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Por Itai Cruz/ Una parte esencial dentro del teatro es la dramaturgia, así que en esta

ocasión hablaremos de manera breve sobre su significado y en qué consiste.

Dramaturgia del griego δραματουργία es la acción y efecto de crear, componer,


escenificar y representar un drama, convirtiéndolo en espectáculo teatral. No
obstante, el término se aplica no sólo al teatro sino a otros espectáculos de las artes
escénicas, como la danza, la ópera o el circo.

Se conoce como dramaturgia al arte de componer y representar


una historia sobre el escenario. A su vez, un dramaturgo es aquel que escribe las
obras con el fin de ser representadas en un teatro o también se encarga de adaptar
historias a este formato.

Las obras dramáticas se dividen en actos y pueden fragmentarse en cuadros, éstos


se dividen en escenas y la extensión puede variar de acuerdo al dramaturgo. Cabe
señalar que hay obras que están constituidas por un único acto.

Para que una obra pueda ser clasificada dentro de este rubro debe contar con una
determinada estructura:

Exhibición del conflicto: en esta etapa se presentan los personajes, el escenario y


la trama de la obra. El conflicto es el eje fundamental de una obra dramática, sin él
no hay drama y éste puede variar de acuerdo a la obra.
Desarrollo de la acción: a medida que avanza la obra, el
conflicto adquiere más fuerza; poniendo a prueba los principios o facultades de los
personajes y brindándole a la historia un carácter artístico.

Desenlace de la acción: el protagonista consigue superar el


obstáculo y ya no existe el conflicto inicial, se da por terminada la obra. En algunos
casos, lo que desaparece no es el conflicto sino el propio protagonista.

Es importante señalar que, a diferencia de los textos del género narrativo, las obras
de teatro manifiestan su riqueza a partir de los diálogos y no requieren de un
narrador. La historia se va desarrollando a partir del encadenamiento entre los
diversos diálogos.

Finalmente, aunque está fuertemente vinculada al teatro, la dramaturgia también


está presente en el cine y la televisión; esto quiere decir que un dramaturgo puede
ser autor de guiones cinematográficos y libretos de telenovela.

Elementos centrales de la dramaturgia


Existen muchas manera de abordar el tema de la dramaturgia y sus componentes básicos. Para
este curso vamos a utilizar como fuente primaria a Aristóteles, con su libro La poética de
Aristóteles. Él es tal vez el primero en la historia del pensamiento occidental que reflexionó
teóricamente sobre el problema de la dramaturgia. En realidad no es que Aristóteles proponga una
forma de escritura dramática, sino que recoge las características y analiza este tipo de poesía
dramática, concluyendo que existen algunos elementos que son comunes y fundamentales dentro
de todo texto dramático: la representación, la acción, el personaje y
el conflicto. La acción del personaje y su lucha por resolver el conflicto sucede dentro de una
dimensión espacio temporal. Algunos llaman a esta categoría como: Situación. No se puede
concebir una historia sin situación, a saber: el sitio, la unidad espacio temporal. La situación es
el CRONOTOPO. El concepto que revolucionó toda la ciencia contemporánea. Uno no puede
concebir la realidad sin el concepto de espacio. Antes de Einstein se hablaba de una
tridimensionalidad. Después de él la realidad dejó de ser tridimensional y pasó a ser
tetradimensional. El tiempo es la cuarta categoría.

En el teatro hay dos tiempos: el tiempo artístico que es con el que juega la dramaturgia. El
concepto de espacio no puede aislarse del concepto de tiempo.
Dentro de la estructura dramática también se habla de tres momentos
centrales: principio, medio y fin. En cada uno de estos momentos suceden una serie de acciones
que permiten que la historia avance.
Tanto la acción, como el personaje y el cronotopo, pueden ir entre lo más real (hiperreal) o lo más
virtual. Hay que tener presente que la acción es distinta de la actividad, es decir que busca lo
implícito que tiene la acción, la actitud subyacente. Lo que está debajo de la acción y le da el
carácter conflictivo. Por eso la acción debe contener dentro de sí unas fuerzas en pugna. Las
cosas que pasan en la vida al llevarlas al guión deben convertirse en acción dramática o si no son
puras actividades. También puede ir entre grandes acciones a acciones mínimas.

Dramaturgia. Es el arte de componer y representar una historia sobre el escenario.


Se conoce como dramaturgo a quien escribe las obras para que sean representadas
en teatro o adapta otros libros a dicho formato.

Contenido
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 1 Dramaturgo
 2 Vinculación con otras artes
 3 Estructura de una obra de teatro
 4 Acciones en trabajo
 5 Tipos de tramas
 6 Dramaturgia y espacio escénico
 7 Véase también
 8 Fuentes

Dramaturgo
El dramaturgo, por lo tanto, se dedica tanto a la escritura de los textos como al
diseño de la obra, ya que se encarga de desarrollar la estructura de la
representación. La principal diferencia entre un dramaturgo y un escritor que se
dedica a otros géneros es que, en la dramaturgia, los conflictos suceden en el
mismo momento y lugar en que se presentan.

Vinculación con otras artes


Aunque está fuertemente vinculada al teatro, la dramaturgia también está presente
en el cine y en la televisión. Esto quiere decir que un dramaturgo puede ser autor
de guiones cinematográficos y de libretos de telenovela, por ejemplo.

Estructura de una obra de teatro


Las obras de la dramaturgia pueden dividirse en actos que, a su vez, pueden
fragmentarse en cuadros. Los cuadros, por último, se encuentran divididos en
escenas. La extensión de cada una de las partes de una obra puede variar de
acuerdo a la voluntad del dramaturgo. Hay obras que están constituidas por un único
acto. Es importante tener en cuenta que una obra de dramaturgia puede adaptarse
a diversos formatos. De esta manera, una obra teatral puede transmitirse en
televisión o llegar al cine. En todos los casos, lo importante es que se mantenga la
estructura de actores interactuando “aquí y ahora” frente a los ojos del espectador
que observa la representación de las acciones.
La dramaturgia da a la obra y a la actuación una estructura. Más que un escrito
propiamente dicho, el trabajo del dramaturgo puede definirse como el de un diseño.
Difiere de la literatura escrita común por ser más la estructuración de una historia
de acuerdo con los elementos específicos del teatro. El dramaturgo en la pieza
teatral, crea los personajes y conflictos que serán presentados dando la impresión
de que acontecen «aquí y ahora». Actualmente la dramaturgia no sólo está
relacionada con el texto teatral sino que está presente en toda obra escrita con el
fin de poder representar una historia, por ejemplo los guiones cinematográficos y
las telenovelas.

Acciones en trabajo
La palabra texto, antes que significar un texto hablado o escrito, manuscrito o
impreso, significa “tejido”. En este sentido no hay espectáculo sin “texto”.
Lo que concierne al “texto” (el tejido) del espectáculo, puede ser definido como
“dramaturgia”; es decir drama-ergon, trabajo, obra de las acciones. La manera como
trabajan las acciones, es la trama.
No siempre es posible distinguir lo que en dramaturgia de un espectáculo puede
llamarse “dirección” y lo que puede llamarse “escritura del autor”. Esta distinción
solo puede aparecer clara en un teatro que se presenta como interpretación de un
texto escrito.
La distinción de una dramaturgia autónoma del espectáculo se remonta a la forma
en que Aristóteles afrontó la tradición de la tragedia griega –una tradición ya lejana
incluso para él –al indicar dos campos distintos de investigación: los textos escritos
y la forma de representarlos. La idea de que exista una dramaturgia identificable
únicamente con el texto escrito autónomo del espectáculo, y matriz del mismo, es
una consecuencia de situaciones históricas en las que la memoria de un teatro se
ha transmitido a través de palabras que decían los personajes de sus espectáculos.
Dicha distinción no sería concebible si el objeto del examen fuesen los espectáculos
en su integridad.
En un determinado espectáculo teatral, son acciones (y atañen por consiguiente, a
la dramaturgia) tanto lo que los diferentes actores hacen o dicen, como los sonidos,
ruidos, luces y transformaciones del espacio. Son acciones en un nivel superior de
organización, los episodios de un acontecimiento o las distintas caras de una
situación, los arcos de tiempo entre dos acentos del espectáculo, entre dos
transformaciones del espacio.
También lo son las evaluaciones, según una relativa autonomía, de un
acompañamiento musical, variaciones de las luces, variaciones de [ritmo] e
intensidad desarrolladas por el actor sobre algunos temas físicos precisos (manera
de caminar, tratar los objetos, utilizar el maquillaje o los trajes). Son acciones los
objetos que se transforman y adquieren distintos significados o distintas tonalidades
emotivas. Acciones son todas las relaciones e interacciones entre los personajes o
entre los personajes y luces, sonidos, espacio. Es acción todo lo que opera
directamente sobre la atención del espectador, sobre su
comprensión, emotividad y cinestesia.
La lista podría llegar a ser tan larga que se volvería inútil. Lo que importa no es
poner de manifiesto cuántas y cuáles son las acciones de un espectáculo. Lo
importante es señalar que las acciones trabajan sólo cuando están tramadas entre
sí: cuando se convierten en tejido-“texto”.

Tipos de tramas
La trama puede ser de dos tipos. El primero se realiza por medio del desarrollo de
acciones en el tiempo a través de un encadenamiento de causas y efectos o a través
de una alternativa de acciones que representan dos o más desarrollos paralelos. El
segundo tipo se realiza a través de la presencia simultánea de varias acciones.
Encadenamiento y simultaneidad constituyen las dos dimensiones de la trama. No
son dos alternativas estéticas o dos opciones distintas de método: son dos polos
que a través de su tensión o su dialéctica determinan el espectáculo y su vida: en
la dramaturgia.

Dramaturgia y espacio escénico


Todos los espectáculos del Odin Teatret se caracterizan por un uso diferente del
espacio. Los actores no se adaptan a las dimensiones del espacio existente sino
que modelan la arquitectura según las exigencias de la dramaturgia. No son sin
embargo sólo los espacios donde se encuentran actores y espectadores en el que
varía de un espectáculo a otro. Durante un mismo espectáculo los actores se
encuentran a veces alrededor del área de actuación, otras veces en medio: algunos
espectadores pueden vivir la acción como un primer plano – cuando el actor se
encuentra a pocos centímetros de ellos –otros como un campo total cuando pueden
ver un espacio más amplio.
Estos mismos principios se usan en espectáculos al aire libre cuando se utilizan
plazas, calles, balcones y techos de la ciudad o aldeas: en este caso el ambiente
ya existe y aparentemente no se puede cambiar, pero el actor con su presencia
hace brotar un carácter dramático de aquella arquitectura que por el hábito y la
frecuencia cotidiana no somos ya capaces de ver, de vivirla con una mirada fresca.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDEA
Introducción : ¿ por qué es tan vital la dramaturgia ?
La palabra dramaturgia viene del griego “drama” que significa “acción”. La dramaturgia
es la imitación y la representación de una acción humana. Así iniciamos nuestras vidas:
imitando las acciones de quienes que nos rodean. En “psicoanálisis de los cuentos de
hada”, Bruno Bettelheim demuestra cuan útil es el cuento para el niño. No solamente
porque lo divierte y nutre su imaginario sino porque lo ayuda a resolver sus conflictos, le
da esperanza para el futuro y le permite madurar sin volverse psicótico. Vuelto adulto el
ser humano sigue necesitando historias, lecciones para avanzar. La dramaturgia, en
cuanto arte de narrar, es tan vital para nuestra mente como el oxígeno para nuestro
organismo. No solamente para distraernos sino para poder entrar en los sentimientos y
en los pensamientos del otro. Conocemos bien nuestro pensamiento pero bastante mal
nuestra imagen. En cuanto al otro conocemos bien su imagen pero menos su
pensamiento. La dramaturgia hace dialogar imagen, pensamiento, deseo, emoción. Aquel
“otro” es doblé : es al mismo tiempo el personaje y el autor que detrás de él se esconde.
La dramaturgia, por lo tanto, teje un doble lazo : primero entre el autor y el espectador
como en todas las artes ; y luego entre el personaje y el espectador, a través de la
identificación. La dramaturgia descansa sobre estos conceptos constantes que
conciernen a los billones de seres humanos que poblaron este planeta. Tiene sus
mecanismos, observables desde siempre en casi todas las obras.
Los mecanismos fundamentales de la dramaturgia
1. La base fundamental : el conflicto.
El conflicto está en el corazón de toda obra dramática sea cual sea su duración : 2
minutos o dos horas.
Definición del conflicto. Entendemos por “conflicto” toda clase de situación conflictual
como las luchas, las pruebas, las dificultades, los peligros, los fracasos, las desgracias, la
miseria, con sus consecuencias físicas y psicológicas (vergüenza, angustia, frustración,
decepción, etc..), pues el conflicto puede ser interno sin que lo subraye ninguna
manifestación externa. El conflicto es el primer factor de motivación para el ser humano.
Desde que nacemos nuestras acciones buscan evitar el hambre, el frío, el dolor físico o
mental. Así sea bajo la figura bíblica del paraíso perdido del cual fuimos expulsados para
ganarnos la vida “con el sudor de nuestra frente”, o bien bajo el concepto marxista de la
lucha de clases como motor de la historia, el conflicto es a la vez un germen de
destrucción pero también de construcción : se trata de superar lo actual para llegar a una
nueva etapa, individual o colectiva.
Porque lo conocemos todo el tiempo en nuestras vidas, el conflicto es también factor de
nuestra identificación. Nos interesamos más por el personaje que vive más conflicto y
esta identificación se da a través de la emoción. Cuando el espectador “vive” la emoción
del personaje, se crea una poderosa identificación entre ambos. Tan poderosa que se
puede ejercer con un personaje antipático como un asesino, si éste vive más conflicto
que los personajes “simpáticos”. Un personaje que no viva conflictos nos interesará
mucho menos.
Cómo nace el conflicto.Quien dice conflicto, dice oposición, mejor dicho: obstáculo. Este
obstáculo puede ser un individuo, un objeto, una situación, un rasgo de carácter, un golpe
de la suerte, un elemento natural, etc… o a veces un sentimiento. Pero todas estas
causas de conflicto no se transformarán en obstáculo hasta no enfrentarse con el deseo,
la voluntad que tienen el o los personajes. El obstáculo se define, pues, en relación a
unas ganas, un deseo, una necesidad. Así nace el conflicto: como oposición entre objetivo
y obstáculo. Obtenemos así la fórmula total de la dramaturgia :
personaje – objetivo – obstáculos – conflicto – emoción – identificación.

Un personaje busca alcanzar un objetivo y se encuentra con obstáculos, lo cual


genera conflicto y emoción para el personaje y para el espectador, lo que causa
la identificaciónde este último.
Ejemplos de conflictos
En Ikiru (Vivir), el funcionario Watanabe se divierte en un night-club. A priori no tiene
nada de conflictivo. Pero sabemos que tiene cáncer y que le queda poco tiempo de vida.
Sus diversiones adquieren la clara dimensión de conflictos.
Ikiru (Akira Kurosawa, Japon, 1952)

La quimera del oro (Charles Chaplin, EEUU,


1925)

La escena de los pancitos en la Quimera de oro no es solamente un muy buen número


de circo, sino también una escena de conflicto. Se supone que Charlot realiza este
número para seducir a la mujer a quien ama. No solamente se trata de un puro sueño sino
que además sabemos que ella no acudirá a la cita que él le fijó para la nochebuena.
2. Protagonista – objetivo.
Definición. Llamaremos protagonista al personaje de una obra dramática que vive más
conflicto, es decir el personaje con el cual más se va a identificar el espectador
(emocionalmente hablando). No es necesariamente el personaje principal de la obra.
Protagonistas múltiples. El protagonista puede ser constituido por varias personas
siempre que éstas persigan el mismo objetivo. Ejemplo: los marineros son los
coprotagonistas del Acorazado Potemkin. De igual manera, los siete
samuraís,defensores de los campesinos, tiene a un grupo como protagonista.
Los siete samuraï de
Akira Kurosawa
Unicidad del objetivo general del protagonista. Si bien en la vida real perseguimos
múltiples objetivos a la vez, pasando sin cesar del uno al otro, no podemos hacer lo
mismo en la dramaturgia. El o la protagonista debe concentrarse en un solo objetivo
mayor, difícil de alcanzar. Claro puede tener y resolver al instante muchos objetivos, como
respirar, caminar, lo cual no le plantea problemas. Pero en buena dramaturgia, respirar se
vuelve un objetivo tan sólo para alguien de quien se mantiene con la cabeza bajo el agua.
Lo que llamamos objetivo debe crear, pues, una dinámica. Existen dos razones mayores
para esta unicidad del objetivo general del protagonista :
– la primera es que debemos sostener la atención del espectador durante una o dos
horas. Si hacemos digresiones, si nos paseamos fuera del tema, nos arriesgamos a
perder el interés del espectador.
– la segunda es que una o dos horas es, a la vez, largo para la atención del espectador y
muy corto para el autor. Este tiempo apenas basta para iniciar, desarrollar y concluir
correctamente una acción. Es mejor pues tratar a fondo una sola acción que varias
superficialmente.
Objetivos para los demás personajes. Los demás personajes de una historia, aunque
no sean los o las protagonistas, pueden tener sus objetivos también. Es además
aconsejable, ya que el objetivo es un elemento decisivo para caracterizar a un
personaje. Objetivo, sub-objetivo y medio. Es preciso diferenciar el objetivo del o de la
protagonista o de otro personaje, con el medio que va a usar para alcanzarlo. Si este
medio es díficil de implementar, podemos hablar de sub-objetivo.
En El camárografo, Buster Keaton tiene como objetivo conquistar a una mujer joven.
Para dicho fin intentará volverse operador de cámara, convencido de que con esto logrará
seducir a la mujer. No va a ser tan fácil y el resultado es más bien decepcionante.
Finalmente, es a través de otro medio que nuestro protagonista logrará ser amado. En
este ejemplo, el medio es a la vez difícil de alcanzar e ineficiente. Es un sub-objetivo…

El camarógrafo de Buster Keaton


Eficiencia del objetivo. Para lograr construir un buen relato no basta dar un objetivo
único a su protagonista, hacen falta cuatro condiciones indispensables más :

1. Que dicho objetivo sea bien conocido, al menos claramente percibido por el espectador,
desde el inicio. Mientras el espectador no conoce el deseo del protagonista, la acción no
ha empezado aún y el público no entiende adonde lo llevan.
2. Que el objetivo sea muy bien motivado. El o la protagonista debe contagiar su deseo, su
voluntad al espectador. Si el público no entiende el objetivo, no existe apuesta.
3. Que el objetivo sea particularmente difícil de alcanzar para nuestro protagonista. No
quiere decir que sea demasiado duro. Una de las cosas más difíciles para el guionista es
saber dosificar los obstáculos.
4. Que nuestro(a) protagonista tenga un intenso e inquebrantable deseo de alcanzar su
objetivo: más se esforzará por lograrlo, más se apasionará nuestro espectador.

3. Obstáculos. Naturaleza y variedad de los obstáculos.


Podemos clasificar los obstáculos según su origen :
El obstáculo interno se origina dentro del protagonista. Celos, cobardía, orgullo,
indecisión, codicia, intransigencia, honestidad pueden volverse obstáculos internos para el
o la protagonista a la hora de alcanzar su objetivo. Por ejemplo la sicosis de M el
maldito o del protagonista de Aguirre en La Ira de Dios. Aquí el o la protagonista se
opone a sí mismo.
El obstáculo externo se origina fuera del protagonista, quien tendrá que enfrentar por
ejemplo . los poderes económicos, un error judicial, la enfermedad, o la misma naturaleza
como en Dersu Uzala (escena de la tormenta de nieve).

Dersu Uzala (Akira Kurosawa, U.R.S.S./Japón


1975)
El obstáculo externo de origen interno. El o la protagonista llevan parte de la
responsabilidad en este tipo de obstáculo. Ejemplo: un choque, si es que el conductor iba
demasiado rápido para frenar a tiempo. O el derrumbe de un techo, si quien lo construyó
era demasiado flojo. O la lucha contra el sistema, si es que parte de un compromiso
político personal.
El obstáculo interno de origen externo. Recordemos que en muchos casos, las sicosis,
los problemas aparentemente internos son el producto de presiones externas, estructuras
sociales, culturales.
Eficiencia de los obstáculos
El Mc Guffin. Así se llama la razón que explica un obstáculo inicial (generalmente
externo) y que es importante dar al espectador para que éste crea en o entienda el
obstáculo.
Fuerzas de los obstáculos. Si los obstáculos son demasiado fáciles de superar, el
público no va a creer en ellos. Si son demasiado difíciles de superar, el relato pierde
sentido. Si se compara el obstáculo con un muro, hace falta que el muro sea lo más alta
posible sin ser por ello infranqueable.
El deus ex máquina Es un acontecimiento inesperado e improbable que viene a
solucionar los problemas del protagonista al último segundo. Es mejor rechazarlo por su
artificialidad y su mediocridad en relación al público. También existe la variante: el
obstáculo gratuito, llamado diablus ex máquina, y tampoco es muy deseable por su
carácter demasiado externo en relación a los obstáculos que se derivan de la acción del
protagonista.
El antagonista Es una forma de obstáculo particular. Se trata de un personaje que
posee varios de los rasgos del o de la protagonista, al punto que se confunde a menudo el
uno con el otro : – es omnipresente. – tiene un objetivo general claro y único.
– define la acción. La gran diferencia es que constituye, en sus intentos para alcanzar
su objetivo, la única fuente de obstáculos para el o la protagonista. Es la oposición entre
su objetivo y el del o de la protagonista lo que produce la acción. Puede tener el mismo
objetivo que el protagonista, como el de seducir a una mujer. No es imperativo tener a un
antagonista en un relato.
Cambio de protagonista Ocurre, de forma escasa, que en el curso del relato el
antagonista se vuelva el protagonista así como en la segunda parte de psicosis.
El crescendo dramático Si vemos los obstáculos como unos muros y la acción como el
hecho de franquearlos, es obvio que el muro más alto (o sea el obstáculo más fuerte)
debe encontrarse al final del relato. Pues si hemos visto al protagonista superar una muro
de 5 metros, ¿ cómo podríamos interesarnos después por el que pase una muro de 2
metros ? Es preciso pues construir una dificultad creciente.
La pregunta dramática y la respuesta dramática La pareja protagonista/objetivo
induce una pregunta en la mente del espectador : ¿ va o no el protagonista a alcanzar
su objetivo ? Es lo que llamaremos la pregunta dramática, a la cual corresponde la
respuesta dramática (si o no, o se posterga la respuesta).
El suspenso La pregunta dramática se vincula directamente con el suspenso, en el
sentido clásico de “espera ansiosa”: más incierta se presenta la respuesta dramática, más
ganas tendrá el espectador de conocerla.
Varios factores contribuyen a intensificar la pregunta dramática, es decir a aumentar el
suspenso :
– Una voluntad férrea del protagonista por alcanzar su objetivo.
– Un objetivo motivado.
– Unos obstáculos lo más fuertes posibles.
– Un espectador bien informado de los elementos del drama.
El tiempo se vuelve otro factor de suspenso cuando el protagonista no dispone sino de
un tiempo limitado para cumplir su objetivo. El espectador ya no se pregunta “¿ lo logrará
o no ?” sino “¿ lo logrará o no a tiempo ?”
4. CARACTERIZACIÓN.
La caracterización es el arte de crear personajes, empezando por el protagonista. Lo que
más caracteriza a un personaje son sus acciones. Como ya lo dijimos, las acciones son
motivadas por los conflictos. Lo que nos lleva a considerar como principales herramientas
de caracterización de un personaje :
– Un objetivo general con sus objetivos locales (“sub-objetivos”).
– Los motivos del objetivo, es decir sus motivaciones, sus deseos.
– Y los medios que escoge para alcanzar su objetivo.
En resumidas la acciónque desarrolla un personaje ante un conflicto es lo que mejor lo
caracteriza : cómo lo previene, cómo lo evade, etc..
Desde luego, cada personaje tendrá una actitud diferente y reaccionará de mil maneras.
Sus acciones nos lo revelarán como carácter. Para que la caracterización funcione
plenamente es necesario, pues :
– Conocer bien su personaje, lo que no significa realizar una enciclopedia de todos los
detalles de su vida, sino conocer sus psicología básica y su biografía general. Saber en
cada momento lo que pasa en su cabeza.
– Mostrar los rasgos de carácter que tienen una importancia para el relato. El mejor
medio para expresarlo es el conflicto. Por esto debe ser bien claro su objetivo para el
espectador.
– Amar a todos sus personajes, en el sentido de comprenderlos. Como decía Platon
“nadie es malo por placer”.
– Mantener la coherencia del personaje, poder ver detrás de sus acciones un verdadero
ser humano, complejo, contradictorio a veces, pero finalmente coherente.
– Cuidar la caracterización de sus personajes pasa por cuidar la calidad de sus
obstáculos internos, pues son los que expresan directamente su carácter.
5. ESTRUCTURA.
A. Los actos. Casi todas las obras dramáticas se constituyen de tres actos :
– El primer acto suele ser corto y contiene todo lo que pasa antes de que se aclare el
objetivo del protagonista. Es decir nos presenta a la mayor parte de los personajes y
describe los acontecimientos que van a llevar a nuestro protagonista a definir su objetivo.
– El segundo acto contiene los intentos del protagonista para alcanzar su objetivo. Es lo
que se llama la acción. Y claro: se trata de la parte más larga de la obra. Se termina
cuando el protagonista alcanza (o no) su objetivo (o cuando se posterga la resolución del
mismo).
– El tercer acto es la parte breve que contiene las últimas consecuencias de la acción.
Nos da una idea de lo que los personajes se van a volver, y prepara nuestro regreso a la
“vida real”.
B. Los nudos dramáticos. El nudo dramático es un acontecimiento que relanza la
acción. Puede tratarse de un obstáculo, de una información importante, que modifica la
acción del protagonista.
El clímax. Es el nudo dramático más importante de una historia. Es lo que hemos llamado
esquemáticamente el muro más alto. Es el acontecimiento final que aporta la respuesta a
la pregunta dramática. Se ubica por esto al final del segundo acto. Ejemplos : las batallas
en Alejandro Nevski (Sergueï Eisenstein) o en Kagemusha (Akira Kurosawa) ; el
suicidio en Alemanía año cero(Roberto Rossellini).
Kagemusha (Akira Kurosawa, Japón 1980)
El incidente desencadenante. Es el acontecimiento que lanza la acción, que determina
al protagonista a definir un objetivo. Se encuentra lógicamente al principio del relato.
Ejemplos : el asesinato al principio de la Sed del mal(Orson Welles) o el intento de
suicidio de la joven en Limelight (Charles Chaplin) ; o la llegada de McMurphy al asilo
en “Alguien voló sobre el nido del cuco”, de Milos Forman :

Alguien voló sobre el nido


del cuco (Milos Forman, EEUU 1975)
La sorpresa. Es un nudo dramático inesperado para el espectador. En resumen, la
gran mayoría de las obras posee una estructura sencilla : primer acto – segundo acto –
tercer acto, con un incidente desencadenante al final del primer acto y un clímax al final
del segundo acto. Lo que nos da el esquema siguiente :
1r acto 2do acto 3r acto
incidente desencadenante clímax
6. UNIDAD.
Unidad de tiempo. Respetar la unidad de tiempo, es decir concentrar un relato en un
tiempo relativamente corto, obliga al autor a iniciar la historia lo más cerca posible de su
final. Lo que da mayor impacto a la obra. Se aconseja iniciar cualquier relato lo más tarde
posible en la vida del protagonista, cuando ya ocurrieron muchas cosas. Esta regla
también vale para las escenas locales, es decir para las partes del relato. Hablamos de
iniciar la escena en pleno desarrollo.
Unidad de lugar. Respetar la unidad de lugar, o sea hacer que se desarrolle el relato en
un lugar principal, no es ninguna obligación. Sin embargo, así como para la unidad de
tiempo, ésta aporta más compacidad y por lo tanto más eficiencia a la obra. Sobre todo en
el caso de tener a numerosos personajes.
Unidad de acción. Se justifica por el hecho que en el tiempo de una obra, no se dispone
del tiempo para desarrollar varios relatos y que tampoco podemos imponer muchas
digresiones al espectador. Esta necesidad de coherencia se relaciona con la unicidad del
objetivo del protagonista (ya evocada) y la necesidad de evitar multiplicar protagonistas
con objetivos diferentes. Los autores no deben pensar que tener un protagonista y un
objetivo únicos les condena a tratar poco a los personajes, pues -como ya lo dijimos- el
protagonista puede ser múltiple, como los marineros en el Acorazado Potemkim y
además este protagonista puede enfrentarse con muchos personajes como en Barba
Roja. Esta unidad como las anteriores vale tanto para el todo como para las partes, es
decir para las escenas locales. Es mejor que la acción local empieza y termine con la
escena, y en vez de mezclar en ella dos o tres acciones, tratarlas a través de escenas
consecutivas.
Sub-intriga. Llamaremos sub-intriga a una acción menos importante y menos presente
que la acción principal, tratada paralelamente a ésta y (esto es importante!) con una
incidencia en la intriga principal, por lo cual forma parte de la unidad de acción. Una
función de la sub-intriga puede ser la de generar obstáculos para el protagonista. La
mayoría de las veces el o la protagonista de una sub-intriga es distinto al protagonista de
la obra. Por ejemplo la historia de amor en Los Pájaros de Hitchcock.
7. PREPARACIÓN.
La preparación como justificación. En El dictador, el pequeño barbero judío (Charlot)
está en mala postura: unos soldados tomasianos lo están acosando. Sólo debe su
salvación a la intervención de un oficial tomasiano. ¿ Deus ex máquina ? No. Pues el
barbero había salvado la vida del oficial al principio de la película. Cuando un autor
necesita, en el curso de la acción, hacer intervenir un elemento significativo – sea cual
sea su forma : objeto, acontecimiento, fragmento de diálogo, intervención de un
personaje, etc… y si este elemento corre el riesgo de ser mal aceptado por el espectador,
es necesario prepararlo en momentos anteriores. En el momento en que se prepara, este
elemento es de menor importancia para el relato. Pero cuando surja, para que no parezca
un deus ex máquina, hace falta que el protagonista sea activo, es decir que no se deje
ayudar pasivamente.
Existen dos tipos de preparación: si el espectador siente que el elemento de preparación
va a ayudar a futuro al protagonista, hablamos de un anuncio “por teléfono”, es decir
demasiado obvio, y es mejor evitarlo. En cambio si el espectador siente que el elemento
de preparación va a generar algún obstáculo para el o la protagonista, y que hay una
perspectiva de conflicto, no hay problema.
Al inicio de Los Pájaros, cuando algunas aves aisladas se comportan de forma extraña,
uno piensa enseguida que va a ocurrir algo. Igual cuando vemos que el barbero judío se
parece físicamente al dictador Hynkel, sabemos que algo va a pasar entre ellos, y no nos
gustaría que luego el autor deje de “cobrar” esta preparación (el término inglés habla de
“pago” cuando se trata de explotar una preparación) haciendo que no se encuentren estos
dos personajes. La preparación como participación del público. Existe una forma de
preparación más general que consiste sencillamente en informar al espectador para que
pueda participar en el relato. Cuando un autor nos hace tomar conciencia del objetivo del
protagonista, nos dice : “ya ven, esto es lo que mi protagonista va a querer realizar”. La
preparación ayuda al espectador a entender los resortes de la historia, a vivir la
emociones del protagonista, hasta el momento de “cobrarla”. Por ejemplo al final de City
Lights, la vendedora de flores descubre que su salvador no es sino el vagabundo de quien
se estaba burlando poco antes. Es muy conmovedor, es un gran “cobro” de la preparación
que recorrió toda la película hasta ese momento.

Luces de la ciudad (Charles Chaplin,


EEUU, 1931)

La preparación como generadora de sentido. La preparación sirve para dar a ciertos


elementos (objeto, gesto, diálogo, evento, personaje…) un sentido que no tendrían sin
haber sido preparados. En la vida de Galileo (Bertold Brecht), en el cuadro XIII, un
individuo anuncia a los allegados de Galileo que el científico está siendo investigado por
la Inquisición y que se espera se retracte a las 5 pm. En ese momento se tocará la gran
campana de San Marco. Los discípulos de Galileo están persuadidos que no se va a
retractar. A las 5 y 3 minutos, a falta de escuchar la campana, se congratulan.
Repentinamente suena la campana. Todos se quedan petrificados y el espectador con
ellos. Este toque de campana es conmovedor por su significación. Esto, gracias a que la
preparación le atribuyó un sentido particular. Encadenamiento de las escenas.
Globalmente el desarrollo de una obra dramática es una gigantesca operación de
preparación en la cual cada escena y cada plano son la preparación de la escena o del
plano siguiente. El plano 7 viene del plano 6, 5, etc..1 y 2, y prepara el plano 4 y 5, 6… y
etc.. Toda película es una gran máquina de inferencias, pues cada plano se implica en el
siguiente y se deduce del anterior, igual pasa con cada escena. Todo esto expresa el
principio de “causalidad”, es decir que cada cosa es el efecto y el anuncio de otra. Dicho
de otro modo, una obra dramática debe producir el efecto de un engranaje, de una
evolución de una escena a otra. Todo esto refuerza la coherencia de la obra y la unidad
de acción.
El elipsis. En esta sucesión de escenas la dramaturgia usa a menudo el elipsis. Entre
una escena 3 y una escena 4, falta algo que la mente reconstruye. El elipsis puede servir
para ocultar algo importante y así preparar una sorpresa. La mayoría son elipsis de
tiempo, o sea, nos hacen pasar de un tiempo a otro sin transición. Por ejemplo, en M el
Maldito(Fritz Lang), el asesino regala un globo a una niña. Corte. Vemos el globo volar
en el cielo.
M el maldito (Fritz Lang, Alemania, 1931)
En City lights, Charlot es encarcelado. Los meses pasan, sale de la cárcel. Es un elipsis
de tiempo. Existe un tipo de elipsis más rico, que llamaremos elipsis narrativo. No sòlo
nos expresa que ha pasado un tiempo sino que nos da una información narrativa nueva
que no ha sido dicha ni mostrada.
8. LA IRONÍA DRAMÁTICA. Se trata de poner al espectador al tanto de una información
que al menos uno de los personajes no tiene. Llamaremos “víctima” de la ironía dramática
al personaje que ignora la información que sí tiene el público. Por ejemplo, el inicio
de Limelight nos muestra a una mujer joven, acostada en su habitación, desmayada:
entendemos, por el frasco que tiene en la mano, que intentó suicidarse. El payaso
borracho (Charlot) regresa al mismo edificio sin saber nada del drama. Tarda mucho en
abrir la puerta. Esto intensifica nuestro desespero ¿ Llegará a tiempo? ¿Por qué no va
más rápido ?, etc… Igualmente, al final de la película, el payaso sufre un infarto durante
su número de escena, se está muriendo pero el público no lo sabe y piensa que está
actuando. Nuestra identificación con él se maximiza. Estos ejemplos muestran que la
ironía dramática es una extraordinaria herramienta de participación del espectador. En
nuestras vidas progresamos, a menudo, a tientas por falta de información; aquí en cambio
nos sentimos poderosos, controlando la situación. Además, tener este conocimiento
superior al de los personajes nos da ganas de intervenir en el relato, así como los niños
cuando el “feo” se acerca por detrás de un personaje “bueno”. Las tres fases de la ironía
dramática son :
– La preparación, para informar al espectador. Un diálogo, un plano puede ser
suficiente (en Limelight, la mujer desmayada con el frasco).
– La explotación que consiste a explotar la situación de la víctima de la ironía dramática
que ignora esta información (el payaso regresa, tarda en entrar, tarda en descubrirla..).
– La resoluciónpor la cual la víctima aprende por fin lo que ignoraba (el payaso se da
cuenta, hunde la puerta para salvarla). Existe una respuesta dramática a la pregunta
“¿descubrirá el personaje lo que ignora ?” Se llama respuesta irónica. El espectador
espera y disfruta la reacción de la víctima por fin enterada., y las consecuencias de este
descubrimiento. Esta respuesta dramática puede ser conmovedora si el descubrimiento
resulta doloroso. Muchas situaciones clásicas contienen ironía dramática. Por ejemplo la
voz off o el aparté que permiten hacernos conscientes de los pensamientos secretos de
los personajes. O el caballo de Troya, es decir el mecanismo por el cual un personaje se
esconde bajo nuestros ojos sin que los demás personajes de la película lo sepan. O el
truco de la “piel del oso”, es decir cuando un personaje aprende que acaba de ganar el
kino sin saber todavía que su boleto se perdió. Farsas, quiproquos, caer en la boca del
lobo, diálogos de sordos, son situaciones que pueden contener otros elementos de la
ironía dramática. La ironía dramática es una herramienta tan poderosa que a veces crea
una segunda acción paralela a la que el personaje persigue en relación a su “objetivo”.
Esto ocurre sobre todo cuando la víctima de la ironía dramática es el protagonista. El
espectador le otorga entonces un segundo objetivo virtual : descubrir lo que ignora y evitar
los conflictos que su ignorancia pueda generar. Esto genera, a su vez, una segunda
pregunta dramática que llamaremos pregunta irónica. A veces la ironía dramática puede
servir locamente a mantener el interés del espectador, en un momento en que el
suspenso conoce una baja de intensidad. Ocurre que la ironía dramática se ejerce en
detrimento de las motivaciones del protagonista, de su objetivo o de los medios usados
por el protagonista para alcanzar su objetivo. El espectador sabe entonces que el objetivo
es vano y que el protagonista no lo alcanzará. Si nosotros como espectadores sabemos
esto, no significa que la película deja de interesarnos sino que va a ser más bien la
pregunta irónica que generará el suspenso. Nos interesaremos por el modo en que la
ironía dramática se va a resolver, cómo – por ejemplo- el protagonista reconocerá su error
o su ignorancia y cómo sacará una lección de ello. Es el caso de varias películas de
Andrej Tarkovsky como “Stalker” o “Solaris”, en las cuales los laberintos espirituales
priman sobre la consecución de un objetivo concreto. La pregunta y el suspenso no se
generarán ya a partir de una pregunta cómo “¿alcanzará el protagonista su objetivo ?”
sino “¿se dará cuenta de…? ”

Solaris (Andrej Tarkovsky, URSS, 1971)


La sorpresa. Consiste en dar al espectador informaciones que no esperaba. Se trata de
una clara alternativa a la ironía dramática. Pero sus placeres son mucho más cortos que
los que procura al espectador la ironía dramática.
El misterio. En este caso, no se trata de ocultar totalmente la información sino de decir
al espectador “tengo una información pero no la daré enseguida”.
9. LA COMEDIA Y SUS CARACTERÍSTICAS.

1. Atenúa la identificación. Todo lo que puede provocar una identificación fuerte en el


espectador, o sea anular su perspectiva, no forma parte de la comedia. La sangre, las
lágrimas, la muerte de un personaje querido, el sufrimiento intenso y sincero rompen la
comedia.

1. La comedia es artificial y excesiva. Todo lo exagera : los objetivos, las motivaciones, las
reacciones, los acontecimientos alcanzan el paroxismo o la obsesión. La acumulación es
igualmente un factor de exageración y a menudo usada en la comedia. Si la “abuela” de
Grucho Marx se tuerce el tobillo al caminar en la calle, no se ve precisamente divertido.
Pero si luego pisa una concha de mango y percuta violentamente un poste, nos reiremos.

1. La comedia pone en escena un desfase.

– entre la intención y el resultado : por ello el fracaso es un dato esencial de la comedia.


El payaso original sólo buscaba imitar al acróbata y sólo consigue romperse la nariz.
– entre la palabra y la acción : en Le Bourgeois Gentilhomme, el maestro de filosofía se
enoja después de predicar en contra de la ira. – entre situación y acción : por ejemplo, el
hombre que explica al médico que su hermano se cree una gallina. Éste le contesta que
sabe cómo curarlo. El hombre responde : “no, porque necesito los huevos”. En Annie Hall,
Alvy (Woody Allen) y Annie (Diane Keaton) discuten en una terraza. Acaban de conocerse
e intercambian algunas banalidades sobre la fotografía. Aparecen subtítulos en la pantalla
que nos van revelando los pensamientos verdaderos de cada uno : “me pregunto cómo se
ve desnuda”, “esto me parece un programa cultural”, etc..

Annie Hall (Woody Allen, EEUU 1977)


– normalidad y anormalidad : un asesino detiene a Jack Benny y le grita “la plata o la
vida!”. Éste reflexiona largamente. En una escena de los monstruos, un personaje ve una
película en la cual unos partisanos son ejecutados contra un muro. Él encuentra que este
muro quedaría bonito en su jardín.

1. La comedia denuncia. Porque genera menos identificación la comedia permite


distanciarnos de una situación, de un crimen que se quiere denunciar como el nazismo en
“El dictador”.

1. El payaso es sincero. Si el espectador tiene cierta distancia, la víctima del chiste no debe
tenerla de ninguna forma. Si muestra que entiende o conoce la consecuencia real de lo
que está viviendo, esto “rompe” la risa del espectador. En regla general la risa debe estar
en la sala más no en la pantalla. Es así como en sus películas Buster Keaton no se ríe
nunca y no manifiesta ninguna emoción. Y si a veces Charlot se ríe, esto ocurre solamente
cuando el no es la víctima del gag. Cuando un personaje no es víctima del gag, existen
otras reacciones que generan lo cómico, por ejemplo la consternación. Nos reímos
doblemente: 1- del gag del payaso augusto, y 2- de la consternación del payaso blanco.
No sólo la risa es prohibida para el payaso sino la desenvoltura. Cuando un Charlot más
que harapiento saca su pañuelo para limpiar el banco en el cual se va a sentar, tiene que
actuar de la forma más sincera posible. Un ejemplo magistral nos lo da El circo de
Chaplin. Estamos en un circo. Los payasos corren sobre un tapiz rodante circular y se
caen. Los espectadores bostezan. Llega Charlot perseguido por un policía. Absortos por
la persecución ambos se suben al tapiz rodante a contrasentido y siguen persiguiéndose,
haciendo sobre lugar. Ahora el público se ríe… ¿ Por qué ? Porque contrario a los
payasos, Charlot es motivado y sincero. Luego, porque se crea un desfase entre el uso
“normal” del tapiz rodante y la que de él se hace.

Annie Hall (Woody Allen, EEUU 1977)

El director del circo decide contratar a Charlot como payaso. Lo pone en la pista y le pide
ser divertido. Claro que en el mismo momento Charlot pierde la espontaneidad. y se
vuelve tedioso. Su fracaso añadido al furor del director nos hacen reír. Es entonces
cuando el director decide enseñarle números clásicos que no nos hacen sino sonreír, pero
sí le producen a Charlot grandes carcajadas, lo que no deja de asombrar al director.
Asistimos luego a una escena de aprendizaje. Charlot actúa esos números a su manera,
lo que enfurece al director pero nos divierte bastante. Más tarde el director entiende que
es mejor pedir a Charlot que siga siendo él mismo, sin obligarlo a ser divertido. Lo usa
entonces de accesorista – torpe, por supuesto – , sin revelarle que constituye la atracción
principal del circo. Cuando Charlot acaba por descubrirlo, toma consciencia de su humor
sin que esto altere su calidad. Hasta que su amor imposible por la escudillera le impida
totalmente concentrarse en lo que hace. Ya lo vemos : El Circo es una reflexión sobre la
sinceridad del payaso. Así como la naturaleza y los mecanismos de la comedia. A veces
los espectadores del circo son los únicos que se ríen, a veces somos nosotros. A veces
nos reímos con ellos de lo mismo, a veces nos reímos de la risa de Charlot.
La comedia tiene como defecto único el no facilitar la identificación. Si un autor quiere
que el espectador comparta la emoción y la experiencia de su protagonista, si quiere que
participe al máximo en ellos, tendrá interés en adoptar un tratamiento serio. Pero nada le
impide introducir momentos de comedia. La mezcla de comedia y de seriedad aparece
como el género más rico y más justo para hablar de la vida. La comedia es, a menudo,
un género despreciado, tal vez porque nos recuerda demasiado nuestra condición terrenal
cuando el drama otorga al ser humano una importancia que probablemente no tiene en la
realidad. Además requiere mucho talento y un mínimo de técnica. En todo caso, como lo
dijo Freud en su artículo sobre el humor, se trata de un género útil. El humor afirma un
rechazo del dolor, una proclamación de la invencibilidad del yo, una afirmación del
principio de placer que tiene la ventaja de no sacarnos del campo de la salud mental, lo
contrario de otros medios de defensa ante el dolor (como la neurosis, la locura, la
embriaguez, el éxtasis o el ensimismamiento).
D. Técnica de la comedia.

1. Primero que todo burlarse de nuestros personajes, lo que cuesta a veces, ya que como
autores solemos enamorarnos de ellos.
2. Poner en escena el fracaso. Si el drama serio nos muestra la superación de obstáculos
sucesivos, para el protagonista de la comedia, en cambio, el primer muro ya es demasiado
alto. No solamente debe intentar superar otro, sino que todavía de mal en peor.
3. Mostrar que los personajes creen en lo que hacen. Tienen obsesiones futiles, limitaciones
ridículas pero éstas los absorben. En otros términos, no tienen distancia en relación a lo
que se les ocurre. Por el mismo motivo los actores cómicos deben actuar “seriamente”,
creer a fondo en estos personajes.
4. Entretener al espectador evitando todo sufrimiento, exagerando y poniendo en escena
desfases. En general este procedimiento es inconsciente. Los autores dotados del sentido
del humor lo hacen sin darse cuenta.
5. Entretener al espectador al activar una o varias ironías dramáticas (pesadas). En Un rey
en Nueva York, una joven publicista aprovecha una cena con la alta sociedad para
sentarse al lado del rey (Chaplin) y usarlo sin que lo sepa como actor de varios anuncios
filmados por una cámara oculta. No es el azar si la ironía dramática es omnipresente en la
comedia.

Un rey en Nueva York (Charlie Chaplin,


EEUU, 1957)

6. Concentrarse en el cómico de carácter y en el cómico de situación, y no apostarlo


todo en los “gags” locales o los diálogos divertidos, los cuales siempre pueden añadirse a
lo a nterior.

1. Explotar todo hasta las últimas consecuencias, hasta decir basta.

10. DESARROLLO.
A. De lo general a lo local. Todos los mecanismos que acabamos de conocer son
válidos para una obra dramática de 2 horas como para una escena de 2 minutos. En otros
términos, deben construirse las historias cortas igual que las historias grandes. Esto
equivale a decir que toda escena debe comportar su protagonista, su objetivo, sus
obstáculos, un segundo acto y si fuera posible, un crescendo. En toda escena debe
haber, pues, una acción local cuya unidad se debe respetar. Hemos visto que el tercer
acto de una obra dramática debería poseer su propio incidente desencadenante, el cual
llamamos un golpe teatral, y su clímax. Esta estructura sencilla que comprende tres actos,
un crescendo, y un clímax existe en todas las escalas, desde una frase de diálogo hasta
el conjunto de la obra. Incluso podemos superar el marco que constituye la obra
dramática y considerar la vida entera del protagonista, de la cual la obra sólo nos cuenta
una parte, y la vida de su familia, de su comunidad, de su pueblo, y encontraríamos la
misma estructura.
Protagonista, objetivo y obstáculos locales.
A. Escena. La mayor parte del tiempo el protagonista de una escena es el protagonista
de la obra. Es lógico. No significa, sin embargo, que su objetivo local sea el mismo que el
objetivo general de la película. Se trata a menudo de un sub-objetivo, o de un medio
local para alcanzar el objetivo general. Un promedio de duración por escena podría ser
algo como dos minutos. En todo caso una escena no puede ser demasiado corta (pues no
permitiría desarrollar la acción local) ni demasiado larga (para evitar el fastidio). La escena
debe durar el tiempo que le es necesario.
B. Secuencia. A mitad de camino entre la escena y la obra entera tenemos la secuencia
como grupo de escenas reunidas por un mismo sub-objetivo. Las luces de la ciudad de
Chaplin nos ofrecen un buen ejemplo de secuencia. Charlot se encariña con una joven
floristera ciega, quien lo toma por un millonario. Un día, él se encuentra con un aviso de
expulsión: si la joven no cancela una deuda de 22 dólares antes de mañana por la
mañana, la joven se va a encontrer en la calle. Charlot la tranquiliza: para un “millonario”
como él, esa suma no es nada ; regresará mañana con la plata.
La secuencia se construye, pues, de la siguiente manera :
Incidente desencadenante : el aviso de expulsión –
Objetivo local: encontrar 22 dólares antes del día siguiente. Es el objetivo de la
secuencia. –
Medio para alcanzarlo : aceptar una trampa propuesta por un boxeador turbio: Charlot
debe simular una derrota en un match de boxeo y compartirá la ganancia con su
adversario. –
Obstáculo: el boxeador turbio descubre que la policía lo persigue y huye. –
Segundo obstáculo: buscan a un gordo bruto para sustituirlo. –
Tercer obstáculo: el gordo no quiere saber nada de trampas. Quiere aplastar a Charlot y
llevarse toda la plata del premio. –
Sub-objetivo: ganar la pelea. –
Medio para alcanzarlo: usar la “contra” protectora de un boxeador moreno cuya pelea
precede la de Charlot. –
Perspectiva de obstáculo: el boxeador moreno cae por KO. Sus contras resultan ser
ineficientes. –
Clímax :el match de boxeo. Charlot no pelea de forma muy ortodoxa, pero logra
desestabilizar al adversario. Llegamos a creer que va a ganar. Ya sabemos que es capaz
de más de una proeza. Pero, por desgracia, pierde. Esto crea una frustración en nosotros
como espectadores.
– Respuesta dramática:no. – golpe teatral de 3r acto : Charlot se encuentra con un
millonario ebrio (deus ex maquina bien preparado), a quien pide dinero.

– Nuevos obstáculos: la policía lo toma por un ladrón e intenta detenerlo. – Climax


del tercer acto: logra evadir la policía. – Respuesta dramática: si. – Tercer acto
:entrega la plata a la floristera. Nota : tiene dinero suficiente para solucionar el
problema de la expulsión, pero también para pagar la operación que le permitirá a la joven
recobrar la vista. En otros términos alcanza el objetivo de la secuencia y esto constituye
también el clímax (del segundo acto) de la película.

1. III. LOS MECANISMOS LOCALES.

Ya vimos que cada escena es un pequeño relato. para transmitirlo al espectador.


Tenemos pues dos opciones :
A. narrarlo, o sea, hacer que lo cuente uno de los personajes. Es lo que llameremos
la exposición.
B. mostrarlo, o sea hacer que lo actúen los personajes. Para ello, disponemos de tres
herramientas : – lo que hacen los personajes, lo cual llamaremos las actividades – lo
que dicen los personajes, lo cual llamaremos el diálogo – lo que rodea a los
personajes, lo cual llamaremos efectos, pueden ser picturales o sonoros. Ya que la
dramaturgia descansa sobre la imitación de las acciones humanas, es siempre preferible
mostrar que narrar. Utilizar la exposición, o sea, hacer que la acción sea narrada por un
personaje, en vez de ser mostrada, es un proceso que puede resultar pesado, por lo cual
es preciso limitarlo al máximo. Pero a veces, no podemos dejar de usarla. Puede existir a
través de cartones escritos, de diálogos.
El flash-back permite vehicular informaciones pasadas. La actividad es más
convincente, habla mucho más que las palabras. Además, la imagen tiene más fuerza que
el sonido. El inconsciente humano, los sueños -por ejemplo-, se expresan mucho por la
imagen. Recordemos siempre que el cine nació mudo, que su origen se encuentra
principalmente en las actividades.
El diálogo. Sus funciones son : – Caracterizar a quien habla – Ilustrar las relaciones
entre quien habla y los interlocutores – Hacernos entender (más que decirnos) lo que se
desea, lo que se piensa y lo que siente quien habla. – Hacer avanzar la acción. Es lo
que se llama la instrucción narrativa contenida, a veces medio oculta, dentro de los
diálogos.
Técnicas de los diálogos Técnicamente el diálogo también debe ser

1. Muy claro, comprensible para el espectador.


2. Cómodo para los actores.
3. Parecer viviente, es decir “realista”.

Pero no debería :

1. Resolver el relato en lugar de la actividad.


2. Decir lo que el espectador puede entender solo

Efecto. Hablamos aquí de la imagen que no es una actividad, puede ser un efecto de
luz, un objeto, un vestido, un decorado, un sonido, etc.. que pueden llegar a tener un valor
simbólico. Por ejemplo, en La Huelga de Eisenstein, el patrón de una fábrica reprime
salvajemente una huelga. En alternancia con los planos de la represión, la imagen nos
muestra el patrón exprimiendo un limón.
La composición.
1. La primera cosa que hacer, cuando el autor sabe cuál es el mensaje que quiere
transmitir, es elegir el protagonista más adecuado, el objetivo más adecuado y los
obstáculos más adecuados para traducir este mensaje correctamente. Como todos los
elementos, la elección del protagonista es importante ideológicamente: en Danza con
Lobos, los autores condenan el genocido de los indígenas pero a la vez refuerzan la
buena conciencia de los norteamericanos blancos. Simplemente, porque al elegir como
protagonista a Kevin Costner, nos significan que entre los masacradores había gente
buena, humana, y seguro que todos los norteamericanos blancos se identificaron con
Costner como su ancestro… Distinto hubiese sido el mensaje al elegir como protagonista
a la comunidad indígena, o a un soldado gringo sanguinario. La segunda herramienta
capital es la respuesta dramática. Según el protagonista alcance o no su objetivo, el
mensaje es totalmente distinto. Hay una gran diferencia entre un “final feliz” y un final
abierto que nos obliga a seguir pensando la película después de la función.
2. El esqueleto. Una vez que se tiene el protagonista, su objetivo, los obstáculos y la
respuesta dramática, se puede pasar a la construcción. Esto significa responder las
siguientes preguntas : – ¿ Hay un incidente desencadenante o no ? – ¿ En cuál
momento se conoce el objetivo del protagonista ? – ¿ Cuál es el clímax que permite
aportar la respuesta dramática ? – ¿ Cuáles personajes son necesarios de crear para
hacer avanzar la acción ? – ¿ Cuál es la caracterización precisa de esos personajes,
incluyendo la del protagonista ? ¿ Tendrá éste obstáculos internos ? ¿ Cuáles ? – ¿
Cuál ironía dramática general puede enriquecer el relato ? Cuando ya se tiene
resueltas estas respuestas, el trabajo consiste a “grosso modo” en escribir el segundo
acto, y construir obstáculos de fuerza creciente hasta el final. Se recomienda poner
menos exposición posible y repartirla en toda la obra. Prever momentos de descanso, de
respiro. Esto reforzará, por contraste, los momentos de acción y dejará al espectador la
posibilidad de construir la esperanza de que su protagonista alcance el objetivo. Iniciar el
relato con una base sencilla, pocos personajes, situaciones claras. Complicar lentamente.
Cultivar dentro de todo relato la necesidad, la claridad, la economía, la sencillez. Y :

1. Pensar en el espectador.
2. Saber lo que uno quiere decir.
3. Dar al protagonista un objetivo claro, único e inquebrantable.
4. Pensar en los objetivos internos o de origen interno.
5. Evitar los facilismos.
6. Conocer su clímax desde el principio del relato.
7. Construir el crescendo.
8. Querer a todos sus personajes.
9. Respetar la unidad de acción.

10. Usar la ironía dramática.


11. Mostrar más que decir.
12. Usar la comedia.
13. Construir las partes como el todo.
14. Tomar su tiempo y reescribir.
La adaptación cinematográfica de obras literarias.
El filósofo Gilles Deleuze, en una conferencia sobre “el acto de creación” explicaba :
“¿Qué es tener una idea? Quizá eso que uno dice “¡Ahí está, tengo una idea!” Mientras
que casi todo el mundo sabe bien que tener una idea es un acontecimiento raro, que
ocurre de una manera extraña, que tener una idea es una especie de fiesta. Pero no es
corriente. Y por otro lado, tener una idea, no es algo general. Uno no tiene una idea “en
general”. Una idea está “ya vista de antemano”, está ya en tal autor, en tal dominio
determinado. Quiero decir que una idea, ya sea una idea en pintura, ya sea una idea en
novela, ya una idea en filosofía, como una idea en ciencia, evidentemente no es lo
mismo. Si quieren, a las ideas hay que tratarlas como espacios potenciales, las ideas son
potenciales, pero potenciales ya comprometidos y ligados en un modo de expresión
determinado. Y es inseparable del modo de expresión, así es como no puedo decir:
“tengo una idea en general”.
En función de las técnicas que conozco, puedo tener una idea en un determinado
campo, una idea en cine o bien distinto, una idea en filosofía. (..) Resta que esta
necesidad que es una cosa muy compleja, si existe, haga que un filósofo (yo al menos sé
de qué se ocupa) no se ocupe de reflexionar sobre el cine. Él se propone inventar, crear
conceptos. Yo digo que hago filosofía, es decir, yo intento inventar conceptos. No trato de
reflexionar sobre otra cosa. Si yo les pregunto a ustedes que hacen cine ¿Qué hacen?
(Tomo una definición pueril, permítanmela, deben existir otras y mejores), yo diría
exactamente lo que ustedes inventan, que no son conceptos, porque no es su dominio, lo
que ustedes inventan es lo que podríamos llamar bloques de movimiento-duración. Si uno
fabrica bloques de movimiento-duración, quizás lo que uno hace es cine. “
¿Cuáles son las estrategias que mejor logran la adaptación literaria al cine?
Las estrategias de análisis más pertinentes para la adaptación cinematográfica son, pues,
aquellas que permiten tomar en cuenta la especificidad cinematográfica del resultado
final. En otras palabras, el mejor análisis de una adaptación no necesariamente debe
retomar toda la obra literaria sino que toda adaptación merece ser pensada en términos
de su propia especificidad cinematográfica, considerando la literatura como un lenguaje
artístico completamente distinto del cine.

1. El trabajo literario no es el trabajo cinematográfico. El primero transmite imágenes


mentales, o sea el lector puede ser un cocreador de la literatura. El cine nos muestra las
cosas de forma más directa, si bien existe también un nivel de participación por parte del
espectador.
2. La novela puede ser leída en varios días o en varios meses, cuando la película se ve de
una vez.
3. En general la novela es más larga cuando el tiempo de la película supone la
concentración en función de la dramaturgia. Del texto literario se seleccionan los
episodios más notables, se suprimen acciones y personajes, se condensan capítulos
enteros en pocas páginas de guión, se unifican acciones reiteradas…
4. La novela es más libre, puede no obedecer a la unidad de acción y de tiempo cuando la
obra cinematográfica debe respetarlas. Por esto la novela se prestara más fácilmente para
la adaptación cinematográfica si ya contiene elementos dramaturgicos como personajes,
obstáculos, conflictos, etc..
5. Tener consciencia de que las imágenes no bastan para crear una obra dramática, hace
falta un relato y conflictos.
6. Elegir como protagonista el personaje que más conflictos vive y que permite transmitir el
punto de vista elegido. Lo que implica elegir, en los conflictos dramáticos, los que puedan
ser representados a través de acciones.
7. Atribuir a dicho protagonista un objetivo único.
8. Conservar las escenas o los personajes que constituyen obstáculos directos o indirectos
para este objetivo, o sea buscar la unidad de acción.
9. En este sentido es mejor quitar escenas enteras que acortarlas.

10. Reescribir los diálogos. Una buena salida puede ser olvidar de una vez los diálogos
originales y reescribirlos en función de la continuidad no dialogada. Ejercicios generales
de dramaturgia.

1. Trabajar sobre el inicio de una película, la primera escena y a veces sobre la primera
imagen. En función de una historia conocida, intentar encontrar el principio y que esto sea
lo más preciso posible.
2. Trabajar sobre la estructura de conjunto de una historia a partir de una obra conocida.
Aprender a ver una película como un puente sostenido por cierto número de pilares.
3. Escribir el diálogo de una escena conocida de la cual se da el tema, la situación.
4. Escribir esta misma escena en diálogo indirecto, prohibiendo el uso de las palabras
claves, obvias, directas. Que los personajes lleguen a la misma conclusión sin hablar una
sola vez con precisión de los problemas que los mueven. Al contrario que hablen de otra
cosa. Disimular las instrucciones narrativas, pues, bajo los diálogos.
5. Realizar ejercicios de guión técnico a partir de una escena ya escrita o a partir de una
escena imaginada por los participantes o por un participante. Temas posibles: una casa
de alimentación, una misión, una cola, una cooperativa, el trabajo… Mostrar cómo
lenguajes diferentes conducen a escenas diferentes.
6. Siempre con el guión técnico. Trabajar sobre una escena conocida, que se cuenta, que ya
existe en otra película. Comparar el guión técnico de los participantes al guión técnico
elegido por el director de la película escogida. Ver cómo las costumbres de guión técnico
pueden variar según las épocas, los países, los individuos.
7. Trabajar con los actores y actrices. Un ejercicio: ellos dicen una cosa con la boca pero
dicen otra con el cuerpo. Esto sirve para recordar que nuestros personajes pueden
expresarse a través de todo el cuerpo y de varias maneras.
8. Escribir sinopsis de películas.
9. Tomar una página de una obra literaria e intentar reescribirla bajo la forma de un guión
“listo para la filmación”. Repartiendo la misma página a varios grupos para ver las distintas
versiones que surgen. Comentar y criticar colectivamente estos resultados.
10. Analizar las telenovelas, las peores como las mejores. Intentar escribir una historia de la
misma, conocer de donde proviene este género. Igual con los videoclips, los noticieros, las
propagandas… ¿ cuál es su guión ?
11. Aprender a cronometrar un guión. Es un trabajo difícil pero necesario.
12. Acostumbrarse a contar una historia a un pequeño círculo de amigos. Ver cómo se va
enriqueciendo, transformando o acelerándose cada vez que se narra el relato. No dudar
en filmar estos ejercicios.
13. Trabajar en base a un artículo de periódico, en base a un gesto que se recuerda de una
persona en la calle, de un cuento echado por un amigo, una frase escuchada en el metro,
o simplemente a partir de nada, dejar que el vacío y el silencio que está en nosotros surja
algo.
14. A alguien que está frente a mi, libro un detalle, un lugar, un objeto, una frase, un
detalle de la ropa, de la historia que estoy escribiendo más no revelo nada de la historia
como tal. Esto me permite trabajar con el imaginario de la otra persona y encontrar
detalles que nunca habría imaginado para mi propia historia.
15. Partir de la posición física de los personajes. Por ejemplo, el grupo forma un círculo. Uno
de ellos se acuesta en el centro, sin moverse. Cada miembro del grupo imagina – durante
unos segundos una relación muy sencilla entre este grupo y otra cosa. El cuerpo puede
ser muerto, dormido, herido, simulador; nosotros decidimos, pero en secreto. En un
momento dado, uno de los miembros del grupo se destaca y juega su relación con el
cuerpo el cual es libre de reaccionar. Uno de ellos es el guionista.
16. Escribir una escena conteniendo conflicto; protagonista-objetivo-obstáculos; una
emergencia; un crescendo, una evolución, un clímax ; preparación ; ironía dramática; una
actividad significante; exposición; sin ningún diálogo; una desfase cómico.
17. Transformar una escena ya existente, cambiando el protagonista; con el mismo inicio,
pero con un final distinto; cambiando otros elementos (lugar, época, caracterización del
protagonista); cambiando diálogos por actividades sin alterar el sentido; acortándola al
extremo sin perder el sentido. Etc..

Consejos últimos.

1. Dar a los personajes su oportunidad. No condenarlos de antemano, no enaltecerlos ni


tampoco rebajarlos por artificio. En cuanto a los papeles secundarios, pensar en dar a
cada uno “su momento” en la película, la escena en la cual se expresará de forma total, en
la cual el irá hasta los límites.
2. Nunca olvidar la fórmula : “no anunciar lo que vamos a ver. No contar lo que hemos visto.”
3. Decirse a cada instante que mucha literatura es el enemigo número uno, que todo efecto
literario envenenará al director, pues este no sabrá cómo traducirlo. Saber sacrificar
bellas frases, bellas ideas.
4. Saber que un diálogo breve obliga al director a tener imaginación.
5. Idear imágenes compactas, bellas y ricas, imágenes emblemáticas que contienen la
totalidad de la película. Buscar, para cada escena, esta imagen central y construir la
escena alrededor de ella. No hacer intervenir sino entonces el diálogo – al menos que el
centro mismo de la escena sea una palabra o un efecto sonoro.
6. Escribir en un tiempo cinematográfico.

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