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LEY DE AGRIMENSURA DEL

1848

No. 155.-LEY sobre 10s agrimensores públicos.

Dios, Patria y Libertad.-Republica Dominicana.-El ConsejoConservador, después de las


tres lecturas Constitucionales,ha dado la ley siguiente:

CAPITULO I.

Art. 1- En La extensión de cada Provincia de la República habrá un numero de


seis agrimensores públicos, nombradospor el Poder Ejecutivo, previo el,examen y
demás formalidadesque serán requerida para tales funciones.
Art. 2. Fuera de la capacidad necesaria, debe exhibir elaspirante, al Poder
Ejecutivo, un certificado de vita et moribusdado por el Ayuntamiento de la comunidad
de su residencia, otro por el Jefe Superior Político de su Provincia, y otro por el
Procuradorfiscal de la Provincia.
Art. 3. Losagrimensores públicos que han sido ya nombradosy están en el
ejercicio de sus funciones, deberán presentarseal Poder Ejecutivo en el término de tres
meses, con susnombramientos anteriores, para que este si lo tiene por conveniente,le
despache su nuevo nombramiento.
Art. 4. En lo sucesivo ninguno podrá tener comisión deagrimensor, si no tiene
veinte y cinco años cumplidos, y despuésde haber sufrido un examen por dos o tres
agrimensoresnombrados por el Poder Ejecutivo; y a falta de estos por lossujetos que él
tenga a bien nombrar.
Art. 5. Las funciones del agrimensor son incompatiblescon toda otra
funciónpública que tenga carácter de autenticidad.
Art. 6. Los agrimensores, antes de entrar en el ejercicio desus funciones,
prestaran juramento ante la Justicia Mayor desu Provincia de cumplir fielmente su
deber.
Art. 7. Los agrimensores que, en fuerza de las anterioresdisposiciones, se
encuentren en posesión de planos y mensurasde terrenos situados en otras Provincias
diversas de aquellas aque se les destinare, deberánentregarloalos agrimensores
agregadosa esas Provincias, y a falta de ellos al ayuntamiento.
Art. 8. Ningún agrimensor podrá actuar en una Provinciapara la que no ha sido
nombrado sin previa autorización delPoder Ejecutivo.
Art. 9. Cada agrimensor podrá tener una ayuda odiscípulo,que estará exento del
servicio militar.
Art. 10. Los agrimensores deberán actuar porsí mismos yno por medio de sus
ayudas.
Art. 11. Se prohíbea los agrimensores que actúen por susparientes y aliados, en
línea recta indefinidamente, y en línea colateralhasta el 4togrado civil inclusive.
Art. 12. Los agrimensores no pueden, bajo pena de suspensiónde sus funciones
de uno a tres meses, reusarse a obtemperar a los requerimientos de partes legítimas, a
menos de no justificarel impedimentolegal.
Art. 13. Los agrimensores podránexigir de sus requirentesel depósito de sus
derechos ante el Alcalde de la comunidad; pero enningún caso podrán exigir el pago
hasta no haber concluido la operaciónrequerida y entregado a las partes el plano y el
acto queles concierna.
Art. 14. Está prohibido a los agrimensores el destruir o modificar en sus
operaciones las de otro agrimensor, fuera de los casos de revisión.
Art. 15. Los agrimensores están obligados a declarar al jefe de los dominios
nacionales, los terrenos que en el curso desus operaciones reconozcan pertenecientes
al Estado.
Art. 16. Los agrimensores, en caso de necesidad, podrán serllamados ante los
tribunales competentes de su Provincia para presentación de sus minutas, planos y
otras actas.
CAPITULO II.-De los instrumentos de mensura.

Art. 17. Los instrumentos indispensables a un agrimensorson: la brújula, la


cadena y la toesa de seis pie de rey francés.
Art. 18. La brújula debe ser adoptada, a un grafómetro; lacadena con que debe
medirse todo terreno montañoso, constara de cinco pasos geométricos; cada paso se
dividirá en siete eslabones de seis pulgadas francesas cada uno. También se usara de la
cadena doble, que constara de diezpasos divididos del mismo modo, y servirá para
medir los terrenosllanos.
La toesa marcarasussubdivisiones de pie, pulgadas y líneas,rematando en dos engastes
de metal. Ella sirve para medirsolares en las ciudades y pueblos.
Art. 19. La toesa estará mareada por el contraste.La brújula de cada agrimensor
deberá ser tocada, lo menosdos veces al año, en una piedra de imán y verificado por
otroagrimensor en presencia del Alcalde Constitucional de la comunidad, o por dos
individuos y el Alcalde que serán nombrados par este,de cuya verificación se levantara
acta que será firmada por los agrimensores o individuos, el Alcalde y secretario.
Art. 20. Se dispensara a los agrimensores una línea deerror por cada toesa, y
una vara por cada cien varas; fuera deesta rebaja habrá lugar a la revisión.

CAPITULO III.-Operaciones de los agrimensores.

Art. 21. Antes de emprender una operación, el agrimensordeberá hacerse


presentar lostítulos de propiedad de sus requirentes, como tambiénlos planos y demás
actos de mensuras quepuedan haberse levantado anteriormente.
Art. 22. Si los títulos no son suficientes o no están en regla,el agrimensor
suspenderá todo el curso de la operación.
Art. 23. Luego que los títulosseanjuzgados válidos y suficientes,el agrimensor
hará advertir a todos los propietarios contiguos que se presenten o se hagan
representar, con sus títulos, planos y procesos verbales de mensura en el lugar, día y
horaque se señale, observando siempre los términos para las citaciones.
En el mismo término el agrimensor deberá advertir al oficial de la policía rural del lugar,
de la operación que vaa hacersepara que esté presente a la operación, en caso de falta,
el agrimensorprocederáasuoperación, haciendo mención en el procesoverbal de la
ausencia del oficial de policía.
Del mismo modo se entenderá con respecto a los propietarioscontiguos que no se
presentaren a que se negaren a la exhibiciónde su título.
Art. 24. Se ordena a los agrimensores que hagan abrir, a costa de los
requirentes, los carriles en los terrenos que mensurareny planten una mojonadura en
cada ángulo, de madera solidao de mampostería a lo menos de tres pies sobre el nivel
del suelo.
Art. 25. Los agrimensores no podrán con pretexto algunoquitar ni mudar las
mojonaduras, ni reemplazar aquellas que hayansido quitadas ocaídas por vejez, solo en
presencia y de acuerdo con todas las partes interesadas y que sea autorizado por
Justicia.
Art. 26. Sin embargo, cuando sobrevenga contestación entrelas partes
presentes en el lugar donde se practique una mensura, la que se crea expuesta a ser
perjudicada, podrá hacer oposición ante el oficial de policía, el que deberá hacer
suspender laoperación, mandando las partes por ante el Alcalde de la comunidad para
que decida; en cuyo caso la parte que sucumba será condenadapor la sentencia de
oposicióna todolos costos, gastos y transportes que se causaren.
Cuando el agrimensor se vea obligado a interrumpir su operaciónfijara no
mojonaduras, sino piquetes de señales.

CAPITULO 1V.-De la revisión.

Art. 27. Toda revisiónserá hecha por dos agrimensores,uno nombrado por la
parte que reclama, y otro por la parte quecontesta; y en caso de discordia, la autoridad
ante quien sea llevada la demanda, nombrara un tercero entre aquellas personasque
juzgue de mayores conocimientos en la materia.
Art. 28. Luego que una parte presente a una operación y que haya producido
sus títulos, a una parte que no fue llamada,pida la revisión de esa operaciónlos costos,
si sucumbe, serán desu cuenta, y en caso contrario a cargo del agrimensor culpable.
Art. 29. Si una parte que no ha comparecido o que se hanegado a producir sus
piezas, o que aun produciéndolas se juzguennulas o insuficientes, pidiera la revisión,
los costos de ellaserán siempre a su cargo.
Art. 30. La parte o el agrimensor que crea que la revisiónperjudicaa sus
intereses, puede pedir la contra revisión.
Art. 31. La contra revisión solo podrá tener lugar en virtud de una sentencia de
la Justicia Mayor, y por cinco agrimensoresnombrados por el de oficio.
En caso que no haya el númerosuficiente en una Provincia,podrá la parte interesada
pedir a la Corte Suprema se suplan los que falten, de dos agrimensores de las
Provincias vecinas.
Art. 32. En caso de revisión y contra revisión, el interesadodeberá ante todo
depositar en la Alcaldía del lugar la suma aque asciendan,los costos.
Art. 33. El acto de revisióno contra revisión se transcribiráa continuación de la
minuta primitiva, y los nuevos planos se leagregaran.
Las copias y planos no podrán darse solo, sino con todas lasadiciones, so pena de
cincuenta pesos de multa al agrimensor que contravenga.

CAPITULO V.-De los planos y actos de mensura yarchivo de los agrimensores.


Art. 34. El plano será fechado y firmado por el agrimensor.
Los diferentes linderos del terreno mensurado se señalaran por líneas; los mojones en
que terminan, con letras; y las tierraslimítrofes, con los nombres de sus dueños.
Los agrimensores harán figurar en sus planos los linderosque terminen en costas o que
estén atravesados por aguas corrientes, barrancaso crestas de lomas, de caminos o
playas.
En caso de obstáculos invencibles, los designaran con líneasde puntos donde no haya
podido aplicar la cadena.
Art. 35. El Norte será indicado por una lanza coronada deuna flor de Lis, y las
aguas corrientes con una flecha.
Art. 36. El-acta llevara la misma fecha que el plano.
Contendrá el nombre y apellido del agrimensor, los del requirente, los de todas las
personas presentes; los de aquellos citadosy de aquellos que no hayan comparecido.
El acto harámención de los títulos del requirente, el nombre del terreno medido, si es
conocido el nombre, la comunidad y Provinciade que hace parte, y más
particularmente la sección rural,la ciudad o pueblo, y la calle en que este situado,
señalando de unamanera precisa los lugares o puntos notables que se hayan
reconocido,y los mojones que se hayan puesto o que haya encontradoel agrimensor, y
en general, cuanto pueda servir a la inteligenciadel plano.
Señalara el perímetro del terreno con las mismas letras queel plano designa los
mojones.
En fin, será firmado por el agrimensor y partes presentes,o se harámención de las
causas por que lo reúsan.
Art. 37. Las copias de los planos y actas serán certificadasconforme, y firmadas
por el agrimensor; y no podráentregársele copia sino a parte legítima.
El propietario u otro particular que, en razón de sus intereses,necesite copia de estos
actos en que no es parte legítima, nopodrádespachársela el agrimensor sin haber
obtenido la autorizaciónpor escrito del Justicia Mayor, a quien se le expondrán los
motivos que le asisten, so pena de cincuenta pesos de multa contrael agrimensor, sin
perjuicio de los daños e intereses a quediere lugar.
Art. 38. Las multas y expediciones de las actas de mensura serán hechas en
papel sellado, y sujetos al derecho de registroconforme a la ley.
Los agrimensores anotaran de su propio puño en las expedicionesel importe de los
honorarios que perciban.
Art. 39. Cada agrimensor llevara un registro en que anotara sumariamente, por
orden de fecha y número, todos los actosde sus operaciones.
Antes de emplear este registro, lo hará numerar y rubricar por el Justicia Mayor, el cual
lo visara cada seis meses, comoigualmente el director del registro, so pena de
cincuenta pesos demulta.
Art. 40. En caso de fallecimiento, dimisión o destitución deun agrimensor, sus
planos, actos y registros se entregaran al Ayuntamiento de la Provincia donde
quedaran depositados y archivados.
CAPITULO VI.-De las contravenciones.

Art. 41. Todas las operaciones que se hicieren en oposición a la presente ley,
serán declaradas nulas por los Alcaldes de, la comunidad a que correspondan, sin
perjuicio a los daños e interesesde las partes.
Todas las multas señaladas por esta ley serán en favor dela caja comunal.

CAPITULO VI1.-De la tasa de los derechos de los


Agrimensores en los casos y cuando no exista
Convenio establecido.

Art. 42. Se señala a los agrimensores:


Por un solar en la ciudad o pueblo. . . . . . . . . . . . . .$ 12.00
Por la mensura de una propiedad rural hastacatorce cuadros inclusive, por cada
uno. ...... 5.00
De quince a veinte y nueve.................... 3.00
De treinta hasta cincuenta y ocho... .............. 2.50
De cincuenta y nueve hasta ciento diez y seis... .... 2.00
De ciento diez y siete en adelante. ............... 1.50
En todo se incluye el costo de la copia del plano y del acta demensura, pero no el papel
sellado ni el registro.
Por abrir, refrendar o reconocer un lindero, por cada cienpasos, tres pesos.
Art. 43. En los casos de revisión 6 contra revisión, se leasignara a cada uno de los
agrimensores operantes, en proporciónde la mensura que vayan a verificar, la mitad de
lo que se leasigna al agrimensor que hizo la operación en el presente arancel.

Disposición final.

Art. 44. La caballería de tierra, Antes medida agraria delpaís, se compone de mil
doscientos cuarenta cuadros de cien cuerdas cuadradas cada uno, y cada cuerda de
diez varas conuqueras o treinta castellanas.
Esta caballería, reducida a la medida geométricaestablecidapor la presente ley, consta
de 587.957 pasos geométricos de3 y medio piefrancéscada uno, equivalente a 58
cuadrados 2957 pasos. Cada cuadrado de 10,000 pasos geométricos de superficie
equivalente a 2058 varas conuqueras, cuatro varas castellanas y dos pulgadas.
La presente ley de agrimensores deroga toda disposiciónque le sea contraria.

Dada en la ciudad de Santo Domingo, Capital de la República,


A los trece días del mes de Junio de mil ochocientos cuarenta yocho, y 50. De la Patria.-
El Presidente, Medrano.-El Secretario,Juan Curiel.
Discutida y aprobada por la Cámara del Tribunado.-Dadaen laCámara del Tribunado de
la Republica alos veinte y sietedías del mes de Junio de 1848, año 50. De la Patria.-El
Presidente,Félix Ma. Delmonte.-Los Secretarios, Benigno F. de Rojas, Toribio López
Villanueva.
El Consejo Conservador, en nombre de la Republica Dominicana,ejecútese la ley sobre
agrimensores público, la que seráenviada al Poder Ejecutivo para su promulgación
dentro del términoConstitucional.
Dada en la ciudad de Santo Domingo, Capital de la Republica,A los tres días del mes de
Julio del año de gracia de mil ochocientoscuarenta y ocho, y quinto de la Patria.-El
Presidente,
José Ma. Medrano.-El Secretario, Juan Curiel.
Cúmplase, comuníquese y circule en todo el territorio de laRepublica, la presente ley
sobre, agrimensorespúblico.
Dado en el Palacio Nacional de Santo Domingo a los 6 díasdel mes de Julio de 1848, y
50. De la Patria.-Santana.-Por elPresidente de la Republica: El Ministro Secretario de
Estado de los Despachos de Justicia, y encargado de la Cartera del Interiory Policía.-R.
Miura.
MODIFICACIONES A LA LEY DE AGRIMENSURA DE 1848 Y SUS
COMPLEMENTARIAS

La primera Ley de Agrimensura de 1848 fue sustituida por la de 1871 y esta a su vez
por la 1882, que con ligera modificaciones es la que aún tenemos vigente. Antes de la
Ley de 1871 otras materias legislativas distinta ampliaron o modificaron la de 1848,
fundamentalmente las relativas a la organización judicial, materia que no era de todo
extraña a la profesión de agrimensura, pues se consideraba a los agrimensores en los
primeros años de nuestra vida republicana como parte del cuerpo judicial, ya que se
colocaba en un plano que igual que los secretarios de tribunales, escribanos públicos,
defensores públicos, oficiales del estado civil, etc.

La Ley Sobre Organización Judicial del 19 de mayo de 1855 modifico la primera ley de
agrimensura de 1848, se advierte en ella que la edad requerida para ser agrimensor es de
veintiún años, no de veinticinco que exigía el Art. 4 de la ley de 1848. A este respecto, la
segunda parte del artículo 4 de la ley de 1855 decía: Para ser oficial ministerial, vasta la
edad de vente y un años cumplidos, y los demás requisitos expresado, excepto los
escribanos públicos que deben tener veinte y cinco años cumplidos. Además el párrafo
final del artículo 122 de dicha ley expresaba que: El número de agrimensores es
ilimitado. Con lo cual quedaba reformado el art. Primero de la ley de 1848 que, como
hemos visto, limitaba el número a seis por cada provincia.

Organización Judicial de 1857, que exigía 25 años. Por otra parte, según el artículo 137
del Reglamento, el aspirante a cargo de agrimensor debía dirigirse al Poder Ejecutivo
por medio de una instancia, con los certificados correspondientes. Si su solicitud era
admitida, el Poder Ejecutivo enviaba a la Suprema Corte dichos certificados, para que
procediese al examen; pero aun luego de haber hecho el examen y de declarar la
Suprema Corte su competencia, el Poder Ejecutivo podía negarle el título.
EJERCICIO DE LA AGRIMENSURA DESDE 1882 EN ADELANTE

Hasta el 30 de junio de 1882 rigió en el país la Ley de Agrimensura del 17 de agosto de


1871. Esta ley marcaba un indudable avance, comparada con la anterior del 1848, pero
no obstante eso, y a pesar de que posteriormente habían sido objeto de más de una
reforma, como las que había introducido la Ley Orgánica de los Tribunales del 11 de
agosto de 1875, contenía algunas disposiciones que ni, estaban en armonía con la
necesidades actuales del país, según dijo nuestro legislador del 1882, ni estaban,
tampoco, con disposiciones adoptadas por el propio legislador del 1871 al sustituir con
ella la del año del 1848. Podemos hacer notar en apoyo a lo anterior, que todavía esa ley
orgánica para los tribunales de la república se mantenía a los agrimensores el carácter de
oficial ministeriales y se confería a la Suprema Corte de Justicia, como consecuencia de
ello, la facultad de nombrarlos previo examen por una comisión que ella nombraría, y
otra parte, la misma ley de 1871, si bien declara que la profesión de agrimensor es libre
en toda la extensión de la Republica, el ejercicio de la misma quedaba limitado, como
durante la vigencia de la de 1848, a la circunscripción de la provincia para la cual
hubiese sido nombrado cada agrimensor, excepto cuando tuviese autorización del Poder
Ejecutivo para actual en otra. La nueva ley de agrimensura consideraba que como
existía una cátedra de agrimensura en el Instituto Profesional, esta hace variar las
condiciones de la mayor parte de los individuos que están llamados a ejercer la
profesión de agrimensor.
A partir del año 1882 se comenzaron a exigir cuatros requisitos para el ejercicio de la
profesión de agrimensor: a) DE NACIONALIDAD. La ley establecía que tenía derecho
de ejercer la profesión de agrimensor en el territorio de la republica los dominicanos que
tengan las cualidades y llenen los requisitos que expresa la presente ley.; b) DE EDAD.
La Ley establecía como requisito indispensable el haber cumplido los 21 años de edad
civil. Aunque la edad se apartó de la Ley de 1948 y 1871, que requerían 25 años de
edad; usted podrá recordar que algunas Leyes orgánicas de los tribunales tanto posterior
a la del 1848 como la de 1871 habían fijado en 21 años de edad, c) DE CAPACIDAD
INTELECTUAL. Pueden ser agrimensores los alumnos del Instituto profesional, luego
transformado en Universidad por un decreto del 1914, que hayan aprobado el examen
del Segundo años de matemáticas. d) DE MORALIDAD. La Ley de 1882 disponía en
su art.4 derogado junto con el 5, según se dijo ya, día después de su puesta en vigor:
todo ciudadano no alumno del Instituto Profesional, que desee ejercer la profesión de
agrimensor, deberá acompañar su solicitud al Poder Ejecutivo un certificado de Buena
vida y costumbre, expedido por el ayuntamiento de la comunidad de su residencia, otro
por el gobernador de la Provincia o el Distrito y otra por el Procurador Fiscal del
Tribunal o Juzgado de Primera Instancia de la misma.

1) ENUMERACIÓN. Además de poder ejercer libremente su profesión en todo el


territorio nacional, estos quedaban facultados para medir, reconocer, justipreciar y
levantar planos de cualquier heredad, pudiendo también aplicar su ejercicio a foros, a
redes linde y a cualquier otro caso en que necesite un dictamen judicial, ya sea a
petición particular, ya por mandato judicial o de las autoridades ejecutivas. Este hecho
nos proporciona la suficiente información para inferir que los agrimensores oficiaban
muy frecuentemente, como peritos sui generis, presentando, en esta calidad, un
inestimable concurso a la justicia. Y no es aventurado avanzar que, acaso debido a esto
se le considero durante tanto tiempo miembros del poder judicial.

2) OBLIGACIONES Y PROHIBICIONES. La ley siempre advierte límites a las


actividades y al ejercicio de toda profesión, y le imponen obligaciones en bien de la
armonía y la protección a los derechos de terceros. Ningún agrimensor podía desatender
los requerimientos que para el ejercicio de los actos de su profesión se le hagan por los
tribunales, juzgados, alcaldía o autoridades superiores de los puntos donde residan, bajo
la pena de ser suspendido de sus funciones por espacio de 1 a 3 meses.
DILIGENCIA PRELIMINARES. Todos los agrimensores antes de empezar sus
operaciones debían de efectuar una serie de diligencias que enumeramos a continuación:
1) Cuando sus servicios le eran solicitados estos tenían la obligación de percatarse de si
la documentación de requirente estaban en orden, en caso contrario, no debían prestar
sus servicios; 2) Era necesario avisar a la autoridad local, es decir, a la del lugar en
donde estaba supuesto a efectuarse las operaciones, la hora y la fecha en que se iba a
empezar esta, a fin de que se encuentren presentes y de que citen a los colindantes; 3) El
agrimensor debía tener en cuenta la línea meridiana que cada ayuntamiento, de acuerdo
a la ley, tendría en la parte superior de un poste, con el propósito de ver la declinatoria,
cerciorarse de la amplitud angular del meridiano magnético en el día en que empezara
sus operaciones. Sin embargo, muy pocos ayuntamientos cumplieron con la obligación
de fijar los postes en todo el país, y desaparecidos los pocos que se llegaron a fijar, el
tercer requisito no se cumplió nunca.

Sistema métrico decimal. En el periodo de la ocupación haitiana se impuso en la parte


este de la isla el sistema de medida que regía en Haití, que desplazo al de nuestra era
colonial. Este hecho explica que al volver a nuestro viejo usos y costumbres, una vez
constituida La Republica Dominicana, se restablecieron poco a poco aquellas que
originalmente fueron nuestra.

Fue la ley de 1882 la que estableció las dos medidas agrarias del sistema métrico
decimal en nuestro país; el área con sus submúltiplos para solares urbanos, y la hectárea
y sus submúltiplos, para fines rurales. Ya para el año 1882 la mayoría de los
dominicanos habían vuelto a la uso de la que, aquí, se han llamado con tanta propiedad
‘‘antiguas medidas’’; que lo fueron ciertamente durante los tiempos coloniales
españoles, y dejaron de serlo durante el curso de la dominación haitiana.

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