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DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LAS

ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE.

Damarys Roy Sadradín


DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LAS ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE.

DAMARYS ROY SADRADÍN

I. Diferenciación entre estrategias de enseñanza y estrategias de aprendizaje

De acuerdo a lo planteado por Frida Díaz Barriga, la investigación sobre las estructuras y procesos cognitivos
realizada entre las décadas de los sesenta y hasta los ochenta, ayudó de manera significativa a forjar el marco
conceptual del enfoque cognitivo contemporáneo. Éste, sustentado en las teorías de la información, la
psicolingüística, la simulación por computadora, y la inteligencia artificial, condujo a nuevas
conceptualizaciones acerca de la representación y naturaleza del conocimiento, y de fenómenos como la
memoria, la solución de problemas, el significado y la comprensión y producción del lenguaje (Aguilar, 1982;
Hernández, 1991, citado por Díaz Barriga, 1998).

La autora señala que pueden identificarse aquí dos líneas principales de trabajo iniciadas desde la década de
los setenta: la aproximación impuesta que consiste en realizar modificaciones o arreglos en el contenido o
estructura del material de aprendizaje; y la aproximación inducida que se aboca a entrenar a los aprendices en
el manejo directo y por sí mismos de procedimientos que les permitan aprender con éxito de manera
autónoma (Levin, 1971; Shuell, 1988; esto se verá con detenimiento en los capítulos 6 y 7)

En el caso de la aproximación impuesta, las “ayudas” que se proporcionan al aprendiz pretenden facilitar
intencionalmente un procesamiento más profundo de la información nueva, y son planeadas por el docente, el
planificador, el diseñador de materiales o el programador de software educativo, por lo que constituyen
estrategias de enseñanza. De este modo, podríamos definir a las estrategias de enseñanza como los
procedimientos o recursos utilizados por el agente de enseñanza para promover aprendizajes significativos
(Mayer, 1984; Shuell, 1988; West, Farmer y Wolff, 1991).

Por su parte, la aproximación inducida, comprende una serie de “ayudas” internalizadas en el lector; este
decide cuándo y por qué aplicarlas, y constituyen estrategias de aprendizaje que el individuo posee y emplea
para aprender, recordar y usar la información.

Ambos tipos de estrategia de enseñanza y de aprendizaje, se encuentran involucradas en la promoción de


aprendizajes significativos a partir de los contenidos escolares; aun cuando en el primer caso el énfasis se pone
en el diseño, programación, elaboración y realización de los contenidos a aprender por vía oral o escrita (lo
cual es tarea de un diseñador o de un docente), y en el segundo caso la responsabilidad recae en el aprendiz.

La investigación de estrategias de enseñanza ha abordado aspectos como los siguientes: diseño y empleo de
objetivos e intenciones de enseñanza, preguntas insertadas, ilustraciones modos de respuesta, organizadores
anticipados, redes semánticas, mapas conceptuales y esquemas de estructuración de textos, entre otros (Díaz
Barriga y Lule, 1978).
A su vez, la investigación en estrategias de aprendizaje se ha enfocado en el campo del denominado
aprendizaje estratégico, a través del diseño de modelos de intervención cuyo propósito es dotar a los alumnos
de estrategias efectivas para el aprendizaje escolar, así como para el mejoramiento en áreas y dominios
determinados (comprensión de textos académicos, composición de textos, solución de problemas, etcétera).
Así, se ha trabajado con estrategias como la imaginería, la elaboración verbal y conceptual, la elaboración de
resúmenes autogenerados, la detección de conceptos clave e ideas tópico, y de manera reciente con
estrategias metacognitivas y autorreguladoras que permiten al alumno reflexionar y regular su proceso de
aprendizaje.

Nótese que en ambos casos se utiliza el término estrategia, por considerar que el profesor o el alumno, según
el caso, deberán emplearlas como procedimientos flexibles y adaptativos (nunca como algoritmos rígidos) a
distintas circunstancias de enseñanza.

No obstante lo anterior, otros autores, a diferencia de Frida Díaz Barriga, a quien nos hemos referido se
refieren a las estrategias de Aprendizaje indistintamente, englobando en este concepto aquellas estrategias
que la autora mencionada considera como estrategias de enseñanza.

II. Definición y características de las Estrategias de Aprendizaje

Definidas de una manera amplia, las estrategias de aprendizaje son conductas o pensamientos que facilitan el
aprendizaje. Estas estrategias van desde las simples habilidades de estudio, como el subrayado de la idea
principal, hasta los procesos de pensamiento complejo como el usar las analogías para relacionar el
conocimiento previo con la nueva información (Weistein, Ridley, Dahl y Weber, 1988-1989).

Como ya se ha señalado anteriormente citando a Frida Díaz Barriga, una primera aproximación a las
estrategias de aprendizaje nos remite a la diferenciación entre estrategias impuestas e inducidas,
principalmente referidas al estudio de textos escolares. Las primeras son impuestas por el profesor o
programador de textos al realizar modificaciones o manipulaciones en el contenido o estructura del material
de aprendizaje. Las estrategias inducidas se vinculan con el entrenamiento de los sujetos para manejar
directamente y por sí mismos procedimientos que les permitan aprender con éxito. Es decir, las estrategias
impuestas son elementos didácticos que se intercalan en el texto, como resúmenes, preguntas de reflexión,
ejercicios, autoevaluaciones, etc., mientras que las estrategias inducidas son aportaciones, como el auto-
interrogatorio, la elaboración, la repetición y la imaginería, los cuales son desarrollados por el estudiante y
constituyen sus propias estrategias de aprendizaje.
Los dos tipos de estrategias, instruccionales (impuestas o de enseñanza) y de aprendizaje (inducidas), son
estrategias cognoscitivas, involucradas en el procesamiento de la información a partir de textos, que realiza un
lector, aun cuando en el primer caso el énfasis se hace en el material y el segundo en el aprendiz (Aguilar y
Díaz Barriga, 1988).

De acuerdo con Rigney (1978), las estrategias cognoscitivas son "las operaciones y los procedimientos que el
estudiante utiliza para adquirir, retener y recuperar diferentes tipos de conocimiento y ejecución" (p. 165).
Asimismo, indica que las estrategias cognoscitivas involucran capacidades representacionales (como la lectura,
imaginería, habla, escritura y dibujo), selectivas (como la atención y la intención) y autodireccionales (como la
autoprogramación y el automonitoreo), y se componen de dos partes: a) una tarea cognoscitiva orientadora, y
b) una o más capacidades representacionales, selectivas o autodireccionales.

De igual manera, Gagné (1987) propone que las estrategias cognoscitivas son capacidades internamente
organizadas de las cuales hace uso el estudiante para guiar su propia atención, aprendizaje, recuerdo y
pensamiento. El estudiante utiliza una estrategia cognoscitiva cuando presta atención a varias características
de lo que está leyendo, para seleccionar y emplear una clave sobre lo que aprende, y otra estrategia para
recuperarlo. Lo más importante es que emplea estrategias cognoscitivas para pensar acerca de lo que ha
aprendido y para la solución de problemas.

Las estrategias constituyen formas con las que el sujeto cuenta para controlar los procesos de aprendizaje.
Según Dansereau (1985), de la técnica empleada depende el tipo de aprendizaje que se produzca: memorístico
o significativo. Sin embargo, ambos tipos representan un continuo, de acuerdo con la teoría de Ausubel, en la
cual la memorización o repetición se incorpora en las primeras fases del aprendizaje significativo. Cualquiera
que sea el tipo de aprendizaje que finalmente se produzca, las estrategias ayudan al estudiante a adquirir el
conocimiento con mayor facilidad, a retenerlo y recuperarlo en el momento necesario, lo cual ayuda a mejorar
el rendimiento escolar.

III. La problemática de las estrategias:

1. La transferencia

La enseñanza de las estrategias de aprendizaje se ha enfrentado con un problema básico, que tiene que ver
con su propia validez: la transferencia de los aprendizajes a la situación escolar. La asimilación de estrategias
en un contexto de laboratorio, con finalidades de investigación, tiene pocas probabilidades de ser
generalizable a una situación real, si los contenidos de la tarea son sensiblemente diferentes a los que el
alumno debe aprender de manera cotidiana.

La transferencia se ha definido como la posibilidad de aplicar las habilidades entrenadas en otras situaciones a
diferentes tareas y materiales (Aguilar y Díaz Barriga, 1988). ¿Qué posibilidades existen de que determinadas
estrategias como elaboración o redes, aprendidas por medio de contenidos de historia, se puedan adaptar al
aprendizaje de contenidos de las ciencias naturales o de matemáticas? Además, existe un problema aún más
difícil de resolver, que tiene que ver con la adaptación de la estrategia recién aprendida a los propios estilos y
formas de aprendizaje que el estudiante utiliza regularmente, con los cuales se siente seguro.

La problemática que plantea la transferencia es complicada y no es posible tratar de darle solución por una
sola vía. Sin embargo, es posible considerar algunas sugerencias que ofrecen diferentes autores. Santiuste,
Barriguete y Ayala (1990) proponen el entrenamiento de estrategias junto con tareas educativas para mejorar
el rendimiento escolar. Suponen que, de este modo, el alumno puede percibir la aplicabilidad de las técnicas a
materias concretas, y la relación entre una metodología y un contenido, lo cual redunda en una mejora de
aprendizaje.

Aguilar y Díaz Barriga (1988) sugieren que el problema de la transferencia puede resolverse si se enseña a los
estudiantes no sólo las estrategias de aprendizaje sino también estrategias metacognoscitivas, las cuales son
empleadas para detectar las discrepancias entre lo que se sabe y lo que no se sabe, y para monitorear los
procesos de adquisición y comprensión de la nueva información. De esta manera, los estudiantes no
solamente mejoran la ejecución y el completamiento de la tarea, sino la transferencia y el mantenimiento de
las habilidades adquiridas.

2. El profesor ante las Estrategias de Aprendizaje

En términos generales, de acuerdo a los estudios realizados, la principal dificultad del docente frente a las
estrategias de aprendizaje está en el rechazo de toda innovación: La enseñanza de estrategias de aprendizaje
lleva consigo la utilización de unos determinados métodos, en muchos casos distintos de los que los
profesores venían utilizando. Para algunos profesionales, esto supone una interferencia con la práctica
aceptada, y lo rechazan.

Otra dificultad está en el desconocimiento del propio proceso de aprendizaje: Enseñar estas estrategias
depende, en buena medida, de la capacidad que el profesor tenga para discutir el aprendizaje con sus
estudiantes. Para ello, es necesario que éste sea capaz de hacer consciente su propio proceso de aprendizaje.

Finalmente la elección de una estrategia de aprendizaje depende también de la formación en los métodos
desarrollados para la enseñanza de un contenido determinado. Todos estaríamos de acuerdo en afirmar que
nadie puede enseñar lo que no sabe. Si es el profesor el que debe enseñar las estrategias de aprendizaje, es
necesario formar profesores estratégicos. Es decir, profesores que:
 Conozcan su propio proceso de aprendizaje, las estrategias que poseen y las que utilizan
normalmente. Esto implica plantearse y responder preguntas como: ¿soy capaz de tomar notas
sintéticas en una charla o conferencia?, ¿sé cómo ampliar mis conocimientos profesionales?, etc.

 Aprendan los contenidos de sus asignaturas empleando estrategias de aprendizaje: No olvidemos, que
en la forma en que los profesores aprenden un tema para enseñarlo a sus alumnos, así lo enseñarán; y
la metodología de enseñanza, influye directamente en la manera en que los alumnos estudian y
aprenden.
 Planifiquen, regulen y evalúen reflexivamente su actuación docente. Es decir, plantearse cuestiones
del tipo ¿cuáles son los objetivos que pretendo conseguir?, ¿qué conocimientos necesitaré para
realizar bien mi trabajo?, ¿son adecuados los procedimientos que estoy utilizando?, ¿me atengo al
tiempo de que dispongo?, ¿he conseguido, al finalizar la clase, los objetivos que me propuse?, si
volviese a dar la clase, ¿qué cosas modificaría?, etc.

3. El estudiante ante las Estrategias de Aprendizaje

El principal problema es la resistencia del estudiante a ser activo en su aprendizaje, motivado por los modelos
tradicionales de enseñanza y, sobre todo, porque no aprecia la utilidad de este aprendizaje para el
rendimiento en los exámenes; pues normalmente éstos premian el aprendizaje mecánico o memorístico. De
otro lado las estrategias de aprendizaje implican más tiempo que los métodos tradicionales, una disposición
ambiental en términos de mobiliario, materiales y de manera particular un trabajo más autónomo y por tanto
con autorregulación del proceso, tarea nueva para el estudiante que posee una disposición natural hacia la
clase magistral que implica solo trabajo del docente o la tradicional enseñanza.

4. Dificultades prácticas para enseñar a los alumnos Estrategias de Aprendizaje

Una de las mayores dificultades son los problemas administrativos:


 El tiempo: es difícil con el actual plan de estudios encontrar tiempo para introducir este aprendizaje en
el aula. Por otro lado, también el profesor necesita tiempo para preparar actividades. Esto es
especialmente complicado en las academias y escuelas, donde los profesores, además de las labores
docentes, suelen tener otras obligaciones profesionales (guardias, ser responsable de otras
actividades, etc.).

 Disposición del mobiliario en clase: el debate y el trabajo en grupo es una de las maneras de llevar a
cabo esta enseñanza. Se necesita contar con un mobiliario adecuado donde se cuente con mesas y
sillas móviles.

 Presiones sociales: existen presiones sociales que dificultan esta enseñanza: necesidad de dar
determinados contenidos, el tener alumnos que deben superar exámenes basados,
fundamentalmente, en los contenidos conceptuales (en muchos casos puestos por el jefe del
departamento u otro profesor), tradición de un sistema de educación tradicional, etc.

En definitiva, son muchos los problemas, que hoy por hoy, existen en la enseñanza para poder generalizar la
enseñanza de estrategias de aprendizaje. Sin embargo, se ha de hacer un esfuerzo por superarlos. De lo
contrario un flaco favor se estaría haciendo a los alumnos que serán los profesionales del mañana. En este
sentido en la actualidad se cuenta, además de los esfuerzos personales de cada uno de los profesores en sus
respectivas asignaturas, con un espacio y un tiempo que se pueden aprovechar para la realización de cursos
específicos: LAS TUTORÍAS.

IV. Diferencia entre Estrategia de Aprendizaje y Técnica de Estudio


Como profesores responsables nos interesa, y mucho, el conseguir que nuestros alumnos aprendan. Sin
embargo, hemos apreciado que existen muchas diferencias en la calidad y cantidad de aprendizaje de nuestros
alumnos. Nosotros enseñamos para todos; sin embargo el resultado no siempre responde a nuestras
expectativas y a nuestros esfuerzos. ¿Qué es lo que hace que existan tantas diferencias entre unos alumnos y
otros?, ¿qué diferencia a los buenos estudiantes de los que no lo son tanto?

Son variadas las causas de estas diferencias: inteligencia, personalidad, conocimientos previos, motivación,
etc. Sin embargo, está demostrado que una de las causas más importantes, son la cantidad y calidad de las
estrategias que los alumnos ponen en juego cuando aprenden.

Que los alumnos pongan en marcha las llamadas estrategias de aprendizaje no es algo que surge
espontáneamente, necesita una enseñanza intencionada. Por este motivo han surgido en los últimos tiempos
propuestas que bajo el título de enseñar a aprender, aprender a aprender o enseñar a pensar, intentan formar
a profesores y alumnos en este tipo de aprendizaje. Pero, ¿es lo mismo estrategias de aprendizaje que técnicas
de estudio?

Dentro de las múltiples definiciones que se han dado, las estrategias de aprendizaje, son el conjunto de
actividades, técnicas y medios que se planifican de acuerdo con las necesidades de la población a la cual van
dirigidas, los objetivos que persiguen y la naturaleza de las áreas y cursos, todo esto con la finalidad de hacer
más efectivo el proceso de aprendizaje.

Siguiendo con esta analogía, podríamos explicar qué es y qué supone la utilización de estrategias de
aprendizaje, a partir de la distinción entre técnicas y estrategias:

 TÉCNICAS: actividades específicas que llevan a cabo los alumnos cuando aprenden: repetición,
subrayar, esquemas, realizar preguntas, deducir, inducir, etc. Pueden ser utilizadas de forma
mecánica.

 ESTRATEGIA: se considera una guía de las acciones que hay seguir. Por tanto, son siempre conscientes
e intencionales, dirigidas a un objetivo relacionado con el aprendizaje.

ESTRATEGIA  USO REFLEXIVO DE LOS PROCEDIMIENTOS

TÉCNICAS  COMPRENSIÓN Y UTILIZACIÓN O APLICACIÓN DE LOS


PROCEDIMIENTOS
Tradicionalmente ambos se han englobado en el término PROCEDIMIENTOS. Para explicar la diferencia entre
técnicas y estrategias se podría usar una analogía de Castillo y Pérez (1998): no tiene sentido un equipo de
fútbol de primeras figuras (técnicas) jugando al fútbol sin orden ni concierto, sin un entrenador de categoría
que los coordine (estrategias). Y éste poco podría hacer si los jugadores con los que cuenta apenas pueden dar
algo de sí...

La técnica, sin la estrategia muere en sí misma, pero es prácticamente imposible desarrollar cualquier
estrategia si no hay calidad mínima en los jugadores (dominio de la técnica). Por otra parte, si el mejor
futbolista dejase de entrenar y su preparación física decayera (hábito) poco más de alguna genialidad podría
realizar, pero su rendimiento y eficacia se vendría abajo. Los futbolistas realizan la tarea, pero el entrenador la
diseña, la evalúa y la aplica a cada situación, determinando la táctica que en cada momento proceda.

Por tanto, desde este ejemplo, se puede definir Estrategia de Aprendizaje como “el proceso mediante el cual
el alumno elige, coordina y aplica los procedimientos para conseguir un fin relacionado con el aprendizaje”.

De acuerdo a lo señalado, no puede decirse, que la simple ejecución mecánica de ciertas técnicas, sea una
manifestación de aplicación de una estrategia de aprendizaje. Para que la estrategia se produzca, se requiere
una planificación de esas técnicas en una secuencia dirigida a un fin. Esto sólo es posible cuando existe
METACONOCIMIENTO.

El metaconocimiento, es sin duda una palabra clave cuando se habla de estrategias de aprendizaje, e implica
pensar sobre los pensamientos. Esto incluye la capacidad para evaluar una tarea, y así, determinar la mejor
forma de realizarla y la forma de hacer el seguimiento al trabajo realizado.

VI. De las Técnicas de Estudio a las Estrategias de Aprendizaje

Las estrategias de aprendizaje, no van, ni mucho menos, en contra de las técnicas de estudio, sino que se
consideran una etapa más avanzada, y que se basan en ellas mismas. Las estrategias, son las encargadas de
establecer lo que se necesita para resolver bien la tarea del estudio, determina las técnicas más adecuadas a
utilizar, controla su aplicación y toma decisiones posteriores en función de los resultados. Por su parte, las
técnicas son las responsables de la realización directa de éste, a través de procedimientos concretos.

Se dice que un alumno emplea una estrategia, cuando es capaz de ajustar su comportamiento, (lo que piensa y
hace), a las exigencias de una actividad o tarea encomendada por el profesor, y a las circunstancias en que se
produce. Por tanto, para que la actuación de un alumno sea considerada como estratégica es necesario que:
 Realice una reflexión consciente sobre el propósito u objetivo de la tarea.

 Planifique qué va a hacer y cómo lo llevará a cabo: es obvio, que el alumno ha de disponer de un
repertorio de recursos entre los que escoger.

 Realice la tarea o actividad encomendada.

 Evalúe su actuación.
 Acumule conocimiento acerca de en qué situaciones puede volver a utilizar esa estrategia, de qué
forma debe utilizarse y cuál es la bondad de ese procedimiento (lo que se llamaría conocimiento
condicional).

BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA:

1) Díaz Barriga Arceo, Frida y Gerardo Hernández Rojas (1998). “Estrategias de enseñanza para la promoción
de aprendizajes significativos” en Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una Interpretación
constructivista. México, McGraw Hill, pp. 69-112.

2) Monereo C., Castelló M, y otros (1998) Estrategias De Enseñanza y Aprendizaje. Barcelona, Editorial Graó.

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