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Anuradha Ghandy
“No hay nada nuevo en que las mujeres sean violadas. Ha sucedido durante años” –
Ministro de Defensa, George Fernandes, durante el “Debate Gujarat” en el Parlamento.
A la vez que este rechazo insensible de uno de los más atroces crímenes contra la mujer
es indignante, es también representativo de la actitud general hacia la violación - de la
sociedad, del Estado, de los poderes fácticos. A lo largo de la Historia, desde la época
de la esclavitud hasta la era del imperialismo, pasando por el feudalismo y el
capitalismo, ha habido un apoyo no escrito a la creencia de que la mujer puede y debe
ser "tomada por la fuerza". Desde el comienzo de las sociedades clasistas y del
patriarcado, la violación no sólo ha sido un arma para "mostrar a las mujeres cuál es su
lugar"; ha sido usado también para darle una lección a comunidades enteras, como un
instrumento de movilización política, para motivar a la comunidad en conflictos
armados, como represión contra movimientos sociales, como un acto de agresión por
parte del enemigo en la guerra. Qué ironía: si bien las mujeres han tenido poco o nada
que decir en la toma de decisiones, son ellas quienes sufren las consecuencias... tienen
sus cuerpos maltratados, sus mentes destrozadas. Debido a la presión del creciente
movimiento de la mujer, ha habido cambios en las leyes sobre violación, se han
establecido "rape crisis centres" [lugares en los que se ofrecen ayuda a las víctimas de
agresiones sexuales] y ha habido algunos cambios de actitud en los medios de
comunicación de los países imperialistas. El número de violaciones realizadas en estos
países (superior al de violaciones reportadas) todavía continúa siendo alto, mostrando
que la violación es parte integral del patriarcado y del sistema de clases.
Recientemente, las leyes sobre violación han vuelto a ser revisadas. La "Comisión de
Derecho" ha dado una serie de recomendaciones, algunas de las cuales ya han entrado
en vigor. El caso reciente de una estudiante universitaria del Colegio Médico "Maulana
Azad" en Delhi que fue violada a plena luz del día en el centro de la ciudad conmocionó
a todo el país. Una vez más, el Ministro del Interior, L.K. Advani de cara a la galería
comenzó pidiendo a gritos la pena de muerte para el violador mientras George
Fernandes cambió totalmente su anterior postura, declarando que los violadores
deberían ser disparados. El movimiento de la mujer, sin embargo, ha reaccionado
fuertemente a esto, argumentando que la pena de muerte difícilmente puede ser la
solución. Hemos visto que cuanto mayor sea el castigo proporcionado, menores serán
los casos en los que se produzcan condenas. Cuando la tasa de condenas es tan baja esto
seguramente no ayudará. Algunos consideran que la mujer puede ser asesinada después
de ser violada si la pena para ambos delitos es la muerte. Además, la vinculación del
acto de la violación con el asesinato, como el BJP está haciendo, refuerza aún más el
punto de vista feudal de que una mujer violada es tan buena como una muerta y no tiene
ninguna razón para vivir.
"Voy a hacerle una morada (a la simiente)” y creó una mujer. Tras crearla, la puso debajo y la
veneró. Por lo tanto, póngase a la mujer debajo y venéresela. Él extendió su órgano
eyaculador, y con éste la preñó." [Bhradaranyak Upanishad, Brahmana IV, ii].
Que la violación no fue solamente permitida sino también promovida es evidente por el
verso que sigue. En el caso de que una mujer no ceda a pesar de los halagos y sobornos,
se aconseja al hombre que "debe golpearla con un palo o con su mano y triunfar sobre
ella, diciéndola "con poder, con gloria, yo arrebato tu gloria"". Así, la mujer se
convierte en un ser despreciable. El violador no sufre ninguna estima. El gran maestro
de los dioses, Brhaspati, no sufre ningún castigo por violar a una mujer casada -el
castigo cae en su hijo, que nace ciego.
Para entender las demandas de cambios en las leyes de violación, debemos entender
cómo la violación es un instrumento de agresión y represión. En primer lugar, como
Engels ha señalado en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, la
opresión de la mujer se institucionaliza tras el desarrollo de la propiedad privada y la
sociedad de clases. La institución de la familia es una de las principales instituciones
que producen y reproducen el patriarcado.
Como señala Engels, con el fin de transmitir la propiedad del marido a sus herederos
legítimos, se colocaron diversas restricciones sobre la sexualidad de las mujeres. El
burka o el velo, las diversas normas sociales que restringen la libertad y la
independencia de las mujeres, están relacionadas con esto. La reducción de las mujeres
a la servidumbre y a la esclavitud no sólo ayudaron a apropiarse de su trabajo, sino que
también ayudaron a preservar el patriarcado. Por lo tanto, en la sociedad ‘gentil’ o de las
clases propietarias, una mujer era propiedad exclusiva de su familia y, para ella, ser
vista por otros hombres era una deshonra para su familia. En los días de la "caballería",
era el deber de los hombre del clan o la comunidad proteger el honor de sus esposas, y
una afronta a sus mujeres implicaba un llamamiento a las armas, desde duelos privados
hasta disputas familiares y guerras. El honor era tan importante que la mujer debía
cometer suicidio o sati (la palabra sánscrita ‘sati’ se refiere al rito o acto en el cual una
mujer se inmola en la pira funeraria del recién fallecido marido, o al sujeto (en la
mayoría de los casos una mujer) que ejecuta la acción de inmolarse) para
salvaguardarlo; los padres debían matar a sus hijos para preservarlo. Muchas de estas
normas feudales aún existen en las sociedades semifeudales y semicoloniales actuales, y
su influencia persiste en las sociedades capitalistas avanzadas.
La violación es un tipo de violencia que tiene múltiples efectos sobre la víctima y puede
dañar su psique hasta el punto de llevarla al suicidio. Después de sufrir la brutalidad
física del acto, cometido a menudo de manera sádica, viene el trauma emocional. Este
trauma se magnifica debido a las actitudes sociales que disuaden a las mujeres a hablar
y a luchar contra la violación, que las señalan como criminales y no como víctimas. La
cultura tradicional representa a la mujer violada como condenada de por vida, que no
tiene otra opción que la prostitución o el suicidio. De hecho, el mismo informe, se hace
referencia más arriba, dice que una encuesta realizada por la Federación de Amas de
Casa de la India (en la década de 1970) muestra que el 80% de las mujeres entró en la
institución de la prostitución, en primera instancia, como víctimas de violación. Una
víctima no puede casarse si está soltera. El estigma asociado es tan fuerte que no sólo es
que las mujeres duden en presentarse y reportar los casos y luchar por la justicia a través
de los tribunales, sino que ellas mismas sienten que están contaminadas, estropeadas,
derrotadas. Afortunadamente, algunas de estas actitudes están cambiando a medida que
más mujeres hablan. Esto se observó cuando los equipos de investigación visitaron
Gujarat y las innumerables víctimas de violación de origen musulmán tradicional,
tuvieron el valor para describir con detalle sus experiencias y luchar por la justicia.
Detrás de los innumerables casos de violación, que son considerados manifestaciones de
la lujuria incontrolada del violador, se refleja una psique que dice que las mujeres deben
ser vistas como objetos sexuales y que su razón de ser es satisfacer los deseos sexuales
de los hombres y dar a luz a niños. La identificación de las mujeres con sus funciones
sexuales y reproductivas es un tipo de condicionamiento social para niños y niñas que
están creciendo. Esto es útil para las clases dominantes, como el valor de la contribución
de las mujeres a la fuerza de trabajo a través de la función reproductiva, la cual sigue
siendo infravalorada. El tratarlas como objetos sexuales ayuda a mantener a la mitad de
la población sometida. Un gran número de violaciones se producen dentro de la familia
o de la familia extendida, por los vecinos. Los niños, las niñas y las viudas son
dependientes y dentro de las relaciones de trabajo son inseguras y explotadas. También
se producen en gran medida debido a los esfuerzos de los machos en afirmar, establecer
y reafirmar su poder en la lucha de género. Las tendencias sociales y culturales
degeneradas, debido a la persistencia de la cultura feudal y el crecimiento de la
penetración imperialista, han incrementado la violencia sexual contra la mujer. Debido a
la cosificación de la mujer en los medios de comunicación, en las industrias de belleza,
la moda, en el entretenimiento y en el turismo, las mujeres y las niñas son más
vulnerables a la violencia sexual.
Hoy en día, con el ataque de las fuerzas de Hindutva contra las minorías, ciento de
mujeres de las minorías han sido violadas y asesinadas con el respaldo del Estado en
Gujarat. Incluso antes de esto, durante los disturbios comunales, las mujeres han sido
violadas para dar una lección a la comunidad o para instigar/motivar a otra comunidad a
luchar. Así, las monjas fueron violadas en Jhabua, Madhya Pradesh, para darle una
lección a los misioneros cristianos; mientras que las mujeres Dalit son violadas para
advertir a la comunidad de las consecuencias de reclamar dignidad y respeto.
La violación y la ley.
Pasando por las leyes existentes contra la violación, primero vamos a confrontar la
mayor ironía: ¿quién es el que lucha por la víctima de violación, en contra del acusado?
Nada menos que el Estado burgués, uno de los más grandes autores de la violencia
contra las mujeres, cuyo objetivo es mantener el statu quo del patriarcado. Aunque
aparenta ser un Estado del bienestar, uno que posee la responsabilidad de hacer justicia
a la mujer agraviada, ella, como tal, no tiene voz real en la lucha, en su caso. La víctima
de violación es un mero testigo de su caso. Su destino depende de la piedad de la
policía, que realiza la panchanama [la transcripción de la declaración, del testimonio de
los hechos], del fiscal, del funcionario del gobierno, del juez y otros representantes del
Estado, cuyas mentes están llenas de la ideología de su clase/casta y de los prejuicios
patriarcales y cuyos bolsillos están llenos de dinero no contabilizado.
A continuación podemos examinar las diversas lagunas en la ley, que dan cuenta de la
baja tasa de condenas en casos de violación. En primer lugar, ¿qué constituye el delito
de violación de acuerdo con la ley? De acuerdo con la Sección 975 del Código Penal de
la India, la violación se comete cuando un hombre tiene relaciones sexuales con una
mujer contra su voluntad o sin su consentimiento. Teniendo en cuenta los sesgos
patriarcales del poder judicial y otras alas del aparato estatal, invariablemente acusa a la
víctima de ‘floja’, de ‘provocativamente vestida’, etc., esta cláusula actúa como una
escapatoria para el culpable.
Por lo tanto, diez años después de los cambios que habían tenido lugar en 1983, se
inició otra campaña para los cambios en la ley de violación. En los últimos cinco años,
numerosos talleres realizados por grupos de mujeres, centros de asistencia legal y
mujeres abogadas han originado propuestas de cambios. Estas propuestas se han dado a
la Comisión de Derecho (LCI) que, a su vez, han tenido en cuenta sus recomendaciones
a las autoridades. Recomendaciones que eran el resultado de una batalla legal
emprendida desde 1994 por una ONG llamada Sakshi en Nueva Delhi, enfrentándose a
un caso de abuso sexual de una menor de ocho años de edad a manos de su padre, un
funcionario gubernamental. En el transcurso de la causa, el Tribunal Supremo instó a la
LCI a revisar las leyes de violación existentes y recomendó una serie de cambios que
incorporan los intereses tanto de la mujer como de los niños y niñas. Junto con Sakshi,
el IFSHA (Intervenciones para Ayudar, Curar y Concienciar), toda la Asociación
Democrática India de la Mujer y la Comisión Nacional de la Mujer (todas las
organizaciones que buscan reformas dentro de las estructuras de poder existentes)
fueron consultadas y dieron sus sugerencias.
Cambios recomendados por la Comisión de Ley en el Código Penal Indio, 1860 sección
975:
Está claro que los cambios anteriores continúan dejando un amplio margen y muchas
lagunas -por ejemplo, una mujer tiene que probar que ella no dio su consentimiento y
también dar una prueba clara de esto. La Comisión de Ley no ha aceptado que el
"consentimiento" se reemplace por "acuerdo voluntario inequívoco". No se reconoce la
violación en el matrimonio. Además, una campaña está comenzando a protestar contra
otro inconveniente de las recomendaciones - que la ley tiene un género neutral.
Teniendo en mente el abuso sexual infantil, que incluye el abuso de chicos, la ley posee
un género neutral. La ley propone agrupar a las mujeres, los niños y los homosexuales,
cada uno de los cuales está oprimido de diferentes maneras, en la misma categoría.
Buscando ampliar los alcances del abuso sexual, esta recomendación solamente
complica las cosas. Permite que los hombres acusen a las mujeres de asalto sexual. La
sociedad india tiene un fuerte sesgo patriarcal... y el nivel de la política está tan
degenerado que no es fantasioso pensar que tal recomendación será usada erróneamente.
Más seriamente, el punto es que cada una de estas categorías presenta sus
especificaciones y necesidades especiales; el abuso sexual infantil es un problema social
importante en la India, y se necesita también una ley separada para afrontarlo. El asalto
y abuso homosexuales son un asunto en el cual se han realizado recomendaciones sin
consultar a los interesados y sin discutir los problemas que ellos afrontan. Lo más
importante en la India, donde el asalto físico y sexual de las mujeres está tan extendido,
y donde está social y políticamente legitimado: ¿cuál es el propósito de cambiar las
disposiciones sobre violación para que sean neutrales al género? Este enfoque está
divorciado de la realidad social y política india. Muchos grupos de mujeres se han
opuesta a la recomendación.
En cuanto al castigo por asalto sexual, la LCI recomienda el aumento de la pena mínima
a siete años. Con respecto al asalto sexual por parte de un policía o de un funcionario
público, por ejemplo violación bajo custodia, y en el caso de asalto sexual, se
recomienda elevar la pena mínima hasta diez años. En la sección 376A se recomienda
que si un hombre que está separado de su mujer comete asalto sexual contra ella, la
pena mínima sea de dos años. La sección 376 D, perteneciente al asalto sexual por un
funcionario público, director general de prisiones y de centros de detención preventiva,
personal de hospital o cualquier miembro de la administración con una mujer en su
custodia/institución/hospital recomienda que la pena mínima no sea menor de cinco
años. Se sugiere añadir una nueva sección 376E para el contacto sexual ilegal (llamado
coloquialmente acoso callejero) y se recomienda la prisión menor como castigo.
Se recomienda que si se prueba que los acusados cometieron asalto sexual, y se sostiene
la cuestión del consentimiento, entonces, si la víctima afirma que no dio su
consentimiento, el tribunal supondrá que no lo dio. Secciones 53 y 146, en relación con
el carácter pasado de la víctima, han sido modificadas.
¿Cómo se pueden comparar las leyes de violación en India con las de otros países? En
Filipinas, donde ha habido un fuerte movimiento de la mujer, ha habido algunos
cambios positivos. Las nuevas leyes reconocen que la violación no es un crimen contra
la castidad sino un crimen contra las personas y la cuestión de los derechos humanos.
Expanden la definición de violación para incluir el asalto sexual y crea en éste dos
categorías, una más grave que la otra. Implícitamente reconoce la violación en el
matrimonio como un crimen. En EEUU, donde ha habido un movimiento de liberación
de la mujer muy fuerte en los años 60 y 70, también han cambiado las leyes de
violación. En 1984, un tribunal de Nueva York consideró inconstitucional la exención
de la violación dentro del matrimonio. Algunos otros países, como Rusia, Suecia,
Dinamarca y Australia, permiten el procesamiento del marido por violar a su esposa.
Sin embargo, nos encontramos con que tanto en Estados Unidos como en Filipinas hay
una tasa muy alta de violencia sexual contra la mujer, lo que confirma nuestra
concepción de que sin un cambio revolucionario en las relaciones de clase y sin la
erradicación del patriarcado, el asalto sexual contra la mujer no cesará. En el contexto
de la India, podemos ver también cómo la ley no da justicia; no por falta de evidencia,
sino por falta de voluntad. Por ejemplo, en el 70% de violaciones las víctimas suelen ser
menores, en los cuales la cuestión de probar que el acto fue con consentimiento no se
plantea, y el acusado no puede ser fácilmente condenado. ¿Por qué estos crímenes
quedan sin castigo? En el genocidio Gujarat, el pasado marzo, ha habido muchos
testigos presenciales/directos de las violaciones - algo que es difícil de encontrar. ¿Pero
será la gente condenada?
Conclusión
Queda por ver cómo muchas de estas recomendaciones son aceptadas y de qué manera.
Esperar una mayor justicia para la mujer por parte del actual gobierno es inútil. Todos
los partidos de la clase dominante están profundamente impregnados de los valores
patriarcales y de sus bases de clase/casta elitista que aseguran la legitimización de la
violación como parte de la opresión general de la sociedad. Mientras, dan discursos
populistas y retóricos y llamamientos a la pena de muerte, los principales partidos han
tolerado todo e incluso publicitado casos de asalto sexual y violación en lugares como
Gujarat Delhi (pogromo anti-Sikh), Kashmir, noreste, etc. Es muy poco probable que
cambios cosméticos en las leyes ayuden a la víctima de violación. Además, los
prejuicios patriarcales dentro del poder judicial, la policía y otros sectores del poder van
a retrasar aún más la justicia.
Fuente: https://ourrebellion.files.wordpress.com/2013/01/anuradha-on-rape-laws.pdf
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