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Fecha: 24/10/2017
CONSULTA
Grecia
Grecia es un país soberano, miembro de la Unión Europea. En el país viven alrededor
de once millones de habitantes que conforman una sociedad muy homogénea, donde
mayormente se habla el idioma griego y se practica el cristianismo ortodoxo.
Atenas, la capital, es la ciudad más poblada del país. Otras ciudades como Salónica, El
Pireo, Patras, Heraclióny Lárisa, son centros políticos, económicos y culturales a nivel
regional.
Grecia está estratégicamente ubicada entre Europa, Asia y África, y comparte fronteras
terrestres al noroeste con Albania, al norte con la República de Macedonia y Bulgaria, y
al noreste con Turquía. Al este se encuentra el mar Egeo, al oeste el Mar Jónico y en el
sur, el Mediterráneo; estos tres mares bañan sus 13 676 km de costas, el 11 litoral más
largo del mundo.
El territorio griego está conformado por siete archipiélagos con unas 1400 islas, de las
que 227 están habitadas. Cerca de un 80 % de su relieve consta de montañas, de las
cuales la más alta es el monte Olimpo, con 2917 msnm.
La Grecia moderna tiene su origen en la civilización de la antigua Grecia, la cuna de
la civilización occidental. Para Occidente es el lugar de nacimiento de la democracia,
la filosofía occidental, los Juegos Olímpicos, la literatura y el estudio de la historia,
la política y los más importantes principios de las matemáticas y la ciencia. El Estado
griego moderno, que comprende la mayor parte del núcleo histórico de la civilización
griega, se estableció en 1830, luego de una guerra de independencia del Imperio
otomano. El legado de su larga historia se refleja en el arte,
la arquitectura, gastronomía, literatura y otros aspectos culturales.
En la actualidad Grecia es un Estado democrático, desarrollado, con una economía de
altos ingresos y un Índice de Desarrollo Humano muy alto. Grecia es además miembro
de la Unión Europea desde 1981 y utiliza el euro desde 2001, forma parte de
la OTAN desde 1952 y de la Agencia Espacial Europea desde 2005. Es también socio
fundador de las Naciones Unidas, la OCDE y la Organización de Cooperación del Mar
Negro. Sin embargo, Grecia es el país que más ha visto afectada su economía durante
la Crisis económica de 2008-2015, cuando rebajó su PIB en un 25% durante 5 años;
también han aumentado mucho las desigualdades sociales, el Coeficiente de Gini y la
pobreza. No obstante, el Eurogrupo pronostica un aumento del PIB griego en los
siguientes años.
La evidencia de presencia humana más antigua hallada en los Balcanes se encuentra en
la caverna de Petralona, en la península Calcídica, donde se halló un cráneo conocido
como hombre de Petralona, cuya datación es discutida.Dentro del territorio griego
existen vestigios de asentamientos de las tres etapas de la Edad de Piedra —
paleolítico, mesolítico y neolítico—; algunos sitios, como la cueva Franchthi estuvieron
ocupados durante estos tres periodos. Dado que el país se ubica en la ruta por la cual la
agricultura se expandió desde el Cercano Oriente hacia Europa, los asentamientos
neolíticos en Grecia son los más antiguos en el continente, pues datan del séptimo
milenio a. C.
En el transcurso de su historia, que abarca tres milenios, llegó a extender sus dominios
sobre toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa. Como capital del Imperio
romano, se constituyó en una de las primeras grandes metrópolis de la humanidad,
centro de una de las civilizaciones antiguas más importantes. Influyó en la sociedad, la
cultura, la lengua, la literatura, el arte, la arquitectura, la filosofía, la religión, el derecho
y la moral de los siglos sucesivos.
Las divinidades, a diferencia de las griegas, no tenían una existencia autónoma; la religio
no estaba circunscrita a los mitos o las reflexiones teológicas, sino que era un
instrumentum regni: ya desde la fase arcaica de la historia romana, de hecho, las
instituciones religiosas no eran distintas de las políticas.
Al lado de las divinidades principales (Júpiter, Juno, Minerva, Vesta, Marte), había
algunos espíritus protectores antropomorfizados. La religión romana se caracterizaba
también por un ciclo de fiestas anuales, ligado exclusivamente a la ciudad de Roma; sin
embargo, con la expansión del Imperio, se difundieron en Roma numerosas nuevas
religiones y cultos mistéricos, provenientes sobre todo de Oriente.
En el siglo I, como sucede en los centros más importantes del Imperio, se difunde
rápidamente también el cristianismo: inicialmente considerado una secta judaica, los
cristianos, pertenecientes a todos los estratos de la sociedad, tenían su propia
organización (la Iglesia, asamblea de Dios), con un obispo como jefe (posteriormente
llamado «papa»), de los cuales se considera fue el primero el apóstol Pedro.
Luego del Edicto de Milán del año 313 y del edicto de Tesalónica del año 380, el
cristianismo se confirmó como la religión del estado y la Iglesia de Roma estableció una
relación con las instituciones políticas que caracterizó a los siglos sucesivos.
Roma, durante siglos destino de peregrinaje de numerosos fieles que seguían alguna de
las vías romeas, es sede de la diócesis homónima y alberga en su interior al estado de la
Ciudad del Vaticano, gobernado por el obispo de Roma, que por tradiciones de la misma
iglesia es siempre el obispo reinante. Más allá del catolicismo, en Roma están difundidas
el islamismo y algunos otros cultos cristianos; en la ciudad, además, desde la tardía edad
republicana se halla una abundante comunidad hebráica.
Los edificios religiosos de Roma constituyen una parte fundamental del patrimonio
monumental de la ciudad capitolina: estos son el símbolo de la importancia cultural,
social y artística del componente religioso durante todos los periodos de la historia
romana.
Los más importantes edificios sagrados de la Antigüedad fueron los templos: no eran
lugares de congregación de los fieles, sino que albergaban únicamente la imagen de la
divinidad a la que estaban dedicados. Se estima que en la tardía edad republicana de
Roma habría cerca de un centenar de templos.
Las cuatro basílicas formaban parte del así llamado "paseo de las siete iglesias" que los
peregrinos debían recorrer a pie y en un único día. Las otras tres iglesias que formaban
parte de ese itinerario son la Basílica de San Lorenzo Extramuros, la Basílica de la Santa
Cruz de Jerusalén y la Basílica de San Sebastián de las Catacumbas. Es de destacar
igualmente la Basílica de San Andrés della Valle, sede central de la orden de los Teatinos.