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Las ITS tienen efectos profundos en la salud sexual y reproductiva en todo el mundo y figuran
entre las cinco categorías principales por las que los adultos buscan atención médica. Cada día,
más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual. Se estima que,
anualmente, unos 500 millones de personas contraen alguna de las cuatro infecciones de
transmisión sexual siguientes: candidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis. Más de 530 millones
de personas son portadoras del virus que provoca el HSV2. Más de290 millones de mujeres
están infectadas con el virus del papiloma humano (VPH), una de las ITS más comunes.
Las tasas de incidencia de las ITS siguen siendo altas en la mayor parte del
mundo, a pesar de los avances de diagnóstico y terapéuticos que pueden
rápidamente hacer que los pacientes con muchas ITS se vuelvan no contagiosos y
curar a la mayoría. En muchas culturas, las costumbres sexuales cambiantes y el
uso del anticonceptivo oral han eliminado las restricciones sexuales tradicionales,
especialmente para las mujeres y, sin embargo, tanto los profesionales de la salud
como los pacientes tienen dificultades para tratar abierta y sinceramente los
problemas sexuales. Adicionalmente, la difusión mundial de bacterias
drogorresistentes (ej., gonococos resistentes a la penicilina) refleja el uso erróneo
de antibióticos y la extensión de copias resistentes en las poblaciones móviles. El
efecto de los viajes se hace más evidente con la difusión rápida del virus del sida
(HIV-1) de África a Europa y al continente americano a finales de la década de
1970.
Las prevalencias de ITS observadas con frecuencia en las
adolescentes sexualmente activas tanto con síntomas del tracto genital bajo como
sin ellos incluyen Chlamydia trachomatis (10-25%), gonorreas de Neisseria (3-
18%), sífilis (0-3%), Trichomonas vaginalis (8-16%), y el virus del herpes
simple (2-12%). Entre muchachos adolescentes sin síntomas de uretritis, las tasas
aisladas incluyen C. trachomatis (9-11%) y gonorreas de N. (2-3%).
EPIDEMIOLOGIA:
Usar un preservativo cada vez que practique sexo vaginal, anal u oral. Los
métodos anticonceptivos que no son de barrera, como la píldora anticonceptiva o
el dispositivo intrauterino (IUD o DIU), no brindan protección frente a las ETS. Los
preservativos masculinos y femeninos son las opciones anticonceptivas más
eficaces para prevenir las ETS.
Limite la cantidad de parejas sexuales. Cuantas más parejas sexuales tenga,
mayor será su riesgo de contraer ETS.
Sea honesto con su pareja sobre cualquier riesgo o infección que haya
tenido.Conozca los antecedentes sexuales de su pareja. El dicho “te acuestas
con todos los que se hayan acostado con tu pareja” es verdad hasta cierto punto
en lo que respecta a las ETS.
Hágase pruebas de detección de ETS periódicamente. No todas las ETS tienen
síntomas, así que los exámenes médicos regulares son clave. Por ejemplo, los
expertos calculan que nueve de cada 10 personas que tienen el virus del herpes
simple no saben que lo tienen.
Si es mujer, visite a su médico para que le realice un examen pélvico una vez
al año o con la frecuencia que le sugiera su médico. Sea honesta con su médico
acerca de sus prácticas sexuales.
Siga su plan de tratamiento como le indicó su médico si tiene una ETS.
Asimismo, busque tratamiento inmediatamente si tiene algún síntoma de ETS.
Practique actividades sexuales seguras. Los besos en la boca y la estimulación
genital mutua conllevan muy poco riesgo de transmisión de ETS.
No deje que los líquidos corporales entren en contacto directo con la vagina,
el ano o la boca. Esto incluye la sangre, el semen, las secreciones vaginales y
cualquier supuración de llagas producidas por ETS.
No tenga relaciones sexuales si tiene llagas u otros signos de
infección cerca de la boca, el área genital o anal.
No toque las llagas o ronchas causadas por ETS.
No suponga que podrá darse cuenta de si su pareja tiene una ETS. Es
imposible saber a simple vista si alguien tiene una ETS. No todas las personas
que tienen una ETS presentan síntomas. La única forma de saber si alguien tiene
una ETS o no es por medio de análisis y pruebas.
No crea que no debe preocuparse por las ETS porque está en una relación
monógama. Tanto usted como su pareja deberían realizarse pruebas de
detección de ETS antes de tener relaciones sexuales sin preservativo.
No deje de protegerse durante las relaciones sexuales porque usted o su
pareja tiene una ETS. Un preservativo impedirá que usted o su pareja contraigan
una nueva ETS o que vuelvan a infectarse con la misma enfermedad. Además, el
hecho de tener algunas ETS, como herpes genital o sífilis, hace que sea más
propenso de infectarse por VIH.
No consuma drogas ni alcohol. Pueden hacer que tenga conductas arriesgadas
como practicar sexo sin protección.
EL TRABBAJO SEXUAL:
Desempleo y subempleo
Muchas personas poseen empleos permanentes con ingresos suficientes que les
permite cubrir sus necesidades e incluso un eventual ahorro; en cambio otros,
poseen oficios eventuales o pasajeros, donde las ganancias son inciertas, por lo
que deben recurrir a otras fuentes de ingreso.
Otras causas
Las pruebas de ETS son rápidas, simples y generalmente, no duelen. No hay una
sola prueba para todas las enfermedades de transmisión sexual: cada ETS tiene
su propia prueba. Tu médico puede ayudarte a determinar qué pruebas son las
que necesitas. Las pruebas para detectar ETS incluyen:
Gonorrea y clamidia
Herpes genital
Virus del papiloma humano (HPV por sus siglas en inglés)
Sífilis
Vaginosis bacteriana
Tricomoniasis
Hepatitis viral
VIH/SIDA
Durante el embarazo
Gonorrea y clamidia
La gonorrea y la clamidia son STD/STI bacterianas que pueden tratarse con
antibióticos administrados por vía oral o por inyección. Ya que estas infecciones
suelen ocurrir juntas, las personas que tienen una infección generalmente reciben
un tratamiento para ambas.1 Las parejas sexuales recientes deben tratarse al
mismo tiempo.
Herpes genital
Los brotes de herpes genitales pueden tratarse con medicamentos antivirales. Si
bien este medicamento puede limitar la duración y la gravedad de los brotes, no
cura la infección. Además, un tratamiento supresor diario (uso diario de un
medicamento antiviral) para el herpes puede reducir la probabilidad de transmisión
a las parejas sexuales.2 Una mujer embarazada que sepa que tiene la infección
debe prestar especial atención, ya que puede transmitir la infección al bebé
durante el parto. Las mujeres que contraen el virus del herpes simple genital
durante el embarazo tienen mayor riesgo de transmitírselo a sus bebés. Si una
mujer embarazada tiene un brote cuando comienza el trabajo de parto, podría
necesitar una cesárea para evitar que el bebé se contagie el virus al nacer. 3
Sífilis
Si se descubre en una etapa temprana, por lo general dentro del primer año de
infección, la sífilis puede tratarse mediante una única inyección intramuscular de
un antibiótico. Una persona que está siendo tratada por sífilis debe evitar el
contacto sexual hasta que las úlceras o chancros causados por las bacterias se
hayan curado por completo, para evitar infectar a otras personas.
Si una persona no reconoce la infección en una etapa temprana o no busca
tratamiento inmediato, podrá necesitar tratamientos con antibióticos más largos. Si
no se trata en absoluto, la infección puede avanzar aún más e incluso causar la
muerte. Si bien los antibióticos pueden evitar que la infección empeore, no pueden
revertir el daño ya causado.6
Vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana puede tratarse con antibióticos, por lo general
metronidazol o clindamicina. En general, las parejas sexuales masculinas de las
mujeres con vaginosis bacteriana no necesitan tratamiento, ya que el tratamiento
de la pareja sexual no ha demostrado reducir el riesgo de recurrencia.
El tratamiento durante el embarazo se recomienda principalmente a las mujeres
con riesgo de trabajo de parto prematuro o de tener un bebé con peso bajo al
nacer.7
Tricomoniasis
La tricomoniasis puede tratarse con una dosis única de un antibiótico,
generalmente metronidazol o tinidazol, administrado por vía oral. Con frecuencia,
la infección por Trichomonas vuelve a aparecer, por eso es importante asegurarse
que tanto usted como sus parejas sexuales reciban tratamiento, si se le
diagnostica esta infección.
Hepatitis viral
VIH/SIDA
El VIH/SIDA no tiene cura. Sin embargo, la investigación de nuevos tratamientos
ha mejorado los resultados para las personas que viven con la enfermedad. Es
posible hacer una terapia antirretroviral de gran actividad con una combinación de
medicamentos antirretrovirales, lo que permite controlar el virus, promover un
sistema inmunitario saludable, ayudar a las personas con el virus a tener una vida
más larga y reducir el riesgo de transmisión.
Durante el embarazo
Las mujeres embarazadas que tienen determinados tipos de STD/STI pueden
transmitirlo a sus bebés durante el embarazo o el parto. Por lo tanto, es importante
que las mujeres se realicen pruebas de detección para esas STD/STI como parte
del cuidado prenatal temprano para ayudar a que el bebé nazca sano.
El tratamiento específico dependerá de la STD/STI específica.
Es una infección de transmisión sexual (ITS) común.
GONORREA:
Los proveedores de atención médica en los Estados Unidos están obligados por
ley a informar al Comité Estatal de Salud (State Board of Health) acerca de todos
los casos de gonorrea. El objetivo de esta ley es garantizar que la persona reciba
los cuidados de control apropiados. Además, es necesario encontrar y examinar a
los compañeros sexuales.