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LA COMPETENCIA

CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN DE LA COMPETENCIA.

I.- CONCEPTO.
Como ya hemos visto, la jurisdicción es el poder-deber del Estado destinado
a conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas y hacer ejecutar lo juzgado,
función que pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley.
Pues bien, para el adecuado ejercicio de la jurisdicción es necesario que ella
sea distribuida entre los diversos tribunales, puesto que no es posible concebir que
se confíe el ejercicio de ella a un solo tribunal o persona.
De allí que la competencia no viene a ser más que la esfera, órbita, medida o
grado de jurisdicción establecida por el legislador para que ella se ejerza por cada
tribunal.
El artículo 108 del C.O.T. se encarga de definir la competencia, señalándonos
que "es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que
la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones".
De acuerdo con los preceptos legales citados, la jurisdicción es la facultad de
conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en las causas civiles y criminales; y la
competencia es la esfera fijada por el legislador para que la jurisdicción se ejerza.
Conforme lo anterior, la definición legal de competencia adolece de un
defecto formal, pues indica que es la facultad para conocer de los negocios, y como
acotamos ella no es más que la esfera, grado o medida fijada por el legislador para
el ejercicio de la facultad (jurisdicción).
Esta objeción que se formula respecto de la definición legal de la
competencia es posible salvarla invirtiendo sus términos definiéndola entonces
como "la esfera de atribuciones establecida por la ley para que cada juez o tribunal
ejerza la facultad de conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en las causas civiles
o criminales"
Conforme lo señala el profesor Couture, la competencia es una medida de
jurisdicción; pero no todos los jueces tienen competencia para conocer de un
determinado asunto. Un juez competente es, al mismo tiempo juez con jurisdicción;
pero un juez incompetente es un juez con jurisdicción y sin competencia.

II.- CLASIFICACIÓN.
La jurisdicción es un concepto unitario, que no admite clasificaciones.
En cambio, respecto de la competencia se han establecido una serie de
clasificaciones atendiendo a distintos aspectos, siendo las principales de ellas las
siguientes:

1.- En cuanto a la determinación del Tribunal competente

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Desde este punto de vista la competencia se clasifica en competencia
absoluta y relativa.
La competencia absoluta es aquella que persigue determinar la jerarquía del
tribunal, dentro de la estructura jerárquica piramidal de ellos, que es competente
para conocer de un asunto específico.
Los elementos de la competencia absoluta que sirven para determinar la
jerarquía del tribunal son: A) La cuantía, B) La materia y C) El fuero o persona.
Con la aplicación de las reglas de la competencia absoluta podemos
determinar en consecuencia si para el conocimiento de un asunto específico es
competente: Un juez de letras, Un tribunal unipersonal de excepción, Una Corte de
Apelaciones o la Corte Suprema; y en el sistema procesal penal, si es competente
un Juzgado de Garantía, Un Tribunal Oral en lo Penal, Una Corte de Apelaciones o
la Corte Suprema.

Una vez determinada la jerarquía del tribunal por las reglas de la competencia
absoluta que es competente para conocer de un asunto específico, es menester
establecer cuál tribunal dentro de esa jerarquía es el competente para su
conocimiento.

La competencia relativa es aquella que determina cual tribunal dentro de una


jerarquía es el competente para conocer de un asunto específico.
El único elemento establecido por el legislador para determinar la
competencia relativa es el territorio.

Entre las reglas de la competencia absoluta y de la competencia relativa


existen las siguientes importantes diferencias:

Absoluta: Sus elementos son la cuantía, materia, fuero o persona.


Relativa: Su elemento es el territorio

Absoluta: Determina la jerarquía del tribunal dentro de la estructura piramidal


que es el competente para conocer del asunto.
Relativa: Determina cual tribunal dentro de la jerarquía es el competente
para conocer del asunto específico.

Absoluta: Son reglas de orden público e irrenunciables.


Relativa: En primera instancia, en asuntos contenciosos civiles, y entre
tribunales ordinarios de igual jerarquía es de orden privado y renunciable.

Absoluta: Sus reglas no pueden ser modificadas por la voluntad de las partes
a través de la prórroga expresa o tácita de la competencia.

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Relativa: En primera instancia, en asuntos contenciosos civiles y entre
tribunales ordinarios de igual jerarquía puede ser modificada por la voluntad de las
partes por la prórroga de la competencia.

Absoluta: La incompetencia absoluta puede y debe ser declarada de oficio


por el tribunal o a petición de parte.
Relativa: La incompetencia relativa sólo puede ser declarada por el tribunal
a petición de parte.

Absoluta: No existe plazo para alegar la nulidad procesal por incompetencia


absoluta del tribunal. (Art. 83 C.P.C.)
Relativa: Existe plazo para alegar la nulidad procesal por incompetencia
relativa.

2.- En cuanto a la intervención de la voluntad de las partes en la determinación de


la competencia:
Desde este punto de vista, la competencia puede ser clasificada en
competencia natural y competencia prorrogada.
Competencia natural es aquella que se asigna por la ley a un determinado
tribunal para el conocimiento de un asunto.
La competencia natural es aquella que se genera por la aplicación lisa y llana
de las reglas de la competencia absoluta y relativa.
Competencia prorrogada es aquella que las partes expresa o tácitamente
confieren a un tribunal, que no es el naturalmente competente para conocer de un
asunto específico, a través de la prórroga de la competencia.
Sólo puede existir competencia prorrogada en los casos en que se permite
por el legislador que opere la prórroga de la competencia, regulada en cuanto a sus
requisitos, condiciones y modos en que opera en el párrafo 8 del Titulo VII del
C.O.T., la que en general sólo puede operar respecto del elemento territorio en los
asuntos contenciosos civiles, en primera instancia y entre tribunales ordinarios de
igual jerarquía.
En consecuencia, la competencia de un tribunal siempre será la natural
respecto de todos los elementos de la competencia absoluta, en los asuntos
penales, en los civiles no contenciosos respecto del elemento territorio; y siempre
respecto de la segunda instancia de cualquier proceso, puesto que respecto de ellos
no cabe la prórroga de la competencia.

3.- En cuanto al origen de la competencia en virtud de la cual actúa un Tribunal:


Desde este punto de vista la competencia se clasifica en competencia propia
y competencia delegada.

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La competencia propia es aquella que naturalmente o por voluntad de las
partes en virtud de la prórroga de la competencia corresponde a un tribunal para el
conocimiento de un asunto por la aplicación de las reglas de la competencia
absoluta y relativa.
El tribunal con competencia propia tiene la plenitud de la competencia para
el conocimiento del asunto desde el principio hasta su fin.

La competencia delegada es aquella que posee un tribunal que no conoce


del asunto, para la realización de diligencias especificas, por habérsela delegado
para ese sólo efecto el tribunal que posee la competencia propia.
El tribunal con competencia propia delega su para la realización de una o
más diligencias específicas del proceso, las cuales no puede realizar por deberse
ellas verificar fuera de su territorio jurisdiccional.
Nunca puede delegarse la competencia del tribunal delegante al tribunal
delegado en forma total, sino que solo parcialmente y para la práctica de diligencias
específicas y determinadas. (inciso final Art 71 CPC)
Además, es requisito para que se produzca la delegación parcial de la
competencia que el tribunal delegante y delegado posean un distinto territorio
jurisdiccional, puesto que si ambos tuvieran un mismo territorio no procedería
efectuar la delegación al carecer ella de objeto.
Conforme a la norma recién citada para el tribunal delegado constituye una
obligación practicar o dar orden para que se practiquen en su territorio las
actuaciones que en él deban ejecutarse y que el tribunal delegante le encomiende.

El medio a través del cual se verifica la delegación de la competencia del


tribunal delegante al delegado son los exhortos, que son las comunicaciones que el
tribunal que conoce de una causa dirige a otro tribunal, nacional o extranjero, para
que practique u ordene practicar determinadas actuaciones judiciales dentro de su
territorio jurisdiccional.
La existencia legal de los exhortos se contempla en el inciso 2 del art. 71 del
C.P.C.
El art. 20 del CPP se refiere a la materia.

4.- En cuanto a la extensión de la competencia que poseen los Tribunales para el


conocimiento de los procesos.
Desde este punto de vista la competencia se clasifica en competencia común
y competencia especial.
Competencia común es aquella que permite a un tribunal conocer
indistintamente de toda clase de asuntos, sean ellos civiles, contenciosos o no
contenciosos, y penales.

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En nuestro país, la regla general respecto de los jueces de letras (donde no
existe Juez de Garantía) es la competencia común, puesto que ellos deben conocer
tanto de los asuntos civiles y penales. Entendiendo por civil todo aquello que no
es penal.
Las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema son tribunales colegiados que
tienen siempre una competencia común, puesto que ellos conocen tanto de los
asuntos civiles y penales conforme a lo previsto en los artículos 63, 96 y 98 del
C.O.T.-
Competencia especial es aquella que faculta a un tribunal ordinario para el
conocimiento de determinadas causas civiles o penales.

5. En cuanto al número de Tribunales potencialmente competentes para conocer de


un asunto.
De acuerdo a este punto de vista la competencia se clasifica en competencia
privativa o exclusiva y competencia acumulativa.
Competencia privativa o exclusiva es aquella en que de acuerdo a la ley
existe un sólo tribunal competente para conocer del asunto, con exclusión de todo
otro tribunal.
Ejemplo: La competencia que posee la Corte Suprema para conocer de los
recursos de casación en el fondo (Art. 767 del C.P.C.) y recursos de revisión (Arts.
810 del C.P.C.).
Respecto de los jueces de letras, la que poseen los jueces de letras o el juez
de garantía dentro del nuevo sistema procesal penal para conocer dentro del
proceso penal de la acción civil restitutoria, la que sólo puede ser ejercida ante ellos.

Competencia acumulativa o preventiva es aquella en que de acuerdo a las


reglas de competencia que establece la ley existen dos o más tribunales
potencialmente competentes para conocer del asunto, pero previniendo cualquiera
de ellos en el conocimiento del asunto cesa la competencia de los demás para
conocer del asunto por el sólo ministerio de la ley.
Se habla indistintamente de competencia acumulativa, porque existen dos o
más tribunales potencialmente competentes para conocer del asunto; como de
competencia preventiva, porque en definitiva será competente para conocer del
asunto sólo aquel tribunal de los potencialmente competentes que hubiere
prevenido en el conocimiento del asunto.

6.- De acuerdo a la instancia en que el Tribunal posee competencia para conocer


del asunto.

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La instancia es cada uno de los grados de conocimiento y fallo que
corresponde a un tribunal para la resolución de un asunto, pudiendo avocarse al
conocimiento tanto de las cuestiones de hecho y de derecho que configuran el
conflicto.
El concepto de instancia se encuentra indisolublemente vinculado al recurso
de apelación, que es el que da origen a la segunda instancia.
De acuerdo a la procedencia o improcedencia del recurso de apelación en
contra de la resolución que se dicta para la resolución de un asunto es que se
determina la instancia en que un asunto es conocido por el tribunal, pudiendo
distinguirse de acuerdo con ello la competencia de única instancia, competencia de
primera instancia y competencia de segunda instancia.
El párrafo 9 del Título VII del C.O.T se refiere a la competencia para fallar en
única o primera instancia, señalándonos que "la competencia de que se halla
revestido un tribunal puede ser o para fallar un asunto en una sola instancia, de
modo que la sentencia sea inapelable; o para fallarlo en primera instancia de manera
que la sentencia quede sujeta al recurso de apelación."
Por otra parte, el C.O.T en sus arts. 45 respecto de los jueces de letras; 50 a
53 respecto de los tribunales unipersonales de excepción; 63 respecto de las Cortes
de Apelaciones y; 96 y 97 respecto de la Corte Suprema establecen la instancia en
que ellos deben conocer de los asuntos que son de su competencia.
Finalmente, el art 187 del C.P.C. se encargan de establecer las reglas
generales de procedencia del recurso de apelación respecto de las resoluciones que
se dictan en los procesos.
Los artículos 364 y 370 del C.P.P. se encargan de establecer las reglas
generales respecto de la procedencia del recurso de apelación en el nuevo
procedimiento penal.
a) Un tribunal posee competencia en única instancia para el conocimiento de
un asunto cuando no procede el recurso de apelación en contra de la sentencia que
debe dictar para su resolución.
En este caso, el asunto sólo será conocido y resuelto en sus cuestiones de
hecho y de derecho por un sólo tribunal, puesto que la parte agraviada con la
resolución no podrá deducir el recurso de apelación para instar por la revisión de la
sentencia por parte del tribunal de alzada al haberse establecido por el legislador su
improcedencia.
En nuestro país, la competencia de única instancia es de carácter
excepcional, puesto que siempre es procedente el recurso de apelación en contra
de una sentencia, salvo texto expreso en contrario.
En el nuevo sistema procesal penal, se altera esta regla general, y se
contempla el conocimiento en única instancia del juicio oral por el tribunal de juicio
oral en lo penal ( art. 364 C.P.P.) y del procedimiento simplificado por el juez de
garantía. ( Art. 399 C.P.P.)

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b) Un tribunal posee competencia en primera instancia para el conocimiento
de un asunto cuando es procedente la interposición del recurso de apelación en
contra de la sentencia que debe dictar para su resolución.
La primera instancia constituye la regla general en nuestro país, puesto que
siempre será procedente el recurso de apelación en contra de la sentencia que se
dicte para la resolución del conflicto, a menos de existir texto legal expreso en
contrario.
Debemos dejar en claro que la competencia de primera instancia la posee un
tribunal para el conocimiento de un asunto por el hecho de estar establecida por el
legislador la posibilidad de interponerse el recurso de apelación en contra de la
sentencia que se pronuncia, aún cuando en definitiva no se ejerza esa facultad por
las partes.
En el sistema procesal penal, esta regla se altera, por cuanto no procede el
recurso de apelación respecto de la sentencia definitiva que se pronuncia en el juicio
oral por el tribunal de juicio oral en lo penal ( art. 364 C.P.P.) y en el procedimiento
simplificado por el juez de garantía. ( Art. 399 N.C.P.P.), sin perjuicio que además el
recurso de apelación en contra de las resoluciones que pronuncia el juez de garantía
sólo es procedente en los casos contemplados en el art. 370 del C.P.P.
c) Un tribunal posee competencia de segunda instancia para el conocimiento
de un asunto cuando se encuentra conociendo del recurso de apelación interpuesto
en contra de una resolución pronunciada por el tribunal de primera instancia.

7.- En cuanto a la materia civil respecto de la cual se extiende la competencia.


Desde este punto de vista la competencia se clasifica en competencia civil
contenciosa, que es aquella que posee el tribunal para resolver un asunto en que
existe un conflicto entre partes; y competencia civil no contenciosa, que es aquella
en que la ley requiere la intervención de un tribunal para resolver un asunto en que
no se suscita conflicto entre partes.
Debemos hacer presente que esta clasificación de la competencia se ha
sostenido que es inadmisible, puesto que los asuntos no contenciosos no tendrían
un carácter jurisdiccional, sino que una naturaleza administrativa; y siendo la
competencia una medida o esfera de la jurisdicción no sería procedente hablar de
competencia respecto de los asuntos no contenciosos, sino que sólo de ejercicio de
una atribución conferida por la ley a los tribunales.

8.- En cuanto al destinatario de las reglas de competencia.


Desde este punto de vista, la competencia se clasifica en competencia
objetiva y subjetiva.
Competencia objetiva es aquella que determina el órgano jurisdiccional que
debe conocer del asunto en virtud de las reglas de la competencia absoluta y
relativa.

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Competencia subjetiva o funcional es aquella que determina la posibilidad de
actuar de la persona misma del juez para la resolución de un asunto, por no ser este
parte en el proceso a resolver o carecer la de absoluta independencia para resolver.
El medio que nuestro legislador ha establecido para velar por la competencia
subjetiva de la persona del juez encargada de resolver el conflicto ha sido el
establecimiento de las implicancias y recusaciones, cuyas causales se encuentran
expresamente contempladas en la ley y se pueden hacer valer con el fin de velar
por la imparcialidad del juez que debe resolver el conflicto.
El Artículo 196 del C.O.T. establece que "los jueces pueden perder su
competencia para conocer determinados negocios por implicancia o recusación
declaradas, en caso necesario, en virtud de causas legales."
En caso de concurrir la incompetencia subjetiva respecto de un juez, se
mantiene la competencia objetiva del órgano jurisdiccional o tribunal, pero el juez
inhabilitado debe abstenerse de intervenir en el asunto, debiendo ser subrogado por
la persona que establece la ley.

III.- REGLAS DE LA COMPETENCIA. CLASIFICACION.


Las reglas de la competencia se clasifican en especiales y generales.
Las reglas generales lo son en el sentido que se aplican a cualquier clase de
materias y tribunales.
Las reglas especiales son aquellas que se encuentran destinadas a
determinar la jerarquía del tribunal que debe conocer del asunto (competencia
absoluta) y cual tribunal específico dentro de esa jerarquía debe conocer del asunto
(competencia relativa).

LAS REGLAS GENERALES DE LA COMPETENCIA.

1.- Concepto y características:


Las reglas generales de la competencia son los principios básicos que
establece el legislador respecto de la competencia y que deben aplicarse sin
importar la naturaleza del asunto y la clase o jerarquía del tribunal que debe conocer
de él.

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Estas reglas generales de la competencia se caracterizan por cuanto:
a) Son generales, en el sentido de recibir ellas aplicación respecto de todos
los asuntos que conocen los tribunales ordinarios, especiales o arbitrales,
cualquiera sea su jerarquía, tanto en los asuntos penales y civiles;
b) Son complementarias, en cuanto no integran las normas de la competencia
absoluta o relativa, pero sirven para determinar las facultades de un tribunal una vez
que aquellas han recibido aplicación;
c) Son consecuenciales, en cuanto reciben aplicación una vez que se
encuentre determinado el tribunal competente de acuerdo a las reglas de la
competencia absoluta y relativa; y
d) Su infracción no tiene establecida una sanción única, sino que ella debe
determinarse respecto de la violación de cada regla general atendiendo a los
diversos principios doctrinarios que motivan su consagración.

Las reglas generales de la competencia se encuentran establecidas en los


artículos 109 a 114 del C.O.T. y ellas son las siguientes:
1.- Regla de la Radicación o fijeza ( Art. 109);
2.- Regla del grado o jerarquía ( Art. 110);
3.- Regla de la extensión ( Art. 111);
4.- Regla de la prevención o inexcusabilidad (Art. 112); y
187
5.- Regla de la ejecución (Arts. 113 y 114)

2.- Regla de la RADICACION O FIJEZA.

A.-Concepto:
La regla de la radicación o fijeza, o "perpetuatio iuridictionis" como se la
denomina desde antiguo, se encuentra consagrada en el artículo 109 del C.O.T.,
según el cual: "Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante
tribunal competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente."
La radicación consiste en fijar en forma irrevocable la competencia del
tribunal que ha de conocer de un asunto, cualquiera fueren los hechos que
acontezcan con posterioridad modificando los elementos que se tuvieron en cuenta
para determinar la competencia absoluta o relativa.
La regla de la radicación o fijeza importa la consagración del principio de la
seguridad jurídica en materia de competencia, puesto que una vez acaecida ella, las
partes sabrán que deberán continuar tramitando siempre el proceso ante ese

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tribunal, sin importar los hechos que puedan sobrevenir con posterioridad
modificando los elementos que se tuvieron en vista para determinar el tribunal
competente.
Ejemplo: si está conociendo de una materia un juez de letras (porque los
elementos de la competencia absoluta y relativa determinaron su intervención) y
posteriormente una de las partes es designada Ministro de Estado, sigue, no
obstante, conociendo de la causa el mismo juez y no el que le correspondería
conocer de las causas en que sea parte un Ministro de Estado, ya que operó en tal
sentido la regla de la radicación.

B.- Elementos que deben concurrir para que produzca la radicación del asunto ante
un Tribunal. Art 109 COT
a.- Actividad del tribunal.
Es menester que el tribunal haya intervenido en el conocimiento del asunto,
sea actuando de oficio o a petición de parte.

b.- Competencia del tribunal interviniente.


Para que se produzca la radicación no basta con la intervención de un tribunal
en el conocimiento de un asunto, sino que se requiere que esa actividad se hubiere
realizado por un tribunal que sea competente de acuerdo con las reglas de la
competencia absoluta y relativa.

c.- Intervención del tribunal con arreglo a derecho.


Finalmente, la intervención del tribunal competente debe haberse efectuado
con arreglo a derecho, puesto que si las actuaciones realizadas por el tribunal y las
partes adolecen de irregularidades o se efectuaron ante un tribunal incompetente,
éstas podrán ser declaradas nulas y en consecuencia no producirán efecto alguno.

C.- Momento a partir del cual se entiende radicado un asunto ante el Tribunal
competente.
La determinación del momento en que se produce la radicación de la
competencia ante un tribunal tiene gran importancia, puesto que desde ese instante
la modificación de los antecedentes fácticos que se tuvieron presentes para fijar el
tribunal competente no serán aptos para alterarla en virtud de esa causa
sobreviniente.
Para determinar el instante en que se produce la radicación de un asunto
ante el tribunal competente, es menester distinguir lo que sucede en el proceso civil
y penal.
a.- En materia civil.

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La radicación ante el tribunal competente se produce desde la notificación
válida de la demanda, instante a partir del cual se entiende constituida la relación
jurídica procesal y generando el estado de litis pendencia.
En caso que la notificación válida de la demanda se hubiere producido ante
un tribunal incompetente de acuerdo a las reglas de la competencia absoluta no se
habrá producido la radicación por la falta de concurrencia de uno de sus elementos,
vicio respecto del cual no existe plazo para formular el incidente de nulidad procesal
de acuerdo a lo previsto en el inciso segundo del artículo 83 del C.P.C.-
En caso que la notificación válida de la demanda se hubiere producido ante
un tribunal incompetente de acuerdo a las reglas de la competencia relativa es
posible que se produzca la radicación si el demandado contesta la demanda sin
alegar la incompetencia del tribunal o se genera su rebeldía por no contestar la
demanda dentro del plazo fatal que el legislador contempla al efecto, puesto que en
tales casos se genera la prórroga tácita de la competencia conforme a lo previsto en
el artículo 187 del C.P.C.-.

b.- En el sistema procesal penal.


En el sistema procesal penal, la radicación se produce una vez que se haya
formalizado la investigación.
Conforme al artículo 229 del C.P.P., la formalización de la investigación es la
comunicación que el fiscal efectúa al imputado, en presencia del juez de garantía,
de que desarrolla actualmente una investigación en su contra respecto de uno o más
delitos determinados.
Conforme al art. 230 del C.P.P., el fiscal puede formalizar la investigación
cuando considerare oportuno formalizar el procedimiento por medio de la
intervención judicial.
Cuando el fiscal debiere requerir la intervención judicial para la práctica de
determinadas diligencias de investigación, la recepción anticipada de prueba o la
resolución sobre medidas cautelares, estará obligado a formalizar la investigación,
a menos que lo hubiere realizado previamente. Exceptúanse los casos
expresamente señalados en la ley.
De acuerdo con lo anterior, resulta meridianamente claro que los efectos
jurídicos y los procesales de una investigación se deben generar sólo a partir de la
formalización de la investigación, siendo uno de ellos la radicación de la
competencia ante el juez de garantía .
La investigación preliminar que hace el Ministerio Público es una actuación
de carácter administrativo, y que mal cabría requerir que se determine a su respecto
la competencia que sólo es propia de la actividad jurisdiccional.
La investigación requiere de una intervención jurisdiccional sólo a partir de la
formalización de la investigación, y en consecuencia resulta lógico exigir en ese
momento la existencia de la competencia del juez de garantía y radicar en éste el

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conocimiento del asunto a partir de ese momento con el grado de fijeza que
determina esta regla general de la competencia.

D.- Excepciones a la regla de la Radicación:


La radicación es una regla general de la competencia de carácter general y
de rango legal.
Como toda norma de carácter general y de rango legal es posible que se
contemple la existencia de excepciones a su respecto, las que requieren de un texto
legal expreso.
Las excepciones a la regla de la radicación consisten en que, no obstante
encontrarse fijado el tribunal competente para el conocimiento y resolución del
asunto, por un hecho posterior el proceso debe pasar al conocimiento de otro
tribunal para su tramitación y fallo.
Para que exista realmente la excepción a la regla de la radicación, el cambio
que debe producirse con posterioridad debe decir relación con el tribunal u órgano
jurisdiccional y no con la persona del juez.
De allí que la subrogación de un juez por otro no importa una excepción a la
regla de la radicación, puesto que el tribunal que debe resolver el asunto permanece
inalterable y sólo existe una sustitución de la persona física del juez que debe
resolver el asunto.

Tradicionalmente se ha señalado que constituyen una excepción a la regla


de la radicación o fijeza las siguientes:
a) El compromiso.
Por la suscripción de una convención de compromiso, pueden las partes del
juicio sustraer el conocimiento del asunto radicado ante el juez ordinario y
entregárselo a la decisión de un juez árbitro, siempre y cuando no se trate de
materias de arbitraje prohibido.

b) La acumulación de autos, tanto en materia civil y penal.


b.1) En materia civil.
La acumulación de autos es un incidente especial que tiene como finalidad
evitar el pronunciamiento de sentencias contradictorias, manteniendo la continencia
o unidad de la causa.
Puede ocurrir que se tramiten dos o más procedimientos vinculados subjetiva
y objetivamente entre sí y que, de ser fallados separadamente, puedan obtenerse
sentencias diferentes y hasta contradictorias (Art.92 y ss. C.P.C.), donde una de
ellas pueda oponerse como excepción de cosa juzgada.
Todas estas causas y expedientes van a ser conocidas y falladas por un solo
juez, quien las resolverá en una única sentencia.

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Por ello, todos los demás tribunales que válidamente estaban conociendo de
otros asuntos similares, objetiva y subjetivamente, deben dejar de hacerlo para que
todos los procesos se acumulen ante uno solo y ante un mismo tribunal.
El Art.96 C.P.C., se encarga de establecer el tribunal que deberá seguir
conociendo de los procesos una vez decretada la acumulación en forma operativa
en los siguientes términos: "Si los juicios están pendientes ante tribunales de igual
jerarquía, el más moderno se acumulará al más antiguo; pero en el caso contrario,
la acumulación se hará sobre aquel que esté sometido al tribunal superior".

b.2) En materia criminal.


En el nuevo proceso penal, es procedente que se acumulen investigaciones
formalizadas ante diversos jueces de garantía ante uno sólo de ellos y pasen a
conformar una sola investigación conforme a lo previsto en el artículo 159 del
C.O.T..- Establece dicho precepto que “Si en ejercicio de las facultades que la ley
procesal penal confiere al Ministerio Público, éste decidiere investigar en forma
conjunta hechos constitutivos de delito en los cuales, de acuerdo al artículo 157 de
este Código, correspondiere intervenir a más de un juez de garantía, continuará
conociendo de las gestiones relativas a dichos procedimientos el juez de garantía
del lugar de comisión del primero de los hechos investigados.
En el evento previsto en el inciso anterior, el Ministerio Público comunicará
su decisión en cada uno de los procedimientos que se seguirán en forma conjunta,
para lo cual solicitará la citación a una audiencia judicial de todos los intervinientes
en ellos.
El o los jueces de garantía inhibidos harán llegar copias de los registros que
obraren en su poder al juez de garantía al que correspondiere continuar conociendo
de las gestiones a que diere lugar el procedimiento.
Sin perjuicio de lo previsto en los incisos precedentes, si el Ministerio Público
decidiere posteriormente separar las investigaciones que llevare conjuntamente,
continuarán conociendo de las gestiones correspondientes los jueces de garantía
competentes de conformidad al artículo 157.
En dicho evento se procederá del modo señalado en los incisos segundo y
tercero de este artículo”.

b.3) En materia comercial. La Ley de Quiebras (hoy en Libro IV del Código


de Comercio) establece la acumulación en su Art.70, inc.1º, al disponer que "todos
los juicios pendientes contra el fallido ante otros tribunales de cualquiera jurisdicción
y que puedan afectar sus bienes, se acumularán al juicio de la quiebra. Los nuevos
juicios que se entablen contra la masa se substanciarán también ante el tribunal que
conozca de la quiebra".
No obstante lo anterior, existen algunas materias en que el juicio debe
comenzar o seguir tramitándose ante el tribunal que actualmente conoce o debe

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conocer de ellos. Estos juicios, que vienen a constituir una contraexcepción de la
regla de la radicación, son:
1. los juicios posesorios;
2. los de desahucio;
3. los de terminación inmediata del arrendamiento;
4. los de que actualmente conociendo jueces árbitros, y
5. los que, según la ley, deban someterse a compromiso.
Del contexto del Art.70 de la Ley de Quiebras, se concluye que, aun cuando
es realmente una excepción a la regla de la radicación, la acumulación de que trata
el precepto es del todo distinta a la que contemplan los Códigos instrumentales, ya
que se trata de una "reunión" física de expedientes y no de una reunión jurídica de
los mismos, destinada a la obtención de una decisión única.
En efecto, el incidente de acumulación de autos tiene la finalidad de evitar,
frente a determinadas circunstancias, la existencia de sentencias o decisiones
contradictorias, "para mantener la continencia, o unidad de la causa". En otras
palabras, "siempre que la sentencia que haya de pronunciarse en un juicio deba
producir la excepción de cosa juzgada en otro" (Art.92. Nº3 C.P.C.).
Nada de esto ocurre en la quiebra. Los juicios que, como consecuencia de la
quiebra, deben reunirse en el juzgado en que se sigue el concurso, mantienen su
individualidad de sustanciación y, consiguientemente, su individualidad en la
decisión. En un juicio puede haber una sentencia favorable al demandado y en otro,
una desfavorable.
La razón de esta acumulación física dice relación con las consecuencias que
las diversas decisiones produzcan respecto de la masa. En efecto, con una
sentencia puede aumentar o disminuir el número de acreedores o aumentar el
número de bienes sujetos al concurso

Situación de las Visitas.


Se ha sostenido por algunos que también las Visitas constituirían una
excepción a la regla de la radicación.
En el caso de las llamadas Visitas Extraordinarias reglamentadas en los
artículos 559 a 563 del C.O.T., el Ministro Visitador se constituye en un juzgado
determinado con todas las facultades de un juez de primera instancia y contra las
resoluciones que dictare en los procesos a que hubiere lugar en dichos casos,
podrán
deducirse los recursos legales como si se dictaren por el juez visitado.
En este caso, no nos encontramos frente a una excepción a la regla de la
radicación, puesto que no existe una sustitución de un tribunal por otro, sino que la
de persona física de un juez (visitado) por la de otro (el visitador).

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3.- Regla del GRADO O JERARQUIA.

A.- Concepto.-
Con esta regla se persigue la determinación, desde el inicio del
procedimiento, de un tribunal de segunda instancia que conozca del asunto en caso
de impetrarse algún recurso de apelación o el trámite de la consulta, cuando ella
sea procedente.
Una vez determinado el tribunal de alzada, esta designación nunca podrá
verse alterada.
Esta regla se encuentra establecida en el Art. 110 del C.O.T. en los siguientes
términos: "Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para
conocer en primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la
del tribunal superior que debe conocer del mismo asunto en segunda instancia".
Esta regla general de la competencia se vincula a dos conceptos que son
fundamentales en Derecho Procesal: la instancia y el recurso de apelación.
La instancia está constituida por cada uno de los grados de conocimiento y
fallo que tiene un tribunal para la decisión de un asunto, comprendiéndose el análisis
tanto los hechos como del derecho involucrado en él.
El recurso de apelación es el recurso ordinario por cuya interposición y
concesión se otorga competencia al tribunal superior respectivo, con el objeto que
este último enmiende, con arreglo a derecho, una resolución susceptible de ser
apelada y que fue pronunciada por el tribunal inferior.

La regla del grado o jerarquía es de orden público e irrenunciable. En


consecuencia, nunca podrá haber prórroga de la competencia en segunda instancia,
ya que sólo podrá conocer del recurso de apelación el tribunal superior jerárquico
de aquel que dictó la resolución impugnada y que, además, concedió el recurso para
ante su superior (Art. 182 C.O.T.).

B.- Elementos para que opere la regla del Grado o Jerarquía.


Los elementos que deben concurrir para la aplicación del grado o jerarquía
son los siguientes:
a.- Que el asunto se encuentre legalmente radicado ante un juez de primera
instancia; y
b.- Que sea procedente el recurso de apelación en contra de la resolución
pronunciada por el tribunal de primera instancia.

Concurriendo estos elementos queda determinado de pleno derecho el


tribunal que debe conocer en segunda instancia, que siempre será el superior
jerárquico del de primera instancia.

15
La aplicación de la regla del grado o jerarquía se fundamenta en la estructura
jerárquica piramidal de los tribunales.
De acuerdo con lo anterior, de la apelación de las resoluciones dictadas en
primera instancia por el juez de letras conoce la Corte de Apelaciones respectiva; y
de la apelación de las resoluciones pronunciadas en primera instancia por las Corte
de Apelaciones conoce la Corte Suprema.
En el sistema procesal penal, la regla del grado o jerarquía para determinar
el tribunal competente sólo recibe aplicación respecto de los jueces de garantía
respecto de las resoluciones que ellos pronuncian y que son apelables ( art. 370
NCPP), y no recibe aplicación respecto de los jueces de tribunal oral en lo penal
porque las resoluciones que pronuncian no son apelables ( art 364 N.C.P.P.)

4.- Regla de la EXTENSION.

A.- Concepto.-
Esta regla general de la competencia es de una gran importancia, porque
determina cuales asuntos vinculados al asunto principal pueden llegar a ser de
conocimiento del tribunal ante el cual se tramita la causa.
La regla de la extensión se encuentra formulada en el Art. 111 C.O.T. en los
siguientes términos: "El tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es
igualmente para conocer de todas las incidencias que en él se promuevan.
Lo es también para conocer de las cuestiones que se susciten por vía de
reconvención o de compensación, aunque el conocimiento de estas cuestiones,
atendida su cuantía, hubiere de corresponder a un juez inferior si se entablaran por
separado".
Nota: Después de la entrada en vigencia de la Ley Nº18.776, de 18 de enero
de 1989, las reglas referentes a la competencia en atención a la cuantía para hacer
valer la reconvención y la compensación, como manifestación de la regla de la
extensión ha dejado de tener la importancia que tenía, desde el momento que son
jueces competentes para conocer en primera instancia de un asunto civil común
únicamente los jueces de letras, salvo en los casos de fuero o en que recibe
aplicación el elemento materia.
Los jueces de subdelegación y de distrito, y anteriormente los jueces de letras
de menor cuantía, con cuya concurrencia la regla en comento tenía verdadero
interés, fueron eliminados de la geografía judicial nacional, convirtiéndose tanto
ellos como la aplicación general de esta regla en reminiscencia histórica.

16
El tribunal es naturalmente competente para conocer del asunto principal,
pero en cada caso se generan situaciones que sería absurdo que no conociera, dada
su vinculación con aquél.
No obstante lo anterior, el legislador procesal chileno no quiso correr riesgos
y señaló perentoriamente que todo aquello vinculado al asunto principal puede ser
conocido por el Tribunal de la causa principal.
El objetivo de la regla de la extensión es proporcionar unidad al
procedimiento, permitiendo al juez avocarse al conocimiento de otros asuntos
independientes o accesorios que complementen o adicionen el planteamiento de la
acción principal y sus excepciones". (La Competencia. Juan Colombo C.)
La determinación de las materias a las cuales se extiende la competencia del
tribunal para su conocimiento y fallo tiene gran trascendencia, puesto que su
infracción puede llegar a configurar el vicio de ultrapetita que da lugar a la
interposición del recurso de casación en la forma en contra de la sentencia que se
dicte para la resolución del asunto.(Art.768 n°4 del C.P.C.)

B.- Regla de la Extensión en materia civil:


El Art. 111 del C.O.T., antes transcrito, señala cuáles son los asuntos de los
cuales puede conocer el tribunal en virtud de la regla de la extensión en materia civil:
el asunto principal, los incidentes, la reconvención y la compensación.
Además, el tribunal de primera instancia puede conocer de la ejecución de la
sentencia por él pronunciada de acuerdo a lo previsto en los arts 113 y 114 del
C.O.T.

a.- El asunto principal.


El asunto principal se encuentra configurado en materia civil básicamente por
las pretensiones que el demandante formula en el proceso, la que debe hacer valer
en la parte petitoria de su demanda (Art.254 No 5 del C.P.C.) y por las alegaciones,
defensas y excepciones que el demandado formula respecto de la pretensión hecha
valer en su contra, las que debe señalar en la contestación de la demanda. (Art. 309
del C.P.C.)

b.- Los incidentes.


Incidente es toda cuestión accesoria de un juicio que requiere
pronunciamiento especial del Tribunal (Art. 82 C.P.C.).
El Tribunal que es competente para conocer del asunto principal también lo
es para conocer de los incidentes que en el transcurso del procedimiento se
promovieren.

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Durante la tramitación del asunto principal pueden promoverse diversas
cuestiones que no dicen relación directa con él, pero que tienen una relación
accesoria con él.
El legislador contempla la existencia de incidentes ordinarios, esto es, todas
las cuestiones accesorias que no tienen establecida una tramitación especial, a los
cuales se les aplican las reglas generales contempladas en los artículos 82 a 91 del
C.P.C..- Sería el caso por ejemplo, de la impugnación de un instrumento presentado
al proceso
Además se contempla la existencia de incidentes especiales, esto es,
cuestiones accesorias respecto de las cuales se han establecido reglas especiales
para su tramitación en el C.P.C., dentro de los cuales se encuentran la acumulación
de autos (Arts 92 a 100 ),las cuestiones de competencia (Arts 101 a 112),las
implicancias y recusaciones (arts 113 a 128), el privilegio de pobreza (129 a 137),
las costas (138 a 147), el desistimiento de la demanda (148 a 151) y el abandono
del procedimiento (152 a 157).-

c.- La reconvención.
La reconvención es la demanda formulada por el demandado en su escrito
de contestación a la demanda y que se inserta en el primitivo procedimiento o juicio
en tramitación iniciado por el demandante.
La reconvención sólo puede aplicarse en el juicio ordinario de mayor cuantía,
salvo, claro está, que la ley la haga aplicable en virtud de una regla especial a otros
procedimientos. Un ejemplo es el juicio de arrendamiento de predio urbano, el que
se tramita conforme a las reglas del juicio sumario, con algunas modificaciones, una
de las cuales consiste, precisamente, en la posibilidad de reconvenir. Art 8 n° 5 La
ley Nº 18.101.
Otro ejemplo es el juicio ordinario de menor cuantía, el que se somete al
procedimiento ordinario con modificaciones que simplifican su tramitación, sin
embargo se contempla la reconvención.

d.- La compensación.
Por otra parte, la competencia del tribunal que conoce de un asunto se
extiende al conocimiento de la compensación que haga valer el demandado.
Desde la perspectiva sustancial civil, la compensación es un modo de
extinguir las obligaciones civiles. El Art. 1655 C.C. señala el efecto que produce la
convención en estudio: "Cuando dos personas son deudoras una de otra, se opera
entre ellas una compensación que extingue ambas deudas, del modo y en los casos
que van a explicarse".
Desde el punto de vista instrumental, la compensación es una excepción
perentoria, es decir, un medio de defensa que puede hacer valer el demandado y

18
que ataca y enerva el fondo de la acción deducida de manera definitiva (Art.303, Nº6
C.P.C., interpretado a contrario sensu).
No se trata de una demanda, como en la reconvención, sino que es una
excepción que, al oponerse, pasa a formar parte del conflicto al cual el tribunal debe
avocar su conocimiento y que, por tanto, debe ser resuelta en el fallo.

e.- Ejecución de la sentencia.


De acuerdo a lo previsto en los arts. 113 y 114 del C.O.T., que contemplan la
regla general de la competencia de la ejecución a la cual nos referiremos más
adelante, la ejecución de las resoluciones puede corresponder a los tribunales que
las hubieren pronunciado en primera o única instancia, sea con competencia
exclusiva si se aplica el procedimiento incidental para obtener el cumplimiento; o
como uno de los tribunales con competencia acumulativa o preventiva si se aplica
el procedimiento ejecutivo para obtener el cumplimiento.

C.- Regla de la Extensión en materia penal


El juez del crimen en virtud de la regla de la extensión no sólo puede llegar a
conocer de pretensiones de carácter civil, sino que también de diversas cuestiones
de carácter accesorio o complementarias a la cuestión penal.

En virtud de la regla de la extensión, el juez del crimen puede conocer:


a.- Del asunto principal.
En el proceso penal, la investigación le corresponde dirigirla al Ministerio
Público, limitándose el Juez de garantía a autorizar la realización de actuaciones
que importen una privación, perturbación o restricción a los derechos que la
constitución asegura a las personas. Además puede de oficio o a petición de parte
fijar un plazo para la conclusión de la investigación, y a su término le corresponde
preparar el juicio oral.
Por su parte, la etapa de discusión, prueba y fallo se realiza en una audiencia
pública, en que rige la oralidad y la inmediación, configurándose el conflicto sobre
el cual debe recaer el fallo en la acusación y los argumentos que esgrima la defensa,
cuyos hechos sustentantes deben haber sido acreditados con la prueba rendida en
el juicio oral.

b.- Los incidentes.


En segundo término, al igual que en el procedimiento civil, el juez de garantía
conoce de los incidentes que se promuevan durante la etapa de investigación, y el
tribunal de juicio oral con las incidencias que se promuevan durante el curso de éste.

c.- La acción civil.

19
Igualmente, corresponde conocer al juez del crimen de ciertas acciones
civiles emanadas o vinculadas con el delito cometido.
Estas acciones (pretensiones) son:
c.a) La acción civil restitutoria, esto es, la destinada a obtener la restitución
de objetos recogido o incautados.
El juez de letras o juez de garantía que conoce del procedimiento penal es el
único, exclusiva y excluyentemente competente para conocer de la acción civil
restitutoria (Arts. 59 y 189 C.P.P.; y 171 C.O.T.).

c.b) La acción civil indemnizatoria, esto es, la que pretende la indemnización


de los perjuicios generales o especiales.
i) Si la acción indemnizatoria es ejercida por la víctima en contra del imputado
nos encontramos frente a un caso de competencia preventiva o acumulativa. En
efecto, dos son los tribunales potencialmente competentes para conocer de la
indemnización de perjuicios, a elección del perjudicado: el juez del crimen que
conoce del delito y el juez civil que corresponda, de acuerdo a las reglas generales.
Tan pronto como uno de ellos prevenga en el conocimiento del asunto civil,
cesa la competencia del otro para conocer de él. ( art. 59 inc. 2º NCPP).
ii)Si la acción civil pretende ser ejercida por personas distintas a la víctima, o
en contra de personas distintas al imputado como son los terceros civilmente
responsables, ella sólo podrá ser ejercida ante el tribunal civil y no dentro del
proceso penal. .( Art. 59 inc. 3º CPP y 171 inc. 3º del C.O.T. ).

d.- Las cuestiones prejudiciales civiles.


El Art. 173 C.O.T., en su inciso primero, señala que "si en el juicio criminal se
suscita cuestión sobre un hecho de carácter civil que sea uno de los elementos que
la ley penal estime para definir el delito que se persigue, o para agravar o disminuir
la pena, o para no estimar culpable al autor, el juez del crimen se pronunciará sobre
tal hecho".
De acuerdo con ese precepto, podemos definir las cuestiones prejudiciales
civiles como todos aquellos hechos de carácter civil que el legislador penal ha
considerado como uno de los elementos para definir el delito, para agravar a
disminuir la pena o para no considerar culpable al autor.
Así, la regla general es que corresponde al juez de garantía conocer de todas
las cuestiones prejudiciales civiles que se hagan valer.
No obstante la amplitud de esta regla general, existen ciertas cuestiones
prejudiciales civiles que por su naturaleza e importancia ellas no pueden ser
conocidas por el juez de garantía, sino que su conocimiento corresponde en forma
exclusiva a los jueces civiles o de tribunales especiales de acuerdo a lo previsto en
los arts. 173 incisos 2 y 3 y 174 del C.O.T.-
Tales excepciones son:
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1) Las cuestiones sobre validez de matrimonio;
2) Las cuestiones sobre cuentas fiscales;
Esta cuestión prejudicial civil es conocida a través del juicio de cuentas por
la Contraloría General de la República.
3) Las cuestiones sobre estado civil cuya resolución deba servir de
antecedente necesario para el fallo de la acción penal persecutoria de los delitos de
usurpación, ocultación o supresión de estado civil (Art. 173, inc.3o. C.O.T.);
4) La última excepción está contemplada en el Art. 174 C.O.T, referente a los
delitos que versen sobre el dominio u otro derecho real constituidos sobre
inmuebles, la que nos señala al efecto: "Si contra la acción penal se opusieren
excepciones de carácter civil concernientes al dominio o a otro derecho real sobre
inmuebles, podrá suspenderse el juicio criminal, cuando dichas excepciones
aparecieren revestidas de fundamento plausible y de su aceptación, por la sentencia
que sobre ellas recaiga, hubiere de desaparecer el delito."
Planteada una cuestión prejudicial civil, si se estima ser ella procedente, el
juicio criminal se suspende por la dictación de un sobreseimiento temporal (Art. 252
letra c) del C.P.P.) y pasa conocer de la cuestión planteada el juez civil que
corresponda o a Contraloría General de la República si se trata de un juicio de
cuentas fiscales; o en caso contrario, la tramitación penal continúa.
¿Qué ocurre con el procedimiento penal cuando se promueve una cuestión
prejudicial civil de competencia de un juez distinto del juez del crimen?.
El procedimiento penal se suspende. Lo que se materializa con el
pronunciamiento por parte del juez del crimen de la resolución denominada
"sobreseimiento temporal". Artículo 252 letra c) del C.P.P.
La paralización temporal del procedimiento penal se mantiene hasta tanto no
se resuelva por el juez competente la cuestión prejudicial civil promovida.
La suspensión sin embargo, “no impedirá que se verifiquen actuaciones
urgentes y estrictamente necesarias para conferir protección a la víctima o a testigos
o para establecer circunstancias que comprobaren los hechos o la participación del
imputado y que pudieren desaparecer”.
Resuelta la cuestión prejudicial por el juez civil o la Contraloría, deben
ponerse en conocimiento del juez de garantía los antecedentes.
Si en virtud de ellos no desaparece el delito, debe reiniciarse el procedimiento
penal.
Si en virtud de ellos desaparece el delito, deberá sobreseerse definitivamente
la causa.

¿Qué legislación es aplicable en el conocimiento de las cuestiones


prejudiciales civiles?.
La respuesta a esta interrogante la encontramos en el inciso final del Art. 173
C.O.T., según el cual "en todo caso, la prueba y decisión de las cuestiones civiles

21
que es llamado a juzgar el tribunal que conoce de los juicios criminales, se sujetarán
a las disposiciones del derecho civil".

5.- Regla de la PREVENCION O INEXCUSABILIDAD.

A.- Concepto:
Esta regla se encuentra formulada en el Art. 112 del C.O.T. según la cual
"siempre que según la ley fueren competentes para conocer de un mismo asunto
dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el
pretexto de haber otros tribunales que puedan conocer del mismo asunto; pero el
que haya prevenido en el conocimiento excluye a los demás, los cuales cesan desde
entonces de ser competentes".
Este artículo no es más que una aplicación de uno de los fundamentos o
bases del ejercicio de la Jurisdicción consagrado en el inciso segundo del art.76 de
la C.P.R y en el art.10, inc.2º C.O.T., en cuya virtud, reclamada la intervención de
los tribunales "en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán
excusarse de ejercer su autoridad ni aún por falta de ley que resuelva la contienda
sometida a su decisión".

B.- Elementos que deben concurrir para la aplicación de la regla:


Para que opere la regla de la prevención o inexcusabilidad contemplada en
el mencionado art.112 del C.O.T. es menester:
a.- Que de acuerdo con las reglas de la competencia existieren dos o más
tribunales potencialmente competentes para el conocimiento del asunto.
Esta situación es la que se presenta en todos los casos en que existe
competencia acumulativa o preventiva para el conocimiento de un asunto, es decir,
cuando hay dos o más tribunales que pueden potencialmente conocer de un mismo
asunto.
b.- Que el demandante presente su demanda ante uno de ellos.
c.- Que uno de los tribunales prevenga en el conocimiento del asunto,
instante a partir del cual cesa la competencia de los otros tribunales que hubieren
sido potencialmente competentes.
En este aspecto, se contempla la denominación de esta regla como "de la
prevención", puesto que apenas comience a conocer uno de los tribunales
competentes (prevenga en el conocimiento), se produce automáticamente la
extinción de la potencial competencia del o de los otros tribunales.
Se habla del tribunal que "previno" como aquel que conoce primero.
Este efecto está expresamente contemplado respecto de la competencia
acumulativa que se contempla en el sistema procesal penal respecto de la acción
civil indemnizatoria ejercida por la víctima en contra del imputado en el inciso

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segundo del artículo 59 del N.C.P..- Prescribe al efecto ese precepto que “Asimismo,
durante la tramitación del procedimiento penal la víctima podrá deducir respecto del
imputado, con arreglo a las prescripciones de este Código, todas las restantes
acciones que tuvieren por objeto perseguir las responsabilidades civiles derivadas
del hecho punible. La víctima podrá también ejercer esas acciones civiles ante el
tribunal civil correspondiente. Con todo, admitida a tramitación la demanda civil en
el procedimiento penal, no se podrá deducir nuevamente ante un tribunal civil.”

6.- Regla de LA EJECUCION.

A.- Concepto.-
Señala el Art. 113, inc.1º C.O.T. que "la ejecución de las resoluciones
corresponde a los tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única
instancia".
Esta regla hace radicar el cumplimiento de las resoluciones en los tribunales
que las pronuncian en primera o en única instancia.

Este principio de carácter general reconoce tres excepciones:


1º.- En el sistema procesal penal, la ejecución de la sentencia definitiva penal
y de las medidas de seguridad establecidas en la sentencia pronunciada por el
tribunal de juicio oral no debe ser ejecutada ante él, sino que ante el juzgado de
garantía que hubiere intervenido en el respectivo procedimiento penal. ( art. 113 inc.
2º del C.O.T.).
Nos encontraremos realmente frente a una excepción de la regla general
cuando se hubiere resuelto el conflicto penal en el juicio oral, puesto que en tal caso,
no obstante que la sentencia definitiva es pronunciada por el tribunal de juicio oral
en lo penal, la ejecución de la sentencia le corresponderá al juzgado de garantía.
Sin embargo, si la sentencia ha sido pronunciada por el juez de garantía en el
procedimiento abreviado o simplificado no nos encontraremos en tal caso frente a
una excepción de la regla general, sino que más bien ante una aplicación de ella.

2º.- En el sistema procesal penal, la ejecución de la parte civil de la sentencia


definitiva dictada dentro del proceso penal no debe ser ejecutada ante los tribunales
penales, sino que ante el juzgado de letras civil que fuere competente conforme a
las reglas generales.
En consecuencia, si se hubiere pronunciado una sentencia definitiva penal,
acogiéndose la demanda civil deducida por la víctima en contra del imputado, único
caso en que ello es posible ante los tribunales del crimen en el nuevo sistema
procesal penal, la ejecución de la sentencia civil no deberá seguirse ante ellos, sino
que ante el tribunal civil que fuere competente conforme a las reglas generales.

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El procedimiento que deberá aplicarse para obtener la ejecución de la
sentencia civil se nos señala en el artículo 472 del C.P.P. señalándonos que “en el
cumplimiento de la decisión civil de la sentencia, regirán las disposiciones sobre
ejecución de las resoluciones judiciales que establece el Código de Procedimiento
Civil.”
Ello implica que el único procedimiento que cabrá aplicar para la ejecución
de esa sentencia que contempla prestaciones civiles será el juicio ejecutivo, dado
que no cabe aplicar el procedimiento incidental que sólo es procedente cuando la
ejecución se solicita ante el tribunal que conoció del proceso en única o primera
instancia.

3° Los tribunales que conozcan de los recursos de apelación, casación o


revisión, ejecutarán los fallos que dictaren para la sustanciación de dichos recursos.
Es obvio que los tribunales que conocen de los recursos están investidos de
la facultad de ejecutar las resoluciones que pronuncien durante su tramitación. Al
efecto, el inciso 3º del Art. 113 C.O.T. señala que " De igual manera, los tribunales
que conozcan de la revisión de las sentencias firmes o de los recursos de apelación,
casación o de nulidad contra sentencias definitivas penales, ejecutarán los fallos
que
dicten para su sustanciación.
Podrán también decretar el pago de las costas adeudadas a los funcionarios
que hubieren intervenido en su tramitación, reservando el de las demás costas para
que sea decretado por el tribunal de primera instancia".

Si bien la regla del Art. 113 C.O.T., es plenamente aplicable en lo relativo al


cumplimiento de los autos y decretos, no lo es respecto de otras resoluciones.
En efecto, tratándose de las sentencias definitivas o interlocutorias, se puede
solicitar su cumplimiento o ejecución conforme al procedimiento incidental dentro
del año siguiente a la fecha en que se haga exigible la obligación sólo ante el tribunal
que la dictó en única y primera instancia, aplicándose las normas contempladas en
los Arts.231 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
Pero si para perseguir el cumplimiento o ejecución de la sentencia definitiva
se quiere iniciar un nuevo juicio para obtener su cumplimiento, el procedimiento que
deberá aplicarse será el juicio ejecutivo contemplado en los artículos 434 y
siguientes del C.P.C.. En tal caso nos encontramos ante una competencia
acumulativa o preventiva, puesto que se podrá requerir su cumplimiento a través de
este procedimiento ante el tribunal que dictó la resolución en única o primera
instancia o ante el tribunal que fuere competente conforme a las reglas generales.
Esta situación es la que se contempla en el art.114 del C.O.T. al señalarnos
que "siempre que la ejecución de una sentencia definitiva hiciere necesaria la

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iniciación de un nuevo juicio, podrá éste deducirse ante el tribunal que menciona el
inciso primero del artículo precedente o ante el que sea competente en conformidad
a los principios generales establecidos por la ley, a elección de la parte que hubiere
obtenido en el pleito".
Este artículo 114 C.O.T. es otro ejemplo, quizás uno de los más claros y
manifiestos, de competencia acumulativa o preventiva que consagran nuestros
textos positivos cuando se inicia un nuevo juicio para solicitar la ejecución de la
sentencia.
En cambio, cuando se solicita el cumplimiento de la sentencia a través del
procedimiento incidental, es un caso de competencia privativa o exclusiva, puesto
que su conocimiento sólo corresponde al tribunal que la pronunció en única o
primera instancia.

LAS REGLAS ESPECIALES DE LA COMPETENCIA

1.- Generalidades:
Determinado que un asunto debe ser conocido por un tribunal ordinario, es
menester determinar cuál de ellos dentro de la escala jerárquica es el competente
para conocer de él.
Una de las clasificaciones de la competencia que analizamos era la de la
competencia absoluta y relativa.
Las reglas de la competencia absoluta son las que determinan la jerarquía
del tribunal ordinario que será competente para el conocimiento de un asunto.
Por su parte, las reglas de la competencia relativa son las que determinan
cual tribunal ordinario dentro de una determinada jerarquía es el competente para
conocer de un asunto.

2.- Reglas de la Competencia Absoluta:


A.- Concepto:
Las reglas de la competencia absoluta son aquellas que determinan la
jerarquía del tribunal que es competente para conocer de un asunto determinado.
Ellas se encuentran establecidas en los artículos 115 a 133 del C.O.T.-

B.- Características:
Las reglas de la competencia absoluta presentan las siguientes características:

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a.- Son de orden público. Las reglas de la competencia absoluta son de orden
público por cuanto dicen relación con la organización y funcionamiento de nuestros
tribunales.
b.- Son irrenunciables. Esta característica de las reglas de la competencia
absoluta no es más que una consecuencia de su carácter de orden público, no
pudiendo ellas ser modificadas por la voluntad expresa o tácita de las partes.
c.- No procede la prórroga de la competencia.
d.- Puede y debe ser declarada de oficio la incompetencia del tribunal.
e.- No existe plazo para que las partes aleguen la nulidad del procedimiento
por incompetencia absoluta del tribunal.

C.- Elementos de la Competencia Absoluta:


Los tres elementos de la competencia absoluta en nuestra legislación son:
a. La Cuantía;
b. La Materia, y
b. El Fuero o Persona.

3.- LA CUANTIA.
A.- Generalidades:
Este elemento o factor de la competencia absoluta, con la supresión de los
juzgados de letras de menor cuantía, hoy prácticamente no tiene ningún interés en
materia civil, más aún con la eliminación por la dictación de la Ley Nº 18.776 de
1989 de los jueces de distrito y de los de subdelegación.
Con todo, si bien en la actualidad la importancia de este elemento ha
disminuido en lo que respecta a la determinación de la competencia, no la ha perdido
para los efectos de determinar el procedimiento aplicable.-
Además, tiene importancia como regla de admisibilidad para la procedencia
de la apelación en materia civil.

B.- Concepto:
El Art. 115 del C.O.T. especifica qué se entiende por cuantía en materia civil
y penal. Señala el precepto que "en los asuntos civiles la cuantía de la materia se
determina por el valor de la cosa disputada.
En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva
consigo".

C.- Reglas para determinar la cuantía en los asuntos penales:

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"Para determinar la gravedad o levedad en materia criminal, se estará a lo
dispuesto en el Código Penal" (Art. 132 C.O.T.).
Pues bien, según el Código Penal los delitos, en cuanto a su gravedad, se
clasifican en faltas, simples delitos y en crímenes.
Tal clasificación se determina por la pena que el hecho ilícito lleva consigo.
En el proceso penal, la cuantía del asunto determina el tribunal competente y
el procedimiento aplicable.
En el caso de las Faltas:
Conocen los Juzgados de Garantía a través del Procedimiento Monitorio
(sólo tratándose de las faltas que debieren sancionarse sólo con pena de multa. Art.
392 CPP), o a través del Procedimiento Simplificado (todas las faltas con excepción
de las que debieren sancionarse sólo con pena de multas Art. 388 CPP, y también
respecto de las faltas que debieren sancionarse sólo con pena de multa, si se
hubiere reclamado de ella por el imputado dentro del plazo legal. Art. 392 inc. final
CPP)

En el caso de los crímenes y simples delitos:


Los crímenes y simples delitos para los efectos de determinar la forma en que
puede ser deducida la acción y el procedimiento aplicable, se clasifican en el nuevo
proceso penal en crímenes o simples delitos de acción penal pública, de acción
penal privada y de acción penal pública previa instancia particular.

Los crímenes o simples delitos de acción penal privada son aquellos en que
la acción penal sólo puede ejercitarse por la víctima (Art. 55 C.P.P.) y sólo mediante
la interposición de una querella (Art. 400 del C.P.P.).-
Conoce de él el Juez de Garantía y el procedimiento que debe aplicarse para
la tramitación de los crímenes o simples delitos de acción penal privada es el
procedimiento de acción penal privada, contemplado en el Título II del Libro IV De
los Procedimientos Especiales y Ejecución del Código Procesal Penal.

Los crímenes o simples delitos de acción penal pública son aquellos en que
la acción penal debe ser ejercida de oficio por el Ministerio Público y además por las
personas que determine la ley. (Art. 53 C.P.P.) La investigación puede iniciarse de
oficio por el Ministerio Público, por denuncia o por querella. ( art. 172 CPP).
El tribunal competente y el procedimiento que debe aplicarse para la
tramitación de los crímenes o simples delitos de acción penal pública es:
a.- El procedimiento abreviado.( art. 406 CPP)
Del procedimiento abreviado conoce el Juez de Garantía y se aplica si el
fiscal no requiriere la imposición de una pena privativa de libertad superior a cinco
años de presidio o reclusión menores en su grado máximo, y el imputado acepta los
hechos y manifestado su conformidad con la aplicación de este procedimiento.

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b.- El procedimiento simplificado.(art. 388 CPP).
Del procedimiento simplificado conoce el Juez de Garantía y se aplica
respecto de los simples delitos respecto de los cuales el Ministerio Público requiriere
la imposición de una pena que no excediere de presidio o reclusión menores en su
grado mínimo y no recibiere aplicación el procedimiento abreviado.

c.- El juicio oral.- ( arts. 281 y sgtes).


Del juicio oral conoce el Tribunal Oral en lo Penal, luego de concluida la
investigación, y constituye el procedimiento ordinario en el actual sistema procesal
penal. Debe aplicarse para la solución de todos los conflictos en caso que no se
haya establecido un procedimiento especial.

Los crímenes o simples delitos de acción penal pública previa instancia


particular son aquellos en que no puede procederse de oficio sin que, a lo menos,
el ofendido por el delito o las demás personas previstas en la ley hubiere denunciado
el hecho a la justicia, al ministerio público o a la policía. (Art. 55 C.P.P.).
Una vez deducidas, la acción y el procedimiento aplicable se rige por las
normas de la acción penal pública.

D.- Reglas para determinar la cuantía en los asuntos civiles:


En la actualidad, como se ha dicho, la cuantía influirá únicamente para los
efectos de determinar si el tribunal conocerá en única o en primera instancia, la
procedencia de algunos recursos y la naturaleza del procedimiento aplicable.
En efecto, si el asunto es de una cuantía inferior a 10 U.T.M., conocerá en
única instancia.
Si es superior a 10 U.T.M., en primera instancia.

E.- Determinación de la cuantía en asuntos no susceptibles de apreciación


pecuniaria:
Los Arts. 130 y 131 C.O.T, por vía meramente ejemplar, señalan qué asuntos
no son susceptibles de apreciación pecuniaria.
Señala el primero de los preceptos citados que "Para el efecto de determinar
la competencia se reputarán de mayor cuantía los negocios que versen sobre
materias que no estén sujetas a una determinada apreciación pecuniaria. Tales son,
por ejemplo:
1º Las cuestiones relativas al estado civil de las personas;

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2º Las relacionadas con la separación judicial o de bienes entre marido y
mujer, o con la crianza y cuidado de los hijos;
3º Las que versen sobre validez o nulidad de disposiciones testamentarias,
sobre petición de herencia, o sobre apertura y protocolización de un testamento y
demás relacionadas con la apertura de la sucesión, y
4º Las relativas al nombramiento de tutores y curadores, a la administración
de estos funcionarios, a su responsabilidad, a sus excusas y a su remoción".
Prescribe el Art. 131 C.O.T. que "Se reputarán también, en todo caso, como
materias de mayor cuantía, para el efecto de determinar la competencia del juez, las
que en seguida se indican:
1º El derecho al goce de los créditos de un capital acensuado, y
2º Todas las cuestiones relativas a quiebras y a convenios entre el deudor y
los acreedores"

En general, se puede afirmar que los asuntos reputados como de mayor


cuantía son materias vinculadas al Derecho de Familia y a cuestiones en que las
sumas de dinero involucradas no se pueden cuantificar con facilidad.

F.- Reglas para determinar la cuantía en asuntos susceptibles de apreciación


pecuniaria:
A este tipo de asuntos se refieren los Arts. 116 y siguientes C.O.T., preceptos
que establecen reglas generales para determinar la cuantía del juicio.
a) Si el demandante acompaña documentos que sirvan de apoyo a su acción:
Si "en ellos apareciere determinado el valor de la cosa disputada, se estará
para determinar la competencia a lo que conste de dichos documentos".
Para determinar la cuantía de las obligaciones en moneda extranjera, podrá
acompañar el actor, al tiempo de presentar la demanda, un certificado expedido por
un banco, que exprese en moneda nacional la equivalencia de la moneda extranjera
demandada. Dicho certificado según el COT no puede ser anterior en más de 15
días a la fecha de la presentación de la demanda; sin embargo la Ley 18.010
modifica tal plazo, al señalar que no puede ser anterior a 10 días.

b) Si el demandante no acompaña documentos que sirvan de apoyo a su


pretensión: Es menester efectuar una nueva distinción según si la acción o
pretensión emana de un derecho real o de un derecho personal.

b.1) Acción personal.-


Señala el Art. 117 C.O.T. que "Si el demandante no acompañare documentos
o si de ellos no apareciere esclarecido el valor de la cosa, y la acción entablada
fuere personal, se determinará la cuantía de la materia por la apreciación que el
demandante hiciere en su demanda verbal o escrita".

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b.2) Acción real: Si la acción (pretensión) es real, entran a jugar una serie de
reglas para determinar la cuantía:
1° Señala el Art. 118, inc.1º C.O.T. que "Si la acción entablada fuere real y el
valor de la cosa no apareciere determinado del modo que se indica en el artículo
116, se estará a la apreciación que las partes hicieren de común acuerdo".
En el inciso segundo se establece una presunción de derecho de que existe
acuerdo entre las partes. Señala el inciso citado que "por el simple hecho de haber
comparecido ante el juez para cualquier diligencia o trámite del juicio todas las
partes juntas o cada una de ellas separadamente, sin que ninguna haya entablado
reclamo por incompetencia nacida del valor de la cosa disputada, se presume de
derecho el acuerdo de que habla el inciso anterior y se establece la competencia del
juez para seguir conociendo del litigio que ante él se hubiere entablado".

2° Si no existe acuerdo entre las partes, el juez debe determinar la cuantía


por medio de la evaluación efectuada por peritos.
El Art. 119 C.O.T. señala que "Si el valor de la cosa demandada por acción
real no fuere determinado del modo que se indica en el artículo anterior, el juez ante
quien se hubiere entablado la demanda nombrará un perito para que evalúe la cosa
y se reputará por verdadero valor de ella, para el efecto de determinar la cuantía del
juicio, el que dicho perito fijare".
El informe del perito es obligatorio en cuanto a sus conclusiones, tanto para
el juez como para las partes.
Esta circunstancia diferencia el peritaje en estudio del informe de peritos
como medio de prueba, ya que este último es apreciado por el juez conforme a las
reglas de la sana crítica (art. 425 del C.P.C.).

Finalmente, previene el Art. 120 C.O.T. que "Cualquiera de las partes puede,
en los casos en que el valor de la cosa disputada no aparezca esclarecido por los
medios indicados en este Código, hacer las gestiones convenientes para que dicho
valor sea fijado antes de que se pronuncie sentencia.
Puede también el tribunal dictar de oficio las medidas y órdenes convenientes
para el mismo efecto".
Esta facultad, según veremos, debe ejercerse en primera instancia y antes
de que el tribunal cite a las partes a oír sentencia.

G.- Momento en que se determina la cuantía:


De lo señalado en los Arts.116 y siguientes C.O.T. se desprende que para
determinar el momento en que se fija la cuantía han de tomarse en consideración
las reglas de fijación de la misma.

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Si por ejemplo se deduce una pretensión real y se acompañan documentos
justificativos del derecho que se invoca, evidentemente que desde ese momento la
cuantía quedará fijada.
En consecuencia, podría afirmarse que, por regla general, la cuantía queda
fijada con la presentación de la demanda.

La cuantía de la materia está configurada por todos los elementos que se


contienen en la demanda, cuando es asunto susceptible de apreciación pecuniaria:
capital, intereses, cláusulas penales, reajustes, etc. Art 129 COT. “Los intereses,
frutos o daños debidos antes de la demanda se agregarán al capital demandado, y
se tomarán en cuenta para determinar la cuantía de la materia".

Una vez que la cuantía queda determinada, no puede ser alterada por causa
sobreviniente. Es lo que se denomina "la inmutabilidad de la cuantía". Prescribe al
efecto el Art. 128 C.O.T. que "si el valor de la cosa disputada se aumentare o
disminuyere durante la instancia, no sufrirá alteración alguna la determinación que
antes se hubiere hecho con arreglo a la ley".
Por su parte, el Art. 129 C.O.T. ratifica la regla de la inmutabilidad de la
cuantía fijada al expresar que "Tampoco sufrirá la determinación alteración alguna
en razón de lo que se deba por intereses o frutos devengados después de la fecha
de la demanda, ni de lo que se deba por costas o daños causados durante el juicio”.

Si la tramitación del juicio admite la reconvención, la fijación de la cuantía no


puede efectuarse con la sola demanda, para lo cual deben sumarse las cantidades
indicadas en ambos escritos. Mas, esta fijación no es importante para los efectos de
la cuantía como regla de la competencia, sino que para los de la cuantía como
requisito de procedencia de recursos.

H.- Reglas especiales para la determinación de la cuantía:

Entre los artículos 121 a 127 C.O.T., el legislador procesal orgánico


contempló una serie de reglas especiales en que el elemento cuantía es fijado por
la ley, a fin de evitar dificultades:

a) Pluralidad de acciones: Señala el Art. 121 C.O.T.: "Si en una misma


demanda se entablaren a la vez varias acciones, en los casos en que puede esto
hacerse conforme a lo prevenido en el Código de Procedimiento, se determinará la
cuantía del juicio por el monto a que ascendieren todas las acciones entabladas".

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b) Pluralidad de demandados: El Art. 122 C.O.T. se refiere a este punto en
los siguientes términos: "Si fueren muchos los demandados en un mismo juicio, el
valor total de la cosa o cantidad debida determinará la cuantía de la materia, aun
cuando por no ser solidaria la obligación no pueda cada uno de los demandados ser
compelido al pago total de la cosa o cantidad, sino tan sólo al de la parte que le
correspondiere".

c) Caso de la reconvención: Para estos efectos, el Art. 124 C.O.T. señala que
"Si el demandado al contestar la demanda entablare reconvención contra el
demandante, la cuantía de la materia se determinará por el monto a que ascendieren
la acción principal y la reconvención reunidas; pero para estimar la competencia se
considerará el monto de los valores reclamados por vía de reconvención
separadamente de los que son materia de la demanda.
No podrá deducirse reconvención sino cuando el tribunal tenga competencia
para conocer de ella, estimada como demanda, o cuando sea admisible la prórroga
de jurisdicción. Podrá también deducirse aún cuando por su cuantía la reconvención
debiera ventilarse ante un juez inferior".
Para la procedencia de recursos, la cuantía de la materia se determina
sumando las cantidades expresadas en la demanda y en la reconvención.

d) Terminación del arrendamiento: De acuerdo a lo establecido en el Art. 125


C.O.T debemos distinguir:
d.1) En los juicios de desahucio o de restitución de la cosa arrendada: el valor
de lo disputado se determinará por el monto de la renta o del salario convenido para
cada período de pago.
d.2) En los juicios de reconvenciones de pago, el valor de lo disputado se
determinará por el monto de las rentas insolutas.

e) Saldos insolutos: Agrega el Art. 126 C.O.T. que "Si lo que se demanda
fuere el resto insoluto de una cantidad mayor que hubiere sido antes pagada en
parte, se atenderá, para determinar la cuantía de la materia, únicamente al valor del
resto insoluto".

f) Pensiones futuras: Finalmente, previene el Art. 127 C.O.T que "Si se trata
del derecho a pensiones futuras que no abracen un tiempo determinado, se fijará la
cuantía de la materia por la suma a que ascendieren dichas pensiones en un año.
Si tienen tiempo determinado, se atenderá al monto de todas ellas.
Pero si se tratare del cobro de una cantidad procedente de pensiones
periódicas ya devengadas, la determinación se hará por el monto a que todas ellas
ascendieren".

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I.- Otros fines de la cuantía:
a) La cuantía de un asunto importa para los efectos de establecer la
utilización de un procedimiento determinado.
Así, por lo demás, se colige de lo prescrito en los Arts. 698 y 703 C.P.C.
En virtud de los preceptos citados se puede afirmar que existen tres
procedimientos ordinarios: el de mayor, menor y mínima cuantía.
Los asuntos cuya cuantía sea superior a 500 U.T.M, se tramitan de acuerdo
al procedimiento ordinario del Libro II del Código de Procedimiento Civil;
Los asuntos cuya cuantía sea superior a 10 U.T.M. pero inferior a 500 UTM,
se tramitan de acuerdo a las normas del juicio ordinario de menor cuantía.
Los asuntos cuya cuantía sea inferior a 10 UTM, se tramitan de acuerdo al
procedimiento de mínima cuantía.

b) La cuantía importa en los negocios civiles y comerciales para los efectos


de determinar si el tribunal que conoce de ellos lo hará en primera o en única
instancia (Art.45 C.O.T.)

4.- LA MATERIA.
A.- Concepto y actual importancia:
La materia es la naturaleza del asunto controvertido.
La materia por una parte es utilizada para el establecimiento de los tribunales
especiales, ya que éstos han sido creados en razón, precisamente, de este factor
(laborales, de menores, militares, etc.), en no pocas oportunidades acompañados
del factor persona.
Dispone el Art.5, inc.3°. C.O.T. que "forman parte del Poder Judicial, como
tribunales especiales, los Juzgados de familia, los Juzgados de Letras del Trabajo,
los Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional, y los Tribunales Militares en
tiempo de paz, los cuales se regirán en su organización y atribuciones por las
disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en la ley Nº19.968, en el
Código del Trabajo, y en el Código de Justicia Militar y sus leyes complementarias,
respectivamente, rigiendo para ellos las disposiciones de este Código sólo cuando
los cuerpos legales citados se remitan en forma expresa a él".
Existen otros tribunales en que también se atiende exclusivamente a la
naturaleza del asunto para los efectos de otorgarles competencia. Ello ocurre, por
ejemplo, en las causas sobre cuentas cuyo conocimiento corresponda a la
Contraloría General de la República; en las causas cuyo conocimiento corresponda
a los Alcaldes y a los Jueces de Policía Local en los Juzgados de Policía Local
(Arts.12 y

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siguientes Ley 15.231); y en los demás asuntos judiciales del orden temporal que
leyes particulares entreguen al conocimiento de tribunales especiales.

En segundo lugar, la materia juega a través de lo que se denomina


propiamente "elemento de la competencia absoluta" (fuero real), para la
determinación de la jerarquía de un tribunal. En este carácter, la materia -elemento
de competencia- ha tendido a arrastrar siempre asuntos de una cuantía inferior al
tribunal superior jerárquico.
Por la materia, se tiende a elevar la jerarquía del tribunal.
En la actualidad, esta finalidad sólo se cumple parcialmente, según veremos.

B.- La Materia como factor de competencia:


Los jueces de letras se estructuran en forma jerárquica, y se han adecuado a
la regionalización del país, pudiéndose acuerdo con la organización administrativa
interna del Estado distinguir: Jueces de letras de comuna o agrupación de comunas;
Jueces de letras de capital de provincia; y Jueces de letras de comunas asiento de
Corte de Apelaciones.
En esta estructura, el factor materia, en conjunto con el factor fuero o
persona, juega a través de la sustracción del conocimiento de un asunto
correspondiente a un tribunal y su radicación en otro de mayor jerarquía.

Dando un breve vistazo al C.O.T. nos encontramos con que el factor materia
se encuentra en las siguientes reglas de competencia:
a) El Art.48 C.O.T..- Los juicios de hacienda, esto es, aquellos en que tiene
interés el Fisco y cuyo conocimiento se encuentra entregado a los tribunales
ordinarios (Art 748 del C.P.C.), presentan ciertas peculiaridades que se orientan a
obtener el inmediato beneficio de la defensa Fiscal, como por ejemplo, la consulta
de la sentencia que es contraria al interés fiscal y que no son apeladas, etc.
El primero de los beneficios orgánicos con que cuenta el Fisco es la
determinación de la jerarquía del tribunal que conoce de ese asunto. Es así como el
Art.48 C.O.T. expresa: "Los jueces de letras de comunas asiento de Corte
conocerán en primera instancia de las causas de hacienda, cualquiera que sea su
cuantía.
No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, en los juicios en que el Fisco
obre como demandante, podrá éste ocurrir a los tribunales allí indicados o al del
domicilio del demandado, cualquiera que sea la naturaleza de la acción deducida.
Las mismas reglas se aplicarán a los asuntos no contenciosos en que el Fisco
tenga interés".
b) El Art.45, Nº2 letra c) C.O.T., entrega a los jueces de letras el conocimiento
exclusivo en primera instancia de los asuntos judiciales no contenciosos, salvo en

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lo que respecta a la designación de lo curadores ad litem, donde es competente el
tribunal que "conoce en el pleito" (Art. 494, inc. 2º C.C.).
c) El Art.50, Nº4 C.O.T. entrega al conocimiento de los ministros de las Cortes
de Apelaciones los asuntos en que se pretende hacer efectiva la responsabilidad
ministerial civil de los jueces de letras;
d) El Art.51, Nº1 C.O.T. radica en el Presidente de la Corte de Apelaciones
de Santiago el conocimiento de las causas sobre amovilidad de los ministros de la
Corte Suprema;
e) El Art. 53, Nº 1 C.O.T. radica en el Presidente de la Corte Suprema el
conocimiento en primera instancia de las causas sobre amovilidad de los ministros
de las Cortes de Apelaciones;
f) El Art.52, Nº1 C.O.T. entrega a un ministro de la Corte Suprema el
conocimiento en primera instancia de las causas a que se refiere el artículo 23 de la
Ley Nº12.033, esto es, de las cuestiones o juicios entre la Corporación de Ventas
de Salitre y Yodo de Chile y las empresas adheridas o que en el futuro seadhieran,
o que se retiren de la misma; y al pleno de la Corte Suprema el conocimiento en
segunda instancia de los mismos asuntos;
g) El Art. 52 N° 2 del C.O.T. entrega a un Ministro de la Corte Suprema el
conocimiento en primera instancia de los delitos de jurisdicción de los tribunales
chilenos, cuando puedan afectar las relaciones internacionales de la república con
otro estado.
Este es el único caso en el cual se mantiene vigente en el nuevo sistema
procesal penal un precepto que otorga competencia penal a un tribunal unipersonal
de excepción.
h) El Art.53, Nº3 C.O.T. entrega al conocimiento del Presidente de la Corte
Suprema "las causas de presas y demás que deban juzgarse con arreglo al Derecho
Internacional".
i) El Art.227 C.O.T. entrega exclusivamente a los tribunales arbitrales el
conocimiento y fallo el conocimiento de determinados asuntos.
5.- EL FUERO O PERSONA
A.- Concepto.-
Se puede afirmar que el fuero es aquel elemento de la competencia absoluta
que modifica la determinación previa de la jerarquía de un tribunal en razón de la
cuantía y materia para conocer de un asunto por existir la intervención de una
persona constituida en dignidad.
El fuero, contrariamente a lo que se pudiera pensar, no es un beneficio para
la persona que lo goza, sino que es una garantía para la persona que no cuenta con
él. De esta manera, abstractamente considerada, se mantiene una relativa igualdad
ante la ley.
El legislador piensa que a una mayor jerarquía del tribunal que conoce del
asunto mayor es la independencia del tribunal para su resolución, de allí que la

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elevación de la jerarquía del tribunal en virtud de este elemento protege a aquella
persona no constituida en dignidad.

B.- Clasificación del Fuero:


El factor fuero recibe una clasificación entre fuero mayor y fuero menor.
Por el fuero mayor, se eleva el conocimiento de un asunto que, en principio,
estaba entregado a un juez de letras al de un tribunal unipersonal de excepción.
Al fuero mayor se refiere el Art. 50, Nº 2 C.O.T. en los siguientes términos:
"Un ministro de la Corte de Apelaciones respectiva, según el turno que ella fije,
conocerá en primera instancia de los siguientes asuntos: 2º De las causas civiles en
que sean parte o tengan interés el Presidente de la República, los ex Presidentes
de la República, los Ministros de Estado, Senadores, Diputados, miembros de los
Tribunales superiores de justicia, Contralor General de la República, Comandantes
en Jefe de las Fuerzas Armadas, General Director de Carabineros de Chile, Director
General de la Policía de Investigaciones de Chile, los Intendentes y Gobernadores,
los Agentes Diplomáticos chilenos, los Embajadores y Ministros Diplomáticos
acreditados con el Gobierno de la República o en tránsito por su territorio, los
Arzobispos, los Obispos, los Vicarios Generales, los Provisores y los Vicarios
Capitulares.
La circunstancia de ser accionista de sociedades anónimas las personas
designadas en este número, no se considerará como una causa suficiente para que
un ministro de la Corte de Apelaciones conozca en primera instancia de los juicios
en que aquéllas tengan parte, debiendo éstos sujetarse en su conocimiento a las
reglas generales".

Por el fuero menor, determinadas personas, por el hecho de desempeñar una


función pública, hacen radicar el conocimiento de un asunto en los jueces de letras,
pero sólo en asuntos civiles o de comercio.
Señala, al efecto, el Art. 45, Nº 2 letra g) C.O.T. que los jueces de letras
conocerán en primera instancia "de las causas civiles o de comercio cuya cuantía
sea inferior a las señaladas en las letras a) y b) del Nº 1 de este artículo (10 Unidades
Tributarias Mensuales), en que sean parte o tengan interés los Comandantes en
Jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, el General Director de
Carabineros, los Ministros de la Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones,
los Fiscales de estos tribunales, los jueces letrados, los párrocos y vicepárrocos, los
cónsules generales, los cónsules o vicecónsules de las naciones extranjeras
reconocidas por el Presidente de la República, las corporaciones y fundaciones de
derecho público o de los establecimientos públicos de beneficencia".
También existe aplicación de esta categoría de fuero en el Art. 46 C.O.T.,
según tendremos oportunidad de apreciar a continuación.

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C.- El Fuero de los Jueces:
De acuerdo al Art. 81 CPR "Los magistrados de los tribunales superiores de
justicia, los fiscales judiciales y los jueces letrados que integran el Poder Judicial, no
podrán ser aprehendidos sin orden del tribunal competente, salvo el caso de crimen
o simple delito flagrante y sólo para ponerlos inmediatamente a disposición del
tribunal que debe conocer del asunto conforme a la ley".
Los jueces están al margen de toda privación de libertad que no sea el caso
indicado en el precepto constitucional transcrito.
Tal es el denominado Fuero orgánico, y es una garantía que no dice relación
con la competencia.

Para efectos de la competencia importa el llamado "fuero de los jueces", que


es la alteración establecida por la ley en la jerarquía de los tribunales que van a
conocer de asuntos civiles en el que sea parte o tenga interés un juez, ministro o
fiscal del Poder Judicial.
Estas normas son equiparables a las del fuero, pero son única y
exclusivamente aplicables a esos miembros del orden judicial.
El fuero de los jueces tiene idéntico fundamento que el fuero común, ya que
son medidas protectoras de la persona que litiga con el juez.
A esta especial modalidad del fuero se refieren los siguientes preceptos
orgánicos:
a) El Art. 45, Nº2, letra g) C.O.T. establece la competencia en primera
instancia de un juez de letras en el conocimiento de las causas civiles y de comercio,
cualquiera que sea su cuantía, en que sean parte o tengan interés los jueces
letrados.
b) El Art. 51, Nº 2 C.O.T. radica en el Presidente de la Corte de Apelaciones
de Santiago el conocimiento de las demandas civiles que se entablen contra uno o
más de los miembros de la Corte Suprema o contra su fiscal para hacer efectiva su
responsabilidad por actos cometidos en el desempeño de sus funciones;
c) El Art. 53, Nº 2, C.O.T., que radica en el Presidente de la Corte Suprema
el conocimiento de las demandas civiles que se entablen contra uno o más
miembros o fiscales judiciales de las Cortes de Apelaciones para hacer efectiva su
responsabilidad por actos cometidos en el desempeño de sus funciones.
d) El Art.50, Nº4 C.O.T. entrega al conocimiento de los ministros de las Cortes
de Apelaciones los asuntos en que se pretende hacer efectiva la responsabilidad
ministerial civil de los jueces de letras;

D.- Materias en que no opera el Fuero:


Nuestro legislador ha señalado en el Art.133 del C.O.T. algunos casos en que
por la naturaleza del asunto o del procedimiento empleado, el factor fuero no es
tomado en consideración, siendo ellos los siguientes:

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a) Los juicios posesorios;
b) Los juicios sumarios y los procedimientos que deban tramitarse breve y
sumariamente;
c) Los juicios de minas;
d) Los juicios sobre distribución de aguas;
e) Tampoco se tomará en cuenta el (fuero) que tengan los acreedores en el
juicio de quiebras ni el
f) de los interesados en los asuntos no contenciosos" (Art. 133, inc.2º C.O.T.).
g) Los demás que determinen las leyes.

REGLAS DE LA COMPETENCIA RELATIVA.

1.- Concepto:
Las reglas de competencia relativa persiguen establecer, dentro de la
jerarquía ya determinada por las reglas de competencia absoluta, el tribunal
específico dentro de esa jerarquía que va a conocer del asunto.
Así, por lo demás, se desprende del encabezado del párrafo 4º del Título VII
C.O.T., al señalar que se refiere a las " Reglas que determinan la competencia en
materias civiles entre tribunales de igual jerarquía".
Como premisa básica, es menester señalar que estas reglas tienen el
carácter de instituciones de orden privado, siendo, por tanto, plenamente
renunciables, pero sólo respecto de los asuntos contenciosos civiles.
En materia civil no contenciosa (Art. 182 C.O.T., interpretado a contrario
sensu) las reglas de competencia relativa son de orden público, irrenunciables y no
admiten la prórroga de la competencia.
Las reglas de competencia relativa se vinculan directa y exclusivamente con
el elemento territorio.

2.- Las reglas de la Competencia Relativa en los asuntos contenciosos civiles:

A.-Generalidades:
Para poder determinar, con precisión, qué tribunal, en razón del territorio,
será competente para conocer del asunto, será menester tomar en consideración
las siguientes reglas de descarte:
1º Determinar si existe o no prórroga de la competencia.
Si se ha pactado, a ella hemos de atenernos;
2º A falta de prórroga de la competencia, será necesario especificar si existen
o no disposiciones especiales que establezcan el tribunal que debe conocer del
asunto. En el primer caso, a esas reglas habremos de atenernos;

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3º A falta de reglas especiales, hemos de estudiar la naturaleza de la acción
deducida, de acuerdo a las prescripciones del Código Civil, cuerpo de leyes que las
clasifica en muebles e inmuebles; y
4º Finalmente, a falta de todas las reglas precedentes, y como norma
residual, se entiende que será competente para conocer del asunto el tribunal del
domicilio del demandado. Así lo prescribe el Art. 134 C.O.T. en cuya virtud "en
general, es juez competente para conocer de una demanda civil o para intervenir en
un acto no contencioso, el del domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio
de las reglas establecidas en los artículos siguientes y de las demás excepciones
legales".
A continuación, nos referiremos a la aplicación de todas estas reglas para los
efectos de determinar el tribunal competente para conocer de un asunto civil
contencioso en atención al elemento territorio.
B.- La Prórroga de la competencia:
a.- Reglamentación:
La prórroga de la competencia se regula en el Párrafo 8 del Título VII del
Código Orgánico de Tribunales.

b.- Concepto:
De acuerdo a lo establecido en el artículo 181 del C.O.T "un tribunal que no
es naturalmente competente para conocer de un asunto, puede llegar a serlo si para
ello las partes, expresa o tácitamente, convienen en prorrogarle la competencia para
este negocio."
Invirtiendo los términos de ese precepto, la prórroga de la competencia sería:
el acuerdo expreso o tácito de las partes para otorgar competencia a un tribunal que
no es el naturalmente competente para conocer del asunto.
Esta definición de la prórroga de la competencia, que fluye de la explicación
que nos da el citado precepto legal es demasiado amplia y merece por ello las
siguientes críticas;
i) No precisa que la prórroga sólo procede respecto de los asuntos
contenciosos civiles y no en los asuntos civiles no contenciosos;
ii) No señala que ella sólo opera respecto del elemento territorio, en la primera
instancia y sólo entre tribunales ordinarios de igual jerarquía.

De acuerdo con ello, podemos definir en nuestro derecho la prórroga


convencional de la competencia como el acuerdo expreso o tácito de las partes en
virtud del cual, en la primera instancia, de los asuntos civiles contenciosos, que se
tramitan ante tribunales ordinarios, otorgan competencia a un tribunal que no es el
naturalmente competente para conocer de él, en razón del elemento territorio.

c.- Clasificación:

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Desde un punto de vista doctrinario es posible efectuar una clasificación de
la prórroga de la competencia en legal y convencional.
Prórroga legal de la competencia es aquella que se verifica por el propio
legislador modificando el tribunal que debe conocer de un asunto de acuerdo a las
reglas generales que la ley ha preestablecido.
Esta prórroga de la competencia, como se efectúa por el propio legislador, es
posible que se refiera a cualquiera de los elementos de la competencia absoluta y
relativa, tanto en los asuntos penales y civiles.
Un ejemplo de esta prórroga lo dan los artículos 11 y 124 del C.O.T., a
propósito de la reconvención, establecen que el tribunal que conoce de la causa es
competente para conocer de la reconvención aún cuando por su cuantía hubiere de
corresponder a un juez inferior si se entablare por separado.
Prórroga convencional de la competencia es aquella que las partes realizan
en forma expresa o tácita, otorgando competencia a un tribunal que naturalmente
no la posee.
Esta es la prórroga de la competencia que se reglamenta en el Código
Orgánico de Tribunales.

La prórroga convencional de la competencia se subclasifica en expresa o


tácita según la forma en que las partes manifiestan su voluntad para que ella opere,
como veremos al referirnos a su regulación en nuestro derecho.

d.- Requisitos de procedencia de la Prórroga de la Competencia:


Para que en nuestro derecho sea procedente la prórroga de la competencia
es menester que concurran los siguientes requisitos:
1° Naturaleza del asunto.
De acuerdo a lo previsto en el artículo 182 del C.O.T., la "prórroga de la
competencia sólo procede respecto de negocios contenciosos civiles."
A contrario sensu, la prórroga no es procedente en los asuntos civiles no
contenciosos ni en los asuntos penales.

2° Elemento de la competencia que puede ser modificado.


La prórroga de la competencia sólo procede respecto del elemento territorio.
Los elementos cuantía, materia y fuero o persona tienen un carácter de orden
público y no pueden ser modificados por la voluntad de las partes.

3° Tribunales entre los cuales procede.


De acuerdo a lo previsto en el artículo 182 del C.O.T.," la prórroga sólo
procede "entre tribunales ordinarios de igual jerarquía".

4° Instancia en la cual procede.

40
De acuerdo a lo previsto en el artículo 182 del C.O.T., "la prórroga de la
competencia sólo procede en primera instancia".
La prórroga de la competencia no procede en la segunda instancia, no sólo
por la norma expresa citada, sino que, además, por la regla general de la
competencia del grado o jerarquía contemplada en el artículo 110 del C.O.T.

e.- Capacidad para prorrogar la Competencia:


La prórroga de la competencia es un acto jurídico bilateral cuando se verifica
en forma expresa, y debe realizarse por personas que tengan la capacidad de
ejercicio que contempla el Código Civil.
Al respecto, establece el art.184 del C.O.T que "pueden prorrogar
competencia todas las personas que según la ley son hábiles para estar en juicio
por sí mismas y por las que no lo son pueden prorrogarla sus representantes
legales.".

f.- Forma de Prorrogar la competencia:


La prórroga convencional de la competencia se puede verificar en forma
expresa o tácita.
f. a. Prórroga expresa:
De acuerdo a lo establecido en el artículo 186 del C.O.T., se prorroga la
competencia expresamente “cuando en el contrato mismo o en un acto posterior
han convenido en ello las partes, designando con toda precisión el juez a quien se
someten."
Según lo señalado por el legislador, podemos definir la prórroga expresa
como la convención en virtud de la cual las partes acuerdan prorrogar la
competencia, sea que se contenga en el contrato mismo o en un acto posterior,
designando con toda precisión el juez a quien se someten.

f. b. Prórroga tácita:
Una vez iniciado el proceso, el legislador contempla la existencia de la
prórroga tácita de la competencia, la cual se establece no porque exista una
manifestación expresa de voluntad de las partes en ese sentido, sino que de
actuaciones por ella realizadas que no importan desconocer la incompetencia en
razón del elemento territorio en los asuntos contenciosos civiles del juez ordinario
ante el cual comparecen. (Art. 187 del C.O.T.)
Para establecer la existencia de la prórroga tácita es menester distinguir entre
el demandante y demandado.

i.- La prórroga tácita del demandante.


Se entiende que el demandante prorroga tácitamente la competencia por el
hecho de ocurrir ante el juez interponiendo su demanda.

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En este caso debe darse a la expresión demanda un sentido genérico como
de cualquier solicitud que se formula por el actor al tribunal que no es el
naturalmente competente y no sólo la del escrito de demanda en los términos
contemplados en el artículo 254 del C.P.C.
En consecuencia, debe entenderse que prorroga la competencia no sólo el
actor que acude a interponer la demanda ante un tribunal que no es el naturalmente
competente, sino que también aquel que solicita ante él una medida prejudicial, ya
sea propiamente tal, probatoria o precautoria, una medida preparatoria de la vía
ejecutiva o la notificación del tercer poseedor en una acción de desposeimiento.

ii.- La prórroga tácita del demandado.


Se entiende que el demandado prorroga tácitamente la competencia por
hacer, después de apersonado en el juicio, cualquiera gestión que no sea la de
reclamar la incompetencia del juez.
Ello significa que el demandado debe, como primera gestión que efectúa en
el juicio, alegar la incompetencia relativa del tribunal. En consecuencia, si el
demandado comparece al proceso oponiendo excepciones dilatorias, entre las
cuales no se encuentra la de incompetencia relativa del tribunal, o contesta
derechamente la demanda sin oponer excepciones dilatorias, se entenderá que ha
prorrogado tácitamente la competencia.

Excepcionalmente, tratándose del juicio ejecutivo, se establece en el artículo


465 del C.P.C. que "no obstará para que se deduzca la excepción de incompetencia,
el hecho de haber intervenido el demandado en las gestiones del demandante para
preparar la acción ejecutiva.". En consecuencia, tratándose del juicio ejecutivo, si el
demandado interviene con motivo de alguna gestión preparatoria de la vía ejecutiva
de las contempladas en el artículo 434 del C.P.C., como por ej., concurrir a la gestión
preparatoria de confesión de deuda o reconocimiento de firma, no se producirá la
prórroga tácita de la competencia y este podrá, con posterioridad, una vez deducida
la demanda ejecutiva y requerido de pago, oponer la excepción de incompetencia
relativa del tribunal.

Si el demandado no comparece en el juicio no habrá prorrogado tácitamente


la competencia relativa del tribunal, pero normalmente su derecho para hacer valer
la incompetencia precluirá por haber transcurrido el plazo que posee para alegarla
como excepción dilatoria en el juicio ordinario (Art. 305 del C.P.C.) o como incidente
de nulidad procesal (Art.83 inciso 2 del C.P.C.).

En consecuencia, la prórroga tácita de la competencia siempre se realiza con


motivo de actuaciones que el demandante y demandado realizan dentro del
proceso.

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g.- Efectos de la Prórroga de la Competencia:
Los efectos que genera la prórroga de la competencia son los siguientes:
i.- Un tribunal que no era el naturalmente competente para conocer del asunto
en virtud del elemento territorio pasa a ser competente para conocer de él.
Producida la prórroga de la competencia, ya sea expresa o tácita, no podrán
las partes alegar la incompetencia relativa del tribunal que naturalmente no era el
competente, pero que ha pasado a tener una competencia prorrogada.
ii.- Los efectos de la prórroga de la competencia son relativos, puesto que
sólo afecta a las partes que han concurrido a otorgarla.
Al efecto, el art.185 establece que " la prórroga de la competencia sólo surte
efectos entre las personas que han concurrido a otorgarla, mas no respecto de otras
personas como fiadores o codeudores.".

C.- Reglas legales especiales respecto de la competencia relativa:


En caso de no existir prórroga de la competencia, para determinar el tribunal
competente en razón del territorio es menester aplicar las diversas reglas especiales
que el legislador establece respecto de distintas materias.
Estas reglas especiales se encuentran contempladas entre los artículos 139
y 148 C.O.T., siendo las siguientes:

a.- Varias obligaciones que deban cumplirse en distintos lugares.


"Si una misma demanda comprendiere obligaciones que deben cumplirse en
diversos territorios jurisdiccionales, será competente para conocer del juicio el juez
del lugar en que se reclame el cumplimiento de cualquiera de ellas" (Art. 139
C.O.T.).

b.- Demandado con dos o más domicilios.


"Si el demandado tuviere su domicilio en dos o más lugares, podrá el
demandante entablar su acción ante el juez de cualquiera de ellos" (Art. 140 C.O.T.).

c.- Dos o más demandados con diversos domicilios.


"Si los demandados fueren dos o más y cada uno de ellos tuviere su domicilio
en diferente lugar, podrá el demandante entablar su acción ante el juez de cualquier
lugar donde esté domiciliado uno de los demandados, y en tal caso quedarán los
demás sujetos a la jurisdicción del mismo juez" (Art. 141 C.O.T.)

d.- Personas jurídicas.

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"Cuando el demandado fuere una persona jurídica, se reputará por domicilio,
para el objeto de fijar la competencia del juez, el lugar donde tenga su asiento la
respectiva corporación o fundación.
Y si la persona jurídica demandada tuviere establecimientos, comisiones u
oficinas que la representen en diversos lugares, como sucede con las sociedades
comerciales, deberá ser demandada ante el juez del lugar donde exista el
establecimiento, comisión u oficina que celebró el contrato o que intervino en el
hecho que da origen al juicio" (Art. 142 C.O.T.).
Es necesario recordar que, tratándose de la persona jurídica Fisco, es
competente para conocer de los juicios de hacienda el juez de letras de comuna
asiento de Corte de Apelaciones, cuando aquél aparece como demandado. Si, por
el contrario, el Fisco es el demandante, puede deducir su demanda ante el juezde
letras de comuna asiento de Corte de apelaciones o ante el juez del domicilio del
demandado, a su elección.

e.- Acciones posesorias.


"Es competente para conocer de los interdictos posesorios el juez de letras
del territorio jurisdiccional en que estuvieren situados los bienes a que se refieren.
Si ellos, por su situación, pertenecen a varios territorios jurisdiccionales, será
competente el juez de cualquiera de éstos" (Art. 143 C.O.T.)

f.- Juicios de Aguas.


"Será competente para conocer de los juicios de distribución de aguas el de
la comuna o agrupación de comunas en que se encuentra el predio del demandado.
Si el predio estuviere ubicado en comunas o agrupaciones de comunas cuyo
territorio correspondiere a distintos juzgados, será competente el de cualquiera de
ellas".

g.- Avería común.


"La justificación, regulación y repartimiento de la avería común se hará ante
el tribunal que designa el Código de Comercio" (Art. 145 C.O.T.).
Uno de los riesgos de la navegación marítima está constituido por la avería,
la que, en términos simples, puede equipararse a los daños y gastos extraordinarios
o imprevistos incurridos durante la expedición para la conservación de la nave, de
la carga o de ambas a la vez. La avería se clasifica en avería simple o particular y
avería gruesa o común.
La avería simple o particular, cuya especificación se encuentra en el Art. 1093
C. de Co., no genera, en principio, mayores problemas, ya que, de acuerdo al Art.
1094 C. de Co., "el propietario de la cosa que hubiese sufrido el daño o causado el
gasto, soportará la avería particular, sin perjuicio de su derecho para perseguir las
responsabilidades que correspondan".

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La avería gruesa o común está constituida "por los sacrificios o gastos
extraordinarios e imprevistos, efectuados o contraídos intencional y
razonablemente, con el objeto de preservar de un peligro común a los intereses
comprometidos en la expedición marítima".
En cuanto a las normas de competencia, el legislador mercantil ha sido
bastante explícito:
i) Si el arreglo de la avería se hace fuera del territorio de la República, se
aplican las leyes, usos y costumbres del lugar donde se verifica el arreglo (Art. 1092
C. de Co.).
ii) Si el arreglo se hace en territorio nacional, éste debe efectuarse por un
perito liquidador, designado, a falta de acuerdo, por el juez competente del puerto
donde termina la descarga.

h.- Juicio de alimentos. Art. 147 del C.O.T.


En el juicio de alimentos, en razón del elemento territorio, son competentes
para conocer de la demanda de alimentos el juez de familia del domicilio del
alimentante o del alimentario a elección de este último.
De las solicitudes de cese, aumento o rebaja de la pensión, conocerá el juez
que decretó la pensión.

i.- Acciones de Reclamación de Filiación. Art 147 C.O.T.


Es competente el del domicilio del demandado o demandante, a elección de
este último.

j.- Juicios hereditarios.


Señala el Art. 148, inc. 1º C.O.T. que "será competente para conocer del juicio
de petición de herencia, del de desheredamiento y el de validez o nulidad de
disposiciones testamentarias, el del lugar donde se hubiere abierto la sucesión del
difunto con arreglo a lo dispuesto por el artículo 955 del Código Civil.".
El precepto sustancial al que la norma instrumental se remite, se refiere a la
delación de la herencia, esto es, al llamado que hace la ley a los herederos a aceptar
o repudiar una asignación: "La sucesión en los bienes de una persona se abre al
momento de su muerte en su último domicilio, salvos los casos expresamente
exceptuados.
La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre; salvas las
excepciones legales" (Art. 955 C.C.).
En otras palabras, concordando el precepto orgánico-procesal con el
precepto del Código Civil, se concluye que es competente el juez de letras de las
comunas o agrupaciones de comunas donde el causante tuvo su último domicilio.
El Art. 148, inc. 2º C.O.T., se refiere a la competencia en materias no
contenciosas.

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Sin embargo, existe una hipótesis en este inciso segundo, cuya inclusión
pareciera dudosa dentro de las reglas de competencia contenciosa. En efecto,
señala el precepto citado que ese mismo juez es competente para conocer de todas
las diligencias judiciales relativas a la partición de bienes que el causante hubiere
dejado. La lectura aislada del precepto puede inducir a error, ya que la partición de
bienes es materia de arbitraje forzoso, el que necesariamente ha de verificarse por
medio de árbitros de derecho. Sin embargo, concordando los preceptos citados,
hemos de llegar a la conclusión que el Art. 148, inc.1º C.O.T. se refiere a aspectos
previos y conducentes a la designación del juez partidor, en caso de que las partes
no lleguen a acuerdo sobre la persona en quien recaerá la designación.

k.- Asuntos Concursales.


De acuerdo al Art. 154 C.O.T. "será juez competente en materia de quiebras,
cesiones de bienes y convenios entre deudor y acreedores el del lugar en que el
fallido o deudor tuviere su domicilio".

D.- Reglas vinculadas a la naturaleza de la acción deducida:


En la determinación de la competencia, atendiendo al factor naturaleza de la
pretensión, el Código distingue entre acciones muebles, acciones inmuebles y
acciones mixtas, esto es, en las que se reclaman derechos muebles e inmuebles a
la vez, siguiendo en este punto la clasificación general del Art. 580 del Código Civil.

a.- Cuando la acción (pretensión) es INMUEBLE estamos frente a un caso de


competencia acumulativa o preventiva. En efecto, prescribe el Art. 135 C.O.T. que
"si la acción entablada fuere inmueble, será competente para conocer del juicio el
juez del lugar que las partes hayan estipulado en la respectiva convención. A falta
de estipulación será competente, a elección del demandante:
1º El del lugar donde se contrajo la obligación; o
2º El del lugar donde se encontrare la especie reclamada".
Si el inmueble o inmuebles que son objeto de la acción estuvieren situados
en distintos territorios jurisdiccionales, será competente cualquiera de los jueces en
cuya comuna o agrupación de comunas estuvieren situados".

b.- Tratándose de acciones (pretensiones) MIXTAS o que comprende


pretensiones muebles e inmuebles a la vez, señala el Art. 137 C.O.T. que "si una
misma acción tuviere por objeto reclamar cosas muebles e inmuebles, será juez
competente el del lugar en que estuvieren situados los inmuebles.
Esta regla es aplicable a los casos en que se entablen conjuntamente dos o
más acciones, con tal que una de ellas, por lo menos sea inmueble".

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c.- Finalmente, prescribe el Art. 138 C.O.T. que "si la acción entablada fuere
de las que se reputan MUEBLES con arreglo a lo prevenido en los artículos 580 y
581 del Código Civil, será competente el juez del lugar que las partes hayan
estipulado en la respectiva convención.
A falta de estipulación de las partes, lo será el del domicilio del demandado".

Los hechos que se deben, como las promesas, se reputan muebles, de


acuerdo al Art. 581 C.C. y, consiguientemente, se rigen por la disposición del Art.
138 C.O.T.

E.- Regla Supletoria:


A falta de todas las otras reglas de competencia que se han enunciado, será
juez competente para conocer del asunto aquel en que tenga su domicilio el
demandado (Art. 134 C.O.T.).
Para los efectos de la competencia, "el lugar donde un individuo está de
asiento, o donde ejerce habitualmente su profesión u oficio, determina su domicilio
civil o vecindad" (Art. 62 C.C.).
Cuando el demandado posee más de un domicilio, será competente para
conocer del asunto el juez que ejerza jurisdicción en cualquiera de ellos.

3.- Las reglas de la Competencia relativa en los asuntos civiles no contenciosos:


A.- Reglas de descarte:
Para poder determinar con precisión el tribunal que es competente para
conocer de los asuntos no contenciosos en que no se promueve conflicto entre
partes, en los que no cabe la prórroga de la competencia, es menester tomar en
consideración las siguientes reglas de descarte:
1º Determinar si el legislador ha establecido una regla especial en atención
al elemento territorio, en cuyo caso a ella hemos de atenernos; y
2º Ante la falta de una regla especial, se debe aplicar la regla supletoria que
concede competencia al tribunal de la comuna o agrupación de comunas en que
tenga su domicilio el solicitante.

B.- Reglas especiales:


Ellas se encuentran contempladas en los artículos 148 a 155 C.O.T., siendo
las siguientes:
a.- Asuntos no contenciosos en materia sucesoria.
i) Es competente para conocer de todas las diligencias judiciales relativas a
la apertura de la sucesión, formación de inventarios, tasación y partición de bienes

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del difunto, el tribunal de la comuna o agrupación de comunas en que tuvo su último
domicilio el causante (Arts.148, inc.2º C.O.T).
ii) "Cuando una sucesión se abra en el extranjero y comprenda bienes
situados dentro del territorio chileno, la posesión efectiva de la herencia deberá
pedirse en el lugar en que tuvo el causante su último domicilio en Chile, o en el
domicilio del que la pida si aquél no lo hubiere tenido" (Arts.149 C.O.T.)

b.- Nombramiento de tutores y curadores:


"Será juez competente para conocer del nombramiento de tutor o curador y
de todas las diligencias que, según la ley, deben preceder a la administración de
estos cargos, el del lugar donde tuviere su domicilio el pupilo, aunque el tutor o
curador nombrado tenga el suyo en lugar diferente.
El mismo juez será competente para conocer de todas las incidencias
relativas a la administración de la tutela o curaduría, de las incapacidades o excusas
de los guardadores y de su remoción" (Art. 150 C.O.T.).
"Para nombrar curador a los bienes de un ausente o a una herencia yacente,
será competente el juez del lugar en que el ausente o el difunto hubiere tenido su
último domicilio.
Para nombrar curador a los derechos eventuales del que está por nacer, será
competente el juez del lugar en que la madre tuviere su domicilio" (Art. 152 C.O.T.).

c.- Muerte presunta.


"En los casos de presunción de muerte por desaparecimiento, el juez del
lugar en que el desaparecido hubiere tenido su último domicilio será competente
para declarar la presunción de muerte y para conferir la posesión provisoria o
definitiva de los bienes del desaparecido a las personas que justifiquen tener
derecho a ellos" (Art. 151 C.O.T.)

d.- Autorización gravar y enajenar.


"Para aprobar o autorizar la enajenación, hipotecación o arrendamiento de
inmuebles, es competente el juez del lugar donde éstos estuvieren situados" (Art.
153 C.O.T.).

e.- Censo.
"Será tribunal competente para conocer de la petición para entrar en el goce
de un censo de transmisión forzosa, el del territorio jurisdiccional en donde se
hubiere inscrito el censo. Si el censo se hubiere redimido, el del territorio
jurisdiccional donde se hubiere inscrito la redención. Si el censo no estuviere inscrito
ni se hubiere redimido, el del territorio jurisdiccional donde se hubiere declarado el
derecho del último censualista" (Art.155 C.O.T.).

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4.- Las reglas de la competencia relativa en los asuntos penales:
A.- Introducción:
En materia criminal, el factor territorio presenta dos particularidades que lo
diferencian de las reglas civiles. Por una parte, es un elemento de orden público y,
consiguientemente, improrrogable por la voluntad de las partes (Art. 9o. C.P.P.).
Por otro lado, este elemento está determinado por el lugar físico en que el
delito se cometió o dio inicio a su ejecución. Así, por lo demás, lo señala el Art.157,
inc.1º C.O.T. al expresar: "Será competente para conocer de un delito el tribunal en
cuyo territorio se hubiere cometido el hecho que da motivo al juicio".
“El delito se considerará cometido en el lugar donde se dio comienzo a su
ejecución”.

B.- Delitos cometidos dentro del territorio nacional:


El artículo 157 del C.O.T. contempla las siguientes reglas:
1º.- Será competente para conocer de un delito el tribunal en cuyo territorio
se hubiere cometido el hecho que da motivo al juicio.
2º.- El delito se considerará cometido en el lugar donde se hubiere dado
comienzo a su ejecución.
3º.- El juzgado de garantía del lugar de comisión del hecho investigado
conocerá de las gestiones a que diere lugar el procedimiento previo al juicio oral.
4º.- Cuando las gestiones debieren efectuarse fuera del territorio
jurisdiccional del juzgado de garantía y se tratare de diligencias urgentes, la
autorización judicial previa podrá ser concedida por el juez de garantía del lugar
donde deban realizarse.
5º.- Si se suscitare conflicto de competencia entre jueces de varios juzgados
de garantía, cada uno de ellos estará facultado para otorgar las autorizaciones o
realizar las actuaciones urgentes, mientras no se dirimiere la competencia.
6º.- La competencia del Juez de Garantía, como la de las Cortes de
Apelaciones, no se alterará por razón de haber sido comprometidos por el hecho
intereses fiscales.
En el nuevo sistema procesal penal, a diferencia de lo que ocurría con el
antiguo, no se hace ninguna distinción en caso de pluralidad de delitos o de delitos
conexos para determinar la competencia del tribunal.
Para los efectos de regular tal materia, se contempla una norma única en el
artículo 159 del C.O.T, la que contempla las siguientes reglas:
1º.- Si en ejercicio de las facultades que la ley procesal penal confiere al
Ministerio Público, éste decidiere investigar en forma conjunta hechos constitutivos
de delito en los cuales son competentes más de un juez de garantía en atención a
haberse cometido en más de un territorio jurisidiccional, continuará conociendo de

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las gestiones relativas a dichos procedimientos el juez de garantía del lugar de
comisión del primero de los hechos investigados.
2º.- En el evento anterior, el Ministerio Público comunicará su decisión en
cada uno de los procedimientos que se seguirán en forma conjunta, para lo cual
solicitará la citación a una audiencia judicial de todos los intervinientes en ellos. El
o los jueces de garantía inhibidos harán llegar copias de los registros que obraren
en su poder al juez de garantía al que correspondiere continuar conociendo de las
gestiones a que diere lugar el procedimiento.
3º.- Si el Ministerio Público decidiere posteriormente separar las
investigaciones que llevare conjuntamente, continuarán conociendo de las
gestiones correspondientes los jueces de garantía competentes de conformidad a
la regla general contenida en el artículo 157, procediéndose de conformidad a los
incisos segundo y tercero del artículo 159 del COT.

C.- Delitos cometidos en el extranjero:


Hemos visto con anterioridad que en nuestro país rige el principio de la
territorialidad, en razón del cual, la ley penal sólo rige en Chile y en su territorio
afecta a todos los habitantes, sean chilenos o extranjeros.
Sin embargo, también hemos visto que existe una importante excepción,
contemplada en el Art.6. C.O.T. y en cuya virtud los tribunales chilenos pueden
conocer de ciertos delitos cometidos en el extranjero.
A esta excepción se refiere el Art. 167 C.O.T. al señalar al respecto que son
competentes los Tribunales de Garantía y Orales en lo Penal de la jurisdicción de la
Corte de Apelaciones de Santiago, conforme un turno que fijen dichos Tribunales.

LA INCOMPETENCIA DEL TRIBUNAL.


1.- La incompetencia del Tribunal y su sanción:
Conforme al artículo 7 de la C.P.E , " Los órganos del Estado actúan
válidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia
y en la forma prescriba la ley”.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden
atribuirse, ni aún a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o
derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la
Constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las
responsabilidades y sanciones que señale la ley.-"

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Por otra parte, el artículo 19 N° 7 de la C.P.E. establece que " la Constitución
asegura a todas las personas la igual protección de la ley en el ejercicio de sus
derechos.
Nadie puede ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que
señalare la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la
perpetración del hecho.
Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer
siempre las garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justo."
En consecuencia, el constituyente se ha encargado expresamente de
establecer que los tribunales son los órganos públicos encargados de ejercer la
función jurisdiccional, debiendo actuar para ello dentro de las atribuciones que la ley
confiere.
La esfera, medida o grado en la que cada órgano jurisdiccional puede ejercer
sus atribuciones se encuentran establecidas por las reglas de la competencia
conforme a los establecido en los artículos 108 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales.
Si un tribunal actúa fuera de las atribuciones que la ley le ha establecido, todo
lo actuado ante el adolecerá de nulidad de acuerdo a lo previsto en el artículo 7 de
la C.P.E.

En nuestro derecho procesal no se contemplan causales específicas para


declarar la nulidad procesal, sino que ella debe ser declarada en todos los casos en
que se infrinjan las normas que se han establecido para la actuación de un órgano
público, ya sea en lo que diga relación son su competencia o el procedimiento.
La nulidad procesal puede obedecer a infracciones respecto de leyes de
orden público, en cuyo caso ella debe ser declarada de oficio por el tribunal o a
petición de parte; o de orden privado, en cuyo caso ella sólo puede ser declarada a
petición de parte.
Además la nulidad procesal sólo puede ser invocada en las oportunidades
que el legislador contempla dentro del proceso en el cual se hubiere cometido el
vicio, no siendo posible que se pueda iniciar un nuevo juicio con posterioridad para
obtener la declaración de nulidad de lo actuado en un juicio anterior. Al efecto, en el
mensaje del C.P.C. se establece perentoriamente que "se desconoce de un modo
expreso la acción ordinaria para invalidar sentencias".
En consecuencia, una vez que la sentencia se encuentre firme o ejecutoriada
y hubiere pasado en autoridad de cosa juzgada se genera la máxima preclusión,
extinguiéndose todo medio para los efectos de impugnar la resolución con motivo
de cualquier vicio que se hubiere cometido en el proceso, a menos que
excepcionalmente sea procedente la interposición del recurso de revisión por las
causales y en los plazos que el legislador establece.

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Tratándose de la infracción de las reglas de la competencia absoluta no cabe
duda que estamos en presencia de una infracción de una ley de orden público, y su
trascendencia es de tal envergadura que el tribunal no sólo ha establecido la
facultad del tribunal para declararla de oficio, sino que además excepcionalmente y
como único caso la ha excluido del plazo preclusivo para que se alegue por la vía
de un incidente de nulidad dentro del proceso en que se cometió el vicio en el inciso
segundo del artículo 83 del C.P.C.-
En cambio, las leyes de la competencia relativa en los asuntos contenciosos
civiles son de orden privado, puesto que ellas son renunciables por las partes a
través de la prórroga de la competencia. La infracción a las reglas de la competencia
relativa en esta materias da lugar a una nulidad procesal de orden privado, la que
se caracteriza por no poder ser declarada de oficio por el tribunal y ser susceptible
de
sanearse y de renunciarse por las partes.

2.- Formas de hacer valer la incompetencia del Tribunal:


De acuerdo a lo señalado precedentemente, ha quedado claramente
demostrado que la sanción a la infracción de las reglas de la competencia absoluta
y relativa es la nulidad procesal.
El legislador ha establecido diversas formas comunes de hacer valer la
nulidad procesal por infracción a las reglas de la competencia absoluta y relativa,
las que en algunos casos presentan ciertas particularidades tratándose de las que
dicen relación con la competencia relativa en los asuntos civiles contenciosos
atendiendo su orden privado respecto de las demás que revisten el carácter de
orden público.
Las vías que el legislador ha contemplado para hacer valer la nulidad
procesal son las siguientes:

A.- De oficio por el tribunal:


El artículo 84 inciso final del C.P.C. establece que el tribunal puede corregir
de oficio los errores que observe en la tramitación del proceso.
En el artículo 163 del C.P.P. se contempla la facultad del tribunal para
declarar la nulidad con carácter más limitado, pero dentro de la cual debemos
considerar comprendida la declaración de nulidad por incompetencia del tribunal.
Por otra parte, el artículo 83 del C.P.C., establece que la nulidad procesal
podrá ser declarada de oficio por el tribunal.
Finalmente, a propósito del recurso de casación en la forma se establece que
si un tribunal superior jerárquico se encuentre conociendo de una causa por vía de
casación, apelación, consulta o alguna incidencia puede proceder a casar de oficio
una sentencia si aparece de manifiesto de los antecedentes una causal que hace

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procedente el recurso de casación en la forma, dentro de las cuales se encuentra la
incompetencia del tribunal.(art.775 del C.P.C)

Tratándose de la incompetencia relativa en los asuntos civiles contenciosos,


ella no puede ser declarada de oficio por el tribunal, puesto que se trata de aquellas
nulidades de orden privado que sólo pueden ser invocadas por las partes.
Además, no es posible que el tribunal declare de oficio su incompetencia
relativa en los asuntos civiles contenciosos, puesto que el legislador contempla la
disponibilidad de esas normas por las partes, la que en caso de la prórroga tácita de
la competencia ellas operan luego de iniciado el proceso.
Si el tribunal pudiera declarar de oficio su incompetencia relativa en los
asuntos judiciales contenciosos a la presentación de la demanda no sería posible
que operara la prórroga tácita que contempla el legislador.

B.- Por vía incidental.


La posibilidad de alegar la incompetencia del tribunal a través de la
promoción de un incidente se puede verificar a través de la declinatoria de
competencia, la inhibitoria de competencia, el incidente de nulidad procesal y el
incidente de nulidad en la segunda instancia.

a.- La declinatoria de competencia.


El artículo 101 del C.P.C. establece que podrán las partes promover
cuestiones de competencia por inhibitoria o declinatoria.
Estas dos vías para alegar la incompetencia del tribunal son incompatibles
entre sí, puesto que "las que hayan optado por uno de estos medios no podrán
después abandonarlo para recurrir al otro. Tampoco podrán emplearse los dos
simultánea ni sucesivamente."
La declinatoria de competencia es aquella incidencia que se propone ante el
tribunal que se cree incompetente para conocer de un negocio que le esté sometido,
indicándole cual es el que se estima competente y pidiéndole que se abstenga de
dicho conocimiento.
Su tramitación se sujetará a las reglas establecidas para los incidentes.
(Art.111 del C.P.C.).-

En el juicio ordinario civil, la forma de hacer valer la declinatoria de


competencia es a través de la excepción dilatoria contemplada en el N° 1 del artículo
303 del C.P.C., esto es, "La incompetencia del tribunal ante quien se haya
presentado la demanda".
La sola aceptación de la excepción de incompetencia del tribunal importa la
abstención de este de seguir conociendo del asunto de acuerdo a lo prescrito en el
artículo 306 del C.P.C.-

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Si no se hace valer la declinatoria de competencia como excepción dilatoria
, ella puede hacerse valer con posterioridad por la vía de un incidente de nulidad
procesal de acuerdo a lo establecido en el inciso 2 del artículo 305 del C.P.C..-
No obstante, esta facultad sólo existe tratándose de la infracción de las
normas de la competencia absoluta y no de las normas que rigen la competencia
relativa en los asuntos civiles contenciosos, puesto que si el demandado comparece
al proceso sin hacerla valer prorrogará tácitamente la competencia.

En el procedimiento penal, la declinatoria de competencia por infracción de


las reglas de la competencia absoluta y relativa se puede alegar como una
excepción de previo y especial pronunciamiento de acuerdo a lo previsto en el
artículo 264 letra a) del C.P.P.-
Dicha excepción se hace valer para ser resueltas en la audiencia de
preparación del juicio oral por el juez de garantía. No es procedente hacer valer la
excepción de incompetencia en el juicio oral .Art. 265 CPP.

b.- La inhibitoria de competencia.


La inhibitoria de competencia es aquel incidente especial que se promueve
ante el tribunal que se cree competente y que no está conociendo del asunto
pidiéndole que se dirija al tribunal, que es incompetente pero que está conociendo
del negocio, para que se inhiba y le remita los autos.(art.102 del C.P.C.)

El tribunal ante el cual se presenta la solicitud debe analizar los antecedentes


y pronunciarse acerca de su competencia.
Si estima que la solicitud es procedente, le solicitará al tribunal que está
conociendo del asunto que se inhiba de seguir conociendo de él y le remita el
proceso.
Requerido el tribunal que está conociendo del asunto deberá oír a la parte
que ante él litiga, y con lo que ella exponga o en su rebeldía, procederá a acceder a
la inhibición o negar lugar a ella.
Si se niega se generará una contienda positiva de competencia.
Si acepta la inhibitoria, remitirá los autos al tribunal requirente, resolviéndose
con ello la cuestión de competencia.

c.- El incidente de nulidad procesal.


La tramitación de un proceso por parte de un tribunal incompetente es un
vicio que da lugar a la nulidad procesal, pudiéndose hacer ella valer de acuerdo a lo
previsto en los artículos 83 y 85 del C.P.C.-

54
Para hacer valer el incidente de nulidad procesal no existe un plazo para
promoverlo de acuerdo a lo establecido en el inciso segundo del artículo 83 del
C.P.C..-
No obstante, deberán concurrir para promover el incidente de nulidad por
incompetencia del tribunal los siguientes requisitos: Que exista un juicio pendiente
y que el proceso se trámite ante un tribunal absolutamente incompetente.

d.- Como incidente de nulidad procesal en segunda instancia.


El inciso segundo del artículo 305 del C.P.C. establece en su inciso final que
"las excepciones de incompetencia y litispendencia pueden oponerse en segunda
instancia en forma de incidente”.

C.- El recurso de casación en la forma.


El recurso de casación en la forma es aquel que persigue invalidar una
sentencia definitiva o interlocutoria de aquellas que ponen termino al juicio o hacen
imposible su continuación, por emanar ella de un procedimiento viciado o no
haberse cumplido con los requisitos legales en su dictación.
Una de las causales que permite interponer el recurso de casación en la
forma es la incompetencia del tribunal de acuerdo a lo establecido en los artículos
768 N° 1 del C.P.C.-
Para los efectos de poder deducir el recurso de casación en la forma es
menester que el recurso se hubiera previamente preparado, esto es, que en la
especie se hubiere alegado previamente por todos los medios que establece la ley
y oportunamente el vicio de incompetencia del tribunal.
Si el vicio de casación en la forma no hubiere sido reclamado con anterioridad
en el procedimiento el recurso de casación en la forma deberá ser declarado
improcedente.
En el sistema procesal penal, la incompetencia del tribunal que pronuncia la
sentencia definitiva es una causal para deducir el recurso de nulidad en su contra.(
Art. 374 letra a).

Además constituyen medios indirectos de reclamar respecto de la


incompetencia del tribunal el recurso de apelación y el recurso de queja, los cuales
se pueden interponer con motivo de la dictación de las resoluciones que
erróneamente no hubieren acogido un incidente en el cual se hace valer
fundadamente el incidente de incompetencia del tribunal.

3.-Paralelo entre la vía declinatoria y la vía inhibitoria :


a.- Ambas son incidentes especiales.

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b.- La inhibitoria se promueve ante el tribunal que se cree competente, pero
que no está conociendo del asunto.
La declinatoria se promueve ante el tribunal que está conociendo del asunto,
pero que se estima incompetente para que conozca de él.
c.- La inhibitoria genera un incidente que no es de previo y especial
pronunciamiento, sin perjuicio que se anule todo lo obrado ante el tribunal
incompetente si con posterioridad ella es acogida.
La declinatoria es un incidente de previo y especial pronunciamiento.112 inc.
1º C.P.C.
d.- La inhibitoria puede dar lugar a una contienda positiva de competencia
La declinatoria no da origen a una contienda de competencia.

PARALELO ENTRE LA JURISDICCIÓN Y LA COMPETENCIA.


J: Poder deber del Estado para la resolución de litigios
C: Grado, esfera o medida para el ejercicio de la jurisdicción (Art. 108 C.O.T.).

J: No admite calificaciones.
C: Admite múltiples clasificaciones.

J: No es delegable por los tribunales.


C: Es delegable, pero sólo parcialmente a través de los exhortos.

J: No es prorrogable.
C: Es prorrogable respecto del elemento territorio, en los asuntos contenciosos
civiles, en primera instancia y entre tribunales ordinarios.

J: Un juez puede tener jurisdicción y carecer de competencia.


C: Un juez no puede tener competencia y carecer de jurisdicción.

J: Su falta genera la inexistencia procesal.


C: Su falta genera la nulidad procesal.

J: Según la jurisprudencia puede ser alegada como excepción perentoria.


C: Por vía de declinatoria se alega como excepción dilatoria.

J: La falta de jurisdicción no se sanea con la ejecutoriedad de la sentencia,


produciéndose sólo una cosa juzgada aparente.

56
C: La falta de competencia se sanea con la ejecutoriedad de la sentencia,
produciéndose la cosa juzgada formal y real.

J: La falta de jurisdicción no se puede impugnar por el recurso de casación en


la forma, puesto que este supone juicio existente, aunque con defectos formales.
Nota: De aceptarse la tesis de poderse hacer valer como perentoria,
procedería el recurso de casación en el fondo contra fallo segunda instancia.

C: La falta de competencia puede impugnarse por la casación en la forma,


existiendo una causal específica de procedencia.
LAS REGLAS DE DISTRIBUCION DE CAUSAS.

1. Naturaleza e importancia:
Una vez que utilizamos las reglas de competencia absoluta y relativa
podemos llegar a determinar el tribunal que va a conocer del asunto.
Si de la aplicación de esas reglas hemos llegado a establecer que dentro del
territorio jurisdiccional existe un sólo tribunal de la misma jerarquía para conocer del
asunto no existirá inconveniente alguno, y podremos deducir derechamente la
demanda en materia civil y la denuncia o querella en materia penal directamente
ante él.
Sin embargo, puede ocurrir que por la aplicación de las reglas de la
competencia absoluta y relativa lleguemos a determinar que es competente el juez
de letras de una comuna o agrupación de comunas donde existe más de un tribunal,
siendo, legalmente, todos igualmente competentes.
Frente a esa circunstancia, surge entonces la pregunta de saber cuál de
todos esos tribunales va, en definitiva, a conocer del asunto, pese a que, por
aplicación de las reglas anteriores, todos son competentes.
A esta situación se van a referir las reglas de distribución de causas y del
turno, reglas que nos indicarán cuál es el tribunal preciso de los competentes en
virtud de las reglas de la competencia absoluta y relativa que va a conocer del
asunto.
Las reglas de distribución de causas son aquellas que nos permiten
determinar cual tribunal luego aplicadas las reglas de la competencia absoluta y
relativa va a conocer del asunto, cuando existan en el lugar dos o más tribunales
competentes.
De acuerdo a la posición mayoritaria de la doctrina y de la jurisprudencia en
la actualidad, podemos señalar que las reglas de distribución de causas no son
reglas de la competencia relativa, sino que sólo medidas de orden establecidas en
virtud de facultades económicas destinadas a producir una adecuada distribución
del trabajo.
Se ha fallado que "la distribución de las causas entre los varios jueces de un
mismo departamento (hoy, comunas o agrupación de comunas) de igual jerarquía,
57
a que se refiere el artículo 176 del Código Orgánico de Tribunales, no constituye una
regla de competencia, sino que una medida legal de orden puramente económico,
cuya naturaleza no permite sustentar en ella la incompetencia del tribunal y, por
ende, debe rechazarse la excepción dilatoria fundada en ella" (R.D. y J.Tomo LXXIX
N50 Nº2. 1982. Segunda Parte. Sección Segunda. Pág. 35. ).
No obstante, estas reglas de distribución de causas son de orden público, no
pudiendo ser modificadas por la voluntad de las partes, debiendo el tribunal
abstenerse de admitir a tramitación las demandas que no las respeten, pudiendo
ser
sancionado el tribunal que haga caso omiso de ellas en virtud de las facultades
disciplinarías.

En otras palabras, las reglas de distribución de causas y del turno son simples
disposiciones de carácter administrativo tendientes a una mejor distribución del
trabajo judicial.

El sistema chileno tiene como base a los Arts. 175 y ss. del C.O.T., preceptos
que reciben una complementación con los autos acordados, especialmente los de
la Corte Suprema y de la Corte de Apelaciones de Santiago.

2. Reglas de distribución de causas en los asuntos civiles:


Es necesario, previamente, determinar si los tribunales competentes se
encuentran en comunas que son asientos de Corte de Apelaciones o comunas que
no lo son.

A.- Si los jueces de letras son de lugares que no son asiento de Corte de
Apelaciones se aplica la regla del turno.
Establecen al respecto los incisos 1º, 2º y 4º del art. 175, del C.O.T.: "En las
comunas o agrupaciones de comunas en donde hubiere más de un juez de letras,
se dividirá el ejercicio de la jurisdicción, estableciéndose un turno entre todos los
jueces, salvo que la ley hubiere cometido a uno de ellos el conocimiento de
determinadas especies de causas.
El turno se ejercerá por semanas. Comenzará a desempeñarlo el juez más
antiguo, y seguirán desempeñándolo todos los demás por el orden de su
antigüedad.
Cada juez de letras deberá conocer de todos los asuntos judiciales que se
promuevan durante su turno, y seguirá conociendo de ellos hasta su conclusión".

B.- Si los jueces de letras son de lugares que son asiento de Corte de Apelaciones
se aplica la regla de distribución de causas.

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Si en la comuna o agrupación de comunas asiento de Corte de Apelaciones
existieren dos o más jueces de letras , se está a la regla de distribución de causas
que reglamenta el Art. 176 C.O.T.: "En los lugares de asiento de Corte en que
hubiere más de un juez de letras en lo civil, deberá presentarse a la secretaría de la
Corte toda demanda o gestión judicial que se iniciare y que deba conocer alguno de
dichos jueces, a fin de que se designe el juez a quien corresponda su conocimiento.
Esta designación se hará por el presidente del tribunal, previa cuenta dada
por el secretario, asignando a cada causa un número de orden, según su naturaleza,
y dejando constancia de ella en un libro llevado al efecto que no podrá ser
examinado sin orden del tribunal".

Existen, empero, algunas excepciones en que se exime de la distribución de


causas, pudiendo llevarse directamente el asunto ante un tribunal por la sola
disposición de la ley; o bien, ordenándose que determinados asuntos vuelvan a la
regla del turno.
A la primera situación se refiere el Art.178 C.O.T., precepto que indica los
casos en que no se sigue la regla de distribución de causas sino que directamente
se recurre para efectuar una presentación ante un tribunal previamente
determinado.
No será menester, entonces, utilizar nuevamente la regla de distribución de
causas toda vez que el asunto se encuentra sometido, de acuerdo a la regla de la
radicación, al conocimiento de un tribunal.
Señala el precepto citado que no obstante lo dispuesto en el Art. 176, serán
de la competencia del juez que hubiere sido designado anteriormente, las demandas
en juicios que se hayan iniciado:
a) por medidas prejudiciales;
b) por medidas preparatorias de la vía ejecutiva;
c) mediante la notificación previa ordenada por el artículo 758 del Código de
Procedimiento Civil.
d) todas las gestiones que se susciten con motivo de un juicio ya iniciado y
e) aquellas a que dé lugar el cumplimiento de una sentencia, fuera del caso previsto
en la parte final del artículo 114.

A la segunda situación, esto es, el regreso a la regla del turno, se refiere el


Art. 179 C.O.T.: "No están sujetos a lo dispuesto en el artículo 176 el ejercicio de las
facultades que corresponden a los jueces para el conocimiento de los asuntos que
tienen por objeto dar cumplimiento a resoluciones o decretos de otros juzgados o
tribunales, ni los asuntos de jurisdicción voluntaria.
La jurisdicción en estos casos será ejercida por el juez letrado de turno, a
menos que se trate de negocios derivados del conocimiento que otro juzgado tuviere

59
de un determinado asunto, en cuyo caso la jurisdicción podrá también ser ejercida
por éste.
Asimismo, en el territorio jurisdiccional de la Corte de Apelaciones de
Santiago el turno para el conocimiento de los asuntos de que trata el presente
artículo y demás que leyes especiales dispongan será ejercido simultáneamente por
cinco jueces letrados en la forma establecida en el inciso segundo del artículo 175".
En consecuencia, de acuerdo con este precepto legal respecto de los asuntos
judiciales no contenciosos siempre debe aplicarse la regla del turno, sin importar si
los dos o más jueces de letras sean o no asiento de Corte de Apelaciones.

3.- Reglas de distribución de causas en los asuntos penales:


En el nuevo sistema procesal penal, no cabe aplicar las reglas de distribución
de causas porque solo existe un tribunal de garantía y de tribunal de juicio oral en la
respectiva comuna.
Los asuntos se dividen entre los jueces que conforman el tribunal de garantía
y entre las diversas Salas del tribunal oral en lo penal de conformidad al
procedimiento objetivo y general que apruebe el comité de Jueces.

LAS CONTIENDAS Y CUESTIONES DE COMPETENCIA.


1.- Generalidades.
Mediante la aplicación de las reglas de la competencia absoluta y relativa se
determina por el legislador cual es el tribunal competente para conocer de un
determinado asunto.
No obstante, puede suceder que tanto el tribunal ante el cual se acude como
las partes que intervienen en el proceso puedan estimar que el órgano jurisdiccional
carece de competencia para conocer del conflicto.
Pues bien, se dice que nos encontramos ante una contienda de competencia
cuando se suscita un conflicto entre dos o más tribunales, en el cual uno de ellos
sostiene poseer competencia para conocer de un determinado asunto con exclusión
de los otros que están conociendo de él (contienda positiva); o en cual ninguno de
los tribunales que se encuentran en conocimiento de los antecedentes estima
poseer
competencia para conocer de un asunto (contienda negativa)

2.- Las contiendas de competencia:


Son los conflictos que se suscitan entre dos o más tribunales cuando estiman
que todos ellos tienen competencia para conocer de un determinado asunto

60
(contienda positiva) o que ninguno de ellos posee competencia para conocer de un
determinado asunto. (contienda negativa).
Lo transcendente desde un punto de vista orgánico es determinar el tribunal
encargado de resolver la contienda de competencia, debiendo para tal efecto
distinguir las contiendas entre tribunales ordinarios; entre tribunales especiales o
entre éstos y los tribunales ordinarios; y entre las autoridades políticas y
administrativas con los tribunales de justicia.

A.- Contienda entre Tribunales Ordinarios:


a.- Tribunales en conflicto tienen superior común: la contienda es resuelta por
el tribunal superior común. Art. 190 inc1 C.O.T.
b.- Tribunales en conflicto fueren de distinta jerarquía: será competente para
resolver la contienda el superior de aquel que tenga jerarquía más alta. Art. 190 inc
2 C.O.T.
c.- Tribunales en conflicto dependieren de diversos superiores, iguales en
jerarquía: será competente para resolver la contienda el que sea superior del tribunal
que hubiere prevenido en el conocimiento del asunto. Art. 190 inc3 C.O.T.

Los jueces árbitros de primera, de segunda o de única instancia tendrán por


superior, para estos efectos a la respectiva Corte de Apelaciones.

B.- Contienda entre Tribunales especiales, o entre éstos y los Tribunales Ordinarios:
Art 191 del C.O.T.
a.- Entre tribunales especiales o entre éstos y los tribunales ordinarios,
dependientes ambos de una misma Corte de Apelaciones: La contienda debe ser
resuelta por la Corte de Apelaciones.
b.- Entre tribunales especiales o entre éstos y los tribunales ordinarios,
dependientes ambos de diversas Cortes de Apelaciones: La contienda debe ser
resuelta por la Corte de Apelaciones que sea superior jerárquico del tribunal que
hubiere prevenido en el conocimiento del asunto.
c- Si no pudieren aplicarse las reglas precedentes, resolverá la contienda la
Corte Suprema.

C.- Contienda entre las autoridades políticas y administrativas y los Tribunales de


Justicia:
a.- Contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades
políticas o administrativas y los tribunales inferiores de justicia: Corresponderá
resolver la contienda a la Corte Suprema. Art. 191 inc4 C.O.T.

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b.- Contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades
políticas o administrativas y los tribunales superiores de justicia: Corresponderá
resolver la contienda al Senado. Art. 53 C.P.R.

Todas las contiendas de competencia serán falladas en única instancia. Art.


192 C.O.T.

LAS IMPLICANCIAS Y RECUSACIONES.


1.- Introducción.
La jurisdicción es una función del estado que requiere ser ejercida por un
órgano integrado por jueces imparciales.
Si el juez que ejerce jurisdicción no es imparcial no se daría uno de los
presupuestos para que nos encontremos ante el debido proceso.
Para resguardar esta imparcialidad se ha establecido el sistema de las
implicancias y recusaciones.
Las implicancias y recusaciones conducen a una incompetencia accidental o
subjetiva conforme a lo previsto en el art. 194 del C.O.T.

2.- Reglamentación.
Arts 194 y sgtes y 483 y sgtes C.O.T.
Art.s 113 y sgtes C.P.C.

3.- Concepto.
Las implicancias o recusaciones son inhabilidades por las causales previstas
en la ley, que inhabilitan a un juez o funcionario naturalmente competente para
conocer o participar en un determinado asunto, por considerarse que existe un
interés presente que le hace perder la imparcialidad requerida en la función que
desempeña.-

4.- Causales:
a) Implicancias : art. 195 C.O.T.
b) Recusaciones : 196 C.O.T.

5.- Motivos.
A.- Parentesco: Implicancias: 195 Nºs 2,4,6,7 y 9
Recusaciones : 196 Nºs 1,2,3,5,6,7,8,11 y 13
B.- Interés Implicancias: 195 Nºs 1,3,5, 6,7 y 9
Recusaciones : 196 Nºs 4,5,12,14,17 y 18

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C.- Amistad Recusación: 195 Nº 15

D.- Enemistad Recusación: 196 Nº 16

F.- Emisión de juicio anticipo juicio sobre cuestión pendiente


Implicancia: Art. 195 Nº 8
Recusación: Art 196 Nº 10

Especial trascendencia tiene en esta materia, el inciso final del art. 195 del
C.O.T. el cual establece como causales de implicancias en el nuevo proceso penal,
respecto de los jueces con competencia criminal, además de las señaladas, las
siguientes:
1º Haber intervenido con anterioridad en el procedimiento como fiscal o
defensor;
2º Haber formulado acusación como fiscal, o haber asumido la defensa, en
otro procedimiento seguido contra el mismo imputado, y
3º Haber actuado el miembro del tribunal de juicio oral en lo penal como juez
de garantía en el mismo procedimiento

6.- Paralelo entre las implicancias (I) y recusaciones (R).-

a) Fuentes
I: Art. 195
R: Art. 196

b) Extensión
I: A todos los jueces; funcionarios judiciales y peritos

R: idem

c) Obligación de los jueces


I: Art. 199 COT
R: Art. 199 COT

d) Fundamento
I: Presunción falta imparcialidad
R: Idem.

e) Gravedad
I: Mayor
R: Menor

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f) Modo de operar
I: Declaración de oficio o petición de parte. Art.200
R: Petición de parte, sin perjuicio de la recusación amistosa. Art. 200

g) Disponibilidad
I: Orden público
R: Orden privado

h) Renuncia tácita
I: No existe
R: Procede si no se alega dentro de 5º día. Art. 125 C.P.C.

i) Infracción
I: Delito Prevaricación. Art. 224 C.Penal
R: No hay delito

j) Consignación
I: Art. 118 C.P.C.
R: Art. 118 C.P.C.

k) Efectos interposición
I: Art. 119 y 120 C.P.C.
R: Art. 119 y 120 C.P.C

l) Competencia
I: Si es Tribuna unipersonal conoce el mismo: Si es Colegiado, el mismo
con exclusión de aquel cuya implicancia se pide. Art. 202, 203 C.O.T.
R: Superior jerárquico Art. 204 C.O.T.

o) Naturaleza jurídica
I: Incidente especial
R: Idem

p) Vía amistosa
I: No existe
R: Procede 124 C.P.C.

q) Apelación
I: Inapelable, salvo la que pronuncia juez unipersonal desechando la
implicancia

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R: Inapelable, salvo la que acepte la recusación amistosa, o declare de
oficio inhabilitación por alguna causal de recusación. Art. 205

r) Efectos
I: Integración y subrogación
R: Idem

7.- Recusación de los Abogados Integrantes.


1º.- No se requiere expresar causa. Art. 198 C.O.T.
2º.- Antes del inicio de la audiencia.

8.- Abandono de la implicancia y recusación:


De conformidad a lo previsto en el artículo 123 del C.P.C. “paralizado el
incidente de implicancia o de recusación por más de diez días, sin que la parte que
lo haya promovido haga gestiones conducentes para ponerlo en estado de que sea
resuelto, el tribunal lo declarará de oficio abandonado con citación del recusante.”
En consecuencia, tratándose de los incidentes de implicancia y recusación,
el legislador ha previsto el plazo más breve para sancionar la inactividad del
recusante (diez días) con la pérdida la implicancia y recusación que se haya hecho
valer.

9.- Renovación.
De conformidad a lo previsto en el artículo 128 del C.P.C. “cuando sean varios
los demandantes o los demandados, la implicancia o recusación deducida por
alguno de ellos, no podrá renovarse por los otros, a menos de fundarse en alguna
causa personal del recusante.”

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