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El documento resume la estructura histórica del Perú en 3 oraciones:
1. Divide la historia del Perú en dos períodos principales, el período autóctono (hasta 1532) y el período heteróctono (desde 1532 en adelante), cada uno con dos épocas.
2. Cada época se subdivide en subépocas, y entre las épocas y períodos hay tres momentos transicionales importantes: el momento de las confederaciones, el de la conquista y el de la emancipación.
3. Presenta
El documento resume la estructura histórica del Perú en 3 oraciones:
1. Divide la historia del Perú en dos períodos principales, el período autóctono (hasta 1532) y el período heteróctono (desde 1532 en adelante), cada uno con dos épocas.
2. Cada época se subdivide en subépocas, y entre las épocas y períodos hay tres momentos transicionales importantes: el momento de las confederaciones, el de la conquista y el de la emancipación.
3. Presenta
El documento resume la estructura histórica del Perú en 3 oraciones:
1. Divide la historia del Perú en dos períodos principales, el período autóctono (hasta 1532) y el período heteróctono (desde 1532 en adelante), cada uno con dos épocas.
2. Cada época se subdivide en subépocas, y entre las épocas y períodos hay tres momentos transicionales importantes: el momento de las confederaciones, el de la conquista y el de la emancipación.
3. Presenta
Desde el presente, aparece el Perú Para comprender nuestra estructura como una viviente totalidad, cuyo ser históriconaciocal, arrancamos, metódica ha sufrido alteraciones a través del mente, de una instancia sintético-previa, tiempo, es decir, que su desarrollo in- caracterizada por aparecer como una tususceptivo muestra a una orgánica en posible totalidad en el tiempo y el es tidad histórica, indivisa y, a la vez, en pacio, visión inicial y esquemática enun- riquecida por tales mutaciones. Abor ciable como Perú; pasaremos en segui dar, pues, el problema de la estructura da a otra instancia real y analítica, don y continuidad históricas del Perú signi de serán mostradas las partes diversas fica penetrar en el tema de los entes que constituyen su integridad concreta, antropológicos mediatos, genéricos, apo visión intermedia y taxada enunciable yados existencialmente en individuos como P-e-r-u; y, por último, llegaremos cuya multiplicidad es ocasión de que se a una necesaiia instancia sintético-ple- haga patente un modo de ser colectivo na, donde la primitiva mención global que yace en su caótica pluralidad. aparezca en su indubitable integridad, No se trata de un problema acerca visión final y plena enunciable como Perú. de realidades o irrealidades, sino de Si el Perú (concepto sintético-previo) enunciar grad js concretos de un cono como entidad supraindividual plantea cimiento antropológico. Aquí el indivi un claro problema objetivo de conoci duo es un soporte de la colectividad, miento, dicho P-e-r-ú (concepto analíti pero esta precedencia no excluye la co co) será dividido, periodificado, tenien rrelación, sino que la exige. De tal suer do en cuenta su concreto proceso his te, que hablar del Perú y de los pe tórico. Para cumplir mejor con este ruanos supone una íntima y necesaria propósito, se hace necesario utilizar de reciprocidad. Con ocasión de los perua nominaciones por convención unívocas. nos se hace patente el Perú, y vicever Se utilizan, si a ninguna limitación sig sa; ambos encarnan realidades comple nificativa, los conceptos Período, Epoca mentarias. El Perú sin los peruanos se y Momento para lapsos históricos de la ría un concepto vacío; los peruanos sin más diversa extensión e importancia; el Perú enunciarían una intuición ciega, no pasa esto con el concepto, indubita sin sentido; todo en función de una blemente subordinado, de Subépoca. concomitante vida universal. Tiene esto Ahora bien: si en lugar de tan caó el perfil de lo apodíctico y ataca cual tica utilización consideramos al Período quier paralogismo—o sofisma— de his como el concepto de mayor extensión toriógrafos que limitan la vida histórica periodificativa—ya en cierta forma así del Perú a la etapa puramente docu mental, como si entre sus lapsos predo minantemente arqueológicos e “históri (1) Véase del suscrito: Nuestra di cos” existiese algo más que una simple visión histórica (Rev. Letras, núm. 20, diferencia metódica, emanada de recons Lima, 1941), Sobre el momento de la truir nuestra vida colectiva pasada con emancipación (Ibíd., núm. 27, Lima, 1944), y para el cuadro de periodifica- monumentos o documentos, respectiva ción, Teoría de la Historia (Ensayo) mente. (Ibíd^ núms. 56-57, Lima, 1956). utilizado por algunos historiadores—, ción (hasta 1919) y subépoca de Reno poseeremos un inestimable punto de vación o contemporánea. partida metódico. La convención se con Entre estos lapsos históricos hállanse creta entonces a emplear el concepto tres Momentos. El momento de la Con de Epoca como subordinado al de Pe quista—ocaso incaico y pórtico hispá ríodo. Subsumido por aquél, aparece nico—, entre los períodos Autóctono y en forma natural el concepto de Sub Heteróctono, representando la suprema época. Estos tres conceptos se aplican transición nuestra de culturas y corres a lapsos históricos de ritmo normal, de pondientes formas de vida; las épocas fisonomía predominantemente “estática”. Preincaica e Incaica están enlazadas por Frente a dicho grupo aparece el con el momento de las Confederaciones; y cepto de Momento, con una caracterís entre las épocas Colonial y Republica tica presencia funcional, relacionante, na ubícase el momento de la Emancipa utilizable para entroncar entre sí a ción. Estas dos últimas transiciones los Períodos y Epocas. Se trata de un muestran diferencia de matiz entre ex concepto predominantemente dinámico, presiones de una misma cultura histó aplicable a ciertos lapsos dueños de un rica, de lapsos políticos diversos, pero ritmo histórico acelerado, gracias al subsumidos en la permanente unidad de cual es posible reconstituir la orgánica un determinado período. totalidad indivisa de estructuras histó Un correspondiente cuadro del Perú ricas nacionales o universales. (instancia sintético-plena) de nuestro to Si dichos conceptos son aplicados sis tal proceso histórico sería el siguiente: temáticamente al P-e-r-ú, descubrimos Para ingresar en el estudio genérico objetivamente la presencia de dos pe del Perú, cabe señalar una compendia ríodos básicos en su proceso cultural: da bibliografía, cernida y al alcance del el período Autóctono (hasta 1532) y el lector (3). período Heteróctono (desde 1532), ca racterizados por su “purismo” y por su mestizaje, por su limitación espacial y I.—PERÍODO AUTÓCTONO por su universalidad, respectivamente. Si a continuación observamos cada uno El período Autóctono muestra una de estos períodos, descubriremos, a su estructura homogénea y una fisonomía vez, sendas particiones. cultural casi autárquica, fruto de una El período Autóctono comprende dos actividad propia de nuestro peruano an épocas: época Preincaica y época in tiguo. En todo orden, sus formas de caica; y el período Heteróctono tam vida rezuman un aliento peculiar, tie bién abraza otras dos épocas: época nen una fisonomía homogénea, es decir, Colonial (1532-1321) y época Indepen un típico “aire de familia” dentro de diente (1821-1956), dependiente en lo la diversidad de sus matices. Precisa político-cultural e independiente en lo mente Max Uble, Julio C. Tello, Luis político, respectivamente. E. Valcárcel y Jorge C. Muelle demues A su vez, la época Preincaica abar tran con sus trabajos que la cultura pe- ca dos subépocas: subépoca Arcaica y (3) La Historia en el Perú, por subépoca Chuvin-Tiuwanaco; la época José de la Riva Agüero (1.a ed. Lima, Incaica presenta, asimismo, dos subépo 1910); Fuentes históricas del Perú, por cas: subépoca de los Hurincuzcos y sub Rubén Vargas Ugarte (Lima, 1939) y época de los Hunancuzcos; la época Co Manual de estudios peruanistas; Fuen lonial: Virreinato comprende dos sub tes históricas peruanas, por Raúl Po épocas: subépoca de los Habsburgos rras Barrenechea (Lima, 1955). El tex (1532-1700) y subépoca de los Borbones to de Historia del Perú, por Gustavo (1700-1821); por último, la época Inde Pons Muzzo, utilizado en los cinco años pendiente abraza—hasta el presente— de la Educación Secundaria. Salvo cuatro épocas: subépoca Inicial (hasta omisiones, susceptibles de ser corregi das en futuras ediciones, la obra de el gobierno d: Castilla, 1845), subépoca Porras Barrenechea es imprescindible de Organización (hasta el Tratado de para un estudio del Perú según el ac Ancón, 1884), subépoca de Reorganiza tual estado de las investigaciones. 1 PERU (2). 1. Subépoca Arcaica. 2. Subépoca Chavín - Tiawa- naco. I. Período Autóctono. a. Mo m e n t o de las C o n f e d e r a c i o n e s B. Epoca Inkaica. 3. Subépoca Hurincuzco. 4. Subépoca Hanancuzco. 6. Mo m e n t o de la Con q u i s t a 5. Subépoca de los Habs- Ç. Epoca Colonial: burgos. Virreinato. 6. Subépoca de los Bor- bones. II. Período Heteróc- c. Mo me n t o de la E m a n c i p a c i ó n tono. 7. Subépoca Inicial. D. Epoc a Indepen 8. Subépoca zación. de Organi diente: 9. Subépoca de Reorgani República. zación. 10. Subépoca de Renovación. (2) Los Períodos precédense por números romanos (I y II); las Epocas, por letras mayúsculas; las Subépocas, por números árabes; y los Momentos, por letras minúsculas.
ruana es una, aunque diversificada en aporta valiosas sugerencias a la solución
múltiples estilos locales (4); cabe decir de nuestros problemas sociales contem que hay una integración sobre la si poráneos y a los foráneos. En su pos multánea multiplicidad, una unidad na trer manifestación, alcanzó a elaborar cional en la variedad de nuestros loca una vida estatal concreta como sólo en lismos antiguos. Y, como ahora, el Perú las utopías habíase descrito. No es que autóctono tuvo sus dos principales áreas fuese una sociedad perfecta e idílica, en la sierra y en la costa, mientras la donde todo era bueno, ni que allí la selva fué lugar indómito (5), separado justicia campease omnímoda o la moral por una “cabecera”, tierra típicamente o las otras manifestaciones de la vida fronteriza, de límite constante entre humana—siempre en trance de perfec nuestra “civilización y barbarie” anti tibilidad—; es un mundo análogo a los guas. otros, con tremendas desigualdades y Una vida colectiva organizada se for deficiencias relativas a un modo de vida jó gradualmente en este lapso histórico, distinto. Hay castas de privilegiados que cuya forma más elevada—la incaica— se superponen sobre otras, es decir, una clásica diferencia de grupos humanos. (4) Hecho recalcado explícitamente Pero no existió la explotación y miseria por L. E. Valcárcel. cruel que conocemos en la cultura occi (5) Actualmente, esta región se en cuentra en inicial trance de domeñación, dental y sus epigonos, por ausencia del gracias a una fuerza mecánica y a una frenético desnivel que el dinero genera sistematización planificada antes desco a costa del trabajo creador de riqueza, nocida. Aunque es necesario decir que sin embargo subvalorado en demasía, y, una continuidad y apoyo plenos a las como consecuencia, el reparto y consu Misiones de jesuítas y franciscanos,hu mo fueron de beneficio general. Existió biera aportado a nuestro siglo xx con una mayor adecuación entre la sociedad secuencias muy apreciables. Especial y el hombre de ese mundo peruano mente la rebelión de Juan Santos Ata- autóctono, en función de un colectivis hualpa (1742 y sgs.) significó un retro ceso y la pérdida de pacientes esfuerzos. mo constructivo. Si se tuviese que se jado en la arquitectura, escultura y pin rales Pukara, Tiawanaco propiamente turas. Sus edificios de piedra consti dicho, Pukina o Atacama, Kollawa y tuían poblaciones defendidas por mu Santa. En su primitivo territorio se en rallas; sus templos presentan una for cuentra el antiguo lago sagrado del Ti ma piramidal, con una o más platafor ticaca, que constituye la gran Pacarina mas superpuestas y atravesadas por ga o fontana de donde toda vida brota. lerías interiores. Los adoratorios de La civilización de Tiawanaco es im Chavín aparecen revestidos de una arci portante y sugestiva. Sus monumentos lla endurecida al fuego. Posee una es descubren una gran habilidad lítica y cultura lítica bastante avanzada, con fi una rica fantasía, y tienen capital im guras en alto y bajo relieve. Se han portancia para el estudio genético de encontrado en sus templos y tumbas la cultura peruana. Inti y Quilla—el variedad de estatuas y utensilios de pie Sol y la Luna—hacen huir la oscuridad dra. Predominan las estelas, obeliscos del mundo y son los padres de Manco y cabezas de seres fantásticos zoomor- Cápac y Mama Odio, fundadores del fos, cuerpos descuartizados y órganos Imperio Incaico. En la leyenda del ori seccionados. Su cerámica es monocorde gen del Tawantinsuyo, la hermenéutica en negro, gri; o rojo, con impresión histórica nuestra encuentra una impor de madera o piedra, mostrando incisio tante alusión a una acción constructiva nes o esculpidos que representan figu originaria del grupo meridional Kolla. ras ornamentales. Su cerámica presenta Según Tello, los caracteres que tipi el cántaro globular de base plana, cue fican a la civilización de Tiawanaco llo tubular grueso, arqueado, con bor son: “el uso de los sillares de piedra des también gruesos en los platos y os pulida, rectangular o paralelepípedos tentando decoraciones acanaladas o pli en la construcción de sus grandes edi sadas. Las representaciones demoníacas ficios en la sierra y el del adobe rec o míticas tienen como base común la tangular, imitando estas piedras, en la cabeza del felino. Es corriente encon costa; pórticos adornados con alegorias trar el dibujo de un dragón de cuerpo de dioses y demonios en las que figuran alargado, monstruo felinoide antropo- una divinidad principal al centro y morfizado u ornitoformo o ictiomorfo, otras secundarias a los lados, dispues con predominio del felino. Los mayores tas en hileras, y todas colocadas enci hallazgos del estilo cultural Chavín han ma de una serpiente o dragón a la ma sido encontrados en el Callejón de nera de pedestal; estatuas de piedra e Huaylas (Departamento de Huaraz), va ídolos antropomorfos grandes o gigan lles de Santa, Nepeña, Casma, Pativil- tes, ataviados con ropa adornada con ca, Supe, Huaura, Ancón, lugares cerca las mismas alegorías que ostentan los nos a Lima, Paracas y Ocucaje. También pórticos; cerámica figurativa que repro en las cercanías de Huánuco; y en la duce igualmente estos Ídolos de varo costa norte aparecen restos Chavín en nes y mujeres ataviadas con ropa que el valle de Chicama, Lambayeque, Piu- lleva la misma clase de alegorias; un ra, parte meridional del Ecuador; y en conjunto determinado de dioses y de el sur del Perú se han efectuado ha monios reconoscibles por ciertos carac llazgos en la cuenca del Pucará. Común teres específicos siempre constantes, en es en todas partes hallar restos de Cha el que figuran un dragón felinoide, un vín sepultados bajo los restos dejados varón y una mujer con utia orla de por otros granos culturales. rayos alrededor de la cabeza; una al Tiawanaco tiene su sede en la parte paca o Wari Willka, portadora de fru meridional andina. La gran unificación tos, y una figura humana cadavérica con inicial peruana—por lo menos en lo el rostro descarnado que lleva en la que hasta ahora se sabe—está represen mano un hacha, y un cuerpo humano tada por un esfuerzo aimará. Su cuna decapitado o sólo la cabeza. Además se ubica en la meseta del Kollao, y de estos personajes principales, figuran constituyó el llamado Imperio de Tia otros secundarios, como el buitre, la wanaco. Su área de irradiación es ex serpiente y el pez, que actúan como tensa y comprendería los estilos cultu agentes de los primeros”. Precisamente se ha señalado como ciones regionales, construidas a base de posible cuna de la civilización Tiawa- intereses circunstanciales, de alianzas naco la cuenca del río Pucara, por ha convenientes. Es decir, que un signo del berse hallado restos de una cultura que eclipse tiawanaquense como fuerza po precede a Tiawanaco, y donde Tello en lítica orgánica es la proliferación de contró la “casi totalidad de los dioses señoríos más o menos poderosos o frac y demonios que aparecen en las otras cionamiento del Perú, hecho que ter culturas de origen” tiawanacoide. Su minará en lo político con la hegemonía avanzado tipo de alfarería muestra cla incaica y un predominio de su cultura. ras vinculaciones con Chavín. Si se acep Son estos poderosos señoríos los que ta una primitiva conquista del Cuzco constituyeron el mayor obstáculo para y Urubamba por los kollas, se tendría la hegemonía quichua, luchando mu una cabal explicación de la “alfarería chas veces con tal tenacidad, que los híbrida” encontrada. incas combinaron sagazmente la fuerza A manera de conclusión, insertamos y un admirable tacto político para re una cita de Tello: “Contemplada esta ducirlos. En la costa norte es célebre civilización Tiawanaco como un todo y la Confederación Chimú—sobre base en sus diversas manifestaciones, hace la Mochica—, cuyos importantísimos res impresión de un viejo árbol, cuyas raí tos tienen su cabal representación en ces estuvieron en la cuenca del Titi las ruinas de Chancan—en los subur caca y que desde allí avanzaron en di bios de Trujillo—; en la costa sur pue versas direcciones, principalmente a lo de citarse el señorío de Chincha—cuyo largo de la costa peruana. También en poderoso Curaca fué visto por los es esta civilización hay otro carácter, que pañoles entrar al lado de Atahualpa al si bien es casi panandino, se halla me recinto de la plaza tapiada de Caja- jor desarrollado e ilustrado, y es lo marca, y fué muerto en la sorpresiva concerniente, en primer lugar, al ca refriega—; en la sierra central, el se rácter agrícola de los dioses, que siem ñorío Yarowilca—así llamado por Hua- pre están en asociación con frutos y man Poma de Ayala, grupo políticoso- plantas comestibles, y, en segundo lu cial prácticamente desconocido que la gar, a que dichos dioses tienen su de arqueología principia a tener en cuen rivación de un molusco, símbolo del ta—; y, por último, la Confederación huevo cósmico. Este molusco es un ca de los Chankas, cuyas huestes aguerri racol, y de él salen las formas en un das en cierto momento pusieron en gra principio sencillas de los dioses y de ve peligro la estabilidad del Imperio monios que van transformándose en Incaico, señorío éste que paralelamente aves, serpientes, felinos y llamas o al se estabilizaba y expandiría progresiva pacas, y que, al humanizarse, se con mente, proceso hegemónico cuyo des vierten en divinidades cargadas de atri arrollo tiene analogías que recuerdan al butos.” del Imperio Romano. a) Momento de las Confederaciones B. Epoca Incaica. El tremendo esfuerzo unificador ini Esta transitoria etapa de dispersión cial de Tiawanaco, en un Perú relati política concluye con la aparición de la vamente de extensión muchísimo ma máxima representación estatal autócto yor—recordemos la diferencia de comu na: el Imperio de los Incas. La nueva nicabilidad—, explica su no muy per era histórica tiene como punto de par sistente dominio político y su mayor tida a Manco Cápac, personaje epóni- influencia cultural. Al declinar Tiawa- mo cuyo nombre vive inmortal en la naco viene un típico lapso de transición, leyenda—como Rómulo o Simmu Ten- caracterizado por una confusión inicial, no—. Su esfuerzo políticosocial signi al que seguirá un lapso de estabiliza fica ya un señero esfuerzo unificador ción mediante alianzas locales y la apa del grupo quichua, cuya efectividad y rición política de poderosas Confedera mensaje—desde un punto de vista de acción colectiva propiamente nuestra— Fuentes históricas peruanas dice: “Una no ha sido superado aún en el Perú. de las características de la civilización Aunque el impulso inicial parece ve incaica que más defrauda a los etnólo nido del Sur, arrancar del mítico lago gos es el contraste entre sus adelantos Titicaca, su ubicación histórica tiene al políticos y sociales y el atraso de algu Cuzco como foco básico de irradiación nos de sus procedimientos técnicos y hacia el resto de la sierra y de la cos formas culturales. El Imperio socialista, ta, foco ubicado entre montañas, pára cuya perfección gubernativa alucinó a mos y bosques, entre pueblos tan ague los filósofos del Renacimiento y del si rridos como los chankas y los kollas. glo xviii, no alcanzó el sistema de escri A diferencia de la época anterior, la tura fonética que los antropólogos exi que corresponde al Tawantinsuyo tiene, gen a los pueblos como pasaporte para a la vez, aspectos arqueológicos, histó salir de la etapa de la barbarie e in ricos y etnográficos. Los españoles que gresar en la civilización. Los incas se lograron ver el Imperio y los años ini dan, pues, el lujo de ser a la vez bár ciales del lapso hispánico han dejado baros en lo cultural y supercivilizados crónicas importantes. Fué salvada una en política. í, a despecho de míster tradición oral de boca de indios viejos, Morgan, desbordan los casilleros y se descendientes de gente noble indígena resisten a una clasificación.” o antiguos funcionarios imperiales, y fueron recogidas supervivencias suscep B. Subépoca Hurincuzco.— La etapa tibles de una rápida desaparición. Un histórica con que se inicia el imperio boceto cultural insustituible lo redactó del Tawantinsuyo está representada por el mestizo cuzqueño, de noble sangre la subépoca Hurincuzco o de los go indígena, Garcilaso de la Vega el Inca, bernantes del bajo Cuzco, que compren en la primera parte de sus Comenta de desde Manco Cápaz hasta Cápac rios Reales (Lisboa, 1609), única que Yupanki. Dentro de la tesis del Impe éste viera impresa. Sin embargo, es ne rio Incaico como un organismo político- cesario recalcar que la inicial visión social que evoluciona progresiva, lenta orgánica de la dinastía incaica aparece y orgánicamente, ésta es una etapa de con Del Señorío de los Incas, de Pedro preparación para un lapso segundo de Cieza de León, el más equilibrado de rápidas conqnistas. los cronistas. Asimismo, visión funda Garcilaso de la Vega el Inca sostiene mental es la de Pedro Sarmiento de una tesis equilibrada y de auténtico ca Gamboa, algo prejuiciosa, pero acerta rácter histórico, susceptible de verificar da en lo político. Otra aportación es la a través de la historia universal. Pri crónica del mercedario fray Martín de mero el pueblo quichua va afianzándo Murúa, cuyo definitivo texto está en se mediante la conquista y unificación trance de publicación por el profesor de pueblos cercanos al Cuzco. Una vez de la Universidad de Madrid Manuel fortalecido y cohesionado en su estruc Ballesteros Gabrois, texto que fuera tura interna, plenamente dominado su dado a conocer por éste en el Primer contorno cercano, toma impulso y cum Congreso Internacional de Peruanistas, ple sus conquistas de carácter “ecumé realizado en Lima el año 1951. Adelan nico”. Aquello de la monotonía de las tando una afirmación, puede conside conquistas incaicas en Garcilaso—última rarse como un permanente aporte ecu mente repetida con poca originalidad— ménico del Tawantinsuyo su organiza es una impertinencia e ingenuidad si ción económirosocial de tipo colectivis recordamos que el primitivo plan de ta, cuyo mensaje tiene sugerencias pre Garcilaso en su primera parte de los cisamente para el mundo contemporá Comentarios Reales fué ocuparse de .la neo. historia cultural incaica, como lo dice Juicio que puede ayudar a una mejor en un pasaje a la introducción de su comprensión del mundo cultural incai traducción de los Diálogos de Amor, co, a su adecuada ubicación histórica, de León Hebreo, en 1586, hecho des ha sido enunciado por Porras Barre- tacado con inteligencia y oportunidad nechea cuando en el capítulo IV de sus por José Durand en el Symposium dedicado a Garcilaso en Lima el año a la creación de una vida estatal orgá 1954. La parte adjunta relacionada con nica y permanente, de un Estado de las guerras y victorias de los incas cons derecho en un inestimable mundo de tituye, pues, una consecución de Garci hecho. laso a la modalidad histórica imperan 4. Subépoca Hanancuzco.—La dinas te. Y, lo que es más importante, con tía comienza con Inka Roca y concluye sostenido análisis Durand verifica y ru con Wayna Kápac, cuya etapa comple brica la clásica veracidad de Garcilaso mentaria y postrera está representada en multitud de asuntos, siguiendo las por sus dos hijos cuzqueños: Wáscar huellas críticas de Riva Agüero, el apor y Atawalpa, cuya posición será aborda te documental de De la Torre y Del da oportunamente. Cerro y, especialmente, los nuevos do Así como la etapa Hurincuzco cons cumentos sobre Garcilaso hallados en tituye un lapso de iniciación y tanteo, Moittilla por Raúl Porras Barrenechea. la etapa Hanancuzco o del Cuzco alto Todo lo que Garcilaso declaró deber representa una situación histórica plena a otros autores pudo, haberlo callado de madurez cultural, dueña de una gran en una época que era casi común ha capacidad expansiva y de poder agluti cerlo. nante. Gobiernan el Tawantinsuyo los Por otra parte, la cautela y el estilo más célebres soberanos, como Pachacú- de las conquistas incaicas que Garcilaso tec o Wayna Kápac, en una impresio describe tienen una lógica explicación nante sucesión. Sarmiento de Gamboa genérica. Proceden de un pueblo con parece tomar como propiamente incai un característico factor de lento des ca sólo esta etapa, lapso de culminación, plazamiento a pie. Por paradoja, co sí, pero no de exclusividad políticoso- existen un adelanto social y político y cial incaica. un retraso técnico. Recordamos, por Significativo es cómo apenas entran ejemplo, que no utilizaron la rueda. los soberanos de la dinastía del Cuzco Y por muy buenos que fueran sus ad alto, la tradición guarde el recuerdo de mirables caminos, el Imperio traía una Inka Roca como el soberano que inicia gran desventaja. Relativamente a la ve una labor educativa de auténtica dimen locidad de comunicación actual, el Perú sión estatal. Es el primer anuncio de antiguo era muchísimo más grande, te una política imperial hegemónica, con nía lo que es hoy la extensión casi de propósitos estatales de integral perspec Sudamérica. Lo admirable es que, en tiva. tales condiciones, constituyese y pusie Hay instituciones v personajes gené se en marcha una organización estatal ricos característicos, que sustentan aquel eficiente. edificio. Colaboran todas las casas. Exis Los gobernantes de la dinastía Hu- te una organización casi geométrica que rincuzco recogen el legado antiguo e explica la eficiencia que contemplamos. inician una nueva etapa histórica. Aun Sobre la sociedad autóctona aparece que los elementos humanos son casi los una actitud pragmática, pero no fáusti- mismos, la estructura y los matices, la co-pragmática, sino mágico-pragmática. jerarquía de vida colectiva y la ade Es lo más cercano para expresar aque cuada organización que comienzan a lla realidad histórica. El Imperio tiene imprimir, tipifican el más elevado his una élite en el gobierno. Pertenece o a tórico autóctono. Que el poco conoci la nobleza o a los más aptos, que lle miento preincaico haya adjudicado a gan a obtener el privilegio de nobles. los incas todo lo que aparece como Existe una alta política, nn alto clero, nuevo y absolutamente propio es un generales y viceincas o Suyuyo-Apus. El accidente inicial que el avance histó saber depurado está representado por rico peruano irá rectificando. Los sobe el Amauta, el arte por el Haravicu, la ranos del Hurincuzco representan el educación femenina por la Mamcona, la combate de la barbarie, son los autén eficiencia y organización administrativa ticamente civilizados de nuestro mundo cotidiana por los Kipucamáyocs. En antiguo, no tar to en tal o cual aspecto cuanto a su expresividad, muestra el particular, sino en el sentido de tender Tawantinsuyo un aspecto sui géneris. El Kipu y el Kipucamáyoe—cordones y tura imperial incaica. Entre las formas nudos de eolores y su descifrador—se de vida histórica antigua y el renovado encuentran íntimamente vinculados. El Perú que hoy vivimos aparece este mo hombre y el signo se dan en indisolu mento de la Conquista, semillero de su ble correlación. El Kipu sirve de oca gerencias y explicaciones del presente sión para que el Kipucamáyoe actua nuestro. Constituye la suprema transi lice hechos personalmente recordable^. ción de culturas y correspondientes for Y habría géneros de Kipus. El símbolo mas de vida peruanas. gráfico tiene su expresión en la Kilca El momento de la Conquista es un —voz recogida por vocabularios diver corto lapso que, prácticamente, corre sos—; Molina el cuzqueño, llama Po- entre la invasión del Imperio Incaico quen-Cancha a una casa donde existían por las huestes de Pizarro y Almagro y la muerte de Pizarro. Pero lo que tales pinturas ideográficas, entre cuyas narraciones se conservaban la historia ocurrió en una década es tan importan de cada uno de sus incas. te para la futura vida del Perú, que su conocimiento es básico e insustituible. La vida social incaica presentaba des igualdades concretas, pero justicia eco Se derrumba el colosal Imperio Incai nómica en función de un sabio colec co y sucede la progresiva sustitución tivismo. Un estudio que hay que seguir política y cultural hispánica. Con esto en parte es El Imperio socialista de los aparece una generación nueva, elemen Incas, de Luis Baudin. Precursor autócto humano que constituye la más im tono del socialismo futuro en Occiden portante base del viviente Perú contem te, muestra el Tawantinsuyo una pro poráneo: el mestizo. ducción dirigida, circulación restringida, ' Desde Panamá arranca una corriente reparto y consumo justos y adecuados. meridional que conducirá al sojuzga En los últimos tiempos del Imperio miento del bajo y alto Perú, conexa a —en el primer tercio del siglo XVI— otra atlántica que subirá del Río de brota una necesaria crisis que sacude la Plata. Para el Perú es decisiva la la estructura dirigente incaica. Sus con empresa de Ptnamá. Tras dos tanteos quistas norteñas lo mantuvieron casi y un afianzamiento oficial de la empre siempre alejado del Cuzco. A su alre sa, viene la invasión, la conquista y la dedor va creciendo una generación nue transculturación. De manera simultánea va, cuyo representante típico será Ata-aparece en el Perú incaico un lapso walpa, príncipe nacido en el Cuzco, pede renovación, de crisis, propio de los ro desarrollado en el ambiente de una organismos jóvenes y necesitados de ne generación renovadora, forjada en las cesarias rectificaciones. La nobleza tra novísimas conquistas y cuya prolongada dicional es derrotada en los campos de separación de la sede cuzqueña había batalla por un grupo de “nobles por dado lugar a la estructuración de una privilegio”. Pero en la etapa inicial des élite de nuevo estilo. Al fallecer el inca tructiva y no consolidada Atawalpa es, Wayna Kápac se produce el choque en a su vez, vencido por los españoles, que tre los dos hijos, que a la vez repre insertan la vida cultural peruana en una sentan dos tendencias: Wáscar, engreí estructura propiamente universal. do representante de la capitolina noble El Imperio Incaico se deshilacha y za cuzqueña, eminentemente cortesana agosta al empuje hispánico. Colabora y decadente, y Atawalpa, tipo dé men al derrumbe—sin saberlo—la nobleza talidad nueva, con deseos reformistas cuzqueña vencida, cuyo portavoz es ante las fallas tradicionales. Sin embar Manco II, ingenuamente esperanzado en go, esta gran experiencia histórica que el auxilio foráneo para retornar al tro daría truncada por sucesos imprevistos.no. También significan ayuda concomi tante y de enorme valor las disidencias JI. PERÍODO HETERÓCTONO originadas por la diversidad regional de los antiguos peruanos sojuzgados y en 1. Momento de la Conquista. — Es globados en el Tawantinsuyo. lapso histórico ya heterogéneo, pero El primer memento es de penetración viven aún los fragmentos de la estruc hasta el Cuzco—Hmite de la goberaa- ción de Nueva Castilla—; Pizarro se dan de injustas, manteniendo el respeto ñorea la novísima tierra, mientras Al al rey. Pero es una lucha cuyo término magro avanza a su parcela meridional se avizora. de la Nueva Toledo. Sigue una reacción Con la creación del Virreinato del armada quichua de Manco II—ya desen Perú se produce un inusitado crecimien gañado—, fracasado intento que deter to de nuestra jurisdicción. La reducida minará la formación de un reducto no Nueva Castilla conviértese en un Virrei ble incaico en las montañas de Vilca- nato que comprende toda Sudamérica, bamba hasta la época del virrey Tole menos el Brasil. (Aquí miraremos sólo do. Pero la ambición y lucha entre los el territorio correspondiente a la Au capitanes vencedores, Pizarro y Alma diencia de Lima, dejando el resto para gro, determinará la pasajera suprema quien corresponda.) El gran aconteci cía de Pizarro, cuya muerte violenta miento peruano inicial está represen trae el caos y aporta la ocasión para tado por la rebelión de Gonzalo Piza que la Corona disminuya las desmesu rro, cuyo análisis es contribución im radas consecuencias iniciales hechas a prescindible para el exacto conocimien los primeros conquistadores e implante to de la génesis y proceso virreinal el Virreinato. nuestro. Autor básico, con investigacio Despierta desde este lapso histórico nes la mayoría inéditas, y parco en pu un claro interés por recoger los hechos blicaciones es Rafael Loredo, dedicado y las costumbres. Especialmente los por entero a una tarea monográfica ex sacerdotes se acercan al indio por el haustiva con respecto a la rebelión ci idioma. Como es sabido, el dominico tada. Sus hallazgos básicos y su tenden fray Domingo de Santo Tomás—futuro cia a profundizar en un tema antes que catedrático sanmarquino — se convierte ganar en extensión, sin embargo, pro en el padre de la filología-peruana. Au porcionan a nuestra historiografía una tor básico para estudiar esta etapa es saludable defensa contra el anacronis Raúl Porras Barrenechea. Su esfuerzo mo que vicia muchos laboriosos tra representa un examen analítico y de or bajos. denación científica del momento de la Concretamente, la subépoca de los Conquista, lapso plagado de errores y Habsburgos comprende la historia vi divagaciones subjetivas hasta sus reno rreinal del Petú desde el siglo xvi has vadores trabajos. Dentro del grupo de ta finalizar el siglo xvn, lapso en que la Sociedad Peruana de Historia, Ella se organiza y afianza el Estado y la Dunbar Temple aporta un importante cultura hispánica en el Perú y Amé ensayo sobre la descendencia de Wayna rica. En la práctica, la autoridad del Kápac, trabajo cuya total publicación virrey limeño será nominal para los te se hace imprescindible. Entre los ex rritorios alejados de la capital nuestra. tranjeros, necesario es mencionar a Y aparte de Toledo—que llegó hasta Prescott. Potosí—, ninguno efectuó una auténtica visita del territorio, no ya virreinal, si no audiencial. C. Epoca Colonial: El primer virrey de efectivo gobierno Virreinato. será don Antonio de Mendoza—también primer virrey de Méjico—, quien pone 2. Subépoca de los Habsburgos.—El en marcha la máquina administrativa Virreinato constituye la nueva fase de del novísimo virreinato meridional. Des un Perú renovado. Una convulsión ini pués de su muerte, el levantamiento de cial, derivada de conflictos entre el he Hernández de Girón no pone peligro a cho y el derecho, dan lugar a un lapso la estabilidad virreinal. Es un momento convulso. Presente Blasco Núñez de epigonal generado por la gran rebelión Vela como inicial virrey, brota incon que encabezara Gonzalo Pizarro, ase tenible la reacción de los conquistado sorado por su genial colaborador don res, que se sienten menoscabados en Francisco de Carbajal. sus omnímodos privilegios. Pretenden Entre comienzos de la segunda mitad erguirse contra las nuevas leyes, que til del siglo xvi y mediados de este lapso, aparecen virreyes que limpian el am bre su historia. El Cuzco tendrá dos biente y organizan la administración. Universidades: primero la de San Igna cio de Loyola, y a fines de aquella cen Su típico representante es Toledo, quien persigue hasta extinguir el foco de returia, la de San Antonio, todavía exis sistencia de la dinastía Hanancuzco y, tente. En Huamanga se creará, a media dos de la segunda mitad del xvii, la con innecesaria crueldad, ajusticia al úl timo inca, Túpac Amaru. Y de repente Universidad de San Cristóbal. Son fun se hace notorio también un nacimiento dados Colegios de caciques en Lima y el de la alta cultura, dirigida por peninCuzco. sulares, eclesiásticos y civiles, donde La generación de criollos comienza abreva la novísima generación criolla. a desempeñar importante papel en nues La creación de la primera Universidad tra cultura. Aparecen I ob primeros rec americana, con doble título real y pontores peruanos en impresionante suce tificio, se da en Yalladolid el 12 de sión, a diferencia del siglo anterior. mayo de 1551 y el 25 de julio de 1571, Aparecen cronistas mestizos como el egregio cuzqueño Garcb.aso de la Vega respectivamente. (Méjico tendrá R. C. en Toro el 21 de septiembre de 1551; mienel inca, o cronistas indios como Hua- tras su bula, dada en la última década man Poma de Ayala. Destacan teólogos y juristas—en cánones y leyes o ambos del siglo xvi, hace referencia explícita a la Universidad de San Marcos) (6). Derechos—; y florece un típico fervor La fundación de la Universidad limeña religioso entre los peruanos, cuya re constituye la iniciación, ininterrumpida, presentación más alta la tienen Santa de la cultura académica en el Perú des Rosa de Lima y el beato fray Martin de de el siglo XVI hasta nuestros días. A Porres. Y en este siglo, precisamente, la Universidad de San Marcos seguirá destacan los cronistas conventuales como la creación de Colegios Mayores, como el agustino fray Antonio de la Calan- el de San Martin en 1582 y el de San cha, el franciscano fray Diego de Cór Felipe y San Marcos en 1592, año en doba y Salinas o el dominico fray Juan que también es creado el Seminario de de Meléndez. Entre los virreyes, cabe Santo Toribio. En el Cuzco los jesuí recordar al literato príncipe de Esqui tas fundarán un plantel, y el obispo ladle, al religiosísimo conde de Lemos don Antonio de la Raya creará el Co y al organizador duque de la Palata. legio de San Antonio. 3. Subépoca de los Borbones.—Un La reforma universitaria es propicia gran acontecimiento es punto de parti da por el claustro en 1571, alimentada da de este lapso histórico precursor. Al por el virrey Toledo, cuya participa fallecer Carlos II deja el trono a Fe ción en la reorganización de San Mar lipe V, con lo que la Europa cae bajo cos tiene sus etapas decisivas con las signo francés. Luis XIV será temido, Constituciones que promulgó en 1578 y como lo fué Carlos V en el xvi. Jurado 1581. Entre tanto, el virrey completa su y reconocido en el Perú, llegan de re obra, legislando y visitando el territo pente las noticias de aquella guerra ci rio, poniendo el Virreinato del Perú envil, conocida bajo el nombre de “Gue condiciones estatales. Y los Concilios,rra de Sucesión", inicial impacto en la a la vez que discuten cuestiones espe conciencia política ingenua de una mi cificas, determinan derroteros básicosnoría criolla hispanoamericana. para la educación del indio. La etapa borbónica podría dividirse En el siglo xvii se afianza la adminis en tres etapas, diferenciables de mane tración y la educación virreinal. San ra más o menos clara: la primera, ab Marcos se completa con los estudios desolutista, de tipo político tradicional Medicina y la enseñanza de las Mate que, sin embargo, a lo largo de nues máticas. El agustino Calancha y León tro siglo xvin presenta dos matices: uno Pinelo escribirán sendos opúsculos soabsolutista ultramontano, y otro, abso lutista ilustrado o renovado; la segun ló) Sobre el problema genético de da etapa aparece en el Perú—e Hispa noamérica—con ocasión de saberse las las Universidades de Lima y de Santo noticias acerca de la invasión napoleó Domingo, el suscrito prepara un libro. nica y la prisión de Fernando VII. Las tencias", cátedra perteneciente a la Fa Juntas peninsulares crean un novísimo cultad de Teología. (Vease revista Do ambiente de limitación política al re cumenta, núm. 2. Lima, 1949-50, un en dactar la Constitución de 1812. En Amé sayo y documentos inéditos publicado« rica el constitucionalismo tendrá éxito por el suscrito.) Su futura actuación en gran parte, pero será tardío para está en conexión íntima con el movi el foeo revolucionario bonaerense. La miento ilustrado y personajes que cola .Constitución es jurada en Lima con jú boran con Carlos III. Posteriormente, bilo renovador. La tercera y postrer tomará contacto con la Francia revolu etapa es la del separatismo, cuyo lapso cionaria y retornará a España durante constituye el llamado momento de la el gobierno de Carlos IV, en actitud de Emancipación. franca retractación. En cambio, Llano El absolutismo tradicional predomi Zapata permanece en constante actitud na en el Perú hasta entrada la segunda intelectual—sin haber estudiado en la mitad del siglo xvm, en cuyo lapso se Universidad—, con muchas limitaciones advierte un aíracensamiento que va cre sociales por su origen ilegítimo. Pasa a ciendo entre nuestros intelectuales. Las España y no retornará ya al Perú, como noticias llegadas ál Perú de los altiba Olavide. Sus Memorias, referentes a la jos de la lucha civil española conmue América meridional, tienen ahora me ven la actitud política latente del crio nor valor, por considerarse repetición llo. Es de afirmar—con cargo de rati en gran parte de lo escrito por León ficación documental—cómo la casta pri Pinelou-como lo ha demostrado un tra vilegiada limeña, acostumbrada al régi bajo, todavía inédito, de F. Alvarez men de los Austrias, tuvo implícitos y Brnn—, pero queda su Epistolario y simultáneos reparos contra el novísimo opúsculos con noticias importantes para sistema borbón en su generación anti el estudio de] siglo XVIII peruano. Cas gua y simpatía en la nueva. Por esto tro representa al estudioso con una ac •—aparte de secretos mandatos oficia titud marcadamente universal, y que les—se recalcará la legitimidad del nue contrasta ron su existencia regional. vo soberano en diversas ocasiones por Siendo taneño de nacimiento, pasó- en las autoridades civiles y eclesiásticas. realidad toda su vida en el Cuzco y sus Con el marqués de Castell-dos-Rius se pueblos. Destaca como teólogo, doctri hace patente el afrancesamiento cultu nero ejemplar, colaborador de los pre ral—apenas iniciado el xvm—y cunde lados que gobernaron la diócesis, pe la imitación. El virrey crea la mentada dagogo activo y formador de la nueva Academia en su palacio, a cuyo seno generación cuzqueña desde el rectorado acuden los más célebres ingenios lime del famoso colegio de San Bernardo ños. Pedro Peralta y Barnuevo, nues Abad, historiador con su famosa Re tro gran polígrafo colonial, representa lación del Cuzco, publicada en Madrid al elemento peruano de transición fa el año 1795 y colaborador, en sus últi vorable a las novedades borbónicas. Y mos años, del famoso Mercurio Perua junto con la intromisión cultural, vie no. Dentro del grupo noble indígena, ne la penetración económica permiti nacen en la última década de la pri da y la ilícita del comercio francés. mera mitad del siglo xvm los famosos Hay que tener en cuenta, asimismo, que caciques José Gabriel Túpac Amaru y por entonces se hace notorio un per Mateo García Pumacahua. Es importan ceptible debilitamiento de los grandes te recordar el año 1742. Brota en la comerciantes limeños. montaña un levantamiento indígena, en Es importante la aparición de una cabezado por Juan Santos Atahualpa, generación novísima en Lima y en pro cuyo radio de acción, si bien estuvo vincias. Podría señalarse a los lime limitado a la selva, presenta, en cam ños Pablo de Olavide y Eugenio de bio, una duración inusitada durante Llano Zapata y al tacneño Ignacio de cerca de doce años. Y dentro de suce Castro. Olavide hizo carrera académica sos locales que trascienden, el famoso inicial en San Marcos, siendo catedrá terremoto de 1746, que prácticamente tico regente de “El Maestro de las Sen obliga a reconstruir por completo la ciudad de Lima. La etapa del absolu precursor, al lado de Rodríguez de tismo tradicional se debilita y deja Mendoza, que en el siglo xviii gira en paso al absolutismo renovado, progre mucho alrededor de la personalidad de sista o ilustrado más o menos a media Baquíjano. Morales Duárez es un ju dos de la segunda mitad del siglo xvin, rista y maestro universitario que vive expulsados ya los jesuítas, cuyo aleja oscuramente en el siglo x v iii. Se con miento súbito significó un caos y un vierte de repente dé un importantisimo descenso del nivel educativo peruano politico al finalizar la primera década hasta la aparición de nuevos maestros del siglo xix, con ocasión de viajar a y la influencia de novísimos criollos España, colaborar con los constitucio como Baquíjano y Carrillo, que retor nales y fallecer de presidente de las na de España ganado ya por la co Cortes de Cádiz, el año 1812. Unanúe rriente ilustrada. significa el aporte científico-positivo Al iniciarse la segunda mitad del si renovador. Su obra de maestro sanmar- glo xviii nacen cuatro grandes repre quino, sus iniciativas para fundar el sentantes del progresismo nuestro: el Anfiteatro Anatómico a fines del si chachapoyano Toribio Rodríguez de glo xviii y el Colegio de Medicina de Mendoza (1750), el limeño José Baquí San Fernando en la primera década del jano y Carrillo (1751), y en 1755, el siglo xix, son básicas para nuestra cul limeño Vicente Morales Duárez y el tura. ariqueño Hipólito Unanúe. La acción A mediados de la segunda mitad del de este grupo es ya notoria en las dos siglo xviii, nace otra generación, cuya últimas décadas del siglo x v iii, en nues obra se hará patente en la centuria pos tro siglo xix colonial, y llega hasta la terior. Baste citar los nombres de Ma etapa inicial de la República en el caso nuel Lorenzo de Vidaurre, Javier de de Unanúe y concuerda con el final Luna Pizarro, José Mariano de la Riva del momento emancipador en el de Ro Agüero o Mariano José de Arce. Para dríguez de Mendoza. lelamente, se produce la visita de Are- Este clérigo norteño es el educador che, con fines predominantemente eco por antonomasia de la generación que nómicos y ua grande malestar se hace luchará por la independencia política patente. Hay movimientos en todo el del Perú. Desde el novísimo Colegio de Perú. La Memoria del virrey Guirior San Carlos irá moldeando a .la juventud señala numerosos conatos locales y tam dentro de ideas renovadoras. Es un bién es importante en este aspecto la progesista antes que un revolucionario de Jáuregui. En el Archivo General de intransigente. Baquíjano y Carrillo es Indias están los procesos del cacique el catedrático que desea cambiar la vida Pumayalli Tambobuacso—que participó universitaria. Fracasa en su movimien en el conato cuzqueño del criollo Lo to reformista. Las Constituciones que renzo Farfán de los Godos, en la pri en 1771 Amat promulgó—y que modi mera mitad del año 1780—, de José ficaban el régimen de las “Antiguas, Gran Quispe Inga. Ambos fallecieron Añadidas y Modernas” de 1735—no ha cuando Túpac Amaru iniciaba su movi bían variado el concreto ambiente de miento. También las de Pedro Nolasco San Marcos. (Véase del suscrito Refor Zimbrón Pacheco, cacique y gobernador ma de San Marcos en la época de Amat. del pueblo de Checras, en la provincia Lima, 1955.) Baquíjano intenta desde el de Chancay, y los alborotos de Arequi claustro una renovación, siendo vencido pa, las alteraciones producidas en el al no salir nominado en las elecciones Alto Perú por los hermanos Catari. del 5 de agosto de 1783. Pero su gesto Sobre este convulsionado panorama, perdura y la docencia de San Marcos se alza la rebelión epónima de José redactará, poco después, un proyecto de Gabriel Túpac Amaru. Su sentido social Constituciones que la presión externa es característico y precursor de sucesos no dejó prosperar. Como jurista y como políticos separatistas muy posteriores, hombre de avanzadas ideas, Baquíjano pero precursor no consciente. Y es que tiene especialisima importancia, a punto la bandera de la reivindicación social tal, que me permito calificarlo de co- conmueve, de paso, los cimientos de la estabilidad virreinal. Su movimiento de Tupac-Amaru (Tupac) y de los tres sabe a paradoja. En un mundo donde hermanos Catari, que conmovieron la es omnímodo el sentido de autoridad, región audiencial de Charcas. En Hua- un mestizo de ascendencia noble incai rochirí también aparecerá Felipe Velas- ca se presenta por sí como defensor del co Tupac-Inca Yupanqui. Como epílo rey y juez implacable de las malas au go, muchos peruanos serán desterrados toridades. Pero como se trata de un sis a España, se creará una nueva Real tema político solidario, las autoridades Audiencia en el Cuzco; los corregido barón aparecer su movimiento como res serán sustituidos por los intenden destinado precisamente a lo contrario tes y subdelegados y aparecerá un vi de lo que pretende. Lo señalan como rrey ilustrado: Francisco Gil de Taboa- movimiento destinado a quitar a Car da y Lemus, oue apoyará la publicación los III sus dominios, y éste aprueba los del Mercurio Peruano. sumarios casticos porque desde España Los postreros años del siglo xvm en no puede—o no quiere—ver ]o que real el Perú traen la presencia de una no mente sucede en el virreinato nuestro. vísima generación. Su actividad se pro Túpac Amaru es un precursor del mo yecta ya sobre la época republicana. vimiento social en el Perú y, a pesar Hay una atmósfera propicia al auto- de él, será un precursor también de la conocimiento colectivo. Entre sus repre emancipación política. Su actualidad sentantes hay que recordar a Francisco está en su mensaje social, pues los pro de Paula González Vigil o al organiza blemas que él señaló están aún vigen dor y discutido mandatario Ramón tes (7). Castilla, cuya obra, por más que se Derrotado y ajusticiado Tupac-Amaru, objete, es importantísima para el Perú seguirá la rebelión encabezada por su del siglo xix independiente. Un perso primo hermano y sucesor Diego Cris naje que, nacido en 1787, murió pre tóbal Tupac-Amaru, mientras en el Alto maturamente ruando más se le necesi Perú apareceiá la interesantísima figu taba: el gran tribuno republicano José ra de Tupac-Catari, caudillo que mu Faustino Sánchez Carrión, que, bajo el chos lo confunden llamándole Catari seudónimo de El Solitario de Sayón, a secas. El es un personaje en parte pone las bases doctrinarias del inicial paralelo y en parte posterior a Tupac- estado independiente. Amaru. Toma su nombre, Tupac-Catari, La invasión napoleónica produce un lapso histórico de explícito fidelismo (7) En lo general puede verse del absolutista, que rápidamente se trans suscrito Fidelismo y separatismo en el forma en un fidelismo constitucionalis- Perú, separata de la Rev. de Historia ta. Hispanoamérica va pasando súbita de América. Méjico, 1954. mente a una situación separatista, cuyo Sobre Túpac Amaru ha impreso el principal focc meridional es Buenos suscrito: Rebeliones indígenas (Lima, 1946); La rebelión de Túpac Amaru Aires, mientras el Perú queda como el (Méjico, 1947. Fondo de Cultura Econó baluarte virreinal. La Constitución de mica, Col. “Tierra Firme”) ; La familia 1812 legaliza el constitucionalismo y se del cacique Túpac Amaru (Lima, 1947); siente ya la división de los peninsula Indice de documentos referentes al jui res en absolutistas y liberales. cio sobre legítima descendencia del úl Se jura la Constitución en Lima y timo Inca Túpac Amaru. Ensayos y do hay protestas en las Provincias, por cumentos publicados en la revista Le tras, órgano de la Facultad de Letras ejemplo, el Cuzco, por el retardo en de la Universidad de San Marcos; Bo reconocerla. Con ocasión de alborotos letín de la Biblioteca Central de dicha conexos brotará la gran rebelión de Universidad; Mercurio Peruano. Sobre 1814. La gestan los hermanos Angulo, la base de actuales investigaciones en el se fijan primero en el oidor Vidaurre y, Archivo General de Indias, prepara una ante su negativa y fuga, encabeza el segunda edición corregida y aumentada movimiento Pumacahua, indio regente del movimiento del cacique Túpac Ama de la Audiencia del Cuzco y brigadier, ru, y asimismo, tiene en preparación un tomo sobre Cartas y Bandos de Tú que tan elevados servicios prestase a la pac Amaru. Corona contra su hermano de casta, el cacique José Gabriel Tupac-Amaru, en jos sobre fines del siglo xvm y sobre 1780. la Emancipación de José Agustín de la Los españoles que se encontraban lu Puente Candamo, estudios acerca de Ins chando en el Alto Perú contra las hues tituciones de Ella D. Temple, opúscu-, tes revolucionarias del río de la Pla los de Alberto Santibáñez Salcedo y ta, pudieron sufrir grave descalabro, Emilio Hart Terré sobre arte colonial, pero supieron, en última instancia, im los aportes de Juan B. Lastres al estu poner su mayor experiencia militar y dio histórico de la Medicina y la cien superioridad de armamentos. Y una cia colonial, contribuciones al conoci época de postrera represión domina en miento del periodismo colonial de José el Perú. Los más altos centros intelec M. Vélez Picasso, ensayos sobre temas tuales, como la Universidad de San locales y costumbres de Pedro Benve- Marcos y el Convictorio de San Carlos, nutto Murieta, examen de aspectos bá son “visitados” por funcionarios expur- sicos del Derecho colonial de Vicente gadores. Se siente ya en este lapso la Ugarte del Pino, estudio del quichua y actividad renovadora de hombres naci sus aspectos coloniales de Teodoro Me- dos a mediados de la segunda mitad neses, Jorge Zevallos Quiñones sobre del siglo XVIII, como Riva Agüero o tópicos regionales. El Cuzco, Arequipa, Vidaurre. La generación anterior toma Trujillo, Ayacucho, Puno, lea presentan un papel de hombres de consulta, cuya grupos de estudiosos distinguidos, cuyo trayectoria va pasando del fidelismo ab aporte a nuestra historia virreinal es de solutista al constitucionalismo. Y cuan alto valor. Entre las instituciones que do Abascal deja el poder, su sucesor, con más frecuencia contribuyen al co Pezuela, muestra la faz de un alto jefe nocimiento del proceso histórico colo militar abrumado, más que por tareas nial peruano están: el Instituto Histó administrativas, por problemas de índo rico del Perú, la Sociedad Peruana de le militar. Historia, el Instituto de Historia de la Posee el período Colonial: Virreinato, Universidad Nacional Mayor de San una abundante bibliografía. Los inédi Marcos y su Instituto de Arqueología y tos pueden séi ubicados en el Archivo Etnología, el Instituto Riva-Agüero de Nacional de Lima, en el Archivo del la Pontificia Universidad Católica del Cuzco y en diversos Archivos locales. Perú y el Centro de Estudios Históricos En España, el clásico Archivo General Militares. de Indias, el Archivo Nacional de Ma drid, los fondos de la Academia Nacio b) Momento de la nal de la Historia, entre otros. Los édi- Emancipación. tos son tan numerosos, que aquí sólo se dará una brevísima reseña. Partiendo La Emancipación es en verdad una de la imprenta hispanoamericana de guerra civil entre españoles-americanos José Toribio Medina y la imprenta en y españoles-eui opeos, según nomencla Lima del mismo autor, sus adiciones, la tura de la época; es decir, entre pen Addenda, de Carlos A. Romero, y otras insulares y criollos, asesorados en par adiciones, las Fuentes Históricas Perua te por los mestizos y otras castas, que nas, de Porras Barrenechea; el Manual luchan en ambos bandos. Lima, sede de estudios peruanistas, de Vargas Ugar- del españolismo virreinal, se convertirá te, y sus tomos de rol documental, te en la capital de los independientes, nemos ensayos de Porras Barrenechea, mientras el Cuzco, sede del indigenis Vargas Ugarte—siglos xvi-xvm—, los mo, foco de las mayores rebeliones co sustantivos trabajos de Guillermo Loh- loniales, se transformará en la última mann Villena para los siglos xvi-xvii, el capital y asiento del virrey La Serna, ensayo sobre Tupac-Amaru, de otros postrer representante de Fernando VII. movimientos indígenas, documentos so La ocasión del separatismo es un epi bre la época borbónica, una historia de sodio americano que brota de un proce la educación virreinal—en trance de pu so histórico todavía no bien estudiado blicación—y una historia del lapso bor en el Perú. Después de repetidos fra bónico en el Perú, del suscrito, traba casos por el Alto Perú, planea San Mar- tía libertar primero Chile y después in fracasos organizadores, brota la necesi vadir el Perú mediante una expedición dad de un objetivo balance historicista, marítima. Logra ocupar la capital Lima orientado hacia un adecuado autocono- y hasta jura la independencia, que no cimiento colectivo, esfuerzo de alusiva logrará realizar de manera concreta. £1 madurez desde nosotros mismos para caos de la inexperiencia sigue. En un eurumbar mejor que antes al Perú. Si corto lapso, desde mediados de 1822 a es posible sugerir una periodificación 1823, siguen tres gobiernos: uno, eje de nuestra época, resalta la presencia cutivo plural, que toma el nombre de de cuatro lapsos—parte de los cuales Junta Gubernativa—tutelada por el Le han sido ya enunciados por J. Basa- gislativo—, poco después suplantado por dre—, cuya continuidad pudiera ser no el gobierno del gran conspirador Riva siempre positiva. Agüero, inicial choque que muestra la tensión peruana endémica entre el Eje 4. Subépoca Inicial.—Está caracteri cutivo de orden y el legislativo de liber zada por las luchas internas, el caos y tad; por último, el efímero gobierno la postración económica. Hay una cons de Tagle, marqués de Torre Tagle, es tante pugna entre autoritarios y libera un puente para que el Ímpetu irresis les. Los primeros, frente al desorden tible de Bolívar llegue al Perú y con imperante, creen en la necesidad de un sume la independencia. Sus triunfos en ejecutivo fuerte y sostienen ante todo Junín y Ayacucho señalan al año 1824 el predominio básico de un orden pú como el filo de una época preñada de blico constructivo para la vida del nue esperanzas. vo Estado; mientras los liberales abo En este lapso convulso coexisten as gan por la vigencia irrestricta de las pectos del régimen colonial y del re ideas democráticas republicanas en un publicanismo augura!. Ambos grupos país donde todavía existía la esclavi están en pugna, hay separaciones. Los tud del negro y la servidumbre del in virreinales s e r á n constitucíonalistas, dio. Este lapso está jalonado de revolu como La Serna, o absolutistas, como ciones cruentas de gueiras con países Olañeta. En el bando independiente, es limítrofes y destaca el omnímodo pre tarán presentes republicanos federales y dominio de los regímenes autoritarios. republicanos unitarios; tendencia esta Además, el nerfil geográfico del Perú última que se impuso al ser derrotados no se define. Hay una tendencia de in los monárquicos independientes y ser corporar a Bolivia, en consonancia con ínfima la minoría de partidarios de un un grupo properuano en el Alto Perú. régimen federal. Las personalidades más destacadas de este lapso son Santa Cruz y Gamarra. D. Epoca Independiente: El primero, que pudo haber sido pre República. sidente nuestro a la caída del régimen bolivariano, pasa a ser gobernante de Muestra el lapso republicano un típi Bolivia, después de haber sido manda co desgobierno estatal, que contrasta tario interino del Perú, mientras Ga con la madurez político-social de los marra depone a La Mar y se convierte Incas y con el del gobierno y adminis en jefe del país, tras un fallido intento tración virreinales. El advenimiento del de dominar a la naciente República bo nuevo Estado coge a las generaciones liviana. La situación parece inclinarse a peruanas con clara inexperiencia en el favor de Santa Cruz, al crear la Confe manejo de los negocios estatales, inade deración Perú-Boliviana. Pero los exila cuación e impotencia para resolver sus dos peruanos ayudados por Chile, de problemas sociales, con una natural in rrumban a la Confederación, y Gama genuidad doctrinaria de notorio forma rra asume nuevamente el poder. Su lismo. Surge entonces un proceso que muerte bélica en territorio boliviano lenta—muy retardadamente—quiere ma trae un caos. Con este episodio, Perú durar y llega basta nuestro presente, y Bolivia definen sus perfiles geográ plateando situaciones dignas de ser me ficos nacionales y aparece la señera ditadas. A través de nuestros sucesivos figura de Ramón Cast'lla. El mayor aporte a este lapso está dado por los ciales. Todos desean una renovación que importantes trabajos de Jorge Basadre. mejore al Perú, pero casi todos cono Alberto Tauro araba de publicar un cen poco la realidad nacional; por esto, Epistolario de Gamarra. En el siglo xix muchas veces caerán en la imitación estudió este lapso Marrano Felipe Paz sin adaptar lo nuevo a las condiciones Soldán. especificas del país. Los sucesivos en sayos y desilusiones deben dar paso a 5. Subépoci de Organización.—Desde una necesaria tregua - onstructiva del Castilla arranca la verdadera organiza Perú, cuya revitalización humana, eco ción estatal de nuestra República. En nómica y cultural se hace necesaria en sus dos intermitentes y progresistas go un ambiente de simultáneo orden y biernos, y en el intermediario de José libertad. Rufino Eehenique, aparecen las bases generales de nuestra ordenación públi * * * ca. Tales ensryos constructivos coinci den con la aparición del Huano como Un ancho campo de sustentación da riqueza fiscal. Es época de luchas ideo base y sentido a nuestra actual vida his lógicas, como las de Bartolomé Herrera tórica, permitiendo adoptar puntos de y Pedro Gálvez, Junto al enfoque ge vista adecuados, emrumbadores de nues nérico de Basadre, existen aportes espe tra acción futura. La analogía—no la cíficos de Manuel Mújica Gallo, Jorge identidad—entre unos y otros hechos Dulanto Pinilíos y Miguel Martínez. históricos constituye una impondera La actitud progresista y constructiva ble ayuda, porque la adecuación de me- de Castilla—que para lo que tenía que tas propuestas tiene como base la expe hacer falleció prematuramente—es se riencia humana conocida a través de una guida particularmente por los gobier historia que sea el fruto de laboriosas nos de Balta, Pardo y Prado hasta la investigaciones. Sabiendo cómo acaecie llamada guerra del Pacífico, que mues ron pasadas formas de vida colectiva e tra las deficiencias de nuestra Repúbli individual, estamos en una mejor situa ca. (Véanse las obras de Paz Soldán y ción para abordar nuestros problemas Basadre.) actuales y solucionarlos progresivamen te, sin olvidar la característica manera 6. Subépoca de Reorganización.—A de vivir peruana y las influencias no partir del Tr iado de Ancón, que da peruanas, cabe decir lo nacional y lo término a la guerra peruanochilena, los internacional en nuestro presente y por últimos años del siglo xix giran en tor venir. no a Andrés Avelino Cáceres—héroe de El Perú autóctono, unificado por ac la concluida guerra—y Nicolás de Pié- ción serrana, muestra un esfuerzo orga rola, caudillo de inusitada aureola po nizado y una continuidad de vida co pular; la pugna se inclina a favor de lectiva tan sugestiva y rica, que pro Piérola, quien hace un /obierno famoso duciría asombro no ser seducido por el al finalizar el siglo. La tensión de las embrujo de su emanación vital. Algo dos primeras décadas del siglo actual análogo al peruano debe de sentir hoy tienen como ¡us representantes a José el griego contemporáneo, el italiano, el Pardo y Augusto B. Leguia. La cultura egipcio o el chino, es decir, todo hom peruana está representada, entre otros, por hombres como Manuel González bre que pertenece a un país cuyo pasa Prada, Ricardo Palma, José de la Riva do es superior a su presente. Agüero o Javier Prado. Cuando el mundo social autóctono se derrumbó casi en su totalidad ante el 7. Subépoci de Renovación.—A par. impacto hispánico, vino para el Perú un tir del año l'tiS, aparecen actitudes de enriquecimiento humano y una conexión típica índole social. Arrancan genéricas colectiva de verdadera perspectiva ecu tendencias de. constituir el estado pe ménica pasiva como en lo activo estaba ruano con el aporte no ya de castas de ocurriéndole al español. Esta conexión terminadas, sino de todas sus clases so universal varía con la emancipación y la República. Aparece el Perú sacudido tiva y orgánica. Existe en el Perú una de cúratelas políticas, pero normalmente gran heterogeneidad somática y espiri adscrito a cúratelas sociales y culturales. tual, que debe ser reducida a su mí Todavía queda entre nosotros la dra nima expresión. Las supervivencias de mática situación de gentes hermanas—a lo autóctono y de lo virreinal se en quienes férvidamente debemos amar— cuentran incrustadas en gran parte de no incluidas aún en las ventajas que nuestras formas de vida actuales. Eli por derecho posee todo ciudadano. Qui minar su aporte negativo y aprovechar zá los problemas que el cacique Tupac- su aspecto positivo es lo que nos per Amaro señaló en el siglo xvm están es mitirá arribar a una integración del perando todavía una solución construc Perú actual, deseable y exigible.