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DESARROLLO. -
Introducción. - En nuestra vida cristiana, distinguimos tres aspectos que están
profundamente unidos e interrelacionados, son además como soportes que la
sostienen.
Estudiaremos cada uno de estos tres aspectos para facilitar su comprensión.
I.- Los tres aspectos que sustentan la Vida Cristiana son: la Piedad, el estudio y la
acción.
Son como un tripié necesario para mantener el equilibrio de nuestro vivir cristiano.
En este rollo nos ocuparemos del primer aspecto, la Piedad.
II.- Existe un falso aspecto de la vida de Piedad que ha hecho mucho daño por presentar
una imagen desfigurada de Dios, no sólo a los que la practican sino también a los que
la rodean y que por lo mismo rechazan la relación con ese Dios deformado.
III.- Para ilustrar lo anterior podemos identificar los tres tipos diferentes de la falsa
piedad.
A) Los individualistas. Son aquellos para quienes lo único importante es “Dios y yo”.
Se olvidan de que Dios ama a todos los hombres por igual y los busca tratando
de establecer una relación personal con cada uno de ellos.
Quieren acaparar a Dios y sus favores para ellos solos. No tienen sentido
comunitario.
Impiden a los demás llegar a Dios al tapar con su actuar la puerta de entrada.
Quieren salvarse de ir al infierno, pero todos.
Su religiosidad es exclusivamente vertical. Son sinceros, pero equivocados y
egoístas.
B) Los practicones. - Consideran que el cristianismo es vivir el mayor número de
prácticas piadosas que sea posible.
Reducen a prácticas su ser cristiano, les falta profundidad de vida espiritual y
vida auténtica.
Presentan a los demás un Dios de “reglamento y prácticas”, descarnado como la
religión que practican.
Son menos sinceros que los individualistas al identificar la vida con las prácticas.
Viven en el mundo de las prácticas piadosas opuesto al mundo en que se
mueven diariamente. Dicen: “una cosa es la religión y otra la vida”.
C) Los hipócritas o Fariseos.
Utilizan la imagen de parecer cristianos, para sus fines particulares, no
cristianos.
Aparentan, sabiendo que no son ni les interesa ser.
Hacen con su vida una burla del cristianismo.
Jesucristo los llamó con extremada dureza: “raza de víboras”, “sepulcros
blanqueados”.
Causan desprestigio al cristianismo y alejan a los hombres de Dios.
No hay sinceridad en su actuar, sólo convivencia. Se creen buenos y desprecian
a los demás.
V.- La vida de Piedad tiene que crecer continuamente de acuerdo con el plan de Dios, no
puede quedarse estática, ni escondida. Debe manifestarse y dar fruto.
A) La vida de Piedad crece y se perfecciona:
Con la oración, entendida como diálogo y relación entre el hombre y Dios.
Con los sacrificios propios de nuestro diario vivir.
Con la frecuencia consciente y constante de los sacramentos.
Y con la práctica continua del servicio a los hermanos.
VI.- La vida de Piedad consiste en poner toda la vida bajo la luz de todo el Evangelio.
No una parte de la vida a la luz de todo el Evangelio.
Ni toda la vida de acuerdo con una parte del Evangelio.
Si no, toda la vida iluminada por todo el evangelio.
DEFINICIÓN DE PIEDAD
Es la orientación de toda nuestra vida hacia Dios y hacia los hermanos. TODO ESTO SE
LOGRA CON LA PIEDAD.