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ARGENTINA
ANGEL GARMA,
SU CONCEPTUALIZACSÓN DEL
SUPERYO. EL SOMETIMIENTO
MA8QQUS8TÀ DEL YO AL
SUPERYO EN LA NEUROSIS, LA
PSICOSIS Y LAS REACCIONES
MANIACAS
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Es notorio en su obra su deseo de ir más allá de lo que habían pensado "los maestros". La
obra de un investigador de espíritu libre. Desde sus años de formación destacó por evitar
el sometimiento a las teorías previas. Recordemos su trabajo para acceder a la asociación
psicoanalítica alemana criticando algunos trabajos recientes de Freud sobre psicosis y
neurosis. Como también fue crítico con Melanie Klein que, aunque reconoció sus grandes
aportaciones y haberse apoyado en algunos de sus estudios en medicina psicosomàtica,
llegó a rechazar cuando no estuvo de acuerdo. "Siempre crítico de modo creativo", decía.
La principal idea de este artículo es que la estructura mental del neurótico seria
similar a la del psicòtico, su yo estaría sometido de modo masoquista al súperyo
que contiene los impulsos del ello. Esto difiere de la postulación de Freud que
sostiene que la neurosis y la psicosis responden de manera opuesta para
enfrentar un conflicto. Garma en su art. recuerda los conceptos freudianos de los
que parte para pensar, reflejados en los artículos que mencionaré a continuación.1
1 También -J.Strachey señala que posteriormente en su art sobre el fetichismol Freud formula dudas
en relación a la validez de la distinción que establece en estos dos art. citados por Garma(p.192, T
XIX AE)
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La etiología común para el desencadenamiento de una psiconeurosis o de una psicosis
sigue siendo la frustración, el no cumplimiento de uno de aquellos deseos de la infancia,
eternamente indómitos, que tan profundas raíces tienen en nuestra organización
comandada filogenèticamente. Esta frustración siempre es ....una frustración externa; en
el caso individual, puede partir de aquella instancia interna (dentro del superyó) que ha
asumido la subrogación del reclamo de la realidad. Ahora bien, el efecto patógeno.
depende de lo que haga el yo en semejante tensión conflictiva: si permanece fiel a su
vasallaje hacia el mundo exterior y procura sujetar al ello, o si es avasallado por el ello y
así se deja arrancar de la realidad. Pero esta situación en apariencia simple se complica
porla existencia del superyó, quien, en un enlace que aún no logramos penetrar, reúne
en sí influjos del ello tanto como del mundo exterior y es, por así decir, un arquetipo ideal
de aquello que es la meta de todo querer-alcanzar del yo: la reconciliación entre sus
múltiples vasallajes. ( p. 157) (las negritas son mías)
Garma pone en evidencia cómo este punto de vista acerca de la psicosis puede
hacer suponer al enfermo psicòtico como una persona despreocupada del
ambiente que lo rodea (esto se basa en las diversas conceptualizaciones de la
época tanto psiquiátricas como algunas psicoanalíticas), atraído por sus propias
fantasías en las que parecería satisfacer sus deseos omnipotentemente. Pero:
¿corresponde a la realidad pensar a una persona que sufre un cuadro psicòtico
como placenteramente aislada en un mundo de fantasías, satisfaciendo sus
deseos en ei delirio? Siendo de este modo, distinto el caso del neurótico que vive
atormentado por sus síntomas, de los que busca liberarse para ser feliz.
Sabemos por nuestra experiencia que esto no es así2. Que la psicosis supone un
intenso nivel de sufrimiento psíquico. Garma pone de relieve cómo existen
mayores casos de automutilaciones o suicidios en el caso de la psicosis, así como
en los delirios de distinto tipo en que la persona puede sentirse manipulada en su
interior desde afuera, temer a los alimentos y no poder comer a pesar de tener
hambre, o presentar tal desconexión con su cuerpo que no registre e! frío y circule
desvestida en climas de bajas temperaturas.
Esto no puede pensarse como una satisfacción primitiva dei ello, salvo que se la
vincule de alguna manera con una satisfacción de tipo masoquista.
2Así también Freud mismo lo menciona en La pérdida de la realidad.. .cuando afirma: las formas
delirantes y alucinaciones presentan un carácter penosísimo y van unidas a un desarrollo de
angustia (p. 196 TXIX AE).
3Ac!ara que se írata de un estudio de !a esquizofrenia en hombres pero a mi criterio en tanto
posición masoquista pasiva se hace extensivo a !as mujeres
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en general, es decir, una subordinación a los mandatos prohibitivos de! superyó
tanto en un caso como en el otro pero mucho más extremo en la psicosis.4
Este ejemplo sirve para ejemplificar cómo el aparente triunfo supone una negación
de la realidad, que es exterior y psíquica a la vez. Se niega el dolor como el
sometimiento, en el sentido que están siendo dañados y lo desconocen y disfrutan
4Esto podría dar respuesta a lo planteado por Freud y anteriormente citado :Pero esta situación en
apariencia simple se complica por la existencia del superyó, quien, en un enlace que aún no
logramos penetrar, reúne en sí influjos del ello tanto como del mundo exterior
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la situación.En el fundamento de esto encontramos una disposición masoquista
justamente en la aceptación de agresiones tanto ambientales como superyoieas,
bajo el engaño de que se consigue un bienestar.
Esto está en la misma línea que trabaja Freud en Duelo y Melancolía cuando
afirma que el contenido de la manía es idéntico al de la melancolíala diferencia está en
cómo se orienta el yo ante el superyó. En palabras de Garma:
En las reacciones maníacas el yo trata de renunciar a sus objetos reales y de limitarse a
los objetos de la fantasía, para someterse a los mandatos del superyó que lo engaña con
el señalamiento de que así fue su comportamiento durante la vida fetal, donde era
extremadamente feliz en una supuesta independencia de su mundo exterior. Lo que es
tendenciosamente erróneo....dado que el individuo adulto....no puede prescindir de los
objetos reales (p73).
Además:
Las reacciones maníacas tienen también como contenido esencial la realización de
comportamientos destructivos que provocan la repulsa ambiental y superyoica y que son
percibidos como merecedores de intenso castigo. Estos comportamientos punibles tienen
como finalidad exonerar de culpa a los objetos perseguidores que configuran al Superyó.
El maníaco busca así justificar ampliamente las conductas crueles e injustas contra él de
sus objetos superyoicos (p149)
Son de características maníacas las teorías sobre la manía y las reacciones maníacas
que insisten en el triunfo, la negación de lo persecutorio y otros contenidos
placenteros ...(p149)
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En relación a ia Esquizofrenia, también en el citado artículo afirma:
Mi teoría era y sigue siendo que en la psicosis-me refiero especialmente a la
esquizofrenia-el individuo se aleja de la realidad exteriorjustamente porque, como
consecuencia de la represión (y de otros mecanismos de defensa) de sus instintos vitales,
la,realidad exterior deja de tener atractivos para él (p150)
En el esquizofrénico ocurre algo análogo a lo que es fácil observar en el hombre muy
religioso que, motivado por su idea de que las satisfacciones instintivas placenteras son
algo prohibido y por lo tanto algo que debe ser evitado, rehúye a ...la realidad exterior con
todas sus posibilidades de placer instintivo.
Por ello la pérdida del contacto del esquizofrénico con la realidad exterior es sobre todo
consecutiva a un rechazo superyoico, más intenso que el de! neurótico de su
instintividad vital y no tanto a un deseo de satisfacerla negando la realidad
La represión de los instintos vitales, además de la pérdida de un buen contacto con la
realidad exterior, trae siempre como consecuencia pérdidas de aspectos del yo.
Entonces, perder una parte de la conexión psíquica con la realidad implica
necesariamente la pérdida psíquica de un fragmento del ello como del yo.
Para Garma existe una línea de continuidad y no una ruptura entre la neurosis y la
psicosis.
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propia pulsión y este núcleo inicial del superyó que no se preocupa por !a
aprobación de! exterior. Luego los padres introyectados actuarían como filtros,
siendo algunos impulsos permitidos y otros no.
Dice: De un modo esquemático se puede decir que, antes de ¡a formación del superyó, si
el niño no comete una mala acción es por miedo al castigo de ios padres o personas
sustitutivas, es decir, por miedo a algo real. A partir de la creación del superyó, el sujeto
ya no comete malas acciones por temor a dicho superyó, es decir, por miedo a su
conciencia (p63).
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Como sabemos los comportamientos neuróticos de las personas son
consecuencia de sometimientos a circunstancias perjudiciales tanto actuales como
infantiles y hereditarias, configurando de este modo comportamientos masoquistas
de tipo erògeno y moral.
Como último punto en este recorrido me gustaría recordar una idea que me
pareció muy original de Garma, enlazada también con la consideración de la
neurosis y el papel del superyó que es la interpretación del Complejo de Edipo al
modo de una “novela familiar”. El artículo se llama Edipo no era hijo de Layo y
Yocasta (1975) Plantea allí que si bien el complejo de Edipo constituye el núcleo
central de los comportamientos neuróticos, esto no se debe a que las tendencias
incestuosas y parricidas de los neuróticos tengan una intensidad exagerada, sino
a que estas les ocasionan sentimientos de culpabilidad demasiado intensos. Es a
consecuencia de estos sentimientos que inconscientemente consideran que sus
compañeros y rivales genitales son sus padres, o sea los confunden con sus
padres. Y creen también que muchos de sus actos, aun los más triviales son
incestuosos. Además de la existencia en los neuróticos de la fantasía que
conocemos como la “novela familiar”, es decir la creencia de que sus verdaderos
padres son otros distintos de los reales.
Además a Edipo le ocurre lo que sucede antes y después del período de latencia
en el desarrollo del ser humano. Esto explica que las consecuencias terribles de
su incesto y parricidio solo se presentan después de un intervalo en el que Edipo
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disfrutó de un gran bienestar junto a su madre con la que tuvo hijos, fue buen
gobernante y consiguió el aprecio de sus súbditos y la prosperidad de Tebas.
Lo que debe significar que sus tendencias sexuales incestuosas y parricidas por entonces
no son consideradas como dañinas. Al sobrevenirla edad del período de latencia al niño
se le imparten las enseñanzas religiosas, mediante las cuales aprende que ha nacido en
pecado mortal. El pecado mortal, según lo interpretó Freud (1939, pp. 135-136), es el ser
parricida, lo que, siguiendo la ley del Talión, merece ser castigado con la muerte. De lo
cual, de acuerdo siempre a las enseñanzas religiosas, el individuo solamente es libre
gracias a la bondad divina y siempre que desarrolle en él las reacciones de culpa,
arrepentimiento y autocastigo. (p143)
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Resumiendo y para concluir:
Edipo, según esta interpretación, no era hijo de Layo y Yocasta. Ei mito dramatiza
de un modo concreto, como si se tratara de sucesos reales, vivencias
inconscientes del neurótico. Este, empujado por sus sentimientos de culpa y
necesidad de castigo repite con sus objetos adultos comportamientos infantiles
que tuvo con sus padres.
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Bibliografía
2006 (1) Iñaki Markez— Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. v.26 n.2 Madrid
Psicoanálisis1/2
------------ 7975 (1979) Simposios y congresos, Edipo no era hijo de Layo y Yocasta
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