Sunteți pe pagina 1din 240

Análisis de Varias Variables

Ricardo A. Sáenz
Índice general

Parte 1. Preliminares
Capı́tulo 1. El espacio euclideano 3
§1. Definiciones básicas 3
§2. Bestiario 8
§3. Topologı́a de Rn 10
§4. Sucesiones en Rn 15
§5. Conjuntos Compactos 17
Ejercicios 21
Capı́tulo 2. Funciones de varias variables 23
§1. Definiciones básicas 23
§2. Continuidad 24
§3. Funciones lineales 27
§4. Continuidad uniforme 28
§5. Oscilación 30
Ejercicios 32

Parte 2. Cálculo en el espacio Euclideano


Capı́tulo 3. Diferenciabilidad 37
§1. Derivada 37
§2. Derivadas parciales 45
§3. Teorema de la función inversa 49
§4. Teorema de la función implı́cita 53

iii
iv Índice general

§5. Derivadas de orden mayor 55


Ejercicios 60
Capı́tulo 4. Convexidad 63
§1. Conjuntos convexos 63
§2. Combinaciones convexas y simplejos 66
§3. Funciones convexas 68
§4. Puntos y valores extremos 73
Ejercicios 75
Capı́tulo 5. Integración 77
§1. La integral de Riemann 77
§2. Funciones Riemann-integrables 83
§3. Medida de Jordan 91
§4. El teorema de Fubini 94
Ejercicios 98
Capı́tulo 6. Cambio de variable y aplicaciones 101
§1. Particiones de la unidad 101
§2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 106
§3. Cambio de variable 114
§4. El teorema de Sard 120
§5. El teorema de punto fijo de Brouwer 123
Ejercicios 125

Parte 3. Análisis vectorial


Capı́tulo 7. Formas diferenciales 131
§1. Campos vectoriales 131
§2. Formas diferenciales en R3 133
§3. Algebra exterior 140
§4. Cambio de coordenadas 148
Ejercicios 152
Capı́tulo 8. El diferencial exterior 153
§1. El diferencial exterior 153
§2. Campos vectoriales y formas 156
§3. El lema de Poincaré 158
§4. Conjuntos simplemente conexos 162
Índice general v

Ejercicios 166
Capı́tulo 9. Integración de formas diferenciales 169
§1. Complejos en Rn 169
§2. Integrales de lı́nea 176
§3. Integración de formas diferenciales 183
§4. Teorema de Stokes 184
Ejercicios 190

Parte 4. Variedades diferenciables


Capı́tulo 10. Variedades diferenciables 195
§1. Variedades diferenciables en Rn 195
§2. Espacio tangente 200
§3. Variedades con frontera 203
Ejercicios 206
Capı́tulo 11. Orientación 209
§1. Campos vectoriales y formas diferenciales 209
§2. Orientación 212
§3. Orientación inducida en ∂M 216
Ejercicios 219
Capı́tulo 12. El teorema de Stokes 221
§1. Integración de formas en variedades 221
§2. El teorema de Stokes 225
§3. Volumen 227
§4. Los teoremas clásicos 231
Ejercicios 233
Parte 1

Preliminares
Capı́tulo 1

El espacio euclideano

1. Definiciones básicas
El espacio Euclideano, denotado por Rn , está definido por el conjunto

(1.1) Rn = {x = (x1 , x2 , . . . , xn ) : xi ∈ R}.

Es decir, Rn es efectivamente el producto cartesiano de n copias de R, el


conjunto de los números reales. Recordemos que R es un campo ordenado
completo, es decir, todo conjunto no vacı́o acotado por arriba tiene una
mı́nima cota superior (supremo). Una manera equivalente de enunciar la
completitud de R es el hecho de que toda sucesión de Cauchy en R converge.
Hablaremos más sobre sucesiones de Cauchy, particularmente en Rn , más
adelante.
Notemos que, en la ecuación (1.1), las coordenadas de cada vector en
Rn se denotan con superı́ndices, en lugar de subı́ndices: x1 , x2 , etc. Esto nos
simplificará la notación más adelante.
Rn es un espacio vectorial con suma

x + y = (x1 + y 1 , x2 + y 2 , . . . , xn + y n )

y multiplicación escalar

αx = (αx1 , αx2 , . . . , αxn ).

Además, posee el producto interno


n
X
x · y = x 1 y 1 + x2 y 2 + . . . + x n y n = xi y i .
i=1

3
4 1. El espacio euclideano

Este, a su vez, induce la norma


v
u n
√ uX
|x| = x · x = t (xi )2 ,
i=1

llamada la norma euclideana.


Proposición 1.1. 1. |x| = 0 si y sólo si x = 0;
2. |αx| = |α||x| para todo α ∈ R, x ∈ Rn ;
3. Si x, y ∈ Rn ,
(1.2) |x · y| ≤ |x||y|;
4. Si x, y ∈ Rn ,
(1.3) |x + y| ≤ |x| + |y|.

La ecuación (1.2) es conocida como la desigualdad de Cauchy-Schwarz,


mientras que la (1.3) como la desigualdad del triángulo.

Demostración. La demostración de las propiedades (1) y (2) se dejan como


ejercicio. Para (3), Si x = 0, entonces ambos lados de la ecuación (1.2) son
cero. Supongamos entonces que x 6= 0. Sea w el vector
y·x
w= x.
|x|2
El vector w es llamado la proyección de y sobre x (véase la figura 1).
Entonces,

x
w

Figura 1. Proyección de y en x

 y·x   y·x 
0 ≤ |y − w|2 = (y − w) · (y − w) = y − x · y − x
|x|2 |x|2
(y · x)2 (y · x)2 2 (y · x)2
= |y|2 − 2 + |x| = |y|2
− ,
|x|2 |x|4 |x|2
de lo cual la ecuación (1.2) se sigue inmediatamente.
1. Definiciones básicas 5

Para (4),
|x + y|2 = (x + y) · (x + y) = |x|2 + 2x · y + |y|2 ≤ |x|2 + 2|x||y| + |y|2 ,
donde la última desigualdad se sigue por la desigualdad de Cauchy-Schwarz.
Por lo tanto, tenemos
|x + y|2 ≤ (|x| + |y|)2 .


Decimos que los vectores u1 , u2 , . . . , um ∈ Rn generan Rn si para todo


x ∈ Rn existen α1 , . . . , αm tales que
x = α1 u1 + α2 u2 + . . . + αm um .
Es decir, todo x ∈ Rn es una combinación lineal de los vectores u1 , u2 ,
. . . , um .
Decimos que u1 , u2 , . . . , um son linealmente independientes si
α1 u1 + α2 u2 + . . . + αm um = 0
implica que
α1 = α2 = . . . = αm = 0.
Si u1 , u2 , . . . , um generan Rn y son linealmente independientes, entonces de-
cimos que forman una base. Enunciaremos el siguiente teorema, cuya de-
mostración se puede encontrar en cualquier libro de álgebra lineal.
Teorema 1.2. Si u1 , u2 , . . . , um forman una base de Rn , entonces m = n.

Es preciso observar que las bases no son únicas y, además, que si u1 , u2 ,


. . . , um forman una base de Rn y x ∈ Rn , entonces existen únicos α1 , . . . , αn
tales que
x = α1 u1 + α2 u2 + . . . + αn un .
Ejemplo 1.3. La base estándar de Rn está formada por los vectores e1 , e2 ,
. . . , en , donde
i-ésimo
z}|{
ei = (0, 0, . . . , 1 , . . . , 0).
De hecho,
x = (x1 , x2 , . . . , xn ) = x1 e1 + x2 e2 + . . . + xn en .
Ejemplo 1.4. En R2 , los vectores u1 = (1, 1), u2 = (1, −1) forman una
base, ya que
x1 + x2 x1 − x2
(x1 , x2 ) = u1 + u2
2 2
y son linealmente independientes.
6 1. El espacio euclideano

Decimos que los vectores x, y ∈ Rn son ortogonales si x · y = 0. Por


ejemplo, como ei · ej = 0 si i 6= j, entonces los vectores e1 , . . . , en de la base
estándar son ortogonales entre sı́.
Decimos que u1 , u2 , . . . , un forman una base ortonormal (o.n.) si los vec-
tores son ortogonales entre sı́ y unitarios, es decir, |ui | = 1 para todo i.
Por ejemplo, e1 , . . . , en forman una base estándar.
Los vectores u1 = (1, 1) y u2 = (1, −1) son ortogonales, pero no unitarios.
Sin embargo, se pueden “normalizar”dividiendo cada vector entre su norma:
u1  1 1  u2  1 1 
v1 = = √ ,√ , v2 = = √ , −√ .
|u1 | 2 2 |u2 | 2 2
Proposición 1.5. Sea u1 , u2 , . . . , un una base ortonormal de Rn .
1. Si x ∈ Rn , x = (x · u1 )u1 + . . . + (x · un )un .
pP
2. Si x ∈ Rn , |x| = 2
i (x · ui ) .
3. Si x, y ∈ Rn ,
n
X
x·y = (x · ui )(y · ui ).
i=1

4. Si V es el subespacio de Rn generado por los vectores ortonormales


v1 , v2 , . . . , vr , entonces
r
X
ProyV x = (x · vi )vi .
i=1

El espacio generado por los vectores v1 , v2 , . . . , vr es el subespacio de Rn


formado por todas las combinaciones lineales de v1 , v2 , . . . , vr , y se denota
por gen{v1 , v2 , . . . , vr }.
ProyV x es la proyección ortogonal de x sobre el subespacio V , es decir,
el único vector y ∈ V tal que x − y es ortogonal a todo vector en V .

Demostración. 1. Si x = α1 u1 + α2 u2 + . . . + αn un , entonces

x · ui = (α1 u1 + α2 u2 + . . . + αn un ) · ui = αi ui · ui = αi .

2.
X
n  X
n 
2
|x| = x · x = (x · ui )ui · (x · ui )ui
i=1 i=1
n
X Xn
= (x · ui )(x · uj )ui · uj = (x · ui )2 .
i,j=1 i=1
1. Definiciones básicas 7

3. Similarmente al inciso anterior,


X n  X n 
x·y = (x · ui )ui · (y · ui )ui
i=1 i=1
n
X n
X
= (x · ui )(y · uj )ui · uj = (x · ui )(y · ui ).
i,j=1 i=1
Pr
4. Si y = · vi )vi , entonces y ∈ V y, para z ∈ V ,
i=1 (x
 X r  X
r 
(x − y) · z = x − (x · vi )vi · (z · vi )vi
i=1 i=1
r
X r
X
=x· (z · vi )vi − (x · vi )(z · vi ) = 0.
i=1 i=1

El siguiente teorema nos garantiza que, dado un espacio generado por


vectores v1 , v2 , . . . , vr , siempre podemos escoger en él una base ortonormal.
Su demostración es constructiva, y al algoritmo resultante se le conoce como
el proceso de Gram-Schmidt.
Teorema 1.6 (Proceso de Gram-Schmidt). Sean v1 , v2 , . . . , vr vectores li-
nealmente independientes en Rn . Entonces existen vectores ortonormales
u1 , u2 , . . . , ur tales que
gen{u1 , u2 , . . . , uk } = gen{v1 , v2 , . . . , vk }
para k = 1, . . . , r.

Demostración. Tomamos
v1
u1 = .
|v1 |
Para construir u2 , sea
w2 = v2 − (v2 · u1 )u1 .
Vemos que w2 es ortogonal a u1 (figura 2), ası́ que tomamos
w2
u2 = .
|w2 |
Como u1 y u2 son combinaciones lineales de v1 y v2 ,
gen{u1 , u2 } ⊂ gen{v1 , v2 }.
De manera similar, v1 y v2 son combinaciones lineales de u1 y u2 , ası́ que
gen{v1 , v2 } ⊂ gen{u1 , u2 }.
Por inducción, para construir uk+1 tomamos
wk+1 = vk+1 − Proygen{u1 ,...,uk } vk+1 .
8 1. El espacio euclideano

v2

u2
w2

u1

Figura 2. La construcción del vector w2 .

Entonces es fácil ver que wk+1 · ui = 0, i = 1, .., k, y wk+1 6= 0 por que los vi
son linealmente independientes. Por lo que escogemos
wk+1
uk+1 = .
|wk+1 |
Es fácil ver, como antes, que
gen{u1 , . . . , uk+1 } = gen{v1 , . . . , vk+1 }.


La proposición 1.5 y el proceso de Gram-schmidt implican que podrı́amos


escoger cualquier producto interno en Rn y “no darnos cuenta”, es decir,
tendrı́amos la misma geometrı́a siempre y cuando tomemos una base orto-
normal respecto de dicho producto.

2. Bestiario
En esta sección listamos los subconjuntos de Rn de uso común, como
rectas, planos, o esferas, entre otros. La notación definida aquı́ será utilizada
en el resto del texto.

2.1. Rectas. La recta que pasa por x1 y x2 está parametrizada por


γ(t) := (1 − t)x1 + tx2 , t ∈ R,
Notemos que γ(0) = x1 y γ(1) = x2 . La restricción de γ a [0, 1] es el segmento
de x1 a x2 .

2.2. Hiperplanos. Un hiperplano es un conjunto de la forma


P = {x ∈ Rn : x · x0 = c},
donde x0 ∈ Rn y c ∈ R. El hiperplano ortogonal a n ∈ R, que pasa por x0 ,
está dado por
{x : (x − x0 ) · n = 0}.
2. Bestiario 9

Un hiperplano P divide a Rn en dos semiespacios

{x : x · x0 > c} y {x : x · x0 < c}.

Si x0 = en y c = 0, a estos se les llama semiespacio superior e inferior,


respectivamente.

2.3. Esferas y Bolas. La esfera en Rn es el conjunto

Sn−1 = {x : |x| = 1}.

La bola está dada por


Bn = {x : |x| ≤ 1}.
La esfera de radio R alrededor de x0 está dada por

SR (x0 ) = {x : |x − x0 | = R} = RSn−1 + x0 ,

mientras que la bola de radio R alrededor de x0 está dada por

BR (x0 ) = {x : |x − x0 | ≤ R} = RBn + x0 .

La bola abierta de radio R alrededor de x0 es el conjunto


0
BR (x0 ) = {x : |x − x0 | < R}.

2.4. Conjuntos convexos y estrella. Decimos que A ⊂ Rn es un con-


junto convexo si, para todo x, y ∈ A, el segmento de x a y está en A. Decimos
que A ⊂ Rn es un conjunto estrella si existe x0 ∈ A tal que, para x ∈ A, el
segmento de x0 a x está en A. Véase la figura 3. Más adelante estudiaremos

(a) (b)

Figura 3. Ejemplos de un conjunto convexo (a) y un conjunto estrella (b).

los conjuntos convexos con más profundidad.


10 1. El espacio euclideano

2.5. Rectángulos. Un rectángulo en Rn es un conjunto de la forma


R = I1 × I2 × . . . × I n ,
donde los Ii son intervalos acotados en R. Si cada Ii es un intervalo abier-
to, entonces decimos que R es un rectángulo abierto. Si cada Ii es cerrado,
entonces decimos que R es un rectángulo cerrado.1 Recordemos que el con-
junto A1 × A2 × . . . × An ⊂ Rn es el producto cartesiano de los conjuntos
A1 , . . . , An , dado por
A1 × A2 × . . . × An = {(x1 , x2 , . . . , xn ) ∈ Rn : xi ∈ Ai }.

3. Topologı́a de Rn
La topologı́a de un espacio permite estudiar los conceptos básicos del
análisis como convergencia (estudiada más tarde en este capı́tulo) o conti-
nuidad (estudiada en el siguiente capı́tulo). En esta sección estudiaremos las
principales propiedades topológicas del espacio euclideano.
Definición 1.7. Decimos que U ⊂ Rn es un conjunto abierto si, para cada
x ∈ U , existe un rectángulo abierto R tal que x ∈ R y R ⊂ U .
Ejemplo 1.8. Un rectángulo abierto es un conjunto abierto, lo cual se sigue
directamente de la definición.
Ejemplo 1.9. Los conjuntos ∅ y Rn son abiertos. El caso de Rn es claro; sin
embargo, el hecho de que ∅ es abierto se debe a la veracidad del enunciado
“si x ∈ ∅, entonces existe un rectángulo abierto R tal que x ∈ R y R ⊂ ∅”,
ya que “x ∈ ∅” es falso, por la definición del conjunto vacı́o.
Ejemplo 1.10. Una bola abierta es un conjunto abierto. Para mostrar esto,
consideremos la bola
Br0 (x) = {y ∈ Rn : |x − y| < r}
y tomamos y ∈ Br0 (x). Sea δ = r − |x − y|, y definimos
 δ δ   δ δ   δ δ 
R = y 1 − √ , y 1 + √ × y 2 − √ , y 2 + √ ×. . .× y n − √ , y n + √ .
n n n n n n
El rectángulo abierto R es tal que, si z ∈ R, entonces |y − z| < δ, como se
puede observar en la figura 4. Entonces, si z ∈ R,
|x − z| ≤ |x − y| + |y − z| < |x − y| + δ = |x − y| + r − |x − y| = r,
por lo que z ∈ Br0 (x). Por lo tanto, R ⊂ Br0 (x).

El ejemplo anterior permite concluı́r la siguiente proposición, la cual


provee una definición equivalente de conjunto abierto.
1Los rectángulos en Rn también son conocidos por los nombres cubo o hipercubo.
3. Topologı́a de Rn 11

δ δ

y
δ n

Figura 4. El rectángulo R del ejemplo 1.10.

Proposición 1.11. U ⊂ Rn es abierto si, y sólo si, para todo x ∈ U existe


r > 0 tal que Br0 (x) ⊂ U .

Demostración. Sea U abierto y x ∈ u. Entonces existe un rectángulo abier-


to R = (a1 , b1 ) × (a2 , b2 ) × . . . × (an , bn ) tal que x ∈ R y R ⊂ U . Sea
1
r = mı́n{x1 − a1 , b1 − x1 , . . . , xn − an , bn − xn }.
2
0
Entonces Br (x) ⊂ R ⊂ U .
Supongamos ahora que Br0 (x) ⊂ U . Sea
 r r   r r   r r 
R = x1 − √ , x1 + √ × x2 − √ , x2 + √ ×. . .× xn − √ , xn + √ .
n n n n n n
Entonces x ∈ R y R ⊂ Br0 (x) ⊂ U , ası́ que U es abierto. 
Definición 1.12. Sea A ⊂ Rn y x ∈ Rn . Decimos que x es un punto de
acumulación de A si, para todo rectángulo abierto R tal que x ∈ R, R ∩ A
es infinito.

De manera análoga a la definición de abierto, podemos mostrar que x


es un punto de acumulación de A si, y sólo si, para todo r > 0 Br0 (x) ∩ A es
infinito.
Si el conjunto A tiene algún punto de acumulación, entonces A, por la
definición anterior, es infinito. Además, si x es un punto de acumulación de
A, entonces no necesariamente x ∈ A. Sin embargo, si x es un punto de
acumulación de A y x ∈ / A, la observación anterior afirma que nos podemos
“acercar”desde A a x arbitrariamente, es decir, para todo r > 0 existe y ∈ A
tal que |x − y| < r.
Definición 1.13. Decimos que A ⊂ Rn es cerrado si contiene todos sus
puntos de acumulación.

Esta definición sugiere que un conjunto cerrado no tiene “puntos cerca-


nos exteriores”, y de ahı́ el nombre “cerrado”. En particular, si A es cerrado
12 1. El espacio euclideano

/ A, entonces existe r > 0 tal que Br0 (x) ∩ A es finito, digamos


yx∈
Br0 (x) ∩ A = {x1 , . . . , xk }.
Si tomamos δ = mı́n{|xj − x| : j = 1, . . . , k}, entonces Bδ0 (x) ∩ A es vacı́o.
De manera análoga, si A es cerrado y x ∈ / A, entonces existe un rectángulo
abierto R que contiene a x y no interseca a A.
Ahora veamos la relación entre conjuntos cerrados y abiertos.
Proposición 1.14. A ⊂ Rn es cerrado si, y sólo si, Rn \ A es abierto.

Demostración. Supongamos que A es cerrado y x ∈ Rn \ A. Como x ∈ / A,


x no es punto de acumulación de A, ası́ que existe un rectángulo abierto R
tal que R ∩ A = ∅. Es decir, R ⊂ Rn \ A. Ası́ que Rn \ A es abierto.
Supongamos ahora que Rn \ A es abierto y x ∈/ A. Entonces x ∈ Rn \ A.
Como Rn \ A es abierto, existe un rectángulo abierto R tal que x ∈ R y
R ⊂ Rn \ A. Entonces R ∩ A = ∅, por lo que x no es punto de acumulación
de A. 

Esta proposicón nos permite definir, equivalentemente, un conjunto ce-


rrado simplemente como el complemento de un conjunto abierto, sin hacer
referencia a los puntos de acumulación. Sin embargo, de manera inversa,
también nos ofrece una alternativa: podemos definir primero un conjunto
cerrado a través de sus puntos de acumulación, y luego definir un conjunto
abierto como el complemento de un conjunto cerrado. Cualquiera de estas
opciones es válida para definir la topologı́a en Rn , y todas son utilizadas en
distintos textos de análisis, dependiento del gusto del autor.
Definición 1.15. Sea A ⊂ Rn . La frontera de A, fr A, es el conjunto de
x ∈ Rn tales que, para todo rectángulo abierto R,
R ∩ A 6= ∅ y R ∩ (Rn \ A) 6= ∅.
Véase la figura 5.

Notemos que, si x ∈ fr A, entonces x es un punto de acumulación de


A ó de Rn \ A. Más aún, si x es un punto de acumulación de A y x ∈
/ A,
entonces x ∈ fr A.
Podemos observar que, además, fr A = fr(Rn \ A).
Ejemplo 1.16. fr Rn = fr ∅ = ∅.
Ejemplo 1.17. La frontera de un bola es una esfera. De hecho,
fr Br (x) = fr Br0 (x) = Sr (x).
Más aún, fr Sr (x) = Sr (x).
3. Topologı́a de Rn 13

AC

Figura 5. Un punto en la frontera de A.

Ejemplo 1.18. Si R = (a1 , b1 ) × . . . × (an , bn ), entonces


fr R =
{a1 } × [a2 , b2 ] × . . . × [an , bn ] ∪ {b1 } × [a2 , b2 ] × . . . × [an , bn ]∪
. . . ∪ [a1 , b1 ] × . . . × {bn }.
Es decir, fr R es la unión de las ”caras”de R.
T
Ejemplo 1.19. Sea Q = [0, 1] Q y consideremos Q × [0, 1] ⊂ R2 . (Véase
la figura 6.) Si x ∈ [0, 1] × [0, 1] y x ∈ (a, b) × (c, d) entonces existe
1

0 1/3 1/2 2/3 1

Figura 6. Representación simple del conjunto A = Q × [0, 1]. Nótese


que A está formado por la unión de rectas verticales, cada una sobre un
número racional en [0, 1].

q ∈ (a, b) ∩ [0, 1] ∩ Q,
ası́ que (q, x2 ) ∈ Q × [0, 1]. Además, existe
α ∈ (a, b) ∩ [0, 1] \ Q,
14 1. El espacio euclideano

ası́ que (α, x2 ) ∈ R2 \ (Q × [0, 1]). Por lo tanto


fr(Q × [0, 1]) = [0, 1] × [0, 1].
Definición 1.20. Sea A ⊂ Rn . La cerradura de A, denotada por Ā, está de-
finida como la unión de A y sus puntos de acumulación.

La siguiente proposición establece algunas propiedades de la cerradura.


Proposición 1.21. Sea A ⊂ Rn .
1. Ā es cerrado.
2. Si E es cerrado y E ⊃ A, entonces Ā ⊂ E.
3. Si A ⊂ B entonces Ā ⊂ B̄.
4. Ā = Ā.

Demostración. 1. Sea x un punto de acumulación de Ā y R un


rectángulo que contiene a x. Queremos mostrar que R ∩ A es infi-
nito. Si no, como R ∩ Ā es infinito, podemos tomar y ∈ R ∩ Ā \ A.
Pero entonces y es un punto de acumulación de A y, como y ∈ R,
R ∩ A es infinito, lo cual es una contradicción.
2. Si x es un punto de acumulación de A y A ⊂ E, entonces x es un
punto de acumulación de E. Como E es cerrado, x ∈ E. Pero esto
implica que Ā ⊂ E
3. La demostración es similar a (2).
4. Por (1), Ā es cerrado, ası́ que Ā ⊂ Ā. Por (2), como A ⊂ Ā, Ā ⊂ Ā.

Definición 1.22. Sea A ⊂ Rn . El interior de A es el conjunto
int(A) = A0 = {x ∈ A : ∃ rectángulo abierto R tal que x ∈ R, R ⊂ A}.
El exterior de A está definido como
ext(A) = {x ∈ Rn \ A : ∃ rectángulo abierto R con x ∈ R, R ∩ A = ∅}.

Nótese que ext(A) = int(Rn \ A). La siguiente proposición es muy fácil


de demostrar (ejercicio 7).
Proposición 1.23. Sea A ⊂ Rn .
1. A0 = A \ fr A.
2. ext(A) = (Rn \ Ā).
3. fr A = Ā ∩ (Rn \ A).
Ejemplo 1.24. Q0 = ∅ y Q̄ = R. Nótese que, en este caso, el interior es
vacı́o, aún cuando la cerradura es ”grande”.
4. Sucesiones en Rn 15

4. Sucesiones en Rn
Una sucesión en Rn es una función f : N → Rn . Si f (k) = xk , simple-
mente denotamos f como (xk ). Notemos que
xk = (x1k , x2k , . . . xnk ),
por lo que cada una de las coordenadas de los xk definen una sucesión (xik )
en R.
Definición 1.25. Decimos que la sucesión (xk ) converge a L ∈ Rn si, para
todo ε > 0, existe N tal que, si k ≥ N ,
|L − xk | < ε.

No es muy difı́cil verificar los siguientes enunciados, cada uno caracteri-


zando la convergencia de una sucesión:
1. La sucesión (xk ) converge a L ∈ Rn si, para todo ε > 0, existe N
tal que, si k ≥ N , xk ∈ Bε0 (L);
2. La sucesión (xk ) converge a L ∈ Rn si, para todo rectángulo abierto
R que contiene a x, existe N tal que, si k ≥ N , xk ∈ R.
Sin embargo, en la práctica, la siguiente proposición es muy útil.
Proposición 1.26. La sucesión (xk ) converge en Rn si, y sólo si, cada (xik )
converge en R.

Demostración. Suponemos que xk → L y sea ε > 0. Sea N tal que k ≥ N


implica |xk − L| < ε. Entonces, para k ≥ N ,
q
i i
|xk − L | ≤ (x1k − L1 )2 + . . . + (xik − Li )2 + . . . + (xnk − Ln )2 < ε.

Suponemos ahora que cada xik → Li , y sea ε > 0. Tomamos Ni tal que,
si k ≥ Ni ,
ε
|xik − Li | < √ .
n
Tomamos N = máxi Ni . Entonces si, k ≥ N ,
q r
1 1 2 n n 2
ε2 ε2
|xk − L| ≤ (xk − L ) + . . . + (xk − L ) < + ... + = ε.
n n


Decimos que (xk ) es una sucesión en A ⊂ Rn si xk ∈ A para todo


k. La siguiente proposición clasifica los conjuntos cerrados en términos de
sucesiones.
Proposición 1.27. Un conjunto A ⊂ Rn es cerrado si, y sólo si, para toda
sucesión (xk ) en A que converge a L, entonces L ∈ A.
16 1. El espacio euclideano

Demostración. Supongamos que A es cerrado y sea (xk ) en A una sucesión


que converge a L. Sea R un rectángulo abierto que contiene a L, y ε > 0 tal
que Bε (L) ⊂ R. Entonces, como xk → L, existe K tal que xK ∈ R. Como
xK ∈ A, hemos demostrado que R ∩ A 6= ∅. Entonces, L está en A ó es un
punto de acumulación de A. Como A es cerrado, en ambos casos L ∈ A.
Supongamos ahora que toda sucesión en A que converge tiene su lı́mite
en A. Sea x un punto de acumulación de A. Para cada k ≥ 1, sea xk ∈ A tal
que |xk − x| < 1/k. Tal xk debe existir porque B1/k (x) ∩ A 6= ∅. Entonces
xk es una sucesión en A y xk → x, por lo que x ∈ A. 
Definición 1.28. Decimos que la sucesiı́on (xk ) es acotada si existe un
rectángulo R tal que xk ∈ R para todo k.

El siguiente teorema es muy importante, y es conocido como el Teorema


de Bolzano-Weierstrass. Para su demostración asumiremos el teorema en la
recta real R.
Teorema 1.29 (Bolzano-Weierstrass). Toda sucesión acotada tiene una
subsucesión que converge.

Demostración. Si (xk ) es acotada, cada (xik ) es acotada. Por el teorema de


Bolzano-Weierstrass en R, (x1k ) tiene una subsucesión que converge, digamos
(x1kl )l . Inductivamente, si

(x1kl )l , (x2kl )l , . . . , (xpkl )l

son subsucesiones convergentes de (x1k ), . . . , (xpk ), respectivamente, entonces


tomamos una subsucesión de (kl ) de tal forma que (xp+1 klm )m converge. Al
final, obtenemos subsucesiones
(x1kl )l , (x2kl )l , . . . , (xnkl )l
convergentes, por lo que (xkl ) es un subsucesión de (xk ) convergente, por la
proposicion 1.26. 

El Teorema de Bolzano-Weierstrass nos permite demostrar la siguiente


importante propiedad de los conjuntos cerrados, de la cual haremos uso más
adelante.
Proposición 1.30. Sea A un conjunto cerrado, A 6= ∅, y x ∈ Rn . Entonces
existe un punto y ∈ A tal que |x − y| es mı́nimo.

Demostración. Sea x ∈ Rn y definimos d : A → R por d(y) = |x − y|. Sea


r0 = ı́nf{d(y) : y ∈ A}. Entonces, para todo k ≥ 1, existe yk ∈ A tal que
r0 ≤ d(yk ) < r0 + 1/k.
5. Conjuntos Compactos 17

La sucesión (yk ) claramente es acotada y, por el Teorema de Bolzano-


Weierstrass, tiene una subsucesión que converge, digamos ykl → y. Como A
es cerrado, la proposición 1.27 implica que y ∈ A. Además d(y) = r0 . 

Nota que, si x ∈ A, entonces d(x) = 0, por lo que d toma su mı́nimo en


x. Si x ∈
/ A, entonces, como A es cerrado, x no es un punto de acumulación
de A y existe r > 0 tal que Br0 (x) ∩ A = ∅. Entonces r0 ≥ r > 0.

5. Conjuntos Compactos
En esta sección estudiaremos los conjuntos compactos y su relación con
sucesiones en Rn . La idea de compacidad fue descubierta por Heine en el
estudio de funciones uniformemente continuas, las cuales estudiaremos en el
siguiente capı́tulo.
Definición 1.31. Sea A ⊂ Rn . Una
S cubierta de A es una colección {Uα } de
conjuntos abiertos tales que A ⊂ α Uα .
Si {Uα } es una cubierta de A, una subcubierta
S es un subconjunto de
{Uα }, digamos {Uαβ } ⊂ {Uα }, tal que A ⊂ β Uαβ .
Decimos que A es compacto, si toda cubierta de A tiene una subcubierta
finita.
Ejemplo 1.32. ∅ es compacto.
Ejemplo 1.33. Un conjunto finito {x1 , x2 , . . . , xk } es compacto. Si {Uα } es
una cubierta de {x1 , x2 , . . . , xk }, existe, para cada i = 1, 2, .., k, αi tal que
xi ∈ Uαi . Entonces {Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk } es una subcubierta finita.
Proposición 1.34. Si A es compacto, entonces es cerrado.

Demostración. Demostraremos que, si A no es cerrado, entonces existe


una cubierta de A que no tiene subcubiertas finitas, y por lo tanto no es
compacto.
Sea x ∈
/ A un punto de acumulación de A. Entonces, para todo ε > 0,
Bε0 (x) ∩ A 6= ∅. Consideremos los conjuntos k
S Uk = Rn \ B1/k (x). Cada Un
es abierto porque B1/k (x) es cerrado, y k Uk = R \ {x}. Como x ∈ / A,
entonces la colección {Uk : k ≥ 1} es una cubierta para A.
Sin embargo, {Uk : k ≥ 0} no tiene subcubiertas finitas: Para cada
colección finita Uk1 , . . . , Ukp , si N = máxi ki , entonces
p
\
Uki = Rn \ BN (x).
i=1

Como BN (x) ∩ A 6= ∅, entonces {Uk1 , . . . , Ukp } no cubre a A. 


18 1. El espacio euclideano

No todos los conjuntos cerrados son compactos. El espacio Rn es cerrado,


por ejemplo, pero no es compacto porque, digamos, la cubierta de bolas
Bk0 (0), k ≥ 1, no tiene una subcubierta finita. Sin embargo, los subconjuntos
cerrados de conjuntos compactos sı́ lo son.

Proposición 1.35. Sean E ⊂ F ⊂ Rn . Si E es cerrado y F es compacto,


entonces E es compacto.

Demostración. Sea {Uα } una cubierta S de E. Como E es cerrado, entonces


Rn \ E es abierto, ası́ que {Rn \ E} {Uα } es una cubierta de F . Como F es
compacto, tiene una subcubierta finita, digamos {Rn \E, Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk }.
Entonces {Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk } es una subcubierta finita para E. 

Decimos que un conjunto A es acotado si existe un rectángulo R tal que


A ⊂ R. De manera equivalente, A está contenido en una bola BM (x), para
algún x ∈ Rn y M > 0. Los conjuntos compactos son acotados.

Proposición 1.36. Si A es compacto, entonces es acotado.

Demostración. Al igual que en la demostración de la proposición 1.34,


mostraremos la contrapositiva. Es decir, supondremos que A no es acotado
para concluı́r que no es compacto.
r > 0, A 6⊂ Br0 (0). Consideremos
Si A no es acotado, entonces, para todo S
ahora la colección {Bk (0) : k ≥ 1}. Como k Bk0 (0) = Rn , {Bk0 (0) : k ≥ 1}
0

es una cubierta para A. Sin embargo, no tiene cubiertas finitas, porque


0
Bk01 (0) ∪ . . . ∪ Bk0p (0) = BN (0) 6⊃ A,
donde N = máxi ki , porque A no es acotado. 

Las proposiciones 1.34 y 1.36 implican el siguiente teorema, muy útil en


el análisis.

Teorema 1.37. Sea A un conjunto compacto y (xk ) una sucesión en A.


Entonces (xk ) tiene una subsucesión que converge en A.

Demostración. Como A es acotado, entonces la sucesión (xk ) tiene una


subsucesión que converge, por el teorema de Bolzano-Weierstrass. Como A
es cerrado, el lı́mite de esta subsucesión está en A. 

El siguiente teorema clasifica los conjuntos cerrados en Rn , y es conocido


como el Teorema de Heine-Borel.

Teorema 1.38 (Heine-Borel). A ⊂ Rn es compacto si y sólo si A es cerrado


y acotado.
5. Conjuntos Compactos 19

Decimos que A es acotado si existe un rectángulo cerrado R ⊃ A. Para


demostrar este teorema, por la proposición 1.35, es suficiente con demostrar
que un rectángulo cerrado es compacto. Para ello necesitaremos los siguientes
lemas.
Lema 1.39. [a, b] ⊂ R es compacto.

Demostración. Sea {Uα } una cubierta una cubierta de [a, b], y sea
S = {x ∈ [a, b] : {Uα } tiene una subcubierta finita para [a, x]}.
Mostraremos que S = [0, 1]. Sabemos que, al menos, a ∈ S, ası́ que S 6= ∅.
Como S es acotado (S ⊂ [a, b]), entonces tiene un supremo, por el axioma de
completitud, digamos m = sup S. Vamos a demostrar que m ∈ S y m = b.
Como m ∈ [a, b], m ∈ Uαm para algún αm . Uαm es abierto, ası́ que
existe x ∈ S ∩ Uαm . Como [a, x] tiene una subcubierta finita, entonces,
agregando Uαm a dicha subcubierta, obtenemos una subcubierta finita para
[a, m]. Entonces m ∈ S.
Si m < b, entonces existe m < y ≤ b tal que y ∈ Uαm . Agregando Uαm
a una subcubierta finita para [a, m], obtenemos una subcubierta finita para
[a, y], y y ∈ S. Esto contradice que m = sup S. Por lo tanto m = b. 

Es fácil ver que, si x ∈ Rn , y B ⊂ Rm , y es compacto, entonces


{x} × B ⊂ Rn × Rm = Rn+m
es compacto. El siguiente lema ofrece una versión mucho más fuerte de este
hecho.
Lema 1.40. Sea x ∈ Rn y B ⊂ Rm compacto. Si {Uα } es una cubierta
de {x} × B, entonces existe V ⊂ Rn , con x ∈ V , tal que {Uα } tiene una
subcubierta finita para V × B.

Demostración. Para cada (x, y) ∈ {x} × B, existe Uα(x,y) tal que (x, y) ∈
Uα(x,y) . Como cada Uα(x,y) es abierto, existe un rectángulo abierto Rx,y tal
que
(x, y) ∈ Rx,y y Rx,y ⊂ Uα(x,y) .
Podemos escribir
Rx,y = Sx,y × Tx,y ,
donde Sx,y es un rectángulo abierto en Rn y Tx,y un rectángulo abierto en
Rm . Ahora bien, {Tx,y : y ∈ B} es una cubierta de B. Como B es compacto,
existen Tx,y1 , Tx,y2 , . . . , Tx,yk tales que
B ⊂ Tx,y1 ∪ Tx,y2 ∪ . . . ∪ Tx,yk .
Si tomamos
V = Sx,y1 ∩ Sx,y2 ∩ . . . ∩ Sx,yk ,
20 1. El espacio euclideano

V es un rectángulo abierto, x ∈ V y
V × B ⊂ (Sx,y1 × Tx,y1 ) ∪ . . . ∪ (Sx,yk × Tx,yk )
= Rx,y1 ∪ Rx,y2 ∪ . . . ∪ Rx,yk
⊂ Uα(x,y1 ) ∪ Uα(x,y2 ) ∪ . . . ∪ U α(x,yk ) .

Lema 1.41. Si A ⊂ Rn y B ⊂ Rm son compactos, entonces A × B ⊂ Rn+m
es compacto.

Demostración. Sea {Uα } una cubierta de A × B. Para cada x ∈ A existe,


por el lema 1.40, un abierto Vx ⊂ Rn y una subcubierta Θx finita para
Vx × B. Pero los Vx forman una cubierta para A y A es compacto, ası́ que
existen Vx1 , . . . , Vxp tales que
A ⊂ Vx 1 ∪ . . . ∪ V x p .
Sp
Entonces i=1 Θxi es una subcubierta finita para A × B. 

Los lemas 1.39 y 1.41 implican el siguiente corolario.


Corolario 1.42. Un rectángulo cerrado R = [a1 , b1 ] × . . . × [an , bn ] es com-
pacto.

Ahora sı́, la demostración del teorema de Heine-Borel es fácil.

Demostración del Teorema de Heine-Borel. Si A es acotado, enton-


ces existe un rectángulo cerrado R tal que A ⊂ R. Por la proposición 1.35 y
el corolario 1.42, si A es cerrado, entonces A es compacto. 
Ejemplo 1.43. La bola Bn y la esfera Sn−1 son conjuntos cerrados y aco-
tados en Rn . Por el teorema de Heine-Borel, son compactos.

El teorema de Heine-Borel también implica la inversa del teorema 1.37.


Corolario 1.44. Si A es un conjunto tal que toda sucesión en A tiene una
subsucesión que converge en A, entonces A es compacto.

Demostración. Mostraremos que, si A es un conjunto que no es cerrado


o no es acotado, entonces tiene una sucesión sin subsucesiones convergentes
en A. De hecho, por la proposición 1.27, si no es cerrado entonces existe una
sucesión en A con lı́mite fuera de A.
Si A no es acotado, entonces existe una sucesión (xk ) en A tal que,
digamos, |xk | > k. Entonces (xk ) no tiene subsucesiones convergentes.
Por lo tanto, si A es un conjunto tal que toda sucesión en A tiene una
subsucesión que converge en A, entonces A es cerrado y acotado. Por el
teorema de Heine-Borel, A es compacto. 
Ejercicios 21

Ejercicios

1. Muestra la desigualdad del triángulo inversa: Si x, y ∈ Rn ,



|x| − |y| ≤ |x − y|.
2. Demuestra la identidad del palalelogramo: Si x, y ∈ Rn ,
1 
|x|2 + |y|2 = |x + y|2 + |x − y|2 .
2
Explica qué tiene que ver esta identidad con un paralelogramo.
3. Muestra que, si x1 , x2 ∈ Rn , el conjunto
{x ∈ Rn : |x − x1 | = |x − x2 |}
es un hiperplano.
n
S α } es una colección de conjuntos abiertos en R , en-
4. Muestra que si {U
tonces la unión α Uα es un conjunto abierto.
5. Muestra que la intersección de dos rectángulos en Rn es vacı́a o es otro
rectángulo.
6. Muestra que si U1 , U2 , . . . , Uk son conjuntos abiertos en Rn , entonces la
T
intersección ki=1 Ui es un conjunto abierto.
7. Demuestra la Proposición 1.23.
8. Una sucesión (xk ) en Rn es de Cauchy si, para todo ε > 0, existe N tal
que si k, l ≥ N entonces |xk − xl | < ε. Muestra que la sucesión (xk ) es
de Cauchy en Rn si y sólo si cada sucesión (xik ) es de Cauchy en R.
9. Concluye, del problema anterior, que toda sucesión de Cauchy en Rn
converge.
10. Muestra que todo conjunto infinito y acotado en Rn tiene un punto de
acumulación.
11. Considera, en R, la cubierta {(1/2n, 3/2n) : n = 1, 2, . . .} del conjunto
{1, 1/2, 1/3, . . .}. Muestra que esta cubierta no tiene subcubiertas finitas.
Capı́tulo 2

Funciones de varias
variables

1. Definiciones básicas
En este texto consideraremos funciones f : A → Rm con A ⊂ Rn .
Dichas funciones son comúnmente denominadas como funciones de varias
variables, ya que cada coordenada de x ∈ A se puede ver como una variable
independiente de f . De hecho escribimos, para x ∈ A,

f (x) = f (x1 , x2 , . . . , xn ).

Para cada x ∈ A, f (x) ∈ Rm , y escribimos las coordenadas de este vector


como f i (x). Entonces

f (x) = (f 1 (x), f 2 (x), . . . , f m (x)).

Las funciones f i : A → R son llamadas componentes de f .


Recordemos que la imagen de f es el conjunto

f (A) = {f (x) ∈ Rm : x ⊂ A},

y la preimagen de B ⊂ Rm bajo f es

f −1 (B) = {x ∈ A : f (x) ∈ B}.

Si f : A → B, B ⊂ Rm , g : B → Rp , son dos funciones, entonces la


composición g ◦ f : A → Rp está dada por

g ◦ f (x) = g(f (x)).

23
24 2. Funciones de varias variables

Si f : A → Rm es inyectiva, entonces existe f −1 : f (A) → Rn tal que


f −1 (y) = x si y sólo si f (x) = y. Nótese que f −1 ◦ f : A → A es la función
identidad en A (x 7→ x), y f ◦ f −1 : f (A) → f (A) es la identidad en f (A).
También definiremos las proyecciones π i : Rn → R, las cuales están
dadas por π i (x) = xi . Notemos que, para f : A → Rm ,
f i = π i ◦ f.
Definición 2.1. Si x0 es un punto de acumulación de A, decimos que f :
A → Rm tiene lı́mite en x0 si existe L ∈ Rm tal que, para todo ε > 0, existe
δ > 0 tal que si 0 < |x − x0 | < δ entonces |f (x0 ) − L| < ε.

El punto L es llamado el lı́mite de f en x0 , y escribimos


lı́m f (x) = L,
x→x0

o simplemente lı́mx0 f = L. En la definicón de lı́mite notamos que x0 no


necesariamente está en A, y en tal caso f no está definida en x0 . De hecho,
cuando f sı́ está definida en x0 , no necesariamente f (x0 ) = L.
La relación entre el lı́mite de una función y el lı́mite de una sucesión
está dada por la siguiente proposición.
Proposición 2.2. Sea f : A → Rm y x0 un punto de acumulación de A.
Entonces
lı́m f (x) = L
x→x0
si, y sólo si, para toda sucesión (xk ) en A que converge a x0 y xk 6= x0 para
todo k, la sucesión (f (xk )) en Rm converge a L.

Dejamos la demostración de la proposición 2.2 como ejercicio (ejercicio


1).

2. Continuidad
Definición 2.3. Sea f : A → Rm . Decimos que f es continua en x0 ∈ A si,
para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que si |x − x0 | < δ entonces
|f (x) − f (x0 )| < ε.

La definición de continuidad es local; es decir, la propiedad de conti-


nuidad se verifica en cada punto. Si una función f : A → Rm es continua
en cada punto x ∈ A de su dominio, simplemente diremos que es continua.
De manera similar, diremos que f es continua en B si es continua en cada
punto x ∈ B ⊂ A.
Ejemplo 2.4 (Constantes). Sea c ∈ Rm , y f : A → Rm dada por f (x) = c
para toda x ∈ A. Entonces f es continua.
2. Continuidad 25

Ejemplo 2.5 (Identidad). La función identidad f : Rn → Rn , dada por


f (x) = x, también es continua.
Ejemplo 2.6 (Proyecciones). Las proyecciones π i : Rn → R son continuas:
Sea x ∈ Rn y ε > 0. Si δ = ε y |x − x0 | < δ, entonces
|π i (x) − π i (x0 )| = |xi − xi0 | ≤ |x − x0 | < ε.

De hecho, el ejemplo anterior implica que una función f es continua si,


y sólo si, cada una de sus componentes es continua (ejercicio 2.)
Ejemplo 2.7 (Operaciones vectoriales). Las operaciones vectoriales suma
(x, y) 7→ x + y y multiplicación escalar (λ, x) 7→ λx también son continuas.
Dejamos al lector su demostración como ejercicio (ejercicios 3 y 4).

Similarmente, la multiplicación (x, y) 7→ xy de dos números reales es


una función continua (ejercicio 5).
La composición de dos funciones continuas es continua.
Proposición 2.8. Sean f : A → B, B ⊂ Rm , g : B → Rp , f continua en
x0 ∈ A y g continua en f (x0 ), entonces g ◦ f : A → Rp es continua en x0 .

Demostración. Sea ε > 0, y sea η > 0 tal que, si |y − f (x0 )| < η, entonces
|g(y) − g(f (x0 ))| < ε. Tal η existe porque g es continua en f (x0 ). Ahora
bien, por la continuidad de f en x0 , existe δ > 0 tal que, si |x − x0 | < δ,
entonces |f (x) − f (x0 )| < η.
Por lo tanto, si |x − x0 | < δ, entonces |f (x) − f (x0 )| < η y
|g ◦ f (x) − g ◦ f (x0 )| = |g(f (x)) − g(f (x0 ))| < ε.
Ası́ que g ◦ f es continua en x0 . 

Esta proposición y los ejemplos anteriores implican el siguiente resultado,


cuya demostración de deja como ejercicio al lector (ejercicio 6).
Proposición 2.9. Sean f, g : A → Rm continuas en x0 ∈ A. Entonces
1. f + g es continua en x0 .
2. λf + µg es continua en x0 , λ, µ ∈ R.
3. f g es continua en x0 .
4. Si m = 1 y g(x0 ) 6= 0, entonces f /g está definida en un rectángulo
alrededor de x0 y es continua en x0 .

La relación entre continuidad y sucesiones es muy importante, y está da-


da por la siguiente proposición.
Proposición 2.10. Sea f : A → Rm y x0 ∈ A. Entonces f es continua en x0
si, y sólo si, para toda sucesión (xk ) en A que converge a x0 , f (xk ) → f (x0 ).
26 2. Funciones de varias variables

Demostración. Suponemos primero que f es continua en x0 . Sea entonces


xk → x0 en A y ε > 0 dado. Como f es continua en x0 , existe δ > 0 tal que
|x − x0 | < δ implica que |f (x) − f (x0 )| < ε.
Como xk → x0 , entonces existe N tal que para k ≥ N , |xk − x0 | < δ.
Entonces, para k ≥ N , |f (xk ) − f (x0 )| < ε.
De manera inversa, suponemos que f no es continua en x0 , por lo que
encontraremos una sucesión (xk ) en A que converge a x0 tal que f (xk ) 6→
f (x0 ). Entonces existe ε0 > 0 tal que, para todo δ > 0, existe x ∈ A tal que
|x − x0 | < δ y |f (x) − f (x0 )| ≥ ε0 .
Entonces, para cada k ≥ 1, podemos escoger xk ∈ A tal que |xk − x0 | <
1/k y |f (xk ) − f (x0 )| ≥ ε0 . Tal sucesión (xk ) satisface que xk → x0 y
f (xk ) 6→ f (x0 ). 

La proposición 2.10, junto con la proposición 2.2, implica la relación


entre continuidad en un punto de acumulación y el lı́mite de una función
(ejercicio 8).
La siguiente proposición establece una definición equivalente para una
función continua en todo su dominio.
Proposición 2.11. f : A → Rm es continua si, y sólo si, para todo abierto
V ⊂ Rm existe un abierto U ⊂ Rn tal que f −1 (V ) = U ∩ A.

Demostración. Supongamos que f es continua y sea V ⊂ Rm abierto.


Sea x ∈ f −1 (V ). Como V es abierto, existe ε > 0 tal que Bε0 (f (x)) ⊂ V .
Como f es continua en x, existe δx > 0 tal que si |x − y| < δx , entonces
|f (x) − f (y)| < ε, es decir f (y) ∈ Bε (f (x)). Entonces

f Bδ0x (x) ∩ A ⊂ Bε (f (x)) ⊂ V,
ası́ que Bδ0x (x) ∩ A ⊂ f −1 (V ). Tomamos entonces
[
U= Bδ0x (x).
x∈f −1 (V )

Supongamos ahora que para todo abierto V ⊂ Rm existe un abierto U ⊂


Rn tal que f −1 (V ) = U ∩ A. Sea x ∈ A y ε > 0, y tomamos V = Bε0 (f (x)).
Entonces existe un abierto U ⊂ Rn tal que U ∩ A = f −1 (V ). Como x ∈ U ,
existe δ > 0 tal que Bδ (x) ⊂ U . Esto implica que
Bδ (x) ∩ A ⊂ f −1 (V ),
es decir
f (Bδ (x) ∩ A) ⊂ Bε0 (f (x)).
Esto significa que si |x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < ε, por lo que
entonces f es continua en x. 
3. Funciones lineales 27

La proposición anterior nos da un criterio muy cómodo de continuidad, y


además muy útil para entender las propiedades topológicas de las funciones
continuas.
Proposición 2.12. Si A es compacto y f : A → Rn es continua, entonces
f (A) es compacto.

Demostración. Sea {Vα } una cubierta de f (A). Como f es continua, por la


proposición 2.11, para cada α existe un abierto Uα tal que Uα ∩A = f −1 (Vα ).
Entonces {Uα } es una cubierta de A y, como A es compacto, tiene una
subcubierta finita, digamos {Uα1 , Uα2 , . . . , Uαk }. Como
A ⊂ Uα1 ∪ Uα2 ∪ . . . ∪ Uαk ,

f (A) ⊂ Vα1 ∪ Vα2 ∪ . . . ∪ Vαk .


Ası́ que {Vα1 , Vα2 , . . . , Vαk } es una cubierta finita de {Vα } para f (A). Por lo
tanto, f (A) es compacto. 

3. Funciones lineales
Definición 2.13. Sea f : Rn → Rm . Decimos que f es lineal si, para
x, y ∈ Rn , λ ∈ R,
f (x + y) = f (x) + f (y); y f (λx) = λf (x).

En esta sección repasaremos las propiedades más importantes de las fun-


ciones lineales, desde el punto de vista analı́tico. Primero, debemos observar
que
f (0) = 0,
y, para cualquier combinación lineal,
(2.1) f (α1 x1 + α2 x2 + . . . + αk xk ) = α1 f (x1 ) + α2 f (x2 ) + . . . + αk f (xk ).
De la ecuación (2.1) podemos concluı́r que, para x = (x1 , . . . , xn ),
f (x) = x1 f (e1 ) + x2 f (e2 ) + . . . + xn f (en ),
por lo que los f (e1 ), f (e2 ), . . . , f (en ) definen la función f en todo Rn .
En general, si u1 , u2 , . . . , un forman una base de Rn , entonces los vectores
f (u1 ), . . . , f (un ) definen f sobre Rn , de la misma forma que lo hace la base
estándar:
f (x) = f (a1 u1 + . . . + an un ) = a1 f (u1 ) + . . . + an f (un ).

Si escribimos f (ej ) = (a1j , a2j , . . . , am


j ), entonces

f i (x) = ai1 x1 + ai2 x2 + . . . + ain xn ,


28 2. Funciones de varias variables

ası́ que f está determinada por la multiplicación matricial


 1   1   1
f (x) a1 a12 . . . a1n x
 f 2 (x)   a2 a2 . . . a2   x2 
   1 2 n 
(2.2)  ..  =  .. .. . . ..   ..  .
 .   . . . .  . 
f m (x) am
1 am
2 . . . am
n xn

La expresión (2.2) nos permite concluı́r el siguiente resultado.

Proposición 2.14. Si f : Rn → Rm es lineal, entonces existe M > 0 tal


que |f (x)| ≤ M |x| para todo x ∈ Rn .

Demostración. Por la desigualdad de Cauchy-Schwarz,

|f i (x)| = |(ai1 , ai2 , . . . , ain ) · (x1 , x2 , . . . , xn )| ≤ Mi |x|,

donde Mi = |(ai1 , ai2 , . . . , ain )|. Entonces


p p
|f (x)| = (f 1 (x))2 + . . . + (f m (x))2 ≤ (M1 |x|)2 + . . . + (Mm |x|)2
q
= M12 + . . . + Mm 2 |x|,

p
por lo que la proposición es cierta con M = M12 + . . . + Mm 2. 

Esta proposición nos permite ahora garantizar la continuidad de las fun-


ciones lineales: Si f : Rn → Rm es lineal y x ∈ Rn , para cada ε > 0 dado,
tomamos δ = ε/M , donde M es la constante de la proposición (2.14). En-
tonces, si |x − y| < δ,
ε
|f (x) − f (y)| = |f (x − y)| ≤ M |x − y| < M = ε.
M
Una función f : A → Rm tal que existe M > 0 que satisface

|f (x) − f (y)| ≤ M |x − y|

es llamada una función de Lipschitz, y el ı́nfimo de tales M es llamada la


constante de Lipschitz de f . Por el párrafo anterior vemos que toda función
de Lipschitz es continua. De hecho, podemos decir más, lo cual discutiremos
en la siguiente sección.

4. Continuidad uniforme
Definición 2.15. Decimos que la función f : A → Rp es uniformemente
continua si, para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que |x − y| < δ implica
|f (x) − f (y)| < ε, para todo x, y ∈ A.
4. Continuidad uniforme 29

La diferencia entre una función continua y una función uniformemente


continua es que, en el segundo caso, para cada ε > 0 podemos encontrar
el δ > 0 de la definición de continuidad independiente del punto donde
queremos verificar continuidad. Es decir, cuando una función es continua,
garantizamos que existe un δ > 0, que satisface la definición, para cada ε y
para cada x ∈ A; es decir, tal número δ depende de x.

Ejemplo 2.16. Consideremos la función f : (0, ∞) → R dada por f (x) =


1/x. Esta función es continua por la proposición 2.9. Sin embargo, no es
uniformemente continua: Para cualquier δ > 0, si δ ≥ 1, tomamos x = 1 y
y = 1/2, entonces |x − y| < δ y |f (x) − f (y)| = 1; mientras que, si δ < 1, si
x = δ y y = δ/2, entonces |x − y| < δ y
1
|f (x) − f (y)| = > 1.

En el ejemplo anterior, f no es acotada en ninguna vecindad de 0. De
hecho, una función uniformemente continua en A tiene lı́mite en cualquier
punto de acumulación de A.

Teorema 2.17. Sea f : A → Rm uniformemente continua y x0 un punto


de acumulación de A. Entonces f tiene lı́mite en A.

Demostración. Sea (xk ) una sucesión en A que converge a x0 .1 Mostrare-


mos que la sucesión (f (xk )) es de Cauchy, y por lo tanto converge en Rm .
(Véase los ejercicios del capı́tulo 1.)
Sea ε > 0. Como f es uniformemente continua, existe δ > 0 tal que, si
|x − y| < δ, entonces |f (x) − f (y)| < ε. Como (xk ) converge, entonces es una
sucesión de Cauchy en Rn y existe N tal que, para k, l ≥ N , |xk − xl | < δ.
Entonces, para k, l ≥ N , |f (xk ) − f (xl )| < ε, y por lo tanto (f (xk )) es una
sucesión de Cauchy. Entonces converge, digamos, a L ∈ Rm .
Mostraremos que
lı́m f (x0 ) = L.
x→x0

Sea ε < 0 dado, y sea δ > 0 tal que


ε
|f (x) − f (y)| < para todo |x − y| < δ.
2
Ahora bien, fijamos K tal que, para k ≥ K,
δ δ
|xk − x0 | < y |f (xk ) − L| < ,
2 2

1No haremos explı́cita la condición x 6= x , ya que, en caso de que x ∈ A, f de hecho tiene


k 0 0
lı́mite en x0 y lı́mx0 f = f (x0 ), por la continuidad de f .
30 2. Funciones de varias variables

donde (xk ) es la sucesión seleccionada anteriormente. Entonces, si |x − x0 | <


δ/2,
δ δ
|x − xK | ≤ |x − x0 | + |x0 − xK | < + = δ
2 2
y luego |f (x) − f (xK )| < ε/2. Por lo tanto, si 0 < |x − x0 | < δ/2, tenemos
ε ε
|f (x) − L| < |f (x) − f (xK )| + |f (xK ) − L| < + = ε.
2 2


El ejemplo 2.16, junto con la proposición 2.17, muestran que una función
continua, en general, no es uniformemente continua. Sin embargo, el siguien-
te teorema establece cuándo podemos garantizar continuidad uniforme.
Teorema 2.18. Si f : A → Rm es continua y A es compacto, entonces f
es uniformemente continua.

Demostración. Sea ε < 0 dado.Para cada x ∈ A, sea δx > 0 tal que


|y − x| < δx implica que |f (y) − f (x)| < ε/2. Entonces, la colección de bolas
{Bδ0x /2 (x) : x ∈ A} es una cubierta de A. Como A es compacto, entonces
existen x1 , . . . , xk tales que
A ⊂ Bδ0x (x1 ) ∪ . . . ∪ Bδ0x /2 (xk ).
1 /2 k

Mostraremos que δ = mı́n{δx1 , . . . , δxk }/2 satisface la definición de continui-


dad uniforme. Sean x, y ∈ A tales que |x−y| < δ. Sea i tal que x ∈ Bδ0x /2 (xi ).
i
Entonces |f (x) − f (xi )| < ε/2. Ahora bien,
δxi δx δx
|y − xi | ≤ |y − x| + |x − xi | < δ + ≤ i + i = δxi ,
2 2 2
y luego |f (y) − f (xi )| < ε/2. Entonces
ε ε
|f (x) − f (y)| ≤ |f (x) − f (xi )| + |f (xi ) − f (y)| < + = ε.
2 2


El teorema 2.18 será muy importante más adelante, cuando estudiemos


la integral de Riemann en Rn . En particular, este teorema garantiza que
una función continua definida en un rectángulo cerrado es uniformemente
continua.

5. Oscilación
En esta sección estudiamos la oscilación de una función en un punto,
la cual mide, de manera precisa, qué tan discontinua es una función en un
punto. Esta idea será de utilidad, al igual que continuidad uniforme, en
nuestro estudio de la integral de Riemann.
5. Oscilación 31

Sea A ⊂ Rn y f : A → R acotada. Definimos, para x0 ∈ A y δ > 0,


M (f, x0 , δ) = sup{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ},
m(f, x0 , δ) = ı́nf{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ}.
Observemos que, si η < δ,
M (f, x0 , η) ≤ M (f, x0 , δ) y m(f, x0 , η) ≥ m(f, x0 , δ),
por lo que
(2.3) M (f, x0 , η) − m(f, x0 , η) ≤ M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ).
Definición 2.19. Sea A ⊂ Rn y f : A → R una función acotada. La
oscilación de f en x0 ∈ A está definida por
(2.4) O(f, x0 ) = lı́m (M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ)).
δ→0

Por la desigualdad (2.3), el lı́mite (2.4) siempre existe y es igual a



ı́nf M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) .
δ>0

Ejemplo 2.20. Consideremos la función f : [0, 1] → R dada por



0 si x = 0
f (x) = 1
sen si x > 0.
x
Véase la figura 1. Entonces
1

0.5

0.2 0.4 0.6 0.8 1

-0.5

-1

Figura 1. La función sen(1/x), x > 0, f (0) = 0. Nótese que O(f, 0) = 2.

(
0 x>0
O(f, x) =
2 x = 0.
Ejemplo 2.21 (Función de Dirichlet). Consideremos ahora f : [0, 1] → R
dada por (
1 x∈Q
f (x) =
0 x∈ / Q.
Entonces O(f, x) = 1 para todo x ∈ [0, 1].
32 2. Funciones de varias variables

Ejemplo 2.22 (Función de Dirichlet modificada). Sea f : [0, 1] → R dada


por
(
1
x = pq , mcd(p, q) = 1
f (x) = q
0 x∈ / Q.
No es muy difı́cil ver que O(f, x) = f (x).
Proposición 2.23. Sea f : A → R acotada y x ∈ A. Entonces f es continua
en x si, y sólo si, O(f, x) = 0.

Demostración. Supongamos que f continua en x, y sea ε > 0. Entonces


existe δ > 0 tal que si |x − y| < δ entonces |f (x) − f (y)| < ε/2. Para
|x − y| < δ,
ε ε
f (x) − < f (y) < f (x) + ,
2 2
ası́ que
M (f, x, δ) ≤ f (x) + ε/2
m(f, x, δ) ≥ f (x) − ε/2.
y por lo tanto O(f, x) ≤ ε. Como ε es arbitrario, O(f, x) = 0.
La inversa se deja como ejercicio (ejercicio 11). 

Más adelante estudiaremos la oscilación de una función con más detalle.

Ejercicios

1. Demuestra la proposición 2.2.


2. Demuestra que la función f : A → Rm es continua en x ∈ A si y sólo si
cada una de sus componentes f i : A → R es continua en x.
3. Demuestra que la función + : Rn × Rn → Rn dada por
+(x, y) = x + y
es continua. Es decir, la suma de vectores en Rn es continua.
4. Demuestra que la función ∗ : R × Rn → R dada por
∗(λ, x) = λx
es continua. Es decir, multiplicación escalar es continua.
5. Muestra que la función mult : R2 → R dada por mult(x1 , x2 ) = x1 x2 es
continua.
6. Utiliza los problemas anteriores para demostrar la proposición 2.9.
Ejercicios 33

7. Sea f : A → Rm continua en 0 ∈ A tal que f (0) 6= 0.2 Entonces existe


α > 0 y un rectángulo abierto R ⊂ Rn tal que 0 ∈ R y |f (x)| > α para
todo x ∈ R ∩ A, .
8. Sea f : A → Rm y x0 un punto de acumulación de A. Muestra que f es
continua en x0 si, y sólo si, lı́mx0 f = f (x0 ).
9. Muestra que una función de Lipschitz es uniformemente continua.
10. Sea E ⊂ Rn compacto y f : E → Rm continua. Muestra que existen
x1 , . . . , xn y y1 , . . . , yn en E tales que
f i (xi ) = máx{f i (x) : x ∈ E} y f i (yi ) = mı́n{f i (x) : x ∈ E}.
Es decir, cada una de las componentes de f toma su máximo y su mı́nimo
en E.
11. Demuestra la inversa de la proposición 2.23.

2Nota que en la expresión ”f (0) 6= 0”, el primer ”0”denota al origen en Rn , y el segundo al


origen en Rm .
Parte 2

Cálculo en el espacio
Euclideano
Capı́tulo 3

Diferenciabilidad

1. Derivada
En esta sección definimos el concepto de diferenciabilidad y de derivada
de una función de varias variables en un punto. Debido al hecho de que una
función en Rn depende no sólo de una variable real y, además, sus valores son
vectores, no podemos definir la derivada en Rn de la manera convencional.
Sin embargo, sı́ motivaremos la definición de la derivada a partir de funciones
reales de una sola variable.
Recordemos que si f : R → R es diferenciable en x0 y f ′ (x0 ) es su
derivada en x0 , entonces
f (x) ≈ f (x0 ) + f ′ (x0 )(x − x0 )
es una aproximación lineal de f cerca de x0 . Esta observación nos motiva a
definir diferenciabilidad de una función en Rn de la siguiente manera.
Definición 3.1. Sea U abierto en Rn y f : U → Rm . Decimos que f es
diferenciable en x0 ∈ U si existe una transformación lineal T : Rn → Rm tal
que, para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que si |x − x0 | < δ, x ∈ U , entonces
(3.1) |f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 )| < ε|x − x0 |.

En otras palabras, f es diferenciable en x0 si, y sólo si,


|f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 )|
lı́m = 0,
x→x0 |x − x0 |
o, de forma equivalente,
|f (x + h) − f (x) − T h|
lı́m = 0.
h→0 |h|

37
38 3. Diferenciabilidad

La existencia de la transformación T también implica su unicidad, como


lo establece el siguiente teorema.

Teorema 3.2. Si f es diferenciable en x0 , entonces la función lineal T en


(3.1) es única.

Demostración. Supongamos que S : Rn → Rm es lineal y


|f (x0 + h) − f (x0 ) − Sh|
lı́m = 0.
h→0 |h|
Mostraremos que S = T . Demostraremos primero que
|T h − Sh|
→0
|h|
cuando h → 0. Ahora bien
|T h − Sh| |T h − (f (x0 + h) − f (x0 )) + (f (x0 + h) − f (x0 )) − Sh|
=
|h| |h|
|T h − (f (x0 + h) − f (x0 ))| |(f (x0 + h) − f (x0 )) − Sh|
≤ + .
|h| |h|
Como cada uno de los sumandos del lado derecho tiende a 0 cuando h → 0,
entonces
|T h − Sh|
lı́m = 0.
h→0 |h|
Ahora, sea x ∈ Rn y x 6= 0. Si hacemos h = tx, t ∈ R, entonces
|T (tx) − S(tx)|
lı́m = 0.
t→0 |tx|
Como T y S son lineales,
|T (tx) − S(tx)| |T x − Sx|
=
|tx| |x|
para todo t 6= 0, ası́ que T x = Sx. Como x ∈ Rn es arbitrario, S = T . 

La función lineal T es llamada la derivada de f en x0 , y se denota por


Df (x0 ).

Ejemplo 3.3. Sea f : R2 → R dada por f (x, y) = sen x. Demostraremos


que f es diferenciable en cada (x0 , y0 ) ∈ R2 y la función lineal Df (x0 , y0 ),
su derivada en (x0 , y0 ), está dada por

Df (x0 , y0 )(x, y) = x cos x0


1. Derivada 39

para cada (x, y) ∈ R2 . Sea (h, k) ∈ R2 , con (h, k) 6= (0, 0). Entonces, si T es
la transformación (x, y) 7→ x cos x0 ,

|f ((x0 , y0 ) + (h, k)) − f (x0 , y0 ) − T (h, k)|


|(h, k)|
| sen(x0 + h) − sen x0 − h cos x0 |
≤ →0
|h|
cuando (h, k) → (0, 0), porque
sen(x0 + h) − sen x0
lı́m = cos x0 .
h→0 h
Como todas las transformaciones lineales se pueden expresar como mul-
tiplicación por una matriz, lo mismo sucede para la transformación Df (x0 ).
En el ejemplo anterior,
 
x
Df (x0 )(x, y) = (x cos x0 ) = (cos x0 , 0) ,
y
ası́ que Df (x0 ) induce la matriz, de 1 × 2, dada por (cos x0 , 0).
A la matriz inducida por la transformación Df (x0 ) se le llama Jacobiano,
y se denota por f ′ (x0 ).
En el ejemplo anterior, f ′ (x0 ) = (cos x0 , 0).
La siguiente proposición establece la diferenciabilidad de las funciones
básicas.

Proposición 3.4. 1. Si f : Rn → Rm es constante, entonces


Df (x0 ) = 0
para cada x0 ∈ Rn .
2. Si f : Rn → Rm es lineal, entonces
Df (x0 ) = f
para cada x0 ∈ Rn .
3. Si sum : R2 → R está dada por sum(x, y) = x + y, entonces
D sum(x0 , y0 ) = sum
para cada (x0 , y0 ) ∈ R2 .
4. Si mult : R2 → R está dada por mult(x, y) = xy, entonces
D mult(x0 , y0 )(x, y) = y0 x + x0 y
para cada (x0 , y0 ) ∈ R2 .
40 3. Diferenciabilidad

Demostración. 1. Si f es constante,
|f (x0 + h) − f (x0 )|
=0
|h|
para todo x0 , h ∈ Rn .
2. Si f es lineal, f (x0 + h) = f (x0 ) + f (h), ası́ que
|f (x0 + h) − f (x0 ) − f (h)|
=0
|h|
para todo x0 , h ∈ Rn .
3. Se sigue inmediatamente de la anterior porque sum es lineal.
4. Tenemos,

| mult(x0 + h, y0 + k) − mult(x0 , y0 ) − (y0 h + x0 k)|


=
|(h, k)|
|(x0 + h)(y0 + k) − x0 y0 − y0 h − x0 k| |hk|
√ =√
2
h +k 2 h2 + k2
1/2(h2 + k2 ) 1
≤ √ = |(h, k)| → 0
2
h +k 2 2
cuando (h, k) → 0.


Si una función es diferenciable, entonces es continua, como lo establece


la siguiente proposición.

Proposición 3.5. Si U ⊂ Rn y f : U → Rm es diferenciable en x0 ∈ U ,


entonces es continua en x0 .

Dejamos su demostración como ejercicio (ejercicio 1).


En el capı́tulo anterior notamos que una función f es continua si, y
sólo si, cada una de sus componentes f i es continua. Tenemos un resultado
análogo para diferenciabilidad.

Proposición 3.6. Sea f : U → Rm y x0 ∈ U . Entonces f es diferenciable


en x0 ∈ U si, y sólo si, cada f i : U → R, i = 1, ..., m, es diferenciable en
x0 . En tal caso,

Df (x0 )(x) = Df 1 (x0 )(x), ..., Df m (x0 )(x) .

Es decir, las componentes de la derivada de f son, precisamente, las


derivadas de las componentes de f .
1. Derivada 41

Demostración. Supongamos primero que f es diferenciable en x0 y, para


cada i, sea Ti = π i ◦ Df (x0 ). Entonces
|f i (x0 + h) − f i (x0 ) − Ti h| |f (x0 + h) − f (x0 ) − Df (x0 )(h)|
≤ →0
|h| |h|
cuando h → 0, ası́ que cada f i es diferenciable en x0 y
Df i (x0 ) = π i ◦ Df (x0 ).

Supongamos ahora que cada f i es diferenciable en x0 y sea T : Rn → Rm


la transformación
T x = (Df 1 (x0 )(x), ..., Df m (x0 )(x)).
Entonces
v
um
|f (x0 + h) − f (x0 ) − T h| 1 u X
= t (f i (x0 + h) − f i (x0 ) − Df i (x0 )(h))2
|h| |h|
i=1
m
X
√ |f i (x0 + h) − f i (x0 ) − Df i (x0 )(h)|
≤ m →0
|h|
i=1

cuando h → 0. Por lo tanto f es diferenciable en x0 y Df (x0 ) = T . 


Ejemplo 3.7. Si f : R2 → R2 está dada por f (x, y) = (sen x, xy), entonces
Df (x0 , y0 )(x, y) = (x cos x0 , y0 x + x0 y),
es decir, el vector cuyas coordenadas son las derivadas de sen x y xy en
(x0 , y0 ), respectivamente. El Jacobiano está dado por
 
′ cos x0 0
f (x0 , y0 ) = .
y0 x0

Notamos que cada uno de los renglones de f ′ (x0 , y0 ) es f i (x0 , y0 ), el Jaco-
biano de cada f i .
Teorema 3.8 (Regla de la cadena). Sean U ⊂ Rn y V ⊂ Rm abiertos,
f : U → V diferenciable en x0 ∈ U y g : V → Rp diferenciable en f (x0 ) ∈ V .
Entonces g ◦ f : U → Rp es diferenciable en x0 y
D(g ◦ f )(x0 ) = Dg(f (x0 )) ◦ Df (x0 ).

Es decir, la derivada de la composición de dos funciones está dada por


la composición de las derivadas. Esto implica, desde luego, que
(g ◦ f )′ (x0 ) = g′ (f (x0 ))f ′ (x0 ),
expresión familiar en el cálculo de una variable real.
42 3. Diferenciabilidad

Demostración. Definimos y0 = f (x0 ), T = Df (x0 ) y S = Dg(y0 ). Mos-


traremos que D(g ◦ f )(x0 ) = S ◦ T , es decir,
|g ◦ f (x) − g(y0 ) − S ◦ T (x − x0 )|
lı́m = 0.
x→x0 |x − x0 |
Sean
ϕ(x) = f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 ),
ψ(y) = g(y) − g(y0 ) − S(y − y0 ),
ρ(x) = g ◦ f (x) − g(y0 ) − S ◦ T (x − x0 ).
Como f y g son diferenciables en x0 y y0 , respectivamente,
|ϕ(x)| |ψ(y)|
lı́m = 0, lı́m = 0,
x→x0 |x − x0 | y→y0 |y − y0 |
y queremos demostrar que
|ρ(x)|
lı́m = 0.
x→x0 |x − x0 |
Observemos primero que
ρ(x) = g(f (x)) − g(y0 ) − S(T (x − x0 ))
= g(f (x)) − g(y0 ) − S(f (x) − y0 ) + S(ϕ(x))
= ψ(f (x)) + Sϕ(x).
Como T y S son lineales, existen M1 , M2 > 0 tales que
|T x| ≤ M1 |x| y |Sy| ≤ M2 |y|
para todo x ∈ Rn yy∈ Rm . Ası́ que, primero, observamos que
|Sϕ(x)| |ϕ(x)|
≤ M1 →0
|x − x0 | |x − x0 |
cuando x → x0 . También tenemos que, para todo ε > 0, existe δ > 0 tal que
|ψ(y)| ≤ ε|y − y0 | para |y − y0 | < δ. Además, existe η tal que |x − x0 | < η
implica que |f (x)−y0 | < δ, porque f es continua (proposición 3.5). Entonces,
si |x − x0 | < η,
|ψ(f (x))| ≤ ε|f (x) − y0 | = ε|ϕ(x) + T (x − x0 )|
≤ ε|ϕ(x)| + ε|T (x − x0 )| ≤ ε|ϕ(x)| + εM1 |x − x0 |,
ası́ que, para 0 < |x − x0 | < η,
|ψ(f (x))| |ϕ(x)|
≤ε + εM1 ,
|x − x0 | |x − x0 |
y luego
|ψ(f (x))|
lı́m = 0.
x→x0 |x − x0 |
1. Derivada 43

Por lo tanto,
|ρ(x)| |ψ(f (x))| |Sϕ(x)|
≤ + →0
|x − x0 | |x − x0 | |x − x0 |
cuando x → x0 . 
Ejemplo 3.9. Sea f : R2 → R dada por f (x, y) = sen xy y (x0 , y0 ). En-
tonces, como f = sen ◦ mult, podemos aplicar la regla de la cadena para
obtener
Df (x0 , y0 )(x, y) = D sen(x0 y0 )D mult(x0 , y0 )(x0 , y0 )
= cos(x0 y0 )(xy0 + yx0 ).
El Jacobiano está dado por
f ′ (x0 , y0 ) = cos(x0 y0 )(y0 , x0 ) = (y0 cos(x0 y0 ), x0 cos(x0 y0 )).

La regla de la cadena también es aplicable para las siguientes propiedades


básicas del cálculo.
Corolario 3.10. Sea U ⊂ Rn abierto y f, g : U → R diferenciables en
x0 ∈ U . Entonces
1. f + g es diferenciable en x0 y
D(f + g)(x0 ) = Df (x0 ) + Dg(x0 ).
2. f g es diferenciable en x0 y
D(f g)(x0 ) = f (x0 )Dg(x0 ) + g(x0 )Df (x0 ).

Demostración. 1. Sea F : U → R2 dada por F (x) = (f (x), g(x)).


Entonces f + g = sum ◦F y, por la regla de la cadena,
D(f + g)(x0 ) = D sum(F (x0 )) ◦ DF (x0 ).
Como D sum = sum y DF (x0 )(x) = (Df (x0 )(x), Dg(x0 )(x)), por
la proposición 3.6, tenemos que
D(f + g)(x0 )(x) = Df (x0 )(x) + Dg(x0 )(x).
2. f g = mult ◦F , ası́ que
D(f g)(x0 )(x) = D mult(f (x0 ), g(x0 ))(Df (x0 )(x), Dg(x0 )(x))
= g(x0 )Df (x0 )(x) + f (x0 )Dg(x0 )(x).


Podemos utilizar el razonamiento anterior también para la derivada de


una división de dos funciones. Por ejemplo, si f : U → R es diferenciable en
x0 ∈ U y f (x0 ) 6= 0, entonces la función
1
x 7→
f (x)
44 3. Diferenciabilidad

es la composición de f con la función y 7→ 1/y en R. Llamemmos a la división


div. Entonces, para cada y0 6= 0 en R,
1
D div(y0 )(y) = − y.
y02
1
Entonces, la derivada de la función x 7→ es la transformación
f (x)
1
x 7→ D div(f (x0 )) ◦ Df (x0 )(x) = − Df (x0 )(x).
(f (x0 ))2

El siguiente ejemplo muestra cómo aplicar la regla de la cadena cuando


tenemos la composición de más de dos funciones.

Ejemplo 3.11. Sea f : R+ × R → R dada por


f (x, y) = xy .
Entonces f (x, y) = ey log x . Si F (x, y) = (log x, y),
f = exp ◦ mult ◦F.
Tenemos, para (x0 , y0 ) ∈ R+ × R → R,
 
x  1
′  0
DF (x0 , y0 )(x, y) = ,y , F (x0 , y0 ) = x0 ,
x0 0 1

D mult(log x0 , y0 ) = xy0 + ylogx0 , mult′ (log x0 , y0 ) = (y0 , log x0 ),


y
D exp(y0 log x0 )(x) = xey0 log x0 = xxy00 , exp′ (y0 log x0 ) = xy00 .
Entonces
x 
Df (x0 )(x, y) = D exp(y0 log x0 ) ◦ D mult(log x0 , y0 ) ,y
x0
 xy 
0
= xy00 + y log x0
x0
= xy0 x0y0 −1 + yxy00 log x0 ,
y el Jacobiano de f está dado por
 
1
0
f ′ (x0 , y0 ) = xy00 (y0 , log x0 )  x0 
0 1
y 
0
= xy00 , log x0 = (y0 x0y0 −1 , xy00 log x0 ).
x0
2. Derivadas parciales 45

2. Derivadas parciales
El razonamiento descrito en la sección anterior para el cálculo de de-
rivadas no es muy útil en la práctica. En esta sección estudiaremos cómo
calcular derivadas, además de la diferenciabilidad de una función a través
de la diferenciabilidad “en cada una de sus variables”.
Iniciaremos la sección considerando funciones de valores reales.
Definición 3.12. Sea U ⊂ Rn abierto, f : U → R, x0 ∈ U y u ∈ Rn . Si el
lı́mite
f (x0 + tu) − f (x0 )
lı́m , t ∈ R,
t→0 t
existe, le llamamos la derivada direccional de f en la dirección u y se denota
por Du f (x0 ).
Si u = ei , Dei f (x0 ) es llamada la i-ésima derivada parcial de f en x0 , y
se denota por Di f (x0 ).

La i-ésima derivada parcial de f está dada entonces por


f (x10 , . . . , xi0 + h, . . . , xn0 )
Di f (x0 ) = lı́m .
h→0 h
h∈R

Es decir, Di f es la derivada de f vista como una función de una sola variable


xi , al considerar el resto de sus variables como constantes.
Ejemplo 3.13. Si f : R2 → R está dada por f (x, y) = sen xy, entonces
f (x0 + t, y0 ) − f (x0 , y0 )
D1 f (x0 , y0 ) = lı́m = y0 cos(x0 y0 ).
t→0 t
Como las derivadas parciales de una función son esencialmente derivadas
de funciones de una variables, no es sorpresa, entonces, que las derivadas
parciales satisfagan las propiedades de la derivada en R.
Sea U abierto en Rn y x0 ∈ U . Decimos que f : U → R tiene un mı́nimo
local en x0 si existe un rectángulo abierto R que contiene a x0 y
f (x0 ) ≤ f (x) para todo x ∈ R.
De manera similar, decimos que f tiene un máximo local en x0 si existe un
rectángulo abierto R que contiene a x0 y
f (x0 ) ≥ f (x) para todo x ∈ R.
Proposición 3.14. Si f : U → R tiene un mı́nimo o máximo local en x0 y
sus derivadas parciales existen, entonces Di f (x0 ) = 0, i = 1, . . . , n.

La siguiente es una versión débil del teorema del valor medio.


46 3. Diferenciabilidad

Proposición 3.15. Si U ⊂ Rn es abierto, las derivadas parciales de f :


U → R existen en cada x ∈ U , x0 ∈ U , y t ∈ R es tal que
(x10 , . . . , xi0 + s, . . . , xn0 ) ∈ U
para todo s ∈ [0, t] (ó [t, 0], si t < 0), entonces existe c entre xi0 y xi0 + t tal
que

f (x10 , . . . , xi0 + t, . . . , xn0 ) − f (x10 , . . . , xi0 , . . . , xn0 )


= tDi f (x10 , . . . , c, . . . , xn0 ).

Las demostraciones de estas proposiciones se siguen directamente de sus


versiones en una variable, y las dejamos como ejercicio (ejercicios 6 y 7).
Más adelante demostraremos una versión más útil de la proposición 3.15.
Si una función es diferenciable, entonces sus derivadas parciales existen,
como lo enuncia el siguiente teorema.
Teorema 3.16. Sea U ⊂ Rn abierto y f : U → R diferenciable en x0 ∈ U .
Entonces cada Di f (x0 ) existe y
f ′ (x0 ) = (D1 f (x0 ), ..., Dn f (x0 )).

Demostración. Para demostar que Di f (x0 ) existe, sea h : (−ε, ε) → U


dada por
h(t) = (x10 , . . . , xi0 + t, . . . , xn0 ) = x0 + tei ,
donde ε > 0 es suficientemente pequeño para garantizar que x0 + tei ∈ U
si |t| < ε. Entonces f (x0 + tei ) = f ◦ h(t). Como h es diferenciable en 0 y
f es diferenciable en x0 = h(0), la regla de la cadena implica que f ◦ h es
diferenciable en 0. Pero
f ◦ h(t) − f ◦ h(0) f (x0 + tei ) − f (x0 )
(f ◦ h)′ (0) = lı́m = lı́m
t→0 t t→0 t
es precisamente Di f (x0 ), por lo que concluı́mos que existe. Además, por la
regla de la cadena,
(f ◦ h)′ (0) = f ′ (x0 )h′ (0) = f ′ (x0 )ei ,
ası́ que Di f (x0 ) es la i-ésima componente de f ′ (x0 ). 

Podemos extender este resultado a funciones f con valores vectoriales.


En tal caso consideramos las derivadas parciales Dj f i de las componentes
de f .
Corolario 3.17. Sea U ⊂ Rn abierto y x0 ∈ U . Si f : U → Rm es diferen-
ciable en x0 , entonces cada Dj f i (x0 ) existe y f ′ (x0 ) es la matriz de m × n
con entradas Dj f i (x0 ).
2. Derivadas parciales 47

Ejemplo 3.18. Consideremos de nuevo f (x, y) = (sen xy, xy ). Del corolario


se obtiene inmediatamente
 
′ y0 cos(x0 y0 ) x0 cos(x0 y0 )
f (x0 , y0 ) = .
y0 x0y0 −1 xy00 log x0

La inversa del teorema 3.16 es falsa, como lo muestra el siguiente ejemplo.

Ejemplo 3.19. Sea f : R2 → R dada por


(
1 si 0 < y < x2 ;
f (x, y) =
0 de otra forma.

Entonces f (x, 0) = f (0, y) = 0 para todo x, y, por lo que D1 f (0, 0) =


D2 f (0, 0) = 0. Sin embargo, f ni siquiera es continua en (0, 0).
De hecho, para cualquier u ∈ R2 , f (tu) = 0 para un intervalo alrededor
de 0, ası́ que Du f (0, 0) = 0.

Sin embargo, obtenemos una versión inversa del teorema 3.16 si asumi-
mos continuidad de las derivadas parciales.

Teorema 3.20. Sea U ⊂ Rn abierto y x0 ∈ U . Si f : U → R es tal que


cada una de las Di f (x) existen en un rectángulo abierto que contiene a x0
y son continuas en x0 , entonces f es diferenciable en x0 y

f ′ (x0 ) = (D1 f (x0 ), ..., Dn f (x0 )).

En las hipótesis del teorema 3.20 consideramos a las derivadas parciales


de f alrededor de x0 como funciones x 7→ Di f (x), definidas en un rectángulo
abierto alrededor de x0 . Si las derivadas parciales de f existen un rectángu-
lo alrededor de x0 y son continuas en x0 , se dice que f es continuamente
diferenciable en x0 . Si f es continuamente diferenciable en cada punto de U ,
escribimos f ∈ C 1 (U ) (véase la sección 5 de este capı́tulo).

Demostración. Supongamos que las derivadas parciales Di f (x) existen pa-


ra cada x ∈ R, donde R ⊂ U es un recatángulo abierto que contiene a x0 .
Si h es tal que x0 + h ∈ R, por la proposición 3.15,

f (x10 + h1 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 , . . . , xn0 ) =


f (x10 + h1 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn )
+ f (x10 , x20 + h2 , . . . , xn0 + hn ) − f (x10 , x20 , x30 + h3 , . . . , xn0 + hn )
+ . . . + f (x10 , x20 , ..., xn0 + hn ) − f (x10 , x20 , . . . , xn0 )
= D1 f (c1 )h1 + . . . + Dn f (cn )hn ,
48 3. Diferenciabilidad

donde cada uno de los ci ∈ R están entre xi0 y hi , por lo que ci → xi0 cuando
|h| → 0. Entonces
P n
X
|f (x0 + h) − f (x0 ) − i Di f (x0 )hi | |hi |
≤ |Di f (ci ) − Di f (x0 )|
|h| |h|
i=1
Xn
≤ |Di f (ci ) − Di f (x0 )|,
i=1

y
P
|f (x0 + h) − f (x0 ) − i Di f (x0 )hi |
lı́m = 0,
h→0 |h|
porque las Di f son continuas en x0 . 

Definición 3.21. Decimos que f : Rn → Rm es continuamente diferenciable


en x0 si cada una de las derivadas parciales Dj f i (x) existe en un rectángulo
abierto alrededor de x0 y es continua en x0 .

Corolario 3.22. Si f : Rn → Rm es continuamente diferenciable en x0 ,


entonces es diferenciable en x0 .

La inversa a este corolario es falsa, como lo muestra el siguiente y bien


conocido ejemplo.

Ejemplo 3.23. Sea f : R → R dada por


(
0 x = 0;
f (x) =
x2 sen x1 x 6= 0.

Entonces f es diferenciable en R, pero D1 f (x) no es continua en 0.

Para terminar esta sección, establecemos la siguiente versión, clásica, de


la regla de la cadena.

Corolario 3.24. Sea g : Rn → Rm continuamente diferenciable en x0 , y


f : Rm → R diferenciable en g(x0 ). Entonces
m
X
(3.2) Di (f ◦ g)(x0 ) = Dj f (g(x0 ))Di gj (x0 ).
j=1

Demostración. Como g es continuamente diferenciables en x0 , g es dife-


renciable en x0 y por la regla de la cadena f ◦ g es diferenciable en x0 .
3. Teorema de la función inversa 49

Además

(f ◦ g)′ (x0 ) = f ′ (g(x0 ))g′ (x0 )


 
D1 g1 (x0 ) ... Dn g1 (x0 )
 2
 D1 g (x0 ) ... Dn g2 (x0 ) 

= D1 f (g(x0 )) . . . Dm f (g(x0 ))  .. .. .. ,
 . . . 
D1 gm (x0 ) . . . Dn gm (x0 )

de donde la ecuación (3.2) se sigue inmediatamente. 

3. Teorema de la función inversa


Si f : R → R es continuamente diferenciable en una vecindad de x0 ∈ R
y f ′ (x
0 ) 6= 0, sabemos que existe una vecindad de x0 , digamos U , tal que f
es invertible en U , f −1 es diferenciable en f (U ) y
1
(f −1 )′ (f (x)) = .
f ′ (x)

A continuación estableceremos la versión de este resultado para funciones


en Rn .

Teorema 3.25 (Función inversa). Sea U ⊂ Rn , x0 ∈ U y f : U → Rn


continuamente diferenciable en una vecindad de x0 , tal que det(f ′ (x0 )) 6= 0.
Entonces existe una vecindad V de x0 y una vecindad W de f (x0 ) tales que
f : V → W tiene inversa f −1 : W → V , f −1 es diferenciable y, para cada
y ∈ W,
D(f −1 )(y) = [Df (f −1 (y))]−1 .

Equivalentemente,
(f −1 )′ (y) = [f ′ (f −1 (y))]−1 .

Es decir, la inversa f −1 es diferenciable y su matriz Jacobiana es la


inversa la matriz Jacobiana de f . Para la demostración del Teorema de la
Función Inversa haremos uso del siguiente lema, el cual se sigue del Teorema
del Valor Medio.

Lema 3.26. Sea R ⊂ Rn un rectángulo abierto, f : R → Rn continuamente


diferenciable y M > 0 tal que |Dj f i (x)| ≤ M para i, j = 1, . . . , n, x ∈ R.
Entonces
|f (x) − f (y)| ≤ n2 M |x − y|, x, y ∈ R.
50 3. Diferenciabilidad

Demostración. Por la proposición 3.15, existen z1 , . . . , zn ∈ R tal que

f i (x1 , x2 , ..., xn ) − f i (y 1 , y 2 , ..., y n ) =


f i (x1 , x2 , ..., xn ) − f i (y 1 , x2 , ..., xn ) + f i (y 1 , x2 , ..., xn ) − f i (y 1 , y 2 , ..., xn )
+ ... + f i (y 1 , y 2 , ...y n−1 , xn ) − f i (y 1 , y 2 , ..., y n )
= D1 f i (z1 )(x1 − y 1 ) + D2 f i (z2 )(x2 − y 2 ) + ... + Dn f i (zn )(xn − y n ),
ası́ que
n
X
|f i (x) − f i (y)| ≤ |Dj f i (zj )||xj − y j | ≤ nM |x − y|.
j=1

6 n2 M |x − y|.
Por lo tanto |f (x) − f (y)| = 

Demostración del Teorema de la Función Inversa. Sea T = Df (x0 ).


Para la demostración empezaremos por observar que podemos asumir que
T es la identidad. Como det(f ′ (x0 )) 6= 0, T es invertible. Por la regla de la
cadena,
D(T −1 ◦ f )(x0 ) = DT −1 (f (x0 ))Df (x0 ) = T −1 ◦ T = Id.
Es claro que, si el teorema es cierto para T −1 ◦ f , entonces será cierto para
f . De ahora en adelante, asumimos que T es la transformación identidad.
Dividiremos la demostración en una serie de pasos.
Paso 1. Existe un rectángulo cerrado R tal que x0 ∈ R0 y, para todo x ∈ R,
x 6= x0 ,
f (x) 6= f (x0 ).

Esto es cierto porque, si f (x) = f (x0 ),


|f (x) − f (x0 ) − T (x − x0 )| |x − x0 |
= = 1.
|x − x0 | |x − x0 |
Pero el lı́mite cuando x → x0 es cero, lo cual inmediatamente implica el
paso 1.
De hecho, podemos escoger R tal que
1. det(f ′ (x)) 6= 0 para x ∈ R; y
2.
1
|Dj f i (x1 ) − Dj f i (x2 )| ≤
2n2
para x1 , x2 ∈ R,
porque f es continuamente diferenciable en una vecindad de x0 .
Paso 2. Para x1 , x2 ∈ R, |x1 − x2 | ≤ 2|f (x1 ) − f (x2 )|.
3. Teorema de la función inversa 51

Sea g : R → Rn dada por g(x) = f (x) − x. Entonces g es continuamente


diferenciable y Dj gi (x0 ) = 0, porque
(
1 i = j,
Dj f i (x0 ) =
0 i 6= j.
Entonces
1
|Dj gi (x)| = |Dj gi (x) − Dj gi (x0 )| = |Dj f i (x) − Dj f i (x0 )| ≤
2n2
para todo x ∈ R. Entonces, por el lema 3.26,
1 1
|g(x1 ) − g(x2 )| =≤ n2 2 |x1 − x2 | = |x1 − x2 |.
2n 2
Ahora bien, si x1 , x2 ∈ R,
1
|x1 − x2 | − |f (x1 ) − f (x2 )| ≤ |x1 − x2 − (f (x1 ) − f (x2 ))| ≤ |x1 − x2 |,
2
1
y por lo tanto |x1 − x2 | ≤ |f (x1 ) − f (x2 )|.
2
Paso 3. Existe un abierto W ⊂ Rn , f (x0 ) ∈ W , tal que, si x ∈ ∂R, entonces
|y − f (x0 )| < |y − f (x)|
para todo y ∈ W .

Como x0 ∈ R0 , entonces f (x) 6= f (x0 ) para x ∈ ∂R. Como ∂R es


compacto, f (∂R) es compacto, por lo que existe r > 0 tal que
|f (x0 ) − f (x)| ≥ r
0 (f (x )). Entonces, si y ∈ W y x ∈ ∂R,
para todo x ∈ ∂R. Sea W = Br/2 0

|y − f (x)| ≥ |f (x) − f (x0 )| − |f (x0 ) − y| > r − r/2 > |f (x0 ) − y|.


Paso 4. Para cada y ∈ W existe un único x ∈ R tal que f (x) = y.

Dado y ∈ W , sea h : R → R dada por h(x) = |y − f (x)|2 . Mostraremos


que h toma un mı́nimo y que este mı́nimo es 0. Como R es compacto, h
tiene un mı́nimo y, digamos, lo toma en x̄. Por el paso 3, x̄ ∈
/ ∂R, ya que
h(x0 ) < h(x) para x ∈ ∂R.
Ası́ que x̄ ∈ R0 , y entonces, por la proposición 3.14,
Dj (h(x̄)) = 0
para todo j. Esto significa que
n
X
2(y i − f i (x̄))Dj f i (x̄) = 0
i=1
52 3. Diferenciabilidad

para cada j = 1, . . . , n. Pero, como la matriz (Dj f i (x̄)) es no singular,


y i − f i (x̄) = 0 para todo i. Por lo tanto, f (x̄) = y. La unicidad se sigue del
paso 2.

Paso 5. Para y1 , y2 ∈ W , |f −1 (y1 ) − f −1 (y2 )| ≤ 2|y1 − y2 |.

Se sigue fácilmente del paso 2.


Además, cuando restringimos f a V = f −1 (W ) ∩ R0 , f −1 : W → V .
Llegamos entonces al final de la demostración.

Paso 6. f −1 : W → V es diferenciable y, para y ∈ W ,


D(f −1 )(y) = Df (f −1 (y))−1 .

Sean y ∈ W , x = f −1 (y) y S = Df (x). Queremos demostrar que f −1 es


diferenciable en y y que Df −1 (y) = S −1 , es decir
|f −1 (z) − f −1 (y) − S −1 (z − y)|
lı́m = 0.
z→y |z − y|
Sea u = f −1 (z), y definimos
ϕ(u) = f (u) − f (x) − S(u − x).
Entonces
|ϕ(u)|
lı́m = 0.
u→x |u − x|

Pero
S −1 ϕ(u) = S −1 (z − y) − (f −1 (z) − f −1 (y)),
es decir,
f −1 (z) − f −1 (y) − S −1 (z − y) = −S −1 ϕ(u).
Lo que queremos mostrar entonces es que
|S −1 ϕ(f −1 (z))|
lı́m = 0.
z→y |z − y|
Sea M > 0 tal que |S −1 v| ≤ M |v| para todo v ∈ Rn . Entonces, por el paso
5,

|S −1 ϕ(f −1 (z))| M |ϕ(f −1 (z))| |f −1 (z) − f −1 (y)|


≤ −1
|z − y| |f (z) − f −1 (y)| |z − y|
2M |ϕ(f −1 (z))|

|f −1 (z) − f −1 (y)|
para todo z ∈ R, z 6= y, lo cual converge a 0 cuando z → y. 
4. Teorema de la función implı́cita 53

4. Teorema de la función implı́cita


En esta sección estudiamos la ecuación
f (x, y) = 0,
bajo ciertas condiciones de diferenciabilidad de la función f . En particular
nos interesa resolver la ecuación para, digamos, y y, si y = g(x) la satisface,
entonces también estamos interesados en la diferenciabilidad de g. El teore-
ma de la función implı́cita establece bajo qué condiciones está definida y es
diferenciable la solución y = g(x).
Teorema 3.27 (Función implı́cita). Sea A ⊂ Rn ×Rm abierto, (x0 , y0 ) ∈ A,
f : A → Rm continuamente diferenciable alrededor de (x0 , y0 ) y f (x0 , y0 ) =
0. Sea M la matriz de m × m dada por
(Dn+j f i (x0 , y0 )), i, j = 1, . . . m,
y suponemos que det M 6= 0. Entonces existe un abierto U ⊂ Rn × Rm ,
x0 ∈ U , y un abierto V ⊂ Rm , y0 ∈ V , tales que, para cada x ∈ U , existe
un único g(x) ∈ V tal que f (x, g(x)) = 0. Más aún, g es diferenciable.

Es decir, la ecuación
f (x, y) = 0
define implı́citamente y como función de x, siempre y cuando las derivadas
en y formen una matriz no singular.
La demostración del Teorema de la función implı́cita se sigue del Teore-
ma de la función inversa.

Demostración. Sea F : Rn × Rm → Rn × Rm la función definida por


F (x, y) = (x, f (x, y)). Entonces la matriz Jacobiana F ′ (x0 , y0 ) está dada
por
 
1 ... 0 0 ... 0
 0 ... 0 0 ... 0 
 
 .. .. .. .. .. .. 
 . . . . . . 
 
 0 ... 1 0 ... 0 ,
 
D1 f (x0 , y0 ) . . . Dn f (x0 , y0 ) Dn+1 f (x0 , y0 ) . . . Dn+m f (xo , y0 )
1 1 1 1
 
 .. . . .. .. . . .. 
 . . . . . . 
m m m m
D1 f (x0 , y0 ) . . . Dn f (x0 , y0 ) Dn+1 f (x0 , y0 ) . . . Dn+m f (xo , y0 )
es decir, es de la forma
 
Id 0
F ′ (x0 , y0 ) = ,
∗ M
ası́ que det F ′ (x0 , y0 ) = det M 6= 0.
54 3. Diferenciabilidad

Por el teorema de la función inversa, existe un abierto U × V alrededor


de (x0 , y0 ) y un abierto W alrededor de F (x0 , y0 ) tales que F : U × V → W
tiene inversa F −1 : W → U × V y es diferenciable. No es difı́cil ver que esta
inversa es de la forma
F −1 (u, v) = (u, h(u, v)),
Para (u, v) ∈ W , y h : W → V es diferenciable.
Como F −1 (x, y) = (x, h(x, y)),
(x, y) = F (x, h(x, y)) = (x, f (x, h(x, y))),
por lo que
(3.3) f (x, h(x, y)) = y.
Ası́ que f (x, h(x, 0)) = 0, y por lo tanto podemos escoger g(x) = h(x, 0). 

Es fácil calcular Dg(x) para cada x ∈ U : Como f (x, g(x)) = 0,


f i (x, g(x)) = 0
para cada i = 1, 2, ..., m. Calculando la j-ésima derivada parcial utilizando
la regla de la cadena,
Xm
i
(3.4) Dj f (x, g(x)) + Dn+l f i (x, g(x))Dj gl (x) = 0.
l=1
Ahora bien, 3.4 es un sistema lineal con m ecuaciones y m variables, y,
además, 
det Dn+l f i (x, g(x)) i,l 6= 0.
Ası́ que podemos resolver, de forma unı́voca, para cada Dj gl (x).
Veamos esto a través de un ejemplo.
Ejemplo 3.28. Consideremos la ecuación
x2 y + 2xy 2 = 0,
alrededor del punto (1, 1). Como


D2 f (1, 1) = x2 + 4xy 6= 0,
(1,1)

la ecuación define implı́citamente y como función de x, digamos y = g(x),


en una vecindad de (1, 1). Sean
f (x, y) = x2 y + 2xy 2 y F (x) = f (x, g(x)).
Entonces
F ′ (x) = D1 f (x, g(x)) + D2 f (x, g(x))g′ (x) = 0,
es decir
(2xg(x) + 2g(x)2 + (x2 + 4xg(x))g′ (x) = 0,
5. Derivadas de orden mayor 55

de donde obtenemos que


2xg(x) + 2g(x)2
g′ (x) = − .
x2 + 4xg(x)
Usualmente se escribe
dy 2xy + 2y 2
=− 2 .
dx x + 4xy
El Teorema de la función implı́cita, a través de la ecuación (3.3), implica
que la función f es localmente una proyección sobre el espacio Rm . Este
resultado es conocido como el Teorema del rango. Recordemos que, si M
es una matriz de n × m, su rango ρ(M ) es el número máximo de columnas
linealmente independientes de M . Es decir, la dimensión de su imagen en
Rm .
Teorema 3.29 (Rango). Sea f : Rn → Rm continuamente diferenciable
alrededor de x0 y f (x0 ) = 0. Suponemos que m ≤ n y que f ′ (x0 ) tiene
rango igual a m. Entonces existe un abierto U ⊂ Rn , x0 ∈ U , y una función
Ψ : U → Rn continuamente diferenciable tal que
f ◦ Ψ(x1 , . . . , xn ) = (xn−m+1 , . . . , xn ).

Demostración. Como ρ(f ′ (x0 )) = m, f ′ (x0 ) tiene m columnas linealmente


independientes, digamos las columnas j1 < j2 < . . . < jm . Sea g : Rn → Rn
una permutación tal que
(x1 , x2 , . . . , xn ) = g(. . . , xj1 , . . . , xjm ).
Es decir, g manda las últimas m coordenadas de cada punto en Rn a las
coodernadas j1 , . . . , jm . Entonces f ◦ g : Rn−m × Rm → Rm satisface las
hipótesis del Teorema de la Función Implı́cita, ası́ que existe H : Rn → Rn
tal que
f ◦ g ◦ H(x1 , . . . , xn ) = (xn−m+1 , . . . , xn ).
Nota que H es de la forma (x′ , x′′ ) 7→ (x′ , h(x′ , x′′ )), como en la ecuación
(3.3). Entonces tomamos Ψ = g ◦ H. 

5. Derivadas de orden mayor


Si la función f : Rn → Rm es diferenciable, las derivadas parciales
Di f (x) existen, y pueden ser ellas mismas diferenciables. Si cada Di f (x)
es diferenciable, entonces sus derivadas parciales existen y se denominan
derivadas parciales de segundo orden de f . Éstas se denotan por
Dij f (x) = Dj (Di f )(x).
Similarmente, las derivadas parciales de orden k se denotan por
Di1 i2 ...ik f (x) = Dik · · · (Di2 (Di1 f ))(x).
56 3. Diferenciabilidad

En general, Dij f (x) 6= Dji f (x), como lo muestra el siguiente ejemplo.


Ejemplo 3.30. Sea f : R2 → R dada por
 2 2
 xy(x − y ) (x, y) 6= (0, 0)
f (x, y) = x2 + y 2

0 (x, y) = (0, 0).
Sus derivadas parciales están dadas por
 4 2 3 5
 x y + 4x y − y (x, y) 6= (0, 0)
D1 f (x, y) = (x2 + y 2 )2

0 (x, y) = (0, 0),
 5 3 2 4
 x − 4x y − xy (x, y) 6= (0, 0)
D2 f (x, y) = 2
(x + y )2 2

0 (x, y) = (0, 0).
Para (x, y) 6= (0, 0),
x6 + 9x4 y 2 − 9x2 y 4 − y 6
D12 f (x, y) = D21 f (x, y) = .
(x2 + y 2 )3
Sin embargo,
D1 f (0, h) − D1 f (0, 0)
D12 f (0, 0) = lı́m = −1,
h→0 h
y
D2 f (h, 0) − D2 f (0, 0)
D21 f (0, 0) = lı́m = 1,
h→0 h
por lo que D12 f (0, 0) 6= D21 f (0, 0).

Nota que, en el ejemplo anterior, D12 f y D21 f no son continuas en


(0, 0). De hecho, ni siquiera tienen limite en (0, 0). Sin embargo, tenemos el
siguiente el teorema.
Teorema 3.31. Si Dij f y Dji f existen en una vecindad de x0 y son conti-
nuas en x0 , entonces
Dij f (x0 ) = Dji f (x0 ).

Demostración. Suponemos primero que f : R2 → R, i = 1, j = 2, y


definimos F : R2 → R, por
F (x) = f (x0 + x).
Tenemos entonces que
D1 F (0) = D1 f (x0 ), D2 F (0) = D2 f (x0 )
D12 F (0) = D12 f (x0 ), D21 F (0) = D21 f (x0 ).
5. Derivadas de orden mayor 57

Si definimos G : R2 → R por G(x1 , x2 ) = F (x2 , x1 ), D1 G(0) = D2 F (0) y


D12 G(0) = D21 F (0). Queremos demostrar entonces que
D12 G(0) = D12 F (0).
En búsqueda de una contradicción, suponemos que es falso y, sin pérdida de
generalidad,
D12 F (0) > D12 G(0).
Como ambas derivadas son continuas en (0, 0), existe un rectángulo R =
[−ε, ε] × [−ε, ε] tal que
D12 F (x) − D12 G(x) > 0
para x ∈ R. Entonces
D2 (D1 (F − G))(x1 , x2 ) > 0
para (x1 , x2 ) ∈ [−ε, ε] × [−ε, ε], ası́ que x2 7→ D1 (F − G)(x1 , x2 ) es estric-
tamente creciente en [−ε, ε] para cada x1 ∈ [−ε, ε]. En particular, tenemos
que
D1 (F − G)(x1 , ε) > D1 (F − G)(x1 , −ε).
Si definimos H : [−ε, ε] → R por
H(x1 ) = (F − G)(x1 , ε) − (F − G)(x1 , −ε),
H ′ (x) > 0 en [−ε, ε], por lo que es estrictamente creciente en [−ε, ε] y
entonces
(3.5) H(ε) > H(−ε).
Pero
H(ε) = F (ε, ε) − G(ε, ε) − F (ε, −ε) + G(ε, −ε)
y
H(−ε) = F (−ε, ε) − G(−ε, ε) − F (−ε, −ε) + G(−ε, −ε),
y, como G(x1 , x2 ) = F (x2 , x1 ),
H(ε) = −F (ε, −ε) + F (−ε, ε) = H(−ε) = F (−ε, ε) − F (ε, −ε),
por lo que H(ε) = H(−ε), lo cual es una contradicción con (3.5).
En el caso general, definimos φ : R2 → R por
i-ésimo jésimo
z}|{ z}|{
φ(u, v) = f (x10 , . . . , u , . . . , v , . . . , xn0 ).

Entonces Dij f (x0 ) = D12 φ(xi0 , xj0 ) y Dji f (x0 ) = D21 φ(xi0 , xj0 ), y el teorema
se sigue. 
58 3. Diferenciabilidad

Definición 3.32. Decimos que f : Rn → R es de clase C k , k = 1, 2, . . ., y


escribimos f ∈ C k , si las derivadas parciales de orden k
Di1 i2 ...ik f (x)
existen y son continuas. Decimos que f es de clase C 0 , o simplemente de
clase C, y escribimos f ∈ C 0 (f ∈ C, respectivamente), si f es continua.
Decimos que f es de clase C ∞ , denotado f ∈ C ∞ , si todas las derivadas
parciales de cualquier orden existen. Es decir, f ∈ C k para todo k ≥ 1.

Ejemplo 3.33. Sea, para k = 0, 1, 2, . . .,



xk sen 1 x 6= 0
fk (x) x
0 x = 0.

La diferenciabilidad de cada fk es descrita por la siguiente tabla.


k En 0, fk es Clase
0 discontinua ninguna
1 continua C
2 diferenciable, fk′ no continua C
3 ′
diferenciable con fk continua C1
4 ′ ′′
fk diferenciable, fk no continua C1
5 ′′
fk continua, pero no diferenciable C2
(n−1) (n)
2n fk diferenciable, pero fk no continua C n−1
(n)
2n + 1 fk continua, pero no diferenciable Cn

Sea f : Rn → R una función de clase C k . Definimos φ : R → R por

φ(t) = f (x0 + t(x − x0 )) = f (x10 + t(x1 − x10 ), . . . , xn0 + t(xn − xn0 )).
Entonces φ(0) = f (x0 ) y φ(1) = f (x). Como f ∈ C k (Rn ), φ ∈ C k (R) y
n
X k
Y
φ (k)
(t) = Di1 i2 ...ik f (x0 + t(x − x0 )) (xil − xi0l ).
i1 ,i2 ,...,ik =1 l=1

Por el teorema de Taylor, existe c ∈ [0, 1] tal que


φk−1 (0)
φ(1) = φ(0) + φ′ (0) + ... + + Rk ,
(k − 1)!
donde
φk (c)
. Rk =
k!
Estas observaciones implican el siguiente teorema.
5. Derivadas de orden mayor 59

Teorema 3.34. Si f ∈ C k , x0 , x ∈ Rn , entonces existe y entre x0 y x tal


que
n
X
(3.6) f (x) = f (x0 ) + Di f (x0 )(xi − xi0 )
i=1
n
X k−1
Y
1
+ ... + Di1 i2 ...ik−1 f (x0 ) (xil − xi0l ) + Rk (x),
(k − 1)!
i1 ,i2 ,...,ik =1 l=1

donde
n
X k
Y
1
Rk (x) = Di1 i2 ...ik f (y) (xil − xi0l ).
k!
i1 ,i2 ,...,ik =1 l=1

Al polinomio de la ecuación (3.6) se le llama polinomio de Taylor al-


rededor de x0 de f . Si f ∈ C ∞ , podemos calcular tantos sumandos como
queramos, y a la serie ası́ obtenida se le llama expansión de Taylor alrededor
de x0 . Si esta serie converge a f (x), es decir Rk (x) → 0, en una vecindad de
x0 , entonces decimos que f es analı́tica real en x0 .
Ejemplo 3.35. Sea f (x, y) = sen xy. Entonces f (0, 0) = 0, y
D1 f (x, y) = y cos xy, D1 f (0, 0) = 0
D2 f (x, y) = x cos xy, D2 f (0, 0) = 0
D11 f (x, y) = −y 2 sen xy, D11 f (0, 0) = 0
D12 f (x, y) = cos xy − xy sen xy, D12 f (0, 0) = 1
D21 f (x, y) = cos xy − xy sen xy, D21 f (0, 0) = 1
D22 f (x, y) = −x2 cos xy, D22 f (0, 0) = 0.
Entonces, los primeros términos de la expansión de Taylor alrededor de (0, 0)
de sen xy son
1
(1(x − 0)(y − 0) + 1(y − 0)(x − 0)) = xy.
2
Nota que coinciden con el primer término de la expansión de sen w, con
w = xy.

Si una función es de clase C ∞ , entonces no necesariamente es analı́tica.


De hecho, es posible que la expansión converja a un lı́mite distinto de f (x),
como lo muestra que el siguiente ejemplo.
Ejemplo 3.36. Consideremos la función f : R → R dada por
( 1
e− x2 x = 6 0
f (x) =
0 x = 0.
60 3. Diferenciabilidad

Entonces f es de clase C ∞ , pero f (k) (0) para todo k. Entonces la expansión


Taylor de f alrededor de 0 es idénticamente 0, pero f (x) 6= 0 para todo
x 6= 0.

Ejercicios

1. Demuestra la proposición 3.5.


2. Sea U ⊂ Rn abierto y f, g : U → R tales que f es continua en x0 ∈ U ,
g es diferenciable en x0 y g(x0 ) = 0. Muestra que f g es diferenciable en
x0 .
3. Demuestra que las derivadas direccionales de f : Rn → R en x0 satisfa-
cen

Dtu f (x0 ) = tDu f (x0 ),


Du+v f (x0 ) = Du f (x0 ) + Dv f (x0 ) si f es diferenciable en x0 .

4. Decimos que f : Rn → R es homogénea de grado α si f (tx) = tα f (x),


para x ∈ Rn , t > 0.
Si además f es diferenciable, muestra la fórmula de Euler
n
X
xi Di f (x) = αf (x).
i=1

5. Si f : Rn → R es diferenciable y f (0) = 0, demuestra que existen


gi : Rn → R tal que
n
X
f (x) = xi gi (x).
i=1
6. Demuestra la proposición 3.14.
7. Demuestra la proposición 3.15.
8. Sea A ⊂ Rn abierto y f : A → Rn inyectiva y continuamente diferencia-
ble tal que det f ′ (x) 6= 0 para todo x ∈ A. Muestra que f (A) es abierto
y f −1 : f (A) → A es diferenciable.
Muestra además que f (B) es abierto para todo B ⊂ A abierto.
9. a) Sea f : R2 → R continuamente diferenciable. Muestra que f no es
inyectiva. (Sugerencia: Considera la función g(x, y) = f (x, y), y .)
b) Generaliza este resultado a funciones continuamente diferenciables
f : Rn → Rm , con m < n.
10. a) Muestra que si f : R → R satisface f ′ (x) 6= 0 para todo x ∈ R,
entonces f es inyectiva.
Ejercicios 61

b) Sin embargo, muestra que f : R2 → R2 dada por


f (x, y) = (ex cos y, ex sen y)
satisface det f ′ (x, y) 6= 0 para todo (x, y) ∈ R2 , pero no es inyectiva.
11. Sea f : Rn → Rn continuamente diferenciable tal que existe c > 0 tal
que
|f (x) − f (y)| ≥ c|x − y|
n
para todo x, y ∈ R . Muestra que
a) f es inyectiva;
b) det f ′ (x) 6= 0 para todo x ∈ Rn ; y
c) f (Rn ) = Rn . (Sugerencia: Como en la demostración del Teorema
de la Función Inversa, considera la función g(x) = |y − f (x)|2 .)
12. Sea f : R → R dada por
( 1
e− x2 x 6= 0
f (x) =
0 x = 0.
Muestra por inducción que, para x 6= 0, k = 1, 2, . . .,
Pk (x) − 12
f (k)(x) = e x ,
Qk (x)
donde Pk y Qk son polinomos. Concluye que f ∈ C ∞ y f (k) (0) = 0 para
todo k.
13. Utiliza el ejercicio anterior para encontrar una función F : R → R,
F ∈ C ∞ , tal que F (x) = 0 para x ≤ 0 y F (x) > 0 para x > 0.
14. Encuentra una función G : R → R tal que G(x) > 0 para x ∈ (−1, 1) y
G(x) = 0 para |x| ≥ 1.
Capı́tulo 4

Convexidad

1. Conjuntos convexos
En este capı́tulo estudiaremos el concepto de convexidad, el cual es su-
mamente importante en el análisis. Estudiaremos conjuntos convexos y fun-
ciones convexas en Rn , ası́ como las propiedades y relaciones entre sus puntos
y valores extremos.
Iniciaremos, en esta sección, por estudiar los conjuntos convexos. Re-
cordemos que un conjunto K ⊂ Rn es convexo si, para todo x, y ∈ K y
t ∈ [0, 1],
(1 − t)x + ty ∈ K.

Ejemplo 4.1. Un semiespacio

H = {x ∈ Rn : x · x0 ≥ c}

es convexo: Si x, y ∈ H, t ∈ [0, 1],

((1 − t)x + ty) · x0 = (1 − t)x · x0 + ty · x0 ≥ (1 − t)c + tc = c,

ası́ que (1 − t)x + ty ∈ H.

Proposición 4.2. La intersección de conjuntos convexos es convexo.

Demostración.
T Sea {Kα }α una colección de conjuntos convexos, y sean
x, y ∈ α Kα . Entonces x, y ∈ Kα para todo α y, si 0 ≤ t ≤ 1,

(1 − t)x + ty ∈ Kα
T
para todo α. Por lo tanto (1 − t)x + ty ∈ α Kα . 

63
64 4. Convexidad

Definición 4.3. Decimos que Ω ⊂ Rn es un politopo convexo, si es la inter-


sección de un número finito de semiespacios cerrados. Es decir,
m
\
Ω= Hi , Hi = {x · xi ≥ ci }.
i=1

La proposición 4.2 justifica el adjetivo convexo en la definición anterior.


Definición 4.4. Sea K un conjunto convexo cerrado. Un hiperplano de
apoyo para K es un hiperplano
P = {x ∈ Rn : x · x0 = c}
tal que P ∩ K 6= ∅ y
K ⊂ HP = {x ∈ Rn : x · x0 ≥ c}.

Es decir, el hiperplano P interseca al convexo K, y K se encuentra de


un sólo lado de P . El siguiente teorema establece que un conjunto convexo
cerrado tiene un hiperplano de apoyo en cada punto de su frontera.
Teorema 4.5. Sea K un conjunto convexo cerrado y x0 ∈ fr K. Entonces
existe un hiperplano de apoyo P para K tal que x0 ∈ P .

Demostración. Sea (yk ) una sucesión en Rn \ K tal que yk → x0 . Para


cada k, sea zk ∈ K un punto más cercano a yk en K, es decir
|zk − yk | ≤ |x − yk | ∀x ∈ K.
Tal punto existe por la proposición 1.30. Sea
zk − yk
uk = .
|zk − yk |
Como (uk ) es acotada, entonces existe una subsucesión que converge por el
Teorema de Bolzano-Weierstrass. Para simplificar, supongamos que uk → u.
Sea
P = {x ∈ Rn : (x − x0 ) · u = 0}.
Vamos a demostrar que P es un hiperplano de apoyo para K. Es decir,
tenemos que mostrar que
K ⊂ {x ∈ Rn : (x − x0 ) · u ≥ 0}.

Sea x ∈ K y ε > 0. Vamos a mostrar que (x − x0 ) · u ≥ −ε


Demostraremos primero que (x − zk ) · uk ≥ 0 para todo k. Si t ∈ [0, 1] y
y = (1 − t)zk + tx,
entonces y ∈ K y
|y − yk | ≥ |zk − yk |.
1. Conjuntos convexos 65

En otras palabras, |y − yk |2 ≥ |zk − yk |2 . Además


|y − yk |2 = |(1 − t)zk + tx − yk |2 = |t(x − zk ) + (zk − yk )|2
= t2 |x − zk |2 + 2t(x − zk ) · (zk − yk ) + |zk − yk |2 ,
por lo que, si t 6= 0,
t|x − zk |2 + 2(x − zk ) · (zk − yk ) ≥ 0.
Si hacemos t → 0 obtenemos 2(x − zk ) · (zk − yk ) ≥ 0. Por lo tanto
(x − zk ) · uk ≥ 0.

Dado ε > 0, tomamos k tal que


ε ε
|uk − u| < y |yk − x0 | < .
2(|x − x0 | + 1) 4
Entonces, como |uk | = 1,
|(x − x0 ) · u − (x − zk ) · uk |
≤ |(x − x0 ) · u − (x − x0 ) · uk | + |(x − x0 ) · uk − (x − zk ) · uk |
≤ |x − x0 ||u − uk | + |uk ||zk − x0 |
ε
< + |zk − yk | + |yk − x0 |
2
ε ε ε
≤ + 2|x0 − yk | < + 2 = ε,
2 2 4
donde también hemos usado el hecho que |zk − yk | ≤ |x − yk |. Por lo tanto,
como (x − zk ) · uk ≥ 0,
(x − x0 ) · u ≥ (x − x0 ) · u − (x − zk ) · uk ≥ −ε.

Por lo tanto, como ε > 0 es arbitrario,


(x − x0 ) · u ≥ 0.


Corolario 4.6. Sea K un conjunto convexo cerrado, K 6= Rn . Entonces K


es la intersección de semiespacios cerrados.

Demostración.
T Para cada x ∈ fr K, tomamos un hiperplano de apoyo Px
con x ∈ Px K. Entonces
\
K= H Px .
x∈fr K


66 4. Convexidad

2. Combinaciones convexas y simplejos


Definición 4.7. Una combinación convexa de x1 , . . . , xm ∈ Rn es una com-
binación lineal
m
X
t i xi
i=1
tal que
m
X
ti ≥ 0, i = 1, . . . , m, y ti = 1.
i=1

Ejemplo 4.8. El vector (1 − t)x + ty, t ∈ [0, 1], es una combinación convexa
de x y y: t, 1 − t ≥ 0 y (1 − t) + t = 1.

Proposición 4.9. K ⊂ Rn es convexo si, y sólo si, es cerrado bajo combi-


naciones convexas.

Demostración. Si K es cerrado bajo combinaciones convexas, entonces es


convexo simplemente por la definición de convexidad y el ejemplo 4.8.
P
. , xm ∈ K, y t1 , . . . , tm ≥ 0 tales que
Sea K convexo, x1 , . . P ti = 1.
m
Queremos demostrar que i=1 ti xi ∈ K. Esto lo haremos por inducción en
m: si m = 2, (1 − t)x1 + tx2 ∈ K por la definición de convexo.
PmSea m > 2 y suponemos que el resultado es cierto para m − 1. Si tm = 1,
i=1 ti xi = xm ∈ K. Supongamos entonces que tm < 1. Sabemos que

t1 + t2 + . . . + tm−1 = 1 − tm .
Entonces
t1 t2 tm−1
+ + ... + =1
1 − tm 1 − tm 1 − tm
y, por inducción,
t1 t2 tm−1
x̄ = x1 + x2 + . . . + xm−1 ∈ K.
1 − tm 1 − tm 1 − tm
Entonces, como K es convexo y x̄, xm ∈ K,
t1 x1 + . . . + tm−1 xm−1 + tm xm = (1 − tm )x̄ + tm xm ∈ K.


La siguiente proposición implica que, en toda combinación convexa, sólo


n + 1 puntos son suficientes.

Proposición 4.10. Sea S ⊂ Rn , y sea x la combinación convexa de puntos


en S. Entonces x es la combinación convexa de a lo más n + 1 puntos de S
2. Combinaciones convexas y simplejos 67

Demostración. Supongamos que


Xm m
X
x= t i xi , ti ≥ 0, ti = 1,
i=1 i=1
y m > n + 1. Vamos a demostrar que x es la combinación convexa de a lo
más m − 1 de las xi . Claramente podemos asumir que todo ti > 0.
Como m − 1 > n,
x1 − xm , x2 − xm , . . . , xm−1 − xm
son linealmente dependientes, ası́ que existen c1 , c2 , . . . , cm−1 , no todos cero,
tales que
c1 (x1 − xm ) + c2 (x2 − xm ) + . . . + cm−1 (xm−1 − xm ) = 0.
Sea cm = −(c1 + c2 + . . . + cm−1 ). Entonces
m
X
c1 x1 + c2 x2 + . . . + cm−1 xm−1 + cm xm = 0 y ci = 0.
i=1
Sea α tal que
1 c1 cm
= máx{ , . . . , },
α t1 tm
y si = ti − αci . Observamos que α > 0. Como αci ≤ ti para todo ci 6= 0,
si ≥ 0 y
Xm m
X X m
si = ti − α ci = 1.
i=1 i=1 i=1
Además, si0 = 0 para algún i0 . Entonces
m
X X X X
si xi = (ti − αci )xi = t i xi − α ci xi = x,
i=1
i0 6=0

por lo que x es combinación convexa de los m − 1 i, i 6= i0 . 


Definición 4.11. Sean x0 , x1 , ..., xr ∈ Rn tales que
x1 − x0 , x2 − x0 , . . . , xr − x0
son linealmente independientes. El r-simplejo generado por x0 , x1 , . . . , xr es
el conjunto de todas las combinaciones convexas de x0 , x1 , . . . , xr . Véase la
figura 1.

Si K es el r-simplejo generado por P x0 , x1 , . . . , xr y x ∈ K, entonces


existen únicos t0 , t1 , . . . , tr tales que x = ri=0 ti xi (ejercicio 3.) A las coor-
denadas del vector (t0 , t1 , ..., tr ) se les llama coordenadas baricéntricas de
K.
El simplejo estándar en Rn es el n-simplejo generado por 0, e1 , e2 , . . . , en .
68 4. Convexidad

.
x0 x0 x1

0−simplejo 1−simplejo

x2 x2

x3
x0 x1
x0 x1
2−simplejo 3−simplejo

Figura 1. r-simplejos con r = 0, 1, 2, 3.

3. Funciones convexas
En esta sección estudiaremos a las funciones complejas y algunas de sus
propiedades analı́ticas.

Definición 4.12. Sea K ⊂ Rn convexo y f : K → R. Decimos que f es


convexa si, para x1 , x2 ∈ K y t ∈ [0, 1],

f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ).


Pm
Es fácil verificar que si f : K → R es convexa y i=1 ti xi es una combi-
nación convexa de x1 , . . . , xm ∈ K, entonces
X
m  Xm
f t i xi ≤ ti f (xi ).
i=1 i=1

Véase el ejercicio 7.

Ejemplo 4.13. f : Rn → R, f (x) = |x| es una función convexa:

|tx1 + (1 − t)x2 | ≤ t|x1 | + (1 − t)|x2 |,


por la desigualdad del triańgulo y el hecho que t, 1 − t ≥ 0.

Para f : K → R, definimos el conjunto K + ⊂ Rn+1 como

K + = {(x, z) ∈ K × R : z ≥ f (x)}.

K + es entonces el conjunto de puntos en Rn+1 que están sobre la gráfica de


f.

Proposición 4.14. f : K → R es convexa si, y sólo si, K + es convexo.


3. Funciones convexas 69

Demostración. Supongamos que F es convexa y sean (x1 , z1 ), (x2 , z2 ) ∈


K + . Entonces z1 ≥ f (x1 ) y z2 ≥ f (x2 ), y queremos mostrar que, para
t ∈ [0, 1],
t(x1 , z1 ) + (1 − t)(x2 , z2 ) = (tx1 + (1 − t)x2 , tz1 + (1 − t)z2 ) ∈ K + ,
es decir,
tz1 + (1 − t)z2 ≥ f (tx1 + (1 − t)x2 ).
Pero, como f es convexa,
f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ) ≤ tz1 + (1 − t)z2 .
Entonces K + es convexo.
Supongamos ahora que K + es convexo. Tomamos x1 , x2 ∈ K. Entonces
(x1 , f (x1 )) ∈ K + y (x2 , f (x2 )) ∈ K + . Como K + es convexo, para t ∈ [0, 1]
t(x1 , f (x1 ))+(1−t)(x2 , f (x2 )) = (tx1 +(1−t)x2 , tf (x1 )+(1−t)f (x2 )) ∈ K + .
Pero esto quiere decir
tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ) ≥ f (tx1 + (1 − t)x2 ).
Por lo tanto f es convexa. 

La siguiente proposición nos será de utilidad más adelante. Primero de-


finimos, para c ∈ R, el conjunto
Kc = {x ∈ K : f (x) ≤ c},
el corte de f a la altura c. Véase la figura 2.
y

c c

Kc

Figura 2. El conjunto de las x tal que f (x) queda por debajo de c es Kc .

Proposición 4.15. Si f es convexa en K, entonces cada Kc es convexo.

Demostración. Sean x1 , x2 ∈ Kc . Entonces f (x1 ) ≤ c, f (x2 ) ≤ c. Como f


es convexa, para t ∈ [0, 1],
f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ) ≤ tc + (1 − t)c = c,
por lo que entonces tx1 + (1 − t)x2 ∈ Kc . 
70 4. Convexidad

La inversa de la proposición 4.15 es falsa.


Ejemplo 4.16. Consideremos f : R → R dada por f (x) = x3 . Entonces

K = R y cada Kc es el intervalo (−∞, 3 c), ası́ que es convexo. Sin embargo,
f no es convexa.
Ejemplo 4.17. Sea A ⊂ Rn un conjunto cerrado tal que A 6= ∅. Definimos
f : Rn → R como
f (x) = mı́n{|x − y| : y ∈ A}.
Tal mı́nimo existe por la proposición 1.30. Demostraremos que f es convexa
si, y sólo si, A es convexo.
Si f es convexa, entonces, como A = K0 , A es convexo, por la proposición
4.15.
Supongamos ahora que A es convexo. Sean x1 , x2 ∈ Rn y t ∈ [0, 1].
Tomamos y1 , y2 ∈ A tales que f (x1 ) = |x1 − y1 |, f (x2 ) = |x2 − y2 |. Como A
es convexo, ty1 + (1 − t)y2 ∈ A, ası́ que
f (tx1 + (1 − t)x2 ) ≤ |tx1 + (1 − t)x2 − (ty1 + (1 − t)y2 )|
≤ t|x1 − y1 | + (1 − t)|x2 − y2 | = tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ).
Entonces f es convexa.

Ahora estudiaremos la continuidad de las funciones convexas. Primero,


observemos que no todas las funciones convexas son continuas.
Ejemplo 4.18. Sea f : [0, 1] → R dada por
(
1, x = 0, 1
f (x) =
0, 0 < x < 1
Entonces f es convexa, pero no es continua en 0 ni en 1.

Sin embargo, notemos que la función f no es continua precisamente en


los extremos de [0, 1].
Teorema 4.19. Sea K ⊂ Rn convexo y abierto, y f : K → R convexa.
Entonces f es continua.
Lema 4.20. Sea R un rectángulo cerrado. Entonces R es el conjunto de
todas las combinaciones convexas de sus vértices.

En otras palabras, si R = [a1 , b1 ] × · · · × [an , bn ], el conjunto V de sus


vértices es el conjunto
V = {(c1 , c2 , ..., cn ) : ci = ai ó bi }.
Entonces R es el conjunto de todas las combinaciones convexas de puntos
en V .
La demostración del lema 4.20 la dejamos como ejercicio (ejercicio 6).
3. Funciones convexas 71

Demostración. Sea x0 ∈ K y R ⊂ K un rectángulo con centro en x0 y


de lado 2r, como se muestra en la figura 3. Sea B la bola cerrada Br (x0 ) y

x0 + u

x0
r

x0 − u
2r

Figura 3. El rectángulo de la demostración del teorema 4.19.

x ∈ B. Entonces la recta que pasa por x0 y x corta a fr B en dos vectores,


|x − x0 |
digamos x0 + u y x0 − u, con |u| = r. Entonces, si t = , x y x0
r
satisfacen las siguientes relaciones convexas:
x = (1 − t)x0 + t(x0 + u),
1 t
x0 = x+ (x0 − u).
t+1 t+1
Sea V el conjunto de vértices de R, y
M = máx{f (y) : y ∈ V }.
Como f es convexa, el lema 4.20 implica que, para z ∈ R, f (z) ≤ M . Además
(4.1) f (x) ≤ (1 − t)f (x0 ) + tf (x0 + u)
y
1 t
(4.2) f (x0 ) ≤ f (x) + f (x0 − u).
t+1 t+1
De (4.1) obtenemos
f (x) ≤ (1 − t)f (x0 ) + tM,
por lo que
f (x) − f (x0 ) ≤ t(M − f (x0 )).
De (4.2),
1 t
f (x0 ) ≤ f (x) + M,
t+1 t+1
ası́ que
t(f (x0 ) − M ) ≤ f (x) − f (x0 ).
Entonces
|M − f (x0 )|
|f (x) − f (x0 )| ≤ t|M − f (x0 )| = |x − x0 |.
r
72 4. Convexidad

Dado ε > 0, escogemos


n rε o
δ = mı́n r, .
|M − f (x0 )| + 1
Entonces |x − x0 | < δ implica que |f (x) − f (x0 )| < ε. 

El siguiente teorema establece un criterio para la convexidad de funciones


diferenciables.

Teorema 4.21. Sea f diferenciable en K. Entonces f es convexa si y sólo


si
(4.3) f (x) ≥ f (x0 ) + Df (x0 )(x − x0 )
para todo x, x0 ∈ K.

Demostración. Supongamos que f es convexa, y sea h = x − x0 . Como f


es convexa, para t ∈ (0, 1]
f (x0 + th) ≤ (1 − t)f (x0 ) + tf (x0 + h),
por lo que
f (x0 + th) − f (x0 ) ≤ t(f (x0 + h) − f (x0 )).
Restamos Df (x0 )(th) = tDf (x0 )(h)) de la desigualdad, dividimos entre t y
obtenemos
f (x0 + th) − f (x0 ) − Df (x0 )(th)
≤ f (x0 + h) − f (x0 ) − Df (x0 )(h).
t
Como f es diferenciable, el lado izquierdo de la desigualdad va a 0 cuando
t → 0. Entonces
f (x0 + h) − f (x0 ) − Df (x0 )(h) ≥ 0,
es decir
f (x) ≥ f (x0 ) + Df (x0 )(x − x0 ).
Supongamos ahora que la desigualdad (4.3) es cierta para todo x0 , x ∈
K. Sean x1 , x2 ∈ K, x1 6= x2 , t ∈ (0, 1) y x0 = tx1 +(1−t)x2 . Demostraremos
que
f (x0 ) ≤ tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 ).

Tenemos
f (x1 ) ≥ f (x0 ) + Df (x0 )(x1 − x0 )
y
f (x2 ) ≥ f (x0 ) + Df (x0 )(x2 − x0 ),
4. Puntos y valores extremos 73

ası́ que
tf (x1 ) + (1 − t)f (x2 )
 
≥ t f (x0 ) + Df (x0 )(x1 − x0 ) + (1 − t) f (x0 ) + Df (x0 )(x2 − x0 )

= f (x0 ) + Df (x0 ) tx1 + (1 − t)x2 − x0 = f (x0 ).


Como f (x0 ) + Df (x0 )(x − x0 ) es la aproximación lineal de f en el punto


x0 , entonces el teorema 4.21 establece que una función diferenciable es con-
vexa si, y sólo si, su gráfica se encuentra sobre la gráfica de su aproximación
lineal en cada punto.

4. Puntos y valores extremos


En esta sección estudiaremos los puntos extremos de conjuntos convexos,
y su relación con los valores extremos (máximos y mı́nimos) de las funciones
convexas.
Definición 4.22. Sea K ⊂ Rn convexo. Decimos que x ∈ K es un punto
extremo de K si no existen x1 , x2 ∈ K, t ∈ (0, 1) tales que x = tx1 −(1−t)x2 .

Es decir, los puntos extremos de un conjunto convexo K son aquéllos


que no son combinaciones convexas no triviales de puntos en K. No es difı́cil
ver que los puntos extremos de K se encuestran en su frontera (ejercicio 10).
Proposición 4.23. Sea K ⊂ Rn convexo y compacto. Entonces todo punto
de K es combinación convexa de puntos extremos de K.

Demostración. Demostraremos esta proposición por inducción en n. Cuan-


do n = 1, K es un intervalo cerrado, y la proposición es cierta porque, si
x ∈ [a, b], entonces
b−x x−a
x= a+ b.
b−a b−a
Suponemos entonces que el resultado es cierto para n − 1. Sea K ⊂ Rn
convexo y compacto. Primero, tomemos x0 ∈ T fr K. Sea P un hiperplano
de apoyo a K tal que x0 ∈ K ∩ P . Pero K P puede ser identificado
con un subconjunto convexo en Rn−1 (ejercicio 11). Por inducción, x0 es
combinación convexa de puntos extremos de K ∩ P , que a su vez son puntos
extremos de K (ejercicio 12).
Si x0 ∈ K 0 , sea L una recta que contiene a x0 . Entonces, como K es
convexo y compacto,
L ∩ fr K = {x1 , x2 },
Entonces x0 es combinación convexa de x1 y x2 , que a su vez son, cada uno,
una combinación convexa de extremos de K. 
74 4. Convexidad

Corolario 4.24. Si f : K → R es continua y convexa en el conjunto convexo


compacto K, entonces su máximo ocurre en algún punto extremo de K.

Demostración. Si x ∈ K, entonces
X m
x= ti xi ,
i=1
P
donde i ti = 1 y los xi son puntos extremos de K. Entonces
m
X m
X
f (x) ≤ ti f (xi ) ≤ ti M = M,
i=1 i=1
donde
M = sup{f (y) : y punto extremo de K}.
Como f es continua, f toma su máximo, y entonces lo debe tomar en un
extremo. 

La hipótesis de continuidad en el corolario fue utilizada para garanterizar


que f toma su máximo en K, aunque no siempre es necesaria esta hipótesis.
Por ejemplo, si K es un polı́topo, entonces tiene solamente un número
finito de puntos extremos (ejercicio 13). Ası́ que el máximo de f sobre K
simplemente es
M = máx{f (y) : y punto extremo de K},
el cual siempre existe porque {f (y) : y punto extremo de K} es finito.
Si f : Rn → R es lineal, entonces claramente es convexa. Si K ⊂ R es
convexo y compacto, sea M el máximo de f en K y definimos
K ′ = {x ∈ K : f (x) = M }.
Corolario 4.25. x ∈ K ′ si, y sólo si, x es combinación convexa de puntos
extremos de K contenidos en K ′ .
P P
Demostración. Sea x ∈ K ′ , y x = i ti xi , ti > 0, i ti = 1, donde los
xi son puntos extremos de K. Si f (xj ) < M para algún j, entonces, como
tj > 0,
X X
M = f (x) = ti f (xi ) ≤ ti M + tj f (xj ) < M,
i i6=j
una contradicción. Entonces f (xi ) = M para todo i, es decir, xi ∈ K ′ para
todo i.
P
Si x = i ti xi , con xi ∈ K ′ para todo i,
k
X
f (x) = ti f (xi ) = M,
i=1
Ejercicios 75

P
porque f es lineal y i ti = 1. 

Ejercicios

1. Muestra que si P es un hiperplano de apoyo del conjunto convexo cerrado


K, entonces P ∩ K ⊂ fr K.
2. Sea K ⊂ Rn un conjunto convexo cerrado no vacı́o tal que Rn \ K 6= ∅
es convexo. Muestra que K es un semiespacio cerrado.
3. Muestra que si x se puede representar como combinación convexa de
x0 , x1 , . . . , xr de dos formas distintas, entonces los vectores x1 − x0 , x2 −
x0 , . . . , xr − x0 son linealmente dependientes.
4. Sea x una combinación convexa de x1 , . . . , xm , y cada xj una combina-
ción convexa de yj1 , . . . , yjmj . Muestra que x es una combinación con-
vexa de de todos los yjk .
5. Sea S ⊂ Rn . Sea Ŝ la cerradura convexa de S: el conjunto de todas las
combinaciones convexas de puntos en S.
a) Muestra que Ŝ es convexo; y
b) Muestra que si K es convexo y S ⊂ K, entonces Ŝ ⊂ K.
6. Demuestra el lema 4.20.
P
7. Muestra que si f : K → R es convexa y ri=1 ti xi es una combinación
convexa de x1 , . . . , xr ∈ K, entonces
Xr  Xr
f t i xi ≤ ti f (xi ).
i=1 i=1
8. Sean f, g : K → R convexas y sea h : K → R dada por h(x) =
máx{f (x), g(x)}. Muestra que h es convexa.
9. Sea f : K → R continua tal que
1  1 
f (x1 + x2 ) ≤ f (x1 ) + f (x2 )
2 2
para todo x1 , x2 ∈ K. Muestra que f es convexa.
10. Muestra que si x es un punto extremo del conjunto convexo K, entonces
x ∈ fr K.
11. Sea P un hiperplano en Rn y x0 ∈ P . Muestra que existe una isometrı́a
ψ : P → Rn−1 tal que ψ(x0 ) = 0.
12. Muestra que si P es un hiperplano de apoyo del conjunto convexo K y
x es un punto extremo de K ∩ P , entonces x es un punto extremo de K.
13. Sea K un polı́topo. Muestra que K tiene un número finito de puntos
extremos.
76 4. Convexidad

14. Muestra que un polı́topo compacto es la unión finita de simplejos. Si el


polı́topo tiene r vectores linealmente independientes, muestra que es la
unión finita de r-simplejos.
Capı́tulo 5

Integración

1. La integral de Riemann
Empecemos por recordar la integral de Riemann de una función acotada
f : [a, b] → R. Una partición P de [a, b] es un subconjunto finito P ⊂ [a, b]
tal que a, b ∈ P. Escribimos
P = {x0 = a < x1 < . . . < xn = b}.
Definimos entonces la suma inferior de f con respecto a P como
n
X
L(f, P) = mi (f )(xi − xi−1 ),
i=1

y la suma superior de f con respecto a P como


n
X
U (f, P) = Mi (f )(xi − xi−1 ),
i=1

donde
mi (f ) = ı́nf{f (x) : x ∈ [xi−1 , xi ]}
y
Mi (f ) = sup{f (x) : x ∈ [xi−1 , xi ]}.
Decimos entonces que f es Riemann-integrable si
L(f ) = sup{L(f, P) : P partición de [a, b]}
y
U (f ) = ı́nf{U (f, P) : P partición de [a, b]}
Rb
son iguales, y escribimos a f = L(f ) = U (f ).

77
78 5. Integración

La definición de la integral de Riemann de una función sobre un rectángu-


lo está motivada a partir de la definición anterior. Observamos que L(f, P)
y U (f, P) son sumas de la longitud de cada intervalo multiplicado por mi (f )
y Mi (f ), respectivamente. Ası́ que lo primero que tenemos que hacer es ex-
tender nuestra definición de longitud de un intervalo en R a volumen de un
rectángulo en Rn .
Definición 5.1. Sea R = [a1 , b1 ]×. . . ×[an , bn ] ⊂ Rn un rectángulo cerrado.
El volumen de R, denotado por v(R), se define como
v(R) = (b1 − a1 )(b2 − a2 ) . . . (bn − an ).

Ahora definimos una partición de un rectángulo cerrado R. Para cada


i, tomamos una partición Pi de [ai , bi ], y sea P el conjunto de todos los
rectángulos de la forma
S = [y1 , z1 ] × [y2 , z2 ] × . . . × [yn , zn ],
donde yi , zi ∈ Pi son consecutivos. A cada S ∈ P lo llamamos subrectángulo
de R. P está formada entonces por N = N1 N2 ...Nn subrectángulos, y cada
uno de los lados de los subrectágulos de R en P corresponde a algún intervalo
en [ai , bi ], inducido por Pi . Denotaremos P como
P = (P1 , P2 , ...Pn ),
donde cada Pi es partición de [ai , bi ].
Definición 5.2. Sea f : R → R acotada. La suma inferior de f con respecto
a P es está dada por
X
L(f, P) = mS (f )v(S),
S∈P
donde
mS (f ) = ı́nf{f (x) : x ∈ S}
y v(S) es el volumen de S.
La suma superior de f con respecto a P está dada por
X
U (f, P) = MS (f )v(S),
S∈P
donde
MS (f ) = sup{f (x) : x ∈ S}.

Es claro que, para cada partición P de R, L(f, P) ≤ U (f, P). Sin em-
bargo, no es obvio que, para cualquiera dos particiones P y Q,
L(f, P) ≤ U (f, Q).
Demostraremos esto a continuación, y para tal efecto definiremos el concepto
de refinamiento.
1. La integral de Riemann 79

Decimos que Q = (Q1 , Q2 , . . . , Qn ) es un refinamiento de P si Pi ⊂


Qi , para cada i. Es decir, cada rectángulo en Q es subrectángulo de algún
rectángulo en P.
Proposición 5.3. Si Q es un refinamiento de P,
L(f, P) ≤ L(f, Q) y U (f, Q) ≤ U (f, P).

Demostración. Si T ∈ Q, existe S ∈ P tal que T ⊂ S, y


mT (f ) ≥ mS (f ), MT (f ) ≤ MS (f ).
Además, cada S ∈ P está subdividido en rectángulos T1 , T2 , ..., Tk ∈ Q, y
v(S) = v(T1 ) + v(T2 ) + ... + v(Tk ).
Entonces
k
X k
X k
X
mS (f )v(S) = mS (f ) v(Tj ) = mS (f )v(Tj ) ≤ mTj (f )v(Tj ).
j=1 j=1 j=1

Ası́ que L(f, P) ≤ L(f, Q).


De la misma forma,
k
X k
X
MS (f )v(S) = MS (f )v(Tj ) ≥ MTj (f )v(Tj ),
j=1 j=1

ası́ que U (f, P) ≥ U (f, Q). 

Nota que L(f, P) ≤ L(f, Q) ≤ U (f, Q) ≤ U (f, P).


Corolario 5.4. Si P y Q son particiones de R,
L(f, P) ≤ U (f, Q).

Demostración. Sea R la partición


R = (P1 ∪ Q1 , P2 ∪ Q2 , . . . , Pn ∪ Qn ).
Entonces R es un refinamiento de P y de Q y, por la proposición anterior,
L(f, P) ≤ L(f, R) ≤ U (f, R) ≤ U (f, Q).


Sea R ⊂ Rn un rectángulo cerrado y f : R → R acotada. Definimos la


suma inferior de f como
L(f ) = sup{L(f, P) : P partición de R},
y la suma superior de f como
U (f ) = ı́nf{U (f, P) : P partición de R}.
80 5. Integración

Por el corolario 5.4, L(f ) y U (f ) existen para cualquier función acotada


f : R → R, y además L(f ) ≤ U (f ).
Definición 5.5. Decimos que la función acotada f : R → R acotada es
Riemann-integrable si L(f ) = U (f ).
Al valor común de L(f ) y U (f ) se la llama la integral de f y se denota
por Z
f,
R
o por R f, si deseamos hacer explı́cito el dominio de f .
Ejemplo 5.6 (Funciones constantes). Sea f : R → R dada por f (x) = c
para algún c ∈ R. Si P es una partición de R y S ∈ P,
mS (f ) = MS (f ) = c,
ası́ que L(f, P) = U (f, P) = cv(R). Claramente L(f ) = U (f ) y entonces
Z
f = cv(R).

Ejemplo 5.7. Sea f : [0, 1] × [0, 1] → R dada por


(
1 x∈Q
f (x, y) =
0 x∈ / Q.
Si P es partición de R y S ∈ P, entonces existen puntos (r, y) y (α, z) en S
tales que r ∈ Q y α ∈ / Q. Entonces mS (f ) = 0 y MS (f ) para todo S ∈ P, lo
cual implica que L(f, P) = 0 y U (f, P) = v([0, 1] × [0, 1]) = 1. Entonces
L(f ) = 0 < U (f ) = 1,
por lo que f no es Riemann-integrable.
Teorema 5.8. Sea f : R → R acotada. Entonces f es Riemann-integrable
si, y sólo si, para cada ε > 0 existe una particón P tal que
U (f, P) − L(f, P) < ε.
R
Demostración. Si f es Riemann-integrable, entonces L(f ) = f = U (f ).
Sea ε > 0. Entonces existen particiones P y Q tales que
Z Z
ε ε
L(f, P) > f − y U (f, Q) < f + .
2 2
Si
R = (P1 ∪ Q1 , P2 ∪ Q2 , . . . , Pn ∪ Qn ),
entonces
L(f, P) ≤ L(f, R) ≤ U (f, R) ≤ U (f, Q),
ası́ que
U (f, R) − L(f, R) ≤ U (f, Q) − L(f, P) < ε.
1. La integral de Riemann 81

Para la inversa, sea ε > 0 dado y tomamos una partición P tal que
U (f, P) − L(f, P) < ε.
Entonces, como L(f ) ≥ L(f, P) y U (f ) ≤ U (f, P),
U (f ) − L(f ) ≤ U (f, P) − L(f, P) < ε.
Como ε es arbitrario, L(f ) = U (f ), y entonces f es Riemann-integrable. 

El criterio establecido por el teorema 5.8 nos será de mucha utilidad


para clasificar las funciones Riemann-integrables en un rectángulo, lo cual
discutiremos con detalle en la siguiente sección.
Antes, establecemos la siguiente proposición, que resume las propiedades
básicas de la integral de Riemann.
Proposición 5.9. Sean f, g : R → R Riemann-integrables. Entonces
1. f + g es Riemann-integrable y
Z Z Z
(f + g) = f + g;

2. Si f ≤ g, Z Z
f≤ g;
y
3. |f | es Riemann-integrable y
Z Z

f ≤ |f |.

Demostración. 1. Sea P una partición de R, y S ∈ P. Entonces


mS (f ) + mS (g) ≤ mS (f + g),
MS (f ) + MS (g) ≥ MS (f + g).
Esto implica que
L(f, P) + L(g, P) ≤ L(f + g, P) y U (f, P) + U (g, P) ≥ U (f + g, P).
Dado ε > 0, el teorema 5.8 implica que existe una partición P tal
que
U (f, P) − L(f, P) < ε/2 y U (g, P) − L(g, P) < ε/2.
Entonces
U (f + g, P) − L(f + g, P) ≤ U (f, P) + U (f, P) − (L(f, P) + L(f, P))
= U (f, P) − L(f, P) + U (g, P) − L(g, P)
ε ε
< + = ε.
2 2
Entonces f + g es Riemann-integrable.
82 5. Integración

Ahora bien, si P es un partición de R,


Z
(f + g) = L(f + g) ≥ L(f + g, P) ≥ L(f, P) + L(g, P),

ası́ que
Z Z Z
(f + g) ≥ L(f ) + L(g) = f+ g.

De manera similar
Z Z Z
(f + g) ≤ f+ g,

ası́ que Z Z Z
(f + g) = f+ g.
2. Si P es un partición y S ∈ P, claramente
mS (f ) ≤ mS (g),
por lo que entonces
Z
L(f, P) ≤ L(g, P) ≤ L(g) = g.

Como P es cualquier partición,


Z Z
f = L(f ) ≤ g.

3. Sea P una partición de R y S ∈ P. Si x, y ∈ S, la desigualdad del


triángulo inversa implica que

|f (x)| − |f (y)| ≤ |f (x) − f (y)|.

Entonces
MS (|f |) − mS (|f |) ≤ MS (f ) − mS (f ),
y esto implica que
U (|f |, P) − L(|f |, P) ≤ U (f, P) − L(f, P).
Entonces, dado ε, si P es tal que U (f, P) − L(f, P) < ε,
U (|f |, P) − L(|f |, P) < ε,
y |f | es Riemann-integrable.
La desigualdad se sigue de la parte 2 y del hecho que
−|f | ≤ f ≤ |f |.


2. Funciones Riemann-integrables 83

2. Funciones Riemann-integrables
En esta sección clasificaremos las funciones Riemann-integrables en fun-
ción de sus puntos de continuidad. Para ésto necesitaremos de dos conceptos
fundamentales: el de medida cero y el de oscilación, este último introducido
en el segundo capı́tulo.
Definición 5.10. Sea A ⊂ Rn . Decimos que A es de medida cero si para
todo ε > 0 existen rectángulos R1 , R2 , . . . tales que
[ X
A⊂ Ri y v(Ri ) < ε.
i i

Ejemplo 5.11. ∅ es de medida cero.


Ejemplo 5.12. Un conjunto finito {x1 , ...xk } es de medida cero. Dado ε > 0,
para cada xi tomamos un rectángulo Ri , xi ∈ Ri , tal que v(Ri ) < ε/k.
Entonces
[k
{x1 , ...xk } ⊂ Ri
i=1
y
k
X k
X ε
v(Ri ) < = ε.
k
i=1 i=1

Ejemplo 5.13. Q es de medida cero. Como Q es contable, Q = {rk }∞


k=1 .
Dado ε > 0, sea
 ε ε 
Ik = rk − k+2 , rk + k+2 .
2 2
k+1
S
Entonces v(Ii ) = ε/2 , Q ⊂ k Ik y

X ∞
X ε ε
v(Ik ) = = < ε.
2k+1 2
k=1 k=1

Es claro que el argumento del ejemplo anterior puede ser aplicado a


cualquier conjunto contable, por lo que entonces cualquier conjunto contable
es de medida cero. De hecho, podemos demostrar algo más fuerte.

Proposición
S∞ 5.14. Sean A1 , A2 , ... ⊂ Rn conjuntos de medida cero. Enton-
ces i=1 Ai es de medida cero.

Demostración. Sea ε > 0. Para cada Ai tomamos {Rij }∞


j=1 tal que

[ ∞
X ε
Ai ⊂ Rij y v(Rij ) < .
2i+1
j=1 j=1
84 5. Integración

Tenemos entonces la siguiente sucesión de contenciones

A1 ⊂ R11 ∪ R12 ∪ R13 ∪ . . .


A2 ⊂ R21 ∪ R22 ∪ R23 ∪ . . .
A3 ⊂ R31 ∪ R32 ∪ R33 ∪ . . .
..
.

Reordenamos los {Rij } en la forma

R11 , R21 , R12 , R31 , R22 , R13 , . . . ,

y obtenemos una sucesión (Sk ) de rectángulos tal que


[ [ X X X ε ε
Ai ⊂ Sk y v(Sk ) = v(Rij ) = = < ε.
2i+1 2
i k k i,j i

La doble suma en i, j es independientes del orden de los sumandos porque,


como todos los v(Rij ) ≥ 0, converge absolutamente. 

Es claro que la proposición 5.14 implica que todos los conjuntos contables
son de medida cero. A continuación mostramos un ejemplo de un conjunto
incontable de medida cero.

Ejemplo 5.15 (El conjunto de Cantor). Consideramos la sucesión de con-


juntos

C0 = [0, 1]
C1 = [0, 1/3] ∪ [2/3, 1]
C2 = [0, 1/9] ∪ [2/9, 1/3] ∪ [2/3, 7/9] ∪ [8/9, 1]
..
.
Cn = [0, 1/3n ] ∪ . . . ∪ [1 − 1/3n , 1]
..
.

Nota que cada Cn+1 es el conjunto que resulta de remover el ”tercio cen-
tral”de cada uno de los intervalos de Cn . El conjunto de Cantor es el conjunto
dado por

\
C= Ck .
k=0

Aunque no lo demostraremos aquı́, el conjunto es incontable. Ahora ob-


servaremos que es de medida cero.
2. Funciones Riemann-integrables 85

Cada Ck es la unión de 2k intervalos de longitud 1/3k cada uno. Si a


estos los llamamos I1 , I2 , . . . , I2k , entonces
k k
2
[ 2
X  2 k
C ⊂ Ck = Ii y v(Ii ) = .
3
i=1 i=1

Dado ε > 0, podemos tomar k tal que (2/3)k < ε. Entonces la ecuación
anterior implica que C es de medida cero.

Observamos que fue suficiente utilizar, para verificar la definición de


medida cero para C, sólo un número finito de intervalos. Dichos conjuntos
tienen un nombre propio.
Definición 5.16. Decimos que el conjunto A ⊂ Rn es de contenido cero si
para todo ε > 0 existen rectángulos R1 , R2 , . . . , RN tales que
N
[ N
X
A⊂ Ri y v(Ri ) < ε.
i=1 i=1

Es decir, los conjuntos de contenido cero son aquéllos de medida cero en


los cuales es suficiente un número finito de rectángulos de la definición de
medida cero.
Es claro que, además de C, los conjuntos finitos son de contenido cero.
De hecho, tenemos la siguiente proposicion.
Proposición 5.17. Si A es de medida cero y es compacto, entonces es de
contenido cero.

Para demostrar la proposición 5.17 haremos uso del siguiente lema, el


cual nos permite verificar la definición de medida cero usando sólo rectángu-
los abiertos.
Lema 5.18. Si R1 , R2 , . . . son rectángulos,
[ X
A⊂ Ri y v(Ri ) < ε,
i i
entonces existen rectángulos abiertos Si tales que
[ X
A⊂ Si y v(Si ) < ε.
i i

Demostración. Sea
1 X 
η= ε− v(Ri ) .
2
i
Para cada i, sea Si el rectángulo abierto que resulta de “ensanchar”Ri de
tal forma que
η
Ri ⊂ Si y v(Si ) < v(Ri ) + i .
2
86 5. Integración

S
Entonces A ⊂ i Si y
X X
v(Si ) ≤ v(Ri ) + η < ε.
i i

Demostración de la ProposiciónS 5.17.P Dado ε > 0, existe una sucesión


de rectángulos Ri tales que A ⊂ i Ri y i v(Ri ) < ε. El lema 5.18 implica
que podemos suponer que estos rectángulos son abiertos. Entonces forman
una cubierta para A. Como A es compacto, existen Ri1 , . . . , RiN tales que
N
[
A⊂ Rij
j=1

Como
N
X X
v(Rij ) ≤ v(Ri ) < ε,
j=1 i
esto implica que A es de contenido cero. 

El resultado anterior es útil para mostrar que ciertos conjuntos no son


de medida cero.
Proposición 5.19. El intervalo [a, b] ∈ R, a < b, no es de contenido cero.

Demostración. Sean I1 , . . . , IN intervalos cerrados tales que


[a, b] ⊂ I1 ∪ . . . ∪ IN .
Sea {t0 < t1 < . . . < tM } el conjunto de todos los extremos de los intervalos
Ij . Entonces t0 ≤ a, tM ≥ b, y para cada i existe j tal que [ti−1 , ti ] ⊂ Ij .
Además, cada Ij es de la forma [ti , tk ] por lo que
v(Ij ) = tk − ti ≥ ti+i − ti .
Entonces
M
X N
X
b − a ≤ tM − t0 = (ti − ti−1 ) ≤ v(Ij ).
i=1 j=1
Por lo tanto, no es posible encontrar intervalos I1 , . . . , IN tales que
N
X
v(Ij ) < b − a.
j=1


Corolario 5.20. [a, b] no es de medida cero.
2. Funciones Riemann-integrables 87

La proposición 5.19 también implica que un rectángulo no degenerado


en Rn no es de contenido cero, lo cual hemos dejado como ejercicio (ejercicio
5).
T
Corolario 5.21. A = Q [a, b] no es de contenido cero.

P que A ⊂ I1 ∪ . . . ∪
Demostración. Sean I1 , . . . , IN intervalos cerrados tales
IN . Entonces Ā ⊂ I1 ∪ . . . ∪ IN , y Ā = [a, b]. Entonces i v(Ii ) ≥ b − a. 
Ejemplo 5.22. Como el conjunto ASdel corolarioPtiene medida cero, existen
S A ⊂ i (ai , bi ) y (bi − ai ) es tan pequeña
(ai , bi ), i = 1, 2, . . . tales que
como queramos. SeaPU = i (ai , bi ). U es abierto y Ū = [0, 1]. Sin embargo
fr U = [0, 1] \ U . Si i (bi − ai ) < 1, entonces fr U no tiene medida cero.
P
Para ver esto, sea ε = 1− S i (bi −ai ). Entonces existen intervalos abiertos
I1 , I2 , . . . tales que fr U ⊂ j Ij y
X
v(Ij ) < ε.
j
S S
Entonces [0, 1] ⊂ i (ai , bi ) ∪ j Ij . Como [0, 1] es compacto, existen
i1 , . . . , iN , j1 , . . . , jM
tales que
[0, 1] ⊂ (ai1 , bi1 ) ∪ . . . (aiN , biN ) ∪ Ij1 ∪ . . . ∪ IjM
y
N
X M
X
(bik − aik ) + v(jl ) < 1,
k=1 l=1
lo cual contradice la demostración de la proposición anterior.

Ahora procedemos a recordar la oscilación de una función en un punto.


Sea f : A → R acotada y x0 ∈ A. Dado δ > 0, definimos
M (f, x0 , δ) = sup{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ}
m(f, x0 , δ) = ı́nf{f (x) : x ∈ A, |x − x0 | < δ}.

Los números M (f, x0 , δ) y m(f, x0 , δ) están bien definidos porque A es


acotada y, además, si η ≤ δ
(5.1) M (f, x0 , η) ≤ M (f, x0 , δ) y m(f, x0 , η) ≥ m(f, x0 , δ).
La oscilación de f en x0 está dada por

O(f, x0 ) = lı́m M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ) .
δ→0
Dicho lı́mite existe porque la diferencia
M (f, x0 , δ) − m(f, x0 , δ)
88 5. Integración

es decreciente en δ, por (5.1). Ası́ que el lı́mite está dado simplemente por
el ı́nfimo de todas las diferencias para δ > 0.
Recordemos que, por la proposición 2.23, la oscilación de f en x0 es igual
a 0 si, y sólo si, f es continua en x0 . A continuación demostraremos otras
propiedades de la oscilación.
Proposición 5.23. Sea A ⊂ Rn , f : A → R acotada, ε > 0 y
Uε = {x ∈ A : O(f, x) < ε}.
Entonces existe un abierto U ⊂ Rn tal que Uε = A ∩ U .

Demostración. Sea x ∈ Uε . Entonces O(f, x) < ε, por lo que existe δ > 0


tal que
M (f, x, δ) − m(f, x, δ) < ε.
Demostraremos que Bδ0 (x) ∩ A ⊂ Uε .
Sea y ∈ Bδ0 (x) ∩ A, y sea r = δ − |x − y|. Si |y − z| < r,
|x − z| ≤ |x − y| + |y − z| < δ.
Esto implica que
f (z) ≤ M (f, x, δ) y f (z) ≥ m(f, x, δ)
para todo z ∈ A tal que |y − z| < r. Ası́ que
M (f, y, r) − m(f, y, r) ≤ M (f, x, δ) − m(f, x, δ) < ε,
ası́ que O(f, y) < ε. Por lo tanto y ∈ Uε .
Podemos tomar entonces
[
U= Bδ0 (x).
x∈Uε


Corolario 5.24. Si A es cerrado y f : A → R es acotada, el conjunto
{x ∈ A : O(f, x) ≥ ε}
es cerrado para todo ε > 0.
Corolario 5.25. Sea R un rectángulo cerrado, f : R → R acotada, y sea
F = {x ∈ R : f no es continua en x}.
Si F tiene medida cero, entonces, para cada ε > 0, el conjunto
Fε = {x ∈ R : O(f, x) ≥ ε}
es de contenido cero.
2. Funciones Riemann-integrables 89

Demostración. Para todo ε > 0, Fε ⊂ F . Ası́ que Fε es de medida cero y


es cerrado por el corolario anterior. Como Fε ⊂ R es acotado, por el teorema
de Heine- Borel es compacto. Por lo tanto Fε es de contenido cero, por la
proposición 5.17. 

Estamos listos para demostrar nuestro teorema de clasificación de funcio-


nes Riemann-integrables. Empezamos por el siguiente lema, el cual establece
la relación entre oscilación y sumas respecto a una partición.

Lema 5.26. Sea R un rectángulo cerrado y f : R → R acotada tal que


O(f, x) < ε para todo x ∈ R. Entonces existe una partición P de R tal que
U (f, P) − L(f, P) < v(R)ε.

Demostración. Para cada x ∈ R tomamos un rectángulo abierto Rx tal


que x ∈ Rx y
MR̄x (f ) − mR̄x (f ) < ε.
Tal rectángulo existe porque O(f, x) < ε. Entonces {Rx }x∈R es una cubierta
para R y, como R es compacto, existen Rx1 , . . . , Rxk tales que
R ⊂ Rx 1 ∪ . . . ∪ R x k .
Sea P la partición inducida por todos los limites de los Rxi . Esta satisface
que si S ∈ P, entonces S ⊂ R̄xi para algún i. Entonces
MS (f ) − mS (f ) ≤ MR̄x (f ) − mR̄x (f ) < ε.
i i

Entonces
X
U (f, P) − L(f, P) < ε v(S) = εv(R).
S∈P


Como resultado inmediato de este lema, por ejemplo, tenemos el hecho


de que las funciones continuas son Riemann-integrables.

Corolario 5.27. Si f es continua, entonces es Riemann-integrable.

La generalización de este corolario, que a su vez clasifica las funciones


Riemann-integrables, está dada por el siguiente teorema.

Teorema 5.28. Sea f : R → R acotada y


F = {x ∈ R : f no es continua en x}.
Entonces f es Riemann-integrable si, y sólo si, F es de medida cero.
90 5. Integración

Demostración. Para ε > 0, definimos Fε = {x ∈ R : O(f, x) ≥ ε}. Nota


que

[
F = F1/k .
k=1
Suponemos primero que f es Riemann-integrable, y demostraremos que cada
F1/k es de medida cero. Sea ε > 0 y P una partición tal que
ε
U (f, P) − L(f, P) < .
k
Sea
Ω = {S ∈ P : S ∩ F1/k 6= ∅}.
Entonces [
F1/k ⊂ S
S∈Ω
y
1
MS (f ) − mS (f ) ≥
k
para cada S ⊂ Ω. Entonces
X1 X  ε
v(S) ≤ MS (f ) − mS (f ) v(S) ≤ U (f, P) − L(f, P) < .
k k
S∈Ω S∈Ω
P
Por lo tanto S∈Ω v(S) < ε. Como ε es arbitrario, F1/k es de medida cero,
y por lo tanto F es de medida cero.
Supongamos ahora que F es de medida cero. Sea ε > 0 y
ε
ε̄ = .
2v(R)
Por la proposición 5.17, Fε̄ es de contenido cero. Sea M > 0 tal que |f (x)| ≤
M para todo x ∈ R, y sean R1 , . . . , Rk rectángulos cerrados tales que
k
X ε
Fε̄ ⊂ R1 ∪ ... ∪ Rk y v(Ri ) < .
4M
i=1
Sea P1 una partición tal que, para todo S ∈ P1 , S ⊂ Ri para algún i
ó S ∩ Ri0 = ∅ para todo i. Entonces P1 = ΩF ∪Ω
˙ B , donde
ΩF = {S ∈ P1 : S ⊂ Ri para algún i }
y
ΩB = {S ∈ P1 : S ∩ Ri0 = ∅ para todo i }.
Por el lema 5.26, existe un refinamiento P de P1 tal que, para cada S ∈ ΩB ,
X 
MT (f ) − mT (f ) v(T ) < v(S)ε̄.
T ∈P
T ⊂S
3. Medida de Jordan 91

Sean
ΩF ′ = {S ∈ P : S ⊂ Ri para algún i }
y
ΩB ′ = {S ∈ P : S ⊂ T para algún T ∈ ΩB }.
Entonces
X 
U (f, P) − L(f, P) = MS (f ) − mS (f ) v(S)
S∈P
X  X 
= MS (f ) − mS (f ) v(S) + MS (f ) − mS (f ) v(S)
S∈ΩB′ S∈ΩF ′

X X k
X

≤ MT (f ) − mT (f ) v(T ) + 2M v(Ri )
S∈ΩB T ⊂S i=1
X ε ε
< ε̄v(S) + 2M ≤ ε̄v(R) + = ε.
4M 2
S∈ΩB
Por lo tanto, f es Riemann-integrable. 

Como primer consecuencia de este teorema, tenemos el siguiente corola-


rio, que establece que la multiplicación de funciones Riemann-integrables es
Riemann-integrable.
Corolario 5.29. Sean f, g : R → R Riemann-Integrables. Entonces f g es
Riemann-integrable.

Demostración. Sean
F = {x ∈ R : f es discontinua en x}, G = {x ∈ R : g es discontinua en x}.
Como el producto de funciones continuas es continua, si
H = {x ∈ R : f g es discontinua en x},
entonces H ⊂ F ∪G. Si f y g son Riemann-integrables, F y G son de medida
cero. Por lo tanto H es de medida cero, y f g es Riemann-integrable. 

3. Medida de Jordan
R
Sea C ⊂ Rn un conjunto acotado. Vamos a definir C f , la integral ”sobre
C”de f . Suponemos C ⊂ R, donde R es un rectángulo cerrado, y f : R → R
es Riemann-integrable. Definiremos entonces
Z Z
(5.2) f= f χC ,
C R
donde χC es la función caracterı́stica sobre C,
(
1 x∈C
χC (x) =
0 x∈ / C.
92 5. Integración

Sin embargo, para que la ecuación (5.2) tenga sentido, es necesario asegurar
que la función f χC es Riemann-integrable. Como f es Riemann-integrable,
por el corolario (5.29) es suficiente con garantizar que χC sea Riemann-
integrable. La siguiente proposición establece la Riemann-integrabilidad de
χC en función de la frontera de C.
Proposición 5.30. χC es Riemann-integrable si y sólo si fr C es de medida
cero.

Demostración. Vamos que demostrar que χC es continua sólo en R \ fr C.


Dado x ∈ R \ C, x ∈ C 0 ó x se encuentra en el exterior de C.
Si x ∈ C 0 , entonces existe un rectángulo abierto U tal que x ∈ U y
U ⊂ C. Pero entonces χC ≡ 1 en U , por lo que es continua en x. De manera
similar, si x está en el exterior de C, existe un rectángulo abierto V tal que
x ∈ V y V ∩ C = ∅. Pero entonces χC ≡ 0 en V , ası́ que es continua en x.
Si x ∈ fr C, para todo rectángulo abierto W tal que x ∈ W , w ∩ C 6= ∅ y
w \ C 6= ∅. Ası́ que χC toma el valor de 0 y de 1 en W , por lo que entonces
χC es discontinua en fr C.
Entonces fr C es el conjunto de discontinuidades de χC , y la proposición
se sigue por el teorema 5.28. 
Ejemplo 5.31 (Función de Dirichlet). La función de Dirichlet es igual a
χQ∩[0,1] . Como fr(Q ∩ [0, 1]) = [0, 1] no tiene medida cero, entonces no es
Riemann-integrable.
Definición 5.32. Si C ⊂ Rn es un conjunto acotado tal que fr C es de
medida cero, entonces decimos que es Jordan-medible.
Ejemplo 5.33. Sea U el conjunto abierto en [0, 1] formado por la unión de
intervalos (ai , bi ) tales que cada
[ ∞
X
Q ∩ [0, 1] ⊂ (ai , bi ) y (bi − ai ) < 1.
i i=1
Entonces fr U = [0, 1] \ U y no tiene medida cero, como habı́amos observado
antes. Ası́ que U es un conjunto abierto que no es Jordan-medible.
Definición 5.34. Si f : R → R es Riemann-integrable y C ⊂ R es Jordan-
medible, definimos la integral de f sobre C como
Z Z
f= f χC .
C R
R
Si C ⊂ R es Jordan-medible, C 1 es llamada la medida de Jordan de C.

En R, R2 y R3 , la medida de Jordan es comunmente llamada longitud,


área y volumen, respectivamente.
3. Medida de Jordan 93

Observa que si C = R, entonces la medida de Jordan de R es simple-


mente su volumen, v(R).
Si C, D son Jordan-medibles y disjuntos, entonces
Z Z Z
1= 1+ 1.
C∪D C D

La siguiente proposición nos será de utilidad más adelante.


Proposición 5.35. Si A es Jordan-medible y ε > 0, entonces existe un
conjunto compacto Jordan-medible C ⊂ A tal que
Z
1 < ε.
A\C

Demostración. Sea P una partición de algún rectángulo R ⊃ A tal que


U (χA , P) − L(χA , P) < ε.
Si S ∈ P, (
1 si S ⊂ A
χA |S =
0 si S ∩ A = ∅.
Sea P1 = {S ∈ P : S ⊂ A}. Entonces
(
1 si S ∈ P1
mS (χA ) =
0 si S ∈
/ P1 .
S
Si C = S∈P1 S, entonces C es compacto y Jordan-medible, porque es la
unión finita de rectángulos cerrados. Además, tenemos que
(
0 S ∈ P1
MS (χA\C ) =
MS (χA ) S ∈/ P1 .
Entonces
X X
U (χA\C , P) = MS (χA\C )v(S) = MS (χA )v(S)
S∈P S∈P\P1
X X
= MS (χA )v(S) − MS (χA )v(S)
S∈P S∈P1
X X
= MS (χA )v(S) − mS (χA )v(S)
S∈P S∈P
= U (χA , P) − L(χA , P) < ε.
Por lo tanto, Z
1 ≤ U (χA\C , P) < ε.
A\C

94 5. Integración

4. El teorema de Fubini
En esta última sección del capı́tulo, estudiaremos el problema de evaluar
una integral. Es decir, dada una función f : R → R, ¿cómo calculamos el
valor explı́cito de Z
f?
En cálculo de una sola variable, el algoritmo más poderoso es el otorgado
por el teorema fundamental del cálculo.
Teorema 5.36 (Fundamental del cálculo). Sea f : [a, b] → R diferenciable
tal que su derivada f ′ es Riemann-integrable. Entonces
Z
f ′ = f (b) − f (a).
R
El teorema 5.36 reduce entonces el problema de calcular f a encontrar
una antiderivada de f , es decir, una función F tal que F ′ = f . Aunque no
siempre es posible encontrar F de forma explı́cita, sı́ nos permite resolver
un buen número de problema que aparecen en distintos contextos.
En esta sección demostraremos el teorema conocido como el teorema de
Fubini, que establece el concepto de integrales iteradas. Esto nos permite
reducir el problema de calcular integrales sobre rectángulos a calcular inte-
grales sobre intervalos, y entonces usar el teorema fundamental del cálculo.
Teorema 5.37 (Fubini). Sean R ⊂ Rn y S ⊂ Rm rectángulos cerrados, y
f : R × S → R Riemann-integrable. Para cada x ∈ R, sea gx : S → R dada
por gx (y) = f (x, y), e I, S : R → R como
I(x) = L(gx ) y S(x) = U (gx ),
las sumas inferior y superior de gx , respectivamente. Entonces I y S son
Riemann-integrables y
Z Z Z
I= S= f
R R R×S

Si las funciones gx son Riemann-integrables para cada x, entonces


Z
I(x) = S(x) = gx ,
S
que escribimos simplemente como
Z
f (x, y)dy.
S
En este caso podemos escribir
Z Z Z 
f (x, y)dxdy = f (x, y)dy dx.
R×S R S
4. El teorema de Fubini 95

A estas integrales se le llama integrales iteradas, ó integrales múltiples.


Desde luego, este resultado es simétrico en x y y: Si hy (x) = f (x, y) es
Riemann-integrable para cada y, entonces
Z Z Z 
f (x, y)dxdy = f (x, y)dx dy.
R×S S R

Demostración del teorema de Fubini. Si P es una partición de R × S,


ésta induce particiones PR y PS de R y S, respectivamente, y de manera
inversa, ya que cada T ∈ P es de la forma TR × TS , donde TR ∈ PR y
TS ∈ PS .
Para cada x ∈ TR ,
mT (f ) = mTR ×TS (f ) ≤ mTS (gx ),
y
MT (f ) = MTR ×TS (f ) ≥ MTS (gx ),
porque
T = TR × TS ⊃ {x} × S.
Luego, como v(T ) = v(TR × TS ) = v(TR )v(TS ),
X X  X 
L(f, P) = mT (f )v(T ) = mTR ×TS (f )v(TS ) v(TR ).
T ∈P TR ∈PR TS ∈PS

Ahora bien, para cualquier x ∈ TR ,


X X
mTR ×TS (f )v(TS ) ≤ mTS (gx )v(TS ) = L(gx , PS )
TS ∈PS TS ∈PS
≤ L(gx ) = I(x),
por lo que entonces
X
mTR ×TS (f )v(TS ) ≤ mTR (I)
TS ∈PS

y, ası́, X
L(f, P) ≤ mTR (I)v(TR ) ≤ L(I, PR ).
TR ∈PR

De manera similar podemos demostrar que


U (f, P) ≥ U (S, PR ).
Por lo tanto,
L(f, P) ≤ L(I, PR ) ≤ U (I, PR ) ≤ U (S, PR ) ≤ U (f, P),
y
L(f, P) ≤ L(I, PR ) ≤ L(S, PR ) ≤ U (S, PR ) ≤ U (f, P),
porque, claramente, I(x) ≤ S(x) para cada x ∈ R.
96 5. Integración

Como f es Riemann-integrable, para cada ε > 0 podemos escoger P tal


que
U (f, P) − L(f, P) < ε.
Entonces, para ε > 0 existe PR tal que
U (I, PR ) − L(I, PR ) < ε
y
U (S, PR ) − L(S, PR ) < ε,
lo cual implica que I y S son Riemann-integrables. Además, las desigualda-
des anteriores implican que
Z Z Z
f= I= S.
R×S R R


En general, las funciones gx no son Riemann-integrables, por lo que es


necesario utilizar el teorema con el uso explı́cito de I y S.
Ejemplo 5.38. Conseideramos la función f : [0, 1] × [0, 1] → R definida por

0 si x ó y es irracional
f (x, y) = 1 p
 si x y y son racionales y x = .
q q
p
Ahora sea x ∈ [0, 1]. Si x ∈ Q, x = para algunos p, q ∈ Z, y
q

0 y es irracional
gx (y) = 1
 y es racional
q
es la función de Dirichlet multiplicada por 1/q. Entonces gx no es Riemann-
integrable. De hecho I(x) = 0 y S(x) = 1/q.
/ Q, gx (y) = 0 para todo y. Entonces tenemos I(x) = S(x) = 0.
Si x ∈
Por lo tanto, para cada x ∈ [0, 1],

1 x=
p
I(x) = 0, S(x) = q q
0 / Q.
x∈
Ahora
R bien, S es la función de Dirichlet modificada, es Riemann-integrable
y [0,1] S = 0. Entonces
Z Z Z
f= I= S = 0.
[0,1]×[0,1] [0,1] [0,1]

El teorema de Fubini es también útil para calcular integrales sobre con-


juntos Jordan-medibles.
4. El teorema de Fubini 97

Ejemplo 5.39. Consideremos la bola B2 de radio 1 alrededor de 0 en R2 .


Entonces B2 ⊂ [−1, 1] × [−1, 1], B2 es Jordan-medible (no es muy difı́cil
mostrar que su frontera, el cı́rculo S1 de radio 1, es de medida cero) y
Z Z
f= f χB2 .
B2 [−1,1]×[−1,1]
Por el teorema de Fubini, esta integral es igual a
Z 1 Z 1  Z 1  Z √1−x2 
(f χB2 )(x, y)dy dx = √ f (x, y)dy dx,
−1 −1 −1 − 1−x2

porque (x, y) ∈ B2 si, y sólo si, |y| ≤ 1 − x2 .

El siguiente ejemplo también muestra una aplicación del Teorema de


Fubini.
Ejemplo 5.40. Sea f : [a, b] × [a, b] → R continua. Mostraremos que
Z bZ y  Z b Z b 
f (x, y)dx dy = f (x, y)dy dx.
a a a x
Sea C = {(x, y) ∈ [a, b] × [a, b] : x ≤ y}. Entonces
Z b Z y  Z bZ b 
f (x, y)dx dy = f (x, y)χC (x, y)dx dy
a a a a
y, por el Teorema de Fubini, estas integrales son iguales a
Z
f χC .
[a,b]×[a,b]
Una nueva aplicación del Teorema de Fubini implica que
Z Z b Z b 
f χC = f (x, y)χC (x, y)dy dx,
[a,b]×[a,b] a a
la cual es igual a
Z b Z b 
f (x, y)dy dx.
a x
98 5. Integración

Ejercicios

1. Sea f : R → R
R Riemann-integrable
R y c ∈ R. Muestra que cf es Riemann-
integrable y cf = c f .

R g : R → R Riemann-integrables tales que f ≤ g. Muestra que


2. RSean f,
f ≤ g.
3. Sea f : R → R Riemann-integrable y g : R → R tal que g(x) = f (x)
excepto a lo Rmás un
R número finito de x. Muestra que g es Riemann-
integrable y g = f .
4. Sea f : R → R y P una partición de R. Muestra que f es Riemann-
integrable si y sólo si f |S es Riemann-integrable para cada S ∈ P, y en
tal caso
Z XZ
f= f |S .
R S∈P S

5. Muestra que [a1 , b1 ] × · · · [an , bn ] no es de contenido 0 si ai < bi para


todo i.
6. a) Muestra que un conjunto no acotado no puede ser de contenido 0.
b) Da un ejemplo de un conjunto cerrado de medida 0 que no sea de
contenido 0.
7. a) Si C es de contenido 0, muestra que fr C es de contenido 0.
b) Sin embargo, da un ejemplo de un conjunto de medida 0 cuya fron-
tera no sea de medida 0.
8. Sea f : [a, b] → R creciente. Si x1 , . . . , xk ∈ [a, b] son distintos, muestra
que
k
X
O(f, xi ) < f (b) − f (a).
i=1
9. Sea f : [a, b] → R creciente. Muestra que el conjunto

{x ∈ [a, b] : f es discontinua en x}

es de medida 0. Concluye entonces que toda función creciente en [a, b]


es Riemann-integrable.
R
10. Sea f : R → R Riemann-integrable, f ≥ 0 y tal que f = 0. Muestra
que {x ∈ R : f (x) 6= 0} es de medida 0.
11. Muestra que si C es de contenido 0, entonces es Jordan-medible.
R
12. Muestra que si C es Jordan-medible y de medida 0, entonces C 1 = 0.
Ejercicios 99

13. Sean R y S rectángulos y C ⊂ R × S de contenido cero. Sea A ⊂ R


el conjunto de todos los x ∈ R tal que {y ∈ S : (x, y) ∈ C} no es de
contenido cero. Muestra que A es de medida cero.
14. Sea C ⊂ [0, 1] × [0, 1] la unión
[
{p/q} × [0, 1/q],
p/q∈Q∩[0,1]

donde se asume que los p/q son fracciones reducidas. Muestra que C es
de contenido cero y que el conjunto A, definido como en el problema
anterior, no es de contenido cero.
15. Sea f : [a, b] × [c, d] → R continua tal que D2 f existe y es continua.
a) Define F : [c, d] → R como
Z b
F (y) = f (x, y)dx.
a
Muestra que
Z b

F (y) = D2 f (x, y)dx.
a
b) Define G : [a, b] × [c, d] → R como
Z x
G(x, y) = f (t, y)dt.
a
Encuentra D1 G y D2 G.
c) Sea h : [c, d] → [a, b] diferenciable y define H : [c, d] → R como
Z h(y)
H(y) = f (x, y)dx.
a
Encuentra H ′ (y).
Capı́tulo 6

Cambio de variable y
aplicaciones

1. Particiones de la unidad
En este capı́tulo extenderemos la conocida ecuación
Z g(b) Z b
(6.1) f= f ◦ g g′ ,
g(a) a

válida para funciones Riemann-integrables f y funciones diferenciables g en


un intervalo [a, b]. La extensión se tiene que hacer de manera cuidadosa por-
que, en primer lugar, si g : Rn → Rn es una función diferenciable, entonces
su derivada es una transformación lineal, por lo que la ecuación (6.1) ni si-
quiera tiene sentido sobre un rectángulo. Más aún, la imagen de un rectágulo
R bajo g, g(R), podrı́a ser un conjunto no Jordan-medible, por lo cual el
lado izquierdo de (6.1) podrı́a no estar definido.
La manera de resolver el problema es extendiendo la integral de Rie-
mann a funciones definidas sobre conjuntos abiertos de manera local. Esto
se puede hacer porque, en cada punto de un conjunto abierto U , existe un
rectángulo abierto que lo contiene y a su vez está contenido en U . Es de-
cir, de cierta manera dividimos el conjunto U en pedazos donde podemos
calcular la integral, y luego ”pegamos”dichos pedazos. La mejor manera de
hacerlo apropiadamente es a travéz de particiones de la unidad, las cuales
definimos a continuación.

Definición 6.1. Sea A ⊂ Rn , y sea F una colección de funciones φ ∈ C ∞


definidas sobre un conjunto abierto que contiene a A. Decimos que F es una
partición de la unidad para A si satisface las siguientes condiciones.

101
102 6. Cambio de variable y aplicaciones

1. Para x ∈ A, φ ∈ F, 0 ≤ φ(x) ≤ 1.
2. Para cada x ∈ A existe un abierto V que contiene a x tal que sólo
un número finito de las φ ∈ F son desiguales a 0 en V .
P
3. Para cada x ∈ A, φ∈F φ(x) = 1.
Como φ(x) = 0 excepto para un número finito de las φ ∈ F, la suma en
(3) es finita.
Sea {Uα } una cubierta para A. Decimos que la partición de la unidad
F está subordinada a {Uα } si, para cada φ ∈ F, existe Uα tal que φ(x) = 0
para x ∈/ Uα . Es decir, supp φ ⊂ Uα .
Teorema 6.2. Sea A ⊂ Rn y {Uα } una cubierta para A. Entonces existe
una partición de la unidad para A subordinada a {Uα }.
Para la demostración de este teorema utilizaremos el siguiente lema.
Lema 6.3. Sea U ⊂ Rn abierto y C ⊂ Rn compacto tal que C ⊂ U 1.
Entonces existe φ ∈ C ∞ tal que φ ≡ 1 en C y supp φ ⊂ U .

Demostración. Sea f : R → R dada por


(
− 1 − 1
e (x+1)2 e (x−1)2 x ∈ (−1, 1)
f (x) =
0 x∈/ (−1, 1).
Entonces f ⊂ C ∞ , f ≥ 0 y supp f = [−1, 1] (véase la figura 1). Tomaremos

-1 1

Figura 1. La fución f (x) de la demostración.

F (x) ahora la función F : R → R definida por


Z x
f
F (x) = Z−1
1 .
f
−1
Es decir, F es la integral indefinida de f , normalizada para que F (1) = 1.
1Esto se suele escribir como C ⊂⊂ U
1. Particiones de la unidad 103

-1 1

Figura 2. La función de clase C ∞ F (x). Nota que F (x) = 0 si x ≤ −1,


y F (x) = 1 para x ≥ 1.

Desde luego, también es de clase C ∞ y no-negativa. Véase la figura 2.


Dado ε > 0, definimos entonces la función Fε dada por
 2x − ε 
Fε (x) = F .
ε
Fε es entonces una función no-negativa de clase C ∞ tal que Fε (x) = 0 para
x ≤ 0 y Fε (x) = 1 para x ≥ ε.
Sea ahora x0 ∈ Rn y δ > 0. Definimos la función g(x0 , δ; ·) : Rn → R por
 x1 − x1   x2 − x2   xn − xn 
0 0 0
g(x0 , δ; x) = f f ...f .
δ δ δ
Tenemos entonces que g(x0 , δ; x) > 0 si x ∈ Rδ (x0 ), donde Rδ (x0 ) es el
rectángulo abierto
Rδ (x0 ) = (x10 − δ, x10 + δ) × · · · × (xn0 − δ, xn0 + δ),
y g(x0 , δ, x) ≡ 0 fuera de Rδ (x0 ).
Para cada x ∈ C, sea δx > 0 tal que B2δx (x) ⊂ U . Entonces Rδx (x0 ) ⊂ U
y la colleción {Rδx (x)}x∈C es una cubierta para C. Como C es compacto,
existen x1 , ..., xk tales que
C ⊂ Rδx1 (x1 ) ∪ . . . ∪ Rδxk (xk ).
Definimos ψ : Rn → R por
k
X
ψ(x) = g(xi , δxi ; x).
i=1
Sk
Entonces ψ > 0 en C, y ψ ≡ 0 fuera de i=1 Rδxi (xi ). De hecho,
k
[
supp ψ = Rδxi (xi ) ⊂ U.
i=1
Como C es compacto, mı́nC ψ > 0. Entonces, si tomamos ε = mı́nC ψ,
entonces ε > 0 y la función buscada la obtenemos definiendo φ = Fε ◦ ψ. 
104 6. Cambio de variable y aplicaciones

En esta demostración, podemos observar que


k
[ k
[
C= Rδxi (xi ) ⊂ Rδxi (xi ) ⊂ U.
i=1 i=1

Como cada Rδxi (xi ) es un rectángulo abierto y tenemos una unión finita,
podemos concluı́r el siguiente corolario, del cual haremos uso más adelante.
Corolario 6.4. Sea C ⊂ U ⊂ Rn , tales que C compacto y U abierto.
Entonces existe un compacto D tal que C ⊂ D 0 y D ⊂ U .

Ahora ya estamos listos para la demostración del teorema referente a


particiones de la unidad.

Demostración del teorema 6.2. Separaremos la demostración del teore-


ma en varios varios casos.
Caso 1. Suponemos primero que A es compacto. Entonces existen α1 , ..., αk
tales que
[k
A⊂ Uαi .
i=1
Vamos ahora a construı́r compactos D1 , ..., Dk tales que
A ⊂ D10 ∪ ... ∪ Dk0 y Di ⊂ Uαi .
Escogemos primero
C1 = A \ (Uα2 ∪ ... ∪ Uαk ).
Tenemos entonces que, como A es compacto y cada Uαi es abierto, C es
compacto. Además, C1 ⊂ Uα1 , porque los Uαi cubren a A.
Por el corolario 6.4, existe un compacto D1 tal que C1 ⊂ D10 y D1 ⊂ Uα1 .
Procedemos inductivamente: una vez construı́dos D1 , D2 , ..., Di , toma-
mos

Ci+1 = A \ D10 ∪ D20 ∪ . . . ∪ Di0 ∪ Uαi+2 ∪ . . . ∪ Uαk .
Entonces Ci+1 es compacto y Ci+1 ⊂ Uαi+1 , y usamos de nuevo el corolario
0 .
6.4 para escogemos un compacto Di+1 ⊂ Uαi+1 tal que Ci+1 ⊂ Di+1
Por el lema 6.3, existen funciones ψi ∈ C ∞ nonegativas tales que ψi ≡ 1
en Di y supp ψi ⊂ Uαi . Definimos entonces φi : Rn → R por

 ψi (x)
alguna ψi (x) 6= 0
φi (x) = ψ1 (x) + . . . + ψk (x)

0 de otra forma.
Entonces la colección F = {φi : i = 1, 2, . . . , k} es una partición de la unidad
para A subodinada a {Uα }.
1. Particiones de la unidad 105

Caso 2. Suponemos ahora que A es de la forma


A = C 1 ∪ C2 ∪ . . . ,
0 . Definimos entonces,
donde los Ci son compactos y, para cada i, Ci ⊂ Ci+1
para cada i, la colección
0
Ci = {Uα ∩ (Ci+1 \ Ci−2 )}α ,
0
Como Ci ⊂ Ci+1 0 ,
y Ci−2 ⊂ Ci−1
0 0
Ci \ Ci−1 ⊂ Ci+1 \ Ci−2 ,
y, como {Uα }α es una cubierta para A, Ci es una cubierta para el com-
0 . Por el Caso 1, existe una partición de la unidad, a la que
pacto Ci \ Ci−1
0
llamaremos Fi , para cada Ci \ Ci−1 subordinada a Ci .
Supongamos que x ∈ Ci y ψ ∈ Fj . Como Fj está subordinada a Cj ,
existe U ∈ Cj tal que
0
supp ψ ⊂ U ⊂ Cj+1 \ Cj−2 .
Como la sucesión (Ci ) es creciente, si j − 2 ≥ i entonces
Ci ⊂ Cj−2 ,

S cada x ∈ A, sólo existe un número finito de


y luego φ(x) = 0. Ası́ que, para
funciones ψ en la colección Fj , todas ellas en F1 , F2 , . . . , Fi+1 , desiguales
a 0 alrededor de x. Podemos definir entonces
X
σ(x) = ψ(x).
ψ∈∪Fj

Esta suma está bien definida para cada x porque sólo tiene un número finito
de sumandos. Entonces, la colección
nψ [ o
F= :ψ∈ Fj
σ
es una partición de la unidad para A subordinada a {Uα }α .
Caso 3. Suponemos ahora que A es abierto. Si A = Rn , entonces podemos
reducir este caso al anterior simplemente recordando que

[
n
R = Bn (0),
n=1

donde Bn (0) es la bola cerrada, y por lo tanto compacta, de radio n alrededor


de 0.
Si A no es todo Rn , ∂A 6= ∅. Definimos
dist(x, ∂A) = mı́n{|x − y| : y ∈ ∂A}.
106 6. Cambio de variable y aplicaciones

Entonces, escribimos

[
A= {x ∈ A : |x| ≤ i, dist(x, ∂A) ≥ 1/i}.
i=1
La igualdad la obtenemos porque, como A es abierto, dist(x, ∂A) > 0. Cada
conjunto {x ∈ A : |x| ≤ i, dist(x, ∂A) ≥ 1/i} es cerrado y acotado, y por lo
tanto compacto, ası́ que hemos reducido al caso anterior.
Caso 4. A general. En este caso simplemente tomamos
[
B= Uα .
α
Entonces B es abierto y contiene a A. Por el caso anterior, existe una par-
tición de la unidad para B subordinada a {Uα }α . Es claro que también es
una partición de la unidad para A, subordinada a la misma cubierta. 
Observación 6.5. De la demostración del teorema 6.2, podemos escoger la
colección F de tal forma que sea contable y cada uno de los soportes supp φ
sea compacto. Usaremos este hecho más adelante.
Observación 6.6. Supongamos que C ⊂ A es compacto. Para cada x ∈ C,
existe un abierto Vx tal que sólo un número finito de las φ ∈ F no son cero.
Como C es compacto, existen x1 , . . . , xk tales que C ⊂ Vx1 ∪. . .∪Vxk , ası́ que
sólo un número finito de las φ ∈ F no son cero en C.

2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos


En esta sección extenderemos la integral de Riemann a conjuntos abier-
tos. En el capı́tulo anterior lo habı́amos hecho a conjuntos Jordan-medibles.
Sin embargo, no todos los conjuntos abiertos son Jordan-medibles, ası́ que
es necesario extender la definición de la integral aún más. Esto lo haremos
a través de las particiones de la unidad, construı́das en la sección anterior.
Definición 6.7. Sea A ⊂ Rn abierto y {Uα } una cubierta para A. Decimos
que {Uα } es admisible si cada Uα ⊂ A.
Ejemplo 6.8. Si A es abierto, para cada x ∈ A existe un rectángulo abierto
Rx tal que x ∈ Rx y Rx ⊂ A. Entonces la colección {Rx : x ∈ A} es una
cubierta admisible para A.
Definición 6.9. Decimos que f : A → R es localmente acotada si, para
cada x ∈ A, existe un abierto V tal que x ∈ V y f es acotada en V .
Ejemplo 6.10. Las funciones continuas son localmente acotadas. Si f :
A → R es continua, para x ∈ A existe un abierto V tal que x ∈ V y
|f (y) − f (x)| < 1 para todo y ∈ V . Entonces |f (y)| < |f (x)| + 1 para todo
y ∈ V , ası́ que f es acotada en V .
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 107

Ejemplo 6.11. La función f : [0, 1] → R, dada por



1 x > 0
f (x) = x
0 x = 0

no es localmente acotada en 0, ya que no existe un conjunto abierto V que


contenga a 0 tal que f sea acotada en V .

Es posible, de hecho, encontrar una función que no sea localmente aco-


tada en ningún punto.
Ejemplo 6.12. Sea f : [0, 1] → R dada por

q x = p , p, q primos relativos
f (x) = q
0 x ∈ / Q.
Esta función no es acotada en ningún conjunto abierto.
Proposición 6.13. Sea f : A → R localmente acotada y C ⊂ A compacto.
Entonces f es acotada en C.

Demostración. Para cada x ∈ C, escogemos un abierto Vx tal que x ∈ Vx


y f es acotada en Vx . Entonces la colección {Vx }x∈C es una cubierta para
C y, como C es compacto, tiene una subcubierta finita, digamos
C ⊂ Vx 1 ∪ . . . ∪ V x k .
Si definimos Mi = supp{|f (x)| : x ∈ Vx ∩ A}, i = 1, . . . , k y
M = máx{M1 , . . . , Mk },
entonces |f (x)| ≤ M para todo x ∈ C. 

Sea A ⊂ Rn abierto, y consideramos una función f : A → R localmente


acotada tal que el conjunto
{x ∈ A : f es discontinua en x}
es de medida cero. En particular, f es Riemann-integrable en cada rectángulo
R ⊂ A, por la proposición 6.13. Sea {Uα } una cubierta admisible para A y F
una partición de la unidad para A subordinada a {Uα }. Por la observación
6.5, podemos escoger F tal que sea contable y cada supp φ sea compacto.
De hecho, de la demostración del teorema 6.2, podemos suponer que, para
cada φ ∈ F, existe un rectángulo R ⊂ A tal que supp φ ⊂ R y entonces la
integral Z Z
φ|f | = φ|f |
A R
está bien definida.
108 6. Cambio de variable y aplicaciones

Decimos que f es integrable (con respecto a F) si


XZ
φ|f | < ∞.
φ∈F A

Es decir, P
f es integrable
R (con respecto a F) si la serie de números no-
negativos φ∈F A φ|f | converge. Como, para cada φ,
Z Z

φf ≤ φ|f |
A A

porque φ ≥ 0, tenemos que


X Z

φf < ∞
φ∈F A

y entonces la serie
XZ
φf
φ∈F A

converge absolutamente.
Lo primero que haremos es garantizar que la convergencia de la serie
anterior, al igual que su lı́mite, es independiente de la partición de la unidad
F.

Teorema 6.14. Sea A ⊂ Rn un conjunto abierto, {Uα } una cubierta ad-


misible para A y F una partición de la unidad subordinada a {Uα }. Sea
f : A → R integrable (con respecto a F). Entonces, si {Vβ }β es un cubierta
admisible para A y G es una partición de la unidad subordinada a {Vβ }, f
es integrable (con respecto a G) y
XZ XZ
ψf = φf.
ψ∈G A φ∈F A

Demostración. Como cada supp φ es compacto, por la observación 6.6 sólo


un número finito de las ψ ∈ G no es cero en supp φ, ası́ que la suma
X
ψφ
ψ∈G

tiene un número finito de sumandos en supp φ. De la misma forma, como


cada supp ψ es compacto, la suma
X
ψφ
φ∈F

también tiene un número finito de sumandos para cada ψ ∈ G.


2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 109

Entonces, para cada φ ∈ F


Z Z X XZ
φ|f | = ψφ|f | = φψ|f |,
A A ψ ψ A

donde hemos usado el hecho que


X
ψ ≡ 1.
ψ∈G
P R
Como φ∈F A φ|f | < ∞ y
XZ X XZ
φ|f | = ψφ|f |,
φ∈F A φ∈F ψ∈G

tenemos que
X X Z

ψφf < ∞.
φ∈F ψ∈G
Ası́ que todas las sumas dobles involucradas convergen absolutamente, por
lo que podemos intercambiar las sumatorias. Primero,
X XZ XXZ XZ X XZ
ψφ|f | = φψ|f | = φψ|f | = ψ|f |,
φ∈F ψ∈G ψ∈G φ∈F ψ∈G φ∈F ψ∈G

y entonces
XZ
ψ|f | < ∞.
ψ

Ası́ que ya podemos concluı́r que f es integrable (con respecto a G). De igual
forma, por la convergencia uniforme,
X XZ XXZ
ψφf = ψφf.
φ∈F ψ∈G ψ∈G φ∈F

La suma de la izquierda es igual a


X XZ XZ X XZ
ψφf = ψφf = φf,
φ∈F ψ∈G φ∈F ψ∈G φ

mientras que la de la derecha es igual a


XXZ XZ X XZ
ψφf = φψf = ψf.
ψ∈G φ∈F ψ∈G φ∈F ψ∈G

Por lo tanto
XZ XZ
φf = ψf.
φ∈F ψ∈G

110 6. Cambio de variable y aplicaciones

Este teorema nos permite concluı́r que la integrabilidad de una función


f en un conjunto abierto es independiente de la partición de la unidad para
el conjunto que utilizemos, por lo que no es necesario hacer referencia a ella
y simplemente diremos, si f es integrable con respecto a alguna partición de
la unidad en particular, que es integrable.

Observación 6.15. No es muy difı́cil verificar, observando la demostración


del teorema 6.14, que la identidad
XZ XZ
ψf = φf
ψ∈G A φ∈F A

es válida aún si las funciones en G no son de clase C ∞ . Es suficiente, por


ejemplo, con suponer que son continuas, siempre y cuando la colección sa-
tisfaga el resto de la definición de partición de la unidad subordinada a la
cubierta {Vβ }β y cada ψ ∈ G tenga soporte compacto.

Si A ⊂ Rn es abierto y f : A → R es integrable, definiremos la integral


de f sobre A como
Z XZ
f= φf,
A φ∈F A

donde F es una partición de la unidad para A subordinada a alguna cu-


bierta admisible. Demostraremos primero que esta definición coincide con la
integral de Riemann en conjuntos Jordan-medibles.

Teorema 6.16. Sea A es un conjunto abierto Jordan-medible y f : A → R


integrable y acotada. Entonces, si F es una partición de la unidad subordi-
nada a una cubierta admisible de A,
XZ Z
φf = χA f,
φ∈F A R

donde la integral del lado derecho es la integral de Riemann sobre cualquier


rectángulo R ⊃ A.

En el teorema simplemente hemos extendido la función f a R tal que


f (x) = 0 si x ∈ R \ A. Como el conjunto de discontinuidades de f en A
tiene medida 0, su extensión a R de esa forma también tiene conjunto de
discontinuidades de medida 0, ya que la única diferencia son, a lo más, los
puntos en fr A, y tal conjunto tiene medida 0 porque A es Jordan-medible.
Nótese que tenemos que asumir que la función f es acotada para poder
calcular su integral de Riemann.
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 111

Demostración. Sea ε > 0 y C un conjunto compacto Jordan-medible tal


que
Z
ε
1< ,
A\C M
donde M > 0 es una constante tal que |f (x)| ≤ M . Tal conjunto existe por
la proposición 5.35. Por la observación 6.6, el conjunto
FC = {φ ∈ F : φ|C 6≡ 0}
es finito. Entonces, para cualquier subconjunto finito F ⊂ F tal que F ⊃ FC ,
Z XZ Z X Z  X 

χA f − φf = (χA f − φf ) ≤ χA − φ |f |
R φ∈F A R φ∈F R φ∈F
Z  X  Z  X 
≤M 1− φ ≤M 1− φ .
A φ∈F A φ∈FC

Como
X
φ≡1
φ∈F

y φ|C ≡ 0 si φ ∈/ FC , tenemos que


Z XZ Z X Z

χ A f − φf ≤ M φ≤M 1 < ε.
R φ∈F A A\C φ∈F
/ C A\C

Como F ⊃ FC es arbitrario,
XZ Z
φf = χA f.
φ∈F A R


Ejemplo 6.17. Si R es un rectángulo cerrado, entonces
Z Z
f= f
R0 R

para cualquier función Riemann-integrable en R.

El teorema 6.16 nos garantiza que la nueva integral, definida en conjuntos


abiertos a través de particiones de la unidad, es efectivamente una extensión
de la integral de Riemann. De hecho, si A es acotado, entonces cualquier
función Riemann integrable sobre un rectángulo R ⊃ A es integrable en este
sentido.
Proposición 6.18. Si A es abierto y acotado y f : A → R tiene disconti-
nuidades de medida cero y es acotada, entonces f es integrable.
112 6. Cambio de variable y aplicaciones

Demostración. Sea R un rectángulo tal que A ⊂ R. Como f es acotada,


existe M > 0 tal que |f (x)| ≤ M para todo x ∈ A. Si tomamos F ⊂ F
finito, entonces
XZ Z X Z X Z
φ|f | ≤ M φ=M φ≤M 1 = M · v(R).
φ∈F A A φ∈F R φ∈F R

Como F es arbitrario, podemos concluı́r que la serie


XZ
φ|f |
φ∈F A

converge. 

De esta proposición concluı́mos, por ejemplo, que todas las funciones


continuas acotadas sobre conjuntos abiertos acotados son integrables. A
continuación presentamos un ejemplo de una función no acotada que es
integrable.
Ejemplo 6.19. Consideremos la función f : (0, 1) → R dada por
1
f (x) = √ .
x
Sea F una partición de la unidad subordinada a la cubierta admisible for-
mada por los conjuntos
 1 1 
Un = n+1 , n−1 , n = 1, 2, . . . .
2 2
Podemos suponer que F = {φn : n = 1, 2, . . .}, donde cada supp φn ⊂ Un .
Entonces
Z Z Z 1/2n−1 √
1 3
φn f ≤ √ dx ≤ 2n+1 = √ ,
(0,1) Un x 1/2n+1 2n+1
y por lo tanto
XZ X∞
3
φf ≤ √ < ∞.
(0,1) 2n+1
φ∈F n=1
Ası́ que f es integrable.

Las siguientes proposiciones serán de utilidad más adelante.


Proposición 6.20. Sean A ⊂ B ⊂ Rn abiertos y f integrable en B. Enton-
ces f es integrable en A.

Demostración. Sea B = {Uα }α una cubierta admisible para B y FB una


partición de la unidad para B subordinada a B. Entonces
X Z
φ|f | < ∞.
φ∈FB B
2. La integral de Riemann en conjuntos abiertos 113

Ahora consideramos la cubierta A = {Uα ∩ A}α para A y una partición de


la unidad FA para A subordinada a A. Entonces, como cada ψ ∈ FA tiene
soporte compacto, la suma X
φψ
φ∈FB
tiene un número finito de sumandos, y entonces
X Z X X Z X X Z
ψ|f | = ψφ|f | = ψφ|f |
ψ∈FA A ψ∈FA φ∈FB A φ∈FB ψ∈FA B
X Z
≤ φ|f | < ∞,
φ∈FB B

porque, para cada x ∈ B, X


ψ(x) ≤ 1.
ψ∈FA

Proposición 6.21. Sean A1 , . . . , Ak , A ⊂ Rn abiertos tales que
A1 ∪ . . . ∪ Ak ⊂ A
y los Ai son disjuntos. Entonces, si f1 , . . . , fk , f son funciones tales que cada
fi es integrable en Ai , f es integrable en A y fi (x) ≤ f (x) para cada x ∈ Ai ,
entonces
Xk Z Z
fi ≤ f.
i=1 Ai A

Demostración. Sea A = {Uα }α una cubierta admisible para A. Entonces,


para cada i, Ai = {Uα ∩ Ai }α es una cubierta admisible para Ai . Sean ahora
F, F1 , . . . , Fk particiones de la unidad para A, A1 , . . . , Ak subordinadas a
las cubiertas A, A1 , . . . , Ak , respectivamente. Entonces
X k Z Xk X Z k X XZ
X
fi = ψfi = φψfi
i=1 Ai i=1 ψ∈Fi Ai i=1 ψ∈Fi φ∈F Ai

k X Z
XX k X Z
XX
= φψfi ≤ φψf
φ∈F i=1 ψ∈Fi Ai φ∈F i=1 ψ∈Fi A
XZ Z
≤ φf = f,
φ∈F A A

donde hemos usado el hecho que las sumas


X k X
X
φψ y φψ
φ∈F i=1 ψ∈Fi
114 6. Cambio de variable y aplicaciones

tienen un número finito de sumandos para cada ψ ∈ Fi y cada φ ∈ F,


respectivamente. 

3. Cambio de variable
Ahora estamos listos para establecer y demostrar la versión del teorema
de cambio de variable en Rn .
Teorema 6.22. Sea A ⊂ Rn abierto, g : A → Rn de clase C 1 , inyectiva y
tal que det g′ (x) 6= 0 para todo x ∈ A. Entonces
Z Z
(6.2) f= f ◦ g| det g′ |,
g(A) A

para toda función integrable f : g(A) → R.

Antes de proceder a la demostración del teorema 6.22, hagamos algunas


observaciones. Por el teorema de la función inversa, la imagen del conjunto
abierto A, bajo la función de clase C 1 g, es abierto, ası́ que la integral del
lado derecho de (6.2) también debe entenderse en el sentido extenso de la
sección anterior.
También observamos que, mientras que en la versión unidimensional del
teorema 6.22, es decir la ecuación (6.1), la composición f ◦g está multiplicada
por g′ (x), aquı́ está multiplicada por el determinante del Jacobiano g′ (x).

Demostración. Para la demostración del teorema 6.22, primero haremos


una serie de reducciones.
Paso 1. El teorema es cierto si existe una cubierta admisible {Uα }α para
A tal que Z Z
f= f ◦ g|det g′ |
g(Uα ) Uα
para todo α y toda función f integrable en g(A).

Como cada g(Uα ) es abierto por el teorema de la función inversa, la


colección {g(Uα )}α es también una cubierta admisible para g(A). Sea F una
partición de la unidad para g(A) subordinada a {g(Uα )}α . Entonces, para
cada φ ∈ F, existe α tal que supp φ ⊂ g(Uα ). Ası́ que, como g es inyectiva,
supp(φ ◦ g) ⊂ Uα y
Z Z
φf = (φf ) ◦ g|det g′ |
g(Uα ) Uα

es equivalente a Z Z
φf = (φ ◦ g)(f ◦ g)|det g′ |.
g(A) A
3. Cambio de variable 115

Ahora bien, las funciones φ ◦ g son de clase C 1 y forman una colección que
satisface el resto de la definición de partición de la unidad subordinada a la
cubierta {Uα }α . Entonces, por la observación 6.15,
Z XZ XZ Z
f= φf = (φ ◦ g)(f ◦ g)|det g′ | = f ◦ g|det g′ |.
g(A) φ∈F g(A) φ∈F A A

De la misma forma, el teorema también se sigue si existe una cubierta


admisible {Vβ }β para g(A) tal que
Z Z
f= f ◦ g|det g′ |,
Vβ g −1 (Vβ )

para todo β y toda f integrable.


Paso 2. Es suficiente con demostrar el teorema para el caso f ≡ 1.

Si el teorema es cierto para la función constante igual a 1, entonces


Z Z
1= | det g′ |
g(B) B

para cualquier conjunto abierto B ⊂ A. Ahora bien, sea V un rectángulo


abierto tal que V ⊂ g(A), y sea P una partición de V . Entonces, si f es una
función acotada en V ,
X X Z
L(f, P) = mS (f )v(S) = mS (f ) 1
S∈P S∈P S0
X Z
= mS (f ) | det g′ |
S∈P g −1 (S 0 )
XZ
= mS (f )| det g′ |
S∈P g −1 (S 0 )
Z
≤ f ◦ g| det g′ |,
g −1 (V )

donde hemos usado la proposición 6.21, porque mS (f ) ≤ f ◦ g(x) para todo


x ∈ g−1 (S 0 ). De manera similar obtenemos
Z
U (f, P) ≥ f ◦ g|det g′ |.
g −1 (V )

Por lo tanto, si f es integrable en g(A), entonces es acotada en V , y


Z Z
f= f ◦ g|det g′ |.
V g −1 (V )

Como los rectángulos abiertos en g(A) forman una cubierta admisible para
g(A), el teorema se sigue por el Paso 1.
116 6. Cambio de variable y aplicaciones

Paso 3. Si g(A) ⊂ B y el teorema es cierto para g : A → Rn y h : B → Rn ,


entonces es cierto para h ◦ g : A → Rn .

Esto se sigue de la aplicación del teorema para cada una de las funciones,
es decir,
Z Z Z
1= 1= | det h′ |
h◦g(A) h(g(A)) g(A)
Z Z
′ ′
= | det h (g)|| det g | = | det(h ◦ g)′ |,
A A
donde también hemos usado la regla de la cadena.
Paso 4. El teorema es verdad si g es lineal.

Esto se sigue del ejercicio 8 y del Paso 2, porque


Z Z Z
1 = | det g|v(R) = | det g| = | det g′ |,
g(R) R R

donde también hemos usado el hecho que, si g es lineal, Dg = g y entonces


det g′ = det g.
Ahora procedemos a la demostración del teorema, la cual se lleva a cabo
por inducción en n, la dimensión del espacio.
Si n = 1, entonces simplemente tenemos la ecuación (6.1). Suponemos
entonces que el teorema es verdad para n − 1.
Sea x0 ∈ A. Por el Paso 1, es suficiente con encontrar una vecindad U
de x0 tal que Z Z
1= |det g′ |.
g(U ) U
Además, por los pasos 3 y 4, podemos suponer que g′ (x0 ) = In , la matriz
identidad de n × n.
Definimos h : A → Rn por
h(x) = (g1 (x), . . . , gn−1 (x), xn ).
Entonces h′ (x0 ) = In . Por el teorema de la función inversa, existe una ve-
cindad U1 ⊂ A de x0 tal que h es 1-1 en U1 y det h′ (x) 6= 0 para todo
x ∈ U1 .
Definimos ahora k : h(U1 ) → Rn por
k(y) = (y 1 , . . . , y n−1 , gn (h−1 (y))).
Entonces k ◦ h = g y, si y0 = h(x0 ),
(gn ◦ h−1 )′ (y0 ) = (gn )′ (x0 )(h−1 )′ (y0 ) = (0, . . . , 0, 1),
porque (h−1 )′ (y0 ) = In . Ası́ que k′ (y0 ) = In .
3. Cambio de variable 117

Por el teorema de la función inversa, existe una vecindad V ⊂ h(U1 )


de h(x0 ) = y0 tal que k es 1-1 en V y det k′ (y) 6= 0 para todo y ∈ V .
Sea U = h−1 (V ) ∩ U1 . Tenemos entonces que h(U ) ⊂ V , h : U → Rn ,
k : V → Rn , y g = k ◦ h. Por el Paso 3, es suficiente con demostrar el
teorema para h y para k.
Procedemos primero para h. Sea W = R × [an , bn ] un rectángulo en U ,
donde R es un rectángulo apropiado en Rn−1 . Queremos entonces mostrar
Z Z
1= | det h′ |.
h(W ) W

Por el teorema de Fubini,


Z Z Z 
1= dx̄ dxn ,
h(W ) [an ,bn ] h(R×{xn })

donde hemos escrito, para simplificar la notación, x = (x̄, xn ). Si escribimos


hxn (x̄) = h(x̄, xn ), nuestra hipótesis de inducción implica que
Z Z Z
dx̄ = dx̄ = |det h′xn |.
h(R×{xn }) hxn (R) R

Entonces
Z Z Z  Z Z 
1= | det h′xn | dx = n
| det h′ | dxn
h(W ) [an ,bn ] R [an ,bn ] R
Z Z
= | det h′ | = | det h′ |.
R×[an ,bn ] W

La demostración para la función k es muy similar. Tomamos ahora un


rectángulo W = S × [cn , dn ] ⊂ V . De nuevo, por el teorema de Fubini,
Z Z Z 
1= 1dxn dx̄
k(W ) S k({x̄}×[cn ,dn ])
Z Z 
= | det kx̄′ |dxn dx̄,
S [cn ,dn ]

donde hemos escrito kx̄ (xn )


= k(x̄, xn ) = k(x). El teorema se sigue entonces
porque det kx̄′ (xn ) = det k′ (x). 
Ejemplo 6.23 (Coordenadas polares). Consideremos la transformación
g : R+ × (0, 2π) → R2
dada por
g(r, θ) = (r cos θ, r sen θ).
La imagen de g está dada por el plano R2 excepto el eje x positivo, como se
ve en la figura 3.
118 6. Cambio de variable y aplicaciones

g(A)

Figura 3. La imagen del conjunto A = R+ × (0, 2π) bajo la transfor-


mación g.

Es claro que g es inyectiva. Su Jacobiano en cada punto (r, θ) está dado


por
 
′ cos θ −r sen θ
g (r, θ) = ,
sen θ r cos θ
ası́ que
det g′ = r > 0
para todo (r, θ) ∈ R+ × (0, 2π). La transformación g describe al plano R2 en
coordenadas polares.
Si 0 < r1 < r2 , 0 < θ1 < θ2 < 2π y B es el arco de anillo

g (r1 , r2 ) × (θ1 , θ2 ) ,
el teorema 6.22 implica que
Z Z Z

f= f ◦ g|det g | = f (r cos θ, r sen θ)rdrdθ,
B [r1 ,r2 ]×[θ1 ,θ2 ] [r1 ,r2 ]×[θ1 ,θ2 ]

para cualquier función f integrable en B.

Ejemplo 6.24. El uso de coordenadas polares nos permite calcular explı́ci-


tamente, por ejemplo, integrales que el simple uso del teorema fundamental
del cálculo no es suficiente.
Por ejemplo, consideremos la integral impropia
Z ∞ Z N
−x2 2
e dx = lı́m e−x dx.
−∞ N →∞ −N

La idea es utilizar coordenadas polares para evaluar esta integral. Lo primero


que debemos hacer es relacionarla con una integral sobre algún conjunto en
3. Cambio de variable 119

R2 . Esto se logra reescribiendo el cuadrado de la integral de la siguiente


forma:
Z N 2 Z N Z N
−x2 −x2 2
e dx = e dx e−y dy
−N −N −N
Z N Z N  2
2
= e−x dx e−y dy
−N −N
Z N Z N 
2 +y 2 )
= e−(x dx dy
−N −N
Por el teorema de Fubini, esta integral es igual a
Z
F,
[−N,N ]×[−N,N ]
2 2
donde F : R2 → R está dada por F (x, y) = e−(x +y ) . Llamamos R =
[−N, N ] × [−N, N ]. Entonces, como F es positiva,
Z Z Z
(6.3) F ≤ F ≤ F,
BN (0) R B√2N (0)

donde BN (0) y B√2N (0) son los discos alrededor de 0 de radio N y 2N ,
respectivamente, como en la figura 4. Demostraremos que el lı́mite

N
2

−N N

−N

Figura 4. Los discos BN (0) y B√2N (0) alrededor de 0 de radio N y



2N , respectivamente. Se observa que BN (0) ⊂ R ⊂ B√2N (0).

Z
lı́m F
N →∞ BN (0)

existe, y lo calcularemos explı́citamente. Primero, observemos que


BN (0) = g((0, N ) × (0, 2π)) ∪ S
donde S es un conjunto de contenido cero. Entonces, por el teorema 6.22,
Z Z
F = F (r cos θ, r sen θ)rdrdθ.
BN (0) (0,N )×(0,2π)
120 6. Cambio de variable y aplicaciones

2 +y 2 )
Como F (x, y) = e−(x ,
2
F (r cos θ, r sen θ) = e−r ,
ası́ que Z Z
2
F = e−r rdrdθ.
BN (0) (0,N )×(0,2π)
Por el teorema de Fubini,
Z Z N  Z 2π  Z N
2 2 2
F = e−r rdθ dr = 2πe−r rdr = π(1 − e−N ).
BN (0) 0 0 0

Ası́ que Z
lı́m F = π.
N →∞ BN (0)

Por las desigualdades (6.3), podemos concluı́r que


Z N 2
2
lı́m e−x dx = π,
N →∞ −N

y por lo tanto
Z N
2 √
lı́m e−x dx = π.
N →∞ −N

Podemos generalizar este resultado a Rn (ejercicio 9).

4. El teorema de Sard
Teorema 6.25 (Sard). Sea A ⊂ Rn abierto y g : A → Rn de clase C 1 . Sea
B = {x ∈ A : det g′ (x) = 0}.
Entonces g(B) es de medida cero.

Demostración. Sea R ⊂ A un rectángulo cerrado de lados con longitud L.


La demostración se sigue de las siguientes tres observaciones:
1. Existe M > 0 tal que, para todo x, y ∈ R,
|g(x) − g(y)| ≤ M |x − y|.
2. Para todo ε > 0, podemos subdividir R en N n subrectángulos, de
lados con longitud L/N , tales que si x y y pertenecen a uno de
estos subrectángulos,
|g(x) − g(y) − Dg(x)(x − y)| < ε|x − y|.
3. A puede ser cubierto por un número contable de rectángulos R.
4. El teorema de Sard 121

La primer observación se sigue del hecho que g es continuamente diferen-


ciable, la compacidad de R, y del lema 3.26. La segunda, de la definición
de la derivada y, de nuevo, de la compacidad de R. La última, sólo que te-
nemos que restringirnos a rectángulos R cuyos vértices tienes coordenadas
racionales.
Demostraremos entonces que g(R ∩ B) tiene medida cero.
Sea ε > 0, y tomemos S uno de los rectángulos de la observación (2)
tal que S ∩ B 6= ∅. Si x ∈ S ∩ B, entonces det g′ (x) = 0 y Dg(x)(x − y)
pertenece a un subespacio V de dimensión menor o igual a n − 1 en Rn . Si
v = Dg(x)(x − y) y y ∈ S,
√ L
|g(x) − g(y) − v| < ε n ,
N

ε nL
es decir, g(x) − g(y) está a distancia menor que de v, es decir, g(y)
√ N
ε nL
está a distancia de v + g(x). Pero, por la observación (1),
N
√ L
|g(x) − g(y)| ≤ M n ,
N
ası́ que g(y) pertenece a un rectángulo en Rn que tiene como “base” un
rectángulo de dimensión n − 1, cuyos lados miden
√ L
2M n ,
N
√ L
y cuya “altura” mide 2ε n N . Ası́ que este rectángulo tiene volumen
 √ L n−1  √ L ε
2M n 2× ε n = C n,
N N N
donde C no depende de ε ni de N . Véase la figura 5.

g(x)−v

g(x)

2M

Figura 5. El conjunto al cual pertenece g(y).


122 6. Cambio de variable y aplicaciones

Hemos demostrado entonces que, si S ∩ B 6= ∅, g(S) está contenido en


un rectángulo de volumen

.
Nn
Como a lo mas hay N n de esos subrectángulos, g(R ∩ B) está contenido en
una unión de rectángulos cuyos volumenes suman a lo más Cε. Como ε es
arbitrario, g(R ∩ B) es de medida cero. 
Ejemplo 6.26 (Gráficas). Sea A ⊂ Rn y f : A → R de clase C 1 . Entonces
la gráfica de la función f , el conjunto
G = {(x, y) ∈ Rn+1 : y = f (x)},
tiene medida cero en Rn+1 . Para mostrarlo, consideramos la función F :
A × R → Rn+1 dada por
F (x, y) = (x, f (x)), x ∈ A, y ∈ R.
Entonces, la (n + 1)-era columna de F ′ es igual al vector 0 para todo (x, y) ∈
A×R, por lo que det F ′ (x, y) = 0 para todo (x, y) ∈ A×R. Como F (A×R) =
G, entonces G tiene medida cero, por el Teorema de Sard.
Ejemplo 6.27. La esfera Sn−1 tiene medida cero. Esto lo podemos
q concluı́r
i
P
porque la esfera es la unión de gráficas de funciones x = 1 − j6=i (xj )2 .
Los detalles los dejamos al lector (ejercicio 10).

El teorema de Sard también nos permite generalizar el teorema de cam-


bio de variables 6.22 al caso cuando det g′ (x) = 0 en algunos puntos.
Corolario 6.28. Sea A ⊂ Rn abierto, g : A → Rn de clase C 1 , inyectiva y
tal que g(A) es Jordan-medible. Si f es Riemann-integrable en un rectángulo
R ⊃ g(A), entonces
Z Z
f= f ◦ g| det g′ |.
g(A) A

Demostración. Sea N = {x ∈ A : det g′ (x) 6= 0}. Como g ∈ C 1 , entonces


N es abierto y, por el teorema de la función inversa, g(N ) es abierto. Por el
teorema de cambio de variable,
Z Z
f= f ◦ g| det g′ |.
g(N ) N

Como det g′ (x) = 0 para todo x ∈ A \ N y x 7→ | det g′ (x)| es continua,


porque g ∈ C 1 , entonces tenemos
Z Z
f ◦ g| det g′ | = f ◦ g| det g′ |.
N A
5. El teorema de punto fijo de Brouwer 123

Ahora bien, si x ∈ fr g(N ), entonces x ∈ g(A) \ g(N ) ó x ∈ fr g(A), por lo


que
fr g(N ) ⊂ (g(A) \ g(N )) ∪ (fr A).
Por el Teorema de Sard, g(A) \ g(N ) es de medida cero, mientras que fr g(A)
es de medida cero porque g(A) es Jordan-medible. Entonces g(N ) es Jordan-
medible y
Z Z
f= f.
g(N ) g(A)


La hipótesis de que g(A) es Jordan-medible es necesaria para poder


definir la integral de f sobre g(A), ya que no podemos garantizar que es
abierto si det g′ toma el valor 0 en A. Esto también hace necesario el asumir
que f es acotada en g(A).

5. El teorema de punto fijo de Brouwer


En esta sección enunciaremos el Teorema de Punto Fijo de Brouwer, que
establece la existencia de puntos fijos de funciones diferenciables en la bola
en Rn . Empezaremos con la demostración, primero, del teorema de la no
existencia de retracciones de la bola en la esfera.
Para A ⊂ Rn , decimos que f : A → Rm es diferenciable (de clase C 1 ,
C k, etc.) si f es la restricción de una función g : U → Rm diferenciable (de
clase C 1 , C k , etc., respectivamente), donde U ⊂ Rn es un conjunto abierto
tal que U ⊃ A.
Teorema 6.29. Sea f : Bn → Bn de clase C 1 tal que, para todo x ∈ Sn−1 ,
f (x) = x. Entonces f (Bn ) 6⊂ Sn−1 .

Si B ⊂ A ⊂ Rn y f : A → B es una función continua tal que f (x) = x


para todo x ∈ B, entonces decimos que f es una retracción de A en B. El
teorema 6.29, entonces, establece que no existe una retracción C 1 de Bn en
Sn−1 .

Demostración. Llevaremos a cabo la demostración por contradicción. Su-


pongamos entonces que f (Bn ) = Sn−1 , y definimos g : R × Bn → Rn por
g(t, x) = (1 − t)x + tf (x).
Entonces g(0, x) = x y g(1, x) = f (x). La función g es un ejemplo de una
homotopı́a, las cuales estudiaremos más adelante. Además, como f (x) = x
si x ∈ Sn−1 , entonces g(t, x) = x para todo t ∈ Rn , x ∈ Sn−1 . Como Bn es
convexo, también tenemos que g(t, x) ∈ Bn para t ∈ [0, 1].
124 6. Cambio de variable y aplicaciones

Para cada t, definimos Gt (x) = g(t, x) y consideramos la función


Z
V (t) = det G′t .
Bn
Entonces V satisface
1. V (0) = v(Bn ), porque G0 es la función identidad;
2. V (1) = 0, porque G1 (Bn ) = Sn−1 y entonces G′1 es singular en todo
x, por lo que
Z
V (1) = det G′1 = 0.
Bn
Ahora bien, para todo x,
G′t (x) = (1 − t)In + tf ′ (x),
donde In es la matriz identidad de n × n, por lo que entonces det G′ t(x) para
todo x, y en consecuencia V (t) es un polinomio de grado n en t.
Fijamos y0 ∈ Bn y definimos F : R × Bn → Rn por
F (t, x) = g(t, x) − y0 .
Entonces F (0, y0 ) = 0 y, si definimos M = (D1+j F i (0, y0 ))i,j=1,...,n , tenemos
que M = In y entonces det M = 1 6= 0. Por el Teorema de la Función
Implı́cita, existe una vecindad (−ε, ε) × V de (0, y0 ) tal que, para cada t ∈
(−ε, ε), existe x(t) ∈ V tal que F (t, x(t)) = 0, es decir, g(t, x(t)) = y0 .
Entonces, como y0 ∈ Bn es arbitrario y Bn es compacto, existe ε > 0 tal
que, para todo t ∈ [0, ε], Gt (Bn ) = Bn . Ası́ que, para t ∈ [0, ε],
V (t) = v(Bn ),
por lo que V es constante en un intervalo no trivial. Como ya habı́amos
visto, V es un polinomio en t, por lo que entonces V es contanstante. Pero
esto contradice el hecho que V (1) = 0. 

Ahora sı́ estamos listos para mostrar el teorema principal de esta sección.
Teorema 6.30 (Brouwer). Sea f : Bn → Bn de clase C 1 . Entonces existe
x ∈ Bn tal que f (x) = x.

Demostración. La demostración de este teorema también es por contra-


dicción, ası́ que suponemos que f (x) 6= x para todo x ∈ Bn . De nuevo,
consideramos la función g : R × Bn → Rn dada por
g(t, x) = (1 − t)x + tf (x).
Entonces g(0, x) = x y g(1, x) = f (x) y, como Bn es convexo, g(t, x) ∈ Bn
para t ∈ [0, 1].
Ejercicios 125

Para cada x, t 7→ g(t, x) describe una recta para t ∈ R, la cual intersecta


aSn−1 , la frontera del conjunto convexo Bn , en dos puntos. Entonces existen
t1 , t2 ∈ R tales que g(t1 , x), g(t2 , x) ∈ Sn−1 y, si t1 ≤ t2 , entonces t1 ≤ 0 y
t2 ≥ 1. Consideramos t1 ≤ 0. Como
|g(t1 , x)|2 = |(1 − t1 )x + t1 f (x)|2 = |x + t1 (f (x) − x)|2
= |x|2 + 2t1 x · (f (x) − x) + t21 |f (x) − x|2 = 1,
entonces
p
−2x · (f (x) − x) − (2x · (f (x) − x))2 + 4(1 − |x|2 )|f (x) − x|2
t1 = ,
2|f (x) − x|2
por lo que la función x 7→ t1 (x) es de clase C 1 . Además, si x ∈ Sn−1 , t1 = 0.
Si definimos F : Bn → Sn como
F (x) = g(t1 , x),
entonces F es de clase C 1 y, si x ∈ Sn−1 , entonces F (x) = g(0, x) = x. Pero
esto contradice el teorema 6.29. 

El Teorema de Punto Fijo de Brouwer es cierto también para funcio-


nes continuas solamente, lo cual se puede mostrar a través del teorema de
aproximación de Weierstrass, que establece que cualquier función continua
en un conjunto compacto, como por ejemplo Bn , puede ser aproximada por
polinomios, y por ende por funciones de clase C 1 . También se puede ge-
neralizar a cualquier conjunto convexo, no sólo Bn , con tan sólo mostrar la
versión apropiada del teorema 6.29. De hecho, el teorema 6.29 es válido para
conjuntos mucho más generales2

Ejercicios

1. Sean a < b ∈ R. Muestra que existe f ∈ C ∞ (R) tal que f > 0 en (a, b)
y f (x) = 0 para x ∈
/ (a, b).
2. Sean a < b ∈ R. Muestra que existe f ∈ C ∞ (R) tal que 0 ≤ f ≤ 1,
f (x) = 0 para x ≤ a y f (x) = 1 para x ≥ b.
3. Sean C, E ⊂ Rn tales que C es compacto, E es cerrado y C ∩ E = ∅.
Muestra que existe un conjunto compacto D ⊂ Rn tal que C ⊂ D 0 y
D ∩ E = ∅.
4. Sean C, E ⊂ Rn tales que C es compacto, E es cerrado y C ∩ E = ∅.
Muestra que existe f ∈ C ( Rn ) tal que f ≡ 1 en C y f ≡ 0 en E.

2Véase, por ejemplo, Guillemin, V. & Pollack, A., Topologı́a Diferencial, SMM, 2003.
126 6. Cambio de variable y aplicaciones

5. Muestra que, si p < 1, la función fp : (0, 1) → R dada por


1
fp (x) =
xp
es integrable, y calcula Z
fp .
(0,1)
6. Sea f : (a, b) → R continua tal que f (x) ≥ 0 para todo x ∈ (a, b).
Muestra que f es integrable si y sólo si
Z
lı́m f
ε→0 [a+ε,b−ε]

existe.
7. Sean A1 , . . . , Ak , A ⊂ Rn abiertos tales que
A1 ∪ . . . ∪ Ak = A
y los Ai son disjuntos. Muestra que f es integrable en A si, y sólo si,
para cada i, fi = f |Ai es integrable en Ai y, en tal caso,
Z Xk Z
f= fi .
A i=1 Ai

8. Sea T : Rn → Rn una transformación lineal y R ⊂ Rn un rectángulo.


a) Muestra que si
(
ei i 6= j
T (ei ) =
λej i = j,
entonces el volumen de T (R) es |λ|·v(R), donde v(R) es el volumen
de R. Aquı́ e1 , . . . , en es la base estándar de Rn .
b) Muestra que si

ei i 6= j, k

T (ei ) = ek i = j


ej i = k,
entonces v(T (R)) = v(R).
c) Muestra que si
(
ei i 6= j
T (ei ) =
ej + ek i = j,
entonces v(T (R)) = v(R).
d) Concluye que v(T (R)) = | det T | · v(R) para toda transformación
lineal T .
Ejercicios 127

9. Utiliza el resultado del ejemplo 6.24 para mostrar que la integral impro-
pia Z Z
2 2
e−|x| dx = lı́m e−|x| dx = π n/2 .
Rn N →∞ [−N,N ]n

10. Utiliza el teorema de Sard para mostrar que la esfera Sn−1 ⊂ Rn es de


medida cero.
11. Muestra que, si V es un subespacio de Rn con dim V < n, entonces V
es de medida cero.
12. Muestra que los puntos fijos de una función f : Bn → Bn pueden ser no
interiores.
13. Como consecuencia del problema anterior, muestra que el teorema de
Brouwer es falso para la bola abierta B10 (0).
Parte 3

Análisis vectorial
Capı́tulo 7

Formas diferenciales

1. Campos vectoriales
El objetivo de este capı́tulo es establecer, de forma precisa e integral,
los conceptos del cálculo vectorial: campos vectoriales, gradiente, rotacional
y divergencia, integrales de lı́nea y superficie, etc. Es posible incluı́r todos
estos conceptos en una única teorı́a, la de formas diferenciales, la cual forma
la base no sólo para éstos sino para la comprensión de la geometrá diferen-
cial moderna, de la cual haremos una breve introducción en los capı́tulos
siguientes.

Definición 7.1. Para p ∈ Rn , el espacio tangente en p es el conjunto


Rnp = {(p, v) : v ∈ Rn }.

(p,v)

v p

Figura 1. El espacio tangente puede verse como el espacio de n-vectores


cuyo punto inicial está ubicado en el punto p.

Es decir, Rnp es una copia del espacio euclideano Rn , con base en el punto
p. Podemos entender el espacio tangente como el espacio de n-vectores cuyo

131
132 7. Formas diferenciales

punto inicial, en lugar de estar ubicado en el origen, está ubicado en el punto


p, como en la figura 1. Si (p, v) ∈ Rnp , lo denotaremos simplemente como vp .
Es claro que Rnp es un espacio vectorial con operaciones
vp + up = (v + u)p ,
λvp = (λv)p .
Además, Rnp posee el producto interno
vp · up = v · u,
donde el producto de la derecha es el producto punto estándar en Rn .
A la unión puntual de los espacios tangentes en cada punto de Rn , es
decir [
Rnp
p∈Rn
se le llama el haz tangente, y se denota por T Rn .
Definición 7.2. Un campo vectorial es una función F : Rn → T Rn tal que,
para cada p ∈ Rn ,
F (p) ∈ Rnp .

En otras palabras, el campo vectorial F asigna en cada punto p un vector


con inicio en p. La figura 2 ilustra, por ejemplo, el campo F (p) = (−p1 , p2 )p
en R2 .

Figura 2. El campo vectorial F (p) = (−p1 , p2 )p en R2 .

Si F, G : Rn → T Rn son campos vectoriales, entonces podemos definir


las siguientes opearaciones.
1. (F + G)(p) = F (p) + G(p);
2. (λF )(P ) = λF (p);
3. Si f : Rn → R, (f F )(p) = f (p)F (p);
2. Formas diferenciales en R3 133

4. (F · G)(p) = F (p) · G(p).


Si e1 , e2 , . . . , en es la base estándar en Rn , esta induce una base estándar
para Rnp en cada p ∈ Rn , a saber
(e1 )p , (e2 )p , . . . , (en )p .
Es decir, simplemente ubicamos el punto inicial de cada ei en el punto p
(véase la figura 3).

(e 2 ) p

e2 (e1 ) p

e1

Figura 3. La base estándar de R2p .

Si F : Rn → T Rn es un campo vectorial, estonces podemos escribirlo de


la forma
F (p) = F 1 (p)(e1 )p + F 2 (p)(e2 )p + . . . + F n (p)(en )p .
Las funciones F i : Rn → R son llamadas funciones componentes. Decimos
que el campo F es continuo (diferenciable, de clase C 1 , C k , etc.) si cada
componente F i es continua (diferenciable, de clase C 1 , C k , etc, respectiva-
mente).

2. Formas diferenciales en R3
Recordemos algunos conceptos del cálculo vectorial en R3 .
Gradiente Si f : R3 → R es una función diferenciable, el gradiente de f es el
campo
grad(f )(p) = (D1 f (p), D2 f (p), D3 f (p))p .
Es decir, el campo cuyas componentes son las derivadas parciales
de la función f . Este campo se suele denotar como ∇f
Rotacional Si F = R3 → T R3 es un campo vectorial diferenciable, el rotacional
de F es el campo
curl(F ) = (D2 F 3 − D3 F 2 , D3 F 1 − D1 F 3 , D1 F 2 − D2 F 1 ).
Éste se suele denotar por ∇ × F .
134 7. Formas diferenciales

Divergencia Si F = R3 → T R3 es diferenciable, la divergencia de F es la función


div(F ) = D1 F 1 + D2 F 2 + D3 F 3 ,
la cual suele denotarse por ∇ · F .
Procederemos, en el resto de esta sección, a integrar estos conceptos en
una clase única de operaciones. Para esto, como ya lo habı́amos mencionado,
necesitamos un concepto nuevo: el de formas diferenciales. Para simplificar
estas ideas, restringiremos nuestras definiciones y cálculos iniciales al espacio
R3 . La generalización a Rn es inmediata, y lo dejaremos para la siguiente
sección.
Para cada p ∈ R3 , consideramos el espacio dual de R3p , dado por
(R3p )∗ = {ϕ : R3p → R : ϕ es lineal}.
Es decir, el espacio de las transformaciones lineales de R3p a R. No es difı́cil
ver que (R3p )∗ es un espacio vectorial de dimensión 3, al igual que R3p , y que
cualquier base {(v1 )p , (v2 )p , (v3 )p } de R3p induce una base de (R3p )∗ , llamada
la base dual y denotada por (v [ [ [
1 )p , (v2 )p , (v3 )p , definida de la forma
(
[ 1 i = j;
(v i )p (vj )p =
0 i 6= j.

La base dual inducida por la base estándar (e1 )p , (e2 )p , (e3 )p se le llama
base dual estándar y se denota por
dx1p , dx2p , dx3p .
A cada una de las transformaciones dxip se les llama diferenciales elementales
en p. Nota que
dxip (vp ) = v i ,
es decir, dxip sólo toma la coordenada i del vector vp ∈ Rnp .
Nótese que, para ψ ∈ (R3p )∗ , si definimos ξi = ψ((ei )p ), entonces
ψ = ξ1 dx1p + ξ2 dx2p + ξ3 dx3p .

Una 1-forma diferencial en R3 es una función ω tal que, para cada p ∈ R3 ,


w(p) ∈ (R3p )∗ .
Por las observaciones anteriores, para cada p ∈ R3 podemos escribir
ω(p) = ω1 (p)dx1p + ω2 (p)dx2p + ω3 (p)dx3p .
A las funciones ωi : R3 → R se les llama funciones componentes de ω.
Solemos escribir, simplemente,
ω = ω1 dx1 + ω2 dx2 + ω3 dx3 .
2. Formas diferenciales en R3 135

Ejemplo 7.3. Sea f : R3 → R una función diferenciable. Definimos la


1-forma df como
df (p)(vp ) = Df (p)(v).
A la forma df se le llama el diferencial de f . Como el Jacobiano de f en
cada punto p está dado por
f ′ (p) = (D1 f (p), D2 f (p), D3 f (p)),
tenemos que
df = D1 f dx1 + D2 f dx2 + D3 f dx3 ,
o, en notación clásica,
∂f ∂f ∂f
df = dx + dy + dz.
∂x ∂y ∂z
Podemos observar que df tiene las mismas componentes que grad f . Ob-
servemos que, si π i : R3 → R es la función π i (x) = xi , entonces
dπ i = dxi ,
lo que motiva a usar la notación dxi para la base dual estándar.
Definición 7.4. Sea ϕ : R3p × R3p → R. Decimos que ϕ es bilineal si es lineal
en cada coordenada. Es decir, para up , vp , wp ∈ R3p y α, β ∈ R,
ϕ(αup + βvp , ωp ) = αϕ(up , ωp ) + βϕ(vp , ωp ),
ϕ(up , αvp + βωp ) = αϕ(up , vp ) + βϕ(up , ωp ).
Ejemplo 7.5 (Producto punto). El ejemplo más natural de una forma bi-
lineal es la inducida por el producto punto en R3p , dada por
ϕ(up , vp ) = u · v.
La bilinealidad se sigue directamente de la definición del producto punto.
Definición 7.6. Decimos que la forma bilineal ϕ es alternante si, para cada
up , vp ∈ R3p ,
ϕ(up , vp ) = −ϕ(vp , up ).

Podemos notar que, si ϕ es alternante, ϕ(up , up ) = 0 para todo u ∈ R3p .


Denotamos el espacio de formas alternantes en R3p por Λ2 (R3p ). Entonces
Λ2 (R3p ) = {ϕ : R3p × R3p → R : ϕ es bilineal y alternante}.

Si ϕ1 , ϕ2 ∈ (R3p )∗ , definimos el producto cuña de ϕ1 y ϕ2 como


 
ϕ1 (up ) ϕ1 (vp )
ϕ1 ∧ ϕ2 (up , vp ) = det .
ϕ2 (up ) ϕ2 (vp )
136 7. Formas diferenciales

Por ejemplo, sean ϕ1 = 2dx1 − 3dx2 y ϕ2 = dx1 + dx2 . Entonces ϕ1 ∧ ϕ2


está dado por
 
ϕ1 (x) ϕ1 (y)
ϕ1 ∧ ϕ2 (x, y) = det
ϕ2 (x) ϕ2 (y)
= ϕ1 (x)ϕ2 (y) − ϕ1 (y)ϕ2 (x)
= (2x1 − 3x2 )(y 1 + y 2 ) − (2y 1 − 3y 2 )(x1 + x2 )
= 5x1 y 2 − 5x2 y 1 .
Nota que ϕ1 ∧ ϕ2 (y, x) = −ϕ1 ∧ ϕ2 (x, y); es decir, ϕ1 ∧ ϕ2 es alternante. Esta
es una de las propiedades del producto cuña, enumeradas en las siguiente
proposición.

Proposición 7.7. Sean ϕ1 , ϕ2 ∈ (R3p )∗ . Entonces


1. ϕ1 ∧ ϕ2 es bilineal y alternante.
2. ϕ1 ∧ ϕ2 = −ϕ2 ∧ ϕ1 .
3. dx1p ∧ dx2p , dx1p ∧ dx3p y dx2p ∧ dx3p forman una base para Λ2 (R3p ).

Denotaremos a dxip ∧ dxjp simplemente por (dxi ∧ dxj )p . Sólo se demos-


trará la parte 3 de la proposición. Las primeras dos partes se dejan como
ejercicio al lector (ejercicio 1).

Demostración de 3: Para demostrar que (dx1 ∧dx2 )p , (dx1 ∧dx3 )p y (dx2 ∧


dx3 )p son linealmente independientes, definimos
Φ = α1 (dx1 ∧ dx2 )p + α2 (dx1 ∧ dx3 )p + α3 (dx2 ∧ dx3 )p
y suponemos que Φ = 0. Debemos mostrar entonces que α1 = α2 = α3 = 0.
Sin embargo, si i 6= j,
 
i j dxi (ek ) dxi (el )
(dx ∧ dx )p ((ek )p , (el )p ) = det
dxj (ek ) dxj (el )

1
 i = k, j = l
= −1 i = l, j = k


0 en cualquier otro caso.

De aquı́ que
Φ((e1 )p , (e2 )p ) = α1 ,
Φ((e1 )p , (e3 )p ) = α2 ,
Φ((e2 )p , (e3 )p ) = α3 ,
Por lo tanto, como Φ = 0, α1 = α2 = α3 = 0.
2. Formas diferenciales en R3 137

Ahora demostraremos que (dx1 ∧ dx2 )p , (dx1 ∧ dx3 )p y (dx2 ∧ dx3 )p


generan el espacio Λ2 (R3p ). Sea ϕ ∈ Λ2 (R3p ). Entonces
X
3 3
X  X3 X
3
ϕ(xp , yp ) = ϕ xi (ei )p , y j (ej )p = xi y j ϕ((ei )p , (ej )p ).
i=1 j=1 i=1 j=1

Como ϕ es alternante, ϕ((ei )p , (ei )p ) = 0 y ϕ((ei )p , (ej )p ) = −ϕ((ej )p , (ei )p ).


Por lo que
X
ϕ(xp , yp ) = (xi y j − xj y i )ϕ((ei )p , (ej )p )
1≤i<j≤3

= (x1 y 2 − x2 y 1 )ϕ((e1 )p , (e2 )p ) + (x1 y 3 − x3 y 1 )ϕ((e1 )p , (e3 )p )


+ (x2 y 3 − x3 y 2 )ϕ((e2 )p , (e3 )p ).
Nota que
xi y j − xj y i = dxip (xp )dxjp (yp ) − dxjp (xp )dxip (yp ) = (dx1 ∧ dx2 )p (xp , yp ).
Si α1 = ϕ((e1 )p , (e2 )p ), α2 = ϕ((e1 )p , (e3 )p ), α3 = ϕ((e2 )p , (e3 )p ), entonces

ϕ = α1 (dx1 ∧ dx2 )p + α2 (dx1 ∧ dx3 )p + α3 (dx2 ∧ dx3 )p .



Corolario 7.8. Λ2 (R3p ) es un espacio vectorial de dimensión 3.

Una 2-forma diferencial ω en R3 es una función


p 7→ ω(p) ∈ Λ2 (R3p ).
Por la proposición anterior, si ω es una 2-forma diferencial, entonces
ω(p) = ω12 (p)(dx1 ∧ dx2 )p + ω13 (p)(dx1 ∧ dx3 )p + ω23 (p)(dx2 ∧ dx3 )p ,
donde ω12 , ω13 , ω23 : R3 7→ R. Decimos que ω es continua (diferenciable, C 1 ,
etc.) si cada una de las componentes ωij son continuas (diferenciables, C 1 ,
etc., respectivamente).
Sea ω la 1-forma diferencial
ω = ω1 dx1 + ω2 dx2 + ω3 dx3 .
El diferencial dω es la 2-forma diferencial dada por
dω(p) = (dω1 )p ∧ dx1p + (dω2 )p ∧ dx2p + (dω3 )p ∧ dx3p .
Como, para cada i = 1, 2, 3,
dωi = D1 ωi dx1 + D2 ωi dx2 + D3 ωi dx3 ,
tenemos que la 2-forma diferencial dω está dada por
dω = (D1 ω2 − D2 ω1 )dx1 ∧ dx2 + (D1 ω3 − D3 ω1 )dx1 ∧ dx3
+ (D2 ω3 − D3 ω2 )dx2 ∧ dx3 .
138 7. Formas diferenciales

En notación clásica, dω está dada por


 ∂ω ∂ω2   ∂ω ∂ω3   ∂ω ∂ω1 
3 1 2
− dy ∧ dz + − dz ∧ dx + − dx ∧ dy.
∂y ∂z ∂z ∂x ∂x ∂y
Observa que, escritas en ese orden, las componentes de dω son las mismas
que las del rotacional del campo vectorial con componentes w1 , w2 y w3 .
Consideremos una función ϕ : R3p × R3p × R3p → R tal que satisface las
siguientes propiedades:
1. ϕ es multilineal; es decir, es lineal en cada variable; y
2. ϕ es alternante; es decir,
ϕ(up , vp , wp ) = −ϕ(vp , up , wp ),
ϕ(up , vp , wp ) = −ϕ(wp , vp , up ),
ϕ(up , vp , wp ) = −ϕ(up , wp , vp ).
Es decir, el intercambio de cualquier dos variables en ϕ implica un
cambio de signo.
El espacio de dichas funciones en R3p se denota por Λ2 (R3p ).
Ejemplo 7.9 (Determinante). El ejemplo natural de una forma en Λ2 (R3p )
está dado por 
ϕ(up , vp , wp ) = det u v w .
Es decir, el determinante de la matriz formada por los vectores u, v y w
como columnas. Las propiedades básicas del determinante implican que ϕ
una 3-forma en R3 .

Las forma inducida por el determinante es denotada por


(dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p .
Aunque no hemos definido el producto cuña de tres 1-formas, esta nota-
ción será justificada en la siguiente sección, cuando estudiemos el producto
cuña de k-formas diferenciales en Rn . Sin embargo, tenemos las siguiente
proposición.
Proposición 7.10. Sea ϕ ∈ Λ3 (R3p ). Entonces existe α ∈ R tal que
ϕ = α (dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p .

Demostración. Observemos primero que


(
±ϕ(e1 , e2 , e3 ) i, j, k son diferentes
ϕ(ei , ej , ek ) =
0 de otra forma.
Esto se sigue directamente del hecho que ϕ es alternante. Sea
α = ϕ(e1 , e2 , e3 ).
2. Formas diferenciales en R3 139

Mostraremos entonces que ϕ = α (dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p .


Sean x, y, z ∈ R3p . Entonces

X
3 3
X 3
X 
i j
ϕ(x, y, z) = ϕ x ei , y ej , z k ek
i=1 j=1 k=1
X
= xi y j z k ϕ(ei , ej , ek )
i,j,k

= ϕ(e1 , e2 , e3 ) x1 y 2 z 3 + x2 y 3 z 1 + x3 y 1 z 2

− x1 y 3 z 2 − x2 y 1 z 3 − x3 y 2 z 1

= α det x y z .

Como corolario, tenemos que Λ3 (R3 ) es un espacio vectorial unidimen-


sional, y que cualquier forma en Λ3 (R3 ) es simplemente un múltiplo del
determinante de matrices de 3 × 3.
Ahora bien, decimos que ω es una 3-forma diferencial en R3 si ω es una
función
p 7→ ω(p) ∈ Λ3 (R3p ).

Si
ω(p) = f (p)(dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 )p ,

diremos que ω es continua (diferenciable, C 1 , etc.) si f : R3 → R es continua


(diferenciable, C 1 , etc., respectivamente).
Si ω = ω1 dx2 ∧dx3 +ω2 dx3 ∧dx1 +ω3 dx1 ∧dx2 es una 2-forma diferencial,
entonces definimos el diferencial de ω como la 3-forma

dω = (D1 ω1 + D2 ω2 + D3 ω3 )dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 .

La razón por la cual definimos el diferencial de esta manera la veremos,


igualmente, en la secciones siguientes, ya que necesitamos definir el producto
cuña de una 1-forma con una 2-forma. Sin embargo, podemos observar que
el diferencial dω tiene como componente la divergencia del campo vectorial
en R3 con componentes ω1 , ω2 y ω3 .
De esta forma, podemos concluı́r que el gradiente, el rotacional y la
divergencia forman parte de la misma operación en R3 : el diferencial de
formas. En las secciones siguientes generalizaremos estos conceptos al espacio
Rn .
140 7. Formas diferenciales

3. Algebra exterior
Sea V un espacio vectorial real de dimensión finita, y n = dim V . Deci-
mos que la función
T : V k → R,
donde
k
z }| {
k
V = V × V × ··· × V ,
es multilineal si es lineal en cada coordenada, es decir
i
z }| {
T (v1 , v2 , . . . , αvi + βu, . . . , vk )
i i
z}|{ z}|{
= αT (v1 , v2 , . . . , vi , . . . , vk ) + βT (v1 , v2 , . . . , u , . . . , vk )
para cada i = 1, 2, . . . , k. Decimos que la función multilineal T es alternante
si
i j
z}|{ z}|{
T (v1 , . . . , vi , . . . , vj , . . . , vk ) = −T (v1 , . . . , vj , . . . , vi , . . . , vk ),
para cada i, j = 1, 2, . . . , k, i 6= j.
Las principales propiedades de las funciones alternantes están enumera-
das en la siguiente proposición.
Proposición 7.11. Si T : V k → R es alternante, entonces
1. Para σ ∈ Sk ,
T (vσ(1) , vσ(2) , . . . , vσ(k) ) = sgn(σ)T (v1 , . . . , vk ),
donde Sk es el grupo simétrico de k objetos y
(
1 si σ es par
sgn(σ) =
−1 si σ es impar;
2. T (v1 , . . . , vi , . . . , vi , . . . , vk ) = 0; y
3. Si los vectores v1 , . . . , vk son linealmente dependientes,
T (v1 , . . . , vk ) = 0.

Demostración. Demostraremos la tercera parte de esta proposición, mien-


tras las dos primeras se dejan como ejercicio (ejercicio 2).
Si v1 , . . . , vk son vectores linealmente dependientes, entonces podemos
suponer, sin pérdida de generalidad, que existen α2 , . . . , αk ∈ R tales que
k
X
v1 = αi vi .
i=2
3. Algebra exterior 141

Tenemos entonces que, por la linealidad de T en la primer variable,


k
X
T (v1 , v2 , . . . , vk ) = αi T (vi , v2 , . . . , vk ) = 0,
i=2
donde la última igualdad se debe a que T es alternante. 

Denotaremos el conjunto de funciones multilineales alternantes en V k


por Λk (V ). Entonces
Λk (V ) = {T : V k → R : T es multilineal y alternante}.
En el caso k = 1, tenemos simplemente Λ1 (V ) = V ∗ , el espacio dual de V .
No es muy difı́cil verificar que Λk (V ) es un espacio vectorial, con suma y
multiplicación escalar puntuales.
También, la tercera parte de esta proposición implica que Λk (V ) = {0}
si k > n.
Definición 7.12. Sean ϕ1 , ϕ2 , . . . , ϕk ∈ V ∗ . Definimos el producto exterior
de ϕ1 , ϕ2 , . . . , ϕk como la transformación multilineal alternante
ϕ1 ∧ ϕ2 ∧ · · · ∧ ϕk ∈ Λk (V )
dada por
(7.1) ϕ1 ∧ ϕ2 ∧ · · · ∧ ϕk (v1 , v2 , . . . , vk ) = det(ϕi (vj )).

El producto exterior es también llamado producto cuña. La propiedades


básicas del determinante permiten garantizar que la transformación dada
por (7.1) es, de hecho, multilineal y alternante.
Teorema 7.13. Sea V un espacio vectorial, con dim V = n < ∞. Sea
B = {v1 , v2 , . . . , vn } una base para V y {vb1 , vb2 , . . . , vc
n } la base dual de B
para el espacio dual V ∗ . Entonces los productos
i1 ∧ v
vc ci2 ∧ · · · ∧ v
cik ,

con 1 ≤ i1 < i2 < . . . < ik ≤ n, forman una base para Λk (V ), 1 ≤ k ≤ n.

Como corolario, tenemos que la dimensión del espacio Λk (V ) es igual a


 
n
,
k
el coeficiente binomial de n en k.
Para simplificar la notación, denotaremos un multiı́ndice (i1 , i2 , . . . , ik )
como I; ası́, |I| representa su longitud (en este caso |I| = k). Decimos que
un multiı́ndice I = (i1 , i2 , . . . , ik ) es creciente si i1 < i2 < . . . < ik .
La lista (vi1 , vi2 , . . . , vik ) será denotada por vI , y entonces
i1 ∧ v
vbI = vc ci2 ∧ · · · ∧ v
cik .
142 7. Formas diferenciales

Haremos uso de esta notación en el resto de estas notas.


Procedemos ahora a la demostración del teorema 7.13.

Demostración. Mostraremos primero que los productos vI , con I creciente,


son linealmente independientes. Suponemos entonces que
X
aI vbI = 0,
I creciente

y demostraremos que todos los aI = 0.


Sea J un multiı́ndice creciente. Entonces
 X 
aI vbI (vJ ) = 0,
I creciente
Pero
 X  X
aI vbI (vJ ) = aI vbI (vJ ) = aJ vc
J (vJ ) = aJ ,
I creciente I creciente
por lo que aJ = 0, como querı́amos verificar.
Ahora, sea Φ ∈ Λk (V ), u1 , u2 , . . . , uk ∈ V , y evaluaremos
Φ(u1 , u2 , . . . , uk ).
Primero, sean aji ∈ R, i = 1, 2, . . . , k, j = 1, 2, . . . , n, tales que
n
X
ui = aji vj , i = 1, 2, . . . , k.
j=1

Entonces
n
X n
X n
X
Φ(u1 , u2 , . . . , uk ) = Φ( aj11 vj1 , aj22 vj2 , . . . , ajkk vjk )
j1 =1 j2 =1 jk =1
X
= aj11 aj22 . . . ajkk Φ(vj1 , vj2 , . . . , vjk )
J
X X 
σ(j1 ) σ(j2 ) σ(j )
= a1 a2 . . . ak k sgn(σ) Φ(vJ )
J creciente σ∈Sk
X
= det(aji l )i,l=1,...,k Φ(vJ ).
J creciente

Si definimos ξJ = Φ(vJ ), entonces


X
Φ(u1 , . . . , uk ) = ξJ det(aji l )1≤i,l≤k .
J creciente

Como cada aji l = vc


jl (ui ), tenemos que

det(aji l ) = vc
J (u1 , . . . , uk ).
3. Algebra exterior 143

Por lo tanto X
Φ= ξJ vc
J,
J creciente
y concluı́mos que los vbI , con I creciente, generan el espacio Λk (V ). 

De la demostración del teorema 7.13, concluı́mos el siguiente corolario.


Corolario 7.14. Si v1 , v2 , . . . , vn es una base para V y Φ ∈ Λn (V ), entonces
Φ(u1 , . . . , un ) = det(aji )Φ(v1 , . . . , vn ),
Pn j
si ui = j=1 ai vj .

Si B = {v1 , v2 , . . . , vn } y C = {u1 , u2 , . . . , un } son bases para V , entonces


el corolario 7.14 implica que el signo del producto
Φ(v1 , v2 , . . . , vn ) · Φ(u1 , u2 , . . . , un )
es independiente de Φ, y está dado por el signo de
det(aji ),
si A = (aji ) es la matriz de cambio de base. Entonces, det A define una
“paridad”de la base B con respecto a la base C, la cual genera una relación
de equivalencia entre las bases de V :
{u1 , u2 , . . . , un } ∼ {v1 , v2 , . . . , vn }
si y sólo si
Φ(v1 , v2 , . . . , vn ) · Φ(u1 , u2 , . . . , un ) > 0
para Φ ∈ Λn (V), Φ 6= 0. A la clase de equivalencia de la base {v1 , v2 , . . . , vn }
se le denota por
[v1 , v2 , . . . , vn ],
y se le llama orientación de la base.
Ejemplo 7.15 (Orientación estándar en R2 ). . Tomemos E = {e1 , e2 }, la
base estándar de R2 , y
n    o
1 1
B = u1 = , u2 =
1 −1
otra base para R2 . Como
u1 = e1 + e2
u2 = e1 − e2 ,
la matriz de cambio de base está dada por
 
1 1
A= .
1 −1
Además,
det A = −2 < 0,
144 7. Formas diferenciales

por lo que concluı́mos que


[e1 , e2 ] 6= [u1 , u2 ].
Es decir, las bases E y B tienen distinta orientación. Gráficamente, podemos
notar que mientras la base estándar está orientada en el sentido opuesto a
las manecillas del reloj, la base B está orientada en la dirección opuesta,
como se ve en la figura 4. A la orientación de la base estándar en R2 la

u
1
e
2

e
1
u
2
Figura 4. La orientación de las bases estándar y la base B. Mientras la
base estándar está orientada en el sentido opuesto a las manecillas del
reloj, la base B está orientada en la dirección opuesta.

llamaremos simplemente orientación estándar.


Ejemplo 7.16 (Regla de la mano derecha). La orientación [e1 , e2 , e3 ] de
la base estándar de R3 es conocida comúnmente como la regla de la mano
derecha. Es llamada ası́ porque, si identificamos los vectores e1 , e2 , e3 con la

e
3

e
2
e
1
Figura 5. Los ejes x, y y z, con direcciones e1 , e2 y e3 , siguen las direc-
ciones de los dedos ı́ndice, medio y pulgar de la mano derecha.

dirección de cada uno de los ejes x, y y z, respectivamente, entonces estas


direcciones corresponden a las direcciones de los dedos ı́ndice, medio y pulgar
de la mano derecha, con el ı́ndice extendido, el medio doblado hacia la palma
y el pulgar hacia arriba, como se puede verificar en la figura 5.
3. Algebra exterior 145

Estamos listos para definir una forma diferencial en Rn .


Definición 7.17. Una k-forma exterior, o k-forma diferencial, en Rn es una
función p 7→ ω(p) tal que, para cada p ∈ Rn , ω(p) ∈ Λk (Rnp ).

Es decir, para cada p ∈ Rn , ω(p) es una transformación multilineal


alternante en (Rnp )k , donde Rnp es el espacio tangente en p.
Por el teorema 7.13, para cada p existen ωI (p) tales que
X
ω(p) = ωI (p)dxIp ,
I creciente
donde
dxIp = dxip1 ∧ dxip2 ∧ · · · ∧ dxipk .
Si las funciones ωI : Rn → R son continuas (diferenciables, C 1 , etc.), enton-
ces decimos que ω continua (diferenciable, C 1 , etc., respectivamente).
A una función f : Rn → R la llamaremos, por convención, una 0-forma.
Ejemplo 7.18 (Formas en R). Las únicas formas diferenciales no triviales
en el espacio unidimensional R, aparte de las 0-formas, son
ω dx,
con ω : R → R.
Ejemplo 7.19 (Formas en R2 ). En R2 , las 1-formas diferenciales son de la
forma
ω1 dx1 + ω2 dx2 ,
mientras las 2-formas diferenciales se escriben
ω dx1 ∧ dx2 ,
o simplemente ω dx1 dx2 , ó ω dxdy, en notación clásica. A dx1 ∧ dx2 se le
llama el elemento de área en R2 .
Ejemplo 7.20 (Formas en R3 ). En el espacio R3 , tenemos las 1-formas,
ω1 dx1 + ω2 dx2 + ω3 dx3 .
Las 2-formas se escriben comúnmente
F1 dx2 ∧ dx3 + F2 dx3 ∧ dx1 + F3 dx1 ∧ dx2 .
La notación y el orden es que se suelen escribir los productos exteriores se
explicarán más adelante. Las 3-formas se escriben
ωdx1 ∧ dx2 ∧ dx3 .
En notación clásica, simplemente se suele escribir ω dxdydz. dx1 ∧ dx2 ∧ dx3
es llamado el elemento de volumen en R3 .
146 7. Formas diferenciales

Las k-formas diferenciales en Rn forman un espacio vectorial bajo las


operaciones suma y multiplicación puntuales. Es decir si ω y η son k-formas
diferenciales, entonces su suma está dada por
X
ω+η = (ωI + ηI )dxI ,
mientras que la multiplicación escalar por λ ∈ R está dada simplemente por
X
λω = λωI dxI .
Tenemos, sin embargo, otra operación entre formas, definida a continuación.
Definición 7.21. Si ω es una k-forma diferencial y η es una l-forma dife-
rencial en Rn , definimos el producto exterior ω ∧ η como la (k + l)-forma
diferencial
X
(7.2) ω∧η = ωI ηJ dxI ∧ dxJ ,
I,J

donde la suma corre sobre todos los multiı́ndices crecientes I de longitud k


y todos los multiı́ndices crecientes J de longitud l.

En la fórmula (7.2), algunos, o todos, los productos dxI ∧ dxJ pueden


ser iguales a 0, lo cual depende de la longitud de I y de J, y de si I y J
tienen ı́ndices comunes.
Al producto exterior también se le conoce comúnmente como el producto
cuña.
Ejemplo 7.22. Para clarificar el significado de la fórmula (7.2), desarrolla-
remos un ejemplo explı́cito en R3 . Consideremos las formas ω y η
ω = xdx + ydy + zdz,
η = xdx ∧ dy + ydx ∧ dz,
y vamos a calcular la 3-forma ω ∧ η. Entonces
ω ∧ η = x2 dx ∧ dx ∧ dy + xy dx ∧ dx ∧ dz + xy dy ∧ dx ∧ dy
+ y 2 dy ∧ dx ∧ dz + xz dz ∧ dx ∧ dy + yz dz ∧ dx ∧ dz.
De los términos anteriores, sólo dos son desiguales a cero. Tenemos, por lo
tanto, que
ω ∧ η = y 2 dy ∧ dx ∧ dz + xz dz ∧ dx ∧ dy
= −y 2 dx ∧ dy ∧ dz + xz dx ∧ dy ∧ dz
= (xz − y 2 ) dx ∧ dy ∧ dz.

Algunas de las propiedades del producto exterior están enumeradas por


la siguiente proposición. Otras se explorarán en los ejercicios.
3. Algebra exterior 147

Proposición 7.23. Sean ω una k-forma, η una l-forma y ψ una p-forma


diferencial en Rn . Entonces
1. ω ∧ (η ∧ ψ) = (ω ∧ η) ∧ ψ;
2. ω ∧ η = (−1)kl η ∧ ω; y
3. Si l = p, ω ∧ (η + ψ) = ω ∧ η + ω ∧ ψ.

Demostración. 1. Es claro, de la definición del producto exterior,


que
dxI ∧ (dxJ ∧ dxL ) = (dxI ∧ dxJ ) ∧ dxL
para cualquiera multiı́ndices I, J y L. Entonces
X
ω ∧ (η ∧ ψ) = ωI ηJ ψL dxI ∧ dxJ ∧ dxL = (ω ∧ η) ∧ ψ.
I,J,L

2. De manera similar, es suficiente con verificar esta parte para los


productos dxI ∧ dxJ . Tenemos que, por el hecho de que
dxi ∧ dxj = −dxj ∧ dxi
para cualquier i, j,
dxI ∧ dxJ = dxi1 ∧ dxi2 ∧ · · · ∧ dxik ∧ dxj1 ∧ dxj2 ∧ · · · ∧ dxjl
= (−1)k dxj1 ∧ dxi1 ∧ dxi2 ∧ · · · ∧ dxik ∧ dxj2 ∧ · · · ∧ dxjl
= (−1)−kl dxJ ∧ dxI .
3. La tercera parte se sigue de forma directa:
X
ω ∧ (η + ψ) = ωI (ηJ + ψJ )dxI ∧ dxJ = ω ∧ η + ω ∧ ψ.

La segunda parte de la proposición 7.23 implica que, si k es impar y ω


es una k-forma diferencial, entonces
ω ∧ ω = 0.
Sin embargo, si k es par, es posible que ω ∧ ω no sea idénticamente cero,
como lo muestra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 7.24. Sea ω la 2-forma diferencial en R4 dada por
ω = x1 dx1 ∧ dx2 + x2 dx3 ∧ dx4
Tenemos entonces que
ω ∧ ω = x1 x2 dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 ∧ dx4 + x1 x2 dx3 ∧ dx4 ∧ dx1 ∧ dx2
= 2x1 x2 dx1 ∧ dx2 ∧ dx3 ∧ dx4 ,
la cual no es trivial.
148 7. Formas diferenciales

4. Cambio de coordenadas
Sea f : Rn → Rm una función diferenciable. Ésta induce entonces una
aplicación f ∗ que toma formas diferenciales en Rm y da formas diferenciales
en Rn , definida a continuación.
Definición 7.25. Sea k ≥ 1. Si ω es una k-forma diferencial en Rm y
f : Rn → Rm una función diferenciable, f ∗ ω es la k-forma diferencial en Rn
dada por
f ∗ ω(p)((v1 )p , . . . , (vk )p ) = ω(f (p))(Df (p)(v1 )f (p) , . . . .Df (p)(vk )f (p) ).
Si g es una 0-forma en Rm , definimos simplemente
f ∗ g = g ◦ f.

A f ∗ se le suele llamar el levantamiento inducido por f . Las propiedades


elementales de f ∗ se enumeran en la siguiente proposición.
Proposición 7.26. Sea f : Rn → Rm diferenciable. Entonces
1. Si ω, η son k-formas diferenciales en Rm ,
f ∗ (ω + η) = f ∗ ω + f ∗ η;
2. Si g es una 0-forma diferencial,
f ∗ (gω) = f ∗ g · f ∗ ω;
y
3. Si ϕ1 , ϕ2 ,...,ϕk son 1-formas diferenciales en Rn ,
f ∗ (ϕ1 ∧ · · · ∧ ϕk ) = f ∗ ϕ1 ∧ · · · ∧ f ∗ ϕk .

Demostración. Las primeras dos partes de la proposición se siguen direc-


tamente de la definición de f ∗ y se dejan como ejercicio (ejercicio 7).
Para demostrar la parte 3, sean ϕ1 , ϕ2 ,...,ϕk 1-formas diferenciales en
Rn , p ∈ Rn y (v1 )p , (v2 )p , . . . , (vk )p ∈ Rnp . Entonces
f ∗ (ϕ1 ∧ . . . ∧ ϕk )(p)((v1 )p , . . . , (vk )p )
= (ϕ1 ∧ · · · ∧ ϕk )(f (p))(Df (p)(v1 )f (p) , . . . , Df (p)(vk )f (p) )
 
= det ϕi (f (p))(Df (p)(vj )f (p) ) = det f ∗ ϕi (p)(vj )p
= (f ∗ ϕ1 ∧ · · · ∧ f ∗ ϕk )(p)((v1 )p , . . . , (vk )p ).

P
De la proposición 7.26, si ω = I ωI dxI , entonces
X
f ∗ω = (ωI ◦ f )f ∗ (dxI ),
I
4. Cambio de coordenadas 149

donde
f ∗ (dxI ) = f ∗ (dxi1 ∧ · · · ∧ dxik ) = f ∗ dxi1 ∧ · · · ∧ f ∗ dxik .
Además
f ∗ (dxi )(p)(vp ) = dxif (p) (Df (p)(v)f (p) ) = Df i (p)(v),
es decir, la derivada de la i-ésima componente de f en p, aplicada al vector
v. Entonces, como Df i (p)(v) = df i (p)(vp ), podemos escribir f ∗ dxi = df i . Si
I es un multiı́ndice, escribimos
df I = df i1 ∧ · · · ∧ df ik ,
por lo que entonces X
f ∗ω = (ωI ◦ f )df I .
I
De esta forma vemos que f ∗ actúa como un cambio de coordenas. Si las
coordenadas de Rn están descritas por (x1 , x2 , . . . , xn ), y (y 1 , y 2 , . . . , y m )
son las coordenadas en Rm dadas por
y i = f i (x1 , x2 , . . . , xn ),
entonces tenemos que, si
X
ω(y) = ωI (y 1 , . . . , y m )dy I
I
es una forma en Rm , f ∗ ω está dada por
X
f ∗ ω(x) = ωI (f 1 (x), . . . , f m (x))(df I )x .
I

Ejemplo 7.27 (Coordenadas polares). . Sea U ⊂ R2 el conjunto (0, 2π) × R


(figura 6). Sea f : U → R2 dada por
f (r, θ) = (r cos θ, r sen θ).
Sean x, y las coordenadas en R3 dadas por x = f 1 (r, θ), y = f 2 (r, θ). La
transformación (r, θ) 7→ (x, y) cambia de coordenadas polares (r, θ) a coor-


u

Figura 6. Dominio de definición de las coordenadas polares.


150 7. Formas diferenciales

denadas cartesianas (x, y). Ası́ que, si ω es una forma diferencial en el plano
en coordenadas cartesianas (x, y), f ∗ ω es una forma diferencial en coorde-
nadas polares (r, θ).
Tenemos que
f ∗ dx = df 1 = cos θdr − r sen θdθ, y
(7.3)
f ∗ dy = df 2 = sen θdr + r cos θdθ.

Por ejemplo, sea ω la 1-forma diferencial en R2 dada por


−y x
ω= 2 2
dx + 2 dy.
x +y x + y2
Entonces
−r sen θ ∗ r cos θ ∗
f ∗ω = f dx + f dy
r2 r2
− sen θ cos θ
= (cos θdr − r sen θdθ) + (sen θdr − r cos θdθ)
r r
= dθ.
Esta última identidad, junto con las ecuaciones (7.3), suelen simplemente
escribirse como
dx = cos θdr − r sen θdθ, dy = sen θdr + r cos θdθ,
−y x
dθ = 2 dx + 2 dy.
x + y2 x + y2
Como cos θdx + sen θdy = dr, también tenemos que
x y
dr = p dx + p dy.
x2 + y 2 x2 + y 2

La siguiente proposición extiende las propiedades enumeradas en la pro-


posición 7.26.
Proposición 7.28. Sea f : Rn → Rm diferenciable.
1. Si ω y η son formas diferenciales en Rm , entonces
f ∗ (ω ∧ η) = f ∗ ω ∧ f ∗ η.
2. Si g : Rp → Rn es diferenciable, y ω es una forma diferencial en
Rm , entonces la forma diferencial (f ◦ g)∗ ω en Rp satisface
(f ◦ g)∗ ω = g∗ (f ∗ ω).

Observemos primero que la proposición 7.28 no hace ninguna referencia


al orden de las formas involucradas. En particular, la primera parte de esta
proposición es una generalización de la parte (3) de la proposición 7.26.
4. Cambio de coordenadas 151

P
Demostración.
P Para la primera parte, observemos que si ω = I ωI dxI y
J
η = J ηJ dx , entonces
X
ω∧η = ωI ηJ dxI ∧ dxJ ,
I,J
y
X  X
f ∗ (ω ∧ η) = (ωI ηJ ) ◦ f df I ∧ df J = (ωI ◦ f )(ηJ ◦ f )df I ∧ df J
I,J I,J
X  X 
= (ωI ◦ f )df I ∧ (ηJ ◦ f )df J = f ∗ ω ∧ f ∗ η.
I J
P
Para la segunda parte, sea ω = I ωi dxI . Entonces
X
(f ◦ g)∗ ω(q) = ωI (f (g(q)))d(f ◦ g)I (q).
I
Ahora bien, para q ∈ Rp ,
ωI (f (g(q))) = (ωI ◦ f )(g(q)) = (ωI ◦ f ) ◦ g(q),
por lo que es suficiente con mostrar que d(f ◦ g)I (q) = g∗ (df I )(q). Esta
identidad es, esencialmente, la regla de la cadena. Como

d(f ◦ g)i (q)(vq ) = D(f ◦ g)i (q)(v) = Df i (g(q)) Dg(q)(v) ,
tenemos que
d(f ◦ g)i (q)(vq ) = df i (g(p))(Dg(q)(v)g(q) ) = g∗ (df i )(q)(vq ).

152 7. Formas diferenciales

Ejercicios

1. Demuestra la proposición 7.7.


2. Demuestra las partes restantes de la proposición 7.11.
3. Calcula ω ∧ η, para las siguientes formas diferenciales en R3 .
a) ω = xdx − ydy, η = zdx ∧ dy + xdy ∧ dz;
b) ω = dx + dy + dz, η = dx ∧ dy + dx ∧ dz + dy ∧ dz;
c) ω = zdx ∧ dy + xdy ∧ dz, η = ω.
4. Sea ω la 2-forma diferencial en R2n dada por
w = dx1 ∧ dx2 + dx3 ∧ dx4 + . . . + dx2n−1 ∧ dx2n .
Calcula
n veces
z }| {
ω ∧ ω ∧ ... ∧ ω.
5. Para una k-forma diferencial ω en Rn , definimos la (n − k)-forma dife-
rencial ∗ω como X
∗ω = sgn(I, J)ωI dxJ ,
I
donde (I, J) = (i1 , i2 , . . . , ik , j1 , j2 , . . . , j(n−k) ) es la permutación en Sn
tal que
i1 < i2 < · · · < ik y j1 < j2 < · · · < j(n−k) .
Calcula ∗ω para las siguientes formas diferenciales.
a) La 2-forma diferencial en R3 dada por
ω = ω12 dx ∧ dy + ω13 dx ∧ dz + ω23 dy ∧ dz.
b) La 1-forma diferencial en R2 dada por
ω = ω1 dx + ω2 dy.
6. Muestra que ∗ ∗ ω = (−1)k(n−k) ω.
7. Demuestra las primeras dos partes de la proposicion 7.26.
Capı́tulo 8

El diferencial exterior

1. El diferencial exterior
En este capı́tulo estudiaremos el operador diferencial de formas en Rn ,
ası́ como su relación con el producto exterior y el levantamiento, estudiados
en el capı́tulo anterior.
Definición 8.1. Sea ω una k-forma diferencial en Rn ,
X
ω= ωI dxI ,
I

con cada componente ωI diferenciable. El diferencial dω de ω es la (k + 1)-


forma diferencial dada por
X
(8.1) dω = dωI ∧ dxI .
I

Cada dωI es la 1-forma descrita en el ejemplo 7.3, dada por


dωI (vp ) = DωI (p)(v),
por lo que la definición (8.1) generaliza el diferencial de una función. Veamos
primero un ejemplo explı́cito.
Ejemplo 8.2. Sea ω la 1-forma diferencial en R3 dada por
ω = xydx − y 2 dy + 3zdz.
Entonces, dω es la 2-forma diferencial
dω = d(xy) ∧ dx − d(y 2 ) ∧ dy + d(3z) ∧ dz
= (ydx + xdy) ∧ dx − (2ydy) ∧ dy + (3dz) ∧ dz
= xdy ∧ dx = −xdx ∧ dy.

153
154 8. El diferencial exterior

El siguiente ejemplo ya se ha discutido anteriormente.


Ejemplo 8.3 (Divergencia). Sea ω la 2-forma diferencial en R3 dada por
ω = P dy ∧ dz + Qdz ∧ dx + Rdx ∧ dy,
con P, Q y R diferenciables. Entonces dω es la 3-forma diferencial
dω = dP ∧ dy ∧ dz + dQ ∧ dz ∧ dx + dR ∧ dx ∧ dy
∂P ∂Q ∂R
= dx ∧ dy ∧ dz + dy ∧ dz ∧ dx + dz ∧ dx ∧ dy
∂x ∂y ∂z
 ∂P ∂Q ∂R 
= + + dx ∧ dy ∧ dz.
∂x ∂y ∂z
Nótese que la función componente de dω es precisamente la divergencia del
campo vectorial x 7→ (P, Q, R)x en R3 .

La siguiente proposición enumera las propiedades básicas del diferencial.


Proposición 8.4. Sean ω y η formas diferenciales en Rn , ambas diferen-
ciables.
1. Si ω y η son k-formas, d(ω + η) = dω + dη.
2. Si ω es una k-forma y η una l-forma, entonces
d(ω ∧ η) = dω ∧ dη + (−1)k ω ∧ dη.
3. Si ω es C 2 , entonces d2 ω = d(dω) = 0.
4. Si f : Rn → Rm es diferenciable, d(f ∗ ω) = f ∗ dω.

Notamos que la parte (2) de esta proposición sólo depende del orden de
ω y no del de η. Las partes (3) y (4) son de importancia fundamental en la
teorı́a de integración, la cual estudiaremos en el siguiente capı́tulo.

Demostración. La primera parte de la proposición se sigue directamente


de la definición.
Para la segunda parte, calcularemos d(ω ∧ η) explı́citamente.
X  X
d(ω ∧ η) = d ωI ηJ dxI ∧ dxJ = d(ωI ηJ ) ∧ dxI ∧ dxJ
I,J I,J
X
= (ηJ dωI + ωI dηJ ) ∧ dxI ∧ dxJ
I,J
X X
= ηJ dωI ∧ dxI ∧ dxJ + ωI dηJ ∧ dxI ∧ dxJ
I,J I,J
X
= dω ∧ η + ωI (−1)k dxI ∧ dηJ ∧ dxJ = dω ∧ η + (−1)k ω ∧ dη,
I,J
1. El diferencial exterior 155

donde hemos usado la proposición 7.23 para cambiar el orden del producto
dηJ ∧ dxI .
La tercera parte también la verificaremos explı́citamente. Sea
X
ω= ωI dxI
I

una k-forma diferencial en Rn , con cada componente ωI diferenciable. En-


tonces
X  XX
n 
d(dω) = d dωI ∧ dxI = d Di ωI dxi ∧ dxI
I I i=1
XXn n X
XX n
= d(Di ωI ) ∧ dxi ∧ dxI = Dij ωI dxj ∧ dxi ∧ dxI
I i=1 I i=1 j=1
XX
= (Dji ωI − Dij ωI )dxi ∧ dxj ∧ dxI = 0.
I i<j

Hemos requerido que cada ωI ∈ C 2 , para garantizar que Dji ωI = Dij ωI .


Para la cuarta parte, sea f : Rn → Rm diferenciable y ω una k-forma
diferencial en Rm , diferenciable. Entonces
X  X
d(f ∗ ω) = d (ωI ◦ f )df I = d(ωI ◦ f ) ∧ df I ,
I I

donde hemos usado las partes (2) y (3) de la proposición, ya que

d((ωI ◦ f )df I ) = d(ωI ◦ f ) ∧ df I + (ωI ◦ f ) ∧ d2 f I = d(ωI ◦ f ) ∧ df I ,

ya que d2 f I = 0. Además
X
f ∗ dω = (f ∗ dωI ) ∧ df I ,
I

por lo que entonces es suficiente con demostrar que

d(ωI ◦ f ) = f ∗ dωI .

De nuevo, esto se sigue por la regla de la cadena. Tenemos, para p ∈ Rn y


up ∈ Rnp ,

d(ωI ◦ f )(p)(up ) = D(ωI ◦ f )(p)(u) = DωI (f (p)) Df (p)(u)

= dωI (f (p)) Df (p)(u)f (p) = f ∗ dωI (p)(up ).


156 8. El diferencial exterior

2. Campos vectoriales y formas


Haremos un paréntesis en nuestro estudio de formas diferenciales para
estudiar la relación entre éstas y los campos vectoriales en Rn , y de tal forma
unificar, como habı́amos prometido anteriormente, los operadores grad, curl
y div en campos vectoriales en R3 . Primero, una breve discusión sobre pro-
ductos internos y el espacio dual.
Sea V un espacio vectorial real de dimension finita, dim V = n < ∞, y
V ∗ su espacio dual.
Si V tiene producto interno (·, ·), éste induce un isomorfismo natural
entre V y V ∗ , u 7→ φu , donde
φu (v) = (u, v).
En Rn , con el producto punto estándar como producto interno, este isomor-
fismo está dado por
ej 7→ dxj ,
como lo habı́amos discutido antes. Entonces, este isomorfismo induce un iso-
morfismo natural entre campos vectoriales y 1-formas diferenciales, definido
de la siguiente forma. Si
F : Rn → T Rn ,
es un campo vectorial, entonces definimos
F 7→ ωF
donde ωF es la 1-forma diferencial dada por
ωF (p)(vp ) = F (p) · v.
Explı́citamente, si F está dado por
F (p) = F 1 (p)(e1 )p + F 2 (p)(e2 )p + · · · + F n (p)(en )p ,
entonces
ωF (p) = F 1 (p)dx1p + F 2 (p)dx2p + · · · + F n (p)dxnp .
Ejemplo 8.5 (Gradiente). Si f : Rn → R es diferenciable, su gradiente es
el campo vectorial grad(f ) tal que
ωgrad(f ) = df.
Entonces, el gradiente es el campo vectorial en Rn cuyas componentes son
las derivadas parciales de f .

Para definir el rotacional y la divergencia de un campo, definimos pri-


mero la siguiente transformación.
2. Campos vectoriales y formas 157

P
Definición 8.6. Si ω = I ωI dxI es una k-forma diferencial en Rn , defini-
mos la (n − k)-forma diferencial ∗ω dada por
X
∗ω = sgn(I, J)ωI dxJ ,
I

donde, para cada k-multiı́ndice I, J es el (n − k)-multiı́ndice tal que


 
1 2 ··· k k + 1 ··· n
(I, J) =
i1 i2 . . . ik j1 . . . jn−k
es la permutación tal que
i1 < i2 < . . . < ik , y j1 < j2 < . . . < jn−k .
La trasformación ω 7→ ∗ω es llamada la transformación estrella de Hodge.

Para cada permutación σ, sgn σ es el signo de σ. Por ejemplo, como el


signo de
 
1 2 3 4
σ=
1 3 2 4
es −1, tenemos que
∗(dx1 ∧ dx3 ) = sgn σdx2 ∧ dx4 = −dx2 ∧ dx4 .
Ejemplo 8.7 (Divergencia). Sea F un campo vectorial diferenciable en Rn .
Entonces, la sucesión de aplicaciones
F 7→ ωF 7→ ∗ωF 7→ d(∗ωF )
resulta en una n-forma
d(∗ωF ) = λdx1 ∧ dx2 ∧ · · · ∧ dxn ,
donde la función escalar p 7→ λ(p) es llamada la divergencia de F , denotada
por div(F ).
Explı́citamente, en R3 , dado F = (F 1 , F 2 , F 3 ), tenemos
ωF = F 1 dx + F 2 dy + F 3 dz,
y entonces
∗ωF = F 1 dy ∧ dz − F 2 dx ∧ dz + F 3 dx ∧ dy.
Por lo tanto
 ∂F 1 ∂F 2 ∂F 3 
d(∗ωF ) = + + dx ∧ dy ∧ dz.
∂x ∂y ∂z
Ası́ que
∂F 1 ∂F 2 ∂F 3
div(F ) = + + ,
∂x ∂y ∂z
158 8. El diferencial exterior

por lo que esto generaliza la divergencia definida en la primera sección de


este capı́tulo. En general,
n
X
div(F ) = Di F i ,
i=1

para un campo F definido en Rn (ejercicio 2).

Notamos que la transformación ∗ y el diferencial no conmutan, como lo


muestra que el siguiente ejemplo.
Ejemplo 8.8 (Rotacional). Si F es un campo vectorial diferenciable en Rn ,
el rotacional de F se obtiene de la suseción de aplicaciones
F 7→ ωF 7→ dωF 7→ ∗(dωF ),
y se denota por curl F . Entonces curl F es una (n − 2)-forma.
En R2 , si F = (F 1 , F 2 ), tenemos que ∗d(ωF ) es el escalar (0-forma)
∂F 2 ∂F 1
curl F = − ,
∂x ∂y
expresión conocida en el cálculo vectorial en R2 . Para el caso R3 , también
obtenemos la fórmula conocida (ejercicio 3), por lo que esta definición gene-
raliza entonces el rotacional a campos vectoriales en Rn .

3. El lema de Poincaré
Sea ω una forma diferencial definida en un conjunto abierto U ⊂ Rn ,
con cada componente diferenciable.
Definición 8.9. Decimos que ω es cerrada si dω = 0. Decimos que es exacta
si existe una forma diferencial η, diferenciable, definida en U tal que ω = dη.

Por la proposición 8.4, todas las formas diferenciles exactas son cerradas,
ya que, si ω = dη, entonces
dω = d2 η = 0.
Sin embargo, no está claro si, a la inversa, todas las formas cerradas definidas
en un conjunto abierto U son exactas.
Si U = Rn , por ejemplo, y ω es una 1-forma, esto es cierto.
Ejemplo 8.10. Todas las 1-formas diferenciales cerradas en Rn son exactas.
Sea
Xn
ω= ωi dxi
i=1
3. El lema de Poincaré 159

una 1-forma diferencial definida en Rn tal que dω = 0. Como


n
X n X
X n
i
dω = dωi ∧ dx = Dj ωi dxj ∧ dxi
i=1 i=1 j=1
X
= (Di ωj − Dj ωi )dxi ∧ dxj = 0,
i<j

tenemos que Di ωj = Dj ωi para todo i, j, ya que las distintas 2-formas


dxi ∧ dxj son linealmente independientes.
Ahora definimos la función f : Rn → R como
Z 1X n
f (x) = ωi (tx)xi dt.
0 i=1

Demostraremos que Dj f (x) = ωj (x) para cada j, y ası́ ω = df . Tenemos


que
Z 1 Xn  Z 1Xn 
Dj f (x) = Dj ωi (tx)xi dt = Dj ωi (tx)txi + ωj (tx) dt
0 i=1 0 i=1
Z 1 Z n
1X
= ωj (tx)dt + Di ωj (tx)txi dt,
0 0 i=1

donde ya hemos usado el hecho que Di ωj = Dj ωi . Como


X n
d
ωj (tx) = Di ωj (tx)xi ,
dt
i=1

entonces, integrando por partes,


Z 1 Z 1
d
Dj f (x) = ωj (tx)dt + t ωj (tx)dt
0 0 dt
Z 1 Z 1
= ωj (tx)dt + ωj (x) − ωj (tx)dt = ωj (x).
0 0

Ahora tenemos el ejemplo de una forma cerrada que no es exacta.


Ejemplo 8.11. Consideremos la 1-forma diferencial ω, definida en U =
R2 \ {0},
−y x
ω= 2 2
dx + 2 dy.
x +y x + y2
Recordemos que, en coordenadas polares, esta forma es igual a dθ. Es decir,
si la función f es el cambio de coordenadas definido por el ejemplo 7.27,
entonces f ∗ ω = dθ. Entonces, como d y f ∗ conmutan por la proposición 8.4,
la forma es cerrada, lo cual también puede verificarse directamente.
160 8. El diferencial exterior

Sin embargo, ω no es exacta. Supongamos, por ejemplo, que ω = dF


para una función F : U → R. Entonces como f ∗ ω = dθ,
d(F ◦ f ) = d(f ∗ F ) = f ∗ dF = dθ,
por lo que
F ◦f =θ+k
para algún k ∈ R. Por lo tanto, si x > 0,
lı́m F (x, y) − lı́m F (x, y) = 2π.
y→0− y→0+

De aquı́ podemos concluı́r que F no puede estar definida en todo R2 \ {0},


y además ser continua en el eje real positivo.

Podemos observar que el problema de este último ejemplo es el “agujero”


en el origen. Aunque más adelante haremos preciso este concepto, podemos
demostrar el siguiente teorema, que nos da un ejemplo de conjuntos donde
toda forma cerrada es exacta.
Recordemos que un conjunto A ⊂ Rn es estrella si existe x0 ∈ A tal que,
para cada x ∈ A, la recta de x0 a x está contenida en A. Para hacer explı́cito
el punto “central” x0 , diremos que A es estrella con respecto a x0 .
Teorema 8.12 (Lema de Poincaré). Sea U ⊂ Rn un conjunto abierto es-
trella con respecto a 0. Entonces toda forma diferencial cerrada en U es
exacta.

Demostración. Construiremos un operador ω 7→ Θω de k-formas diferen-


ciales definidas en U a (k − 1)-formas diferenciales tal que Θ(0) = 0 y
(8.2) d(Θω) + Θ(dω) = ω.
Entonces, si ω es una forma diferencial cerrada, dω = 0 y d(Θω) = ω, por
lo que concluiremos que ω es exacta.
P
Sea ω = I ωI dxI . Para simplificar la notación, si I es un k-multiı́ndice,
denotaremos por Iα , 1 ≤ α ≤ k, el (k − 1)-multiı́ndice formado al remover
de I la entrada iα , es decir
Iα = (i1 , . . . , iα−1 , iα+1 , . . . , ik ).
Definimos entonces la (k − 1)-forma diferencial
XX k Z 1
α−1 iα
Θω(x) = (−1) x tk−1 ωI (tx)dt dxIα .
I α=1 0

La (k − 1)-forma diferencial Θω está bien definida porque la recta de 0 a


x ∈ U está contenida en U , porque U es estrella con respecto a 0, por lo
que ω está definida en dicha recta. Es claro que si ω = 0, entonces Θω = 0.
Verificamos entonces (8.2).
3. El lema de Poincaré 161

Calculamos
k
XX  Z 1 
d(Θω) = (−1)α−1 d xiα tk−1 ωI (tx)dt ∧ dxIα .
I α=1 0

Ahora bien,
 Z 1  n
X  Z 1 
iα k−1 iα
d x t ωI (tx)dt = Dj x tk−1 ωI (tx)dt dxj
0 j=1 0
Z 1 
= tk−1 ωI (tx)dt dxiα
0
n
X Z 1

+ x tk Dj ωI (tx)dt dxj ,
j=1 0

ası́ que
k
XX Z 1 
d(Θω) = (−1)α−1 tk−1 ωI (tx)dt dxiα ∧ dxIα
I α=1 0
k
XX n
X Z 1
α−1 iα
+ (−1) x tk Dj ωI (tx)dt dxj ∧ dxIα
I α=1 j=1 0

X Z 1
= k tk−1 ωI (tx)dt dxI
I 0
k X
XX n Z 1
α−1 iα
+ (−1) x tk Dj ωI (tx)dt dxj ∧ dxIα ,
I α=1 j=1 0

donde hemos usado el hecho que dxiα ∧ dxIα = (−1)α−1 dxI .


Por otro lado,
X n
XX
dω = dωI ∧ dxI = Dj ωI dxj ∧ dxI .
I I j=1

Entonces
n 
XX Z 1
Θ(dω) = xj tk Dj ωI (tx)dt dxI
I j=1 0

k
X Z 1 
+ (−1)α xiα tk Dj ωI (tx)dt dxj ∧ dxIα .
α=1 0
162 8. El diferencial exterior

Ası́ que

d(Θω) + Θ(dω) =
X Z 1 n
X Z 1 
k−1 j
k t ωI (tx)dt + x tk Dj ωI (tx)dt dxI .
I 0 j=1 0

Por lo tanto,
XZ 1
d k 
d(Θω) + Θ(dω) = t ωI (tx) dt dxI
0 dt
I
X
= ωI (x) dxI = ω.
I


4. Conjuntos simplemente conexos


Sean U ⊂ Rn , V ⊂ Rm , y f, g : U → V dos funciones diferenciables. Una
homotopı́a de f a g es una función diferenciable H : [0, 1] × U → V tal que
H(0, x) = f (x) y H(1, x) = g(x),
para todo x ∈ U . Notemos que, como H(t, x) ∈ V para todo t ∈ [0, 1] y
x ∈ U , la función H transforma diferenciablemente la función f en la función
g, a través de funciones x 7→ H(t, x) de U a V . Si existe tal homotopı́a,
entonces decimos que f y g son homotópicas.
Definición 8.13. Decimos que un conjunto U ⊂ Rn es simplemente conexo
si, para algún x0 ∈ U , existe una homotopı́a H de la función constante
x 7→ x0 a la función identidad en U .

Es decir, existe H : [0, 1] × U → U diferenciable tal que H(0, x) = x0 y


H(1, x) = x para todo x ∈ U . A grandes rasgos, la función H transforma el
conjunto U en el punto x0 , diferenciablemente.
Si un conjunto es simplemente conexo, solemos decir que homotópico a
un punto.
Ejemplo 8.14. Un conjunto estrella es simplemente conexo. Si U es estrella
con respecto a x0 , entonces la función
H(t, x) = x0 + t(x − x0 )
es una homotopı́a de x0 a U . Como U es estrella, entonces H(t, x) ∈ U para
todo t ∈ [0, 1] y x ∈ U .

Podemos generalizar el Lema de Poincaré en conjuntos estrella mostrado


en la sección anterior a conjuntos simplemente conexos.
4. Conjuntos simplemente conexos 163

Teorema 8.15. Sea U un conjunto simplemente conexo y ω una forma


diferencial cerrada en U . Entonces ω es exacta.

Demostración. Como en la demostración del teorema 8.12, construiremos


un operador Θ de formas diferenciales tal que, si ω es una k-forma en U ,
Θω es una (k − 1)-forma en U , Θ(0) = 0 y

(8.3) d(Θω) + Θdω = ω.

Entonces, de igual forma, si ω es cerrada, dω = 0 y entonces ω = dΘω.


Sea H : [0, 1]×U → U una homotopı́a del punto x0 a U . Para diferenciar
la variable t de las variables x en H(t, x), escribiremos H(t, x) como Ht (x)
(es decir, consideramos t como parámetro) y, para cada t, consideramos Ht
como una función de x solamente.
d
Escribiremos la derivada de Ht (x) con respecto a t como Ht (x), de tal
dt
forma que, por ejemplo, D1 Ht (x) es la derivada parcial con respecto a x1 , y
no con respecto a t.
P
Definimos entonces, si ω = I wI (x)dxI es una k-forma,
k
XX Z 1
d iα
(8.4) Θω(x) = (−1) α−1
ωI (Ht (x)) H (x)dHtIα (x)dt.
α=1 0 dt t
I

Algunas observaciones son necesarias. Como en la secciones anteriores,


si I es un k-multiı́ndice creciente (i1 , . . . , ik ), entonces Iα denota el (k − 1)-
multiı́ndice
(i1 , . . . , iα−1 , iα+1 , . . . , ik ).
Para un multiı́ndice I, dHtI = dHti1 ∧ . . . ∧ dHtik , donde cada uno de los
diferenciales dHti es el diferencial de la función componente Hti de Ht , como
función de x. Ahora bien, la forma
d iα
wI (Ht (x)) H (x)dHtIα (x)
dt t
es una (k − 1)-forma diferencial, cuyos componentes también dependen de
t. Entonces, esta forma está dada por, digamos,
X
ηJ (t, x)dxJ ,
J

donde los J son (k − 1)-multiı́ndices, entonces


Z 1X  XZ 1 
ηJ (t, x)dxJ dt = ηJ (t, x)dt dxJ ,
0 J J 0
164 8. El diferencial exterior

es decir, simplemente integramos componente a componente. Nótese que en


la expresión
d iα
H (x)dHtIα (x),
dt t
d
hemos intercambiado el diferencial dHtiα por Htiα del producto dHtI . Ahora
dt
sı́ estamos listos para verificar (8.3).
Ahora bien,
Z 1 d 
d ωI (Ht (x)) Htiα (x)dHtIα (x)dt
0 dt
Z 1  
d
= d ωI (Ht (x)) Htiα (x)dHtIα (x) dt
0 dt
Z 1 X n   
d
= Dj ωI (Ht (x)) Htiα (x) dxj ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
j=1
Z 1 Xn 
d
= ωI (Ht (x)) Dj Htiα (x)dxj ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
j=1
Z 1X n X n 
d
+ Dl ωI (Ht (x))Dj Htl (x) Htiα (x)dxj ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
j=1 l=1
Z 1 d  
= ωI (Ht (x)) (dHtiα (x)) ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
Z 1X n X n 
d
+ Dl ωI (Ht (x))Dj Htl (x) Htiα (x)dxj ∧ dHtIα (x) dt.
0 dt
j=1 l=1

Entonces
k
XX Z 1 d  
dΘω(x) = (−1) α−1
ωI (Ht (x)) (dHtiα (x)) ∧ dHtIα (x) dt
0 dt
I α=1
Z 1 Xn X n
d iα  
l j Iα
+ Dl ωI (Ht (x))Dj Ht (x) Ht (x)dx ∧ dHt (x) dt .
0 dt
j=1 l=1

Sin embargo,
k
X d  d
(−1)α−1 (dHtiα (x)) ∧ dHtIα (x) = dHtI (x),
dt dt
α=1
donde hemos usado la regla de Leibniz para el producto cuña (véase el
ejercicio 8). También
n
X
Dj Htl (x)dxj = dHtl (x),
j=1
4. Conjuntos simplemente conexos 165

por lo que entonces


XZ 1
d
(8.5) dΘω(x) = ωI (Ht (x)) dH I (x)dt+
0 dt t
I
k
XX Z 1X
n 
d iα
(−1)α−1
Dl ωI (Ht (x)) Ht (x)dHtl (x) ∧ dHtIα (x) dt.
α=1 0 dt
I l=1

Ahora, como dω es la (k + 1)-forma


n
XX
dω(x) = Dl ωI (x)dxl ∧ dxI ,
I l=1
tenemos que
n Z
XX 1 
d l
(8.6) Θdω = Dl ωI (Ht (x)) Ht (x)dHtI dt+
0 dt
I l=1
k
X Z 1
d iα  
α l Iα
(−1) Dl ωI (Ht (x)) Ht (x)dHt ∧ dHt (x) dt .
0 dt
α=1

Entonces, sumando (8.5) y (8.6), tenemos


XZ 1 d
dΘω(x) + Θdω = ωI (Ht (x)) dHtI (x)dt+
0 dt
I
XX n Z 1 
d
Dl ωI (Ht (x)) Htl (x)dHtI dt.
0 dt
I l=1

Como
d 
ωI (Ht (x))dHtI (x) =
dt
X n
d d
ωI (Ht (x)) dHtI (x) + Dl ωI (Ht (x)) Htl (x)dHtI ,
dt dt
l=1
tenemos entonces
XZ 1
d 
dΘω(x) + Θdω = ωI (Ht (x))dHtI (x) dt
0 dt
I
X 
= ωI (H1 (x))dH1I (x) − ωI (H0 (x))dH0I (x)
I
X
= ωI (x)dxI ,
I

porque H0 (x) = x0 (como es constante, dH0 = 0) y H1 (x) = x. 


166 8. El diferencial exterior

El teorema 8.15 establece entonces que, si U es un conjunto homotópico


a un punto, entonces toda forma cerrada es exacta. La teorı́a de homotopı́a
es una de las herramientas más importantes de la topologı́a.

Ejercicios

1. Sea f : Rn → R diferenciable. Muestra que grad f (p) es el vector con


la dirección de crecimiento más rápido de f en el punto p. (Sugerencia:
Nota que
(grad f (p)) · vp = Df (p)v,
para vp ∈ Rnp .)
2. Sea F un campo vectorial en Rn , y div F su divergencia, es decir
(div F )dx1 ∧ . . . ∧ dxn = d(∗ωF ),
donde ω 7→ ∗ω es la operación estrella de Hodge y ωF es la 1-forma
inducida por F vı́a el isomorfismo natural Rnp → (Rnp )∗ .
Muestra que
n
X
div F = Dj F j .
j=1
3. Sea F un campo vectorial en Rn , y curl F su rotacional, es decir la
(n − 2)-forma
curl F = ∗(dωF ).
Muestra que curl(grad F ) = 0.
4. En el caso n = 3, el rotacional curl F es una 1-forma que a su vez puede
ser identificada con un campo vectorial, también denotado por curl F .
a) Muestra que
curl F = (D2 F 3 − D3 F 2 )dx + (D3 F 1 − D1 F 3 )dy + (D1 F 2 − D2 F 1 )dz.
b) Muestra que div(curl F ) = 0.
5. Sea ω = f dx una 1-forma en [0, 1] tal que f (0) = f (1). Muestra que
existe un único λ ∈ R tal que ω − λdx = dg, donde g es una función que
satisface g(0) = g(1).
6. Sea ω = ω1 dx+ω2 dy+ω3 dz una 1-forma diferencial tal que ω1 , ω2 , ω3 son
homogéneas de grado α. Muestra que, si ω es cerrada, entonces ω = df
donde
1
f (x, y, z) = (ω1 (x, y, z)x + ω2 (x, y, z)y + ω3 (x, y, z)z).
α+1
Ejercicios 167

7. Sea f : U → Rn diferenciable con inversa f −1 : f (U ) → Rn diferenciable.


Muestra que si toda forma cerrada en U es exacta, entonces toda forma
cerrada en f (U ) es exacta. (Sugerencia: Considera f ∗ .)
8. Sean F, G : R × Rn → R funciones diferenciables, donde consideramos
la primer variable como parámetro. Muestra que
d d  d 
(dFt ∧ dGt ) = dFt ∧ dGt + dFt ∧ dGt .
dt dt dt
Capı́tulo 9

Integración de formas
diferenciales

1. Complejos en Rn
En esta sección definiremos los objetos más simples en Rn : los cubos, y
los complejos que forman. Es en estos objetos donde, más adelantes, defini-
remos la integral de formas diferenciales.

Definición 9.1. Un k-cubo en A ⊂ Rn es una función continuamente diffe-


renciable
c : [0, 1]k → A
con k ≥ 1. Un 0-cubo es definido como un punto ([0, 1]0 = {0}). Un 1-cubo
en A también es llamado una curva en A.

Ejemplo 9.2 (El cı́rculo unitario). Consideremos la curva en el plano


c : [0, 1] → R2 ,
donde
c(t) = (cos 2πt, sen 2πt).
Esta curva es comúnmente llamada el cı́rculo unitario, y también es denotado
por S1 . Véase la figura 1.

Ejemplo 9.3 (El disco). El disco D2 es el 2-cubo dado por la función c :


[0, 1]2 → R2 definida por
c(r, θ) = (r cos 2πθ, r sen 2πθ).
Véase la figura 2.

169
170 9. Integración de formas diferenciales

1
S1

−1 1

−1

Figura 1. El cı́rculo unitario S 1 .

1
D2

−1 1

−1

Figura 2. El disco D2 .

Ejemplo 9.4 (La esfera). La esfera S2 también puede verse como el 2-cubo
dado por la función c : [0, 1]2 → R3 definida por
c(ϕ, θ) = (cos 2πθ sen πϕ, sen 2πθ sen πϕ, cos πϕ).
Véase la figura 3.

Figura 3. La esfera S 2 , donde se muestra la dirección de las coordena-


das θ (paralelos) y ϕ (meridianos).
1. Complejos en Rn 171

El k-cubo estándar Qk es el rectángulo [0, 1]k , visto como subconjunto


de Rk . Es decir, es la función
Qk : [0, 1]k → Rk
dada por
Qk (x) = x,
simplemente la función inclusión. La figura 4 muestra los cubos Qk para
k = 0, 1, 2.

1
0 k=2
k=0 0 k=1 1
0 1

Figura 4. Los cubos Q0 , Q1 y Q2 .

Definición 9.5. Un k-complejo es una combinación lineal formal de k-cubos


con coeficientes enteros de la forma
c = a1 c1 + a2 c2 + · · · + ap cp ,
ai ∈ Z.

La combinación lineal anterior es sólo formal, y de ninguna manera debe


interpretarse como la función x 7→ a1 c1 (x) + · · · + ap cp (x). Sin embargo, esta
combinación lineal admite una interpretación geométrica. Por ejemplo, si
c = S 1 es el cı́rculo unitario, el cual es recorrido en dirección contraria a las
manecillas del reloj, entonces el complejo 3c denota lo que debe interpretar-
se como un cı́rculo recorrido tres veces en la misma dirección. (Insistimos,
de ninguna manera se debe interpretar como un cı́rculo de radio igual a
3.) Además, el complejo −c se interpreta geométricamente como el cı́rculo
unitario recorrido en dirección de las manecillas del reloj.
Si a = 0, entonces ac = 0c se denota simplemente como 0. Este es
llamado el complejo 0, y no es un 0-complejo (formado por puntos). Los
k-complejos admiten la operación suma de la siguiente manera:
(a1 c1 + · · · + ap cp ) + (b1 c1 + · · · + bp cp ) = (a1 + b1 )c1 + . . . + (ap + bp )cp .

Proseguimos ahora a definir la frontera de un complejo c. Esta frontera


no corresponde a la frontera topológica del complejo c como subconjunto de
Rn , sino al concepto geométrico que se puede interpretar como borde. Por
lo tanto, si c es un k-complejo, su frontera será un (k − 1)-complejo.
Por ejemplo, la frontera de una curva c, está formada simplemente los
bordes de c, es decir, los puntos c(0) y c(1). Como c se recorre de c(0) a c(1),
172 9. Integración de formas diferenciales

a c(0) se le asigna signo negativo, mientras que a c(1) se le asigna un signo


positivo. Por lo tanto, la frontera de c está dada por el 0-complejo
−c(0) + c(1).
Véase la figura 5.

c(0) c(1)
(−) (+)

Figura 5. La frontera de una curva c está dada por el 0-complejo


−c(0) + c(1).

Para extender esta definición a complejos generales, iniciamos por definir


las caras de un cubo.
Definición 9.6. Sea Qk el k-cubo estándar en Rk . Las caras de Qk son los
(k − 1)-cubos Qk(i,α) : [0, 1]k−1 → Rk , i = 1, . . . , k, α = 0, 1, dados por
(9.1) Qk(i,α) (y) = (y 1 , . . . , y i−1 , α, y i , . . . , y k−1 ).

Es decir, la cara Qk(i,α) es el (k − 1)-cubo formado al fijar la i-ésima


coordenada en Qk igual a α.
Por ejemplo, las caras de Q2 están dadas por las curvas Q2(1,0) , Q2(1,1) ,
Q2(2,0) y Q2(2,1) , dadas por
Q2(1,0) (y) = (0, y), Q2(1,1) (y) = (1, y),
Q2(2,0) (y) = (y, 0), y Q2(2,1) (y) = (y, 1).
La figura 6 representa estas caras, y se indica la dirección en que tales curvas
son recorridas.
2
Q(2,1)
1

2
Q(1,0) 2
Q(1,1)

2 1
Q(2,0)

Figura 6. Las 4 caras del cubo Q2 .

Definición 9.7. Sea c : [0, 1]k → Rn un k-cubo en Rn . Entonces definimos


sus caras c(i,α) : [0, 1]k−1 → Rn , i = 1, . . . , k, α = 0, 1, como los (k − 1)-cubos
dados por
c(i,α) = c ◦ Qk(i,α) .
1. Complejos en Rn 173

Ası́, pues, cada cara c(i,α) del cubo c está dada por
c(i,α)(y1 ,...,yk−1 ) = c(y 1 , . . . , y i−1 , α, y i , . . . , y k−1 ).

Ejemplo 9.8 (Caras de D2 ). Las caras del disco D2 , descrito en el ejemplo


9.3, son las curvas
c(1,0) (θ) = (0, 0), c(1,1) (θ) = (cos 2πθ, sen 2πθ),
c(2,0) (r) = (r, 0), y c(2,1) (r) = (r, 0).
Notamos que, como c(1,0) es constante, sólo describe un punto (el origen),
mientras que tanto c(2,0) como c(2,1) describen el mismo segmento de recta
del origen al punto (1, 0).

1
c(1,1)

c(1,0) c(2,0)
−1 c(2,1) 1

−1

Figura 7. Las caras c(i,α) del disco D2 .

Ejemplo 9.9 (Caras de S2 ). Las caras de S2 , descrita en el ejemplo 9.4, son


las curvas
c(1,0) (θ) = (0, 0, 1), c(1,1) (θ) = (0, 0, −1),
c(2,0) (ϕ) = (sen πϕ, 0, cos πϕ) y c(2,1) (ϕ) = (sen πϕ, 0, cos πϕ).
Notamos que c(1,0) y c(1,1) son constantes y describen los polos norte y sur,
respectivamente, mientras que c(2,0) y c(2,1) describen el meridiano en el
plano xz.
Definición 9.10. Sea c : [0, 1]k → Rn un k-cubo. La frontera de c, denotada
por ∂c, es el (k − 1)-complejo dado por
k X
X
∂c = (−1)i+α c(i,α) .
i=1 α=0,1

Si c = a1 c1 + . . . ap cp es un complejo, su frontera está dada por


p
X
∂c = ai ∂ci .
i=1
174 9. Integración de formas diferenciales

c(1,0)

c(2,0)
c(2,1)

c
(1,1)

Figura 8. Las caras c(i,α) de la esfera S2 . c(2,0) y c(2,1) describen el


meridiano en el plano xz, mientras que c(1,0) y c(1,1) describen los polos
norte y sur, respectivamente.

Es decir, la frontera de un cubo c es el complejo formado por sus caras,


donde a cada una se le asigna un signo. Si aplicamos la definición 9.10 a una
curva c, obtenemos que
∂c = −c(1,0) + c(1,1) = −c(0) + c(1),
como ya lo habı́amos discutido anteriormente, y mostrado en la figura 5.
Notamos que en el cı́culo unitario, c(1,0) y c(1,1) son el mismo punto (1, 0),
por lo que entonces tenemos que
∂S1 = 0,
el complejo 0. Una curva c que satisface ∂c = 0 es llamada una curva cerrada.
La figura 9 muestra la frontera del cubo estándar Q2 . Nótese que a las
2
Q(2,1) −1
1

+1
2
Q(1,0) 2
Q(1,1)
−1

2 1
+1 Q(2,0)

Figura 9. La frontera del cubo Q2 .

caras Q2(1,0 y Q2(2,1) se les ha asignado el signo negativo, y que esto tiene
como resultado que la totalidad de la frontera sea recorrida en dirección
opuesta a las manecillas del reloj. Esto se interpreta como una orientación
de la frontera, la cual se discutirá con detalle en el siguiente capı́tulo.
Ejemplo 9.11 (La frontera de D2 ). La frontera del disco D2 , descrito por
la función c definida en el ejemplo 9.3, está dada por el 1-complejo
∂D2 = −c(1,0) + c(1,1) + c(2,0) − c(2,1) .
1. Complejos en Rn 175

Como c(2,0) = c(2,1) , tenemos entonces que


∂D2 = −c(1,0) + c(1,1) ,
el complejo formado por el origen, con signo negativo, y el cı́rculo unitario,
con signo positivo.
Ejemplo 9.12 (La frontera de S2 ). La frontera de la esfera S2 , descrita en
el ejemplo 9.4, está dada por
∂S2 = −c(1,0) + c(1,1) + c(2,0) − c(2,1) .
Como c(2,0) = c(2,1) , el meridiano en el plano xy, entonces
∂S2 = −c(1,0) + c(1,1) ,
el complejo formado por los polos.

El siguiente teorema es una propiedad esencial de la frontera de un


complejo.
Teorema 9.13. Sea c un complejo. Entonces
∂(∂c) = 0.

Es decir, la frontera de la frontera de un complejo es el complejo 0. La


figura 10 muestra la frontera de las fronteras de Q2 y Q3 . Nótese que, en
(+) (−)
(−) (+)

(+) (−)
(−) (+)

Figura 10. Representación de ∂(∂Q2 ) y ∂(∂Q3 ).

ambos casos, las respectivas caras de la cubos que forman las fronteras ∂Q2 y
∂Q3 aparecen dos veces, y con signo contrario. Esto resulta en la cancelación
de dichas caras en los complejos ∂(∂Q2 ) y ∂(∂Q3 ). Esto sucede en general.

Demostración. Es suficiente con demostrar que ∂(∂c) = 0 para un k-cubo


c. Tenemos
X
k X  X k X
i+α
∂(∂c) = ∂ (−1) c(i,α) = (−1)i+α ∂c(i,α)
i=1 α=0,1 i=1 α=0,1
k
X X k−1
X X
= (−1)i+α (−1)j+β c(i,α)(j,β) ,
i=1 α=0,1 j=1 β=0,1
176 9. Integración de formas diferenciales

donde c(i,α)(j,β) representa la cara (j, β), j = 1, . . . , k − 1, β = 0, 1, del


(k − 1)-cubo c(i,α) . Ahora bien, si i ≤ j,
c(i,α)(j,β) (x1 , . . . , xk−2 ) = c(i,α) (x1 , . . . , xj−1 , β, xj , . . . , xk−2 )
= c(x1 , . . . , xi−1 , α, xi , . . . , xj−1 , β, xj , . . . , xk−2 )
= c(j+1,β) (x1 , . . . , xi−1 , α, xi , . . . , xk−2 )
= c(j+1,β)(i,α) (x1 , . . . , xk−2 ),
por lo que entonces
c(i,α)(j,β) = c(j+1,β)(i,α) .
Por lo tanto
k X
X k−1 X X
∂(∂c) = (−1)i+j+β+α c(i,α)(j,β)
i=1 j=1 α=0,1 β=0,1
X X
= (−1)i+j+β+α c(j+1,β)(i,α)
1≤i≤j≤k−1 α,β=0,1
X X
+ (−1)i+j+β+α c(i,α)(j,β)
1≤j<i≤k α,β=0,1
X X
= (−1)i+j−1+β+α c(j,β)(i,α)
1≤i<j≤k α,β=0,1
X X
+ (−1)i+j+β+α c(i,α)(j,β) = 0.
1≤j<i≤k α,β=0,1

2. Integrales de lı́nea
Antes de proceder a la integración de k-formas diferenciales en k-cubos,
tomaremos esta sección para definir y discutir con detalle la integración
de 1-formas diferenciales en curvas, o sea 1-cubos, y en 1-complejos. Tales
integrales son conocidas comúnmente por integrales de lı́nea.
Sea ω es una 1-forma diferencial en un conjunto abierto A ⊂ R que
contiene a Q1 = [0, 1]. Entonces ω está dada por
ω = f dx,
para f : A → R. Es natural entonces definir la integral de ω en Q1 como
Z Z 1
ω= f,
Q1 0

la integral de Riemann de f en [0, 1]. La generalización a la integral sobre


una curva en Rn es inmediata.
2. Integrales de lı́nea 177

Definición 9.14. Sea ω una 1-forma diferencial de clase C 1 definida en un


conjunto abierto A ⊂ Rn , y sea c una curva en A. Definimos la integral de
ω en c como Z Z
ω= c∗ ω.
c Q1

Recordemos que c∗ ω es la forma diferencial dada por la definición 7.25.


Entonces
c∗ (dxi )(t) = (ci )′ (t)dt,
para t ∈ [0, 1]. En notación clásica en R2 , escribimos la curva c como
c(t) = (x(t), y(t)),
por lo que, para una forma ω = P dx + Qdy,

c∗ ω = P (x(t), y(t))x′ (t) + Q(x(t), y(t))y ′ (t) dt.
Entonces la integral de ω en c está dada por
Z Z 1 
ω= P (x(t), y(t))x′ (t) + Q(x(t), y(t))y ′ (t) dt.
c 0

En general, si ω = ω1 dx1 + . . . ωn dxn ,


Z Z 1 
1 n
ω1 dx + . . . + ωn dx = ω1 (c(t))(c1 )′ (t) + . . . + ωn (c(t))(cn )′ (t) dt.
c 0
P
Definición 9.15. Sea ai ci un 1-complejo en A ⊂ Rn , y P sea ω una 1-forma
de clase C 1 en A. Definimos entonces la integral de ω en ai ci como
Z X Z
P ω= ai ω.
ai ci ci

Esta definición es consistente con la interpretación geométrica de un


complejo discutida anteriormente. Si c es una curva y 3c se interpreta como
la curva c ”recorrida”3 veces, entonces esperamos que
Z Z
ω=3 ω
3c c
para cada forma ω.
En ocasiones, dos curvas c1 y c2 pueden representar el mismo objeto
geométrico en Rn . Es decir, si γ = c1 ([0, 1]) es la imagen de c1 , entonces
c2 ([0, 1]) = γ y, además, tanto c1 como c2 recorren a γ de la misma forma:
en la misma dirección y el mismo número de ”veces”. c1 y c2 son llamadas
dos parametrizaciones de γ. La propiedad importante es que la integral de
una forma no depende de la parametrización con la que se describe, como
lo muestra la siguiente proposición.
178 9. Integración de formas diferenciales

Proposición 9.16 (Independencia de parametrización). Sea φ : [0, 1] →


[0, 1] continuamente diferenciable y creciente, con φ(0) = 0 y φ(1) = 1. Sea
A ⊂ Rn abierto, c : [0, 1] → A una curva y ω una 1-forma diferencial C 1 en
A. Entonces Z Z
ω= ω.
c◦φ c

En esta proposición, la curva c ha sido reparametrizada por c ◦ φ.

Demostración. La proposición se sigue fácilmente por el teorema de cam-


bio de variable de la integral en un intervalo en R. Entonces
Z Z Z 1X n

ω= (c ◦ φ) ω = ωi ((c ◦ φ)(t))(ci ◦ φ)′ (t)dt
c◦φ Q1 0 i=1
Z n
1X
= ωi ((c(φ)(t)))(ci )′ (φ(t))φ′ (t)dt
0 i=1
Z φ(1) Xn Z Z
= ωi (c(t))(ci )′ (t)dt = c∗ ω = ω.
φ(0) i=1 Q1 c

Si la función φ es decreciente y φ(0) = 1 y φ(1) = 0, entonces la pa-


rametrización c ◦ φ recorre a c en el sentido opuesto, y de la demostración
anterior es fácil ver que
Z Z
ω = − ω.
c◦φ c
Ası́ que interpretamos al complejo −c como la curva c, pero recorrida en
dirección contraria a la dirección de c.
Si ω es una 1-forma exacta de clase C 1 en A y c es una curva en A,
entonces ω = df para alguna función f : A → R de clase C 2 y
Z Z Z
ω = df = D1 f dx1 + . . . + Dn f dxn
c c c
Z 1

= D1 f (c(t))(c1 )′ (t) + . . . + Dn f (c(t))(cn )′ (t) dt
0
Z 1  
d
= f (c(t)) dt = f (c(1)) − f (c(0)),
0 dt
R
por el teorema fundamental del cálculo. Entonces, la integral c ω sólo de-
pende de los valores de f en c(0) y c(1), es decir, en ∂c. La inversa es
también cierta, lo cual es el contenido de la siguiente proposición. Primero
definiremos algunos conceptos.
2. Integrales de lı́nea 179

Decimos que la función c : [0, 1] → A, A ⊂ Rn , es una curva diferenciable


por pedazos si c es continua y existen t1 , . . . , tp tales que
0 < t 1 < t 2 < . . . < tp < 1
y c es diferenciable en cada intervalo (0, t1 ), (t1 , t2 ), . . ., (tp , 1). En tal caso,
si ω es una 1-forma diferencial C 1 , definimos
Z Z t1 Z t2 Z 1
∗ ∗
ω= c ω+ c ω + ... + c∗ ω.
c 0 t1 tp

Si ci : [0, 1] → A, i = 1, . . . , p + 1, es la curva
ci (t) = c(ti−1 + t(ti − ti−1 )),
donde hemos hecho la convención t0 = 0, tp+1 = 1, entonces podemos identi-
ficar a la curva diferenciable por pedazos c con el 1-complejo c1 + . . . + cp+1 .
De hecho, por la proposición 9.16,
Z p+1 Z
X Z
ω= ω= ω.
c i=1 ci c1 +...+cp+1

Definición 9.17. Decimos que un conjunto abierto A ⊂ Rn es conexo si,


para cada x, y ∈ A, existe una curva diferenciable por pedazos c en A tal
que c(0) = x y c(1) = y.

Figura 11. A es conexo si, para cada x, y ∈ A, existe una curva dife-
renciable por pedazos c en A tal que c(0) = x y c(1) = y.

Ejemplos de conjuntos conexos están dados por los conjuntos convexos,


donde podemos tomar la curva c como la recta de x a y, o los conjuntos
simplemente conexos, donde podemos construı́r c de x a y a través de la
homotopı́a entre A y un punto (ejercicio 4).
Proposición 9.18. Sea A ⊂ Rn abierto y conexo, y ω una 1-forma diferen-
cial en A de clase C 1 . Entonces los siguientes enunciados son equivalentes:
1. ω es exacta en A;
180 9. Integración de formas diferenciales

R
2. cω
depende sólo de ∂c, para cualquier curva c diferenciable por
pedazos; y
R
3. c ω = 0 para cualquier curva diferenciable por pedazos cerrada en
A.

Demostración. Sólo demostraremos que (2) ⇒ (1). Las otras implicaciones


se dejan como ejercicio (ejercicio 5).
Fijamos x0 ∈ A. Para x ∈ A, definimos
Z
f (x) = ω,
c
donde c es una curva diferenciable por pedazos en A de x0 a x. LaR función
f : A → R está bien definida porque A es conexo y la integral c ω sólo
depende de x0 y x (los cuales forman la frontera de c). Demostraremos que
df = ω, es decir Di f = ωi para cada i = 1, . . . , n.
Sea h ∈ R tal que la bola B|h| (x) ⊂ A, y sea ci : [0, 1] → A la curva
ci (t) = x + thei .
Entonces el 1-complejo c + ci describe una curva diferenciable por pedazos
de x0 y x + hei (figura 12) y, por la proposicion 9.16,

A
x
x+hei
ci
c

x0

Figura 12. El 1-complejo c + ci describe una curva diferenciable por


pedazos de x0 y x + hei

Z Z Z 1
f (x + hei ) = ω+ ω = f (x) + wi (x + thei )hdt,
c ci 0
por lo que entonces
Z 1
f (x + hei ) − f (x)
= wi (x + thei )dt,
h 0
que tiende a ωi (x) cuando h → 0. 

La proposición 9.18 puede ser utilizada para verificar si una forma es


exacta o no, como lo muestra el siguiente ejemplo.
2. Integrales de lı́nea 181

Ejemplo 9.19. Recordemos la forma


y x
ω=− 2 2
dx + 2 dy
x +y x + y2
en R2 \ {0}. Ya habı́amos visto antes que esta forma, aunque cerrada, no es
exacta. Podemos verificar esto fácilmente con ayuda de la proposición 9.18.
Sea
c(t) = (cos 2πt, sen 2πt),
el cı́rculo unitario S1 , el cual sabemos que satisface ∂c = 0. Entonces
Z Z 1

ω= (− sen 2πt)(−2π sen 2πt) + (cos 2πt)(2π cos 2πt) dt = 2π 6= 0.
c 0

Por lo que ω es una forma cerrada en R2 \ {0} que no es exacta.

Definición 9.20. Sea ω una forma en A ⊂ Rn . Decimos que la forma ω es


localmente exacta si, para cada x ∈ A, existe un rectángulo abierto alrededor
de x donde la forma es exacta.

Por el lema de Poincaré, todas las formas cerradas son localmente exac-
tas, ya que los rectángulos son conjuntos estrella.

Definición 9.21. Sean c0 , c1 dos curvas cerradas en A. Una homotopı́a de


curvas cerradas entre c0 y c1 es una función H : [0, 1] × [0, 1] → A de clase
C 1 tal que
H(0, t) = c0 (t), H(1, t) = c1 (t),
H(s, 0) = H(s, 1).

Si existe una homotopı́a de curvas cerradas entre c0 y c1 en A, decimos


que estas curvas son homotópicas.

Teorema 9.22. Sea ω una forma cerrada en A. Si c0 y c1 son curvas


cerradas homotópicas en A, entonces
Z Z
ω= ω.
c0 c1

Demostración. Si H : [0, 1]×[0, 1] → A es una homotoı́a de curvas cerradas


de c0 a c1 , entonces H es un 2-cubo cuyas caras satisfacen
H ◦ Q2(1,0) = c0 , H ◦ Q2(1,1) = c1 ,

y H ◦ Q2(2,0) = H ◦ Q2(2,1) . Entonces

∂H = −c0 + c1 .
182 9. Integración de formas diferenciales

Como H([0, 1]2 ) es compacto, existe una partición P de [0, 1]2 tal que,
para cada S ∈ P, ω es exacta en H(S), porque ω es localmente exacta.
Entonces, para cada S ∈ P,
Z
ω = 0,
∂H(S)

porque cada ∂H(S) es una curva cerrada en A. Es fácil ver que


X
∂S = ∂Q2 .
S∈P
X Z
(ejercicio 2), ası́ que ∂H = ∂H(S) y entonces ω = 0. Ası́ que,
S∈P ∂H
Z Z
− ω+ ω = 0,
c0 c1
y por lo tanto Z Z
ω= ω.
c0 c1

Ejemplo 9.23. Consideremos las siguientes curvas en R2 \ {0},
c0 (t) = (sen πt, − cos πt)
c1 (t) = (− sen πt, − cos πt).
Véase la figura 13.

c1 c2

Figura 13. Dos curvas alrededor del origen en R2 .

Si ω es la 1-forma
y x
ω=− dx + 2 dy,
x2 +y 2 x + y2
entonces Z Z 1
ω= πdt = π
c0 0
3. Integración de formas diferenciales 183

mientras que
Z Z 1
ω=− πdt = −π,
c1 0
por lo que podemos concluı́r que c0 y c1 no son homotópicas.

Si A ⊂ Rn es simplemente conexo, entonces toda curva cerrada es ho-


motópica a un punto. Tenemos entonces el siguiente resultado.

Corolario 9.24. Si A es simplemente conexo y ω es cerrada, entonces


Z
ω=0
c

para cualquier curva cerrada en A.

Desde luego, este corolario y la proposición 9.18 implican el lema de


Poincaré para 1-formas (el cual ya hemos demostrado en general, desde
luego).

3. Integración de formas diferenciales


En esta sección definimos la integral de una k-forma diferencial sobre
un k-complejo, extiendiendo la definición de la sección anterior sobre una
curva.
Iniciamos por definir la integral sobre el cubo estándar Qk , de la misma
manera en que definimos la integral de una 1-forma en Q1 . Recordemos que,
si ω es una k-forma en el conjunto abierto A ⊂ Rk , entonces existe una
función f : A → R tal que
ω = f dx1 ∧ . . . ∧ dxk .
A la forma dx1 ∧ . . . ∧ dxk se le conoce como unidad de volumen en Rk , y se
denota simplemente por dx.
Si el conjunto abierto A ⊂ Rk contiene a [0, 1]k , y f es Riemann-
integrable en [0, 1]k , definimos la integral de ω en Qk como
Z Z
ω= f.
Qk [0,1]k

En el caso k = 0, Q0 = {0}, y definimos simplemente


Z
f = f (0).
Q0

La generalización de esta integral a un k-cubo es inmediata.


184 9. Integración de formas diferenciales

Definición 9.25. Sea A ⊂ Rn abierto, y c : [0, 1]k → A un k-cubo en A. Si


ω es una k-forma diferencial en A de clase C 1 , definimos la integral de ω en
c como Z Z
ω= c∗ ω.
c Qk
P
Si ai ci es un k-complejo en A, donde cada ci es un k-cubo, y ω es una
k-forma diferencial en A de clase C 1 , entonces definimos
Z X Z
P ω= ai ω.
ai ci ci

Esta definición extiende la definición de la integral de 1-formas en 1-


complejos estudiada en la sección anterior. Si ω es una 2-forma, entonces la
integral de ω es llamada una integral de superficie, mientras que la integral
de una 3-forma es llamada una integral de volumen.
Ejemplo 9.26. Consideremos el 2-cubo S en R3 dado por la función
(x, y) 7→ (x, y, f (x, y)),
donde f : [0, 1]2 → R es una función diferenciable. Sea
ω = ω1 dy ∧ dz + ω2 dz ∧ dx + ω3 dx ∧ dy
una 2-forma diferencial en un conjunto abierto que contiene a S. Entonces
 
S ∗ ω = − ω1 ◦ SD1 f − ω2 ◦ SD2 f + ω3 ◦ S dx ∧ dy.
Si ω es tal que, en S, las componentes ω1 , ω2 , ω3 , corresponden a las com-
ponentes del vector normal a S
1
p (−D1 f, −D2 f, 1),
1 + (D1 f )2 + (D2 f )2
entonces
Z Z Z p

ω= S ω= 1 + (D1 f )2 + (D2 f )2 dxdy.
S Q2 [0,1]2

Como veremos en capı́tulos posteriores, esta integral calcula el área de la


superficie S. Más adelante, veremos también que ω es llamada unidad de
área, y se denota comúnmente por dA.

4. Teorema de Stokes
Hemos visto que, del Teorema Fundamental del Cálculo, si ω = df en
una curva c, entonces
Z Z
ω = df = f (c(1)) − f (c(0)).
c c
4. Teorema de Stokes 185

Z
Esta integral es igual a f , ya que
∂c
∂c = −c(0) + c(1),
y entonces Z
f = −f (c(0)) + f (c(1)).
∂c
Entonces, el teorema fundamental del cálculo puede ser escrito en el lenguaje
de formas diferenciales como
Z Z
df = f.
c ∂c
Ahora demostraremos la extensión del teorema fundamental del cálculo a k-
formas diferenciales. Este resultado es conocido como el Teorema de Stokes,
y es uno de los más importantes del análisis.
Teorema 9.27 (Teorema de Stokes). Sea A ⊂ Rn un conjunto abierto, c
un k-complejo en A, y ω es una (k − 1)-forma diferencial en A de clase C 2 .
Entonces Z Z
dω = ω.
c ∂c

Demostración. Consideremos primero el caso c = Qk . Si ω una (k − 1)-


forma en un conjunto abierto A ⊃ [0, 1]k , entonces ω es una suma de formas
de la forma
f dxIp ,
donde f : A → R es diferenciable y Ip es el (k − 1)-multiı́ndice
Ip = (1, . . . , p − 1, p + 1, . . . , k),
por lo que consideraremos sólo el caso ω = f dxIp . Como
k X
X
∂c = (−1)i+α Qk(i,α) ,
i=1 α=0,1
entonces
Z k X
X Z
Ip i+α
f dx = (−1) f dxIp
∂c i=1 α=0,1 Qk(i,α)

k X
X Z
i+α
∗
= (−1) Qk(i,α) (f dxIp ).
i=1 α=0,1 [0,1]k−1

Ahora bien,
∗
Qk(i,α) (dxIp ) =
1 p−1 p+1 k
d Qk(i,α) ∧ . . . ∧ d Qk(i,α) ∧ d Qk(i,α) ∧ · · · ∧ d Qk(i,α) ,
186 9. Integración de formas diferenciales

y
(
j xj j 6= i,
Qk(i,α) (x) =
α j = i,
por lo que
(
j dxj j 6= i,
d Qk(i,α) =
0 j = i.
Entonces (
∗ 0 p 6= i,
Qk(i,α) (dxIp ) =
dxIp p = i.
Ası́ que tenemos que
(
∗ f (x1 , . . . , xp−1 , α, xp , . . . , xk−1 ) dxIp i = p,
Qk(i,α) (f dxIp ) =
0 i 6= p.
Por lo tanto
Z
(9.2) f dxIp =
∂c
Z
(−1)p f (x1 , . . . , xp−1 , 0, xp , . . . , xk−1 )dxIp
[0,1]k−1
Z
p+1
+ (−1) f (x1 , . . . , xp−1 , 1, xp , . . . , xk−1 )dxIp .
[0,1]k−1
R Ip ),
Para calcular c d(f dx observamos primero que
k
X
d(f dxIp ) = df ∧dxIp = Di f dxi ∧dxIp = Dp f dxp ∧dxIp = (−1)p−1 Dp f dx.
i=1

Entonces Z Z
Ip
d(f dx ) = (−1)p−1 Dp f dx,
c [0,1]k
y por el teorema de Fubini,
Z Z Z 1 
Ip p−1
d(f dx ) = (−1) Dp f dxp dxIp
c [0,1]k−1 0
Z

= (−1)p−1 f (x1 , . . . , 1, . . . , xk ) − f (x1 , . . . , 0, . . . , xk ) dxIp ,
[0,1]k−1

la cual es igual a (9.2). Por lo tanto


Z Z
d(f dxIp ) = f dxIp .
c ∂c
4. Teorema de Stokes 187

Podemos concluı́r entonces que, para cualquier (k − 1)-forma ω en Qk ,


Z Z
dω = ω.
Qk ∂Qk

Supongamos ahora que c : [0, 1]k → A ⊂ Rn es un k-cubo diferenciable


en A. Entonces
Z Z Z Z
∗ ∗
dω = c (dω) = d(c ω) = c∗ ω
c [0,1]k [0,1]k ∂Qk
k
X X Z
= (−1)i+α c∗ ω.
i=1 α=0,1 Qk(i,α)

Ahora bien,
Z Z Z

∗ ∗
c ω= Qk(i,α) c∗ ω = c ◦ Qk(i,α) ω
Qk(i,α) [0,1]k−1 [0,1]k−1
Z Z
= c∗(i,α) ω = ω,
[0,1]k−1 c(i,α)

por lo que entonces


Z k X
X Z Z
i+α
dω = (−1) ω= ω.
c i=1 α=0,1 c(i,α) ∂c

P
Si ai ci es un k-complejo y ω una (k − 1)-forma, entonces
Z X Z X Z Z Z
P dω = ai dω = ai ω= P ω= P ω.
ai ci ci ∂ci ai ∂ci ∂( ai ci )


Ejemplo 9.28. Recordemos la forma ω en R2 \ {0} dada por
y x
ω=− 2 dx + 2 dy.
x + y2 x + y2
Si S 1 (t) = (cos(2πt), sen(2πt)) es el cı́rculo unitario, entonces, como ya
habı́amos visto, Z
ω = 2π.
S1
Si D es un 2-cubo en R2 \ {0}, entonces
Z Z
ω= dω = 0,
∂D D

porque ω es una forma cerrada. Podemos conlucı́r entonces que S 1 no es la


frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}.
188 9. Integración de formas diferenciales

En general, si sR,n (t) = (R cos 2πnt, R sen 2πnt), entonces podemos ve-
rificar que Z
ω = 2πn,
sR,n

ası́ que, si n 6= 0, sR,n tampoco es la frontera de un 2-complejo en R2 \ {0}.

El Teorema de Stokes tiene una variedad de aplicaciones, sobre todo en


el contexto más general que se estudiará en los capı́tulo posteriores. Entre
ellas se encuentra la siguiente demostración del teorema fundamental del
álgebra.
Teorema 9.29 (Teorema Fundamental del Álgebra.). Si
f (z) = z n + an−1 z n−1 + · · · + a0
es un polinomio en C, n ≥ 1, entonces existe r ∈ C tal que
f (r) = 0.

A primera vista puede ser una sorpresa entontrarse un teorema del álge-
bra, y sobre todo el teorema “fundamental”, en un estudio del análisis o
de la geometrı́a. Sin embargo, este teorema posee una cualidad: se refiere al
campo de los números complejos, el cual no puede ser definido en términos
puramente algebraicos. Por lo tanto, no podemos esperar una demostración
puramente algebraica. A continuación presentamos una demostración basa-
da no sólo en el análisis, sino también en las ideas geométricas discutidas en
este capı́tulo.

Demostración. Definimos la curva cerrada sR,f = f ◦ sR,1 . Es decir,


sR,f (t) = f (R cos 2πt + iR sen 2πt) = f (Re2πit ).
Demostraremos primero que, si R es suficientemente grande, entonces sR,f

C R,1
R f
0 1

Figura 14

no es la frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}.


Consideramos el 2-cubo c : [0, 1]2 → R2 dado por
c(u, v) = v sR,f (u) + (1 − v)sR,n (u),
4. Teorema de Stokes 189

donde sR,n es la curva definida en el ejemplo anterior. Notemos que, para R


suficientemente grande, existe una constante C > 0 tal que
|sR,f (u)| = |f (Rei2πu )| ≥ Rn − CRn−1 .
La constante C depende sólo de los coeficientes del polinomio f . Ahora,
como
|sR,n (u)| = R,
tenemos que
|c(u, v)| ≥ v(Rn − CRn−1 ) + (1 − v)R.
Entonces la curva c se encuentra lejos del origen (0, 0), si R es suficientemente
grande, y en tal caso c es un 2-cubo en R2 \ {0}.
Para v ∈ [0, 1],
∂c(v) = −c(1,0) (v) + c(1,1) (v) + c(2,0) (v) − c(2,1) (v)
= −c(0, v) + c(1, v) + c(v, 0) − c(v, 1)
= −(vsR,f (0) + (1 − v)sR,n (0)) + (vsR,f (1) + (1 − v)sR,n (1))
+ sR,n (v) − sR,f (v)
= sR,n (v) − sR,f (v),

porque sR,f (0) = sR,f (1) y sR,n (0) = sR,n (1).


Si ω es la forma
y x
ω=− dx + 2 dy,
x2 +y 2 x + y2
entonces, por el teorema de Stokes,
Z Z Z Z
0 = dω = ω= ω− ω,
c ∂c sR,n sR,f

y por lo tanto
Z
ω = 2πn.
sR,f

Como dω = 0, igual que en el ejemplo anterior podemos concluı́r que


sR,f no es la frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}.
Sea DR = {z ∈ C : |z| ≤ R} el disco de radio R alrededor de 0. Es fácil
ver que ∂DR = sR,1 , por lo que entonces
∂(f ◦ DR ) = sR,f .
Como sR,f no es la frontera de ningún 2-complejo en R2 \ {0}, 0 ∈ f ◦ DR .
Es decir, existe r ∈ DR tal que f (r) = 0. 
190 9. Integración de formas diferenciales

Ejercicios

1. Muestra que un rectángulo R ⊂ Rn es un n-cubo.


2. Sea R un rectángulo en Rn , y sea P un partición de R. Muestra que
X
∂S = ∂R.
S∈P

3. Considera la curva c en A, y P = {s0 = 0 < s1 < . . . < sp = 1} una


partición de [0, 1]. Sea ci : [0, 1] → A, i = 1, . . . , p, la curva
ci (t) = c(si−1 + (si − si−1 )t),
y c̃ el complejo
c̃ = c1 + . . . + cp .
Muestra que, para una 1-forma ω en A,
Z Z
ω = ω.
c̃ c
4. Muestra que un conjunto abierto simplemente conexo es conexo. (Su-
gerencia: Sea H una homotopı́a de x0 ∈ A a A, y considera las curvas
t 7→ H(t, x) y t 7→ H(t, y) para construı́r una curva diferenciable por
pedazos de x a y.)
5. Completa la demostración de la proposición 9.18.
6. Sea ω la 1-forma en R2 \ {0} dada por
y x
ω=− 2 2
dx + 2 dy.
x +y x + y2
Muestra que, si sR,n (t) = (R cos 2πnt, R sen 2πnt), entonces
Z
ω = 2πn,
sR,n

7. Sea ω una 1-forma cerrada en R2 \ {0}. Muestra que


ω = λdθ + dg,
para algún λ ∈ R y g : R2\ {0} → R diferenciable. (Sugerencia: Para
2
R > 0, sea cR : [0, 1] → R \ {0} la curva
cR (t) = (R cos(2πt), R sen(2πt)),
y considera c∗R (ω).)
8. Sea ω = 2xy 3 dx + 3x2 y 2 dy, y c(t) = (t, t2 ). Calcula
Z
ω.
c
Ejercicios 191

9. Sea ω una 1-forma definidaR en el conjunto abierto A ⊂ Rn tal que, para


cualquier curva cerrada c, c ω es un número racional. Muestra que ω es
cerrada.
Parte 4

Variedades
diferenciables
Capı́tulo 10

Variedades
diferenciables

1. Variedades diferenciables en Rn
A grandes rasgos, una variedad diferenciable es un conjunto que, local-
mente, es difeomorfo al espacio euclideano. En este capı́tulo estudiaremos
las variedades diferenciables dadas como subconjuntos de Rn , y generaliza-
remos la teorı́a de campos vectoriales, formas diferenciales e integración a
tales objetos.
En esta sección empezaremos por las definiciones básicas.

Definición 10.1. Un subconjunto M ⊂ Rn es una variedad diferenciable


de dimensión k si, para cada x ∈ M , existen conjuntos abiertos U ⊂ Rk y
V ⊂ Rn y una función continuamente diferenciable f : U → V tales que

1. x ∈ V ;
2. f (U ) = V ∩ M , f es inyectiva y f −1 : V ∩ M → U es continua; y
3. para cada y ∈ U , el Jacobiano f ′ (y) tiene rango k.

A la función f se le llama un sistema de coordenadas alrededor de x.

La definición 10.1 implica entonces que una variedad diferenciable de


dimensión k es un conjunto tal que, localmente, es la imagen de una función
definida en un conjunto abierto U en Rk y con valores en Rm (figura 1). La
condición que la imagen f (U ) es un conjunto de la forma V ∩ M alrededor
de cada punto de M establece una cubierta natural para M de conjuntos
abiertos, los cuales forman lo que comúnmente se llama un atlas.

195
196 10. Variedades diferenciables

Notemos que, como el Jacobiano f ′ (y) es una matriz de n × k para cada


y ∈ U , entonces la tercer condición de la definición 10.1 es equivalente a
decir que las columnas de f son linealmente independientes, o que generan
un subespacio de dimensión k en Rn .

y2
V
f
( y 1, y2 )
U . y1
M

V M

f ( y 1, y 2 )

Figura 1. Sistema local de coordenadas alrededor de f (y) ∈ M , donde


M es una variedad de dimensión 2 en R3 . La imagen de U ⊂ R2 bajo f
es un conjunto de la forma V ∩ M , donde V es abierto en R3 .

Ejemplo 10.2 (La esfera Sk ). Consideremos la esfera Sk en Rk+1 dada por


Sk = {x ∈ Rk+1 : |x| = 1}.
Sea x ∈ Sk , y tomamos i tal que xi 6= 0. Sin pérdida de generalidad, supo-
nemos que xi > 0. Definimos los conjuntos U ⊂ Rk y V ⊂ Rk+1 como
U = {y ∈ Rk : y < 1} y V = {z ∈ Rk+1 : z i > 0},
y definimos la función f : U → V como:
p 
f (y) = y 1 , . . . , y i−1 , 1 − |y|2 , y i+1 , . . . , y k ,
p
donde |y| = (y 1 )2 + · · · + (y k )2 . Entonces f (U ) = V ∩ Sk y f −1 : V ∩ S k →
U está dada por
f −1 (z) = (z 1 , . . . , z i−1 , z i+1 , . . . , z k+1 ).
Véase la figura 2.
Observación 10.3. El conjunto Sk es el conjunto solución de la ecuación
|x|2 = 1
en Rk+1 . Es decir, si definimos g : Rk+1 → R por g(x) = |x|2 − 1, entonces
Sk = g−1 ({0}). Observamos que g es continuamente diferenciable y que
Dg(x) 6= 0 para todo x ∈ Rk+1 .

Esta observación se puede generalizar en el siguiente teorema.


1. Variedades diferenciables en Rn 197

z
(x,y,z)

y
x

Figura 2. La esfera S2 ⊂ R3 . Si (x0 , y0 , z0 ) ∈ S3 , y z0 > 0, podemos


tomar U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1} y V = R3+ . Entonces un sistema
local de coordenadas
p alrededor de (x0 , y0 , z0 ) está dado por (x, y) →
(x, y, z), con z = 1 − (x2 + y 2 ).

Teorema 10.4. Sea A ⊂ Rn abierto, p < n, g : A → Rp continuamente


diferenciable tal que g′ (x) tiene rango p para toda x ∈ A tal que g(x) = 0.
Entonces M = g−1 ({0}) es una variedad diferenciable en Rn de dimensión
n − p.

Demostración. Sea x0 ∈ M . Por el Teorema del Rango (teorema 3.29),


existen abiertos V, W ⊂ Rn , x0 ∈ V , y una biyección Ψ : W → V continua-
mente diferenciable, con Ψ−1 : V → W diferenciable, tales que
g ◦ Ψ(x) = (xn−p+1 , . . . , xn ).
Sea π : Rn → Rn−p dada por π(x) = (x1 , . . . , xn−p ), y U = π(W ). Entonces,
si definimos f : U → V por
(10.1) f (y) = Ψ(y, 0),
f es un sistema de coordenadas alrededor de x en M . Para verificar esto,
notamos que claramente f es diferenciable, porque Ψ lo es, y, si y ∈ U ,
f (y) ∈ V y
g(f (y)) = g(Ψ(y, 0)) = 0,
por lo que f (y) ∈ M . Además, f −1 = π ◦ Ψ−1 |V ∩M es continua (de hecho
diferenciable).
Por último, el Jacobiano
f ′ (y) = (Dj Ψi (y, 0))1≤i≤n,1≤j≤n−p
tiene rango n − p porque Ψ′ (y, 0) es no singular, y por lo tanto sus primeras
n − p columnas nos linealmente independientes. 

Si M es una variedad diferenciable en Rn de dimensión k, escribiremos


conmúnmente M k .
Definición 10.5. Si f : A → B es una biyección continua tal que f −1 :
B → A es continua, entonces f es llamada un homeomorfismo.
198 10. Variedades diferenciables

Si U, V ⊂ Rn son abiertos, y f : U → V es una biyección continuamente


diferenciable tal que f −1 : V → U es continuamente diferenciable, entonces
f es un difeomorfismo.

El siguiente teorema clasifica una variedad M k en términos de sus difeo-


morfismos locales.
Teorema 10.6. Sea M k ⊂ Rn una variedad diferenciable y f1 : U1 → M ,
f2 : U2 → M dos sistemas de coordenadas tales que
f1 (U1 ) ∩ f2 (U2 ) 6= ∅.
Entonces
f2−1 ◦ f1 : f1−1 (f2 (U2 )) → f2−1 (f1 (U1 ))
es un difeomorfismo.

Demostración. Sean V1 = f1 (U1 ), V2 = f2 (U2 ), V = V1 ∩V2 y f1−1 (V ) = U .


Demostraremos que f2−1 ◦ f1 es continuamente diferenciable y, para cada
x ∈ U,
det(f2−1 ◦ f1 )′ (x) 6= 0.
Esto es suficiente para mostrar el teorema 10.6, por el teorema de la función
inversa.
Sea x ∈ U . Entonces f1 (x) ∈ V , y existe y ∈ U2 tal que
f1 (x) = f2 (y).
Véase la figura 3. Los Jacobianos f1′ (x) y f2′ (y) tienen rango k. Sin pérdi-
da de generalidad, asumiremos que los primeros k renglones de f1′ (x) son
linealmente independientes.
Ahora bien, como f2′ (y) tiene rango k, podemos escoger k renglones
linealmente independientes, digamos los renglones l1 , l2 , . . . , lk . Entonces la
matriz  
Dj f2li (y)
1≤i,j≤k
es no singular, es decir  
det Dj f2li (y) 6= 0.
Definimos F : U2 × Rn−k → Rn como
F (z, w) = f2 (z)+(w1 , . . . , wl1 −1 , 0, wl1 , . . . , wl2 −2 , 0, . . . , wlk −k , 0, . . . , wn−k ),
es decir, sumamos a f2 (z) ∈ Rn el vector en Rn formado por el vector
w ∈ Rn−k y k ceros en las coordenadas l1 , . . . , lk .

Entonces F ′ (z, w) = f2′ (z) J , donde J es la matrix de n × (n − k)
formada por la identidad In−k y 0-vectores en los renglones l1 , . . . , lk .
Entonces    
det F ′ (y, 0) = ± det Di f2li (y) 6= 0,
1. Variedades diferenciables en Rn 199

f 2−1 f1
U1
U2
y
x
U

f1 (x) f2
f1

M V1 V2

Figura 3. Diagrama del la demostración del teorema 10.6.

y por el Teorema de la Función Inversa, existen abiertos W1 , W2 ⊂ Rn ,


(y, 0) ∈ W1 ⊂ U2 × Rn−k , tales que
F : W1 → W2
es un difeomorfismo. Además
F (y, 0) = f2 (y) = f1 (x),
por lo que
(y, 0) = F −1 (f1 (x)).

Si π : Rn → Rk es la proyección π(z) = (z 1 , . . . , z k ), entonces


F (z, 0) = f2 ◦ π(z, 0)
para todo (z, 0) ∈ W1 , y entonces
f2−1 ◦ f1 = π ◦ F −1 ◦ f1 ,

en una vecindad de x (en el conjunto abierto f1−1 (F (π(W1 )))). Por lo tanto
f2−1 ◦ f1 es diferenciable alrededor de x.
Por la regla de la cadena, el Jacobiano de (f2−1 ◦ f1 )′ (x) está dado por

π ′ · (F −1 )′ (f1 (x)) · f1′ (x),


200 10. Variedades diferenciables

la cual es una matriz de k × k cuyos renglones son los primeros k renglones


de la matriz (F −1 )′ (f1 (x)) · f1′ (x). Como, por la hipótesis inicial, los prime-
ros k renglones de f1′ (x) son linealmente independientes y (F −1 )′ (f1 (x)) es
no singular, entonces los primeros k renglones de (F −1 )′ (f1 (x)) · f1′ (x), y
entonces los de (f2−1 ◦ f1 )′ (x), son linealmente independientes.
Por lo tanto (f2−1 ◦ f1 )′ (x) es no singular. 

2. Espacio tangente
En esta sección estudiaremos el espacio tangente en un punto de una
variedad diferenciable, la cual generalizará la definición de Rnp para p ∈ Rn
estudiada anteriormente. Como nuestras variedades M son subconjuntos de
Rn , es natural definir el espacio Mp como un subespacio de Rnp

Definición 10.7. Sea M k una variedad diferenciable en Rn y f : U → M un


sistema de coordenadas alrededor de p = f (a). Definimos la transformación
lineal f∗ : Rka → Rnp como
f∗ (va ) = Df (a)(v)p .

Como f ′ (a) tiene rango k, f∗ (Rka ) es un subespacio de dimensión k en


Rnp . A f∗ (Rka ) le llamaremos el espacio tangente en p.

k U
|R
Df(a)(v) p
va
a
M

Figura 4. El espacio tangente en p ∈ M k está definido como el subes-


pacio f∗ (Rka ) de dimensión k en Rn
p.

Si g : V → M es otro sistema de coordenadas alrededor de p = g(b),


entonces

g∗ (Rkb ) = (f ◦ f −1 ◦ g)∗ (Rkb ) = f∗ (f −1 ◦ g)∗ (Rkb ) = f∗ (Rka ),
porque (f −1 ◦ g)∗ es un isomorfismo, por el teorema 10.6. Entonces podemos
garantizar que el espacio tangente es independiente del sistema de coorde-
nadas.
Ejemplo 10.8 (Recta tangente). Sea γ ⊂ R2 una variedad diferenciable de
dimensión 1 en R2 (a las que comúnmente llamaremos curvas, al igual que
los 1-cubos), y sea f : (−δ, δ) → V , V ⊂ R2 , un sistema de coordenadas
alrededor del punto f (0) = p ∈ γ.
2. Espacio tangente 201

Entonces f∗ : R10 → R2p , f∗ (λ0 ) = Df (0)(λ)p = λf ′ (0)p ∈ R2p . Si

f (t) = (x(t), y(t)), t ∈ (−δ, δ),

entonces
 
′ x′ (t)
f (t) = ,
y ′ (t)
por lo que
 ′ 
x (0)
f∗ (R10 ) = gen{ ′ } ⊂ R2p .
y (0) p

Ası́ que el espacio tangente en p es la recta tangente a γ en p, como se


observa en la figura 5.

p
γ

f*(|R10 )

Figura 5

Ejemplo 10.9 (La esfera en R3 ). Consideramos un punto (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2


en la esfera en R3 , con z0 > 0. Sea f : U → R3+ , donde

U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1},

el sistema de coordenadas alrededor de (x0 , y0 , z0 ) dado por


p
f (x, y) = (x, y, 1 − x2 − y 2 ).

Entonces (x0 , y0 , z0 ) = f (x0 , y0 ). El Jacobiano de f en (x0 , y0 ) está dado por


la matriz de 3 × 2
   
1 0 1 0
 0 1   0 1 
f ′ (x0 , y0 ) = 
 x0 y0
=
 x y0 
0
−p − p − −
1 − x20 − y02 1 − x20 − y02 z0 z0
202 10. Variedades diferenciables

Entonces
 x0  !⊥
⊥ 1 0 −
im f ′ (x0 , y0 ) = ker(f ′ (x0 , y0 ))t = ker  z
y00 
0 1 −
z0
( x  )!⊥
0
= gen  y0  .
z0
Entonces,
f∗ (R2(x0 ,y0 ) ) = {(x, y, z) ∈ R3(x0 ,y0 ,z0 ) : xx0 + yy0 + zz0 = 0},

el cual puede ser 


identificado
 como el plano tangente a S2 , es decir, el plano
x0
normal al vector  y0  y que pasa por el punto (x0 , y0 , z0 ), como se muestra
z0
en la figura 6.

(x0 , y0 , z 0 )

Figura 6

De hecho, no es muy difı́cil verificar que, si la variedad M está definida


por M = g−1 ({0}), donde g : A → R satisface las hipótesis del teorema 10.4,
entonces el espacio tangente Mp está dado por
ker g∗ = {x ∈ Rnp : Dg(p)(x) = 0},
es decir, el hiperplano en p de vectores ortogonales a grad g(p) (ejercicio 8).
Al espacio tangente en x ∈ M k lo denotamos por Mx (ó Tx M ). El haz
tangente de M es el conjunto
[
TM = Mx ,
x∈M

es decir, la unión de los espacios tangentes en cada punto de M .


3. Variedades con frontera 203

3. Variedades con frontera


En esta sección introduciremos las variedades diferenciables con frontera,
donde generalizaremos el concepto de frontera de un cubo o un complejo.
En general, una variedades diferencial no tiene caras, por lo que la definición
tendrá que llevarse a cabo localmente, al igual que la definición original de
variedad diferenciable.
Consideremos el semiespacio superior cerrado
Hk = {x ∈ Rk : xk ≥ 0}.
Es decir, Hk es la cerradura del semiespacio Rk+ .
Definición 10.10. El conjunto M ⊂ Rn es una variedad diferenciable con
frontera de dimensión k si, para cada x ∈ M , existen abiertos U ⊂ Rk ,
V ⊂ Rn y una función continuamente diferenciable f : U → V tales que
1. x ∈ V ;
2. f : U ∩ Hk → V ∩ M es un homeomorfismo; y
3. f ′ (y) es de rango k para todo y ∈ U ∩ H k .
De nuevo, a la función f le llamaremos un sistema coordenado alrededor de
x.

Es decir, no requerimos que, localmente, M sea la imagen diferenciable


de un abierto en Rk , sino de un abierto en Hk (la intersección de un abierto
con Hk ). Véase la figura 7.

f
M

U
U Hk

V M V

Figura 7. En M , el conjunto V ∩ M es ahora la imagen de un conjunto


del tipo U ∩ Hk , con U abierto en Rk .

Observemos que esta definición cumple con las mismas propiedades que
una variedad diferenciable; es decir, si tenemos dos sistemas coordenados
f1 : U1 → V1 y f2 : U2 → V2 , entonces
f2−1 ◦ f1 : f1−1 (f2 (U2 )) → f2−1 (f1 (U1 ))
204 10. Variedades diferenciables

es un difeomorfismo (aunque los conjuntos f1−1 (f2 (U2 )) y f2−1 (f1 (U1 )) no
son necesariamente abiertos en Rk ).
De nuevo, si M es una variedad diferenciable con frontera de dimensión
k, la denotaremos como M k .
Definición 10.11. Sea M k ⊂ Rn una variedad diferenciable con frontera.
Decimos que x ∈ M está en la frontera de M si existe un sistema coordenado
f : U → V tal que x = f (a) y ak = 0.
Denotamos como ∂M al conjunto de puntos en la frontera de M , y nos
referimos a ∂M como la frontera de M .
Observación 10.12. La definición de la frontera ∂M de M es independiente
del sistema de coordenadas elegido. Es decir, si
f : U1 → V1 y g : U2 → V2
son dos sistemas coordenados alrededor de x ∈ M y, si x = f (a) = g(b) y
ak = 0, entonces necesariamente bk = 0.
Supongamos que bk > 0. Entonces podemos suponer que U2 ⊂ Rk+ . En
tal caso, U2 ∩ Hk = U2 , ası́ que g(U2 ) = V2 ∩ M .
Si V = V1 ∩ V2 , entonces
f −1 ◦ g : g−1 (V ) → f −1 (V )
es un difeomorfismo. Por el teorema de la función inversa, como g−1 (V ) es
abierto, entonces f −1 (V ) = (f −1 ◦ g)(g−1 (V )) es abierto. Pero esto implica
que f −1 (V ) ⊂ Rk+ , lo cual contradice que ak = 0.
Ejemplo 10.13 (El disco D2 ⊂ R2 ). Consideremos el conjunto D2 dado por
D2 = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 ≤ 1},
el disco en R2 (en particular, D2 = B2 ). Verificaremos que D2 es una variedad
de dimensión 2 con frontera ∂D2 = S1 .

δ D2 = S 1

D2

Figura 8. La frontera del disco D2 es igual a S1 .


3. Variedades con frontera 205

Sea (x0 , y0 ) ∈ D2 . Si x20 + y02 < 1, entonces podemos tomar


U = V = {(x, y) ∈ R2 : x2 + (y − 1)2 < 1},
y f : U → V la función dada por
f (x, y) = (x, y − 1)
como sistema coordenado alrededor de (x0 , y0 ). (Notemos que (x0 , y0 ) =
f (x0 , y0 + 1).)
Supongamos ahora que x20 + y02 = 1. Sin pérdida de generalidad supone-
mos que y0 > 0. Sea U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}, V = R2+ , y f : U → V
la función p
f (x, y) = (x, 1 − x2 − y).

Como x2 + y 2 < 1 en U , |y| < 1 − x2 , por lo que f (x, y) ∈ V para todo
(x, y) ∈ U . Además, f es continuamente diferenciable en U .
Ahora bien, si (x, y) ∈ U ∩ H2 , entonces y ≥ 0, por lo que
p p
0 < 1 − x 2 − y ≤ 1 − x2 ,
y entonces f (x, y) ∈ V ∩ D2 . Ahora bien, si (x, y) ∈ V ∩ D2 , entonces
p
(x, y) = f (x, 1 − x2 − y),
por lo que entonces f (U ∩ H2 ) = V ∩ D2 . Su inversa está dada por sı́ misma,
ası́ que es continua (de hecho C 1 ).
Finalmente, verificamos que (x0 , y0 ) ∈ ∂D2 . Sólo es suficiente con verifi-
car que (x0 , y0 ) = f (x0 , 0), porque x20 + y02 = 1 y y0 > 0.

Este ejemplo se puede generalizar a la bola Bn en Rn (ejercicio 13).


Observamos que, como ∂D 2 = S1 , entonces ∂D 2 es una variedad de
dimensión 1, mientras que D2 es una variedad de dimensión 2. En general,
tenemos el siguiente resultado.
Proposición 10.14. Si M k ⊂ Rn es una variedad diferenciable con frontera
y ∂M 6= ∅, entonces ∂M es una variedad diferenciable de dimensión k − 1.

Demostración. Sea x ∈ ∂M , y sea f : U → V , U ⊂ Rk , V ⊂ Rn , un


sistema coordenado alrededor de x. Entonces x = f (a), donde a ∈ U y
ak = 0.
Sea ψ : Rk−1 → Rk la función
ψ(y) = (y 1 , . . . , y k−1 , 0), y ∈ Rk−1 ,
y sea U ′ ⊂ Rk−1 el conjunto
U ′ = {y ∈ Rk−1 : (y, 0) ∈ U } = ψ −1 (U ).
206 10. Variedades diferenciables

Verificaremos que g : U ′ → V , donde g = f ◦ψ, es un sistema de coordenadas


alrededor de x ∈ ∂M .
Primero, es claro que U ′ es abierto en Rk−1 y que x ∈ V . Ahora bien,
como f y ψ son continuamente diferenciables, f ◦ ψ es continuamente dife-
renciable, por la regla de la cadena.
Si y ∈ U ′ entonces f (ψ(y)) ∈ ∂M , por la definición de ∂M . Como
V ∩ M ⊂ f (U ), por la observación anterior, V ∩ ∂M ⊂ f (ψ(U ′ )). Ası́ que
f ◦ ψ(U ′ ) = V ∩ ∂M.
Además, es claro que (f ◦ ψ)−1 : V ∩ ∂M → U ′ es continua, porque (f ◦ ψ)−1
es la restricción de f −1 a V ∩ ∂M .
Por último, tenemos que verificar que, para cada y ∈ U ′ , el Jacobiano
(f ◦ ψ)′ (y) tiene rango k. Ahora bien, por la regla de la cadena, la matriz
(f ◦ ψ)′ (y) es igual al producto
f ′ (y, 0) · ψ ′ (y).
La matriz ψ ′ (y) es una matriz de k × (k − 1), cuyos primeros k − 1 renglones
forman la matriz identidad Ik−1 , ası́ que sus k − 1 columnas son linealmente
independientes.
Por otro lado, las k columnas de f ′ (y, 0) son linealmente independientes,
lo cual implica que k de sus renglones lo son. El resultado de multiplicar estos
k renglones por la matriz ψ ′ (y) da como resultado una matriz de k × (k − 1)
con sus k − 1 columnas linealmente independientes. Por lo tanto, la matriz,
de tamaño n × (k − 1), f ′ (y, 0) · ψ ′ (y) tiene rango k − 1. 

Ejercicios

1. Demuestra que un subespacio de dimensión k de Rn es una variedad


diferenciable de dimensión k.
2. Muestra que un conjunto abierto U ⊂ Rn es una variedad diferenciable
de dimensión n en Rn .
3. De manera inversa al ejercicio anterior, muestra que, si M es una varie-
dad diferenciable en Rn de dimensión n, entonces es un conjunto abierto
en Rn .
4. Si M k ⊂ Rn es una variedad diferenciable y x ∈ M , muestra que existe
un abierto V ⊂ Rn , x ∈ V , y una función g : V → Rn−k tal que
V ∩ M = g−1 ({0}) y g′ (y) tiene rango k para todo y ∈ V ∩ M .
5. Sea g : R2 → R dada por g(x, y) = x2 − y 2 . Explica por qué el conjunto
g−1 ({0}) no es una variedad diferenciable en dimensión 1 en R2 .
Ejercicios 207

6. Si M k una variedad diferenciable en Rn , k < n, muestra que M tiene


medida 0.
7. Sea M k una variedad diferenciable en Rn tal que
M ⊂ {x ∈ Rn : x1 = 0, xi > 0, i = 2, . . . , n}.
Sea N el conjunto que resulta al revolver M alrededor del eje xn . Mues-
tra que N es una variedad diferenciable de dimensión k + 1. (Ve como
ejemplo la figura 1.)

Figura 9. El toro T2 es el resultado de revolver un cı́rculo en el plano


yz alrededor del eje z.

8. Sea A ⊂ Rn un conjunto abierto y g : A → R diferenciable, g′ (x) 6= 0


para x ∈ A y M = g−1 ({0}) 6= ∅. Muestra que el espacio tangente en
p ∈ M es igual a
{x ∈ Rnp : x · grad g(p) = 0}.
Es decir, Mp es el hiperplano en Rnp normal a grad g(p), el gradiente de
g en p.
9. Sea f : Rn → Rm y considera su gráfica G = {(x, y) ∈ Rn+m : y = f (x)}.
Muestra que G es una variedad diferenciable de dimensión n si, y sólo
si, f es diferenciable.
10. Sea G ⊂ R3 la gráfica de la función diferenciable f : R2 → R. Calcula el
espacio (plano) tangente en (x0 , y0 , z0 ) ∈ G.
11. En general, muestra que si G ⊂ Rn+1 es la gráfica de la función diferen-
ciable f : Rn → R, entonces el espacio tangente en x0 ∈ G está dado por
el hiperplano en Rn+1 1 n
x0 normal al vector n = (− grad f (x0 , . . . , x0 ), 1).
12. Muestra que el cilindro C ∈ R3 dado por
C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1, 0 ≤ z ≤ 1},
es una variedad diferenciable con frontera de dimensión 2.
13. Muestra que la bola Bn ∈ Rn es una variedad diferenciable con frontera
de dimensión n, y ∂Bn = Sn−1 .
Capı́tulo 11

Orientación

1. Campos vectoriales y formas diferenciales


En este capı́tulo introduciremos el concepto de orientación, muy impor-
tante en el análisis de variedades, en particular la teoriá de integración.
Iniciamos esta sección con extender las definiciones de campo vectorial
y forma diferencial en Rn , a una variedad diferenciable.

Definición 11.1. Sea M una variedad diferenciable de dimensión k en Rn


(posiblemenete con frontera). Un campo vectorial en M es una función F :
M → T M tal que, para cada x ∈ M , F (x) ∈ Mx , el espacio tangente en x.

Si f : U → V es un sistema de coordenadas, existe un (único) campo


vectorial G : U → T Rk tal que
F (f (a)) = f∗ (G(a))
para cada a ∈ U . Decimos que el campo F es continuo (diferenciable, C k ,
etc.) si G es continuo (diferenciable, C k , etc., respectivamente). Por el teo-
rema 10.6, la diferenciabilidad del campo F es independiente del sistema de
coordenadas elegido alrededor de cualquier punto particular en M .

Ejemplo 11.2. Consideremos la esfera S2 en R3 . Definimos la función F


dada por
 
xz
F (x, y, z) =  yz  .
z 2 − 1 (x,y,z)

Verificaremos que F es un campo vectorial en S2 . Como ya habı́amos visto,


el espacio tangente en un punto (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2 es el plano normal al vector

209
210 11. Orientación

 
x0
n =  y0  y que pasa por el punto (x0 , y0 , z0 ), por lo que tenemos que
z0
verificar que F (x0 , y0 , z0 ) es ortogonal a n. Pero
F (x0 , y0 , z0 ) · n = x20 z0 + y02 z0 + z03 − z0 = (x20 + y02 + z02 )z0 − z0 = 0,
porque x20 + y02 + z02 = 1.

Figura 1. Representación del campo (x, y, z) 7→ (xz, yz, z 2 − 1) en la


esfera S2 .

Consideramos ahora el sistema de coordenadas f : U → V alrededor del


punto (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2 , con z0 > 0, definido por
U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}, V = R3+
y
p
f (x, y) = (x, y, 1 − (x2 + y 2 )).
El Jacobiano de f en cada (x, y) ∈ U está dado por
   
1 0 1 0
  
f (x, y) = 
′ 0 1 = 0 1  ,

−p
x
−p
y  x y
− −
1 − x2 − y 2 1 − x2 − y 2 z z
por lo que el campo G : U → T Rk debe satisfacer entonces, en cada (x, y),
   
1 0  1  xz
 0 1  G (x, y)
 x =  yz  .
y  G2 (x, y)
− − z2 − 1
z z
1. Campos vectoriales y formas diferenciales 211

Entonces, G está dado por


p !
xp1 − x2 − y 2
G(x, y) = .
y 1 − x2 − y 2
(x,y)

Nota que hemos usado el hecho que 1 − x2 − y2 = z 2 y que z > 0.


Definición 11.3. Sea M una variedad diferenciable de dimensión k en Rn
(posiblemenete con frontera). Una p-forma diferencial en M es una función
x 7→ ω(x) tal que, para cada x ∈ M , ω(x) ∈ Λp (Mx ).

Es decir, ω(x) es una función multilineal alternante de p variables que


actúa en el espacio tangente Mx .
Si f : U → V es un sistema de coordenadas, f ∗ ω, el levantamiento de
ω con respecto a f , es entonces una p-forma diferencial en U . Decimos que
ω es una continua (diferenciable, C k , etc.) si f ∗ ω es continua (diferenciable,
C k , etc., respectivamente).
Si ω es una p-forma diferencial en M k , entonces
X
ω= ωI dxI ,
I
donde las funciones ωI estás definidas solamente en M . Enntonces, si f :
U → V es un sistema de coordenadas, entonces
X
f ∗ω = ωI ◦ f df I .

De nuevo, por el teorema 10.6, la diferenciabilidad de ω está bien defini-


da, independiente del sistema de coordenadas elegido alrededor de un punto.
Más aún, tenemos la siguiente observación.
Consideramos x ∈ M y v1 , . . . , vp ∈ Mx . Si f : U → V es un sistema
coordenado alrededor de x tal que f (a) = x, existen u1 , . . . , up ∈ Rka tales
que
f∗ (a)(ui ) = vi
para cada i = 1, . . . p, porque f∗ es un isomorfismo de Rka a Mx . Entonces
f ∗ ω(a)(u1 , . . . , up ) = ω(x)(v1 , . . . , vp ).
Ahora bien, si g : U ′ → V ′ es otro sistema de oordenadas alrededor de
x, tal que g(b) = x, entonces existen w1 , . . . , wp ∈ Rkb tales que
g∗ (b)(wi ) = vi ,
para cada i = 1, . . . p. Entonces
ω(x)(v1 , . . . , vp ) = g∗ (ω)(w1 , . . . , wp ).
Nota que, para cada i = 1, . . . p,
ui = (f∗ (a))−1 (vi ) = (f∗ (a))−1 ◦ g∗ (b)(wi ) = (f −1 ◦ g)∗ (b)(wi ),
212 11. Orientación

y, además, a = f −1 ◦ g(b).
Por lo tanto, tenemos que f ∗ ω y g∗ ω están relacionadas por
(11.1) g∗ ω = (f −1 ◦ g)∗ f ∗ ω
por lo que entonces f ∗ ω y g∗ ω son iguales módulo el isomorfismo
(f −1 ◦ g)∗ : Λp (Rka ) → Λp (Rkb )
dentre p-formas en Rka y p-formas en Rkb .
El siguiente teorema nos permitirá extender la definición del operador
diferencial de formas en M .
Teorema 11.4. Sea ω una p-forma diferencial en la variedad diferenciable
M . Entonces existe una única (p + 1)-forma diferencial dω tal que, para todo
sistema de coordenadas f : U → V alrededor de un punto en M ,
f ∗ (dω) = d(f ∗ ω).

Demostración. Sean x ∈ M , v1 , . . . , vp+1 ∈ Mx , y un sistema de coor-


denadas f : U → V alrededor de x tal que f (a) = a. Entonces existen
u1 , . . . , up+1 ∈ Rka tales que f∗ (ui ) = vi para cada i = 1, . . . p + 1. Definimos
entonces
dω(x)(v1 , . . . , vp+1 ) = d(f ∗ ω)(a)(u1 , . . . , up+1 ),
Claramente, esta definición satisface que f ∗ (dω) = d(f ∗ ω), por lo que sólo
es necesario mostrar que está bien definida.
Si g : U ′ → V ′ es otro sistema de coordenadas alrededor de x, y digamos
g(b) = x, sean w1 , . . . , wp+1 ∈ Rkb tales que g∗ (wi ) = vi para cada i =
1, . . . , p + 1. Entonces por la ecuación (11.1) se tiene que

d(g∗ ω)(b)(w1 , . . . , wp+1 ) = d (f −1 ◦ g)∗ f ∗ ω (b)(w1 , . . . , wp+1 )
= (f −1 ◦ g)∗ d(f ∗ ω)(b)(w1 , . . . , wp+1 )
= d(f ∗ ω)(a)(u1 , . . . , up+1 ),
ası́ que la definición de dω es independiente del sistema de coordenadas. 

2. Orientación
En esta sección definimos una orientación en una variedad diferenciable,
extendiendo el concepto de orientación en Rn .
Recordemos que una orientación en un espacio vectorial V de dimensión
n es una clase de equivalencia de bases ordenadas [v1 , . . . , vn ], donde
[v1 , . . . , vn ] ∼ [u1 , . . . , un ]
si y sólo si
Φ(v1 , . . . , vn ) · Φ(u1 , . . . , un ) ≥ 0
2. Orientación 213

para toda Φ ∈ Λn (V ); es decir, Φ(v1 , . . . , vn ) y Φ(u1 , . . . , un ) tienen el mismo


signo para cualquier Φ ∈ Λn (V ). Entonces, cada espacio vectorial V tiene
dos orientaciones posibles.
Definición 11.5. Sea M una variedad diferenciable en Rn de dimensión k.
Para cada x ∈ M , escogemos una orientación de Mx , la cual denotaremos
por µx .
Decimos que la selección {µx }x∈M es consistente si, para cada x ∈ M ,
existe un sistema coordenado f : U → V tal que, para cada y ∈ U ,
µf (y) = [f∗ ((e1 )y ), . . . , f∗ ((ek )y )].
Si es posible elegir orientaciones consistentes en M , decimos que M es orien-
table, y una particular selección {µx } se le denomina orientación de M , la
cual denotaremos simplemente por µ.

Si µ es una orientación de M y el sistema coordenado f : U → V satisface


µf (y) = [f∗ ((e1 )y ), . . . , f∗ ((ek )y )]
para todo y ∈ U , decimos que f preserva orientación.
Ejemplo 11.6 (La esfera S2 ). Consideremos la esfera S2 en R3 . Para cada
punto (x, y, z) ∈ S2 , z 6= ±1, escogemos la orientación
" y  
xz
 #
µ(x,y,z) = −x ,  yz 
0 (x,y,z) z 2 − 1 (x,y,z)
En los polos (0, 0, 1) y (0, 0, −1) escogemos
" 1   
1 #
µ(0,0,1) = −1 , 1
0 (0,0,1) 0 (0,0,1)
y
" 1 1
  #
µ(0,0,−1) = 1 , −1 .
0 (0,0,−1) 0 (0,0,−1)
Mostraremos que esta selección de orientaciones en S2 es consistente y, por
lo tanto, S2 es orientable.
Sea (x0 , y0 , z0 ) ∈ S2 . Supondremos, sin pérdida de generalidad, que z0 >
0. Sea f : U → V el sistema coordenado en S2 , definido en el ejemplo 10.9,
con
U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1}, V = R3 ,
y p
f (x, y) = (x, y, 1 − (x2 + y 2 )).
214 11. Orientación

Entonces, para cada (x, y) ∈ U , tenemos que comparar


" D f 1 (x, y) 
D2 f 1 (x, y)
 #
1
[f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) )] = D1 f (x, y)
2 , D2 f (x, y)
2
3
D1 f (x, y) f (x,y) D2 f 3 (x, y) f (x,y)

con µf (x,y) definida anteriormente.


Para esto, escogemos la 2-forma diferencial ω dada por

ω = xdy ∧ dz + ydz ∧ dx + zdx ∧ dy,

para cada (x, y, z) ∈ S2 . Notamos que, si u, v ∈ S2(x,y,z), entonces


 
x u1 v 1
ω(x, y, z)(u, v) = det y u2 v 2  .
z u3 v 3

Si z 6= ±1, entonces
   !
y xz
ω(x, y, z) −x ,  yz  = x2 + y 2 > 0,
0 (x,y,z) z 2 − 1 (x,y,z)

mientras que
    !
1 1
ω(0, 0, 1) = −1 , 1 =2
0 (0,0,1) 0 (0,0,1)

y
    !
1 1
ω(0, 0, −1) = 1 , −1 = 2,
0 (0,0,−1) 0 (0,0,−1)

por lo que, en particular, ω es positiva en las orientaciones µf (x,y) , para


todo (x, y) ∈ U . Por lo tanto, tenemos que mostrar que ω es positiva en en
[f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) )], es decir

ω(f (x, y))(f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) )) 6= 0

para todo (x, y) ∈ U . Pero,


   
1 0
 0   1 
f∗ ((e1 )(x,y) ) = 
 x
 , f∗ ((e2 )(x,y) ) = 
  y


−p −p
2 2
1 − (x + y ) 2 2
1 − (x + y )
2. Orientación 215

y por lo tanto
w(f (x, y))(f∗ ((e1 )(x,y) ), f∗ ((e2 )(x,y) ))
 
x 1 0
 y 0 1 
= det p x y


1 − (x2 + y 2 ) − p −p
1 − (x2 + y 2 ) 1 − (x2 + y 2 )
1
=p > 0.
1 − (x2 + y 2 )
Ejemplo 11.7 (Banda de Möbius). La banda de Möbius es el conjunto

M = f ([−1, 1] × [0, 2π]),

donde f : [−1, 1] × [0, 2π] → R3 está dada por



f (r, θ) = (4 + r cos(θ/2)) cos θ, (4 + r cos(θ/2)) sen θ, r sen(θ/2) .

M no es una variedad orientable.

Figura 2. La banda de Möbius no es una variedad orientable

Si f : U → V y g : U ′ → V ′ , son dos sistemas coordenados que preservan


orientación y f (a) = g(b) = x, entonces

[f∗ (e1 )a , . . . , f∗ (ek )a ] = [g∗ (e1 )b , . . . , g∗ (ek )b ].

Es decir, si escribimos cada vector g∗ (ei )b ∈ Mx en la base [f∗ (e1 )a , . . .,


f∗ (ek )a ], digamos
k
X
g∗ (ei )b = αij f∗ (ej )a ,
j=1
216 11. Orientación

entonces det(αij ) > 0. Sin embargo, para cada i,


k
X k
X
(ei )b = αij g∗−1 f∗ (ej )a = αij (g−1 ◦ f )∗ (ej )a ,
j=1 j=1

por la regla de la cadena y, entonces


[(e1 )b , . . . , (ek )b ] = [(g−1 ◦ f )∗ (e1 )a , . . . , (g−1 ◦ f )∗ (ek )a ],
es decir, det(g−1 ◦ f )′ (a) > 0.
Esto motiva el siguiente teorema.
Teorema 11.8. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k.
Si existe una colección fα : Uα → Vα de sistemas coordenados en M tal que
1. la colección {Vα } es una cubierta de M ; y
2. si Vα ∩ Vβ 6= ∅, entonces det(fβ−1 ◦ fα )′ (y) > 0 para cada y ∈
fα−1 (Uβ ),
entonces M es orientable.

Demostración. Construı́mos la orientación µ en M de la siguiente forma:


para x ∈ M , escogemos α tal que x ∈ Vα , lo cual es posible porque {Vα }
es una cubierta de M , y entonces seleccionamos la orientación de Mx dada
por, si x = fα (a),
µx = [(fα )∗ (e1 )a , . . . , (fα )∗ (ek )a ].
Sólo tenemos que mostrar que µx está bien definida, es decir, si β es tal que
x ∈ Vβ , entonces
[(fα )∗ (e1 )a , . . . , (fα )∗ (ek )a ] = [(fβ )∗ (e1 )b , . . . , (fβ )∗ (ek )b ],
si x = fβ (b). Pero, por las observaciones anteriores, esto es equivalente a
det(fβ−1 ◦ fα )′ (a) > 0, lo cual es una de las hipótesis del teorema.
Entonces µ está bien definida, y obviamente es consistente, por su cons-
trucción. 

3. Orientación inducida en ∂M
En esta sección estudiaremos la orientación inducida en la frontera de
una variedad. En particular, mostraremos que, si M es una variedad orien-
table con frontera ∂M , entonces ∂M es también orientable.
Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k con frontera
∂M 6= ∅, y sea x ∈ ∂M . (∂M )x es un subespacio de dimensión k − 1 de Mx ,
ası́ que (∂M )⊥ ⊥
x es de dimensión 1. Entonces existen 2 vectores u, v ∈ (∂M )x
tales que |u| = |v| = 1, y de hecho u = −v.
3. Orientación inducida en ∂M 217

Sea f : U → V un sistema de coordenadas alrededor de x, f (a) = x y


sean û, v̂ ∈ Rka tales que f∗ (û) = u y f∗ (v̂) = v. Como û = −v̂, sólo uno de
ellos satisface ubk < 0 ó vbk < 0, como se ve en la figura 3.

M
U ^
u
u
^
v
v
V
Figura 3. Definición del vector normal en x ∈ ∂M . u, v ∈ (∂M )⊥
x, y
û, v̂ satisfacen f∗ (û) = u y f∗ (v̂) = v.

Si v̂ k < 0, entonces definimos el vector unitario normal en x como


f∗ (v̂) = v, y lo denotamos por νx .
Proposición 11.9. La definición del vector unitario nomral νx es indepen-
diente del sistema de coordendas.

Demostración. Sean f : U → V y g : U ′ → V dos sistemas coordenados


alrededor de x ∈ ∂M , x = f (a) = g(b), y suponemos que f∗ (v̂) = v ∈ (∂M )⊥
x
y v̂ k < 0. Sea w = g∗−1 (v). Vamos a demostrar que wk < 0.
Primero, observamos que
w = g∗−1 ◦ f∗ (v̂) = (g−1 ◦ f )∗ (v̂),
y entonces
k
X
k
w = Dj (g−1 ◦ f )k v̂ j .
j=1

Pero, para todo (y 1 , . . . , y k−1 , 0) ∈ U,


(g−1 ◦ f )k (y 1 , . . . , y k−1 , 0) = 0,
ası́ que, para j = 1, . . . , k − 1, Dj (g−1 ◦ f )k (a) = 0.
Ahora bien, como (g−1 ◦ f )(U ∩ Hk ) ⊂ Hk , entonces
Dk (g−1 ◦ f )k (a) > 0
y por lo tanto
wk = Dk (g−1 ◦ f )k (a)v k < 0.

218 11. Orientación

Sea M ⊂ Rn una variedad orientable de dimensión con frontera ∂M , y


sea µ una orientación en M .
Para cada x ∈ ∂M , sea νx el vector unitario normal en x y tomamos
una base ordenada {v1 , . . . , vk−1 } de ∂Mx tal que
[νx , v1 , . . . , vk−1 ] = µx .
Entonces [v1 , . . . , vk−1 ] define una orientación en ∂Mx . A esta orientación la
llamamos ∂µx .
Observación 11.10. La orientación ∂µx definida anteriormente es indepen-
diente de la base v1 , . . . , vk−1 . Es deir, si escogemos otra base w1 , . . . , wk−1
de ∂Mx tal que [νx , w1 , . . . , wk−1 ] = µx , entonces
[w1 , . . . , wk−1 ] = [v1 , . . . , vk−1 ].
(Ejercicio 8.)
Ejemplo 11.11 (La bola B3 ). La bola B3 ⊂ R3 es una variedad diferen-
ciable de dimensión 3 con frontera ∂B3 = S2 , como lo habı́amos observado
anteriormente. Además, en el ejemplo 10.9, observamos que
  

 x 

2 ⊥
(S(x,y,z) ) = gen y  .

 z 

(x,y,z)

Entonces, si escogemos en cada B3(x,y,z) = R3(x,y,z) la orientación estándar de


R3(x,y,z) (regla de la mano derecha), entonces, como
 
x y xz
det y −x yz  = x2 + y 2 > 0
z 0 z −12

si z 6= ±1, y
   
0 1 1 0 1 1
det 0 −1 1 = det  0 1 −1 = 2 > 0,
1 0 0 −1 0 0
entonces, la orientación del ejemplo 11.6 es la orientación inducida en S2 =
∂B3 por la regla de la mano derecha en B3 .

La orientación inducida en la esfera en el ejemplo anterior es consistente,


como lo verificamos en el ejemplo 11.6. En general, la orientación inducida
en ∂M es consistente, como lo muestra la siguiente proposición.
Proposición 11.12. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión
k con frontera ∂M , y sea µ una orientación en M . Entonces la selección
{∂µx } es consistente en ∂M . En otras palabras, ∂M es orientable, con orien-
tación ∂µ.
Ejercicios 219

Proposición 1.4. Para cada x ∈ ∂M , escogemos un sistema de coordena-


das fx : Ux → Vx , U ⊂ Rk , alrededor de x que preserva orientación. Es
decir,
[(fx )∗ (e1 )y , . . . , (fx )∗ (ek )y ] = µf (y) ,
para cada y ∈ U .
Entonces, los fx , x ∈ ∂M , inducen sistemas coordenados f˜x : Ũx → Ṽx
tales que {Ṽx }x∈∂M es una cubierta de ∂M y, si Ṽx1 ∩ Ṽx2 ∩ ∂M 6= ∅,
det((fx−1
2
◦ fx1 )′ (y)) > 0
para todo y ∈ fx−1
1
(Ux2 ). Entonces, por el teorema 11.8, ∂M es orientable, y
basta con observar que
∂µfx (y) = (−1)k [(fx )∗ (e1 )y , . . . , (fx )∗ (ek−1 )y ],
para cada y ∈ Vx ∩ ∂M . 

Ejercicios

En los ejercicios 1-5, considera el cilindro infinito


C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1}.
1. Muestra que la función


y
F (x, y, z) = −x , (x, y, z) ∈ C
1 (x,y,z)

es un campo vectorial en C.
2. Muestra que la selección
    
0 y
 
µ(x,y,z) = 0 , −x 
1 (x,y,z) 0 (x,y,z)

define una orientación en C.


3. Muestra que C es la frontera del tubo
T = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 ≤ 1}.
4. Calcula ν(x,y,z) para cada C = ∂T .
5. Muestra que la orientación estándar (regla de la mano derecha) en el
tubo T induce en C = ∂T la orientación µ del ejercicio 2.
220 11. Orientación

6. Considera ahora el cilindro finito C dado por


C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1, 0 ≤ z ≤ 1}.
(Cf. ejercicio 12 del capı́tulo 10.) Calcula la orientación inducida en ∂C
por la orientación µ del ejercicio 2. (Nota que ∂C no es conexa.)
7. Da un ejemplo de una variedad M no orientable tal que su frontera ∂M
es orientable.
8. Sea V un espacio vectorial de dimensión n, u ∈ V y W = {u}⊥ . Muestra
que si {u1 , . . . , un−1 } y {v1 , . . . , vn−1 } son dos bases de W tales que
[u, u1 , . . . , un−1 ] = [u, v1 , . . . , vn−1 ],
entonces
[u1 , . . . , un−1 ] = [v1 , . . . , vn−1 ].
(Sugerencia: Escribe cada vi en la base {uj } y muestra que el determi-
nante de la matriz de cambio de base es positivo.)
Capı́tulo 12

El teorema de Stokes

1. Integración de formas en variedades


En esta sección definimos la integral de una k-forma diferencial ω defi-
nida en una variedad diferenciable M en Rn de dimensión k, extendiendo
la integral de ω sobre k-cubos en M por medio de particiones de la unidad.
Primero, recordemos la definición de integral sobre un cubo
Si ω es una k-forma diferencial en M , y c : [0, 1]k → M es un k-cubo
continuamente diferenciable, definimos la integral de ω sobre c como
Z Z
ω= c∗ ω.
c [0,1]k

Ahora bien, si supp ω ⊂ c([0, 1]k ), entonces definimos


Z Z
(12.1) ω = ω.
M c

Ahor bien, en la ecuación 12.1, debemos asegurarnos de que la integral


sobre M es independiente del cubo c sobre el que integramos la forma ω,
siempre que supp ω ⊂ c([0, 1]k ). Parte de este problema nos lleva a requerir
condiciones de orientación.
Definición 12.1. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k
con orientación µ. Decimos que un k-cubo c : [0, 1]k → M continuamen-
te diferenciable preserva orientación si, para cada y ∈ [0, 1]k , los vectores
c∗ ((e1 )y ), . . . c∗ ((ek )y ) forman una base de Mc(y) y
[c∗ ((e1 )y ), . . . c∗ ((ek )y )] = µc(y) .

Notemos que, si un cubo c preserva orientación, entonces es inyectivo y


su Jacobiano c′ (y) tiene rango k en cada punto y ∈ [0, 1]k .

221
222 12. El teorema de Stokes

Teorema 12.2. Sean c1 , c2 : [0, 1]k → M dos k-cubos continuamente di-


ferenciables en la variedad diferenciable orientable M de dimensión k tales
que preservan orientación. Si ω es una k-forma diferencial en M tal que
supp ω ⊂ c1 ([0, 1]k ) ∩ c2 ([0, 1]k ),
entonces Z Z
ω= ω.
c1 c2

Demostración. Notamos primero que, por la proposición 7.28, tenemos


que Z Z Z
ω= ∗
c1 ω = (c−1 ∗ ∗
2 ◦ c1 ) c2 ω.
c1 [0,1]k [0,1]k

Además, como c1 y c2 preservan orientación, c−1


2 ◦ c1 es un difeomorfismo,
−1 −1
y det(c2 ◦ c1 ) (y) > 0 en cada punto y ∈ c1 (c2 ([0, 1]k )).

Ahora bien, si escribimos


c∗2 ω = f dx1 ∧ dx2 ∧ . . . ∧ dxk = dx
y
c−1
2 ◦ c1 = g,
entonces
(c−1 ∗ ∗ ∗
2 ◦ c1 ) c2 ω = g (f dx).
Por lo tanto
(c−1 ∗ ∗ ′
2 ◦ c1 ) c2 ω = f ◦ g(det g )dx,
y, como det g′ > 0,
(c−1 ∗ ∗ ′
2 ◦ c1 ) c2 ω = f ◦ g| det g |dx.

Ası́ que, por el teorema de cambio de variable (teorema 6.22),


Z Z Z
−1 ∗ ∗ ′
(c2 ◦ c1 ) c2 ω = f ◦ g| det g |dx = f dx
[0,1]k [0,1]k [0,1]k
Z Z
= c∗2 ω = ω.
[0,1]k c2

El teorema 12.2 es la generalización de la proposición 9.16 de indepen-


dencia de parametrización de integrales de lı́nea.
Observación 12.3. Sea M es una variedad diferenciable y orientable de
dimensión k. Entonces existen sistemas coordenados fα : Uα → Vα que
preservan orientación tales que
1. {Vα } es una cubierta de M ;
1. Integración de formas en variedades 223

2. para cada α, existe un k-cubo cα : [0, 1]k → Rn que preserva la


orientación de M y tal que Vα ∩ M ⊂ cα ([0, 1]k ); y
3. si cα ([0, 1]k ) ∩ ∂M 6= ∅, entonces cα ([0, 1]k ) ∩ ∂M = c(k,0) ([0, 1]k−1 ).
Para mostrar la existencia de la colección {fα } tomamos, para cada x ∈ M ,
un sistema coordenado f˜x : Ux′ → Vx′ tal que preserva orientación.
Suponemos primero que x 6∈ ∂M . Entonces podemos suponer que
Vx′ ∩ ∂M = ∅.
Como Ux′ es abierto, si f˜x (a) = x, existe un rectángulo cerrado R ⊂ Ux′ tal
que a ∈ R0 , el interior de R (véase la figura 1). Si ψ es el difeomorfismo

~
fx
M

R U’x
a
V’x x
Vx

1
fx = fxo ψ
Ux

Figura 1. Restricción del sistema f˜x : Ux′ → Vx′ al sistema coordenado


fx : Ux → Vx , donde Ux ⊂ [0, 1]k .

lineal tal que ψ([0, 1]k ) = R, entonces definimos


cx = f˜x ◦ ψ, Ux = (0, 1)k ,
y fx : Ux → Vx como fx = cx |Ux , donde Vx es tal que fx (Ux ) = Vx ∩ M (ejer-
cicio 1). La colección {Ux }M satisface entonces las propiedades requeridas.
Ahora bien, si x ∈ ∂M , entonces, si f˜x (a) = x, entonces existe un
rectángulo cerrado R ⊂ Ux′ de la forma
R = S × [−ε, ε],
donde S es un rectángulo cerrado en Rk−1 y ε > 0, y a ∈ S × {0} (porque
ak = 0). De nuevo, si ψ es el difeomorfismo lineal tal que
 
ψ [0, 1]k−1 × [−1, 1] = R y ψ [0, 1]k−1 × [0, 1] = S × [0, ε],
(como en la figura 2) entonces tomamos
224 12. El teorema de Stokes

~
fx
M

U’x

a
R x
Vx
V’x

fx = fxo ψ

1
Ux

−1

Figura 2. Restricción del sistema f˜x : Ux′ → Vx′ al sistema coordenado


fx : Ux → Vx , donde Ux ∩ Hk ⊂ [0, 1]k .

cx = f˜x ◦ ψ|[0,1]k , Ux = (0, 1)k−1 × (−1, 1),


y fx : Ux → Vx , donde
fx = f˜x ◦ ψ|(0,1)k−1 ×(−1,1)
y Vx es tal que fx (Ux ∩ Hk ) = Vx ∩ M .

La observación 12.3 nos permite extender la definición 12.1 a formas ω


más generales sobre M ó sobre ∂M .
Definición 12.4. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable, orientable, de
dimensión k, y sea ω una k-forma diferencial de clase C 1 en M . Sea {fα :
Uα → Vα } una colección de sistemas coordenados como en la observación
12.3, y sea F una partición de la unidad en M subordinada a la cubierta
Vα .
Definimos entonces la integral de ω en M como
Z XZ
(12.2) ω= φ · ω.
M φ∈F M

La integral en (12.2) está bien definida siempre y cuando la serie del lado
izquierdo converge absolutamente. En tal caso, además, es idependiente de
la partición F.
2. El teorema de Stokes 225

Ahora bien consideremos una (k − 1)-forma diferencial η de clase C 1 en


M , y supongamos que

supp η ⊂ c (0, 1)k−1 × [0, 1) ,
donde c es un k-cubo en M tal que c([0, 1]k ) ∩ ∂M = c(k,0) ([0, 1]k−1 ). Es
decir, η ≡ 0 en las caras de c, excepto a lo más en la cara c(k,0) , la que
interseca a la frontera de M . Definimos entonces
Z Z
η = (−1)k η.
∂M c(k,0)

Notamos que, como X


∂c = (−1)j+α c(j,α) ,
1≤j≤k
α=0,1
y η ≡ 0 en las caras de c distintas de c(k,0) , entonces
Z Z Z Z
k
η= η = (−1) η= η.
∂c (−1)k c(k,0) c(k,0) ∂M

Para el caso general, definimos entonces de la siguiente manera la integral


de una forma en la frontera de una variedad.
Definición 12.5. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable, orientable, de
dimensión k, y sea η una (k−1)-forma diferencial de clase C 1 en M . Sea {fα :
Uα → Vα } una colección de sistemas coordenados como en la observación
12.3, y sea F una partición de la unidad en M subordinada a la cubierta
Vα .
Definimos entonces la integral de η en ∂M como
Z XZ
(12.3) η= φ · η.
∂M φ∈F ∂M

De nuevo, (12.3) está bien definida si la serie de la derecha converge


absolutamente, y es independiente de la partición de la unidad. Desde luego,
(12.3) también tiene sentido si η sólo está definida en la frontera ∂M de M .

2. El teorema de Stokes
Estamos entonces listos para enunciar y demostrar el teorema de Stokes,
en su versión más general.
Teorema 12.6 (Stokes). Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable, compacta
y orientable de dimensión k, y ω una (k − 1)-forma diferencial de clase C 1
en M . Entonces Z Z
dω = ω.
M ∂M
226 12. El teorema de Stokes

Demostración. Supongamos primero que


supp ω ⊂ c((0, 1)k ) ⊂ M \ ∂M,
es decir, el soporte de ω está contenido en un k-cubo en M \ ∂M . En tal
caso, por el teorema de Stokes en cubos,
Z Z Z
dω = dω = ω = 0.
M c ∂c

Ahora bien, como supp ω ⊂ M \ ∂M ,


Z
ω = 0,
∂M
por lo que podemos concluı́r que
Z Z
dω = ω.
M ∂M

Supongamos ahora que


supp ω ⊂ c([0, 1]k ),
y el k-cubo en M c satisface
c([0, 1]k ) ∩ ∂M = c(k,0) ([0, 1]k−1 ).
Entonces, en tal caso, por el teorema de Stokes en cubos otra vez,
Z Z Z Z
dω = dω = ω= ω.
M c ∂c ∂M

Finalmente, en el caso general, tomamos una colección del sistemas coor-


denados {fα : Uα → Vα } como en la observaicón 12.3, y sea F una partición
de la unidad de M subordinada a la cubierta {Vα }. Entonces
Z XZ
(12.4) dω = ϕdω.
M φ∈F M

Como M es compacto, podemos suponer que {Vα }, y por lo tanto X F, es


finito, por lo que la suma en (12.4) es finita. Ahora bien, como φ ≡ 1,
φ∈F
X X 
dφ = d φ = d(1) = 0,
φ∈F φ∈F

donde hemos usado el hecho que la suma tiene sólo un número finito de
sumandos. Entonces, por las propiedades básicas del diferencial exterior,
X X X
d(φω) = (dφ ∧ ω + φdω) = φdω.
φ∈F φ∈F φ∈F
3. Volumen 227

Por lo tanto, como cada (k − 1)-forma diferencial φω cae en alguno de los


casos considerados anteriormente,
Z XZ XZ XZ Z
dω = φdω = d(φω) = φω = ω.
M φ∈F M φ∈F M φ∈F ∂M ∂M

3. Volumen
Las versiones clásicas del teorema del Stokes involucran el llamado ele-
mento de volumen de una variedad, el cual mide el “diferencial” de volumen
(longitud, área, en dimensiones 1 y 2, respectivamente) en cada punto de la
variedad. En esta sección estudiamos dicho cambio de volumen, y lo calcu-
laremos explı́citamente en algunos casos particulares.
Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión k con orientación
µ. Recordemos que, para cada x ∈ M , Mx ⊂ Rnx es un espacio vectorial (de
dimensión k) con producto interno dado por
hux , vx i = u · v,
donde · denota el producto punto en Rn .
Este producto interno y la orientación µx definen una única ω(x) ∈
Λk (Mx ) tal que, para cada base ortonormal u1 , u2 , . . . , uk de Mx tal que
[u1 , . . . , uk ] = µx , tenemos que
ω(x)(u1 , u2 , . . . , uk ) = 1.
La k-forma diferencial ω es llamada el elemento de volumen, y se denota por
dV .
Si k = 1, dV es llamado comúnmente elemento de arco y se denota por
ds. Si k = 2, se le llama elemento de área, y se denota por dA.

Ejemplo 12.7. Si M es una variedad diferenciable de dimensión n en Rn ,


entonces
dV = dx1 ∧ . . . ∧ dxn ,
y se denota simplemente por dx.

Ejemplo 12.8 (Elemento de arco). Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable


de dimensión 1, y sea γ : U → V un sistema coordenado en M . Entonces
p
γ ∗ ds(t) = ds(γ(t)) = (γ 1 )′ (t)2 + . . . + (γ n )′ (t)2 dt.
Para mostrar esto, consideremos el vector unitario Tx ∈ Mx , donde x =
γ(t0 ). Ası́ que ds(x) está dado por ds(x)(ux ) = hTx , ux i.
228 12. El teorema de Stokes

Ahora bien, como


 
(γ 1 )′ (t0 )
1  .. 
Tx = p  .  ,
1 ′ 2 n ′
(γ ) (t0 ) + . . . + (γ ) (t0 )2
n ′
(γ ) (t0 ) x
si λ ∈ R1t0 entonces
 
(γ 1 )′ (t0 )λ
 .. 
γ ∗ ds(t0 )(λt0 ) = ds(x)(Dγ(t0 )(λ)) = ds(x)  . 
(γ n )′ (t0 )λ
(γ 1 )′ (t0 )2 λ + . . . + (γ n )′ (t0 )2 λ
= p
(γ 1 )′ (t0 )2 + . . . + (γ n )′ (t0 )2
p
= (γ 1 )′ (t0 )2 + . . . + (γ n )′ (t0 )2 dt(λt0 ).

El cálculo del ejemplo anterior nos permite calcular la longitud de una


curva. Para cada 1-cubo γ en M (una curva), tenemos que su longitud L
está dada por
Z Z 1p
L = ds = (γ 1 )′ (t)2 + . . . + (γ n )′ (t)2 dt.
γ 0

Observación 12.9. Observamos que la función x 7→ Tx es un campo vec-


torial en M . De hecho este campo satisface, en cada punto de M ,
Ti ds = dxi .
Para verificar esto, sólo observemos que, si ux ∈ Mx , entonces existe α ∈ R
tal que ux = αTx . Entonces
Tix ds(x)(ux ) = Tix ds(x)(αTx ) = αTix = uix = dxi (ux ).
Ejemplo 12.10 (Elemento de área). Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable
de dimensión 2 con orientación µ. Calcularemos dA.
Sea x ∈ M , y escogemos una base {v1 , v2 } de Mx tal que
[v1 , v2 ] = µx .
Ahora, escogemos un vector unitario νx ∈ (Mx )⊥ ⊂ R3x tal que
[νx , v1 , v2 ]
es la orientación estándar de R3 , la regla de la mano derecha. Tal vector
es llamado el vector normal a la superficie M . Definimos entonces ω(x) ∈
Λ2 (Mx ) como 
ω(x)(u, v) = det νx u v .
Si u1 , u2 es una base ortonormal de Mx , entonces la matriz

νx u1 u2
3. Volumen 229

es ortogonal, por lo que, si


[u1 , u2 ] = µx ,
entonces su determinante es igual a 1. En tal caso,
ω(x)(u1 , u2 ) = 1,
y por lo tanto ω = dA, el elemento de área en M .

Notamos que podemos escribir


(12.5) dA(x)(ux , vx ) = νx · (u × v),
donde × es el producto cruz en R3 dado por
 2 3 
u v − u3 v 2
u × v = u3 v 1 − u1 v 3  .
u1 v 2 − u2 v 1
Ahora bien, u × v es un vector ortogonal tanto a u y a v, por lo que, si
ux , vx ∈ Mx y [ux , vx ] = µx , entonces es un múltiplo positivo de νx , y de
hecho
u × v = |u × v|νx
ası́ que
dA(x)(ux , vx ) = |u × v|.
Recordemos que esta es fórmula calcula el área del paralelogramo en R3
formado por los dos vectores u y v.
La fórmula (12.5) y el cálculo explı́cito de las componentes de u × v nos
hacen notar que
(12.6) dA = ν 1 dy ∧ dz + ν 2 dz ∧ dx + ν 3 dx ∧ dy.

Si c : [0, 1]2 → M es un cuadrado en M que preserva orientación, su área


está dada por Z Z
dA = c∗ (dA).
c [0,1]2
Explı́citamente, si a ∈ 2
[0, 1] ,
c∗ (dA)((e1 )a , (e2 )a ) = dA(c(a))(c∗ (e1 ), c∗ (e2 ))
= |(D1 c1 (a), D1 c2 (a), D1 c3 (a)) × (D2 c1 (a), D2 c2 (a), D2 c3 (a))|.
Si c describe la gráfica de una función f : [0, 1]2 → R, entonces
c(x, y) = (x, y, f (x, y)),
y en tal caso tenemos
p
c∗ dA = |(1, 0, D1 f ) × (0, 1, D2 f )|dx ∧ dy = 1 + (D1 f )2 + (D2 f )2 dx ∧ dy.
230 12. El teorema de Stokes

Por lo tanto, el área de c es igual a


Z Z p
dA = 1 + (D1 f )2 + (D2 f )2 .
c [0,1]2

También tenemos un resultado análogo a la observación 12.9, el cual


enunciamos como una proposición.

Proposición 12.11. Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable de dimensión


2, con orientación µ. Si νx es el vector normal a M en cada x ∈ M y dA
es el elemento de área, entonces

ν 1 dA = dy ∧ dz,
ν 2 dA = dz ∧ dx,
ν 3 dA = dx ∧ dy.

Demostración. Sea x ∈ M y ux , vx ∈ Mx . Notemos que νxi = ei · νx , donde


e1 , e2 , e3 forman la base estándar de R3 . Entonces, como u × v = ανx , para
algún α ∈ R,

νxi dA(x)(ux , vx ) = νxi νx · (u × v) = νxi νx · ανx = ανxi


= ei · (ανx ) = ei · (u × v).

La proposición 12.11 se sigue entonces de observar cada una de las compo-


nentes de u × v. 

Si M ⊂ Rn es una variedad diferenciable de dimensión k compacta y


orientable, entonces definimos su volumen como
Z
(12.7) V (M ) = dV.
M

Como M es compacto, entonces la integral en (12.7) converge y, por lo


tanto, está bien definida. En los casos k = 1 y k = 2, V (M ) es llamado la
longitud de M y el área de M , respectivamente, y se denotan por L(M ) y
A(M ).
Notamos que, si k = n, entonces V (M ) coincide con la medida de Jordan
de M .

Ejemplo 12.12. Consideramos la esfera S2 ⊂ R3 , y el cuadrado

c(θ, ϕ) = (cos 2πθ sen πϕ, sen 2πθ sen πϕ, cos πϕ),
4. Los teoremas clásicos 231

definido en [0, 1]2 . Entonces

c∗ (dA)(θ, ϕ) = 2π 2 sen πϕ
|(− sen 2πθ, cos 2πθ, 0) × (cos 2πθ cos πϕ, sen 2πθ cos πϕ, − sen πϕ)|dθ ∧ dϕ
= 2π 2 sen πϕ|(− cos 2πθ sen πϕ, − sen 2πθ sen πϕ, − cos πϕ)| dθ ∧ dϕ
= 2π 2 sen πϕ dθ ∧ dϕ.

Como c es inyectivo en [0, 1)2 , y su imagen es S2 , tenemos entonces que


Z Z Z 1Z 1
A(S2 ) = dA = 2π 2 sen πϕ dθ ∧ dϕ = 2π 2 sen πϕ dϕdθ = 4π.
S2 [0,1]2 0 0

4. Los teoremas clásicos


Ahora sı́ estamos listos para enunciar y mostrar los teoremas clásicos del
análisis vectorial. Empezamos por el teorema de Green.

Teorema 12.13 (Green). Sea M ⊂ R2 una variedad diferenciable de dimen-


sión 2 compacta, y P, Q : M → R continuamente diferenciables. Entonces
Z Z 
∂Q ∂P 
P dx + Qdy = − dxdy.
∂M M ∂x ∂y

Demostración. Este teorema es sólo el teorema de Stokes aplicado a la


1-forma
ω = P dx + Qdy.
Ası́ que sólo tenemos que calcular dω. De hecho,
d(P dx + Qdy) = D2 P dy ∧ dx + D1 Qdx ∧ dy
= (D1 Q − D2 P )dx ∧ dy.

Por lo tanto el teorema se sigue directamente. 

A continuación enunciamos el teorema clásico de Stokes.

Teorema 12.14 (Stokes). Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable diferen-


ciable de dimensión 2 compacta y orientable. Sea T es el campo vectorial en
∂M tal que ds(Tx ) = 1 en cada x ∈ ∂M .
Si F es un campo vectorial continuamente diferenciable en M , entonces
Z Z
(curl F ) · νdA = F · Tds.
M ∂M
232 12. El teorema de Stokes

Demostración. Recordemos que las componentes del rotacional curl F son


las componentes de la 2-forma dωF . Ahora bien, por la proposición 12.11,
(curl F · ν)dA = (D2 F 3 − D3 F 2 )ν 1 dA + (D3 F 1 − D1 F 3 )ν 2 dA
+ (D1 F 2 − D2 F 1 )ν 3 dA
= (D2 F 3 − D3 F 2 )dy ∧ dz + (D3 F 1 − D1 F 3 )dz ∧ dx
+ (D1 F 2 − D2 F 1 )dx ∧ dy
= d(F 1 dx + F 2 dy + F 3 dz) = dωF .
Por lo tanto Z Z
(curl F ) · νdA = dωF .
M M

Ahor bien, por la observación 12.9,


F · Tds = F 1 T1 ds + F 2 T2 ds + F 3 T3 ds = F 1 dx + F 2 dy + F 3 dz = ωF ,
por lo que
Z Z
F · Tds = ωF .
∂M ∂M
El resultado se sigue entonces por el teorema de Stokes aplicado a la forma
ωF . 

Finalmente, tenemos el teorema de la divergencia de Gauss.


Teorema 12.15 (Gauss). Sea M ⊂ R3 una variedad diferenciable compacta
de dimensión 3. Sea F un campo vectorial en M continuamente diferencia-
ble. Entonces Z Z
div F dV = F · νdA.
M ∂M

Demostración. Recordemos que, como dV = dx, entonces


div F dV = d(∗ωF ),
donde ∗ es la transformación estrella de Hodge. Entonces, por la demostra-
ción del teorema anterior,
Z Z Z
div F dV = d(∗ωF ) = ∗ωF
M M ∂M
Z
= F 1 dy ∧ dz + F 2 dz ∧ dx + F 3 dx ∧ dy
Z∂M
= F · νdA.
∂M

Ejercicios 233

Ejercicios

1. Sea M una variedad diferenciable en Rn y f : U → V un sistema


coordenado en M . Muestra que, si U ′ ⊂ U es abierto, entonces existe un
abierto V ′ ⊂ V tal que V ′ ∩ M = f (U ′ ). (Sugerencia: f −1 : V ∩ M → U
es continua.)
2. Sea M ⊂ Rn una variedad diferenciable de dimensión n − 1 con orienta-
ción µ. Para cada x ∈ M , definimos el vector normal νx ∈ (Mx )⊥ como
el vector unitario tal que
[νx , v1 , . . . , vn−1 ]
es la orientación estándar de Rn , para cualquier base {v1 , . . . , vn−1 } de
Mx tal que
[v1 , . . . , vn−1 ] = µx .
Muestra que el elemento de volumen en M está dado por

dV (x)(u1 , . . . , un−1 ) = det νx u1 . . . un−1 .
3. Considera la variedad M = g−1 (0), donde g : A → R, A abierto en Rn ,
es continuamente diferenciable y g′ (x) 6= 0 en cada x ∈ A. Calcula dV
en M .
4. Considera la gráfica M de la función continuamente diferenciable f :
A → R, donde A es abierto en Rn . Muestra que, en M ,
p
f ∗ dV = 1 + (D1 f )2 + . . . + (Dn f )2 dx.
5. Calcula el elemento de área dA del cilindro
C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1}.
6. Calcula el área del cilindro compacto
C = {(x, y, z) ∈ R3 : x2 + y 2 = 1, 0 ≤ z ≤ 1}.

S-ar putea să vă placă și