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EL CRISTIANO Y LA SOCIEDAD

La Biblia se ocupa de amonestar a los cristianos a no involucrarse con el mundo. En


ocasiones se ha enseñado que el mundo y sociedad es equivalente. A partir del nuevo
testamento leemos advertencias para no compartir nuestra vida con el mundo. En algunas
iglesias latinoamericanas esto se entiende como vivir al margen de la sociedad teniendo la
mínima relación con la misma ya que "Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo,
se constituye enemigo de Dios"(Santiago 4:4). Veamos lo que la Biblia enseña respecto a
esto:

Que significa mundo.

Las primeras referencias al mundo en el nuevo testamento se encuentran en los evangelios


en palabras de Jesucristo. A partir de allí se trata con esta palabra en el sentido que le dio
Jesucristo. El significado de mundo equivale a decir las personas que viven apartadas de
Dios, es decir los que no han encontrado la salvación "el Espíritu de verdad, al cual el mundo
no puede recibir porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros"(Juan 14:17). Además Jesucristo llamó al diablo "el príncipe
de este mundo"(Juan 14:30).

No podemos negar que la Biblia claramente enseña que la sociedad se encuentra


gobernada por Satanás. Incluyendo aquellas sociedades que se denominan así mismas
como "cristianas". La Biblia dice que "el mundo no le conoció"(Juan 1:10). Además la Biblia
siempre habla de los rescatados como un pequeño puñado de sobrevivientes, no como
naciones enteras. Menciono esto porque en las guerras que ha habido hasta la fecha hay
naciones que proclaman que Dios está de su parte.

Debemos aclarar que aunque el diablo sea el príncipe de este mundo Jesucristo es el
Señor, es decir nada puede ocurrir sin que escape a la voluntad de Dios puesto que si no
fuera así el planeta ya no existiría en estas fechas.

El papel del cristiano en la sociedad.

Aquí es donde viene lo más importante; si Dios no quiere que tengamos relación con el mal,
y ya que el mundo está gobernado por Satanás y obviamente no debemos tener nada que
ver con él.

¿Quiere decir esto que es mejor vivir en un monasterio, seminario o cualquier otro lugar de
retiro? ¿Si queremos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios debemos abandonar negocios,
amistades y familia?

A lo mejor para ti esto no es importante pero en este momento hay personas que creen así
y se han apartado de todas las actividades mundanas para vivir en la voluntad de Dios.
Algunos no lo han hecho pero viven con la continua culpabilidad de estar desobedeciendo
conscientemente a Dios. Este asunto se ha convertido en lo más serio para algunas
personas que están dispuestas a padecer sufrimientos por satisfacer la voluntad de Dios.
Gracias a Dios porque hay personas que quieren obedecer su voluntad a cualquier costo.

Te voy a dar un ejemplo para que veas que no estoy exagerando. Una persona tiene un
pequeño negocio del cual vive él y su familia. Un día se convierte (se hace cristiano) y
decide que Dios lo está llamando a dedicarse más y como lee en la Biblia que Dios dice
"porque raíz de todos los males es el amor al dinero..."(1ª Timoteo 6:10) cierra su negocio
y se dedica a predicar el evangelio. Además se aleja de sus familiares que no son cristianos,
no los acompaña en sus reuniones porque son "mundanas" y ya no tiene ningún tema que
tratar con ellos pues hablan de otras cosas. También deja a sus amigos porque son
mundanos y cambia a sus hijos a una escuela cristiana. Es posible que en este momento
ya estés pensando que esta persona es un cristiano ejemplar. Algunos de nosotros no
estaríamos dispuestos a dejar nuestro trabajo o escuela porque no somos tan entregados
como este hermano y puede que hasta nos sintamos culpables por no ser como él.

A lo mejor en este punto dices: este hermano me está proponiendo que entregarse de lleno
a Dios está mal. Pero quiero que sigas más adelante.

Como apartarme del mundo.

Si estamos de acuerdo que la sociedad está bajo el poder del mal también debemos estar
de acuerdo en que es necesario que el cristiano se aparte de la sociedad. La Biblia es muy
clara en esto hemos citado el texto "cualquiera que quiera ser amigo del mundo se
constituye enemigo de Dios", mas claro ni el agua.

La clave para entender como debo apartarme del mundo es esta: Jesucristo dijo "No ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal"(Juan 17:15). Es la voluntad de
nuestro Señor que vivamos en medio de la sociedad. También vemos que es la voluntad
de Dios que trabajemos "y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros
negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de
que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de
nada."(1ª Tesalonicenses 4:11-12).

Además, la Biblia nos enseña que debemos obedecer a las autoridades civiles y orar por
ellas porque han sido puestas por Dios. "Por causa del Señor someteos a toda institución
humana, ya sea al rey como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para
castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen el bien."(1ª Pedro 2:13-14). Esto
incluye a los gobiernos comunistas, ateos, etc. La Biblia no enseña al hombre a rebelarse
contra sus gobiernos ni a murmurar "No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de
tu pueblo" (Exodo 22:28) al contrario dice "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas,
oraciones, peticiones.... por los reyes y por todos los que están en eminencia" (1 Timoteo
2:1-2) y aquí no vemos condiciones (si se portan bien, van a la iglesia o son cristianos).

¿Qué pasa con los familiares y compatriotas no cristianos?

San Pablo dice: "Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a
mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas..."(Romanos
9:3-4). Aquí nos está mostrando una preocupación real por familiares y compatriotas. Este
deseo es en el sentido de querer que conozcan a su Salvador. El amor de Dios se debe
reflejar en el amor a los familiares cercanos y a los hermanos de raza principalmente porque
son los más cercanos a uno.

Si tu no eres mexicano es posible que siendo latinoamericano entiendas las relaciones que
existen en las familias mexicanas. Los lazos de hermandad son tan estrechos que se viven
muchas cosas en común. El sentimiento hacia la familia cercana como hasta los lejanos es
muy grande. Nadie toleraría que ofendieras a su hermano en su presencia. Si un hermano
tuyo está en problemas le prestas tu ayuda sin medir límites. Claro que como todo existen
excepciones. Esto también es Bíblico "Si el forastero o extranjero que está contigo se
enriqueciere, y tu hermano (compatriota) que está junto a él empobreciere... no se
enseñoreará de él con rigor delante de tus ojos"(Levítico 25:47 y 53)

La Biblia no nos pide que nos desentendamos de nuestros familiares ni vecinos ni hermanos
de raza, sino que los amemos más todavía pues ya tenemos el amor de Dios en nuestros
corazones.

El cuidado hacia los padres ancianos es otra de las ordenanzas de Dios "Pero si alguna
viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primeros a ser piadosos para con su propia
familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de
Dios."(1ª Timoteo 5:4) En todos estos casos no existe alguna condición (es decir solo si son
cristianos).

La separación del mundo que Dios aprueba es el no compartir actividades que vayan contra
la voluntad expresa de Dios como tomar vinos o cerveza con ellos, participar en actos
idolátricos, cometer delitos, y todo lo semejante. "No aborrecerás a tu hermano en tu
corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado"(Levítico 19:17).
No solo no participes con ellos en actividades malas sino hazles saber por qué no participas
sin menospreciarlos por ello o apartarte de ellos.

Resumen

Dios quiere que vivamos en el mundo y participemos en el mejoramiento de la sociedad


con nuestro apoyo activo pero que no compartamos sus pecados o aspectos de
desobediencia hacia Dios. Por eso Dios nos mantiene en el mundo. Esto es una batalla
contra el mal, pero no hay corona sin victoria y no hay victoria sin batalla. Ocupemos nuestro
puesto en la sociedad y busquemos el poder y la voluntad de Dios para servirle con alegría.

EL SISTEMA MUNDANO

El mundo es el sistema corrupto gobernado por hombres y mujeres apartados de la


voluntad de Dios. Un sistema es un conjunto de reglas o principios sobre una materia
estructurados y enlazados entre sí. Mayormente la influencia del mundo en la vida de las
personas radica en su manera de pensar. Cuando estudiamos la estructura del mundo
nos damos cuenta que la mayoría de ideologías están desconectadas de la voluntad
de Dios. Cuando de niño estudiaba en la escuela como algo normal en una institución me
enseñaban principios educativos y disciplinas para hacerte crecer como persona, intelectual
y emocionalmente. Recuerdo como ayer que me enseñaban sobre la cultura de nuestro
país, folklore, demás. Me involucraban cada año en las actividades que se celebraban en
mi país que por falta de conocimiento nunca supe la intervención de satanás en mi vida a
través de la práctica de carnavales, fiestas patronales, día de la virgen María, semana
santa, fiesta de las mercedes, día de los santos reyes, san Valentín. Por tradición se
practica la brujería, la hechicería y el ocultismo a través de la práctica de estas actividades
antes mencionadas.
Inconscientemente fui enemigo de Dios por mucho tiempo, fui gobernado por
satanás al verme involucrado en su sistema y todo lo hice por ignorancia e
incredulidad 1 Timoteo 1:13.

Nunca me hablaron de lo que Dios quiere para nuestras vidas, nunca me hablaron de las
cosas que a Dios le agradan, ¿sabes por qué nunca me hablaron de Dios? Porque Dios no
es parte de su sistema. Como consecuencia de esto me vi entre muchas personas
preparadas intelectualmente, grandes profesionales y me di cuenta que todas esas
personas tenían algo en común, todos operaban bajo el mismo sistema, lo que lo
diferenciaba era su profesión, su color, su estatus social y económico pero todos tenían los
mismos problemas en su corazón que generaba más y más problemas en el matrimonio,
en la familia en incluso con el desenvolvimiento con los demás, pude notar que muchos
cargaban con ira, odio hacia alguien, unos eran orgullosos, arrogantes, amantes de los
deseos pervertidos de su corazón, andaban en borracheras, otros engañaban a sus
amantes, mentirosos, calumniadores, corruptos, entre muchas cosas más, y ahí pude notar
que algo andaba mal.

Hoy puedo decir que aunque no estudie en los mejores colegios me dieron una buena
educación para salir adelante como profesional y como persona pero nunca me enseñaron
a lidiar con los problemas internos del corazón, ¿sabes por qué? Porque no es parte de su
sistema. Por eso hay un grave problema en la mayoría de nuestras escuelas, universidades,
trabajos, estados, palacios, ayuntamientos, gobiernos y es que nunca tienen a Dios como
el patrón para lidiar con sus problemas y transformar sus vidas, me hablaron de Jesús como
un mito, como una leyenda y me di cuenta que todo lo que pasa en el mundo radica del
mismo sistema corrupto. En la escuela nunca me enseñaron a amar a las personas
incondicionalmente, me enseñaron a pagar mal por mal, me enseñaron a buscar mi propio
bien aun perjudicando y aplastando a otros, nunca me dijeron que Dios era capaz de
transformar la vida de alguien, ¿sabes por qué? Toda gira en torno a su mismo sistema y
por ese sistema gobierna el reino de satanás.

El gobierno de satanás opera en el sistema mundano a través de la desobediencia de la


gente y la ignorancia a la verdad.
Cuando estudiamos la Biblia nos damos cuenta que satanás es el príncipe de este
mundo Juan 16:11 y el que vive su sistema opera bajo su gobierno. Su forma de gobierno
siempre han sido las mismas, el engaño, las mentiras y el control. En el sistema del mundo
es normal ver personas en Unión libre, viviendo en fornicación, es normal usar la mentira
para engañar a los demás, es normal tener dos, tres y más parejas estando casados, es
normal los jóvenes a temprana edad tomando alcohol y las jovencitas saliendo
embarazadas, es normal los jóvenes teniendo relaciones sexuales a los doce, trece,
catorce. Todo es consecuencia del gobierno de satanás que opera en la vida de la gente a
través del pecado. Todo aquel que ama al mundo se aparta del amor de Dios, no que Dios
le deja de amar sino que este se desconecta del amor de Dios 1 Juan 2:15.

El mundo influencia las personas en tres etapas: 1) Los deseos de la carne, 2) Los
deseos de los ojos, 3) La vanagloria de la vida, y todo aquel que escapa de las tinieblas
a la luz es tentado en estas tres áreas, cuando mueres a estas tres áreas mueres a su
sistema y por lo tanto quedas excluido de la opresión del gobierno de satanás Juan 14:30,
por eso cuando estudiamos el sistema del mundo nos damos cuenta que es normal que las
personas vivan sumergidos en estas tres etapas y como consecuencia de esto siempre
generan caos y destrucción. El mundo siempre hablará un mismo lenguaje, nunca te dirán
con palabras ni con hechos que después de esta vida hay juicio para todo aquel que no
hace la voluntad de Dios. El mundo siempre te dirá que todo anda bien aun viviendo en
pecado y desconectado de la voluntad de Dios, porque en su lenguaje no existe la palabra
arrepentimiento.

Si aún como creyente el sistema del mundo está influenciando tu vida, ¿cómo lo sientes?
Cuando sientes la presión de tus amigos que te seduce a volver atrás y apartarte de Dios,
cuando empiezas a envidiar la vida de aquellos que están perdidos en el pecado, cuando
sientes el deseo de practicar sus principios aun sabiendo que están en contra de la voluntad
de Dios, cuando sientes estas cosas es porque estás siendo tentado. La mejor forma de no
ser como ellos es siendo la persona que Dios te mandó a ser, cuando quedas influenciado
es por falta de identidad. Dios te hiso diferente para que actúes diferente y en vez de
dejarte influenciar por el mundo que el mundo quede influenciado por ti y para que
esto suceda debes romper con toda cordón que te conecta con el mundo.

SATANAS GOBIERNA EL MUNDO


LA MASCARA DE LA MENTIRA

La Paz del Señor sea con todos vosotros:

1. La máscara de la mentira es Satanás.

El mismo Satanás disfrazado de Ángel está utilizando a las naciones, en ser


imperialistas, para implantar sus dominios territoriales, en comercios, explotación de
riquezas y enseñando doctrinas falsas.

Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz (2 Corintios


11:14).

2. Satanás con sus tres faraones dominan a la humanidad.

Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres
espíritus inmundos a manera de ranas (Apocalipsis 16:13).

Los tres espíritus inmundos, son tres organizaciones o tres faraones dueños del mundo.

Habla, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, Faraón rey de Egipto, el
gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo me lo hice
(Ezequiel 29:3).

Los tres faraones dominan a todas las organizaciones del mundo como: las Naciones
Unidas, la Organización de los Estados Americanos, la OTAN, el G-8, el G-20, etc.

El Primer Faraón. - Trabaja con sus agentes principales en América especialmente con los
Estados Unidos y en Europa, con la Ex Unión Soviética y sus agentes están ubicados en
todo el mundo.

El Segundo Faraón. - Trabaja con todos sus agentes principales que están en Europa, en
las naciones de Alemania, Francia, Gran Bretaña y el Vaticano; y, en el continente asiático
donde están las naciones de Arabia Saudita, China, Japón y la India.
El Tercer Faraón. - Trabaja con todos sus agentes en Israel de Medio Oriente.

Las siete armas de los faraones son:

1. Destrucción mental de las gentes, en confusión por todos los medios.


2. La exterminación de la humanidad.
3. La inmoralidad entre los seres humanos, fornicación y adulterio
4. Inventores del mal para que crezcan la chismosería, sueños falsos en base a
contradicciones.
5. La explotación de los necesitados en sus pensamientos y riquezas e implantando
sus monedas. Engañar al mundo con sus doctrinas del mal, que están a favor de
ellos y que llevan a la muerte a la gente que vive en su ignorancia.
6. Provocar contiendas entre las naciones por causa de la avaricia.

Nota.- Porque no todos los que viven en Estados Unidos y otras naciones que hemos
mencionado, están unidos al mundo de los tres faraones, sino los que hicieron el pacto
con el Dios de la Mentira, llamado avaricia.

3. Utilizan gobernantes títeres para engañar a los pueblos.

Todas las grandes organizaciones políticas del mundo en su mayoría son manejadas por
la máscara de la mentira, por los tres faraones quienes se encuentran al servicio de
Satanás.

Muchas naciones pobres siempre son engañadas, por los políticos tradicionales y por los
políticos fantasmas que aparecen de la nada, son instrumentos de los faraones y los
pueblos pobres de tiempo en tiempo cambian sus gobernantes, que les engañan durante
su gobierno, operados por los faraones, burlándose así de la ignorancia del pueblo.

Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, perdidos
(Isaías 9:16).

Las promesas falsas de los políticos, son operadas por los faraones. Los políticos
fantasmas que aparecen y triunfan son guiados por los faraones, los faraones operan los
medios de comunicación y por medio de éstos, favorecen el triunfo de los políticos que se
encuentran a su servicio.

Vemos como los títeres políticos manejados por las potencias del mundo, engañan a los
pueblos, haciéndose pasar por defensores del pueblo, pero en la vida real jamás lo fueron,
no lo son, ni lo serán.

Promesas falsas, anuncian diciendo que habrá trabajo, ayuda, que no habrá desocupación,
ni crisis, ni hambre, sin embargo, jamás pudieron cumplir sus promesas, ni lo podrán
tampoco.

Mundo, humanidad, ustedes son operados por huestes celestiales de maldad, por Satanás
y sus Faraones, en todos los niveles de la sociedad.

Y guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de
dentro son lobos rapaces (Mateo 7:15).
4. Eliminar la máscara de la mentira.

La única forma de liberarse de este engaño, es hablando la verdad, la realidad de la nación


mediante la Doctrina Universal, que durante muchos siglos la humanidad ha sufrido un
atropello injusto.

¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros


blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos
de huesos de muertos y de toda suciedad (Mateo 23:27).

Y respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo con los labios me honra, Mas su corazón lejos está de mí. Les decía también:
Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición (Mateo 7:6,7,9).

5. Los medios de comunicación operan bajo el poder de Satanás.

a. Noticias a favor de las potencias mundiales

Toda la prensa hablada, televisada y otras fuentes de comunicación informan a favor del
clero romano y de los grandes intereses de las potencias mundiales y sus títeres
gubernamentales como derechistas, izquierdistas, de centro izquierda, de centro, liberales,
demócratas y sociales demócratas, confunden al pueblo.

Y los confunden más todavía con sus mensajes de hechicerías, utilizando su arma, la
prensa hablada y televisada de la siguiente manera: nos hacen creer en fantasías, nos
hacen soñar, nos convencen, nos llevan de aquí para allá como juguetes.

Su misión es: convencer al pobre con el cuento de justicia social, con políticos comprados
por los ricos, para traumar la mente del pueblo con la pornografía, convirtiéndolos en
sádicos y maniáticos sexuales de toda edad; y, establecen doctrinas divisionistas para
seguir robando al pobre y fanatizar a las gentes con sus novelas y deportes.

Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo. (Las cuales cosas son
todas para destrucción en el uso mismo), en conformidad a mandamientos y doctrinas de
hombres? (Colosenses 2:8,22).

b. La Sagrada Escritura frente a la Máscara de la Mentira

No os volváis a los encantadores y a los adivinos: no los consultéis ensuciándoos con ellos:
Yo Jehová vuestro Dios (Levítico 19:31).

Los encantadores, adivinos, hechiceros, no solamente los encontramos en la calle, sino


también actúan a través de los medios de comunicación; los faraones a través de la radio
y la televisión hipnotizan a los pueblos, para seguirlos engañando y dominando.

A causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gala, maestra de


brujerías, que vende las gentes con sus fornicaciones, y los pueblos con sus hechizos
(Nahúm 3:4).
La Maestra de las brujerías, se llama Satanás, el cual trabaja con los tres faraones y sus
millares de servidores.

c. La Gran Batalla contra los Gobernadores de las tinieblas.

Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades,
contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en
los aires (Efesios 6:12).

Saturan los cerebros de la humanidad con mentiras y falsedades, dejando a los hombres
nulos en su real pensamiento y la mente de la mayoría está gobernada por los operadores
de las tinieblas.

Es necesario cambiar el pensamiento de la humanidad, hablando la verdad y demostrando


la realidad en que vivimos con la ayuda de nuestro Dios, Él se encargará con su ejército de
sacar la máscara de la mentira de cada ser humano.

La quita el seso de las cabezas del pueblo de la tierra, Y háceles que se pierdan vagueando
sin camino (Job 12:24).

Las cabezas del mundo son las potencias mundiales que humillan en todo el tiempo a las
naciones pobres de la tierra, por lo tanto, perderán el cerebro.

Nuestro objetivo es siempre luchar contra las injusticias de los faraones y Satanás.

EL CRISTIANO Y EL MUNDO

«No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él» (1 Jn 2:15). «¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad
contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de
Dios» (Stg 4:4).

¿QUÉ ES EL MUNDO?

¿Qué es el mundo? He aquí una pregunta de suma importancia, que forzosamente se


presenta al atento examen de todo creyente serio y reflexivo. ¿Qué es este mundo, del cual
la Palabra le exhorta a conservarse sin mancha? (Stg 1:27).

La Escritura usa la palabra mundo en tres sentidos diferentes. En primer lugar significa,
literalmente, el orden, el sistema, la organización de la vida humana; luego, la tierra en sí
misma es llamada el mundo, porque constituye la escena en la cual se desarrolla aquel
sistema; por fin, llamamos mundo al conjunto de los individuos que viven conforme a este
sistema. Se puede, pues, distinguir entre la escena del mundo, las personas del mundo, o
el sistema del mundo.

Cuando leemos en la Palabra que «Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores»
(1 Ti 1:15), bien podemos entender que Él vino a la escena de este mundo, y que entonces
se halló, inevitablemente, en contacto con el sistema del mundo, que tanto le odiaba. Él
decía de sus discípulos: «No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo» (Jn
17:16), es decir, que ellos no formaban parte de aquel sistema, en el cual, por lo contrario,
los demás hombres encontraban su razón de vida y se complacían. Cualquiera que sea
amigo de este sistema, es enemigo de Dios (Stg 4:4). La característica de tal sistema es
gobernarse a sí mismo, sin dependencia alguna de Dios.

Consideremos, como ejemplo, la organización militar: cuando un hombre es llamado a filas,


lo halla todo organizado en vista de sus necesidades: el habilitado para ello provee su
sueldo, el encargado del vestuario le proporciona el uniforme, otro le facilita las armas y el
equipo, etc.; desde su llamada a filas, el soldado se halla sometido a esta organización, de
manera que no puede emprender nada por iniciativa propia. La organización de ese sistema
es tan minuciosa y metódica, que ha sido calificado, a veces, de manera muy significativa,
de pequeño mundo. Sin embargo, no es más que una pálida imagen de aquel inmenso
sistema llamado el mundo que rige todas las necesidades del hombre, así como el ejercicio
de sus facultades.

EL MUNDO PROVEE A TODAS LAS NECESIDADES DEL HOMBRE NATURAL

El hombre necesita vivir en sociedad; por eso el mundo no dejó de organizar su sistema
social, y se ha esmerado en hacerlo de un modo completo y perfecto. La posición social
es el todo para el hombre; no ahorra ningún esfuerzo para alcanzarla y conservarla a toda
costa, ni hay gasto que le parezca excesivo. Consideremos, hermanos, aquella inmensa
escala social, la sociedad, con sus miríadas de criaturas humanas, de las cuales se
esfuerzan para ascender a los más altos puestos, mientras que otras hacen lo posible para
mantenerse en la posición adquirida. ¡Qué atractivo y terrible poder tiene aquel sistema
social para absorber el espíritu y el corazón de los hombres!

Además, el hombre necesita un gobierno o poder político para la protección de su vida, su


hacienda, sus derechos, a lo cual el mundo provee plenamente.

Y ¡así organización más completa corresponde también a lo que llamamos el mundo de los
negocios! Las ocupaciones, en este mundo, forman un destacado conjunto de los más
notables. Los hombres que sólo están dotados de fuerza física hallan ocupaciones además
de sus capacidades; los espíritus inventivos pueden dar libre curso a su genio; los de
formación artística se manifiestan en el mundo de la escultura, de la pintura, de la música
o de la poesía; los sabios trabajan para resolver sus problemas; los escritores componen
sus libros; y hasta las codicias y el lujo de unos, proporcionan a otros sus medios de
subsistencia.

EL HOMBRE ES RELIGIOSO POR NATURALEZA

El hombre es una criatura tan compleja que necesita de numerosas y diversas cosas para
su satisfacción; le hace falta algo de negocios, de política, de sociedad, de estudios, y, por
fin, hasta un poco de religión. El hombre es por naturaleza religioso. La
palabra religión, que nosotros usamos a menudo, no se halla mencionada más que cuatro
veces en la Biblia. Notemos que religión no significa piedad, pues los adoradores de los
ídolos son religiosos. La religión es parte integrante de la naturaleza del hombre, lo mismo
que su inteligencia o su memoria; por consiguiente, el sistema del mundo que provee, de
manera tan completa, a cuanto al hombre atañe, no puede por menos que ofrecer un
alimento a esta inclinación religiosa de su naturaleza. Así, al que sea sensible a suaves
impresiones, o que tenga afición a lo bello, el mundo le prestará armoniosa música, o
imponentes ceremonias, o ritos religiosos. Al que sea de carácter independiente y
comunicativo, el liberalismo le permitirá dar rienda suelta a sus sentimientos. Si, por el
contrario, uno es de carácter callado, reservado o reflexivo, hallará satisfacción en una
severa ortodoxia. Si otro es concienzudo, haciendo poco caso de sí mismo, y cree
indispensable hacer penitencia de un modo o de otro, también podrá satisfacer sus
aspiraciones en aquel sistema del mundo, etc... Existen, pues, creencias, doctrinas y sectas
adaptadas a cada variedad de carácter, a toda forma de sentimiento religioso, en la carne.

EL MUNDO ES UN ORDEN DE COSAS COMPLETO

¿Puede haber sistema más admirable y completo? Nada deja de lado. La satisfacción y el
pretendido gozo que contiene son suficientes para que aquella gran multitud movediza de
la humanidad se halle siempre en actividad y goce de un relativo contentamiento. Los
corazones se aprestan siempre a buscar lo que les pueda satisfacer, los espíritus se hallan
atareados; si alguna cosa viene a faltar, inmediatamente se recurre a otra. La aflicción y
aun la muerte no se dejan de lado en la organización del sistema de este mundo; se provee
a los funerales, a los vestidos de luto, se hacen las visitas de pésame, se dispensan
palabras de simpatía, nada se olvida; de tal manera que, en poco tiempo, el mundo es
capaz de elevarse por encima de sus duelos, y de volver de nuevo a su acostumbrada
esfera de ocupación.

Pero hoy día, por la gracia de Dios, algunos muy pocos por cierto de los que están en el
mundo, han comprendido que cuanto hay en él, negocios, política, educación, gobierno,
ciencias, invenciones, ferrocarriles, telégrafos, organizaciones sociales, instituciones de
beneficencia, reformas, religión, etc., son parte integrante del sistema de este mundo, de
un sistema que va completándose cada día. Lo que se llama progreso del siglo no es otra
cosa sino el desenvolvimiento de aquel elemento mundano.

Ahora bien, la relación Actual de Cristo con semejante mundo debe ser también la
nuestra. La posición que Cristo ocupa en el cielo, y la que no ocupa en la tierra nos indican,
suficientemente, cuál debe ser la nuestra.

SATANÁS ES EL DIOS DE ESTE MUNDO

A los que pregunten los motivos por los cuales tal actitud debe caracterizarnos,
contestamos: ¿No sabéis que Satanás es «el dios de este mundo», «el príncipe de la
potestad del aire», el director de aquel monstruoso sistema? Es su energía, su genio
inspirador, y su príncipe. Cuando Jesucristo estuvo en la tierra, el diablo fue a ofrecerle
«todos los reinos de la tierra y su gloria», por cuanto decía «A mí me ha sido entregada, y
a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos» (Lc 4:6-7). Estos
versículos descorren el velo, y aparece a plena luz el verdadero objeto de todo culto
religioso del hombre.

La Escritura habla de Satanás como de alguien que era «lleno de sabiduría, y acabado de
hermosura» (Ez 28:12), y que se disfraza de «ángel de luz» (2 Co 11:14). ¿Cómo
extrañarse, pues, de que los hombres, tanto los indiferentes como los más reflexivos, sean
engañados y seducidos? ¡Cuán pocos son los que tienen los ojos abiertos para discernir,
por la Palabra de Dios y la unción del Espíritu Santo, el verdadero carácter del mundo!
Algunos hay que creen haber escapado al lazo de la mundanalidad porque abandonaron lo
que llamamos los placeres mundanos y se hicieron miembros de determinadas iglesias, o
de asociaciones religiosas; pero se dan cuenta de que siguen permaneciendo en el sistema
del mundo de igual modo que antes. Sólo que Satanás, príncipe de este mundo, les haca
pasar de un departamento a otro, a fin de adormecer sus conciencias inquietas, haciéndoles
sentir más satisfechos de sí mismos.

¿CUÁL ES EL REMEDIO?

Siendo pues las cosas así, se nos presenta esta cuestión: ¿Cuál es el remedio? ¿Qué harán
los que andan por el camino ancho y que hasta hoy vivieron de conformidad al sistema del
mundo, para librarse de su influencia? ¿Cómo podrán discernir lo que es del mundo y lo
que es de Dios? Dice el apóstol: «todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos
son hijos de Dios» (Ro 8:14). Normalmente, la vida cristiana ha de ser gobernada por Cristo,
tal como el cuerpo de un hombre se halla dirigido por su cabeza; cuando se está sano, no
se mueven la mano ni el pie, a no ser que lo mande la cabeza. Es precisamente en el mismo
sentido que Cristo es la cabeza del cristiano (1 Co 11:3), el cual se halla entonces sometido
a Él en todas las cosas, sean de poca o de mucha importancia. Así es como el cristiano
hiere la mundanalidad en su propia raíz: la voluntad propia del hombre es el principio
fundamental sobre el cual se halla edificado todo el sistema del mundo, mientras que la
base de la vida cristiana no puede ser otra que la dependencia de Dios y la obediencia
a Su voluntad.

EL GRAN OBJETIVO DE SATANÁS

El gran objetivo de Satanás es establecer para el hombre un sistema que sustituya


enteramente la dirección del Espíritu Santo; ello será su obra maestra de los tiempos del
fin, y la característica prominente de la gran apostasía que se acerca rápidamente.
Entonces, Satanás se manifestará abiertamente y en su misma persona, como dios de este
mundo, lo que, de momento, está aún escondido en misterio.

Queridos hermanos, es tiempo ya que los cristianos despertemos del sueño espiritual y
examinemos si de una manera o de otra no nos hemos asociado a un sistema que madura
rápidamente para el juicio.

Pero, dirán algunos, ¿cómo podemos nosotros impedir este estado de cosas? ¿No nos
hallamos sujetos a ellas, aun a pesar nuestro, por nuestro comercio, nuestras profesiones,
como miembros de la sociedad? ¡No podemos abandonar nuestras ocupaciones diarias!
Claro, es una necesidad que cada uno admite, pero debemos notar que el hecho que cada
uno la admita prueba que no es de Dios: «Y esta es la victoria que ha vencido al
mundo, nuestra fe» (1 Jn 5:4), La fe no repara en las circunstancias exteriores, en lo que
es posible o en lo que sea imposible; la fe no considera lo que se ve, sino que confía en
Dios. Alrededor nuestro, muchas personas nos pueden aconsejar acerca de lo que
conviene hacer o evitar en la sociedad humana, pues lo que conviene al mundo es su regla
y medida. Puede ser que ellas vean trazado claramente el camino que siguen, y que éste
sea perfectamente razonable y satisfactorio; mas ello no tiene ningún valor para el cristiano
que anda por la fe: éste bien sabe que lo que se considera universalmente como el buen
camino será, al contrario, el camino de perdición, pues es el camino ancho (Lc 16:15; Mt
7:13).

¿DEBE EL CRISTIANO PARTICIPAR EN POLÍTICA?

Por ejemplo, muchos estiman que un buen ciudadano, un cristiano, debe interesarse por el
gobierno de su país, y debe votar, contribuyendo así a llevar al poder hombres honorables.
Pero Dios habla muy diferentemente. Repetidas veces en su Palabra, y de diversas
maneras, Él me dice que como hijo suyo, no soy ciudadano de ningún país ni miembro de
sociedad alguna: «Nuestra ciudadanía está en los cielos» (Fil 3:20): Desde entonces no
tenemos otro quehacer que las cosas celestiales. «En la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo» (Gá 6:14). Si las cosas terrenales
absorben mis pensamientos y mi corazón, me constituyo en «enemigo de la cruz de Cristo»
(Fil 3:18). «No os conforméis a este siglo» (Ro 12:2).

NUESTRA CONDUCTA FRENTE A LAS AUTORIDADES

¿Qué tenemos entonces que ver con las autoridades? Pues sujetarnos a ellas, ya que Dios
las ordenó; cuando imponen sus tributos, satisfacerlos, y hacer rogativas por los reyes y
por todos los que están en eminencia (1 Ti 2:1). Resulta, pues, que lo único que un cristiano
puede realizar en política, es someterse a las potestades superiores, «no solamente por
razón del castigo, sino también por causa de la conciencia» (Ro 13:5). Sin duda alguna, en
Cristo, él (el cristiano) es heredero de todo, incluso de la tierra en la cual el sistema
mundano opera hoy en día; pero lo mismo que Abraham en el país de Canaán, Dios no le
da siquiera donde poner el pie.Como herencia actual suya: «El justo por su fe vivirá» (Hab
2:4).

Si pues el verdadero hijo de Dios deja de tomar posición definida en cosas de política, no
es tanto que crea malo el adherirse a una opinión, sino que ha dado su voto y su adhesión
a Aquel que está en los cielos, y que Dios ha ensalzado como Rey de los reyes y Señor de
los señores. Además, las cosas terrenales perdieron todo interés para él, porque ha hallado
cosas de mucho mayor valor y atractivo. También ve que el mundo es impío en su espíritu
y en su esencia, y que sus reformas y progresos más preciados van apartando
progresivamente de Dios el corazón del hombre. Desea dar testimonio de Dios y de su
verdad, anunciando el juicio venidero en el día de la aparición de Cristo, cuando los
hombres se congratularán creyendo estar en paz y seguridad; y espera que, por él, algunos
aprenderán a librarse de los lazos en los cuales Satanás quiere aprisionar la humanidad
entera.

A CONTRACORRIENTE

Nosotros que somos salvos, hemos de estar en un lugar aparte, como quienes han tomado
posición con Cristo rechazado, ante el mundo que le ha crucificado; manifestados como
hombres de una raza celestial:«irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en
medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo» (Fil 2:15). Esta es la misión ¡y cuán elevada! de los hijos de Dios.
Pero cuesta mucho el vivir de esta manera. Tenemos que mantenernos cual roca solitaria
en medio del ímpetu de un río caudaloso, ya que todo cuanto nos rodea está moviéndose,
está bullendo; todo tiende a hacernos vacilar, una continua e implacable presión se ejerce
sobre nosotros. Nos hallamos luchando en medio de una interminable oposición, la cual,
tarde o temprano, nos arrastraría, sino pudiéramos contar con la firmeza de la ROCA.

Cuando vamos poniendo en práctica las palabras de Dios, entonces es cuando se levanta
la tormenta contra nosotros. Ser miembro de lo que se llama una iglesia es cosa fácil;
también lo es el hacer como todos los demás; el ser hombre honrado y buen ciudadano no
ocasiona ninguna persecución. Uno puede reunir todas estas cualidades y, sin embargo,
seguir la corriente mundana. Pero resplandecer como luminares por Dios en el mundo es
cosa que provoca la enemistad; por doquiera que se ve al verdadero Cristo, se le odia. Si
le ven a Él en mí, me odiarán por este motivo; por lo contrario, si gozo de buena reputación,
si nadie se me opone, ¿qué significa eso para mí, como cristiano? Muy sencillo: no siendo
manifestada la vida de Jesús en mi cuerpo mortal, no se puede ver a Cristo en mí.

UNA POSICIÓN CLARA

Así van las cosas: cuando un alma ha llegado realmente al conocimiento de Dios, o más
bien a ser conocida de Él, se siente atraída hacia las cosas celestiales por su unión con
Cristo, no tiene ningún deseo de participar en el sistema u orden de cosas del mundo y bien
puede pensar: ¿sería posible que yo retornara a tan débiles y miserables principios? Un
hombre que ha venido a ser hijo de Dios, que tiene la vida, la vida eterna en Cristo, que es
identificado con la Cabeza Glorificada (verdad que le ha sido revelada por la Palabra y el
Espíritu), ¿podría, acaso, tener intereses en el mundo, habiendo conocido a Dios? Si
vemos, por ejemplo, a un niño comiendo una fruta medio podrida y ácida en un huerto,
mientras tiene a su lado un árbol cargado de las más sabrosas frutas, deduciremos
forzosamente de ello que aquel niño no sabe lo que es una buena fruta, ni las conoce. Del
mismo modo, si el corazón del hombre se apega a cualquiera de los componentes del orden
de cosas de este mundo, nos preguntaremos: ¿cabe pensar que haya conocido a Dios?

Es por eso que las palabras de Dios no se nos presentan como mandamientos formales,
tales como: No votarás, No recibirás honra de parte de este siglo malo, Sufrirás el oprobio
todos los días de tu vida, etc., etc. Al contrario, nos son presentados de tal modo que el
discípulo amante, cuyo corazón egoísta, siendo sometido a Cristo, sólo anhela conocer los
pensamientos de su Señor, y pueda descubrir el secreto de los mismos. Viviendo así,
reflejará con mayor fidelidad la persona de Cristo morando en él, como creyente librado
de este presente siglo malo.

Ya no son los antiguos mandamientos de la ley mosaica: harás, no harás. Sin embargo, la
voluntad de Dios puede discernirse perfecta, clara y fácilmente con tal que el ojo esté
sencillo. Dios cuida maravillosamente de que un corazón que le ama pueda enterarse sin
dificultad de ella, mientras que un corazón falto de sinceridad busca inevitablemente
disculpas y escapatorias para caminar en una senda de maldad. Puede hallarse una
aplicación de esta verdad en un familia. Imaginémonos a un hijo cariñoso, apegado a sus
padres, obediente, que haga lo posible para conocer los propósitos y la conducta de su
padre: tendrá el sentimiento de sus deberes, y todo le será fácil y natural. Pensemos ahora
en otro hijo que se halla en las mismas condiciones, goza de los mismos privilegios y conoce
bien los pensamientos e intentos de su padre o al menos tendría que conocerlos, pero se
pone a obrar a su antojo y declara a su padre, al ser reprendido: «Yo no lo sabía, nunca me
dijiste que no debía ir a tal o cual lugar».

¿DEBEMOS SALIR DEL MUNDO?

Antes de terminar, quisiera insistir sobre otro punto. Por cierto, no podemos evitar
el contacto con el orden de cosas del mundo, pero aquel contacto no debe transformarse
nunca en comunión: «¿Qué concordia Cristo con Belial?» (2 Co 6:15). «No ruego que los
quites del mundo, sino que los guardes del mal» (Jn 17:15). Jesús, que no era de este
mundo, padeció en él, y vivió como extranjero: el aislamiento y la tribulación fueron para Él
cosas vividas y sentidas, y será lo mismo para nosotros en la medida en la cual seguiremos
fielmente sus pasos. ¿No es triste ver, hermanos y hermanas, que entre nosotros haya
algunos que busquen su satisfacción y bienestar en el impío sistema del mundo,
encontrándose en él como en casa propia? ¿Tendríamos casa propia en esta tierra donde
Cristo no está? No olvidemos de que somos viajeros sin domicilio, peregrinos fatigados y
verdaderos extranjeros, si en verdad somos de Cristo.

Mientras estemos en el mundo, no podemos sustraernos a su contacto. Pero, ¿no ocurre a


veces que tenemos contacto con él en numerosos asuntos para los cuales no hay la menor
necesidad de ello? No lo tendríamos, sin duda alguna, si llevásemos siempre en nuestro
cuerpo la muerte de Jesús.

Numerosas son las tretas y engaños por los cuales el Enemigo seduce hasta el corazón de
los hijos de Dios: Reuniones religiosas, obras de caridad, sociedades fraternales o
cofradías, cosas en las cuales la carne puede complacerse y que se sustituyen a la vida
que tenemos en la fe del Hijo del Dios (Gá 2:20). Los creyentes de los tiempos antiguos
que recibieron el testimonio (conservado hasta nosotros) de haber agradado a Dios, fueron
despreciados (He 11:36-37). Otros vinieron a ser «la escoria del mundo, el deshecho de
todos hasta ahora» (1 Co 4:13). Tenían su ciudadanía en los cielos; mas nosotros
¡preferimos ser gente honrada y considerada por este mundo! Es que nos conformamos
demasiado al sistema u orden de cosas del mundo; cuyo resultado es que no puede haber
conflicto entre él y nosotros, y que somos súbditos desleales de Cristo, quienes evitan
cuando no huyen el oprobio de la Cruz.

Sin embargo, la Palabra de Dios permanece sin alteración: «Todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución» (2 Ti 3:12).

Amados hermanos, ya conocemos la senda estrecha. ¡Ojalá seamos de los que la siguen!
Tenemos ya nuestros pasaportes. Estamos sellados con el Espíritu Santo y esperamos al
mismo Señor que, con aclamación, voz de arcángel y toque de la trompeta de Dios, vendrá
a arrebatarnos a su encuentro, en las nubes, para que estemos siempre con Él (1 Ts 4:16-
17). ¡Qué bendita esperanza

SATANAS EL PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS

satanás es el jefe de todos los demonios, es la perversa “serpiente antigua” que tentó a
Adán y Eva en el Edén. Su poder e influencia sobre la Humanidad es tan grande que
Jesucristo lo llamó “príncipe de este mundo” y “dios de este mundo”. Conocido como el
“Padre de la Mentira”, Satanás tienta a los hombres de mil y una formas.
Satanás o Satán, según la mayoría de fuentes incluyendo la perspectiva canónica del
Cristianismo, no es otro que el mismo Lucifer. Así, “Satanás” o “Satán” se utilizan en general
para designar al Diablo después de la caída en tanto que “Lucifer” se usa generalmente
para referirse al Diablo en su esplendor primigenio y previo a la caída.
El nombre, derivado a partir del latín “Satāna”, tiene en realidad su raíz en el arameo, lo
cual se debe a que “Satāna” se origina a partir del hebreo “satán”, término que significa
“adversario”, “ enemigo” o “acusador”..

El nombre “Satanás” en el Antiguo Testamento.

En cuanto a su aparición en el Antiguo Testamento, “Satanás” es un nombre que se ha


introducido para reemplazar a la palabra hebrea “satán” en ciertos contextos; mientras, en
los otros casos simplemente el vocablo “satán” ha sido traducido como “adversario”,
“enemigo”, “acusador”, etc. El punto es que, en su forma original hebrea, cuando el Antiguo
Testamento usó “satán” aplicado al Diablo, lo hizo no a manera de un simple nombre propio
(como “Satanás” en nuestras traducciones) sino a manera de título nominal que aludía al
rol (o a los roles) del Diablo.
Por ello, si las traducciones hubiesen sido más fidedignas, entonces nos hallaríamos con
expresiones como: “Adversario”, “Acusador”, “Enemigo”, etc. Esto es así ya que en el
hebreo no existen mayúsculas pero evidentemente existen nombres propios; de modo que,
por lo que se ha dicho hasta ahora, traducir “satán” como “Satanás” no es sino un artificio
para convertir lo que era un título nominal en un nombre a secas, ya que en español, al
igual que “David” o “Emmanuel”, no significa nada por sí mismo y solo cobra significado si
se averigua su etimología…Lejos de ser una cuestión superflua, lo anterior es de gran
importancia para entender la naturaleza de Satanás ya que nos permite ver que, para los
judíos, el ser que nosotros conocemos como “Satanás” o “Satán” era un ser que cobraba
individualidad y esencia a raíz de la oscura función que él y solo él desempeñaba en el
marco de la relación entre Dios y los hombres…
Concretizando, en versiones como la de la Reina Valera de 1960, el vocablo “satán” ha sido
traducido 14 veces mientras que en 19 veces se ha elegido la opción del nombre propio
“Satanás”; pero, como lo que interesa en este artículo es Satanás entendido como el Diablo,
entonces solo nos ocuparemos de los casos en que “satán” se convirtió en “Satanás”. Esos
casos son los siguientes:
.El Libro de Job: Es el libro que más habla de Satanás en el Antiguo Testamento, 14 de las
19 menciones de Satanás en el Antiguo Testamento de la Reina Valera de 1960 están
dentro de él. Éste, que para algunos habría sido el primer libro de la Biblia en escribirse
(anterior incluso al Génesis), nos presenta la historia de un hombre que es virtuoso y que
nunca le ha fallado a Dios. No obstante el Diablo convence a Dios para probar a Job bajo
el argumento de que Job no le ha fallado porque solo ha obtenido prosperidad de Dios y
que, en cuanto tenga enfermedad, miseria y otros males, no dudará en maldecirlo y por
tanto le fallará. Cito: ‹‹Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse
delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. Y
dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear
la tierra, y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job,
que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado
del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que
lo arruinara sin causa? Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el
hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y
verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él
está en tu mano; mas guarda su vida.
Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna
desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza›› (Job 2:1-7). Como se ve, el libro no
deja dudas de que ese Satanás es el Diablo pues se dice que salió de la presencia de Dios
luego de hablar con él (por lo cual estaba en presencia de Dios) y, además, cuando Dios le
preguntó de dónde venía él respondió que de rodear la tierra y andar por ella, lo cual da a
entender que en poco tiempo dio la vuelta al mundo, cosa obviamente imposible para un
ser humano. Ahora, lo anterior no basta para afirmar que es el Diablo pero, por sentido
común y por la naturaleza de acusador que se sabe que tiene y que la tradición teológica
le ha dado en gran parte a partir de este pasaje, no queda duda alguna sobre el hecho de
que ese “adversario” era “El Adversario”…De ese modo, queda claro que el Libro de Job, a
nivel teológico, representa a Satanás como un ser perverso que es suspicaz con la
naturaleza humana y desea que Dios ponga a prueba al hombre a través de las vicisitudes
de la vida.
El libro de Zacarías: La mención que aquí se hace de Satanás es ciertamente escueta pero
tiene bastante peso por el carácter simbólico que se le ha dado. A saber: en un plano literal
vemos a Satanás de forma pura en su papel de acusador, aquí él acusa al hombre ante
Dios porque desea la condenación del hombre; mientras, el ángel del señor hace que le
cambien las vestiduras y le den nuevas vestiduras limpias.
Lo anterior, teológicamente hablando, representa lo siguiente: Satanás es el acusador de
la Humanidad, el que quiere que Dios no le perdone sus pecados; no obstante, Jehová
(Dios) se refiere a sí mismo en tercera persona porque la doctrina de la Trinidad está
implícita en el pasaje en tanto que el “ángel de Jehová” representa a Jesucristo, la segunda
persona de la Trinidad: por ello, en última instancia el pasaje de Zacarías alude al hecho de
que Satanás es quien acusa a la Humanidad (representada en Josué) y busca su
condenación mientras que Dios, en su misericordia, purifica a la Humanidad de sus pecados
(eso es el cambio de vestiduras) y la perdona volviéndola salva.
El pasaje en cuestión es el que sigue (solo se lo menciona 3 veces): ‹‹Me mostró al sumo
sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano
derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová
que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. Y habló el ángel, y
mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le
dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala›› (Zacarías
3:1-2)
.Salmos 109:6: En este salmo del rey David solo se lo menciona en esta línea: ‹‹Pon sobre
él al impío, /y Satanás esté a su diestra››. Ciertamente es irrelevante su mención aquí si la
comparamos con las menciones de los textos antes mencionados, sobre todo si tenemos
en cuenta que probablemente, a diferencia de los casos anteriores, aquí los traductores
pudieron haber abusado poniendo “Satanás” cuando, por el contexto del salmo, bien pudo
haber ido “enemigo” o “adversario” como en tantos otros salmos del rey David en los que él
habla de sus enemigos; esta, al menos, es la perspectiva de algunos grupos protestantes.
En cuanto a su sentido teológico y dando por sentado que esté bien la traducción, la línea
es obviamente una petición a Dios para que castigue al impío dándole la compañía
constante de Satanás, actitud esta que incuestionablemente pertenece a la mentalidad
sancionadora y revanchista del Antiguo Testamento.
.1Crónicas 21:1: Aquí otra vez Satanás, al igual que en Job, busca que el hombre sea
tentado para que así pueda ser castigado; solo que, a diferencia de Job, David sí cae en la
tentación y así Satanás obtiene que Dios castigue a Israel en la cual mueren nada más y
nada menos que 70000 israelitas inocentes que nada tenían que ver con el error del rey
David…La línea en que Satanás se menciona es esta: ‹‹Satanás conspiró contra Israel e
indujo a David a hacer un censo del pueblo››. Profundizando un poco mediante la
interpretación teológica, este pasaje nos muestra que muchas veces Satanás tienta a los
gobernantes para que cometan errores que luego habrán de repercutir en el bienestar de
todo el pueblo; ya que, y consecuentemente con lo que enseña el profeta Ezequiel (la
enseñanza de Ezequiel se sintetiza en que cada cual es responsable de su pecado y
únicamente de su pecado), no podemos pensar que Dios haga pagar justos por pecadores,
por lo cual habría que interpretar el pasaje de la manera dicha y dejar aquella situación
como una excepción…

Satanás en el Nuevo Testamento

Aquí, a diferencia de en el apartado anterior, no nos centraremos tanto en el nombre


“Satanás” como en la entidad que representa: el Diablo. La razón de esto es que, dejando
de lado la presencia del Diablo en el Génesis, todo lo esencial que el Antiguo Testamento
puede decir del Diablo después de su caída está presente en lo que son sus apariciones
bajo el nombre de “Satanás”.
Ahora bien, lo primero que hay que tener en cuenta es que es el Nuevo Testamento el que
más importancia da al Demonio. De hecho es Jesucristo la figura bíblica que más habla del
Diablo y prácticamente siempre lo hace llamándolo “Satanás”. Por ello los Evangelios
constituyen el espacio bíblico en que por primera vez la figura del Diablo se desarrolla de
manera detallada como un ser que en esencia busca oponerse a Dios al punto de ser un
enemigo personal de su Hijo y por tanto de él mismo; en contraste, en el Antiguo
Testamento el Diablo era básicamente un acusador y un tentador, un enemigo de la
Humanidad que lógicamente era también enemigo de Dios pero no obstante era su papel
de enemigo de la Humanidad (como acusador y tentador) el que cobraba relevancia bíblica.
También es en los Evangelios donde por primera vez se complementa a la figura del Diablo
con la teoría del infierno eterno al cual están destinados sus ángeles y todos aquellos que
sigan el sendero de la oscuridad.
Finalmente, son los Evangelios los que nos dan una descripción más detallada de la
personalidad del Diablo (es homicida, es un mentiroso consumado) y de su poder (es
“príncipe de este mundo”, tiene varios demonios a sus servicios). Pero todo lo anterior es
en general, veamos pues ciertos aspectos puntuales.

Los nombres y títulos de Satanás en el Nuevo Testamento


Los nombres y títulos de Satanás expresan muchas veces su esencia y las actividades que
éste ejerce en relación a Dios y a los hombres. El cardenal Jorge A. Medina Estévez nos
da los siguientes dentro de una publicación suya titulada Satanás y su obra:
 Diablo (Apc 12, 9; Jn 8, 44);
 Demonio (Mt 7, 22; Mc 1, 34; Lc 4, 41);
 Príncipe de este mundo (Jn 12, 31; 14, 30; 16, 11);
 Príncipe de los demonios (Mt 9, 34; 12, 24; Mc 3, 22; Lc 15, 15);
 Beelzebub (Mt 10, 25; 12, 27; Mc 3, 22; Lc 1 1, l5.18s);
 Mentiroso (Jn 8, 44; 1 Jn 2, 22);
 Padre de la mentira (Jn 8, 44);
 Pecador desde el principio (1 Jn 3, 8);
 Tentador (Mt 4, 3; 1 Tes 3, 5);
 Maligno o Malo (Mt 5, 37; Jn 17, 15; 1 Jn 5, 18s; Ef 6, 16);
 Espíritus inmundos o impuros (Mt 12, 43; Mc 1, 26; 9, 24; Lc 9, 42);
 Homicida desde el principio (Jn 8, 44):
 Señor de la muerte (Hebr 2, 14);
 Dragón (Apc 12, 9);
 Serpiente antigua (Apc 12, 9; ver Gen 3, 1ss);
 Belial (2 Cor 6, 15);
 Enemigo o Adversario (Mt 13, 39; Zac 3, 1s);
 Dios de este mundo (2 Cor 4, 4);
 Poder de las tinieblas (Lc 22, 53; Col 1, 13);
 Seductor del mundo entero (Apc 12, 9);
 Ángel de Satanás (2 Cor 12, 7).
 Acusador (Apc 12, 10).
.
Satanás el “Señor de la Muerte”
Una de las cuestiones teológicas más importantes en relación a Satanás es la que se deriva
de la misión de Cristo. Así, se da que a Satanás se le llama “Señor de la Muerte” y Jesús
nos dice que era “homicida desde el principio” por lo siguiente: teológicamente hablando
fue el pecado el que introdujo la muerte entre los hombres; y, al haber sido Satanás quién
indujo a pecar a Adán y Eva, fue él el principal responsable de que la muerte se haya
incorporado a la dinámica de la existencia humana como una consecuencia del pecado.
Pero y si los hombres morimos aún después de Cristo: ¿cómo entonces se dice que Cristo
vino a “deshacer las obras del Diablo”? La respuesta es que la muerte a la cual Cristo venció
no es la muerte del cuerpo sino la muerte del sujeto, la muerte del alma. Solo luego de
Cristo se abren las puertas a la vida eterna, a la resurrección para aquellos que le siguen y
que “comen de su cuerpo y beben de su sangre”. De ese modo, la muerte que Satanás
introdujo a través del pecado es expulsada a través del sacrificio redentor de Cristo en la
cruz.
Padre de la mentira y astuto agente de perdición capaz de cambiar su apariencia:
Jesús nos dice que en Satanás no habita la verdad y que es “padre de la mentira”. Pero no
es solo un mentiroso sino que también, según se nos cuenta en Corintios 11:3-1 y Timoteo
2:14, es un ser muy astuto que ya desde el Edén vino utilizando sus argucias para tentar
con el instrumento de la mentira y que seguirá utilizando su astucia para hacer caer a los
discípulos de el Salvador (1 Corintios 7,5; Apocalipsis 2,10).
Finalmente, Satanás es un ser que es capaz de aparentar lo que no es para engañar y
descarriar. Por eso en Mateo 7:15 se nos presenta como un “lobo con piel de oveja”, en
muchas partes del Apocalipsis se presenta su actividad como engañosa y de estravío para
“las naciones” o la “tierra entera” e incluso en 2 Corintios 11,14 se nos dice que puede
disimularse “cual ángel de luz”, lo cual sorprendentemente lo vemos siglos después
constatado en el libro Florecillas cuando se nos cuenta que, estando enfermo y a poco
tiempo de morir, a San Francisco de Asís se le apareció Satanás con la apariencia de un
Jesús esplendoroso, siendo que él logró distinguir el engaño por las cosas poco éticas que
ese supuesto Jesús le decía.
Satanás y su poder sobre el mundo
Jesús nos dice que Satanás es “príncipe de este mundo” y, cuando lo tienta en el desierto
y le ofrece todos los reinos de la Tierra, nos damos cuenta de que Jesús está en lo cierto.
Para esclarecer el papel de Satanás como ente cuya influencia sobre este mundo es
predominante, resultan perfectas las palabras del cardenal Jorge A. Medina Estévez, quien
nos dice que: ‹‹“Príncipe de este mundo” alude al poder que el Maligno ejercita en la
sociedad, infiltrando en ella antivalores y obteniendo que los hombres rechacen los
designios de Dios y construyan las relaciones sociales prescindiendo de Él e incluso
contrariando su voluntad. Este «nombre» está relacionado con la afirmación de San Juan
de que “el mundo entero yace en el Maligno” (1 Jn 5, 19) y es vecino a la expresión “dios
de este mundo” (2 Cor 4, 4), la que implica que Satanás logra que haya hombres que
sustituyan a Dios por otras realidades: de ahí las diferentes y variadas formas de idolatría
que esclavizan a la Humanidad››
Satanás y la Demonología
Para Peter Binsfeld, dentro de su De confessionibus maleficorum et sagarum (De las
confesiones de los hechiceros y las brujas) publicado en 1589, Satanás sería uno de los
siete príncipes del infierno, el cual sería el grupo de demonios encargados de gobernar el
lugar de las almas condenadas y de representar a los siete pecados capitales siendo cada
príncipe la encarnación de un pecado capital. En el caso de Satanás, él es el cuarto príncipe
y representa a la ira, siendo que Lucifer es un demonio distinto y ocupa el rango de primer
príncipe representando al pecado de la soberbia.
Collin Plancy, que en su Diccionario Infernal de1863 creó la jerarquía demoníaca más
completa hasta la fecha, nos dijo que el gobierno del infierno se dividía en los siguientes
grupos (que a continuación están en orden decreciente de importancia): príncipes y
dignidades, con 10 miembros; ministros de despacho, con 5 miembros; embajadores, con 7
miembros; encargados de la justicia, con apenas 2 miembros; encargados de las distintas
funciones dentro de la llamada Casa de los Príncipes, con 12 miembros. Para Plancy,
Satanás está en el primer grupo (príncipes y dignidades) y es el segundo al mando después
de Belcebú, siendo un príncipe destronado y encargándose del llamado “partido de la
oposición”. Cabe mencionar que, para Plancy, Satanás no es el mismo demonio que
Lucifer, siendo Lucifer en el sistema de gobierno el principal encargado de la justicia.
La Biblia Satánica, escrita por LaVey en 1969, nos habla de que el infierno está gobernado
por los llamados “cuatro príncipes de la Corona del Infierno”, un cuarteto de demonios
donde cada miembro representa a uno de los elementos principales (aire, tierra, fuego y
agua), gobierna una de las cuatro grandes zonas (Norte, Sur, Este y Oeste) del infierno e
influencia la correspondiente zona en la Tierra, además de tener ciertos títulos particulares.
Allí Satanás representa al elemento del fuego, controla el Sur y encarna las características
de la rebeldía, la resistencia, la heterodoxa búsqueda de cambios y la voluntad de progreso.
El Padre Antonio Fortea, quien a la fecha es el mayor exorcista de España y ha escrito un
tratado de Demonología titulado Summa Daemoniaca, nos dice que Satanás es el demonio
que gobierna sobre todos los otros demonios; cito: ‹‹Aunque se suele hablar del Demonio,
en realidad hay muchos demonios, cada uno distinto, pero hay uno que es el jefe de todos
los demonios, el más poderoso: Satanás››. También, y contra la imagen del demonio
cornudo y barbón que hay de Satanás en el imaginario social, el Padre Fortea nos dice de
Satanás que: ‹‹no tiene cuerpo, no tiene color, ni una forma visual, ni cuernos, ni alas, ni
colas. Es una entidad incorpórea, invisible››.
Por su parte, el Padre Gabriele Amorth ―que es hasta el día de hoy el exorcista que más
exorcismos ha realizado y que además tiene el mérito de haber escrito varios libros sobre
la actividad exorcista y ciertos asuntos de la Demonología― nos ha hecho saber a través
de ciertas entrevistas y de algunos de sus libros lo siguiente: 1. Satanás ha conseguido y
sigue consiguiendo sus éxitos más significativos a través de la incredulidad con respecto a
su existencia.
Es así que ha influenciado para que la sociedad sea cada vez más permisiva, más
arreligiosa, más carente de temor a Dios y apegada al hedonismo. 2. El gobierno de
Satanás se basa puramente en el miedo ya que entre los demonios solo hay odio y no cabe
el amor o la admiración como sucede en el gobierno celestial. 3. Satanás le teme a la Virgen
más que a cualquier otra cosa ya que, aunque Cristo sea más fuerte que la Virgen, Satanás
aborrece ser expulsado por “una criatura humana” como es la Virgen, la cual es el espíritu
humano con mayor poder para interferir en su contra.
Finalmente y para ya acabar, algo que muy pocos conocen es la lista puntual de lo que en
este siglo XX más le agrada y desagrada a Satanás. La fuente que nos informa sobre las
preferencias del Príncipe de los Demonios es una fuente tan confiable como el sacerdote y
monje benedictino Marcello Pellegrino Ernetti, quien murió hace poco (1994) en Venecia
pero fue en vida uno de los mayores exorcistas que hayan nacido en suelo italiano. Él, que
además de sacerdote y teólogo era científico, nos dejo en una de sus obras un recopilatorio
de respuestas que obtuvo de Satanás durante todas las veces que se lo encontró a lo largo
de su extensa carrera como exorcista. La lista es esta:
Lo que más le agrada a Satanás:
* La profanación de las hostias consagradas.
* El aborto, porque trae la muerte de niños inocentes.
* La droga, porque priva a los jóvenes de la cordura.
* El divorcio, porque destruye la armonía familiar.
* Los atuendos exhibicionistas (escotes generosos, minifaldas, etc) de las mujeres (obvias
razones…)
* Los eclesiásticos que niegan su existencia, ya que así le dan más poder de influir…
.Lo que más le desagrada a Satanás:
* La confesión, porque libra de culpa a los sujetos y la culpa los acerca a él.
* La Eucaristía, ya que vuelve a los sujetos más resistentes a su influencia.
* La adoración eucarística, porque los acerca a Dios.
* El amor a María y el rezo del rosario, ya que la Virgen es la mayor adversaria de él
después de Dios
* Las apariciones de la Virgen, ya que causan conversiones masivas.
* La obediencia al Papa, puesto que conserva la unidad cristiana.
* La oración de las almas contemplativas, puesto eleva espiritualmente a los hombres.
NOS CUESTA VER LA VERDAD, VIVIMOS EN UN MUNDO DE MENTIRAS DOMINADO
POR EL DIABLO.

Que Satanás lo domina e impregna todo con el mal y la mentira es una verdad que la
gente no ve. Si fuera Dios quien dirigiera el mundo las cosas serían de otro modo, tan solo
si el mundo fuera dirigido por la verdad sería otro distinto. Vivimos permanentemente en la
mentira.

La Reserva Federal de los EE.UU. no es de los norteamericanos, es una institución privada,


propiedad de los grandes bancos internacionales, el poder está en manos de sionistas y
masones. Esto la gente no lo sabe. ¿Quién manda pues en el mundo hoy?, los banqueros
internacionales bajo el dominio absoluto de Satanás, que tiene bajo se poder a casi todos
los gobiernos del mundo.

¿Por qué mataron a John F. Kennedy?, porque quiso nacionalizar la Reserva Federal, y
que la emisión de dinero fuera un asunto nacional. Lo mataron por eso, hoy la FED sigue
siendo una institución privada.

El dólar no vale nada como moneda, no se corresponde con ningún valor real, solo la fuerza
militar de los EE.UU. son la razón de que sea la moneda de cambio internacional. Esto la
gente tampoco lo sabe. Otra mentira que empobrece a todo el mundo. El dinero es deuda.
El mundo puede funcionar con papel moneda pero sin interés, el interes del dinero es el
origen de todos los males económicos.

Los atentados del 11-S fueron obra de Alquaeda, pero Alqueda es la propia CIA, el Mossad
y el M7 ingles, son ellos mismos que hacen los atentados terroristas para mediante el miedo
dominar a la población mundial y someterlos así a sus políticos, que tras cada atentado
recorta derechos del individuo frente al estado. Tampoco lo sabe la gente, Alquaeda es
pues otra mentira.

Las guerras de Afganistán y de Irak no son justas, han sido los propios autoatentados del
11-S y la complicidad internacional las que han hecho posible estas guerras, la primera para
que dure muchos años, el coste de la guerra lo pagan los trabajadores americanos, la
guerra es la primera industria de los EE.UU. La de Irak fue para apoderarse, como así lo
han hecho, de la segunda reserva mundial de petróleo. La gente no lo sabe, se ha creído
lo de Alqueda.

La guerra contra el terror no es verdad. El terror lo hacen ellos mismos para someter y
acongojar a la población mundial, recortar derechos sociales del individuo frente al estado
y justificar así otras prioridades, antes que acabar con la pobreza en el mundo. También
tienen como objetivo demonizar a los fundamentalistas musulmanes, preparan así la guerra
contra el Islam.

La Iglesia Católica está en manos de Satanás, ni sus mensajes dicen nada, ni sus misas
dicen nada. El mensaje de Cristo permanece oculto, repiten el mismo teatro que repiten
desde hace ya decenas de años. No nos preparan para la segunda venida de Jesús, ni
para acoger a Jesús en nuestros corazones. No insisten en que Jesús es el Hijo de Dios,
lo pasan por alto. No creen ya en la resurrección de los muertos, desconocen lo que es la
primera resurrección, dudan del cielo y del infierno, y se limitan a hacer ver que hacen algo,
la representación banal de algo en sí sagrado. La iglesia Católica y las demás son pues
otra mentira. En la TV no hablan de que Jesús es Hijo de Dios, sino de pederastia, ¿por
qué?

En todas las iglesias el dinero es lo que importa, ¿quieres a Dios?, pues da mucho dinero,
cuanto más le des a Dios más le quieres, pero el dinero se lo queda los pastores y los curas,
ese es el razonamiento que convierte las iglesias de los hombres en iglesias de Satán. El
dinero lo ensucia todo, porque como decía Jesús, no se puede servir a dos patrones a la
vez. Las iglesias son pues otra mentira.

Pero si todo es mentira, ¿por qué la gente se lo cree?. Pues porque los periodistas se
encargan de llevar la mentira a la gente bajo la forma de noticias de prensa o de TV que
parecen verdades, y a base de repetirlas la gente lo cree. Son necesarios para que toda
esta mentira se perpetúe en el tiempo y se convierta a base de repetirlas en verdad, ni que
sea mentira.

La democracia no existe, el poder del dinero y la manipulación con el dinero crea listas
electorales y políticos afines al poder y a la mentira que se perpetúan en el tiempo. Este es
nuestro mundo actual, el resutado final la esclavización del individuo y la pérdida de su alma
inmortal; y detrás de todo esto está la verdad más siniestra, la verdad que nadie ve,
han matado a Dios y sobretodo han matado a Jesús. Para Occidente Jesús no ha
existido, y si ha existido fue un profeta, no el Hijo de Dios. Esta mentira (negar la divinidad
de Jesús) es la que hace que actualmente en Europa Casi nadie crea en Jesús como Hijo
de Dios.

Satanás ha logrado, sin que nadie se de cuenta, su objetivo final, condenar vuestras almas
para siempre, gracias a las mentiras que la prensa y la TV os cuentan a diario. Por eso en
Sus mensajes Jesús nos dice que debemos abandonar las instituciones religiosas,
abandonar a nuestros políticos, y salir de este mundo interiorizando a Jesús en nuestros
corazones.

La guerra entre el bien y el mal es solo esto, o aceptas a Jesús como Hijo de Dios, haces
profesión de fe con Él, y lo llevas en tu vida, contigo y para siempre, o te vas con Satán
para toda la eternidad. ¿Entendéis ahora por qué la gente no cree en Dios ni en Jesús?,
Satán ha sido tan hábil que ha conseguido que los políticos renuncien a Jesús, y el pueblo
con ellos. ¿lo veis claro?

Por eso Jesús intenta salvar a quien se deje salvar, por eso nos envía Sus mensajes, para
eso está este blog, y para eso ha nacido la primera resurrección. ¿Te vas a inscribir?

TODO ESTÁ CORROMPIDO, EN LO POLÍTICO, EN LO ECONÓMICO Y EN


LO RELIGIOSO.

En lo político, nuestra democracia no nos sirve para nada.

¿Para qué sirve el voto de los hispanos en las elecciones de EE.UU?, para nada, no pueden
votar por Obama porque les ha engañado y no ha cumplido con nada de lo que prometió, y
no pueden votar republicanos porque todavía es peor, fijaros bien, el voto no sirve
absolutamente para nada, puesto que vote quien vote, o gana un republicano o gana un
demócrata, no cabe otra opción, y las cosas siempre estarán como están, o peor.
Lo mismo pasa en España y en casi todos los países del mundo, los dos partidos más
grandes se reparten la alternancia en el poder, con lo que hemos convertido la democracia
en una partidocracia, donde los partidos políticos se perpetúan en el poder al servicio de
las grandes banqueros internacionales, nunca del pueblo que sigue cada vez más ignorante
y más pobre.

En lo económico lo mismo, gobierne la derecha o la izquierda, los banqueros de la usura


internacional siguen ganado dinero igual con los intereses de nuestras deudas, a nivel
personal, familiar, de empresa o de país, ellos fabrican el dinero, (la Reserva Federal) y los
demás se los pedimos prestado pagando un sustancial interés, y la cosa se perpetúa
llegando al extremo de que países con prestigio reconocido en lo intelectual como los de
Europa les estén engañando con el timo del euro y nadie se de cuenta de ello.

Hasta 2.001 España fabricaba el dinero que necesitaba, lo mismo Italia, Francia, Alemania,
todos tenían un banco Central que les fabricaba el dinero que necesitaban, ahora el BCE
no fabrica dinero, no emite euros, cuando falta financiación que es cada mes puesto que ya
se gastaron todo lo que tenían, compran dólares en los mercados, con lo que hemos
convertido a cada país de Europa en una sociedad anónima, y al igual que estas podemos
entrar en quiebra como país, pero el pueblo no se entera y sigue cada día más ignorante,
por eso pagamos cada año más y más intereses por la deuda, España pagará 26.000
millones de euros por los intereses de la deuda en el 2.011, si el dinero que hemos pedido
prestado lo hubiéramos fabricado en España no pagaría intereses.

Y en lo religioso pues igual, tenemos una Iglesia Católica Romana que no sirve para nada
en cuanto a lo que la salvación requiere, nadie que siga sus ritos puede salvarse, más bien
lo contrario, y de esto ya hemos escrito suficientemente estos últimos meses, los mensajes
de María son tan falsos como un dólar de plata, sus ritos tan babilónicos que da pena ver
lo que están haciendo con la pobre gente que en su ignorancia no sabe a donde acudir para
cambiar, pero es que la ignorancia llega al extremo de que ni saben que deben cambiar y
no cambian.

Lo primero, la política siendo importante solo nos afecta mientras vivamos, y eso siendo
mucho es relativamente poco, lo mismo pasa con la economía, pero con la Iglesia Católica
nos jugamos el cielo, la Vida Eterna, y lo siento por Paco, por Jorge TX, por Mara, por Ceci
por Isabel y por tantos que por aquí pasaron, defienden una institución que está a punto de
caer, y que la propia Biblia nos dice salid de ella pueblo mío, ellos van a condenar a todos
los fieles al fuego eterno, y no van a advertir ni del chip, ni del fin de los tiempos, ni de la
primera resurrección.

Este pues es nuestro trabajo, seguir avisando, seguir trabajando llevando la verdad a esta
web, y nuestros logros aunque parezcan pocos, son evidentes, sino mirad los últimos
mensajes de la supuesta virgen María, y veréis que cada vez se parecen más a los
nuestros, algo está cambiando en la iglesia, pero no lo suficiente, aunque un cambio
siempre es una buena noticia si es para mejor.

Nuestro objetivo no es ser muchos, nuestro objetivo es estar aquí, dando testimonio de fe
en Jesús y explicando a la gente que hay una primera resurrección y una segunda, que hay
una web donde podemos apuntarnos a la primera resurrección, que lo del chip es lo más
importante a tener en cuenta en estos tiempos finales, y que pese a todos estamos ya en
la gran Tribulación.
Pronto veremos cosas que nos pondrán los pelos de punta, hay que estar preparados y hay
que predicar el Evangelio de Jesús para los tiempos finales, esta es nuestra misión aquí en
la web de Jesús, llevar la verdad a la gente y acercarnos a Jesús.

Nada podremos cambiar ni en lo político, ni en lo económico ni en lo religioso, pero


constatamos que Satán lo domina todo, y por eso este mundo está como está, no por culpa
de Dios que no hace nada por nosotros, como algunos dicen, sino por culpa de Satán, que
lo ha hecho todo como a él le gusta, con confusión, de modo que nadie se da cuenta del
engaño, y no ven, ni en lo político, ni en lo económico ni en lo religioso la verdad, solo ven
confusión y engaño, la verdad es como si no le importara a nadie, ni su salvación tampoco.

LA VERDAD REVELADA SOBRE NUESTRO MUNDO

CARTAS DESDE PRISIÓN 32

La maquinaria mediática está tan bien engrasada, que cada día resulta más difícil
diferenciar la realidad de la ficción.

El poder cuenta con que el gran público sólo se informa a través de sus mas media y que,
ante cualquier duda sobre un acontecimiento concreto, la respuesta siempre será: “Claro
que es verdad, lo he visto en la tele.”

Pero en realidad, acontecimientos como el 11-S o el Holocausto, como otros muchos


acontecimientos de índole internacional, sólo son escenificación realista y producción
mediática con muy poquito de verdad, nada más. Los medios de comunicación nos hablan
de los sueldos gigantescos de ciertos ejecutivos de las grandes entidades bancarias, de la
deuda griega, de la teórica ineficacia productiva de los “PIIGS”, de un euro en peligro, de la
crisis inmobiliaria, del precio del petróleo, de la escasez y encarecimiento de alimentos, del
debilitamiento del dólar, e incluso de un delincuente judío, Bernard Madoff, y una entidad
homónima como Lehman Brothers —en su mayoría efectos y no causas—, como ligados a
la crisis en que nos encontramos. Sin embargo hablar de esto ahora forma parte del arte
de escurrir el bulto. No es más que la cortina de humo que debe evitar que se llegue a
descubrir el auténtico origen del problema.

Las personas que a golpe de calcetín aún tienen la posibilidad de ir a trabajar cada día —y
aún peor para quienes forman parte de ese creciente ejército de parados del 20%—, ven
concretarse la crisis en reducciones de sueldo, recortes de prestaciones sociales, menores
beneficios, crecientes deudas, hipotecas impagables, pérdida de sus casas y creciente
insatisfacción de los más perjudicados.

Pero en ninguno de los artículos, informes o noticias que aparecen al respecto en los mass
media se llega al meollo de la cuestión: la creación en manos privadas del dinero-deuda, la
servidumbre al interés del dinero y la abdicación de los Estados de emitir moneda, ahora
casi exclusivamente en manos privadas.

Cierto, “el imperfecto sistema de la fe en el dios de la codicia, el consumismo desaforado,


el egoísmo y la alienación nos han sido impuestos por la fuerza”.

Pero la esencia de las crisis que nos toca sufrir recurrentemente se puede resumir en un
par de ideas muy claras: es en las grandes entidades financieras internacionales donde se
halla el verdadero poder, y vivimos en un sistema económico cuyos fundamentos no se
corresponden con la realidad.

Los banksters —como acertadamente los denominaba el católico belga León Degrelle—
pretenden hacernos creer su insólita conclusión según la cual sería lógico y natural que la
gente se muera de hambre o padezca miseria a la vez que hay sobreproducción
desbordante, sólo porque no hay dinero en circulación. Los seres humanos, desde que
están sobre la faz del planeta, se alimentan de trigo y los frutos de la tierra y no mascando
lingotes de oro o billetes verdes. ¿Hemos de padecer crisis cíclicas por haber producido
bienes de consumo?

El problema radica en que cuanto más dinero impreso existe en circulación, menos valor
tiene. Recordémoslo, imprimir más papel disminuye su valor —a igual producción—. En
consecuencia suben los precios y el dinero que usted tiene cada vez vale menos.

Como afirmábamos al principio, todos los Estados han abdicado de su capacidad soberana
de crear o emitir dinero. Por su parte, los bancos crean dinero de la nada mediante
“préstamos” —añadiendo el interés a cifras numéricas introducidas en ordenadores—
careciendo de los suficientes depósitos reales que los respalden.

Los bancos —grábenlo en su mente para siempre— prestan algo que ellos no tienen. Nueve
décimas partes del importe que prestan no existen físicamente en sus cámaras acorazadas.
Pero conocen por experiencia empírica dos cosas: una es que sólo un 10% del importe
prestado será utilizado o reclamado en metálico por sus clientes; y dos que el “dinero
prestado” cambiará de cuentas —simples dígitos en una pantalla—, pero permanecerá
dentro del sistema bancario.

Ellos sólo le prestan a usted una promesa de pagarlo, pero casi nunca se ven obligados a
desembolsar el dinero real, porque, por poner un ejemplo, tanto el promotor de viviendas
como la familia que adquiere una casa tienen su dinero, sus hipotecas y por tanto sus
cuentas en el sistema bancario.

Al prestar dinero nuevo que no existe, el banquero —como el falsificador— ha robado un


poco a todos los conciudadanos y además ha obtenido suculentos intereses (en este caso
en inmuebles, maquinaria, empresas y bienes reales) sobre ese dinero prestado.

Dado que los bancos privados comerciales y los bancos centrales como la Federal Reserve
en EE.UU. —en manos privadas— crean todo el dinero como deuda vía usura, el importe
de la deuda excede siempre la cantidad de dinero disponible para pagarlo. La deuda
deviene automáticamente impagable y las naciones esclavizadas para siempre.

Digámoslo claro, si en otros siglos las crisis eran realmente de productos básicos —escasez
de alimentos tras una mala cosecha ante las inclemencias meteorológicas, por ejemplo—
la actual por el contrario, como las precedentes en las últimas dos centurias, son
esencialmente debidas a un engaño financiero institucionalizado. El pecado original de este
sistema financiero es el dinero-deuda.

Nuestros países cuentan con los medios técnicos y la capacidad para una sobreproducción
de prácticamente cualquier artículo. Nunca antes se había conseguido producir tanto, de
todo, de forma tan rápida, pero las personas no consiguen acceder a esos productos a
causa de la deuda. Y la escasez de dinero real absorbido por las elites financieras. Las
naciones se encuentran endeudadas hasta las cejas con las entidades emisoras de dinero,
que lo prestan con intereses a los Estados.

El mundo entero está endeudado con Occidente y éste a su vez con Estados Unidos, país
que por su parte debe una decena de veces todas sus riquezas y propiedades a la Alta
Finanza, dueña y señora de los destinos de la Humanidad.

¿Por qué no emiten el dinero los Estados, independientemente de las entidades bancarias?
Esta pregunta y su implementación le costó a J.F. Keneddy la vida y a Alemania una guerra
mundial tremenda disfrazada de otra cosa.

La usura, condenada tradicionalmente por la Iglesia Católica como pecado y considerada


un crimen en su tiempo, es cualquier interés sobre un préstamo, no sólo un interés excesivo.
Anthony Santelli afirma que si alguien hubiese pedido prestado un dólar en época de
Jesucristo a un interés del 6%, el monto adeudado a día de hoy sería varias veces todo el
dinero existente en el mundo. Ése es el efecto demoledor del interés compuesto
acumulativo, que hará de nuestros hijos meros esclavos de un gobierno mundial en manos
de los gangsters encorbatados de la Alta Finanza internacional.

Todos los grandes santos hablaron contra la usura, porque “el único modo de hacerse con
el mundo entero —y el fruto del trabajo de los hombres— es mediante el interés compuesto
acumulativo”.

Mirando al pasado, Michael Jones afirma que “el capitalismo no podría existir en absoluto
con la prohibición de la Iglesia (Católica) contra la usura”. Pero cuando llegó la reforma
protestante trajo consigo puntos de vista más permisivos sobre el dinero; la usura le siguió
pronto, alegando que el interés estaba justificado y el capital empezó a acumularse en cada
vez menos manos de unos pocos elegidos.

El académico australiano Garrick Small afirma que “el dinero es la única cosa deseada
universalmente hasta el punto de que puede sustituir a Dios en la mente de los hombres”.

En un contexto católico, se observa que las grandes armas de los plutócratas contra la
sociedad de la mayoría han sido la contracepción y la usura. La primera con el objeto de
reducir y debilitar las familias y conseguir más fácilmente el control social; mientras que la
usura les asegura que el trabajo de cada cual enriquece a un puñado de protegidos que
tienen además en sus manos el poder de crear dinero de la nada a costa de los demás.
Pongamos un ejemplo práctico y claro para todos sobre los efectos devastadores que el
timo bancario —el alza constante de los precios para cubrir el dinero inventado de la nada
al realizar préstamos— produce en el destino de los pueblos:

Las mujeres entraron significativamente en el mercado del trabajo en los 1970. Lo que
parecía bueno al principio —dos ingresos por hogar— se volvió en contra cuando en 1990
los precios altos —en imparable y constante ascenso a causa del timo bancario—
absorbieron la mejora aportada por el segundo sueldo.

En 1970 muchos hogares tenían un solo sueldo y 5 niños; en 1990, y peor en nuestros días,
la mayoría de hogares necesitan dos sueldos, trabajan más y pueden permitirse menos y
tienen sólo dos, y cada vez más un solo niño, con todas las consecuencias que ello conlleva.
Otro efecto evidente es que el sector privado que sustentaba la clase media y la economía
real se está viniendo abajo. Y nos encontramos en España con bancos que arruinan
empresas porque no pueden prestar debido a problemas surgidos de los excesos de la
Finanza y no a quienes crean riqueza —la economía real—; con gobiernos nacionales,
autonómicos y municipales que despilfarran en especulación financiera y urbanística; con
unas 450.000 empresas que han desaparecido en dos años; con 4’9 millones de parados;
con el 40% de paro juvenil; con un 60% del PIB para pagar la deuda, y pocos se aclaran
sobre lo que está pasando realmente.

Estas crisis cíclicas son utilizadas por el sistema con un doble objetivo: 1) bombear la
riqueza de los pueblos —con tantos esfuerzos conseguida— a las élites internacionalistas,
periódicamente, dándonos durante unos años sólo el respiro necesario para que volvamos
a producir para esquilmarnos nuevamente; 2) imponer una nueva vuelta de tuerca a las
naciones para que acepten sin rechistar y como algo inevitable las ideas de los mundialistas
—a la George Soros, Ben Shalom Bernanke, Henry Kissinger y consortes— de un Gobierno
Mundial en manos de unos pocos, escudados por la cortina de humo de la ONU y los mass
media, lo que conlleva previamente hacer hundir el dólar y el euro y crear una nueva
moneda planetaria y una entidad financiera emisora de moneda mundial.

El poder del dinero no se rendirá nunca voluntariamente y el único motivo que les llevará a
desmantelar la Reserva Federal (FED) será reemplazar el Banco Central de América por
un sistema similar con los mismos propietarios bajo otro nombre, con la meta de lograr una
nueva moneda única para el (su) mundo.

Al público se le esconde que la pretendida solución a la crisis nos es ofrecida por los mismos
delincuentes internacionales que han creado los problemas financieros en primer lugar. Ésa
es la cortina de humo que nuestros autores pretenden desvelar, por eso nos encontramos
en prisión.

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