existe.

Está muy bien querer el cambio personal.

Sólo sé tú mismo y sé abundante
Mas no lo está querer el cambio del otro.
Al desearlo sólo huyes de tu propio cambio. Abundancia.

Si quieres que te acepten en un cien por ciento, Para traer abundancia hay que partir de la abundancia.
entonces, tienes que dar aceptación en un cien por Lo semejante atrae a lo semejante.
ciento.
Qué es abundante en ti.
Nadie cambia porque el otro quiera un cambio en él.
Lo que más se presenta en ti.
Todo cambio es un cambio único, personal e
Lo que más y mejor sabes hacer.
intransferible.
Lo que más te gusta Ser.
Si deseas que acepten tus cambios, acepta al otro en
un cien por ciento. Lo que más deseas Ser te traerá la Abundancia.

Deja de desear el cambio en el otro y haz lo que tienes Sólo sé tú mismo.

que hacer.
Cambia tú. Todo es por amor

Aceptación, totalmente, es Ser Dios total. Todo es por Amor. O por ignorancia, carencia,
confusión, miedo del amor.
Si tú eres Dios Confianza es tener la seguridad del Amor del Padre-
Madre-Universo-Todo.
Y Dios es Todo.
La inseguridad de saber si los otros me aman es la
Si tienes miedos. Le tienes miedo a Dios.
inseguridad de saber si tú te amas.
Todo miedo es un miedo a sí mismo.
¿Amas al amor o deseas al amor?
A lo desconocido.
Quien desea es el ego.
Conócete a ti mismo en Dios.
El ego quiere conquistar al amor.

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 Quiere monopolizarlo, atraparlo, apoderarse,
comérselo.
¡Ilusión! El ego no existe.
Sólo el amor es.
Pero…
Tenemos el poder de creer-crear una película-
percepción, basado en el deseo del ego al amor, en el
miedo del ego a no ser amado, a ser rechazado.
La respuesta
La respuesta... La principal respuesta está en tu
corazón...
La única guía es tu intuición...
El verdadero mensaje llega desde tu corazón.
Allí donde hay juicio de la mente no hay amor.
El amor es la respuesta...

El miedo al rechazo es creer que no vales. Que “yo no

valgo”. En este punto del universo que Yo Soy

¿Cuánto me quieres? Es increíble ver en perspectiva. Desde un tiempo para

¿Cuánto me amas? atrás y distinguir cómo, claramente, los cambios en
todos los ámbitos, desde lo interior, pasando por lo
¿Cuánto te valgo?
colectivo y, evidentemente, hasta en lo mundial, se
¿Cuánto me valgo? están manifestando de forma cada vez más concreta y
¿Valgo? sincrónica.

¡No valgo! SOY Mucho más allá de todas las expectativas y los
intereses del Ego: interno, colectivo y mundial.
Infinito Amor danzando en el vacío. Tal parece que ahora nos es más fácil percibir las
El drama emocional del ego herido te mantiene en conexiones. La parte de la pieza que yo soy dentro de
la hipnosis colectiva. Sale de tus ideas y creencias este enorme rompecabezas llamado universo infinito.
egoicas. Sólo falta, una vez más, enfocarse en lo que creo que
Alerta, observa, elige. Yo Soy. Qué es lo que creo que soy yo determina
energética, mental y materialmente con precisión la
Despierta aquí y ahora.
manifestación o vibración de este punto del universo
El Amor no tiene valor. que yo soy.
El Amor se ama a sí mismo en infinita expansión. Una vez más, pero ahora tal parece que con más

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 determinación y fluidez, se nos confronta para que
sepamos confiar infinitamente en lo que somos.
Aquello en lo que creemos de nosotros mismos.
No hay juicio final ni dios castigador.
Tú eres el juez y el autocastigado.
No hay culpas ni culpables.
La única culpa que tienes es creer que tienes la culpa.
Tú eres el crítico y el criticado.
No hay grandes maestros ni gurúes, ni discípulos ni
devotos...
Tú eres el Maestro y fiel Devoto del Maestro que ya
eres.
No hay gran verdad por descubrir.
Tú eres la puerta y el camino.
Tú eres la magia y el poder.
Tú eres la creación divina.
Tú eres lo divino.
Ha llegado la hora de volver a creértelo.
En medio de las crisis económicas, políticas, sociales,
culturales y existenciales se abre, una vez más, la
posibilidad a lo infinito.
A recordar qué parte del universo infinito Yo Soy.
Y volver a vibrar en concordancia con lo que Eres.
El universo infinito, y divino todo, que Yo Soy.

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IV Parte: La Ilusión
 ¿Qué nos impide ver la verdad?
Con esa sensación de querer hacer muchas cosas...
todas las que no alcanzamos a realizar durante el año
que siempre finaliza.
Con esa sensación de apremio porque “se nos acaba
el tiempo”.
Con esa sensación que es sólo eso... una idea
proyectada de la mente.
El tiempo no se acaba.
El tiempo es donde lo infinito proyecta su imagen, y
es tan sólo eso... el reflejo, lo irreal que se nos aparece
como real... lo ilusorio, Maya, el sueño del cual vamos
despertando.
Con esa sensación de que el dinero no nos va a
alcanzar. Con esa sensación de que la crisis financiera
ya se materializa en nuestro hogar. Con esa sensación
que es sólo eso... una idea proyectada de la mente.
El dinero, la riqueza y la abundancia, son estados
mentales.
Con esa sensación de que nos faltan el tiempo y
el dinero han controlado nuestras mentes durante
milenios. ¿Hasta cuándo? Hasta que nos hagamos
libres.
Como sabemos, “la verdad nos hará libres”...
Aunque muchos prefieren lo irreal a lo verdadero.
Aunque casi todos prefieran su cómoda, segura, pero
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esclavizante irrealidad. Nosotros, los buscadores de la
luz, seguiremos insistiendo en que aquello que “ven”
son sólo sombras proyectadas sobre el fondo mental,
cual alegoría de la caverna de Platón.
Para aquéllos, buscadores de la luz, algunas
coordenadas...
¿Hasta cuándo seguiremos buscando la luz?
¿Hasta que se cumpla alguna fecha especial o lleguen
seres de otras galaxias?
¿Cuál es la verdad que nos hará libres?
¿Dónde está?
¿Nos va a llegar como revelación o hay que hacer
algún esfuerzo para lograrla?
¿Qué nos impide ver la verdad?
¿Que nos impide SER la verdad?
¿Debemos perdonar nuestros pecados?, ¿liberarnos del
karma?, o ¿transformar el Ego?
Todo lo que existe, siempre existió y siempre existirá.
Hay una continuidad eterna en la unidad.
La muerte y la desaparición son aparentes... irreales.
La irrealidad existe como aquello que no es; lo ilusorio;
lo que esclaviza; a lo que estamos atados por vínculos
sociales, perecederos y, por tanto, irreales desde la
perspectiva de lo divino.
Aquello que en verdad somos. Aquella verdad que
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 somos que nos hará libre es, simplemente, reconocer...
Aceptar en un cien por ciento sin importar los demás.
Sólo Yo tengo que aceptarme en un cien por ciento
todo lo que Yo Soy. Aquella verdad que nos hará
libres, que ya es en nuestra esencia. Que nadie te la
puede dar, que nunca la encontrarás, pues Ya Es en ti.
No la alcanzarás en alguna fecha especial ni te la
traerán seres externos a ti.
Aquella verdad que nos hará libres es aceptar quien
somos en un cien por ciento. Y luego, Ser íntegros.
Que mi palabra, pensamiento y acción sean una sóla.
Todo esfuerzo por alcanzar la verdad está destinado
al fracaso. Pues todo esfuerzo es de la mente. Y,
precisamente, es la mente la que impide que podamos
Ser la verdad en nosotros mismos.
No hay nada que hacer. Sino más bien dejar de hacer.
Que la Nada y el Todo son una misma energía.
Que no hay ningún pecado que perdonar, ni karma
que se arrastra, ni ego, que no sean ficticios.
Sólo existe el orden divino.
El bien y el mal son criterios culturales humanos.
El karma es sólo el resultado de ignorar la ley de causa
y efecto.
El ego no es más que el rol, el personaje que te tocó
actuar, y que puedes cambiar a tu antojo cuantas
veces sea necesario.
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¿Necesario para qué?
Para seguir divirtiéndote.
Para despertar de la pesadilla y crear el sueño a tu
gusto.
Todo es un juego cósmico de Dios.
Dios se divierte con nosotros y ríe a carcajadas...
¿No lo escucháis acaso?
Lo único de que se trata todo esto, es de que nos
divirtamos como niños. Recuerda... sólo los que sean
como niños entrarán...
Las mentes viejas, preocupadas y añejas. Siempre
serias, tradicionales, temerosas. Muy poderosas dentro
de la cueva, han hecho hasta ahora de todo para
mantener la hipnosis colectiva.
Pero muchos ya estamos despertando. Algunos ya
pueden sentir el proceso...
Después de tantos años invirtiendo energía en
pesadilla tras pesadilla ha llegado la hora de salir de la
cueva.
¿Quién te lo impide?
¿Tus padres?, ¿tu familia?, ¿la sociedad?, ¿el sistema?,
¿tus miedos?, ¿tus apegos?, ¿tus compromisos?
¿Quién eres?
¿Quién está a cargo del conjunto que eres tú?
Deja todo lo que no Es.
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 No significa que seas un ermitaño en la montaña y
abandones el mundo. A todo lo que en verdad existe
no se puede renunciar.
El mundo está ahí; la “realidad” de 3º dimensión está
ahí; tus vínculos y compromisos afectivos están ahí.
Pero tú ¿quién eres? Si escapas a todo eso, la pregunta
persistirá.
No hay razón para renunciar a nada.
Dejar todo lo que no Es significa que ya no te
gobierna. Significa que ahora Tú estás al mando, has
recuperado tu poder.
El poder de ser tú mismo. El poder de ser y hacer
lo que en verdad tu corazón te señala, con fuerza y
determinación.
El poder de dejar la duda y los temores como, tan sólo,
detectores de ilusión.
El poder que te hará libre de la ilusión es que seas tú
mismo en una aceptación total.
Sin externalizarlo a otros.
Eres tú.
Tú eres el llamado, tú eres el elegido, tú eres el
iluminado que sale de la cueva hacia la luz.
En ti están el poder y cada una de las herramientas
de luz necesarias para fortalecerse en el proceso de
despertar.
La verdad que te hará libre eres TÚ.
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Hacer lo que dicta tu corazón es hacer un trabajo
espiritual. Reconocer la fuente del Amor desde tu
corazón y hacia el corazón de todos los seres del
universo; que están en mí y en ti.
Estamos todos unidos en un sólo pulso de amor
universal.
No hay separación entre Dios y tú. Esa es la verdad
que nos hace libres. La verdad del Amor, de la Unidad,
de la divinidad, de la risa y el juego de la creación; de
la manifestación que Yo Soy en ti, en mí y en cada uno
de nosotros, aquí, ahora y siempre...
El Poder del Miedo
Hasta ahora y durante miles de años nos habían estado
gobernando mediante el miedo.
Principalmente el miedo a la muerte y el miedo a la
sexualidad. Ambos están conectados entre sí en torno
al misterio de la vida y la muerte.
Con el miedo a la muerte han manipulado
comportamientos colectivos a lo largo de toda la
historia de la humanidad. Han moldeado culturas,
valores y principios morales normativos y, con éstos,
han construido una realidad social tan pesada como
aparente que se nos hace muy difícil poder romper o
de la cual mirar más allá.
Nos han hecho creer tanta basura que procesamos
diariamente en nuestros ordenadores mentales, que
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 cuando intentamos siquiera hablar del tema de la
muerte, el concepto de Tabú recorre cada fibra de
vuestras neuronas.
Imagina sólo por unos instantes que la muerte no
existe. Que nos han hecho creer en algo que no existe
sólo con la intención de mantenernos controlados
mediante la manipulación y el chantaje emocional.
Imagina que viviéramos en una realidad social
colectiva en la que se estableciera como cierto que la
muerte no existe y que es sólo un tránsito de un estado
de vida a otro estado de vida. Que nada se pierde o
desaparece, que todo se transforma.
Entonces, bajo esa nueva realidad social, en la que la
muerte no existe y por lo tanto el miedo a eso mismo
también desaparece, ¿tendría sentido hacer la guerra
entre unos y otros para imponer una visión exclusiva
de realidad? Las guerras siempre se han realizado
con el objeto de imponer, mediante la violencia y la
muerte, una visión exclusiva de realidad. La cual, por
cierto, quien gana no sólo impone, sino que además
gestiona para que ésta se sostenga en el tiempo.
Si la muerte no existe ¿cómo podrían seguirnos
chantajeando con el miedo a ésta? Las guerras se
sustentan sobre el miedo a la muerte. Las guerras se
siguen sosteniendo por la cantidad de muertos que
han caído a ambos lados del enfrentamiento: mientras
más muertos haya más se prolonga la guerra.
¿Qué ocurriría si observáramos que en verdad nadie ha
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muerto, ni los millones de millones en cada una de las
guerras mundiales, ni en las demás hasta la fecha?
¿Qué ocurriría sólo en ti, si te dieras cuenta de que no
vas morir y que nadie a tu alrededor desaparecerá…
pues sólo se transformará?
A eso le tenemos mucho miedo. A la transformación.
A, simplemente, observar y permitirte fluir en esa
transformación de ti mismo hacia lo desconocido.
Desde el saber de lo conocido hacia la incertidumbre
de lo nuevo que en potencia eres. ¿Cuánto te ha
limitado a ti el miedo a la muerte?, ¿de ti mismo o
de otros? ¿Cuántas experiencias has dejado pasar
por miedo a la transformación? ¿Cuánta vida más
estaríamos dispuestos a vivir de forma incierta, nueva y
salvaje, si pudiéramos aceptar que la muerte no existe?
El miedo a la muerte se alimenta además de un miedo
encubierto a la vida. Cuando se aproxima el miedo a
“la muerte”, nos preguntamos: “¿Hemos hecho lo que
vinimos a ser en esta vida? ¿Valió la pena?” Tal parece
que detrás de todo esto se encuentra el sentido de
vida. ¿Por qué estoy vivo aquí?
El miedo a la muerte es el miedo a la vida. Tememos
perder la vida porque no nos hemos atrevido a ser en
esta vida lo que veníamos a ser.
Tememos perder la vida porque podemos perder todo
lo que hemos “invertido y ganado” en ésta. Tememos
perder.
El miedo a la muerte nos hace creer que somos lo
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 que tenemos; de tal forma que cuando ésta llegue,
perderemos “aquello que somos”. Pero, si en verdad la
muerte no existe, nada desaparece, sólo se transforma.
Lo que eres siempre lo has sido y lo seguirás siendo.
Nada pierdes, y por tanto nada ganas.
La muerte no se llevará nada esencial y por tanto todo
lo que has creído acumular, bienes materiales, logros
sociales, éxitos personales, experiencias de vida, no
es lo que eres en esencia, y tú seguirás existiendo más
allá de todo lo que no eres en esencia.
El miedo a la muerte es el miedo a la
autotransformación. Recuerda: “…sólo aquéllos que
vuelvan a nacer entrarán al reino de los cielos”.
El segundo nacimiento es en el que te das nacimiento
conscientemente a ti mismo, en esa profunda
aceptación de quien eres en esencia. Es ese despertar
que te permite desapegarte de lo no esencial, para
aventurarte hacia el viaje a lo desconocido de lo que
sí eres en esencia. Ese viaje implica una muerte de lo
viejo y un nacimiento a lo nuevo. Y es precisamente
en este parto hacia lo nuevo donde se encuentra la
humanidad en estos minutos.
Por eso decíamos que sólo hasta ahora nos han
manipulado por el miedo a la muerte. De la
misma manera como cuando éramos niños y nos
manipulaban con miles de historias para que nos
portáramos “bien”; es decir, para que nos impusieran
por la violencia una exclusiva visión de realidad. La
historia de un dios castigador y juez, la historia de
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papá Noel o Santa Claus, que nos llenará de regalos;
la historia del conejo de pascua, la historia de que
los padres no mienten y son perfectos, la historia
del príncipe azul y de la princesa; y cuántas más
podríamos seguir enumerando…
Mientras vamos madurando, es decir, mientras vamos
aceptando ser quien somos, desapegándonos de lo
que no somos en esencia y aventurándonos a lo nuevo
que somos en potencia, nos vamos dando cuenta
de lo ilusorio, engañoso y manipulador de dichas
“realidades”.
La humanidad entera está pasando por un proceso
de maduración, en el que avanza de su infancia
engañada y manipulada y estaría despertando hacia
una adolescencia, en la que se está dando cuenta de
la poca veracidad de los metadiscursos, como el del
miedo a la muerte.
A medida que aceptes en ti mismo estas
transformaciones, en tu ordenador mental, e integres la
idea de que la muerte no existe, y la vivencies, es decir,
aceptes la vida con total intensidad, incertidumbre
y fluidez, entonces, estarás ya en este proceso de
madurez, de despertar, de libertad.
Cuánto goce, luz, felicidad nos están esperando en
estas verdades que nos van haciendo libres. Algunos
ya las estamos percibiendo, aunque sea sólo por
algunos instantes. Desde allí, les invitamos a participar
de este gran carnaval cósmico que prepara la tierra, de
todo este despertar de la humanidad
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 La estrategia de la ilusión
La estrategia de la ilusión es tan sutil y eficaz para
la mente humana, que nos rodea por todas partes.
Nos inunda de mensajes subliminalmente, artificiales
e ilusorios, ahogándonos en la tan mentada y creída
“realidad”.
Por todas partes escuchamos el mismo discurso
pesimista, entreguista y resignado de que la “realidad
es así y qué se le va a hacer”. Por todas partes
asentimos que el mundo es así y por tanto así es la
realidad que nos tocó tragar.
Entonces, nos llenamos de miedo infundado, en esas
“realidades”. Vamos, por consiguiente, alimentando
esa misma “realidad” en tanto que el miedo la justifica
y refuerza. Así es el mundo y ya.
Sin embargo, por muy alineados que estemos con
dicha “realidad”, por muy entrenados y domesticados
con esas estrategias de control mental colectivo,
siempre, aunque sea muy de vez en cuando pero
siempre, el universo te ofrece la oportunidad de
cuestionar dicha “realidad”. A esos momentos aquí en
la tierra los llamamos crisis.
Las crisis, del tipo que sean, de las que tanto huimos,
a las que tanto tememos, a las que juzgamos como
negativas por la carga de incertidumbre que traen
consigo, son, en verdad, esa gran posibilidad de abrir
los ojos. De sentir que algo no encaja. De intuir que lo
“real” nunca es justo ni equilibrado, y menos aún es lo
47
que quieres para ti.
La posibilidad de despertar a ese darse cuenta de que
aquello que llamamos “realidad” no es tan real ni tan
concreto; ni imperativo, ni predecible, ni seguro, ni
certero; ni mucho menos querido.
Entonces la vida, que transcurre sin importar tu
“realidad”, te ofrece la opción de seguir tragándolo
todo: pues “así es la realidad”. En otras palabras, la
vida te ofrece la posibilidad de aceptar la esclavitud
dentro de esta jaula de oro que llamamos modernidad,
desarrollo, progreso, evolución o, incluso, de despertar
a “otra realidad”.
Se trata de aceptar la inevitable falta de libertad
humana, o de abrazar el infinito poder creativo basado
en la libertad y el amor a uno mismo, como fractal del
universo, que te permite construir conscientemente
“la realidad” que tú quieres, la realidad que te
corresponde, la realidad que te mereces.
Entonces, ¿qué es la Realidad? ¿Existe la realidad?
¿Cómo se relaciona con lo que yo pienso, siento, digo
y actúo? ¿O es independiente de mí?
¿Cómo influyen mis creencias, emociones y
afirmaciones, en “lo real”? ¿Somos arquitectos de
nuestra realidad o somos marionetas de realidades
ya creadas, quién sabe por qué o quiénes, y para qué
propósitos?
¿Por qué no creer que la “realidad” no existe, de la
misma forma en que tampoco existen las imágenes
48
 en la pantalla del televisor o del cine, y sin embargo
se ven igual? ¿Será posible que aquello que llamamos
“realidad” no sea más que la proyección colectiva de
7 mil millones de humanos- transmisores mentales,
que se corresponden unos con otros, con imágenes
holográficas similares, que juntas van hilando una
película perpetuada en la memoria colectiva y
genética? Como toda película, con protagonistas
y actores secundarios; con dramas y comedias;
sufrimientos y placeres; con excesos y carencias; con
buenos y malos; con vencidos y vencedores.
¿Por qué no creer que precisamente ese discurso
hegemónico, entreguista y resignado que nos inunda,
es precisamente esa gran antena repetitiva que se
transmite sin que la mayoría de los 7 mil millones de
humanos- transmisores mentales lo note, pero que
moldea las imágenes holográficas que proyectan
casi todos, creando esa tan mentada “realidad”,
que la mayoría de las veces, en nuestra intimidad o
públicamente, finalmente criticamos sin hacer nada,
sólo aguantando?
Y, los que no estamos en las grandes estadísticas,
los inconformistas, los rebeldes, los buscadores y
encuentradores, ¿qué tanto nos podemos transformar
en antenas alternativas para la transmisión de estos
nuevos mensajes de liberación de la mente humana?
Estamos en un gran momento como humanidad.
Nos encontramos precisamente en esa gran
oportunidad que nos abre la vida, el universo entero,
49
de cuestionarlo todo, de resquebrajar esos muros de
creencias ciegas y dominantes. De soltar los miedos
y limitaciones, de reconocer e ir más allá de nuestras
fronteras, de expandirnos a nuevas visiones.
Estamos frente a la posibilidad de volver a elegir. De
volver a hacernos responsables de nuestro paraíso
terrenal y reconstruirlo, con todo el infinito poder del
universo creativo y libre, que se manifiesta en las almas
y mentes de aquéllos y aquéllas que, pudiendo saltar
sobre el dramatismo hormonal de las crisis, logran cada
día ser más conscientes y libres, estar más en paz y en
sincronía, más en luz y en sabiduría...
Pero “¿cómo?”, pregunta la mente humana. ¿Cómo
hacer para lograr dicha consciencia y libertad?
Cualquier respuesta a dicha pregunta sería violar o
negar en ti precisamente ese poder del cual hablamos.
El cómo es el primer obstáculo. La primera excusa para
no empezar.
Cualquiera que te dé un método, una técnica, un
régimen político, ideológico, moral, o lo que sea, está
atentando contra ese poder en ti.
El cómo se lo dejamos a la sincronía del universo. Que
no es lo mismo que entregarse al sueño colectivo de
ignorancia, dominación y ego; sino, por el contrario, es
aceptar ese poder creativo en ti.
Si ya aceptaste y vivenciaste el hecho de que eres
el creador de la realidad en tanto que transmisor
de la energía del universo, puedes decodificarla, y
50
 proyectarla a tu elección en la película en donde dejas
de ser un personaje y pasas a ser, no sólo todos los
personajes, también el director y el guionista de la
película en que quieres vivir.
Entonces, permitámonos recordar todos los días que
somos los creadores y las creadoras de “realidad”. Que
no existe tal “realidad” ajena a lo que yo soy, y que,
por lo mismo, si seguimos aceptando esos discursos
dominantes y hegemónicos en lo más cotidiano de
nuestras vidas, seguiremos alimentando dicha película
de terror que se ve por todas partes pero que, en
ningún caso, tiene que ser “tu realidad” si así no lo
quieres.
Empezamos a construir “realidades” colectivas
alternativas; creativas, libres, naturales, en tanto nos
hacemos responsables del “Qué”.
No es el “cómo hacerlo” nuestra responsabilidad. Pues
nuestro poder creativo radica precisamente en esa
confianza del universo que yo soy, del que me siento
parte, unido, integrado. Esa confianza en el universo
del cual formo parte unida es el poder creativo del
universo, ese poder mágico que nos va facilitando,
abriéndonos, revelándonos esos cómos, esos caminos,
esos aprendizajes.
En cambio sí es nuestra tarea el hacernos responsables
del “Qué”. Qué queremos vivir en base a quiénes
somos nosotros. Allí está tu poder creativo, en modelar
el qué eres, qué quieres, qué vas a proyectar al
universo, y en sostener dicha creencia hasta crearla,
51
manifestada en tu vida.
Si creer es crear, entonces también hay que crear
aquello en lo que se cree.
“¿Pero cómo?”, vuelve a preguntar la tan preocupada
mente humana. E insistimos: salta de la trampa
del cómo, que finalmente te lleva de vuelta al
escepticismo, la frustración y la resignación. Estando
dentro de la estructura mental dominante, la película
colectiva que se proyecta por la mayoría de las mentes
humanas, no daríamos nunca con una solución; sino,
muy por el contrario, nos hundiríamos aun más y más
en esta película-creación-proyección mental que da
forma material a lo cotidiano “real”.
Sólo se trata, entonces, de volver a ti mismo. De salir
del antiguo paradigma de dominación e ignorancia y
aceptar este nuevo paradigma que nos recuerda que
somos dioses y diosas. Dueños de nuestra creación.
Y que el paraíso perdido se encuentra en tanto nos
encontramos a nosotros mismos, en la aceptación total
de nuestra esencia divina y, por tanto, creadora.
Por lo tanto, no se trata del “cómo”, sino más bien de
un asunto de identidad: ¿Qué soy yo?: ¿Títere o artista,
esclavo o creador libre y consciente?
Recuerda que eres tú el que aceptas aquello en lo que
crees; y que finalmente, por el mismo poder creativo
del universo, se manifiesta en ti.
¿Qué quieres manifestar en ti y a tu alrededor? ¿Qué
quieres crear en ti y a tu alrededor?
52
 Estamos en la hora de las decisiones. Comienza
ya a crear aquí y ahora lo que crees, hasta verlo
manifestado en ti. Tú eres la creadora, tú eres el
creador.
Ahora te devuelvo la pregunta: ¿Qué? ¿Qué eres tú?
Eres lo que crees y creas en ti.
Eres lo que proyectas de tus creencias y creaciones.
¿Seguirás huyendo, hundiéndote más y más en la
pequeñez colectiva de la ignorancia humana, o te
harás responsable de la orquesta que toca la sinfonía
de tu vida?
Eres el creador, eres el origen, eres la fuente de todo lo
que existe en ti y a tu alrededor.
Ábrete conscientemente al poder creativo del universo
y manifiéstalo ya, en ti, ¡aquí y ahora!
Momentos de verdad
Vivimos en momentos cruciales para la evolución de
nuestra humanidad.
La tierra ya se manifiesta, y a pesar de los esfuerzos
de gobiernos e instituciones de bajar el perfil a
terremotos, desastres naturales y volcanes haciendo
erupción, la humanidad ya no podrá seguir durmiendo
tan plácidamente mientras el piso ecológico se les
mueve, literalmente.
El sistema colapsa por todas partes; la salud es una
53
mercancía más, el petróleo se agota inexorablemente
y la “felicidad” se compra por internet. Sabemos que
muchos seguirán como si nada sucediera.
Sin embargo, hasta el “último segundo”, las puertas
estarán abiertas para quienes quieran liberarse y vivir la
verdad.
La verdad de que ya somos Dioses.
Que la muerte no existe.
Que todos los poderes del universo están a tu alcance
aquí y ahora.
A pesar de los complejos tiempos que estamos
viviendo, mantengámonos alertas. Sin identificarnos
con el drama del sueño; sino centrados, enfocados y
conectados en nuestra fuente natural de energía del
Amor Universal.
La naturaleza, como siempre, se encargará de corregir
los excesos de la humanidad. Nosotros, seres de
luz, conscientes de nuestra evolución, seguiremos el
camino del corazón, y, como dicen los sufíes: “quien
sigue el camino del corazón no se equivoca nunca”.
Ya somos aquello que estábamos buscando
Dentro del universo multidimensional en el que nos
encontramos estamos experimentando la posibilidad
de acceder a varias dimensiones a la vez. Dimensiones
interiores que nos unen íntimamente con nuestro
espíritu divino.
54
 Lo que somos no es más que el reflejo de lo que Siempre será tu elección.
vemos de nosotros mismos. Despierta y re iníciate como un canal consciente de
La Nueva Era, Era de Acuario, nos invita a cambiar Luz, para transformar las energías de tus cuerpos y de
nuestro modelo de mapa cognitivo desde la toda la Humanidad.
concepción unilineal, de 3º dimensión, a una Nuestra Sanación, la Tierra, y la Evolución requieren de
cosmovisión multidimensional. Asumiendo una la conexión con nuestro Espíritu...
conciencia desde el ser que YA, aquí y ahora, somos;
en varias dimensiones y universos paralelos a la vez.
YA SOMOS AQUELLO QUE TANTO BUSCAMOS.
La Realidad multidimensional nos permite pensar
desde una perspectiva fuera del tiempo y del espacio
puesto que todas las posibilidades pueden ser a la vez.
Dejamos la concepción unilineal que consideraba
la historia de la humanidad como siguiendo una
evolución en una única línea recta ascendente, en
donde hay un antes, un durante y un después.
Comenzamos a cambiar nuestra manera de pensar y,
así, a prepararnos para la ascensión consciente a 4ª y
5ª dimensión, y más.
Las coordenadas se van haciendo cada vez más
evidentes.
Ha llegado el tiempo de tomar la decisión…
Si tomas la píldora azul olvidarás todo, y nunca sabrás
cuán cerca estuviste…
Si tomas la píldora roja te daremos el secreto para
entrar y salir, a voluntad, de la matrix…

55 56
V parte: El Camino del Amor
 ¿Por qué hacemos el bien?
¿Por qué servimos o ayudamos a los demás?
¿Qué nos motiva a querer el bien para los demás, qué
intereses hay detrás de eso de ayudar y dar lo mejor
por los demás? Y ¿qué sucede cuando los demás no se
sienten agradecidos por esa ayuda que tú les das?
¿Qué emociones y pensamientos fluyen por tu caudal
de vida cuando el otro o la otra no agradecen o no
responden como tú querías, frente a esa ayuda?
¿Cuánto cariño, dedicación, y la mejor de las
intenciones han dado madres y padres para que
sus hijos tengan y sean lo mejor? ¿Cuánto esfuerzo
han puesto de su parte novios, novias, parejas,
enamorados, amigas, para que el otro sea feliz y no
sufra? ¿A quién realmente queremos satisfacer cuando
ayudamos al otro, a que sea feliz y no sufra?
¿Cuánta infelicidad y sufrimiento hemos creado por
querer ayudar con la mejor de las intenciones a los
demás?
¿Y cuánto amor estamos dispuestos a manifestar en
querer “ayudar al otro” a que viva su propio proceso
interno?
El camino del Amor es de rendición total.
Amar implica respetar el proceso interno del otro.
Aunque el otro “esté en un error”. En verdad el
único error es creer que el otro se equivoca: El juicio.
¿Cuántas veces quisiéramos que el otro que más
59
amamos entendiera y mirara el mundo tal como uno,
que viviera el mismo proceso tuyo, que estuviera
dispuesto a “saltarse” esas etapas que supuestamente
tú ya viviste, para evitarle el sufrimiento? ¿Cuánto
sufrimiento hemos creado a los hijos por evitar que
ellos sufran, queriéndoles evitar ciertas experiencias
“innecesarias”?
Cuánta dominación, en verdad, hay en aquellas
relaciones supuestamente de amor, que se imponen
en ese querer hacer “lo mejor por ti”, en ese chantaje
emocional en nombre del amor. Pues en el fondo no
es más que este juego de dominación de quién “tiene
la razón” para controlar al otro.
El camino del Amor es de total aceptación.
Aceptar al otro mientras te aceptas a ti mismo como
un proceso permanente de autotransformación. Si te
amas a ti mismo, lo haces en un cien por ciento y de la
misma manera si crees amar al otro. Es una aceptación
total del otro, sin juicio, sin creer que alguien tiene la
razón y el otro equivocado, que unos son superiores
y otros inferiores, que unos son y tienen más que
otros, que unos tienen que ayudar a los otros, ¿los
superiores ayudan a los inferiores?, ¿los que tienen
la razón ayudan a los que están equivocados?, ¿los
que ya vivieron el proceso ayudan a los que aún no
lo han vivido? ¿Y cuánto conflicto creamos con estas
creencias-mecanismos de dominación?
Si observas esto hacia atrás: ¿Cuántas generaciones no
60
 han sucumbido unos por encima de otras mediante
estos mismos mecanismos de dominación?
El camino del Amor es de total libertad.
¿Qué te hace creer que amar a alguien te da derecho
a dominarlo? ¿Qué nos hace creer que amar a alguien
nos da derecho juzgarle “por su bien”? ¿Quién nos dijo
que el Amor es posesión? ¿Que el amor es un contrato
a largo plazo y con intereses?
El Amor es total y absoluta libertad, respeto y
aceptación por uno mismo y por los demás. Ser
consciente del Amor que fluye del universo para
expandirse y desde ahí compartiendo ese éxtasis con
otro u otra es un fenómeno que ocurre naturalmente,
sin compromisos, ni acuerdos tácitos. No es dominio
de nadie ni de nada, no puede ser transado, ni
chantajeado. El Amor en sí mismo es total libertad. Y la
libertad de ser uno mismo implica una autoaceptación
de uno mismo que permita dejar de buscar afuera ese
reconocimiento de sí, que sabemos es interno. Y por
lo tanto te permite, por esa decisión consciente de
amarse, abrazar esa plenitud de ser tú mismo.
En estos momentos en que la tierra está manifestando
sus transformaciones ya casi todos los días. En estos
días últimos de dominación mediante mecanismos
de propagación de la ignorancia y la esclavitud. En
estos días últimos de dominación del miedo por sobre
el Amor. En estos días en que aquéllos que aún nos
controlan por el miedo, nos someten aun más a sus
61
imágenes mediáticas que imprimen en su realidad
mental caos, vandalismo, violencia, delincuencia,
ingobernabilidad, crisis, terrorismo, etc., es que
necesitamos estar aún más conscientes en el camino
del Amor.
Allí donde nos muestren sufrimiento enviemos Amor;
donde nos presenten caos, violencia, guerras y crisis,
sólo enviemos Amor. No sucumbamos al miedo. Al
propio miedo de amarnos a nosotros mismos. Enviarle
amor al mundo no es más que volver a amarte a ti
mismo.
El miedo a la muerte se vence con el Amor a la Vida.
Abandona el miedo que es la vibración que quienes
aún insisten en dominarnos y no reconocer nuestra
libertad esencial quieren que tengamos para seguirnos
controlando y no ser partícipes conscientes de esta
nueva etapa de luz en la que vive el planeta. Tal vez
nosotros mismos en una auto-represión proyectada o
miedo de amarnos.
En estos días más que nunca amarase a sí mismo ya
dejó de ser una frase bonita y pasa a ser un imperativo
existencial. Lo que requiere de ti el mundo o los demás
no es tu ayuda, sino que seas tú mismo. Aceptación,
rendición y libertad a lo que eres en esencia, eso es
amarse a sí mismo, y permitirle al otro que sea también
aquello que es por esencia y que solo tendrá que
encontrar, si así lo desea.
Y cuando más te amas a ti mismo en una aceptación
62
 total, inmediatamente te das cuenta que eres todos y
que amarase a uno mismo implica amar a toda y serlo
todo y toda.
Y en este proceso de autoaceptación es que nos
encontramos, transformando esos antiguos miedos
en oportunidades, para nuevas experiencias de
aprendizaje, para serlo Todo.

63 64
VI parte: La misión aquí en la Tierra.
 Estamos cada vez más convencidos de que la acción
consciente como trabajadores de la luz es nuestra
verdadera misión acá en la tierra; la que nos permitirá
evolucionar y ayudar a otros a evolucionar en
consonancia con los nuevos y más elevados niveles de
vibración energética.
Estamos en un proceso constante de sanación y
liberación de todas las trabas y bloqueos que nos
impiden manifestar la abundancia en lo cotidiano.
Mientras más honestos seamos en esto, mayor será
nuestro avance.
Pues ya no se trata de creer o no creer en la energía.
Somos energía, somos uno con la energía, somos la
energía que está en todos y cada una de las partes.
Bajo esa conciencia, qué sentido tienen las discusiones,
separaciones, mecanismos de control y egoísmos, si
estamos constituidos de exactamente lo mismo.
Estamos en todo y somos una y una misma cosa:
Energía. Ahora se trata de cómo canalizarla mejor;
saber qué hacer y cómo conducirla para nuestros
propósitos espirituales.
Una vez más se nos presentan en el mundo las
oportunidades para abrirnos a nuevas energías de
Abundancia y Sanación.
La oportunidad de dar por el placer de dar, de
comprender que la Abundancia es una estado de
conciencia que parte por el regocijo del compartir lo
que YA ES.
67
Según cuánto estamos dispuestos a compartir de
nosotros mismos y cuánta energía estamos dispuestos
a “invertir” en aquello, será la medida de nuestra
Abundancia. Con confianza y asumiendo los riesgos
nos aventuramos a manifestar la abundancia divina y
material que nos corresponde por ley de vibración.
¿Hasta cuándo seguiremos soportando los viejos
patrones del Karma, del sufrimiento, del sometimiento,
la pena, la angustia y la ignorancia?
Iniciada ya la Era de Acuario cada día es una nueva
oportunidad para cada uno de nosotros de conectarse
conscientemente con su Ser de Luz y manifestar la paz,
la armonía, el amor, la transformación y la abundancia,
aquí en la tierra así como en el cielo.
Si Dios existe y creo en él…
Si Dios Es.
Todo.
Eterno.
E Infinito…
Más allá del tiempo y del espacio.
Aquí y Ahora.
Si Dios es la causa.
De todo y de todos.
Y si todo lo que existe es Dios.
Entonces Todo Ya Es.
68
 Entonces Yo Soy Dios.
Todo Es.
Todo Ya Es.
En manifestación.
En gracia…
En eso nos encontramos ahora…
Somos todos uno y una misma cosa: energía divina y
de amor.
Comienzan los tempos de despertar
Bienvenidos todas y todos almas despertando al
infinito Amor del Universo.
La pesadilla de creerse y crearse humanos víctimas,
culpables y carentes, se está desmoronando. El sueño
de creerse y crearse humanos homicidas violentos,
jueces implacablemente corruptos, multimillonarios
ególatras, se está desmoronando.
Lo viene anunciando la revolución de tu consciencia…
Lo vienen profetizando los señores del tiempo,
aquellos Mayas galácticos.
El tiempo del sueño se acaba y el tiempo del despertar
comienza.
Los ciclos se están cumpliendo a la perfección y el
fin de ciclo y principio del próximo es ya un hecho,
manifestado en ti, en mí, en todas y todos.
69
El proceso de despertar es la tarea que hemos venido a
hacer a la tierra, almas iluminadas.
No hay un proceso hacia la iluminación, pues esa es tu
esencia.
No hay un método, ni técnica, ni sabiduría, ni ciencia,
ni metafísica que te conduzca a la iluminación, pues
eso es lo que eres en esencia.
Almas de luz despertando al infinito Amor del
Universo.
Ha llegado la hora de auto observarse y ver en el
otro un espejo que te muestra lo que aún rechazas
de ti. Es la hora de verse hacia dentro, de conocerse
a sí mismo, pues, como muy bien decían los griegos,
“conócete a ti mismo y conocerás a los dioses y al
universo”. Es la hora de revisarse sin juicios y, sí, con
infinito Amor, para detectar esas aéreas de ti que
aparentemente aún no han sido iluminadas por la
propia Luz del infinito Amor Universal.
Para cubrir cada una de esas áreas aún oscuras se nos
ha entregado el Rayo Rosa. Entrégalo todo a la luz
rosada. La luz rosada del Arcángel Chamuel está ya,
aquí, en ti, para cubrir de Amor cada área que aún no
amas de ti. Cubre en meditación todas tus resistencias
y auto-rechazos con el manto rosado del Amor
Universal.
Almas de Luz despertando al infinito Amor del
Universo.
70
 En este proceso de despertar queremos vernos unos
en los otros. Muchas gracias por trabajar con nosotros
en esta gran misión.
La Dimensión Álmica
Ha llegado el momento en que podemos empezar a
distinguir, de manera individual, colectiva y masiva,
algunos estados del Ser que nos permiten elevar
el nivel de conciencia y, más fácil aún, de detectar
aquellos estados que nos estancan o hacen retroceder
nuestros niveles de conciencia.
Frente a cualquier “realidad”, entendida ésta como un
conjunto infinito de posibilidades, normalmente hemos
respondido de dos formas. Aceptando dicha realidad
como una creencia dogmática, o rechazando esa
realidad intentando huir de alguna manera de ésta.
Ahora bien, ¿quién, normalmente, responde de
estas dos formas? La mayoría de los humanos que
se identifica con dichas formas como “reales”. Eres
blanco, naciste en los EE.UU. y perteneces a la clase
alta; eres negro, naciste en Haití y perteneces a la
clase pobre; eres indígena, naciste en México y pobre,
etc. Todos esos roles humanos que ocupamos y
vivenciamos, los vamos organizando en una historia de
vida, con la que nos identificamos y, por supuesto, en
la que sufrimos y también gozamos.
Podemos, como humanos, identificados con esas
historias de vidas, rechazar dichas realidades, e intentar
71
huir de éstas. Puedes huir de dicha “realidad” e intentar
cambiarla desde la negación. Por ejemplo, el indígena
pierde sus valores, el rico siente vergüenza o miedo de
serlo, el pobre odia su realidad y sigue impotente para
cambiarla, etc. Y, de acuerdo a esa forma de responder
a la “realidad”, ésta se constituye en algo externo,
casi imposible de transformar, en donde “otros” son
los culpables de que tú asumas dicha “realidad”, la
mayoría de las veces injusta según tus criterios, pero
que sigues aceptando, tragando…
Bajo esa forma de responder a la “realidad” te vas
llenando de odio acumulado y reprimido contra ti
mismo; como un veneno que vas secretando por todo
tu cuerpo intoxicándolo aún más.
Al rechazar, criticar, juzgar, negar la “realidad”, sólo
te llenas de odio reprimido contra algo de lo que tú
también eres. Sí, aunque sean tus sombras, también
son necesarias para el Todo...
La otra forma común de responder a la “realidad”,
tal vez la más utilizada por la mayoría de la gente,
es aceptar dicha “realidad” como una creencia
dogmática. Por ejemplo, creer en la “realidad” que eres
de la clase alta y por lo tanto te llenas de miedo por
creer que puedes perder realmente todas esas riquezas
que has acumulado; o creer la realidad que eres un
hijo y por tanto tus padre son culpables o responsables
de lo que tú eres, ya que sigues aceptando esa
creencia jerárquica de la familia donde los padres
ejercen más poder sobre los hijos, es decir sigues
72
 aceptando esa creencia de injusticia en contra tuya.
De esa forma nunca podrás ver a “tu madre” como a
un ser igual a ti, pues aceptas que por ser “tu madre o
padre” son más responsables que tú, en ser quien eres.
Al creer en la realidad como un dogma no podemos
ver más allá de nuestras creencias y, por lo tanto,
estaremos en constante tensión y conflicto con otras
“realidades”, con las cuales necesariamente tendremos
que interactuar, y a las que tendremos que convencer
o dejar que nos convenzan o sometan, la mayoría de
las veces mediante conflictos violentos. Al creer en la
realidad como un dogma, estás dispuesto a dar tu vida
para defenderla pues no sólo defiendes tu realidad,
sino todo tu estilo de vida, creencias, cultura, familia,
sentido de ser, etc.
Ya sea que huyas de la “realidad” o que la asumas
como una creencia dogmática, única y definitiva, de
ambas formas sólo te estás identificando con esta
“realidad”...
El identificarte con la realidad, de cualquiera de las
dos formas, te lleva rápidamente a la tentación de
depender de estas “realidades”, las cuales sólo son
aparentes, a lo más pasajeras, pero nunca esenciales...
Y por aferrarnos a lo ilusorio y lo pasajero es que
sufrimos. Ésta no es una afirmación nueva. Ya los
Vedas lo enseñaban más de cinco mil años atrás. Buda
ya decía también que el origen del sufrimiento es la
ignorancia y el apego a lo ilusorio de la “realidad”. El
maestro Jesús también lo decía al decir: ”¿Para qué
73
acumuláis riquezas en este mundo?... Mi reino no es
de este mundo”.
La identificación con el mundo en su forma
material, con estos roles externos, sociales, políticos,
económicos, culturales, históricos, etc., nos lleva
a depender de todos éstos con una gran carga
emocional y de información, que sostenemos en
nuestros cerebros-estructuras mentales, para poder
existir en la así llamada “realidad”; ya sea que la
rechacemos o que creamos dogmáticamente en ella.
Entre estas dos formas de responder a la “realidad” se
mueve la dictadura del pensamiento hegemónico, de
la cual aparentemente es tan difícil salir. Sin embargo,
poder pensar fuera de esta estructura ya te permite
desestructurarla.
Por supuesto que esta dictadura del pensamiento
hegemónico es la mayor de las ilusiones y, por tanto,
es más fácil observar cómo se “desmorona entre
nuestros dedos”. Esta dictadura del pensamiento está
alimentada por la identificación con dicha “realidad”.
Estas dos formas de responder a “la realidad” son
aquellos estados que nos estancan o hacen retroceder
nuestros niveles de conciencia.
Ahora bien ¿existe alguna manera de romper con
esta estructura viciada, con esta aparente disyuntiva
existencial de dogmatizar o huir de la realidad?
Existe una tercera manera de responder a “la realidad”.
Es de una forma más allá de la humana. Es la manera
74
 en cómo nuestra alma responde ante “la realidad”.
Si observamos nuestra vida, aunque sea por unos
instantes, desde la dimensión álmica; si dejamos de
creer en nuestra vida como una realidad objetiva,
externa, concreta, material, física, como única
posibilidad, y nos abrimos a otras posibilidades de ser,
en donde la vida no es más que un escenario virtual
de aprendizaje para que nuestra alma pueda seguir
creciendo y evolucionando a través de miles y miles
de otros escenarios de aprendizajes llamados vidas...
Entonces podremos verdaderamente observar los
aprendizajes y enseñanzas de tales experiencias.
Ni huyendo de la “realidad” ni creyendo en ella como
un dogma es que aprenderemos las lecciones que
como almas requerimos para seguir creciendo en esta
creación infinita existencial, puesto que el sufrimiento
por el apego y la identificación con dicha “realidad”
nos impide ver más allá de esa estructura de creencias.
Siendo observantes, atentos, sin juicio, recordándonos
como almas y no sólo como formas humanas
condicionadas, es que podremos elevar nuestro nivel
de conciencia y darnos cuenta de lo que somos en
todo este infinito universo del que somos parte.
En este centro energético de la Tierra
Hace un tiempo que reiniciamos, en este centro
energético de la tierra, un proceso de reencuentro
colectivo de almas afines que decidieron, en otras
75
dimensiones, reunirse para recordar su esencia de luz y
luego manifestarla aquí en la tierra.
Hace un tiempo terrestre que hemos removido
nuestras nubes mentales y reiniciado nuestro camino
de autoconocimiento. Muchos nos hemos resistido
durante vidas, muchos aún nos seguimos resistiendo
y huimos en lo cotidiano de nuestras realidades. Sin
embargo para ninguno de nosotros es ya un misterio.
Y en lo más profundo de nuestro alma sabemos
que somos algo más que el personaje que hemos
construido en esta telenovela que llamamos vida.
Muchos de nosotros ya estamos recomenzando a
observar, alertas, cómo es el juego de la creación.
En el cual nosotros somos los únicos creadores,
conscientes o inconscientes, con capacidad de decidir
en proporción a nuestro nivel de consciencia.
Muchos de nosotros nos miramos y nos reconocemos.
Vemos en los ojos del otro el mismo brillo que
nace desde nuestro corazón. Y entonces nos
reencontramos; como hermanos y hermanas de luz.
Entonces nos recordamos como Uno. Recordamos
que tú eres otro yo y que yo soy otro tú. Y que hemos
estado siempre unidos, a pesar de esta aparente y
gruesa capa de realidad a la que atendemos con
obediencia hipnótica.
Mas este brillo en los ojos que nace de nuestros
corazones hace que, inevitablemente, esta aparente
y gruesa capa de realidad, poco a poco se vaya
76
 desvaneciendo; generando esa desidentificación con
la ilusión y un acercamiento a la verdad de lo que
somos: TODO UNO, en constante movimiento, en
diversos grados de vibración energética, danzando
en Amor Universal. Recordando que siempre hemos
sido y seguiremos siendo, por siempre, en este viaje.
Construyendo caminos de autoconocimiento hasta el
infinito.
En este camino de reencuentro y reconocimiento
queremos construir nuestra nave de ascensión para el
despertar de este largo y profundo sueño de creernos
humanos y vivenciar, aquí y ahora, lo que siempre
hemos sido: Consciencia y Energía, conectados en
Amor Universal...

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VII parte: ¿Y Ahora qué?
 Y entonces, ¿qué es lo nuevo?
¿Hacia dónde nos dirigimos cuando nos permitimos
vaciar de todo sufrimiento ilusorio?
Vamos a lo nuevo.
No sólo es necesario pensar lo nuevo, anhelarlo,
desearlo... hay que vivenciarlo: hacerlo ya.
¿Qué será eso de vivenciar ya lo nuevo en tu vida?
Quieres una respuesta. Tu mente busca una respuesta.
Pues la respuesta: ¡¡¡¡No Existe!!!!
¡Cómo alguien podría decirte qué es lo nuevo si
precisamente se trata de algo que aún no existe!
No podemos saber qué está ocurriendo en nuestras
vidas cuando nos aventuramos, cuando damos el
salto al vacío, hacia lo nuevo. Pero algunas pistas sí
conocemos. Sabemos qué No es lo nuevo. Eso sí lo
sabemos muy bien. De eso ya estamos hartos; aunque
no basta con decírselo y repetírselo, como una tortura
masoquista.
Lo nuevo, lo que aún no termina por nacer, es incierto,
inestable, transitorio e infinitamente creativo. Es “dar
a luz”, de la nada pariendo lo nuevo hacia el Todo.
Lo viejo, lo conocido, lo que aún no acaba de morir,
anda por ahí buscando las últimas y más sufrientes
estrategias de dominación y mecanismos de defensa,
para resistirse a la manifestación de lo nuevo.
Lo nuevo, lo que aún no se acaba de parir, da
miedo. Por supuesto. Hace que tu corazón lata más
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fuerte, hace que tu mente quiera salir corriendo
inmediatamente de ahí, te quiera llevar de vuelta a su
cueva, donde todo es “conocido”.
Lo nuevo, el volver a ser niños, el recuperar la
inocencia de salir al mundo a experimentarlo otra vez,
a resignificarlo y transparentarlo, es la oportunidad
que abre, rompe, y hace estallar en mil pedazos
“realidades” viejas y añejas. Las nuevas formas de
relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.
Lo nuevo es lograr manifestar en el terreno de lo
vivencial (y ya no más sólo en lo intelectual, como
creencia, como dogma e imperativo de fe), como una
vivencia empírica, consciente y libre, estas nuevas
formas de amarnos verdaderamente a nosotros mismos
y a todos y todas. En sincronía con la conciencia total
del yo soy uno con e todo y la nada.
Lo nuevo, es dejar de repetir las formas antiguas,
sufrientes, victimizantes, negativas, frustradas,
competitivas, enajenantes, dominadas por la ilusión
o Maya. Lo nuevo es ver más allá del velo de Isis,
más allá de tu ego, de tus creencias y apegos, de tus
traumas emocionales y resistencias. Es experimentar
ya, en tus relaciones afectivas, laborales, familiares, y
del tipo que sean, estas nuevas formas de relacionarte
contigo mismo y el otro.
Una vez más no hay fórmulas, no hay respuestas.
Pero, insistimos, hay algunas pistas, y éstas apuntan
a que puedes observar con facilidad los mecanismos
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 de defensa del ego, esos que utilizas para seguir
repitiendo lo viejo.
¿Cuáles son los mecanismos, conscientes e
inconscientes, que más utilizas para resistirte a
trasformar esos tus antiguos hábitos de conducta que
impiden que puedas fluir contigo mismo y los demás
de forma honesta, alegre, e infinitamente amorosa?
En las relaciones afectivas, ¿hasta cuándo vamos
a seguir cayendo en la trampa de actuar como en
el pasado, en que las relaciones afectivas eran un
juego de dominación de un ego por encima de otro,
dañándose mutuamente en nombre del “amor”?
¡Cuánta resistencia ponemos en soltar la idea de que el
verdadero Amor no conquista, no somete, no posee,
no desea...!
Las nuevas relaciones afectivas basadas en el Amor
Universal nacen, precisamente, de la experiencia
vivencial de lo nuevo, a veces por ensayo y error, mas
siempre como una oportunidad de aprendizaje.
No le temamos a experimentar estas nuevas formas.
¿Cuáles son estas nuevas formas? Insistimos, apenas
tenemos algunas pistas:
Son Creativas, no repiten los patrones de conductas
limitantes del pasado.
Son Únicas y Originales, ninguna experiencia sirve para
entender a la otra.
Son Libres y Espontáneas, no tienen una ruta ni una
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meta prefijadas.
Están basadas en el profundo Respeto por el proceso
interno de cada uno.
Son Desinteresadas de los resultados, pues ya no
deciden egos en competencia, sino almas con el único
propósito de conocer y autoconocerse en el infinito
amor del universo.
¿Cuánto nos queda de la adicción a las relaciones
sufrientes de dominación y conquista, de víctimas y
victimarios, de egos sometiendo y de egos dejándose
someter, en una guerra sin fin y desigualmente ilusoria?
Lo nuevo, lo que aún no se acaba de parir... por
supuesto que no es algo ya escrito. No es algo de lo
que siquiera pudiéramos opinar, pues en muchos casos
aún no es. Lo estamos creando. Constantemente lo
estamos creando, permitiéndonos vivenciar nuevas
experiencias de aprendizaje con los otros y otras.
Si toda tu vida te sentiste rechazado, rechazada y
actuabas de una forma predeterminada hacia la huida,
la indiferencia o la violencia. Si toda tu vida te sentiste
y te sigues sintiendo una víctima cuando “el otro”
te abandona, y manifiestas una vez más la conducta
predeterminada de asumir que el otro es tu victimario,
que el otro es el culpable de tu sufrimiento y por tanto
tú no puedes hacer nada más que sufrir... hasta que, de
tanto sufrir, quién sabe, al otro le dé lastima y te vuelva
a querer...
¡Cuántos mecanismos más de defensa, podríamos
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 describir...!
Sólo se trata de que identifiques el tuyo y hagas algo
que nunca has hecho: ¡dejar de hacerlo!
Abandonar las ideas del rechazo y de la víctima, dejar
de creer que si el otro no te quiere es porque desea
agredirte. Saltar del sufrimiento y empezar a mirar
estas experiencias como oportunidades de aprendizaje
para construir lo nuevo, más amoroso, sin represiones,
ni transgresiones. Siendo honestos con lo que sentimos
por el otro sin que eso implique una demanda hacia el
otro.
Permitiéndonos ser creativamente asertivos,
expandiendo nuestras fronteras, creciendo y
madurando. Siendo, cada vez más, niños y niñas.
En las relaciones laborales.
¿Hasta cuándo nos vamos a seguir resistiendo a
soltar la idea de la competencia y de los intereses
personales?
Las nuevas formas de relacionarnos con el trabajo, de
manera colectiva y asociativa, donde la sinergia nos
demuestra que la parte atomizada que se cree-crea
separada, aislada en competencia y conflicto constante
con el otro, nunca podrá realizarse, ni mucho menos
auto-realizarse, si no lo hace como parte de un
proceso total en relación con el otro.
En asociaciones, colectivos, cooperativas,
organizaciones libres, independientes y
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autogestionadas donde “lo mío” se transforma en
lo nuestro. Donde los sueños dejan de ser anhelos
egoístas y pasan a ser manifestaciones colectivas
concretas.
Lo nuevo, lo que aún no acaba de nacer en las
relaciones de trabajo, lo que aún no podemos nombrar
pero ya se manifiesta, es que cada proyecto, empresa,
unidad productiva o como quieras llamarle, deja de
ser la excusa para satisfacer al ego insaciable, y se
transforma en el espacio concreto que te acerca al
cumplimiento de un plan colectivo de almas, que
conscientemente se reencuentran en la expansión del
Amor Universal.
Estas nuevas relaciones en el trabajo nos permiten
construir lo nuevo entre todos y todas, abandonando
la idea de la competencia, abriéndonos a la aventura
de lo colaborativo, lo asociativo, lo integral y holístico,
como esencia de lo unitario.
En donde los logros ya no son metas alcanzadas por
algunos egos pisoteando a otros egos, sino que se
convierten en la manifestación concreta de almas
encontradas en sincronía con una visión interior en
común unión.
¿Cómo quieres seguir viviendo?, ¿resistiéndote a lo
viejo que no acaba de morir o lanzándote al vacío de
lo desconocido, de lo nuevo, que aún no acaba de
nacer?
Mientras tanto, desde aquí y ahora, más y más almas
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 nos reencontramos experimentándonos, abriéndonos
y expandiéndonos en estas nuevas formas de
relacionarnos; para construir juntos, para parir entre
todos y todas… Lo Nuevo.
Hermanas álmicas de luz
Para muchos hermanos álmicos su viaje ha sido muy
intenso en estos últimos tiempos, en muchos nodos
de la tierra, alejados de sus lugares de “origen”. Sin
embargo, a los trabajadores de la luz de la nueva era,
ya no nos afectan... tanto, las limitaciones tiempo
espacio.
¡¡¡Hoy avanzamos hacia miradas más colectivas,
comunitarias y planetarias!!!
En ese contexto, toda herramienta que nos permita
saltar esa barrera autoimpuesta de identidad con el
ego es bienvenida. Toda herramienta que nos permita
abandonar los intereses particulares de ese ego que se
cree parte aparte de la Conciencia Universal.
Herramientas que nos permitan, a lo menos por unos
instantes, sentirnos parte del Todo. Y poder dejar, por
esos mismos instantes, afuera, a ese que se identifica
con lo ilusorio del sufrimiento, la culpa y el victimismo.
Poder cambiar nuestras conciencias y removerlas hacia
una visión más integradora.
Nuevas y múltiples formas de relacionarnos desde
nuestras misiones como almas de luz hermanas. Dejar
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de mirar y decidir desde el ego, y tomar decisiones
concretas desde el corazón, en nuestra vida cotidiana,
que nos permitan aplicar nuestros dones divinos, y así
cumplir con nuestras misiones aquí en la Tierra.
Se acabó el tiempo de dudas, se acabó el tiempo de
espera, se acabó el tiempo de búsquedas. Ha llegado
la hora de encontrarse a sí mismo cada quien en su Ser
de Luz, y actuar ya desde ese nivel de conciencia.
Le ha llegado la hora a toda la humanidad de decidirse
con respecto a su proceso de expansión de conciencia
aquí en la tierra. Se acabó el tiempo de sacrificarse por
la familia, el estado y la cultura. Ha llegado el tiempo
de soltar todos esos disfraces asfixiantes y aceptar
tu piel divina, tu manto sagrado que puede, en este
mismo instante, si lo aceptas con total honestidad y
rendición, manifestar la gracia divina, la magia, la luz,
el poder del universo divino en tus propias manos
humanas, movidas por conciencias divinas.
Y por supuesto, mientras estemos vivenciando
una conciencia de tercera dimensión, seguiremos
relacionándonos con el ego y seguiremos
olvidándonos e identificándonos con lo ilusorio mil
veces y mil veces más, y eso está perfecto así. De
eso se trata esta escuela de entrenamiento aquí en
esta conciencia de tercera dimensión. Es aquí donde
decidimos como almas venir a entrenarnos en las artes
del Estar Consciente.
Los olvidos como alma y como ego no nos podrán
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 apartar jamás de nuestra esencia espiritual de luz
divina universal.
No nos dejemos auto engañar con la idea de que
“aún me falta”, “aún soy pecador o pecadora”, que “a
veces estoy desconectada”, que “me domina el ego”,
que “no puedo soltar el apego a mi familia, ni a mis
creencias”. No nos dejemos auto engañar con la idea
de que estas y muchas otras ideas más nos “alejan” de
nuestro Ser espiritual. Nuestro Ser espiritual no se ha
apartado ni un sólo milímetro de nosotros, ni uno sólo.
A dónde se podría ir si es que pudiera, si nuestro Ser
espiritual es el Todo. Ante la luz del Amor Universal
todo lo ilusorio se desvanece.
Vamos a seguir “cayendo” pues hay que seguir
levantándose. Y, en ese proceso, a acompañar a miles
y miles de almas hermanas que en momentos como
éstos van a requerir apoyo de almas identificadas y
asentadas en el espíritu divino universal. Y no es que
nosotros, trabajadores y trabajadoras de la luz, seamos
los salvadores de nada ni de nadie. Sino más bien, que
recordamos que venimos en cumplimiento de un plan
divino universal, que no nos concierne como partes
apartes (al ego este plan por supuesto no le interesa,
pues no ve en él el interés personal); sino que nos
integra a la conciencia del Todo.
Para esto vamos abandonando los intereses personales
y con amor abrazamos los intereses colectivos,
comunitarios, planetarios, galácticos y universales.
Ahora bien, hay que entender que en estos tiempos ya
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no sólo se requiere la fe. Se necesita la fe, el creer para
crear; pero además, y aquí viene la prueba de que sea
verdad en ti: se vivencia. Estos tiempos no demandan
sólo de creencias sino de creencias mas vivencias.
Vamos a creer para crear aquí y ahora, aquello en lo
que creemos. No más información sin aplicar.
Eso no significa que tenemos que ser perfectos, o
que no nos podemos olvidar, o que dejamos de ser
espirituales cuando nos dejamos llevar por el ego.
No. Eso significa que venimos a aprender. Aplicar las
creencias convirtiéndolas en vivencias significa que
me va a doler, que me voy a enlodar, que me voy a
caer mil veces y mil veces una me voy a levantar. Que
la vida es incierta y salvaje. Que no hay rutas fijas ni
recetas perfectas. Que me voy a cuestionar y a tensar,
que voy a retroceder y a avanzar, y mil veces más
moriré y me transformaré.
El trabajo espiritual se hace en el barro de la tercera
dimensión y, desde allí, se transforma a la flor de loto
de la esencia divina.
Aplicar las creencias espirituales convirtiéndolas en
vivencias es dar ese salto al vacío, que te permita Ser
en la profunda honestidad de tu estar presente frente
a lo desconocido, a la incertidumbre, de avanzar por
terrenos más allá del ego, de la mente, de la cultura,
de las creencias, de los apegos emocionales. Frente a
todo eso, en la caída al abismo, por aceptación y amor,
abrazas tu conciencia de luz esencial, abres tus alas y
comienzas a volar, una y mil veces más.
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 Dejamos de ver la vida como la telenovela que
fomenta la adicción al sufrimiento y comenzamos a
sentir la vida como un escenario de entrenamiento
virtual, donde cada situación, cada vivencia, es una
experiencia de aprendizaje, un fractal del espejo que te
muestra quién eres, una oportunidad para expandirse a
infinitas formas más libres y abundantes de amar.
Dejamos de fijarnos en lo que nos auto provoca
sufrimiento, pues es sólo el apego a lo irreal, a esas
falsas imágenes que no debíamos adorar, pero con
las que nos identificamos todavía y que aún hoy
nos resistimos a soltar. Y volvemos a fijarnos en las
infinitas oportunidades que el universo nos regala
en nuestra vida cotidiana para darnos cuenta de
esas falsas imágenes o sombras de la caverna. Y así
transformarnos y aceptarnos en lo que realmente
somos: luz.
Soñando dentro del sueño
Siempre hay muchas resistencias para reconocernos.
Durante veinte, treinta, cuarenta años nos hemos
estado repitiendo las mismas historias, discursos,
creencias, “conocimientos”, etc., que nos han
moldeado y nos han hecho creer “lo que somos”, un
ser humano limitado con un sexo, cultura, creencias y
poder determinado.
Nos hemos identificado tanto con esta falsa imagen...
con la ilusión de la que todas las tradiciones sabias ya
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nos hablaban...
Despertar es recordar quién eres, cuál es tu origen, tu
esencia.
Creíamos que esto implicaría “salirnos” del sistema, de
la “realidad” impuesta, del cuerpo, o de lo que sea...
Es aún más que eso. Despertar es darnos cuenta que
estamos soñando dentro del sueño.
Todo lo que has creído hasta ahora de la humanidad,
sobre las injusticias, los personajes “malos” de la
historia, tus propias partes “malas” de tu historia
personal, ahora se ven de otra manera, pues te has
dado cuenta que eres infinitamente más que lo que
creías de ti.
Ya has vivenciado cada una de las experiencias
humanas. Mientras más te das cuenta que eso, que
sólo es un sueño, necesario de vivenciar, pero en el
que es necesario recordar que es un sueño y que,
en esencia, eres todo el Amor del Universo, menos
enemigos, menos miedos te van quedando.
Ahora que sabes que estás en un sueño, ¿vas a seguir
viviendo como si no lo fuera?, ¿vas a seguir confiando
en las creencias humanas?, ¿vas a seguir desconfiando
de tus experiencias divinas, de luz, de conciencia
expandida o como quieras llamarle?
Sigue reconociéndote. Recordándote y permitiendo
que tu verdadera esencia se manifieste cada día más
en ti. No necesitas cambiar tus ideas a priori; sólo deja
que la Energía del Amor del Universo te rompa los
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 sistemas mentales.
No busques explicaciones lógicas, ni racionales,
pues no las hallarás; sólo te agotarás y te frustrarás.
No intentes explicar tus experiencias a nadie que no
sientas que te va a comprender. No intentes justificar
tus intuiciones... Solo confía, confía, confía...
Y deja que el amor rompa tus creencias, transforme tus
ideas y guíe tus pasos.

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VIII Parte: Fragmentos de luz
 En verdad la Felicidad sólo se siente si nos
aceptamos desde nuestro interior tal cual somos y lo
manifestamos, en nosotros mismos, en nuestra vida
diaria…
Pregúntatelo todos los días: ¿Eres feliz? ¿Eres feliz
siendo quien eres? Y si no, ¿qué esperas? ¿De qué o
quién depende tu felicidad?
Ser total en la acción, honesta en las creencias, atento
aquí y ahora, dispuesta a vaciarse a cada instante...
Sufres por el apego a tus creencias... si eres tú quien
crea y acepta esas creencias... ¿A qué creencia de ti
te apegas tanto? ¿Eres quien crea tus creencias o eres
quien las padece? ¿De qué te das cuenta?
Si todo el universo es sagrado y tú eres Uno con el
universo, ¿qué hace que te resistas tanto a observar tu
vida como un aprendizaje sagrado...?
Recuerda… Simplemente recuerda quién eres en
esencia; y desde ese darte cuenta suelta aquello que
no eres en verdad.
Soltar...
Para seguir creciendo...
Hacia adentro.
Si no hay juicios, ni culpas, ni castigos.
Si Todo es Amor, entonces
¿De qué depende que sigas en ese infierno o que
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vuelvas a apreciar el paraíso en tu vida?
Si en verdad estas dispuesto a AMAR a alguien.
Entonces, no deseas mejorarle, ni cambiarle, ni
ayudarle interviniendo en su proceso.
Sólo le amas inevitablemente tal cual es, aquí y ahora,
contigo.
No seas un obstáculo para el Amor.
Fluye con la danza del universo.
Todo ya es perfecto.
Observa… Qué te está impidiendo fluir en esta danza
de Amor Universal…
Suéltalo ya, y vuelve a tu centro, a la fuente espiritual,
el Amor Universal…
Y permítele que siga fluyendo a través de ti.
Sólo Dios ama a Dios, los humanos sólo lo desean, lo
necesitan, lo buscan o rechazan.
Reconoce y manifiesta tu ser divino amándote a ti
misma, a todos y todas por sobre todas las cosas.
Y sé Dios mismo en el Amor Universal.
Se trata sólo de una elección consciente:
Si quieres seguir repitiendo las mismas conductas
basadas en las mismas creencias de culpas, de miedo y
victimismo.
O te aventuras a dar un salto a lo desconocido de tu
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 ser interior, basado en el Amor Universal, el equilibrio
y la conexión espiritual.
La pregunta no es “qué hacer para valorar más tu
esencia”.
Sino, más bien, ¿qué haces, qué te lo está impidiendo?
Observa la mecanismos de defensa del ego que
repites, intentando autoengañarte una y otra vez; date
cuenta.
Llora, ríe y suéltalo... de una buena vez.
La vida es un campo de entrenamiento virtual.
Para aprender a Amar. Si te resistes e identificas,
sufres...
Si participas y observas, aprendes...
Tu ser espiritual es Uno en la totalidad.
Tu ego es parte en la Ilusión...
Tu conciencia es darte cuenta, quién te guía, a la
totalidad o a la ilusión...
Tu conciencia es quien observa y elige.
Siempre es tu elección...
La frecuencia energética provocada por tus respuestas
emocionales y mentales es lo que hace vibrar tu
realidad...
La felicidad, como un estado de vibración energética,
hay que sostenerla en cada elección:
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Culpas o responsabilidad...
Victimismo o libre albedrío...
Miedo o amor...
Tú eliges en qué frecuencia quieres vibrar ahora, en ti
mismo y a tu alrededor.
Cuánto sufrimiento nos hemos infligido los unos a los
otros por querer imponer nuestras creencias como
único juicio de realidad.
Cuánta conciencia despertamos al reconocer que
aprender a amarnos es aceptarnos más allá de nuestras
creencias y juicios...incondicionalmente.
El aprendizaje es despertar del sueño.
Es observar cómo se deshacen las burbujas de ilusión
Y tú aún sigues vivo… consciente… amando.
Justo cuando empezabas a sentir esa comodidad del
que cree que sabe.
El universo te regala esa oportunidad...
Para que esas creencias, fantasías o miedos se rompan
bajo tus pies.
Y tu “nueva realidad” se abra paso ante ti.
Como la guía que te da el impulso siguiente…
Hacia lo desconocido de tu Ser...
Tierra eléctrica de la luna entonada roja
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“En estos momentos en que la tierra está manifestando sus transformaciones
ya casi todos los días. En estos días últimos de dominación mediante
mecanismos de propagación de la ignorancia y la esclavitud. En estos días
últimos de dominación del miedo por sobre el Amor. En estos días en que
aquéllos que aún nos controlan por el miedo, nos someten aún más a sus
imágenes mediáticas que imprimen en su realidad mental caos, violencia,
delincuencia, ingobernabilidad, crisis, terrorismo, etc., es que necesitamos
estar aún más conscientes en el camino del Amor.
Allí donde nos muestren sufrimiento, enviemos Amor; donde nos presenten
caos, sólo enviemos Amor. No sucumbamos al miedo.
Al propio miedo de amarnos a nosotros mismos.”
“Se acabó el tiempo de dudas, se acabó el tiempo de espera, se acabó el
tiempo de búsquedas. Ha llegado la hora de encontrarse a sí mismo, cada
quien en su Ser de Luz, y actuar Ya, desde ese nivel de conciencia.
Le ha llegado la hora a toda la humanidad de decidirse con respecto a su
proceso de expansión de conciencia aquí en la Tierra.
Se acabó el tiempo de sacrificarse.
Ha llegado el tiempo de soltar todos esos disfraces asfixiantes y aceptar
tu piel divina, tu manto sagrado que puede, en este mismo instante, si lo
aceptas con total honestidad y rendición, manifestar la gracia divina, la
magia, la luz, el poder del universo divino en tus propias manos humanas,
movidas por conciencias divinas.”
“Sigue reconociéndote. Recordándote y permitiendo que tu verdadera
esencia de luz se manifieste cada día más en ti. Y deja que el Amor
Universal rompa tus creencias, transforme tus ideas y guíe tus pasos.”