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Los actos disentivos Gemma Herrero Moreno Universidad de Valladolid Resumen EI presente trabajo se propone abordar el estudio de un determinado tipo de actos de habla, los actos di- sentivos. Se realiza, en primer lugar, una revisiGn terminolégica en la que se valoran diferentes deno- minaciones y se considera la conveniencia o no de utilizar un término genérico que unifique, a la vez que clarifique, posibles variantes. A continuaci6n se determina su naturaleza, a partir de sus propiedades constitutivas. Por tltimo, se analiza por qué se producen los actos disentivos y qué funciones pragmti- co-discursivas desempefian, Palabras clave: Actos de habla, desacuerdo, organizacién de preferencia. ABSTRACT The aim of this papers is to study a special kind of speech act: the expression of dissent. At first, we adress a critical review of the different terms we cand find in the literature and we weight the opportu- nity to use a generic term thats allows to unify and make clear others alternatives. Afterwards, we adress their nature, starting from their constitutive properties. We conclude analyzing the reasons why this kind of speech act is met and what type of pragmatic and discursive fuctions they accomplish. Keywords: speech acts, disagreement, preference organization. Data de Aceptacién: novembro de 1999 VERBA, ISSN 0210-377X, 2002, vol. 29: 221-242 222 Gemma Herrero Moreno: Los actos disentivos 1. INTRODUCCION La actividad conversacién coloquial esté regulada por un conjunto de maximas y prin- cipios de tipo sociocomunicativo, entre los que destacan los de Cooperacién (Grice, 1975), Cortesfa (Leech, 1983) y Buisqueda del acuerdo (Moeschler, 1985). Su cumplimiento da lugar a interacciones cooperativas que reflejan la organizacién de preferencia (Levison, 1989; Pomerantz, 1984): los intercambios estén formados por segundas partes preferidas y espera- das, en relacién con el turno de habla o intervencién previa. Ahora bien, existen ocasiones en las que dichos principios no se respetan, se incumplen de forma manifiesta y, como conse- cuencia, surgen interacciones polémicas. En Herrero (2000) realizamos un andlisis pragmatico de la conversacién polémica en el que investigamos la naturaleza del discurso polémico, determinamos sus elementos constituti- vos y establecimos sus caracteristicas. Sefialdbamos allf que la conversaci6n polémica est constituida por una o varias secuencias en las que existen intercambios formados por actos disentivos, pero la limitaci6n de espacio nos impidié realizar un anélisis pormenorizado de los mismos. Por ello, el presente trabajo se propone abordar exhaustivamente su estudio. 2. TERMINOLOGIA En la bibliografia especializada es frecuente encontrar utilizados términos como disen- tivos, refutativos, disputativos, opositivos, etc., al referirse a actos de habla como los que aparecen en el turno B de los siguientes ejemplos: a) Vas a ir a casa de Maite a estudiar? : jA ti qué leches te importa! Q {Qué nifio tan rico! Cuénto tiempo tiene? : Nada de ‘nifio’. Es una nifia, @) A B: A B: A: El Barsa va a ganar la liga B: ;Vamos ya! jNo te lo crees ni ti! A B: A B: @ Jo, estoy helada. Hace un frfo de mil pares de narices. : Pues hard frio, pero a mi no me lo parece 6) No me he acordado de que habfamos quedado a las siete y media, de verdad. : (Ti es que eres gilipollas. Vete a la mierda! Se trata, como puede observarse, de actos de habla en los que se manifiesta el desa- cuerdo de un interlocutor B con distintos aspectos de un enunciado previo correspondiente a un locutor A. Existen, pues, posiciones contrarias o enfrentadas entre los interlocutores, VERBA, 2002, vol. 29: 221-242 223 En este sentido Moreno Cabrera (1994, 355-360), que sigue la clasificacién de Bach y Harnish (1979, 42-44), distingue dentro de los a - disentivos: disentir, rechazar - disputativos: disputar, objetar, protestar diferenciados, segtin él, por la menor fuerza ilocutiva de los primeros respecto de los segun- dos. Vuelve a referirse de nuevo a los actos disentivos, al especificar los subtipos de actos expresivos negativos: “el hablante expresa su rechazo no aceptacién de lo propuesto por el interlocutor: declinar, rechazar, desestimar, desdefiar, oponerse, disentir”. ctos asertivos dos subtipos: A primera vista existe una gran similitud entre los actos disentivos (ya sean asertivos 0 expresivos negativos) y los disputativos, por lo que parece conveniente realizar un anilisis Iéxico de los términos sefialados, que sirva para aclarar conceptos y, consecuentemente, para poder concluir si es necesario mantener distintos subtipos, o bien resulta més ventajoso, por clarificador, utilizar un término genérico que los agrupe. El Diccionario de la RAE (1992, 21* ed.) ofrece las siguientes definiciones ~ discrepar: disentir una persona del parecer o conducta de otra. ~ disentir: no ajustarse al sentir o parecer de otro. ~ rechazar: contradecir lo que otro expresa o no admitir lo que propone u ofrece. ~ refutar: contradecir, rebatir, impugnar con argumentos o razones lo que otros dicen. ~ disputar: debatir: altercar, contender, discutir, disputar sobre una cosa ~ discutir: contender y alegar razones contra el parecer de otro. ~ objetar: oponer reparo a una opinién o designio. Proponer una raz6n contraria a lo que se ha dicho o intentado. ~ protestar: expresar alguien impetuosamente su queja o disconformidad. ~ desacuerdo: discordia o disconformidad en los dictémenes 0 acciones. ~ discordia: oposicién, desavenencia de voluntades u opiniones. ~ disconformidad: oposicién, desunién, desacuerdo en los dictémenes o en las volun- tades. ~ disensi6n: oposicin 0 contrariedad de varios sujetos en los pareceres 0 en los pro- pésitos, ~ oponer: proponer una razén o discurso contra lo que otro dice o siente. El andlisis de las dis partidas por todas ellas: tas definiciones pone de manifiesto ciertas caracteristicas com- a/existe como denominador comin una actitud de refutaciGn, rechazo, disconformidad, etc., en suma, de DESACUERDO, que afecta a distintos aspectos de la intervencién previa, explicitos en las propias defini jones: - alos dictdmenes, juicios, opi afecta a lo que se dice (4 jiones, pareceres, creencias allf vertidos, en suma, tum), al componente seméntico del enunciado. 224 Gemma Herrero Moreno: Los actos disentivos ~ alos propésitos, acciones, voluntades, intenciones, sentimientos del interlocutor correspondiente, esto es, afecta a los aspectos relativos al modus, entendido en un sentido amplio, o a la relaci6n entre los interlocutores, en definitiva, al componente pragmatico. b/el desacuerdo implica una toma de posiciones contrarias o enfrentadas entre los. interlocutores y puede, ademés, aparecer justificado, aduciendo razones o argumen- tos adecuados. c/el desacuerdo se presenta con mayor o menor intensidad, es decir, existen diversos grados de fuerza ilocutiva en este tipo de actos. Precisamente este es el criterio en el que se basa Moreno Cabrera para diferenciar los actos disentivos (menor grado de fuerza ilocutiva) de los disputativos (mayor fuerza ilocu- tiva). Sin embargo es sumamente dificil determinar con exactitud el grado de fuerza ilocutiva que corresponde respectivamente a la disensién, disputa, refutacién, oposicién, es decir, a los actos disentivos y disputativos, por varias razones: ~ en primer lugar, porque el andlisis de las definiciones resefiadas pone de manifiesto cémo acaban por igualarse unas y otras -y, en consecuencia, la fuerza ilocutiva corres- pondiente-; tanto disentir como objetar suponen oposicién, esto es, discurso con- tra lo que otro dice; rechazar, discutir, implican contradecir lo que otro expresa; incluso un acto disentivo como rechazar parece presentar mayor fuerza ilocutiva que el disputativo objetar (vid. supra). = en segundo lugar, como luego se vers con més detenimiento, porque hay que tener en cuenta, ademas, otros factores que determinan la fuerza ilocutiva de los actos de habla, tales como la forma que presente el enunciado (afirmativa o negativa; intensi- ficada 0 no; con modalidad expresiva o declarativa, por ejemplo: disiento absoluta- mente; lo rechazo; no es verdad, no estoy de acuerdo para nada, etc.), el elemento sobre el que recae el desacuerdo (el interlocutor en cuanto tal, la forma de su discurso, su contenido, etc.), si se trata de un acto de habla directo o indirecto, si hay 0 no ate- nuacién en funci6n del principio de cortes‘a, etc. En consecuencia, dado que los actos que nos ocupan manifiestan siempre un valor ilo- cutivo de refutacién, desacuerdo o disconformidad —factor fundamental para su reconoci- miento—, y que no es fécil determinar a priori (es decir, utilizando s6lo el verbo o expresién que denota tal 0 cual acto) el grado de fuerza que presentan -factor secundario-, preferimos referirnos a una categorfa tinica de actos y elegir para denominarlos el término mas genérico y menos marcado, sin negar que, evidentemente, puede haber diferencias de grado en cuanto a la fuerza ilocutiva que manifiesten. Por ello, a partir de este momento, nos referiremos a ellos con el nombre de actos de desacuerdo 0 actos disentivos. Antes de profundizar en su estudio, es conveniente atin precisar otra cuestiGn: la consi- deracién de los actos disentivos como variantes o subclases de dos tipos de actos distintos, los VERBA, 2002, vol, 29: 221-242 225 ASERTIVOS —expresan la creencia por parte del hablante de que se da determinado suceso situacién, representan un suceso como un acontecimiento real— y los EXPRESIVOS —en ellos el hablante expresa su actitud ante determinadas situaciones— (Moreno Cabrera, 1994). Tal y como se ha sefialado, segtin la clasificacién de Bach y Harnish (1979), existen actos disentivos asertivos (disentir, rechazar) y actos disentivos expresivos negativos (declinar, rechazar, desestimar, desdefiar, oponerse, disentir). Sin embargo, no se hace nin- guna distincién al respecto, ni tampoco se aporta justificaci6n alguna de tal subdivisi6n, salvo la diferenciacién inicial que corresponde a los actos asertivos y expresivos. La raz6n habré que encontrarla en la distinta modalidad de enunciacién (0 modalidad gramatical)! que presenten los enunciados correspondientes. A nuestro parecer, los enunciados que realizan actos disentivos asertivos presentan una modalidad de enunciacién declarativa —con el patrén melédico correspondiente—: en ellos se declara, denota o comunica expresa- mente el desacuerdo 0 rechazo de ciertos aspectos del enunciado; corresponden a una forma del tipo declaro (comunico) mi desacuerdo (rechazo, refutacién, oposicién) con X, donde X representa el elemento del enunciado o Ia enunciacién ante el que se manifiesta el desacuerdo. Por ello, suele aparecer un verbo de lengua que lo hace explicito: no estoy de acuerdo con es0, rechazo de plano tus acusaciones, eso no es asi, me opongo a que se vote, etc. Por su parte, los actos disentivos expresivos se asocian con el patrén correspondiente a la entonacién emotiva (Navarro Tomés, 1974, 152). Presentan una modalidad de enunciacién expresiva?, de forma que ya no se declara el desacuerdo, sino que se ejecuta, se manifiesta directamente. En otras palabras, la enunciacién de un acto asertivo disentivo es el resultado de la decisi6n de informar respecto a cierto objeto (el desacuerdo con diversos componentes del enunciado o enunciacién), por lo que éste es externo a la enunciacién, Sin embargo la enunciacién de un acto disentivo expresivo esta provocada por los sentimientos experimenta- dos ante determinados objetos o situaciones; por ello el desacuerdo se sitdéa en la enunciacién misma y se manifiesta a través de ella (vid, Ducrot, 1986, 190 y 204-205). Desde la perspectiva que abordaremos, dicha distincién no es fundamental, pero sida lugar a formas de expresién diferentes, ligadas a los dos tipos de modalidad, que cobrardn importancia en relaci6n con otros factores, tales como la cortesfa, la gradacién, la atenuacion de la fuerza ilocutiva, etc. Ademés, hay que tener en cuenta la posibilidad de realizar actos disentivos, no explicita, sino implicitamente, mediante actos indirectos (Vid. 3.2.2. ¢}. n° 10). 1 Sobre el concepto de modalidad y, en concreto, sobre la distincién entre modalidad de la enunciacién y moda- lidad det enunctado pueden consultarse, entre otros, Ios trabajos de A.Meunier (1974); C.Otaola (1988); ‘T.Jiménez Julis (1989) y C-Fuentes (1991). En Herrero (1990) se defiende Ia existencia de un cuarto tipo de modalidad de enunciacién, la expresiva, al lado de la declarativa, interrogativa e imperativa, Se manifiesta fonolégicamente mediante la elevaci6n, des- ccenso 0 inflexién circunfleja del tono, alo largo de toda la curva melddica; sintacticamente, por el orden mar- cado de palabras y, en ocasiones, por elementos especificos, tales como interjecciones, pronombres exclama- tivos y particulas exclamativas. La modalidad expresiva expone de forma directa los sentimientos del sujeto tenunciador; en consecuencia, no se confunde con 1a modalidad declarativa ni es una variante de sta. 226 Gemma Herrero Moreno: Los actos disentivos 3. NATURALEZA DE LOS ACTOS DISENTIVOS Los disentivos son un tipo de actos asertivos 0 expresivos negativos que poseen las siguientes caracteristicas 3.1. son segundas partes de un intercambio. 3.2. manifiestan el desacuerdo o rechazan determinados aspectos de la primera parte. 3.3. en relacién con la organizacién de preferencia o pertinencia condicionad: tuyen segundas partes no preferidas. consti- 3.1. Los actos disentivos son de naturaleza dial6gica: se manifiestan en intervenciones © turnos de habla que funcionan siempre como segundas partes de un par adyacente (Levin- son, 1989) 0 intercambio, por lo que estén subordinadas a una intervencién previa, rectora del intercambio, que constituye la primera parte del mismo. De aquf deriva una serie de prop dades distintivas: 3.1.1, Tienen una funcién ilocutiva reactiva} o reactiva-iniciativa, nunca iniciativa: necesitan un objeto previo al que referirse, ya que reaccionan ante é1, en concreto, necesitan de una intervencién previa en relaci6n con la cual se especifica el tipo de reaccidn o respuesta que conforman, Dado que manifiestan desacuerdo, rechazo, etc., cumplen una funcién reac- tiva negativa. Son, por tanto, un claro exponente de la conexi6n interlocutiva, manifestada a través del encadenamiento entre habla y réplica (Beinhauer, 1978,184). 3.1.2, Originan enunciados contextuales*, que requieren la presencia de un enunciado previo (presente en la intervencién anterior de otro interlocutor), alguno de cuyos elementos se convierte en blaneo del desacuerdo. 3.1.3. Por ello son anaférieos (en el sentido de D. Dumitrescu, 1978, 226): remiten a la intervencién previa mediante un proceso retroactivo en el que se retoma todo o parte de lo allf enunciado para rechazarlo. 3.1.4. Con frecuencia son una muestra evidente de discurso repetido, de polifonia (Ducrot, 1986): recogen de forma mas o menos exacta lo dicho anteriormente para rechazarlo, es decir, integran el discurso del interlocutor anterior en el propio; de hecho, muchas de las 3 Sogn Moeschler (1985), esta funcién se asigna a intervenciones reactivas en relaci6n con las intervenciones con funcién iniciativa: “constituyen basicamente a clase genérica de las respuestas ¢ indican el tipo de cum- plimiento de las obligaciones contrafdas al interpretar las funciones iniciativas”. 4 Martinet (1987) califica de esta manera a los enunciados que slo pueden ser interpretados estableciendo la relacién que mantienen con el contexto inglistico previo. VERBA, 2002, vol. 2! 227 formas linglifsticas que realizan actos disentivos corresponden a estructuras eco, formas nega- tivas, etc., en las que esta caracterfstica es fundamentalS: (© A: Estés muy guapa. B; ;Guapa, dice*! No he pegado ojo en toda la noche, 3.1.5. En muchos casos se puede observar en ellos la doble directividad (Levinson, 1989, 342), al orientarse hacia el turno anterior y hacia el siguiente: como se ha sefialado, rea- lizan un movimiento retroactivo (son enunciados contextuales de marcado cardcter anaférico) y, al tiempo, prospectivo: como se verd mas adelante, pueden obligar al interlocutor a rehacer oreformular su discurso en la intervencién que sigue, es decir, provocan rectificaciones; son, en términos de Levinson (1989), iniciadores de enmienda en el turno siguiente: (7) _A: Mario se ha comprado un BMW descapotable. B: {Un BMW? ‘A: jAy, no, un Audi, que me diga! Hay que sefialar, no obstante, que en contadas ocasiones el carécter anaférico, contex- tual y la doble directividad pueden no ser tan evidentes. Cuando los actos disentivos no sur- gen en el transcurso de Ia actividad coloquial, sino en manifestaciones escritas (publicacio- nes periodisticas 0 de cardcter cientffico) es habitual que, dado que la opinién o idea que se va a rechazar no esté presente en el contexto previo, el responsable del acto disentivo la exponga a continuacién: por ejemplo, formulaciones como “No podemos estar de acuerdo con X (emisor responsable de la informacién que se va a rechazar) cuando dice, afirma Y (dis- curso de X)". En estos casos,el locutor del acto disentivo no toma como blanco informacién del enunciado previo, sino de un discurso anterior: al no saber con certeza si su interlocutor lo conoce, hace explicito el objeto del desacuerdo. Del mismo modo, dentro del coloquio se puede producir el rechazo de verdades generales, creencias socioculturales consabidas, pre- suposiciones, etc., que no se encuentren en el contexto lingiifstico previo, pero que remitan a una proferencia anterior, aunque ésta no sea efectiva, sino reconstruida (Hernandez Paricio, 1985), como en “Ni se te ocurra empezar con la chorrada esa de que los catalanes son aga- rrados y toda la pesca!” 3.2. Los actos disentivos tienen un valor ilocutivo de rechazo, refutacién o desa- euerdo; en suma, realizan un movimiento discursivo que contradice un enunciado anterior (0 5 Vid. F, Hernndez, Paricio (1985), para la negacién y el discurso repetido; G. Herrero (1995), para el valor polifénico de las exclamativas-eco. 6 El verbo de enunciacién decir -o bien otro performativo- se hace explicito en muchos casos justamente para ‘marcar la doble enunciacién o polifonia enunciativa: el término o secuencia recogida es responsabilidad del interlocutor A, por lo que esta citado, mencionado. 228 Gemma Herrero Moreno: Los actos disentivos determinados aspectos del mismo), manifestando una posiciGn no acorde 0 antagénica con la alli expuesta, El desacuerdo inherente a todo acto disentivo es un elemento relativo y gradual: ~ relativo, ya que existe desacuerdo y acuerdo (Kerbrat- Orecchioni, s.f). Existe una dimensién particular del desacuerdo en el sentido de que éste afecta a determinados aspectos (que constituyen el blanco del ataque ), pero, al tiempo, existe un acuerdo general referente a los principios discursivos generales, tales como la toma de turno, la alternacia de turno, la coherencia, la coorientacién argumentativa, etc. ~ gradual, puesto que puede tratarse de un desacuerdo leve 0 moderado, 0 bien mani- festarse de un modo extremo, como en el caso de la descalificacién personal, el insulto o Ja injuria, Como se verd a continuacién, el desacuerdo que afecta al conte- nido proposicional del enunciado (opiniones, valoraciones, puntos de vista) presenta un cardcter polémico més leve que el que recae sobre el interlocutor (adversario, en este caso) y su imagen positiva (Goffmann, 1971). En el primer caso puede producirse un proceso de negociacién del desacuerdo, generalmente imposible en el segundo. Ademés, dado que la manifestaci6n del desacuerdo constituye, generalmente, una inter- vencién no preferida (vid, 3.3), es habitual utilizar formas (elegidas en funcién del principio de cortesfa) que mitiguen y minimicen el desacuerdo, esto es, que lo atentien. Igualmente, la utilizacién de actos de habla indirectos obedece a este fin. Por el contrario, en otras situacio- nes claramente polémicas se recurre a la intensificaci6n y persistencia de! desacuerdo para mostrar de modo evidente la oposicién con el interlocutor. Todo ello da lugar a la existencia de una amplia gama de formas para manifestar el desacuerdo que oscilan desde las directas y extremas, hasta otras més suaves e indirectas. Por otra parte, el desacuerdo afecta a distintos aspectos del enunciado previo: hay que sefialar, en este sentido, la existencia de un blanco o elemento del turno anterior sobre el que se manifiesta el desacuerdo, Bésicamente pueden ser objeto de rechazo el interlocutor (3.2.3), el contenido de su discurso (3.2.1) 0 la forma e intencionalidad del mismo (3.2.2). Cuando el blanco del ataque es el contenido del discurso, el desacuerdo es de tipo semantico; en los otros casos es de tipo pragmitico. 3.2.1. Lo mas frecuente es que el desacuerdo recaiga sobre el dictum o contenido pro- posicional del enunciado previo, ya sea sobre todo él, o bien afecte slo a una parte. En ambos casos se trata de una disensién de tipo semAntico. En (3) B rechaza la afirmacién vertida por A, relativa al ganador del campeonato de liga, no est de acuerdo en que gane el F.C.Barce- Iona. En (2) 0 (7) el blanco es sélo una parte del enunciado: en (2) B rechaza, mediante una negacién metalingiifstica (Horn, 1985) el término nifio utilizado por A y, ademas, proporciona el signo correcto nifia; en (7) B no esta de acuerdo en que sea un BMW el coche adquirido por Mario, de forma que expresa indirectamente el desacuerdo mediante una estructura-eco que sirve, ademés, para provocar la rectificacién de A en su siguiente turno de habla. VERBA, 2002, vol. 29: 221-242 229 Los actos disentivos que expresan el desacuerdo con el dictum son los mas frecuentes, y es légico: socialmente se admite la posibilidad de que puedan existir discrepancias respecto a opiniones, puntos de vista, juicios, pareceres, etc., por ello su manifestacién (siempre que no se realice de una forma extrema) es, hasta cierto punto, aceptada, Ademés, desde el punto de vista de la dindmica conversacional, parece conveniente que exista una confrontacién equi- librada de opiniones o pareceres, ya que, de hecho, puede resultar beneficiosa para la cons- truccién del consenso y enriquecedora de Ia actividad conversacional: el desacuerdo, es, en cierto sentido, un activador o dinamizador de la conversaci6n, y lo es hasta tal punto que, en ciertas circunstancias, se finge desacuerdo, con el tinico fin de activar la argumentaci6n dia- Iéctica y evitar el peligro de la monotonfa en la conversacién, puesto que ésta, en tiltima ins- tancia, puede causar la finalizacién de la interaccién, Por otra parte, son los menos marcados respecto al grado de fuerza ilocutiva que pre- sentan (menos que los que afectan al interlocutor, por ejemplo). No obstante, pueden ser uti- lizados como una estrategia sutil de ataque al interlocutor, esto es, en vez de atacarle directa y explicitamente, se hace de forma velada discrepando o rechazando su discurso, presentando éste, ademéds, de un modo simplificado, distorsionado, etc (8) Noesde sentido comtin mantener que la culpa de la finalizaci6n de la tregua de ETA la tiene Mayor Oreja por no haber acercado a los presos al Pafs Vasco, como hace Pe- dro. En (8), aunque inicialmente parece que el interlocutor manifiesta no estar de acuerdo con una opinién general, compartida, entre otros, por Pedro, lo fundamental es que lo esta descalificando al afirmar que no tiene sentido comtin, Por ello, cuando en un discurso es cons- tante la presencia de actos disentivos, relativos a las opiniones y pareceres de un interlocutor, el blanco del ataque acaba por desplazarse del dictum al interlocutor, puesto que la critica insistente de sus palabras constituye un ataque directo hacia é1. En definitiva, rechazar lo que alguien dice, y més si se hace de forma recurrente, puede suponer el rechazo de ese alguien, quien, en iltima instancia, es el dnico responsable de lo allf enunciado. Por tiltimo, se puede afirmar que el grado de aceptacién de los actos disentivos que tie nen como blanco el dictum varia en funcién del tipo de elemento de que se trate: el rechazo de un término poco apropiado 0 equivocado, (no es un nifio, es una nifia; no es exactamente una tumbona, es un sill6n con un respaldo que puede inclinarse bastante hacia atrés) se admite de mejor grado que la discrepancia o la confrontacién de opiniones (Para nada estoy de acuerdo con lo que dices; no tienes ni pizca de razén en eso), porque esta situacién puede con- ducir fécilmente al encadenamiento de actos disentivos que termina por generar discursos polémicos, 3.2.2, Otros actos disentivos ponen de manifiesto el rechazo del valor ilocutivo del acto de habla previo y/o de su modalidad de enunciacién, mas que propiamente del dictum. Esto 230 ‘Gemma Herrero Moreno: Los actos disentivos es, el desacuerdo puede recaer sobre el tipo de acto de habla que constituye la emisin de X ylo sobre la forma (declarativa, interrogativa, expresiva, imperativa) elegida por el adversario para decir X, ( {No me preguntes eso!, ;Ahora no te lamentes!, ;Por qué le has tenido que con- tar eso a Luis?, No me mandes callar!, etc.). En realidad, a veces es complicado determinar si se est4 rechazando uno, otro, 0 ambos aspectos, aunque, en cualquier caso, la disensién es de tipo pragmético. En general, el valor ilocutivo de un acto de habla se hace explicito a través de la modalidad gramatical’; en estos casos no hay problema. Sin embargo, cuando existe distancia entre uno y otro (forma inte- rrogativa que realice un acto de mandato, forma declarativa que realice una pregunta, etc.), se atenderd, preferentemente, al valor ilocutivo realizado, puesto que éste se determina tomando en consideraci6n todos los elementos de la situacién de enunciacién (contexto, condiciones de enunciacién, relacién entre los interlocutores, etc.), por lo que es mas facilmente observa- ble. Comparese (1) y (9): (9) Az gTe quieres callar ya de una vez, que no me dejas hablar? B: ;Te vas a dar érdenes a tu padre! En (1) se rechaza el valor ilocutivo del acto de A, preguntar, derivado de la modalidad interrogativa (; Vas a ir a casa de Maite a estudiar?): se hace patente que A no deberfa haber realizado la pregunta, que ésta, cuando menos, es inapropiada. En (9), a pesar de la modali- dad de enunciacién interrogativa, no se rechaza el acto de preguntar; estamos ante un acto de habla indirecto, por ello lo que B rechaza es el valor ilocutivo del acto conminatorio o impo- sitivo de A, claramente reproducido y puesto de manifiesto por la forma metadiscursiva uti- lizada (Te vas a dar drdenes a tu padre) Logicamente, en este tipo de actos disentivos el desacuerdo o rechazo termina con fre- cuencia por alcanzar al dictum: al tiempo que se rechaza el valor ilocutivo de un acto de habla, se rechaza también el contenido de ese acto, ya sea comunicado de forma explicita o implicita. En este sentido, se puede afirmar que no es extrafio que el desacuerdo recaiga sobre la implicatura derivada del enunciado de A, es decir, sobre lo deducido por B (sea adecuado 0 erréneo), a partir de lo explicitamente comunicado por A, como en (10): (10) A: Te vas ya para casa? B: Lo siento, tengo el coche en el taller. 7 Estaes la hipétesis de Ia fuerza literal, que determina el valor ilocutivo a partir de la forma y significado ora- cional, Sin embargo, ante los llamados actos indirectos caben dos opciones: o bien seguir manteniendo la hipstesis anterior, matizndola con la fuerza indirecta, que se obtiene a partir de las infereneias realizadas, teniendo en cuenta las condiciones contextuales, o bien se niega la estrecha relacién entre modalidad oraci nal y fuerza ilocutiva, considerando que ésta es de naturaleza Gnicamente pragmética, propiedad de los enun- ciados, no de la forma y significado oracional VERBA, 2002, vol. 29: 221-242 231 Aqu{B interpreta o deduce que A le est pidiendo de un modo no explicito que le lleve en coche a casa, es decir, realiza una interpretacién no literal del acto de habla de A, a través de la correspondiente implicatura. Sin embargo, ante la imposibilidad de complacerle, por lo argumentado a continuacién (el coche esté estropeado), deniega la peticién implicada en el enunciado de A, pero, en virtud del principio de cortesia (Leech, 1983; Haverkate, 1994), lo hace indirectamente, atenuando el rechazo, mediante la introduccién de la expresién per- formativa de disculpa —lo siento— y la utilizacién de un acto disentivo indirecto, implicado en la afirmacién siguiente, que justifica la causa de la denegacién. 3.2.3. Por tiltimo, hay actos disentivos que toman como blanco de ataque al interlocu- tor. Determinados autores, como los citados Bach y Harnish, incluyen estos actos dentro de los expresivos negativos, pero hacen con ellos un subtipo aparte, el de los actos Incrimina- torios, distinto al de los Disentivos. La tinica diferencia entre ambos es el blanco de ataque (tasladado ahora del enunciado a la enunciacién), pero la actitud es la misma: desacuerdo rechazo de X (donde X ejemplifica el objeto sobre el que recae la actitud de desacuerdo, opo- siciGn, etc). Por ello, como ya argumentamos més arriba, hemos optado por incluirlos dentro de una categoria global de actos, los de desacuerdo o disentivos, que manifiestan dicha acti- tud, con mayor 0 menor fuerza. El rechazo del interlocutor puede realizarse veladamente, manifestando, en apariencia, desacuerdo con el contenido o la forma de su discurso, pero persiguiendo, ante todo, que el ataque lo tome a él como blanco, tal y como se ha sefialado en (8). En estos casos, el rechazo adopta formas indirectas: se cuestionan las opiniones del interlocutor, se ponen de manifiesto sus puntos débiles, las contradicciones que afectan a sus palabras, creencias 0 actos (Plantin, 1998, 140-142), la pobreza de sus argumentos, etc. Otras veces el rechazo del interlocutor se leva a cabo de un modo explicito y directo, ya sea adoptando formas matizadas, en las que se manifiesta el desacuerdo con cierta(s) faceta(s) 0 actitud(es) de su personalidad, pero sin desacreditarlo totalmente, como en (11), 0 bien adoptando formas extremas, como la descalificaci6n, el insulto, la injuria, la burla, como en (12), lo que supone un ataque agresivo y violento. (11) A:;Anda, que las has hecho buena con darle Ja vuelta al colchén! B: Ay, Carlos, no seas pesado...! (12) A: No, es que los nifios estén mejor con la madre hasta los dos 0 tres afios. B: ;Pero ti qué vas a opinar de la educacién familiar, té que eres una cualquie- ra, que no sabes hacer la O con un canuto! ;Ten un poco de dignidad y ver- giienza y céllate! En (11) el desacuerdo no afecta al contenido del enunciado (B sabe que A tiene razén en decir lo que dice), sino que B manifiesta su rechazo ante la actitud de A (la insistencia en 232 Gemma Herrero Moreno: Los actos disentivos decirlo), pero este desacuerdo parcial no invalida la figura de A como interlocutor, ni ame- naza la continuidad de la conversacién. En (12), por el contrario, B realiza un ataque frontal, un rechazo total de A: no importa lo que A diga, ni cémo lo diga, puesto que, desde el prin cipio, no se toma en consideracién su discurso y se la descalifica totalmente como interlocu- tora, En suma, el rechazo es doble, ya que queda descalificada en el plano personal y en el de la interacci6n comunicativa, al negarle toda validez como interlocutora. Muchas de las expresiones metacomunicativas sefialadas por Stubbs (1987, 60) (

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