Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
TEXTO 1
“Si lo que nos proponemos es que, por lo menos durante una generación Alemania no
pueda adquirir siquiera una mediana prosperidad; si creemos que todos nuestros
recientes aliados son ángeles puros y todos nuestros recientes enemigos, alemanes,
austríacos, húngaros y los demás son hijos de del demonio; si deseamos que, año tras
año, Alemania sea empobrecida y sus hijos se mueran de hambre y enfermen, y que esté
rodeada de enemigos, entonces rechacemos todas las proposiciones generosas, y
particularmente las que puedan ayudar a Alemania a recuperar una parte de su antigua
prosperidad material. (...).
Si tal modo de estimar a las naciones y las relaciones de unas con otras fuera adoptado
por las democracias de la Europa occidental, entonces, ¡que el Cielo nos salve a todos!
Si nosotros aspiramos deliberadamente al empobrecimiento de la Europa central, la
venganza, no dudo en predecirlo, no tardará.”
TEXTO 2
“La clase alta, sin embargo, dueña del poder y de la riqueza, no se dio cuenta del
peligro que amenazaba el frágil equilibrio de su posición. Los ricos se divertían
bailando el charlestón y los nuevos ritmos el jazz, el fox-trot y unas cumbias de negros
que eran una maravillosa indecencia. Se renovaron los viajes en barco a Europa, que
se habían suspendido durante los cuatro años de guerra y se pusieron de moda otros
a Norteamérica. Llegó la novedad del golf, que reunía a la mejor sociedad para
golpear una pelotita con un palo, tal como doscientos años antes hacían los indios en
esos mismos lugares. Las damas se ponían collares de perlas falsas hasta las rodillas
y sombreros de bacinilla hundidos hasta las cejas, se habían cortado el pelo como
hombres y se pintaban como meretrices, habían suprimido el corsé y fumaban pierna
arriba. Los caballeros andaban deslumbrados por el invento de los coches
norteamericanos, que llegaban al país por la mañana y se vendían el mismo día por la
tarde, a pesar de que costaban una pequeña fortuna y no eran más que un estrépito
de humo y tuercas sueltas corriendo a velocidad suicida por unos caminos que fueron
hechos para los caballos y otras bestias naturales, pero en ningún caso para
máquinas de fantasía. En las mesas de juego se jugaban herencias y las riquezas
fáciles de la posguerra, destapaban el champán, y llegó la novedad de la cocaína para
los más refinados y viciosos.”
A medianoche (...) llegan a los pueblos pequeños los camiones con los
fascistas, acompañados , como es lógico, por los dirigentes agrarios locales,
que actúan de guías, pues si no fuera así les sería imposible saber, en la
oscuridad de la noche, donde se encuentran las casas de los dirigentes de los
sindicatos agrarios o el pequeño local donde se reúnen los dirigentes obreros
(...) Así, cuando un dirigente sale, lo hacen subir al camión, y una vez allí es
objeto de las máximas humillaciones, y esto cuando no realizan un simulacro
de fusilarlo (...)
TEXTO 4
“Las ejecuciones en masa por gas empezaron en el curso del verano de 1941 y se
prolongaron hasta el otoño de 1944. Yo controlaba personalmente los ejecuciones en
Auschwitz (...).
Por “solución final" se entendía el exterminio de todos los judíos de Europa. Tenía
orden de dejar en disposición de funcionar los procedimientos de exterminio en
Auschwitz, el mes de junio de 1941 (…) Había visitado Treblinka con objeto de ver la
forma en que allí se llevaba el exterminio (...). El comandante del campo me dijo (..)
que había empleado gas monóxido y, en su opinión, sus métodos no eran muy
eficaces. Así pues, una vez mandados construir los edificios de exterminio, decidí
emplear el Ciclón B, ácido prúsico cristalizado que introducíamos en la cámara de gas
por una pequeña hendidura. Para matar a las personas que había dentro de la cámara
de gas se requerían de tres a quince minutos, según las condiciones climatológicas (...).
Ordinariamente esperábamos media hora para abrir las puertas con objeto de sacar
los cadáveres. Una vez estaban fuera, nuestro comando especial se apoderaba de los
anillos y dentaduras de oro de los cadáveres (…).
También, de vez en cuando, se realizaban experimentos con los prisioneros; entre
ellos, la esterilización y experiencias relativas al cáncer. La mayoría de personas que
morían a consecuencia de tales experimentos habían sido previamente condenadas a
muerte por la Gestapo (…).”
“El terror sigue siendo utilizado por los regímenes totalitarios incluso cuando ya han
sido logrados sus objetivos psicológicos: su verdadero horror estriba en que reina
sobre una población completamente sometida. Allí donde es llevado a la perfección el
dominio del terror, como en los campos de concentración, la propaganda desaparece
por completo; quedó incluso totalmente prohibida en la Alemania nazi. La
propaganda, en otras palabras, es un instrumento del totalitarismo, y posiblemente el
más importante, en sus relaciones con el mundo no totalitario; el terror, al contrario,
constituye la verdadera esencia de su forma de gobierno […] matando a pequeños
funcionarios socialistas y a miembros influyentes de los partidos adversarios trataron
de demostrar a la población los peligros que implicaba la mera afiliación a esos
partidos […] como «propaganda del poder», advertía a la población en general que
resultaba más seguro ser miembro de una organización paramilitar nazi que ser un
republicano leal.”
TEXTO 6
TEXTO 7
TEXTO 8
“Auschwitz-Birkenau era un doble campo, tan amplio que solamente la alambrada
electrificada que rodeaba a Birkenau (el centro de exterminación), tenía
aproximadamente doce kilómetros; cada uno de los campos, uno a cada lado del
ferrocarril, medía unos siete kilómetros cuadrados (...) Torres de vigilancia se
levantaban a intervalos regulares a lo largo de la alambrada electrificada. Estas torres
estaban dotadas de guardias armados de las SS y de la Waffen-SS. Disponían de
reflectores que iluminaban las instalaciones por la noche.
Las cámaras de gas y el crematorio esperaban a aquellos que habían sido rechazados
en la selección para el trabajo. Éstos eran los viejos, los débiles, los tullidos, todos los
que presentaban algún síntoma de desorden mental, mujeres embarazadas y todas las
mujeres con hijos hasta unos catorce años de edad (… )
Los hombres y las mujeres aptos eran conducidos en formación y desnudos,
numerados mediante tatuajes y vestidos con un sucio uniforme de presidiario. Su
alejamiento en el futuro serían los atestados barracones de madera.
Los prisioneros que debían morir eran llevados a las cámaras de gas en los camiones.
Las antesalas de las cámaras de gas estaban disimuladas, aparentando ser unas casas
de baños (…) El Sonderkommando [la brigada especial que se encargaba de este
"trabajo"] regaba los cadáveres apartándolos y cargándolos en plataformas, que los
descendían a los crematorios que estaban en la parte inferior. Allí se realizaba la última
profanación: los dientes de oro eran arrancados de las mandíbulas yertas con alicates
e introducidos en recipientes con ácido, y el cabello que podía ser aprovechado era
afeitado de las cabezas de las mujeres.”