Sunteți pe pagina 1din 4

Control Personal, Optimismo y Superación de la Crisis *

DOCUMENTO No-3

Las personas más efectivas en lo personal y en lo laboral son aquellas que


experimentan fuertes sentimientos de control personal y que piensan acerca de
ellas mismas como estando en control de lo que hacen. Son personas que con
frecuencia experimentan sentimientos de dominio sobre los productos de su
hacer, sean estos concretos o abstractos. En la literatura especializada se les
llama Internas, porque atribuyen los resultados a causas internas como sus
habilidades o su esfuerzo. Las personas que tienden más bien a percibir las
causas de su conducta como residiendo en otras personas o en factores
impersonales (azar, destino, mala suerte) son denominadas Externas. Y esas
personas suelen ser menos productivas tanto a nivel personal como a nivel
laboral.

En el trabajo las personas internas son más productivas porque asumen


responsabilidad directa por las tareas que les toca ejecutar y se responsabilizan
plenamente por los resultados, esto es, se envuelven psicológicamente con las
tareas, las personalizan, y procuran triunfar en base a su esfuerzo. Cuando
sufren reveses los asumen como retos. Los fracasos sirven para denunciarles
sus fallas. Reconocidas éstas, las personas internas introducen los correctivos y
buscan y logran el triunfo que merecen.

La situación actual no es una que fomente en la persona promedio sentimientos


o pensamientos de control personal. Al contrario, los llamados de los políticos a
los “sacrificios” y la creciente corrupción de la clase dirigente, hacen que la
mayor parte de la gente se sienta controlada externamente. Realmente, la crisis
actual estimula sentimientos y pensamientos de externalidad, dependencia,
impotencia y desesperanza.

Pero algunas personas son más vulnerables que otras. Las personas Internas,
por tener la experiencia previa de control sobre su entorno, están
psicológicamente mejor dotadas para enfrentar la crisis. Las personas Externas
son las que sufren las peores consecuencias. Habiendo desarrollado
previamente la tendencia de percibirse como controladas por factores externos
de tipo personal e impersonal, la nueva situación les muestra más
dramáticamente lo miserable de su destino. Piensan que nada puede hacer por
alterar la situación actual y se abandonan a la suerte, al azar, “a lo que venga”.
Renuncian al control personal, a tomar las riendas de sus propias vidas. Estas
personas son consideradas “víctimas de la crisis” aunque frecuentemente son
más bien víctimas de sus propias limitaciones psicológicas. La investigación
venezolana ha mostrado que lamentablemente, dos de cada tres de nuestros
compatriotas tienden a comportarse como personas Externas (Romero García,
1980). Es entonces, urgente presentar la crisis de manera distinta: No como

Oswaldo Romero García, EVEMO 3. Mérida, 1990 [Escribir texto] Página 1


Control Personal, Optimismo y Superación de la Crisis *

ocasión para la mendicidad y la humillación, sino como reto que nos permite
demostrar lo valioso que somos o que podemos ser.

Control Personal y Optimismo.

Hay otro hecho que también legítima plenamente el interés por el control
personal es la relación entre nuestras creencias en control personal y el
optimismo respecto a la situación del país. La clase dirigente cumple bien su
cometido de sembrar desasosiego y desesperanza. ¿De dónde entonces extraer
algún optimismo?

La fuente reside en el individuo. Son precisamente los sentimientos y


pensamientos de control personal los que permiten en medio de tanta
incertidumbre alimentar creencias sobre un futuro deseado. Las personas
Internas son generalmente más optimistas que las Externas. Y lo son porque
nutren su optimismo con la confianza que tienen en sus habilidades y en su
esfuerzo. El optimismo es una expectativa generalizada que nos lleva a
anticipar resultados favorables en el futuro (Scheir y Carver, 1987). Es una
expectativa, esto es, una anticipación básicamente racional fundamentada en
condiciones reales. No es esperanza pasiva, ilusión engañosa, o fantasía
trasnochada. Es una anticipación relativamente sensata basada en nuestra
experiencia y en lo que creemos que podemos hacer después de analizar
nuestros recursos y las dificultades que podemos prever.

Comportamiento de las variables en muestras venezolanas

Para este artículo la relación entre control personal y optimismo ha sido


evaluada en muestras de empleados industriales y de estudiantes de nivel
secundario. El control personal (Internalidad Total) fue medido con las Escalas
de Levenson (ver Romero García y Pérez de Maldonado,1985) y el optimismo
fue medido con la Prueba de Orientación en la Vida (Scheier y Carver, 1985).
Los coeficientes de correlación varían de .25 a .50, evidenciando así una
relación confiable. En las muestras de empleados las correlaciones son más
fuertes que en las muestras de estudiantes, variando de .36 a .46 en la
situación natural (antes del tratamiento), mientras que sólo en los estudiantes
de inteligencia superior (cociente intelectual promedio de 125) la correlación
llega a .44. En las restantes dos muestras de estudiantes los coeficientes son
inferiores (.25 y .28). Los coeficientes encontrados en Venezuela se comparan
favorablemente con los reportados por Scheier y Carver (1985) que fueron
estos: .42 para las mujeres, .24 para los hombres .34 para la muestra
combinada de 320 sujetos.

Más interesante todavía, cuando los empleados industriales participan en


talleres parcialmente dirigidos a aumentar la percepción interna del control

Oswaldo Romero García, EVEMO 3. Mérida, 1990 [Escribir texto] Página 2


Control Personal, Optimismo y Superación de la Crisis *

conductual, la correlación entre ambas variables aumenta de la medición antes


del tratamiento a la medición después del tratamiento. La ganancia va de 2
puntos (muestra de supervisores) a 8 puntos (muestra de operadores). Este
efecto puede ser debido a que el tratamiento hace a la persona más consciente
de su orientación predominante respecto al control conductual y además le
ayuda a hacerse más interna. Esa internalidad aumentada significa para la
persona mayor conocimiento de su potencial y de sus capacidades.

Puede agregarse que si el individuo ha participado productivamente en los


ejercicios, el incremento en internalidad puede estar fundamentado en las
mejoras reales en la ejecución. La percepción de disponer de mejor potencial
que el imaginado y de desempeñarse más eficientemente son las que
aumentan el optimismo. No sobra decir que esos pensamientos y sentimientos
son además reforzados por el apoyo grupal recibido. Así, a mayor control
personal más optimismo como expectativa realista bien fundamentada. No
disponemos de datos sobre la relación entre control personal y optimismo en
estudiantes tratados, pero es sensato suponer que ocurra lo mismo que en los
trabajadores. Los datos para las 6 muestras distintas aquí realizadas aparecen
en la tabla 1.

Tabla 1. Correlación entre control personal y optimismo en diferentes muestras

Muestras n r (antes) r (después)


Empleados
Supervisores 238 .40 .42
Operadores 51 .36 .44
Secretarias 50 .46 .50
Todas las probabilidades son inferiores al 5%

Fuente: Romero García, 1990

Control personal y optimismo. Recursos para el desarrollo

Una conclusión que se impone es que la percepción interna del control


conductual y el optimismo son recursos valiosos para enfrentar la crisis. No
debe confundirse la situación general del país con las posibilidades de
desarrollo personal. No es correcto pensar que la situación actual del país
imposibilita el ejercicio de la imaginación, la creatividad y la toma de riesgos
audaces que suelen proporcionar los máximos beneficios. Precisamente, la
situación actual es producto del limitado o casi inexistente espíritu empresarial
del venezolano. La persona emprendedora ha encontrado siempre posibilidades
de crecimiento. Ahora es más válido que nunca que con mentalidad de

Oswaldo Romero García, EVEMO 3. Mérida, 1990 [Escribir texto] Página 3


Control Personal, Optimismo y Superación de la Crisis *

asalariados jamás desarrollaremos el país. Hacen falta empresarios verdaderos


de todos los niveles: pequeños, medianos y grandes empresarios. Y hacen falta
en todas las actividades existentes en el país: agroindustria, industria de
extracción y manufacturera, comercio, y todos los servicios burocráticos,
educacionales, asistenciales, culturales.

De nuevo, serán las personas internas, aquellas con necesidad de sentirse


dueños de sus destinos y no peones de las circunstancias, las que tendrán
mejor desempeño. Porque son esas personas las que controlan las
circunstancias, las que construyen el futuro.

Las personas Externas, en cambio, confunden las restricciones sociales


generales con sus propias restricciones. Es innegable que la situación social
establece ciertos límites a las posibilidades individuales, pero no es menos
innegable que son individuos visionarios los que sobrepasan esas limitaciones,
los que inventan nuevas soluciones, productos y procedimientos. La persona E
xterna fracasa porque se deja llevar por la corriente, porque la situación
exterior le sirve para justificar sus limitaciones o su falta de empeño. Pero esa
misma persona podría obtener resultados distintos si construyera la situación de
una manera más productiva. No hay que llamarse a engaño. Las dificultades
pueden ser construidas como barreras insalvables o como metas cuyas
conquista nos permite sentir dominio sobre la tarea y la consiguiente felicidad.

Al saber que al aumentar la percepción interna del control conductual


aumentamos automáticamente el optimismo, es de la mayor relevancia en los
ambientes laborales. En esta época de constantes cambios y de mucha
incertidumbre, una cultura organizacional que preserve un mínimo de orden y
regularidad permitirá a empleados de todos los niveles reforzar su internalidad
y su optimismo. Apoyo para esta posición se deriva del trabajo de Morales de
Romero (1990) sobre el papel de la esperanza en la adaptación cognitiva a la
crisis. Las personas de esperanza activa (constructo pariente del optimismo
como expectativa racional), buscan más significados y controles personales a la
crisis que las personas de esperanza pasiva. Estas, a su vez, buscan más
significados y controles situacionales, externos. Los sujetos de esperanza activa
se comportan como Internos/Optimistas y los de esperanza pasiva como
Externos/Pesimistas.

Una inferencia final, nada arriesgada por lo demás, es que al aumentar la


internalidad y el optimismo de los supervisores, se afecta positivamente esas
mismas variables en sus supervisados. Todo ello se traduce en ambientes
laborales más eficientes, más productivos. Así, el control personal interno y el
optimismo pueden ayudarnos a superar exitosamente la crisis. Eso deseamos
todos.

Oswaldo Romero García, EVEMO 3. Mérida, 1990 [Escribir texto] Página 4

S-ar putea să vă placă și