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LA VENGANZA DE MINERVA

El sábado 17 de marzo de 2018, el Grandioso Apolo - el “siempre


vigilante” - dirigió con alguna esperanza sus rayos, para irradiar con
su luz sobre la reunión de los “Chicos Malos”, nuestra gran pandilla
juvenil.

En verdad la cosa empezó bien con abrazos, risas, cervezas y la


revisión exhaustiva de aquello que habrían de digerir nuestras
casadas fauces.

Pero Minerva - la “Astuta Diosa Mujer” - enterada de


las pretensiones del “Encargado del Sol”, decidió poner
a prueba a la famosa hueste universitaria, sobre la que
algo sabía. Con una sonrisa en los labios - que nada
nuevo auguraba - envió hasta nuestra misma mesa, a
la “Ninfa de las Vides en Flor”.

¡Qué ninfa!

A pesar que la diosa la había instruido en el disimulo y


solicitado hacerse pasar por una humilde vendedora
de los nuevos zumos del “Jardín de las Hespérides”, la
niña olvidó quitarse su minifalda.

(¿O es que acaso su atuendo era parte del experimento de la Diosa


de la Sabiduría?: ¡Oh dudas!).

Era una morena larga, con el cabello extendido sobre lo alto de sus
redondos hombros. Su ovalada cara, lucía dos enormes ojos que
insinuaban dulces placeres, posibles sólo en el Parnaso. Sus labios
extendidos en una sonrisa, planteaban dos hileras de dientes
blancos, señal clara de su arrebatado vigor en las lides del amor. Por
último, sus delicadas piernas, que veraneaban en las playas del
“Triángulo de las Bermudas”, invitaban a todo barco, chico o grande,
nuevo o viejo, a encallar.

Cimbraron las cuadernas de las vetustas embarcaciones.


Aparecieron de pronto señales claras de infarto colectivo. Los latidos
del músculo de la vida en todos, habían aumentado su ritmo,
peligrosamente.
¡Oh desgracia!: A pesar del optimista pronóstico del “Dios del Circulo
Solar” - todos habían decidido escapar lejos: Expandir las velas de
sus naos y correr en pos de lejanas tierras, pues consideraban que,
por encima de todo, estaba su salud.

Bueno, esa la explicación más plausible del porque todos habíamos


optado por mirar a otro lado (ver foto principal). Pero hay una otra
ilustración para el asunto, que paso a relatársela:

El “Dos” había recordado repentinamente, la letra de


“Zamba de la Alcachofa”, por tanto tiempo olvidada.

Jorge Córdova, no se había escapado:


Estaba buscando afanoso en el menú, si
ofrecían chuletas para olvidar.

El “Primo” estudiaba atento la mesa, pues


había hecho su aparición, un nuevo modelo de
mosca.

“Angelacio”, intentando una sonrisa de perdón,


reflexionaba intensamente sobre otras
experiencias personales, por comparación.

El “Salaco”, molesto, miraba a cualquier lado


porque la ninfa en cuestión no era su prima.

El “Uhno” recreaba su vista con la nueva


arquitectura de la Avenida Busch.

Por último, el “Pocho”, que fue el único que se


había atrevido a observarla de frente, la
miraba y remiraba, tratando de recordar para qué servía
ese tipo de anatomías.

CONCLUSIÓN
De todas mangueras, quedó en claro que la vieja pandilla pirata, se
había reformado. También es posible que habían sido víctimas de la
venganza de la “Diosa del Saber”, pues siendo ella patrona de los
estudiosos de la UMSA, no permitiría jamás su traición…

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