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I)
Asignatura: SOCIOLOGIA
Propósitos:
Comprender la importancia del cumplimiento de las normas y conocer las
consecuencias de la desviación de las mismas.
Reconocer situaciones en las cuales se observe las relaciones de poder y el
abuso de poder.
Reconocer situaciones en las que se vislumbre diferencias de género, y los
cambios con el paso del tiempo.
Objetivos:
Analizar y comprender el uso e importancia de las normas de la sociedad.
Observar las relaciones de poder que se establecen en la organización
social.
Reconocer situaciones sociales en que predomina la ausencia de normas o
escasa legitimad de las mismas.
Reconocer relaciones de poder.
Establecer relaciones entre las relaciones de poder y las diferencias de
género a través del tiempo.
Saberes previos:
Concepto de normas. Ejemplos.
Relaciones de poder y dominación. Ejemplo.
Genero (femenino y masculino) Discriminación por género. Ejemplos.
1° MOMENTO
Actividades:
DESARROLLO Y CIERRE: se propone como actividad de cierre una guía de preguntas para
posteriormente iniciar el plenario y debate sobre lo observado en la película. (Tiempo aproximado
40 minutos), teniendo en cuenta los propósitos planteados anteriormente para esta secuencia
didáctica.
Guía de preguntas:
1) ¿Era necesario que ese grupo de organizara y se eligiera un jefe? ¿Por qué?
¿Era fundamental que el jefe fuera elegido entre los niños de más edad? ¿Por qué?
2) Una vez elegido Ralph, ¿puede decirse que solo él dispone del poder? ¿Por qué?
¿En qué consiste el poder de Ralph?
3) ¿Les parece que Jack tiene razón cuando decide irse del grupo? ¿Por qué la
mayoría de los niños se van con Jack y se quedan con él hasta el final? ¿En qué
consiste el poder de Jack?
4) Aunque solo unos pocos lo sigan, ¿Ralph sigue teniendo el poder?
5) ¿Qué hubiera pasado sin en el grupo había también mujeres? ¿Se hubieran
organizado mejor y hubieran respetado las normas dispuesta en la asamblea?
Recursos: Película “El señor de las moscas”. (Director Harry Hook, Estados Unidos, 1990).
DESARROLLO: los alumnos leerán el texto de H. Becker “la desviación y la respuesta de los
otros”, y luego analizaran el caso de Mariquita Sánchez, teniendo en cuenta el concepto de la
desviación de las normas, el contexto histórico en el cual sucedió la historia y el rol y
desvalorización de la mujer en ese contexto histórico social. (tiempo aproximado 80 minutos.)
Mariquita Sánchez de Thompson
(1786-1868) Fuente: Felipe Pigna, Mujeres tenían que ser. Historia de nuestras desobedientes,
incorrectas, rebeldes y luchadores. Desde los orígenes hasta 1930, Buenos Aires, Planeta, 2011,
María de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo, más conocida como Mariquita Sánchez de
Thompson, nació el 1º de noviembre de 1786 en uno de los hogares más prestigiosos de aquel
entonces. Era la única hija de don Cecilio Sánchez de Velazco y de doña Magdalena Trillo y
Cárdenas, viuda en primeras nupcias de un riquísimo y poderoso comerciante de Buenos Aires
llamado Manuel del Arco, cuya fortuna heredará Mariquita.
Desde 1808, se hicieron famosas las tertulias de su casa de la calle Unquera, más conocida por
todos como “del Empedrado” o “del Correo” . (…) Pero la arrolladora personalidad de Mariquita se
había manifestado mucho antes. Todavía no tenía quince años cuando en 1801 se enamoró y
comprometió con su primo Martín Thompson, contra la opinión de sus padres. Su tenacidad la
llevaría a protagonizar uno de los juicios de disenso más famosos de la época.
Por aquel entonces, la Real Pragmática sobre Hijos de Familia, que regía en todas las posesiones
españolas desde 1778, establecía que los hijos de “blancos” menores de 25 años sólo podían
casarse contando con el consentimiento de sus padres, tutores o encargados. Esta muestra del
despotismo “ilustrado” no tuvo una aplicación pacífica y dio lugar a los llamados “juicios de
disenso”, por los cuales los novios buscaban que la autoridad diese el permiso negado por los
padres, o rechazase la imposición de un matrimonio no deseado.
Tanto el padre de Mariquita, don Cecilio Sánchez, como su madre, Magdalena Trillo, se negaron a
dar su consentimiento, ya que tenían en vistas para ella a un comerciante rico, emparentado por el
lado materno.
Las hostilidades comenzaron cuando Thompson, alférez de Marina, fue trasladado de Buenos
Aires, primero a Montevideo y después a Cádiz, aparentemente por las influencias de don Cecilio,
al tiempo que se le intentó imponer a Mariquita los esponsales con el candidato familiar, don Diego
del Arco. La niña se negó e hizo una declaración ante autoridad competente de su voluntad de
casarse con Thompson. La respuesta fue encerrarla en un convento por un tiempo. Ya muerto don
Cecilio, y vuelta a casar doña Magdalena, comenzó el juicio de disenso, promovido por Martín
Thompson a su regreso a Buenos Aires.
Mariquita le escribió una muy osada carta al virrey Sobremonte contándole su caso: “Excelentísimo
Señor: Ya llegado el caso de haber apurado todos los medios de dulzura que el amor y la
moderación me han sugerido por espacio de tres largos años para que mi madre, cuando no su
aprobación, cuanto menos su consentimiento me concediese para la realización de mis honestos
como justos deseos; pero todos han sido infructuosos, pues cada día está más inflexible. Así me
es preciso defender mis derechos: o Vuestra Excelencia mándeme llamar a su presencia, pero sin
ser acompañada de la de mi madre, para dar mi última resolución, o siendo ésta la de casarme con
mi primo, porque mi amor, mi salvación y mi reputación así lo desean y exigen (…). Nuestra causa
es demasiado justa, según comprendo, para que Vuestra Excelencia nos dispense justicia,
protección y favor. No se atenderá a cuanto pueda yo decir en el acto del depósito, pues las
lágrimas de madre quizás me hagan decir no sólo que no quiero salir, pero que ni quiero casarme.
(…) Por último, prevengo a V.E. que a ningún papel mío que no vaya por manos de mi primo dé
V.E. asenso ni crédito, porque quién sabe lo que me pueden hacer que haga. Por ser ésta mi
voluntad, la firmo en Buenos Aires, a 10 de julio de 1804”.
El trámite fue saldado el 20 de julio de 1804, al dar el virrey Sobremonte su permiso para la boda
contra la voluntad paterna.
Con la autoridad que le daba esta resolución de su caso, la mujer escribirá años más tarde: “El
padre arreglaba todo a su voluntad. Se lo decía a su mujer y a la novia tres o cuatro días antes de
hacer el casamiento; esto era muy general. Hablar de corazón a estas gentes era farsa del diablo;
el casamiento era un sacramento y cosas mundanas no tenían que ver en esto, ¡ah, jóvenes del
día!, si pudieras saber los tormentos de aquella juventud, ¡cómo sabrías apreciar la dicha que
gozáis! Las pobres hijas no se habrían atrevido a hacer la menor observación; era preciso
obedecer. Los padres creían que ellos sabían mejor lo que convenía a sus hijas y era perder
tiempo hacerles variar de opinión. Se casaba una niña hermosa con un hombre que ni era lindo ni
elegante ni fino y además que podía ser su padre, pero hombre de juicio, era lo preciso. De aquí
venía que muchas jóvenes preferían hacerse religiosas que casarse contra su gusto con hombres
que les inspiraban aversión más bien que amor. ¡Amor!, palabra escandalosa en una joven el amor
se perseguía, el amor era mirado como depravación”.
Mariquita Sánchez se convirtió en una “referente” inevitable de las mujeres de la elite rioplatense.
Partidaria de la independencia, en una suscripción de 1812 promovida por el Triunvirato para pagar
armas venidas de Estados Unidos, acaudilló a un grupo de damas vinculadas a la Sociedad
Patriótica dirigida por Bernardo Monteagudo, que adhirió e hizo publicar en la Gaceta un llamado
que expresa, a la vez, los cambios y las continuidades que se vivían en los tiempos
revolucionarios. Allí se decía que las mujeres, “destinadas por la naturaleza y por las leyes a vivir
una vida retraída y sedentaria, no pueden desplegar su patriotismo con el esplendor de los héroes
de los campos de batalla. Saben apreciar bien el honor del sexo a quien confía la sociedad el
alimento y la educación de sus jefes y magistrados, pero tan dulces y supremos encargos, las
consuelan apenas del sentimiento de no poder contar sus nombres entre los defensores de la
patria. En la búsqueda de sus anhelos, han encontrado el recurso que siendo análogo a su
constitución, desahoga de algún modo su patriotismo. Las suscriptoras tienen el honor de
presentar a V.E. la suma [...] que destinan al pago de fusiles que ayudarán al Estado en la
erogación que hará por armamento que acaba de arribar felizmente. Ellas sustraen generosamente
las pequeñas, pero sensibles necesidades de su sexo, para consagrarles un objeto, el más grande
que la patria conoce en las actuales circunstancias. Cuando el alborozo público lleve hasta el seno
de las familias la nueva de una victoria, podrán decir en la exaltación de su entusiasmo ‘Yo armé el
brazo de ese valiente que aseguró su gloria y nuestra libertad’. Dominadas por esa ambición
honrosa, suplican las suscriptoras a V.E., se sirva mandar grabar sus nombres en los fusiles que
costean. Si el amor a la patria deja algún vacío en el corazón de los guerreros, la consideración al
sexo será un nuevo estímulo que los obligue a sostener en su arma, una prenda del afecto de sus
compatriotas cuyo honor y libertad defienden. Entonces, tendrán derecho a reconvenir al cobarde
que con las armas en la mano abandonó su nombre en el campo enemigo. Y coronarán con sus
manos al joven, que presentando con ellas el instrumento de la victoria, dé una prueba de gloriosa
valentía. Las suscriptoras esperan que aceptando V.E. este pequeño donativo, se servirá aprobar
su solicitud como un testimonio de su decidido interés por la felicidad de la Patria. Buenos Aires, 30
de mayo de 1812”.
Aquella adhesión no le impidió ser luego amiga de Rivadavia e integrarse en 1823 a la Sociedad
de Beneficencia, y presidirla en dos ocasiones. Esta buena relación tampoco le impidió hacerse
federal en 1829. La propia Mariquita decía de sí misma: “Yo soy en política como en religión muy
tolerante. Lo que exijo es buena fe”.
Así, estando al frente de la Sociedad de Beneficencia, mantuvo escuelas separadas para niñas
“blancas” y para niñas “pardas”. En cambio, tenía puntos de vista mucho más avanzados a su
tiempo en lo que se refería al matrimonio y el papel de la mujer en la familia. Por ejemplo, en una
carta a su hija Florencia, en julio de 1854, decía: “¿Quién diablos inventó el matrimonio
indisoluble? [...] Es una barbaridad atarlo a uno a un martirio permanente”.
Claro que esa afirmación la hacía ya madura. Como vimos, su fulminante romance con Martín
Thompson llevó a su primer matrimonio, del que tuvo cinco hijos. A comienzos de 1816, Thompson
fue enviado en misión a Estados Unidos, para intentar el reconocimiento de la independencia que
estaba por declararse, Thompson falleció en su viaje de regreso a Buenos Aires. Un año después,
y siguiendo las prácticas de la época que no veían bien a una viuda rica relativamente joven, se
volvió a casar, con el representante consular francés en Buenos Aires, Jean Baptiste Washington
de Mendeville, con quien tuvo tres hijos. Fue un matrimonio curioso que, de hecho, concluyó en
1836, cuando Mendeville fue destinado como cónsul en Quito. Mariquita y sus hijos quedaron en
Buenos Aires y nunca más volvió a encontrarse con su marido, muerto en 1863 en Francia.
Entre 1839 y 1843 se expatrió a Montevideo, temerosa de sufrir persecución por parte de Rosas.
Mariquita fue sin duda una influyente mujer. Era una gran lectora, estaba al corriente de cuanto
acontecimiento sucediese, y fue una sagaz cronista. En carta a su segundo marido señalaba: “En
el diario que he llevado he escrito mil ochocientas sesenta notas. Sin contar cartas particulares. Te
puedes imaginar si es broma, a más cuarenta actas: esto es trabajo de cabeza y pluma”. Así, esta
mujer, que participó activamente de los acontecimientos políticos y literarios de aquellos años, que
opinó y entabló polémicas sobre diversos temas, estuvo en boca de cuanto diplomático pisó suelo
porteño, y con el correr de los años se convirtió en una verdadera embajadora rioplatense. Falleció
a los 81 años, el 23 de octubre de 1868.
CIERRE:
Se trabajaran los contenidos presentados y se establecerán vínculos entre estos y la
película observada con anterioridad. También deberán constar en el trabajo práctico. (Tiempo
estimado 40 minutos).
Recursos:
Bibliografía:
Paradeda Daniel y otros. Sociología. Maipue. Buenos Aires. 2011. (Pagina 108 a 111 y 146).
Schujman, Gustavo y otros. Derechos Humanos y Ciudadanía. Aique. Polimodal. Buenos
Aires. 2005. (Pagina 44 a 52).
www.definicion.de
Evaluación:
La evaluación será teniendo en cuenta la elaboración del práctico, que consiste en tomar
apuntes de los conceptos trabajados, y se tomará en cuenta, por su puesto la apropiación de los
mismos.
3° MOMENTO:
Actividad de cierre:
APERTURA:
El docente presentará la siguiente noticia a los alumnos, la cual vislumbra
claramente el concepto de poder, anomia y género. El caso a analizar plantea la violencia de
género y desde allí ver y examinar los motivos por los cuales se da el incumplimiento a las
normas, ya sea desde el agresor como así también desde la justicia.
DESARROLLO: lectura de la noticia, para establecer relaciones entre los conceptos antes
trabajados como normas, desviación de las normas, y con ellos los conceptos de E.S.I, en este caso
planteado por la noticia teniendo en cuenta la violencia de género, que en la actualidad, es un
tema candente, pero que afortunadamente hay medios para proteger a las víctimas de este tipo
de violencia, inimaginables en principios del Siglo XX, en sociedad completamente distintas, y en
las que existía la vulneración hacia la mujer, incluso hasta como una hecho justificado y
naturalizado.
1
El feminicidio o femicidio, como también se lo denomina, es un término relativamente nuevo, que surgió de
la traducción del concepto inglés femicide, el cual refiere al homicidio evitable de mujeres por cuestiones vinculadas
estrictamente al género.
problema. Por eso, es oportuno que se abran interrogantes que inviten a la reflexión sobre dichas
prácticas e iniciativas.
Un ejemplo podría ser, que frente al incremento de denuncias por violencia de género, se
realizan cada vez más derivaciones de unas instituciones a otras solicitando vagamente el
seguimiento a la mujer “víctima de violencia de género”, sin que la mujer esté en conocimiento de
lo actuado y sin que esta derivación tenga algún sentido claramente establecido.
Este tipo de iniciativas practicadas de manera compulsiva, caen en lo que entendemos por
violencia institucional, ya que en vez de favorecer el empoderamiento de la mujer en la toma de
sus propias decisiones, se prioriza una respuesta rápida y burocrática, Es decir, se institucionaliza
una forma de proceder sin tener en cuenta la opinión de la mujer ni una estrategia especifica.
Otro ejemplo podría ser cuando las mujeres solicitan medidas de exclusión de hogar hacia
su agresor, (pareja y padre de sus hijos/as); y terminan asumiendo en soledad la carga familiar. En
varias ocasiones, las mismas mujeres son quienes incumplen con las medidas que solicitaron
anteriormente a la justicia para buscar el resguardo económico exponiéndose a situaciones de
violencia.
Podríamos hablar de la cantidad de denuncias que se efectúan en las fiscalías, y la falta de
un procedimiento penal adecuado a la problemática de la violencia de género que logre una
sanción al respecto. Sobre los agresores no pesa ningún tipo de sanción penal ni civil.
Se podrían seguir enumerando iniciativas que no se enmarcan en acciones estratégicas y
que de alguna manera re victimizan a las mujeres. Pero no es ese el sentido de esta nota, sino
alertar sobre lo que no podemos seguir permitiendo que suceda, que es que se sigan generando
miles de parches en políticas públicas para remendar un flagelo social. Es necesario planificar en
términos estratégicos, con participación social, responsabilidad ética y política, de eso se trata la
tarea de Gobernar.
CIERRE: como cierre se propone que los alumnos, logren determinar donde se encuentra
la anomia, que sucede con las normas, quienes tienen poder para buscar una solución y no lo
hacen, quienes tienen el poder de hacer cumplir las normas, que sucede cuando el abuso de poder
en la familia se naturaliza, los riesgos que corre el abusado durante la búsqueda de respuestas,
etc. Esta actividad será en primera instancia oral, y luego plasmaran posibles hipótesis respecto a
por qué en el área de legislación y aplicación de la ley respecto a delitos de violencia de género
aparecen tantos obstáculos. Además se tendrá en cuenta para el desarrollo de esta actividad la
LEY DE PROTECCION INTEGRAL A LAS MUJERES (ver ANEXO), ya que la misma surge a través de
varios movimientos de mujeres que reclamaban sus derechos.
Recursos: Noticia: “La violencia de género y la falta de penas para el agresor” (Martes, 20 de mayo
de 2014, http://www.argenpress.info/2014/05/la-violencia-de-genero-y-la-falta-de.html)
Evaluación final: se tomara en este caso una evaluación en proceso teniendo en cuenta la
participación de los alumnos en el plenario, la capacidad para reflexionar, la elaboración de las
respuestas a las preguntas teniendo en cuenta sus conocimientos previos. Además, el trabajo en
equipo y la predisposición para trabajar con el material teórico y luego la vincula con de esto con
la noticia presentado.
ANEXO:
Ley 26.485
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
g) La asistencia integral a las mujeres que padecen violencia en las áreas estatales
y privadas que realicen actividades programáticas destinadas a las mujeres y/o en
los servicios especializados de violencia.
1.- Física: La que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o
riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato agresión que afecte su
integridad física.
3.- Sexual: Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o
sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su
vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o
intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones
vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución
forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
a) Violencia doméstica contra las mujeres: aquella ejercida contra las mujeres por
un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico donde ésta
ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la integridad física, psicológica, sexual,
económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la libertad reproductiva y el
derecho al pleno desarrollo de las mujeres. Se entiende por grupo familiar el
originado en el parentesco sea por consanguinidad o por afinidad, el matrimonio,
las uniones de hecho y las parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o
finalizadas, no siendo requisito la convivencia;
c) Violencia laboral contra las mujeres: aquella que discrimina a las mujeres en los
ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al empleo,
contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo, exigiendo requisitos
sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o la realización de test de
embarazo. Constituye también violencia contra las mujeres en el ámbito laboral
quebrantar el derecho de igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo,
incluye el hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada
trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral;
TITULO II
POLITICAS PUBLICAS
CAPITULO I
PRECEPTOS RECTORES
ARTICULO 7º — Preceptos rectores. Los tres poderes del Estado, sean del ámbito
nacional o provincial, adoptarán las medidas necesarias y ratificarán en cada una
de sus actuaciones el respeto irrestricto del derecho constitucional a la igualdad
entre mujeres y varones. Para el cumplimiento de los fines de la presente ley
deberán garantizar los siguientes preceptos rectores:
a) La eliminación de la discriminación y las desiguales relaciones de poder sobre las
mujeres;
CAPITULO II
ORGANISMO COMPETENTE
r) Celebrar convenios con organismos públicos y/o instituciones privadas para toda
acción conducente al cumplimiento de los alcances y objetivos de la presente ley;
CAPITULO III
e) Atención coordinada con el área social que brinde los programas de asistencia
destinados a promover el desarrollo humano.
6.- Instancias de tránsito para la atención y albergue de las mujeres que padecen
violencia en los casos en que la permanencia en su domicilio o residencia implique
una amenaza inminente a su integridad física, psicológica o sexual, o la de su
grupo familiar, debiendo estar orientada a la integración inmediata a su medio
familiar, social y laboral.
h) Alentar la formación continua del personal médico sanitario con el fin de mejorar
el diagnóstico precoz y la atención médica con perspectiva de género;
CAPITULO IV
j) Articular las acciones del Observatorio de la Violencia contra las Mujeres con
otros Observatorios que existan a nivel provincial, nacional e internacional;
k) Publicar el informe anual sobre las actividades desarrolladas, el que deberá
contener información sobre los estudios e investigaciones realizadas y propuestas
de reformas institucionales o normativas. El mismo será difundido a la ciudadanía y
elevado a las autoridades con competencia en la materia para que adopten las
medidas que corresponda.
TITULO III
PROCEDIMIENTOS
CAPITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
d) A que su opinión sea tenida en cuenta al momento de arribar a una decisión que
la afecte;
CAPITULO II
PROCEDIMIENTO
a) Durante cualquier etapa del proceso el/la juez/a interviniente podrá, de oficio o
a petición de parte, ordenar una o más de las siguientes medidas preventivas de
acuerdo a los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres definidas en los
artículos 5º y 6º de la presente ley:
a.5. Proveer las medidas conducentes a brindar a quien padece o ejerce violencia,
cuando así lo requieran, asistencia médica o psicológica, a través de los organismos
públicos y organizaciones de la sociedad civil con formación especializada en la
prevención y atención de la violencia contra las mujeres;
a.6. Ordenar medidas de seguridad en el domicilio de la mujer;
a.7. Ordenar toda otra medida necesaria para garantizar la seguridad de la mujer
que padece violencia, hacer cesar la situación de violencia y evitar la repetición de
todo acto de perturbación o intimidación, agresión y maltrato del agresor hacia la
mujer.
b.5. En caso de que se trate de una pareja con hijos/as, se fijará una cuota
alimentaria provisoria, si correspondiese, de acuerdo con los antecedentes obrantes
en la causa y según las normas que rigen en la materia;
b.6. En caso que la víctima fuere menor de edad, el/la juez/a, mediante resolución
fundada y teniendo en cuenta la opinión y el derecho a ser oída de la niña o de la
adolescente, puede otorgar la guarda a un miembro de su grupo familiar, por
consanguinidad o afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada o de la
comunidad.
b.10. Otorgar el uso exclusivo a la mujer que padece violencia, por el período que
estime conveniente, del mobiliario de la casa.
ARTICULO 27. — Facultades del/la juez/a. El/ la juez/a podrá dictar más de una
medida a la vez, determinando la duración de las mismas de acuerdo a las
circunstancias del caso, y debiendo establecer un plazo máximo de duración de las
mismas, por auto fundado.
ARTICULO 28. — Audiencia. El/la juez/a interviniente fijará una audiencia, la que
deberá tomar personalmente bajo pena de nulidad, dentro de CUARENTA Y OCHO
(48) horas de ordenadas las medidas del artículo 26, o si no se adoptara ninguna
de ellas, desde el momento que tomó conocimiento de la denuncia.
El presunto agresor estará obligado a comparecer bajo apercibimiento de ser
llevado ante el juzgado con auxilio de la fuerza pública.
En dicha audiencia, escuchará a las partes por separado bajo pena de nulidad, y
ordenará las medidas que estime pertinentes.
ARTICULO 29. — Informes. Siempre que fuere posible el/la juez/a interviniente
podrá requerir un informe efectuado por un equipo interdisciplinario para
determinar los daños físicos, psicológicos, económicos o de otro tipo sufridos por la
mujer y la situación de peligro en la que se encuentre.
El/la juez/a interviniente también podrá considerar los informes que se elaboren
por los equipos interdisciplinarios de la administración pública sobre los daños
físicos, psicológicos, económicos o de otro tipo sufridos por la mujer y la situación
de peligro, evitando producir nuevos informes que la revictimicen.
Los juzgados que intervienen en los casos de violencia previstos en esta ley
deberán remitir anualmente la información pertinente para dicho registro.
TITULO IV
DISPOSICIONES FINALES