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Se deja constancia que la audiencia de procedimiento simplificado

efectivo que incide en estos autos, se llevó a efecto en las dependencias de


este Tribunal de Garantía de Ovalle con la asistencia de todos los intervinientes
entre los días martes 6 al jueves 15 de noviembre del presente año 2007, a
partir de las 15:00 horas y concluyendo un poco más tarde de las 17:00 horas,
dando cumplimiento con ello a las disposiciones horarias entregadas por la
Excelentísima Corte Suprema de Justicia y contenidas en el auto acordado nº
66 de fecha 11 de mayo de 2007, disposiciones replicadas en el Manual de
Procedimiento del Tribunal de Garantía de Ovalle contenido en Decreto
Económico nº 112 de 11 de junio de 2007. Se deja constancia asimismo que el
día viernes nueve no se celebró audiencia de juicio, toda vez que con una fecha
previa se había agendado una reunión de coordinación y trabajo del juez que
suscribe con Carabineros de esta comuna, de Monte Patria, Punitaqui, Río
Hurtado y la Sección de Investigación Policial, por lo que aquella prosiguió al
día hábil siguiente y hasta su entera conclusión en los días sucesivos.
Finalmente, el día jueves 15 de noviembre se comunicó a los intervinientes la
decisión de absolución del requerido. En Ovalle a 20 de noviembre de 2007.

Juan Pablo Peña Tobar


Juez Titular de Garantía

Ovalle, veinte de noviembre de dos mil siete.


Vistos y oídos los intervinientes.
1º Que ante este Tribunal de Garantía se realizó audiencia de
procedimiento simplificado con la asistencia del fiscal adjunto del Ministerio
Público de Ovalle Sergio Salas Andrighetti, del señor abogado querellante don
Juan Pablo Corral y de la víctima a quien representa, doña Solange Grondin; del
imputado Luis Alberto Alfaro Arredondo, chileno, casado, nacido el 31 de marzo
de 1952, cédula nacional de identidad nº 5.544.520-6, agricultor, domiciliado
en la localidad de Potrerillos Altos Parcela nº 7 lote 5-A de la comuna de Ovalle,
quien contó durante el desarrollo de la misma con la asistencia de su abogado
defensor particular don Adolfo Lay Montalbán; todos con domicilio y forma de
notificación ya registrados en el Tribunal.
2º Que la presente causa se inició en este Juzgado a través de
presentación de formalización hecha por el Ministerio Público de esta ciudad en
contra del imputado ya individualizado, audiencia solicitada que se llevó a
afecto el día trece de abril de los corrientes, habiéndose presentado
posteriormente querella criminal en el Tribunal el día veinte de ese mismo mes
y año, para luego ser presentado el requerimiento de procedimiento
simplificado que motivó la audiencia, el 16 de agosto, al que se adhirió la parte
querellante mediante escrito de fecha 11 de septiembre.
Seguidamente y en audiencia celebrada en este Tribunal el día 26
siguiente, y hechas las preguntas de rigor a que se refiere el artículo 395 del
Código Procesal Penal, el imputado no admitió su responsabilidad en los
hechos, citándose a los intervinientes a una audiencia de preparación que se
realizó el día 1 de octubre de 2007, oportunidad en la que se ordenó la
realización de este juicio efectivo.
3º Funda su requerimiento el Ministerio Público en los siguientes hechos:
a) Entre el mes de septiembre de 2006 hasta el día 18 de enero del año
2007, en forma reiterada y sostenida en el tiempo, el imputado Luis
Alberto Alfaro Arredondo utilizó, en perjuicio de los derechos de la
víctima Solange Grondin, una cantidad superior de agua que la que le
otorgaban sus respectivos derechos de agua, para lo cual hizo trasladar
esta agua en exceso, desde un estanque construido en la Parcela 6 A 4 a
través de un sistema de tuberías clandestino, aguas que utilizó para
regar la Parcela 7, Lote 5 A, de la localidad de Potrerillos Alto, comuna de
Ovalle.
b) Asimismo, a contar del mes de enero de 2007, el imputado Alfaro
Arredondo extrajo y utilizó una cantidad indeterminada de agua
subterránea que obtuvo a través de un pozo profundo construido en la
Parcela 6 A 5, Potrerillos Alto, comuna de Ovalle, sin contar con derecho
alguno de aprovechamiento consuntivo de aguas subterráneas.
Tales hechos los encuadra el persecutor en las figuras penales de
usurpación de aguas que prevén y sancionan los artículos 461 y 459 nº 1,
ambos del Código Penal, el primero y el segundo de los hechos,
respectivamente, en los que se le atribuye al encartado participación en
calidad de autor de los mismos, de acuerdo con el artículo 15 nº 1 de ese
mismo cuerpo legal, encontrándose aquellos en grado de desarrollo de
consumados.
4º Que en la audiencia de procedimiento simplificado efectivo, luego que
se diera lectura al requerimiento y de haber cumplido las restantes
formalidades legales, se declaró iniciado el juicio y se procedió a recibir los
alegatos de apertura.
Primeramente el fiscal instructor sostuvo sobre el primero de los delitos
que se atribuye a Luis Alfaro Arredondo que sería acreditado por la Institución
que representa en el juicio sirviéndose para ello de la prueba testimonial
ofrecida, para la cual contará con los dichos de Segundo Rivera Olivares y de
Luis Rivera Pizarro, quienes, sostuvo, depondrán acerca de las aguas de las que
son usufructuarios permanentes tanto la víctima como el imputado (sic) y
sobre el uso que de ellas se hizo entre el mes de septiembre de dos mil seis a
enero de dos mil siete. Acto seguido, no cuestiona el derecho del imputado a
las aguas de las que se aprovecha ni del usufructo constituido, no siendo del
caso, sostiene, el debate acerca de si aquel cumplía o no con el requisito de su
inscripción, cuestión que estima no trasciende para los efectos de acreditar el
respectivo dolo penal en una causa criminal como esta, dando por acreditado
desde ya que el imputado es usufructuario de un retazo de terreno y que tiene
un derecho de usurpación de aguas (sic) de la mitad de las acciones que le
corresponden a la víctima. Con lo anterior, continúa, será necesario en
consecuencia acreditar el uso que se le dio a esas aguas y si el imputado utilizó
dolosamente un exceso, causando con ello a la víctima un perjuicio en su
patrimonio. Por otro lado, sostiene que el segundo de los ilícitos, según su
parecer de carácter más formal, sería acreditado a través de la declaración que
prestaría el encargado de la Dirección de Aguas quien expondrá acerca de la
carencia de derechos del imputado para explotar un pozo del cual al menos
hizo uso y que esas aguas las utilizó para el riego de una parcela, cuestión que
configuraría de acuerdo con su estimación, el delito sancionado en el artículo
459 nº 1 del Código Penal. Finalmente, reitera su solicitud de pena planteada
en el requerimiento presentado en el Tribunal a imponer al encartado.
A continuación el señor abogado querellante indicó de acuerdo con su
parecer que se encuentran esclarecidos los hechos materia del requerimiento
fiscal al cual se adhirió, señalando por otro lado que con el mérito de la prueba
a ofrecer se acreditarían los delitos contenidos en la pretensión fiscal,
tipificados en los artículos 459 nº 1 y 461, ambos del Código Penal. Para estos
efectos, continúa, se valdrá de la prueba compartida con el Persecutor,
consistente en la deposición de cinco testigos y la documental ya precisada,
afirmando a continuación que si bien el querellado tiene derecho a utilizar
aguas, éste igualmente no se encuentra inscrito y que aquello que ha
empleado, se refiere únicamente a pequeñas cantidades de aguas que ha
venido comprando a otros regantes, derechos de agua y no acciones, precisa,
adquiridas a aquellos, afirmando que lo que éste tiene es más bien un derecho
de usufructo sobre tierras inscritos y no de aguas, motivo por el cual cree que
el imputado ha cometido los delitos ya referidos. Afirma que para ello se ha
valido de tuberías clandestinas surgidas desde un estanque ubicado en la
parcela 6 A 4 de propiedad de Solange Grondin, hecho que por lo demás se
encuentra descrito en el artículo 461 del Código Penal, concluyendo por otro
lado que al carecer el imputado de un derecho de aprovechamiento de aguas
subterráneas, al tenor de lo que informará el Director de la Dirección General
de Aguas, se configurará el segundo ilícito que se le atribuye.
Por su parte, la defensa de Luis Alfaro Arredondo dividió su alegación en
diversos puntos luego de plantear la principal petición que hace relativa a la
absolución de su representado, solicitando el rechazo del requerimiento fiscal y
su adhesión, todo ello con costas.
a.- En primer lugar advirtió un defecto en la forma como fue planteado
el requerimiento, tal como lo hizo en la audiencia preparatoria, al tenor de las
normas que cita.
b.- Luego planteó la procedencia de una excusa legal absolutoria al tenor
de lo que dispone el artículo 489 nº 5 del Código Penal, por estar su
representado y la víctima casados en Canadá precisando que el requisito de la
inscripción en Chile resulta necesaria únicamente para los efectos de optar por
alguno de los regímenes patrimoniales que regula la ley chilena al tenor de lo
que disponen los artículos 130 del Código Civil y 80 de la Ley de Matrimonio
Civil. Aquella excusa, argumenta, debe ser aplicada por analogía a la
usurpación de aguas al ser similar la naturaleza de este ilícito con aquellos que
trata el artículo citado, de acuerdo también con lo sostenido por la doctrina
sobre interpretación favorable de las normas penales.
c.- Plantea a continuación una cuestión acerca de la propiedad de las
aguas, pues sostiene que lo debatido es la propiedad de 1,37 acciones de
aguas del Embalse Paloma constituidos en usufructo mediante escritura
pública de12 de diciembre de 2003, acciones que al pertenecer al embalse,
están entregadas por el Estado sólo al uso particular a través de un segundo
canal, planteando un eventual fraude por cuanto se estaría haciendo uso de
aguas que no son de propiedad de particular alguno, cuestión que no se
encuentra precisada.
d.- Prosigue refiriéndose acerca de las aguas subterráneas, de las que
indica, nadie es su titular en cuanto establecimiento de derechos de
aprovechamiento de aguas subterráneas que su defendido obtuvo en la parcela
6 A 5, cuestión que considera vital en esta clase de delitos.
e.- Tampoco habría delito según la idea que desarrolla, a la luz del
artículo 459 nº 1 del Código Penal planteando por un lado la existencia de
derecho legítimo consistente en un usufructo que le permite a Luis Alfaro hacer
mejoras en el inmueble y por otro, sosteniendo que tal ilícito únicamente trata
de aguas superficiales, mas no trata las subterráneas. Por otro lado, acusa la
inaplicabilidad del artículo 461 del Código Penal, pues su parte tenía derecho a
sacar la mitad de las aguas acumuladas en el estanque de la parcela 6 A 4,
porque las 1,37 acciones se acumulaban allí, de acuerdo al propio informe del
jefe de la unidad de Aguas de Ovalle, sobre cuyas conclusiones se explaya.
f.- Sostiene que tampoco existe tubería clandestina alguna, pues los
trabajos que las instalaron fueron realizadas por técnicos durante cuyo trabajo
permanecieron junto a Solange Grondin y su representado. En esas mismas
labores se concluyó la forma cómo debía procederse a la instalación de
aquellas desde la parcela 6 A 4 a la 6 A 5, habiendo sido aportado el material
necesario por la propia víctima, precisando que se trataba de unos 54 metros
de tuberías injertadas a un metro dentro de la tierra e instaladas a vista de
cualquiera. Discurre sobre el matrimonio habido entre víctima e imputado y la
sociedad o comunidad habida entre ellos, insinuando la existencia de acuerdos
para distribuirse las ganancias y costos, motivos por los cuales es su parecer
que voluntad delictiva ninguna concurre.
g.- Añade además que su parte ha comprado unos 22.000 metros
cúbicos de agua que los destina a regadío y que agrupó junto a las aguas que
le otorgó el derecho real de usufructo sobre el que ya se ha referido.
h.- Finalmente y con los argumentos dados, solicita la absolución de su
representado y en subsidio y para el evento que esta petición no sea acogida,
se le imponga el mínimo de la pena corporal que corresponda y se le otorgue
en todo caso el beneficio carcelario de remisión condicional de la pena por
cumplir Luis Alfaro Arredondo con los requisitos que la ley 18.216 exige al
efecto, precisamente su artículo 4.
5.- Que luego de haber sido oídos cada uno de los intervinientes en sus
alegatos de apertura, se procedió a recibir la prueba que éstos ofrecieron,
comenzando en primer lugar con la del Ministerio Público.
PRUEBA DEL MINISTERIO PÚBLICO.
1.- Prueba testimonial del Ministerio Público.
a) Declaración de Solange Michelle Grondin, canadiense, cédula nacional
de identidad nº 21.373.345-1, de 57 años de edad, nacida el 15 de julio
de 1950, soltera, pensionada y agricultora, domiciliada en Parcela 6 A 4
de la localidad de Potrerillos Alto de la comuna de Ovalle; quien
juramentada en forma legal y hecha la prevención regulada en el
artículo 302 del Código Procesal Penal, expuso igualmente que conoce a
Luis Alfaro desde el año mil novecientos noventa en circunstancias que
trabajaba en Inmigración en Canadá y que en febrero de mil
novecientos noventa y dos comenzaron una relación sentimental cuando
aquel se fue a vivir a su casa en Canadá y más tarde se vinieron a vivir a
Chile, precisamente el 22 de agosto de 2003 a la parcela 6 A 4 de
Potrerillos Alto, la que informa adquirió el 9 de diciembre de 1997.
Contrajeron a continuación matrimonio el veinte de diciembre de ese
mismo año en aquel país y sobre el inmueble, refiere que lo adquirió
desde Canadá por intermedio de un amigo que Luis tenía en Chile, y que
lo compraron en Ovalle por ser más barato en comparación a los valores
que se manejaban en La Serena, y lo compraron a una señora y su
hermana, inmueble que tenía dos escrituras y que correspondían a las
parcelas 6 A 4 y 6 A 5. En el intertanto, continúa, y hasta que se vinieron
a vivir a Chile, mantenían las parcelas con cuidadores y viajaban a verlas
por tres meses cada año a Chile y en esas visitas hacían camping porque
aún no había casa para alojar, oportunidad en la que aprovechaban de
trabajar, aun cuando ellas, aclara, no producían nada porque los sitios,
explica, estaban llenos de piedras y basura. Junto al inmueble, prosigue,
se adquirieron derechos de agua a su nombre, específicamente
2.732,273,0 acciones de agua que venían junto a la tierra. Se vinieron a
vivir a Chile, reitera en el año dos mil dos lo que recuerda porque trabajó
hasta el doce de diciembre de ese año para el gobierno canadiense y se
pagó en febrero de dos mil tres. Advierte que en esa época se le acercó
a ella una persona al lugar de su trabajo quien le contó que Luis Alfaro
era un estafador, que tuviera cuidado y que además él tenía una polola
en Canadá y que lo único que quería era su plata, pero como renunció a
su trabajo no pudo volver y como tenía mucha plata invertida en Chile
decidió venirse a este país pues se sentía capaz de administrar sus
negocios, luego que rompiera con el querellado acusando de él una
manipulación psicológica. Una vez que se vino a vivir a Chile, dice que lo
hizo con él y que llegaron a una casa que se construyó en el año mil
novecientos noventa y siete por un cuidador en la Parcela 6 A 4. Acerca
de las plantaciones, cuenta que los primeros árboles en las dos parcelas
fueron puestos en el año mil novecientos noventa y nueve y que cuando
llegaron a vivir a Chile éstos estaban muy bonitos. Acerca de la relación
con don Luis, comenta que se terminó el 30 de diciembre de 2003,
porque cuando se vino a vivir con ella, el veintidós de agosto, en octubre
aquel regresó a Canadá a ver a su polola, destacando que éste ya tenía
el usufructo en su poder que se constituyó luego de un chantaje que le
fue hecho porque el querellado la hizo firmar porque le pidió algo para
darle mayor estabilidad, constituyéndolo en definitiva sobre la parcela 6
A 5 junto con 1,37 acciones que corresponden a la mitad de su derecho
total de aguas. Sostiene que siempre ambas parcelas fueron explotadas
juntas y por los dos, empleando para ello un mismo estanque y que las
dos parcelas constituían un solo paño. Por otro lado, en el dos mil cinco
se depositó toda la plata de la producción en el Banco del Desarrollo sin
que ella tocara un solo peso y que desde el año dos mil siete, las
cuentas se encuentran separadas. Contesta que el riego para ambas
parcelas se hace con un estanque compartido que se amplió hasta llegar
a su capacidad actual de 250 metros cúbicos y acerca de las actuales
cañerías, dice que son nuevas, pues datan del dos mil cinco cuando se
cambiaron. Al firmar el usufructo, pensó siempre que Luis tenía las 1,37
acciones de aguas, pero al darse cuenta que nunca las inscribió, se
enteró más tarde que en verdad no tenía derecho alguno a tener aguas,
por lo que el 5 de febrero de 2007 le cortó las cañerías, luego que fuera
el técnico de la empresa “Cabilfurt”, José Gutiérrez, y notara carencia de
aguas en su parcela que está ubicada en la parte baja del predio, que
singulariza como 6 A 4. El día 17 de enero de 2007, continúa, estaba
caminando por las parcelas con el agrónomo de “Cabilfrut” junto a dos
trabajadores y Luis Alfaro, para ver los problemas que tenían, cuando el
primero hizo un hoyo con un “baremo”(sic), informándosele que su
parcela tenía un problema evidente de carencia de agua y cuando se le
preguntó a su trabajador acerca del sistema de riego que se estaba
siguiendo, respondió éste que don Luis le había ordenado que no se
cumpliera al disminuirse y destinar esta agua a la parcela 7 5 A que
destaca, se compró sin derechos de aguas, regando las plantaciones que
hay allí desde septiembre de dos mil seis y hasta enero de este año con
las aguas que sustraía de su estanque. Le llamó la atención que por su
parte, la otra parcela 6 A 5 se encontrara bien de humedad, a diferencia
de la suya, pese a lo cual para ambas existía un mismo sistema de riego.
Al hacer las consultas, su trabajador Luis Rivera le explicó la forma como
se estaba desarrollando el riego, bajo una modalidad disminuida a como
se le había ordenado por el técnico de “Cabilfrut”. Aclara que la parcela
7 lote 5 A fue comprada por don Luis y que está a nombre de la señora
France Proteau, adquisición ocurrida en el año dos mil seis, en los meses
de junio o julio, y cuya ubicación expone, es limítrofe a la parcela 6 A 5,
inmueble que agrega compró a Cristian Pizarro Salfate. Sabe que esta
parcela no tiene agua porque vio los documentos respectivos y en la
práctica, esta parcela se regaba con una tubería que salía de su
estanque, desconociendo en todo caso el modo como se produciría
aquello. Se refiere ahora a la forma y modo como se construyó el
sistema de tuberías, desarrollado durante el mes de julio de dos mil
cinco que actualmente está en sus parcelas, añadiendo que éstas
alcanzaban sólo a la parcela 6 del lote A 5, porque hasta ella llegaban, y
que en el dos mil seis se implementó la tubería para el riego de la
parcela 7 del lote 5 A, de la que estaba en conocimiento, pero creía que
ésta era para regar de arriba para abajo desde la parcela 6 A 5 a la 6 A
4, porque resultaba más fácil por efecto de la gravedad proceder de ese
modo, desconociendo que aquella iba dirigida a un inmueble diverso,
cuestión que no sabía porque Luis Alfaro a la época tenía un mandato
como administrador. De esto se dio cuenta recién en enero de este año
cuando se percató de la falta de agua en su parcela, situación que la
motivó a denunciar a la propietaria de la parcela 7 Lote 5 A France
Proteau, y como el resultado no le satisfizo arribó a sede penal. En
relación a las aguas, dice que las acciones totales fueron divididas entre
los dos y que con ellas se regaban las parcelas con las tuberías
instaladas en el dos mil cinco. Actualmente la totalidad de sus acciones,
ascendentes a 2.737, son destinadas a su parcela 6 A 4 y que antes de
eso y al enterarse por su trabajador que su tierra se encontraba seca
porque le dijo que con sus aguas se estaba regando la parcela colindante
desde diciembre de dos mil seis cuando cortaban sus horas de riego
para enviarlas arriba, le dijo a Luis que iba a contratar a un topógrafo
para separar el inmueble, porque eso con una huincha no se podía
hacer, añadiendo que luego que se dio cuenta que aquel ya no tenía
aguas en febrero. Para enterarse de todo lo anterior fue hasta la
Asociación de Canalistas para averiguar más al respecto, informándose
además por esa época del saldo de agua que le quedaba según los datos
que le entregó el celador de aguas, y a mayo de dos mil siete se le
entregó la mitad de ese exceso de 3.520 metros cúbicos pese a que Luis
Alfaro carecía de derecho y para ello presumiendo la creencia errónea
que movía al celador, destacando que a septiembre de este año estaba
en cero pues no tenía nada de agua, por lo que tuvo que salir a comprar
agua. Hay tres parcelas que singulariza en el sector, la 6 A 4 que es la
parcela que está más al poniente de la carretera que es donde vive; la
parcela 6 A 5 que es la del usufructo que en diciembre dio bajo esa
modalidad a don Luis, y que en todo caso es de su propiedad, y hay una
tercera parcela que es la 7 lote 5 A que se compró en el mes de junio o
julio de 2006, que adquirió doña France Proteau y que arrienda a don
Luis, la que insiste fue comprada sin derechos de aguas. Describe que en
su parcela dispone de unos 1.139 paltos, en tanto que en la 6 A 5, se
encuentran plantados unos 1.234 paltos y en la tercera unos 2.300
árboles. Reitera que en la parcela 6 A 4 hay un estanque y describe un
segundo en la parcela 7 Lote 5 A que don Luis hizo con su vecino Cristian
Pizarro, y que es un estanque compartido. El primero tiene capacidad de
250 metros cúbicos y el último tiene una capacidad del doble de aquel.
Su estanque lo llena con aguas comunitarias que provienen de un
estanque ubicado en Potrerillos Alto y que reparte el celador de aguas
luego de abrir la compuerta respectiva y el agua de este modo cae allí.
El otro estanque explica se llena con agua que proviene de una
compuerta que está dentro de la parcela 6 A 5 de propiedad de Cristian
Pizarro quien goza de un derecho de servidumbre para pasar por ese
predio para tener acceso a esa compuerta, cuestión ésta que ocurre
ahora último, pues antes la parcela se regaba por gravedad con el agua
que caía. El derecho del agua dice que está junto a la inscripción del
dominio, aclarando que igualmente las escrituras de las dos parcelas
está separadas. Con las acciones divididas de 1,37 acciones de agua
para su parcela 6 A 4 puede regar con eso justo y no más, recordando
que nunca le faltó agua sino hasta ahora. Destaca que el imputado con
el agua que tiene nunca podría regar todos sus paltos, y presume que no
estaba recibiendo sus 1,37 acciones porque Luis Alfaro las estaba
sacando de su estanque ubicado en su parcela 6 A 4 desde una matriz
de la cual suben unas tuberías que se destinan a la parcela 6 A 5, sin
que le haya permitido a Luis Alfaro jamás utilizar sus aguas para regar la
parcela del lado. Recién el 19 de enero de 2007 se hizo el estanque
nuevo en la parcela de al lado desconociendo si la tubería llegara a la
parcela 7 del Lote 5 A, pero suponiendo que eso sí se produjo porque sus
paltos se estaban secando y el agua que le faltaba estaba siendo
destinado a otra parcela. En este punto, profundiza a cuando fue el
técnico de “Cabifrut” a hacerles la visita y constatar la sequedad del
terreno, por lo que se le consultó al trabajador el porqué de esta
situación, respondiendo éste que don Luis había dado la orden de
proceder de ese modo bajando las horas de riego de su parcela 6 A 4 y
que debía mandar esta agua a la parcela 7, aclarando que ese
trabajador Luis Rivera estaba afanado en las tres parcelas, y el jornal de
él estaba haciendo la casa en la otra parcela, siendo éste Joel Araya.
Especifica que el agrónomo se dio cuenta el 17 de enero de 2007 de la
falta de agua porque hizo un hoyo con un instrumento que le arrojó esto
como resultado, reunión en la que estaban todos, a saber, ese
profesional, Luis Alfaro y el trabajador Joel Araya, increpándoles a éstos
el motivo por el cuál se había bajado el nivel del riego en su perjuicio.
Por tal motivo es que el día siguiente tomó la decisión de cortar el agua
que iba a la parcela de arriba. Por otro lado sostiene que nunca autorizó
la construcción del pozo en la otra parcela de su propiedad. Admite que
contrajo matrimonio con Luis Alfaro el día 20 de diciembre de 1997 en
Québec, Canadá, y que a la fecha ambos estaban divorciados en ese
país, aclarando que vivían juntos desde el 14 de febrero de 1992 y
durante ese tiempo Luis Alfaro trabajaba en la construcción labor por la
cual le pagaban. En cuanto a las parcelas, insiste en que las compró a su
nombre porque era su plata y que el usufructo lo constituyó por amor ya
que Luis le garantizó que con eso se olvidaría de la otra señora, pero que
igualmente se equivocó porque fue manipulada por él. En efecto
constituyó el usufructo que incluyó el uso de las acciones de aguas, sin
embargo, esta agua insiste que siempre fueron suficientes para regar los
paltos y que recién este año comenzó la falta de agua porque don Luis la
ocupó para regar otra parcela, reconociendo en todo caso la firma de
una escritura con fecha 12 de diciembre de 2003 en que le confiere a
Luis Alfaro el usufructo sobre la tierra de la parcela 6 A 5, y el uso de las
aguas anexas; discutiendo el uso que se hizo de esta agua al destinarse
a otra parcela pues aquellas igualmente no le alcanzarían para regar
más de 3.000 paltos que es lo que en total tiene, no discutiendo la
facultad de aquel de hacer el uso que estime respecto de esas aguas,
pero que igual estima que su agua fue sustraída para regar todos los
otros paltos. Narra que el estanque de la parcela de la 6 A 4 fue
construido con una máquina que primero ocupó Juan Villarroel y luego
vino otra máquina. Luis Alfaro tenía un mandato de administración,
prosigue, pero que era ella quien tenía a su cargo la administración. Se
hizo una escritura, pero que luego fue revocada en el mes de noviembre
y octubre de dos mil seis, haciendo la salvedad que igualmente al último
aquel tenía un contrato de trabajo sobre la administración de las
parcelas sobre el cual le hizo finalmente un finiquito. Sobre el estanque
dice que se amplió en el mes de julio de dos mil cinco porque antes era
más chico y porque la tela estaba mala, pues el objeto de la ampliación
era para contener 250 metros cúbicos para regar las dos parcelas. Para
regarlas, se hizo un sistema de tuberías que cambió Fredy Díaz quien
tenía una empresa aquí y Luis trabajaba en eso, tubos que estaban
destinadas a las dos parcelas y no a una tercera, sobre la cual nunca dio
permiso para que fuera regada con su agua. El agua a ésta, dice que
llegaba por una tubería que iba por sobre un camino, que salía de la sala
de máquinas ubicada en la parcela 6 A 4. Grafica la lejanía de la parcela
7 Lote 5 A y que desconoce la longitud de las tuberías desde la sala de
máquinas hasta ese lugar, cuyo grosor precisa es de 90 milímetros.
Afirma que el sistema de riego lo controlaba su trabajador Luis Alfaro.
Reitera que el agua la cortó el 17 de enero de 2007 luego de la
información que recibió del ingeniero de “Cabilfrut”, por lo que al día
siguiente le informó a Luis Alfaro telefónicamente que cortaría las llaves
de paso de agua porque sus paltos se estaban secando por carencia de
agua. Ese corte lo hizo luego de asesorarse por un abogado, Pedro
Gutiérrez, para saber el procedimiento a seguir, viéndose confirmada su
apreciación luego de lo que le dijo el celador de aguas Segundo Rivera,
por lo que procedió seguidamente a cercar las parcelas con un
topógrafo. Da cuenta que en efecto existió una negociación previa con
Luis Alfaro y que presenció Juan Villarroel, acuerdo que acusa no fue
respetado y que el documento que se le exhibe, si bien reconoce su
letra, lo impugna por incompleto por la falta de una página sobre la cual
pregunta dónde está. Acerca de la bomba que se utilizaba para sacar el
agua desde el estanque, afirma que tuvo un problema con ella el 22 de
octubre de 2006, la que parece que se quemó, pero no completamente
porque fue arreglada, siendo pagada la mitad de su costo a Fredy Díaz,
alegando que la bomba se arregló uno o dos días después. Las tuberías
se instalaron en el mes de julio de dos mil cinco, alrededor de su
cumpleaños, y éstas las compraba Luis Alfaro, pero las retiraba ella,
admisión que hace luego de serle exhibida una factura. Distingue la
ampliación del estanque que ocurrió en esa fecha, no recordando aquello
reativo con la factura y que habría ocurrido durante el año dos mil seis.
Por otro lado, los informes de “Cabifrut” iban dirigidos a ella a partir de
octubre de dos mil seis, primera semana de ese mes, y que luego que
cortó la tubería de las aguas, los informes comenzaron a remitirse
separadamente. En la primera visita no recuerda si en ella estaba don
Luis, porque parece que en esa fecha fue a buscar a la señora, lo mismo
acerca de la segunda visita, no recordando dónde estaba aquel. Acerca
de la producción de paltos del año dos mil seis, fue facturada a su
nombre y la plata se depositó en una cuenta del Banco del Desarrollo
suma que retiró don Luis sin que le entregara nada a ella que especifica
ascendía en total a unos $18.000.000.-
b) Dichos de José Janai Gutiérrez González, cédula nacional de identidad nº
15.091.092-7, de 25 años de edad, nacido el día 4 de junio de 1982,
casado, ingeniero agrónomo, asesor técnico del departamento técnico
de la empresa “Cabilfrut S. A.” , natural de San Felipe, domiciliado en
San José sin número de la comuna de Cabildo; quien prometiendo decir
verdad señala que trabaja en esa empresa desde el 20 de marzo de
2006 y lo que hace es asesorar a productores de paltas para que a
través de la empresa se exporten los frutos y cítricos y así los
productores obtengan buenos rendimientos y sea posteriormente
exportada, aclarando que los predios son de propiedad de los mismos
productores, ya que la empresa para la que trabaja únicamente se
preocupa de la producción. A Solange Grondin y Luis Alfaro, los conoció a
raíz de la primera visita que hizo al predio de éstos, ocurrida el 5 de
octubre de 2006 hasta donde estuvo yendo todos los meses,
relacionándose en estos predios con doña Solange como su dueña, quien
en la primera visita estaba junto a dos trabajadores, Joel y Luis, visita
que hizo junto Marta Godoy que es la encargada de relaciones
comerciales de la empresa. Reitera que el predio que asesoraba era el
de Solange Grondin y cuya denominación precisa desconoce, recordando
que aquello que supervisaba era un huerto adulto de seis hectáreas
plantados mayoritariamente a seis por tres y otro huerto joven de dos y
media a tres hectáreas plantado a cinco por dos o cinco por tres, no
pudiendo dar un número exacto del número de paltos pese a la
nomenclatura empleada. En la visita de enero de dos mil siete, indica
que al medir el suelo con barreno lo encontró falto de agua y a su
consulta se le informó que no se estaba siguiendo el programa de riego
que había dejado, que era que regaran cinco horas por cinco días por
semana, en circunstancias que estaban regando tres veces por semana.
Al momento de hacer la visita, da cuenta en todo caso que a éste le
tocaba riego justo en ese momento, porque al sector de arriba ya se lo
habían hecho y no presentaba en consecuencia problemas de humedad,
la que de hecho tuvo. Acerca del incumplimiento del plan de riego, éste
se produjo en la parte de abajo del predio, pues la de arriba estaba bien,
y consultando, se le respondió que habían tenido problemas con las
bombas o con el estanque, no recuerda bien. Sobre el sector de arriba
informa que en una visita anterior el problema era de sequedad de éste
y no del de abajo, por lo que hubo que corregir el programa de riego,
pues había un problema con los aspersores. Aclara que no preguntó si se
estaba cumpliendo o no con el plan de riego para la parte de arriba, en
la que no encontró problemas de agua, insistiendo en el punto que ante
la sequedad que advirtió en la parte de abajo, los trabajadores le dijeron
que era por un problema ocurrido a mitad de semana con la bomba, no
recuerda bien, y que tuvieron que rebajar el período de riego impuesto.
Aclara e insiste en todo caso que no recuerda bien el motivo por el cual
se incumplió dicho plan de riego. Repite que la parte de arriba no
presentaba problemas de humedad, porque dice que allí habían regado
ese mismo día o el anterior y la parte de abajo no le había tocado riego
ya que llevaba dos o tres días y que ese mismo día le correspondía riego.
Precisa a qué se refiere con “arriba” y “abajo” y sobre la plantación
nueva, expone que estaba al costado de la parcela de arriba, predio
nuevo aquel que estaba plantado cuando llegó a la parcela, insistiendo
en que no puede determinar un número exacto de paltos plantados, por
imposibilidad de cálculo. Se aventura con una cantidad y afirma que es
posible que en la parte de abajo hayan unos 1.100 paltos de acuerdo
con su cabida, y en la parte de arriba presume la existencia de un poco
más, y finalmente, en la parte nueva debiesen ser entre 1.500 a 2.000
plantas. Destaca que no puede distinguir los tres sectores, porque sus
servicios los prestaba como si fuera una sola parcela. Vuelve a indicar
que encontró problemas de agua en el sector de abajo, no así en los
otros en los que no recuerda haber encontrado problemas de ese tipo.
Frente a la pregunta, continúa, le respondieron que regaban tres días a
la semana por el problema de la bomba que habían tenido. Explica la
definición de “hoja acucharada” fenómeno que se produce en los paltos
por falta de agua entre otros factores, explicando que en el campo que
visitó este defecto se puede producir entre cuatro a cinco días por falta
de riego, relacionando esto con el problema de la bomba de agua de la
que se impuso, señalando que esto depende porque hay soluciones
extremas a más fáciles. Comenta que en ninguno de los tres sectores se
presentó este problema. Refiere que cuando estuvo en el cabezal de
riego había un solo estanque, ubicado en el sector de abajo, sin que
recuerde la existencia de algún otro en un sector diverso. Cree que toda
el agua para el riego salía de ahí y que desde la sala de máquinas se
dirigía el agua a través de tuberías, concluyendo, de un modo lógico,
que todas las parcelas se regaban con el agua de ese mismo estanque
porque había un solo cabezal de riego ignorando con cuánta agua se
contaba para el riego de todos los sectores, especificando que la cuantía
para regar los tres es variable, pero como una estimación para esta
zona, un cultivo de palto adulto en producción tipo Hass, debiera ocupar
unos 9.000 metros cúbicos por hectárea al año, haciendo el cálculo para
el sector de abajo y arriba, destacando la complejidad que resulta hacer
una precisión para el sector “nuevo” al ser éste de plantaciones nuevas
que necesitan de mucha menos agua, pudiendo incluso que alcanzara
“apretadito” para regar con 18.000 metros cúbicos un huerto adulto y
otro nuevo. Ignora el contenido de alguna conversación particular que
haya tenido con Luis Rivera en la visita hecha en el mes de enero de dos
mil siete. Define a continuación un cabezal de riego como una estructura
donde está la bomba, los filtros y el sistema de abonado que permite
inyectar los fertilizantes a las plantas y la fuente de agua, que es como
el corazón de una parcela; que se corresponde con un estanque y su sala
de máquinas. Cuando visitó el predio el 5 de octubre de 2006, se enteró
de la forma como se regaban, y que en esa oportunidad con una barreno
midieron el suelo y advirtió que se estaba regando muy poco de acuerdo
a los criterios de la empresa, advirtiendo la falta de agua y de nitrógeno,
observación que se la hizo a doña Solange, a los trabajadores Joel y Luis,
y a Marta Godoy, comentario que luego dejó impreso en el informe que
remitió. De don Luis Alfaro se enteró después e incluso se le dijo que el
sector nuevo se le llamara “sector Luis”. A partir del 17 de enero se le
dijo que comenzar a hacer los informes por separado y que en el informe
que hizo ese día le puso un anexo relativo a la falta de agua que antes
había advertido. La razón de porqué encontró la deficiencia que acusa,
dice que puede ser por muchos motivos, que pueden estar en el suelo
seco o con mucho agua y para el caso de estas parcelas por el mes de
noviembre las visitó y el sector de arriba estaba seco por un problema
con los micro aspersores, debiendo en ese caso preciso corregirse el
lapso de riego que fue la recomendación que al final hizo. Cuando iba a
hacer las visitas desde el 5 de octubre de 2006 al 17 de enero de 2007,
dice que lo acompañaba Luis Alfaro, pero no recuerda a partir de cual, y
a esas mismas visitas lo acompañaba Solange Grondin y visitaban los
tres predios juntos. Si había una noria en construcción, recuerda que la
estaban construyendo, pero que cuando llegó no estaba, sin que pueda
precisar el momento en que esta comenzó a utilizarse por falta de
memoria. Dice que cuando ha pasado por el sector, parece que la noria
está tapada y que cuando iban haciendo las visitas pasaban todos por el
sector donde está ésta. Comenta que cuando llegó el huerto en efecto
presentaba problemas de riego y de fertilización, pero ahora, luego del
cambio, lo califica como uno de los mejores campos que visita en la
zona, lo cual se lo ha hecho saber a los mismos productores. Desconoce
a nombre de quien se facturaba la producción de las parcelas, porque
esa parte es de competencia de Marta Godoy y no suya, al prestar sólo
un servicio de la empresa. Proporcionalmente, calcula que un palto
nuevo durante el primer año, debiera ocupar un tercio del agua de un
huerto adulto. Entre octubre y enero se emplearon unos 3.500 metros
cúbicos de agua, que fue lo que se recomendó se usara. Precisa que el
dato de agua dado antes es únicamente práctico para que el agricultor
se de cuenta si está bien con el agua o le va a faltar. Luego y sobre los
documentos que le ofrece el defensor reconoce sólo que éstos emplean
la misma forma que emplea para extender sus trabajos o informes, de
carácter técnico que acostumbra entregar luego que hace una visita a
terreno, y que se trata de siete documentos cuyos títulos precisa,
correspondientes a las visitas de octubre de 2006, de 21 de noviembre
de 2006, de 20 de diciembre de 2006, 17 de enero de 2007 y anexo de
visita de 17 de enero de 2007. Nunca le ha entregado informes al jefe de
la Dirección de Aguas de Ovalle y que previo al informe de 5 de octubre
de 2006, no había hecho ninguna otra recomendación pues fue ese día
cuando recién conoció el campo. En la visita de 17 de enero de 2007,
aclara que no recordaba alguna conversación específica con Luis Rivera,
no pudiendo precisar alguna conversación personal con aquel y en que
le comentara algo.
c) Dichos de Cristian Alfredo Pizarro Salfate, cédula nacional de identidad
nº 12.057.625-9, de 36 años de edad, nacido el 16 de diciembre de
1960, natural de Ovalle, ingeniero eléctrico, soltero, domiciliado en
Parcela El Medio sin número de la localidad de La Chimba de la comuna
de Ovalle; quien jurando decir verdad expone que conoce a Solage
Grondin hace un año y seis meses, igual tiempo que conoce a Luis
Alfaro. Los conoce porque habían tenido contactos telefónicos previos
porque Luis Alfaro quería comprar una parcela específicamente la
signada con el nº 7, la que a su vez se divide en cinco lotes y del nº 5, de
3,2 hectáreas, le vendió 2.7 Hás. Sobre la propiedad de doña Solange,
dice que se extiende sobre las parcelas 6 lote 5 A y 6 lote 4 A, las que
describe al pasar por arriba el canal derivado Punitaqui, y desde arriba
hacia abajo viene la parcela 6 A 5 y más abajo y colindante con al
camino de Ovalle a Punitaqui, la 6 A 4, refiriendo que al lado de la
primera se encuentra la parcela que le vendió a Luis Alfaro numerada
como Parcela 7 lote 5 A en cuya parte inferior se construyó un estanque
en conjunto con Luis Alfaro, sobre el cual advierte existe otro problema.
Explica una vez más el emplazamiento de las parcelas y refiere que las
tratativas de negocios eran sobre el lote 5 A de la parcela 7, la que
vendió finalmente en junio de dos mil seis y empezaron a hacer
negociaciones, época en la que ellos dos, refiriéndose a Luis Alfaro y
Solange Grondin, estaban aún juntos y comenzaron a pasarle plata a
modo de promesa de compraventa, puntualizando que fue Luis Alfaro
quien le hizo la entrega de la plata, para luego concretar la venta en
septiembre de dos mil seis, venta sobre la cual siempre trató con Luis
Alfaro. Indica por otra parte que esta pareja tenían un camino vecinal y
como necesitaban extenderse se corrieron un metro y medio a lo largo
de su parcela hacia adentro, al venderle el lote 5, le faltaba terreno a él
por lo que tuvo que correrse a su vez hasta el predio vecino, por lo que
hay allí un problema pendiente que tiene que solucionarse. Ahora la
negociación sobre el lote 5 A se hizo con el señor Alfaro y finalmente
apareció comprando la señora France Proteau a quien conoció recién
cuando llegó de Canadá. De este modo se vio involucrado en un
problema amoroso cuando llegó esta persona sosteniendo que existían
planes con Luis Alfaro para construir un estanque juntos, pero se retiró
de eso más tarde y se puso a ayudar a la señora Solange porque estaba
en malas condiciones tanto económicas como emocionalmente.
Considera que el propósito de Luis Alfaro era hacerse una casa y tener
nuevos paltos, empezó a plantar en julio y terminó en agosto cuando
empezó a regar. Subraya que la parcela se vendió sin derechos de
aguas, y ésta la obtenía Luis Alfaro de un estanque compartido de 600
metros cúbicos. Ahora igualmente ocupaba las aguas de las acciones
que decía tener y que pertenecían a la señora Solange. El estanque a
que ha hecho mención, se comenzó a ocupar como el 12 de septiembre
de 2006 y precisa que el estanque de la señora Solange se llena con
aguas de un estanque comunitario mayor y que el de él se llena de un
modo diverso directamente del canal de Punitaqui. La parcela 7 del Lote
5 A se regó con agua de ese estanque cuando le cortó los tubos la
señora Solange en enero o febrero de dos mil siete, antes de esa época,
esa parcela se regaba con el estanque ocupado en la parcela 6 A 4. La
plantación de su parcela es de uva pisquera “Pedro Jiménez”. Aclara que
la relación que lo une con Luis Alfaro es por los negocios, pero que
igualmente antes habían compartido algunos asados, él nunca le dijo de
dónde sacaba el agua para regar la parcela 7 del lote 5 A, pero él veía de
donde la sacaba. Escuchó de Luis Alfaro y luego de la discusión que tuvo
con Solange Grondin que querían tirarle mata maleza a los paltos de
ella. En cuanto al pozo, que dice mide unos 40 metros de profundidad y
que lo hicieron a mano dos personas, está emplazado en la parcela 6 del
lote 5 A y se construyó en el mes de septiembre de dos mil seis,
mientras se construía el estanque, pues el día 15 fue cuando comenzó a
regar sus parras que plantó por esa misma época y que en esa fecha ya
estaba construido y sostiene que se vaciaba agua de ese pozo al
estanque. El estanque de la parcela 7 lote 5 A se llenó en un comienzo,
afirma, con el agua extraída desde el estanque ubicado en la parcela 6 A
4. Como los tubos fueron cortados, lo que él hizo, explica refiriéndose a
Luis Alfaro, es sacar agua del canal directamente a través de las
compuertas y con un sistema de riego por goteo, irriga sus paltos,
sistema que se emplea desde que le cortaron en el mes de febrero de
dos mil siete los tubos. Antes de eso, el estanque se llenaba con agua de
la noria construida y además con agua trasladada desde el canal con la
compuerta que es de su propiedad. No tiene claro en todo caso si existe
alguna tubería a la vista que lleve agua al nuevo estanque. En la parcela
7 del lote 5 A dice que hay paltos que se plantaron todos en el mes de
agosto, sobre el pozo dice que mide unos 40 metros y se saca agua
mediante una bomba y que tiene tubos que la dirigen hasta el estanque
que luego se ocupa para riego de esa parcela y la nº 6 5 A. Sabe que
Luis Alfaro tiene sobre esta parcela un usufructo, pero ignora si aquel se
extiende a las aguas, pero que igualmente ahora no le están siendo
entregadas las aguas, 1.37 acciones, pues éstas le fueron privadas por el
mismo celador de aguas que no le entregó más, por carecer aquel de
derechos inscritos, por lo que presume que para poder regar la nueva
parcela tuvo que haber comprado agua porque de modo contrario no se
explica el modo cómo pudo haberlo hecho. Sostiene que ha tenido
dificultades con Luis Alfaro por el uso que ha hecho del estanque que no
le corresponde a él, estanque que está construido de mala forma en la
línea divisoria de las parcelas, de lo cual se dio cuenta luego que
vendiera las parcelas a través de la información que le entregó un
topógrafo. No tiene relación alguna con doña Solange, salvo la relación
de pololeo que tuvo con la hija de ella, relación que se terminó hace dos
semanas. Precisa que nunca ha amenazado de muerte a don Luis ni a
doña Solange, pero reconoce que ha tenido discusiones fuertes con
ambos. Nunca ha sido procesado y nunca ha empleado armas de fuego
para amenazar a don Luis. Sobre el financiamiento del estanque explica
que fue a medias con él y que las facturas del movimiento de tierras
serían para aquel y que las de la geo membrana serían de él. Dice que el
estanque recién lo ocupó anoche porque tenía que regar, pues recibió
amenazas que éste sería destruido. Sobre el estanque de la parcela 6 A
4, dice que únicamente riega este inmueble, y que antes iba para la
parcela 6 A 5. Precisa eso sí que en una oportunidad y para regar la
parcela 7 5 A se conectó a esa matriz que viene de ese mismo estanque.
Sobre la noria de la parcela 6 A 5 desconoce quien la construyó pero en
su construcción se demoraron unos tres meses, no recordando cuando la
concluyeron e indicando que actualmente está siendo ocupada hasta
hoy en la mañana, cuando le estaba echando agua al estanque, de una
capacidad de unos dos litros por segundo, que salían de una manguera
hasta el estanque cargándolo y que sale luego de accionar una bomba
que se encuentra en una sala de máquinas que está entre su estanque y
el de Luis Alfaro, a la cual carece de acceso porque el señor Alfaro se lo
impidió porque él le dijo que era violento. En la parcela 6 A 4 hay una
noria que no está siendo explotada la que vio luego que Solange Grondin
le pidiera ayuda por la bomba en atención a su calidad de ingeniero
electrónico, y le pidió definir una bomba para pozo profundo porque la
que usaba tenía un problema de voltaje y como tenía poca agua no era
posible explotarla. Sobre las tuberías de la parcela 6 A 4 a la 6 A 5 y 7 5
A, dice que también vio los trabajos de su instalación. Sobre la edad de
los paltos de la parcela que vendió, dice que vienen de hace unos dos
años a la fecha. Éstos se regaban en un principio con las aguas de la
señora Solange y más tarde con el estanque de él que le había dicho
Luis Alfaro que no iba a utilizar. Se ocupó el agua de la parcela 6 A 4
desde que compró y plantó hasta la construcción de su estanque, sin
que pueda precisar un plazo. Los tres predios los administraba el señor
Alfaro, quien tenía un mandato por el cual él trabajaba y ella llevaba la
contabilidad o administración. Cuando estaban separados ya, Luis Alfaro
viajó una vez a Canadá en el mes de febrero, a buscar a la señora. Niega
que le haya pedido al celador que clausurara la compuerta, pero que es
un trámite que tiene que hacer. Dice por último que al terminar la
relación de pareja entre ambos, una vez estaba compartiendo con Luis
Alfaro y claro él tenía ciertos resquicios respecto de doña Solange de
quien quería que se fuera a Canadá.
d) Segundo Raúl Rivera Olivares, cédula nacional de identidad nº
8.161.821-6, de 45 años de edad, nacido el 23 de febrero de 1962,
natural de Potrerillos Altos, celador de aguas de la comunidad de
Potrerillos, casado, domiciliado en parcela 5 de la localidad de Potrerillos
de la comuna de Ovalle, quien jurando decir la verdad expuso que
trabaja para la Comunidad de Potrerillos para repartir las aguas de los
canales Paloma y Cogotí y la conforman unos ciento ochenta regantes.
Su trabajo consiste en entregar aguas a quien se lo pide, agua que pide
al embalse Paloma que se echa a su vez a un estanque comunitario y
también se saca agua directamente de los canales y se entrega más
tarde, precisando que del estanque se entregan aguas a unos treinta
comuneros. Acerca de Solange Grondin y Luis Alfaro, los conoce porque
la primera tiene 2,73 acciones y don Luis no aparece con acciones de
aguas registradas. En el mes de septiembre de dos mil sies, refiere que
las aguas las pedía a su nombre a través de un trabajador que luego
vaciaba a un estanque que ella tiene. Durante el año dos mil seis doña
Solange le pidió agua entre los meses de enero a marzo unos 1.200 a
1.300 metros cúbicos mensuales, hasta abril, en mayo bajó la dotación a
unos 750 metros, en junio y julio fue de 400 metros, a agosto subió a
800 y en septiembre pasó de 1.000 ó 1.200, y en octubre aumentó a
2.500 metros cúbicos. Según su experiencia se pide más agua desde
septiembre a abril del año siguiente, en febrero le pidió 1.200 y en
septiembre igual cantidad, en octubre subieron a 2.520, y cuando
preguntó que porqué aumentaron la petición de agua, se le dijo por el
trabajador de ella que era porque se había cambiado la modalidad de
riego y necesitaban más agua, y que de noviembre a enero subió a unos
3.500 a 3.800 metros y en febrero bajó un poco a 2.500 porque las
parcelas se dividieron entre los dos. Informa que la temporada de agua
comienza el 1 de mayo y termina el 30 de abril del año siguiente. A
mayo de dos mil seis, a la señora Solange le correspondían 4.600 metros
cúbicos por acción y a ella le correspondían 2,37 acciones, lo que en
total hacía unos nueve mil y tantos metros cúbicos, a más de un saldo
traído de los años anteriores. Puede ser, estima, que las dos acciones
asciendan a unos 12.500 metros. A la señora Solange le lleva dando
agua unos ocho años, y refiere que nunca antes le había faltado agua
porque antes se regaba mucho menos, muy poco. En enero de dos mil
siete don Luis presentó una carta que se había separado de la señora y
pedía que se dividieran las aguas pues tenía un usufructo sobre ellas,
repartiéndose 3.520 metros para cada uno de ellos, que era de la
dotación total como saldo para esa temporada, decisión que se adoptó
rápidamente por la necesidad de regar los paltos. Esa división se hizo en
febrero y destaca que la temporada duraba hasta abril de este año.
Recuerda que la dotación de agua solicitada para enero era de 3.800
metros y que a marzo don Luis ya se había pasado. Una vez que se hizo
la división de los derechos de agua, solo se le otorgó a Luis Alfaro la
parte de la dotación de agua que le quedaba. En el mes de febrero don
Luis empezó a regar con agua que viene directamente de Paloma a
través de la puerta 3 A del canal, sosteniendo que ya no se les estaba
repartiendo agua juntos desde esa fecha. Esa agua que la saca
directamente del canal, la echaba a un estanque que tenía en la parcela
7 5 A. Dice que conoce las parcelas 6 A 4 y 6 A 5 que son de propiedad
de la señora Solange Grondin y la parcela 7 5 A le corresponde a Cristian
y Leonel Pizarro, parcela que está trabajando Cristian Pizarro hasta la
fecha. Desconoce el sistema de riego porque él solo entrega el agua en
la toma y de ahí desconoce qué es lo que se hace con ella, así es como a
la señora se la entrega en el estanque y a don Luis en el canal, que tiene
a su vez su propio celador, encargándose él sólo de repartir el agua de
los ciento ochenta regantes que atiende, calidad de regante que sí tiene
doña Solange Grondin, en tanto que don Luis riega junto con Cristian
Pizarro, para darle agua de este modo a las plantaciones que hay en la
parcela, de paltos y parras. Precisa que las tres parcelas están
plantadas. Reitera que el agua les tuvo que haber faltado este año
porque cambiaron el sistema de regadío, porque antes dice se regaba
muy mal además que plantaron toda la parcela que se amplió porque
antes estaba solo una parte cultivada. Afirma que así como está ahora,
la parcela 6 A 4 no le alcanza para regarla toda, en tanto que las
parcelas que trabaja don Luis las regó con metros cúbicos que compró
adicionalmente de manera provisional y por este año no más y por
metro cúbico. En cuanto a los pozos, dice que tiene uno don Luis de lo
que se enteró por los dichos de sus mismos trabajadores que le decían
que estaban haciendo una noria para él. El agua que sacaban de allí,
dice que la tiraban a un estanque, lo que hacían mientras estaban
excavando y para seguir trabajando, solo cuando lo estaban haciendo
para poder seguir trabajando porque con agua no se puede,
desconociendo si él riega o no con eso. De la asociación de canalistas,
continúa, no recibió ninguna instrucción sino solo del presidente de
Potrerillos para que regaran separados don Cristian y don Luis para que
no hubiera problema, manifestando que entre doña Solange y éste
nunca se van a encontrar porque riegan con compuertas distintas. Ahora
informa que la cantidad de agua que le entrega a la señora Solange es
diversa porque ahora ella gasta menos porque solo riega la parcela 6 A 4
y antes regaba las dos parcelas una de las cuales tiene ahora don Luis
que la riega con agua de él junto con la 7. El estanque de la parcela 6 A
4 se hizo hace ya siete años cuando se empezó a plantar, sin que haya
intervenido en nada en su construcción, ni vio tampoco el
emplazamiento de las tuberías porque todo esto es privado y está todo
cerrado porque no es permitido acceder a el por ser un recinto privado.
En cuanto a la dotación de agua que le entregó a Solange Grondin en los
años agrícola del 2001 a 2006, va a depender de cómo viene el año, en
total y regularmente son unos 10.000 metros cúbicos y si el año es malo,
es de sólo 7.000 metros. Explica que siempre le sobraba agua porque no
tenía toda la parcela plantada, pero que eso cambió y también el
sistema de riego porque se le exigió más agua. Para el año 2006,
contaba con unos 14.000 metros cúbicos. Contrastado con el
documento, precisa que en abril de 2004 a 2005 y de 2005 a 2006, le
entregó a doña Solange Grondin 12.300 metros cúbicos más el saldo de
la temporada anual anterior, con lo cual enteró 19.895 metros cúbicos y
en el año gastó 8.242 metros cúbicos y le sobraron entonces 10.721
para la temporada siguiente 2004 al 2005, y en la siguiente 2006 fue de
11.196 metros cúbicos más el saldo anterior, hizo 21.916 metros
cúbicos, gastando en esta temporada 9.374, por lo que para la
temporada del año 2007 siguiente, contaba con un saldo a favor de
11.539 metros cúbicos. Señala que Luis Alfaro ha comprado agua por
metro cúbico, en la temporada del año 2006-2007, compró 12.000
metros en total y para este año 2007 compró 10.000 más, y le queda
esa misma cantidad aproximadamente aunque en esta aparte no
recuerda bien. Don Luis Jacob, indica que sólo le preguntó durante una
investigación por los gastos de doña Solange del año 2005 y 2006. A don
Luis y a doña Solange los conoce desde que llegaron y que en alguna
oportunidad compartió con ellos, y precisa que al Director de Aguas lo
conocía de reuniones. La información se la entrega a los regantes sólo si
se la piden y el resto de la información la guarda hasta que se la exijan.
Las aguas en la empresa en que trabaja se registran por la cantidad de
acciones y metros cúbicos dependiendo del año, llevando un control del
agua que se le entrega a cada uno de los regantes. Finalmente explica
que Potrerillos depende del canal derivado Paloma cuyas aguas vienen
de este embalse y no del Cogotí e insiste en que don Luis compró metros
cúbicos solo temporalmente, unos 12.000 metros cúbicos y que esta
agua se embalsó en el estanque nuevo que se construyó en la parcela 7
5 A. Aclara que en febrero de 2007 fue la primera vez que compró aguas
don Luis ascendente 12.000 metros cúbicos y que en mayo de este año
compró 10.000 metros cúbicos más, sumados a los anteriores los 3.500
metros de las acciones de doña Solange que se repartieron al momento
de la división. Esos 12.000 metros cúbicos de agua, dice, equivalen a
unas 3 acciones que adquirió hasta abril de este año y en mayo compró
10.000 metros más. El agua proveniente de esas compras, sale de la
compuerta que levanta del canal Paloma, que entra a una tubería que
luego sale al estanque que él tiene. Acerca de la repartición de aguas,
dice que ésta fue ordenada por el presidente de Potrerillos mitad y mitad
porque al dividirse la parcela podían secarse los paltos y se podía
originar un juicio más grande.
e) Deposición de Luis Alfredo Rivera Pizarro, cédula nacional de identidad
nº 16.848.884-K, de 19 años de edad, nacido el 14 de marzo de 1988,
natural de Ovalle, agricultor, soltero, domiciliado en Nueva Aurora sin
número de la comuna de Ovalle; quien prometiendo decir verdad expone
que trabaja actualmente en la parcela de la señora Solange desde ya
cuatro meses a la fecha, entró en junio de dos mil seis, y consiste en
regar los paltos y hacer trabajos en ellos, abonar y sacar maleza. A don
Luis Alfaro lo conoce desde que llegó a la parcela a trabajar con ellos en
junio de dos mil seis o antes, y que en ese momento la persona que le
daba las instrucciones era don Luis, las que entregaba diariamente
acerca del modo como tenía que desarrollarse el trabajo. Dice que en la
parcela de doña Solange, cuando llegó, habían unos seis mil paltos, en
junio de dos mil seis, y que había un estanque y una sala de máquinas,
precisando que la casa de la señora Solange y la de un cuidador se
emplazaban allí, donde no había división alguna que separara las
parcelas, describiendo luego el sistema de regadío que había en esa
época, mostrando las cañerías que salen de las dos matrices y las
repartidoras a los paltos que distribuyen agua hasta ellos, cañerías que
son de 90 y 75 milímetros. Cuenta que desde la sala de máquina sale
una tercera cañería de 90 milímetros y desde la mitad hacia arriba se
reduce a 75 milímetros, describiendo a continuación el sector de arriba y
el de abajo, por la diferencia de altura existente entre ambos,
conociéndolos también como sector con y sin piedras. Hasta febrero el
campo se mantuvo a como lo conoció e informa que en agosto de dos
mil seis se compró una nueva tierra colindante al sector de arriba, que
fue adquirida por don Luis, quien les decía que no se lo contaran a doña
Solange. En esa nueva tierra se plantaron paltos a fines de agosto de
dos mil seis. Esos paltos fueron regados con las cañerías que salían del
estanque ubicado en la parcela de abajo, instalación que se hizo para
regar la nueva parcela, es decir, en agosto de dos mil seis. Él era el
encargado de regar esa nueva parcela e informa que en octubre de dos
mil seis llegó a trabajar el técnico de “Cabilfrut” que dio instrucciones
para que se regara cinco horas abajo, cuatro horas y media arriba y una
la nueva. Si embargo, don Luis le dijo que como no iba a alcanzar el
agua, dio la instrucción de que arriba regara las horas que le habían
dado pero que abajo bajara a cuatro horas y media. Estas instrucciones
se las dio en diciembre y se las daba todos los días que iba regando.
Cuando fue a ver el técnico de “Cabilfrut” los paltos en enero de 2007,
preguntó que porqué le faltaba agua a los paltos, por lo que dio la
explicación de las instrucciones dadas por don Luis, dando para ello las
mismas explicaciones que le dio a él. Refiere que se hizo posteriormente
una división en el predio, mediante una reja de alambre a fines de mes
de marzo de dos mil siete. Hacia el año dos mil seis no había ninguna
clase de división, y las instrucciones siempre provenían de don Luis.
Luego que se hizo la división, se dividieron las tuberías las que cortaron
por la mitad, porque además don Luis tenía su estanque y si se seguían
utilizando las mismas tuberías, el sistema iba a reventar. El corte se
produjo el diecinueve de enero. Refiere la forma como se pide el agua en
el estanque comunitario, previa orden de don Luis y luego con esa orden
iba hasta el estanque comunitario y se solicita el agua al celador,
órdenes que recibía desde septiembre a febrero, época en la que las
órdenes comenzó a darlas la señora Solange, que fue el momento
cuando cortaron las tuberías. Para regar sus parcelas, sabe que don Luis
tiene un estanque ubicado en la parcela 7 Lote 5 A, cuyo tamaño es
mucho más grande, casi el doble que el de la señora Solange. Para llenar
ese estanque usa las aguas del canal de Paloma y por el pozo que
construyó, las primeras por un canal que pasa por la parcela 6 A 5 y que
luego ingresa a ese estanque, y las segundas de una noria ubicada en el
límite de esta parcela con la 7 5 A, el que se construyó con el trabajo de
Francisco Castro junto a Edualdo Rivera, en agosto de dos mil seis y
empezó a funcionar en enero de dos mil siete, pozo cuya agua va a dar a
un estanque que es empleado para regar los paltos. Grafica que hay dos
tuberías centrales que salen de la sala de máquinas y hay una tercera
tubería de 90 milímetros que va bajo tierra y no sabe si doña Solange iba
a ver esa tubería o su destino, y dice que don Luis nunca le dijo que
doña Solange no se enterara de la forma como regaba esta tercera
parcela, sobre cuya adquisición sí le pidió que guardara silencio. Cuando
entró a trabajar, en la parcela habían unos mil paltos y en la parte de
arriba habían más de mil porque habían más que abajo. En la parcela
nueva hay más paltos que en la parcela de arriba, los que en total,
haciendo un cálculo, estima en más de dos mil. Para regar todos los
paltos, dice que no le alcanzaba con el agua de la que disponía. Explica
que en los paltos se le comenzó a notar la falta de agua lo que no
ocurría en las restantes, pues la de arriba tenía su agua. Afirma que don
Luis tenía acceso a la sala de máquinas lo mismo que sus trabajadores
como Joel que es el primer trabajador que había allí cuando llegó y que
recibía las instrucciones de don Luis. Sostiene que tiene trabajo con doña
Solange Grondin desde junio de dos mil seis, época desde la cual ella le
paga su sueldo y hasta ahora. Las parcelas desde junio de dos mil seis y
hasta febrero de dos mil siete las administraba don Luis y a señora
Solange no se metía, andaba por ahí pero no daba tantas órdenes como
don Luis. Cuando llegó a trabajar al predio, vivían juntos en una misma
casa, lo que se prolongó hasta diciembre de dos mil seis. Afirma que don
Luis y doña Solange funcionaban mal entre ellos porque tenían
dificultades para regar cada unos de los lotes porque don Luis quería
más para su parcela. En cuanto a los abonos, dice que los cálculos los
hacía don Luis. En el mes de julio de dos mil seis, en el estanque de la
parcela 6 A 4 se hicieron trabajos para agrandarlo, bajo la orden de don
Luis, ampliación que no recuerda quien la hizo y respecto de la tercera
tubería desde la parcela 6 A 4 para llegar a la 7 5 A, trabajaron él con
Joel, las que procuraban hacerlas a la vista de todo el público como
cualquier trabajo, habiéndolos visto unas pocas veces la señora Grondin
hacer esas labores. Acerca del estanque, expone que éste tuvo un
problema con un chupador no recordando en qué época se produjo, pero
que en todo caso fue a contar de junio de dos mil seis, al inicio de
cuando empezó a trabajar, y que las bombas se echaron a perder, pero
que en dos días se arreglaron, sin que recuerde la fecha,
caracterizándolas como de 3 HP y otra de 2 HP. Cuando el técnico de
“Cabilfrut” iba a hacer las visitas, la primera vez, fue en octubre y
también en la segunda vez estuvo presente, en la primera no estaba don
Luis, estaba sólo él, Joel y la señora Solange, pues don Luis estaba en
Canadá y en las otras visitas, indica que lo acompañaban él, don Luis,
Joel y la señora Solange, recorriendo todos, las tres parcelas todos
juntos, lo que ocurrió una sola vez, al parecer en la tercera vez que se
hizo la visita, en las otras no recuerda, especificando luego que en la
tercera vez doña Solange visitó la tercera parcela. Respecto de las
norias, dice que hay dos, una en la parcela de abajo 6 A 4 y otra en la de
arriba 6 A 5, la primera no se está explotando, en tanto que la segunda
se está explotando sin que conozca cuántos litros por segundo da, pero
que igual sabe que se está ocupando pese a que ambos predios están
separados por una malla raschel, veía que el agua salía de ahí, porque
en el mes enero se terminó la noria y en febrero se puso la malla. En esa
época sabía que estaban sacando agua porque cuando trabajaba en la
parcela 6 A 4 de nochero sentía como caía agua en el estanque a pesar
que el canal venía seco, lo que sentía porque lo oía a unos 50 metros
desde donde estaba. La última vez que vio sacar agua del pozo, fue a
fines de enero a marzo del año dos mil siete. Cuando se agrandó el
estanque de la parcela 6 A 4 no podría precisar si la señora Solange
sabía lo que se estaba haciendo. Luego de octubre de dos mil seis, hubo
cambio de la modalidad de regadío, porque antes se regaba una hora y
luego se cambió a cinco horas, cada cuatro o cinco días. Afirma que el
técnico de “Cabilfrut” nunca encontró problemas de sequedad en la
parcela 6 A 5 no así en la 6 A 4 donde encontró dificultades por falta de
humedad, lo cual se reparó desde que se cortaron las tuberías, las que
personalmente cortó, previa orden que recibió de un abogado y del
celador de aguas, la que luego le fue comunicada al señor Luis Alfaro.
Sobre las plantaciones de palto informa que están bien cuidadas y que
éstas se encuentran mejor a cuando llegó el técnico de “Cabilfrut”, pese
a la orden contraria que dio don Luis. La última vez que oyó caer agua
en el estanque fue en agosto de dos mil siete y que el canal iba seco,
afirmando que todos los meses ese estanque se llena con el agua del
pozo. Dice que no existe posibilidad alguna que se llene el estanque si
no es por al agua del pozo y el canal va seco, no puede ser obtenida el
agua de otro modo. Refiere que su tío fue quien construyó el pozo y
finalmente que el candado de la sala de máquinas fue cambiado en una
época que no recuerda.
f) Afirmaciones de Iván Mauricio Jacob Dubó, cédula nacional de identidad
nº 10.733.659-1, nacido el 2 de febrero de1968, de 39 años de edad,
natural de Ovalle, casado, jefe provincial de la Dirección General de
Aguas dependiente del Ministerio de Obras Públicas, domiciliado en el
Campamento Fiscal de la localidad de Sotquí de la comuna de Ovalle;
quien jurando decir verdad expuso que trabaja como director de aguas,
como jefe provincial hace doce años acá en Ovalle. Sobre los hechos y
los problemas que hay entre la señora Grondin y el señor Alfaro se debe
a que ella presentó a principios de año una denuncia en contra del
segundo, en el mes de febrero, precisamente, efectuándose una
inspección en terreno con otros funcionarios de la Dirección General de
Aguas, constatándose que el señor Alfaro tenía un sistema de regadío
que consistía en un estanque construido en tierra en la parcela 7 y lo
abastecía en forma subterránea con una red que tenía construida en la
parcela 6 A, y además existía otro abastecimiento en la fecha de la
inspección que no recuerda si estaba habilitado y que estaba construido
en la parcela que le queda a la señora Solange, 6 A 4, y con eso regaba
el señor Luis dos parcelas con esas fuentes 6 A y la 7, por lo que
procedieron a consultarle al señor Luis para saber de donde sacaban el
agua, presentando él algunos descargos, sin que pudiera acreditar los
derechos que aquel decía tener. Con lo anterior, se le informó a la
señora Solange que había una usurpación de aguas porque el señor Luis
no tenía aguas, cuestión lógica a su juicio porque a pesar que presentó
una escritura por un usufructo por un terreno y que luego complementó
con el agua sobre 1.26 acciones del canal derivado Cogotí que son
acciones del canal derivado Punitaqui, pero eso no le pareció suficiente,
ya que no presentó la inscripción correspondiente del derecho de agua
en el Conservador de Bienes Raíces, por lo que aun cuando hubiera
existido usufructo, el derecho de aguas es insuficiente para regar dos
parcelas, siendo lo relevante del informe que las acciones que él decía
tener eran insuficientes para regar toda la parcela. Exhibido que le fue
un instrumento, lo reconoce como el informe que evacuo y a que se ha
venido refiriendo y que fue redactado a petición del fiscal, dice que lo
emitió él mismo y lo reconoce porque tiene el correlativo de sus propios
informes y por la fecha y porque además contiene su firma. Para emitir
este informe, dice que analizó un informe de “Cabilfrut” ofrecido por
Solange en su denuncia que daba cuenta del mal regadío de sus paltos y
que su parcela era la única afectada, por lo cual se hizo un examen
hídrico sobre el volumen de agua entregada en el año por acción,
concluyéndose que las acciones a que se ha hecho mención no
alcanzaban para regar tres parcelas, dando cuenta primero de las
parcelas 6 A 4 y 6 A 5, que empleaban 2,74 acciones, las que se
concluyeron por el instrumento inscrito en el Registro de Aguas del
Conservador de doña Solange, siendo considerado como un antecedente
a favor de don Luis el usufructo constituido, agua que era empleada para
regar la parcela 6 A 5 y la mitad restante se usaba para regar la otra, de
acuerdo con los registros de agua que dio el celador, los que eran bajos
y coincidió el repunte del consumo con la plantación que se refiere por la
señora Solange sobre la parcela 7 del lote 5 A, y a pesar que subieron los
consumos se concluyó que la parcela de la señora Solange no se regó
bien, porque el agua disponible no era suficiente para regar tres
parcelas. Para concluir la apropiación de aguas de Luis Alfaro, discurre
sobre la base que alcanza para dos parcelas y no se pueden ocupar para
tres, de modo tal que quien se aprovecha es quien tiene dos más, unido
a lo cual debe considerarse que la parcela de ella estaba mal regada y a
lo anterior añade el daño causado que se puede apreciar en la
producción. Sobre el pozo indica que en su inspección estaba en esa
época en uso, a febrero de este año, pozo sobre el cual indica no se
tenía noticia alguna, por lo que se le conversó a don Luis que no podía
ocupar el pozo sin tener los respectivos derechos, a lo cual respondió
que lo regularizaría, pero se le advirtió que para ello resultaba
indispensable el permiso del dueño del suelo, por lo que por eso optó por
cerrarlo. Sin embargo, en el mes de marzo se presentó una solicitud para
un pozo de cuatro litros por segundo, petición a la cual se le solicitaron
más antecedentes, como títulos de dominio, publicaciones y prueba de
bombeo, los que no acompañó y luego que se le reiterara la petición, fue
cerrado. Luego se ofreció una segunda solicitud para uso de agua con
fines domésticos lo que le llamó la atención porque en la visita se dio
cuenta que el pozo estaba unido con un estanque para fines de riego.
Cita al efecto el artículo 56 del Código de Aguas para diferenciar un pozo
doméstico de otro para riego, destacando que en ese lugar hay agua
potable, por lo que no es razonable tener un pozo adicional. Describe
una foto aérea y de ella distingue la parcela 6 A 4 y la 6 A 5 de
propiedad de la señora Solange y la parcela 7 de propiedad de la señora
France. Precisa la antigüedad de la foto, de unos dos años, pero en ella
se trabajó en la misma fecha del informe, a febrero de dos mil siete,
oportunidad en que se delimitó el inmueble para deslindar las parcelas y
se graficó la ubicación del pozo que hasta ese momento era clandestino
y el estanque que era alimentado por ese pozo, se graficó también el
estanque de la señora Solange y un pozo inscrito que ella tiene y la
caseta de bombeo. Para el informe tuvo a la vista todos los documentos
de “Cabilfrut” más todos los títulos de propiedad y agua contenidos en el
reclamo de la señora Solange y don Luis Alfaro incluyó el usufructo y la
escritura de rectificación del usufructo donde incluye el usufructo de las
aguas y ahora último la señora Solange ingresó una nota donde ella
acusa de este pozo que fue construido sin su autorización, ello hace
unas dos o tres semanas. Sostiene además que el agua contenida en el
estanque de la parcela 7 se abastecía también con el agua proveniente
del estanque de la parcela 6 A 4, con el mismo sistema de regadío que
se usaba para el riego compartido de la parcela 6 A 5. Tanto el pozo
como el estanque eran nuevos, desconociendo la época en que se
implementaron estos sistemas pero que en su visita ya se estaban
usando. El sistema de elevación del pozo era a través de una bomba
conectada a una tubería que iba a un estanque. A la señora Solange dice
que la conoce desde el año mil novecientos noventa y siete, que visita
su casa desde esa misma época porque la conoció cuando estaba
inscribiendo su pozo alrededor de ese mismo año o del siguiente, no
recuerda bien, narrando que comparte con ella y se junta unas cinco
veces en el año, no considerándose amigo de la señora Solange, sino
que solo a ella la conoce y que hasta hace uno o dos meses era tan
amigo de la señora Solange como del señor Luis. Iba a ver a la señora
Solange y a don Luis junto a su esposa y su familia, y que la última vez
que la visitó a ella fue como hace un mes o menos, como amigo.
Recuerda que el informe que se le pidió por la fiscalía fue el 8 de febrero
y el informe se hizo el 26 de febrero y la visita se efectuó ese mismo día
8 de febrero. Cuando fue al lote 5 A, nunca estuvo en el, y afirma que se
paró en el pozo en el lote 6 A 5, fecha en la cual sostiene que don Luis
Alfaro estuvo presente y que nunca se manifestó en contrario, sin que
haya obtenido autorización previa para ingresar al inmueble, aclarando
que si llegó a la parcela que él ocupa, no sabía donde estaba, porque a
la época no tenía ninguna clase de deslinde, porque siempre se
manejaron hasta esa fecha como una sola, pudiendo únicamente
presumir que estuvo en la 6 A 5, porque cuando estuvo ahí don Luis no
objetó su presencia, descartando entonces pedir alguna clase de
autorización. La visita se practicó en la tarde no pudiendo precisar la
hora. Le consultó al celador de aguas por el consumo de aguas sobre los
dos predios, pero no de los tres, sin que haya consignado esa
información en su informe, destacando que ambas consumían muy poco
agua, igual que a mayo de 2006, alrededor de unos 1.000 metros
cúbicos mensuales, sin que le pareciera relevante revisar para atrás,
destacando que siempre les sobraba agua y que desde agosto empezó a
haber más consumo, lo que provocó que hoy les falte agua a ambos.
Sobre este punto dice que si les sobraba agua era porque regaban super
mal, pésimo, y nunca habían tenido una buena producción, por lo que
comenzaron a regar mejor luego que encontraran seco el campo de la
señora Solange de acuerdo a las recomendaciones dadas por el técnico
de “Cabilfrut”, cuando éste advirtió que tenía poco agua, informe que se
refería a la parcela 6 A 4, cuya fecha no recuerda, pero que luego de
revisar el documento que se le exhibe concluye que se trata del sector
sin piedras, potrero sobre el que concluye le estaban dando más riego
para recuperarlo con más horas. Precisa que es muy complicado concluir
la cantidad de agua que se usurpó porque ocurren dos fenómenos ya
que se empieza a regar más, pero lo normal es que se rieguen no más
de dos parcelas, pero acá se regó una tercera parcela por lo que hay que
saber cuánto ocupó esa tercera parcela para saber si hay usurpación,
para saber así que alguien le falta un tercio de agua. Afirma que él no se
preocupa de cuantificar la falta de agua, sino solo constatar la falta de
ésta. Explica el remanente de 3.520 metros cúbicos por el saldo
reservado de los períodos anteriores, para cada una de las 1,37 acciones
de cada parcela, por lo que ese sobrante de agua es para las dos
parcelas, pero acusa que al término de la temporada en el mes de mayo,
tendrían dos meses sin agua, pues ese saldo para cada uno al mes de
enero de 2007, destacando que el propio imputado sabe que le faltó
agua y estima que aquel tuvo que haberla sacada ilegalmente del pozo o
bien la usurpó de otro lado. Por usufructo entiende un título por el cual
se tiene a uno como su dueño. Sobre la noria que descubrió en el mes de
febrero de 2007, la fecha en que se le pidió la autorización para su uso
tuvo que haber sido en marzo o abril y esa solicitud fue denegada, lo
cual no se le hizo saber a don Luis, pues no dejó un domicilio dentro del
radio urbano requisito válido para esta solicitud por lo que no hubo modo
de comunicársela, especificando que ésta fue denegada de plano por
defecto de forma. Se refiere a continuación acerca de las tuberías del
sistema de riego, señalando que éstas provienen de la parcela 6 A 4
donde existe una caseta de bombeo al lado del estanque en donde ahí
existían unos comandos que regaban esta parcela y otro telecomando
que regaba la parcela 6 A 5, de donde salían las bombas, pues eso se
manejaba como un todo, apareciendo la parcela 7 en donde tenía unas
instalaciones de tuberías por donde le llegaba agua y el señor Luis el
único antecedente que le presentó fue la escritura de usufructo de la
cual provenían las aguas que se almacenaban en el estanque de la
parcela 6 A 4, no explicándose de donde se sacaba el agua, a menos que
ocultara un antecedente como que estuviera conectado directamente al
canal y desde allí obtuviera las aguas para el regadío. Sabe que los tres
predios los administraba don Luis, y cuando se presentaba junto a la
señora Solange, como casados o convivientes, sin que se le exhibiera
nunca un papel de matrimonio que dijera que estaban casados, pero que
el trato que veía era de casados. Para hacer un pozo, sostiene, es
necesario sacar el agua para el que viene excavando no se ahogue.
2.- Prueba documental del Ministerio Público.
a) Informe técnico nº 06-2007 de 8 de febrero de 2007 emanado de la
Dirección General de Aguas de Ovalle, y sus anexos, consistentes en una
fotografía satelital, respuesta a nota de la Sra. Solange Grondin, copia de
un contrato de arrendamiento, copia de catorce facturas y copias
simples de dos escrituras, copia simple de carta dirigida del Jefe
Provincial Dirección General de Aguas a sra. France Proteau y solicitud
de intervención hecha suscrita por Solange Grondin, informes de visitas
de 5 de octubre de 2006 y de 17 de enero de 2007 de “Cabilfrut” y su
anexo.
b) Resolución exenta nº 477 de la Dirección General de Aguas de 23 de
mayo de 2007.
c) Escritura pública de usufructo inscrita en el Registro de Instrumentos
Públicos de Ovalle Sexto Bimestre año 2003 fojas 1.106 repertorio 3.214
de 12 de diciembre de 2003.
d) Inscripción de dominio de aguas nº 96 de 21 de marzo de 2006 a
nombre de Solange Grondin.
e) Dos inscripciones de dominio nº 3779 y 3841, de 6 de marzo de 2001 y
22 de diciembre de 2007, ambas a nombre de Solange Grondin.
f) Inscripción de derecho de aprovechamiento de aguas nº 35 a nombre de
Solange Grondin de 6 de marzo de 2001.
g) Certificado de matrimonio número de inscripción 394 de 1969.
PRUEBA DE LA PARTE QUERELLANTE.
Hace presente que se adhiere a toda la prueba testimonial y documental
rendida por el Ministerio Público y precisada precedentemente.
PRUEBA DE LA DEFENSA.
1.- Prueba testimonial de la defensa.
a) Dichos de Juan Guillermo López González, cédula nacional de identidad
nº 9.248.704-0, nacido el 10 de enero de 1965, de 42 años de edad,
natural de Sotaquí, soltero, constructor y consultor, domiciliado en
Pasaje Navidad nº 3.864 de la Villa El Parque, de la ciudad de La Serena;
quien jurando decir verdad expone que conoce a Luis Alfaro Arredondo a
partir de fines de agosto del presente año cuando lo contactó
telefónicamente para desarrollar una prueba de bombeo en una parcela
de su propiedad. Es egresado de ingeniería en ejecución industrial y
actualmente cursa la ingeniería civil. Acerca del trabajo, cuenta que le
solicitó desarrollar una prueba de bombeo para un pozo construido a
mano, para determinar así el máximo caudal que es posible explotar de
acuerdo al procedimiento establecido por la Dirección de Obras
Hidráulicas y la Dirección General de Aguas, siendo necesario realizar
para ello sucesivas exploraciones y mediciones del caudal extraído para
concluir lo anterior y con esos antecedentes se determina el caudal
máximo posible como capacidad máxima del pozo para su explotación
sin que se agote. El pozo se ubica en el sector de Potrerillos a la altura
del cruce El Altar y junto a la berma de un canal y dentro de una
plantación de paltos. No recuerda el nombre de la parcela, pero sí
recuerda que tenía un número. Sobre la prueba de bombeo la hizo con
su padre Guillermo López, quien fue funcionario de la Dirección de Obras
Hidráulicas por más de cuarenta años. En cuanto al caudal del pozo, dijo
que se sacaban unos 0.48 litros por segundo, lo que está claramente
expresado en el informe, cantidad de agua que no sirve para darle un
uso de explotación industrial, pues los caudales normales para riego es
que por cada hectárea se necesita al menos un litro por segundo, por lo
que en este caso, alcanzaría para regar media hectárea de cultivo previo
a una acumulación, pues es muy pequeño para hacerlo, siendo
necesario trabajar unas 24 horas al día y almacenar dicha agua en un
estanque y luego hacer el riego respectivo, pero insiste en que en este
caso, sería útil para hacer un uso doméstico por la calidad del agua y no
agrícola o industrial por la escasez del caudal que serviría solo para una
media hectárea. El agua era sacada mediante una electro bomba
monofásica ya instalada de no más de 2 HP, de una pulgada y media de
diámetro. Afirma que al hacer este trabajo no se relacionó con Iván
Jacob, ya que la prueba de bombeo solo es para acreditar la capacidad
de explotación, que generalmente se acompaña a la respectiva solicitud
de aprovechamiento. Indica que el pozo fue construido a mano, tipo
noria, de 1,20 metros de diámetro y 43 metros de profundidad, con una
carga de 3 metros de agua, especificando la carga necesaria para la
succión de la bomba para que ésta trabaje bien. Señala que cuando fue
en agosto de este año el pozo tenía ya una bomba instalada y que se le
informó que la bomba estaba instalada desde un par de meses antes, lo
que no era relevante para lo que necesitaba saber en esa época. La
intención de Luis Alfaro al contratarlo la desconoce, pues a él se le
contrata para calificar el pozo, que solo tenía instalada una bomba y a
ésta anexada una manguera de plástico negra portátil para botar el
agua del pozo a un par de metros más allá. Dice haber visto cerca un
estanque pequeño. Por otro lado que cerca del pozo hay dos casas, a
unos cien o ciento cincuenta metros. Reconoce un estanque que se le
exhibe en una fotografía y no está seguro si éste es aquel que vio, pues
no recuerda el sector. Sobre la manguera que se ve en la imagen, dice
que no podría dar por establecida si es aquella a la que se refirió.
Distingue el modo como funciona un pozo por cuanto éste es una
excavación que intercepta una napa y en el trabajo que se le
encomendó, dice que estuvo un día haciendo la prueba de bombeo por
lo cual funcionó todo el día y la hizo andar y parar la bomba. En cuanto a
la bomba de 2 HP sostiene que tiene la capacidad para lleva el agua
hacia las casas, dada la presión que además presentó, pues fue
necesario regular la salida con la entrada de agua, dadas las
características del terreno, lo cual permitía concluir que tenían la
capacidad de llegar a la casa de don Luis, pues si bien tiene poco caudal,
sí tiene la fuerza para llevarla hasta ese lugar. Describe una fotografía
que se le exhibe su brocal que es la tapa del pozo y sus restantes
características, pozo que estaba así cuando lo vio porque hubo que sacar
la tapa y sacar la manguera por el lado para que el agua no recirculara
en el mismo pozo y no se produjera un problema en la medición.
Desconoce finalmente si hay o no agua potable en el sector.
b) Afirmaciones de Marta Cecilia Godoy Cortes cédula nacional de identidad
nº 8.700.715-4, nacido el 5 de diciembre de 1970, de 36 años de edad,
natural de Viña del Mar, casada, ingeniero en alimentos y trabaja para la
Exportadora “Cabilfrut”, domiciliado Richard Wagner nº 2829 de la
comuna de La Serena; quien prometiendo decir verdad expone que
conoce a Solange Grondin y a Luis Alfaro de agosto de dos mil seis, a
ambos en realidad, en circunstancias que en primer lugar llegó al campo
de él por su trabajo de captadora de productores de paltos, por lo que al
ver los paltos conversó con don Luis y él le dijo que en ese momento iba
a llamar a la señora Solange para hablar acerca de la fruta que iba
quedando, y luego de una pequeñas conversaciones le dijeron que iban
a exportar la palta a fines de agosto con ella. Esa vez, como era lo que
quedaba y coma ya se habían vendido antes, exportaron unos 2800 kilos
de fruta, venta que se facturaba a nombre de la señora Solange Grondin,
sin que hubieran más ventas después de agosto, al menos para
“Cabilfrut”. Cuando vio la plantación de paltos, la consideró como
árboles pequeños y que no era una plantación fea, y para ver como
estaban regados, le llevaron al ingeniero para que hiciera un trabajo
técnico de apoyo por lo que José comenzó a ir en octubre de dos mil seis.
Explica que la cosecha de los paltos se hace dependiendo de la
ubicación del predio, así en la IV región van de julio a diciembre, y ya en
agosto habían sacado toda la palta, informando que la de este año la
sacaron en agosto o a principios de septiembre, siendo la producción de
unos 17.300 kilos de la parcela de don Luis y 20.000 kilos de la parcela
de la señora Solange, considerando que ésta es una buena producción y
que eso sí, la afectó un problema de heladas. No sabe porqué la
producción de don Luis fue menor, porque se puede deber a varios
problemas. Indica que en la parcela de doña Solange no podría decir si
hay daños porque en todo caso esto lo precisa el técnico, salvo algún
problema, como las heladas. Refiere que “Cabilfrut” paga con el sistema
de libre consignación, lo cual quiere decir que luego de embarcada la
fruta se da un anticipo y luego de ochenta días se paga la diferencia. En
la producción del año anterior, la facturación se hizo a nombre de la
señora Solange. Luego de agosto de dos mil seis ha vuelto a ir, incluso
sin el técnico y el objeto de estas visitas es para saber si se ha hecho o
no lo que dice aquel, y para entregar informes, documentos y facturas.
Desde agosto de dos mil seis trata con los dos, porque ambos son
productores de “Cabilfrut” por lo que ambos son productores iguales, en
predios distintos. Conoce la plantación nueva de don Luis y la idea de la
asistencia técnica que se presta es para que el productor exporte con
ellos y la idea es que la asistencia sea para eso, pues los contratos se
hacen año a año. Los paltos nuevos, dice que son de don Luis Alfaro.
Explica que hay sistemas de eliminación natural de fruta, cuando, como
ahora, en el período de cuaja, precisamente en el mes de diciembre y
marzo, como también esta pérdida que ocurre cuando el polen no llega
al embrión, hay también pérdida. Se podría decir, continúa, que en la
parcela de arriba de la de la señora Solange puede influir muchos
factores como exceso de agua o estrés. Precisa que en todo este tiempo
ha hecho muchas visitas y que en ellas la acompañan tanto la señora
Solange como don Luis, así cuando iba a facturar lo hacía en la parcela
de la señora Solange y de ahí no salía porque visitar los sitios no es su
trabajo sino, insiste, del técnico. De un comienzo consideró la parcela
como un solo predio, luego se enteró que eran tres parcelas. Cuando iba
a hacer las visitas se quedaba en la casa de la señora Solange y las
visitas las hacía con don Luis, y sus trabajadores Luis y Joel. Acerca del
sistema de riego, dice, que hay dos casetas, una en la parcela de la
señora Solange y la otra en la de don Luis, ha visto las cañerías y un
estanque ubicado en la parcela nueva de don Luis y ha visto unas
cañerías pero no sabe de donde sale el agua, considerando que su
capacidad es normal, que aquel se emplaza en la parcela del vecino
Cristian Pizarro. Las cañerías hacia el estanque dice que no vienen de la
parcela de la señora Solange. Sostiene que no sabe si hubo una
recomendación especial de regadío cuando se empezó a visitar la
parcela luego de un cálculo que hiciera el técnico de la empresa.
c) Declaración de Sergio Alejandro Munilla Silva, cédula nacional de
identidad nº 10.681.913-0, nacido el de 19 de diciembre de 1970, de 36
años de edad, natural de Valparaíso, dibujante proyectista y tasador de
bienes Raíces, casado, domiciliado en calle Luis Vicente Rodríguez nº
131 de la comuna de Ovalle quien jurando decir verdad, expone que
conoce a don Luis y a la señora Solange desde el año dos mil seis, cerca
del mes de agosto o abril de dos mil seis, y que los conoció por
intermedio de Freddy Díaz que era un instalador de riego y le fue
solicitada una subdivisión de una parcela que Luis y Solange quería
comprarle a los hermanos Pizarro Salfate. El servicio de subdivisión lo
contrató Cristian Pizarro y separó el predio de él, porque Luis y Solange
iban a comprar cierta cantidad de terreno. Para las parcelas 6 A 4 y 6 A
5, donde viven Solange y Luis, en una oportunidad posterior, se juntaron
con Solange cuando ella ya estaba disgustada con Luis, para hacer la
separación, conversaron en una comida que hicieron en la noche y le
informó que ya físicamente tenía la separación luego que hiciera la
topografía la que haría mientras ambos estuvieran de acuerdo, pero en
ese tiempo no estaban de acuerdo en dividirla por lo que al final no hizo
esa división, porque siempre requería la firma de ambas personas para
poder hacer la separación. Refiere que ha prestado otros servicios como
cuando Luis compró el terreno que adquirió de los hermanos Salfate
Pizarro, pero a Solange no le hizo ninguna asesoría. Posteriormente, le
hizo a Cristian una medición el resto del predio como levantamiento
topográfico. Informa que en la parcela había un pozo en la propiedad de
Solange que siempre ha estado y otro que se estaba construyendo en la
parcela de Luis, pozo que está seco y no se está ocupando. Dice que no
prestó una asesoría en el diseño o construcción de los pozos, pero sí
asesoró para conseguir la inscripción previa la solicitud que se hizo para
iniciar la tramitación, habiendo preguntado como se hacía y consultó si
tenía que hacerse indicando los cuatro litros por segundo y que la
persona que lo atendió le dijo que sí y que eso era muy poco. Afirma que
el pozo no se estaba explotando porque al mes de febrero de 2007 el
pozo ni siquiera estaba funcionando en un 50% de su capacidad.
Advierte que le causó extrañeza la conducta del señor Jacob porque al
parecer su solicitud tenía problemas de formato y porque Luis como no
tenía la propiedad del inmueble no podía obtener el derecho, a lo que le
respondió que necesitaba una respuesta negativa para poder saber que
legalmente no podían explotar o no un pozo. Dice que este pozo carece
de agua y no está siendo explotado, lo que le consta porque la última
visita que hizo a terreno se efectuó hace cuatro o dos meses atrás
cuando terminó de construir el estanque de Luis. Este estanque que
comenzó a hacer es el que hizo compartido con los hermanos Salfate
Pizarro y otro que es de Luis Alfaro y de su propiedad. Este no funciona
porque no tiene agua, y el otro que comparte estaba con agua que lo vio
por última vez hace unos cinco o cuatro meses. Dice conocer las
plantaciones del predio y afirma que éstas tienen unos tres a cinco años,
pues no son parejos porque son de distintas edades, porque los primeros
son de cuando Luis estaba junto con Solange y los otros son más nuevos
que los plantó en el terreno que era de los hermanos Pizarro. Refiere la
forma como se produjo la subdivisión sobre la base de un plano
preexistente del año 1985, bajo la responsabilidad de ambos. El resto de
la parcela de Luis, revela, mide como una hectárea que fue lo que
compró y lo que quedó fue unas 6,68 hectáreas, de lo cual en todo caso
no está cien por ciento seguro. Cuando los conoció a Luis y Solange, los
conoció viviendo juntos, eran a la época pareja y son excelentes
personas y el asunto de la discusión se pudo haber arreglado de manera
familiar, pues para él ambos son buenas personas, tanto así que estando
separados fue a comer a las casas de ambos. Desconoce la fecha que
llevan separados pero hace ya más de un año. No sabe si siguieron
trabajando juntos luego de la separación, antes sí. Sostiene que en el
mes de febrero en efecto estaba el pozo en la mitad de su construcción,
que es lo que recuerda al tiempo que trabajaba haciendo el estanque,
que se estaba aún construyendo porque es un pozo grande de unos 43
metros, aunque diferencia la prueba de bombeo que se produjo en
agosto, pero que quizás luego de eso se pudo haber secado, afirmación
de la que está seguro en un 90%. Indica que es amigo de Luis a quien ve
cada seis meses, no le ha prestado dinero a Luis, y lo ha conocido por los
trabajos que le ha hecho. Especifica que el pozo de la parcela de don
Luis queda a más de cien metros del canal, y reitera que el pozo tiene
unos 40 a 42 metros, y saca 0.52 litros por segundo, que es como el
agua que sale de la llave de una casa. La autorización a la DGA se hizo,
según lo que dijo el técnico al que le preguntaron que les señaló que la
solicitud la hicieran de uno a cuatro litros y la pusieron por cuatro. Dice
que para la subdivisión de la parcela que estaba comprando Luis vio los
títulos de dominio y que la parcela que compró no tiene agua,
igualmente plantó paltos con acciones que ha ido comprando
posteriormente. Estuvo comiendo en la casa de Solange unas tres o
cuatro veces. Por finalización de la construcción del pozo, dice, que está
finalizado cuando tiene agua, cuando luego de hacer la prueba de
bombeo y se explota. Expresa que la solicitud de inscripción del pozo la
hizo en febrero de dos mil siete y que su construcción fue en el invierno
del año dos mil seis, junio, y la solicitud se hizo después de la
construcción del pozo, calculando que a los 20 metros como aparecía
agua, presentaron la solicitud, surgiendo el agua recién a los cuarenta
metros.
d) Dichos de Juan Guillermo Villarroel López, cédula nacional de identidad
nº 6.918.210-0, nacido el 7 de febrero de 1956, de 52 años de edad,
natural de Monte Patria, soltero, empresario, domiciliado en Patricio
Ceballos nº 773 de la ciudad de Ovalle; quien juramentado en forma
legal expuso que es amigo de la señora Solange y de Luis Alfaro a
quienes conoce de bastantes años, desde mil novecientos noventa y
ocho, los conoció en la parcela que compraron en ese tiempo en
Potrerillos Altos, informando que hizo un trabajo para Solange Grondin
para hacer un trabajo de movimiento de tierras al comienzo de la
parcela en la parte de diciembre y enero, en parte del verano, del mil
novecientos noventa y nueve a mil novecientos noventa y ocho, y ese
trabajo de movimiento de tierra consistió, partiendo de la base que
arrienda la maquinaria y no supervisa los trabajos que el cliente hace,
pero como estaba en contacto con ellos, sabe que se hicieron unos
hoyos para la plantación de paltos, porque antes no se hacían
camellones y excavaciones para las matrices de riego tecnificado, le ha
hecho otros trabajos desde la época que los conoció hasta ahora, que
son los mismos, para riego tecnificado y camellones, expansión de un
estanque de agua y destronque de una parte de bosque que tenían. Los
camellones los hizo en dos oportunidades en el año dos mil cuatro en
una oportunidad y ahora en el dos mil seis al final del año y dos mil
siete. El primero se los hizo a ambos y en el dos mil seis no lo podría
precisar porque no se acuerda ya que no supervisaba los trabajos. La
ampliación del estanque lo hizo de una capacidad que no recuerda en el
año mil novecientos noventa y siete en una primera etapa, pequeño y al
año siguiente se amplió a una capacidad mayor y parece que este
mismo año se contrató una máquina para hacer una nueva ampliación,
en el 2006 ó 2007, que se debió a que habían plantado más por lo que
necesitaba un estanque mayor de almacenamiento de aguas. Las
matrices son las tuberías y las excavaciones las hizo él, las primeras las
hizo en diferentes ocasiones desde el año mil novecientos noventa y
siete cuando se empezó a ejecutar la parcela y más tarde cuando ésta
se amplió, mil novecientos noventa y siete y dos mil seis, que son las
fechas que recuerda. Las plantaciones se hicieron dentro de las parcelas
donde están los paltos y éstas las hizo a la vista de todos porque se está
hablando de una máquina sin razón de ocultar nada y dentro de la
propiedad de acuerdo a un diseño de riego que indica donde tienen que
ir las matrices y submatrices. Las matrices, explica, salían del estanque
y éstas estaban en la parte de abajo cerca de la casa de la señora
Solange donde estaba la caseta principal para regar la parcela, las
matrices llegaban a la parte de arriba y abajo, de unas 6 ó 7 hectáreas, y
diferencia un predio aparte, tercera parcela que trabajó con sus
máquinas que arrendó, hicieron trabajos allí, que sepa, lo que se hace
durante el día pues no supervisa la obra, sino solo a la gente. Los
trabajos fueron pagados en una primera etapa por ambos por Solange y
Luis, pero últimamente fue pagado por Luis Alfaro. Su giro comercial es
movimiento de tierras y maestranza. Reconoce el documento que se le
exhibe de fecha que no recuerda y que se trató de una reunión que tuvo
con Solange Grondin y Luis Alfaro en la casa de ella donde vivían juntos,
y le pidieron a él que sirviera como árbitro o mediador para ellos tener
claro cuando se iban a saldar las cuentas, se fueron discutiendo punto a
punto y le colocaba “ok” a cada uno de los puntos. Dice que está en
francés y reconoce lo que allí aparece, como que acuerdan que se iba a
usar una matriz principal de donde iba a salir el agua que iba a regar
todo el predio de 6 ó 7 hectáreas, cree que era toda la parcela. No
recuerda cuando se alcanzó el acuerdo, cree que fue en verano del año
pasado, a fin de año del año pasado por diciembre, ya hacía calor. La
sala de máquinas, por otro lado, estaba cerca de la casa de la señora
Solange, a unos 150 metros de la casa, a un costado. En el escrito
aprecia letra suya, otra de Solange y de Luis, como corrección, de lo que
no está muy seguro porque no se trata de algo muy formal. Dice que su
mediación se debió a los problemas que estaban teniendo ellos, se
conversó en dividir la administración, pero Luis propuso compartir
algunos gastos como luz, cuidador u otros operacionales, en el momento
no se habló de dividir las parcelas, porque iban a trabajar con una sola
sala de máquinas. Sabe que don Luis tiene un usufructo sobre una de las
parcelas, pero no recuerda que se haya hablado algo de eso en aquella
oportunidad. Piensa que ese acuerdo se realizó en el año dos mil seis,
más seguro, en un 80% y si no fue ese año, se hizo el dos mil siete. El
acuerdo se hizo en la casa de Solange, en la que vivía ella y Luis, en un
contexto en que ambos tenían problemas, sin que esté seguro si ya
estaban separados. El último de los trabajos se lo hizo a Luis Alfaro y el
se lo pagó sobre la parcela que le compró a Cristian que consistió en
camellones y excavaciones y un estanque, trabajo que se hizo a finales
del dos mil seis al dos mil siete, puede ser que en esa época se trabajó
ahí, luego de esa reunión, esa parcela a la época no estaba en
funcionamiento, pero no recuerda si estaba plantada o no. Aclara que a
la época de la reunión la nueva parcela no estaba plantada, pero estaba
en proyecto. Dice que es conocido de Luis Alfaro, bien amigo, le ha
trabajado y no le ha prestado dinero. Sobre el documento lo reconoce sin
la traducción que se adjunta a ésta que es la primera vez que la ve. El
documento está escrito en francés la gran parte y el resto en español.
Lee en un 50% francés y entiende parte de lo que dice el documento, no
todo. Conoce las propiedades de Luis Alfaro, las que carecen de agua, la
del usufructo sí, pero la otra no, fue una compra sin agua, que es donde
construyó un estanque, que se abastece con compras de agua la que
llega a través de tuberías que pasa por sobre la casa de Luis, por lo que
ese estanque se compra solo con el agua que Luis compra o arrienda, sin
que sepa con quien se relaciona. Dice haber visto un pozo en la parcela
donde está el usufructo que carece de agua al parecer porque por su
profundidad no sabe si tiene agua solo lo ha visto con su tapa,
destacando que no sale de el ninguna manguera lo que ocurrido hace
unos cinco meses atrás, cuya construcción calcula en cerca de un año.
Califica el documento que analiza más bien como una negociación y no
como un trato, aunque podría considerarse como de este carácter, que
carece de firma, y sin que tuviera alguna condición como para reducirlo
a alguna otra escritura o llevarlo a la notaría y legalizarlo. El acuerdo se
refiere a las dos parcelas 6 A 4 y 6 A 5 y no a las tres por los puntos que
se ven allí, incluyendo a la 7 A 5, solo a excepción del equipo de
movilización que era para las tres parcelas. Finalmente señala que todo
lo que se acordó esa noche en la reunión está ahí y no le falta nada,
ninguna hoja refiriendo que el documento en efecto tiene cinco hojas y
lo demás es una traducción.
e) Dichos de Fredy Javier Díaz Figueroa, cédula nacional de identidad nº
14.496.110-2, nacido el 30 de diciembre de 1974, de 32 años de edad,
natural de Río Hurtado, casado, empresario, domiciliado en calle Luis
Quérber nº 1010 casa 9 de la Villa San Jorge de Ovalle; quien
debidamente juramentado expone que conoce a Solange Grondin y a luis
Alfaro desde el 2002 ó 2003, desde que llegaron a implementar su
parcela, las que están ubicadas en Potrerillos donde tienen sembrados
cultivos de paltos, señalando que la parcela la tomaba como un solo
predio, sabiendo de qué parcela se trata. Indica que ha hecho trabajos
en la parcela pues está ligado con ellos en la parte comercial primero
por un invernadero y luego por asesoría por riego, para las paltas,
porque antes don Luis hizo un sistema de riego artesanal y así se fueron
haciendo cambios en la medida que ellos podían hacerlo. Dice que
cuando conoció el huerto estaba muy mal manejado, las plantas eran
pequeñas y con mucha maleza, estuvo asesorándolos en el tema técnico
de riego para mejorarlo. La asesoría técnica se la dio por un año y luego
en riego hasta ahora último que ha seguido asesorándolo que partió por
el dos mil cuatro con la implementación de una bomba de 2 HP y para
ponerle aspersores porque tenían emisores tipo jardín que don Luis trajo
de Canadá, le cambiaron aspersores y se hizo un cambio de válvulas y
luego hicieron un mejoramiento en el sistema de filtraje colocándole un
filtro de dos pulgadas en el centro de control. En otra oportunidad, lo
llamó don Luis porque había necesidad de aumentar el riego en la parte
alta de la parcela donde se puso una bomba de 3 HP y se puso un filtro
más en línea y se puso una matriz de 90 milímetros desde el centro de
control hacia arriba por el lado del camino, porque la original había
quedado corta en cuanto a su medida, finalmente se decidió agrandar el
estanque y él les dijo cómo tenían que hacerlo y colocar una geo
membrana, además lo asesoró para hacer un estanque a medias de don
Luis con Cristian en el predio de ellos, ejecutando la geo membrana. Con
la señora Solange se ha relacionado por mantenimiento de bombas
porque han tenido problemas puntuales sobre eso. Así, los lazos que los
une con ambos son de carácter comercial. Sobre los primeros trabajos,
dice que se ejecutaron en agosto o septiembre del año pasado,
comenzando la nueva temporada de riego. Sus servicios para hacer esta
tercera parte los contrató don Luis con la señora Solange a los dos a
quienes le presentó el proyecto y cotización y le dieron el visto bueno
para empezar y así comenzó a llevar los materiales al campo para
comenzar, eso durante los meses de agosto y septiembre de dos mil
seis. Acerca de la capacidad del estanque, dice que se agrandó a 400
metros cúbicos, para así ampliar el sistema de riego para implementar
un riego en la parte alta de la parcela, porque el sistema como estaba,
estaba justo, por lo que para aumentarlo tenían que hacerse todas esas
obras. A continuación dibuja el predio y se refiere a él y a las secciones
del predio que pueden ser diferenciadas y reiterando lo ya dicho hasta
ahora graficándolo en el croquis. En el predio distingue dos casas, la
principal y la de un trabajador, además de una tercera. A la época don
Luis y doña Solange vivían en la casa principal y la nueva matriz era
para regar la parte alta del predio, porque el sistema antiguo era
insuficiente para lograr ese objetivo, reiterando que la matriz se
encuentra dentro del predio en la sala de máquinas. Acerca de los
pagos, dice que los hacía que se hacía en un primer pago que se hizo en
la casa de don Luis y la señora Solange y los otros los hizo don Luis en su
oficina o en sus predios y los materiales los iba a buscar él mismo en su
camión hasta el predio y los descargaban en el patio de la casa, al lado
de ella, en el huerto, en la casa que vivían don Luis y la señora Solange,
lo mismo que la geo membrana, como también los restantes materiales
a medida que las obras lo requirieran, siendo ésta una labor muy en
conjunto entre todos. Para hacer la matriz nueva se ocuparon unos 400
metros de tubo porque va por toda la orilla de la parcela, por el medio
del camino. Después de esos trabajos hizo el tranque a medias de don
Luis y Cristian, porque empezó a hacer otro campo al lado. Dice que
sobre las bombas ha prestado otros servicios a don Luis porque le instaló
una bomba de pozo profundo en el mes de mayo de dos mil siete, le
instaló una de 1 HP o de 11/2 HP. No sabe si actualmente el pozo está
funcionando, y que en ese pozo se sacaba menos de un litro, porque los
pozos son fluctuantes porque a veces se secan y por esa razón se le
puso una bomba pequeña, por lo que tampoco sirven para darle una
explotación industrial, quizá puede regar una media hectárea, pero más
que eso no. Señala que si se hubiera usado para riego de todo el predio
de los dos estanques, existe, a su juicio, un riesgo que se reviente el
sistema, considerando que la bomba que él puso era suficiente para
regar la parcela de arriba y la de abajo, no así el nuevo estanque que es
para regar únicamente la nueva plantación. Sabe que ahora ambos
están separados, desde enero de este año que se ha dado cuenta que
están separados. Califica las plantaciones que hoy están en producción
en comparación a como las conoció, y que incluso le están colocando
flores al medio, por lo que aquellos paltos están en plena producción.
Desconoce de quien son las aguas con la que se riegan los predios.
Sobre la nueva tubería, dice que se dejó como opción usarla para la
nueva parcela porque estaba en la misma cota, porque él llegó hasta la
parte de arriba, planteando como opción que con el estanque de 3 HP se
podía llenar el nuevo estanque, pero sin que la tubería quedara lista,
porque no intervino en la forma de riego de la parcela nueva, opción que
la propuso a petición de don Luis, las que grafica en el dibujo que
previamente había hecho y separa el predio en dos, en la parte alta de
don Luis y la baja de la señora Solange. La bomba del pozo, dice que la
fue a instalar a fines de febrero y primeros días de marzo, sosteniendo
que al poner la bomba e pozo estaba terminado, indicando que además
puso cañerías al segundo estanque de allá arriba, para acumular agua
para la parcela nueva y para un parrón de Cristian, que es un estanque
de riego, salía poca cantidad igual, reiterando que ese estanque solo
servía para riego.
f) Dichos de Luis Leonardo Honores Honores, cédula nacional de identidad
nº 12.572.877-4, nacido el 9 de agosto de 1974, de 33 años de edad,
natural de, operador de máquinas, soltero, domiciliado en calle Arturo
Prat sin número de la localidad de Huamalata de la comuna de Ovalle;
quien juramentado en forma legal expone que desde julio que conoce a
la señora Solange y a don Luis porque a la parcela de ellos fue a hacer
unos trabajos de excavaciones por el costado de las parcelas entre los
árboles de fruta y los cercos y más tarde se hizo un estanque en el
mismo predio a corta distancia de la casa de la señora Solange. Dice que
es trabajador de Herman Tello que es el dueño de la máquina pues él
solamente se ocupaba de trabajar la máquina. Hizo excavaciones para
cañerías y camellones para ir colocando la fruta, excavaciones que las
hizo desde la salida del estanque que hizo y posteriormente hay un
estanque de unos 30 metros cúbicos de agua sobe el cual se hizo uno de
120 metros cúbicos porque se amplió y desde ese estanque se hicieron
las salidas de las cañerías en dirección a la cordillera a continuación del
estanque en línea recta aproximadamente unos 800 metros de
excavación las que se hicieron por el medio del camino y la señora
Solange iba a ver las obras de vez en cuando. A continuación hace un
dibujo en una pizarra dispuesta al efecto en donde replica sus dichos.
Las instalaciones para las tuberías llegaron hasta el fondo del terreno,
hasta cerca de la otra vivienda que ahí allí, porque hicieron un viraje en
90 grados hacia la derecha, llegando hasta ahí porque más tarde se
dedicó a hacer otro tipo de trabajos. Los camellones los hizo en la
parcela que continuaba al deslinde luego que se cortaran unos
eucaliptos que habían allí y sostiene que en junio de 2006, fue visitado
en las obras por don Luis y por la señora Solange, pues a esa época
ambos vivían juntos por lo que pudo apreciar, en tanto que pospagos se
los hacía su patrón.
g) Declaración de Herman Eric Tello Marín, cédula nacional de identidad nº
8.439.139-0, nacido el 31 de agosto de 1958, de 49 años de edad,
natural de Coquimbo, casado, transportista, domiciliado en Cabo
Meléndez nº 795 de la Población José Tomás Ovalle de esta ciudad de
Ovalle; quien juramentado en forma legal expone que conoce a doña
Solange y a don Luis por una relación de un trabajo que se encomendó
para un trabajo de ellos, por lo que no tiene clara la fecha, lo que se
habría producido hace un par de años. El trabajo fue para arrendar unas
maquinarias para la parcela que ellos tienen en camino a Punitaqui con
el cruce del Altar aproximadamente, ignorando como se llama el sector,
porque no se preocupa de ello y porque ahí solo sabe llegar. Cuando se
presentó ante doña Solange y don Luis, pero le pareció que eran parejas,
porque no le pareció adecuado preguntar nada. Sobre el trabajo dice que
se hicieron camellones para plantar árboles frutales y se hicieron
excavaciones pero dado que tiene operadores dice que una vez que deja
a las personas se retira y que grosso modo podría referirse a ello: Dice
que iba a dejar al operador Leonardo Honores para hacer los trabajos, y
cuando lo iba a dejar al predio, veía que ambos vivían juntos, conoció la
casa de ellos, sin que haya tenido una invitación específica. Los trabajos
que hacía dice que fue uno sola y cuando le pagaron estaban los dos ahí
y en cuanto a las facturas no recuerda a nombre de quien las hizo.
h) Exposición de Francisco Javier Castro Parra, cédula nacional de identidad
nº 8.195.112-8, nacido el 18 de junio de 1959, de 48 años de edad,
natural de Nueva Aurora, casado, agricultor, domiciliado en Parcela 6 de
Potrerillos Alto de la comuna de Ovalle; quien prometiendo decir verdad
expone que a la señora Solange la conoce del año dos mil seis, a ambos,
y que cuando los conoció vivían en la parcela de abajo que era de la
señora Solange con don Luis porque vivían juntos. Dice que los ayudó a
sacar una bomba que se echó a perder en la parcela de la señora
Solange el 25 de diciembre y los fue a ayudar con Joel Araya y Eudaldo
Rivera, porque al parecer estaban agripados los rodamientos. Afirma que
se demoraron en sacar la bomba unas dos horas. Añade que la bomba
estaba en la caseta de riego que estaba al lado del estanque con la que
riega ella y que desconoce si repusieron esa bomba al estanque sin que
lo pueda sostener porque solo ayudó a sacarla. Ningún otro trabajo ha
hecho en ese predio y en el don Luis dice que hizo un pozo, que se
construyó la segunda semana de agosto, en el que participó con los
otros trabajadores ya señalados, ese pozo lo terminó el 16 de febrero de
2007, que actualmente no se está explotando y si lo ocuparon es para
beber el agua para seguir trabajando, la que se lanzaba al estanque y
luego a terreno al canal del “niño Cristian”, en cuya propiedad estaba
emplazado el estanque y que era compartido con don Luis. No sabe
cuántos litros por segundo da el pozo. Afirma que cuando hacían el pozo
eran visitados por la señora Solange y por don Luis, y que ella estuvo
unas dos o tres veces, siendo aquel terminado en el mes de noviembre
de dos mil seis. No sabe si se habrá hecho una prueba de bombeo, pero
que vio a un joven pero que no sabe mucho de eso. En el predio hay
plantados paltos, sin que sepa cuántos paltos hay en uno u otro predio.
Distingue unos paltos nuevos de un año y los otros están de antes de
unos tres a cinco años, observando que en los paltos hay problemas de
sequedad que son los que se dividieron por el lado de don Luis por
donde estaban haciendo el pozo y cree que se debe a la falta de agua.
No ha trabajado en las conexiones de tuberías y dice que los paltos de
don Luis se riegan con agua del canal de Paloma y que ésta se acumula
en el estanque nuevo que hizo don Luis. Sobre la instalación de bombas
en el pozo, dice que trabajó cuando llegó el caballero. Comenta el modo
como recuerda la fecha en que comenzó la construcción del pozo porque
se acuerda las fechas y los pagos, reiterando que comenzó la segunda
semana de agosto y termino el 16 de febrero de 2007, porque desde
diciembre salía agua que lanzaban al estanque hasta que el Cristian dijo
que más bien estaba saliendo cemento del agua. Explica que en
Potrerillos Alto hay agua potable que la suministra de arriba por una
empresa, agua que viene de unos tres o cuatro años atrás, por lo que
cree que no hay necesidad de hacer pozos si cuentan con agua potable,
reconociendo que igual hizo un pozo en su casa, pero que éste se secó
hace unos cinco o seis meses atrás.
i) Testimonio de Joel del Carmen Araya Rojas, cédula nacional de identidad
nº 11.513.816-2, nacido el 30 de mayo de 1969, de 38 años de edad,
natural de Combarbalá, soltero, agricultor, domiciliado en Parcela 6 Lote
5 de la localidad de Potrerillos Alto de la comuna de Ovalle; quien
prometiendo decir verdad expone que conoce a Solange Grondin y a Luis
Alfaro del 7 de febrero de 2002, a quienes conoció por intermedio de un
amigo para desarrollar una labor, y en esa oportunidad celebró un
contrato con la señora Solange, indicando que era administrador de esas
parcelas porque ellos llegaban para el verano, especificando las parcelas
como 6 A 4 y 6 A 5, época en la cual ambos estaban casados y vivían
juntos en la casa de la parcela 6 A 4. Definitivamente llegaron a
radicarse en el predio en el dos mil tres, porque don Luis venía y luego
se regresaba, quedándose en octubre de dos mil seis. Sostiene que a
estos dos predios se ha incorporado un tercer predio desde julio del año
pasado la parcela 7 que compró don Luis por unas tres hectáreas. En las
parcelas hay plantaciones de paltos y un pequeño huerto en la parcela 6
A 4 y un vivero de unos 1.000 metros cuadrados, lo mismo que en la 6 A
5 hay paltos, pero no en toda ella y unos limones una hilera chiquita, y
en la parcela 7 también hay paltos, los que se plantaron hacia fines de
agosto y comienzos de septiembre. A continuación realiza un dibujo
donde replica sus dichos especificando aquello que ha venido diciendo,
añadiendo la ubicación de la sala de bombas en la parcela 6 A 4 y
describe la tubería de 90 milímetros que sale de allí y precisando la
ubicación de la parcela 7. La tubería a que se ha hecho mención se
extiende por unos quinientos metros, mostrando el lugar donde las
parcelas fueron divididas. Indica que cuando hicieron las tuberías las
hacían a la vista del público porque la máquina que hizo el estanque fue
el mismo que hizo las excavaciones para las tuberías y que en todo ese
trabajo era visitado por la señora Solange y don Luis. Dice que la
primera semana de agosto se terminó de hacer el trabajo. Se refiere a
que en dos mil dos se puso una tela de piscina y que en el dos mil seis
se agrandó el estanque y que incluso se sacaron unos limones de allí,
por cuanto a futuro se iba a necesitar más agua. Refiere que en el predio
hay un pozo en la parcela 6 A 4 y otro en la 6 A 5. Este último lo
comenzaron a hacer en la segunda semana de agosto de dos mil seis y
lo terminaron en febrero, segunda semana, añadiendo que sale de allí
sala muy poco agua que se encontró, que no sirve para nada porque de
la bomba salía muy poca y que cuando salía la bomba se paraba porque
el pozo se secaba. Dice que en diciembre empezó a salir agua y que la
que iba saliendo era para seguir trabajando la sacaban al estanque y
como estaba saliendo muy sucia, con borra, empezaron a tirarla al
predio vecino porque podían ocuparla para su riego. En la noria trabajó
Francisco Castro y Eudaldo Rivera. Cuando hacían la noria lo visitaba la
señora Solange y don Luis, y que el pozo tuvo una profundidad de unos
30 metros y su diámetro sería de un metro y medio más menos. El agua
de ese de pozo es para consumo porque sacan agua en bidones para
beber porque esa agua es muy buena. Afirma que vive en Potrerillos y
que si bien tiene agua potable, a veces esta sale con mucho cloro y que
por eso prefiere el agua de pozo. Las tuberías de la parcela siete las
trabajaron varias personas Eudaldo los ayudó en parte para tirar arena,
Pedro Rivera hijo también ayudó, su señora igual ayudó a acarrear tubos
junto a una señora Julia. Los materiales, la mayor cantidad de tuberías
que llegaron en la noche fueron descargados cerca de la casa del perro
de la parcela 6 A 4. Desde que trabaja, refiere que había un sistema
muy precario de riego, ya que no habían aspersores adecuadas para ese
tipo de plantaciones, y más tarde don Fredy Díaz hizo instalaciones
nuevas, porque antes se regaba una hora al día. Dice que siempre
sobraba agua y los castigaban con un porcentaje y que cuando llegó el
agrónomo de “Cabilfrut” José Gutiérrez empezó a consumirse más agua,
indicando que en esa época no estaba presente don Luis quien llegó con
una persona de Punitaqui en el vehículo de don Edgardo. Cuando él
llegó, se comenzó a analizar los primeros paltos de la parcela al principio
y dijo que a éstos les faltaba agua y luego siguió hasta la parcela 7 junto
a la Señora Solange y Luis Rivera. Luego hizo una segunda visita de la
que no recuerda si estuvo presente Luis Alfaro, esa segunda visita era
para verificar como andaba el riego de los paltos, dándole como
instrucciones que tenían que ser regados con más aguas, cinco horas
cada cuatro días. Esos informes estaban dirigidos por sectores, “con y
sin piedras” y “sector Luis”, pero llegaba un solo informe. Al parecer más
tarde cuando tuvieron problemas se separaron los informes. La
administración a cargo de la señora Solange trabajo el 3 de febrero de
2006 y que cuando llegó de sus vacaciones ellos ya se habían separado.
Trabajaba con Luis Rivera en los predios dando algunas instrucciones.
Cuando llegó de sus vacaciones ya no se regaba en conjunto. La parcela
6 A 4 seguía regando con su estanque y la 6 A 5 con la 7 con un nuevo
estanque que estaba en el predio colindante. Dice que nunca recibió una
instrucción para regar en una menor cantidad en algún predio para que
se secaran los paltos. Sobre las aguas, no diferenciaba las aguas por lo
que nunca se preocupó de eso. Nunca ha visto un problema de sequedad
en los paltos, por lo que concluye que están bien cuidados porque son
uno de los mejores huertos que hay por ahí. La mayor cantidad de paltas
salen de la parcela 6 A 4, porque el sector nuevo y el predio de arriba
son plantas nuevas, puede que por eso saquen una producción menor. El
25 de diciembre de dos mil seis se echó a perder la bomba del estanque
de la parcela 6 A 4 y que con tres trabajadores la arreglaron en unos tres
días, y por eso dice que pudo haberse encontrado algún problema de
sequedad. Refiere que otro problema que había era que se atrasaba el
riego, todo lo cual ocurrió en diciembre de dos mil seis. Sabe que en la
misma casa, doña Solange con don Luis vivieron hasta un 12 de
septiembre, pese a lo cual igual siguieron trabajando juntos, pero no se
metió en eso. Sostiene que el pozo nuevo no está siendo explotado pues
dice que empezó a usarse de la forma como explicó más arriba y que
ahora está siendo usada el agua del pozo para el consumo humano. El
contrato con don Luis es de julio de dos mil seis, y el cambio de patrón
fue para que lo finiquitaran y así tener algo más de dinero, por lo que a
él le pareció conveniente que se procediera de ese modo. La parcela 7
comenzó a administrarla en julio de dos mil seis, sus árboles los
plantaron de la segunda semana de agosto a septiembre. Con la cañería
del costado se regaba hasta enero de dos mil siete, y después de eso se
empezó a pedir agua del canal Paloma porque les habían cortado la
llave. Primero se cortó el agua de la parcela 7 y en el mes de febrero la
que va a la parcela 6 A 5. Ahora, ésta y la 7 se riegan con agua del canal
que se deposita en el estanque. El agua que recibía el agua del pozo era
otro más pequeño hasta donde llagaban las aguas del pozo y las del
canal, confundiéndose, precisándose el uso del agua del pozo. Reitera
que en marzo se puso la bomba para sacar agua y hace como dos meses
atrás cerraron la instalación del pozo al estanque y se hizo la instalación
a la casa. Antes de julio de dos mil seis el sueldo se lo pagaba la señora
Solange y después se lo paga don Luis. El agua que iba saliendo del pozo
la aprovechó Cristian Pizarro hasta el momento en que llegó muy
ofuscado diciendo que esa agua traía cemento, en la parcela 7 de don
Luis hay 1.200 paltos y en la 6 A 5 un poco más de mil donde hay más
que en la 6 A 4, lo que era distinto antes, porque cree que en ésta
habían más paltos, con una diferencia de unos 200 paltos de diferencia.
j) Afirmaciones de Eudaldo Alfonso Rivera Valverde cédula nacional de
identidad nº 6.705.981-6, nacido el 10 de noviembre de 1953, de 54
años de edad, natural de Potrerillos Altos, casado, agricultor, domiciliado
en Parcela 6 de la localidad de Potrerillos Alto de la comuna de Ovalle;
quien juramentado en forma legal expone que conoce a don Luis Alfaro y
a la señora Solange porque ambos compraron en la parcela que les
corresponde y los conoce del año setenta a los dos cuando vivían juntos,
corrigiéndose luego que más bien que los conoce desde hace ya ocho
años es decir, en el año noventa y tres o noventa y cuatro, porque son
vecinos, señalando que ambos vivían en la misma casa cuando viajaban
desde Canadá a su parcela que es la nº 6 de Potrerillos Altos. Trabajó en
las parcelas haciendo el pozo que lo hicieron en la segunda semana de
agosto del año dos mil seis, junto a Francisco Castro y terminaron de
hacerlo a mediados de la segunda semana de febrero de dos mil siete,
precisando el lugar donde está el pozo en la parcela “no sabe cuánto”
porque son dos parcelas que están juntas. En la excavación del pozo no
trabajaban todos lo días, porque habían veces en que trabajaban más o
menos días a mediados de diciembre encontraron agua en el pozo que
estaban excavando y el agua que encontraron y la borra que iba
saliendo se iba al estanque del vecino Cristian, no sabe mayores datos,
agua que luego era ocupada por el vecino porque era solo borra de agua
sucia que era empleada por el vecino, pero también ocupaba agua don
Luis o don Cristian porque esa agua iba a parar a un estanque que
llegaba a un estanque compartido. En cuanto a las bombas, dice que
fueron instaladas en el pozo luego que terminaron de hacer el pozo a
fines de febrero de este año, que caracteriza como una bomba de agua
sumergible. Del pozo sale muy poca agua acaso para abastecer una
casa, porque no sale más que eso. Cuando se inició el trabajo del pozo
don Luis y la señora Solange ya estaban separados a mediados de
agosto, sin que pueda precisar la época, añadiendo que cuando llegó ahí
a trabajar estaban viviendo juntos, destacando que cuando estaban
trabajando por el pozo ella siempre iba circulando por el pozo, los vio ahí
trabajar, pero nunca se acercó porque le daba miedo llegar hasta ahí,
sosteniendo que siempre los saludaba cuando los veía. En el predio
donde se hizo la noria, indica que hay plantados paltos, y cada predio
debe tener unas dos hectáreas punto ocho. Caracteriza los paltos como
en producción y otros que están recién plantados, y que la plantación de
paltos era administrada por Joel Carvajal, el trabajador de don Luis, y fue
administrador general de toda la plantación de paltos y que cuando
terminó de hacer el pozo dejó de ir para allá, indicando que don Luis le
dejaba las instrucciones para la parcela que a él le correspondía. Dice
que cuando trabajó en el pozo no tuvo inconvenientes con Cristian
Pizarro, salvo cuando una vez que transitando por la parcela de él para
poder pasar, se la cortó. Da certeza que cuando empezó a hacer el pozo
don Luis y la señora Solange ya estaban separados, señalando que antes
cuando necesitaban pedir algo iban para la casa donde estaban ellos
viviendo juntos cuando llegaron a la parcela. Informa que don Luis no
cree que tenga derechos de agua, porque el agua del pozo no es capaz
para regar plantas, sino solo para bebida. Señala que construyó un cerco
por encargo de Luis Alfaro, y que como trabajador agrícola señala que
una parcela de más de dos mil paltos no puede ser regada como con dos
acciones de agua, pero dependiendo del año a como se da, porque en
años malos puede ser cada acción de 3.500 metros cúbicos y si hay más
aguas disponible, se aumenta un poco. Sobre la sequedad del predio
inferior dice que puede deberse por mal manejo de la plantación porque
puede que no le haya llegado agua a los plantíos antes que el canal se
secara. Refiere que desde el pozo no hay manguera que llegue al
estanque de don Luis porque fueron eliminadas. Responde que cuando
empezaron a hacer el pozo habían en el sitio tres marcas, donde se hizo
el pozo y dos en la parcela que compró don Luis en el vecino donde
habían dos marcas más desconociendo quien las pudo haber hecho.
PRUEBA DOCUMENTAL DE LA DEFENSA.
a) Copia escritura de usufructo de 12 de diciembre de 2003 entre Solange
Grondin y Luis Alberto Alfaro Arredondo.
b) Rectificación de usufructo Solange Grondin a Luis Alfaro Arredondo de 16
de enero de 2004.
c) Copia de inscripción de usufructo.
d) Copia autorizada de compraventa y usufructo de Solange Grondin a
Rebecca Tracy Allen de 19 de enero de 2007.
e) Copia autorizada de resciliación de contrato de compraventa y usufructo
entre Solange Grondin a Rebecca Tracy Allen.
f) Traducción oficial de sentencia de divorcio definitiva.
g) Documento intitulado “Copie d’acte de mariage” y su traducción no
oficial.
h) Copia autorizada de causa sobre divorcio radicada en el Tribunal de
Familia de Ovalle iniciado por demanda presentada por Solange Grondin
en contra de Luis Alfaro Arredondo.
i) Copia autorizada de expediente ante árbitro arbitrador Sergio Peralta
Morales al 24 de agosto de 2007.
j) Certificado de antecedentes de Luis Alberto Alfaro Arredondo.
k) Solicitud de aprovechamiento de aguas de 19 de febrero de 2007 y su
rectificación de 27 de febrero de 2007.
l) Informe técnico de prueba de bombeo de 21 a 31 de agosto de 2006.
m) Resolución nº 477 de la Dirección General de Aguas de la Provincia de
Limarí que deniega solicitud de aprovechamiento de aguas.
n) Factura nº 03773 y dos guías de despacho nº 01159 y 01171.
o) Una fotografía.
p) Escrito manuscrito en lengua francesa con su traducción no oficial y
adjunta dos copias de “recibo de dinero”.
q) Comprobante de egreso nº 1209 de 26 de diciembre de 2006.
r) Oficio nº 1216 del Jefe Provincial Dirección General de Aguas Limarí a Sr.
Fiscal Adjunto de la Fiscalía de Ovalle de 28 de febrero de 2007.
s) Consulta por contribuyente correspondiente a Luis Alberto Alfaro
Arredondo.
t) Certificado de viajes de la Policía de Investigaciones de Chile de Luis
Alberto Alfaro Arredondo.
u) Copia de pasaporte de Luis Alberto Alfaro.
v) Documento en lengua francesa del “Centre d’Immigration du Canada”.
w) Copia de documento en lengua francesa sin traducción oficial.
x) Copia de cartola “Mastercard” en lengua francesa sin traducción de siete
páginas.
y) Copia simple de declaración de inicio de actividades del Servicio de
Impuestos Internos, de tres páginas, a nombre de Solange Gabrielle
Grondin.
z) Copia de cartola “Mastercard” en lengua francesa sin traducción oficial,
de dos páginas.
6.- Al término de la rendición de la prueba de los intervinientes, fueron oídos
por el Tribunal cada unos de ellos en sus alegatos de clausura.
Comenzó el representante del Ministerio Público señalando que según su
parecer en este caso la prueba rendida no sólo por el Ministerio Público, sino
también por la propia defensa ha sido concordante y no existe discrepancia
alguna de fondo acerca de los hechos debatidos en el juicio, ya que con la
prueba propia, afirma, se acreditaron los hechos fundantes del requerimiento
en tanto que con la prueba de la defensa se ratificó la posición que representa,
no habiendo diferencia acerca de los planeamientos fácticos y sin que existan
en consecuencia divergencias en las posiciones. En el juicio, continúa, quedó
acreditada sin controversia alguna la propiedad de la señora Solange Grondin
sobre las parcelas 6 A 4 y 6 A 5 y que sobre ésta última se constituyó un
usufructo a favor del imputado, quien a medidos de agosto y comienzos del
mes de septiembre, adquirió una parcela a nombre de su actual conviviente,
que luego arrendó, y que compró de Cristian Pizarro, la que regó con aguas del
usufructo. El modo comisivo de la usurpación del artículo 461, arguye, se ha
efectuado a través de dos maneras, usando fraudulentamente conductos que
estaban establecidos de forma diversa a la dispuesta para regar, pues también
se ha acreditado de acuerdo con su parecer que en el año dos mil cinco y dos
mil seis, se inició la construcción de un estanque ubicado en la parcela 6 A 4
que irriga las parcela a través de dos tuberías, y proponiendo que mientras se
hacían estas instalaciones, el señor Alfaro efectuaba negociaciones con Cristian
Pizarro para comprar la parcela a que hace mención, a espaldas de Solange
Grondin, tal como por lo demás lo sostuvo Luis Rivera en su declaración,
logrando que así saliera una matriz adicional por el borde del camino con la
excusa de regar la parcela desde arriba hacia abajo por un factor de gravedad,
excusa que empleó el requerido, siendo así su construcción fraudulenta, pues
fue de manera escondida y sin el conocimiento de Solange Grondin,
circunstancia que fue ratificada en este punto por la prueba de la defensa y
sobre el cual no hubo controversia, citando además al efecto los dichos de
Freddy Díaz quien negoció con ambos la instalación de las cañerías para regar
la parcela 6 A 5 siendo esa la razón de ser de la instalación y que Luis o
Leonardo Honores, que era quien operaba la maquinaria y en un dibujo hecho
al efecto, señaló que la instalación para la cual se le contrató era un para
colocar un ducto de unos 90 milímetros que llegaba solamente hasta la parcela
6 A 5. Luego, prosigue, fraudulentamente el imputado se sirvió de Luis Rivera y
Joel Araya para extender estas canales hasta la parcela 7 5 A y proceder a
regarla con un uso excesivo del agua a que tenía derecho. Destaca
nuevamente la declaración de Fredy Díaz quien señaló que cuando se estaba
construyendo esta nueva cañería el imputado le consultó si éstas serían
posibles de usar para llenar el nuevo estanque que se estaba construyendo en
la parcela 7 5 A, por lo que a la época, concluye, ya había una intención de
usar los ductos de una manera diversa para el riego, es decir, para regar una
parcela cuya copropietaria alícuota desconocía de su existencia y la necesidad
de su riego. En relación a la forma comisiva propiamente, argumenta que Luis
Rivera señaló que se usaba agua del estanque para regar esta nueva parcela
en desmedro de la parcela 6 A 4 que a enero de este año ya carecía de
humedad, siendo irrelevante cualquier otra valoración al efecto, pues Luis
Alfaro utilizó más de las aguas de las que tenía derecho para regar su nueva
parcela, destacando las instrucciones dadas en este sentido a dicho trabajador.
Sobre el parecer de los testigos en orden a considerar que el predio sería uno
solo, indica que hasta julio de dos mil seis, Solange Grondin y Luis Alfaro vivían
en una misma casa y compartían la administración del predio. No obstante,
sostiene que hay tres indicios que a los meses de julio y agosto de dos mil seis
se gestó la división de la pareja y de la administración del predio, pues en julio
de ese año Solange Grondin contrata a Luis Araya para que cuide su predio,
Joel Araya es despedido y contratado a su vez por Luis Alfaro para el trabajo de
su sector adicionalmente, y además emplea la negociación a que se refirió la
defensa en que se discutió el modo como se iba a administrar el predio y
Solange Grondin consintió en que se siguiera regando con su estanque hasta
que no existiera una nueva estructura, de manera que en agosto de dos mil
seis, concluye que los intereses pasan a ser particulares y no comunes, por lo
que desde agosto debe el imputado preocuparse de lo que sería su suerte,
insistiendo que a la época ya tenía todo concretado para separarse
definitivamente en el mes de agosto, cortando los lazos sentimentales para lo
cual se va a vivir a una casa diversa y se produce a continuación la división de
los predios, pues sus intereses estaban con la parcela 6 A 5 y 7 5 A. De los
hechos señalados, deduce que no ha hay duda acerca de la prueba de los
testigos. Lo complejo según su parecer sería acreditar el uso de las aguas, en
cuanto a si hubo una utilización mayor de la que se podía emplear, por
carencia de un medidor para cada uno de los comuneros, por lo que no se
puede saber en principio quien utilizó más o menos agua. Sin perjuicio de ello,
sostiene que todos los deponentes en juicio señalaron que los paltos debían
regarse cotidianamente, y entre agosto de dos mil seis y mediados de febrero
de dos mil siete se plantó una parcela nueva, de 1950 paltos; y desde que se
plantaron estos paltos hasta la división de las aguas en enero de dos mil siete,
los paltos de las parcelas del imputado fueron regadas con agua del estanque
de Solange Grondin emplazado en la parcela 6 A 4, es decir, casi 3.200 paltos
fueron regados con cargo a las cuotas de agua de Luis Alfaro y los restantes
con cargo a la cuota de Solange Grondin, por lo que le parece evidente que
aquel estuvo utilizando aguas cotidianamente para regar sus paltos en
desmedro de la copropietaria, por lo que Luis Alfaro utilizó más agua que la que
sus derechos le otorgaban, originando para ello perjuicio a Solange Grondin,
ocasionando un daño que en todo caso reconoce no es posible cuantificar
únicamente por la sequedad del suelo, de acuerdo a lo dicho por los empelados
de Cabilfrut, reiterando su idea que a Solange Grondin a marzo de dos mil siete
ya no tenía agua y que tuvo que comprar agua adicional porque si Luis Alfaro
hubiera utilizado solo el agua que le correspondía esta carencia no se habría
presentado. Otra prueba indiciaria, discurre, es la declaración del celador de
aguas Segundo Rivera quien señaló que cuando Luis Alfaro dejó de tener
acceso al sobrante de aguas al mes de febrero de dos mil siete, él
inmediatamente tuvo que comprar 12.000 metros cúbicos por cuanto ya no
estaba en condición de usurpar aguas de Solange Grondin por lo que debió
inmediatamente en febrero de dos mil siete y en marzo adquirir 10.000 metros
cúbicos más, lo que da cuenta de la necesidad del agua para el riego de los
paltos. Por otro lado, sobre el pozo y el uso de las aguas subterráneas, dice que
no hay duda al respecto, pues la defensa ha dicho que el agua extraída era
insuficiente para el riego destacando que varios testigos sostuvieron que
igualmente con el agua extraída alcanzaba para regar media hectárea lo que a
su juicio es suficiente para configurar el tipo penal, ya que se trata de derechos
ajenos correspondientes al Estado, que es el propietario de la misma,
usurpando entonces los derechos de agua extrayendo el agua del pozo y
desplazándola hasta un estanque para regar con ellas sus plantaciones.
Finaliza alegando la improcedencia de la excusa legal absolutoria que está
establecida sólo respecto de ciertos delitos, citando doctrina al efecto y
llamando la atención acerca de la situación irregular del imputado quien se
encuentra casado de acuerdo al certificado de matrimonio acompañado al
juicio, no obstante lo cual igualmente aquel habría contraído matrimonio en
Canadá existiendo así un vínculo matrimonial no disuelto, causal de nulidad
absoluta y constitutiva de delito, por lo que esgrimir esta causal resulta
abiertamente improcedente por aprovecharse de su dolo quien además lo
origina.
A continuación, hizo su alegato de clausura el abogado de la parte
querellante, adhiriendo en todo a la exposición hecha antes por el
representante del Ministerio Público, con la salvedad de la precisión de la que
hizo atisbos en su alegato de apertura, profundizando en ellas y relativas al
primer delito que se le imputa al encartado, castigado en el artículo 461 del
Código Penal, para lo cual, señala, aquel hizo uso de tuberías clandestinas y
empleó una cantidad superior de aguas que la que le corresponde por sus
derechos, diferenciando en esta parte su postura con la del Ministerio Público,
ya que no le reconoce al querellado derecho alguno sobre aguas a su nombre,
ya que no fue capaz de acompañar al juicio una escritura de dominio sobre
aguas que lo respaldara, sino solo un título traslaticio de dominio que estima
inadecuado. No habiendo operado entonces un modo de adquirir el dominio, el
imputado no puede servirse de aguas constituidas a favor de su representada
de modo tal que aquel incurre en el ilícito desde que aquel usa sola una gota
de agua que le corresponde a ella, destacando que los derechos de agua del
querellado son solo pequeñas cuotas que aquel ha comprado a otros regantes,
exhibiendo al efecto la inscripción de dominio de su representada quien es
dueña de todas las acciones accesorias al inmueble. Sobre la clandestinidad de
las tuberías que salen del estanque ubicado en la parcela 6 A 4, razona en que
si bien su representada conocía la existencia de una tercera tubería hecha con
dolo por el querellado, por el fraude con que obró, ésta fue empleada para
regar la parcela de la cual doña Solange Grondin es la nuda propietaria y que
por lo demás ocupa el imputado, habiéndosele indicado que aquella no
obstante sería empleada para regar por gravedad el predio, pero el imputado
utilizó estas tuberías para regar la parcela que adquirió, citando al efecto la
declaración de un testigo de la defensa que trabajó en su instalación, yendo
entonces desde este predio a la parcela 7 del lote 5 A. Su representada,
sustenta, no se enteró de esta extensión al ir además de manera subterránea,
por lo que estando dirigidas las aguas de Solange Grondin a un predio diverso y
de propiedad de la conviviente del querellado, estima que se configura aún
más el ilícito. Con la documental que precisa y las facturas que refiere, además
de la declaración de Luis Rivera, dice encontrarse acreditado a su juicio la
conclusión a la que arriba, pues el querellado le dio instrucciones a éste para
que la parcela fuera regada en una menor cantidad de horas en contraposición
a las instrucciones dadas por el técnico de “Cabilfrut”, reiterando la idea que
un trabajador del propio querellado indicó que la tubería estaba siendo usada
en la parcela nueva. Sobre el artículo 459 nº 1 dice que está completamente
acreditado, pues el delito lo comete el querellado solo al cavar un pozo, pese a
ser un usufructuario del predio, que estima en unos 43 metros de profundidad
con una bomba instalada, y al haberse explotado, el que comenzó a construirse
a mediados de agosto de dos mil seis, habiendo sido solicitada la autorización
respectiva a la Dirección General de Aguas muchos meses después, la que en
definitiva fue denegada, pues no contaban con la autorización del propietario,
por cuanto es su parecer que solo el dueño puede cavar en suelo propio,
destacando que el agua fue utilizada para regar y no para consumo humano,
toda vez que estaba destinada a un estanque del cual salían las tuberías para
regar las parcelas, más aún si en la localidad de Potrerillos Altos existe agua
potable para consumo humano por lo que tal aserto no parece justificado, sin
olvidar que al ser las aguas de patrimonio estatal, infiere que el imputado al
haber sacado solo una gota de agua subterránea afectó la propiedad de la
nación toda, por lo que tal conducta es precisamente la que busca sancionar la
norma en comento. Además, dice que el tipo penal también contempla a las
aguas subterráneas que corren precisamente por canales subterráneos, por
ende se encuentran comprendida la conducta penada en el tipo. Se refiere a
continuación a la excusa legal absolutoria y su improcedencia, reiterando la
alegación ya hecha por el Ministerio Público para desecharla y hace precisiones
en su razonamiento final acerca de la prueba documental de la defensa para
ser desestimada en definitiva.
Finalmente hizo uso de la palabra el defensor del imputado, quien al
igual que al comienzo del juicio, dividió su alegación en diversos puntos, a
saber:
a) Sostiene en primer lugar que en verdad existe una sociedad de hecho
entre querellante y querellado, por lo que se trata esta de una
cuestión eminentemente civil, refiriendo el desarrollo del vínculo
sentimental y marital que unió a ambos, desde que se juntaron en
Canadá, hasta su llegada a Chile e instalación posterior en una
parcela que juntos adquirieron, planeando de un comienzo y de
consuno la forma como se iba a cultivar y regar, apuntando en esta
parte su alegación al conocimiento que tenía Solange Grondin de la
existencia de una tercera parcela, lo que colige de la lectura de la
negociación acompañada al juicio que desarrolla, considerando
además que todos los deponentes al juicio se refirieron a la relación
que unía a querellante e imputado. Sostiene por otro lado la
publicidad con que se desarrollaron los trabajos en la parcela, sin
ocultamiento alguno, y entre los cuales se encuentra la ampliación del
estanque dada la existencia de una tercera parcela que exigía el
cambio de la forma de riego que se venía haciendo, más aún si los
trabajos se realizaban de manera pública y se ejecutaban de un modo
abierto. Se suman a ello, prosigue, las exigencias de regadío que
impuso el técnico de “Cabilfrut” con quien visitaron todos los predios,
incluida la nueva parcela de cuya existencia se acusa ahora
desconocimiento. De este modo, sostiene, existía en verdad una
sociedad de hecho o comunidad por el modo como ambos trabajaban.
b) A continuación, indica que todo este asunto es de carácter civil, pues
el mismo querellante y sobre la base de las mismas argumentaciones
del requerimiento penal, presentó demanda ante juez árbitro apoyado
en el mismo contrato de usufructo que ahora es vuelto a citar, por lo
que este asunto, señala, ya está siendo conocido en un Tribunal
diverso.
c) Insinúa por otro lado la imprecisión del requerimiento fiscal por no
haberse dejado sin efecto la formalización antes de la presentación
del requerimiento como exige la normativa legal aplicable al caso, por
lo que en esta parte observa una ausencia en el cumplimiento de
requisitos formales de carácter legal.
d) Se refiere por otro lado a la concurrencia de los presupuestos para
hacer aplicable la excusa legal absolutoria que regula el artículo 489
nº 5 del Código Penal, sobre la base de la documental que refiere y las
declaraciones de la víctima como la restante testimonial que precisa,
sosteniendo la aplicabilidad de esta norma por analogía in bonam
partem.
e) A continuación, acusa la falta de acreditación suficiente sobre el
dominio de las aguas, pues a su juicio no se trataría de las mismas
aguas materia del juicio.
f) Sostiene que el Estado no sanciona a quien utiliza las aguas al
contrario de como pretende la acusadora particular, citando al efecto
los artículos 10 y 2º transitorio del Código de Aguas aplicables en todo
evento a las aguas subterráneas.
g) Insiste en su parecer que sacar aguas subterráneas no se contempla
como conducta típica en el artículo 459 nº 1 del Código Penal, que
refiere únicamente normas sobre aguas superficiales y no de aquel
carácter, no habiéndose acreditado tampoco la existencia de canales
subterráneos por ninguna clase de prueba en el juicio, sin que se
pueda descartar tampoco una infiltración de aguas del modo como
propone.
h) Sobre el pozo, se remite al contrato de usufructo que entre otros
puntos regula hacer mejoras en el predio, sin que con ello se afecte
derecho ajeno alguno, desvirtuando la necesidad de la autorización
del propietario del predio para obtener permiso para excavar un pozo
y desacreditando la declaración del Jefe Provincial de la Dirección de
Aguas sobre la base de su interesada exposición.
i) Tampoco existe a su juicio clandestinidad alguna, dada la forma como
se desarrollaron los trabajos, a la vista de todos quines transitaban
por las parcelas, pues fue todo convenido de común acuerdo.
j) Así las cosas, continúa, y dados los sobrante permanentes que acusa
el celador de las aguas en su declaración, deduce la inexistencia de
dolo para explotar conjuntamente un tercer predio, porque a su juicio
mal puede concluirse un plan fraudulento del imputado para
conseguir una finalidad ilícita, más aún si se considera que aquel a la
fecha en que se producen los hechos señalados por el fiscal ni
siquiera estaba en Chile, sino en Canadá.
k) Se refiere por otro lado a la real propiedad estatal de las aguas del
estanque Paloma, de manera tal que las inscripciones son solo para
los efectos de publicidad, pero lo válido y vinculante en realidad es el
contrato que celebraron las partes, entre los cuales se encuentra el
usufructo acordado a que se ha hecho mención.
l) Por último y en base a todo lo ya argumentado, solicita la absolución
de su representado y en defecto de lo anterior, se le imponga el
mínimo de las penas señaladas por la ley al delito en cuestión y se
otorgue en todo caso el beneficio carcelario correspondiente al estar
el extracto de filiación y antecedentes de su representado exento de
reproche pretérito.
A continuación, cada uno de los intervinientes hizo uso de la palabra
para replicar a su contraparte, reiterando cada uno de ellos la argumentación
ya dada anteriormente y refutando sus dichos, sin que añadieran puntos
nuevos a su alegación principal.
7.- Con lo anterior, fue clausurado el debate y se procedió a oír al
imputado Luis Alberto Alfaro Arredondo, quien sin ninguna clase de formalidad,
expuso que para comprender los hechos, es necesario irse un poco más atrás a
la ocurrencia de los hechos que se le imputan, remontándose a la época en que
tanto él como Solange Grondin vivían en Canadá y las labores que cada uno allí
ejecutaba y la forma como se conocieron, destacando que él era un dirigente
sindical y no un mero trabajador de la construcción como Solange Grondin
sugirió, época en la que explica, ya tenía una relación sentimental previa,
detallando que ambos se conocieron cuando él tuvo que ir al Departamento de
Inmigración por los problemas que tuvo un trabajador al que representó.
Refiere a continuación el modo como vivían en Canadá, vida conjunta que
comenzó en el año mil novecientos noventa y dos, y la forma como fueron
adquiridas las parcelas en Ovalle, principalmente con una mayor cantidad de
dinero de la que él disponía en desmedro de la querellante. Desmiente las
calificaciones que en su contra fueron hechas por Solange Grondin como de
estafador y mentiroso, encuadrando esta calificación en los problemas que ya
tenían en su relación. Se vinieron igual a Chile juntos por un deseo personal de
venirse a vivir a este país y bajo ciertas condiciones, entre las cuales estaba
que le fuera concedida la parcela de arriba a cambio de la estabilidad que le
ofreció y de quedarse juntos, señalando que a esa época le envió a la señora
Solange Grondin la suma de $120.000.000.- para financiar el proyecto que
tenían juntos, entre dos mil tres y dos mil seis, año en que se vino a vivir a
Chile, dinero que remitía desde Canadá a través de remesas. Revela que se
construyó una casa en la parcela de arriba y que se puso a buscar una nueva
parcela que adquirió finalmente a Cristian Pizarro, y acerca de su compañera,
de cuya existencia la señora Grondin sabía mientras se seguía implementando
las parcelas 6 A 4 y 6 A 5, adquirió la nueva parcela luego que su compañera le
remitiera dinero desde Canadá. Afirma que acordaron con la señora Solange
Grondin una serie de puntos acerca de los compromisos relativos a las
cuestiones patrimoniales que los ligaban, como agrandar el estanque, cambiar
las bombas y terminar la casa de la parcela de abajo y destaca las
declaraciones de sus testigos en cuanto a haber llegado con los trabajos solo
hasta el bosque que tenían que cortaron sin que hayan continuado porque
había material del canal “Paloma” que se extrae cuando se hacen las
limpiezas. Hasta ese momento, precisa, todo funcionaba bien, entre otras, la
estructuración del nuevo estanque compartido con Cristian Pizarro,
procediendo a adquirir paltos que puso en la parcela 7 del lote 5 A, refiriendo el
modo como se distribuían las ganancias y el propósito que tenían en vista de
administrar las tres parcelas y juntarlas más adelante, distribuyéndose luego
las ganancias, dos tercios para él y un tercio para ella, concretando en esta
parte el contenido de la negociación acompañada al juicio. Hasta el mes de
diciembre de dos mil seis, dice, que llegó la hija de Solange Grondin y Cristian
Pizarro empezó a tener relaciones con ella, presentándose problemas que
antes no había y que terminaron cuando le cortaron el agua que aprovechaba y
fue presentada la acusación de usurpación de aguas en contra de su
compañera y fue más tarde a la Fiscalía a presentar una acusación en su
contra, la que prosiguió pese a que al señor Jacob le ofreció una
documentación para verificar que todo derivaba de problemas sentimentales
alterándose el sentido de su presentación, lo mismo que el informe evacuado
por el técnico de “Cabilfrut”, informes de los que se ocultó su contenido
íntegro, refiriendo las circunstancias de hecho en las que fueron evacuados
tales informes. Refiere a continuación que cuando le fueron cortadas las
mangueras, de lo que nadie le informó, le pidió explicaciones a Luis Rivera,
pues se aprovechó para ello que su trabajador estaba de vacaciones y se
procedió de ese modo que califica de ilegal, desarrollando detalles acerca de la
conducta que desplegó la querellante en esa época, por lo que optó por hacer
las medidas correspondientes para separar las parcelas como el plano decía,
por el medio, dando las instrucciones al respecto al trabajador Luis Rivera.
Como le fueron cortadas las mangueras y como carecía de agua para regar,
explica que tuvo que rápidamente hacer las conexiones, precisando que el
corte de las mangueras se produjo el dos de febrero y no en la fecha que se
sostuvo por la fiscalía, momento en que apareció Cristian Pizarro quien hizo
amenazas en su contra y de su compañera. Llama su atención que luego de
esa época se le formuló la acusación, sobre la conducta de Cristian Pizarro y
que se entrevistó con el celador de aguas para que se le privara de su uso.
Sobre el pozo, dice que es falso que la señora Solange Grondin no estuviera al
tanto de eso, pues cuando buscaban aguas los acompañaba Solange Grondin
junto a Jacinto Robles que era quien buscaba las aguas, haciendo esta persona
diversas marcas, una cerca del pozo y otras dos más allá del estanque,
restando validez al aserto de la querellante, insistiendo por último que las
aguas que empleó las había adquirido para regar sus 1.800 metros cúbicos y
señalando lo necesario para regar los árboles de diez hojas que puso en las
parcelas, sosteniendo que en verdad es poca el agua que ocupa y que trabaja
bien con el celador de aguas, quien les avisa el momento en que se va a cortar
el agua del canal, por lo que toman las precauciones necesarias para regar sus
árboles, desmintiendo a Luis Rivera en cuanto a oírse los motores del pozo a
unos cincuenta metros que lo ha constatado en terreno, o haberle dado
órdenes para que no regara la parcela de Solange Grondin para que se secara
y ni tampoco la ocultación de la adquisición de la parcela nueva que compró.
8.- Que de este modo, se citó a los intervinientes para ser comunicada al
día siguiente la decisión de absolución o condena adoptada por el Tribunal,
dándose en esa oportunidad los argumentos esenciales que llevaron al Tribunal
a absolver a Luis Alfaro y difiriéndose la lectura del texto completo de la
sentencia para hoy.
CONSIDERANDO.
I.- EN CUANTO A LA EXCUSA LEGAL ABSOLUTORIA.
PRIMERO: Que en primer lugar, el señor abogado defensor planteó
excusa legal absolutoria respecto del imputado Luis Alberto Alfaro Arredondo,
ya individualizado, por estar su representado con doña Solange Grondin
casados por un matrimonio válidamente celebrado en Canadá y aún vigente,
supuesto a partir del cual y dada la naturaleza del ilícito que se le atribuye al
querellado, resulta posible concluir, de acuerdo con el razonamiento que hace,
la aplicabilidad del artículo 489 nº 5 del Código Penal, debiendo extrapolarse
los supuestos que trata dicha norma con el ilícito que se le atribuye a aquel,
ello en atención a la interpretación por analogía en el evento como el de autos,
cuando por su virtud se obtiene una conclusión más favorable al imputado.
A esta petición, tanto persecutor fiscal como el señor abogado
querellante se opusieron de acuerdo con los argumentos ya antes transcritos, y
que dicen relación con la impertinencia de la alegación del defensor, ello en
atención a la propia naturaleza de la excusa legal absolutoria que resulta
impropia en cuanto a su aplicación en la especie, en esencia, por dos clases de
argumentos, uno de carácter formal dado por la impropiedad de la valoración
del vínculo que unió o pudo haber unido a la querellante con el imputado, pues
de acuerdo al mérito del certificado de matrimonio acompañado por el
Ministerio Público el imputado se encontraba aún casado en Chile, pese a lo
cual igualmente contrajo matrimonio en Canadá por lo que su propio dolo mal
puede ser empleado a su favor y eximirlo de culpa en el ilícito por el cual fue
en esta oportunidad requerido, y porque además, y en una segunda
apreciación, la norma citada al efecto debe ser interpretada restrictivamente.
SEGUNDO: Que para dilucidar la cuestión planteada considérese al
efecto que el artículo 80 de la Ley de Matrimonio Civil nº 19.947 dispone en la
segunda parte de su inciso primero que “así, el matrimonio celebrado en país
extranjero, en conformidad con las leyes del mismo país, producirá en Chile los
mismos efectos que si se hubiere celebrado en territorio chileno”; por su parte
el inciso segundo del artículo 135 del Código Civil dispone perentoriamente que
“los que se hayan casado en país extranjero se mirarán en Chile como
separados de bienes, a menos que inscriban su matrimonio en el Registro de la
Primera Sección de la comuna de Santiago…”.
Es decir, se puede colegir prima facie de las normas transcritas que la
aseveración que hace el defensor de acuerdo con la documental que al efecto
ofreció, consistente en la traducción oficial de una sentencia de divorcio
definitiva entre su representado y doña Teresa Tillería, un documento intitulado
“Copie d’act de mariage”, las copias autorizadas sobre divorcio radicada en el
Tribunal de Familia de Ovalle entre Solange Grondin y Luis Alfaro Arredondo, y
de los dichos además de los mismos interesados y los testigos aportados por
cada uno de los intervinientes; aparece como sostenible en orden a que la
inscripción en Chile únicamente es útil para los efectos de optar por alguna
clase de régimen patrimonial, mas no para restarle validez al vínculo.
Pero sin ir más allá en cuanto valoración de esta circunstancia, cuestión
que desde luego excede al conocimiento de este Juzgado y que además se
encuentra sujeta ya al conocimiento de un Tribunal de la República
competente, deben considerarse algunas cuestiones previas para los efectos
de entender la extensión de la norma contenida en el artículo 489 del Código
Penal.
“Las excusas absolutorias son circunstancias o requisitos directamente
relacionados con la persona del autor. El Legislador es consciente que la
conducta es delictiva, y por ello suficientemente grave como para merecer una
pena. Sin embargo, la propia valoración del Legislador indica que este hecho,
del que ya se ha afirmado su carácter antijurídico y culpable, debe ser
excepcionalmente tolerado. Por ello lo priva de la sanción penal, basándose en
apreciaciones previas de carácter político criminal. La formulación de estas
excusas absolutorias es normalmente negativa, excluyendo la pena que
correspondería a los intervinientes” (Manual de Derecho Penal parte general,
Ignacio Berdugo Gómez de la Torre y otros, Manuales Universidad, Ediciones
Experiencia, 1º Edición, Diciembre de 2004, página 356).
De lo anterior se puede concluir entonces que la hipótesis que regula el
artículo 489 nº 5 del Código Penal es una de aquellas “situaciones
excepcionales y muy calificadas en las cuales la imposición a toda costa de un
castigo causaría más perjuicio a la convivencia que la imposición de una
indulgencia básicamente injustificada. Constituyen, por lo tanto, concesiones al
utilitarismo…Son pues, situaciones en las cuales el derecho renuncia a la
punibilidad de una conducta típica, antijurídica y culpable, y por razones de
utilidad social” (Enrique Cury Urzúa, “Derecho Penal parte general” Ediciones
Pontificia Universidad Católica de Chile 8º Edición ampliada septiembre de
2005, páginas 468 y 469).
De las citas antes hechas, se puede comprender en primer lugar que la
decisión legislativa adoptada, responde a un criterio excepcional de limitación
del poder punitivo del Estado una vez que se encuentra acreditada tanto la
existencia del tipo penal, se ha concretado el injusto y se ha hecho el
correspondiente juicio de reproche, sin embargo por razones de estricta política
criminal, el Estado opta por no sancionar esta conducta, pudiendo hacerlo,
solamente por motivos de estabilidad social y por privilegiar otros valores por
sobre el castigo de conductas ilícitas.
Obsérvese que los autores citados se refieren a esta norma como una
disposición de carácter excepcional y muy calificada, pues opera cuando ya ha
quedado establecida la existencia de un delito y la participación culpable que
en el le corresponde a persona determinada.
Teniendo en cuenta esta naturaleza excepcional y acertadamente
limitada en cuanto a su procedencia, debe dilucidarse ahora si aquella puede
ser aplicada a otra clase de delitos diversos de aquellos que trata la norma en
comento, que es la pretensión que en el fondo formula la defensa.
Pareciera que la respuesta necesaria y razonable resulta negativa, no
solo por la calificación y excepcionalidad apuntadas más arriba que obligan el
intérprete a ser estricto en sus conclusiones en orden a qué puede obtener a
partir aquellas hipótesis y sobre qué puede ser aplicada; sino que además dada
la diferencia valorativa existente entre las conductas a las que exime del juicio
último de reproche, consistentes en hurtos, defraudaciones y daños, que es
mucho menor que aquellas otras en que como las usurpaciones por expresa
decisión legislativa, fueron sustraídas de aquel tratamiento más benévolo, ya
que en ellas no existe como en éstas un interés socialmente relevante en su
persecución criminal, tal como pudiera ser el orden público económico, o bien,
por la necesidad que la sociedad tiene en cuanto tener la certeza que las
normas que la rigen son respetadas por sí mismas en cuanto vigencia
permanente y seguridad que se encuentran rigiendo toda la conducta
individual.
Sea entonces por necesidad de castigar atentados que exceden una
estricta esfera familiar y que por el contrario se reducen a meras faltas
patrimoniales y que por el contrario apuntan a afectar bienes que a la sociedad
interesan, como sería en la especie la seguridad del tráfico de aguas en una
zona como ésta que tanto valor presenta por su escasa presencia en el medio,
o bien, por una razón de texto en cuanto a ser un numerus clausus de hipótesis
reguladas por la ley, puede concluirse entonces que “la exención se refiere
únicamente a los delitos de hurto, defraudaciones y daños, y no se extiende a
otros como robo, usurpación, incendio, etc…Así se desprende, además, de la
historia de la ley (sesión 106 de la Comisión Redactora). Inicialmente se había
hecho extensiva esta excusa a los delitos de robo, pero Rengifo observó que el
robo es un delito que no interesa sólo al ofendido sino que importa una
amenaza a la sociedad, y que ésta debe penar en todo caso” (Alfredo
Etcheberry “Derecho Penal parte especial” Tomo III tercera edición revisada y
actualizada reimpresa año 2004, Editorial Jurídica de Chile, página 292).
Se puede desprender en consecuencia que el Legislador tuvo en vista
consideraciones de orden social para no incluir otras conductas que las ya
referidas, de modo tal que si bien en ciertos asuntos criminales resulta
admisible la alegación que hace la defensa en orden a interpretar las normas
penales in bonam partem, pareciera no ser este el caso que se alza más bien
como una excepción a esta regla que por lo demás la confirma, siendo
entonces inadmisible la alegación que así plantea quien obra en representación
del imputado por una cuestión de improcedencia formal al no acogerse como
excusa legal absolutoria el delito de usurpación de aguas de los artículos 459 y
461 del Código Penal que fueron juzgados y que no se incluye precisamente en
el artículo que regula la materia y que ya fue citado.
II.- EN CUANTO A LA FALTA DE REQUISITOS DE FORMA DEL
REQUERIMIENTO FISCAL.
TERCERO: Que una segunda alegación hecha por la defensa se refiere a
que el Ministerio Público al intentar su requerimiento incurrió en una falta al no
dar cumplimiento a los requisitos formales aplicables al caso, al haberse
primero formalizado, luego planteado el requerimiento de procedimiento
simplificado y a continuación y en el mismo escrito, haber dejado sin efecto
aquella, alegación que desde luego desestima el persecutor por ser
improcedente.
CUARTO: Que para desechar la alegación que hace en esta parte la
defensa del encartado no es necesario recurrir a citas doctrinarias que funden
la decisión jurisdiccional, pues es el propio Legislador que de un modo claro y
fuera de toda duda optó por entregar al Ministerio Público la forma como
plantea su interés persecutorio al Tribunal, pudiendo aquel y siempre dentro
del marco atributivo de que dispone, proceder del modo como indica el artículo
390 del Código Procesal Penal, norma en virtud de la cual “el fiscal podrá dejar
sin efecto la formalización de la investigación que ya hubiere realizado de
acuerdo con lo previsto en el artículo 230 y proceder conforme a las reglas de
este Título”.
Así las cosas, es el propio Legislador quien le ha entregado la decisión
privativa al órgano persecutor por optar por una u otra clase de procedimiento,
sea éste ordinario o especial y dentro de éstos, el procedimiento simplificado,
de manera tal que planteada claramente esta voluntad, sea a lo principal de
una presentación o en un otrosí, el Tribunal se estará a lo dicho por aquel por
manifestación clara de su intención de proceder de un determinado modo,
nada obsta a ello, por lo que no se ve fundamento alguno para acoger en esta
parte la alegación de la defensa, más aún si se considera que la presentación
que hace el Ministerio Público para requerir al imputado y dejar sin efecto la
formalización de la investigación, es un hecho único e indivisible que el Tribunal
conoce, pondera y resuelve en consecuencia a la luz de la norma ya transcrita.
III.- EN CUANTO AL FONDO.
1.- CONSIDERACIONES PREVIAS.
QUINTO: Que para la acertada resolución del asunto sub judice, deben
ser hechas ciertas precisiones previas en atención a la naturaleza del hecho
que se le atribuye al encartado, relativas en primer lugar a la naturaleza del
vínculo contractual existente entre víctima e imputado, pues a más de aquel
personal que fue indicado más arriba y sobre el cual hubo debate, debe el
Tribunal pronunciarse antes que nada acerca del vínculo obligacional que fue
hecho presente en la audiencia, sobre el cual no hubo mayor debate entre los
intervinientes, pero que igualmente debe ser precisado para obtener una
acertada resolución, pues considérese que la comisión de un ilícito no es una
pura cuestión fáctica naturalística de causa a efecto, sino que ésta se
encuentra rodeada de circunstancias especiales que deben ser ponderadas y
valoradas por el juzgador en concurrencia con aquellas a fin de adoptar una
decisión justa y ecuánime.
Asimismo, en este sentido y antes que nada, valga la consideración
previa que la defensa hizo una nueva alegación al discutir el derecho de
propiedad originario de las aguas, en cuanto indicó que al provenir éstas del
embalse “Paloma”, que es de propiedad estatal, únicamente lo que el Estado
hace es entregarlas a los particulares para su uso no existiendo en
consecuencia titular que pueda reclamarlas como suyas, cuestión que por
cierto excede con mucho lo que se trata de resolver por esta sentencia,
aspecto sobre el cual además, no se rindió prueba alguna para que el Tribunal
emitiera pronunciamiento al respecto, por lo que se omitirá en esta parte por
ser impertinente alguna decisión, más aún si pese a haberlo planteado la
defensa, sin antecedente alguno que fundara su alegación más que su propio
conocimiento, su contraparte no hizo comentario al respecto sin siquiera haber
existido en consecuencia debate sobre el punto, del que mal puede
pronunciarse el tribunal en cuanto punto de prueba si no hubo elemento de
convicción que ofrecido por los intervinientes pudiera haber llevado el parecer
del Tribunal en uno u otro sentido.
SEXTO: Que en efecto tanto el Ministerio Público como la Defensa
ofrecieron para acreditar la relación contractual que unía a querellante e
imputado, prueba también compartida por la querellante, una escritura pública
de usufructo que la defensa relacionó con una escritura de rectificación de
usufructo y copia de inscripción.
En ella se señala que ante Notario Público los contratantes Solange
Grondin, como la constituyente, y Luis Alberto Alfaro Arredondo, como el
usufructuario, acordaron el 12 de diciembre de 2003 la constitución de un
derecho de usufructo de carácter vitalicio a favor de éste último sobre la
parcela denominada nº 6 Lote A 5, de propiedad de aquella, cuyos deslindes se
precisan y se especifica su cabida de 2,608 hectáreas, a la que acceden 1,37
acciones de agua del embalse “Paloma”. Tal derecho de usufructo vitalicio tiene
el objeto de permitir el uso y goce perpetuo de Luis Alfaro, de manera que
tendrá el uso y goce del inmueble antes señalado, edificio y construcciones y
sobre los inmuebles por adherencia y destinación que beneficien a la propiedad
individualizada y especialmente sin ninguna restricción sobre inversiones y
mejoras de toda índole que se hayan efectuado o se efectúen en el futuro en el
bien, derecho real que constituido a perpetuidad a favor del usufructuario se
extiende a las aguas que lo acceden , también a objeto de permitir su uso y
goce.
Por su parte la rectificación que se hizo presente más arriba, se refiere
únicamente a la correcta inscripción de dominio del inmueble sobre el que
recae dicho derecho de usufructo.
Recuérdese en esta parte que más allá de precisar o no las declaraciones
de los testigos que pudieron o no referirse a este contrato y su naturaleza, los
intervinientes en sus respectivos alegatos de apertura y clausura no hicieron
mayor cuestión sobre este punto.
SEPTIMO: Que el usufructo ha sido definido como “un derecho real que
consiste en la facultad de gozar de una cosa con cargo de conservar su forma u
substancia, y de restituirla a su dueño si la cosa no es fungible; o con cargo a
devolver igual cantidad y calidad del mismo género o pagar su valor, si la cosa
es fungible (art. 764 Código Civil)” (Daniel Peñailillo Arévalo “Los Bienes” 1º
Edición, 1979, Editorial Jurídica de Chile, página 313).
El usufructo entonces, es un derecho real, es decir, que se tiene sobre
una cosa sin respecto a determinada persona, que coexiste con el de dominio
constituido en ella, quedando limitado el propietario únicamente a su facultad
de disposición como facultad que puede ser aun ejercida y que proviene del
mismo dominio –aun cuando las partes en el presente contrato también
regularon su limitación según se lee de la cláusula novena- y “su finalidad se
encuentra en su contenido y no en asegurar el cumplimiento de una
obligación” (D. Peñailillo, op. cit. supra pág. 314).
Además el usufructuario reconoce el dominio ajeno al tener la calidad de
mero tenedor, de modo tal que nunca podrá acceder a la propiedad por algún
modo de adquirir el dominio que no sea de aquellos regulados en la ley.
Por la constitución de usufructo, el usufructuario queda facultado para
“gozar la cosa fructuaria, con lo cual adquiere los frutos, tanto naturales como
civiles que produzca (arts. 781 y 790 del Código Civil. Porque tiene derecho a
los frutos civiles es que el usufructuario de una casa puede por ejemplo, darla
en arriendo. Además, arts. 793 y 794…). En términos generales, el
usufructuario tiene derecho a los frutos, es decir a lo que la cosa fructuaria
produce periódicamente sin detrimento de su substancia, pero no a los
productos…Debe tenerse presente, para la extensión de éstas atribuciones,
que el acto constitutivo será determinante, siendo las reglas del Código sólo
supletorias…Derecho de administrar la cosa fructuaria; es ésta la facultad que
le permite de manera expedita ejercitar los derechos anteriores” (D. Peñailillo,
op. cit supra. páginas 322 a 324).
Así, constituido un derecho de usufructo sobre cosa determinada y sin
que se diga nada en el contrato respectivo como forma de constitución del
mismo, surgen las facultades del beneficiario del modo como fue desarrollado,
por expresa facultad entregada por la ley, si éstas no fueren limitadas por los
mismos interesados, cuestión que por cierto no ocurrió en la especie, donde el
tratamiento particular del contrato fue mínimo, donde se precisó que el
usufructuario “tendrá el uso y goce del inmueble antes señalado,
edificio y construcciones y sobre todos los bienes inmuebles por
adherencia y destinación que beneficien a la propiedad…y
especialmente sin ninguna restricción recaerá sobre inversiones y
mejoras de toda índole que se hayan efectuado o se efectúen en el
futuro en el bien”, mismo derecho que se constituyó sobre las aguas a que
tenía derecho la constituyente de 1,37 acciones, estableciéndose éste para
permitir el uso y goce perpetuo de Luis Alfaro, habiéndose establecido como
únicas limitaciones entre los contratantes la indivisibilidad de las acciones
derivadas de la convención y que la nuda propietaria se comprometió a no
constituir hipoteca a favor de terceros sobre el inmueble correspondiente a la
nuda propiedad, ni gravarlo o enajenarlo, sin autorización expresa del
usufructuario, incluyendo luego una cláusula compromisoria para dilucidar
cualquier controversia entregando la decisión a un árbitro arbitrador.
Ahora bien, acerca de las obligaciones del usufructuario, el autor que
seguimos en esta parte enseña que éste “debe recibir la cosa en el estado en
que se encuentra al momento de la delación de su derecho de usufructo…debe
mantener la cosa fructuaria conservando su forma y substancia (art. 764 del
Código Civil). Es la obligación fundamental…conviene observar precisamente
factores que, según el caso concreto, pueden resultar esenciales para la cosa
de que se trata: a veces es la estructura física; otras su aspecto externo; otras
su función o destino. Éste último puede provenir de la cosa o de la decisión del
propietario, que ya al tiempo de constituir el usufructo le ha atribuido
firmemente uno…El valor, principalmente económico, es un factor que siempre
estará presente; y se justifica una mención separada para derivar de él dos
advertencias de interés: 1º que debe considerarse el potencial de la cosa con
sus posibilidades de agotamiento; y 2º que en ocasiones puede llegar a
justificar un cambio en los otros factores, aun importantes en la cosa
respectiva; tal puede ocurrir por ejemplo, cuando se observa que mantener el
actual destino del objeto significará desde luego o pronto una pérdida cierta de
su aprovechamiento o utilización…la constante es que es deber del
usufructuario respetar el ‘ser’ esencial de la cosa…Para juzgar la conducta
del usufructuario habrán de considerarse también las posibilidades de
que ha tenido de consultar al nudo propietario, la magnitud de las
facultades que le otorgue su título, el tiempo que le resta a su
derecho” (D. Peñailillo op. cit. supra páginas 324 a 328, lo ennegrecido y
subrayado no forma parte de la obra original).
En consecuencia, si nada se dice en el contrato, las partes están
regulando sus obligaciones supletoriamente por aquello que dice el Código
Civil, que norma sus relaciones del modo como fue comentado, incluyendo los
derechos y obligaciones del nudo propietario, no siendo éstas del caso tratar
aquí, siendo útil precisar alguna de aquellas, a saber:
“Tiene el derecho de dominio sobre la cosa fructuaria…tiene derecho a la
indemnización por pérdida o deterioro de la cosa fructuaria…tiene derecho a
pedir anticipadamente la terminación del usufructo en determinados casos (art.
809 del Código Civil)” (D. Peñailillo, op. cit. supra, páginas 328 y 329).
OCTAVO: Que por otro lado, debe tenerse presente que de acuerdo con
la documental ofrecida por la parte persecutora consistente en una inscripción
de dominio de aguas nº 96 de 21 de marzo de 2006, que doña Solange Grondin
es dueña de un derecho de aprovechamiento de aguas de dos coma
setecientos treinta y dos acciones de agua (2,732) del sector Potrerillos Altos
canal derivado Cogotí de la comunidad de Aguas de Canalistas del Canal
Derivado Punitaqui (en cuyo margen puede leerse una precisión acerca de este
derecho de aguas que más bien asciende a 2, 730 acciones).
Tal título de dominio refiere el cumplimiento por aquella de la normativa
respectiva contenida en el Código de Aguas, en especial su artículo 20, en
cuanto obtención originaria del respectivo derecho de aprovechamiento, por
acto de autoridad, derecho que así obtenido se constituye por la competente
inscripción, al tenor por lo demás de lo que dispone el segundo inciso de su
artículo 117, quedando facultada entonces, de acuerdo con lo que dispone el
artículo 6 de ese mismo cuerpo legal a usar y gozar de ellas, por
corresponderle a su derecho de aprovechamiento, del que es su titular.
Dicho de otro modo, el titular de un derecho de aprovechamiento, puede
usar, gozar y disponer de las facultades que le otorga aquel de acuerdo con la
definición que entrega el artículo 582 del Código Civil, pudiendo su titular gozar
y disponer de ella arbitrariamente, limitar su derecho real de aprovechamiento
mediante gravámenes dispuestos sobre ella, como constituir hipotecas, o
limitar el dominio a través de otros derechos reales, como el de usufructo, o
bien personalísimos, como el uso, o también personales, como un arriendo; el
aprovechamiento de las aguas es por esencia un bien transable quedando
sujeta a las normas generales que entrega el derecho privado al efecto.
Tales actos propios del titular de un derecho de dominio, no constituyen
en verdad renuncias, sino que más bien son actos propios de disposición
dominical, pues aquella más bien dice relación con “hacer dejación voluntaria,
dimisión o apartamiento de una cosa que se tiene, o del derecho y acción que
se puede tener; o bien, despreciar o abandonar” (dos de las acepciones,
primera y tercera, respectivamente, que da a la voz “renunciar” el Diccionario
de la Lengua Española de la Real Academia Española en su 21º edición Tomo II
Editorial Espasa Calpe abril de 2000, página 1771), cuestión que trasciende en
el Código de Aguas al darle un tratamiento especial a este acato de voluntad,
al requerir escritura pública para su procedencia e informe a la Dirección
General de Aguas para los fines del registro que regula el artículo 122 del texto
legal en comento, tal como por lo demás lo estatuye el inciso final de su
artículo 6.
Así las cosas, el titular de un derecho de aprovechamiento de aguas, por
ésa razón tiene las facultades que privativamente le entrega su derecho de
dominio, tal como si fuera sobre un bien raíz.
NOVENO: Que finalmente debe tenerse presente un último aspecto ya
no de carácter sustantivo sino que procesal, relativo a que “el requerimiento es
una actuación…del ministerio público por la cual se pone en conocimiento del
imputado el hecho punible que se le imputa. Existiendo una identidad material
entre el requerimiento y la acusación, la primera cumple prácticamente las
mismas funciones en el procedimiento que en la segunda. Expresadas
sintéticamente, dichas funciones consisten en: i) informar debidamente de los
cargos al imputado…, ii) delimitar el objeto del juicio respecto de los hechos, lo
que determinará una prohibición para el tribunal de exceder el contenido del
requerimiento; iii) informar al imputado acerca de los antecedentes o
elementos que fundan los cargos a fin de posibilitar el ejercicio de su derecho
de defensa…” (María Inés Horvitz Lennon y Julián López Masle “Derecho
Procesal Penal Chileno” tomo II páginas 477 a 483, Editorial Jurídica de Chile
Primera Edición, 2004).
De la cita doctrinaria hecha anteriormente se pueden obtener diversas
conclusiones útiles para arribar a la decisión que en parte ya ha sido
adelantada:
a) En primer lugar al plantear su requerimiento, el Ministerio Público
establece el marco dentro del cual se producirá el debate entre los
intervinientes, al encuadrar a una cierta figura típica los hechos que
plantea y que atribuye al encartado, sobre la cual el Tribunal
limitadamente habrá de pronunciarse.
b) Ante tal propuesta procesal, el imputado sabe de antemano los cargos
que se le formulan como también el Tribunal queda circunscrito en orden
a verificar si los elementos de cargo permiten dar por acreditados en
primer lugar los hechos materia del requerimiento y luego, mediante una
labor lógica, subsumir aquellos en la figura penal que se propone, siendo
así improcedente descartar ésta por otra subsidiaria si la primera fuere
desechada por carencia probatoria a modo de “reserva”.
c) El defensor por otro lado conoce de antemano el ámbito en que debe
desarrollar su labor y sobre qué debe pronunciarse y a qué dirigir su
alegación.
d) Finalmente, el contenido del requerimiento fiscal impone a éste una
nueva limitación relativa a que para obtener una resolución que sea
favorable a sus intereses, necesariamente deben concurrir los supuestos
planteados del modo propuesto, de manera tal que la falta de prueba en
este sentido, será también un antecedente para que el Tribunal deseche
aquello que se sostiene.
2.- DE LA USURPACIÓN DE AGUAS DEL ARTÍCULO 459 Nº 1 DEL
CÓDIGO PENAL.
DÉCIMO: Que con lo anterior y para los efectos de ordenar la resolución
adoptada por el Tribunal, se razonará a continuación acerca del segundo hecho
por el cual el Ministerio Público requiere a Luis Alberto Alfaro Arredondo, que
hace consistir en que “a contar del mes de enero de 2007, el imputado Alfaro
Arredondo extrajo y utilizó una cantidad indeterminada de agua subterránea
que obtuvo a través de un pozo profundo construido en la Parcela 6 A 5,
Potrerillos Alto, comuna de Ovalle, sin contar con derecho alguno de
aprovechamiento consuntivo de aguas subterráneas”, hechos que el
persecutor encuadra en la conducta que prevé y sanciona el artículo 459 nº 1
del Código Penal, en los que a aquel le atribuye éste participación a título de
autor de los mismos de acuerdo con lo que dispone el artículo 15 nº 1 del
Código Penal y que considera en grado de desarrollo de consumados.
UNDÉCIMO: Que la norma citada sanciona a quien sin título legítimo e
invadiendo derechos ajenos sacare aguas de represas, estanques u otros
depósitos, de ríos, arroyos o fuentes; de canales o acueductos, redes de agua
potable e instalaciones domiciliarias de éstas, y se las apropiaren para hacer
de ellas un uso cualquiera.
Al respecto, se enseña que “la primera hipótesis (art. 459 nº 1) consiste,
por expresa exigencia legal, en sacar aguas para apropiárselas y hacer de ellas
un uso cualquiera. El ánimo de apropiación (señor y dueño) es por consiguiente
indispensable, mas no el ánimo de lucro, ya que puede tratarse de hacer de
ellas un uso cualquiera. Se exige que para ello no exista título legítimo y
que en cambio lo tenga otro (invadir derechos ajenos). Sacar agua es una
expresión amplia que comprende tanto la extracción de ella mediante artificios
(cubos, recipientes), como la construcción de obras para desviar el curso de las
aguas hacia la heredad propia en perjuicio de la ajena. Para no extender
desmesuradamente el ámbito de aplicación de esta figura, deben
tenerse presentes las disposiciones del Código Civil (especialmente
los artículos 595 y siguientes) y el Código de Aguas, en cuanto a los
casos y formas en que el agua corriente puede ser objeto de derechos
de los particulares, de tal modo que el simple hecho de extraer agua
de un cauce no sea incriminado como usurpación sino cuando el agua
sea efectivamente de dominio privado, o cuando dicha extracción
signifique un positivo perjuicio para el legítimo derecho constituido
por otro sobre ellas (merced de aguas o derecho de
aprovechamiento)” (A. Etcheberry, op. cit. supra, páginas 375 y 376, lo
ennegrecido no forma parte de la obra original).
DUODÉCIMO: Que al efecto ya se explicó y se señaló que doña Solange
Grondin es dueña de dos retazos de terreno singularizados como parcelas 6
lote 4 A y 6 lote 5 A, de acuerdo también con las respectivas inscripciones de
dominio traídas a la vista signadas con los números 3779 y 3841,
respectivamente; siendo la última parcela singularizada la que entregó en
usufructo a Luis Alfaro Arredondo, habiéndose detallado latamente el alcance
de esta facultad sobre la que aquella dispuso en la fecha ya precisada.
De acuerdo con lo ya razonado, es obvio que el inmueble es destinado a
producción agrícola, de ello se dio cuenta también tanto por la víctima como
por el imputado, y por todos quienes depusieron en calidad de testigos ante el
Tribunal, especialmente don José Janai Gutiérrez González, técnico de
“Cabilfrut”.
Cabe en consecuencia dilucidar en primer lugar si hacer un pozo, de la
naturaleza que fuere, se encuentra o no dentro de las facultades que entrega
el usufructo a su titular.
Pareciera que la respuesta lógica es afirmativa y no puede ser de otro
modo. En efecto, la propia dueña del inmueble por un acto de su íntima
voluntad, se privó de las facultades de usar y gozar de la cosa, las que entregó
a Luis Alfaro, quien desde ese momento puede emplear la cosa fructuaria para
aquello que estime de su conveniencia, con las limitaciones que ya fueron
precisadas, pudiendo al efecto ejecutar mejoras al tenor de lo que disponen los
artículo 908 y 909 del Código Civil, siendo necesarias aquellas invertidas en la
conservación de la cosa dejando un resultado material permanente, o bien
útiles, es decir, de aquellas que aumenten el valor venal de la cosa,
respectivamente.
No siendo de competencia de este Tribunal referirse a la calificación de
ésta, es obvio que quien se aprovecha de un bien raíz, debe ejecutar todo
aquello que pueda disponer para conseguir tal finalidad, de modo tal que si
teme, incluso abstractamente considerado y apartándose del asunto sub
judice, que el agua de que dispone para el riego de sus cultivos eventualmente
puede desaparecer y que para hacerse de otra fuente, evitando un daño a la
producción realiza acciones para buscar agua en el subsuelo, nada de reproche
puede formulársele, antes al contrario resulta ser un acto de responsable
administración y pareciera asimismo una intención, hasta aquí de buena fe, de
garantizar el regadío permanente de la heredad de que goza, por lo que el
carácter de mejora en efecto puede recibir como trato; mas sobre su precisión
en cuanto a cuál naturaleza responde, excede por mucho a aquello sobre lo
que este Tribunal y en esta sede puede pronunciarse y que podrá ser
reclamado en las prestaciones mutuas correspondientes y en la oportunidad
respectiva, que desde luego no es ésta, más aún si aquella mejora resulta de
utilidad constante para el predio y finalmente aumenta su valor y garantiza su
productividad futura.
DÉCIMOTERCERO: Que despejado lo anterior, corresponde ahora
avocarse a determinar un segundo aspecto relativo a la concurrencia o no de
aquellos requisitos de punibilidad que exige el artículo 459 del Código Penal, al
requerir para su concurrencia carencia de un título legítimo e invasión de
derechos ajenos.
Sobre el primer punto, surge la necesaria estimación acerca de si se
puede considerar o no un derecho de usufructo libremente constituido sobre
bien de dominio privado y propio como un título legítimo.
Pareciera que la respuesta lógica va por la afirmativa, pues toda la
legitimidad del usufructuario para permanecer en el bien raíz nace
acertadamente del título de que dispone, pues en caso contrario y antes de
este conflicto, se hubieran utilizado por el titular las acciones posesorias civiles
correspondientes, cuyo no es el caso de autos, cuestión ratificada además por
un fundamento de texto que se encuentra en el artículo 149 inciso final del
Código de Aguas, que consagra la independencia en cuanto destinación y uso
que el titular de un derecho de aprovechamiento puede darle a las aguas de
las que es su titular de conformidad con esa norma.
Tal usufructo no responde a una cuestión meramente de hecho, sino más
correctamente a una de fondo, que se encuentra respaldada por una escritura
pública en que tuvieron participación doña Solange Grondin y Luis Alfaro
Arredondo, como constituyente y usufructuario, respectivamente, que se
encuentra inscrita en el respectivo Conservador de Bienes Raíces de Ovalle, de
acuerdo a la documental no objetada por su contraparte y aportada al juicio
por la defensa, que rola de fojas 242 vuelta a 243 vuelta nº 200 del Registro de
Hipotecas correspondiente al año 2004; siéndoles aplicables a ambos las reglas
contenidas en los artículos 1545 y siguientes del Código Civil y los artículos
1560 y siguientes de este último cuerpo de normas, que dicen relación con la
forma como deben ser interpretados los contratos y el sentido y alcance que
debe dársele a sus disposiciones.
Reitérese por ser necesaria en esta parte la precisión hecha antes y
citando nuevamente al profesor Peñailillo, en el sentido que el derecho del
usufructuario se encuentra limitado precisamente por aquello a que la cosa se
encuentra destinada, explicando la obligación del usufructuario de respetar el
ser esencial de la cosa, sirviendo de criterios válidos para ello la magnitud de
las facultades que le otorga su título, que en la especie no fueron establecidas
a excepción sea hecha de las generales contenidas en el Código Civil, y
además, el tiempo que le resta en el uso de su derecho, siendo aquel de
carácter vitalicio, es decir, hasta la muerte del usufructuario que es el evento
que le pondrá término.
De este modo, quien dispone de un derecho real como el que se viene
comentando, sobre un bien raíz claramente destinado a una finalidad de
explotación de carácter agrícola por el resto de su vida, obviamente que en el
ejercicio de sus facultades cuenta con el aval que puede realizar todo aquello
que esté destinado a garantizar que en el futuro podrá seguir haciendo uso de
la cosa fructuaria del modo como lo ha venido haciendo, sin que pueda ser
turbado en este su legítimo derecho, sin oposición de nadie, salvo del nudo
propietario y en este evento limitadamente tal como lo dispone, a modo de
ejemplo, el artículo 809 del Código Civil.
Por último la norma penal exige invasión de derechos ajenos. Ya vimos
que la facultad desplegada por el imputado fue en ejercicio de las potestades
entregadas por la propietaria del predio y ya se razonó que en verdad invasión
de derechos de tercero no existe, sino que se trata del ejercicio de una facultad
privativa del usufructuario. Entonces, qué invasión de derecho ajeno puede
observarse en la especie o más bien, qué ha tratado de precisar el tipo penal
en esta parte.
Pareciera que la respuesta a esta interrogante podemos encontrarla en
el Código de Aguas en cuyo artículo 56 se regula la facultad de cavar en suelo
propio pozo para bebida y uso doméstico, aunque de ellos resulte menoscabo
del agua de que se alimenta algún otro pozo, pero si de ello no reporta utilidad
alguna o no tanta que pueda compararse con el perjuicio ajeno, será obligado a
cegarlo. A más de lo anterior, recuérdese lo que dispone el artículo 61 de este
texto legal en relación con el artículo 25 de la Resolución nº 341 de 7 de
octubre de 2005 de la Dirección General de Aguas, que entrega un radio de
protección de 200 metros a aquel que tramite y le sea concedida un derecho
de aprovechamiento sobre aguas subterráneas.
Resulta entonces y realizada una labor de interpretación armónica de las
normas citadas, que la invasión de derechos ajenos viene dada por quien cava
un pozo, dentro del radio comentado y causando un perjuicio a su titular. Valga
a continuación la precisión que en juicio no se comprobó la mayor cercanía del
pozo excavado por el imputado en el suelo usufructuado en relación con el
pozo constituido por Solange Grondin en la parcela 6 A 4, quien goza de un
derecho de aprovechamiento sobre un pozo de acuerdo con inscripción de
dominio acompañada al efecto por el persecutor fiscal, e inscrito a de fojas 23
a 23 vuelta nº 35 del Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de
Bienes Raíces de Ovalle correspondiente al año 2001, por lo que ninguna
conclusión lógica puede obtenerse al respecto acerca de si hubo o no invasión
de derechos a un tercero perjudicado, pues tampoco hubo referencia a otro
tercero afectado.
Así las cosas, por tener el imputado título legítimo y por no haber
invadido derecho ajeno del modo como fue antes definido, pareciera que el tipo
que se le atribuye no concurre en su basamento básico en cuanto presupuestos
de procedencia, siendo necesario en consecuencia desecharlo.
DÉCIMOCUARTO: Que relacionado con este punto, la parte querellante
señaló expresamente, y el fiscal lo insinuó, que en realidad sí existe perjuicio e
invasión de derechos ajenos, pues el agua, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 595 del Código Civil es un bien nacional de uso público y que en razón
de lo anterior, la nación toda se ha visto afectada por la acción impropia
desarrollada por el imputado, pues con su proceder se ha visto perjudicada la
hoya hidrográfica y que basta la extracción de una sola gota de agua, sea cual
fuere su fin, para incurrir en la conducta típica.
Pareciera que dicho razonamiento excede con mucho la norma en
análisis, pues el mismo profesor Etcheberry enseña en la cita hecha antes que
se requiere igualmente que el agua sea efectivamente de dominio privado,
luego que se hayan ejecutado las normas respectivas de procedimiento para su
aprovechamiento por particular, razonamiento que el Tribunal comparte, pues
en caso contrario, nos encontraríamos en primer lugar con una norma penal de
extrema ratio y porque además el mismo Código de Aguas, permite a los
particulares regularizar su derecho de aprovechamiento sobre fuentes que ya
están siendo explotadas tal como lo dispone su artículo 2º transitorio y
sancionando la contravención a sus normas a tenor de lo que disponen los
artículos 173 y siguientes del Código Penal, que fue lo que por lo demás hizo el
Director Provincial de Aguas en el oficio con que remitió su informe nº 06-2007
al Ministerio Público de esta ciudad en su parte final (ord. 55 de 28 de febrero
de 2007).
Por otro lado y recogiendo lo que fue dicho más arriba, el derecho de
aprovechamiento que entrega la Dirección General sobre aguas subterráneas
como actos de autoridad, es únicamente para los efectos de constituir una
especie de amparo a su titular sobre su pozo y en un radio que fue especificado
en 200 metros por una resolución administrativa, más no constituye el
presupuesto necesario para excluir una conducta típica, pues de seguir este
razonamiento nos toparíamos con un absurdo dado porque en los trabajos de
construcción sería igualmente necesario pedir un derecho de exploración o
aprovechamiento de aguas, pues los obreros que hacen las excavaciones de
encontrar una napa situada bajo tierra, serían eventuales autores de una
tentativa de delito o bien estarían ejecutando actos preparatorios delictuales,
extremo que razonablemente debe ser repudiado.
DÉCIMOQUINTO: Que resulta improcedente que el Tribunal emita
pronunciamiento acerca de las alegación hecha por la defensa, en orden a que
el tipo penal sanciona a quien sustraiga aguas que corren por canales externos,
pues no es óbice que aquella sea sustraída desde canales subterráneos que es
el supuesto que regula el artículo 570 del Código Civil y siempre que estén
insertas en la tierra.
Demás está pronunciarse acerca del mayor o menor flujo de agua
extraído desde el pozo, si éste fuera de 4 litros por segundo, como se
manifestó en la solicitud de aprovechamiento de aguas que finalmente fue
denegada por defectos de forma, o de solo 0.48 litros por segundo como fue
indicado en su informe y declaración por don Juan Guillermo López González,
entre otros, o acerca de la presencia o no de mangueras que salieran de la
noria o de una bomba; ya que en este punto y si bien esta última hipótesis de
explotación presenta un mayor grado de certeza por la prueba aportada al
efecto y consistente en los dichos de aquel, quien refiriéndose al informe que
expidió concluyó que del resultado de la prueba de bombeo únicamente se
podían extraer 0.48 litros por segundo de agua de ese pozo, lo que coincide
fielmente con aquel que fue traído a al vista y que en efecto llega a idéntica
conclusión; y aun cuando hubiere sido mayor, no se ve el motivo por el cual se
trató de evidenciar por los intervinientes el destino final que a aquella agua se
le daba por el inculpado, si era para regadío o para consumo, pues en efecto
tanto en el primer caso como en el segundo y de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 57 del Código de Aguas, es necesario el acto de autoridad que
constituya el respectivo derecho de aprovechamiento de aguas subterráneas,
de modo tal que siguiendo al Ministerio Público y a la parte querellante, sea
para consumo particular o riego, la autorización sigue siendo necesaria y la
contravención, se dijo, está penada con un régimen especial de sanciones en
los artículos 173 y siguientes del Código de Aguas.
De otro lado, tampoco sirve para arribar a ninguna clase conclusión
definitiva la resolución nº 477 de la Dirección General de Aguas de la Provincia
del Limarí que deniega la solicitud de derecho de aprovechamiento de aguas
subterráneas hecha por Luis Alfaro, por cuanto ésta, según se lee del
documento ofrecido y traído a la vista, lo fue porque el interesado no indicó el
datum y la escala en que se basan las coordenadas UTM que identifican la
localización de cada captación, sin que se haya dado respuesta por aquel a los
requerimientos por lo que no fue posible comprobar la correcta tramitación de
la presentación. Tales omisiones no son sino faltas de forma al procedimiento a
seguir, que para nada hacen invalidar el fondo de la petición, la que desde
luego puede ser nuevamente presentada, no hay norma en contrario, y desde
luego la Dirección al comprobar esta irregularidad bien pudo al 23 de mayo de
2007, hacer uso de las facultades que le entrega el Código de Aguas en sus
artículos 129 bis 2, 129 bis 3 y 173 y siguientes, normas citadas a modo
meramente ejemplar.
Nótese en esta parte que los requisitos necesarios para obtener un
derecho de aprovechamiento se encuentran en el artículo 140 del Código de
Aguas y replicado en el artículo 21 de la Resolución nº 341 de 7 de octubre de
2007 de los que no se aprecia la necesidad que el solicitante sea el propietario
del inmueble como requisito previo, a menos que se de una interpretación
amplia a la norma del artículo 56 del primer texto normativo citado, valoración
que se reitera, excede al pronunciamiento de este Tribunal.
DÉCIMOSEXTO: Que así las cosas, aparece que Luis Alfaro en efecto
hizo un pozo, hubo reconocimiento de ello, lo que se concluye también de la
misma prueba que rindió, pero tal conducta, al contar con un título legítimo
que lo respalda, como es el usufructo, y por no haber invadido derecho ajeno
alguno; carece de un sustrato material para ser reprochada y condenada en
sede penal, sino que pareciera quedar entregada a su resolución administrativa
únicamente.
3.- DE LA USURPACIÓN DE AGUAS DEL ARTÍCULO 460 DEL
CÓDIGO PENAL.
DÉCIMOSEPTIMO: Que al igual que el caso anterior, conviene para
efectos de orden reiterar el primer hecho planteado por el Ministerio Público en
su requerimiento y que resta por analizar y al que el señor abogado querellante
adhirió, a saber:
“Entre el mes de septiembre de 2006 hasta el día 18 de enero del año
2007, en forma reiterada y sostenida en el tiempo, el imputado Luis Alberto
Alfaro Arredondo utilizó, en perjuicio de los derechos de la víctima Solange
Grondin, una cantidad superior de agua que la que le otorgaban sus
respectivos derechos de agua, para lo cual hizo trasladar esta agua en exceso,
desde un estanque construido en la Parcela 6 A 4 a través de un sistema de
tuberías clandestino, aguas que utilizó para regar la Parcela 7, Lote 5 A, de la
localidad de Potrerillos Alto, comuna de Ovalle”.
Tales hechos los encuadran en el tipo contenido en el artículo 461 del
Código Penal que sanciona a “los que teniendo derechos para sacar aguas o
usarlas se hubieren servido fraudulentamente, con tal fin, de orificios,
conductos, marcos, compuertas o esclusas de una forma diversa a la
establecida o de una capacidad superior a la medida a que tienen derecho”,
que considera se encuentran en grado de desarrollo de consumados y en los
que también se le atribuye al encartado participación en calidad de autor, al
tenor de lo que dispone el artículo 15 nº 1 del Estatuto Punitivo.
Sobre esta disposición criminal, se enseña que “representa una conducta
de fraude. Ya no rigen a su respecto las exigencias de proceder sin título
legítimo e invadiendo derechos ajenos. Por el contrario, el sujeto activo es una
persona que es titular legítimo de un derecho sobre aguas, y que se sirve de
determinados medios materiales (alteración de conductos, marcos, etc.) para
aumentar ilegítimamente su derecho. La exigencia de que se proceda
fraudulentamente significa que debe actuarse con engaño
(representado precisamente por la alteración material de los conductos o
marcos), y que ello debe causar perjuicio. Este perjuicio puede producirse
concretamente con respecto a determinada persona, o más generalmente, con
respecto a todos los titulares de derechos de agua en la misma hoya, sin poder
precisarse la proporción en que cada uno es afectado, o, por último, en relación
con la economía general de la zona” (A. Etcheberry, op. cit. supra página 376,
lo ennegrecido no forma parte de la obra original).
DECIMOCTAVO: Que para definir un poco más el tipo penal que se
viene comentando, valga en primer lugar la precisión que a la voz adverbial
debe darse. “Fraudulentamente” viene en el fondo a ser la calificación que le
da sentido final a la acción, siendo los otros aspectos normativos a valorar:
i) tener derecho para sacar aguas,
ii) emplear orificios, conductos, marcos, compuertas o esclusas de una
forma diversa a la establecida, o,
iii) de una capacidad superior a la medida a que tiene derecho.
En primer lugar, “fraudulentamente” es proceder con fraude, y ésta
última es una “acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la
persona contra quien se comete. Acto tendiente a eludir una disposición legal
en perjuicio del Estado o de terceros” (Diccionario de la Lengua Española, op.
cit. supra, página 994).
Acerca del otro de los puntos anotados más arriba, no hubo controversia
entre los intervinientes sobre las facultades de que disponía el imputado y que
provenían del usufructo ya antas veces mencionado y desarrollado, y hubo un
reconocimiento certero, al menos de parte del persecutor fiscal, en el sentido
que el derecho de usufructo de las aguas así constituido resultaba válido para
que el imputado pudiera aprovecharse de parte de las aguas de la nuda
propietaria, cuestión que no fue admitida por la querellante por los argumentos
que expuso, los que como ya fue desarrollado no fueron acogidos por el
Tribunal, sin perjuicio de lo que también será argumentado más adelante.
Con lo anterior entonces y tal como profusamente lo alegó la defensa del
encartado, éste tenía en efecto un derecho de usufructo constituido sobre
acciones de aguas correspondientes a su titular inscrita doña Solange Grondin.
De lo que se viene comentando surge el sentido de la norma que se
examina, en el sentido que se sanciona a quien teniendo derechos de
aprovechamientos de agua en un sentido amplio, se sirve con tal fin, para
sacarlas o usarlas, de manera fraudulenta de mecanismos que se precisan en
la norma a modo meramente ejemplar; y todo ello de una forma diversa a la
establecida o de una capacidad superior a la medida a que tienen derecho.
Ya fue indicado lo que debe ser entendido por el adverbio
“fraudulentamente” y se hizo el comentario acerca del derecho que tenía Luis
Alfaro para utilizar las aguas de las que en efecto se aprovechó.
Corresponde ahora avocarse entonces a verificar si en el supuesto de
hecho que plantea el Ministerio Público y al cual se adhirió la querellante
concurre aquel elemento de fraude, que es lo que se desarrollará
seguidamente.
DECIMONOVENO: Que al efecto, el Ministerio Público propone en
primer lugar que el encartado se sirvió de “un sistema de tuberías
clandestino”. Nuevamente precisar esta última palabra será del todo necesario
para juzgar adecuadamente el asunto sometido a la decisión del Tribunal y la
conducta desplegada por el requerido. El Diccionario que venimos siguiendo ya
antes citado, señala que clandestino significa “secreto, oculto. Aplícase
generalmente a lo que se hace o se dice secretamente por temor a la ley o
para eludirla” (op. cit. supra, tomo I, página 485).
Entonces, del mérito de la prueba rendida por los intervinientes, debe
establecerse si la conducta desarrollada por el encartado responde o no a esta
forma de obrar.
Quien en primer lugar se refirió a este punto propuesto por la fiscalía,
fue la propia víctima, quien sostuvo que las parcelas materias de autos, fueron
explotadas juntas y por los dos, sobre las que además Luis Alfaro ejercía una
cierta administración por contar con un mandato para ello, pues los dos predios
constituían un solo paño, empleando para ello uno solo estanque emplazado en
el retazo 6 A 4, con el que considera se estaba regando una tercera parcela
adquirida luego por el querellado, lo que presume porque en la visita que
hiciera a su sector el técnico de “Cabilfrut” le indicó que ésta se encontraba
con problemas de humedad, estando en conocimiento que esa tercera parcela
se regaba con una tubería que salía de su estanque, desconociendo el modo
como se producía aquello, pues a la época quien llevaba la administración del
predio era justamente Luis Alfaro, aguas que iban a parar a un estanque que
éste se hizo allí, estimando que el imputado con el agua que tiene no podría
regar todas las plantaciones de las que dispone, que en total ascienden a más
de tres mil paltos.
De aquí entonces que el Ministerio Público y apoyado por la querellante,
desprenda un ánimo doloso del imputado en orden a ocultar la forma cómo se
regaba aquella parcela que adquirió a espaldas de Solange Grondin, fundados
además en los dichos del trabajador Luis Rivera quien al deponer, señaló en un
comienzo que en efecto, los paltos nuevos se regaban con el agua que salía del
estanque de abajo y que Luis Alfaro le dio la instrucción que no le contara a la
señora Solange la adquisición de esa tercera parcela, pero que nunca se le dio
la instrucción por aquel que callara sobre el origen de las aguas con la que se
regaba y del lugar de donde provenían.
Hasta aquí, la postura de quienes buscan la sanción aparece como
sustentable, sin embargo, es precisamente éste último testigo quien luego y
ante una consulta del propio querellante, refiere que don Luis nunca le pidió
que doña Solange no se enterara de la forma cómo se regaba esta tercera
parcela, que parece ser precisamente la conducta que se busca proscribir por
la norma contenida en el Código Penal, de tal modo que el antecedente de que
dispone el persecutor para arribar a la postura que propone, se funda en
definitiva únicamente en los dichos de la víctima, quien tampoco es precisa en
orden a determinar su conocimiento acerca de la forma como el querellado
llevaba a cabo la acción que le reprocha, sino solo estimando que con la
existencia de una tercera tubería se lograba aquello, esfumándose así la
aprensión que plantea.
Ahora bien y a más de lo anterior, recuérdese que el tipo penal exige por
otro lado que se proceda fraudulentamente, o bien de modo clandestino, al
tenor de lo que sostiene el persecutor fiscal. Considérense al efecto las
declaraciones de los testigos de cargo y en primer lugar la del técnico de
“Cabilfrut” José Janai Gutiérrez González, quien sostiene que luego que se
acordara la prestación de servicios a Solange Grondin y Luis Alfaro de la
empresa para la cual trabaja, que cuando iba a hacer las visitas, se constituía
en los tres predios, en lo que interesa, junto al imputado y Solange Grondin, al
menos en una oportunidad. Súmese a ello que por su parte, Cristian Alfredo
Pizarro Salfate, señala que los paltos de la parcela nueva de Luis Alfaro se
regaban con las aguas traídas desde el estanque ubicado en la parcela 6 A 4,
sin que se precise el modo como ocurre ello, quien pese a habérsele hecho la
pregunta acerca de si ésta circunstancia la oyó de boca del imputado, señala
que eso no es así, pero que él sabe como lo hacía, sin que desarrolle
adecuadamente este punto y la forma como se enteró de aquello, y en este
evento de haberlo revelado por conocerlo, la forma como obró el requerido
para realizar la acción con aquel dolo especial a que se ha hecho mención,
pues luego vuelve sobre el punto, señalando que en efecto para regar esta
parcela el imputado se conectó a la matriz, sin que precise el modo como sabe
aquello, si es por haberlo oído del requerido, lo que descarta de plano, o por
haberse constituido en el inmueble donde pudo haber observado esta
conexión, por lo demás que debe seguir siendo fraudulenta.
Agréguese que por otro lado éste mismo testigo señala que vio los
trabajos de instalación de la tubería que iba del estanque ubicado en la parcela
6 A 4 a la 7 5 A, lo que en cierto modo se ve refrendado por lo que dice la
víctima al referirse a la tercera tubería que va por el camino que sale de las
sala de máquinas de su parcela y que especifica es de 90 milímetros.
Relaciónese lo que se viene sosteniendo con la forma como fueron
ejecutados los trabajos, entre quienes se encontraba Luis Rivera, también
testigo de cargo, quien expone su parecer sobre esta tercera parcela, indicando
que las labores de instalación de la respectiva tubería las procuraban hacer a
vista de todo el público, como cualquier trabajo, habiéndolos visto unas pocas
veces la señora Grondin hacer esas tareas, quien insiste en el punto que al
hacerse las visitas por el técnico de “Cabilfrut” visitaban las tres parcelas los
tres juntos, refiriéndose a Solange Grondin y Luis Alfaro.
Mucho menos precisa es la declaración de Iván Jacob Dubó quien
presume el ánimo apropiatorio del requerido sobre la base que las aguas eran
para dos parcelas y si se estaba regando una tercera, cuestión que plantea
como hipótesis, alguien en consecuencia estaba perdiendo, atribuyendo dicha
conducta al imputado que estaba sacando agua de otro lado, sin que
profundizara en su aserto sobre la base de antecedentes conocidos por él y
que hicieran disminuir los términos absolutos y peyorativos con que
valorativamente se refirió a la conducta del imputado.
Sobre lo que se viene comentando y en este único punto, la prueba de la
defensa ofrecida al efecto se mantuvo conteste en orden a precisar el modo
como fueron desarrollados los trabajos de instalación de las respectivas
tuberías a partir del estanque de la parcela 6 A 4. Así, Juan Guillermo Villarroel
López, quien fue el prestador de las maquinarias para ejecutar los trabajos de
instalación de maquinarias que le fue encomendado, precisa que el trabajo se
realizó sobre la tierra, la que tuvo que ser movida para la plantación de los
paltos, hoyos y ejecución posterior de los camellones, y la instalación del
sistema de riego tecnificado, además del corte de un bosque que tenían, y las
excavaciones para las matrices, trabajos desarrollados a partir del año 2004 y
2006, principalmente; guardando concordancia con quien precisamente fue
presentado como el operador de las máquinas para ejecutar los trabajos, Luis
Honores quien dice haber hecho excavaciones para cañerías y camellones para
ir colocando la fruta, excavaciones que hizo desde la salida del estanque,
ubicado en la parcela 6 A 4 emplazado a corta distancia de la casa de la señora
Solange y hasta arriba, quien por lo demás iba a ver las obras de vez en
cuando; coincidiendo sus afirmaciones con los dichos de Fredy Díaz, quien dice
haber instalado las tuberías de acuerdo al plan de riego que en su momento les
propuso a Luis Alfaro y Solange Grondin, quienes manifestaron su acuerdo y
aclarando que no solo para él toda la parcela formaba un solo predio, refiriendo
posteriormente el modo como trabajó en la parcela, sino que también para José
Janai Gutiérrez, habiendo sido aprobado el proyecto propuesto y su
presupuesto por ambos, destacando que los materiales que empleaba los
dejaba en la casa de la señora Solange, a un costado de su casa, para luego
ser utilizados, y que trasladaba en un camión para luego descargarlos allí.
Con todo lo que se viene comentando, lo que se quiere sostener es que
los trabajos de instalación de las cañerías, incluyendo aquella que es
mencionada como una tercera de 90 milímetros y que constituye el objeto de
todo el cuestionamiento, fueron desarrollados por trabajadores sin ánimo de
ocultar su propósito ni habiendo recibido instrucciones en tal sentido por quien
deseaba hacerse maliciosamente de aguas que no le correspondían, lo que mal
podían hacer por lo demás si se trabajó con máquinas para hacer las
excavaciones, y porque los materiales que para ello se requerían se iban
dejando justamente en la casa de doña Solange Grondin, estando contestes
todos aquellos que la señora Grondin se daba alguna vuelta por el predio y los
veía trabajando en sus respectivas funciones.
De este modo el necesario fraude que exige el tipo penal pareciera no
concurrir en la especie en el sentido de no poder concluir que las obras se
desarrollaron en efecto a espaldas de la querellante, quien mal puede sostener
válidamente que desconocía lo que pasaba en su predio si, como se indicó por
Fredy Díaz, el proyecto respectivo y su presupuesto fue aprobado tanto por don
Luis como por aquella, iniciándose luego los trabajos ya comenzados por los
otros operadores y prestadores de las máquinas que los ejecutaron de manera
abierta.
Referido a este mismo punto, el Ministerio Público se sirve de las
declaraciones de Fredy Díaz para concluir un nuevo indicio que propone, al
sostener que de sus dichos se puede desprender que el imputado utilizó la
“tercera cañería” para destinarla al estanque nuevo ubicado en la parcela 7 del
lote 5 A, cuestión debatible si se atiende a lo que sostuvo, en cuanto a dejar
como opción utilizarla para la nueva parcela porque estaba en la misma cota
porque él llegó únicamente hasta la parte de arriba, pero sin que la tubería
quedara lista, ya que no intervino en la forma de riego de la parcela nueva,
opción que la propuso a petición de don Luis, pero sin que se precise una vez
más esta idea, que redunda en la ambigüedad de las afirmaciones de Solange
Grondin y Cristian Pizarro, todos quienes presumen la salida del agua desde el
estanque ubicado en la parcela 6 A 4, pero sin que se señale expresamente el
modo como ocurre aquello; con la salvedad hecha de Luis Rivera, quien es el
único que se refiere a este punto, cuyos dichos ya fueron desvirtuados.
Se cita por último para sostener esta conclusión los dichos de Joel del
Carmen Araya Rojas, para quien con la cañería del costado se regaba la parcela
nueva, única afirmación desnuda de alguna otra como pudiera ser la cantidad
de agua que de aquí salía, su flujo o la cantidad de horas al día o el período
total de riego, falta de certeza que no puede ceder a favor de la parte
sostenedora de la acción penal.
VIGÉSIMO: Que lo referido en el último párrafo del considerando que
precede, resulta útil para abordar el segundo aspecto que debe ser valorado
por el Tribunal, relativo al uso que el imputado pudo haber hecho del agua,
sobre la cual tal como se concluyó, tenía un derecho real.
En efecto, los interesados en la sanción penal propusieron que el
imputado se servía de las aguas que usufructuaba, teniendo o no derecho para
ello según se siga la posición fiscal o de la querellante, respectivamente,
cuestión ya suficientemente dilucidada, para lo cual empleaba esta tercera
tubería de 90 milímetros, respecto de la cual y únicamente de manera directa
se refirió Luis Rivera, respecto de quien ya fue hecha una prevención, y Joel
Araya.
Recuérdese en esta parte las precisiones hechas más arriba por el
Tribunal en cuanto a cómo debe ser entendido el derecho de usufructo y la
extensión de las facultades que a su titular otorga dependiendo de las
características particulares que presente, quien puede aprovechar aquello de
que goza del modo como desee. Considérese al efecto la inexistencia de norma
que de por establecido la necesidad de que las aguas estén destinadas
precisamente a un predio determinado como cosa accesorias que se encuentra
ligada únicamente a la suerte de lo principal, siendo aquella el agua y éste el
bien raíz (considérese al efecto la regla consagrada en el artículo 149 del
Código de Aguas).
Por el derecho constituido a favor de Luis Alfaro sobre las aguas materia
del asunto debatido, aquel dispone de las facultades de usar y de gozar. Por la
primera las puede utilizar o servirse de ellas, y por la “facultad de goce (jus
fruendi) significa que el dueño puede beneficiarse de los frutos y productos de
la cosa…No obstante que el art. 643 los llama productos, la doctrina siempre
ha distinguido los productos de los frutos. Estos últimos son los que la cosa da
periódicamente, ayudada o no de la industria humana y sin detrimento de la
cosa fructuaria” (D. Peñailillo, op. cit. supra, página 74).
Si entonces a sujeto determinado se le concede la facultad de usar y
gozar de una cosa determinada, ¿es posible reprocharle el modo cómo quiera
llevar a cabo estas facultades?, pues en efecto si a aquel le reporta mayor
beneficio el emplearlas en un predio diverso, pero dentro del marco de que
dispone, surge la razonable duda de si aquel por este solo hecho incurre en
conducta ilícita criminalmente reprochable si lo hace del modo como puede
desarrollar esta acción sirviéndose para ello de una cañería anexa al estanque
desde el cual precisamente emana el agua que está autorizado para emplear y
con la cual se riega el inmueble al que las destina finalmente.
Esta precisión es posible obtenerla de la documental que el propio
persecutor solicitó al Tribunal se analizara más detalladamente consistente en
el informe del señor Director Provincial de Aguas al que se adjunta el contrato
de arriendo respectivo entre France Proteau y Luis Alfaro Arredondo sobre la
parcela 7 5 A, del que le resulta un nuevo provecho, teniendo presente en esta
parte que tampoco fue precisada la naturaleza consuntiva o no consuntiva de
las aguas de que puede disponer doña Solange Grondin, lo cual no se
desprende de su derecho inscrito del que ya se ha hecho mención, sin que a
aquel en consecuencia pueda imponérsele, con lo hasta aquí dicho, la carga de
restituir igual cantidad y calidad de aguas y mal puede exigírsele al
usufructuario alguna conducta determinada si aquel no hizo más que ejercer
los derechos que se le otorgaron en el usufructo, sin otra limitación contractual
o legal que las referidas anteriormente, entre las que no se especifica el modo
cómo deben ser precisamente utilizadas las aguas o si éstas se encuentran
adscritas a predio determinado, sino solo las ya comentadas.
Finalmente, considérese en esta parte que se ha hecho presente al
Tribunal que esta forma de regadío es diversa de aquella establecida, cuestión
sobre la cual mal puede el sentenciador emitir un pronunciamiento fundado y
serio como debe ser si quienes tenían la carga de acreditar el dolo del
imputado, no dieron cuenta al Tribunal acerca de cuál era precisamente el
modo “establecido”, sino solo meras referencias a la forma como el imputado
se aprovechó de un sistema de regadío instalado y concordado junto a Solange
Grondin de acuerdo al plan propuesto por Fredy Díaz, y que también puede
concluirse que era de conocimiento de ella si se informó por José Gutiérrez que
los tres recorrían las tres parcelas junto a un par de trabajadores, siendo uno
de ellos Luis Rivera Pizarro y el otro Joel Araya Rojas en una época en la que ya
existían plantaciones, pues al mes de octubre de dos mil seis esta tercera
parcela ya estaba cultivada, al haber concluido estas labores en el mes de
septiembre de ese mismo año.
VIGÉSIMOPRIMERO: Que al descartarse entonces las maniobras
clandestinas o fraudulentas del requerido o bien que este haya empleado de
ese modo doloso de orificios, conductos, marcos, compuertas o esclusas, de un
modo diverso al establecido, queda ahora pronunciarse sobre el tercer punto a
que se hizo mención anteriormente sobre si aquel uso malicioso lo fue hecho
en una capacidad superior a la medida a que tiene derecho.
Para despejar esta cuestión, el Tribunal empleará en primer lugar la
declaración de Iván Mauricio Jacob Dubó, quien explica que es muy complicado
concluir la cantidad de agua que se usurpó porque concurren en la especie dos
fenómenos, pues se empieza a regar más y hay que saber cuánto ocupó la
tercera parcela, cuestión que reitera en el informe que evacuó a petición de la
fiscalía local y al que el Tribunal se abocó especialmente, en cuanto expone
que “no se pudo determinar desde qué tiempo se venía gestando este ilícito
por parte del Sr. Alfaro; de esta forma tampoco fue posible cuantificar el
volumen de aguas usurpadas, en donde el celador descontó por parte iguales
los consumos de aguas…”, dificultad que también acusa el fiscal instructor en
su alegato de clausura, en orden a ser el punto más arduo de acreditar por no
llevarse un sistema de control acerca de la entrada y salida de agua, refiriendo
indicios para llevar al Tribunal a su idéntica posición.
VIGÉSIMOSEGUNDO: Que sobre este punto, debe partirse de la
premisa que es el acusador quien tiene sobre sí la carga de acreditar la
concurrencia de los presupuestos del tipo penal, siendo inadmisible en nuestro
actual sistema procesal penal trasladar hacia el indagado la prueba por la cual
justifique su proceder, y en este asunto preciso, acredite de dónde sacó el agua
que empleó.
Preciso es señalar desde ya que el Tribunal comparte las aprensiones
manifestadas por el señor fiscal, las que desde luego ceden no en su favor,
pues aquella imprecisión impide al Tribunal llegar a la misma conclusión que
refiere secundado por el querellante, pues no se trata solo de una cuestión
numérica puntual, sino que también circunstancial al modo general a como se
desarrollaron los hechos expuestos al Tribunal y sobre todo aquello que lo
rodeó.
Considérese al efecto y en primer lugar los dichos ya antes señalados del
mismo señor Jefe Provincial de la Dirección General de Aguas, para quien luego
de la asesoría prestada por el técnico de “Cabilfrut”, la cantidad y calidad del
regadío fue superior, ya que antes se regaba “super mal, pésimo”, lo que
originaba una mala producción, lo cual coincide con lo dicho por este mismo
técnico José Gutiérrez González, quien al hacer la primera visita al predio, se
enteró de la forma como regaban y se dio cuenta que estaban regando muy
poco, advirtiendo la falta de agua y de nitrógeno, observación que se la hizo a
doña Solange y a los trabajadores que lo acompañaban, y que dejó impreso en
el informe que evacuo, proponiendo riegos de cinco horas con una frecuencia
relativa de cuatro y media horas a cinco horas dependiendo si se trataba del
sector de entrada o sector 6x3 sin piedras o 6x3 con piedras, y el “sector Luis”
una hora, antecedentes éstos obtenidos del informe evacuado por el técnico
referido y anexado al documento ofrecido e incorporado por el Ministerio
Público y que corresponde al Informe técnico nº 06-2007 emanado de Iván
Jacob Dubó; apreciaciones que deben ser unidas con la conclusión arrojada por
el técnico, quien a una pregunta responde que alcanzaría el agua para regar
“apretadito” un huerto adulto y otro nuevo, al ser éstas precisamente plantas
nuevas que necesitan de mucha menos agua, lo que se ve refrendado por las
mismas instrucciones que plasma en su informe ya comentado, quien reitera lo
difícil que resulta aventurarse con un número determinado en cuando
necesidad métrica de riego, cuando se está frente a un huerto nuevo.
Súmese a lo anterior que este técnico no recuerda alguna conversación
precisa que haya sostenido con Luis Rivera acerca de lo afirmado por el
imputado en orden a que no se respetara el plan de riego dejado por aquel,
según lo afirma el trabajador Luis Rivera, instrucción que según éste le
comentó a aquel, quien, como se señaló, no la recuerda, y que por el contrario
da una razón indiciaria diversa relativa a que la falta de riego en la parcela
afectada 6 A 4, se debía a un problema con la bomba que se había presentado
y que además éste problema de sequedad, se había presentado antes en la
parcela de arriba.
Nuevamente en esta parte el Tribunal observa una nueva imprecisión en
la prueba de cargo que impide formarse de manera unívoca y precisa
convicción acerca de la culpabilidad del imputado.
VIGÉSIMOTERCERO: Que lo que se viene sosteniendo, encuentra
respaldo además en las afirmaciones de Segundo Raúl Rivera Olivares, celador
de aguas, quien como testigo de la parte acusadora refiere someramente un
registro histórico de las solicitudes de agua requeridas por la parcela de
Solange Grondin, notándose un fuerte incremento a partir del mes de octubre
de dos mil seis, lo que se grafica también en el informe evacuado por el señor
Jefe Provincial de la Dirección de Aguas del Limarí, consumo que se mantuvo
constante en los meses siguientes, siendo todos estos antecedentes así
relacionados que vienen a fundar las aprensiones formuladas tanto por el
redactor de este documento como por el propio fiscal de la causa y que este
Tribunal no hace más que recoger, a lo que se debe agregar una apreciación
íntima en el sentido que pareciera no ser suficiente para arribar a una
conclusión conclusiva del modo como aquel propone el cotejo de sólo el
período anterior con todas las imprecisiones que fueron detectadas, sino que
éstas deben ser extrapoladas a los períodos de riego anteriores para así
hacerse una idea global y obtener una perspectiva histórica útil para obtener
una conclusión más certera.
En efecto y en esta parte Segundo Rivera sostiene que en verdad nunca
antes les había faltado agua en estas parcelas, pero porque antes regaban
mucho menos, muy poco, “muy mal”, afirma, y ante la consulta que hace al
trabajador que le va a hacerlas peticiones de agua de porqué la mayor
exigencia de agua, se le explica que era porque se cambió la modalidad del
riego y que necesitaban más agua, lo que continuó desde noviembre a enero,
clarificando luego esta idea aún más al sostener que también la mayor
exigencia de agua se observó porque se amplió el sector cultivado, destacando
por otro lado que antes siempre les faltaba agua porque no tenían toda la
parcela plantada y que eso cambió porque se les exigió más agua.
Estas afirmaciones, son refrendadas por Luis Rivera quien precisa que
luego de octubre de dos mil seis hubo un cambio en la modalidad de regadío,
porque antes se regaba un ahora y luego se cambió a cinco horas cada cuatro
o cinco días.
VIGÉSIMOCUARTO: Que a todo lo que se viene explicando en cuanto
ausencia de precisión de la prueba de cargo en ordena acreditar más allá de
toda duda razonable el uso de una capacidad mayor de agua a la medida a que
se tiene derecho, se une la relatividad del concepto “acción de agua” en
cuanto a su equivalencia indefinida en el tiempo o precisión constante, pues el
mismo celador de aguas sostuvo que todo depende de cómo venga el año,
pues si es normal, cada acción equivale a unos 10.000 metros cúbicos y si
fuera malo, de sólo 7.000 metros cúbicos.
De este modo, cómo podría el Tribunal concluir la superior o inferior
capacidad si la misma proporción de 1,37 acciones de agua es relativa en el
tiempo, y no se estableció su cuantía métrica para el período dos mil seis a dos
mil siete y diferenciable en el tiempo según si el año ha sido bueno o malo.
Pareciera que sin un registro adecuado y una conclusión precisa, mal se
puede obtener alguna derivación cierta y concreta acerca del modo como se
produjo este aprovechamiento impropio.
Asimismo, el Tribunal no observa irregularidad alguna en que el
imputado haya adquirido casi 22.000 metros cúbicos de agua durante febrero o
marzo del presente año, pues en ello se debe considerar no solo el riego del
período anual faltante de este año y que concluía en mayo, sino también el que
comenzaba en esa época y concluye el mismo mes del próximo año, por lo que
el uso que a aquellas les de es de su exclusiva injerencia y ninguna información
útil aportan para optar por la posición de la acusadora o de la defensa, pues se
trata más bien y solamente de actos propios de administración.
VIGÉSIMOQUINTO: Que por otro lado, el profesor Etcheberry a quien
seguimos en esta parte, exige para la concurrencia del tipo penal un último
requisito que relaciona con el fraude, relativo a la existencia de perjuicio
concurrente, en el asunto sub judice, respecto de doña Solange Grondin y
sobre el cual la parte acusatoria se empeñó en demostrar, partiendo del hecho
que motivó la reacción de Solange Grondin, según ella misma lo afirma, de
cortar las tuberías que subían a la parcela 6 A 5, hecho ocurrido alrededor del 5
de febrero de 2007, luego de la visita del técnico de Cabilfrut quien notara la
carencia de aguas en su predio 6 A 4.
Para dilucidar este punto, nada mejor que las propias precisiones del
propio técnico de “Cabilfrut” cuya acción fue el comienzo de una serie de
eventos posteriores, quien precisa que en la visita de enero de dos mil siete al
mirar el suelo y medirlo con un barreno lo encontró falto de agua y que al
preguntar el motivo de esta circunstancia, se le informó que era porque no se
estaba siguiendo el programa de riego, precisando luego que al parecer justo
en ese día le correspondía riego a este sector de la parcela , porque la de arriba
ya tenía riego y que por tal razón no presentaba sequedad, habiéndosele
informado además que se había presentado un problema de bombas o con el
estanque, no lo recuerda bien, yendo aún más allá y dando cuenta al Tribunal
que ese problema de sequedad anteriormente se había presentado en la
parcela de arriba y no en la de abajo, debido a un problema con los micro
aspersores, por lo que hubo que corregir el programa de riego, y que sobre el
primer problema notado y debido al problema con la bomba hubo que rebajar
el período de riego impuesto.
A raíz de esto, la querellante le consulta acerca del problema de la “hoja
acucharada”, respondiendo Gutiérrez González que es un problema que se
presenta en los paltos por problemas de sequedad, entre otros factores,
comentando que en ninguno de los tres sectores que visitó observó este
problema. Concluye comentando que este predio es uno de los mejores que
visita en la zona y que ésta cualidad se la ha hecho presente a los productores,
elogio compartido por doña Marta Godoy Cortés, empleada comercial de
“Cabilfrut”, quien aprecia como una buena producción la obtenida en la
parcela, precisando la producción de don Luis en 17.300 kilos y en 20.000 kilos
la de doña Solange; buena apreciación confirmada también por Luis Rivera
quien encuentra que las plantaciones están bien cuidadas a cuando llegó el
técnico de “Cabilfrut”.
VIGÉSIMOSEXTO: Que de este modo se ha hecho ver por la acusadora
fiscal y particular, que en realidad hubo un perjuicio apreciable en los intereses
de Solange Grondin, cuestión que de acuerdo con los dichos de los testigos ya
mencionados, pareciera diluirse al no ser efectiva y habiéndose incurrido en
esta parte una vez más en una imprecisión por el encargado de sostener la
acción penal al haber señalado incluso que ésa cuestión no resulta del todo
determinable por los resultados de la producción y por haberse salvado el
problema de humedad detectado, lo que en cierto modo impide formarse un
cuadro preciso al respecto.
Esta valoración no puede ser admitida, pues es el acusador quien tiene
la carga de acreditar, en esta parte el daño y los perjuicios de la afectada, y si
advierte lo dificultoso que esto resulta, debe ser salvada la carencia probatoria
por algún otro medio apto.
Téngase presente al efecto que “en general, la doctrina sigue un
concepto de daño basado en la lesión a un interés del demandante, y se
entiende que la hay cuando una persona sufre ‘una pérdida, disminución,
detrimento o menoscabo en su persona o bienes o en las ventajas o beneficios
patrimoniales o extrapatrimoniales de que gozaba’. Esta idea aparece recogida
en la doctrina civil francesa, que ha sido muy influyente en nuestro derecho. La
jurisprudencia nacional se ha pronunciado casi unánimemente en este sentido
y se ha fallado que ‘daño es todo menoscabo que experimente un individuo en
su persona y bienes, la pérdida de un beneficio de índole material o moral, de
orden patrimonial o extrapatrimonial” (Enrique Barros Bourie “Tratado de
Responsabilidad Extracontractual”, Editorial Jurídica de Chile, 1º Edición, año
2006, páginas 220 y 221).
Este mismo autor que se viene siguiendo para los efectos de delimitar el
concepto de daño o perjuicio que en esta sentencia se comparte, sostiene que
un daño es jurídicamente relevante cuando es “significativo”, pues “la noción
de daño excluye aquellas incomodidades o molestias que las personas se
causan recíprocamente como consecuencia normal de la vida en común. Los
beneficios de la vida en sociedad exigen inevitablemente ciertos grados
recíprocos de tolerancia respecto de las turbaciones provocadas por los
demás…Siguiendo a Carbonnier, puede decirse en materia de daño que ‘lo
que no es serio no es jurídico’…La doctrina exige que el daño reparable sea
cierto. El requisito de certidumbre hace referencia a la materialidad del daño, a
su realidad. La certidumbre del daño sólo puede resultar de su prueba”
(E. Barros B., op. cit. supra, páginas 226 y 236, lo ennegrecido no forma pare
de la obra original).
Así las cosas, si sobre este último punto en análisis no se ofrece prueba
certera, el Tribunal no puede sostener una decisión a la vez cierta, por no poder
sostenerse válidamente con argumento sensato y apoyado en antecedentes
objetivos del juicio y ponderados adecuadamente por el juzgador.
4.- CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA ABSOLUCIÓN.
VIGÉSIMOSEPTIMO: Que debe tenerse presente en un proceso penal
que el juicio de culpabilidad puede adquirirse directamente o mediante indicios
o presunciones judiciales, siempre y cuando éstas tengan su punto de origen
en hechos plenamente probados, sensatos, ciertos, irrefutados y concordantes
entre sí, que lleven directamente a una sola conclusión y no permitan desde
luego valoraciones múltiples, de manera tal que el nexo entre el hecho base y
el hecho en consecuencia debe ser coherente, lógico y racional.
La falta de concordancia con las reglas del criterio humano, que puede
tener su origen tanto en la falta de lógica o de coherencia en la inferencia,
como por el carácter excesivamente abierto, débil o indeterminado de la
misma, harán que así las presunciones sean inaptas para lograr la convicción
necesaria para hacer desaparecer la presunción de inocencia del imputado y
establecer en su contra y en definitiva, un juicio de culpabilidad válido.
Si como ha sido referido anteriormente, no existen indicios claros acerca
de la culpabilidad del imputado, por ser ésta insuficiente en cualquier hipótesis
con la que sean enfrentada y no cumplen suficientemente un estándar de
convicción razonable, ni resultan acertadas para arribar a una misma
conclusión, sino por el contrario, múltiples.
De este modo, las incertidumbres que han sido planteadas en el sentido
de no poder el Tribunal arribar a una sola conclusión punitiva al ser ésta
debatible, no resulta ser cualquiera, pues va más allá de una mera
consideración probabilística de que los hechos pudieron ser de otro modo, ya
que se deriva de una racional y objetiva apreciación de los elementos de cargo
con que contaba el ente persecutor y el acusador particular, de los que ya se
ha hecho un lato comentario.
“El grado de exigencia de la sentencia definitiva escrita será distinto
según sea la decisión de condena o absolución…esta norma contiene como
principio básico que la decisión de condena sólo será posible cuando el Tribunal
adquiera, más allá de toda duda razonable, la convicción de que realmente se
hubiere cometido el hecho punible objeto de la acusación y que en él hubiere
correspondido al acusado una participación culpable y penada por la ley. Se
agrega a continuación que el Tribunal formará su convicción de condena sobre
la base de prueba producida durante el juicio oral…esta norma es similar a la
contenida en el artículo 456 bis del Código de Procedimiento Penal y la
explicación de este último texto se dio precisamente en su mensaje sobre la
base de dos ideas. Se señaló que este proyecto consigna como una base
general y superior a toda demostración jurídica que la convicción del juez
adquirida por los medios de prueba legal es todo punto de vista indispensable
para condenar. Si esa convicción no llega a formarse, el juez podrá absolver sin
otro fundamento y cualquiera sean los antecedentes que el proceso arroje en
contra del reo. Luego, el mensaje aludido añade que para condenar necesita
formar su convicción en alguno de los seis medios que la ley indica…el texto de
este artículo contiene la misma inspiración, pero además agregó un elemento
más serio y garantístico para la decisión de condena, cual es la superación de
cualquiera duda razonable. De esta manera, la sola factibilidad de la duda para
condenar importa necesariamente la absolución del acusado argumento que
evidentemente se relaciona con el principio de inocencia y con la circunstancia
que el imputado no está obligado a reconocer ningún hecho que lo incrimine (I.
C. A. de Punta Arenas, 7 de diciembre de 2004, R. L. S. J. nº 236, citado por
Emilio Pfeffer Urquiaga en “Código Procesal Penal” 2º edición actualizada, año
2006, página 514).
VIGESIMOCTAVO: Que así las cosas, los antecedentes probatorios
descritos en los motivos precedentes y apreciados y valorados con libertad y
apego a los principios de la lógica, a las máximas de la experiencia y a los
conocimientos científicamente afianzados, de conformidad además con lo
dispuesto en el artículo 297 en relación con el 340, ambos del Código Procesal
Penal y de acuerdo con todas las consideraciones ofrecidas, no permiten
razonablemente tener por acreditados los dos hechos materiales del
requerimiento hecho por el Ministerio Público y al cual se adhirió el señor
abogado querellante en contra de Luis Alberto Alfaro Arredondo, pues no se ha
logrado superar el umbral que el Legislador Penal exige al sentenciador para
condenar a cualquier imputado más allá de toda duda razonable, por lo que la
única conclusión a que se puede arribar es que aquel debe ser absuelto de los
cargos formulados en su contra.
VIGÉSIMONOVENO: Que la restante prueba documental de la defensa
que hasta esta parte no ha sido comentada en nada altera el razonamiento
hasta aquí ofrecido, por lo que resulta superfluo e innecesario emitir
pronunciamiento a su respecto, medios de convicción no empleados y que
fueron referidos en las letras d), e), i), j), k), n), o), p), q), y desde las letras s) a
z) del apartado intitulado “prueba de la defensa”; como asimismo los dichos de
sus testigos Sergio Alejandro Munilla Silva, Herman Eric Tello Marín, Francisco
Javier Castro Parra y Eudaldo Alfonso Rivera Valverde.
TRIGÉSIMO: Que en atención a lo ya resuelto no se emitirá
pronunciamiento por el Tribunal acerca de la segunda alegación hecha por la
defensa sobre imposición del mínimo de la pena corporal procedente y la
concesión del beneficio carcelario consecuente, restando únicamente
pronunciarse acerca de las costas de la causa, las que serán solventadas tanto
por el Ministerio Público y por la parte querellante, al haber sido absuelto el
requerido de los cargos formulados por cada uno de ellos y por concurrir los
requisitos que al efecto exigen los artículos 45 y 48 del Código Penal, no
avizorándose por el Tribunal motivo alguno por el cual aquellos deban ser
eximidos de su pago, más si no concurre en la especie alguna de las hipótesis
que regula la norma legal en comento y que se describen allí
circunstanciadamente.
Y teniendo además presente lo dispuesto en los artículos 1, 5, 7, 14 nº 1,
15 nº 1, 18, 50, 459 y 461 del Código Penal; artículos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 12, 13,
14, 20, 21, 22, 23, 24, 56, 57, 59, 61, 62, 112, 113, 114, 117, 140, 147 bis,
149, 173 y 185 bis del Código de Aguas; artículos 1, 2, 36, 45, 48, 297, 339,
340, 341, 343, 344 y 388 y siguientes del Código Procesal Penal; y Resolución
de la Dirección General de Aguas nº 341 de 7 de octubre de 2005; se declara:
I.- Que se absuelve a Luis Alberto Alfaro Arredondo, ya individualizado,
de los cargos hechos por el Ministerio Público en su requerimiento de fecha 16
de agosto de 2007 y en la adhesión de la querellante particular de 11 de
septiembre de 2007.
II.- Que se condena en costas al Ministerio Público y a la parte
querellante, al haber sido absuelto el requerido y no concurrir en la especie las
hipótesis que regula el artículo 48 del Código Procesal Penal y que permitan
eximirlos de su pago.
Regístrese, notifíquese y archívese en su oportunidad.
Rit 433-2007.
Ruc 0700103419-1.

Dictada por don Juan Pablo Peña Tobar, Juez Titular del Tribunal de Garantía de
Ovalle.

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