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El sistema nervioso autónomo (SNA) o vegetativo es la parte del sistema nervioso central y periférico
que se encarga de la regulación de las funciones involuntarias del organismo, del mantenimiento de la
homeostasis interna y de las respuestas de adaptación ante las variaciones del medio externo e
interno.
El sistema nervioso comprende, al igual que el sistema nervioso central, un componente sensitivo y
otro motor.
Los estímulos que llegan al SNA provienen principalmente de neuronas sensoriales autónomas, que
en su mayor parte guardan relación con interoceptores tales como los quimiorreceptores del cayado
de la aorta o de las carótidas que detectan las concentraciones de oxígeno y gas carbónico, o los
mecanoreceptores de los pulmones que captan el grado de estiramiento de los tejidos pulmonares. La
característica fundamental de este tipo de sensibilidad es que es inconsciente.
Por su parte, las motoneuronas autonómicas regulan la actividad de las vísceras al aumentar o
disminuir las funciones de sus tejidos efectores, como lo pueden ser las glándulas, el músculo liso o el
cardiaco. Unos ejemplos son el control del diámetro de la pupila del ojo, la contracción y dilatación de
los músculos que poseen las arterias (vasoconstricción o vasodilatación).
A semejanza de la parte sensitiva, la parte motora es involuntaria y asociada a reflejos automáticos. A
diferencia del sistema motor voluntario, las motoneuronas somáticas no son únicas. Son un par de
neuronas que se denominan preganglionares y posganglionares. Existen una serie de conglomerados
de núcleos y pericariones neuronales agrupados en unas estructuras conocidas como ganglios
autonómicos. La neurona preganglionar tiene su núcleo en la médula espinal y sus telodendrones en
el ganglio autónomo y la posganglionar tiene su núcleo en el ganglio autonómico y sus telodendrones
en las estructuras musculares lisas de los órganos secretores u órganos blanco.
Las neuronas del SNA se clasifican según el neurotransmisor que posean o segreguen en sus botones
terminales.
Solo existen dos neurotransmisores:
a) Acetilcolina.
a) Noradrenalina.
Por lo tanto, las que liberen acetilcolina se denominan colinérgicas y las que liberan noradrenalina,
adrenérgicas. En el SNA, las neuronas colinérgicas comprenden:
Receptores Colinérgicos:
Receptor Muscarínico M1 (gástrico): El receptor M1 humano es una glicoproteína que tiene 460
aminoácidos en su estructura. Este receptor está ubicado en la célula parietal de la mucosa gástrica.
Su activación estimula la secreción de ácido clorhídrico y pepsina. El receptor M1 es bloqueado
específicamente por el agente pirenzepina. En tal sentido la pirenzepina tiene 25 veces más afinidad
por el receptor M1 que por el receptor M2. A su vez el receptor M1 tiene una afinidad mucho menor
por el antagonista selectivo de los receptores M2 cardiacos el AFDX-116. Los receptores M1 también
fueron hallados en ganglios autonómicos, en el SNC y en algunas glándulas exocrinas.
La presencia de este tipo de receptor M3 en músculos lisos puede tener importancia en la terapéutica
del asma, ya que los anticolinérgicos broncodilatadores que existen en la actualidad (Bromuro de
Ipratropio, atropina) no son antagonistas selectivos y por lo tanto bloquean todos los subtipos de
receptores muscarínicos. Parece que también existen en algunas glándulas secretoras.
Receptores Nicotínicos: Son los que están ubicados en el ganglio autónomo, tanto del simpático
como del parasimpático y en la placa neuromuscular. La nicotina, alcaloide del tabaco, estimula ambos
tipos de receptores y de allí su denominación.
Son proteínas pentaméricas compuestas de subunidades heterólogas. Hay varios subtipos, de estos,
los del sistema nervioso central existen también como pentámeros, pero compuestos por
subunidades a, b, g y d; y cada subunidad parece estar codificada por genes diferentes. El receptor
nicotínico de la ACh consta de cinco subunidades ordenadas alrededor de un pseudoeje de simetría.
Las subunidades muestran secuencias de aminoácidos homólogas con un 30 a 40% de identidad en
los residuos de aminoácidos. Una de las subunidades,
llamada a se expresa en dos copias; las otras tres b, g y d, se
presentan como copias únicas.
Se han identificados al menos dos tipos de receptores nicotínicos:
a) Receptores N1 o NM: Presentes en los ganglios del Sistema Nervioso Autónomo: muestran
selectividad por el feniltrimetilamonio como agonista. Los agentes biscuaternarios, siendo el
decametonium el más potente; son bloqueados preferentemente por el antagonista competitivo
d-tubocurarina; y son bloqueados irreversiblemente por las a-toxinas de serpiente.
b) Receptores N2 o NN: En la placa terminal muscular. Son estimulados preferentemente por
fenilpiperazina, bloqueados competitivamente por trimetapan, bloqueados por agentes
biscuaternarios, siendo el hexametonio el más potente y son resistentes a las a-toxinas de
serpiente.
Agonistas muscarínicos:
Los agonistas muscarínicos estimulan la hidrólisis de fosfoinositol por activación de una fosfolipasa C
específica de fosfoinositol. La activación de la fosfolipasa C puede ser mediada a través de una
proteína adherida a GTP. La hidrólisis de fosfatidilinositol bifosfato produce dos segundos mensajeros
potenciales, inositol trifosfato (InsP3) y diacilglicerol. El diacilglicerol aumenta la actividad de Ca2+ y
de la proteína quinasa dependiente de fosfolípidos (proteína quinasa C). El inositol trifosfato moviliza
Ca2+ desde las vesículas intracelulares en el retículo endoplasmático y de ahí eleva el Ca2+ libre
citosólico. Las respuestas subsiguientes son disparadas por efectos directos del Ca2+ sobre proteínas
reguladas por Ca2+ y por fosforilación mediada a través de las quinasas y proteína quinasa C
dependiente de Ca2+/calmodulina. La estimulación de una fosfolipasa D que hidroliza fosfatidilcolina
también se da en respuesta a la activación del receptor muscarínico. Esto parece ser secundario a la
activación de la proteína quinasa C y contribuye a un aumento secundario a diacilglicerol.
Agonistas nicotínicos:
Son fundamentalmente los ésteres de la colina con ácidos que en vez de ser el acético son
carboxílicos. No obstante, tienen poca transcendencia terapéutica. La propia nicotina, la N-
acetiltiocolina, la muscarina y las sales de arecolona.
Antagonistas muscarínicos:
Antagonistas nicotínicos:
Pueden ser bloqueantes ganglionares y bloqueantes neuromusculares. Entre los primeros podemos
citar el hexametonio y la mecamilamina. El problema que presentan es que afectan tanto a los
receptores simpáticos como parasimpáticos, de ahí que su uso en el tratamiento de la hipertensión
haya sido sustituido por el empleo de bloqueantes b-adrenérgicos. Entre los segundos se encuentran
la tubocurarina, que es el típico veneno de las flechas paralizantes de algunos indios amazónicos; la
succinilcolina que, al igual que el curare, bloquea los receptores y los músculos no responden a la
acción de la acetilcolina; y el decametonio, que tiene los mismos efectos, pero muy prolongados, al
ser menos fácil de hidrolizar que la succinilcolina.
Receptores Histamínicos:
La Histamina es una substancia activa encontrada en una amplia gama de organismos vivos que
desempeña un papel principal en la reacción alérgica, vasos sanguíneos de dilatación y el aumento
de la permeabilidad de las paredes del vaso. También actúa como mensajero del neurotransmisor o
de la substancia química que lleve señales a partir de un nervio a otro, así como realiza varias otras
funciones importantes en diversos tejidos corporales.
La Histamina se clasifica como amina porque se basa en la estructura del amoníaco y se forma con la
descarboxilación de la histidina del aminoácido.
Hay cuatro tipos de receptor de la histamina: H1, H2, H3 y H4. El atascamiento de la histamina a estos
receptores los estimula para producir reacciones funcionales:
El receptor H2 se encuentra en las células parietales dentro del estómago, corazón y en cierto
modo, en células inmunes y músculo liso vascular. La Activación del receptor H 2 estimula la
vasodilatación y el desbloquear de los ácidos gástricos requeridos para la digestión. Las
reacciones físicas al receptor H2 incluyen una disminución del quimiotactismo y la activación de
neutrófilos y los basófilos, estímulo de las células de T del supresor, proliferación del linfocito y
actividad de la célula de asesino natural. La activación combinada de los receptores H1 y H2
contribuye a la rinorrea y a la hinchazón de las aerovías nasales.