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MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
A Carlos Fonseca, héroe nacional
Principal fundador y forjador del FSLN
Jefe de la Revolución Popoular Sandinista
Prólogo
Quiero advertir que, cuando sostuve los primeros diálogos frente a las
audiencias, no tenía capacidad de pronosticar lo que al final sería el
importante y amplio universo de experiencias y vivencias de mis
entrevistados. Tampoco anticipé entonces el alcance y el impacto histórico
que podrían tener –una vez reunidos y procesados– sus testimonios, relatos
y comprometidas declaraciones.
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embargo, serán muy útiles para otro tipo de publicación. Igualmente
descarté entrevistas sobre las heroicas páginas de la Revolución Sandinista,
la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA), la Reforma Agraria, la defensa
militar, con pasajes como la masacre de San José de las Mulas, y otros
temas. Pero estas entrevistas también tendrán su oportunidad.
Nuestro diálogo, que comenzaba siempre con los primeros pasos políticos
del entrevistado, concluía con su participación en la lucha hasta la caída de
la dictadura. Así que en este libro, salvo mínimas excepciones, los
testimonios y relatos se agotan el 19 de julio de 1979, aunque incluyen un
mensaje de mis entrevistados para las nuevas generaciones de patriotas
nicaragüenses, llamado que siempre les solicité para cerrar la entrevista. La
breve biografía de los entrevistados corresponde a la fecha que se realizó la
entrevista.
Al realizar las primeras entrevistas, no pensé que diez años después estaría
presentando un libro con estos testimonios arduamente examinados y
verificados en un complejo proceso de trabajo que, por fases o
determinados períodos, vine haciendo con paciencia desde entonces.
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Conocía, igualmente, que la memoria no sólo fija y preserva, sino que
también olvida, oculta, guarda silencio, distorsiona, confunde y mezcla.
Esto último es aún más cierto cuando se trata de situaciones de singular
intensidad y hasta traumáticas. ¿Acaso no lo fueron la guerra y sus
combates, la vida clandestina, la cárcel, la tortura, las violaciones? ¿No fue
acaso lesivo vivir bajo la persecución permanente del enemigo, entre
asesinatos y crímenes, contemplando la muerte de entrañables
compañeros bajo las balas enemigas, las delaciones y traiciones? ¿No
fueron objetivamente dolorosas las situaciones derivadas de la división del
Frente, que causaron heridas profundas en la conciencia de los miembros
de la familia sandinista, y todo ello en un universo humano poblado
entonces mayoritariamente por jóvenes muchachas y muchachos? ¿Qué
trampas inconscientes nos había preparado la memoria?
Durante la revisión de las entrevistas, constaté que los recuerdos son una
versión particular, personal, de los hechos, de la historia, una espontánea
representación, una reconstrucción con borrones, vicios del recuerdo,
lagunas y silencios. Fue necesario entonces pasar las entrevistas por el
filtro de las técnicas y procedimientos de la Historia Oral, cuya
consolidación en América Latina, por cierto, como método contemporáneo
de la investigación histórica, no estaba muy distante en el tiempo de la
creación misma del Frente Sandinista.
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Todo ello había que depurarlo paso a paso, des construir primero, para
luego reconstruir de manera confiable, al menos los acontecimientos más
relevantes de esta historia singular por primera vez relatada de manera
colectiva, contada, vivida y reconstruida, esencialmente, no por los
principales líderes nacionales de aquel proceso, tampoco en relatos
novelados, sino por los mismos protagonistas directos, de tantas luchas y
acontecimientos. Ahora, por fin, después de diez años, están recogidas en
un sólo texto de manera históricamente confiable.
Una vez concluido este proceso –y sólo entonces–, tomé las decisiones
definitivas para establecer el orden de su presentación en el libro, el cual
procura combinar testimonios y temáticas.
Por obvias razones, hubiese querido tener en la radio una entrevista con
Daniel Ortega. En dos ocasiones, Daniel aceptó mi invitación para asistir al
programa, y en ambos casos, canceló su participación a última hora tal
como entonces lo dijimos al aire, como explicaciones necesarias a las
audiencias, que quedaron esperando las anunciadas comparecencias.
Nada habría disfrutado tanto como una participación del tayacán mayor del
canto revolucionario nicaragüense, Carlos Mejía Godoy. Las audiencias aquí
también se quedaron con las ganas. No pudo coincidir nuestro tiempo con
el suyo. Igual me ocurrió con los deseos de llevar al programa a Ernesto
Cardenal. Habría sido un valiosísimo testimonio.
Por otro lado, la entrevista de Jaime Wheelock, con quien quería conversar
sobre su trayectoria militante, el rol del campesinado y las banderas de la
lucha por la tierra, los oyentes la encauzaron a los angustiantes problemas
de la propiedad y su titulación después de 1990.
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Sin duda habría sido de especial interés e importancia una entrevista al aire
con Humberto Ortega, habida cuenta su prolongada militancia y, sobre
todo, por el inobjetable y destacado papel de dirección que, desde “Palo
Alto”, desempeñara en la victoriosa ofensiva final del FSLN. No obstante,
Humberto, con la publicación de su libro La Epopeya de la Insurrección,
brindó abundantes datos que fueron de mucha ayuda.
Inolvidable será sin duda Manuel Piñeiro “Barba Roja” y sus muchachos del
Departamento América, y aquellos destacados combatientes del Ministerio
del Interior y del Ejército cubano, quienes se fajaron al lado del FSLN. Debo
consignar además, que cientos y quizás miles de cubanos brindaron refugio
y cariño por muchísimos años, en La Habana, a los combatientes
sandinistas.
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Los testimonios sobre los frentes de lucha abordados ofrecen mucho
material informativo, pero quedan aún muchas cosas por reconstruir. La
historia de lucha de algunas ciudades está totalmente ausente por razones
de espacio, como Ocotal, Jinotepe y Diriamba, de gran combatividad.
Tampoco pude hablar de la Columna Jacinto Hernández, que entró por
Nueva Guinea en mayo de 1979 y fue masacrada brutalmente. Y quedó
pendiente reconstruir los detalles de la Insurrección Final en Matagalpa.
En fin, quiero enfatizar que todavía hay “mucha caña que moler” por lo que
invito a los protagonistas de cada una de estas páginas a emprender el
camino de su recuperación en esta memoria histórica colectiva.
F. Engels El fin de la
filosofía clásica alemana
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Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista por Mónica Baltodano se distribuye bajo una Licencia
Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
una obra disponible en http://www.memoriasdelaluchasandinista/en/4-presentacion.
A Carlos Fonseca, héroe nacional
Principal fundador y forjador del FSLN
Jefe de la Revolución Popular Sandinista
Introducción
Lo primero que salta a la vista del examen crítico de esta historia, es que en
la ofensiva final se encuentran las huellas, las evidencias incontrovertibles
de un complejo recorrido de millares de gentes que parecen tener su origen
genético en Diriangén, en los mískitos, sumos, ramas, garífunas o
cimarrones que no se dejaron esclavizar, en los indios de Matagalpa,
Sutiava y Monimbó, en la piedra de Andrés Castro y en los patriotas de la
guerra nacional contra los filibusteros yanquis, en la mejor poesía de Darío,
y en los ejemplos de Zeledón y Sandino.
Son los surcos de poetas rebeldes que caen con el fusil en la mano, de
cárceles, de gritos de horror y torturas, de carcajadas solitarias en las
noches de montaña de hombres que parecen desquiciados, de un
incansable ir y venir, de avances entusiastas que proclaman victorias y de
desesperados gritos de retirada. De marchas por las calles, de proclamas en
los portones de las fábricas, de reuniones ocultas con voces de silencio. De
complots y conspiraciones, de pechos abiertos y denuncias públicas de los
tiranos. De centenares y miles de actos de heroísmo y sacrificios que
salpican aquí y allá a todas las comunidades de la geografía nacional.
Este proceso fue, por lo menos, un prolongado octubre que duró no menos
de veinte años de historia. Nada fue producto del azar, ni fruto del ingenio
de dirigentes en las últimas jornadas. Es una curiosa historia en la que los
grandes acontecimientos se hacen sin caudillos ni jefes oligarcas. Sin
árbitros ni intermediarios. Sin indispensables, ni Charles Atlas niSuperman.
Dicho esto, quiero resaltar lo que considero son los rasgos definitorios de
esta época, una síntesis de las lecciones históricas que extraigo de las
entrevistas e investigaciones que realicé en este arduo trabajo. No tengo la
menor duda de que nada puede sustituir el valor histórico, la riqueza, la
belleza del testimonio y las originales descripciones que, de sus vidas y de
la lucha sandinista, hicieron mis entrevistados; pero no puedo dejar de
presentar lo que constituyen para mí los trazos más claros de estos años de
lucha, al tiempo que dejar planteadas algunas interrogantes.
7. Desde las primeras décadas del siglo XX, se venían gestando los
primeros almácigos de la organización sindical nicaragüense y se
escuchaba hablar de revolución socialista como un susurro. Esto lleva a la
conformación en 1944, del partido de los comunistas nicaragüenses, que se
llamó Partido Socialista Nicaragüense (PSN). Ellos plantean, aunque en
términos teóricos, la posibilidad de cambios sociales y hablan de liberación
de la clase trabajadora y de sustituir en el poder político a las clases
dominantes, aunque el escaso desarrollo del proletariado nicaragüense no
daba para más.
11. La lucha que libró el Frente Sandinista de Carlos Fonseca sintetiza las
experiencias de los movimientos antes enumerados, y recoge el ideario y la
gesta de Augusto C. Sandino. También se nutre de los ejemplos de lucha por
la liberación nacional que se libraban en otros continentes, y tiene como
referencia más cercana la lucha y victoria del pueblo cubano, en enero de
1959.
Según Víctor Tirado y Hugo Torres, con las fuerzas que se tenían en ese
momento, se podía pasar a la ofensiva, haciendo emboscadas y atacando
contingentes de la Guardia en movimiento. Para Henry Ruiz “Modesto”, la
montaña todavía no estaba preparada para ello, porque cualquier acción
ofensiva significaba operaciones masivas de capturas y asesinatos de parte
de la Guardia, sobre todo contra la base social. Sin embargo, la Guardia
operó de manera brutal y represiva contra las bases campesinas de la
guerrilla, a pesar de la poca operatividad ofensiva de las unidades
guerrilleras de la Brigada Pablo Úbeda. Está claro que no era lo mismo
operar en el Frente Sur, teniendo como retaguardia Costa Rica; o en el
Frente Norte con la retaguardia de Honduras, que en el centro del país; pero
cabe preguntarse, ¿qué habría pasado si se hubieran mantenido las
operaciones ofensivas como la emboscada de Kuskawás en septiembre de
1975?
25. A finales de 1976, la Tendencia GPP, liderada por Pedro Aráuz, decide
pasar a la ofensiva en las ciudades; para ello organiza en Honduras una
escuela de preparación de guerrilleros urbanos, la Escuela Selim Schible. En
1977, la represión en la montaña está en su máximo nivel. El 7 de abril cae
Carlos Agüero “Ródrigo”, quien era la figura y ejemplo de combatividad
entre las unidades guerrilleras de la Brigada Pablo Úbeda (BPU). Con los
guerrilleros entrenados en la Escuela Selim Schible, se organiza una serie
de operativos urbanos en los principales departamentos del país donde se
tiene trabajo organizativo.
26. Al mismo tiempo que la Brigada Pablo Úbeda es sometida a una gran
presión que la lleva a mantenerse a la defensiva (1975-1978), se
estructuran y desarrollan tres unidades de combate que operan desde Estelí
hacia el centro norte de Nicaragua: la Bonifacio Montoya, al mando de
Omar Cabezas; la General Pedro Altamirano, al mando de Julio Ramos; y la
César Augusto Salinas Pinell, al mando de Cristian Pichardo. Estas unidades
estaban en función del fortalecimiento de la montaña, pero posteriormente
ya convertidas en columnas fueron muy importantes en el desarrollo de los
ataques en las ciudades, particularmente Estelí, Condega, Yalí, La
Concordia, El Sauce, El Jicaral, Achuapa, La Trinidad, Wiwilí, Quilalí y
Matagalpa, en la insurrección final.
En la vida guerrillera era una norma que, en caso de ser capturado, había
que gritar el nombre con fuerza para que los vecinos pudieran pasar la
información a los medios de comunicación, y evitar el asesinato. A medida
que arreciaron los combates, la Guardia no guardaba las formas mínimas, y
cometió actos de barbarie y verdaderas masacres, como la captura y
asesinato de los miembros del Estado Mayor Tercerista de León, en el
Reparto Veracruz, donde cayeron Oscar Pérezcassar, Róger Deshón, Araceli
Pérez Darias, Edgard Lang, Carlos Manuel Jarquín e Idania Fernández.
31. Con las acciones de octubre de 1977 creció la confianza del pueblo en
la posibilidad del triunfo, y las unidades militares Terceristas mantuvieron la
ofensiva en el Frente Norte y en el Frente Sur.
32. El surgimiento del Grupo de los Doce significó también una mejoría
sustancial al trabajo de proyección en el exterior. La Tendencia Tercerista
desarrolla una ofensiva de relaciones internacionales en búsqueda de apoyo
político, de aislamiento de la dictadura y de recursos económicos para
armas, municiones y comunicaciones. Las operaciones ofensivas que en el
terreno se multiplicaban, eran indispensables para persuadir a gobiernos
proclives, de la urgencia de romper relaciones con Somoza y de apoyar
decididamente a las fuerzas insurgentes.
34. Entre marzo y mayo de 1978, se inicia un proceso de diálogo entre las
tres tendencias del FSLN y, en distintos momentos, se llegó a acuerdos que
permitieron la unidad en la acción. Cada tendencia, sin embargo, siempre
trató de mantener sus propias fuerzas en una puja por mejorar su
correlación, sobre la base de la fortaleza de sus propias estructuras,
cantidad de armas y cantidad de operativos. En la práctica, se dio una
competencia que propulsó el desarrollo global de la organización.
36. A lo largo de 1979, todas las tendencias robustecieron sus fuerzas para
el combate final; sin embargo, fue la tendencia Tercerista la que pudo
potenciar mejor sus relaciones externas para conseguir financiamientos y
armas para el desarrollo de sus actividades, y la que se dotó de los mejores
medios para propagandizar sus acciones. En particular, fue emblemático el
caso del Frente Sur, donde los periodistas internacionales mantuvieron una
cobertura permanente.
38. Para la ofensiva final, todas las fuerzas nacionales se unieron en una
sola línea: la huelga general o paro nacional y la insurrección. El desarrollo
de las acciones en las principales ciudades ahora fue articulado y
escalonado, a fin de impedir al enemigo concentrar sus fuerzas para ir
recobrando las ciudades. El Frente Sur jugó un papel fundamental, al
empantanar a las tropas élites de la Guardia. La generalización de los
combates en varios departamentos y las emboscadas de contención sobre
las vías, dificultaron el desplazamiento del ejército de la dictadura y lo
obligaron a mantener posiciones.
39. El retiro del respaldo de los Estados Unidos a Somoza en la fase final
de la guerra, y el apoyo a la lucha del pueblo de Nicaragua de parte de la
comunidad internacional, permitieron empujar la renuncia de Somoza y la
febril búsqueda de una salida negociada, que impidiera el derrumbe total
del régimen y la victoria absoluta del sandinismo.
40. Las tropas de Somoza utilizaron las fuerzas con que contaban para
tratar de sofocar la insurrección; por eso no dudaron en ametrallar a la
población civil y lanzar bombas de gran potencia. Algunos personeros del
depuesto régimen4 han tratado de negar las acciones genocidas, pero miles
de nicaragüenses fueron testigos y víctimas de ellas. Bombas de 500 libras
fueron utilizadas en Estelí, el Frente Sur, Managua y Masaya, causando
importante número de muertos. A lo largo de sus cuarenta y cinco años de
dominio, la dictadura somocista incumplió las más elementales normas de
la Convención de Ginebra, en relación con los heridos, los prisioneros de
guerra y la población civil. Aún a las puertas de la derrota, practicó
crímenes brutales como el incendio de las cárceles de Chinandega y la
masacre de Belén, Rivas.
Diciembre Victorioso.
Se bautizó así, al operativo de secuestro masivo de los funcionarios de Somoza
y miembros del cuerpo diplomático, que se encontraban en una recepción en la
casa de Chema Castillo. La operación fue ejecutada por el Comando Juan José
Quezada, integrado por diez hombres y tres mujeres, en la noche del 27 de
diciembre de 1974. El objetivo central era obtener la liberación de una docena
de presos políticos sandinistas. El operativo fue un éxito al conseguir, antes de
las 72 horas, la liberación de todos los presos, la divulgación de dos
comunicados del FSLN, la entrega de un millón de dólares en efectivo, y el
traslado del Comando y los presos liberados, hacia La Habana, Cuba. Detalles
de esta operación están contenidos en las entrevistas a dos miembros del
Comando, Hugo Torres y Leticia Herrera, las que aparecen en el primer tomo de
esta trilogía Memorias de la lucha sandinista.
Las Sabanitas, El Arenal, Las Parcelas, San Gregorio, El Cacao, Pio XII,
Vista Alegre, San José del Monte Redondo, Tonalá, Puerto Morazán y
Sirama.
Las Sabanitas, El Arenal, son comunidades del Municipio de Masatepe, Masaya;
Las Parcelas y San Gregorio son comarcas de Diriamba, Carazo; El Cacao es
una comunidad de Santa Teresa, Carazo; Pío XII, Vista Alegre, son comarcas del
Municipio de Nandasmo, Masaya; San José del Monte Redondo es una
comunidad del Municipio de La Conquista, Carazo. También en Chinandega se
realizó trabajo de organización de los obreros agrícolas, en particular en
Tonalá, cabecera municipal de Puerto Morazán, y Sirama, comarca de
Chichigalpa. En estos lugares se impulsaron procesos de tomas de tierra antes
de 1979.
Una vez que fracasa el plan original, el grupo decide emitir una proclama que
se firma públicamente el 14 de octubre de 1977, y de ahí son conocidos como
“Grupo de los Doce”. En los meses siguientes tuvieron un papel político
relevante como cara pública de la lucha insurreccional y como gestores de la
solidaridad internacional. También hicieron presencia en el país, fortaleciendo
el trabajo legal de protesta y propaganda de entidades como el Movimiento
Pueblo Unido.
Palo Alto.
Para la insurrección final se estableció un sistema de comunicaciones
inalámbrico que permitía tener contacto con todos los frentes de guerra. El
responsable técnico encargado de montarlo fue Enrique Argüello, conocido
como “El Topo”. “Palo Alto” fue el nombre del Puesto de Mando Central de la
Tendencia Tercerista, ubicado en San José de Costa Rica, en el que
permanecieron Humberto Ortega, Daniel Ortega y Víctor Tirado. Otros puestos
de mando eran: “Oficina”, que era el Estado Mayor del Frente Interno; “Taller”,
el Estado Mayor del Frente Occidental; “Chaparral”, el puesto de mando del
Frente Nor-occidental, Chontales.
Ofensiva Final.
La ofensiva final perseguía desatar la insurrección final a través de la
activación de todas las estructuras organizadas, milicianas y políticas para
realizar el levantamiento general de la población y pasar al control general de
los centros urbanos.
El Frente Sur inicia la ofensiva final el 28 de mayo con ataques por el sector de
El Naranjo y El Ostional. Seguían, de acuerdo al plan, los ataques ofensivos y
las acciones militares en ciudades del interior, orientadas a desatar la
insurrección de manera escalonada y generalizada en los principales centros
urbanos. En el plan le correspondía a Chinandega iniciar los ataques el 2 de
junio. Acto seguido todos los sectores se lanzarían a la huelga general, el lunes
4 de junio de 1979. La ofensiva final y la insurrección de todo el pueblo llevaron
a la total victoria el 19 de julio de ese año.
2De este PSN –que permaneció al lado de la derecha después de 1979– sólo Domingo Sánchez
“Chagüitillo”, junto a otros cuadros, conservó posiciones revolucionarias y más tarde logró
rescatar los restos de ese Partido. Actualmente, pese a tener más de 90 años, se mantiene en
pie de lucha por los ideales socialistas y principios ideológicos marxistas.
3El 25 de marzo de 1978, culmina en Diriamba, Carazo, este proceso de organización, cuando
los Comités de Trabajadores del Campo se transforman en una gran asociación. Entre sus
acciones de lucha de este período, se destaca la creación de un órgano de prensa escrita
denominado El Machete.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista por Mónica Baltodano se distribuye bajo una Licencia Creative
Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
una obra disponible en http://www.memoriasdelaluchasandinista/en/4-presentacion.
A Carlos Fonseca, héroe nacional
Principal fundador y forjador del FSLN
Jefe de la Revolución Popular Sandinista
La telegrafista de San Rafael
Blanca Segovia Sandino Aráuz, nace en San Rafael del Norte el 2 de junio
de 1933. Su padre es el General Augusto C. Sandino y su madre, Blanca
Aráuz, quien muere al darla a luz. Estudia primaria en el Colegio Sagrado
Corazón de Jesús, en Jinotega, y no pudo continuar secundaria porque no
ajustaba el salario de telegrafista de Lucila, su madre de crianza. Desde
los siete años aprende el oficio de telegrafista y trabaja junto a su mamita
Lucila, quien es nombrada telegrafista vitalicia de San Rafael del Norte. Se
casa y procrea cuatro hijos. Cuando triunfa la Revolución Cubana, se
traslada a vivir a La Habana, donde labora también como telegrafista en el
Ministerio de Comunicaciones, hasta la victoria de la Revolución Sandinista
en 1979, cuando regresa a Nicaragua.
19 de mayo de 2001
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
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I
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Sandino fue reconocido y admirado desde distintos puntos del planeta, por
su ejemplo de coraje y patriotismo, por su genio como conductor político
militar de su ejército campesino y, sobre todo, por el carácter anti-
imperialista de su lucha. Así lo reconocieron Pablo Neruda, Gabriela Mistral,
Julio Antonio Mella, José Carlos Mariátegui, Carlos Quijano, Gustavo
Machado, Víctor Raúl Haya de la Torre, Isidro Fabela, César Falcón, Luis
Araquistaín, José Vasconcelos, entre otros, de los tantos espíritus talentosos
de la época.
Mónica: Don Armando, comencemos por algo que pareciera no ser tan
importante, pero debe quedar establecido de entrada. Es esa confusión
2
histórica con el nombre del General Sandino.
Armando: Él era Augusto C., por Calderón, por Margarita, por su madre. A
él no le gustaba que le dijeran César, y él lo dijo al gran escritor mexicano
Emigdio Maraboto, autor de Sandino ante el Coloso. Cuando él empieza la
entrevista a Sandino, le dijo: –General Augusto César. Lo paró Sandino, y le
dijo: –Yo abomino a los césares de la decadencia. Yo soy Augusto C. por mi
madre, Calderón Margarita, y Sandino por mi padre, que me reconoce.
3
ahorros que hizo de su trabajo como obrero petrolero en México, lo que se
llamaría la Columna Segoviana. En la mina de San Albino se encontró a
figuras extraordinarias como Rufo Marín, Juan Gregorio Colindres, Ramón
Raudales, José León Díaz, los Maradiaga, Carlos Salgado y otros, que se
integraron a la columna, persuadidos por la elocuencia patriótica de
Sandino y porque el país estaba empezando una guerra contra un gobierno,
el de Adolfo Díaz, impuesto por los Estados Unidos.
4
también al movimiento obrero. Va a la Casa del Obrero Mundial en México,
vive a fondo esa situación, e incluso, cuando vino a Niquinohomo, habló de
la Casa del Obrero como iniciativa democrática donde los trabajadores
pudieran tener un espacio, un centro.
Ahí hay unas entrevistas en las que Sandino, cuando habla de Adán Gómez,
dice: “Él ganó la batalla de Laguna de Perlas”. Y ¿qué ocurre? Moncada se la
atribuyó. Pero el Coronel Rivera Delgadillo, conservador, que fue el
derrotado en esa batalla, ha venido a decir que no fue Moncada, sino Adán
Gómez. Sandino se gana al General Adán Gómez, y luego se lo trae con él,
cuando dejan Puerto Cabezas, después que Moncada no le dio ni un rifle, y
Sandino tuvo que echarse con unas mariposas de la noche, a sacar armas
que estaban en el fondo de la bahía. Adán Gómez acompañó a Sandino en
muchas batallas.
5
alturas heladas de Yucapuca, y ahí puso a trabajar a la Columna Segoviana,
tomó Jinotega y se estableció entre ésta y Yucapuca.
Ese mensaje fue traducido del francés por Gustavo Machado, quien
personalmente le entregó a Sandino el texto en francés y en español
cuando él vino aquí en el año 1928. En esa ocasión venía, nada menos que
con un gigante, Carlos Aponte Hernández, un combatiente que Sandino
admiraba. Cuando vio que con certera puntería bajaba americanos, Sandino
lo nombró Coronel en un sólo acuerdo, cosa que no hizo con nadie. Te
quiero decir con esto que la colaboración internacional fue efectiva y
vinieron otros, vinieron de Colombia, vinieron de México.
6
conmina para que entregue las armas. Sandino lo reta a que vaya a
quitárselas. Moncada no lo hizo, porque era un cobarde.
Mónica: Es bueno reflexionar para aprender. ¿Qué les habrá dicho Sandino
a sus soldados para convencerlos?, sabiendo las dimensiones de la lucha
que le tocaría librar a partir de ese momento. Una lucha diferente, porque
las luchas fueron siempre de los conservadores contra los liberales; la gente
tenía metido eso en la conciencia, pero de pronto sale uno y dice: –No, la
lucha es contra la intervención, es por la defensa del decoro nacional, por la
7
soberanía. Sandino debe haber tenido una gran capacidad de persuasión
para convencer a su pequeño “ejército loco” o “ejército de descalzos”, en
una situación de desventaja estratégica, porque ahora se trataba nada
menos que de combatir contra el Ejército de los Estados Unidos.
Creo que Sandino no lucha nada más por enfrentarse a los yanquis, sino
que le da un contenido revolucionario a su lucha, por su carácter anti-
imperialista, pero también por su carácter popular, porque recoge el drama
de los explotados, de los campesinos sin tierras, él habla hasta de las
cooperativas y todo eso se articula a lo que viene a ser el proyecto de
Sandino.
También hubo otro despojo bárbaro que hizo en 1880 el gobierno de Joaquín
Zavala por medio del Ministro de Hacienda, Emilio Benard, lo que produjo
ocho meses de guerra sangrienta en Matagalpa, aunque hayan querido
disfrazar o tapar lo que en realidad estaba sucediendo. Incluso un tal
Vicente Navas, de la oligarquía conservadora de León, tuvo la osadía de
decir que eran los jesuitas los que estaban inspirando esa rebelión,
relegándolos a Somoto y a Ocotal, hasta que los expulsaron del país. Había
una pelea de fondo por los sistemas de enseñanza en León y Granada, por
eso acusaron a los jesuitas de ser los inspiradores de la rebeldía indígena
matagalpina.
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Mónica: Es importante que nos relate cómo después de que sólo se
quedan unos pocos con él a continuar la lucha, llega a tener un ejército
campesino, con su cuerpo de generales. ¿Cómo logra acumular victorias
militares y cómo vence militarmente a los gringos?
Armando: Cambió su táctica en Ocotal, donde cayó Rufo Marín, uno de los
hombres que él más quiso. Rufo Marín se enfrentó abiertamente, a campo
raso, con el cuartel militar norteamericano y lo acribillaron. Es el único caso
en que Sandino llora, cuando asesinan a Rufo Marín en Ocotal. Además, los
gringos bombardearon y quemaron Ocotal.
Mónica: Quiero insistir en que diga cuáles fueron las principales batallas
que permitieron el triunfo militar de Sandino sobre los yanquis. ¿Cómo es
que se van los yanquis de aquí? Porque ahora andan diciendo que Sandino
pactó. Quisiera aclarar eso, porque también la historia tergiversada es un
instrumento de dominación de los poderosos.
9
grandes batallas en El Bramadero, El Embarcadero, en Iliguás, en el Río
Coco, en distintos lugares como Acoyapa y en puerto Waspuk, sobre el río
del mismo nombre.
10
básico.
Mónica: Sandino mantiene relación con los grupos políticos que actúan en
la ciudad bajo formas organizativas sindicales o comités de solidaridad, él
no sólo anda volando balas, sino que está con el frente internacional, con el
frente interno, con la lucha política. Vamos a permitir la llamada de un
oyente. Adelante.
Armando: Quiero que la compañera sepa que Santiago Dietrich fue parte
de los sobrevivientes. Estuvo en Guatemala unido a Juan Gregorio
Colindres, Ramón Raudales y el Coronel Santos López. Santiago Dietrich
participó en el último esfuerzo con armas que teníamos en Guatemala,
11
cuando el doctor Juan José Arévalo era Presidente. Él consideraba que
teníamos que hacer una lucha de los trabajadores en las ciudades, y de los
sandinistas en el campo, y Dietrich estuvo de acuerdo.
Hay que hacer un trabajo investigativo riguroso, más completo, que no deje
por fuera obras como las que he mencionado y la correspondencia que
mantuvo con gente valiosa de América. Por eso decía que Sandino tiene
mucho que hacer por Nicaragua, y eso también es parte del compromiso de
los jóvenes historiadores de ahora.
12
Hay estudios fundamentales. Yo recomendaría, en primer, lugar el trabajo
titulado Sandino General de Hombres Libres, de Gregorio Selser, es el más
completo, porque parte de los orígenes de la intervención norteamericana
en Nicaragua. Hay que darle más énfasis al objetivo de Sandino, su más
grande logro, como es la derrota militar de los Estados Unidos en
Nicaragua. Mi libro, Sandino y la derrota militar, es un aporte en esta
dirección.
El imperialismo existe bajo otras formas, pero existe también bajo la forma
de intervención militar, como lo vemos en Kosovo, o a través del
mantenimiento de las bases militares, como la de Manta en Ecuador. No
dudamos que si la Revolución democrática de Venezuela se profundiza,
también los veremos actuar ahí, como siguen haciéndolo contra Cuba,
cercándola por medio del bloqueo económico.
13
demás, y no para sí mismo. Nuestro programa no es inductivista, es para
llamar a la reflexión; es decir, analicemos lo que está pasando hoy a la luz
del ejemplo de Sandino, y nos vamos a dar cuenta que no todo lo estamos
haciendo bien, en particular, los altos dirigentes sandinistas.
5 de junio de 1999
NOTAS
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1 Partido fundado en 1931.
2 Se dice que fue la más grande movilización conseguida hasta hoy en un Primero de mayo,
pues movilizó a cuarenta mil obreros de todo el país.
©Armando Amador hijo: En realidad, mi papá conoce al Che en 1953, en Guatemala, como
refiere en el relato contenido en el libro "El exilio y las banderas de Nicaragua" (
Emiliano entrega el gobierno a Adolfo Díaz, pero Sacasa reclama el poder usando la
Constitución, por eso se auto llaman Constitucionalistas, y se proclama Presidente
Constitucional de Nicaragua el 2 de diciembre de 1926, en Puerto Cabezas. Estados Unidos
reconoce a Adolfo Díaz.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
I
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del General Sandino, desde la edad de doce años. Escapó herido del ataque
de la Guardia Nacional a la casa de don Sofonías Salvatierra, donde se
encontraba con Sócrates Sandino, mientras la Guardia capturaba y luego
asesinaba a Sandino. Santos López siguió luchando. Fue fundador del FLN y
luego del FSLN, y se convirtió en el más experimentado Jefe militar de la
guerrilla del Patuca (Raití-Bocay). Murió en Cuba, víctima de cáncer, el 10
de febrero de 1965.
Este diálogo es sobre todo acerca del Coronel Santos López, de quien muy
poco se ha escrito. Combatió al lado del General Sandino, y posteriormente
se unió a los jóvenes guerrilleros sandinistas de la nueva generación
representada por Carlos Fonseca Amador. Está enterrado en el Parque
Central de Managua, junto al Mausoleo de Carlos Fonseca, pero en su
tumba ni siquiera está la fecha de su muerte. Este hombre tantas veces
heroico ha sido olvidado, al punto que la mayoría de los jóvenes no lo
conocen.
El Coronel Santos López fue uno de los compañeros sandinistas que más me
impresionó, que más me ayudó y más marcó el transcurso de mi vida. Lo
digo porque, si bien yo salí al exilio con inquietudes revolucionarias, a
medida que pasó el tiempo fui aprendiendo muchas cosas que nos hacen
tomar determinaciones que marcan para toda la vida.
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todas las siguientes generaciones que le seguimos.
Así que, cuando me dicen que en México el Coronel Santos López puso
como condición para trasladarse a La Habana, que tenía que ir a la casa de
la Rosi López Huelva, que él no conocía más que de oídas, a mí me parecía
mentira que me estuvieran pasando ese mensaje, que el Coronel quería ir a
mi casa.
Mónica: Eso fue después de Raití, cuando logra salir hacia Honduras y
luego pasa a México. ¿Él había estado antes en Cuba?
Rosi: No, él no había estado nunca en Cuba 1. Recuerdo que primero hablé
por teléfono con el profesor Edelberto Torres, quien había llamado a mi casa
para preguntarme si estaba dispuesta a recibir al Coronel; y le dije que si él
estaba ahí, que me lo pusiera al teléfono. Entonces, cuando oí su voz, sólo
le dije: –Coronel, estoy a su disposición, mi casa es su casa; me sentiré muy
feliz, muy honrada, de que usted venga a convivir con nosotros. Fue una
conversación muy corta. Luego, a los días, tuvimos al Coronel en La
Habana, en “territorio libre de América”, como él me dijo cuando me vio.
Armando: Para hablar del Coronel Santos López, hay que partir de la
constitución moral de Sandino, de su conducta patriótica. Sandino regresa
en 1926 a Nicaragua, va a León y de ahí, a la Mina San Albino, donde forma
una columna con gente extraordinaria: los hermanos Coronado Maradiaga,
Ramón Raudales, Rufo Marín –el héroe que después caería en Ocotal frente
a los cuarteles de ocupación militar norteamericana–, Santiago Dietrich –
olvidado–, Heriberto Reyes, Juan Gregorio Colindres, Ismael Peralta,
Tranquilino Jarquín, Pedro Cabrera, de León, Porfirio Sánchez y las hermanas
Teresa, Amalia y Alicia Villatoro, salvadoreñas extraordinarias en la lucha
anti-imperialista de Sandino, particularmente Teresa, quien fue una
enfermera y organizadora de la infraestructura de El Chipote, es decir, el
Cuartel General de Sandino.
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conservador de Adolfo Díaz. Algunos de estos hombres que trabajaban en la
mina San Albino, forman esa extraordinaria vanguardia auténtica, no
engañada ni traicionada.
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hombre sencillo, sin pretensiones de ninguna clase, transparente, puro
como nuestros humildes campesinos de Nicaragua. Nació en Yalagüina.
Aunque los yanquis son expulsados, empiezan las maniobras políticas del
gobierno de los Estados Unidos, que mandó a Managua al embajador Arthur
Bliss Lane, a ver cómo hacían asesinar a Sandino. Este es el principio del fin
de la vida revolucionaria de Sandino, quien en su trágico viaje final a la
capital, es acompañado por el Coronel Santos López.
Armando: Santos López se ganó ese grado en los grandes combates. Fue
poco a poco, imagínate, desde el Coro de Ángeles. Sandino se lo otorgó
oficialmente, así como a sus generales, que empezaron siendo obreros en la
Mina de San Albino, como Juan Gregorio Colindres y Rufo Marín; y Juan
Pablo Umanzor, quien era de origen hondureño.
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una escuadra del Frente Sandinista en Matagalpa3.
Mónica: ¿Pero cómo logra salir vivo Santos López de la casa de don
Sofonías Salvatierra?
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cosas, porque con tanto tiempo que estuvo en tu casa, me imagino que se
daban unas platicadas buenísimas…
Él dice que cuando salió de ahí, estuvo escondido tres días en unas cuevas
en Managua, sin comida, sin agua y sin ningún alimento, y que vio pasar a
la Guardia buscándolo. Él quería salir, pero no podía porque venía una y
otra patrulla, y hasta los tres días dejaron de pasar. Después, es realidad lo
que el profesor dice, se fue a Honduras.
El Coronel Santos López hacía mucho énfasis en algo que ahora lo vemos
muy natural, ¡pero te imaginas, Mónica!, una persona que sale herida de
esa casa, que está tres días escondido, va por veredas, que no tiene
alimento. ¿Por qué el Coronel logra sobrevivir?, por todo el entrenamiento
que tuvo desde los doce años. Yo quería hacer hincapié en esto, porque
esto mismo es lo que salva en la Guerrilla de Raití al Coronel y a varios
compañeros. El entrenamiento que él tenía les ayudó a salvarse. Ese mismo
entrenamiento es lo que ayuda a muchos militantes del Frente Sandinista, a
ser verdaderos guerrilleros, hasta lograr hacer una Revolución, que para
muchos era una utopía. El Coronel Santos López fue uno de los forjadores.
Armando: A propósito del Coronel Santos López, hay un hecho bárbaro que
ocurre durante la ocupación militar norteamericana. La compañera del
Coronel Santos López, con la cual tuvo una niña, se llamaba Manuela
García. Manuela García venía con su niña en un área donde se encontraba
el temible sanguinario norteamericano, teniente William Lee. A éste le
dijeron que ella era la mujer de Santos López. Entonces Lee agarró a la
niña, la pateó, la tiró al aire y la partió con la bayoneta que tenía calada en
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su arma de guerra. La mujer se volvió loca.
Mónica: ¿Que hace Santos López después que sale a Honduras y llega a la
hacienda de Don Toribio y Perfecto Tijerino?
Como dije, trabajaba con Hortensia Tijerino en una librería, hasta que las
autoridades de Tegucigalpa nos mandaron presos a San Salvador y de aquí
a Guatemala. En San Salvador nos habíamos encontrado con unos oradores
fogosos que no eran de los nuestros, sino estudiantes universitarios
exiliados también. Participaban de un mitin de estudiantes salvadoreños en
contra del gobierno de ese país, y dieron un discurso tan candente, que no
había pasado una hora, cuando los agarraron y los botaron a Guatemala.
Entre los exiliados conmigo estaban Manuel Pérez Estrada, quien había sido
compañero de Edelberto Torres en el Ministerio de Instrucción Pública –así
se llamaba en el año 1938-, y Juan Lorío un dirigente sindical fallecido hace
muchos años. De esa generación yo era el más joven y el único que está
todavía contando historias de esto.
Daniel Vanegas dice: – ¡Caramba!, qué bien que han llegado a Guatemala
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en la víspera del Aniversario de la Revolución. Y le digo: –Mire, maestro,
nosotros no venimos por celebrar la Revolución, que claro, hay que
celebrarla, venimos presos. ¿Cómo dice? Estamos presos, nos echaron de
Tegucigalpa para San Salvador y luego nos tiraron para acá.
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Rosi: Mirá, Mónica, vos bien dijiste que yo manejé la única oficina que tuvo
el Frente Sandinista en el extranjero, en Cuba, en La Habana. La manejé
durante ocho años; por lo tanto, trabajé directamente bajo las órdenes del
compañero Carlos Fonseca. Además, tenía contactos con todos los
miembros de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de ese entonces, y
tuve el privilegio de conocer, no sólo a esos compañeros, sino también a
muchos hermanos que hoy no están con nosotros porque entregaron lo más
bello, lo más lindo que tenemos todos, que es nuestra vida. Dieron sus
vidas por una causa que consideraron justa, que es justa y seguirá siendo
justa. Por lo tanto, tengo conocimiento de algunas cosas de la historia del
Frente Sandinista, desde antes que fuera FSLN; de cuando nos fundamos
como FLN y de FLN nos convertimos en FSLN.
Hay muchos compañeros que están con el Frente Sandinista desde antes de
su fundación, por tanto, somos fundadores del Frente Sandinista, y estamos
aquí presentes todavía. Yo estaré con el Frente Sandinista hasta que me
llegue la hora de partir. Y si hubiera una reencarnación, volveré a ser Frente
Sandinista.
Aquí tenés a alguien que conoce la historia del Frente Sandinista desde sus
raíces y conozco sus interioridades. El compañero Santos López está con el
Frente Sandinista desde que era FLN y después pasa a ser FSLN, y muere
siendo miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista.
Cuando recibo al Coronel Santos López en mi casa, fue algo muy grande. Lo
veía no como a un hombre, sino como algo más, como los católicos que
veneran a sus santos, con ese misticismo que teníamos en el Frente.
Recuerdo que lo veía con fervor, con mucho amor y misticismo, porque el
Coronel se ganaba ese respeto. Cuando él te decía algo, te daba una orden,
había que cumplirla, aunque él estuviera en mi casa. Él me decía, hay que
hacer esto, y yo lo hacía. Por ejemplo, tenía que trabajar para mantenerme,
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pero al mismo tiempo era militante y tenía que laborar para el Frente.
Después, Santos López cuenta cómo conoció a Sandino y aquí hay un matiz
diferente, cuando relata la forma como se incorpora a la Columna
Segoviana. Dice:
Entonces, ¿qué pasó cuando él llegó a Cuba? ¿Por qué llegó a Cuba?
¿Estaba enfermo?
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latinoamericana, a Fidel Castro y a otros líderes, y quería pasear por las
calles de La Habana.
Mónica: ¿Te acordás cuáles eran los principales elementos de ese plan?
Rosi: Sí, por ejemplo, me dijo que quería conocer a Fidel y a otros líderes,
conocer algunos lugares de Cuba, y que yo tenía que encargarme porque
en el tiempo en que él llega, la Revolución Cubana no había reconocido al
movimiento sandinista, y había que darle una manutención al Coronel y
ocuparse de otras cosas que él estaba planteando. Incluso, preguntaba por
algunos nicaragüenses que no eran militantes del Frente, que pensaba
podrían estar en Cuba, y quería que yo se lo averiguara para entrevistarse
con ellos.
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Me fui a mi trabajo y llamé a un médico amigo mío, con el que fuimos a
buscarlo por la tarde. Lo llevamos esa noche a que le hicieran unas placas,
y al día siguiente sabíamos que el Coronel tenía cáncer. Desde ese
momento no hubo ningún descuido, en absoluto, porque fui muy cuidadosa
de todo lo que estaba alrededor del Coronel, lo mismo que de su
alimentación. Él era muy meticuloso. Le gustaba todo en orden, no le
gustaba ponerse un pantalón que tuviera un quiebre, ¡era increíble! Y no
me lo vas a creer, pero era así: antes de irme a trabajar, tenía que coger
una plancha y pasarle la plancha a las camisas del coronel, porque no sabía
cuál se iba a poner o cómo iba combinar, ¡era increíble, Mónica!
¿Por qué digo esto? Sencillamente el General Raudales era un general del
Ejército de Sandino; entonces, si él comienza a luchar, el eslabón comienza
ahí, del General Raudales hacia delante.
Eso que dice la Rosi del FSLN es una absoluta verdad, URN (Unión de
Revolucionarios Nicaragüenses), FLN y en esto quiero ser claro y concreto,
fue Carlos Fonseca el que insistió en insertar la “S”, de Sandino, FSLN. Él
insistió que no era FLN, pero eso ya es posterior. Sin embargo, creo Rosita
que me llamaste una vez que estaba en un programa con el profesor
Edelberto Torres en CMQ Televisión, no sé si vivías en Cárdenas o en
Matanzas, pero yo me acuerdo que llamaste solidarizándote con mis puntos
de vista.
Yo quisiera decir que en ese eslabón es justo mencionar los nombres de los
combatientes, no sólo de 1958, con el General Raudales, que fueron
Alejandro Martínez, Harold Martínez, Adolfo Evertz, Aldo Díaz Lacayo,
Manuel Baldizón Richardson –que vuelve a la guerrilla en 1959 con El
Chaparral–, Manuel Díaz y Sotelo, Fanor Rodríguez, Chester Simpson,
Guillermo Mejía, Harold Martínez, y Rafael Somarriba, ¿por qué no
mencionarlo? Algunos le querían negar el derecho a Somarriba porque fue
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oficial de la Guardia Nacional, incluso fue el Jefe de la Operación Chaparral,
pero eso no tiene nada que ver, porque él fue de los que combatió cuando
el asunto del Presidente Leonardo Argüello, y se tuvo que ir al exilio a El
Salvador; después apareció en Cuba.
Un día me dice: –Creo que vos crees que sos hija mía, y que yo soy tu
padre, ¿verdad? Y le digo: –Coronel, pero es que a usted le falta poco para
coger un cinto y pegarme, y realmente a veces pienso que estoy ante mi
papá. Y me dice: –Pues no te equivocaste, porque para mí, es como si
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fueras una hija más. Y sabés que yo tuve veinticinco hijos, por todos los que
me recuerdo y los que me dijeron que eran mis hijos, y vos sos la número
26. Pero ahí vamos a parar. Y me gusta el veintiséis, porque se relaciona
con el 26 de julio. Quedamos en que era su hija 26, pero nunca llegué a
saber si lo decía por broma o era en serio.
Yo te digo que ese fue el trato que el Coronel tuvo con todos los
compañeros; él decía: “Todos son tus hermanos, todos somos hermanos”;
pero me hizo un énfasis muy grande sobre dos compañeros del Frente
Sandinista, que fueron lugartenientes, como él los llamaba: “Mis
lugartenientes Pomares y Chicho”.
Rosi: Los dos no están con nosotros. Además de ser mis hermanos dentro
del Frente Sandinista, fueron mis hermanos por partida doble, porque el
Coronel me los legó como mis hermanos. Él me decía, “éstos son mis hijos”,
y así los vimos hasta que desapareció Chicho y hasta la caída de Pomares.
Para mí, Chicho y Pomares fueron mis hermanos que el Coronel Santos
López me entregó.
Mónica: Cerremos este programa con Rosi, que nos cuente, ¿cómo muere
Santos López?
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tener dolores. Yo creo que sería más viable para él, si no, su muerte va a
ser muy dolorosa, porque el cáncer se ha ramificado sobre la columna
vertebral y los dolores van a ser increíbles.
Mira, Mónica, para mí ese momento fue muy duro, muy difícil, porque había
que asumir una responsabilidad de acelerarle la muerte a alguien que
quieres tanto, para evitarle el dolor, y no había en ese momento nadie que
pudiera tomar esa responsabilidad, y yo te digo que lo pensé.
Hablé con él de cómo se sentía y sobre lo que creía de la vida. Me dijo que
la vida había sido muy dura, pero muy hermosa, y que en definitiva él sabía
que no se iba a morir, pues iba a salir de eso con las atenciones que estaba
recibiendo. Entonces me sentí peor, él me hablaba de que iba a vivir y salir
del Hospital, sabiendo yo que estaba condenado a morir, y a morir con
dolores espantosos.
Él estuvo tres meses en el Hospital, y los tres meses estuve con él. Creo
que cumplí con mi deber. Y esa entrega que yo hice en ese tiempo, fue
como si la estuvieran haciendo muchas mujeres del Frente que nos
habríamos turnado para cuidar al Coronel, aunque estuvo la hija del
General Sandino, Blanca, quien vivía en Cuba, y dos o tres veces llegó a
verlo al Hospital.
Rosi: Sálomon decía: “la pequeña Rosi”. De estatura apenas tengo cinco
pies y pesaba 105 libras. Cuando salí del Hospital, después que murió el
Coronel, yo pesaba 85 libras y tenía una anemia profunda que ameritó
transfusiones de sangre, porque casi me acabé junto a él. Porque aquello
era terrible, tenía que sentarme de espaldas a él y él ponía sus manos en
mi espalda para que le hicieran las punciones. Fueron tres meses en ese
Hospital, en el que creo que el Coronel sintió la solidaridad, el amor, el calor
y el cariño de todas las mujeres nicaragüenses, de todas las personas que
realmente hemos luchado, que nos hemos entregado a una causa justa.
Hay una cosa muy importante: él murió con los grados de Coronel dados
por el General Sandino, por el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de
Nicaragua, así como con los grados de Comandante que le dio la Revolución
Cubana. Creo que se le hizo justicia a un luchador que estuvo al lado del
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General Sandino, y esto también dignifica a la Revolución Sandinista.
27 de noviembre de 1999
NOTAS
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1 Aquí hay una confusión en la información porque el Coronel Santos López estaba en Cuba
desde poco después del triunfo de la Revolución Cubana. Germán Pomares “El Danto” departió
con él en su visita para el aniversario del asalto al Cuartel Moncada en julio de 1961.
5 En su libro testimonial Voy a dar un pormenor, Bayardo Altamirano relata la huida del General
Santos López. Blanca Segovia Sandino también cuenta el escape de Santos López, con la
versión de que se subió por una chimenea. Ambos coinciden en que se escapó por el tejado.
6 En el año 1981, la Secretaría Nacional de Propaganda y Educación Política del FSLN publicó
las Memorias del Coronel Santos López. El prólogo lo hizo el Comandante Víctor Tirado López.
Estas memorias inconclusas fueron tomadas de una cinta magnetofónica que grabó el Coronel
en La Habana.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
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I
José Martí
1
República, algunos patriotas nicaragüenses coinciden en que había que
acabar con el tirano. El 21 de septiembre de 1956, Rigoberto López Pérez
ajusticia a Anastasio Somoza García. Hubo un plan de ajusticiamiento del
tirano, es decir, no fue una acción espontánea, o, peor aún, revanchista o
criminal, como después dijeron amigos del régimen. El comando que
organiza la acción contaba con un pequeño grupo de apoyo. Rigoberto
López Pérez, en su heroico empeño, fue acompañado por Edwin Castro
Rodríguez, Cornelio Silva y Ausberto Narváez. El resultado de la operación,
por sus consecuencias, se conoce como “El principio del fin de la dictadura
somocista”.
Aunque se conocen pocos detalles del operativo, fue una acción heroica y
de justicia, que perseguía abrir un nuevo período en la lucha contra la
dictadura. José Benito Escobar, en su obra Rigoberto López Pérez: el
principio del fin, afirma que el grupo conspirador exploró varias
posibilidades para realizar su plan, analizando tanto el comportamiento
habitual del enemigo, como el programa de actividades oficiales de
Somoza, para escoger el lugar y el día más indicado para ejecutarlo.
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muchos fueron encarcelados y horriblemente torturados. Entre los
capturados estaban Edwin Castro Rodríguez, Ausberto Narváez y Cornelio
Silva. Fueron sometidos a salvajes tormentos, realizados incluso por el
propio Anastasio Somoza Debayle. Los mantuvieron en prisión casi cuatro
años y finalmente los acribillaron a balazos en el año 1960. El régimen
informó que fueron muertos cuando trataban de escapar de prisión, en lo
que se conoce popularmente como Ley Fuga.
El hijo de Edwin Castro Rodríguez, Edwin Castro Rivera, quien nació cuando su
padre estaba en la cárcel, ha investigado y hurgado entre los pocos
documentos que escaparon a la furia represiva del régimen, para reconstruir
parte de esta historia. He aquí su testimonio.
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“No pienses que el temor a ser asesinados ha sido la causa de
nuestros proyectos, de los míos, nacidos de una larga y fría
meditación. No, Anita, desde el momento en el cual acepté en El
Salvador hacerme cargo de la coordinación y dirección del
movimiento, sabía que mi vida no valía un cinco, después que he
estado a las puertas de la muerte y que hoy cuelga la espada de
la muerte sobre mi cabeza, sé que aún vale menos”.
Edwin: Sí. Fue la primera acción coordinada. Después, de 1956 a 1960, hay
más de sesenta y cinco movimientos armados en Nicaragua.
Otra cosa que se desprende del libro que mi padre escribió en la cárcel, y
que José Benito Escobar también sostiene, es que ellos estaban
completamente conscientes de lo que estaban haciendo. El prólogo que mi
papa pide para su libro original, es un escrito de Juan Montalvo que se llama
El fin del tirano, una justificación a la humanidad de ajusticiar al dictador.
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modifica en favor de los perversos las leyes eternas que obran
sobre todos! El que hace degollar por mano de verdugo, o manda
a un grupo de soldados fusilar uno o muchos inocentes, sin
procedimiento bueno ni malo, porque esto conviene a su
ambición o su venganza, ¿será menos asesino que el que mata
de persona a persona? Solamente la cuchilla de la ley en mano
de la justicia puede quitar la vida sin cometer crimen. La tiranía
es un hecho, hecho horrible que no confiere derechos de ninguna
clase al que la ejerce, porque en el abuso no hay cosa legítima.
Los tiranos, los verdaderos tiranos, se ponen fuera de la ley,
dejan de ser hombres, puesto que renuncian los fueros de la
humanidad, y convertidos en bestias bravas, pueden ser presa de
cualquier bienhechor denodado”.
Edwin: No sólo les contaron, sino que había un grupo de gente que conocía
de la acción porque se esperaba un levantamiento ante la muerte de
Somoza. Se buscaba dar con esto un golpe y evitar que sucediera lo que
ocurrió al fin de cuentas: que los hijos asumieran el gobierno y se
prolongara la tiranía.
Edwin: Exacto. Era afectar a la tiranía. Lo que pasa es que había falta de
5
credibilidad. La tiranía era tan fuerte que no creían que cuatro chavalos
pudieran dar al traste con ella; y aquéllos todavía confiaban en que las
cúpulas iban a reaccionar, y al final se acobardaron.
6
ropas el revólver, y comienza a dispararle.
Mónica: ¿Qué pasa con los otros compañeros luego de la acción? Se sabe
que tu padre, Cornelio y Ausberto, caen presos, al igual que una gran
cantidad de conocidos opositores. Cayó preso Tomás Borge, Carlos Fonseca,
y todos aquéllos que eran revoltosos.
Edwin: No sólo los revoltosos, también todos los que se relacionaban con
ellos. El fenómeno de 1958 a 1961 fue muy interesante. Si bien es cierto
que se dio una serie de acciones armadas, todas, excepto una, fueron
gestadas en el extranjero. Sin embargo, la represión de los herederos de la
dictadura fue tan violenta, que echaron preso a todo el mundo y mandaron
a un montón de gente al exilio. Crearon el famoso exilio de Corn Island,
porque en ese momento era casi una odisea ir o regresar de esta isla. La
represión fue tan grande, que mi papá, Ausberto y Cornelio, se sintieron
abandonados, porque no había un movimiento en el interior del país.
7
La Garroba se lo lleva y lo esconde en Sutiava, y luego fuera de León, en la
Isla de Juan Venado, frente al balneario Las Peñitas. Hasta ahí lo llega a
traer la Guardia por la traición de un soplón. Lo trasladan a León, donde
comienza el juicio, y en enero de 1957 lo condenan a diez años de cárcel,
igual que a Cornelio, Ausberto y a Calderón, quien les preparaba las balas.
Una de las torturas “más finas” que le hicieron a mi padre, fue arrancarle
las uñas con alicate. Una vez que le estaban naciendo, le metían pega entre
la uña y la carne, le amarraban las manos y le pegaban fuego. Ya no
hablemos de los golpes que le provocaban sangrado interno. Dicen, y he
leído en algunos recortes periodísticos, que cuando se le hizo autopsia a
Cornelio, presentaba castración de data reciente de manera no quirúrgica;
eso significa que fue a punta de golpes y con métodos de represión. ¡¿Te
podés imaginar lo doloroso que debió ser?!
En noviembre de 1958, cuando tenía casi tres años de estar preso, mi padre
le escribió un poema a su sobrina Laura Mercedes. En la última parte dice:
Yo no puedo verte con mis ojos de carne, ¿cómo habría de verte si me los
han cerrado?
8
Mónica: Mientras los demás prisioneros fueron liberados, Edwin, Ausberto
y Cornelio fueron mantenidos prisioneros casi cuatro años. ¿Cuándo los
asesinaron?
Edwin: Los matan el 18 de mayo del año 1960. Para quienes les gustan los
números, es un día interesante: es el día de la muerte de Martí y el día del
nacimiento de Sandino. Los mataron en la madrugada y fueron masacrados.
Mi padre tenía 56 perforaciones de bala, Ausberto otras tantas, Cornelio
igual. Les aplicaron la famosa Ley Fuga.
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en los cuerpos de tus muertos
Junta las manos no implorando
con los puños cerrados
para quebrar vitrinas
y romper las amarras de la idea
Si me has negado a mí,
no niegues más el nombre de la Patria
Escucha compañero
mi canto vertical
que escribo para ti desde la cárcel.
Edwin: Veré si puedo, es de las cosas que más difícil me resulta hacer.
Dice:
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¡se acabarán las lágrimas del hogar proletario!
tú reirás contento, con la risa que lleven
las vías asfaltadas, las aguas de los ríos,
los caminos rurales…
Mañana, hijo mío, todo será distinto:
sin látigos, ni cárcel, ni bala de fusil que repriman la idea.
Caminarás por las calles de todas las ciudades,
en tus manos, las manos de tus hijos,
como yo no lo puedo hacer contigo.
No encerrará la cárcel tus años juveniles
como encierra los míos:
ni morirás en el exilio, temblorosos los ojos,
anhelando el paisaje de la patria,
como murió mi padre.
¡Mañana, hijo mío, todo será distinto!
17 de abril de 1999
Notas
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1 Torres Lazo, Agustín: La Saga de los Somoza.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
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II
Bayardo Altamirano
1
modalidades y condiciones, terminan constituyéndose en los antecedentes
de lo que llegaría a ser el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Bayardo: Fíjate que ella rompió un tabú, porque aquí la mujer no estudiaba
en la Universidad. Estudió Medicina, enfrentándose a las críticas de la
sociedad de entonces, porque decían que era una mujer marimacha. Fue
2
una precursora de la lucha por los derechos de las mujeres.
3
Fonseca menciona como parte de los antecedentes del Frente Sandinista, al
FUN. ¿Cuál era la esencia de ese movimiento?
4
mucho más consecuente, mucho más revolucionaria ante la lucha anti-
somocista e integrarse a un movimiento revolucionario propiamente dicho
como el Frente Sandinista.
5
para el movimiento de Olama y Mollejones; pero como teníamos
comunicación con Carlos Fonseca, entonces detenido en Guatemala
después de una de las tantas veces que lo expulsaron de nuestra patria, él
nos recomendó no participar en esa intentona, por su carácter no
revolucionario1.
6
de la Biblia te gustaba más, y debías responder que el Nuevo Testamento.
Hasta entonces te podían contactar con Dietrich. Tomaban esas medidas de
seguridad porque también había esbirros en Honduras.
Bayardo: Los Martínez se montaron sobre el caballo del FRS, que fue
creado por los grupos de México. En Honduras cometimos el error de
juntarnos con Alejandro Martínez, quien decía tener experiencia militar,
obtenida en Costa Rica, con José Figueres. Ellos dirigieron algunas acciones.
Harold participó en la columna de El Chaparral y fue herido de bala en el
hombro, pero él no actuó como FRS, sino a título personal. Anduvo con el
General Raudales y era amigo de Baldizón.
Mónica: ¿Tenían comunicación entre sí todos esos grupos que estaban ahí?
7
los liberales independientes, liderado por los hermanos Orúe, tenía
prejuicios contra nosotros porque decían que éramos comunistas.
Hablamos con Manuel Díaz y Sotelo, pero él decía que nosotros teníamos
demasiada paciencia, y que así no haríamos nada, que íbamos a llegar a las
“calendas griegas”. Lo que pasa es que nosotros estábamos comprando
armas y no podíamos movernos sin haber creado antes algunas condiciones
mínimas. No podíamos darle mayores detalles. Así que Manuel Díaz y Sotelo
entró a Nicaragua con un grupo y fueron masacrados cerca de Pueblo
Nuevo. Ahí murió también un cubano veterano de la Sierra Maestra, el
Capitán Escalona, quien combatió durante tres horas con la Guardia
Nacional. A la columna de Fadel Abdalah le infiltraron un campesino que lo
macheteó mientras dormía.
Bayardo: Lo primero que hay que decir es que el FRS apoyó al Presidente
Villeda Morales frente a un intento de golpe de estado que quisieron darle
unos gorilas jefeados por un amigo de Somoza, Armando Velásquez Cerrato
(AVC). Al conocer el intento de golpe, fuimos a ponernos a la orden, y nos
dieron la tarea de proteger al Presidente en la propia casa presidencial.
Estábamos dispuestos a defenderlo con nuestras vidas porque sentíamos
que era una batalla contra Somoza.
8
y realizó combates exitosos y tomas de cuarteles en Susucayán, San
Fernando, El Jícaro y Santa Clara. En Matagalpa le pegó fuego a unos
aserríos. Buscaba contactarse con la Columna de Chale Haslam, pero nunca
pudieron encontrarse. Se incorporaron dos estilianos: el comerciante José
Juárez y Leónidas Rodríguez.
Lo más increíble fue que en esa retirada pasaron por el lugar donde
nosotros estábamos para atacar a la Guardia, y por pura casualidad Julio
Alonso se quitó la gorra y yo le pude distinguir la pelona casi en el
momento en que íbamos a dar la orden de accionar la carga de dinamita y
disparar fuego graneado, creyendo que era la Guardia. Se alegraron mucho
cuando nos encontraron.
También estuvo con nosotros Pepe Martínez, quien armando una bomba
caza-bobos sufrió un accidente y quedó destrozado: perdió un ojo y una
mano. Edén Pastora hizo de médico, sacándole los charneles. A mí me
9
tocaba ponerle la anestesia, pero de ver los destrozos en Pepe, me
desmayé, y desde entonces Edén se burla de mí cada vez que lo recuerda.
Otro que participó fue un gringo llamado John. También tuvimos nuestro
Che, el argentino Joaquín Bassanta, quien procedía de grupos anarquistas.
Era súper impaciente. En una emboscada en la que estaba a mi lado, a
cada rato preguntaba: – ¿A qué horas entran los hijos de puta esclavos de
los yanquis? Calma piojo, que la noche es larga –le respondía. Y él decía: –
¡Por las mil pelotas!, ¿por qué no vienen los mal paridos?
10
cocinar, ahí los atacó la Guardia y los encontró totalmente desprevenidos.
Cayeron nueve compañeros y sólo seis pudieron salir vivos, entre ellos
Harold Martínez.
En el segundo viaje fui con Modesto Duarte, Alejandro Martínez, Pedro Pablo
Ríos, Daniel García, Faustino Ruiz “El Cuje” y Polo Fisher. Nos mantuvimos
unidos realizando distintas tareas. Sólo hubo problemas con Alejandro
Martínez, quien terminó preso, como referí anteriormente. Él se quedó en
La Habana y nosotros nos fuimos al ingenio azucarero Augusto Sandino,
donde alfabetizamos, enseñamos mínimo técnico, sembramos hortalizas,
reparamos vías férreas y, desde luego, hacíamos vigilancia.
11
Girón. Contanos sobre eso.
Mónica: Él fue muy amigo mío durante la Revolución, vino varias veces a
Nicaragua y tuve la oportunidad de llevarlo a la Costa Atlántica. Faustino
Pérez era Presidente de la Oficina de Atención a los Órganos del Poder
Popular. Él también me hizo conocer muchos lugares de Cuba. Era un
extraordinario compañero y había sido parte del grupo de los doce que
desembarcaron en Cuba e iniciaron esa etapa de lucha. Murió del corazón.
Bayardo: El otro día lo platicábamos con Luis Enrique Mejía Godoy, quien
me decía: –Pero, hombre, por qué no se ha dicho eso. Le digo: –Mirá, hay
cosas que son así. El que nos motivó fue precisamente el Comandante
Faustino; nos dijo que era importante tener un himno. Con Modesto Duarte
escribimos la letra y un cubano de apellido Santiesteban, quien tocaba
piano, le puso la música. A este cubano lo apodábamos “Sabor y melodía”.
Si se fijan bien, hay influencia del Himno del Instituto Nacional Ramírez
Goyena de nuestro tiempo. También teníamos influencia de la marcha del
12
26 de julio. Para nosotros era una cuestión importante tener un himno, y en
Raití y Bocay lo cantábamos. Era una forma de hacer propaganda, nada
más que lo hacíamos con mískitos. Los mískitos nos oían como quien oye
llover. ¿Y éstos, qué cantan?, seguramente se preguntaban.
Oyente: Por eso te pregunto, porque estuve con Harold Martínez cuando le
amputaron su pierna, y quería saber si vos eras de esa misma época.
Estaba casi seguro y quería decirte eso de su pierna, por si no lo sabías.
13
con Sandino y vivía esperando que regresara, hasta que llegó el Frente
Sandinista en los años setenta.
El ser humano debe saber de dónde viene, cuáles son las principales
preguntas que nos hemos hecho históricamente y las respuestas que se
han dado, para poder empujar conscientemente su presente en una
dirección correcta.
A las clases dominantes les conviene ese enfoque de ver sólo el hoy y si es
posible, lo más cortoplacista que puedan, porque ésa es una forma
facilísima de dominar a las grandes mayorías. Cuando el pueblo conoce la
historia y sabe las respuestas que se han dado en el pasado en las distintas
circunstancias, el pueblo no va a ser dominado fácilmente. Por eso, la
historia es sumamente importante.
14
revolucionario. Tenemos que desarrollar la solidaridad de los sandinistas, la
solidaridad que hemos perdido.
15 de enero de 2000
NOTAS
15
1 Carlos había sido capturado el 2 de abril, con Silvio Mayorga y Fernando Ampié. El 7 de abril,
varios organismos universitarios (el Centro Universitario de la Universidad Nacional, la
Asociación de Estudiantes de Derecho y la Juventud Democrática Nicaragüense, sección León)
organizan movilizaciones para exigir su libertad. Lo deportan a Guatemala en un avión de la
Fuerza Aérea Nicaragüense, el 8 de abril.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
II
Heriberto Rodríguez
1
carta, en donde acusa al sistema capitalista de su situación; pero no puedo
dejar de indicar las diversas circunstancias que la agravaron, como el hecho
que le hayan quitado una pequeña pensión que le pasaba el Ejército, que le
dieron una propiedad, pero sin sus papeles legales, que le invadieron una
parte de la misma, sacándole todos sus bienes a la calle, y que se sentía
solo, enfermo y abandonado.
Del diálogo que sostuve con él, dejé de manera íntegra sus intervenciones
en torno al tema de la unidad, la disciplina y la libertad de disentir.
2
participamos unos sesenta hombres, y el Jefe era Rafael Somarriba.
También andaban cubanos. La guardia de Honduras y de Nicaragua les cayó
en masa y destruyeron esa unidad.
3
en la parte sur del sitio conocido como El Chaparral, límite territorial entre
los dos países, para esperar a un nuevo grupo que se sumaría. Ahí fueron
atacados por el Ejército de Honduras, al mando del Capitán Andrés
Espinoza, y por el Ejército de Nicaragua.
4
finalmente no pudiste integrarte a la columna principal. Después de eso, en
septiembre de ese mismo año 1959, vos te incorporás al Movimiento 15 de
septiembre, de Julio Alonso Leclaire ¿Cómo fueron las acciones de ese
movimiento?
5
ataque a Las Trojes, pequeño municipio del Departamento El Paraíso,
Honduras, que entonces pertenecía a Nicaragua y fue parte del territorio en
litigio, sino que quedé de enlace en El Paraíso para la gente que venía, para
servirles de contacto, de comunicador.
Heriberto: Lo que más recuerdo son las recomendaciones, casi una orden,
de no separarse, y coger el camino que seguimos hacia Raití. Debíamos
concentrarnos en Wiwilí, que era donde podíamos tener más ayuda y darle
más vida a la guerrilla. Tener más base social en los lugares donde
combatió Sandino. Eran las recomendaciones del Coronel Santos López,
quien dirigía en ese momento la parte militar, indicaciones y órdenes que
no cumplimos.
Heriberto: Había un grupo, entre los que estaba Germán Pomares, que nos
interesábamos en que nos contara toda su historia, salidas de los
combates, formas de organización, formas de hacer emboscadas que, claro,
eran los mejores maestros, y por eso tratábamos de hacerlo hablar, que
comenzara contando sus acciones y su forma práctica de vencer, porque
ellos vencieron, y creo que lo más importante era su dedicación.
A sus cincuenta años había que andarlo cuidando, porque no había otro que
nos enseñara la mejor forma de hacer una emboscada. De esos cincuenta
años, buena parte los hizo en la lucha guerrillera, y a esa edad ya comienza
el cansancio, el sueño, los dolores y los malestares de todo tipo.
6
Mónica: Cincuenta años bien traqueteados, combatiendo y andando en
guerrilla tras guerrilla. Una guerrilla húmeda, con muchos zancudos y
muchas enfermedades.
Heriberto: Yo no miré esas armas, pero fueron las que dejó enterradas el
Coronel Santos López. En esa reunión de Managua, aquí en Monseñor
Lezcano, yo estaba comisionado de ir a visitar a Daniel, “Wiwilí”, porque él
sabía dónde estaban enterradas las armas, y que tenía que hacerlas llegar
a Matagalpa. Las sacaron, pero no pude verlas. Me quedé hasta cierto
punto, pues no podía movilizarme tan tranquilamente, porque habíamos
venido de México bajo una amnistía que nos dio el Presidente René Schick,
y no podía abusar de ella. Tenía que caminar en las sombras de la noche.
Hice tres viajes, no pude encontrar nunca a “Wiwilí”, y total, no fui yo el que
sacó las armas, sino que fueron otros que se podían movilizar fácilmente;
pero seguro que estaban sarrosas.
Mónica: Cuando escuché hablar de vos, fue en Ocotal; decían que estabas
muy enfermo, que tenías un problema en las piernas. ¿Qué era
exactamente?
7
Parte de la documentación que Heriberto entregó a Mónica:
8
Salí de carrera hacia Tegucigalpa por unos días, mientras me
organizaba de nuevo. Moncho Raudales me consiguió trabajo en
Danlí, en el mismo aserradero donde él trabajaba, teniendo por
lo menos la comida asegurada.
9
continuar trabajando sin parar, hasta lograr una vida digna para
todos los nicaragüenses, como lo afirmara Carlos Fonseca al dar
los primeros pasos en la formación del Frente Sandinista de
Liberación Nacional, en 1961.
Así fue que en Danlí, Honduras, un día fui a visitar a una colaboradora, una
señora, a una casa de seguridad, y ahí encontré a Joaquín Cuadra y a
Germán Pomares. Entonces en ese mismo momento me dicen: –No, no, de
aquí vamos juntos, de aquí en adelante vamos juntos, vamos a conseguir
unos médicos, te vamos a llevar y te vas a aliviar, te vas a mejorar y vas a
ver que vamos bien. En ese momento me hicieron sentirme que tenía que
decir “sí o sí”. Podía decir que no, pero pudo más el sí, sin saber a lo que
me iba a meter posteriormente. Eso sí fue serio.
10
viajaría en ellos, porque no podía estar en la montaña.
Mónica: Dicen que vos mandaste a contactar gente colaboradora, como los
Martínez.
Heriberto: Ahí lo que pasa es que en 1975 habían echado presa a una
cantidad de gente que, en ese momento, se llamaban Guerra Popular
Prolongada (GPP). En esas cosas fuimos bien respetuosos con las
estructuras de la GPP, y yo, siendo de Ocotal, tenía que hacer una línea
separada. Y lo logramos. Reclutamos a Martha Adriana Peralta, y ella hizo
contacto con Lucío Martínez; así fue que, aunque éramos Terceristas, entre
nuestros colaboradores estuvieron compañeros de la GPP. Lucío Martínez, a
su vez, extendió el trabajo a Totogalpa, Jalapa, El Jícaro, y por todos lados,
incluso Estelí.
11
Susana Rodríguez.
Heriberto: Exacto.
Heriberto: Si, yo así lo creo, porque se tendría que aceptar todo lo que
emane de la organización, y tiene que ser así como disciplina partidaria. Lo
12
que pasa es que nosotros entendimos la disciplina a todo aquello que
estaba en bien y protección de nuestra línea revolucionaria, ¿no es así? No
es la protección de los individuos, sino del Programa, del proyecto
revolucionario, que es nuestro; y entonces, a ése es al que le debemos
disciplina, con una dirección por supuesto, que son los compañeros
designados para los cargos de dirección.
13
proporcionarme yo mismo una renta mensual por un lapso de
tiempo de tres años, creyendo encontrar en ese tiempo una
salida satisfactoria a la continuación de una vida sin estrechez
económica. En esa espera terminé mis reservas sin poder
encontrar solución alguna.
Heriberto: Es que tiene que haber lucha siempre. No hay que rendirse
nunca, porque las necesidades son iguales o peores. Parece que vamos a
morir luchando.
14
NOTAS
15
1 La guerrilla de Raudales estaba integrada por el Coronel Julio Alonso Leclaire, Jefe del Estado
Mayor; Coronel EDSNN Heriberto Reyes, Jefe de Operaciones; Coronel EDSNN Hilario Salinas,
Capitán Manuel Baldizón, Teniente Luis Moncada, Adolfo Evertz, Ramón Romero, Klaus Khül,
José de la Cruz Maltés, Ramón Morán, Manuel Raudales, José Melgar, Alberto Rodríguez
Rugama, Miguel Ángel Talavera, Apolinar Carcenas, Mercedes López, Santos Teófilo García,
Francisco Raudales, Alcides Granera, Julio Velásquez y Mario Avilés, entre otros. El General
Raudales fue herido en una de las acciones, y falleció días después. (Barbosa: 2009: pp. 263).
2 Olama y Mollejones: guerrilla conservadora de mayo de 1959, dirigida por Napoleón Ubilla
Baca, Enrique Lacayo Farfán, Luis Cardenal, Reynaldo Antonio Téffel, Freddy Hernández y Pedro
Joaquín Chamorro. En Punta Llorona, Costa Rica, instalan el campamento de entrenamiento de
donde sale la invasión hacia Nicaragua. (Barbosa: 2009: pp. 264).
3 Entre sus integrantes se encontraba Julio C. Molina, Julio Velásquez, Bayardo Altamirano,
Heriberto Rodríguez, Renán Montero, William McCoy, Pedro Pablo Ríos, César Cortés, entre
otros. El jefe guerrillero, Julio Alonso Leclaire, murió en combate. (Barbosa: 2009: pp. 263).
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
II
Tomás Borge
1
Conocí al Comandante Tomás Borge Martínez “Rolando”, a finales de 1974 y
principios de 1975, después de la operación del FSLN en la casa de José
María “Chema” Castillo. Nos habían concentrado para una escuela político-
militar en una finquita del campesino Arístides Carrero, en la comunidad de
San Jacinto, municipio de Telica. Teníamos un campamento en la montañita
y algunas clases las recibíamos en la casa del campesino. Éramos un grupo
de militantes clandestinos. Recuerdo, entre ellos, al compañero Julio
Avendaño, hermano de la compañera Merceditas Avendaño, ambos del
barrio El Laborío, de León; a “Rojito”, un líder obrero leonés; Irving Urcuyo,
Jorge Sinforoso Bravo, Leonardo Real Espinal, el instructor Juan de Dios
Muñoz (todos caídos en la lucha); Ana Julia Guido, Leonel Espinoza y José
Valdivia, los únicos sobrevivientes. Y llegó “Rolando”.
Al menos Ana Julia y yo, que entonces nos hicimos muy amigas, no
conocíamos a “Rolando”, quien nos empezó a dar clases militares y de
historia. Cuando él impartía historia, nos hablaba de Carlos Fonseca, Silvio
Mayorga y de todos los fundadores del FSLN, pero no mencionaba a Tomás
Borge.
2
Quisiéramos que usted nos ubicara en aquel contexto. ¿Cuáles fueron los
acontecimientos que se articularon como parte del proceso de fundación
del Frente Sandinista de Liberación Nacional?
Mónica: Dicen que el Che Guevara les dio veinte mil dólares.
3
unas armas por Honduras. Llegué a esperarlas en San Pedro Sula, pero las
armas cayeron en poder del ejército hondureño. Se había organizado otro
grupo que se llamaba Frente Revolucionario Sandino (FRS), donde
estuvieron Bayardo Altamirano, Faustino Ruiz “El Cuje” y otros compañeros,
como unos hermanos Martínez, quienes después tuvieron muchos
problemas con nosotros.
4
Cuando vamos a organizar la guerrilla de Raití-Bocay, predomina la tesis de
que la organización se llame Frente de Liberación Nacional. Cuando
llegamos a Raití, se ponen las siglas de FLN; no se llamaba Frente
Sandinista, sino hasta después de esta derrota militar, que más que militar,
fue una derrota de la naturaleza, por el hambre y la inclemencia de esa
selva. Nos quedamos sin armas porque las perdimos al naufragar en los
ríos, y tuvimos encuentros desafortunados con la Guardia, excepto algunos,
y yo tuve la oportunidad de participar en uno de ellos, en la desembocadura
del río Sang Sang, donde Silvio Mayorga fue herido.
5
cuando ésta riposta, mata a Faustino Ruiz y a Boanerges Santamaría.
(Altamirano, Bayardo: pp. 69 y 73).
Mónica: Usted decía en su libro, Comandante, que uno de los saltos que
tuvo que dar el Frente Sandinista fue superar el enfoque invasionista que
había predominado en los movimientos armados desde el levantamiento de
1956 hasta 1963, incluyendo Raití-Bocay. Esa concepción subestima la
creación de condiciones previas, es decir, desarrollar una base social
campesina para la instalación del movimiento guerrillero. En este sentido
fue fundamental la labor que después realizó Rigoberto Cruz “Pablo Úbeda”.
¿Podría contarnos un poco sobre esto?
Tomás: En este momento del relato hay dos cosas que yo quisiera resaltar:
primero, aquellos compañeros que estaban iniciando la lucha no tenían
muchas esperanzas en una victoria personal; es decir, tenían una enorme
fe en la victoria final, pero creían –y esta creencia casi se cumple por
completo–, que ninguno iba a sobrevivir para ver la victoria. Me parece que
éste es un extraordinario mérito, porque era un pequeño grupo de
compañeros rodeados de una gran soledad política, donde no existía la
enorme muchedumbre que después apoyó al Frente Sandinista.
6
El otro hecho es que Carlos Fonseca nos indujo a reflexionar sobre la
naturaleza de la teoría guerrillera, y leímos con atención el libro de Regis
Debray, Revolución en la Revolución. Leímos al Che Guevara y sacamos
nuestras propias conclusiones: primero, que previo a la lucha armada había
que organizar dentro del país las bases sociales; y, en efecto, Rigoberto
Cruz “Pablo Úbeda”, es el producto de esta concepción, pero no sólo él, que
fue el más destacado.
7
©
esos textos. Imagínate cuál era su grado de inquietud .
Para Carlos, por encima de todo estaba la Revolución. Decía que había que
pensar las veinticuatro horas en la Revolución. “Hasta dormidos hay que
pensar en la Revolución y en la unidad”. Y se despertaba pensando en la
unidad y se dormía pensando en la unidad, con un enorme grado de
tolerancia y de respeto hacia los demás compañeros.
8
Una frase muy conocida de Carlos era que nosotros nos habíamos integrado
a la lucha revolucionaria, más por vergüenza que por conciencia. En efecto,
no es verdad que éramos unos sabios en materia de marxismo-leninismo,
aunque creíamos que la sociedad ideal era la sociedad socialista, incluso la
soviética, y anhelábamos triunfar para hacer una sociedad igual. Después
fuimos a ver esa sociedad y no era tan perfecta como pensábamos. Y lo
demostró la realidad histórica.
Tomás: El Partido Socialista era adverso a los métodos de lucha armada del
Frente Sandinista; sin embargo, el Frente se interesó en el trabajo sindical
de los socialistas, y enderezó sus esfuerzos para la organización de los
estudiantes.
9
se viene para acá. Como en efecto ocurrió, porque ahí no más se produjo la
masacre del 22 de enero, y me tuve que ir clandestino porque la Guardia
me andaba buscando. Días después me fui para Pancasán.
La canción de Carlos Mejía Godoy, una de las más bellas del Canto Épico
dice:
Se disfraza de espadillo,
se disfraza de mozote
y se convierte en pocoyo
conejo, cusuco,
garrobo, pizote.
10
allá en el comisariato
pero cómo sucedió
si ayer por la madrugada
el juez de mesta lo vio
cruzándose la cañada.
Los primeros en llegar fueron Carlos y Oscar Turcios, para conocer la zona.
Establecimos buzones de armas, creamos redes campesinas, hicimos algún
tipo de organización mucho mejor que la que habíamos hecho en Río Coco
y Bocay. Pero tuvimos poco tiempo para entrenar a la gente y había poca
disciplina militar. Por eso algunos compañeros de una gran calidad humana
y revolucionaria como el “Chelito Moreno”, no tenían experiencia ni
entrenamiento militar y, por tanto, poca disciplina. De tal manera que en
11
una de las marchas, al “Chelito” se le iban cayendo los tiros en el camino,
los cuales fueron descubiertos por varios jueces de mesta que informaron a
la Guardia.
12
de sus charlas, sus poemas y sus referencias. Por eso no podemos
desaprovechar esta mañana la presencia del Comandante Borge para que
nos cuente, ¿cómo se conocen y se incorporan a la lucha?
©
El movimiento obrero de Matagalpa era inexistente . En realidad lo que
había eran artesanos. Carlos siempre buscaba cómo encontrarse con los
campesinos, por lo cual hacíamos incursiones al campo. Íbamos a una
hacienda llamada Aranjuez, por la carretera hacia Jinotega. También nos
íbamos a pie por el lado de Muy Muy, hablando con los campesinos.
Mónica: ¿Usted cree, Comandante, que esa conciencia, ese nivel primario,
como de inquietud, que ustedes expresaban y que después se fue
transformando en conciencia, en conocimiento, estaba dado por las mismas
condiciones?
Tomás: Claro, sin esas condiciones no era posible tener esa conciencia,
aunque nuestro nivel de percepción haya sido elemental: era odio a la
pobreza de los campesinos, odio a la pobreza del propio Carlos Fonseca.
13
Carlos era hijo de un hombre adinerado y de una mujer muy pobre, de una
doméstica, de una muy dulce y muy buena madre. Carlos se alumbraba con
un candil para estudiar, hubo una época en que no tenía anteojos, y tenía
que leer con el libro muy pegado a los ojos por su salvaje miopía. Las
penurias que tuvo Carlos fueron muy grandes. La familia de su padre, sin
embargo, fue buena con él, es decir, los familiares de don Fausto Amador.
Éste empezó a interesarse por su hijo cuando Carlos comenzó a ser Carlos
Fonseca. El hijo se hizo célebre y a todo el mundo le gusta ser papá de un
hombre célebre. Entonces le ayudó.
Mónica: Hay una señora que se presentaba como la madre de Carlos, Doña
Teodorita Rubí. Lo quería como a un hijo, ¿verdad?
En ciertos momentos, él era muy cariñoso también con los chavalos, con los
niños, y era bromista, no se crea que era serio todo el tiempo, también
tenía sentido del humor. Carlos era dulce y serio, era alegre, firme y justo,
respetuoso, tolerante. Tenía un olvido, yo diría, casi absoluto de su vida.
Sentía un enorme respeto por el Coronel Santos López, quien siendo casi un
anciano, se incorporó a la guerrilla del Frente Sandinista. Así era Carlos
Fonseca: terco, indeclinable.
14
Tomás: Yo pediría a los jóvenes tener en cuenta el gesto de aquellos que
iniciaron nuestra lucha y mirarlos con profundo respeto, voy a mencionar
algunos. En primer lugar, a Sandino, quien fue el Padre de la Revolución, y a
Ramón Raudales. Son tan respetables y tan dignos de recuerdo, de
mantenerlos en nuestra mente, en nuestra conciencia, de intentar ser como
ellos, porque Sandino y Raudales eran honestos. Rigoberto López Pérez fue
como un hijo de Sandino, y por lo tanto, un hermano de Carlos Fonseca.
Después está Silvio Mayorga, mucho más grande tal vez de lo que se ha
dicho hasta ahora. Tuvo una estatura muy cercana a la de Carlos Fonseca.
Jorge Navarro era el arquetipo de la modestia y de la alegría, se juntaban en
él estos dos atributos, y con él, Francisco Buitrago, eran íntimos amigos;
recuerdo, sobre todo, la generosidad que tenían cuando llegaban a la
montaña, pues se desprendían de todo lo que llevaban, repartiendo entre
sus compañeros las pocas cosas que tenían.
Recordar también a las mujeres que Carlos predijo que tendrían un papel
relevante que desempeñar en el futuro, y por eso es que cuando se hace
Pancasán, invitamos a Gladys Báez “Adelita” y a otras compañeras. Las
mujeres y los hombres somos iguales, pero ante esas circunstancias tan
duras de la montaña, era difícil que se integraran; aunque te voy a decir
15
que hubo mujeres que nos ayudaron, mujeres misquitas, gente de
Katacamas, mujeres que fueron colaboradoras y que participaron en cursos
y llegaban a la montaña con las provisiones, aunque no se incorporaron
como combatientes por nuestro conservadurismo de entonces.
24 de abril de 1999
16
1Jorge Navarro había realizado la primera recuperación económica con un asalto al Banco de
América, el 31 de mayo de 1963. En junio, se incorporó a la guerrilla de Raití-Bocay, y murió,
como dice el poema de Leonel Rugama, “con los pies engusanados por el lodo de Bocaycito”.
© Onofre Guevara: puede ser que Carlos Fonseca hubiese leído uno o varios libros marxistas
en francés, pero no porque no existieran esos libros en Nicaragua. Aquí se vendió literatura
marxista desde los años 40, en la Librería Vivas Garay del PSN y en la librería que adjunta a su
tienda de venta de materiales de Zapatería tenía don Francisco Mirando, frente al mercado San
Miguel, un empresario miembro del PSN nacido en Chinandega, y padre del abogado Julio
Miranda Cortés.
2 Manuel Espinoza fue colaborador del FSLN. Con Rolando Avendaño Sandino, fue el director
fundador del Noticiero Extra, en el cual el Comandante William Ramírez laboró como Jefe de
Redacción.
©Onofre Guevara: En Matagalpa los sindicatos, y por ende, el movimiento obrero, existían
desde años antes del nacimiento de Carlos Fonseca. Cuando en 1946 Carlos tenía 10 años,
se crea la Confederación de Trabajadores de Nicaragua (CTN), y se elige secretario general al
compañero Armando Amador), asisten 8 delegados de la Federación de Trabajadores de
Matagalpa. De modo que no es cierto lo que dijo Tomás Borge, respecto al movimiento obrero
matagalpino.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
II
1
organización.
Tomás Borge afirmó en varias ocasiones que no había una fecha precisa de
la fundación del Frente Sandinista, ya que el nacimiento del FSLN era un
proceso con antecedentes en todos los movimientos anteriores: Raudales,
El Chaparral, Frente Revolucionario Sandino, Frente de Liberación Nacional,
organizaciones juveniles como Juventud Patriótica Nicaragüense y
articulaciones como el Frente Unido Nicaragüense. Después Tomás se
contradijo al afirmar que la fundación ocurrió en una reunión en un lugar
cercano a un hospital de Tegucigalpa, en los días previos a la guerrilla de El
Patuca, aseverando que él era el único fundador sobreviviente.
2
nacional que la distingue de los partidos tradicionales y de los movimientos
guerrilleros precedentes. Y lo hace tomando a Sandino como ícono y
referencia histórica anti-imperialista y empujando también, a través de sus
escritos –que son los únicos existentes en esa época–, las definiciones
ideológicas, de estrategia, táctica, las formas de lucha y finalmente el
Programa.
3
En el diálogo que presentamos a continuación, hablamos con una de esas
figuras, un hombre al que todos reconocemos por su sencillez y por su
firmeza puesta a prueba en sus cuarenta años de lucha; un hombre que
trabajó siempre muy cercano al campesinado, que se destacó por su
fraternidad, que abandonó su país y asumió la nacionalidad nicaragüense
de forma indiscutible, dado su involucramiento sin límite a la lucha por el
bienestar de los nicaragüenses.
4
en El Patuca.
Era una discusión intensa, liderada sobre todo por los compañeros que
venían de Cuba, todos sandinistas. Fonseca era uno de ellos, Edén también.
El Frente Revolucionario Sandino ya existía, pero ¿cuál era el contenido de
todo esto? Los que estaban en contra de que se llamara “sandinista”
pensaban que con este nombre se iba a sectorizar el Frente, que sólo
sandinistas podían entrar a él, en cambio, si lo dejaban como Frente
Nacional, era más amplio. La decisión tenía un contenido estratégico.
Mónica: Pero es contradictorio con lo que dice Edén, quien asegura que
más bien el “sandinista” era lo que le permitía abrirlo, porque había una
análisis de que Sandino iba más allá, que no era un marxista, no era un
comunista, sino que era un héroe nacional, una personalidad con un
planteamiento más nacionalista.
5
para que pudieran entrar personas de todos los orígenes.
6
a incorporarme al Partido Comunista de la montaña. Eran estudiantes como
Bayardo Altamirano, Mauricio Córdoba, Iván Sánchez y Francisco Buitrago,
quienes de alguna manera habían recogido el pensamiento revolucionario
marxista comunista, y eran los que encabezaban ese movimiento político
de tendencia socialista comunista. Pero eso se quedó ahí, no prosperó.
Tal vez la polémica está en por qué insistir en la afirmación de que sólo un
fundador queda vivo, tal vez debíamos haber sido más humildes y decir que
hay algunos fundadores que llegaron hasta el final como parte de la
conducción, y otros no, que estaban en otras tareas.
7
confirma que para reconstruir la Historia y contarla con objetividad, se
requiere de cierto distanciamiento en el tiempo, porque cuando los propios
actores la quieren escribir, en algunos casos lo hacen de manera sesgada,
para aparecer como los principales protagonistas. Por eso es que hay que
recoger con objetividad los distintos puntos de vista de buena parte o de
todos los participantes. Me parece que ésta es la enseñanza de esta
polémica.
Víctor: Existía una columna guerrillera, dirigida por Santos López, que se
dividía en escuadras guerrilleras. Yo sólo era un combatiente de una de
esas escuadras, junto a otros camaradas. Eran trece escuadras. Por eso es
que cuando se da la toma de Raití, vamos en escuadras, y a la hora de
retirarnos, fue en escuadras. Pero en la retirada, algunos se pierden, y no
pudieron alcanzar el contacto que se tenía planificado para mantenernos
como columna guerrillera.
Mónica: Usted hace una valoración de eso, Carlos también, de que esa
guerrilla, como dice la canción de Luis Enrique Mejía Godoy “es la primera
macolla del Frente”. Dejó muchas lecciones, y aunque se consideró como
un fracaso militar, no lo fue en términos políticos. ¿Cuáles serían las
principales lecciones de esa guerrilla?
8
Otra lección es que a pesar de que todos los movimientos guerrilleros
habían sido desquebrajados o habían fracasado, se insistía y se tenía la
convicción de que eso nos iba a dar la victoria. Si no había desmoralización,
si había fortalecimiento político e ideológico, la guerrilla tenía que triunfar.
Carlos Fonseca era claro en ese sentido. Carlos dice: –La Revolución Cubana
triunfa con un gran movimiento anti-batistiano. Nosotros vamos a triunfar
con un gran movimiento anti-somocista. Mientras exista Somoza, hay
posibilidades de organizar el movimiento armado y un gran movimiento
político también. Y tenía razón.
Mónica: Quisiera que nos diera su versión sobre dos circunstancias de las
que varios compañeros han hablado. Se ha afirmado que, a pesar de
haberse involucrado en la organización de la guerrilla de El Patuca, Carlos
Fonseca no participa porque Noel Guerrero se lo impide, debido a que
tenían serias diferencias.
Víctor: Hay que tomar en cuenta que Carlos Fonseca entonces era un
combatiente más de los muchos que habían ahí, claro, con cierta
responsabilidad, experiencia y con una cierta cultura política también.
Cuando Fonseca llega a organizar la guerrilla, quiere ponerse al frente, y se
encuentra con la oposición de Noel Guerrero. Pareciera que había ciertos
rencores, ciertos celos de parte de Noel; además que, efectivamente, él
también pretendía ser el jefe de esa columna guerrillera.
9
Posterior a la guerrilla de Raití-Bocay, el Frente emitió oficialmente un
documento en el que sanciona a Tomás, por inmoral, decía Fonseca.
Mónica: Dice Tomás que se dio un debate y que algunos, incluyéndolo a él,
pensaron que ya no era viable la vía armada. Los que sostenían que sí
había que seguir, eran Carlos Fonseca y Silvio Mayorga. Tomás incluso se
incorporó a Movilización Republicana, delegado por el Frente Sandinista.
¿Usted miró que la línea principal era la continuidad de la lucha armada?
10
Víctor: Yo participaba de esa convicción. Como éramos un grupo pequeño
(Carlos Fonseca, José Benito Escobar, Inocente Escobar, Silvio Mayorga,
Rigoberto Cruz), éramos siete u ocho, más que discutir sobre la lucha
armada, debatíamos cómo organizarla. Rigoberto Cruz sí tenía algunos
contactos en el campo, lo cual me daba más convicción para seguir
adelante, porque no era un movimiento que iba a empezar de cero, ya
había algo, y eso me llevó a seguir; pero a la par queríamos organizar un
movimiento social, un movimiento sindical sandinista, cuyos primeros
brotes estaban concentrados en el puerto de Corinto. Eso era muy
importante también porque queríamos acompañar un movimiento armado
con un movimiento social.
Usted cae preso junto a Carlos Fonseca y pasan seis meses en la cárcel,
después son deportados y exiliados a México. Cuénteme lo de la cárcel,
porque yo quiero hacer referencia a algunas cosas que desde ahí dijo
Carlos.
Yo lo llevé la primera vez, y empezamos a platicar con él; pero a los quince
días se apareció por su propia cuenta. Estaban José Benito Escobar y su
señora, Carlos Fonseca y yo. Escobar detecta una cosa fuera de lo común,
que no está en el orden. Como nos damos cuenta que nos están vigilando,
decidimos salir de dos en dos. Iba con Carlos Fonseca, y a las dos cuadras
exactamente, estaban esperándonos agentes de la Oficina de Seguridad
Nacional (OSN), de Somoza. Fue un asalto en el que nos hicieron, y ahí fue
donde él gritó “¡Soy Carlos Fonseca!”. Salió rápidamente en los noticieros y
eso evitó que nos asesinaran.
No nos pasaron al Juez, sino que nos dieron una sentencia de seis meses de
11
cárcel. Creo que así se pagaba ese tipo de delitos de guerrillas y
subversión, y nos aplicaron la llamada Ley Quintana 4.
Él planteó otra serie de temas que son muy importantes. Creo que éste es
el documento que sirvió de estrategia para todos nosotros posteriormente;
quizás algunos no lo leyeron, pero por la fuerza de la realidad, caían a
contemplar ese tipo de acciones: la guerrilla, la insurrección, las alianzas y
otros planteamientos.
12
razón será nuestra fuerza dentro del pueblo, dentro de las masas
juveniles del pueblo, esto no lo lograremos desperdiciando el
tiempo en charlas vacías los sábados y los domingos, es cuestión
de trabajar minuto a minuto, día a día sin descanso ni tregua en
defensa del pueblo…
Después agrega:
Víctor: Claro que sí fue un gran honor para mí. Cuando él plantea el Partido
Sandinista, él está trazando lo que es realmente el Frente Sandinista;
porque ya no tenía razón de existir como Frente, como coalición de muchas
fuerzas, sino como unidad, es el partido el que tiene razón de existir. Una
cosa es el Frente en el tiempo que eran muchas fuerzas políticas, y otra
cosa es el partido.
13
cuadros del FSLN salen del movimiento estudiantil. Carlos Fonseca era un
ideólogo del movimiento estudiantil, al cual le tenía una fe ciega.
Víctor: Sí, pero este trabajo, “Yo acuso”, es muy importante, Mónica,
porque marca el momento en que Carlos despunta y comienza a
proyectarse. Cuando nos capturan, Carlos comienza a proyectarse como un
líder sandinista. Y empieza a teorizar sobre la Revolución Sandinista. Es
muy interesante el mensaje que envía a la juventud después de la guerrilla
de Pancasán, porque ahí traza la estrategia entre la ciudad y el campo, la
unión de todo el movimiento anti-somocista; pero además, define al Frente
Sandinista como marxista, y dice que no hay que tenerle temor al
marxismo.
Se nos abrieron relaciones con todo el mundo, con todas las organizaciones
guerrilleras que llegaban a La Habana. Me acuerdo que era un gran
movimiento de jefes de guerrillas de América Latina. Nosotros hacemos
causa común con los guerrilleros, porque los comunistas en ese momento
no asumían la lucha armada como vía para la liberación.
14
Cuéntenos qué pasó en este período de “aperturita” con la presidencia de
René Schick, en el que se dio una especie de bajón en las posibilidades de
la guerrilla, pero se abrió un espacio para la organización social, popular.
Carlos estuvo un tiempo en Costa Rica tanteando por dónde entrar. Cuando
Carlos regresa a Nicaragua, ya estaban los preparativos para la guerrilla de
Pancasán, ya estaban Oscar Turcios y Silvio Mayorga, y se reincorporan los
que estuvieron en Raití-Bocay. Silvio pasa a la clandestinidad porque él
había andado legal en el Movimiento Republicano, ya que la apertura René
Schick tampoco era muy amplia. Doris Tijerino ya estaba integrada en la
ciudad.
15
Mónica: ¿En qué período salió para Cuba?
16
Víctor: Sí, porque allí había familias con hijos, familias completas con
niños, había mujeres. La familia Hernández, la familia López, los García.
Pero eso que usted dice es interesante. Porque siempre se dio una
contradicción –vamos a llamarla así– entre el hombre de la ciudad y el del
campo. Los campesinos decían los estudiantes, a los compañeros que
venían de la ciudad. Nunca se pudo encontrar una fórmula de asimilación
de unos con otros; o sea, cuando uno llega a la montaña y ve a un
campesino culturalmente atrasado, empieza a darles órdenes, a hablar de
otra manera, no se da a entender; entonces se crea un malestar. Eso se dio
tanto en la guerrilla de Raití-Bocay como en la de Pancasán. Esto lo
menciona Carlos. No se ha encontrado una fórmula ideal.
17
le atribuyen muertes y asaltos no autorizados por lo que se le apartó del
FSLN más o menos en 1972. En 1979 se conoció que tenía un grupo de
campesinos armados y fue re contactado por instrucciones de Francisco
Rivera, “El Zorro”. “Chico Chiquito” participa en los ataques a Jinotega en
mayo de 1979, y ya integrado siguió realizando acciones delincuenciales.
Inmediatamente después del triunfo de la Revolución, quiso proclamarse
independiente y entonces fue fusilado. (Ramírez, Sergio: La marca del
Zorro: pp.55).
Víctor: Después de Zinica se da una etapa muy oscura, porque voy a Estelí
para hacer contacto con Oscar Turcios, pero en ese momento hay una
represión en el país, y creo que caen presos José Benito Escobar y Polo
Rivas9.
18
fuerte, capaz de hacerle frente a la Guardia, con ciertas unidades militares
guerrilleras en distintos lugares. En esas condiciones se incorpora Henry
Ruiz a la montaña.
Mónica: Parece que entonces, había una buena valoración de los avances,
se manifestó en la reunión del 73 en Nandaime donde estuvieron Ricardo
Morales, Oscar Turcios “El Ronco”, Carlos Agüero, Pedro Aráuz, Tomás Borge
y Humberto Ortega, que vino de Costa Rica representando a Carlos
Fonseca. Antes de este encuentro habían enviado al “Zorro” con una carta
para Henry. Al finalizar la reunión, le dijeron al “Zorro” que regresara a
incorporarse definitivamente a la guerrilla, y le explicaron que se había
tomado la decisión de continuar el fortalecimiento de la montaña, es decir
se ratifica la línea de Guerra Popular Prolongada.
Estuvimos Pedro Aráuz Palacios, Eduardo Contreras, Henry Ruiz, creo que
también estaba Jacinto Hernández, y yo, y escuchamos el casete donde nos
decía: “Hay que preparar la insurrección, la guerra de guerrillas queda en
segundo plano, hay que preparar la insurrección”; y no le hicimos caso, era
una línea estratégica que modificaba la conducta política y la estructura del
Frente Sandinista, y no la tomamos en cuenta, ¿por qué? Porque el trabajo
en la montaña iba en ascenso, teníamos una red de informadores, una red
de abastecimiento, entonces no ibas a abandonar ese trabajo para venir a
organizar una insurrección, a sabiendas que no tenías experiencia.
19
Germán Pomares, en Las Jagüitas, en una casa que estaba bajo la
responsabilidad de Leticia Herrera. (Blandón, Jesús Miguel “Chuno”: 2008,
pp. 701).
•
Víctor: Habría que ver si lo tenía en sus archivos Pedro Aráuz Palacios.
Sería importante recuperar ese casete. Habría que investigar eso Mónica,
es interesante, y posteriormente mandó otros casetes.
Mónica: Tengo entendido que a esa misma reunión en el año 1974, adonde
Carlos manda orientaciones en un casete, que se decide una gran
operación para sacar a los presos. ¿Qué motivó el golpe? Porque ese asalto
rompe el silencio y da inicio a una descomunal represión en la montaña.
Víctor: La idea original era organizar una fuga para recuperar a los presos;
20
pero dimos marcha atrás porque se podía dar un de asesinato masivo, si
nos traicionaba un guardita implicado en el operativo. En las montañas de
Matagalpa estaban creadas ciertas condiciones para sacar a los presos,
esto implicaba una buena infraestructura humana. Iban a participar Daniel
Núñez, Carlos Argüello Pravia y hasta Jaime Cuadra. Me reuní con ellos y les
dije, viene una acción de esta naturaleza, y ustedes tienen que llevar a los
presos montaña adentro.
Ustedes sabían que se realizaría una gran operación, que después de eso
tendrían que concentrar fuerzas y golpear. En esa dirección se dan los
ataques al Cuartel de la Guardia en Waslala, que dirige Carlos Agüero
“Ródrigo”. El 21 de marzo, la unidad de combate Luisa Amanda Espinoza,
dirigida por Edgard “La Gata” Munguía, atacó el Cuartel de la Guardia en
Río Blanco, le prendieron fuego al comando, lo ocuparon durante dos horas
el poblado y hasta celebraron un mitin. Pero después recibieron la
orientación de suspender las operaciones militares, y volvieron, por así
decirlo, a estar a la defensiva. Parece que usted desoyó las orientaciones y
decidió lanzarse a la emboscada de Kuskawás.
Quisiera que usted nos haga un análisis de ¿qué fue lo que pasó y qué fue
lo que determinó esta situación de la que hemos hablado?
21
Me acuerdo que el campesinado andaba alegre porque estaban con
nosotros. Los colaboradores, los baqueanos, estaban bastante satisfechos.
Se dio un entusiasmo de entrar en la guerrilla. Los campesinos pedían
armas para incorporarse. Era tanto el empuje, que teníamos que realizar
acciones, no podíamos seguir inmóviles, eran muchos los campesinos
incorporados, entonces no podíamos estar ahí sin movimiento.
Víctor: Si, pero ese lo realizó Carlos Agüero. Nosotros hicimos emboscadas,
tocábamos a la Guardia, los pellizcábamos, incluso hablamos con los
dueños de comisariatos grandes y después del golpe de diciembre,
ayudaron con mucha satisfacción y amplitud. ¡Para qué, ellos estaban
satisfechos por esa acción!, porque habíamos golpeado al enemigo en el
mero corazón. Se creó un entusiasmo en la montaña.
22
emboscada a Kuskawás y tuvieron que convencer a “La Gata”, quien
defendía la tesis del mando. Decidieron hacer esa emboscada, que resultó
exitosa porque aniquilaron a toda la unidad de la Guardia. Eso fue en
septiembre de 1975.
Después de eso, cuando pararon las acciones, fue cuando entró la Guardia.
No debíamos haber detenido las acciones por la sencilla razón de que
cuando eso sucede, con facilidad te destroza el enemigo, porque pasa a la
ofensiva. O bien, parás las acciones y te bajás de la montaña, lo cual
podíamos haber hecho en última instancia, pero dejando botado ahí todo el
trabajo. Henry y Pedro Aráuz se opusieron a mis actividades, a mis acciones
armadas, a mis emboscadas, de tal manera que me separaron del
abastecimiento de la ciudad y la guerrilla, y quedé como aislado.
Víctor: Él hacía tareas más que todo de enlace; iba al fondo de la montaña
y regresaba a la periferia, entraba y salía porque era un hombre joven y era
experto, y además tenía mucha experiencia, sabía hablarle al campesino.
23
había choque con la ciudad, había choque con la otra parte de la montaña,
había ciertos conflictos y el mando de la unidad militar también se
desmoralizó.
Y uno de los grandes problemas es que nunca pudo haber una verdadera
discusión, no se lograron reunir; porque si se hubieran reunido,
seguramente habrían coincidido todos en que había que comenzar ya las
ofensivas en todos lados. Ya en el año 1976 se torna evidente que la
montaña no resiste sola, y que se tienen que hacer acciones en la ciudad. Y
a esta conclusión llegó Pedro Aráuz Palacios, como explicaré
posteriormente.
Entonces, ¿cómo sale usted hacia Boaco, cómo llega al Frente Norte?
Pero cuando vino la represión, ya no pude tener contacto ni con “El Zorro”,
porque nos empezaron a aislar, y además nos comenzaron a sacar de la
montaña. En cuanto llegábamos a un lugar, nos descubría la Guardia; de tal
24
manera que en tres o cuatro ocasiones combatimos a la Guardia y ésta nos
combatió también, pero nosotros éramos ya un grupo de cuatro o cinco.
Entonces a la guerrilla nos vienen arreando, como dicen los campesinos,
nos vienen sacando de la montaña. Cuando llegamos a la carretera que va
de Matagalpa a Matiguás, en un lugar que le llaman El Horno, ya nuestros
colaboradores no estaban, estaban presos, y yo no sabía, y la Guardia ya la
teníamos en frente, en Fila Grande, y lo que hicimos fue irnos a una finca en
Boaco.
Desde la finca en Boaco tenía contactos con la ciudad. Estaba Daniel Ortega
en una finquita en Masaya, y me mandó una carta en la que me hablaba de
las tendencias, pero no muy a fondo; sin embargo, me dejaba entrever que
había problemas, pero entonces ya no podía entrar a la montaña. Era difícil.
Recibí luego un segundo correo en el que Daniel me decía que bajara para
platicar, porque él tenía unas armas en la frontera con Honduras, y quería
pasarlas adonde yo estaba; me decía que organizáramos eso y toda la
infraestructura. Yo bajé y empezamos a conversar, y salió que no era
correcto enviar las armas a la montaña en ese momento, porque nos las
iban a capturar. Es que, aunque las lográramos meter de Honduras sólo al
pie de la montaña, eso sería un éxito, pero quién sabe si ahí caían en
manos de la Guardia, porque se habían dado ocasiones en que cuando
entrábamos con armas, siempre caían dos o tres compañeros. Mucho
menos enviarlas a la montaña.
Mónica: Carlos Fonseca cayó en 1976 buscando una reunión con varios
miembros de la Dirección Nacional. Creo que Carlos hubiera sido capaz de
articular todos los esfuerzos de las distintas tendencias. Recuerdo que en la
GPP se hablaba de desatar las acciones en la ciudad, cuando cae “Ródrigo”.
Incluso se realizan varias acciones ofensivas en las ciudades. Combinado el
esfuerzo en el campo con la acción en la montaña y la ciudad, se podía
descompresionar la montaña.
Víctor: Hay que explicar por qué va Carlos a la montaña, a sabiendas que
tenía dificultades para orientarse, que no era ágil al caminar, y a sabiendas
que era el líder del Frente. ¿A qué va? Él envió una nota diciendo que va a
reunirse con todos los dirigentes de la montaña, más otros que van a ir de
25
la ciudad, para hacer una especie de congresito y discutir ahí todo lo que
nos desunía, para ver cómo amarrábamos una estrategia ciudad-campo. A
eso iba. Y se iba a regresar, no se iba a quedar allá, porque él también, me
imagino, como preguntaba un compañerito que llamó al programa, que por
qué la montaña tenía más peso político que la ciudad. Posiblemente como
Carlos había estado tanto tiempo fuera del país, a lo mejor pensaba que a
él le iba a dar peso político ir a la montaña. No hay que menospreciar este
argumento.
Mónica: La verdad es que la montaña fue una escuela, sirvió como una
escuela; eso explica el hecho que, al final, la mayoría de los jefes más
importantes de la lucha en la ciudad, eran cuadros que habían sido
fogueados en la montaña.
Mónica: Pero también hay otros, como el mismo Pedro Aráuz Palacios, que
nunca estuvieron en la montaña; y Oscar Turcios y Ricardo Morales, quienes
sólo estuvieron en la ciudad, y tenían un gran peso en el Frente.
Yo salí por Honduras para Panamá, porque allá estaban discutiendo las tres
tendencias. Mandaron a llamar a Henry Ruiz y a mí. Ahí me encontré a una
serie de compañeros que venían de esa larga marcha, como la de Mao Tse
Tung. Después de eso, me fui a San José y ahí me quedé en el Frente Sur,
donde estaban Edén Pastora y Javier Pichardo.
26
Víctor: Más que todo era una coordinación no solamente militar, sino
política, en donde se hacían una serie de tareas de abastecimiento, de
logística. Toda esa gente de ahí, que ya venía del asalto del Palacio, sentían
una grandeza de dirección política y militar; eso es lógico y parte de la
naturaleza humana.
Mónica: Dice “El Zorro” que usted nunca se puso verde olivo, que siempre
andaba vestido de campesino, o sea, andaba con sus botas y su sombrero
¿mexicano?
Víctor: No, no era sombrero mexicano, era el sombrero que usaban los
campesinos; en realidad me ponía cualquier sombrero que llevaban o me
regalaban.
Cuando Daniel Núñez me dio los seis chanchitos, los regalé por ahí. Siempre
terminaba regalando la mercancía. Era una cobertura. Había campesinos
que nos colaboraban y me conocían, pero creían que era un vendedor y
comprador de cualquier mercancía.
27
NOTAS
28
1Según Bayardo Altamirano, el Ingeniero Pepe Puentes fue un forjador del FLN y favoreció los
contactos con el General mejicano Lázaro Cárdenas, quien brindó ayuda financiera. También
permitió los vínculos del FLN con el Sindicato Mejicano del Petróleo quien también brindó
valiosa ayuda.
2 Se refiere a una consulta interna, una suerte de primarias electorales que organizaba el FSLN
para escoger a sus candidatos a diputados. En la consulta del 2001, Víctor Tirado se postula
como diputado para el Parlamento Centroamericano, pero quienes controlaban el proceso no le
permitieron pasar. Ocurrió el absurdo que, algunos candidatos a quienes las bases no conocían,
obtuvieron hasta mil votos más que él. Fue del dominio público que esa consulta fue
fraudulenta.
3 Se refiere a la huelga que trabajadores portuarios, de Corinto y San Juan del Sur,
protagonizaron en junio de 1963, en demanda de mejores salarios y mejores condiciones de
vida.
4 La Ley Quintana facultaba a la Policía a aplicar seis meses de arresto inconmutable, por faltas
que incluían la vagancia y la alteración del orden público. De esta manera, se detenía a los
opositores sin necesidad de juicios ni pruebas.
8 Cuando la Guardia Nacional incendió las viviendas de varias familias campesinas, todas las
mujeres y los niños huyeron hacia el campamento guerrillero de Zinica. Cuando la Guardia
atacó el campamento, ellas escaparon. No obstante, en Santa María de Tasuá, Bocay, fueron
apresadas y enviadas al Cuartel del Cuá, hoy municipio del Cuá-Bocay, Jinotega. Fueron
diecinueve las mujeres capturadas.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
II
**
1
México y Honduras. Después del triunfo, fue embajador en la
URSS, incorporándose luego al Ministerio del Interior (MINT), y
posteriormente al Departamento de Relaciones Internacionales
del FSLN. Desde 1997 es Diputado del FSLN ante el Parlamento
Centroamericano (PARLACEN).
2
Y yo guardo la mía, firmada por todos ellos.
Gladys: Había seis candidatas para ir a ese Congreso, todas del Partido
Socialista. Yo era muy poco conocida en el partido, porque trabajaba en las
comunidades de Chontales. Sin embargo, por primera vez en la historia de
este departamento, habíamos celebrado en las calles un Primero de Mayo
multitudinario, y me había tocado hablar en el acto sobre el porqué de esta
conmemoración.
Yo tenía una hija recién nacida, y entonces inventamos que iba a un curso a
Costa Rica, pero no me creyeron. Todos pensaban que iba para Cuba.
Bueno, aquí en Managua pasé seis días metida en una casa, preparándome
para ese Congreso, porque no podía leer ningún papelito, pues yo había
estudiado hasta tercer grado. Además, no tenía tanto conocimiento para ir
a un Congreso Mundial de Mujeres. Les dije: –No se preocupen, yo oigo
todo, lo que sepa contestar lo digo; lo que no, lo invento.
3
Carlos reconoce que tuvieron muchas dificultades para darle continuidad al
trabajo propiamente de organización de la guerrilla, de las acciones
militares; en parte porque también se da una especie de reflujo
revolucionario, debido a que el imperialismo maniobra después del triunfo
de la Revolución Cubana, con sus programas de Alianza para el Progreso, el
Consejo de Defensa Centroamericano (CONDECA), y otros mecanismos que
flexibilizan las situación política en nuestros países, muchos de ellos
dominados por dictaduras. En Nicaragua, para aparentar democracia,
ponen a René Schick como Presidente, quien, objetivamente, suaviza un
poco las políticas de la dictadura, y abre ciertas expectativas de cambio por
la vía político-electoral. Una de sus medidas fue una amnistía.
Jacinto, ¿cuáles eran tus tareas cuando entrás al Frente Sandinista? ¿Estás
de acuerdo con la valoración que hicimos de esa etapa?
Jacinto: Tenía dieciséis años cuando ingreso al Frente. Pero, ¿qué sucede?
Hay una precocidad política, porque participo en manifestaciones
estudiantiles a la edad de catorce años. Ahora es absurdo pensar que un
chavalo de trece o catorce años ande en marchas políticas. Sucedía que
todas las manifestaciones y las misas de difuntos de los estudiantes, eran
en el barrio San Antonio, donde yo vivía; entonces, a la edad de trece años,
en 1960, me toca presenciar cómo asesinan a Julio Oscar Romero López. Yo
lo veo, y lo vivo. Fue frente a la casa de la doctora Miriam Argüello, cuando
se conmemoró el primer aniversario de la masacre estudiantil del 23 de
julio de 1959. Era un renquito que vivía frente al Cine América, estudiante
de primer año del Ramírez Goyena, igual que yo.
Jacinto: Ese día viene una manifestación frente a la Iglesia San Antonio.
4
Para no enfrentar a la gente con la Guardia, usaron paramilitares, y éstos
comenzaron a vapulear a la gente y muchos comenzaron a correr, pero por
su impedimento físico de la poliomielitis, el último que va es Julio Oscar, y
como la gente se está defendiendo con piedras, comienzan los disparos y le
pegan a Julio, quien murió allí mismo.
5
Mis compañeros de célula en el Frente Sandinista eran Octavio Calero, el
ropavejero del barrio, que andaba por todos los barrios de Managua
comprando ropa usada a las mujeres de la clase media, para venderla en
los prostíbulos del Mercado Oriental. Los hijos se lo llevaron a vivir a los
Estados Unidos. También estaba Adán, un hombre que andaba con un
carretón vendiendo agua en el barrio Campo Bruce.
Otro compañero era uno que trabajaba en una fábrica de pólvora. Esa era la
gente que yo atendía. Yo llegaba al Barrio Maldito, al barrio de las
prostitutas y los ladrones, Barrio Frixione se llamó después, y ahí había una
célula de gente muy pobre y humilde. Trabajábamos con gente de sectores
muy humildes.
Si vemos la configuración de los cuadros de esos años: Carlos Reyna, “El
Teacher”, le decían así porque tenía una novia que era maestra, pero él era
zapatero; Rigoberto Cruz, también zapatero; José Benito Escobar, soldador
de la construcción. La incorporación de los estudiantes y sectores medios al
Frente Sandinista ocurrió después del año 1970.
6
Luego aparecieron algunos chavalos barberos, zapateros, interesados en
formar un sindicato, pero no tenían dónde hacer las reuniones. Yo hice un
trato con mi mamá, le dije: – ¿Usted no quiere que yo ande por mal camino?
Entonces me dice: –No, si yo quiero lo mejor para vos. Entonces le digo: –
Bueno, o me permite que aquí sean las reuniones o yo voy a las reuniones.
Y fue así como comencé a participar en la organización y formación de los
sindicatos. Al inicio no sabía que detrás del aspecto sindical estaban los
partidos políticos.
Mónica: Más que sindicatos era una articulación de gremios, ¿no? Estás
hablando de zapateros.
7
caíste presa. Me dio a entender que tenía un vínculo con el Frente, pero no
se atrevió a decírmelo; pero me plantea una cosa: – ¿Sos capaz de hacer lo
que yo te pida? Si no se trata de algo malo, pues puedo hacerlo con el
mayor gusto –le contesté. –Yo me muero, los médicos dicen que me muero,
y quiero que en mi entierro me pongan una corona o un ramo de flores con
una cinta que diga FSLN y una bandera roja y negra. –Mirá, hermano, yo sí
te lo hago.
Mónica: ¿Y la llevaste?
Con tanto que dijeron las mujeres de todas partes del mundo, me tenían
aturdida. Era como que hubiera leído una gran cantidad de libros, y estaba
ávida de conocer más. Me quedaron claras varias cosas: una, que yo sentía
que había representado a la mujer nicaragüense, pero no a una
organización de mujeres; dos, pude apreciar que la transformación del
8
capitalismo al socialismo no se da por decreto.
Gladys: Además, me sucedió otra cosa peor todavía, porque había cosas
de las que esta mujer estaba diciendo, que ya me las había dicho Oscar.
Entonces pienso: Este hijueputa se puso de acuerdo con esta mujer para
que dijera la misma cosa. Seguramente eran amigos. Cuando regreso de
Leningrado, entonces sí ya vengo a oír a Oscar. Es decir, antes le oía y le
contradecía; cualquier barbaridad le contradecía, cualquier cosa; pero ya
cuando regreso, le pongo más atención. Incluso le conté lo que había
escuchado, y él se ponía a reír, y me decía: –Es que efectivamente no es
culpa tuya.
Mónica: De todo esto queda claro, Gladys, que nuestra integración era una
integración crítica, es decir, con ansias de saber, de conocer, pero que
además, había reflexión, estudio, porque teníamos que entender y
comprender las cosas.
9
En 1963, por ejemplo, escapé de ser asesinado por Juan Ángel López.
Llegamos a una reunión a Chinandega y la Guardia llegó al lugar, pero por
equivocación. ¿Qué es lo que pasaba en Chinandega? Que los
terratenientes se pusieron de acuerdo con el comandante departamental,
Juan Ángel López, para acabar con todos los sindicalistas de la zona. ¿Qué
es lo que pasaba en Matagalpa? Que la expansión de la frontera agrícola
chocaba con la gente que se había establecido como colonos, sin títulos de
propiedad, y que eran empujados hacia el centro de la montaña, por
geófagos vinculados al somocismo. ¿Qué es lo que sucedía a comienzos de
1960? El surgimiento de la clase obrera como sujeto social y económico en
Nicaragua. Lo que ocurre es que baja la lucha política anti-somocista pero
sube el movimiento social, y eso es lo que le permite al Frente Sandinista
enraizarse en ese movimiento.
Mónica: Entonces, nunca compraba pero él decía que era comerciante. Los
10
campesinos le decían: – ¡No jodás, muy barato estás ofreciendo! Andaba
como Víctor Tirado, quien también anduvo comprando y vendiendo
chanchos, pero de mentiras.
Jacinto: Rigoberto Cruz tenía una gran red organizada y llegó hasta
Matagalpa, porque ahí tenía base social. Todas esas marchas campesinas
que venían del Norte y que aparecían como del Partido Socialista, era
realmente un trabajo de estos compañeros del Frente Sandinista.
11
Como cosas curiosas de la vida, yo me metí clandestinamente en contra de
la Comisión Nacional Campesina, a trabajar en las zonas campesinas del
Pacífico de Nicaragua. Nos metimos en las zonas de Carazo y Chinandega.
Después del triunfo fui a ver a unas de esas personas y me confirmaron que
de ahí salieron las raíces de la ATC (Asociación de Trabajadores del Campo).
Allí Pikín Guerrero encontró a la gente que nosotros habíamos trabajado en
la década de 1960. Esa lucha social de los años 1960 le dio la raíz necesaria
al Frente, porque en 1967 el Frente Sandinista aparece ya como una opción
ante el somocismo.
Otra Oyente: Soy una joven sandinista del barrio Selim Schibles y quiero
aprovechar la oportunidad para que el compañero Jacinto Suárez nos narre
a los jóvenes de nuestro barrio y de toda Nicaragua, cómo fue la caída del
guerrillero urbano Luis Selim Schibles Sandoval.
Mónica: Sería bueno que contaras por qué se hacían esos asaltos.
12
A la casa de seguridad llegó Rolando Roque, que también fue traidor, y
hasta colaborador de la Guardia, pero eso es otra historia. Llegó también
Daniel Ortega y varios más. Nos dijeron que había que dar otro golpe para
cambiar la situación. La red de información que trabajaba en Managua
estaba dirigida por David Tejada Peralta, oficial de la Guardia, pero también
entrenador militar de un chavalero del Frente. Nos enseñaba arme y
desarme con un fusil Garand que lo sacaba de un cuartel de la Guardia
Nacional.
Jacinto: Es absolutamente cierto. Mirá, es que hay que recordar una cosa.
En aquellos años, la Guardia tenía mucha prepotencia. Entonces golpeaban
a la gente sin estar amarrada ni encapuchada. Después te esposaban, te
13
encapuchaban, porque ya te tenían miedo. A partir de ese incidente de
Selim, comenzaron a esposar a los presos.
De puro coraje derribó al famoso Gonzalo Lacayo, que estaba golpeándolo
como un cualquiera. Entonces, de repente, montó en cólera y se lanzó
sobre él, a golpearlo. Porque ellos estaban acostumbrados a que, como te
está golpeando la Guardia, entonces vos no hacías nada, pues le tenías
miedo.
Gladys: A nadie se le hubiera ocurrido que una casa clandestina del Frente
Sandinista estuviera en una colonia militar. ¡Así era esa casa!, que daba
culillo, efectivamente. A mí me llevaron a esa casa y estaba sin gente, y me
dejaron ahí.
Me dijeron: –Bueno, aquí vas a vivir, van a venir unos compañeros. Cuando
fui a revisar la casa, me di cuenta que ahí había de todo, armas y hasta
explosivos, porque parece que ahí estaban concentrando las últimas cosas
para Pancasán. Incluso, muchas de las cosas que yo había comprado las
miré en esa casa. Llegaron compañeros a hacer reuniones y todo; pero un
día amanecieron con un compañero que le decían “Mustafá”. Ese es el
seudónimo del Selim que yo conocí.
14
cocinar –me dijo. Ah, no, te jodiste, yo no sé cocinar –le contesté.
Y les cuento que fue muy bueno que hayamos aclarado las cosas desde el
primer día, porque saboreé una comida riquísima. Ese día almorzamos
como a las tres de la tarde. Todo habían comprado, ya venía todo listo, pero
nadie preparaba la comida, ni él ni yo. Entonces, como a las dos de la tarde,
dice: –Bueno, yo no voy a aguantar hambre. Y yo me dije, voy a esperar que
cocine sólo para él. Pero no, demostró que efectivamente éramos hermanos
y cocinó una comida riquísima, pero no creía que yo no sabía cocinar;
entonces acordamos que yo haría la limpieza y él cocinaba.
¿Sabés armar bombas? –me preguntó. –Qué voy a saber ni mierda. – ¿Y así
estás aquí?, qué fuerte que sos. Pues, sí –le digo. Porque yo me andaba
asomando en todo lo que él hacía. –No, no, aquí no podés estar vos en
estas condiciones. Y me comenzó a enseñar. Pero un día me dice que no
puede cocinar porque tiene mucho qué hacer, y acepto cocinar, pero el
arroz me quedó horroroso. Entonces vino él, agarró unas latas que estaban
en la basura, les abrió hoyos, echó el arroz y lo enterró en el patio de la
casa. – ¿Qué estás haciendo? Enterrando una bomba que vos hiciste –me
dijo.
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Gladys: No, después del tiempo estipulado, y en cuanto llegó le digo: –Mirá
hijueputa, yo acabo de oír en la radio esto y esto. Y él de lo más tranquilo,
en carcajada limpia. –Pero aquí estoy, yo ya cumplí. Además, estaba feliz,
feliz, pero con tan mala suerte, que como a los dos o tres días me dice que
no usáramos el mismo inodoro. –No jodás, ¿te pegaron? No te pegó la
Guardia y te pegó una mujer, ¡jodido!
Se plantea que los cuadros que hemos estado en la lucha social en esos
años, debemos ir a la lucha armada, y comienza a salir gente a preparase al
extranjero, a Cuba, donde se reabren las escuelas guerrilleras. Hay nombres
que nosotros no hemos mencionado, de compañeros que participaron en
esa jornada, pero que a la hora de decir que se volvían guerrilleros, se
fueron del FSLN.
Ya teníamos presencia en el movimiento estudiantil, ya tenemos un Frente
Estudiantil Revolucionario bajo nuestro control, tenemos un periódico, y
vamos configurando un pequeño destacamento de estudiantes, sumado al
trabajo de la ciudad, y tenemos varios núcleos urbanos en León, Estelí,
Chinandega, Matagalpa, Managua, Masaya, Carazo. Hay una estructura que
puede soportar la lucha guerrillera.
16
Monseñor Lezcano. ¡Ahí estaba presa medio Nicaragua! Alguien decía que
esa represión de 1967 fue más cruda y más bestial que la de 1956.
Mónica: ¡Qué horror! ¡Comerse una cucaracha es la peor tortura que puede
existir!
Jacinto: Entonces ahí estaba preso: el Partido Socialista, los sandinistas, ahí
cayó preso medio mundo y también fue una prueba muy importante.
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Paciente Impaciencia: “Gladys Báez estaba en una casa de seguridad en
Managua, con Selim Schibles, cuando se le ordenó incorporarse a la
guerrilla. Le acompañaron Daniel Ortega, quien estuvo cuatro veces en Fila
Grande y Pancasán, compartiendo el oficio de guerrillero urbano con el de
guerrillero rural; Efraín Sánchez, Víctor Guillén “Eulalio”, y “Chico Chiquito”.
Gladys: Pero era una cosa increíble. Le conocías por todo lo que decía el
enemigo, y le conocías por todo lo que los compañeros contaban de él, pero
vos tenías una ansiedad de conocerlo; y yo dije que si me iba a dedicar
tiempo a completo, seguro el 99.99 por ciento es de muerte, por lo tanto,
no me podía morir sin antes conocer a Carlos.
Gladys: Tanto como el color de los ojos, no; pero sí los anteojos culo de
botella, además la estatura y una serie de cosas que inmediatamente te
dabas cuenta que era él. Era una cosa impactante. El vehículo seguía
corriendo y nadie hablaba, pero de repente él me comienza a preguntar por
mis hijos. ¿Por mis hijos?, digo yo.
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Gladys: Pero es que yo iba pensando, a la gran puta, o me llamaron para
felicitarme por algo bueno que hice, o para castigarme por algo malo que
hice, o para expulsarme; pero por mí se jodieron, porque soy yo la que
decido. Creo que de repente me puse como a la defensiva, sin esperar de
dónde venían las cosas. Sin embargo, todo se me cayó, porque lo primero
que hizo fue preguntarme por mis hijos, que si era cierto que tenía dos
hijos, que si era cierto que el padre de mis hijos era irresponsable, que si
era cierto que mi madre era semi-inválida.
Gladys: Si, era un borracho. Cuando yo le dije que sí, me dijo: – ¿Y vos no
crees que también sos irresponsable? –No, fíjese que no, porque yo estoy
pendiente de mis hijos, porque además mi madre es la abuela de todo el
barrio, y mis hijos se pueden quedar sin comer estando conmigo, pero
nunca estando con mi madre.
Entonces pedí que me dieran quince días para ser la mejor hija y la mejor
madre, y me dieron un mes. Y en ese mes fui la mejor hija y la mejor
madre, y hasta le dejé un poema a mi madre, que ahora que lo veo digo,
¡que bárbara! Yo lo hice pensando en prepararla para cuando le dieran la
noticia de mi muerte, pero fui muy cruda; aunque le debe de haber servido
a mi madre para fortalecerse y entender mi decisión. Entonces fue cuando
ya me vine directamente a terminar de hacer lo que tenía que hacer, y
meterme a esa casa.
Gladys: Todas las cosas que había en esa casa se fueron para la montaña
conmigo, además, yo llevaba el informe de la ciudad al monte, y se me
ocurrió ponérmelo en la barriga envuelto en plástico para que no se
deshiciera. Y eso me sirvió de mucho porque aparentaba ser una mujer
panzona. A la salida de Managua, la Guardia estaba parando los vehículos
y, de repente, miramos un vehículo que venía a toda mierda detrás de
nosotros y “Payín”, Efraín Sánchez Sancho, que era el conductor, también
salió tirado; pero se fija y se parquea, porque era Selim el que venía. Me
traía unas botitas que se me habían quedado y me dio las últimas
recomendaciones.
Gladys: Sí, pero sobre todo en fortaleza moral, porque él sabía que no
había mujeres en la guerrilla y sabía que así como habíamos tenido
discusiones fuertes, así también podían pasar muchas cosas. Pero resulta
que había una gran fila donde estaba registrando la Guardia, y entonces se
19
me ocurre bajarme y decirle al señor guardia que nos vaya a registrar
porque yo ando panzona, y que ya no aguanto.
Silvio Mayorga nos pasó al otro lado, porque nosotros mandábamos todos
los días a ver qué hacía la Guardia. Por suerte el jeep quedó en un abismo y
la Guardia dijo: –Aquí, si hubo gente, se la comieron los zopilotes. O sea no
profundizaron, no fueron a ver marca ni nada; pero aun así nosotros
tomamos precauciones, y unos sindicalistas que conocía “Eulalio” nos
llevaron a donde una familia, más al centro de la montaña.
Después de estar perdidos casi un mes, nos dieron por muertos o por
desaparecidos. Nuestro objetivo era evadir los encuentros con la Guardia y
luego acercarnos lo más que pudiéramos al lugar. Hubo euforia cuando
llegamos a la hacienda La Washington. “Eulalio” se desplazó a encontrar
contacto, y después fue a buscarme para ir al campamento guerrillero,
donde hubo una alegría increíble de parte de los compañeros, que hasta
20
pusieron los fusiles en forma de arco para que pasáramos.
Gladys: Incluso hay una anécdota sobre eso. La mascota de la guerrilla era
el Chelito Moreno, quien tenía como seudónimo “Hernán”. Cuando vio una
de las armas, le dijeron que la había usado Julio Alonso Leclaire; entonces él
cargaba esa arma. La culata del Springfield2 había sido hecha por los
campesinos en madera tosca y pesaba como todos los diablos. Sin
embargo, él la cargaba por la mística que tenía. Además, dijo, con esta
arma le voy a quitar un Gárand a la Guardia; hasta que encuentre el
Gárand, yo dejo esta arma. Por el valor que significaba un fusil que había
usado Julio Alonso. Y vos sabés que en camino largo, hasta el sombrero
pesa; sin embargo, el Chelito Moreno también cargaba libros para leer y
enseñar a leer. Eso era increíble.
En ese tiempo Silvio estaba muy enfermo. Estaba en una hamaca con
paratifoidea, y resulta que yo llevaba una pomada que hacía la mamá de
Silvio, para los muchachos, y no se imaginó que quien iba a usarla era su
propio hijo. Era una mezcolanza de una serie de mejunjes con mentholato,
pero ella decía que era bueno para todo y, efectivamente, servía.
21
Cuando está todo listo, y estamos en formación, se paran frente a nosotros
Carlos Fonseca y Silvio Mayorga, y nos dicen que era la oportunidad de que
el que no creyera en el triunfo, el que tuviera problemas familiares,
debilidades o miedos, que era normal tenerlos, que diera un paso al frente.
Hay gente que dice, yo nunca tuve miedo. Pero era normal tener miedo.
Hubo silencio total y pensé, todos dicen que la que me voy soy yo. A lo
mejor yo me quería ir y estaba tratando de justificar. Pasó el tiempo
estipulado, y miré a Carlos gotear lágrimas de emoción. Nadie se iba.
Mónica: Si vos te ibas, tal vez se rajaban otros. Como decía la consigna,
“cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede”. ¿Cómo saliste de
Pancasán? Sabemos que se dieron una serie de encuentros, algunos
fortuitos, pero ¿cómo es que bajás de ahí?
Gladys: Resulta que me encuentro con Oscar Danilo Rosales y con Oscar
Turcios, pero yo estaba muy enferma, con paratifoidea y otros parásitos; y
Oscar Danilo plantea que me saquen, porque de lo contrario, en esas
condiciones no voy a poder. Es decir, ya habían pasado algunas
escaramuzas, antes de los combates, pero ya la Guardia estaba entrando
de lleno.
22
Esos siguen montados en el tren, esos nunca se han bajado. Pienso que
después del tayacán mayor, Carlos Fonseca, la segunda figura
representativa del FSLN es Silvio Mayorga.
31 de julio de 1999
Notas
23
1 El dirigente estudiantil y miembro de la Dirección Nacional del FSLN, Casimiro Sotelo, y los
compañeros Hugo Medina, Edmundo Pérez y Roberto Amaya habían sido capturados en el
barrio Monseñor Lezcano. Luego fueron torturados y asesinados por la Guardia Nacional en
Managua, el 4 de noviembre de 1967.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
II
La poca participación inicial de las mujeres en las filas del FSLN, se fue
ampliando hasta llegar a ser masiva en la fase insurreccional. La
incorporación en los años de 1960 requería coraje y conciencia de la
necesidad de romper con el rol subordinado que la cultura patriarcal les ha
asignado a las mujeres. Doris Tijerino es una de las mujeres emblemáticas
de las rupturas que hicieron entonces un puñado de ellas, que se
constituyeron en las primeras mujeres militantes y, según nos relata,
aprendió sobre la lucha desde su hogar, y de otra mujer: su madre.
1
Su valiente denuncia fue un elemento motivador en la conciencia de los
nicaragüenses; despertó a algunas personas, mujeres entre ellas. Recuerdo
que mi primera participación en una manifestación política, cuando aún no
cumplía quince años, y estudiaba en tercer año de secundaria, se denominó
“Libertad para Doris”. Las monjas de La Pureza y de La Asunción nos dieron
permiso para ir a marchar por la libertad de Doris Tijerino.
2
nosotros en esas haciendas de café y ganado.
3
algunos creían que con sólo este tipo de lucha bastaba para resolver las
contradicciones del pueblo con la dictadura, y que se terminaría la
dictadura. Se pensaba hasta en hacer una acción como la de Rigoberto
López Pérez; pero había quienes ya empezaban a decir que no, que se
debía vincular la guerra de guerrillas en la montaña con la lucha de masas.
Se hablaba de movimientos que se identificaran con los nombres de Chale
Haslam, Julio Alonso Leclaire y Ramón Raudales.
Eso dio lugar a otro debate posterior sobre cómo continuar la estrategia y la
táctica. Y de repente se me desaparece la gente, y yo los buscaba, y en las
calles me los encontraba y cambiaban de rumbo, y era que ya andaban
conspirando y no querían hablar conmigo, ya que mi papá era militar.
Recuerdo una anécdota en que nos ayudó el hecho que la Guardia fuera
muy ignorante. Una vez mi mamá trajo La Sagrada Familia de Federico
Engels, un libro muy complicado de leer, porque exigía algunos
conocimientos en biología, ya que en sólo la introducción habla del origen
de la vida. Los señores de la Seguridad somocista vieron el libro, y le dijeron
a mi mamá que era bueno que leyera esas cosas.
Creo que eso es importante de señalar, es decir, cómo los jóvenes teníamos
que luchar en ese tiempo. Cada cosa, hasta el acceso a la lectura, era muy
difícil, porque no había libertad. No es que fuésemos un grupo de aburridos.
Yo era amante de Elvis Presley y me encantaba el rock and roll.
Doris: Eso es más para acá, Mónica, eso es de tus tiempos. Yo soy del
4
Charleston. Pero de igual manera me encantaba bailar...
Doris: Ya no mucho, ya a los cincuenta y cinco años, uno tiene que tener
cuidado en sus movimientos… de toda naturaleza.
Por eso digo que desde que entré a la vida política, yo he venido
formándome entre muchas contradicciones y mucha presión y, a veces,
como no soy el Che, me cansaba a veces; me cansaba que en algún
momento mi extracción de clase fuera considerada una gran cosa y se
presentara como una panacea, pero que, en otras situaciones, me
condenaran porque no soy proletaria.
Mónica: Una oyente que no quiso salir al aire pide que hablemos sobre las
dificultades de las mujeres para acceder a cargos de responsabilidad en el
Frente Sandinista; pregunta por qué no fuiste de la Dirección Nacional antes
5
del triunfo de la Revolución.
Mónica: Para la mujer era mucho más difícil porque siempre nos educaron
bajo la idea de que no éramos para la política.
Doris: Claro, pero voy a señalar una de las grandes diferencias entre la
participación de la mujer en la época del General Sandino, donde la mujer
llega por la vinculación familiar y afectiva. El grueso de mujeres –sólo con
algunas excepciones– son las hijas, esposas y compañeras de los
combatientes varones, y hacen labores de apoyo. En el Frente Sandinista
hay una calidad distinta de participación, vas de combatiente, vas de
militante, vas por tu propia decisión y convicción, no porque sos familiar de
alguien, y eso le da otra connotación. Sí, ha habido machismo en el Frente
Sandinista, y nosotras lo hemos sufrido y lo seguimos sufriendo. Sin
embargo, hay que reconocer que muchos respaldaron la incorporación de la
mujer en la lucha.
Ahora, por una aclaración histórica, quiero decir que fui miembro de la
Dirección Nacional del Frente Sandinista, pero no me llamaba Doris Tijerino,
sino “Conchita Alday”. Yo escogí ese nombre no por casualidad, me lo
propuso Carlos Fonseca, y él me dijo que quería que yo lo honrara. En ese
entonces era miembro suplente de la Dirección Nacional. Eso fue de 1965 a
1967. Teníamos distintos seudónimos, pero en la Dirección Nacional me
llamaban “Conchita Alday”, así me buscaba la Seguridad, y lo usaba para
firmar documentos.
6
Doris: Ahí sí se manifestaba el machismo. A mí me sacaron de la Dirección
Nacional cuando había demasiados integrantes, pero no sacaron a ningún
hombre.
Mónica: Pero hay que reconocer que entre más poder tengamos, más
posibilidades tenemos de realizar los proyectos; en este caso, de empujar
también los derechos de las mujeres.
La lucha contra el machismo dentro del Frente nos trae problemas a las
mujeres que participamos en ella, porque después nos volvemos casi
insoportables en otros ámbitos, y en otras esferas de la vida. Carlos
Fonseca fue uno de los que más impulsó la participación de las mujeres.
Mónica: Contanos de Carlos Fonseca, de tus vivencias con él, de las cosas
que más te han impresionado de su ejemplo.
7
Carlos me enseñó muchísimas cosas, por ejemplo, decía que cuando un
compañero le asigna una misión, una tarea, a otro compañero, debe
explicarla hasta cien veces; pero si no entiende, hay que explicársela otras
cien veces. Decía que era arrogancia pequeño burguesa y soberbia, la
desesperación de los que sabían leer y escribir, cuando otros menos
letrados no les entendían rápido lo que estaban diciendo. Después supe
que eso tiene que ver con una filosofía de los vietnamitas, de Ho Chi Min. Y
ahí vas viendo cómo vas heredando enseñanzas de realidades, de líderes y
de revoluciones que ni siquiera están aquí, y que te van marcando. Eso me
lo decía Carlos porque a veces hablo medias palabras o digo cosas
creyendo que todo el mundo debe entenderlas o sabe lo que yo sé.
Es como decía José Benito, quien fue mi compañero después que murió
Ricardo: “No hay malos militantes, los que no hacen bien las tareas, son los
malos dirigentes, cuando no saben ubicar a la gente en aquellas funciones
en las que pueden hacer bien las cosas”. Y por muy humildes que sean
tienen la capacidad de defender con fervor el proyecto revolucionario y el
partido, que a veces no la tenemos los que leemos y escribimos, y vamos a
la universidad y cargamos títulos. En el FSLN ahora hay de todo, hasta
compañeros que pertenecen a los sectores empresariales, y esa es su gran
riqueza.
Doris: Esa fue una acción del movimiento estudiantil, y ahí la fuerza
sandinista se expresó a través del Frente Estudiantil Revolucionario. Fuimos
a la inauguración de un campeonato de béisbol donde estaba Somoza,
donde él estaba haciendo una utilización política de un evento deportivo.
De nuestra parte, fue un acto planificado, una conspiración, y nos cayó la
Guardia; pero fuimos más rápidos que ella, le dimos tres vueltas al Estadio.
Yo nunca en la vida he corrido tanto, en este sentido he sido una persona
bastante pasiva; sin embargo, ese día di tres vueltas.
8
Teresa García, la Guardia la estaba golpeando, y Casimiro fue a defenderla,
y en eso lo capturaron1.
Oyente: ¿Qué nos podés decir Doris, no sólo a las mujeres, sino a todos en
general, sobre la situación actual del Frente Sandinista y los problemas de
la unidad? ¿Y cómo rescatar la historia?
9
Este proceso había comenzado desde 1969 y por eso Carlos Fonseca se
había ido un tiempo a Costa Rica, porque existía un debate sobre la
estrategia y la táctica. Después de la guerrilla de Pancasán, nos dimos
cuenta que debíamos definir esas cosas que a algunos les gusta y a otros
no. Había que debatir para hacer definiciones muy apegadas a la realidad, y
no sobre la base de la teoría en abstracto. Julio Buitrago se quedó en
Nicaragua con Efraín Sánchez sosteniendo el punto, y en Costa Rica
estaban los miembros de la Dirección para definir, precisamente, lo que se
estaba planteando en el debate; porque ya había quienes decían que lo que
se había desarrollado en Pancasán era foquismo y que Bocay había sido una
invasión. Todo eso se estaba discutiendo, tratando de analizar y
sistematizar toda esa experiencia para poder continuar. Cosa que ahora no
es tan fácil hacerlo.
Mónica: Gonzalo Lacayo había sido uno de los torturadores más terribles.
Doris: Sí, eso era como una acción de justicia, que moralizaba y enviaba el
mensaje “No, no nos acabaron en Pancasán”.
Mónica: Desde hace varios años, uno de los grandes problemas del Frente
Sandinista es que no termina de definir cuáles son los objetivos y las
grandes tareas de esta etapa, en un proceso de debate interno en donde
todos acordemos ir en tal dirección. Esto es necesario porque, además,
ahora hay una pluralidad de intereses. Como vos decías, en el Frente hay
empresarios y hay pobres. ¿Quiénes o qué intereses determinan el rumbo
del Frente? Y hay algo más Doris, el Frente no está aislado del contexto
10
internacional, y hay un reflujo mundial de las ideas revolucionarias.
Doris: Pero no sólo eso, Mónica, la diferencia cualitativa es que en los años
70 y 75 teníamos definida la lucha armada. Ahora tenemos la lucha
electoral. Resulta que la lucha armada no te contamina ningún debate,
porque cuando a vos te llaman a meterte al Frente en los 70, nadie que se
incorpora está pensando que puede ser elegido en un cargo.
Lo que nos decían es que era una lucha a muerte, y nos reclutaban y nos
educaban para tener la capacidad de aceptar la muerte como un elemento
natural del proceso de vida; pero ahora la cuestión electoral siento que
contamina, y te voy a decir un ejemplo: Cuando voy a Pueblo Nuevo –
porque siempre estoy empeñada en un proyecto de apoyo a la pequeñísima
producción campesina–, de pronto surgen sospechas entre los mismos
compañeros acerca de si tengo aspiraciones de ser diputada. Lo mismo
ocurrió en el pasado. Siempre que quería implementar un proyecto, la
gente decía que yo lo hacía con las intenciones de entrar a la Dirección
Nacional del Frente.
Mónica: Y aquí hay dos cosas fundamentales que contaminan y que están
afectando la unidad: una es que debemos debatir sobre lo concreto, es
decir, el problema es que estamos enfrentados a un gobierno corrupto, un
gobierno que es anti-democrático, que viola la Constitución. Es un gobierno
inhumano y que discrimina a los pobladores de la Costa Caribe. No puede
haber unidad si no debatimos cuál es la posición del Frente sobre este
gobierno; y el otro problema a debatir, son las ambiciones personales,
porque es cierto que cuando vos ponés el cargo como tu motivación
esencial, te perdés.
11
Ricardo, debemos respetarnos para construir la unidad, tolerémonos,
sepamos que somos parte de un organismo: a mí una mano me sirve para
una cosa, la pierna para otra. No nos descalifiquemos entre nosotros porque
nosotros somos el partido. No es que el partido sea una institución que está
allá: yo soy el partido, el partido somos todos. Si yo respeto la dignidad del
otro, si no lo descalifico, le puedo exigir el máximo a éste.
Doris: ¡Ah! sí, a Somos millones y Todas estamos despiertas. Sobre este
último ocurrió que yo estaba detenida en las celdas de la Central de Policía.
Llegué un poco después que vos saliste de la cárcel. Entonces recordarás
que parte de nuestra lucha era romper el aislamiento y por eso teníamos
unos radios pequeñitos, clandestinos, que utilizábamos para oír las noticias,
y yo escuché la noticia de que José Benito Escobar, que era mi compañero,
había caído acribillado. Y no sabía si mis compañeras sabían. Entonces
recuerdo que tuve que gritar, porque estábamos en celdas individuales y
aisladas. Yo pregunté: –Rosa Argentina Ortiz ¿estás despierta? Y Margine
respondió: –Todas estamos despiertas. A Margaret le pareció una frase muy
hermosa y a mí también, porque yo sentí una fuerza cuando Margine la dijo.
Mónica: Quería decir, todas nos hemos dado cuenta de que cayó José
Benito, tu compañero…
Mónica: Vos, que sos una mujer de mucho valor, dales un mensaje final a
nuestros oyentes.
12
y hay que resolverlo con los principios que nos fueron enseñando Carlos
Fonseca, José Benito Escobar, Ricardo Morales y tantos otros.
15 de mayo de 1999
Notas
13
1 Según informaron los diarios de la época, la Guardia Nacional cerró los portones del Estadio,
y la represión desatada provocó una estampida en la que murieron aplastadas doce personas.
Cayeron presos Casimiro Sotelo y Dionisio Marenco. Posteriormente, capturaron a Danilo
Aguirre y a Roberto Arévalo, quienes buscaban excarcelar a los prisioneros.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
Desde 1961, Bernardino Díaz Ochoa era parte del Sindicato de Oficios
Varios, de Matagalpa. Ese año se enfrentó a su patrón, Raúl Rivera, a quien
le reclamaba prestaciones sociales, y le ganó legalmente. En 1962, fue
apresado por orden de este mismo finquero, porque mientras organizaba
sindicatos en Yaosca, El Ocote, Quilalí y Bijao Sur, apareció muerto el
abogado somocista León Lara. Le echaron la culpa al sindicato, y a
Bernardino, y lo capturaron. En 1963 lo acusaron de haber participado en la
guerrilla de El Bocay, siendo apresado nuevamente.
1
En 1964, Bernardino Díaz Ochoa reclutó a “Eulalio” para el trabajo sindical,
y en 1966 ambos fueron incorporados a las tareas clandestinas del FSLN
por Rigoberto Cruz “Pablo Úbeda”, y Denis Ortega “Chico Chiquito”.
En 1964 hubo un despojo masivo de todos los afincados, los nativos y otros
que habían comprado tierras ahí. Alrededor de veinte a treinta campesinos.
Les notificaron que salieran de las tierras. Entonces algunos dijeron: –No
nos pueden hacer esto, nosotros hemos comprado el derecho de posesión,
¡vamos a luchar! Así fue que se buscó en Matagalpa al Sindicato de Oficios
Varios. Ellos dijeron: –Pues organicen un sindicato. Y así empezó la
organización en la cual yo me involucré en 1964, y después me integraron a
la Junta Directiva.
2
Luego, también en Managua conocí mucha gente, obreros que estaban en
la oficina de la Confederación General de Trabajadores Independiente
(CGTI). Seguimos organizando y ya había sindicatos en Yúkul, Uluse, La
Tronca, Quililito, Bijao Norte y San Dionisio. Pero llegó un tiempo en que los
sindicatos toparon, y ya no pudieron seguir extendiéndose.
Mónica: ¿Qué tipo de lucha, qué demandas eran las que hacían estos
sindicatos?
Eulalio: Buscando las prestaciones sociales. Los ricos pagaban muy poco al
trabajador, la comida era pésima, frijoles agrios. No había horario de
trabajo: desde que amanecía hasta que anochecía. Pero quiero decir que
con esa lucha no logramos las prestaciones sociales. Donde vimos nosotros
que no se les podía obligar a nada de todo eso a los ricos, a los
terratenientes, entonces ¡hombre!, cambiamos, pensamos: Vamos a
reclamar la tierra. Todos nos integramos a esa lucha por la tierra, no
solamente los opositores, sino parte de los liberales, que eran trabajadores.
Los que votaban por el Partido Liberal también se integraron, porque eran
perjudicados, eran despojados, eran humillados.
3
sindical, me dijo: –Mirá, ¿no te parece la lucha armada? Le digo: –
Disimuladamente hemos andado investigando si es verdad que estos
hombres tienen armas o si saben de cosas militares, y no saben nada.
Entonces, ¿qué vamos a hacer? Más bien nos estamos dando color con el
enemigo. Entonces me dijo: –Mirá, hay una organización que ya no es de
sindicatos, sino de lucha armada; y en otras partes están organizados,
solamente nos falta Uluse. Hombré –le digo, ¿por qué hasta ahora nos venís
a decir eso? ¡Ideay, compañero!, nos has olvidado, sabiendo que nosotros
hemos sido la fuerza de la organización aquí.
Él me dijo: –Mirá, aquí hay que organizarnos. Y le digo: –Pero sólo con la
gente de nosotros no vamos a hacer una guerra, una guerrilla. Reuní unos
hombres de confianza –me dice, para que vayamos a hablar, porque esto
no es público, esto tiene que ser clandestino. Finalmente, “Chico Chiquito”
se fue, y como al mes regresó con un hombre chele que no era sindicalista.
Mire, aquí tenemos al compañero –me dice, él ya trabaja en la lucha
armada, en la guerrilla, estuvo en Raití-Bocay. Y entonces empezamos con
él. Era Pablo Úbeda.
Eulalio: Era un hombre joven, bastante blanco y delgado, con unas chapas
de oro, y muy risueño, tranquilo; por el traje y el lenguaje, que lo manejaba
bien, pasaba como campesino; no había problema.
Como primera tarea nos orientó poner de inmediato unas escuelitas allá por
El Bálsamo, por El Zorro, para enseñarles a los niños y a los adultos. Nos
encomendó esa tarea, y él se fue para El Zorro, donde personalmente el
compañero “Pablo Úbeda” estuvo dando clases a diez niños y algunos
adultos, debajo de unos palos en la montaña. Las clases eran por las tardes.
Bueno, sucede que cuando ya habíamos trabajado mucho ahí, a una
comisión nos mandaron para el cerro El Musún a traer unas armas que ellos
utilizaron en Raití-Bocay; nos tocó irlas a traer para Uluse, y luego las llevé
a El Zorro, donde las enterré personalmente.
4
pensaba, ¡cómo vamos a guerrillear, a hacerle frente a la Guardia con estas
armitas! Pero yo guardaba el secreto, porque no iba a desmoralizar a los
demás. Me preguntaban si había buenas armas y les decía que sí, porque
entendía que éramos una organización, y cuando se trata de organizar, es a
organizar, para luego mejorar las cosas. Bueno, pues así empezamos.
Hay un detalle de esa incursión a Fila Grande. Íbamos bien cargados y bien
golpeados. Miraba que la carga de “Jesús” era muy grande, y yo hice el
comentario de que era más bulto que carga. Entonces el Comandante
Carlos me dijo: –Vení tanteala, doblala; y yo no la podía levantar. Con eso yo
no hubiera caminado. Era barbaridad de carga.
5
Eulalio: Sí, ese nombre, Sisimiqui, se lo puso “Pablo Úbeda”. Rápidamente
quiero decirle por qué le puso ese nombre, que hasta yo lo desconocía. Es
que el gallo pinto se cocinaba y se dejaba cocido, pero se perdía. Entonces
creían que alguien se levantaba de noche y se lo comía. Entonces “Pablo
Úbeda” lo dejó con una tapa que sonara a la hora de quitarla. Entonces él
estaba de posta cuando… ¡pá!…le pone el foco. ¡Mirá!, “Napoleón” Oscar
Turcios –le dice– ¡mirá quién se come el gallo pinto! Descubrió que era un
animalito cara blanca el que se comía el gallo pinto.
6
Mónica: Voy a leerles lo siguiente:
Ellos insistían que no, que había que enterrar los buzones, y por eso
nosotros salimos demasiado tarde de ahí. Tres días dando vueltas, y cuando
salimos la Guardia nos puso una emboscada en la bajada del cerro,
buscando un lugar del Comajón. Ahí cayó “Lencho”, y fue herido Nicolás
Sánchez “El Tigre del Cerro Colorado”.
7
Mónica: “Lencho” se llamaba Ernesto Fernández.
Mónica: Sigue diciendo Tomás, que la unidad de Silvio hasta “tres días
después iniciaron la marcha, aunque por una ruta diferente a la trazada en
el mapa. Pablo Úbeda, Genaro Díaz, y Fausto García tuvieron un encuentro,
sin consecuencias, con la Guardia. Silvio envió a “Eulalio” a la casa de
Fermín Díaz, quien era un contacto de la guerrilla, y se supo que había sido
capturado.
Entonces decidimos salirnos por una peña que le dicen El Altar, y bajamos a
ese lugar del Comajón, donde la Guardia nos puso la emboscada. Cuando
hieren al “Tigre”, lo cargué a como pude. En algunas pasadas de caminos lo
cargaba al hombro.
Eulalio: Eso me lo platicó “Pablo Úbeda”: Hay una falla, “El Tigre” dejó ir a
un hombre, dice que andaba con un rollo de mecate. Luego de eso, como te
decía, yo me quedé con “El Tigre del Cerro Colorado”, y con Paúl, en
Quirragua. “El Tigre” murió a los tres días, desangrado, y debajo de grandes
lluvias. Lo tapamos con hojas y ramas. ¿Qué hacemos? –le dije a Paúl.
Vámonos, compañero, yo voy a caminar como pueda, aunque sea de
arrastrada –me dijo él.
Saqué a Paúl pasando por el río Sabalar. Fui donde un compadre que vivía
en los alrededores. Llegué a media noche. Él se levantó rápido, y la
comadre nos alistó comida. Subí a Paúl por El Guapotal rumbo a El
Laberinto. Ahí tendí su hamaca, le di agua y comida, y le dije: –Aquí vamos
a estar unos días, para que usted se cure de la rodilla y de la mazamorra.
Pasó dos días tirado ahí. De repente me dijo: –Présteme el radio. Yo tenía un
radio chiquito y se lo presté. En Radio Mundial informaban de un combate
8
en la Washington. Yo le decía que no lo podía creer, porque los compañeros
eran ágiles. Pero daban los nombres, y se puso a identificarlos por sus
seudónimos: Silvio Mayorga, ese es “Cleto”; Rigoberto Cruz, ese es “Pablo
Úbeda”, y me fue mencionando los nombres. Él los conocía a todos.
9
Mónica: ¿Vos conociste bastante a Carlos? ¿Cómo lo describirías? ¿Cuál era
tu concepto de él?
Eulalio: No. Todos le decían “Jesús”, pero sabían que era Carlos Fonseca. El
que le conocía su nombre era don Antonio Rodríguez, el hijo de don Agustín
Rodríguez, quien anduvo con Sandino. Él los conocía a todos. Una vez me
dijo: – ¿Sabés quién es ese hombre? Ése es un doctor; se refería al
compañero Silvio Mayorga.
Eulalio: Me llevó por ahí. Nos fuimos a meter a una galería. Nos andaba
conduciendo el doctor Ricardo Morales Avilés. Entonces ahí estuvimos,
platicando. Les pregunté: – ¿Cómo han estado, cómo se sienten? Mire,
“Eulalio” –me dijo, bien jodido. Por nadita nos matan, nos vimos en alas de
cucaracha. Me preguntó por Catalino Flores y por otros que habían salido de
la cárcel: – ¿Te has visto con ellos, cómo los mirás? A Catalino lo veo muy
bueno, más bien dándome recomendaciones de firmeza y de lucha –le digo
yo. Lo veo muy bueno para ponerlo a trabajar. Mirá –me dice, vas a trabajar
con Catalino. Ahora el trabajo no va a ser en Pancasán, va a ser en Bijao
Norte, con “Chico Chiquito”.
10
Así nos trasladamos a trabajar con Fabio y “El Gato”, que decían que era de
Chontales. Me fui a Matagalpa a una hacienda de Isidoro Montoya, opositor,
y hasta hoy colaborador del FSLN. Ahí estuve. Llegaba “El Gato” a dejar los
mensajes: –Mirá, vos vas a ir a tal parte, vas a ir a La Tronca, vas a ir a Bijao
Norte, vas a ir a la zona de Matiguás. También me mandaban a otros
lugares.
Yo dije que quería irme para Quililito 1, con toda mi familia. Ya no había
sindicato, estaban desunidos, pero había gente organizada en el FSLN. En
un viaje a Managua con Catalino Flores, me mandaron a decir que tenía que
volver a la montaña. Eso fue en 1969.
Entonces de ahí salió la incursión para Zinica. Ahí llegó el compañero Víctor
Tirado López y Denis Campbell, que le decíamos “Leonso”, un hombre que
tenía formación estratégica. Venía de Cuba, con la teoría de guerra de
guerrillas vietnamita. Nos estuvo enseñando todo eso.
11
•
Hay una confusión, porque muchos creen que la canción de Luis Enrique
Mejía Godoy, dedicada a Venancia, se refiere a Benigna Mendiola, la viuda
de Bernardino Díaz Ochoa; pero en realidad el autor tomó este nombre de
esta viejecita e hizo un homenaje a todas las mujeres ligadas al trabajo
sindical campesino. No específicamente a ella. Esto me lo explicó el propio
12
Luis Enrique. Venancia era un roble de apoyo a Sandino, a la lucha sindical
y luego al FSLN.
Eulalio: Sí, la compañera Venancia iba con un bordón, una señora bastante
viejita pero fuerte, se le miraba en el modo andar. Desde donde yo estaba
de posta las vi pasar a toditas las mujeres, porque la montaña era bastante
zancona y limpia. Esas mujeres se fueron rumbo a Honduras. Después que
abandonamos el campamento, la Guardia avanzó, pero ya todo estaba
escondido y nos zafamos con el Comandante Víctor Tirado López, Jacinto
Hernández y “El Teacher”. Ahí, en una pila, Víctor Tirado me hizo este
comentario: –Estás viendo, “Eulalio”, el armamento y la gran cantidad de
municiones que traía la Guardia.
Pero ahí, en ese punto, no murió nadie. Jacinto Hernández se fue con las
mujeres, que eran su familia, y las dejó cerca de El Cuá, donde una
pariente. Le llegó la información a “Leonso”: –Mirá, las compañeras
quedaron en tal parte, vamos a volver a viajar para ver si las llevamos para
otro lugar. En esa gira, un Juez de Mesta mató a “El Cabo”, quien era primo
de Jacinto Hernández, y todas las compañeras fueron apresadas. La mujer
de Jacinto Hernández iba embarazada. Unas, eran hijas de don Juan
Hernández; otras, de Saturnino. Esta es la historia de las mujeres de El Cuá,
y es de donde viene esa canción.
13
el FSLN lo quería matar, porque una noche le habían pegado tres balazos en
la puerta de su casa. Carlos se vuelve, me mira y dice: –Nosotros no
andamos gastando tiros en zopilotes.
11 de septiembre de 1999
Notas
14
1 Quililito es una comarca del hoy municipio El Tuma-La Dalia.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
1
intereses locales y representante de los intereses yanquis.
Aunque varios de los principales fundadores del FSLN provenían de las filas
socialistas, el PSN no asumió la lucha armada como estrategia, lo cual
causó dos importantes divisiones en su seno. De la primera, en 1968,
después de la masacre del 22 de enero de 1967, surgió lo que se conoció
como el Partido Obrero Socialista Nicaragüense (1968), luego transformado
en el Partido Comunista de Nicaragua (1970), que tampoco asumió la
opción armada.
“Más tarde, varios líderes del partido, entonces llamado “de los Sánchez” –
2
por el liderazgo que ejercían Domingo y Luis Sánchez–, se pasaron en
cuerpo y alma a la derecha y su alianza política. De estos líderes, sólo el
legendario Domingo Sánchez, “Chagüitillo”, junto a varios cuadros de ese
partido, rompieron con la derecha, rescataron al partido y aún proclaman su
posición e ideología marxista-leninista”. (Guevara, Onofre: 2008).
Poco más tarde, ya con José Santos Zelaya en el poder1, surgen las
primeras formas de organización de los trabajadores artesanales de la
ciudad, pero como sociedades mutualistas, una forma de organización que
corresponde a un estado de desarrollo capitalista muy primario.
Cuando Zelaya es derrocado en 1909, ya había confederaciones de
carpinteros que no llegaban a sindicatos; sino que eran organizaciones
gremiales y mutualistas de carpinteros, de sastres, de zapateros. Los
trabajadores artesanales participaban en ellas con fines de ayuda mutua.
Onofre: Ellos mismos cotizaban para hacer un fondo social que servía para
ayuda de los propios afiliados y de sus familias en caso de necesidad,
enfermedad o muerte. Eso era el mutualismo, como una auto justicia social,
porque no correspondía al reclamo reivindicativo de un sector social hacia
otro, para que le respondieran, como es la lucha de los sindicatos cuando
ya se organizan, sino que era una autogestión. Más tarde surgen las
3
uniones obreras. Esta es una etapa intermedia entre la sociedad mutualista
y los sindicatos. Aparecen a partir de la intervención norteamericana en
19122, en una combinación de sentimientos patrióticos y sociales.
Onofre: Sí, porque las primeras organizaciones captan los procesos, las
necesidades, los problemas y situaciones económico-sociales del país frente
a las intervenciones extranjeras, concretamente la de los Estados Unidos. Y
no es una casualidad que este trance de la organización mutualista
primitiva elemental, a las uniones obreras, tenga una influencia política por
la presencia del ejército norteamericano en Nicaragua, que llega a combinar
el sentimiento patriótico con otro de reivindicación social.
4
experiencia acumulada con el trabajo de las uniones obreras, se transforma
en una organización sindical con conciencia de que no se está enfrentando
a un problema social aislado, porque hay dos protagonistas antagónicos
bien definidos: los patronos y los trabajadores.
Mónica: ¿Cómo hacían para tomar contacto con esas ideas, cuando no
había periódicos ni televisión?
Onofre: Las fuentes principales eran los estudiantes que salían al exterior.
Ellos oían y se vinculaban con ideas de avanzada, y luego las traían y las
trasladaban a los trabajadores.
5
Mónica: ¿Cuándo surge lo que se denominó “el obrerismo organizado”?
6
aparición el 7 de agosto de 1931 del Partido Trabajador Nicaragüense 5, es
un salto cualitativo muy importante. Es como la maduración de todo un
proceso de formación organizativa en el seno de la clase obrera, y además
influenciado por la presencia de la lucha anti-imperialista de Sandino.
Onofre: Todo esto es un proceso, aquí no hay nada aislado, todo tiene una
vinculación a través de las personas, a través de los hechos, a través de los
sucesos y de la información. Siempre hay una intercomunicación
permanente, una interrelación entre un fenómeno y otro.
7
Onofre: El PTN rompe el monopolio político de los partidos tradicionales,
los conservadores y los liberales, aunque ellos siempre se han subdividido
por ambiciones políticas de caudillos en partidos con otros nombres, pero
siempre conservadores o siempre liberales. En cambio, la aparición del PTN
es el primer intento de la ruptura definitiva del monopolio político de las
clases explotadoras en Nicaragua. Es un paso fundamental para el
desarrollo del movimiento revolucionario en general en Nicaragua.
Mónica: Tengo entendido que Somoza hizo un fuerte trabajo para atraer al
PTN y llegó a identificarse popularmente con los obreros, hasta desarrolló
las llamadas Casas del Obrero, y en un momento determinado hubo
sindicatos fuertes que le dieron su respaldo y su apoyo. Después que se
acaba el PTN surge el Partido Socialista. ¿Cuál fue el papel del Partido
Socialista en esa época?
8
obrero en Nicaragua, que fue el PTN, que se encargó de desarrollar la
organización obrera, y en 1933 dio nacimiento al movimiento sindical en
Nicaragua de una forma estable, permanente.
9
En 1945, cuando por primera vez se celebra el Primero de Mayo, la
situación política es tal, que Somoza permite la libre movilización obrera
para hacerse propaganda.
Mónica: Carlos Fonseca señala que los primeros dirigentes del Partido
Socialista provenían realmente del sector artesanal de nuestro pueblo, lo
cual expresaba el atraso ideológico general del país. Hay una etapa en que
el Partido Socialista aparece respaldando la reelección de Somoza García.
10
precisamente entre los años 1944 y 1945, porque en 1946 ya se producen
las primeras represiones. Acababa de triunfar la Revolución Guatemalteca,
y cuatro dirigentes se fueron exiliados para allá; pero antes de eso, cuando
Somoza propuso el Código del Trabajo a la derecha tradicional
conservadora, la clase patronal liberal considera que es una concesión al
desarrollo del comunismo internacional, y que había sido Vicente Lombardo
Toledano, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de
América Latina y que había estado aquí en el año 1944, quien había
pactado con Somoza para que los “comunistas” lo apoyaran en su
reelección.
11
Mónica: Si los sindicatos son la expresión de la organización de los
trabajadores por centro de trabajo o por rama de producción, es lógico que
luchen por reivindicaciones laborales, por mejoras salariales, y los dueños
de medios de producción tratarán de debilitarlos, de dividirlos, de atraerlos.
Onofre: Sí, además del trabajo del somocismo, la iglesia con la Juventud
Obrera Católica, y también otras fuerzas de derecha. Por ejemplo, cuando
surge el Partido Socialcristiano en 1957, aparece como un movimiento
sindical llamado Sindicatos Cristianos que luego, entre 1960 y 1962, lo
transforman en Movimiento Obrero Sindical Nicaragüense (MOSAN); y en
1972 nace la Central de Trabajadores de Nicaragua (CTN), de orientación
socialcristiana.
Onofre: No, leía de todo porque entre el año 1944 y 1945, el Partido
Socialista fundó una editorial que se llamó Editorial Vivas Garay, en
memoria de un viejo “petenista” 7 que había muerto. Y ahí había
publicaciones, ahí se leía por ejemplo la revista Lucha Soviética y textos
marxistas.
12
como marxistas, y el marxismo como nicaragüenses”.
Carlos me dijo algo que se vino a hacer realidad muchos años después. Me
dijo: –Los dirigentes del Partido Socialista no son proletarios, es una
pequeña burguesía obrera que tiene una concepción exclusivamente
reformista. En primer lugar, la clase obrera de Nicaragua está
subdesarrollada y los dirigentes no han alcanzado un desarrollo ideológico
como revolucionarios del proletariado, sino que continúan con una
mentalidad como si estuvieran dirigiendo a los sindicatos artesanales.
Porque fijate, en Nicaragua hasta en el año 1945 aparecieron los primeros
sindicatos industriales, en las textilerías Mayco y Gadala María, y en la
Cervecería.
Onofre: Muchas veces desde el año 1956, hasta todo este tiempo.
Oyente: Manuel Beteta. Muy buenos días, Comandante, muy buenos días
licenciado, maestro de generaciones de periodistas, don Onofre Guevara.
Don Onofre, en su libro usted dice que los sindicalistas de tendencia
opositora terminan como viceministros o funcionarios públicos. Yo quisiera
que explicara esto mejor, porque habemos sandinistas que hemos estado
de una u otra forma dentro de los sindicatos, y estamos siempre en la
lucha; pero yo no he tenido conocimiento de que un sandinista esté como
funcionario de un gobierno.
13
Onofre: Bueno, en parte tiene razón el compañero, y voy a aclarar que eso
que él dice no es del libro, sino de una entrevista que sale hoy en el
suplemento de La Prensa. Yo creo que el compañero tiene que ampliar un
poco la mente en el sentido de que el sindicalismo desgraciadamente se
dividió desde el momento en que nace, prácticamente como efecto de la
labor de atracción, de penetración, de infiltración ideológica, de políticas de
los partidos de la clase dominante.
Onofre: Ya tenemos poco tiempo, voy a ser breve. La situación actual del
movimiento sindical es crítica, porque se está enfrentando a situaciones
económicas y políticas que son una reedición de situaciones anteriores a
1979: libertad sindical, salario, empleo, costo de la vida, y ahora hay un
elemento nuevo, que es la lucha contra la corrupción; pero eso no es nada
14
más que consecuencia de una corrupción histórica que ahora se manifiesta
de una forma demasiado evidente.
1 de mayo de 1999
Notas
15
1 Revolución Liberal de 1893.
3 En su libro, Cien Años de Movimiento Sindical en Nicaragua, Onofre explica que fue el
historiador Sofonías Salvatierra quien tuvo la iniciativa de constituir un comité, posteriormente
identificado como el Obrerismo Organizado de Nicaragua. Estaba compuesto por Francisco
Pérez Grijalba, José Félix Solís, Carlos Manuel Acevedo, Manuel Leiva, Ernesto Araica, José
Dolores Pérez Martínez, José Mercedes Cárdenas, Francisco Gutiérrez Blanco y Guillermo J.
Simpson. El movimiento terminó de constituirse el 15 de marzo de 1923.
4 Luego del Obrerismo Organizado, surge la Federación Obrera Nicaragüense (FON), la que
contaba con afiliados a nivel nacional. Sus principales dirigentes fueron Salomón de la Selva,
Tranquilino Sáenz, Eleazar Ayestas, Pilar Fonseca, Carmen J. Pérez, Pedro J. Páiz y Arturo Vega.
5 Entre sus directivos se encontraban: Andrés Castro Wassmer, Alberto Lara Pérez, Manuel
Vivas Garay, F. Guzmán Estrada, Roberto González, Daniel Saballos, Luis Alberto Medina,
Enrique Lara Pérez, Luchas Jarquín.
6 Earl Browder, Secretario General del Partido Comunista de Estados Unidos, propugnó por la
conciliación en América Latina con la clase capitalista y con el imperialismo norteamericano.
7 Al día siguiente del asesinato de Sandino, Manuel “El Coto” Vivas Garay, uno de los
principales líderes del PTN, impulsor de la relación y apoyo a Sandino, fue hecho prisionero;
unos días antes de su liberación, fue envenenado, por lo que salió de la cárcel sólo para
morirse.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
**
1
Se incorpora formalmente al FER en ese mismo año, por lo que
su gestión al frente del CUUN responde a orientaciones
sandinistas. Después de eso realiza tareas de apoyo y
organización de los profesores progresistas de la UNAN.
2
La Nicaragua de los años sesenta se caracteriza por el impulso de la Alianza
para el Progreso, la expansión de la producción algodonera, y el desarrollo
de nuevas instituciones públicas, económicas, financieras, comerciales y
agroindustriales que requieren un incremento de la calificación profesional.
Las universidades expanden su matrícula y amplían las carreras 2.
3
Alemán, Fernando Gordillo y René Guandique.
Entre 1961 y 1965, se suceden como presidentes del CUUN: Allan Gross,
Juan José Ordóñez, Manuel Elvir, y Octavio Alfaro. Juan Ordóñez fue
separado de la presidencia del CUUN después que asistió a una reunión en
la Embajada norteamericana. “Lo declaramos en cuarentena. No se le
consideró confiable”, por lo que, Juan José Ordóñez se vio obligado a
renunciar. Y, quien terminó ese período como Presidenta fue Virginia
Sequeira, estudiante de Farmacia en León.
4
Michelle Najlis y Doris Tijerino, Casimiro Sotelo, Brenda Ortega, Mayra Vega,
Ernesto Leal, Adán Fletes y Dionisio Marenco, entre otros.
En ese año de 1966 es electo Casimiro Sotelo como Secretario General del
FER, pero después lo expulsan de la UCA, lo que permite a la Democracia
Cristiana, con Dionisio Marenco como candidato, el control de la
organización estudiantil de esta universidad, pues Julio Buitrago ya estaba
clandestino.
5
programa revolucionario que proclame sin rodeos los ideales de los grandes
revolucionarios, el enfrentamiento a la conciliación que impulsan los social
cristianos, la exigencia de sacrificios, la superación de la indisciplina y falta
de persistencia, y la complacencia con las fallas.
A juzgar por los cambios que se operan en la acción del FER en los
siguientes meses, el vibrante llamado de Carlos Fonseca tuvo un efecto real
en la organización y originó cambios en los años siguientes. En el año 1969,
después de un persistente trabajo organizativo del FER, comienza un viraje
del movimiento estudiantil hacia posiciones revolucionarias. En este año El
FER gana la presidencia del CUUN, con Edgard “La Gata” Munguía a la
cabeza.
Uno de los argumentos ideológicos que esgrimía el FDC era que todos los
jóvenes cristianos debían ser socialcristianos. La disputa no era el ser
6
oposición o no, porque ya para entonces todos éramos anti-somocistas.
Para 1967, y todo este tiempo, el movimiento estudiantil es anti-somocista,
y entonces las organizaciones estudiantiles eran expresión de las
organizaciones y partidos políticos nacionales, y hay todo un movimiento de
oposición a la elección de Anastasio Somoza Debayle.
Hugo: Sí, sí, y en el contexto nacional hay un repunte marcado por los
movimientos de oposición. Los espacios eran de la Unión Nacional
Opositora (UNO), por la expectativa de que con Fernando Agüero se podían
ganar las elecciones.
Mónica: El FER del Ramírez Goyena es un semillero que permite que el FER
de las universidades se fortalezca. El FER no lo funda el FSLN, sino un grupo
de estudiantes progresistas, entre los que estaban algunos militantes
socialistas.
7
rendimiento fue afectado por la misma actividad política.
Recuerdo que recién electo como presidente del CUUN hicimos una
actividad en León donde uno de los organizadores fue Edgard Zúñiga. Fue
de mucha conmoción. Fue una conferencia que impartió Patricio Argüello
Ryan. Yo me integro al FSLN un poquito después que gano la presidencia del
CUUN, y organizamos esta actividad que era para aclarar a los estudiantes
sobre esta mentira.
Mónica: ¿Cómo es que vas a dar a la presidencia del CUUN, fue resultado
de una estrategia concertada con el FER?
8
identifican con los socialcristianos, mis compañeros de la JUC más ligados a
la línea del Frente me proponen en la pre-candidatura independiente; le
gano a Erick, y voy a la candidatura con una posición un tanto ambigua,
porque yo no puedo tener una posición totalmente abierta a favor del FER,
ni estaba formalmente integrado, pero mis posiciones eran más cercanas a
ellos.
Hugo: En los años 1967 y 1968 hay debates intensos, en actos, en pasillos;
se montaban los dirigentes en una caja y empezaban a debatir. Las
agendas eran por el tipo de oposición. Los socialcristianos hacían oposición,
pero era meramente declarativa, de discursos. El FER exigía beligerancia.
Mónica: ¿Cuáles eran los dirigentes del FER en Managua en esos tiempos?
Hugo: Los dirigentes destacados del FER a principios de los años sesenta
fueron Sócrates Flores, quien era un gran orador. En todos los casos se
tenía que tener dominio de la oratoria. Michelle Najlis, era de las lideresas
9
que hacían tribuna desde una caja de jabón, en cualquier lado se subía.
Mónica: ¿Cómo te vinculás al FSLN una vez que ganás las elecciones, y
qué cosas hicieron la diferencia de las gestiones con los socialcristianos?
Y como algo trascendental habría que anotar los resultados del IV Congreso
Estudiantil, que produjo un documento en donde se habló de la
problemática nacional. Era una característica del FER buscar expertos para
dotarse de datos y hacer un diagnóstico. Fue una pequeña plataforma del
FER, en cada sector: educación, salud, etcétera. Recuerdo un lema que
decía algo así: “No queremos ser servidores de quienes poseen la riqueza,
sino de los más necesitados”. Este Congreso produjo una especie de
plataforma que fue continuada por los sucesivos congresos.
10
nacional.
Hugo: Después que dejo el CUUN, ya como profesor me organizo como tal
y también colaboro con el FSLN. Caigo preso en enero del año 1970,
precisamente en tareas de apoyo. Me orientan un traslado de cosas que
estaban en una casa en la colonia Dambach. Las iba a trasladar a una finca
de mi papa, y me capturan junto a René Núñez. Estuvimos presos seis
meses.
Mónica: Aragón nos ayudó mucho con los explosivos, nos pasaba clorato
de potasio y pólvora negra.
Hugo: Seguro que los compraba como que eran para el laboratorio de la
Universidad. Después de Edgard “La Gata” Munguía en 1969-1970, fue
presidente del CUUN Octavio Rivas, postulado por el FER como un
candidato de consenso porque él no era propiamente del FER. Luego fue
Melvin Rivas y luego Miguel Bonilla.
Pero los liberales siguieron haciendo un esfuerzo a través del FEL y luego
FERNA. El FEL en León se tomó el paraninfo pidiendo la destitución de
Carlos Tünnermann, a quien acusaban de patrocinar el comunismo. Uno de
los Real Espinal, creo que fue Blas, andaba metido en el FEL, y llegó a
denunciar que lo había violado José María Chema Zelaya, el Secretario
Privado de Somoza y Jefe del FEL. Se llamó a Manolo Morales, y él dijo que
había que comprobar eso, porque podría ser una trampa. Se buscó a un
médico en León, y él comprobó que era verdad esa violación. Nosotros lo
denunciamos y eso fue un golpe contundente al FEL en esa coyuntura.
11
en el movimiento estudiantil, ¿qué significa su victoria como presidente del
CUUN?
Omar: A finales de los años 60, nuestra generación está influida por dos
fenómenos grandísimos en ese momento en América Latina y en el mundo:
está la guerra de Vietnam en su apogeo, que concita la solidaridad del
mundo; y a la vez está la Revolución de Mayo de 1968. A la par hay que
destacar que en esos años también empieza el auge, el boom de la novela
mágica realista latinoamericana y, en sociología, la sociología de la
dependencia con sus exponentes André Gunder Frank y Henrique Cardoso.
Hugo: Hacia finales de la década del 60, que es cuando comienza el auge
que impulsa y culmina Edgard Munguía en el movimiento estudiantil,
también hay un cambio de actitud en el grupo de compañeros que están
tratando de hacer un trabajo político por solventar los problemas que daba
la dictadura.
12
Este cambio de actitud incluye una apertura en la cual cambia la forma de
comunicarse con el resto de los estudiantes y con la población, era una
forma más abierta; y eso es lo que conduce a un auge del movimiento
estudiantil, del movimiento revolucionario, más allá de los ámbitos de la
Universidad.
Mónica: Creo, Hugo, que ese cambio de actitud del que hablás es porque
después de la masacre de Pancasán, agosto de 1968, los dirigentes del
Frente Sandinista que sobreviven llegan a la conclusión de que hay que
hacer trabajo de masas, en los barrios, con las organizaciones existentes en
ese entonces, como los movimientos cristianos y el movimiento estudiantil.
El Frente decide hacer contacto con ellos, incorporar su acción a la
estrategia de lucha.
¿Cómo fue que el FER logra ganar las elecciones para la presidencia del
CUUN en el año 1969?
13
CUUN. Es el primer candidato que va directamente bajo las banderas del
Frente Sandinista, porque el FER era una organización intermedia del
Frente. Ya Edgard había sobresalido en el año 1966 como el mejor alumno
de estudios generales. Estudió hasta IV año de Biología. Omar, vos que lo
conociste personalmente, háblanos sobre la personalidad de Edgard
Munguía.
Omar: “La Gata” Munguía era un ejemplo en todo: era un gran lector, un
tipo persuasivo y seductor en el sentido político de la palabra, aunque no
quiere decir que no lo haya sido también con las muchachas. Para
entonces, era el máximo dirigente del FER. Trabajé mucho en su campaña
electoral. Me acuerdo que lo criticaban porque era trompudo, y yo le decía:
–Gato, jodido, consumí la guayaba; y él se ponía a reír. Después, la
responsabilidad del FER me quedó a mí, y luego él se fue a la guerrilla, y ahí
nos volvimos a ver.
Era fraterno, vencía todas las críticas con una dulzura increíble; pero era
firme, serio. En uno de sus escritos, Edgard Munguía dice:
Mónica: Es importante que nuestros oyentes sepan que “La Gata” viajó
como Presidente del CUUN a Nueva York, al Congreso Mundial de la
Juventud, en 1970, donde por primera vez denunció la violación de los
Derechos Humanos en Nicaragua. En 1973 estuvo en Chile, y luego viajó a
Cuba, donde recibió entrenamiento militar para posteriormente pasar a la
clandestinidad. Cayó abatido en Yaoska el 13 de septiembre de 1976. Según
hemos sabido, fue un excelente guerrillero, valiente.
14
Omar: Yo lo vi en la montaña, y efectivamente se destacó también por su
valentía.
Recuerdo que en 1969 hubo una huelga por el aumento del salario de los
maestros. Ahí se involucró el Movimiento Estudiantil de Secundaria, que en
algunos departamentos se llamaba Asociación de Estudiantes de
Secundaria. El régimen cortó el período escolar buscando desmovilizar a los
maestros y a quienes les apoyábamos.
Hugo: Claro, era de suma utilidad porque era una forma de comunicación
directa con los distintos sectores. Había ese ingrediente importante que era
la formación que debía tener el dirigente. Porque si se iba a trabajar con los
estudiantes, había que tener una capacidad de convencimiento a través de
la comunicación verbal; y si te ibas a los barrios, era igual. Sí, yo pienso que
la oratoria y esa formación inicial, fueron factores indispensables que
permitieron el despliegue hacia el trabajo de masas.
15
porque no se quedaba en las aulas, iba a las luchas populares, a las luchas
en los barrios, a las luchas de las enfermeras. En la huelga de los
trabajadores de la construcción, después del terremoto, el movimiento
estudiantil jugó un papel muy importante.
16
laváramos la cara. La Guardia avanzaba y nosotros sólo nos replegábamos
un tanto. De esa manera algunos llegamos hasta los barrios. Eso permitía
que la gente palpara, viera la represión. Se solidarizaban con los
estudiantes y en algunos casos se sumaban a la protesta, de manera que
en vez de disminuir, la lucha arreciaba.
Hugo: Se imagina.
Omar: Lo que te quiero decir es que había mucha música, estaban los
grupos, pero además estaba algo que no se puede obviar, y es la inmensa
figura de Carlos Mejía Godoy y de Luis Enrique Mejía Godoy, quienes
acompañaron muchísimo este movimiento. En esta búsqueda de
comunicarse, el arte viene a jugar un papel importantísimo. Hay que
recordar que Leonel Rugama es uno de los poetas jóvenes más destacados
de ese momento, igual que Casimiro Sotelo y que Michelle Najlis.
17
música jugó un factor decisivo porque levantaba los ánimos y hacía ese
contacto humano, esa expresión, podría decir, amorosa entre los
estudiantes y los revolucionarios y toda la población.
De los presidentes del CUUN y del CEUCA, cayeron Casimiro Sotelo, “La
Gata” Munguía, Miguel Bonilla y Francisco Meza, uno de los últimos
presidentes del CUUN. Chico nació en Managua en 1952, era de origen
popular, y sus padres eran gente trabajadora; vivió muchos años en la mina
El Limón y por eso ahora ese centro minero lleva su nombre. Fue presidente
del CUUN entre el 75-76. ¿Te acordás de él Omar?
18
Mónica: Tu mensaje de cierre Omar.
Entonces yo quiero que los estudiantes sigan en esto, que el pueblo siga en
esto; pero también quiero hacer un llamado al gobierno, a los gobernantes,
para que no caigan en lo que cayó la dictadura de Somoza; a la Policía, que
no caiga en lo que cayó la Guardia, porque ya leí en el periódico que andan
falsificando órdenes de captura y eso ya es una aberración, y yo creo que
los jefes máximos de la Policía tienen que tomar medidas serias porque
ésta es una cuestión muy grave.
Yo quisiera soñar como soñé ayer, no tener que tomar nunca las armas,
mucho menos mis hijos, para derrotar a una dictadura que se vaya a
entronizar; entonces, yo quisiera que el gobierno, los gobernantes
reflexionaran que tienen que cambiar sus políticas para con nuestro país,
para que la historia no se repita.
8 de mayo de 1999
Notas
19
1 En el año 1950, la población estudiantil era de 490 alumnos; en 1952, alcanzó 950 y en
1957 bajó a 919. (Sergio Ramírez: Mariano Fiallos, Biografía. Editorial Universitaria UNAN León,
1971. En Revista Envío, número 57, marzo de 1988).
3 El 5 de junio de 1961, la UCA inicia sus actividades académicas con las carreras de
Administración de Empresas, Derecho, Ingeniería Electromecánica e Ingeniería Civil, en el viejo
centro de Managua, contiguo al cine González; y Medicina Veterinaria, en Rivas. Dos años más
tarde, ingresa a organizaciones universitarias internacionales y traslada su campus a edificios
propios, construidos en la sede actual.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
**
1
grado en Derecho Internacional y Europeo en la Universidad
Católica de Lovaina, en Bélgica. A la fecha, es docente
universitario en las universidades Americana y Centroamericana
(UAM y UCA), y trabaja en organizaciones de la sociedad civil.
2
Revolución en 1979, quienes nos ofrecen su testimonio y reflexionan sobre
los desafíos de las nuevas generaciones de estudiantes.
Irving Dávila: Creo que era por ese ambiente represivo que yo sentía; eso
me provocó rebeldía, y mis primeras rebeldías se dan precisamente contra
la religión católica, porque cuando comienzo a ver que las realidades son
distintas de cómo me están enseñando en el catecismo, en el colegio, yo
comienzo a tener mis primeras rebeldías frente a la religión, de
cuestionamiento de mí mismo, de mi propia individualidad, de mi propia
existencia, de la vida, de la injusticia y sobre la validez de una serie de
valores. Sin embargo, en esa etapa yo no lograba hacerlos trascender en
una acción política, pero sí sentía en mí una profunda rebeldía frente a la
sociedad. La represión era tal, que en esa época ni siquiera nos dejaban
que nos creciera el pelo. Un centímetro nos crecía y los curas en el colegio
nos levantaban de la patilla y nos mandaban a rasurar más corto todavía.
Irving Larios: Nací en Corinto en una situación muy particular que ahora, a
estas alturas de mi vida, me doy cuenta que esas vivencias que tuve en mi
infancia, fueron las que me llevaron a formar mi conciencia, mi identidad de
3
clase. Yo les cuento a mis amigos que nací en medio de los prostíbulos de
Corinto, en uno de los barrios marginados, y mi gente tuvo que trabajar
muy duro para poder desarrollarse.
Irving Dávila: Ésa fue la última camada del FER, antes del triunfo de la
Revolución, porque yo soy parte de la generación sucesora tuya, de Omar
Cabezas, Hugo Torres, Iván Gutiérrez “Churumbel” y toda la gente que se va
en 1974, que es donde yo entro.
4
el Básico, en primer año. Mi trabajo fue impulsar el movimiento cristiano y
el trabajo de barrios. Pedro Aráuz nos pedía que no nos involucráramos y no
nos quemáramos en el movimiento estudiantil; pero era inevitable porque
participamos de diversas jornadas de lucha, en las marchas contra el
incremento del precio del transporte público y del litro de leche, la huelga
de la construcción en 1973, la huelga de las enfermeras, las tomas de la
Catedral por la libertad de Chico Ramírez y Efraín Nortalwalton, y toda esa
jornada de 1973 que fue muy importante.
Mónica: Los presidentes del CUUN después de “La Gata” Munguía fueron:
Octavio Rivas (1970); Melvin Rivas (1971); Miguel Bonilla (1972),
prolongándose su período hasta 1974, por el terremoto; Carlos Vicente
“Quincho” Ibarra (1974); Francisco “Chico” Meza (1975); Irving Dávila, por
León (1976). Dicho sea de paso, el candidato seleccionado por el FER era
Víctor Hugo Tinoco, pero perdió en las elecciones internas en la Facultad de
Medicina frente a Larry Balladares.
5
madre, viendo a mi hijo, abrazándolo después de casi un año sin poder
tocarlo. Y al día siguiente me llevan a una gran asamblea en el Auditorio 12
de la UNAN; y de ahí sale una marcha donde supuestamente iba yo, pero en
realidad me recoge un vehículo, y paso de nuevo a la clandestinidad, un día
después de salir de la cárcel. Me acuerdo de Walter Mendoza, quien estaba
en esa asamblea a pesar de que ya andaba semi-clandestino.
Irving Larios: Es correcto. A mí me tocó sacar la marcha ese día, que era
un mundo de gente que se nos juntó. Mi primera célula fue con Mayra
Reyes, Mayra González y Guillermo Avendaño. A él lo asesinan saliendo de
la casa de su papá, lo acribillaron, lo ametrallaron.
Mónica: Sí. Este caso fue terrible. Silvio era infiltrado. Luego se hizo un
operativo de ajusticiamiento contra Silvio Ramírez Benavente, pero no
murió. Quedó parapléjico. Después del triunfo de la Revolución, y por la
generosidad que había, lo mandaron a Cuba a curarse del balazo.
Efectivamente también había infiltrados, y una represión dirigida contra los
líderes estudiantiles.
Irving Larios: Ésa era una de las tareas que nosotros más desarrollábamos
desde el CUUN y desde el FER. Organizábamos grupos de compañeros
estudiantes que estaban articulados en las células, o eran activistas del
CUUN, y después de las cuatro, cinco de la tarde, salían a las calles en
grupos de dos o tres, a distribuir volantes, a hacer mítines. Me acuerdo que
cuando yo vine a Managua, a comienzos del año 1977, me tocaba andar en
una moto con Harry Chávez, en San Judas, Monseñor Lezcano, y yo un poco
6
inseguro porque no conocía Managua.
7
revolucionario por varios decenios y le imprimió métodos de
trabajo pacifiqueros...
Considero que este mensaje de Carlos Fonseca a los estudiantes son líneas
políticas que determinan el salto de calidad que observamos en el
movimiento estudiantil, en la década de los setenta.
8
montar en cualquier tipo de vehículo por la represión de la Seguridad
Nacional (OSN).
Nos daba miedo cuando salíamos a las calles. Nos daba miedo cuando
pensábamos que “El Chele” Aguilera o Espinales o “El Chino” –agentes de la
Oficina de la Seguridad Nacional y el segundo, oficial de la Guardia
Nacional– nos podían atrapar en León. Sin embargo todos los días
volvíamos a salir, porque sabíamos que había una causa noble, justa y que
había un partido o una organización político-militar con militantes con una
profunda mística, a quienes nosotros debíamos seguir ejemplarmente.
9
cuando nos organizamos para ir al Servicio Militar.
Irving Dávila: Sí, pero yo tengo otra lectura también del asunto. No tengo
contradicción con lo que señalás, pero también hay otras cosas. Señalaba
cómo nos incorporamos y las razones de ello. Es cierto, había una situación
de bonanza, y mucha gente de los viejos de hoy, añoran esa época y hablan
de los años del algodón; pero recuerdo que en esos años me impactaba
profundamente ver sobre las calles de Chinandega cómo venían decenas de
miles de campesinos arrastrados prácticamente, en los tráileres donde
cargaban el algodón; allí venían a la ciudad a recibir un escuálido salario,
que después lo dejaban en las cantinas, en los juegos de azar, no volvían a
su casa, es decir, era una tragedia.
10
terrible cuando veíamos un vehículo detrás de nosotros, porque si era la
Guardia, seguro nos levantaba.
Pero, ¿quién encarna ahora ese proyecto? Porque si lo hubiera, aún con
diferencias de enfoques, se podrían sumar esfuerzos para determinadas
etapas, o rutas del proyecto. Sumar todos los esfuerzos para luchar por ese
cambio en el sector estudiantil, en el sector sindical, en el campo.
11
Pero creo que la gran trampa en la que se están moviendo todos los
sectores sociales en Nicaragua, es la trampa del electoralismo, de creer que
los cambios se van a producir nada más a partir de ganar las elecciones, sin
darse cuenta que los verdaderos cambios son aquéllos que se pueden
producir por acción directa del mismo pueblo, que fue lo que pasó en la
lucha contra la dictadura.
Creo que nos corresponde a los sectores que tenemos contacto con el
saber, con el conocimiento, con la ciencia, llevar también esos
conocimientos a los sectores más atrasados de la población para que ésta
aprenda a descubrir su propia realidad y sea sujeto de transformación. Pero,
¿cuál es el problema? Creo que ahí es donde la cúpula del Frente Sandinista
tiene una gran responsabilidad en lo que está pasando en este país.
Antes, como explicaba, había una línea política, una línea de masas, un
programa político. ¿Qué es lo que sucede? Esa fuerza maravillosa,
extraordinaria, esa fuerza coadyuvante de los procesos de transformación
que son la juventud y particularmente los movimientos estudiantiles, era
potenciada por ese proyecto del Frente.
12
universitaria; ahí se manosea y se manipula las becas, las ayudas
económicas a los estudiantes, y los mediatizan y los inmovilizan, y sólo los
mueven cuando hay intereses políticos de la cúpula del FSLN o por el seis
por ciento, que nunca se ha logrado, y hasta muertos han quedado en el
camino.
A veces los partidos políticos son eso, uno está arriba y el otro abajo, pero
al final forman parte del mismo engranaje. Así opera la democracia
capitalista, y el capitalismo tiene una capacidad tan grande de entusiasmar
a la gente con las fiestas electorales, porque los afiliados creen que al estar
una de las ruedas de arriba, va a cambiar la cosa, pero en realidad forman
parte del mismo engranaje. Y la única manera de que una organización
revolucionaria no termine siendo parte del engranaje, es que haga una
propuesta de cambio de ese sistema. Con otra constitución, distinta a la de
ese engranaje perverso.
Oyente: Compañera, mire. Es que quería, ya que está recordando ahí a los
compañeros dirigentes estudiantiles, quería ver si se le hacía un recuerdo
ahí al compañero Guillermo Avendaño, quien murió rafagueado por la
13
Guardia somocista allá por los talleres del barrio Riguero; y al mismo
tiempo, también al compañero Enrique Flores, quien fue uno de los más
destacados en la lucha anti-somocista del colegio que, desgraciadamente,
los somocistas le volvieron a cambiar el nombre, pues actualmente se llama
Modesto Armijo.
Creo que el movimiento estudiantil de hoy, igual que los otros sectores
sociales, tiene dificultades en asumir un papel revolucionario con más
combatividad, porque está siendo mediatizado; su rol se limita a ser mero
espectador del sistema, y no está integrado a esa lucha frontal, tal como
nosotros la vivimos.
Mónica: Algunos de los oyentes manifiestan dudas sobre los métodos para
conseguir transformaciones. Yo creo que el método universal es la lucha.
Algunos creen que todo se puede conseguir por el diálogo y le tienen terror
a la confrontación. Y no estamos hablando de vivir permanentemente en
manifestaciones o detrás de barricadas. Pero cuando un sector es agredido
por una política, lo que tiene que hacer es luchar por sus derechos.
Irving Larios: También como lección sobre los métodos de lucha de esta
etapa, recuerdo que estábamos en una confrontación armada, pero no
confundíamos los escenarios. Por las características represivas que tenía la
Guardia, no salíamos a la calle armados de morteros. Nos hubieran
aniquilado con la primera marcha; pero íbamos al barrio con el teatro
estudiantil, con la mosca; íbamos a movilizar a la población, a que ésta
hiciera su fogata. Esos eran los métodos que nosotros utilizábamos, porque
en los métodos de lucha está la creatividad.
14
primaria. Precisamente de esa jornada surgió Luis Alfonso Velásquez Flores.
Creo que esta etapa de reflujo va pasar como ha pasado toda la violencia,
toda esa fuerza del modelo neoliberal. Este sistema va a pasar en la medida
que todos los revolucionarios continuemos en ese camino, en esa senda de
lucha, y estoy seguro que ahí van a estar nuevas generaciones de líderes
estudiantiles trabajando por organizar a los estudiantes.
15
Aceptamos el desafío de Carlos Fonseca
Irving Larios e Irving Dávila
**
1
grado en Derecho Internacional y Europeo en la Universidad
Católica de Lovaina, en Bélgica. A la fecha, es docente
universitario en las universidades Americana y Centroamericana
(UAM y UCA), y trabaja en organizaciones de la sociedad civil.
2
Revolución en 1979, quienes nos ofrecen su testimonio y reflexionan sobre
los desafíos de las nuevas generaciones de estudiantes.
Irving Dávila: Creo que era por ese ambiente represivo que yo sentía; eso
me provocó rebeldía, y mis primeras rebeldías se dan precisamente contra
la religión católica, porque cuando comienzo a ver que las realidades son
distintas de cómo me están enseñando en el catecismo, en el colegio, yo
comienzo a tener mis primeras rebeldías frente a la religión, de
cuestionamiento de mí mismo, de mi propia individualidad, de mi propia
existencia, de la vida, de la injusticia y sobre la validez de una serie de
valores. Sin embargo, en esa etapa yo no lograba hacerlos trascender en
una acción política, pero sí sentía en mí una profunda rebeldía frente a la
sociedad. La represión era tal, que en esa época ni siquiera nos dejaban
que nos creciera el pelo. Un centímetro nos crecía y los curas en el colegio
nos levantaban de la patilla y nos mandaban a rasurar más corto todavía.
Irving Larios: Nací en Corinto en una situación muy particular que ahora, a
estas alturas de mi vida, me doy cuenta que esas vivencias que tuve en mi
infancia, fueron las que me llevaron a formar mi conciencia, mi identidad de
3
clase. Yo les cuento a mis amigos que nací en medio de los prostíbulos de
Corinto, en uno de los barrios marginados, y mi gente tuvo que trabajar
muy duro para poder desarrollarse.
Irving Dávila: Ésa fue la última camada del FER, antes del triunfo de la
Revolución, porque yo soy parte de la generación sucesora tuya, de Omar
Cabezas, Hugo Torres, Iván Gutiérrez “Churumbel” y toda la gente que se va
en 1974, que es donde yo entro.
4
el Básico, en primer año. Mi trabajo fue impulsar el movimiento cristiano y
el trabajo de barrios. Pedro Aráuz nos pedía que no nos involucráramos y no
nos quemáramos en el movimiento estudiantil; pero era inevitable porque
participamos de diversas jornadas de lucha, en las marchas contra el
incremento del precio del transporte público y del litro de leche, la huelga
de la construcción en 1973, la huelga de las enfermeras, las tomas de la
Catedral por la libertad de Chico Ramírez y Efraín Nortalwalton, y toda esa
jornada de 1973 que fue muy importante.
Mónica: Los presidentes del CUUN después de “La Gata” Munguía fueron:
Octavio Rivas (1970); Melvin Rivas (1971); Miguel Bonilla (1972),
prolongándose su período hasta 1974, por el terremoto; Carlos Vicente
“Quincho” Ibarra (1974); Francisco “Chico” Meza (1975); Irving Dávila, por
León (1976). Dicho sea de paso, el candidato seleccionado por el FER era
Víctor Hugo Tinoco, pero perdió en las elecciones internas en la Facultad de
Medicina frente a Larry Balladares.
5
madre, viendo a mi hijo, abrazándolo después de casi un año sin poder
tocarlo. Y al día siguiente me llevan a una gran asamblea en el Auditorio 12
de la UNAN; y de ahí sale una marcha donde supuestamente iba yo, pero en
realidad me recoge un vehículo, y paso de nuevo a la clandestinidad, un día
después de salir de la cárcel. Me acuerdo de Walter Mendoza, quien estaba
en esa asamblea a pesar de que ya andaba semi-clandestino.
Irving Larios: Es correcto. A mí me tocó sacar la marcha ese día, que era
un mundo de gente que se nos juntó. Mi primera célula fue con Mayra
Reyes, Mayra González y Guillermo Avendaño. A él lo asesinan saliendo de
la casa de su papá, lo acribillaron, lo ametrallaron.
Mónica: Sí. Este caso fue terrible. Silvio era infiltrado. Luego se hizo un
operativo de ajusticiamiento contra Silvio Ramírez Benavente, pero no
murió. Quedó parapléjico. Después del triunfo de la Revolución, y por la
generosidad que había, lo mandaron a Cuba a curarse del balazo.
Efectivamente también había infiltrados, y una represión dirigida contra los
líderes estudiantiles.
Irving Larios: Ésa era una de las tareas que nosotros más desarrollábamos
desde el CUUN y desde el FER. Organizábamos grupos de compañeros
estudiantes que estaban articulados en las células, o eran activistas del
CUUN, y después de las cuatro, cinco de la tarde, salían a las calles en
grupos de dos o tres, a distribuir volantes, a hacer mítines. Me acuerdo que
cuando yo vine a Managua, a comienzos del año 1977, me tocaba andar en
una moto con Harry Chávez, en San Judas, Monseñor Lezcano, y yo un poco
6
inseguro porque no conocía Managua.
7
revolucionario por varios decenios y le imprimió métodos de
trabajo pacifiqueros...
Considero que este mensaje de Carlos Fonseca a los estudiantes son líneas
políticas que determinan el salto de calidad que observamos en el
movimiento estudiantil, en la década de los setenta.
8
montar en cualquier tipo de vehículo por la represión de la Seguridad
Nacional (OSN).
Nos daba miedo cuando salíamos a las calles. Nos daba miedo cuando
pensábamos que “El Chele” Aguilera o Espinales o “El Chino” –agentes de la
Oficina de la Seguridad Nacional y el segundo, oficial de la Guardia
Nacional– nos podían atrapar en León. Sin embargo todos los días
volvíamos a salir, porque sabíamos que había una causa noble, justa y que
había un partido o una organización político-militar con militantes con una
profunda mística, a quienes nosotros debíamos seguir ejemplarmente.
9
cuando nos organizamos para ir al Servicio Militar.
Irving Dávila: Sí, pero yo tengo otra lectura también del asunto. No tengo
contradicción con lo que señalás, pero también hay otras cosas. Señalaba
cómo nos incorporamos y las razones de ello. Es cierto, había una situación
de bonanza, y mucha gente de los viejos de hoy, añoran esa época y hablan
de los años del algodón; pero recuerdo que en esos años me impactaba
profundamente ver sobre las calles de Chinandega cómo venían decenas de
miles de campesinos arrastrados prácticamente, en los tráileres donde
cargaban el algodón; allí venían a la ciudad a recibir un escuálido salario,
que después lo dejaban en las cantinas, en los juegos de azar, no volvían a
su casa, es decir, era una tragedia.
10
terrible cuando veíamos un vehículo detrás de nosotros, porque si era la
Guardia, seguro nos levantaba.
Pero, ¿quién encarna ahora ese proyecto? Porque si lo hubiera, aún con
diferencias de enfoques, se podrían sumar esfuerzos para determinadas
etapas, o rutas del proyecto. Sumar todos los esfuerzos para luchar por ese
cambio en el sector estudiantil, en el sector sindical, en el campo.
11
Pero creo que la gran trampa en la que se están moviendo todos los
sectores sociales en Nicaragua, es la trampa del electoralismo, de creer que
los cambios se van a producir nada más a partir de ganar las elecciones, sin
darse cuenta que los verdaderos cambios son aquéllos que se pueden
producir por acción directa del mismo pueblo, que fue lo que pasó en la
lucha contra la dictadura.
Creo que nos corresponde a los sectores que tenemos contacto con el
saber, con el conocimiento, con la ciencia, llevar también esos
conocimientos a los sectores más atrasados de la población para que ésta
aprenda a descubrir su propia realidad y sea sujeto de transformación. Pero,
¿cuál es el problema? Creo que ahí es donde la cúpula del Frente Sandinista
tiene una gran responsabilidad en lo que está pasando en este país.
Antes, como explicaba, había una línea política, una línea de masas, un
programa político. ¿Qué es lo que sucede? Esa fuerza maravillosa,
extraordinaria, esa fuerza coadyuvante de los procesos de transformación
que son la juventud y particularmente los movimientos estudiantiles, era
potenciada por ese proyecto del Frente.
12
universitaria; ahí se manosea y se manipula las becas, las ayudas
económicas a los estudiantes, y los mediatizan y los inmovilizan, y sólo los
mueven cuando hay intereses políticos de la cúpula del FSLN o por el seis
por ciento, que nunca se ha logrado, y hasta muertos han quedado en el
camino.
A veces los partidos políticos son eso, uno está arriba y el otro abajo, pero
al final forman parte del mismo engranaje. Así opera la democracia
capitalista, y el capitalismo tiene una capacidad tan grande de entusiasmar
a la gente con las fiestas electorales, porque los afiliados creen que al estar
una de las ruedas de arriba, va a cambiar la cosa, pero en realidad forman
parte del mismo engranaje. Y la única manera de que una organización
revolucionaria no termine siendo parte del engranaje, es que haga una
propuesta de cambio de ese sistema. Con otra constitución, distinta a la de
ese engranaje perverso.
Oyente: Compañera, mire. Es que quería, ya que está recordando ahí a los
compañeros dirigentes estudiantiles, quería ver si se le hacía un recuerdo
ahí al compañero Guillermo Avendaño, quien murió rafagueado por la
13
Guardia somocista allá por los talleres del barrio Riguero; y al mismo
tiempo, también al compañero Enrique Flores, quien fue uno de los más
destacados en la lucha anti-somocista del colegio que, desgraciadamente,
los somocistas le volvieron a cambiar el nombre, pues actualmente se llama
Modesto Armijo.
Creo que el movimiento estudiantil de hoy, igual que los otros sectores
sociales, tiene dificultades en asumir un papel revolucionario con más
combatividad, porque está siendo mediatizado; su rol se limita a ser mero
espectador del sistema, y no está integrado a esa lucha frontal, tal como
nosotros la vivimos.
Mónica: Algunos de los oyentes manifiestan dudas sobre los métodos para
conseguir transformaciones. Yo creo que el método universal es la lucha.
Algunos creen que todo se puede conseguir por el diálogo y le tienen terror
a la confrontación. Y no estamos hablando de vivir permanentemente en
manifestaciones o detrás de barricadas. Pero cuando un sector es agredido
por una política, lo que tiene que hacer es luchar por sus derechos.
Irving Larios: También como lección sobre los métodos de lucha de esta
etapa, recuerdo que estábamos en una confrontación armada, pero no
confundíamos los escenarios. Por las características represivas que tenía la
Guardia, no salíamos a la calle armados de morteros. Nos hubieran
aniquilado con la primera marcha; pero íbamos al barrio con el teatro
estudiantil, con la mosca; íbamos a movilizar a la población, a que ésta
hiciera su fogata. Esos eran los métodos que nosotros utilizábamos, porque
en los métodos de lucha está la creatividad.
14
primaria. Precisamente de esa jornada surgió Luis Alfonso Velásquez Flores.
Creo que esta etapa de reflujo va pasar como ha pasado toda la violencia,
toda esa fuerza del modelo neoliberal. Este sistema va a pasar en la medida
que todos los revolucionarios continuemos en ese camino, en esa senda de
lucha, y estoy seguro que ahí van a estar nuevas generaciones de líderes
estudiantiles trabajando por organizar a los estudiantes.
15
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
**
1
Para alcanzar el triunfo del 19 de julio de 1979, fue indispensable la
organización y la promoción de las luchas reivindicativas y el coraje político
de muchos sectores. Esta fecha histórica es el resultado del esfuerzo
combinado de quienes hicieron trabajo político-organizativo y quienes
decidieron empuñar el fusil. Ese proceso no se puede comprender sin
conocer las luchas políticas, gremiales y sindicales de la época por
arrancarle conquistas reivindicativas a la dictadura somocista. En ese
marco se inscribe la valiente participación del magisterio nacional.
2
la década de 1950, de manera acelerada, en dos años, se logró organizar a
los maestros de otros departamentos del país, a fin de crear en el año 1952,
la Federación Sindical de Maestros de Nicaragua.
Por otro lado, habría que señalar a nuestros oyentes que las primeras
organizaciones de los maestros, al igual que las primeras organizaciones de
zapateros, artesanos y carpinteros, tienen un carácter eminentemente
mutualista. Es decir, los asociados daban un aporte y se ayudaban entre sí.
Bruno: Sobre esos antecedentes, creo que hay que fijar una fecha que es
histórica, en el sentido de las posibilidades legales de la organización
sindical en Nicaragua y es después de que Somoza promulga el Código del
Trabajo, que antes no existía en Nicaragua. Entonces, la única posibilidad
real de los gremios –así como lo explicabas–, era organizarse para
defenderse un poco en sus situaciones de mayor necesidad, individual o
familiar.
Aunque los sindicatos siguieron apoyando para los entierros. Traigo lo que
fueron las primeras pólizas del seguro mortuorio. Se pagaba un córdoba por
asociado, y eso les daba a los maestros la posibilidad de entregarles a los
familiares –cuando el maestro fallecía– la suma de mil quinientos córdobas,
que en aquella época eran unos 200 dólares. La Federación Sindical de
Maestros asume ese seguro mortuorio porque ni siquiera existía el Seguro
Social. Igualmente, se hizo una pequeña caja de préstamos para los
3
maestros. El Sindicato de Managua lleva en su seno organizativo una parte
del mutualismo, pero también incorpora el aspecto reivindicativo.
Mónica: En 1947 –reseña López López– se forma este sindicato, pero, para
poder organizar la Federación se requería de por lo menos cinco filiales. Así
que procedieron a organizar a maestros de varios departamentos,
destacándose Boaco, Matagalpa, Chinandega, Jinotega y Managua, que
fueron los sindicatos que conformaron la Federación Sindical Nacional. En el
Comité Ejecutivo estaban Pedro J. Quintanilla, Gustavo Huelva, Balbino
Alegría, Mercedes Navarro, Esther Narváez, Gustavo García y Julio Gómez
Mejía.
Bruno: Así es. Yo creo que don Julio Gómez Mejía fue uno de los primeros
nicaragüenses que tuvieron pensamiento socialista de avanzada, en la
década de los 50. Era algo novedoso estar dentro de la dictadura
somocista, y tener un pensamiento socialista y estar organizando
sindicatos. Como la apertura sindical se da con la promulgación del Código
del Trabajo, eso facilita que los gremios en Nicaragua puedan multiplicarse
y organizarse con sentido ya totalmente reivindicativo.
4
el trabajo, y por eso fui un activista de la Federación Sindical de Maestros
de Nicaragua.
Esta fue una etapa muy rica, que catapulta definitivamente al movimiento
magisterial, porque se lograron arrebatar algunas reivindicaciones
importantes, como las mejoras salariales. Por ejemplo, en la Operación
Justicia, una huelga permitió mejorar el salario a los normalistas, los
maestros bachilleres y obtener cursos de capacitación. ¿Qué nos podrían
decir de eso?
Quiero darles un dato. ¿Cómo estaban los salarios de los maestros en 1962?
Un maestro de primaria ganaba trescientos córdobas. La lucha de
Operación Justicia estaba dirigida precisamente a reivindicar el salario de
los maestros de primaria, y con este movimiento envolvente de todos los
sectores del magisterio, se logró un aumento significativo.
5
Bruno: Esa huelga fue de unas dos semanas. Se paralizó totalmente el
magisterio. En el año 1962 estaba Luis Somoza de presidente. Se logró
nivelar el salario de los maestros a quinientos córdobas, y a los empíricos a
cuatrocientos, que ganaban sólo ciento ochenta córdobas. Estamos
hablando de un sesenta por ciento para los primeros, y más del cien por
ciento para los empíricos.
Mónica: Podríamos decir que estas luchas por las reivindicaciones más
inmediatas, son las que permiten ir creando o sacando una camada de
líderes propios del movimiento sindical, que después se articulan al
movimiento político. Es decir, llegan a la conclusión de que sus
reivindicaciones sociales tienen un tope: el de una dictadura que no da
más. Y que la única manera de mejorar sus propias condiciones, es
derrocando a la dictadura. Y que el derrocamiento pasaba por la
organización político-militar.
6
Bruno: Para ilustrar las luchas del magisterio traje aquí algunos periódicos
de los años cincuenta, sesenta y setenta. Traigo un ejemplar de cada uno.
Bruno: Siempre. Éste, que está casi desbaratado, se llamaba La Voz del
Maestro, es de 1961.
7
faltando meses para la clausura oficial. También despide a cientos de
maestros. Recuerdo que en estas luchas se logró la articulación del
movimiento estudiantil de secundaria con el movimiento sindical
magisterial, porque nosotros nos sumamos con tomas de colegios a la
huelga magisterial.
Bruno: Lo que pasó fue que el movimiento de los maestros fue de tal
envergadura que se logró paralizar primaria, educación media y las
universidades. Los maestros salimos a las calles a pesar de las
prohibiciones expresas del Jefe Político de Managua y del propio Anastasio
Somoza Debayle, Presidente de Nicaragua. Te decía que también los
partidos políticos aprovecharon este escenario de movilización para apoyar.
Inclusive el sector religioso, conservador, apoyó también, porque ya estaba
la participación de la iglesia popular.
Había aquí un militar de apellido Sampson, que fue el que asaltó la Casa del
Maestro, con pretexto de que había armas, explosivos, y materiales para el
terrorismo, según decía Novedades, el diario de Somoza. Recuerdo que la
Rosita Pereira©, una profesora dirigente de los maestros, con tanta lucidez
de dirigente que ella tenía, logró que este oficial que asaltó la Casa del
Maestro, firmara un documento testificando que no existían armas ni
explosivos.
8
Bruno: La intención era deportar a la mayor parte de los dirigentes del
magisterio, para descabezar el movimiento. Nosotros nos fuimos al Centro
Universitario de la Universidad Nacional. Esa es la parte de la unidad, del
eslabón entre el movimiento estudiantil y el movimiento magisterial.
Entonces, nuestro cuartel general fue el Centro Universitario.
Bruno: Sí, así fue. Ya a inicios de la década del setenta hubo una iniciativa
para formar la primera organización de los maestros de secundaria que se
llamó COPEM (Colegio de Profesores de Educación Media). Ahí estaban
como dirigentes, Julián Corrales, Francisco Guzmán, Lorenzo Jaime y Violeta
Barreto.
9
primaria. El empirismo en los años cincuenta era mayor. Las escuelas
normales no tenían el presupuesto, ni la capacidad de formar profesores de
educación primaria de acuerdo a las demandas de aquella época.
Nos movilizábamos desde aquí por la ayuda mutua de todos, porque uno de
los puntos importantes que más logró el magisterio, fue esa unidad mutua,
es decir, la solidaridad humana. Si se moría uno, nosotros entre todos
colectábamos y lo enterrábamos. Era un movimiento completamente
nuevo. Es algo importante que debe saberse, que al magisterio se le debe
prácticamente el haber logrado la organización total, porque organizó la
parte universitaria, la parte de primaria, la parte de la clase obrera y así
sucesivamente llegó a todos los barrios.
10
Domingo, aquel AMROCS y Ronald Sampson.©
Tampoco hay que desligar una cuestión, que en esa época estaba uno de
los grandes maestros, no solamente a nivel académico, sino que a nivel del
FSLN, Ricardo Morales Avilés. Él estaba detenido, cuando el alza de la leche
y la gasolina en el setenta, aquellos cinco centavos famosos. Nosotros nos
tomamos no solamente la Avenida Roosevelt y el Instituto Ramírez Goyena,
sino que por primera vez en la historia nos tomamos el Colegio Bautista.
Capturaron a uno que era dirigente en esa época del movimiento estudiantil
de secundaria, Oscar Perla, de la Normal de Managua, y allí nomás viene la
lucha para rescatar de la cárcel al maestro Ricardo Morales Avilés. No hay
que olvidarse de Alesio Blandón y Marquitos Rivera, ambos fueron
asesinados en la tarde, después que mataron a Julio Buitrago.
Y yo pienso que esa lucha fue impactante a nivel nacional. Por ejemplo, en
Diriamba, los compañeros Erving Mayorga y el profesor Narváez, ellos
trabajaron como maestros y como habitantes de sus barrios. Lo mismo en el
caso de Las Minas y la Costa Caribe. Hay que reconocer a la hermana Gloria
Cerna, Coordinadora de ANDEN en Bluefields, en el año 1977, y a los
compañeros William Schwart y William Wong. O sea, el hecho se repitió
para el triunfo de la Revolución.
Bruno: Me parece que los comentarios han sido certeros. Han ayudado a
recordar esta época tan importante y tan trascendental. Yo quería referirme
a cómo se rompieron los títulos de los maestros.
11
manera que así es que Silvio Mora quemó su título de maestro y ya quedó
sin ser maestro titulado y sin la firma de Somoza. Cosa de la que él se
ufana, a todo el mundo le anda contando que él quemó su título en las
gradas del recién inaugurado Palacio de Justicia.
12
Nos saltamos acciones guerrilleras y vean el año 1970:
Siguen un montón de acciones militares, entre las cuales está Zinica. Dice:
Es decir, vos vas viendo cómo va entremezclada la lucha militar, los golpes
de mano, pero hay un movimiento popular, sindical, social, hay huelgas,
manifestaciones, movilización, hay lucha de calle. Es el entorno de las
13
luchas magisteriales.
Pasando a otro tema, al igual que otros movimientos sociales, hay una
etapa en que el magisterio está influenciado, desde el punto de vista
político, por los socialistas y los socialcristianos. Pero llegada la década de
los setenta, la influencia es del Frente Sandinista. ¿Es así? ¿Usted cómo lo
ve, don Alejandrino?
14
Alejandrino: Nosotros, como maestros de base, nos sentimos orgullosos
de la lucha que los maestros pudieron llevar ante esa dictadura tan feroz y
represiva, porque el somocismo fue feroz: despidió a muchísimos maestros,
destruyó la Federación, confiscó las casas, confiscó las cuentas. Todo esto
ya fue en el año 1970, y el régimen lo hizo para aplastar una experiencia
que consideraba peligrosa. Aplastó de una manera brutal al magisterio.
Envió a los maestros que estaban en Managua a trabajar a Puerto Cabezas
o Río San Juan, en una forma totalmente represiva.
Eso nos hizo reflexionar a los maestros de base, entre ellos, Pedro Ortiz
Sequeira, Frank Espinoza, Ronald Broock, Rito Vargas, Concepción Palacios,
Zaida Rugama, Darwin Juárez, María Ángeles Urtecho, Magali Salinas, y
otros compañeros. Nos pusimos a analizar que la forma sindical ya no tenía
cabida en Nicaragua bajo la dictadura de Somoza y decidimos entonces,
que la lucha debía estar ligada a la experiencia del FSLN. Así nos fuimos
ligando y formamos células en diversos institutos, como Andrés Castro,
Bello Horizonte y otros. Éramos varios grupos de maestros organizados,
pero ya en células del FSLN y colaborando económicamente.
Bruno: El grupo que ustedes formaban, que era de una de las tendencias
del Frente Sandinista, se organizó; pero también las tendencias Tercerista y
la Proletaria hicieron sus organismos magisteriales a nivel nacional y
universitario. De tal manera que el Frente Sandinista en su totalidad estuvo
interesado en que la lucha magisterial se organizase a través de la lucha
política también.
Bruno: Sí. Claro, que sí. Mirá, por ejemplo, los Comités de Dignificación del
Magisterio (CODIGMA). Yo recuerdo que Octavio Caldera estaba al frente de
uno de esos comités. Estaba el movimiento de los ANDECOP, la Asociación
de los Educadores de los Colegios Privados.
15
Alejandrino: Yo me referí a la Asociación de Profesores del Recinto
Universitario Rubén Darío (APRURD). Ahí daban su apoyo total los
profesores Julio López Campos, Francisco Guzmán, Miguel Ángel Avilés, Lea
Guido, una serie de compañeros que fueron vitales para que nosotros
pudiéramos avanzar en el trabajo.
Se abrió una gran posibilidad histórica cuando se unieron por primera vez
en Nicaragua los tres sectores de la educación: primaria, secundaria y la
universidad. Es realmente desafortunado que se hayan separado después
de este esfuerzo, porque en ANDEN se logró la unificación del magisterio.
16
de CODIGMA, se trabajó con los compañeros Octavio Caldera, Douglas
Guerrero, Julio López Campos, que también nos apoyaba desde la APRURD.
Tiene que haber autonomía respecto a los partidos políticos. En las huelgas
de los años sesenta y setenta, la autonomía del maestro se mantuvo, y ahí
había maestros de todas las ideologías. Se luchó por los intereses
específicos y particulares del maestro, y ya ves que no se descuidó la lucha
popular.
17
estarle cobrando la educación a los jóvenes. Hay cientos de miles que no
pueden estudiar porque les cobran las matrículas o una mensualidad,
pequeña, pero que no pueden pagar. Entonces, los jóvenes en conjunto con
los maestros, debemos luchar.
4 de diciembre de 1999
18
© Onofre Guevara: el mutualismo no se supera hasta cuando se promulga el Código del
Trabajo, en el año 1945; el mutualismo comienza a ser superado cuando aparecen las primeras
uniones obreras y después los sindicatos, proceso que se inicia desde los primeros años 20.
© Onofre Guevara,: Julio Gómez Mejía también era miembro del Partido Socialista y era tan
entregado a la lucha que lo hicieron responsable de la oficina donde operaba la Federación de
Trabajadores de Managua, a la cual estaba afiliado su sindicato de pintores; la FTM quedaba del
parque San Antonio una cuadra al Norte. Una anécdota: él abría el local desde las ocho de la
mañana sin falta diariamente, y un día no abrió, y preocupó tanto eso, que supusieron que algo
le había pasado; fueron a su casa, y lo hallaron abatido; le peguntaron la causa, y dijo: es que
yo creía que el socialismo estaba más cerca… seguramente fue una salida humorística suya
para no decir qué le pasaba. Era realmente un hombre entregado a la lucha sin descanso.
1 “El asalto a la Casa del Maestro de Managua, cometido el 20 de agosto de 1969 por
maestros somocistas, las hordas nicolasianas respaldadas por patrullas armadas de la fatídica
Guardia Nacional, al mando de fieras uniformadas de la ralea de Ronald Sampson, Rodríguez y
Salas. El criminal asalto ejecutado a plena luz solar, mientras se realizaba una gran asamblea
de maestros organizados en el FSMN, fue planificado y financiado por las educadoras
somocianas María del Socorro Maltez de Callejas y Zaida Fernández de Ruiz, vice-Ministras de
Educación y del Distrito, respectivamente, y encabezado por los abyectos inspectores de
Educación: Ana María Herrera Cuarezma, Manuel S. Medrano, Teodoro López Ardón, Sebastián
Pavón Tapia, José Corrales y otros de infausta remembranza. Éstos llevaron a la capital a
maestros indeseables, quienes aceptaron a cambio de que les fueran perdonadas sus faltas
graves”. (Dionisio Herrera y Canales, El Nuevo Diario, 20 de agosto de 2000).
© Onofre Guevara: Rosita Pereira, era Rosa Amelia Pereira, maestra empírica entonces; fue
una de las primeras mujeres militante del Partido Socialista; la carceleada a más de 300
miembros del PSN en todo el país, en 1948, se inició en su casa, mientras se realizaba un
congreso del partido; un infiltrado directamente por Anastasio Somoza Debayle, llamado Tulio
Tablada Zepeda, quien primero se había infiltrado en el Sindicato de Empleados de Comercio
de Managua y de ahí al PSN denunció el lugar del congreso. Ella estuvo como un año en la
cárcel, y después del triunfo sandinista, trabajó en los CDS; también fue miembro del FSLN;
poco antes de que muriera.
Por el año 1946, Rosa Amelia fue fundadora de la Alianza Democrática de Mujeres de
Nicaragua junto a Consuelo García Barberena, hermana mayor de Adolfo García Barberena
“Domingo”, caído en Nueva Guinea, cuyo padre, el dirigente sindical Domingo García Castillo,
fue mi primer maestro de socialismo en los años 40, y Adolfo mi asesor político cuando me
nombraron presidente de la Unión General del Trabajo (UGT), en 1952.
© Onofre Guevara: cuando la Casa del Maestro fue asaltada por Nicolasa Sevilla, no quedaba
por Santo Domingo, sino en la calle 15 de Septiembre, de la intersección de ésta con la
Avenida “Roosevelt” unas cuatro o cinco cuadras hacia el cementerio general.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
1
políticas. Trabaja con los entonces sacerdotes Antonio Sanjinés,
Ángel Barrajón y Alfonso Alvarado, en un esfuerzo ecuménico a
través de la pastoral juvenil, que asume la Teología de la
Liberación e impulsa el compromiso de los jóvenes con la lucha
armada revolucionaria. En los años ochenta es fundador del Eje
Ecuménico Movimiento Estudiantil Cristiano-Comisión Evangélica
Latinoamericana de Educación Cristiana (MEC-CELADEC),
organismo que trabaja en defensa de la Revolución desde una
perspectiva teológica cristiana. Actualmente ejerce como
teólogo bautista ecuménico y como parte del Centro Martin
Luther King, donde impulsa la teología de la cultura de paz y
reconciliación. También es profesor universitario.
2
José Miguel: Muchas gracias por la invitación, Mónica, a este programa; es
una alegría también compartir este momento con el padre Fernando
Cardenal, en esta emisora La Primerísima, que es un foco de fermento del
pensamiento en Nicaragua, y por eso tiene una vasta audiencia. Quiero
enviar un saludo a nuestro pueblo y pedimos que sus esfuerzos, su trabajo,
su lucha y sus propósitos se inscriban dentro de este proyecto que es el
reino de Dios en esta tierra nicaragüense.
3
revolucionario de Velasco Alvarado, en el Perú; de Juan José Torres, en
Bolivia; que son movimientos progresistas donde también hay una
participación cristiana.
José Miguel hizo un recorrido exacto de todos los que fueron momentos
importantes para América Latina y las personas, incluyendo por supuesto,
al Che Guevara, que lo daba por conocido.
4
Juan XXIII. Abre las ventanas al mundo, que es un mundo conflictivo, que se
debate en esos momentos en un proceso cada vez más grave de
empobrecimiento.
Pero inmediatamente que termina el Concilio Vaticano II, se da en América
Latina la reunión que también mencionó José Miguel, en Medellín, la II
Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, que crea una nueva
teología y una nueva espiritualidad. Comienzan haciendo un análisis de la
situación de América Latina. Por primera vez no se comienza con una
doctrina, para luego ver cómo la podemos aplicar, sino que se comienza al
revés, viendo cuál es la situación en que está nuestra región.
5
Mónica: Recuerdo que en ese entonces nosotros, como movimiento
cristiano, analizábamos la realidad. Esa era una constante. No podías tomar
posición sobre la realidad sin analizarla. De la misma realidad surgía la
exigencia de hacer algo para cambiarla, y cuando te llegabas a cuestionar
por el cambio, entonces, ¿cómo hacer ese cambio? De ahí venía toda una
reflexión en la que muchos llegamos a convencernos de que la lucha
armada era el único camino. Ése era, tal vez, uno de los puntos más difíciles
para los cristianos que habíamos sido educados en el “no matarás”, y el no
matar significa pues, no meterte en un movimiento que usa las armas.
En ese sentido es que hay esa acción de Dios a través de nuestro encuentro
con las Escrituras, con la lectura del Evangelio, que por sí sólo tiene su
propia dinámica. A veces incluso, aunque no se tenga un análisis
especializado sobre la realidad, hay una conciencia que impele a actuar
hacia ese pueblo caído en el camino. Recuerdo que esa era la teología de
Fernando Cardenal precisamente. No era una teología tan sofisticada como
la que posteriormente se elaboró incluso ya después del triunfo de la
Revolución, sino que una teología evangélica. El buen samaritano es el
paradigma.
6
atacando a aquel caminante? Lo ético impulsaría al samaritano a luchar
contra los atacantes, contra los ladrones, contra los opresores. Entonces,
ésa era la teología que nos daba una pauta para la acción, para el
compromiso, para el involucramiento.
Y aquí hago un paréntesis para decir que todo esto surge porque América
Latina está hirviendo. Todos estos documentos de la Iglesia: El Vaticano II”,
“Populorum progressio”, las “Encíclicas de Juan XXIII”, traen una respuesta
a nuestra interrogante y ahí textualmente dice el Papa: “La guerra siempre
trae peores daños, pero cuando se trata de una situación, de una violación
profunda a los derechos humanos, una situación larga y prolongada, cuando
se han utilizado todos los métodos pacíficos y no se les pueda dar solución,
la insurrección de un pueblo es justificada”.
Ahí nos abre un camino, y en la época de Somoza no había duda, era una
dictadura larga y prolongada, casi cuarenta y cinco años violatorios a todos
los derechos humanos, y se había utilizado todos los medios sin respuesta
alguna: las huelgas, las manifestaciones, las tomas de las iglesias, cuántas
cosas no hicimos; hasta que finalmente no queda más camino, por
desgracia, que la lucha armada. Pero tuvimos una teoría, en este caso, del
Papa Pablo VI, por no hablar de Santo Tomás de Aquino, en que esto se
justificaba bastante antes. Tampoco hay que olvidar que los obispos
nicaragüenses, en la Conferencia Episcopal, también justificaron la
insurrección del pueblo nicaragüense, al final, en la etapa de la lucha
insurreccional.
Mónica: Para mí, como parte del proceso de desarrollo de la lucha del
Frente Sandinista, la participación de los cristianos no fue nada más de
7
números, fue más bien cualitativa, sobre todo por el trabajo que se hacía en
los barrios, en las comunidades.
Oyente: Pregunto si una persona atea, que lucha por sus seres queridos,
por su persona, por el pueblo, que incluso da la vida por aquellas personas
que tal vez ni conoce, ¿puede ir al cielo? Muchas gracias.
Fernando: Eso está muy claro en las Sagradas Escrituras, y lo podés leer
en el capítulo 25 de San Mateo, del versículo 31 en adelante; ahí vas a ver a
quiénes se envía al cielo. A quién escoge el Padre. Si es a personas que
pertenecen a una religión concreta, qué es lo que hicieron para ser
premiados, y José Miguel te lo va a explicar mejor.
Pero sobre la reflexión que hacía Mónica, quiero narrar algo y es sobre cómo
Carlos Fonseca tenía esta visión exactamente. Una vez que estuvimos
reunidos mi hermano Ernesto y yo con Carlos Fonseca en la casa de Ernesto
Tito Castillo, platicamos toda la noche; y una de las cosas fundamentales
era nuestro aporte a la Revolución como sacerdotes, como cristianos, y
Carlos Fonseca nos decía, y lo recuerdo claramente, hasta sus gestos: “Hay
dos formas de hacer una Revolución en Nicaragua. Una sería la forma
ortodoxa histórica, en la que habría que promover que el pueblo se haga
ateo para que luego se pueda hacer una Revolución; pero nosotros
queremos una Revolución Popular que sea de todo el pueblo, y no se le
puede quitar la fe al pueblo, porque además de imposible, es absurdo, y
sería una violación profunda a sus derechos humanos, religiosos y
espirituales. Entonces, de lo que se trata no es que los cristianos sean
ateos, sino que los cristianos se conviertan en revolucionarios, y aquí los
necesitamos a ustedes”.©
8
Aquí no hubo ese problema. La participación de los cristianos fue
fundamental para que la nuestra fuera una revolución popular. Hay que
decir que la Revolución Popular Sandinista es la primera revolución en la
historia de la humanidad que no se hizo a pesar de los cristianos o contra
los cristianos, sino con los cristianos, con una profunda participación de
éstos.
9
el padre Martín Mateo, la comunidad cristiana de Carazo, donde participaba
Arlen Siú y centenares de jóvenes.
Recuerdo que el terremoto del año 1972 nos encontró a los que estamos
aquí y otros cien jóvenes más, tomándonos Catedral. Recuerdo el titular del
diario La Prensa de ese día, horas antes del terremoto en Managua.
Hablaba que en el Colegio La Asunción las monjas habían propuesto que las
hijas de la gente pobre, las hijas de las sirvientas, estudiaran en el colegio
junto a las hijas de familias ricas; pero La Prensa lo que destacaba era la
opinión de muchos padres de familia que decían que no querían que sus
hijas se llenaran de las pulgas de las hijas de las sirvientas. A pesar de eso,
la posición de aquellas religiosas era firme y respaldada por alumnas como
Lourdes Mayorga Sacasa, que entonces tenía la decisión firme de irse a
trabajar un año a las comunidades misquitas del Caribe.
10
Nicaragua, con nosotros participaron religiosas en un acto así, público. El
plan era quedarnos ahí del 22 al 25 de diciembre a mediodía. Los
conductores de buses y de taxis se detenían a preguntar qué pasaba y
nosotros aprovechábamos para explicarles. En la noche todos dormíamos,
cuando el terremoto nos sorprendió, y sólo brincamos a la plaza. Ese era el
ambiente, no es que vos ni yo les metimos en la cabeza que hicieran algo,
los jóvenes tenían una profunda conciencia, y sentían que no se podía
seguir viviendo tranquilo mientras hubiera campesinos que tuvieran
hambre.
José Miguel: Sólo quiero añadir un detalle: en esos días había una
empresa norteamericana, Plasmaférisis5, que estaba comprando sangre, y
alguna gente, por necesidad –esto era triste–, iba a vender su sangre para
pasar una Navidad feliz. Y esto era una contradicción odiosa, es decir, pasar
una Navidad significaba comprar un regalo, un electrodoméstico, algo, y
tenía que vender la sangre, la vida. Este fue otro elemento que se incorporó
en la causa del ayuno de Catedral.
Mónica: Retomando lo que decía José Miguel sobre la comunidad del barrio
Riguero, habría que decir que una de las características del movimiento
cristiano es que se planteaba en serio la consecuencia entre palabra y
acción. El compromiso de los cristianos de ser revolucionarios se expresaba
también en la búsqueda de una nueva forma de vida. Porque cuando los
jóvenes llegaban –y algunos de ellos eran de origen burgués– a las
comunidades, renunciaban a todo y se iban a vivir su cristianismo y su
convicción revolucionaria, en pobreza, como la mayoría de la gente. Esto
daba mucha fuerza a su mensaje.
José Miguel: Creo que tuvimos una teología que acompañó y alimentó
nuestra participación en esa primera etapa; pero no teníamos una teología
para la nueva etapa del proceso revolucionario. La Iglesia como cuerpo de
Cristo vive dos momentos: el de la comunión, de la congregación de la
comunidad, de la Koinonía, donde se reúne en el nombre de Jesucristo y en
torno a su palabra y lee el Evangelio y se alimentan y se fortalecen los unos
a los otros. Es el momento de la comunión y también el de la separación, de
la diáspora, donde la Iglesia tiene presencia en toda la sociedad en el
11
mundo. Estos momentos se dieron formidablemente antes del triunfo de la
Revolución, el momento de la comunión y el de la dispersión en el trabajo,
en la escuela, en la calle, etcétera, en las luchas alimentadas por esa
palabra de Dios, por esa presencia de Jesucristo.
Creo que vino una especie de abandono que se proyectó en una crisis de
relaciones con las iglesias jerárquicas, en este caso. No eran, incluso,
problemas tan profundos y tan fundamentales, pero crearon un cierto
resentimiento, un cierto alejamiento y se abrió el espacio para que los
contraataques ideológico-religiosos, se sumaran al ataque político-militar y
geopolítico de la agresión norteamericana.
12
Fernando: En esa época, antes del triunfo de la Revolución, era muy
peligroso el tipo de opción que habíamos escogido, nos estábamos jugando
la vida y, peor que eso, estábamos expuestos a la cárcel, a la tortura, como
tantos que murieron torturados. Pero era clarísimo, no había por dónde
equivocarse, era clarísima la posición del dictador, la opresión; el único
camino era acompañar al pueblo en su liberación, era muy peligroso pero
era así. Ahora es lo contrario. Por lo menos en Nicaragua no hay ningún
peligro político, por opción política no te van a pegar un tiro en estos
tiempos, pero hay un gran desaliento y confusión.
José Miguel: Hablando desde fuera, porque yo soy protestante, soy pastor
bautista y voy a hacer un comentario sobre la Iglesia Católica.
Desgraciadamente no tuvimos un Juan XXIII o un Pablo VI, quienes abrieron
las puertas al Espíritu Santo, en el contexto de los diez años de la
revolución, para que renovara y transformara su Iglesia, y eso trajo
enormes consecuencias para el testimonio del evangelio en el mundo.
13
la Iglesia un lugar importante en el gran esfuerzo de la liberación de los
pueblos oprimidos del mundo.
Fernando: Sí, por eso a mí me parece que hay quienes dicen: Bueno,
después de todo lo que pasó en Europa, en la Unión Soviética, en
Nicaragua, en Centroamérica, yo ya no me meto en nada. Y aunque tal vez
no lo digan expresamente, lo hacen. La realidad es que esa es una posición
que teóricamente no se puede sostener. Si a nosotros nos llevó al
compromiso ver la miseria, la explotación, la injusticia, la desnutrición,
bueno, esas causas siguen presentes, y no es el momento de retirarme,
sino de comprometerme, y más, porque estas cosas ahora están más
graves, hay más injusticia, hay más miseria y más explotación. El
neoliberalismo es peor y más organizado.
Entonces teóricamente uno no puede encontrar una razón para decir “yo
me retiro de la lucha”, sino todo lo contrario, ahora es cuando más me debo
entregar si soy consecuente con la historia, con mis principios, con lo que
yo pensaba.
14
Creo que llegará un momento en que las masas tendrán que buscar por
dónde salir. En Medellín, el mismo Papa hablaba a los obispos del peligro de
que surjan revoluciones explosivas de la desesperación. Porque no se crea
que toda revolución vaya a ser con una vanguardia, con una teoría
revolucionaria, con condiciones subjetivas, objetivas, con un proyecto, no.
José Miguel: Recientemente Pablo Richard6 recordaba que hay tres mil
millones de excluidos. Es decir, tres mil millones de seres humanos que
están de sobra, es decir, están incluso ya sociológicamente condenados a la
muerte, por el sistema capitalista.
15
en Nicaragua son más dramáticas ahora que en los años 60, cuando surgió
la lucha de los focos guerrilleros, la lucha de la radicalidad. Y efectivamente
pueden ocurrir explosiones que pudieran desbordar las conducciones de
partidos y organizaciones revolucionarias. Eso debe ser preocupante.
Ésta sería una reflexión que debe acompañar a nuestra conciencia, nuestra
preocupación, no con un objetivo interesado de que voy a hacer esto para
ganar el reino de Dios; sino que los hombres en general, sean creyentes o
no, deben saber que en la medida que se identifican con los marginados,
con los sufridos, con sus situaciones, con sus condiciones, con esas
realidades sociológicas y estructurales, están realmente sirviendo a
Jesucristo, se están encontrando con Jesucristo.
16
cristianos?, regresan a la fuente, regresan a Jesús.
Los compañeros que lucharon en los años 60 y 70 eran contados con los
dedos de las manos, ¿verdad? Si los compañeros que comenzaron la
organización de los movimientos cristianos hubieran esperado ahí nomás el
triunfo, pues, ¡nunca hubieran luchado! Entonces creo que tenemos que
hacer de nuevo, hoy, como un recomienzo. Es decir, estamos en minoría en
cierto aspecto, verdad, pero eso no quiere decir que nuestros
planteamientos no sean justos, que no sea correcta la lucha, la aspiración
por esa nueva sociedad.
¿No les parece a ustedes que a nivel de los cristianos, hay que hacerlo? Yo
no sé si lo estarán haciendo. No tengo mucho contacto con las
comunidades cristianas pero, ¿se estará haciendo eso?
Ya no soy militante del Frente. No voy a hacer ningún análisis político, pero
como cristiano, voy a recordar dos momentos en que tuve, dijéramos,
participación, y dejé constancia por escrito de mi posición de luchar contra
la fuente de la destrucción moral del partido Frente Sandinista. Y hay que
recordar que lo más importante que yo viví, como digo muchas veces, fue
la Revolución y salí a ochenta ciudades de Europa y América Latina a hablar
de la Revolución.
¿Cuál era el capital más fuerte desde la etapa que estábamos luchando
contra la dictadura? Su autoridad moral, sus valores, sus principios. Delante
de cualquiera yo me levantaba y decía: –El Frente Sandinista nunca ha
hecho un acto de terrorismo, nunca ha asesinado a un inocente para crear
terror, nunca ha hecho esto. Y hablaba de los valores de los muchachos.
Entonces, el término “muchachos” era de un prestigio gigante en cualquier
parte del mundo: Los muchachos del Frente Sandinista.
17
etapas, pequeños, medianos y grandes errores, pero eso no es el
fundamento de la destrucción, sino la piñata. Hay tres piñatas, y una de
ellas es poco conocida. Hay una piñata conocida que es cuando en febrero
del año 1990 se pasaron propiedades del Estado a nombre de personas
concretas, o sea, dirigentes. La segunda es cuando se pusieron a nombre
del partido Frente Sandinista, propiedades del Estado. Eso es lo que se
conoce como piñata.
Entonces, a fin de año, les mandé una copia a todos los miembros de la
Asamblea Sandinista para que se enteraran de esta situación. A cada uno,
con una carta. Mire, yo estuve tratando casi nueve meses con la Dirección
Nacional ese tema y ninguno de ellos quiso hablar de las propiedades que
están a sus nombres, pero que son del Frente Sandinista.
18
Y finalmente muy rapidito, después de hablar de que esta fue la etapa más
bella, más maravillosa y ustedes han visto con qué ilusión, con qué
entusiasmo he hablado de mi participación en la Revolución, porque
además la tengo y la mantengo: ilusión, entusiasmo. No me arrepiento de
mi participación, de haber puesto la vida, del amor que puse, de la mística
que puse, pero en mi renuncia a la militancia, que tiene fecha del 16 de
enero de 1995, les voy a leer este párrafo:
Estos son los dos párrafos que quería leer. En síntesis, para mí, el haber
perdido la moral, los valores, es la causa de todo lo que está sucediendo en
el Frente Sandinista. Y aunque una parte de la Dirección Nacional ya no está
dentro de la Dirección, incluye a miembros de este grupo, de la primera,
segunda y tercera piñata. Claro, robaron a su propio partido. Termino con
esto. Cuando una persona pone como valor supremo en su vida, ya no el
servicio a la nación, a los pobres; ya no construir una nueva sociedad, por
supuesto, exponiendo su vida, sino que prioriza el dinero, su empresa,
cualquier método, cualquier forma, aunque sea robando, es capaz de
cualquier cosa.
19
Y esta es la gran tragedia del país, que después de una historia tan bella,
tan hermosa, tan santa, que el pueblo no tenga en estos momentos
ninguna posibilidad de solución, porque los que podían darla, están metidos
en sus negocios; y mientras no se resuelva el problema moral del Frente
Sandinista, de los que están dirigiendo al Frente Sandinista, no habrá
solución.
José Miguel: Quiero decir que siempre hay una segunda oportunidad sobre
la tierra, ¿verdad? Indudablemente Dios nos permite esa oportunidad de
conversión y nosotros, como cristianos, tenemos que dar testimonio de que
esto es real, es posible la conversión con la ayuda y la presencia de Él. Esto
significa pasar por un proceso de arrepentimiento, una metanoia, una
confesión –como preguntaba el primer oyente–, una confesión a Dios, al
pueblo, de los errores cometidos. El pueblo es capaz de perdonar nuestras
fallas humanas, que como personas, como organizaciones políticas,
hayamos cometido, y yo realmente creo, sigo creyendo también
optimistamente que somos y hemos sido instrumentos de Dios, como
Frente Sandinista, para la salvación de Nicaragua, y a pesar de los pecados
que hemos cometido, Dios nos da una segunda oportunidad.
12 de junio de 1999
20
1 Concilio Ecuménico convocado por el Papa Juan XXIII desde 1959 y presidido por su sucesor,
el Papa Pablo VI hasta su clausura en 1965. Fue el Concilio más representativo de todos, con
una media de asistencia de unos dos mil sacerdotes y asistido además por miembros de otras
confesiones religiosas cristianas. El Concilio se convocó con los fines principales de “promover
el desarrollo de la fe católica, lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles y
adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo”.
2 Grupos de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido, que se reúnen para la oración, la
lectura de las Escrituras, la Catequesis, y compartir problemas humanos de cara a un
compromiso común. Desde el Concilio Vaticano II, las comunidades eclesiales de base
florecieron, sobre todo en América Latina.
3 Carta Encíclica del Papa Pablo VI promulgada el 26 de marzo de 1967. En ella denuncia que
el desequilibrio entre países ricos y pobres se va ensanchando, critica al neocolonialismo y
afirma el derecho de todos los pueblos al bienestar. Además, presenta una crítica al capitalismo
y al colectivismo marxista. Finalmente propone la creación de un fondo mundial para ayudar a
los países en vías de desarrollo.
©
4 El teólogo de la liberación Pablo Richard afirma claramente que “la JUC de los años 1960,
vivía ya la efervescencia del cristianismo revolucionario”, que habría dado vida a esta
corriente. Más explícito, Luis Alberto Gómez de Souza explica que “fue en Brasil, y más
concretamente en la Acción Católica, que comenzaron a tomar forma las instituciones que
luego darían origen a la Teología de la Liberación”.
5 Empresa que compraba sangre, para luego separar los glóbulos rojos del plasma y exportar
éste último a hospitales de Estados Unidos.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
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Managua del diario leonés El Centroamericano. Es redactor de
distintos noticieros: Extra, en Radio Continental; Sucesos, en
Radio Corporación; El Momento, en Radio Mundial; y Buenos
Días Nicaragua, en Radio Mi Preferida.
Es responsable de la revista La Gaceta Sandinista de 1978 a
1979, en Panamá; fue directivo del Sindicato de Radio
periodistas de Managua (SRPM) y fundador de la Unión de
Periodistas de Nicaragua en el año 1978. Es parte del equipo de
dirección del “Periodismo de Catacumbas”.
En los primeros años de la Revolución es Representante ante el
Consejo de Estado, luego, Embajador de Nicaragua en
Mozambique; Director fundador de la Agencia de Noticias Nueva
Nicaragua (ANN) desde octubre de 1979 hasta 1987.
También fue redactor político del diario Barricada. Después del
año 1990, es Subdirector de la revista Visión Sandinista, y
actualmente reportero parlamentario de Radio La Primerísima.
No fueron pocos los periodistas que, desde sus espacios noticiosos, desde la
tribuna de un diario, desde su verbo, se posesionaron frontalmente contra
el régimen. Esto tiene un valor especial y se reviste de una heroicidad
indiscutible, pues a campo raso se enfrenta la pluma contra el fusil opresor,
la verdad a la mentira, y se arriesga tanto o más que en la lucha guerrillera
clandestina en donde teníamos la posibilidad de defendernos con las armas
frente a nuestros enemigos. En este sentido, no pueden dejar de ubicarse
en su justa dimensión el coraje y la valentía de periodistas como Adán Selva
y, desde luego, Pedro Joaquín Chamorro, Mártir de las Libertades Públicas.
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humanos y sobre la represión, puso en la mira de la dictadura la labor de
los periodistas libres; y una y otra vez los persiguieron, los encarcelaron,
cerraron medios, y se impuso la censura previa y el Código Negro.
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Antes de comenzar a hablar de eso que se llamó Periodismo de
Catacumbas, conoceremos un poco de las historias personales de nuestros
invitados.
Un asunto que creo que es importante es que fui del grupo fundador del
Frente Estudiantil Revolucionario. De los estudiantes fundadores, me
acuerdo de Rigo Sampson, Octavio Martínez Ordóñez, Mariano Barahona,
Oscar Danilo Rosales, Allan Gross, Fernando Gordillo, y otros de Managua
como de León.
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Ya los demócratas cristianos estaban bien organizados, y había
organizaciones de la juventud liberal, juventud conservadora, juventud
socialista, pero no había una juventud de izquierda revolucionaria. El
congreso constitutivo del FER fue en la Facultad de Economía, al que nos
llegó una proclama de Carlos Fonseca. Uno de los participantes fue el
dirigente socialista don Carlos Pérez Bermúdez, quien ofreció una lección
inaugural. La fecha no la preciso, fue en 1962 ó 1963. Luego, esta
estructura se convirtió en el brazo estudiantil del Frente Sandinista.
Todos esos años, mi contacto fue Julio Buitrago, con quien había mantenido
permanente relación. El trajo a Denis Ortega “Macondo”, un viejo guerrillero
jinotegano, a quien entrevisté. Cuando cae Julio Buitrago, entro en contacto
con Efraín Sánchez, Payín, pero la relación ya no fue igual. Después trabajo
con Bayardo Arce y con William Ramírez. Ya en la fase final, mi contacto
permanente fue Gustavo Moreno, al que le decíamos “El señor del radio”,
porque llegaba con el pretexto de que iba a componer la radio.
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Filmábamos las imágenes nada más, pero le agregamos un audio adaptado.
Grabábamos las entrevistas y las poníamos sin que se vieran los labios. Eso
fue en el año 1972.
Manuel: Claro, entonces abrí ese programa y logré que le pusieran el visto
bueno, tanto el Coronel Alberto Luna como Octavio Sacasa; fue patrocinado
inmediatamente y salió al aire, dos veces por semana, durante el año 1973,
en la cadena nacional que integraban los canales 6 y 2. Hacíamos
entrevistas, incluso llevamos a estudiantes del CUUN. Ese programa Habla
la Iniciativa Privada cumplió un gran papel.
Carlos: Otra de las grandes noticias fue la toma del Palacio, ustedes
cubrieron la noticia, estaba Silvio Mora.
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transsiver que teníamos, ni siquiera eran walkie talkies, y me dijo: –Mirá, en
este momento la Guardia Nacional está dando un golpe de estado, escuchá
el tiroteo. Y puso el micrófono de modo que yo escuchara. Mónica, mirá lo
que hice yo: marqué por teléfono directo a Costa Rica, a mi amigo Rolando
Angulo, que era Director de la Radio Reloj, y le dije: –Rolando, el Frente
Sandinista se acaba de tomar la Cámara de Diputados.
Mónica: Manuel, en tu estudio vos tenés una foto con Carlos Fonseca. ¿Te
acordás de las circunstancias en que tomaron esa foto? ¿Era el juicio a
Carlos Fonseca?
Manuel: No, no. Esa era una conferencia de prensa que estaba dando
Carlos en Costa Rica, en la Penitenciaría Central de San José.
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don Carlos, está en la OIJ. Ésta es la Oficina de Investigaciones Judiciales o
algo así. – ¿Y dónde queda eso? –Aquí contiguo.
Nos vamos a la OIJ, pero no hay nadie; empujamos la puerta y no hay nadie
en la habitación, empujamos la otra puerta y está oscuro; golpeamos la
puerta y Oscar Montalván comienza a decir: – ¡Eh! ¿Hay alguien aquí, hay
alguien aquí? Somos Oscar Montalván y Manuel Espinoza. ¿Hay alguien
aquí? Y de pronto, de la oscuridad surge una voz: – ¡Viva el Frente
Sandinista, la lucha no termina, viva el Frente Sandinista! Era Carlos. Estaba
en una habitación solito, sólo había un guardia cuidándolo, hasta lo podían
haber matado; y entonces Oscar Montalván, que es el que iba con la
grabadora, grabó todo. Eso lo transmitimos a Managua. Lo había guardado
William Ramírez, quien lo enterró, se dañó y se perdió.
Manuel: Yo lo había visto, primero sin saber quién era, porque llegaba a
ver a un poeta que vivía frente a mi casa en Las Delicias del Volga. Me
llamaba la atención un hombre tan larguirucho, pelo ensortijado para atrás,
luego lo vi en el Gimnasio Nacional, durante el primer acto que se hizo en
Managua el 21 de febrero, en el aniversario de Sandino. Al primer hombre
que yo oí hablar públicamente de Sandino, fue a Carlos Fonseca. Después
tuve alguna comunicación con él siendo dirigente estudiantil, porque a mí
me tocó dirigir la huelga nacional cuando lo echaron preso con Víctor
Tirado, en el año 1964, en el barrio San Luis.
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estudiante, ni en los institutos, ni en la universidad: estaba parado todo el
estudiantado.
Te decía que después que nos sacaron los guardias de la OIJ, nos fuimos al
hotel, y ya en la noche estaban muchos periodistas de Nicaragua, estaba
lleno el hotel de periodistas de Nicaragua, todos iban a parar al mismo
hotel. Solicitamos una conferencia de prensa, y al día siguiente, Carlos dio
la conferencia de prensa, que es esa foto a la que hacés referencia y que
siempre tengo en mi despacho.
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Luego lo vi cuando estaba más grande, precisamente cuando, como
dirigente estudiantil, hicimos una huelga, ya como universitarios. A mí me
tocó ir a hablar con los estudiantes de Jinotepe y de Granada, y el
Presidente de los estudiantes de Jinotepe era Henry, y hablamos. Tenía un
gran lunar encima del ojo derecho, creo, era una seña particular muy
llamativa. El lunar se lo operó y se lo quitaron en Moscú.
Mónica: Claro, porque para un clandestino era fatal andar una seña.
Manuel: Sí, tan visible; de tal manera que cuando él vino de la montaña,
era un domingo, me acuerdo, y mi casa era uno de los lugares donde se
reunían las de AMPRONAC, y estaban Nora Astorga, Lea Guido, Gloria
Carrión, reunidas ahí con la Olimpia, mi esposa, cuando llegó Henry con
Dorotea Wilson. Estaba lavando el carro cuando sentí que alguien me tocó
el hombro. ¡Idiay! hombré, ¿cómo estás? –le dije. Lo reconocí
inmediatamente. Pasá adelante, pues –le dije. Y pasó. Saludamos a las
AMPRONAC, y nos sentamos afuera.
Manuel: Sí, venía de la mera montaña. Me acuerdo que venía con una
camisetita deportiva, unos zapatitos Hush Puppies, unos zapatos que tenían
un tacón y la punta cortada, muy nice, estaba muy jovencito. Dorotea se
fue, él se quedó esa noche, y al día siguiente llegó William Ramírez a
traerlo. Los fui a dejar en mi carrito no muy sospechoso, un Alfa Romeo.
Entonces iba Henry adelante con su infaltable 45, y atrás William.
Nos pasó una cosa interesante en esa ocasión. Tal vez te acordás cómo
andaban los BECAT en las calles. En cierto momento, cuando íbamos por el
Mercado Roberto Huembes, iba un BECAT adelante y uno atrás de nosotros;
un guardia apuntándonos adelante y otro guardia apuntándonos atrás, y
entonces William, que es jodedor, decía: – ¡Ajá jodido, ahora sí! Y entonces
Henry hizo una reflexión: –Bueno, ¿quién tiene más huevos aquí, vos que
llevás pistola, yo que llevo pistola o Manuel que no tiene pistola?
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Yo valoro enormemente el papel de los colaboradores, el papel de los que
no pudieron empuñar un fusil, pero dieron lo que pudieron, desde sus
distintas posibilidades, y que, como vos decís, Manuel, a veces arriesgaban
más, porque ahí, si hubiera disparado el BECAT, ellos por lo menos podían
disparar con sus 45, pero vos estabas ahí con tus manos limpias.
Carlos: Hace uno días, hablando con William Grigsby, recordábamos que
los periodistas en esa época, no teníamos muchas opciones, eran realmente
limitadas en el sentido de que, o nos incorporábamos al sistema o status
quo de la época, al sistema corrupto que de alguna manera imperaba en
ese momento en el periodismo nacional, o nos incorporábamos a la lucha
contra la dictadura somocista.
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Tenemos que recordar que apenas hacía una década que se había dado la
Revolución Cubana, y estaba todo el movimiento de liberación nacional en
América Latina, la figuras del Che y de Fidel Castro. La correlación de
fuerzas a nivel mundial se estaba transformando, iban surgiendo nuevos
países con revoluciones en Asia y África. Entonces los periodistas jóvenes
también nos queríamos incorporar a esa tarea de transformar la sociedad y
contribuir a lo que ya estaba haciendo el Frente con enorme empuje,
conduciendo la lucha del pueblo nicaragüense.
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Alejandro Romero, etcétera. Era gente con bastante experiencia profesional.
A veces a media noche tenías que pegar carreras para rellenar los espacios
de lo que te censuraban, y que te aprobaran, nuevamente ese material.
¡Era una cuestión terrible! A veces uno estaba a las dos o tres de la
madrugada frente adonde fue la Iglesia del Perpetuo del Socorro, allí
quedaba la oficina de la censura que impuso el somocismo.
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Después íbamos en grupo a un banco, a pagar la multa; lo hacíamos con
gran despliegue, invitábamos a fotógrafos de los medios escritos, como una
forma de ir venciendo la censura previa; pero esto obligó a la dictadura a
radicalizar, a extremar la represión, y comenzó a cerrar los medios de
comunicación.
Carlos: Claro. Yo creo que sí, efectivamente hay errores que todavía no se
han evaluado, y que habría que reconocer. Había una situación muy
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particular, pero creo que queda la lección sobre la censura y las reacciones
que provoca; porque es difícil callar a un pueblo, es difícil callar los
sufrimientos, particularmente como ahora, que vivimos políticas
neoliberales que estrangulan y matan. Y hay que ver la situación de hoy
también. No hay censura previa, pero desde el poder hay medidas como el
terrorismo fiscal contra los medios.
Mónica: Aquí tenemos la lista: San Judas, Santa Ana, Santa Faz, La Paz,
Larreynaga, La Centroamérica, Pío X, El Riguero, Open Tres, San Pablo,
Santiago de Jinotepe, etcétera.
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reuniones donde se suponía que sólo deberían asistir periodistas
asalariados.
Hicimos luego otra asamblea, adonde llegó el Coronel Alberto Luna, quien
nos llegó a decir que nosotros no podíamos estar levantando al pueblo. Yo
le riposté: –Si nosotros no lo estamos levantando, estamos informando; por
ejemplo, si informo que la Ferretería Lang está abierta, dentro del contexto
que todos los establecimientos están cerrados, ¿puedo decirlo? – ¡Claro que
sí! Pero si está cerrada, ¿también puedo decirlo? –le digo yo. Entonces no se
atrevió a contestar. Pero allí quedamos claros de que no había dónde
informar. Entonces fue que se dijo, vamos a ir a las iglesias pues, alguien lo
mocionó, y se organizó.
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Carlos: El comité público fue integrado por Alejandro Romero, Lily Soto,
César Cortés, Juan Alberto Henríquez, Vivian Torres y yo.
Carlos: No sólo eso, sino que nos protegían. Recuerdo que una vez, en el
lugar donde me tocó ir con Eduardo López Meza, leía, y la gente escuchaba;
pero cuando estábamos en plena lectura de la información en la que
incluíamos hasta comunicados del FSLN, aparece un BECAT, los cara
volteadas de la Guardia, y entonces, inmediatamente, la gente que estaba
afuera, pegada a las ventanas –porque no alcanzaban en el interior– nos
avisan, nos sientan en la primeras bancas, y se pusieron a cantar la misa.
La Guardia pasó, lo que ellos vieron fue una misa; así que cuando se fueron,
seguimos en nuestra labor informativa.
En otra ocasión, Lily Soto y Alberto Reyes regresaban de leer las noticias, ya
toda la población se había dispersado, y cuando iban como a las tres
cuadras, en Altagracia, llegó un BECAT; los guardias los pusieron a cargar
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piedras canteras, y cuando lo estaban haciendo, golpearon en la espalda e
hicieron arrodillarse a Alberto Reyes.
También íbamos a leer noticias a lo que hoy se conoce como Villa Venezuela
y Villa Revolución, Las Américas, a unas iglesitas que se estaban cayendo;
pero había mucho amor, mucho entusiasmo. Por ejemplo, cuando
estábamos leyendo las noticias, la misma señora que el domingo recogía la
limosna durante la misa, pasaba la canastita de la limosna entre los
asistentes, recogiendo lo que la gente llamaba “una contribución a la lucha
por la libertad de expresión”. Y salíamos con plata, que era llevada a la
casita del Sindicato de Radio periodistas de Managua, en los escombros,
donde fue la Cruz Roja, frente a donde hoy es el Ministerio del Trabajo.
Después que terminábamos de leer, la gente nos daba comida, o sea que
nos íbamos comidos, nos íbamos con la plata, que no era una limosna, sino
una contribución solidaria, y posteriormente nos reuníamos en el Sindicato.
Pero nadie llegaba cansado, todo mundo llegaba con mucho ánimo, como
que si estuviésemos ganando mucha plata, cuando en realidad era una
contribución esmerada, solidaria y revolucionaria.
Manuel: Estábamos todos los periodistas corriendo por los escombros; nos
decomisó la cámara de Extravisión, y me acuerdo que ahí se portó valiente
Silvio Mora, se le enfrentó a las tapas a Alesio, reclamándole la cámara.
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Manuel: Sí. Considero justo reconocer que Orlando Murillo, siendo
somocista, mostró sensibilidad con este caso de Tomás Borge. Tal vez
porque había sido miembro de la Juventud Patriótica; pero siendo empleado
somocista llegaba al Canal 2 a preguntar: – ¿Qué has sabido del viejo? Nada
–le decía yo. – ¡Hombré, lo van a matar si no se logra sacar a luz que está
vivo! Era una manera de recomendarnos hacer algo.
Oyente: Tirsa Sáenz. Mi pregunta es ¿por qué nos cuesta hoy hacer ese
tipo de periodismo? Obviamente, en circunstancias totalmente distintas,
pero un periodismo más valiente, de decirle las cosas a la gente. Me parece
que nos hace falta más valentía, más fuerza para decir las cosas. Si los
problemas económicos eran los mismos antes, son los mismos ahora, ¿cuál
es la diferencia, en qué radica? Y quisiera que ustedes, que vivieron esa
etapa dura y bonita del periodismo, puedan quizás darnos luces ahora.
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es una verdadera oposición, con todas las dificultades y todas las
limitaciones que da la actual situación.
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pasando.
Notas
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1 Movimiento creado por Pedro Joaquín Chamorro para articular a la oposición de sectores de
derecha contra Somoza.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
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sangrienta: Los Somoza.
Mónica: Ernesto, contanos ¿cómo llegas a ser parte del diario La Prensa e
iniciás tu relación con Pedro Joaquín?
Como nicaragüense que lee periódicos, desde muy temprana edad conocí a
Pedro Joaquín a través de las páginas de La Prensa. Pude seguir su
trayectoria de lucha, sus sublevaciones, sus alzamientos políticos y
militares contra la dictadura somocista. Era una personalidad muy querida y
muy admirada por este servidor desde muy temprana edad.
2
concluir los estudios de Periodismo en la Universidad Nacional, se me
presentó la primera oportunidad de trabajar como periodista de tiempo
completo en el semanario La Nación Nicaragüense, un proyecto capitalista
que precisamente estaba siendo impulsado para hacerle algo de contrapeso
y eventualmente superar al diario La Prensa.
Los dueños del semanario eran capitalistas del entonces Banco de América.
El proyecto fracasó económicamente. Yo solía llegar al diario La Prensa,
donde nos imprimían el semanario en su última etapa. Allí me familiaricé un
poco con el ambiente de trabajo del periódico.
Hablé con Pedro Joaquín Chamorro. Recuerdo que cuando llegué a hablar
con él para pedirle trabajo; tuvo la gentileza de llevarme a hacer un
recorrido breve por la redacción y mostrarme que todos los escritorios
estaban ocupados, que no había posibilidad de meter a nadie más, pero
que no era malo, me dijo que le entregara posteriormente un currículo
sobre todas las cosas que yo podía hacer en periodismo, y eso me dio la
oportunidad de desarrollar un pequeño plan relativo a la crónica viajera.
Regresé a los diez días, y cuando me di cuenta que Pedro Joaquín me había
andado buscando, pues fui a sus oficinas inmediatamente. Me reclamó por
dejarle un proyecto y haberme perdido. Y entonces me dijo que sí, que
estaba interesado en el proyecto, y que me invitaba a participar en la
redacción del diario La Prensa. Y fue así como el mismo día de nuestra
segunda entrevista, diseñamos el plan; me fui a trabajar fuera de Managua
a recabar datos, fotos, para escribir crónicas viajeras para La Prensa. Ese
fue mi comienzo en el diario y esa fue mi primera relación personal con el
doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
3
que había sido fundado el 2 de marzo de 1926 por Gabry Rivas y los
hermanos Enrique y Pedro Belli (Jarquín, Edmundo: pp. 42).
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armadas.
Él regresa a La Prensa, que todavía era un diario casi familiar, como muchos
que existían por esa época en Nicaragua: La Flecha, El Gran Diario, La Hora
y La Noticia.© Todos eran periódicos cuyos dueños esperaban a los
voceadores en el corredor de la casa para contar la plata de las ventas y
sacar para los gastos de la comida del siguiente día. La Prensa no escapaba
a esa dinámica.
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Pedro Joaquín es hecho prisionero durante dos años, sale en 1956 y
nuevamente es apresado cuando ocurre el ajusticiamiento de Somoza
García. Después de terribles meses en prisión, es confinado a Río San Juan,
donde escribe su testimonio sobre los horrores de la dictadura y se escapa
hacia Costa Rica, y luego aparece en la incursión armada de Olama y
Mollejones, en 1959. Expliquemos a los oyentes, ¿en que consistieron esas
rebeliones?
Yo estaba muy joven en esa época, tenía unos once años. Recuerdo sí, la
efervescencia política que se vivía en el país, la agitación de las radios
somocistas, los vuelos rasantes de los aviones Mustang por encima de las
casas de Managua para intimidar a la oposición. Los partes que venían de
las montañas chontaleñas que hablaban de combates victoriosos para la
invicta Guardia Nacional y luego, la captura del grupo principal de
sublevados, donde estaba Reynaldo Antonio Téffel, Jaime Chamorro,
hermano de Pedro Joaquín, Pedro Joaquín Chamorro y otros. Y recuerdo el
Consejo de Guerra que les montaron nuevamente.
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Después de veinte años de control del poder por parte de los Somoza, los
jóvenes opositores llegan a la conclusión que la única manera de bajar a
Somoza, era por las armas. Por eso se suceden intentonas de varios tipos,
por ex militares o grupos políticos de distinta orientación ideológica. Pero lo
hacían bajo la modalidad de incursiones que supuestamente contarían con
respaldo de grupos internos o de parte de la Guardia. En la mayor parte de
las veces, las ilusiones fueron traicionadas, y estas incursiones
generalmente terminaban en asesinatos, captura o en expulsiones del país,
el exilio. Es, sin duda, una base importante que se fue hilando en la
Historia, de cuyas condiciones después nace el Frente Sandinista, como una
alternativa distinta y que supera a este tipo de movimientos que eran
llevados adelante por jóvenes de indudable vocación patriótica, con ideas
políticamente conservadoras y eminentemente anti-somocistas.
Él sabía que la solución para este país no estaba en las paralelas históricas.
Había formado una alianza muy amplia con diferentes sectores de opinión
del país, incluso los socialistas, para crear la Unión Democrática de
Liberación. Algo que la ultra derecha de este país nunca le perdonó fue su
alianza con los socialistas, y por lo cual en varias ocasiones intentaron
sabotearlo económicamente.
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directo con el Frente Sandinista para aportar su concurso a un movimiento,
que no necesariamente tenía que ser eminentemente sandinista, pero sí un
movimiento cívico y armado amplio para dar al traste con la dictadura
somocista, que era el principal obstáculo para la democratización y la
auténtica libertad de Nicaragua. Él mismo lo decía: –Después de Somoza
nos entendemos y hacemos lo mejor, pero la prioridad es terminar con la
dictadura.
¿Tenés algún otro dato sobre esta ruptura de Pedro Joaquín con el
conservatismo?
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discurso incendiario, era realmente el líder que había estado esperando el
pueblo nicaragüense que quería salir de Somoza. Agüero era un gran
aglutinador alrededor de su figura.
Así, el 22 de enero pasa a la historia como una gran derrota militar de las
masas populares, que con el tiempo se convirtió en una victoria política
porque, a partir de ese día, a causa de tanta gente golpeada por la Guardia,
no sólo físicamente por la fuerza de las culatas, sino también golpeadas
porque vecinos, amigos, seres queridos, murieron o salieron heridos, se
enardeció más la conciencia anti-somocista de las masas.
Aunque ahora dice Agüero que todo ese proceso de pacto con Somoza era
para desalojarlo del poder; pero la verdad es que no hay nadie, no hay
ninguna fuerza que haya desalojado a otra del poder, simplemente por la
vía de los pactos.©
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Mónica: Todo este período de 1967 a 1972 es muy interesante, se dan
varios sucesos, entre ellos la masacre del 22 de enero, en donde las masas
sienten que han sido engañadas, que han sido llevadas al matadero. En ese
mismo año, en agosto, se da la masacre de Pancasán, muestra de que hay
una organización político-militar activa, viva y que hay una alternativa
diferente.
¿Cuál era el poder de Pedro Joaquín, la fuerza que tenía? ¿Era el medio?
Ernesto: En esos días vino al Teatro Nacional Rubén Darío una danza típica
de la Costa Caribe, de Zelaya Norte. Había una frase combinada que
terminaba en Kupia Kumi, que quería decir: “Nicaragua, un solo corazón”.
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De todas maneras, lo importante en toda la valoración que se puede hacer
ahora de la personalidad de Pedro Joaquín, es extraer las lecciones que deja
al pueblo nicaragüense, a la juventud, al periodismo, a los políticos.
También dejó muchas enseñanzas como periodista. Ahora que hay muchos
periodistas que son descuidados al escribir, o al titular, o al formular
preguntas o al escribir sus informaciones, debieran investigar y retomar la
intransigencia que tenía Pedro Joaquín Chamorro con la calidad periodística.
Era un hombre al que no se le escapaba ningún detalle del periódico. Era un
político de rango nacional, pero al mismo tiempo, era un gran periodista
que estaba al frente del producto que ofrecía a sus lectores y estaba
controlando personalmente la calidad. Sus decisiones siempre eran
correctas respecto a la mejor ubicación de la fotografía, la mejor crónica
que debía publicarse sobre un tema y esas, pues, son lecciones
periodísticas de Pedro Joaquín, que los que lo conocimos nunca vamos a
olvidar. Quisiéramos que fueran también seguidas por futuras generaciones
de periodistas.
Oyente: Aló. Buenos días. Hace días escuché en uno de los medios a un
dirigente del FSLN que decía que los medios de comunicación no publican la
realidad que sucede, sino lo que ellos quisieran que sucediera. O sea, en
otras palabras, quiere decir que los diarios mienten. Eso es todo. Gracias.
Ernesto: Creo que los diarios no mienten, porque en primer lugar tienen
que apegarse a la realidad. Cuando los periódicos informan cosas que no
están en la realidad, los mismos lectores, radioescuchas, televidentes, se
encargan de quitarle credibilidad a ese medio; y ningún medio quiere
perder credibilidad, todos quieren estar en la conciencia de los lectores.
Entonces, el apego a la verdad, en este caso es una verdad absoluta,
categórica.
Claro, que dentro del manejo político de cada medio de comunicación, hay
una forma de abordar la verdad, y entonces ahí es donde sí acepto que
puede haber diferencias, porque la imparcialidad no existe en el
periodismo. Puede existir objetividad, apego a los hechos, apego a la
realidad, pero imparcialidad no hay.
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la honestidad. O sea, imparcialidad absoluta no existe en los medios de
comunicación, creo que donde está la diferencia es en el abordaje de la
verdad.
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fundó El Gran Diario. Sus enemigos lo detractaban diciendo que él, en las
mañanitas, se paseaba en la acera preguntándose ¿a quién jodo hoy?, pero
su lenguaje era tal, que les decía a los Somoza, a los tres, ladrones,
ladrones, ladrones. Él es uno de nuestros mayores líderes en el periodismo.
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movimientos y se articula una vasta alianza opositora, que es lo que
permite el derrocamiento de la dictadura.
Hay que ser objetivo y recordar que hay oposición del FSLN, rechazando a
la alianza opositora. Después es que se da una evolución con la
conformación del Grupo de los Doce y se amplía la unidad de todo el pueblo
contra Somoza. Y esa lección parece que no se ha aprendido.
Por otro lado, también quería señalar el aporte que hicieron otras
personalidades a la lucha contra la dictadura, incluso a la misma lucha
armada. Yo personalmente escuché a dirigentes del PLI, que habían
participado como colaboradores del Frente, diciéndoles a los jóvenes que
había que apoyar a los muchachos, en el momento en que también el FER
estaba atacando a la UDEL.
Después, ya con el Grupo de los Doce, se construyó ese frente amplio que
conformó el pueblo nicaragüense contra la dictadura y que encabeza el
FSLN, y esto se produce gracias a que se flexibilizó el pensamiento. Estos
son los aportes que hizo Pedro Joaquín Chamorro y que hizo el Frente
Sandinista en ese entonces. Muchas gracias.
Mónica: Gracias por llamar, Rafael, y por tus aportes para conceptualizar la
evolución de Pedro Joaquín. Es fundamental tener presente que el
pensamiento de todos va evolucionando, para bien o para mal, pero
cambia.
Allí creo yo que surge la idea de la muerte, el plan que comienza a vender
el organizador del asesinato, Silvio Peña, quien consigue plata de cierta
gente para llevar a cabo el magnicidio. Básicamente, Pedro ya está
14
entrando en contacto con los movimientos de masas y con el Frente
Sandinista, a través del Grupo de los Doce. Tanto los Estados Unidos como
el somocismo saben que Pedro no es un hombre manejable. La verdad es
que nunca fue controlado por nadie.
Silvio Peña, hizo compras fabulosas, casi al contado, por ejemplo una casa
en Villa Fontana, un carro Ford Granada –utilizado en la conjura– también de
contado, nuevecito. Tenía dinero al momento de su captura y era mucho
dinero el que andaba manejando. Alguien tuvo que haberle pagado, y
algunos analistas, a veces sin muchas pruebas, tienden a creer que el
crimen de Pedro Joaquín Chamorro también fue alentado por un sector del
gobierno de los Estados Unidos.
El Datsun era de esos carros que siempre andan con problemas, que el
borne de la batería anda flojo, y ese impacto que le da el Saab de Pedro
Joaquín por detrás al carro de los asesinos, hace que se zafe uno de los
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bornes de la batería, y el carro no arranca. Entonces los asesinos tienen que
abandonarlo y, eso fue providencial, porque hasta en ansias de muerte,
Pedro Joaquín Chamorro contribuyó a la captura de sus asesinos. Porque si
no ha dado ese golpe, los asesinos hubieran huido, ese crimen nunca se
hubiera aclarado, nunca hubiera caído preso nadie y hasta la fecha habría
un total misterio.
En las notas del 20 de diciembre de 1977, las últimas del diario que él
llevaba, registró una conversación con el Embajador norteamericano
Mauricio Solaum –porque parece que los Estados Unidos querían mediar–,
en la que Pedro Joaquín le dice que no había salida. “La prioridad nuestra es
que se vaya Somoza, si se puede hoy mejor, si no cuando se pueda y que
nunca quede su sistema”. Esas son las últimas palabras que él escribió en
su diario antes que lo asesinaran.
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Obviamente que, en estas circunstancias, su asesinato sólo contribuyó a
enardecer al pueblo y se aceleraron los procesos de toma de conciencia.
Vos, Ernesto, estuviste en su entierro; contanos, ¿cómo fue?
Mónica: Allí estábamos nosotras presas, y oímos los cohetes, las bombas.
Los gritos de la multitud se oían hasta nuestras celdas.
Ernesto, en los últimos minutos que nos quedan, quisiéramos que como
militante del Frente Sandinista desde 1977, y como periodista de uno de los
diarios más prestigiosos del país, El Nuevo Diario, hagás el cierre que
querrás de este diálogo.
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Mónica: Cuando Pedro Joaquín escribió Estirpe Sangrienta, quiso que se lo
prologara Gregorio Selser. Y éste lo hizo, como él mismo lo reconoció,
cargado de prejuicios e incluyó una violenta diatriba contra el apellido, que
le vinculaba a otros Chamorro de ominosa recordación. Pero Gregorio Selser
rectificó en el prólogo a la segunda edición, después de su muerte, como se
aprecia en los siguientes párrafos textuales:
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© Onofre Guevara: cuando Pedro Joaquín Chamorro, regresa de México a hacerse cargo de La
Prensa, en 1948, aún no existía El Gran Diario ni La Hora, solo La Noticia, Flecha, La Nueva Prensa,
La Estrella de Nicaragua, Novedades, y en León el Centroamericano.
© Onofre Guevara: El plan de la oposición encabezada por Agüero para la manifestación del 22 de
enero de 1967, no era solo “obligar al Estado Mayor de la Guardia Nacional a negociar con la UNO
la salida de Somoza”; era peor: el plan contaba supuestamente con la participación de la
Embajada gringa y altos oficiales de la Guardia, y consistía en provocar algunas muertes y en
medio de la crisis, los gringos “mediarían” para propiciar la renuncia de Somoza, y luego nombrar
una junta de gobierno cívico-militar con Agüero y los oficiales. Esto lo supo la dirección del PSN la
noche del 21 de enero; se reunió de urgencia, y acordó, en contra de la opinión de la minoría, no
denunciar el plan reaccionario porque el Partido aparecía como soplón para alertar a la dictadura,
sino ir a la manifestación a tratar de persuadir a los que se pudiera a no acercarse hasta donde
estaba la Guardia para evitar muertes. Así se hizo, pero no fue posible hacer mucho. Eso costó la
unidad del PSN y la vida de un compañero del Partido y del SCAAS, Manuel Pérez Aburto.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
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III
1
reflexiones sobre la historia, pero a la vez enriqueció la meditación sobre la
coyuntura. Dejamos una pequeña muestra del debate.
Como estudiante, nunca fui bueno, no fui un buen alumno, era muy
descuidado. Nunca fui un buen hijo, nunca he podido ser un buen padre.
Mónica: Por supuesto que estás bromeando porque conozco que sos un
excelente padre y abnegado hijo. La prueba es que en vez de comprarle la
máquina de coser a tu mama; otro se hubiera gastado los reales bebiendo
guaro, eso es ser mal hijo.
2
nunca he tomado otro tipo de licor aparte de la cerveza. Le tuve miedo.
Como yo soy rigioso a todo, si me gustaba era un problema. Cuando uno es
pobre y tiene que trabajar para la familia, debe cuidarse.
Edgard: No. Pues fijate que eso les sorprende a los amigos, y me lo
recordaba Ramiro Contreras hace días en la Alcaldía: – ¿Te acordás cuando
llegaba tu papa a pegarte a clases? Eso no se me puede olvidar. Pero,
además, como tenía razón, tal vez el problema era yo. Vuelvo a ver para
atrás y pienso que yo era material de reformatorio más o menos a los
catorce años, y que ellos estaban por enloquecer.
Edgard: Sí, las primeras veces que salí de Nicaragua fue por el deporte,
como seleccionado. Fui seleccionado en ping pong y también jugué fútbol
con el equipo de la UCA, que era campeón nacional de fútbol. Jugué con
Carlitos López, que es hermano de Julio, era el centro-delantero con el
3
padre Juan Bautista Arríen.
Mónica: A tus amigos les dabas todos los datos y me imagino que se
asombraban de que vos supieras tanto de eso.
Edgard: Había muchos que sabían mucho más que yo. Me dejaban
asustado; lo que pasa es que yo seguí, tuve más constancia. Nunca pensé
que fuera a tener incidencia en mi vida esto de andar de vago. Una vez el
ingeniero Roberto Zelaya, uno de los mejores profesores que tuve en la
universidad, me agarró escuchando el partido de fútbol Nicaragua-Haití en
un examen de geometría analítica, y salí aplazado. Parece que él creía que
estaba tan avanzada la tecnología, que alguien me estaba pasando copia
desde afuera. Me quitó el audífono cuando yo estaba oyendo ese partido. Y
dice: –Nadie me puede aprobar un examen de geometría analítica oyendo
un partido de fútbol.
Edgard: Siempre las opiniones de los amigos son muy importantes. Pero,
claro, hay mucho cariño en las palabras de Glenda. Ella ha sido una
trabajadora, que donde ha pasado pues ha dejado sus huellas y ha servido
de ejemplo.
4
sentía tan pequeño, porque los líderes eran verdaderos líderes, y eran
líderes con su ejemplo, y yo me impresionaba mucho de toda la gente que
veía adelante. Yo decía, ¿cuándo vamos a ser como ellos? ¡Nunca!, decía.
Cuando Chang me hizo esa oferta de trabajo era para ganar 900 córdobas,
y para mí era un buen salario. Yo me casé ganando cuatrocientos córdobas,
pero después vino una posibilidad de escribir para La Prensa, donde,
después de hacer unas crónicas, me iban a pagar quince pesos diarios.
Mónica: ¿Cómo te enchufás vos con ese Frente Sandinista en el cual llegás
a creer a pie juntillas en aquella época?
Cuando William habló por primera vez conmigo, fue una novedad, porque
ya era alguien que clandestinamente se movía aquí en Managua. Trabajé
también con Bayardo Arce, Róger Figueroa y Ramón Cabrales. Todo el grupo
era de la GPP, Tendencia Guerra Popular Prolongada.
5
Puedo decir que soy GPP porque fue con esa tendencia con la que trabajé, y
me imagino que casos como el mío pasaron en diferentes tendencias, es
decir, que si alguien es Tercerista o Proletario porque fueron ellos los que lo
contactaron, uno se sentía uniformado en ese aspecto, aunque todos los
que éramos reclutados en líneas generales éramos partidarios de la unidad,
por naturaleza todo el mundo lo que se imaginaba era un Frente Sandinista
unido.
Y las tareas, que decía Glenda, pues yo las veía que eran unas tareas
sencillas, comparadas con los riegos que corrían los guerrilleros. Para mí era
un orgullo manejarle a gente de la Revolución. Recuerdo que a veces
luchábamos con el toque de queda, y yo me sentía importante siendo
chofer de alguien. Un día, en un aniversario de Sandino, creo que fue en
febrero del año 1979, le iba manejando a Bayardo Arce y nos alcanzó un
jeep BECAT (Brigadas Especiales contra Actividades Terroristas), por la
Ferretería Lang, justamente porque había un bache, y yo andaba en un
carro Mustang bajito. Era mi carro que yo lo cuidaba mucho, me sentía
Onassis con él, lo había sacado al crédito para pagarse en siete años, y
Eduardo Román me sirvió de fiador. Íbamos en ese carro, yo no podía pasar
rápido por ese bache, el BECAT nos alcanzó justamente ahí, y a mí me
asustó que Bayardo sacara una ametralladora portátil.
Mónica: Sí, una subametralladora UZI con culata plegable, se podía andar
en un maletín Samsonite.
Ese día sentí que si reconocían a Bayardo estábamos fritos los dos. Lo que
pasa es que uno se fue acostumbrando también al riesgo. Creo que todos
los que trabajamos de colaboradores, nos sentíamos seriamente
responsables de la vida de quien andábamos transportando. Sin necesidad
de que nos adoctrinaran, sentíamos que era la vida del compañero la que
importaba. Era lo que teníamos claro todos, que lo importante era la vida
del dirigente.
6
Y publicábamos el periódico. Yo recuerdo que una vez recibimos una carta
de Henry Ruiz “Modesto”, desde las montañas, en la que decía que estaba
bonito el periódico, en su forma y en el contenido. Yo no tenía nada que ver
con el contenido, pero una vez me atreví a quitar un artículo en el cual se
atacaba a María Elena de Porras. Yo fui amigo de Adonis Porras. Lo conocí
por medio de Carlos García, aunque las diferencias políticas por supuesto
siempre existieron, pero esa vez venía un artículo tipo Informativo de la
Mañana.
Edgard: Sí, tal vez en menor grado respecto a la magnitud que tuvo, por
ejemplo, la resistencia aquí en los barrios orientales, eso fue escalofriante.
7
Mónica: Comparativamente con León, Estelí o la toma de Matagalpa, pues
sí; desde ese punto de vista, acepto que Granada se tomó comiendo
vigorón.
8
Pero aun con todo lo que he perdido, creo que tengo la más grande
biblioteca deportiva de Centroamérica. Es casi seguro, porque te estoy
hablando de entre quince y veinte mil revistas, y unas seis mil traducciones
de casi todo. Todo en orden. Me dolería que se me quemara todo eso.
Estuve totalmente claro con la gente del Frente que llegó a hablar conmigo,
de que no era mi bienestar material lo importante, y, desgraciadamente,
cuando la Revolución gana, coincide con una serie de cosas: mi divorcio,
unos problemas bien agudos alrededor de mi familia, de mis padres; de tal
manera que mis padres quedan viviendo en una casa, mis hijos quedan en
otra casa y yo quedo sin casa, y tengo que ir a vivir a la Colonia
Centroamérica, donde Auxiliadora, mi actual esposa, alquilaba un cuartito
en la casa de doña Adelita Marín, quien se convirtió en el ángel de la guarda
de nosotros.
Todo aquello que se decía, por ejemplo, que “los obreros y campesinos
llegarán hasta el fin”, “Patria Libre o Morir”, ya no existe. Porque éste no es
el Frente Sandinista que nos legó Patria Libre o Morir. Y varias veces he
relatado que la frase contra el yanqui que sale en el himno del Frente, no
venía en el himno original. Cuando vino el himno escrito por Carlos Mejía
Godoy, nosotros lo recibimos para publicarlo en Trinchera, y mandaron a
pararlo, porque faltaba una frase anti-imperialista. Esa recomendación la
hizo Tomás Borge, y entonces Carlos Mejía mete la frase del Che en Punta
del Este que dice: “luchamos contra el yanqui, enemigo de la humanidad”.
9
Irónicamente esa frase tampoco ahora existe. Tantas cosas han cambiado y
yo digo ¿sandinismo? Esa es una de las cosas de las que estoy
absolutamente claro, que esto que estamos viviendo no es sandinismo.
Ahora, ¿qué fue lo que más me impactó al comienzo del Frente? El ejemplo
de los líderes. Hace días estábamos en una reunión y alguien preguntó: – ¿A
quién queremos parecernos ahora? –A nadie. Y en ese tiempo todos
queríamos parecernos a ustedes. O sea, uno decía, yo quiero ser como
fulano. Yo todavía quiero parecerme a “Modesto”, de los poco que todavía
veo como modelos. Uno los veía a todos, y uno les manejaba y decía:
¡Púchica!, ¿cuándo voy a ser como éstos? Ahora uno no quiere parecerse a
los que quería parecerse hace veinte o veinticinco años. Ese es un
problema grave.
10
Entonces a mí me parece que, aunque todavía no me lo has terminado de
decir, uno de los temas fundamentales que diferencia el sandinismo de ayer
de lo que se conoce como el sandinismo de hoy, es en cuanto a la escala de
valores. ¿Por qué se lucha, por qué se trabaja, por qué se vive? El tema
ético, el tema de la honradez, el tema de la fraternidad.
Así es que las personas que atacan a Tijerino, que le atacan su forma de
pensar, creo que tienen que respetar su libertad de pensamiento.
Hasta el día de hoy, yo sigo admirándote. Sin embargo, te quería hacer una
crítica, si me lo permitís, y tiene que ver con la circunstancia actual,
electoral, y de coyuntura política del Frente Sandinista. Desde hace días te
vengo escuchando, te escucho casi a diario al medio día, porque soy
médico y a las siete de la mañana tengo que estar en el hospital; y desde
hace rato tu discurso viene siendo, no hay por quién votar, el danielismo no
vale la pena. Me preocupa eso porque eso significa que la derecha puede
sacar ventaja de eso.
Oyente: Aquí le habla María López. Yo admiro mucho al señor Tijerino por
todas sus cualidades morales, pero en la parte política, no estoy de acuerdo
con él en ciertas cosas. Por ejemplo, él dice que es sandinista. Yo soy
sandinista, pero yo no voy a votar por el Partido Conservador, ni por el
Partido Liberal, por mucho que no esté de acuerdo con la dirigencia del
partido Frente Sandinista.
11
Entonces, si uno tiene su ideología bien puesta, él no diría lo que dice por la
radio todos los días. ¿Qué es lo que está haciendo? Está haciéndole el juego
al partido contrario. Yo no sé. Él es un hombre inteligente, pero de repente
lo veo que actúa de una manera ignorante; porque si uno tiene su
ideología, muere con su ideología, y no reniega, como él que reniega todos
los días. Él no debiera decir que es sandinista. Cualquier cosa puede ser,
menos eso.
Pero le quería decir que los anuncios de la Alcaldía, hasta hoy, han sido
gratis. No existe una factura de Doble Play en la Alcaldía. Mire, yo no le
podría cobrar, porque mi principal virtud, o mi única virtud, es el
agradecimiento. Si Carlos Guadamuz necesita una ayuda de Edgard
Tijerino, ¿cómo se la voy a negar a alguien que me ayudó tanto?
12
Ahora, el ser sandinista no es un calificativo que me han regalado los
Ortega, ni cualquiera. Ese es un sentimiento, esa es una convicción de cada
quien. Uno siente que es sandinista o siente que no lo es. El que yo estoy
seguro que no es sandinista, es Daniel. Yo me escalofrío cuando escucho
decir que Daniel es sandinista, porque Daniel no es nada de sandinista; él
no tiene nada que ver con los postulados que nos dieron, con el
comportamiento que nos dieron, con la política que nos dieron, con el
ejemplo que nos dieron los verdaderos sandinistas. Nada.
Por eso es que en una de las entrevistas que me hizo El Nuevo Diario, yo
decía: –Fuimos estafados. Y me decía el padre Fernando Cardenal: –Estoy de
acuerdo, fuimos estafados.
13
además, no son ellos los dueños de darle el carácter de militante a uno, es
uno el que se gana la militancia, con su conciencia y su comportamiento
sandinista, con las actitudes morales, con la familia, con los que lo ven, con
los que lo conocen, con los amigos. El día que deje de ser un ejemplo para
mis hijos, ese día me voy a sentir tan mezquino que podría hasta pensar en
algo que repudio enormemente, como es el suicidio. Cuando con su
comportamiento uno traiciona a su familia, eso es lo más bajo en que
puede caer una persona.
14
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
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III
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1
La música testimonial y de protesta fue uno de los rasgos distintivos de las
luchas de los años setenta. Y en la lucha de Nicaragua, brilló de manera
especial. Es uno de los aportes que dio Nicaragua al mundo: La riqueza de
la música popular y testimonial. Los Mejía Godoy, el Grupo Pancasán
animaron los combates de entonces. Es que la música es un elemento que
acompaña a los pueblos en sus luchas, los impulsa a comprometerse, a
unirse frente a la adversidad. El canto y la música acompañaron las grandes
y pequeñas luchas. Fueron entusiasmo y optimismo para los combatientes.
Un arma eficaz en el combate contra la dictadura.
Pancasán fue un grupo de canto testimonial de jóvenes, casi niños, que con
una gran calidad artística nos acompañaron en las trincheras, en las casas
de seguridad, en la cárcel, en la soledad. Acompañaron a aquellos
compañeros que se extraviaron en la montaña y que quedaron sólo con un
radio pequeñito y sus mochilas. Nos empujaron a resistir, a no claudicar, a
no decaer, a no desmayar, mientras cantaban las penas del pueblo y sus
esperanzas y luchas por la libertad.
Mónica: Está con nosotros Pancho Cedeño, el principal promotor del Grupo
Pancasán, a quien conocí cuando era un niño. Después que me bachilleré,
el sacerdote Alfonso “Poncho” Alvarado me planteó el desafió de asumir la
coordinación centroamericana de la Juventud Estudiantil Cristiana. Esa
tarea la había realizado el año anterior Ana Margarita Peña, de El Salvador.
Acepté el reto que implicaba retrasar mis estudios un año.
2
dignas y heroicas que he conocido. Continué mi periplo por todo el istmo
centroamericano, recorrido que hacía en autobús. Cuando pasé por
Managua, rumbo a San José, Poncho me llevó a la casa de los Cedeño. Ahí
te conocí. ¿Cuántos años tenías en 1972?
Pancho: Empecé a estudiar música y el piano desde los nueve años, pero
en mi familia no tengo antecedentes como músico. Mis abuelos cantaban
en reuniones familiares, pero no se dedicaban a la música, aunque a
nosotros siempre nos atrajo, y mi madre, Carmen Maglione, nos metió a mis
hermanos y a mí a la Escuela de Música, y desde entonces ando bregando
en el arte.
3
Mónica: ¿Y cómo fue que te metiste al tema de la guitarra, de la quena, la
percusión y la batería?
En 1973, incluso integré un grupo que se llamaba Camilo Torres, con Emilia
Torres y Martina Meyrat. Luego les contaré la anécdota de cuando fui con
todos mis hermanos a cantar La Internacional en una actividad estudiantil,
incluyendo a la menor, Alma Nubia, que tenía once años.
Pancho: Creo que es como vos decís, parte de una inquietud; porque con la
subida de Allende al poder, a nivel latinoamericano había un boom de
música testimonial, digámoslo así. Muchas canciones de lucha, de
esperanza y de mucho optimismo, se habían proyectado por América Latina
y, obviamente, Nicaragua no fue la excepción.
4
años setenta, cuando nosotros éramos estudiantes de primer ingreso,
primero y segundo año de la Universidad, y nos comenzamos a conformar
alrededor de tareas reivindicativas y de lucha de los estudiantes
universitarios, y en solidaridad también con las luchas populares.
5
Mónica: ¿Cuál fue la primera canción que ustedes hicieron y cuántos
discos grabaron?
Mónica: Seguramente los oyentes quieren oír más música, así que les
vamos a poner dos canciones: Canción a un Reo Político y Apuntes del Tío
Sam; y después, una vez que las oigan los oyentes, explíquennos cómo las
hicieron.
Por eso una frase de esta canción dice: “Ellos quieren doblegarte pero vos
nunca hablarás” y eso fue inspirado en una situación. Me acuerdo que una
vez llegamos a una reunión clandestina. La persona que está en la casa
donde nos íbamos a reunir, nos hace de señas desde la calle gesticulando
¡váyanse! Por lógica, dedujimos que algo raro pasaba y nadie entró. Horas
más tarde nos comunicaron que uno de los que íbamos a llegar a esa
reunión, había sido capturado, y se trataba de nuestro buen amigo Reinaldo
Payán. También queríamos mucho a su primera esposa que fue herida en la
guerra y que posteriormente murió. Payán estuvo detenido, junto con otros
compañeros, hasta después del triunfo de la Revolución.
6
Apuntes del Tío Sam se hizo en una casa de seguridad, ya nosotros
andábamos medio clandestinos, aparecíamos en actividades, nos
embuzonábamos y nos dedicábamos a otras cosas que no eran
precisamente cantar, sino más bien andábamos conspirando y
eventualmente cantábamos.
Esa canción fue compuesta muy rápidamente. A veces uno se puede tardar
uno o dos años haciendo una canción; pero a veces, dependiendo del
momento de inspiración, la podés hacer en media hora o veinte minutos, y
ese fue el caso de esa canción que probablemente es una de las más
conocidas del Grupo Pancasán.
Entonces a nosotros se nos ocurrió que ésa no era una solución a este país,
porque igualmente iba a seguir la represión, las injusticias, la pobreza y
continuaríamos en las mismas. Simplemente sale un hombre, pero se
mantiene toda una estructura que por años de años ha gobernado y ha
reprimido al país.
La idea fue hacer una canción donde se desenmascarara el papel que las
intervenciones norteamericanas habían jugado a lo largo de la historia,
subrayando el aspecto didáctico, y dicho en un lenguaje y en una forma
muy popular. Por eso el ritmo es muy nicaragüense, con muchos dichos y
cosas propias del habla nicaragüense, para que la gente la entendiera. Para
ello, nos dimos una refrescada con algunos libros de historia; además que
en esa época vos te recordás que nos metían mucha historia de Nicaragua
en las estructuras del Frente.
Mónica: Es que eso era vital para poder luchar, entender de dónde
veníamos, el conocimiento de nuestra historia, por eso es que tenemos este
programa. Lo más importante que le podemos dar a las nuevas
generaciones, es contarles la historia para que saquen enseñanzas para la
construcción de su presente y futuro.
Pancho: Exacto, la canción relata cómo había nacido este país, cómo había
llegado hasta donde estaba y la problemática que tenía. Todo esto en forma
de un cuento, porque hay una tradición oral; los latinoamericanos somos
cronistas por excelencia, continuamente estamos contando historias,
contando anécdotas, contando vivencias, y eso es el mejor legado a las
generaciones futuras.
7
Mónica: Tienen una canción que se llama La Hora Cero. Es el poema de
Ernesto Cardenal.
8
me recuerda un día, cuando escuchaba unas canciones de Bob Dylan,
trovador norteamericano de los años sesenta, pionero de la canción de
protesta en los Estados Unidos de Norteamérica. Hay una frase de él que
decía: “Cada país tiene su propia historia y cada generación tiene sus
propios héroes”.
Creo que esta generación debe tener sus propios héroes, sus propios
íconos, sus propios dirigentes, sus propios líderes naturales. Nosotros
teníamos dieciocho o diecinueve años en 1978, nos expresábamos con el
lenguaje de los jóvenes de esa época, nos vestíamos a la moda de esa
época, andábamos peludos, de cotona, caites y jeans. Tocábamos las
canciones que estaban de moda y reflejábamos la realidad que vivíamos.
De allí, digamos, la acogida que tuvimos. No se trata de que vengan ahora
un poco de “jóvenes” de cuarenta y dos años a tratar de cantar y convencer
a los jóvenes de esta generación. Me parece que lo lógico es que esta
generación tenga sus propios héroes, para parodiar un poco la frase de Bob
Dylan.
Martín: Creo que es correcto, porque los jóvenes tienen sus maneras de
expresarse. Hay grupos de jóvenes porque toda generación se ha juntado
para expresar sus sentimientos, sus vivencias y también lo que ellos
aspiran, lo que quieren. Ahora hay un movimiento de muchachos, quizá el
ejemplo más evidente es el grupo CPU y su canción Obras no palabras, es
de protesta, desde sus propias expresiones.
Mónica: Ojalá así pensara todo mundo, que hay que dar lugar a otras
generaciones para que cumplan su papel, y no encasillarnos en que uno
tiene que ser el que esté al frente.
Martín: Pensamos que estas canciones pueden ser como una transmisión
de experiencias y consejos que los jóvenes de hoy, simplemente las van a
oír, las van a agarrar y las van a expresar en su propio lenguaje y en su
propia vida, que no es la nuestra.
9
jóvenes en los años setenta en condiciones de dictadura y totalmente
adversas. Ahora los jóvenes tienen otras posibilidades para manifestarse y
expresarse, y tienen que nutrirse de los elementos para poder sintetizar
cuáles son las aspiraciones de la juventud, cuáles son sus inquietudes y sus
vivencias.
Martín: El nombre Grupo Pancasán fue también una casualidad, así como
lo fue el habernos juntado por las inquietudes musicales que todos
teníamos. Nos juntábamos casi todas las tardes en los predios de la
Universidad y participábamos de las distintas actividades: las fogatas, los
mítines y no teníamos un nombre definido, hasta que para una actividad,
exactamente un 27 de agosto de 1975 que se conmemora la gesta heroica
de Pancasán, al momento de presentarnos, la maestra de ceremonia era
Eva María Téller, y dice: –Ahora con nosotros el Grupo Pancasán. Fue
improvisación de ella. Cuando terminó la actividad, pensando y viendo el
peso histórico que tenía esta gesta y los valores que había dejado, hombre,
dijimos, no está malo este nombre, es un buen nombre. Y así nos
quedamos.
Recuerdo que después de una actividad en la casa comunal del Barrio San
Rafael, ahora Barrio Venezuela, guardamos las guitarras en una de las
casas de seguridad, pero media hora después, llegó la guardia, cateó la
casa y se las llevó.
10
Dos de las canciones que gustaron bastante fueron Tío Sam y Réquiem a la
Muerte, por su significado profundo de la realidad que se vivía en esos
momentos, y por hablar de lo que Sandino debía representar para nosotros.
Les insto a que busquen la mejor manera de influir en la juventud de hoy, y,
por supuesto, en la nueva onda musical.
Pancho: Esa fue la primera canción que hicimos días después del 19 de
julio. Trae una mezcla de sentimientos: la alegría del triunfo, la tristeza de
haber perdido amigos y hermanos, el qué vamos a hacer ahora que ya no
andamos conspirando ni clandestinos. Es decir, podemos andar con
libertad. Todas esas expresiones: llorar, reír, hay cosas que no tenés claras,
estás lleno de optimismo, de planes y de proyectos. Refleja todo ese
montón de sentimientos que están estallando en un solo momento.
Mónica: Cuando estábamos oyendo esa canción, nos acordamos del niño
que ustedes mencionan, y que es tan importante como símbolo de lucha.
¿Cómo coincidió con ustedes Luis Alfonso Velásquez Flores en ese mitin que
parece fue el último en que él pudo participar, porque poco después fue
asesinado?
Por el Grupo Pancasán pasó una gran cantidad de compañeros, desde antes
que se grabara el primer disco. Al comienzo lo integrábamos siete
11
compañeros. Entre los personajes que pasaron por Pancasán, contamos con
Freddy Aguirre, quien cayó combatiendo en el Frente Sur; Laura Amanda
Cuadra, fundadora, trabajaba para la Asociación de Trabajadores del Campo
en el año 1980 y en los preparativos de la celebración del primer
aniversario de la Revolución, falleció en un accidente automovilístico.
También estuvo Patricia Mülligan, quien murió de meningitis el año pasado.
Marlene: Son tantas cosas, porque realmente cada canción tiene todo un
significado; recuerdo miles de anécdotas, de luchas, de movilizaciones, de
presentaciones, de riesgos, de miedos, de sufrimientos también de
nosotros, porque fuimos parte de todo eso, no sólo cantando, sino
organizando, reclutando gente, movilizando. Desde la mañana llegábamos
a la Universidad. De seis a nueve de la mañana corría, porque era atleta,
luego nos quedábamos todo el día en reuniones o andábamos en colegios o
en barrios, a veces en planteles de la construcción, siempre cantando.
Si había que ir a los buses a hacer mítines, pues allí íbamos, si había
movilización, por supuesto. Y otras tareas, no sólo cantar, sino asegurar a
compañeros; por ejemplo, a mí me tocó a veces ser seguridad de Francisco
Meza, Chico Meza. Tenía que andar en una tarea muy específica de la
movilización, pero, además, si había que ir a un barrio en la noche, a tragar
humo en la Nicarao, en la casa comunal, y asimismo a clases, pues también
íbamos a clases porque en mi casa yo entregaba cumplidamente mis notas.
12
Mónica: Eso es muy importante para los jóvenes de hoy, que sepan que
nosotros realmente no éramos malos alumnos, pues asistíamos a clases
pese a todas nuestras responsabilidades.
Marlene: María Rural es una canción que hizo Arlen Siú. Quiero decirles
que estudié Psicología con Arlen. Tenía mi grupo de estudio y estudiábamos
en mi casa Arlen Siú, Carlos Núñez, Helio Montenegro, María Eugenia
Robelo y yo. Éramos uno de los grupos de estudio que realmente
estudiábamos, y Arlen y yo éramos amiguísimas. Quiero decir que ella es la
segunda persona que me inspiró a cantar estas canciones. La primera fue
Idania Fernández, con quien estudié y me bachilleré, y ella cantaba
bellísimo.
Idania cayó en León, pero antes, cuando era conocida como “Angelita”, fue
herida en el Frente Sur. Ella estudió en Costa Rica y después vino a
Nicaragua y cayó junto con los héroes de Veracruz, en León. En la
secundaria, con ella aprendí a tocar de oído la guitarra, y el primer grupo
13
cristiano en el que me organicé fue con ella, y participamos en todas las
tomas de colegios de esa época.
Arlen fue una persona que nos impulsó increíblemente. Al día siguiente que
Arlen cayó, hicimos una movilización fuertísima en la UNAN, y después yo
estaba sentada en la grama con Laura Amanda Cuadra cantando con la
guitarra lo que a cada quien se le ocurría. Chico Meza vio que yo andaba
tristísima y me dice: –Ahora te toca levantar esa guitarra, ¿la vas a dejar en
el suelo? No, no –le dije.
Marlene: Arlen hizo la lista de todos los que cayeron, y nosotros después la
agregamos a ella, y a toda la gente que iba cayendo. Nos gustaba cantarla
muy participativamente, porque de repente alguien se acordaba de otra
persona, y lo decía, y nosotros tarareando el fondo, otro decía, fulano,
fulana, gritando los nombres de los caídos, era muy fuerte.
14
Oyente: Me llama la atención y me gustaría saber ¿cómo hacían para
grabar la música y difundirla por los medios antes de la insurrección, pues
andaban clandestinos?
En ese tiempo no había aquel montón de canales para grabar las voces
primero, los instrumentos después, nada de eso, era de un solo; y nosotros
no teníamos experiencia en grabar, ni mucho menos. Si alguien se
equivocaba, teníamos que volver a grabar, y entonces, ¡qué terrible! Me
acuerdo que había una botella de ron con miel y entonces a cada rato le
dábamos para afinar el galillo.
Marlene: Sí, sí, nos lo hizo don Horacio. Afuera había gente cuidándonos, y
cuando pasaba un BECAT, o escuchaban algo raro, nos hacían señas, y
dejábamos de grabar. Así pasamos dos noches grabando ese disco, en unas
condiciones realmente incómodas, con tres micrófonos, y allí se grababa
todo, por eso no es tan buena la grabación.
Y lo lindo es que nosotros teníamos que estar a una cuarta de distancia del
micrófono, porque estábamos acostumbrados a gritar, para que la gente
nos oyera, porque no contábamos con micrófonos. Era divertido estar
midiendo esa cuarta de distancia, y porque, además, no sabíamos usar los
micrófonos.
15
participamos en un Festival de Juventud Internacional donde había
salvadoreños, chilenos, panameños y de todas partes del mundo: Tuvimos
la dicha de ganar el primer lugar con esa canción, y de igual manera con la
bellísima canción del gran Carlos Mejía Godoy, El Cenzontle pregunta por
Arlen.
Pancho: Hicimos un par discos después, uno es Por la Patria, y el otro, Los
supermanes también mueren, parodiando el título de un cuento de Sergio
Ramírez. Hay una canción que habla de todas las caricaturas y las tiras
cómicas que vemos en los periódicos, donde ponemos a actuar a los
muñecos dentro de la coyuntura de aquella época.
Pancho: Creo que en todos los países del mundo hay muchas cosas por
qué luchar, y mucho que transformar; pero me parece que en este
16
momento en Nicaragua, todavía la juventud no ha hallado sus propios
códigos y sus propios lenguajes, está en un proceso de búsqueda, un
proceso que les permita tener una visión más integral. A veces existe esa
tendencia de aplicar las recetas que se usaron y fueron válidas en los años
setenta. Por ejemplo, no vamos a hacer un refrito de una canción como el
Tío Sam. A lo mejor es válido escribir sobre nuestra historia, pero lo lógico
es que lo haga un muchacho y a lo mejor en rap o en rock, que es un
lenguaje más propio de esta época.
Marlene: El oyente decía que los jóvenes están ahí pero que no hacen
nada. Hace un tiempo me entrevistó un estudiante norteamericano sobre la
historia del Grupo Pancasán y el papel de la cultura en la lucha, y creo que
esa es otra de las ideas que tenemos que madurar, escribir toda esta
historia, porque a medida que pasa el tiempo, hay cosas que se van
olvidando o que se pueden distorsionar. A lo mejor sería parte de los retos.
Oyente: Habla Ramiro Rodríguez. Quiero apoyarlos cuando dicen que las
nuevas generaciones deben asumir su responsabilidad en esta parte de la
cultura, porque, en efecto, no se puede trasponer a una persona mayor de
edad, con problemas familiares y laborales, sino que ellos tienen que
asumir su responsabilidad. Los insto a que le den duro a este proyecto que
tienen para reagruparse, y allí estaremos con ustedes.
Mónica: Acabamos de escuchar una canción que se llama Así está la cosa,
muy dura, sobre la represión en la montaña. Es parecida a Las Campesinas
del Cuá, en cuanto a que relata las atrocidades. ¿Cómo surgió esta canción?
17
los lugares son absolutamente reales.
Mónica: ¿Cuáles son sus reflexiones ante las preguntas que hicieron los
oyentes?
Esa reflexión hay que hacerla desde cada hogar, en cada centro de
estudios, entre los amigos. Nosotros hemos compartido en algunos
momentos con un montón de amigos del movimiento estudiantil, nos
hemos reunido con los hijos de todos nosotros para compartir con ellos
estas reflexiones. ¿Qué es lo que hicimos, por qué lo hicimos? Porque es
cierto que hay apatía, hay mucha desorganización, y hay mucha falta de
compromiso.
18
de los paradigmas de otros modelos de sociedades, estamos viviendo la
etapa de la implantación del neoliberalismo, del mercado como único
referente.
No hay que ver a la juventud con menosprecio o decir que esta juventud
sólo vive preocupada de cosas secundarias, sino verlos como resultado de
una etapa de reflujo que tiene que ser interrumpida en algún momento.
Debemos tener confianza, esperanzas y seguridad de que esta juventud va
a saber encontrar la salida a los retos actuales, que son los retos de ellos,
no los nuestros. Nosotros debemos seguir luchando, pero como mujeres y
hombres de cuarenta, cuarenta y cinco y cuarenta y seis años. Los jóvenes
son, como decía Carlos Fonseca, más dados a una mayor generosidad y
desprendimiento, y les va a tocar, les va a llegar su momento.
Pancho: Creo que lo más importante es hacer algo. Hay un mensaje que
pasan en un canal de televisión que dice: “La fuerza de una persona, de un
ser humano, es su capacidad de hacer algo, cualquier cosa”. Y creo que es
aplicable a la realidad de este país. Es mejor que un joven esté integrado en
algún tipo de actividad cultural, deportiva, social, comunal, ecológica, pero
al fin y al cabo en algo que él quiera, que él crea que va a contribuir a la
transformación de la sociedad, para que sea más justa, con valores sociales
mucho más positivos.
19
La juventud puede hacer algo incluso desde sus propios estudios, es decir,
desde su carrera, su secundaria, su universidad. Es tanto lo que hay que
transformar. Es probable que ahora todo sea más complejo y más difícil de
entender, porque antes era fácil: vos veías a la Guardia en la calle matando
gente y allí no había dónde enredarse. Contra eso había que combatir, lo
tenías palpable todos los días; pero hoy es una sociedad con valores
negativos tan sutiles, que te enredan tanto en esa madeja, que mucha
gente de las nuevas generaciones o de los ciudadanos del país, ni cuenta se
dan de ello.
20
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
**
1
cultural. Su obra poética incluye los libros Llama guardada
(1974), El aire que me llama (1982), y La antología Poética 1974-
1990 Llama en el aire (1991). Actualmente es Decana de la
Facultad de Artes y Letras de la UCA y es activista social y
promotora cultural1.
2
Vaticano, los documentos de Medellín, y se comenzó a hablar de la violencia
institucionalizada, y de alguna manera empezaron a surgir estudios
teológicos que justificaban luchar con las armas en contra de la opresión.
3
pantalla de Embajador de Nicaragua, ha coordinado la represión
contra los movimientos populares revolucionarios y el apoyo
mutuo entre los gobiernos más reaccionarios de la región. Es un
promotor de los planes del CONDECA, del Ejército Unido
Centroamericano (un plan en desarrollo entre los Ejércitos de
Guatemala, El Salvador y Nicaragua), y de la represión
coordinada de los regímenes reaccionarios centroamericanos en
contra de los movimientos populares democráticos y
revolucionarios.
Esta acción ha sido una muestra de solidaridad del EGP, a la
lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional. El Frente
Sandinista lucha por liberar a Nicaragua de la dictadura
somocista y de todas las ataduras económicas, sociales, políticas
y militares que han mantenido al Pueblo de Nicaragua en la
explotación, la miseria, la opresión y la represión de los grandes
ricos nacionales y extranjeros, que han actuado durante los
últimos cuarenta años, alrededor de la sangrienta dinastía de los
Somoza. El Frente Sandinista y el Pueblo de Nicaragua, cuentan
con la solidaridad del Pueblo de Guatemala y con la solidaridad y
el apoyo del EGP.
El asunto es que él fue empeorando hasta que murió. Todo ese tiempo fue
tenso, porque él está cuidado por todos lados, y los rumores eran de que
podían entrar a rematarlo, además que el doctor que lo atendía estaba
amenazado. Bueno, ¡una tensión espantosa!
Y a mí también me dicen que ya no llegue con ese padre Amán, porque ese
padre era comunista. Llegaron mis abuelos, mis tíos, bueno, toda la familia.
Entonces llegó una monja, y por suerte después llegó otro padre de su
pueblo, con él se confesó, comulgó y todo3.
4
Última postal a mi padre, General Meneses:
Vidaluz: Creo que jugó un papel bien importante la base cristiana desde la
infancia. A esa etapa la llamo como una religión mágica, muy linda, el Niño
Dios, las pláticas de mis tiitas, que fue una base ¡claro! Pero en la
adolescencia, como andábamos en cada pueblo con mi papá, me tocó
entrar al sexto grado en La Asunción de León, y después me vine para
Managua.
5
sembrando la preocupación, empiezo a ver la injusticia, que realmente las
cosas no se pueden mejorar si no se cambian las estructuras y todo lo que
viene después. Entonces yo empiezo a escribir.
Mónica: Pasando por todos los barrios de la costa del lago que son muy
pobres, como Acahualinca.
Acordate que estamos hablando de antes del Concilio Vaticano II. A alguien
que hacía preguntas sociales inmediatamente le caía la etiqueta de
comunista, y pues a mí me interesó el asunto, comencé a leer libros de
6
marxismo y encontré allí respuestas que por otros lados no encontraba; con
el inconveniente que era marxismo de manuales y marxismo que en ese
tiempo y, con justa razón, reaccionaba con mucha violencia contra la iglesia
institucionalizada que durante siglos se ha puesto –es doloroso pero hay
que decirlo– se ha puesto sistemáticamente al lado de los opresores y los
contrarios han sido excepciones.
Michelle: Fui a parar, sí; él se reunía con otro señor que a mí me parecía
muy grande y muy importante, para hablar sobre la posibilidad de crear un
frente único en Nicaragua. Todavía no me explico qué representaba ni por
qué estaba yo allí. Pero las cosas, fui a parar allí 4.
7
daban, pero no era por imposición de temas o de actitudes poéticas, no iba
por ese lado.
Vidaluz: Cuando perdimos las elecciones y después en los años 1990, con
este poema cerré un libro como para cerrar esa etapa. Ese fragmento dice:
Michelle: Ese poema, creo que fue importante para vos, Vidaluz, y fue
importante para muchísima gente, porque sentimos que habías expresado y
habías condensado ese lamento. Había sido como una catarsis que nos
permitía decir: Bueno, ahora levantémonos y empecemos a tratar de
caminar. Muchos lo sentimos así.
Felizmente la vida nos volvió a colocar juntas. Hay veces que debemos
escuchar la voz profética, y a vos Michelle, te corresponde la parte fuerte, y
8
si otra vez hay que ir a conciliar, entonces tengo que ir yo. Igual vos,
Mónica, que sos tan valiente. Yo escribo estos poemas, pero realmente los
quisiera decir como ustedes, con esa vehemencia y con esa fuerza.
9
Michelle:
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza
desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz.
Desgraciadamente nosotros,
que deberíamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Mónica: Esto, me imagino yo, tiene que ver con el período después de la
pérdida de las elecciones, es decir, una especie de autocrítica de lo que no
se pudo hacer, que se pudo hacer mejor o no se hizo.
De todas maneras, pensaba que así como estas personas que fueron
profundamente heridas a lo largo de la historia de su vida, fueron capaces
de trabajar con mucho amor, yo también podría hacerlo. Luego pensé que
la Revolución es construida a partir del amor, y no en base al resentimiento,
a pesar de que teníamos grandes discusiones con amigas que se
consideran marxistas y que han estudiado marxismo. Ellas me decían: –Es
que vos sos cristiana, no ves que el Che Guevara decía que había que odiar
al enemigo. Porque a veces la lucha era tan dura, que tenías que ser firme y
entonces allí tenés que arrugar la cara. Vos misma, Mónica, que has sido
una mujer tan bonita, pero has tenido que pelear durísimo, seguramente la
gente te ve brava en la televisión. Es lo que dice Brecht: “La lucha contra la
injusticia pone ronca la voz y te arruga la cara”.
10
sencilla la cosa.
Yo he dicho muchas veces también que cuando se habla del perdón, hay
mucha manipulación de los oprimidos, por ejemplo: con facilidad se le dice
a una mujer mal tratada, a una niña violada o a un pobre que no tiene
trabajo, es que tenés que perdonar y ¿perdonar a quién?, ¿quién le está
pidiendo perdón? Si el perdón es reconciliación, es un proceso. Es complejo
pero bueno, en esas estamos, ¿verdad?
Muchas veces son las personas que han sido más heridas, física y
emocionalmente, las que nos han dado el ejemplo; como algunos
combatientes de ambos bandos que de repente se encontraron y se dieron
cuenta que en el fondo luchaban por lo mismo. Más conmovedor aún, las
madres de caídos de ambos bandos que han sido capaces de dar ese paso.
No nos capturaron a todos porque nos ayudó mucho la gente. Quiero contar
una anécdota impresionante. Salí abrazada con un compañero que,
desgraciadamente, no me puedo acordar quién es. Salimos apercollados
como si estuviéramos romanceando, y la gente nos ayudó a salir, y cuando
estábamos afuera, un guardia que estaba cuidando en el Estadio, nos paró
un taxi, nos montó, y me dijo: –Correte, mamita, que si te agarran te matan.
Si esa persona me está oyendo, pues me encantaría que algún día me diera
una llamada, para vernos y poderle dar un abrazo.
11
en que la represión iba a caer sobre el resto de la gente.
Después de eso hicimos otra operación. Era una fiesta en el Año Dariano,
no sé si era el centenario de algo, pero una fiesta muy notable en homenaje
a Rubén Darío y habían venido personalidades de la cultura del mundo
entero. Entonces se nos ocurrió hacer otra manta que decía: “Año Dariano
sin Tirano”, pero el problema era ahora cómo nos metíamos al desfile,
porque ya nos conocían. Entonces nos fuimos, iba la Hortensia Rivas, que
en ese tiempo era opositora, Carlos Sáenz y yo. Hicimos una lira o un
corazón de claveles rojos –no preciso bien– que decía “UNAN-Managua”.
12
que ustedes van a la cabeza de la manifestación. Nunca este movimiento
ha permitido que los estudiantes vayan a la cabeza, siempre han tratado de
opacarlos, y ahora van a la cabeza, ponete a pensar porqué será. No lo
recuerdo porque ya me está fallando la memoria, pero es un hombre a
quien también quisiera darle un abrazo de agradecimiento.
Y al pobre Ciro, la leyenda le salió muy cara. Fue perseguido y estuvo preso.
Oyente: Buenos días, Mónica, buenos días Michelle, habla Ezequiel Orozco.
Recuerdo cuando leíste allá en el Auditorio 12 de la UNAN aquel poemario
Como los Santos, de Leonel Rugama, con tu voz y tu forma tan peculiar y
tan rica de leerlo. He sido un enamoradísimo de los poemas de Leonel; pero
en tu voz, esa vez cuando los leíste, salía una dulzura y toda una belleza.
¿Lo recordás?
Mónica: Quisiera hablar con ambas, que han tenido varios matrimonios,
del tema de los hijos y de la familia. En el caso de Vidaluz, yo hablaba de
cómo su compromiso le había significado arrancarse trozos de su misma
vida. El caso de su padre, unos dirían ajusticiado, otros dirían asesinado,
por los guerrilleros guatemaltecos, es decir, parte de la gente con la que
ella estaba luchando. Después del triunfo de la Revolución, te tenés que
separar de tu esposo, porque tu esposo se vuelve contrarrevolucionario y
vos decidís y optás por quedarte con la Revolución, con sus imperfecciones,
porque también es tuya; entonces se parte tu familia, se te van unos hijos y
se quedan otros. Eso debe ser una cosa espantosa.
13
Cuéntenme de su relación como mujeres con estos hijos. Quiero que
hablemos ahora un poco sobre cómo están viendo la vida como
revolucionarias, como mujeres, como madres.
Michelle: Era, como dice Mayra, para la Convención del Partido Liberal,
cuando se escoge entre comillas o sin comillas –como queramos– a Somoza
como “candidato”, y entonces habíamos decidido un grupo de mujeres
hacer una manifestación de mujeres enlutadas y fíjate que allí hubo otro
caso interesante.
14
dice: –Porque cuando me muera quiero que quede alguien que les diga a
mis hijos que alguna vez no fui tan hijo de p… como he sido el resto de mi
vida.
Te digo que son cosas que te dan idea de la calidad humana que puede
subsistir, por mucha corrupción que haya en una persona.
Mónica: ¿Lograste decirle a los hijos del agente somocista que te dio esa
información, que su padre no era tan malo?
15
Las dos hijas mujeres viven en Nicaragua: Vidaluz, que siempre estuvo
conmigo, y Carla, la mayor, que es una chavala con el mérito de que se fue
muy jovencita, y sufrió la ruptura, el divorcio, la separación entre su papá y
yo. La Revolución era otro factor de conflicto en mi pareja.
16
Cuando regreso, descubro en el cristianismo una propuesta de utopía, una
propuesta de sociedad mucho más radical que la que habíamos intentado
incluso durante la Revolución Sandinista, con principios de fraternidad, de
igualdad, de asumir cada quien su libertad de manera responsable, de tal
forma que el líder fuera aquel que sirve a los demás, y que eso no fueran
palabras, sino que fuera cierto.
Notas
17
1 Después de la entrevista, también ha publicado Todo es igual y distinto (2004) y la selección
de poemas Sonreír cuando los ojos están serios (2006).
2 El Padre Amado López, SJ. Fue asesinado en El Salvador en la masacre a los sacerdotes
jesuitas junto a Ignacio Ellacuría SJ., Ignacio Martín-Baró SJ., Segundo Montes, Juan Ramón
Moreno SJ., Joaquín López y López SJ. y de Elba Julia Ramos y Celina Mariset Ramos, el 16 de
noviembre de 1989.
3 Hay que recordar que ese atentado se produjo después de los bombardeos genocidas de
Somoza a Estelí y otras ciudades, en septiembre de 1978.
4 En conversación posterior, Michelle precisó que en esa reunión estuvo con Carlos Fonseca y
Víctor Tirado López.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
III
En algún momento, Luis Enrique nos dijo: “Las canciones son para reafirmar
nuestra historia”. Sin espacio a dudas, la amplia obra artística de los Mejía
Godoy no es sólo la concreción musical de la historia de lucha
revolucionaria sandinista en Nicaragua, sino que es además expresión de la
vida misma de sus progenitores, composición humana vivida con profundo
compromiso político. Poniendo su cuerpo, cuerdas vocales, arte, picardía y
filosofía al servicio de la emancipación, desbordaron de esperanza y alegría
infinitos encuentros populares, infundiendo el arte en las venas de la
Revolución.
1
nicarafricanica.
Como dijo uno de los oyentes, nunca ha habido una Revolución sin un
fenómeno musical, sin un fenómeno de música de protesta. Este baluarte
de la música nacional y de la Revolución Sandinista, con más de doscientas
canciones y dieciocho discos, nos acompañó en dos programas radiales,
compartiendo anécdotas, canciones y reflexiones. Al despedirse, con un
guiño de ojos, nos dejó la siguiente advertencia: “Las canciones no son sólo
para la nostalgia, sino para resembrar”. Las plazas, parques y ciudades
siguen reclamando el concurso permanente de su legado artístico, que es
hijo de su esfuerzo y de la historia revolucionaria latinoamericana.
Luis Enrique: Realmente el regalo no soy yo, porque más bien el regalo lo
recibo yo, el privilegio, la alegría, el honor de poder estar aquí. Quiero
felicitarte y felicitarnos como pueblo, como nicaragüenses, por este grupo
de personas que se han empeñado en hacer este programa.
Luis Enrique: Hasta, más o menos, los ocho años. Nací en un pequeñísimo
pueblo del cual estoy orgulloso, uno de los más pobres de Nicaragua,
Somoto, departamento de Madriz. Vengo de una familia de músicos
populares. Mi padre era carpintero, mi madre era artesana del pan y
también mataba chanchos los fines de semana. Nacimos en el seno de una
familia con mucho amor al trabajo, a la dignidad y la honradez de trabajar,
prácticamente sin ningún involucramiento en la política.
Ese pueblo nos vio nacer con muchas inquietudes que traíamos en la
sangre, como digo yo, traemos un relincho en la sangre, en donde la
música, el arte, la cultura, la comunicación, la palabra, la poesía, la
artesanía, los valores auténticos de nuestra cultura y nuestra identidad,
estaban en primer lugar.
Luis Enrique: Las tres Marías: María de los Ángeles, María Lucila y María
Concepción “Conchita” y los cuatro hermanos: Carlos, Chico Luis, Armando
y yo.
2
Mónica: A tu hermana, Lucy, la conocí en León cuando estudiaba en La
Pureza, estaba interna y era destacadísima en el piano.
Luis Enrique: Las tres Marías y los cuatro sobrinos de Monseñor, nos
venimos a vivir con mi tío Monseñor Luis Enrique Mejía y Fajardo a la
Catedral de Managua. Toda la gente del norte que quería estudiar
secundaria, que tenía posibilidades, tenía que mandar a sus hijos fuera,
porque no existía la secundaria en Somoto ni en Estelí.
Mónica: ¿De dónde les viene a los Mejía Godoy la vocación musical?
Luis Enrique: Desde muy joven tuve sensibilidad por los problemas
sociales y las causas justas, pero no sabía cómo canalizar mi rebeldía.
Contra la guerra en Vietnam, por ejemplo, contra la sociedad de consumo y
las marcadas diferencias sociales, la pobreza y la marginación, y por
supuesto, contra la falta de libertad y los desmanes de la dictadura
somocista.
De tal manera que fue hasta que me fui a estudiar Medicina a la UCR,
donde pude leer con libertad los libros que en Nicaragua eran prohibidos, y
me inserté en la realidad política de este hermano país, sobre todo, cuando
decidí ser cantautor.
Tenía veinticuatro años cuando leí El Diario del Che y el libro de Gregorio
Selser sobre el General Sandino. La lectura de la poesía de Neruda –y su
militancia política como poeta e intelectual–, los libros de Carlos Luis Fallas,
de Costa Rica, de Ernesto Cardenal, y los primeros cuentos de Sergio
Ramírez, me ayudaron a entender mi compromiso como artista. Trabajaba
vendiendo equipos de sonido para poder cantar mis primeras canciones
sociales.
3
Mónica: ¿Qué experiencias te marcaron?
Esto me abrió más los ojos. En un país como Costa Rica, donde
supuestamente el pueblo era pasivo, encontré un terreno fértil para
sumarme a una lucha, desde mi oficio de trovador, y optar por ser un
militante de izquierda y aspirar a ser un revolucionario; todavía no tenía
ningún contacto formal con la izquierda costarricense y mucho menos con
el Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Mónica: Todas esas canciones de 1970 siguen siendo vigentes. Cuando vos
oís Hilachas de Sol, hablás de la tierra labrada mal repartida y sigue
existiendo este problema de campesinos sin tierra. Y en Primero de Enero,
dice: “El patrón va entrando a misa disfrazado de cordero, se da golpes en
el pecho, pero es duro ese cuero”...
4
represión de la Guardia Nacional contra los manifestantes, y también pude
ver el papel de los políticos tradicionales y uno de los primeros pactos de la
oposición con los Somoza.
Ese año me fui a Costa Rica y, al poco tiempo, Humberto Ortega y un grupo
de revolucionarios realizaron la acción armada para liberar a Carlos Fonseca
Amador de la cárcel de Heredia. Muchos años después, yo haría un
concierto especial en esa penitenciaría.
Viví doce años en Costa Rica, ahí escribí gran parte de mis canciones y ahí
adquirí conciencia. Conocí mi compromiso político primero en Costa Rica,
cuando me reclutaron para el Partido Vanguardia Popular, que era el Partido
Comunista.
Luis Enrique: Sí, pero desgraciadamente aparecía así hasta en los libros.
Compañero César es la primera canción que compongo dedicada al General
Sandino.
5
Constabularia2, los campesinos reclutados por los invasores, que era la
Guardia de aquel tiempo, perdían la pista del guerrillero. Es un homenaje a
Sandino en donde la luna, el río, la noche, las estrellas le dicen, yo también
estoy con vos, también estoy en la lucha.
6
sorprendente cómo algunos quieren anularlo. Hay personas interesadas en
hacer creer, y casi siempre pasa con los muertos, que Sandino fue un
aventurero. Y no hablan del Sandino revolucionario, en el verdadero sentido
de la palabra, el Sandino responsable de sus actitudes y palabras, su
consecuencia, y tratan de ponerlo como un loquito esotérico –con respeto
para la gente que cree en estas cosas–, como una especie de espiritista que
consultaba a los astrólogos para ver si debía hacer un ataque o no. Es cierto
que Sandino era un hombre pequeño de estatura física, pero su estatura
moral y política absolutamente nadie la puede rebajar.
Luis Enrique: Sí, la María Venancia. Por cierto que la historia de las
Campesinas del Cuá es un hecho histórico que salió en el diario La Prensa y
que inspiró a dos poetas, Alejandro Dávila Bolaños y Ernesto Cardenal, a
escribir poemas sobre el tema. Después Carlos Mejía Godoy, mi hermano,
se inspiró en los dos poemas para escribir Las Campesinas del Cuá. Un
joven escucha la canción y a lo mejor se le puede ocurrir que eso no pasó
en Nicaragua, pues ¡sí pasó!, y podría volver a pasar si nos descuidamos.
Esta es una canción increíblemente histórica, testimonial.
Luis Enrique: Sí, en los años 1971 a 1974 viajé a Nicaragua y me encontré
con mi hermano para sumarnos a las actividades del Grupo Gradas, en
solidaridad con los presos políticos. Anduvimos en Granada y Masaya con
David Mcfields y Rosario Murillo, con El Chele Gámez, y un montón de
gente. Había otros muchachos que empezaban a aprender a tocar guitarra
y se sumaban. Eran momentos difíciles y hermosos, la Guardia llegaba a
desbaratar las actividades.
7
Luis Enrique: Sí, mucha gente se sumaba a estas actividades
espontáneamente, a cantar sus poemas, canciones, a decir sus testimonios,
eso fue muy importante.
8
Es importante decir que Flor de Pino es una melodía anónima recopilada por
Los Bisturices Armónicos en la Comarca de Tomatoya, de Los Soñadores de
Saraguasca, en Jinotega. Carlos le puso letra y en esa letra menciona la flor
de pino que Sandino le regaló a Blanquita. Esa era una manera muy sutil de
hablar de Sandino. Cuando Carlos hace la María de los Guardias, dice:
“...contra un hombre arrecho llamado Sandino...”. Todas estas formas
sutiles fueron una forma de ir intentando despertar en la conciencia del
pueblo nicaragüense la historia del General de Hombres Libres.
Mónica: ¿Dirías que la familia les inculcó una gran sensibilidad social?
Luis Enrique: Venimos de una familia de músicos populares, desde ahí mis
padres nos prepararon para que nosotros fuéramos lo suficientemente
sensibles a los problemas sociales. Desde que yo tengo uso de razón, yo
agarro una guitarra y empiezo a cantar las canciones campesinas, los
tangos de Gardel, las canciones de Guti Cárdenas y Camilo Zapata. Me doy
cuenta que soy sensible, pero descubro en el camino que hay muchas cosas
que todavía no se dicen, ni se pueden decir.
Luis Enrique: Sí, bellísima canción que Carlos escribió para la chinita Arlen
Siú. Te cuento que nosotros tuvimos el honor de compartir con ella,
cantando juntos.
9
Me acuerdo que fue el 27 de diciembre de 1974, justo en el momento en
que el Frente Sandinista estaba haciendo el operativo Diciembre Victorioso,
ese mismo día, a esa misma hora, nosotros estamos cantando con Carlos,
los hermanos Duarte, el Indio Pan de Rosa y Arlen Siú, en una actividad por
los reos políticos en el teatro de San Marcos, Carazo. ¿Te imaginás? ¡Hasta
me pongo erizo!
10
en la RDA y Cuba. También me sumé a las actividades de solidaridad con
Chile, México, El Salvador, Panamá y Guatemala. Había conocido en la RDA
y Cuba a importantes grupos chilenos, argentinos, cubanos y uruguayos,
entre otros, que me ayudaron a entender más aún la importancia del canto
social, revolucionario y comprometido con las luchas revolucionarias.
11
Mónica: Y a propósito de Costa Rica, la gente ha librado hermosas batallas
contra la privatización de los servicios públicos, contra los tratados de Libre
Comercio (ALCA) que son las nuevas formas de neocolonialismo. El
movimiento del pueblo tico ha sido de una gran fortaleza y de impacto en
Centroamérica.
Luis Enrique: Vos sabes que el otro día que se movilizó el pueblo, me daba
envidia, quería estar en Costa Rica cuando me dijeron. Te das cuenta que la
gente no está dormida, te das cuenta que todo sirve, te das cuenta que se
cosecha muchos años después de haberse sembrado las cosas.
Este fue un movimiento de las masas desde las bases, de la gente más
humilde, más sencilla, de las amas de casa. Claro, entonces yo digo, ¡valía
la pena! Porque guardo tanto respeto por Calufa Carlos Luis Fallas, por don
Manuel Mora Valverde, por tanta gente que yo quise, por tanta gente que
me abrió los ojos a mí también.
12
hicieron de la Revolución un hermoso canto, que lamentablemente fue
traicionado por ambiciones personales, pero que en nada tocan la esencia
verdadera del sandinismo, que sigue viviendo en la preciosidad de la
música vernácula, de protesta, de la música testimonial.
Luis Enrique: Romper el Silencio es una canción que escribí entre junio y
noviembre de 1995, y que está dedicada a la lucha justa en contra de la
violencia hacia la mujer. Esta canción la hice para que la escuchen las
mujeres, pues las canciones se hacen para que se escuchen; y yo creía que
era un tema que iba a interesar mucho a la mujer nicaragüense y en
general a la sociedad, pero no se escucha mucho. A lo mejor los machistas
no quieren que se escuche, porque es un tema muy espinoso, que pone el
dedo en la llaga sobre el maltrato a la mujer.
13
es la canción de cajón y también es la canción de fondo con que nosotros
logramos identificar el programa. Vos has logrado captar el drama de
nosotras las mujeres nicaragüenses víctimas del maltrato y el machismo.
Mónica: Luis, vos sabés que todos los 19 de julio, la gente quiere tener a
los Mejía Godoy y a tantos otros artistas celebrando el aniversario del
triunfo en la Plaza. Está claro que ésta es una situación complicada
vinculada con los grandes problemas que enfrenta el sandinismo hoy y la
dirigencia del Partido FSLN. Hay que decir que el Movimiento Revolucionario
Sandinista –hasta un poco después de 1990– estaba encabezado por el
Frente Sandinista, y lo que ocurre después es que pasamos de ser un
movimiento revolucionario amplio, a un partido con sus líos partidarios.
14
Luis Enrique: Totalmente de acuerdo. ¿Qué es lo que quisiéramos
nosotros? Yo quisiera que fuera la canción la que convocara y no ningún
partido, que fuera la conciencia sandinista de todo los que queremos
homenajear esa lucha, y de todos los que nos sentimos sandinistas,
independientemente que estés de este lado o del otro lado, al centro, a la
izquierda. No creo que haya sandinistas de derecha, es decir sería una
contradicción eso, como decir revolucionarios de derecha, ¿cómo es eso?,
no le podés meter al carro el retroceso al mismo tiempo que la primera.
Luis Enrique: Sí, porque la caja es como la conciencia. Por eso estas
canciones tienen vigencia, porque nunca han estado oportunistamente, sino
que han nacido producto de la lucha, la conciencia, de una guerra y una
revolución. Yo tengo la suerte de haber podido viajar por América Latina y el
mundo, y he podido comprobar, gracias a Dios, que la canción nuestra no
solamente ha sido útil para Nicaragua, sino para otras luchas, otras
sociedades, otros momentos históricos de otros países.
15
las dictaduras más terribles. Juntémonos por la esperanza, la utopía, los
sueños. Hay mucha gente que directa o indirectamente se involucró en este
hermosísimo, duro y complicado proceso revolucionario que sigue siendo
ejemplo en la conciencia de muchísimos. Volver a abrazarnos y decirnos: La
solidaridad no ha desaparecido entre los nicaragüenses, no ha podido el
neoliberalismo, ni la oferta ni la demanda ni la libre empresa, no han
logrado borrar de mi conciencia los principios que me hicieron y que voy a
tener hasta que me muera.
Luis Enrique: Así es, porque mi padre se murió y nunca fue sandinista, ni
siquiera fue revolucionario, pero fue tan honrado que es lo más parecido a
todo lo que nosotros queremos ser.
Oyente: Le llamo de la Colonia 14 de septiembre. Es bonito oír este
programa, pero ¿cómo haríamos nosotros los sandinistas para que hubiera
la misma unión de antes? Con esta separación que hay nos decepcionamos
completamente. Somos sandinistas, lo llevamos en la sangre, pero cómo
hiciéramos para que, como por arte de magia, volver a ser como en
tiempos pasados.
Yo soy una vieja de sesenta años, pero viví todo: cooperé, ayudé, fui
colaboradora histórica, siento mucho amor por el Frente Sandinista, y
deseáramos muchísima gente que volviéramos a comer en la misma mesa.
No estar separados. Porque nos sentimos, pues, como defraudados, como
desmoralizados, porque quienes somos perjudicados es la pobretería. La
cúpula no pasa lo que pasa el pueblo.
16
Voy a poner un ejemplo sobre principios cristianos. Fui bautizado, hice la
primera comunión, la confirmación, me eduqué en colegios cristianos.
Quiero decir que a pesar de todos los errores y los problemas en la
educación, en que a uno con sangre le metían las materias, el resultado que
tengo de esa formación es un balance bueno. Esa formación cristiana,
católica, a mí me hizo tomar mis propias opciones. Claro, también mi
familia, mi padre, mi madre, mis abuelos, mis primos, mis tías, hicieron que
nosotros fuéramos por ese camino correcto.
Pero cuando se habla de unidad, bueno voy a ilustrar con una anécdota.
Recuerdo cuando el cura del pueblo nos mandaba a apedrear a los
protestantes, y nos daba confites en premio. ¿Vos podés creer esto, Mónica?
17
Entonces me siento mal, me siendo excluido, y si algún día, ojalá que no,
me pueda sentir amenazado, yo digo, es cuando yo me pregunto: ¿Valió la
pena los cincuenta mil muertos, todos los hijos de las compañeras que
murieron, que nos han llamado? ¿Por cuál causa? Es doloroso, es muy
difícil, es muy complicado. Trato por eso en mis canciones de hablar de esos
temas desde una perspectiva de esperanza y no de cerrazón, desde una
perspectiva de unidad de la conciencia del pueblo, para poder tener opción
a lo que uno crea mejor, y no sentirme excluido. Porque te ponen en una
disyuntiva en las votaciones: Mirá, mucho cuidado, tenés que votar por éste
porque si no, sí ganan los otros.
Luis Enrique: Te voy a decir una cosa, este programa podría llamarse
“Entre la Rabia y la Ternura”, porque exactamente son dos sentimientos
que parecen contrarios, pero que son complementarios, porque son partes
fundamentales del ser humano. Yo insisto mucho en que nada se ha
perdido, no todo está perdido; nos queda la conciencia, nos queda el
corazón, nos queda la certeza.
Siempre hice esa reflexión, yo estoy en esta historia porque estoy para
reafirmar mi conciencia de ser humano. Lo terrible es la ignorancia, lo
terrible es cuando los jóvenes, por las drogas y la delincuencia, no tienen
dónde agarrarse. Nosotros tenemos una enorme responsabilidad con esta
juventud. Yo no quisiera que mis canciones sólo fueran por la nostalgia, sino
para resembrar; aunque algunos temas están superados, pues ya no hay
guerrilla ni dictadura. Lo que quiero decir con esto es que yo quiero seguir
luchando. ¿Vivimos en una época equivocada? No, vivimos en una época
18
muy difícil.
Mónica: Es una etapa, como vos decís, muy compleja. Por eso debemos
recurrir a herramientas de análisis científico de la realidad, para
desmenuzarla y poder aportar en su transformación.
Yo no tengo que ser político para hablar de la política, no tengo que ser
candidato a nada; desde mi oficio de cantautor, tengo el derecho de
analizar la realidad nacional y no estar marginado de eso. Se habla de
libertad de expresión ¿no?, y a veces da la impresión que la libertad de
expresión solamente debe estar en los medios de comunicación y no en las
personas; porque sin pueblo, ¿para qué medios de comunicación?
La libertad
Esa palabra tan sencilla
pero a la vez tan maquillada
se ha convertido en una farsa
una promesa repartida
entre los pueblos
con migajas
La libertad
esa canción aún no cantada
a un costo, riesgo y sacrificio
casi al final del precipicio
sigue luchando por amar
su identidad tan maltratada!
La libertad
me hizo cantar sin la mordaza
sin recompensa, ni coraza
y sin temor a equivocarme
de ganarme el derecho
de amasarla como el pan
19
La libertad
creció en la calle y la disputa
por el derecho de su lucha
y han querido extorsionarla
con ofertas y demandas
¡como si fuera una puta!
La libertad
nunca se puso de rodillas
cuando la muerte la acechaba
y pudo más el que sembraba
que el que mataba y
encarcelaba su semilla.
Notas
20
1 Hilachas de Sol es el primer disco de canciones sociales y fue grabado con CBS-INDICA, en
Costa Rica, en 1970; aunque salió a la venta en 1971.
2 Se refiere al primer nombre de la Guardia Nacional, que fue concebida como un órgano
policial, para el mantenimiento del orden público interno. Constabular o Constabularia, palabra
que el Diccionario Oxford traduce como Policía.
4 Así le decían a un vehículo que tenía puertas de malla, donde trasladaban a los
capturados.
5 Este programa se realizó en los días en que se había desatado una campaña del gobierno de
Arnoldo Alemán, en contubernio con la jerarquía de la Iglesia Católica, contra los movimientos
de mujeres.
El Cardenal Miguel Obando dio declaraciones contra las mujeres, diciendo que se sentía
amenazado por ellas. Otros voceros la enfilaron directamente contra Vilma Núñez de Escorcia,
Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), acusándola de criminal
abortista. Las mujeres organizadas estaban defendiendo, entre otras cosas, el derecho a
mantener la no penalización del aborto terapéutico en el Código Penal.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
IV
1
En julio de 1969 cae heroicamente el Jefe de la Resistencia Urbana, Julio
Buitrago, y ese mismo día cayeron también Marco Antonio Rivera, Aníbal
Castrillo y Alesio Blandón. Durante todo ese año fueron capturados Doris
Tijerino y Gloria Campos, Filemón Rivera y Carlos Guadamuz. En agosto cae
preso Carlos Fonseca en Costa Rica, y en diciembre en un intento por
liberarlo son heridos y capturados, Humberto Ortega y Rufo Marín.
¿De qué se trató? ¿Qué se hizo en esa etapa? ¿Cuánto tiempo duró? ¿Qué
significó en términos políticos y militares? Ésas y otras interrogantes son
despejadas por el Comandante Bayardo Arce, uno de los artífices y
ejecutores de esa estrategia.
2
Mónica: ¿Cuándo te integrás al FSLN?
Las elecciones fueron a fines del año 1969, además era la primera elección
que después de muchos años la ganaba la izquierda, porque antes había
estado en manos de socialcristianos; el candidato que derrotamos fue a
3
Paco Fiallos.
Bayardo: En esa época mantuve contacto con Leonel Rugama, con José
Benito Escobar, tuve reuniones con Jaime Wheelock, pero también me reuní
con “El Ronco” Oscar Turcios, él fue quien me planteó que me metiera al
CUUN y quedé bajo su responsabilidad. Después comencé a trabajar
bastante vinculado a él.
Entonces yo me olí que este Frente no era tan grande, si yo estaba recién
entrado y de repente era miembro del Estado Mayor de la Resistencia
Urbana. El Jefe era Polo Rivas, y también estaba clandestino Víctor Meza.
Legales estábamos Emmett Lang y yo. Recuerdo que después de la
juramentación, me manda a llamar Polo Rivas para darme indicaciones, con
aquel estilo colorido que habla a toda verga: –Usted tiene que conseguir
casas, carros, brabrabrá brabrabáa… Entonces le digo: –Compañero, ¿y los
clandestinos qué hacen? Irrespetuoso, usted es un irrespetuoso –me
contestó. Todo eso desapareció, porque cayeron presos o tuvo que salir
asilada una serie de gente.
Hablando Edgard Munguía, Omar Cabezas, Marlen Chow y yo, vimos que
prácticamente alcanzábamos en un sillón. Sin guerrilla en la montaña, sin
nada en la ciudad, y todo el mundo preso. Entonces iniciamos una gran
jornada que incluyó la famosa toma de las iglesias para evitar que mataran
a los compañeros presos y para lograr su libertad.
4
De alguna manera ese gran movimiento masivo a mí me sirvió para
sobrevivir en la semi-legalidad, un poco amparado en el cargo de
Vicepresidente del CUUN y, por otro lado, en la dinámica de ese movimiento
de masas. Pero nosotros vimos que obviamente no teníamos capacidad de
nada, más que de seguir trasladando la ilusión, la utopía y el espíritu de
lucha a nueva gente, pero conscientes de que eso no lo podíamos hacer
bajo la presión de la represión. Entonces lo mejor era que la dictadura y la
Oficina de Seguridad Nacional creyeran que el Frente Sandinista había sido
aniquilado. Vimos que lo que más le convenía al futuro de la Revolución, era
hacerle creer al gobierno que nos había aniquilado, y virtualmente, hicimos
desaparecer la existencia del Frente Sandinista.
Con todas las estructuras desmanteladas, nadie nos quería dar aquí en
Managua dónde meter a Oscar Turcios, porque los pocos colaboradores que
tocábamos, profesores, gente de ese mundo universitario, todos te decían
que aceptaban a cualquiera menos al “Ronco”, porque lo andaban
buscando; pero resulta que “El Ronco”, no era ronco, era afónico.
5
publicamos en un escrito que denominamos “La Teoría de las
Organizaciones Intermedias”, un folleto que fue el nervio de la estrategia de
acumulación de fuerzas en silencio.
De ahí surgen las vinculaciones con el movimiento cristiano, que ahí fue
donde te reclutamos a vos. Vos eras del movimiento cristiano de León, y
nosotros dijimos, ve, aquí hay una gente progresista.
6
hasta entonces, los somocistas, por medio del diputado Panchito Argeñal
Papi.
Pero imagínate que era de lujo, tener a esos cuatro profesores para
entrenarlo, hasta que nos ganamos a la comunidad y con él comenzamos a
reclutar a familiares, amigos, etcétera, de tal manera que esa zona la
llamamos “El Fuerte”, porque todos los Bervis vivían como en una cuadra
que se comunicaba por el patio. Allí precisamente es que recibimos a Pedro
Aráuz, a Henry Ruiz, a todos, en El Fuerte; ya teníamos mejores condiciones
para recibir gente.
Bayardo: Sí, lo que pasa es que había toda una situación. Oscar Turcios me
comenzaba a decir: –Los compañeros de la montaña tenemos que hablar
7
con la Dirección del campo. Entonces le dije una vez: –Brother, aquí entre
bomberos no nos pisemos la manguera –que era una frase que le gustaba a
él–, no somos ese montón de gente que decimos, ¡es que si fuera así, no
estaríamos sólo vos y yo!
8
Incluso Tomás Borge fue, por ahí en el año 1967, cuando estaba legal, uno
de sus dirigentes. Estaban también Álvaro Ramírez, los Arévalo, y otros
más.
Sin embargo, nosotros vimos que esa experiencia fue positiva, puesto que,
a través de Movilización Republicana, se había dejado el fruto de una serie
de trabajos que para entonces a nosotros nos permitió detectar gente en
los barrios. Y de esa manera pudimos después reclutar militantes populares.
Todos estos fenómenos fueron, precisamente, los que nos llevaron a ser un
movimiento muy amplio, sin etiquetas. No andábamos con la etiqueta de
que sólo tenemos que buscar a los marxistas leninistas. No, aquí entraban
cristianos, entraba gente con distintas motivaciones; tampoco le pedíamos
a todo el mundo, porque ahora hemos caído en un sectarismo: si el
militante no llega a la hora de la lucha popular a levantar barricadas y a
poner llantas, no es militante; si no llega a hacer mantas no es militante.
No, en esa época nosotros decíamos: Ve, éste tiene madera de combatiente
de la montaña, éste puede prestar casas, éste puede servir de correo, éste
simplemente va a ser propagandista con su guitarra, y todo el mundo tenía
cabida en el Frente.
9
Bayardo: Para esa época, efectivamente, me había convertido, aun en la
situación de legalidad o semi-legalidad en que andaba, en uno de los
cuadros de dirección, con responsabilidades en el Frente. Incluso era
responsable del movimiento estudiantil, del FER, y también del trabajo
operativo.
Pedro Aráuz fue el más grande organizador que tuvo el Frente Sandinista.
Hay un fenómeno muy interesante. Pedro era un estudiante de ingeniería
que se vinculó al Frente a través del FER, y su característica inicial era más
bien la de un hombre de acción conspirativa-militar. Podría decirse que a
primera vista la valoración que podías hacer de Pedro Aráuz es que tenía
toda la madera de un combatiente, sin embargo, yo fui descubriendo en él
una característica valiosa, que es la cualidad del aprendizaje.
Cuando conocí a Pedro, yo acababa de salir del CUUN y estaba al frente del
FER, y recuerdo que él era muy hábil para preguntar sobre nuestras
experiencias organizativas en el movimiento estudiantil. Yo trabaja en esa
época como periodista del diario La Prensa y él era muy dado a curiosear, a
10
aprender y absorber. Te interrogaba y absorbía de tal manera, que eso le
fue permitiendo acumular una cantidad de conocimientos y de experiencias
indirectas que le ayudaron desarrollar esa cualidad de ser el gran
organizador.
De modo que, en el año 1973, cuando cae Oscar Turcios, que estaba al
frente de la organización junto a Ricardo Morales, ese proceso le permitió a
él comprender y conducir el mando de la organización en el país. Toda esa
experiencia le permite a él seguir conduciendo ese proceso de acumulación
de fuerzas en silencio, hasta que rompimos ese período con la toma de la
casa de José María “Chema” Castillo en diciembre de 1974.
Mónica: Me parece que es muy importante esta estrategia de acumulación
de fuerzas en silencio, y creo que hay que estudiarla con detalle para
extraer sus enseñanzas para el momento que actualmente vivimos. Estaba
leyendo a un estudioso norteamericano, no recuerdo el nombre, que decía
que los estrategas si bien es cierto nacen –dice él–, que traen un olfato
especial, pero se hacen también, y dice: “No hay posibilidades de estrategia
sin la historia”, y pone el ejemplo de Clausewitz, analiza la vida de este
maestro de la estrategia y concluye que su principal herramienta fue el
estudio de la historia, el análisis de las guerras. Y concluye que: “No se
puede hacer estrategia sin un estudio minucioso de los acontecimientos
históricos”.
Bayardo: Yo creo que estrategia tenemos; tal vez haya que precisar más
las acciones estratégicas. Pero comparto con vos que el problema central es
que esta estrategia no ha sido discutida, y por lo tanto, asimilada por la
militancia. Y es difícil que la asimilen, como bien citabas vos a este
11
estudioso norteamericano, si desconocemos la historia, porque de repente
aparecen planteamientos de la estrategia que hay gente que los asume o
los rechaza como chispazos del momento, desconociendo precisamente el
fundamento que pueda tener tal o cual acción.
Yo veo, por ejemplo, que hay un debate en el Frente Sandinista sobre los
empresarios sandinistas, que los empresarios van, que los empresarios
vienen, que quieren aburguesar al Frente, que si son burgueses. A mí me
extraña ese tipo de debate. Hombré, yo recuerdo que cuando estábamos en
esa etapa de acumulación de fuerzas en silencio y después que iniciamos
los fuegos en el año 1974, nosotros teníamos hasta un planteamiento
programático en el Programa Histórico del Frente Sandinista, donde
decíamos que a los terratenientes que se sumaran y apoyaran a la guerrilla
les íbamos a respetar sus propiedades, teníamos planteamientos para el
sector empresarial del país, teníamos un planteamiento abierto en las filas
del Frente, de tal manera que al Frente se integraron y murieron luchando
una cierta cantidad de empresarios.
12
los empresarios no está relacionada con su participación, su derecho a su
militancia y a ocupar responsabilidades de dirección. Pero la lucha ahora
tiene un marcado énfasis electoral, entonces también se dan problemas de
gente cuyo único propósito es acercarse para obtener cargos de elección en
el que ponen su dinero en esa función. Yo creo que un partido
revolucionario como el nuestro debe tener mecanismos que permitan
precisamente que todos participen; pero que a la vez no se convierta en un
partido dominado por los empresarios, un sector que por su propia
naturaleza de clase obviamente tendrá un determinado tipo de intereses en
ese partido.
Ahora tal vez nos chiveamos si un militante del Frente entra a trabajar al
gobierno de Alemán, pero por qué, porque ya comenzás a dudar: hombré, y
éste estará allí trabajando para apoyar la lucha o para su beneficio
personal. Pero bueno, yo creo que es legítimo ese temor y hay que
neutralizarlo con medidas político-organizativas, con el trabajo propio del
partido, pero a su vez también hay que saberlo enfocar.
Una cosa es que vos tengás esa preocupación y otra cosa es cómo lo
enfocás, porque es que además es una contradicción, porque la Revolución
Sandinista no sólo se comprometió con los terratenientes y atrajo a esa
gente, sino que después hizo empresarios. ¿No hicimos la Reforma Agraria?
Nosotros creamos la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG) y
después nosotros agarramos el Área Propiedad de los Trabajadores (APT) y
les dimos propiedad a ellos y a los trabajadores de la Central Sandinista de
Trabajadores (CST) y los hicimos empresarios. Y ahora resulta que ser
empresario es un pecado para militar en el Frente, es una contradicción.
13
Mónica: Pasando a otro tema. Dentro de la estrategia de las
organizaciones intermedias se vinculan a los movimientos cristianos. ¿Cómo
fue esa vinculación?
Se da la casualidad que, por otro lado, ha caído donde Uriel Molina, Víctor
Tirado, quien llega como que es un profesor que estaba allí haciendo
estudios. Víctor lo ha de recordar bien porque estuvo un tiempo allí; y
entonces esto se volvía un poco raro, pues cuando comienzo a entrar en
contacto allí, no sé que Víctor está metido donde Uriel, transitando.
14
En León ya estaban también las vinculaciones con “Pin”, Oscar Pérezcassar,
y entrás vos y comenzamos a desarrollar otra dinámica.
Bayardo: Pero “Federico”, con la mejor buena intención; lo que pasa es que
lo mal informaban, y además había compartimentación, vos sabés,
estábamos en la clandestinidad.
15
Mónica: Después de la caída de los compañeros en Nandaime, se decide
dejar a Pedro Aráuz de manera provisional al frente del trabajo, y en el año
siguiente entra Edgard Munguía a una reunión para discutir el tema de
quién queda al frente. Supuestamente él viene a trasladarle la decisión de
Carlos Fonseca, de que él se haga cargo de la montaña, y que Henry es el
que queda como Responsable en el interior del país, sustituyendo al
“Ronco”.
16
montaña.
Los que estuvieron en esa reunión eran los cuatro de la ciudad: Eduardo,
Plutarco, “Federico” y yo; y tres de la montaña: Henry, Víctor y Jacinto
Hernández. Ésos éramos los que estábamos en la reunión y “La Gata”
Munguía, a quien sacamos de la reunión mientras discutíamos.
Bayardo: Tomás estaba sancionado, pero tal vez estuvo. Carlos Agüero
también podría haber estado, pero no los recuerdo.
Mónica: Henry Ruiz no se ubica en esa reunión, pues dice que no, que él
nunca estuvo en ninguna reunión donde se haya discutido esa cosa de la
jefatura. Humberto afirma que además, entre las cosas que mandan a decir
Carlos y él, es que Jaime pasa a ser miembro de la Dirección y esa es una
de las cosas que ustedes rechazan tajantemente.
Mónica: ¿En esa reunión se habla de una operación para rescatar a los
presos?
17
Recuerdo que andaba semi legal. Voy a ver todo el trabajo, porque, como
tenía más movilidad, me delegan esas tareas. Se supone que voy a
reunirme con los principales cuadros de Chinandega, entonces a mí me está
esperando Emerson en la carretera y me lleva a una rancha abandonada
antes de entrar a Chinandega, y allí llega Plutarco Hernández. Les pregunto
dónde está la gente: –Se supone que yo vengo a reunirme con los
compañeros, con los responsables. Me comienzan a inventar que hay
situaciones operativas, pero como yo tengo toda la conexión con los
cuadros legales del movimiento de masas y por otro lado chequeo y no hay
tales, entonces a mí me huele raro que ni siquiera me puedan llevar a una
casa de seguridad; sólo hay agua y un morral, como si estuvieran en la
guerrilla.
18
pero estaba en manos de tres contactos, un campesino que era curandero,
un bandido que nos cobraba por cada caminada: –Es que siempre que
tengo que dejar la huerta, tengo que contratar a un hombre, entonces
necesito veinte pesos para contratar… y no sé cuánto para la comida y que
aquí que allá. “El Brujo”, le decían, y otro al que le decíamos “El Sheriff”,
que quedaba por Santa Teresa de Guasuyuca 4; si no me equivoco se
llamaba Desiderio Castillo, y el otro contacto quedaba allí por Santa Isabel,
por San Lucas.
Oíme esto, porque es para cagarte de la risa, la Ruta Augusto Sandino tenía
dos direcciones: de allí donde me estaban sembrando, tenía que abrir una
ruta clandestina por montes, porque estábamos inspirados en la Ruta Ho
Chi Minh, de tal manera que pudiera por esa ruta abastecer a la montaña
de armas, hombres, alimentos y vituallas.
La ruta tenía que bajar por el lado de Limay, hasta llegar al Río de Los
Quesos. La gente de León iba a avanzar también, y el punto de encuentro
con las fuerzas de occidente era el Río de Los Quesos. Yo tenía que avanzar
de allí hacia abajo y después ir hacia la montaña, en dirección a Peñas
Blancas, que queda delante de San Juan de Río Coco, allí iba a pegar yo con
la gente de la montaña que venía avanzando.
Pero todo eso tenía que ser en el monte, de manera que no nos detectaran
y no nos bombardeara el enemigo. Entonces me mandaron con mi
machete, para abrir ruta, porque había que ir abriendo el abra, toda esa
mierda, y cuando yo llegué, entré de noche a la zona, entonces cuando
amaneció y veo donde estoy dije: – ¿Qué hago yo con este machete?,
porque ¡era una pelazón de la gran puta! No necesitaba machete para nada
si era una pelazón total esa zona de
Somoto, entre Ocotal y Santa Isabel, que era donde vivía este viejito.
Por otra parte, recuerdo que me mandaron con una camisa de manta azul,
de blue jeans y mis botas y un sombrero; entonces cuando comienzo a ver
de largo todo, nadie usaba manta azul, nadie usaba blue jeans, nadie usaba
sombrero y por supuesto nadie andaba con un machete haciendo el
ridículo. Ah, bueno, llevaba una gran mochila, hecha de bramante, donde
iba mi hamaca, una libra de carne asada al sol y todo eso se suponía que yo
19
lo anduviera en la guerrilla para acampar, y me di cuenta, aquí no había
lugar de hacer eso, pues.
Ya ubicado, estoy claro que la ruta se requería, pero que no era como Pedro
pensaba, pues él no había andado nunca por allí. Ellos creían que era como
que estaban en la montaña y que ibas a abrir un camino. Lo que había que
hacer era buscar enlaces; entonces por la vía de relaciones, tal y cómo se
hacen los contactos fui a pegar con los Delgado; en San Juan de Río Coco,
estaba Ruy Delgado, hermano de Ajax Delgado, el que mataron en La
Aviación, era gente de dinero, tenían la principal hacienda cafetalera allí,
tenían vehículos y entonces comencé a hacer contactos así, de finqueros,
campesinos.
20
Castillo, yo estoy en el monte, y fue una grata sorpresa, no conocía la
planificación ni nada.
21
cayó allí, se vio que había un trabajo más o menos importante de
organización, y que se podía rescatar una buena parte todavía.
Bayardo: Creo que más que todo fueron las visiones; no te digo que yo
mismo comencé un debate interno sobre la estrategia de cuándo comenzar
la guerra. Así se llamaba el trabajo que hice “Acerca de la guerra y cuándo
desencadenarla”, y lo mandé a través de “Pin”, de Pérezcassar.
22
Bayardo: Creo que algo tuvo que ver eso, porque acordate que desde 1974
habíamos tomado la decisión de reconocer a la Dirección, nosotros nunca la
desconocimos, pero la reconocíamos cuando estuviera en el país. Entonces
sí había un cierto aspecto generacional, pero la división no comienza por
allí, sino con el asunto de los Proletarios, cuando hay un sector que
comienza a plantear lo de la organización del Partido, lo cual atentaba de
alguna manera contra la estrategia de la guerra popular prolongada, que
era la que privaba.
En la otra división ahí sí, yo participé, ahí sí creo que tiene que ver con el
hecho de la entrada y no entrada de la gente, y cómo éstos están
marcando pautas y dirigiendo desde afuera. Recuerdo que de eso sí me
informaron.
23
Mónica: ¡“Federico” era súper desconfiado!
Mónica: ¿Cómo hacés vos para asumir el trabajo de Pedro Aráuz cuando él
muere? Porque si vos eras Responsable sólo del Norte, ¿cómo podés llegar a
asumir esa responsabilidad con la muerte de él?
Mónica: La Ruta Sandino, que fue la misión que te encomendaron, ¿al final
se cumplió?
24
Mónica: ¿Es cierto que hubo un plan de la GPP para la toma del Palacio
Nacional?
Nuestra concepción de acceso era distinta a la otra, que entraron como una
unidad militar. Incluso, yo les mando a informar a Tomás y a René el plan
que estábamos desarrollando, pero no entro en los detalles. Sólo les digo
que estamos por sacarlo, pero que íbamos a hacer un operativo, que
íbamos tomarnos un baluarte del Estado, parapapá. De tal manera que
cuando se da la acción, Tomás cree que somos nosotros.
25
Por ejemplo, Samuel Santos era nuestro, y lo teníamos en la dirección del
Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN); pero yo me tiro
directamente a reunirme con toda la FAO, con Ramiro Sacasa, Calero... No
sé cómo entré solo a esa casa. Recuerdo que me pinté el pelo con almidón,
como canas, que si me movía mucho se me caía el hijueputa, y fui a la
reunión, claro, todos cagados, toda la FAO allí. Yo también cagado porque
fueran a montar una trampa, y les digo: –No, no tengan cuidado. Tengo
treinta y cinco hombres tendidos en la zona y cualquier movimiento habría
oportunidad de que mi gente los contenga y yo salgo, y ustedes no me
vieron pues, ustedes están en su reunión normal. ¡Puras tapas!
Tomá en cuenta, además, que como los Terceristas reciben el grueso de las
armas, incluso digamos, de artillería liviana, el Frente Sur se vuelve casi un
escenario de guerra regular; por eso es que allí puede llegar el hijo de
Torrijos, puede llegar un montón de gente que hacían operativos bang,
bang, bang mortereaban, se regresaban. Obviamente, los periodistas
podían entrar más allí que a una zona en el interior.
Mónica: Pero dice Leopoldo “Polo” Rivas, que él fue el primero que entró en
Managua.
Bayardo: No, de la Dirección los primeros que entramos fuimos Luis y yo;
tan es así que nosotros llegamos al aeropuerto, y nos separamos porque allí
encontramos un foquito de resistencia, pero además un relajito pues
estaban los milicianos repartiéndose todas las armas; estaba un chavalo de
catorce años con una Mag, fue al primero que le quitamos las armas,
paramos esa mierda y entonces a mí me avisan de focos de resistencia en
Altamira.
26
despejado, en especial a Henry, quien se supone viene detrás de nosotros;
pero se les avisa a todos que ya todo está despejado, yo doy mi primera
entrevista allí, recuerdo que la doy todavía con el complejo de la
clandestinidad con la cara agachada y con un sombrero que usaba 5.
Mónica: Polo dice que él fue, que él durmió el 18, y amaneció el 19.
Yo le decía: –Yo soy “Chepe León”, el jefe del Frente Norte. Si vos sos el jefe
del Frente Norte, yo soy la mujer maravilla –me dice. Era una loca que había
estado presa, la habían violado, estaba traumatizada, y cuando se fue la
Guardia, salieron los presos, ella tomó control de la cárcel y estaba
encaramada donde se ponía el Coronel Luis Ocón. La recuerdo, se sentaba
en el escritorio, allí en una parte alta donde se sentaba el Jefe. Menos mal
que se le iluminó el cerebro en un momento dado, algo la inspiró pues a la
mujer, y me dijo: –Te voy a dejar ir, pero las armas se quedan. No me voy
sin las armas… y fíjese bien, piense lo que está haciendo –le digo– le
aconsejo que llame ahorita al Aeropuerto donde estamos todo el mando
reconcentrándose. Hasta que llega un momento en que dice: –Bueno, pues.
¡Déjenlo ir!
Ojalá que el debate nos permita llegar a una verdad, a una concepción y a
una acción compartida; que podamos entendernos y nos dispongamos
27
todos a empujar este carro, porque el pueblo no puede seguir esperando.
Estamos experimentando una situación regresiva, pavorosa, yo creo que en
niveles peores que los que se vivieron en el somocismo, el problema de la
prostitución, de la delincuencia... Precisamente porque estas lacras ahora
se ven más alimentadas por la influencia de la comunicación, el cable, la
televisión. Nuestro pueblo no puede estar esperando, y creo que ésa es la
responsabilidad que tenemos.
29 de mayo de 1999
Notas
28
1 Datos de este Congreso aparecen en la entrevista a Hugo Mejía y Omar Cabezas.
3 Se refiere a la reunión que se realiza en Las Jagüitas, en agosto de 1974, donde Bayardo no
participa.
5 Bayardo afirma que los primeros de la Dirección Nacional que entraron a Managua fueron
Luis Carrión, Henry Ruiz y él, que venían de Boaco. Él no afirma que fue el primero en llegar al
Búnker, pues se dirigió a la Radio ABC y al Canal 2.
Luis y Henry afirman que ellos se quedaron en el Aeropuerto. Elías Noguera, al frente de
la Columna Facundo Picado, afirma que ellos entraron de primero a la parte norte de la Loma.
Habría que revisar exactamente quienes entraron a las distintas dependencias que
constituyen todo el complejo, conocido como el Búnker.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
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IV
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1
Hablamos con Martha Lucía Cuadra Lacayo y Marlen Chow, militantes
ambas, pero de orígenes e historias diferentes. Tienen en común la decisión
de unirse a la lucha contra la dictadura. Fueron parte de todo el tendido
clandestino, ése que seguramente jamás se va a terminar de conocer
plenamente. Martha Lucía, con su estilo desenfadado e irreverente, nos
muestra a los luchadores como seres humanos comunes y corrientes, que
se enamoran, bromean, se burlan de sí mismos y hacen cosas propias de la
juventud. Marlen también se detiene en la reflexión sobre los valores que la
animaban, y las dos dan testimonios vivos sobre la calidad humana y
revolucionaria de Ricardo Morales Avilés, mientras pasan revista a otros
dirigentes extraordinarios como Oscar Turcios y Pedro Aráuz Palacios.
2
¡Dios mío mi lindo!, este hombre tiene años de estarme viendo. Decido
acercarme pensando que lo que quiere es bailar conmigo, pero aunque le
meto plática, el hombre está de lo más misterioso. Yo, pues, aventada, me
senté en la mesa y le dije: – ¿Querés bailar? ¿Qué te pasa, por qué me estás
viendo? ¿Querés que bailemos? Y me dijo: –No, no bailo. Dije yo: –Wow, ¿y
qué querés hacer? ¿Por qué me estás viendo, querés platicar conmigo? Sí,
pero fuera de aquí –me dijo. – ¡Wow! ¿Andás en carro? Yo siempre de
aventada.
Yo no le dije por qué había ido a parar allá después de una fiesta. Cuando
me monto en el carro, me pregunta que a dónde vamos, y yo le digo donde
estila ir la burguesía a estas altas hora de la noche, más bien de la
madrugada: –Vamos a El Retiro. Ahí era adonde uno iba. Ya en el carro me
pregunta cómo me llamo y, cuando le pregunto el suyo, me contesta: –
Nosotros no tenemos nombre. Pero en seguida se disculpa y me dice que se
llama “Mario”. “Mario” ¿qué? –le pregunto. –Nosotros no tenemos apellidos.
–Pero, ¿por qué? –Ahí vamos a platicar cuando lleguemos.
Martha: Te voy a ser franca. Tanto como saber, no, pero tenía una pequeña
idea; yo apenas estaba viniendo de Europa, y en ese tiempo el Frente no
existía en la mente de nadie.
Martha: ¡Julián Roque Cuadra! Le dije que sí quería ser del Frente
Sandinista, pero pensaba en Agüero, porque mi familia toda la vida fue anti-
somocista, conservadora; me acordaba de María Amanda Lacayo Farfán, la
hija del doctor Lacayo Farfán, que cuando estábamos chavalas en La
Esperanza2 tocaba la guitarra y cantaba una canción que ella tenía:
“Decime papaíto quién es esa horrorosa. Ésa es la Salvadora, la viuda de
Somoza. Decime papaíto quién es ese valiente. Es Rigoberto López, que
mató al Presidente”.
3
vos, “la imaginación al poder”. Pero dejame que termine el cuento.
Martha: Me recluta Julián Roque, pero a los meses cae preso en el intento
de un secuestro, y veo una gran foto de él en La Prensa, y allí es donde me
doy cuenta que eso es en serio. Paso un tiempo como enfriándome y, como
yo era la que les garantizaba la movilización, el vehículo y, además, estaba
legal y podía conseguir recursos ya que era un tiempo difícil, las estructuras
estaban muy débiles.
Luego ya me contacta Camilo Ortega, que era vecino, y después paso bajo
la responsabilidad directa de René Núñez Téllez. Él también estaba legal y
conformamos una célula con la que durante casi tres años hicimos un
trabajo de base. Recluté gente de mi medio, como a Ramiro Lacayo Deshón,
con quien me puse a jalar y lo metí al Frente, y también recluté a la Mary
Jane Mülligan Benard.
4
Núñez Téllez y atrás Ricardo y yo. De repente, empiezo a sentir que me está
tocando la pierna. ¡Y este maje! ¡Qué es esto, Santo Dios! ¡Hijita linda!
¡Cómo vas a creer! Yo sabía que estábamos trasladando a Ricardo Morales
Avilés de la Dirección Nacional, pero lo supe hasta ese momento. Y cuando
siento que me va tocando la pierna, sentía que se me salía el corazón. Y yo
decía: ¡Se va a dar cuenta la Juana, Mary Jane!, ¡quién aguanta a ésta
fregándome! ¡Y René Núñez!, que era súper estricto. Pero cuando llegamos
a Granada, ya estábamos como medio apachurradotes y, de ahí, Ricardo y
yo ya no nos volvimos a separar hasta que lo mataron.
Mónica: Tengo entendido que Ricardo compartió con Tomás una casa.
Después del terremoto hay muchas discusiones sobre cómo seguir el
proceso de organización en las nuevas condiciones. ¿Supiste quiénes
participaron de ese proceso?
Mónica: Ricardo fue uno de los que tuvo mayor visión de la importancia de
incorporar a los cristianos, por ejemplo.
Esas eran las grandes discusiones en esos momentos, de por dónde tenía
que ir la cosa. Porque antes era prácticamente todo para la montaña, pues,
¿verdad?, como que la montaña era el eje y como que la ciudad no jugaba
ningún papel.
5
Oyente: Habla Lesbia Espinoza, periodista. Un saludo a Marta Lucía, a
quien conocí en esos años setenta, de la época de La Tortuga Morada, de la
Cafetería La India, con June Beer, Róger Pérez y todos los muchachos, los
pintores. Ella iba mucho también al estudio. Ahí íbamos con Patricia Wong y
la teatrista Xiomara Centeno. También al estudio de Leonel Vanegas en la
Avenida Bolívar. Y todas queríamos a la Marta Lucía, tan dulce, tan cariñosa
siempre, andaba con Ramiro. Es bueno, Mónica, que estés haciendo este
trabajo porque es la historia del país, es la historia de este pueblo tan
valioso.
Mónica: Hay que recordar que a finales de los sesenta había todo un
movimiento de protesta, el hipismo, la lucha contra la guerra de Vietnam,
los movimientos de mayo en París que tienen su influencia en un sector en
Nicaragua; y el Frente Sandinista recoge, sintetiza todo lo que era el espíritu
de la protesta, de la rebeldía. Por eso también se incorporaron gente que
fumaba marihuana… Martha Lucía, ¿cómo conociste a Juan José Quezada?
6
Martha: La de Nandaime, la alquilamos. Firmé contrato de alquiler con don
José, el dueño de la casa, y me puse como nombre “María Amanda Lacayo”.
La casa era muy bonita y yo le encajé La Ermita, porque era linda,
blanquita, y además estaba regiamente ubicada. Estaba junto al hospital y
tenía entrada por detrás, o sea, podías entrar por el monte. Ahí vivían de
perenne Jonathan González y la María, una muchacha que tenía un lunar en
el ojo. “El Niño”, Juan José Quezada, vivió ahí a partir del 11 de junio.
Martha: Así, es. Creo que esa casa ya estaba detectada por la Guardia,
pero no estaban seguros de que era una casa de seguridad del Frente
Sandinista y que ahí asistían todos los grandes dirigentes, miembros de la
Dirección. Pero realmente jamás nos preocupamos por tomar medidas de
seguridad. A esa casa llegaba todo mundo en diferentes carros y a
diferentes horas; y a pesar de ese movimiento extraño, en la casa no
guardamos las medidas de seguridad correspondientes.
Recuerdo que una semana antes de la masacre, había llevado a Juan José
Quezada donde el doctor, en Jinotepe, y éste le había dicho que en esas
circunstancias era prácticamente imposible realizar una operación
quirúrgica para que él recuperara la movilidad en una de sus manos.
Entonces “El Niño” vivía como loco dentro de la casa. Para él era como una
cárcel, porque era muy activo y de excelentes condiciones físicas.
Mónica: Dicen que Juan José Quezada cargó a Jonathan, quien iba herido, a
pesar de que él estaba todavía convaleciente de la mano. Él hubiera podido
escapar, pero no quiso abandonar a Jonathan. Compañeros que lo
conocieron en la montaña, dicen que él cargaba mochilas hasta con setenta
libras de peso, y como si nada, y era veloz.
7
Morales y lo respetábamos.
Bueno, ya está aquí Marlen, vamos a hablar con ella. Contanos, ¿qué te
motiva a entrar al Frente?
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jóvenes con misiones bastante definidas.
René Darce me invitó a una gran actividad del FER, donde nos ponían un
número y nos hacían hacer posta con una pistola. Era un pistolón enorme, y
realmente no sabía de qué se trataba. Yo sabía manejar un rifle 22 o una
escopeta, porque en la Costa Caribe mi padre me había enseñado, pero ese
pistolón grandote, no. En esa actividad me postularon para el secretariado
del FER y hubo una gran protesta porque la esencia del FER en esos años
era de perfil muy marxista, aunque yo creo que ideológicamente no era
tanto; pero el debate era que si yo pertenecía a los movimientos cristianos,
cómo es que iba a ser del secretariado, pero gané y fuimos dos mujeres las
que quedamos, Mireya y yo.
9
otros compañeros.
Mónica: Seguramente que la cultivó, porque recordá que él era de los que
10
nos decía que el revolucionario no sólo debe serlo, sino también parecerlo.
Ricardo estuvo en México y luego lo mandaron a Cuba; pero él prefirió
entrar al país. Expresaba con convicción que uno es lo que hace en la vida,
como lo refleja en sus escritos. Me gusta mucho lo siguiente, que escribió
en la cárcel:
Mónica: Está con nosotros José Arana, quien llegó a los estudios de la radio
y nos trajo esta hermosa revista de los héroes de septiembre, y quiere leer
algunas de las frases de Ricardo.
José: Cuando estuve en el FER, uno de los pensamientos más bellos, que
me penetró, fue: “Ahora estoy aquí. Prisionero porque lucho por una causa
justa, ¿cuál será mi destino? Lo importante es que estamos al lado del
pueblo y que estamos haciendo su historia”.
Mónica: Todas esas frases las escribíamos en las mantas y las poníamos en
las calles.
Mónica: Estuve en ese Congreso y cuando Ricardo llegó, era como que
entrara Apolo. No por lo físico. Todos sabíamos que había salido de la cárcel,
que en los interrogatorios sólo había contestado “soy y seré militante de la
causa sandinista” –como dice la canción–. Era semi legal. Llegó al Congreso
a hablar. Realmente era un privilegio escucharle. Todo el mundo se quedaba
callado. Los pleitos que teníamos eran pesadísimos, las luchas contra los
socialistas, por ejemplo, que tenían un gran orador en Federico López,
11
porque queríamos que prevaleciera la línea del Frente Sandinista.
Mónica: Una vez le pregunté a Víctor Tirado, ¿quiénes eran los jefes
después que matan a Ricardo y Oscar? Es que el Frente quedó sin jefatura.
Víctor me dijo que se reunieron varios: Henry, Bayardo y Tomás, y que
decidieron que sería Pedro Aráuz. Oscar y Pedro eran como las dos caras de
12
una misma moneda. Oscar lo anduvo por todos lados, entonces Pedro sabía
de toda la estructura, y por eso deciden que sea él.
Marlen: A los que venían, porque resulta que la verdad es que los
compañeros entrenados por Al-Fatah4 o en cualquier otro país, traían una
mentalidad distinta a la que había en Nicaragua. Me refiero al tipo de
relaciones y de trabajo que teníamos, tan diverso y tan fuerte. Entonces la
percepción desde afuera era, yo voy, ¿pero al mando de quién? Esa era la
cuestión.
Creo que Oscar Turcios fue el segundo hombre del Frente Sandinista
después de Carlos Fonseca. En las responsabilidades que ocupó, en el
desarrollo de la lucha, fue un verdadero organizador, un verdadero político-
militar, un hombre que sabía orientar el trabajo, que estaba totalmente a
tono con los objetivos. Pero, además, había un elemento importantísimo en
Oscar, y es que estaba totalmente claro del triunfo revolucionario, y
siempre que nos hablaba nos decía: –Cuando triunfe la revolución, que
13
tiene que ser en esta década, hay que hacer estas y estas cosas. Por eso
insistía tanto en que fuéramos buenos alumnos, que estudiáramos.
Nosotros teníamos que mandar informes de las notas que sacábamos y
además atendíamos, a veces, hasta tres células y teníamos que enviar
informes de las mismas. Teníamos además de mandar un informe individual
de cada uno de los compañeros; y cuando él nos decía, mandame a fulano,
mengano y perencejo, preguntaba ¿por qué decís que han cumplido?,
quiero verlo. Y realmente teníamos que demostrarlo.
Pedro era de la escuela de Oscar, nada más que con otras características. A
mí me da la impresión que Pedro era más militar. Sin embargo, la impresión
que tengo de Pedro es de una persona de lo mejor.
Martha: Ve, ese hombre te contaba unos chiles de muerte, de aquellos que
querés andar apuntando en una libretita todo el tiempo, para que no se te
olviden. Oscar era una persona súper amena, era simpatiquísimo; además,
tenía afición por las radionovelas. Se podía paralizar el mundo, se salía de
una reunión para oír a Kalimán a las tres de la tarde. A veces viajábamos de
una punta a otra del país en un carro. Le quería meter plática y me
contestaba: –Sí, callate, callate, Kalimán es el hombre increíble, o el rey de
no sé qué, no me acuerdo, se moría por esa radionovela. Pero Oscar tenía
un gran olfato, también olía el peligro, por eso yo no me explico cómo los
agarraron.
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Ponía una interrogante y preguntaba, ¿no está muy panfletario esto,
verdad? Le daba temor de caer en una redacción que no fuera de calidad.
Creo que una de las cosas más tristes por la que tuvimos que pasar, fue
hacer desaparecer toda grabación, toda carta. Todo documento fue
destruido como medida de seguridad en la clandestinidad. Era necesario,
pero se perdió mucho de la historia de los compañeros.
Martha: Me parece que lo más importante es que la historia hay que verla,
aprenderla y analizarla desde una perspectiva objetiva y no subjetiva, para
poder enfocarnos y ver hacia el futuro. El trabajo y la lucha del Frente
Sandinista es indudablemente un aporte significativo para la historia
nacional y para resolver los problemas fundamentales que tiene nuestro
país. Hombres como Ricardo Morales Avilés y Oscar Turcios, aportaron
muchísimo, no sólo con sus vidas, sino también con sus ideas, al triunfo de
la Revolución Popular Sandinista.
4 de septiembre de 1999.
Notas
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1 Sitio nocturno localizado en la calle del Teatro González de la vieja Managua. Se caracterizó
por un ambiente novedoso, sicodélico, que reunió a la juventud hippie y rebelde de la época.
2 La Esperanza es una hacienda cafetalera de la familia Lacayo, ubicada en las laderas del
Volcán Mombacho, Granada.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
V
Diciembre Victorioso
Hoy seremos héroes o mártires
Hugo Torres
1
Borge, Plutarco Hernández, Víctor Tirado López, Eduardo Contreras, Germán
Pomares y Carlos Agüero Echeverría. La operación era la forma más
combativa de decir: “Aquí estamos y vamos hacia adelante”.
Mi padre fue un militar que llegó, en más de treinta años de servicio, hasta
el grado de Subteniente; y podría decir que fue de las excepciones que tuvo
la Guardia Nacional, porque era un gran hombre, un buen hombre. Mi
madre también fue una gran mujer, doña Isabel de Torres, a la cual debo en
gran medida la formación que sentaría las bases para mi posterior paso a la
vida revolucionaria.
Habían pasado años muy duros en las vidas del pueblo de Nicaragua, en
sus manifestaciones cívicas y armadas, en la búsqueda del derrocamiento
de la dictadura de Somoza. Los primeros tiros de Bocay y Río Coco en los
2
años sesenta, apenas si se escucharon. Después se pasaría por Pancasán y
Fila Grande, en el año 1967; y Zinica en 1970. A esas alturas ya se
acumulaba una rica experiencia guerrillera de corte irregular, y una rica
experiencia política en la búsqueda de hacer cuajar el proyecto
revolucionario, el proyecto armado, bajo la convicción de que era la única
forma de acabar con la dinastía de los Somoza. El FSLN en ese período,
entre Zinica, en 1970, y 1974, se dio a la tarea de acumular fuerzas en
silencio.
3
Somoza incursiona en un terreno que hasta ese momento le había
reservado a un sector del capital financiero, inclusive a sus opositores. Crea
el Banco de Centroamérica y comienza a incursionar en este terreno. Eso
vino a lastimar a este sector financiero. El desprestigio internacional creció,
sobre todo por el abuso y el robo descarado que se hizo de la ayuda
internacional que venía para los damnificados del terremoto.
Los miembros del comando eran Leticia Herrera, Eleonora Rocha, Olga
Avilés, Javier Carrión, Omar Halleslevens, Joaquín Cuadra y yo, que estamos
4
vivos; José Antonio Ríos, quien cae luego, entrando por Somoto, en el año
1978, cuando capturan a Doris Tijerino; Germán Pomares “El Danto”, que
muere en el ataque a Jinotega; Eduardo Contreras, que muere ahí en el
reparto que lleva su nombre o Satélite Asososca en el año 1976; Róger
Deshón, que cae en la masacre de Veracruz, León; Hilario Sánchez, que
muere en un accidente en el Lago de Granada; y Félix Pedro Picado,
fallecido también en un accidente, ambos en los años ochenta. Quedó fuera
la compañera Merceditas Avendaño.
5
simplemente en esa fecha esa embajada daba una fiesta tradicionalmente
todos los años y reunía por lo tanto a ministros, embajadores, que era el
objetivo que buscábamos: rehenes de peso para exigirle a la dictadura
nuestras demandas.
No pudieron coger ni un carro. ¡Por dicha!, porque quién sabe qué hubiera
pasado, ya que en la fiesta había como mil personas. Estaban todos los
ministros, los altos oficiales de la Guardia Nacional, embajadores,
6
personalidades del capital nicaragüense; pero estaba lleno de guardias,
guardaespaldas, miembros de la seguridad, y nosotros apenas éramos
trece. Después hacíamos chistes: Más vale que no fuimos, porque a lo
mejor no nos hubieran hecho caso, decíamos. Entre tanta gente, nos
hubieran visto como locos.
“El Danto”, quien oía las noticias en un radito de esos de batería, escucha y
dice: –Aquí está. Hoy es la cosa. Entonces se lo comunica a Eduardo
Contreras, quien se mueve rápidamente para Managua para activar los
grupos de vigilancia. Pero ahora en un objetivo concreto: la casa de José
María Castillo. Antes de salir, nos deja dicho que ahora sí, que tengamos
todo listo, que botáramos la ropa que habíamos utilizado para los ejercicios
y que quemáramos todos los papeles que pudieran comprometer a los
dueños de la casa y al Frente.
“El Danto”, que era un viejo guerrillero ya curtido en los combates, estaba
muy sereno, con un temple de acero, empieza a hacernos burlas y bromas:
–Bueno, hoy vamos a ser héroes o mártires. No hay alternativa.
7
Entonces nos alistamos. Le hicimos la última revisión a las armas de
diversos calibres y tipos, porque eso era lo que habíamos podido conseguir:
una escopeta, una pistola, un fusil 22, un arma que le llamábamos “El
Águila” porque era del tiempo de Pancho Villa, calibre 45, parecida a la
Thompson.
Hugo: ¡No!, ¡qué va! Si el arma más moderna que llevábamos ahí era un
AR-15 que, durante una limpieza se tapió con el trapo y costó mucho
sacárselo. Si mal no recuerdo, el 23 de agosto Alexis Argüello gana el
campeonato mundial peleando contra Rubén Olivares; entonces, como ese
día hubo tirazón de cohetes, aprovechamos para probar las armas, porque
los vecinos sacaron sus armas y dispararon por alegría, y entonces nosotros
también salimos y disparamos para ver si nuestras armas estaban en buen
estado. Ahí probamos el AR-15, y supimos que todas estaban más o menos
bien.
Hugo: No. Leticia llevaba una carabina M-1; y “El Danto” una M-3. Ese era
el armamento que usamos. De lo más diverso.
Hugo: ¡De dónde! El radiotransmisor donde oía las noticias “El Danto” era
lo más que teníamos. Tampoco llevábamos mascarillas contra gases, pero sí
aspirinas y bicarbonato para los lacrimógenos, ¡imaginate!
En el primer plan, la idea era que Róger Deshón, que hablaba ruso, era
blanco, ojos azules, pelo rubio, muy tranquilo, muy flemático, muy inglés,
entrara a la fiesta haciéndose pasar como embajador. De saco y corbata y
con “El Danto” de guardaespaldas, vestido de Guardia Nacional con una M-
3, que era usual en Managua. Las mujeres iban a ir vestidas de traje largo,
elegantes, acompañando al “embajador”, y creo que el otro iba a ser
Eduardo Contreras, porque era alto y además hablaba alemán. Entrarían
hablando entre ellos, aunque no se entendieran, pero para impresionar a
los guardias.
8
No lo hicimos porque valoramos que a las mujeres se les haría muy difícil
correr con esos vestidos largos, y tampoco podrían ocultar las armas.
Entonces optamos más bien por el asalto.
Uno de los taxis era manejado por un señor de apellido Sandoval, que
resultó hermano de Humberto Catún Sandoval, un compañero sandinista. El
hombre preocupadísimo, le dice a Javier Carrión: –No hermano, si yo soy
hermano de Catún ¡no me van a creer! Entonces lo dejamos amarrados al
suave. Pero él se empezó a lastimar para que la Guardia le creyera que
efectivamente nada tenía que ver en el asunto.
Les metimos en la bolsa a cada uno de los taxistas, creo que un billete de
cincuenta córdobas por la carrera, les explicamos quiénes éramos y que no
se preocuparan. Posteriormente la Guardia, efectivamente, torturó a este
taxista. No le creyó, porque era hermano de un compañero sandinista, que
había estado preso. Ya ubicados en los dos carros, cada uno señaló su
posición en los vehículos. Pusimos las armas bala en boca, con el seguro
listo para quitárselo. Procedimos a avanzar hacia el objetivo. Joaquín Cuadra
iba manejando uno de los taxis y el otro lo conducía Javier Carrión. Entrando
al residencial nos topamos con una patrulla de la Guardia y todos nos
crispamos, porque algunos cañones de las armas se salían por las ventanas,
pero no pasó nada.
9
Pasó el primer carro y nos quedan viendo los agentes de seguridad y siguen
jugando naipes, porque ven un montón de pasajeros civiles ir en taxi. Pasa
el segundo carro y nos parqueamos bruscamente frente a la casa, mientras
abríamos las puertas y aventando balas. Allí no es ¡arriba las manos! No.
Arrojando balas, cada quien para su ángulo de tiro.
Entonces “El Danto”, que andaba una subametralladora M-3, que era una
buena arma, se regresa, y a nosotros nos llama la atención ver al “Danto”
que en vez de ir para adentro de la casa, se regresa. Vemos que un
sargento de la Oficina de Seguridad Nacional es el que va disparando,
corriendo y disparando así de perfil, para atrás.
10
Entonces logramos entrar a la casa. Cada quien ya tenía el croquis de la
casa, porque Javier Carrión la conocía, y el mismo día lo estudiamos en Las
Nubes y nos dieron las misiones a cada escuadra: Vos cubrís este sector,
estos cuartos; vos estás para el patio; ustedes van para la cocina, que da a
un garaje por ahí. Cada quien ya tenía su sector. A mi escuadra le tocó el
sector del comedor, la cocina y el garaje. Ahí por el garaje se nos escapó,
en el tiroteo, Leonel Somoza. Creo que era hijo de José Somoza o de Luis
Somoza. Así fue como entramos. Serían, a esas alturas, más o menos las
10:50 de la noche. Un grupo de los invitados se corrió para el patio, entre
ellos Guillermo Sevilla Sacasa, el cuñado del dictador, el doctor Alejandro
Montiel Argüello y otros peces gordos, pero los descubrimos hasta en la
mañana del día siguiente.
Mónica: ¿Cuánto tiempo duró la acción inicial? ¿Cómo muere José María
Castillo?
Hugo: Desde el momento en que nos bajamos de los vehículos hasta que
tenemos dominada la situación, la acción dura unos tres minutos en total.
11
Mónica: Creían que era un inocentazo.
Hugo: Joaquín insistió, pero al otro lado del auricular el locutor le decía: –
¿Ajá?, ahora contámela a colores. – ¡No hombre!, sí es cierto. Somos un
comando que nos acabamos de tomar... –Bueno, pues. Okey, mañana me la
contás de otra forma. ¡Y no le creyó!
Hugo: ¡Ah! A todos nos quedó en la jupa, como dice él. Esa es la pregunta
del millón. A lo mejor hubiéramos hecho una negociación ¡quién sabe! A lo
mejor esa negociación hubiera significado descabezar a la Guardia
Nacional, instaurar un Gobierno de transición civil, convocar a nuevas
elecciones libres con supervisión internacional. ¡Quién sabe!, realmente. El
Embajador Shelton se acababa de ir también…
Hugo: Es posible que haya sido mejor. Son casos hipotéticos, y no tiene
sentido detenernos, porque caemos en el campo de la especulación.
Cuando logramos recoger a todos los rehenes, vimos que estaba Cornelio
Hüeck, que era más o menos importante; Noel Pallais, familiar del dictador;
el embajador de Chile, un General chileno de Carabineros de apellido
Deneken, Alfonso Deneken. Ese hombre sufrió esos dos días terriblemente,
porque hacía un año que se acababa de dar el golpe de Pinochet y su
camarilla contra Salvador Allende. Entonces, ese pobre General, era un
General retirado, no habló. Se quedó quieto en un rincón. Seguramente él
pensaba que sería el primero que ajusticiaríamos, si Somoza no cumplía
con las demandas. Incluso, del despacho de Pinochet llamaron a la casa y
Eduardo Contreras le tiró el teléfono. Le dijo que no hablaba con dictadores.
Siguiendo con el relato, una vez que controlamos la situación y cada quien
nos ubicamos, la Guardia empezó a rodear la casa; todavía estaban
desconcertados, no sabían qué era lo que pasaba. Y llegaron algunas
patrullas, las estábamos viendo desde el garaje, y se parqueó una de ellas
frente al garaje de la casa. Entonces nos quedó a tiro. Le hicimos varios
disparos y es probable que ahí les hayamos hecho algunas bajas.
12
atención que vuelve a ver hacia uno de los costados del patio, y entonces
Joaquín le gritó: – ¿Qué vio? ¡No, nada! –dice la señora, pero después
nuevamente hace el mismo gesto, y se le vuelve a gritar: – ¿Qué vio?
Joaquín se empina y logra ver una calva, una pelona, una cabeza, y
entonces dice: – ¡Ese es Alejandro Montiel Argüello, yo le conozco la pelona!
Hugo: El primero que habló fue el General José Somoza, porque Anastasio
Somoza estaba en Miami. Entonces José Somoza se comunica con Eduardo
Contreras, quien le dice: –Aquí está rodeando la Guardia. Y le explica que
somos un Comando. Y ¿qué quiere? –le dice José Somoza, ¿que los quite?
Claro, que los quite –le dice Eduardo. Como no, señor –le contesta José
Somoza. Entonces le pedimos que mande al Obispo Miguel Obando y Bravo
como mediador, y así comenzó todo el proceso de negociación, primero a
través de notas que yo hacía. Ahí planteábamos las condiciones, las cuales
se le explicaban al mediador. Así se fue dando el proceso de negociación.
Siempre Somoza peleó más por el dinero que por otra cosa. Igual fue en el
Palacio Nacional.
Dividimos a los rehenes entre “los de peso”, que se auto llamaron los
parlanchines, porque hablaban todo el día; y en el otro grupo estaban “los
de tercera clase”. En ese grupo estaba Lazlo Pataky. Liberamos a los
músicos, a los empleados y a los meseros. Después liberamos a las
mujeres, a pesar de la oposición de Luis Valle Olivares, quien era Alcalde de
Managua, porque decía que si se iban las mujeres la Guardia iba a atacar.
¡Fijate!
13
transmitiendo un largo mensaje del Frente, sentíamos que eso era un golpe
demoledor.
Hugo: Sí. Eso fue de un impacto tremendo, porque ahí denunciamos todos
los crímenes de la dictadura, se le decía ladrón y criminal al dictador.
Cuando pasaban por esa parte del texto, los locutores bajaban la voz
porque temían que al darle énfasis lo interpretaran como que eran
simpatizantes nuestros. Entonces exigimos una segunda lectura con voz
fuerte.
14
adentro del avión de La Nica. Al final no iba completo el millón. Los guardias
metieron la mano y se robaron quince mil dólares.
Mónica: ¡Alegrísimos!
Hugo: Ah, por supuesto. La mayoría de los miembros del comando nunca
habíamos viajado en avión. Lo único que nos faltó fueron las azafatas.
18 de diciembre de 1999
15
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
V
Diciembre Victorioso
Las mujeres del Diciembre Victorioso
Leticia Herrera
1
seudónimos de “Vicky” y “Miriam”.
Mónica: Leticia, sos una mujer que muy poco habla de sí misma. He
revisado un poco tu historia y encuentro que desde muy temprano te
integrás a la lucha. Recibiste entrenamiento en explosivos, pero además
participás en tareas organizativas clandestinas durante muchos años. Te
agradezco tu presencia en mi programa, aunque sea por un espacio corto,
ya que tenés que participar como expositora en un seminario jurídico.
Leticia: Debo decir que la realización de esa acción se dio cuando horas
antes el dictador Anastasio Somoza, Tacho, durante una conferencia de
prensa se había ufanado de que ya había exterminado hasta al último
sandinista. Hasta ese día se había orientado trabajar en el fortalecimiento
organizativo y la realización de acciones en forma silenciosa. Es la etapa de
acumulación de fuerzas en silencio. Poco después se produjo la gran
sorpresa: el FSLN estaba vivito y más combativo que nunca.
El operativo del comando Juan José Quezada fue una acción que requirió de
una tremenda dedicación, de una cuidadosa selección de los componentes
del comando y marcó no solamente un cambio en el proceso de forja y
desarrollo del Frente Sandinista, sino también un cambio sustancial en la
historia de Nicaragua.
2
Rocha López, Olga López Avilés y yo.
Repito, para mí es importante que en esta acción los hombres del Frente
Sandinista reconocieran que las mujeres teníamos gran capacidad y,
algunas veces, hasta más capacidad que los hombres, como combatientes
de tiempo completo.
Leticia: Desde que la Dirección del Frente se planteó realizar ese operativo,
estableció cuatro objetivos: en primer lugar, la liberación de todos los
presos políticos que hubiera en ese momento. En segundo lugar, la
recuperación de una cantidad considerable de dinero. En tercer lugar, pasar
por cadena nacional de radio y televisión, durante cuarenta y ocho horas y,
en determinadas horas del día, un comunicado del Frente Sandinista que
vendría a ser, diría yo, como su plataforma programática a la par del
análisis de toda la situación. Y cuarto, la preservación de fuerzas, el
traslado con garantías para todos, tanto para los que iban a ser liberados
como para los miembros del comando, una vez que se concluyera la
negociación.
3
Leticia: Los liberados fueron: José Benito Escobar, Oscar Benavides, Julián
Roque, Lenin Cerna, Manuel Rivas Vallecillo, Daniel Ortega, Jacinto Suárez,
Daniel Núñez y sus dos hermanos, Carlos Argüello y Jaime Cuadra, el actual
Ministro de Gobernación1.
4
estaban Javier Carrión y Félix Pedro Picado, un compañero originario de
Sutiava que cayó en 1976; Róger Argüello Deshón, que cayó en Veracruz,
León, en 1979; Omar Halleslevens, Joaquín Cuadra, Eleonora Rocha, Mario
Sánchez, Olga López Avilés y Germán Pomares. Germán fue determinante
para nosotros, era el eje de todo. También participó Alberto Ríos, de
Chinandega, quien cayó también ante la Guardia 2. Éste y Eleonora, eran los
menores del comando, tenían como diecisiete años. El responsable de la
preparación táctica propiamente dicha, fue Tomás Borge.
De los rehenes, los que más me recuerdo, quizás por el peso figurativo que
tenían, son: los Gallo; el representante de la Standard Fruit Company; el
entonces embajador de Chile en Nicaragua, Guillermo Sevilla Sacasa; el ex-
canciller de Somoza, Alejandro Montiel Argüello y Lazlo Pataky.
26 de junio de 1999
NOTAS
5
1 En esta operación, la Dirección del Frente Sandinista en el interior no incluyó en la lista para
ser liberados, al compañero Leopoldo Rivas Alfaro, aplicándole una desproporcionada e injusta
sanción y prolongando su ya largo cautiverio. No fue sino hasta en 1978 que el Comando que
asaltó el Palacio Nacional, lo incluyó en sus listas.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
VI
La Montaña
El faro que alumbró a los combatientes
Henry Ruiz
1
Desde la fundación del FSLN, la organización de la lucha guerrillera en la
montaña se consideró como fundamental en la estrategia para la liberación
nacional, la democracia y el socialismo, divisa que resumía entonces los
objetivos estratégicos de nuestra organización revolucionaria.
Sea por la influencia de la lucha del General de Hombres Libres, que tuvo
como escenario principal las montañas segovianas, sea por influencia de las
luchas guerrilleras del continente (Cuba, Colombia, Guatemala), donde las
acciones se desarrollaban en las regiones rurales, el FSLN siempre
estableció la montaña como escenario en donde se organizarían las
columnas guerrilleras que, al fragor del combate y en combinación con la
ciudad, derrotarían al ejército de Somoza, acabarían con esa feroz dictadura
y nos permitiría emprender el camino de la transformación revolucionaria
del modelo dominante.
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de determinadas organizaciones y personalidades. (Fonseca,
Carlos: Obras: 1982, pp. 52-53).
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A la vez se mantienen y profundizan los cuestionamientos de la Dirección
que opera dentro del país, en particular de Pedro Aráuz y Tomás Borge, con
la Dirección que está en el exterior: Carlos Fonseca y Humberto Ortega. La
forma atropellada con que se intenta resolver los conflictos, termina en la
división del FSLN en tres tendencias en 1976. Para entonces, los grupos
guerrilleros de la montaña sufren casi un total aislamiento, falta de
abastecimiento, pérdida de información y de capacidad de incidir en los
debates sobre el rumbo a seguir. El debate entonces incluyó el
cuestionamiento al escenario principal para librar los combates, y los
sectores sociales prioritarios (obreros, campesinos) para adelantar el rápido
desenlace en los objetivos de la lucha.
El esfuerzo guerrillero que inicia en los años setenta tenía como eje de
referencia la construcción de la Brigada Pablo Úbeda en la Cordillera
Isabelia y de otros grupos que operaban en otros sectores. Víctor Tirado ha
relatado cómo su unidad, después de ser afectada fuertemente con las
caídas de Jacinto Hernández y Filemón Rivera, y luego Edgard Munguía, fue
golpeada por la pérdida de su base social, la cual fue sometida a una brutal
represión de la Guardia. Cercada en el sector de San Antonio de Kuskawás y
Pancasán, la escuadra de Víctor Tirado queda con cinco guerrilleros:
Estanislao García, Francisco Ramírez, Carlitos Suárez, Alvarito Hernández y
Juan Ramos “El Indio Emilio”.
Víctor Tirado sale hacia una finca entre Muy Muy y Boaco, entra en contacto
con Camilo Ortega, y se incorpora a la Tendencia Tercerista. Por su parte, la
unidad de Francisco Rivera “El Zorro”, luego de perder a Claudia Chamorro
y a otros compañeros, quedó reducida a Facundo Picado, Inés Hernández
“Pedrito”, “Juancito” y dos campesinas. Logra hablar con Pedro Aráuz
“Federico”, pero después de una serie de contratiempos, hace contacto con
Camilo Ortega y se integra a la Tendencia Tercerista más o menos a
mediados del año 1977. De esa manera la Brigada Pablo Úbeda quedó
reducida a su núcleo central, de lo cual hablamos ampliamente en la
conversación con David Blanco, Dorotea Wilson y René Vivas.
Por otro lado, desde al año 1975 se inició la organización de tres unidades
guerrilleras que operaron más al noreste, entre Nueva Segovia, Madriz,
Estelí y Jinotega; la Unidad Bonifacio Montoya (la Bacho) liderada por Omar
Cabezas, en el sector de Kilambé, que tuvo durante varios años como
segundo al mando a José del Carmen Aráuz “El Segoviano” 1; la Unidad de
Combate General Pedro Altamirano, que tuvo tres jefes: Venancio Alonso
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(1975), Ismael Lanuza “Arcadio GPA” o “Charralito” (1976) y Julio Ramos el
“13” (1977-1979). La Unidad César Augusto Salinas Pinell, que había
iniciado en 1974 el profesor del que tomó su nombre, y quien se había
integrado a la lucha desde los años sesenta, y cae en 1976. Al final la
comandó Cristian Pichardo “Isauro”.
En octubre de 1977, entró por la parte rural de la frontera norte una unidad
de cuarenta selectos combatientes, inicialmente al mando de Daniel Ortega
y Víctor Tirado López. Sus propósitos eran la toma inmediata del poder,
como parte del plan de octubre. Formaron parte de esa unidad: Joaquín
Cuadra, Germán Pomares, Dora María Téllez, Elías Noguera, Francisco
Rivera, entre otros. Después del ataque de San Fabián, Daniel Ortega
regresó a Honduras. Con esta fuerza se constituyeron dos unidades que
operaron como guerrilla rural, y que se mantuvieron a la ofensiva sobre los
poblados del norte durante los meses de octubre y noviembre. Una de esas
unidades se instaló en Macuelizo, y el resto de combatientes fue enviado a
distintos escenarios para organizar la insurrección de 1978.
En 1978, se creó una nueva unidad en Jalapa, como iniciativa de José Benito
Escobar, pero luego fue contactada por los Terceristas y, a partir de ella,
Germán Pomares, Javier “Cuqui” Carrión, construyen la Columna Oscar
Turcios, que ataca El Jícaro y que opera en las montañas segovianas en la
ruta de El Zúngano, Quilalí, Wiwilí, y que ataca Jinotega en mayo de 1979.
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Conversamos con Henry Ruiz Hernández “Modesto”, de quien en los años
70 Tomás Borge dijera, en la dedicatoria de un libro:
Mónica: Lo primero que quiero es que nos contés de tu vida, de tus padres,
de tus primeras inquietudes, del proceso de incorporación a la lucha política
en la que te comprometiste hasta las últimas consecuencias.
Me enseñó una lección política como mujer pobre: amaba la paz y el trabajo
y no opinaba de política, ni me recomendaba que fuera político, sino que
decía en todo caso: –Para mí, si hay paz y trabajo, ¡viva el que está en el
puesto! Esa para mí fue como una máxima de qué es un buen gobierno. A
la postre, el trabajo es lo que te rinde y lo que te hace honrado.
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esté obligado adorar.
Comencé primaria después de los doce años. Como los sucesos de abril de
1954 fueron muy cercanos a los jinotepinos, en mi familia, para informarse,
me mandaron a comprar el periódico Novedades. Había una escasez
tremenda de noticias y una gran expectativa. En esa ocasión aprendí que
comprando el periódico a treinta centavos lo podía revender a un córdoba.
Entonces compraba dos, tres periódicos, para ganarme unos centavos. Pero
me daba pena vender, y no saber qué decían los periódicos, entonces le
dije a mi mamá que iba a entrar a la escuela.
Entonces ella le pagó a una señora que se llama Teresa Estrada, para que
me enseñara a leer. No me fue difícil aprender a leer. Y cuando comencé la
escuela, no paré de estudiar.
Hay un profesor que fue mi padre espiritual en esa época, Guillermo Medina
Sierra, de León, aficionado a las matemáticas. De alguna manera, él me
infundió el amor por las ciencias matemáticas, y siempre me dijo lo
siguiente: –Tenés que buscar una beca para irte a estudiar; tenés que
estudiar, tenés que irte a inscribir a las mesas de inscripción para ir a votar
en las elecciones. Pero si es que no voy a votar –le decía. Entonces me
explicó: –Seguramente vas a encontrar una beca, y estos bandidos son
capaces de negarte esa oportunidad, porque te van a solicitar ese elemento
de si votaste, si te inscribirte o no te inscribiste.
Fue a través de Guillermo Briceño padre, los Vásquez y los Ruiz –mis tíos
Donaldo, Reinaldo y Juan– quienes fueron dirigentes sindicales y por ello
estuvieron presos algunas veces. Éstos son los que me comienzan a decir
que debo estudiar, que soy algo así como una esperanza para la familia.
Siempre es la expectativa de la gente pobre, ¿no?
Mis tíos son, uno, albañil, y los otros dos, carpinteros. Les pregunto, ¿qué es
lo que debo estudiar? Entonces ellos me dicen que hay que estudiar la
filosofía natural. ¿Qué es eso de la filosofía natural? Entonces un tío me
7
enseñó unos cuadernitos, uno de ellos era Del Socialismo Utópico al
Socialismo Científico. Siempre me acuerdo del cuadernito ese y allí conocí a
don Federico Engels y a Carlos Marx, muy temprano. ¿Que si lo entendí o
sólo le pasé encima? No sé, pero me empujó.
Así es que termino el bachillerato por el año 1966, entonces busqué cómo ir
a la universidad, y me surgió la inquietud de irme del país. Al principio
quería estudiar físico-matemática, pero el contacto con los socialistas aquí
en Managua, me hizo pensar que mejor sería estudiar Filosofía, para venir a
ayudar como cuadro del Partido.
Era una doble aspiración, la primera, tener conocimientos de los que iba a
vivir; pero la principal era que quería ayudarle al Partido, estudiando
Filosofía Marxista. ¿Cómo sería a mi regreso a Managua? No sabía, pero
esos eran mis propósitos. Así que me dan la beca y me voy para la URSS.
Henry: Me voy en 1966. Fui de los estudiantes que llegaron tarde para
comenzar a adaptarse, y no había cupo para Filosofía, así que me ofrecieron
que estudiara Filología. Les expliqué: – ¿Qué voy a estudiar Filología si a
duras penas he aprendido a hablar español, y no tengo facilidad para los
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idiomas? Entonces me preguntaron: – ¿Qué otra cosa? Pedí que me
examinaran para Matemáticas; me examinaron, pasé, y así fue que me metí
a la Facultad de Físico-Matemática.
Explico todo esto porque en Moscú me encuentro que era el único joven
que tenía militancia en Nicaragua, es decir, ejercicio político en las filas de
la Juventud Socialista, porque los otros, todos eran miembros de la Juventud
pero hechos allí en Moscú; todos esos estudiantes llegaban y eran amigos,
pero sin experiencia militante. Digo estas cosas porque más adelante uno
va a reconocer que los que no tuvieron militancia, regresaron a Nicaragua y
no hicieron nada. Esa es la verdad, se hicieron profesionales, pero no
hicieron nada, no digo todos, pero esa fue la generalidad.
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Mónica: ¿Róger Deshón venía del Partido Socialista?
Henry: No. No sé de dónde procede. Él nos contaba que había andado con
Indalecio Pastora, era el único que tenía práctica de tiro junto con Róger
Vásquez, que fue de los jóvenes que se metieron al Movimiento 11 de
noviembre, allí en Jinotepe. Debo decir que de ese grupo me constituí
rápidamente en el jefe, y decidimos que en vez de estar en la Lumumba
perdiendo el tiempo, lo mejor era que nos incorporáramos al Frente
Sandinista para librar la lucha armada.
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durmiendo, echados; en cambio, Francisco Buitrago estaba con su uniforme
de soldado cubano, haciendo su desayuno y preparándose para ir a hacer el
entrenamiento de combatiente urbano.
¡Te imaginás vos los diálogos y otras cosas! Nosotros veníamos de una
universidad avanzada, donde se daban discusiones políticas de altura. Es
cierto que nosotros estábamos en los primeros años, pero estaban
muchachos en cuarto o quinto año, algunos haciendo doctorado. Aquí
surgió la pregunta: – ¿Qué hay que hacer? Entonces les digo: – ¿Qué vamos
a hacer? ¡Continuar, continuar!
Entrenándose en ese mismo grupo, también estaba Roque Dalton, que era
un cuadro más formado, y nos contaba qué es lo que hacían en Casa de Las
Américas; y entre chistes y bromas nos contó que su mujer le decía: –
Cerote loco, qué fuiste a hacer, si bien estábamos en Praga.
Entonces con ese nombre, contado por el mismo Roque Dalton, nosotros ya
no lo llamábamos “Roberto”, sino “Cerote loco”. También estaba Gustavo
Porras3, aunque en ese tiempo no sabía cómo se llamaba, le decíamos “El
Cabezón Guatemalteco”, era responsable de la Compañía.
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Anti-Duhring, las obras del Che, etcétera, y quieren que rinda, no descanso
en ningún momento, pues estoy aquí preparándome, a eso es que vine.
¿Pero quiere decir que no estás decepcionado? –me volvieron a preguntar. –
No.
Creía este Gustavo Porras, tal vez por los distintos conocimientos que yo
tenía, que era uno de esos estudiantes hijos de ricos que había estado en
una y otra universidad, y que finalmente decepcionado, me fui a buscar la
aventura de la guerrilla. No. Sencillamente siempre estuve y he estado con
la idea de aprender algo todos los días, y por eso daba la impresión de que
tenía una formación quien sabe de qué universidades. Y como vos ves, me
bachilleré, me voy para allá, no terminé, y ¡esa es mi formación formal! La
otra es la que se va adquiriendo todos los días.
No hay que olvidar que nosotros ingresamos a La Habana después del golpe
a la guerrilla de Pancasán. Eso pudo haber sido desestimulante. Para mí no.
Fui de los que pensaban que había que continuar.
¿Qué sucede durante ese tiempo? Iban aumentando los nicaragüenses que
llegaban a entrenarse, llegaron los dos hermanos Vargas, Gustavo Adolfo y
Oscar René, se apareció “El Danto”, Enrique Lorente, Julián Roque Cuadra, y
otros más.
Henry: ¡Ah, cómo no! Estaba “La Tía”, Olga Avilés. Muy pronto me di
cuenta de que éramos todos, no llegábamos ni a cuarenta. Y también
conocí de las contradicciones que se daban entre Tomás y Turcios, entre
Turcios y Carlos Fonseca. Turcios tendía a creer que él era el dirigente
militar, en tanto que el otro era el político, como si las concepciones
políticas estuvieran desvinculadas de lo militar y viceversa. Todo eso nos
abrió la perspicacia, nos quitó la inocencia. Nos dimos cuenta de que esto
no era tan puro como creíamos.
Otra cosa, pronto Oscar Turcios y Tomás –quien era parte de la Dirección,
aunque cuestionado por Turcios– tomaron la decisión de que saliéramos
hacia Nicaragua. Carlos no quiso llegar a La Habana. Nosotros queríamos y
era de los que decía que hiciéramos llegar a Carlos para que definiéramos
con él, cuál era la estrategia a seguir. Porque algunos hablaban de que
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teníamos que hacer un desembarco en el Atlántico. Allí le dije a los
compañeros: –Eso es una locura; si estos jodidos nos mandan a
desembarcar, nos van a embarcar, y allí sí que hay que rebelarse.
Como decía, para entrar al país nos dividimos. Me vine con Tomás, y la ruta
que usamos era por Colombia. Nuestro grupo es el último que entra
armado, cada quien traía un arma. El periplo era de La Habana hacia
Europa, de Europa a América del Sur, de América del Sur para Costa Rica.
Nosotros teníamos que ir armados, porque una de las cosas que nos dimos
cuenta es que no había armas en el país.
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Henry: En ese tiempo no había registro. Lo encachimbado era llevar todo
ese tiempo el arma sentado, de pie, dormido o en el baño. Fuimos el último
grupo que pudo hacer esto, porque como comenzaron los secuestros de
aviones, en los aeropuertos comenzaron a ponerse chiva.
Estando ya en Costa Rica, a principios de 1969, caímos presos Tomás y yo,
porque andábamos comprando armas. Ahí me di cuenta, a pesar de la fama
de civilista, que la Policía costarricense torturaba. A Tomás lo torturaron, a
mí no. Lo que me dieron fue un golpe, pero no como torturaron a Tomás, le
aplicaron la tortura del teléfono 4, y cuando lo estaban torturando, me
pusieron en el cuarto de al lado, para que lo escuchara.
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A Cuba también llega Pedro Aráuz, después de la operación de LANICA; ahí
se encuentra con Oscar, y vuelven a hacer relaciones amistosas, de mucha
camaradería. Entonces, la versión que tengo, es que desde la escuela de
nosotros en 1968, Cuba había suspendido la política de entrenarnos
militarmente. No nos corren del país, porque Cuba no corre a nadie, pero
prefiere que estén sin hacer nada, que estar entrenando militarmente a
quienes no saben para dónde van.
Entonces le digo a Tomás: –Te fijás, te digo que no se necesita mucha plata
para empujar un movimiento con estas condiciones. Estamos todavía en los
viajes al hospital, donde Conchita Palacios ya está curando de la rasquiña a
Víctor Tirado, y le pregunto: – ¿Está dispuesto a irse? ¡Claro que sí! –me
dice Víctor.
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a seguir de nuevo. Uno esperaría que ya esté hastiado. Y cuando le
pregunto que si se va, ¡por supuesto!, me dice. Entonces allí acordamos
que Pedro Aráuz y yo vendríamos de mensajeros de todo ese grupo aquí a
Managua. ¿Cuál es la misión? La misión es encontrarnos con el mando del
Frente en la ciudad, platicar con ellos, hacerle unas preguntas, y sacar un
conclusivo.
Entonces Oscar, echando cuentos por arriba y por abajo. Me acuerdo que
cuando le corresponde a Bayardo narrar cuál es el trabajo urbano, qué está
haciendo el movimiento estudiantil, con su típico humor comienza el relato
así: –Entonces, Jesús en las prédicas en Galilea... Lo interrumpe Oscar y le
dice: – ¿Y qué es esa mierda de que Jesús en Galilea? Le responde Bayardo:
– ¿Y vos no comenzaste narrando la prehistoria? Y le dice arrecho Oscar: –
¡Qué jodés vos! ¡Por todo jodés vos!, en conclusión, aquí no hay nada.
Entonces me dice Pedro: – ¿Qué pensás vos? Le digo: –Aquí no hay ni
mierda, todos esos son cuentos, no hay nada.
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Henry: Eso es por ahí10 en 1971. Llego a El Bijao. Ahí encontramos los
rastrojos de los antiguos sindicatos, y también campesinos que no se
habían metido, que eran familiares de los que entonces andaban huyendo.
Mónica: Porque cuando sube “El Zorro”, en septiembre de 1973, dice que
él te lleva quinientos pesos embutidos en una bolsa de azúcar.
Henry: Sí, sí. Así eran las cosas. Esa era la logística. Entonces en una de
esas Edén Pastora está buscando como provocarme, y estaba Denis Ortega
buscando cómo provocar también. Estamos con “Efigenio”. Me acuerdo del
enorme saco de yute que hacía de mochila de Edén Pastora, y allí me dice:
– ¡Qué clase de embarque!
Entonces Edén dice otra vez: – ¡Qué embarque! ¡Qué embarque! ¡Aquí no
hay ni mierda! ¡Idiay! ¿y qué querés? –le digo– que te den todo servido.
Aquí ponete a trabajar. Entonces allí nomasito se metió Ortega: –Pero es
que usted no nos trata bien. – ¿Qué es tratar bien? Vos estás pidiendo botas
de cuero, y ¿de dónde voy a comprar botas de cuero? ¿Sabés cuántos pesos
hay? Está bien, ¡saquemos cuentas!
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Turcios y Ricardo iban a ajusticiar a Edén Pastora, porque la decisión de
subir era sagrada y él se fue; se bajaba sólo con permiso, ésa era la
disciplina11.
Henry: Me doy cuenta muy después. ¿Qué sucede? Que la Dirección que
puede discutir con los que están en Cuba, son los compañeros que están en
la ciudad.
Cuando caen los cuatro compañeros, queda sin mando la ciudad, más no la
montaña. En la montaña hay un mando que soy yo, y son otros compañeros
los que estamos allí. Recuerdo que a mí me causó un enorme dolor la
muerte de estos compañeros; dos de ellos siempre estuvieron allí con
nosotros, Juan José Quezada y Jonathan González. Sentí mucho dolor por la
muerte de Ricardo, porque tenía la idea que en ese enfrentamiento terrible
que íbamos a tener con el enemigo, podíamos caer cualquiera, y allí era
necesario tener un sucesor, y al que más talento le vi, fue a Ricardo. No me
consideraba entre la sucesión, y no estaba con patín de ser jefe. Es el día
de hoy y ¿no te fijás cómo me comporto? Pareciera que saco el bulto. No
rehúyo ninguna tarea, pero no me gusta la presencia histriónica.
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Después que caen, tengo que bajar, porque me mandan a decir que hay
una urgencia de que baje. No sé cuántos meses después, pero me hicieron
bajar. Fue en una casa que, luego supe, queda en Las Jagüitas 13. La que
daba cobertura era Leticia Herrera, y allí no se me plantea nada de eso. Lo
que se plantea es que ya la fase de acumulación de fuerzas en silencio ha
terminado. En la montaña decíamos que era necesario que la ciudad
montara pija, porque si no, todo nos caía a nosotros. Ahí es donde se diseña
el operativo, que no era para diciembre, era para alrededor de octubre que
iba a ser. Sobre lo de que me hayan nombrado, no me dicen nada. Me
ocultan eso.
19
Mónica: Antes de esa reunión, hubo otra en la casa de Nandaime, donde
viene Humberto Ortega, antes de la muerte de Oscar y Ricardo.
¿Participaste en alguna reunión en Nandaime?
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Juan de Dios Muñoz es el Jefe del asalto a Abisinia. Era muy bueno ese
compañero. No sabía que se llamaba así. Los Núñez eran de Bocaycito, lo
asumen y le dan cobertura clandestina. Era un tipo muy útil, con destrezas
en mecánica, en radiotelefonía y demás. Como era buena gente y era Juan
su nombre, entonces le pusieron “Juancito”.
Mónica: “El Zorro” dice que después del golpe de diciembre de 1974, la
idea era que también en la montaña se iba a abrir la ofensiva y que por eso
se hicieron los ataques a Río Blanco y Waslala; que después les mandan a
decir que tenían que parar las operaciones y que en el grupo de ellos,
donde estaba Víctor Tirado, se discutió esa orientación; deciden hacer sin
permiso la emboscada de Kuskawás, que es un golpe en el que mueren
bastantes guardias.
Mónica: ¿Hubo una orientación de parte de la ciudad que luego vos hiciste
tuya de no hacer acciones, de parar las operaciones ofensivas?
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Henry: Hombré, no recibí ninguna de esas orientaciones. En la reunión
donde participé, y allí participo como mando, la idea es que hay que
separarse de la acumulación de fuerzas en silencio. Recuerdo que una de
las cosas que pregunto es: – ¿Qué va a pasar con la represión? En esa
reunión el que más hablaba era Eduardo Contreras. Ahí estaban también
Tomás, quien no era parte de la Dirección. “El Danto” llega porque sucede
que se había fusilado a Narciso Zepeda; entonces, él llega como a reclamar
si era cierto. La verdad es que lo de Chicho fue una injusticia por
precipitación16.
Entonces, esas eran las inquietudes. Incluso, pienso que no estuvieron tan
bien previstas, por ejemplo, la estructuración de segundas redes 17 con
aquellos buenos colaboradores que estaban allá en el tercer plano, muy
resguardados para esconder al mando. ¡Siempre me he preguntado cómo
cayeron el mismo día Eduardo Contreras y Roberto Huembes!18
22
“La Gata” no quería irse después a ese sector, quería quedarse con
nosotros, por eso me dolió mucho. Eso nos cambia a nosotros la estrategia
de cómo armar las guerrillas, porque se nos debilitan las zonas más
pobladas. Víctor se me desaparece. Se me pierde de mi visual. “La Gata”
cae en El Chile, no en Yaoska. La lógica de la Guardia no era tierra arrasada,
sino tierra sin nadie, porque los campesinos se van huyendo cuando ven
como los asesinan. La estrategia era sacarle el agua al pez.
Pasemos a otro punto. Todo el año 1975 hay Estado de Sitio y una fuerte
represión. Desde Nueva Segovia, El Copetudo, el quiebre de la escuelita de
El Sauce, donde muere Arlen Siú. Después del éxito de la casa de Chema
Castillo, vino la contra ofensiva. Y en ese mismo año, a finales del 1975, la
GPP expulsa a dos cuadros importantes del FSLN: Luis Carrión, Roberto
Huembes, y a la vez trata de debilitar el rol de Jaime Wheelock. ¿Fuiste
parte de esa decisión?
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Henry: También sube Róger Deshón. En ese intento de subir, creo que es
donde matan a Julián Roque, en un lugar que se llama Campo Verde.
Henry: No, lo conozco en México. Después que lo rescatan, pasa por allí 20.
A Humberto ya lo conocía. Ahí conozco a Rufo Marín y a Plutarco
Hernández.
Henry: ¡Cómo no! Cuando baja “Ródrigo” Carlos Agüero. Creo que
“Ródrigo” tenía informaciones que no me reveló. De repente le agarró una
necesidad de bajar a la ciudad. Le decía: – ¡Te van a joder!, te subiste para
trabajar aquí, no para estar bajando. Esta es la tercera vez que querés
bajar. Me decía unas largas y otras cortas, y hacía su plan con el que me
convencía, porque ¡puta! falta esto, falta lo otro, decía. Y entonces me dice
que es necesario hablar con “Agatón”, Carlos Fonseca, porque éste sí sabe
del bonche que hay en La Habana con los compas de aquí. En realidad es
un “bonche” que esconde las diferencias de concepción de la lucha, porque
son puras pendejadas los alegatos: que aquéllos están afuera y aquí
adentro están los valientes.
Cuando regresa “Ródrigo”, agarra la ruta por San Juan de Río Coco, para
subir a donde estábamos nosotros. Nosotros entrábamos por otra, claro, ya
dominábamos el monte. Esa ruta la toma ¿para qué?, para llevar a
“Agatón”.
24
hacela!
Henry: Esa zona lo va a quemar. Entonces cometen, para mí, una falla, un
error: es decidir que “Rubén” salga con Claudia y otro compañero, para
rumbo Oeste, y Carlos Fonseca se queda con un campesino que se llamaba
Danilo21, que era buena gente, pero no era el campesino baqueano. Buenos
baqueano eran Inés Hernández y Alfredo Jáenz “Alberto”. Éste no era
campesino, pero tenía la brújula, ésa es una facultad que nace en algunos.
El mismo “Rubén”, que se orientaba, debió haber organizado la góndola
para traerlo, porque era el Jefe de la Revolución.
Mónica: Dice “El Zorro” que de haber querido él llegar directo a donde vos
estabas, hubiera podido. ¿Por qué él se quedó allí todo ese tiempo?
Henry: Hay que ser justos. Carlos era un hombre viejo, no apto para esos
oficios. Nunca debió haber entrado, era cegato hasta la gran puta. Pero él
era el jefe. Y tomaba decisiones.
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único que conoce es a Henry Ruiz “Armando”.
Otro detalle. El alegato de la ciudad es que ellos están afuera, que Carlos
debe entrar, que si quiere ser jefe que se verguee aquí adentro. Esa es la
tesis de la gente que está aquí en la ciudad.
Henry: No, no. Mirá, sé que han querido hacerme responsable de la subida
de Carlos y de su muerte. Estas dudas me parece que las levanta en los
años ochenta Sergio Ramírez, impulsado por los Ortega. No he leído ese
libro, pero quienes lo han hecho me dicen que ahí se siembran dudas sobre
mí. Sergio Ramírez, para lavarse las manos, antes de la publicación del libro
me dice que ha tenido una entrevista larga, y que va a salir un libro sobre
“Rubén”, al cual le tengo un cariño casi de padre. Que “Rubén” afirma que
Carlos le dijo: –Pero este compañero, refiriéndose a mí, este compañero
cuando llegue allí, me va a dar el mando o me lo va a negar 22. ¡Qué
pendejada! Según eso, resulta que ya no soy el tipo conocido, ya no soy el
tipo al que Carlos le deposita su confianza con ese nombramiento del que
hablamos, y que duda de mí. Sinceramente, no creo que Carlos haya
afirmado eso de mí.
26
Honduras o en Costa Rica o en Panamá, ¿por qué tenían que irse a reunir en
la montaña? ¡Eso es un absurdo!
Henry: Allí estaba, pero ella era mi correo. La cosa es que vienen de
regreso sin papeles, sin correspondencia, cansados de esperar, y
seguramente por las circunstancias, deciden subirse sin papeles. Como te
decía, ellos nos cuentan de la división.
27
Cuando regreso, ya no encuentro a estos compañeros que estaban en la
fogata, ¿me explico? Entonces quedo aislado esperando a que René Vivas y
Serafín García nos contactemos, porque teníamos esa costumbre.
Dejábamos una fecha y sólo sabíamos que para tal día en el palo tal, allí va
a ser el próximo contacto. Por eso es que te digo que si ellos fueron dos,
tres, cuatro días a esperar a Carlos, esos eran nuestros términos de
organización. ¿Me explico?24
28
“Modesto” sufre atrasos en su retorno del punto donde había ido a
adelantar a los correos, ya que se enferma de paratifoidea y paludismo; y
cuando llega al lugar donde iba a hacer contacto con los de la Aurelio
Carrasco, no los encuentra.
29
En octubre, el mando de la BPU decide bajar a Edgard Lang, quien se
encuentra con una hernia y una herida en la mano, que lo vuelve inútil en la
guerrilla. Lo van a acompañar Nelson Suárez y Julio Avendaño. Dejan a
Edgard Lang, y cuando suben, la Guardia los asesina el 15 de octubre de
1977. De esta manera, la Pablo Úbeda pierde a uno de sus mejores
elementos, un campesino de una calidad extraordinaria, y el mejor
baqueano de esa etapa.
Henry: Respecto a Rufo Marín “El Sordo” 26, nunca pudimos encontrar su
cadáver. Lo damos por caído porque nunca lo encontramos. Es que la
Guardia tampoco lo reportó en sus partes, como solían hacer, en donde
mostraban el cadáver y sus pertenencias, mostraban nuestras mochilas
burlescamente. Pero en este caso no ocurrió y fuimos a buscarlo. Era un
campo lleno de maquengue, menos cerrado, y por eso es que se podía
revisar bien. Era un chavalo muy dotado físicamente, con una gran moral y
espíritu de combate excepcional.
Cuando matan a Aurelio Carrasco dos meses después, otra bala dio en la
espalda de Edwin Cordero, pero pega en el vademécum que él cargaba, y
eso le salva la vida. El fusil de Aurelio Carrasco lo toma Ana Julia Guido, y
eso, aunque tampoco pudimos encontrar el cadáver, sí nos confirma que
cayó. Aurelio era un viejo guerrillero, originario de El Viejo; estuvo con “El
Danto” y con Chicho en la guerrilla de Raití y Bocay. Ahí muere el papá de
los Urbina, de Vidal y Víctor Manuel, que eran de El Sabalete. Y muere
comiendo, aferrado a un tabanco de guineos maduros.
Carlos Agüero era muy severo, y una vez este compañero cometió una falta
de disciplina. En esos momentos nosotros estábamos ya dando los frijoles
contados, contados literalmente, creo que eran cuarenta frijoles por
guerrillero. Urbina me busca en cuanto llego, y dice: –Este señor me quiere
matar; le había reducido a la mitad los frijoles. Fui a hablar con “Ródrigo”, y
le pedí que le levantara el castigo. Así era la forma de ver las fallas en
medio de esas condiciones.
30
optimismo no borraba correctamente las huellas. Creo que la Guardia lo
siguió durante días, porque entró al campamento como debe entrarse
desde el punto de vista operativo. Entré por otro lado, porque andaba con
Nelson Suárez, el mejor baqueano de la guerrilla, y sin pereza ni nada,
porque a veces uno por pereza, el cansancio, decía, mejor bajémonos por
aquí, aunque no fuera lo correcto.
Lo que tiene que quedar claro es que en el campamento central estaban los
viejitos y las mujeres con niños. Las Escuadras militares operaban en el
entorno del campamento Central. Les pusimos “gualdrapas” porque así les
puso René Tejada, era un término que usaban en la Academia Militar.
Henry: Manuel Calderón, quien además fue una gran alegría, porque se
había perdido, y lo recuperamos; Victoria López “Norita”, está un viejito que
se llama Máximo Martínez, Inés Hernández “Pedrito”, Salvador Muñoz, René
Vivas y yo27. Somos como once o doce los que quedamos allí.
31
decisión, tenemos que buscar los centros poblados, pues la muerte de
Pedro Joaquín, el incremento de las acciones en las ciudades, tiene que
estar provocando una efervescencia en la población. Tercero,
específicamente, ¿dónde? Tengo en mi registro mental hacia dónde iba la
gente que se desaparecía. Cuando hablaba con los campesinos les
preguntaba: – ¿Y no saben del compadrito aquel? Ellos me iban diciendo: –
Está por tal lado. Entonces tengo en la cabeza un detalle espacial de la
agrupación de gente. “Pedrito” lleva un contacto que es de la familia
Vargas28, entonces comenzamos a caminar. A los tres meses, nosotros
teníamos montada nuevamente la guerrilla. La gente ya estaba allí.
Bajo con la Dorotea, quien me pone en contacto con el padre Nieaus, quien
primero se me quiere rajar, pero hablo con él de cristiano a cristiano y dice
que lo convencí. Eso cuenta ahora. Es un excelente compañero, y me gusta
este cura holandés Nieaus. Con él bajo, y me pasa por Laguna de Perlas y
llegamos a Managua. Había pedido un contacto en caso que bajara.
Henry: Ahí llego. “El Ídolo”, le decían. La dirección dice que en la puerta
está un ídolo. Y cuál es mi susto que cuando llego me encuentro a mi
maestra de inglés, Olimpia. – ¡Vení ve, Manuel, quién está aquí! Y qué me
iba a perder, si por más que me disfrazara ella era una profesora joven y ve
a un joven al que le dio clases durante dos años.
Mónica: No. Pero fue porque no te lo hice bien, porque estaba con miedo
de quemarte la cabeza. Te puse la crema, los rollitos, y entonces tenía que
dejártelo más tiempo, pero te los quité muy pronto. Me daba miedo
quemarte el cuero cabelludo. Sos tan chirizo que necesitabas mucho
tiempo. Eso fue después de la cárcel. En esa casa también estuvo José
Benito Escobar, fue donde lo conocí.
32
En el mes de marzo, antes que yo llegara, se realizó una reunión en la que
participan David Blanco “Arcadio”, Bayardo, José Benito y Omar Cabezas.
“Arcadio” anduvo haciendo preparativos para la operación del Palacio
Nacional que estaba montando la GPP29.
Henry: Sobre lo del asalto al Palacio Nacional, lo que deciden los Ortega, y
excluyo a Víctor porque creo que él no es parte en esta decisión, es que la
toma la dirija Edén. Es una idea que le venía dando vueltas Edén.
Mónica: Él dice que fue idea suya y que la expuso una vez en la casa de
los Bervis, a principios de los setenta.
Henry: No, hasta en ese momento que yo estaba allí. Entonces dijimos: –
Que se haga conjunta. Aquí en Managua no pudieron ponerse de acuerdo,
pero creo que el protagonismo impidió que esa fuera tal vez la primera gran
operación, y que ahora, históricamente, estuviera como emblema de los
33
acuerdos de unidad.
Otro factor fue su política de reclutamiento. Los Terces te agarran lo que sea
y le ponen un arma; le dan misiones y mando. Recuerdo una carta que le
envío a Bayardo, donde le digo: –No es hora de selección de cuadros, hay
que agarrar cuadros, cuadritos y cuadrititos, porque el pueblo está
generando con rapidez los combatientes, y no hay tiempo de estarlos
llevando en un proceso selectivo.
34
Como los Terces tienen esa política aventada de agarrar gente, las armas se
las van a dar a la gente, nunca van a sobrarles armas. Cuando se están
entregando las armas, según Fidel Castro, se deben entregar por partes
iguales, pero el que reparte y comparte se lleva la mayor parte 30. Ellos
repartían y agarraban más. Gozaban de las simpatías, tenían más plata,
compraban más armas y el aparato político exterior era mucho más fuerte
que el nuestro. Después están los beneficios de la prensa y la radio.
Allí iba como mi segundo, el panameño Evaristo Vásquez “El Chino” 31,
también Clarens Silva, Horacio Rocha, Francisco Díaz “Paquito”, “El Pusher”,
Bonnie Rivas, un chavalo hermano de la Sadie Rivas, Marcos Arévalo
“Marcón”, Fátima Avilés “La pata de buey”, ¡buena combatiente! Otro es
“Camilo”, se llama Carlos Pérez. El Pelón Maximiliano se me quedó. Edgard
Vílchez, que era radista. Ahí iba yo, por supuesto, vamos a arriesgarnos
juntos.
35
de Panamá). Todos, el General Torrijos, todo mundo está de acuerdo –le
digo. ¡Ésta!, nadie sabía, pero teníamos que buscar soluciones. Casi
detienen al Comando. Después Torrijos estaba encantado porque era una
idea militar que tenían él y Carlos Andrés Pérez, tomarnos Puerto Cabezas.
Con esa gente, cagado de la risa lo hubiera hecho. Lo que pasa es que ¡no
sabíamos cómo era la pista! La pista ideal era la pista de Puerto Cabezas.
Los paso a Honduras, y por tierra esa es la gente que va allí a Achuapa y a
todo ese sector, a cambiar la correlación de fuerzas, porque todos eran
rifones, y además en esa guerra del alboroto, como le llamaba yo, éstos
eran de élite.
36
Mónica: ¡El león más fiero de la montaña!
Henry: Así se construyen las ficciones, por eso no hay que enamorarse de
ellas, sino que nos sirvan para reírnos.
Henry: Durante mi regreso, el cansancio era tal, que aunque esa avioneta
viajaba en lo oscuro, porque no lleva luces prendidas, ni iba haciendo
señas, ni mierda, desde que me monté me dormí. Me llevé a Carlos Argüello
Pravia, quien era la retaguardia del Frente en Costa Rica, y cuando me di
cuenta, estábamos rurururur…aterrizando. La tensión es tanta, que ya no
podés tensionarte más, y por eso me dormí. No me acuerdo en qué fecha,
pero estaban los compañeros sitiando el Comando de Matagalpa. Ya estaba
tomado Sébaco, allí me encontré con “El Zorro”, y me fui para Matagalpa
con Álvaro Baltodano.
Mónica: Antes de finalizar, se piensa que vos sos uno de los miembros de
la Dirección con formación ideológica. ¿Cómo definirías al Frente Sandinista
desde el punto de vista ideológico, en sus distintos momentos históricos
previos al triunfo de la Revolución?
En ese Frente, los mandos los genera la lucha misma, a partir de los
combatientes populares, y todo lo hacían bajo la bandera del FSLN, no
había otra bandera, no había una fuerza alterna. Por ejemplo, el Partido
Socialista Nicaragüense, al final puso sus fuerzas, nadie decía que era del
Partido Socialista, si se encontraban allí, era bajo el FSLN.
37
Entonces para mí, es una fuerza política-militar de arraigo popular. Quienes
estaban claros ideológicamente, eran los de la Dirección histórica; ésa es la
que puede tener los contenidos doctrinarios del marxismo.
Henry: Incluso las operaciones que se hacen, por ejemplo en San Carlos, o
en otros lados, algunos compañeros cuentan de la toma de Rivas, que
38
nosotros ni sabíamos. Hay unas anécdotas allí, contadas por Tito Castillo.
No sabía, pero los que estaban detrás, eran cuadros fogueados en el monte,
que tenían ya una formación ideológica y política en la montaña. Esa es
otra cosa, algunos quieren casi desaparecer la montaña, ningunearla. Hay
muchas omisiones, incluso en los discursos nuestros hay omisiones.
Hubo continuidad guerrillera, eso es lo que se enlazó después con esto que
se llama insurrección. Es el único mérito pues, porque ni siquiera hablo de
sacrificio, no me gusta el sacrificio. Porque cuando vos vas a hacer algo,
calculás qué es lo que vas a aportar, cuáles son tus esfuerzos, porque en
cualquier misión gastás energías, a veces no vas seguro. Todo eso forma
parte de la misión, lo cual asumís con la misión misma.
Carlos Fonseca insistía que el contingente debía ser formado con jóvenes de
extracción especialmente obrera y campesina, y en esa insistencia él
incluso hizo una escuela. Y si vos ves, agarró a David Blanco, aunque
también agarró a Jaime Wheelock, Jaime fue de los cuadritos de él; a “La
Gata” Munguía, o sea, agarró también estudiantes, pero él se esmeraba en
la extracción de clase. Es que el obrero físicamente es mejor dotado. Pero
no solamente para caminar, y cargar, sino para aguantar la intemperie, el
hambre, etcétera.
Voy a contarte una anécdota. Una vez estamos en Caño Negro haciendo un
traspase, éstos entraron aquí y nosotros vamos a seguir para adelante;
entonces estamos comiendo donde un compañero que se llama Francisco
López, al que le decíamos “El Sordo”, porque no oía. Era pequeño
propietario, tenía su caballo, su mula, y estamos comiendo una tortilla que
le decíamos “zopilota”, porque no se le quitaba la plumilla al maíz, no se
nezquiza, entonces es dura, dulcete y gruesa, con unos frijoles en bala. Está
Catalino Flores “Casimiro”, un campesino, está hablando de sacrificio y
entra el pícaro de Filemón Rivera, se sienta allí al lado mío, y dice: –Avión,
“Modesto”, avión, el sacrificio de estar comiendo frijoles en bala con tortilla.
¡Si, así nos hemos criado! Y efectivamente, para mí, por ejemplo, comer
sólo arroz y frijoles, no es sacrificio.
39
que estás leyendo?, que Troskí, que Pleyanó (Plejanov), que Lenin. Todas las
palabras acentuadas en el tono que lo dice Filemón. – ¡Todas esas mierdas
yo me las pongo de seudónimo, de seudónimo me las pongo!
Tal vez contesta esta anécdota tu pregunta de la formación ideológica. Y ve
cómo es la autoridad del que tenía conocimiento: el que está con el libro es
el campesino, pero Filemón es de los zapateros de Estelí, y que es el
mando, le dice: – ¡Yo esas mierdas me las pongo de seudónimo!
Agosto 2009
Notas
40
1 Toda la formación y experiencia le permitió destacarse como Jefe guerrillero en el Frente
Norte, al lado de Francisco Rivera “El Zorro”.
2 La perra Laika fue el primer ser vivo en orbitar la tierra. Lo hizo a bordo del Sputnik 2, el 3 de
noviembre de 1957, un mes después que el Sputnik 1 orbitara la tierra.
3 El doctor Gustavo Porras fue el primer Secretario General del Partido Unionista en Guatemala.
4 La tortura del teléfono consiste en aplicar golpes secos sobre el oído; produce un terrible
dolor.
5 Según Bayardo Altamirano, Tomás Borge y Henry Ruiz llegan en 1970 a México.
8 Se refiere a Víctor Guillen, campesino de Uluse que forma parte de las guerrillas de Pancasán
y Zinica, y que usó el seudónimo “Eulalio”.
Él no tiene mucho tiempo de estar en la montaña, cuando realiza este encuentro que
relata “Modesto”. Según Venancio Alonso, no estaba aún afincado en la montaña, ya que
cuando matan a Denis Enrique Romero Zamorán, en noviembre de 1971, en Estelí, Filemón
acababa de entregarle los contactos de esa ciudad.
10 La fecha exacta no la recuerda “Modesto”; pero según Venancio Alonso, quien iba con
“Modesto” cuando subió por primera vez, eso fue antes de la muerte de Bernardino Díaz
Ochoa, quien fue asesinado en septiembre de 1971.
11 Según José Valdivia, Edén previó que podrían querer fusilarlo; por eso, en la reunión a la que
llegaron Ricardo Morales y Tomás Borge en Yalí, Edén tenía a “Chico Chiquito” como escolta,
con una escopeta montada, y apuntando a los que llegaban a tratar de “convencerlo”.
12 Los Jueces de Mesta y los Capitanes de Cañada, inicialmente, fueron creados como
mediadores judiciales en la zona rural, para resolver conflictos comunales; pero terminaron
sirviendo a la lucha anti-subversiva del gobierno. Eran somocistas, en su mayoría, y
denunciaban a los campesinos que daban respaldo a los guerrilleros; vigilaban las montañas y
daban aviso a la Guardia sobre cualquier sospechoso.
13 Esta reunión se realiza en agosto de 1974, y participa también Víctor Tirado López.
15 Bayardo fue sancionado por diferencias de fondo con Plutarco Elías Hernández, quien luego
desertó del FSLN. Reincorporado a la Tendencia Tercerista por Humberto Ortega en 1977, tuvo
comportamientos cobardes en el Frente Sur. (Ver entrevistas a Bayardo Arce y José Valdivia).
16 El fusilamiento de Chicho Zepeda obedeció a un proceso, cuyo Responsable principal fue
Plutarco Elías Hernández Sancho. Todos los miembros de la Dirección Nacional han afirmado
posteriormente que fue un acto injusto y censurable que tuvo consecuencias muy negativas
para el FSLN, organización en la que casi no se practicó el fusilamiento disciplinario en toda su
historia de 23 años de lucha.
18 La forma como mueren estos dos dirigentes el mismo día, está explicada en la entrevista a
Luis Carrión.
19 Se refiere a 1968.
20 Este encuentro debe de haberse realizado a finales de 1970, ya que Carlos, junto a
Humberto Ortega y Rufo Marín, son rescatados el 21 de octubre de 1970, en una operación
comando que dirige Carlos Agüero.
22 En el libro La Marca del Zorro, Hazañas del Comandante Francisco Rivera contadas a Sergio
Ramírez, aparecen tres comentarios que dejan en duda la disposición de “Modesto” para
reunirse con Carlos Fonseca. Da a entender, sin decirlo explícitamente, que Carlos tenía ciertas
dudas de encontrarse rápidamente con “Modesto”, así como la existencia de tensiones entre
ellos: (1) “A mí me da la impresión de que Carlos no quería encontrarse con Modesto antes de
la fecha de la reunión” (Pp. 115); (2) “Y todo esto quería decir que Modesto continuaba en la
profundidad sin acercarse todavía al sitio de la reunión” (Pp. 118); (3) Además, según este
relato, Carlos Fonseca le dijo a Francisco Rivera: “Parece que Modesto no está de acuerdo con
el movimiento que hice con vos. Parece que vamos a tener problemas con el camarada” (Pp.
115).
24 Según Hugo Torres, los contactos eran en junio, julio y agosto. En junio, ellos no pueden
llegar porque se había producido un enfrentamiento; y cuando llegan en agosto, no encuentran
nada.
25 Gabriel Chavarría Franco “Manuel”, quien estaba al mando de la Columna Aurelio Carrasco,
y Alfredo Jáenz. Este último se reincorpora subiendo por la Bacho Montoya, y participa del
proceso de reorganización de la Brigada Pablo Úbeda; cae en las acciones ofensivas del
triángulo minero en 1979. Es hijo de doña Albertina Serrano de Jáenz, la heroica madre de
Marcio Jáenz, que protagonizó una de las más duras huelgas de hambre en la lucha por los
derechos humanos.
26 Rufo Marín es hijo de Hilda Ucles y Pío Marín, a su vez, hijo de Rufo Marín, Coronel del
EDSNN, caído en la toma de Ocotal.
27 En conversación con René Vivas, se reconstruye esta lista: 1) Henry Ruiz; 2) René Vivas; 3)
Serafín García; 4) Sabino Aguilar; 5) Salvador Muñoz; 6) Inés Hernández “Pedrito”; 7) Máximo
Martínez, viejo campesino; 8) Victoria López; 9) Manuel Calderón; 10) Otros campesinos no
identificados.
28 Dorotea Wilson dice que esta familia Vargas, de la comunidad de Mongallo, Siuna, fue de las
más firmes colaboradoras.
29 Desde que “Modesto” baja a adelantar a sus correos a la ciudad, no se vuelve a encontrar
con David Blanco. David vuelve a subir a la Brigada Pablo Úbeda el 16 de julio de 1978. Para
entonces, “Modesto” ya se encontraba en los diálogos sobre la unidad de las tres Tendencias
en el exterior. “Arcadio” conduce junto a René Vivas el proceso de reorganización de las
unidades guerrilleras que operan en Las Minas; participa en el ataque a Bonanza y Rosita en
mayo de 1979; y luego en las tomas de Las Minas y en las insurrecciones de ese sector. Llega a
Managua en agosto de 1979.
30 Humberto Ortega dice que, cuando a solicitud de Carlos Andrés Pérez y Omar Torrijos, Fidel
entregó armas al FSLN, los 1,200 fusiles FAL belgas, los distribuyó así: 900 a los Terceristas,
200 a los GPP y 100 a los Proletarios. (Ortega, Humberto: pp. 392).
31 Evaristo Vásquez cae después del triunfo de la Revolución, asesinado por la contra,
precisamente en el triángulo minero.
Mónica Baltodano
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
VI
La Montaña
Llegar a la montaña era la ilusión
William Ramírez
Para William Ramírez, que vivió y padeció esa dura experiencia, la montaña
fue un referente importantísimo para el trabajo de organización de las
ciudades. “Ahí fue donde se hicieron los jefes de los Frentes Urbanos”,
asegura.
1
Mónica: Para mí es un gusto entrevistar a William porque siento hacia él un
afecto especial, además, trabajamos juntos. Siempre pensé que siendo un
exitoso periodista, y teniendo una familia con hijos, su decisión de marchar
a la montaña requería un mayor desprendimiento, un mayor compromiso.
La mayoría de nosotros fuimos sin dejar hijos, o los tuvimos ya siendo
guerrilleros. Sin más preámbulos, contanos, ¿cómo es que vas a dar a la
montaña?
Era gente muy calificada y con una disciplina excelente. Nos preparaban
con una formación dura, bien dura. Recibiendo escuela también estaban
Manuel Calderón y Roberto Calderón. Estuvo un rato Juan de Dios Muñoz y
alguna gente más. Juan de Dios se distinguía por su calidad humana, ¡qué
clase de compañero!, ¡y qué cariño y qué humildad de verdad! Humilde de
verdad, sin apellidos.
2
y recio, le dice: –Mirá, Carlos, esta espalda está buena para una 30.
Como ahí era campo todavía, y para llegar adonde queríamos faltaban
como dos días de camino, en el día estábamos debajo de unos arbustos,
expuestos a que la gente nos viera, y en una oportunidad nos vio un
campesino, lo capturamos, nos estuvimos con él allí, hasta en la noche lo
dejamos ir, porque en la noche ya nosotros nos habíamos bailado. No nos
denunció, no tuvimos mayores problemas. Ya llevábamos nuestras armas,
yo comencé con un fusil de repetición; excelente fusil, era un Máuser.
Mónica: Contanos de Carlos Agüero. Sé que era uno de los principales jefes
de la guerrilla de la montaña. ¿Cómo era él?
3
Estuve a cargo de tareas políticas no sé cuánto tiempo, hasta que lo perdí
por un error que cometí. Nosotros teníamos que abastecernos, y en una
mochila yo cargaba bastante, hasta ochenta libras bajando y subiendo
montaña, ¡era una barbaridad!, tenía que ser un animal para cargar
bastante. Y como era bien fuerte, siempre me ponían atrás, en la
retaguardia, para ir borrando las huellas. Vos sabés, ése es un trabajo muy
minucioso y de mucha responsabilidad, porque es la vida de tus
compañeros lo que está en juego; si dejás mal borrada la huella, te podía
perseguir la Guardia o los jueces de mesta.
4
con Fonseca en La Habana. William viaja con Mario Fulvio Espinoza a Moscú,
vía La Habana, a representar a los periodistas en un cónclave internacional.
(Conversación con Epifanía de Ramírez, Epi, esposa de William).
•
William: Te cuento una anécdota de Carlos: No recuerdo qué compañero
cayó, y él redacta un comunicado y me lo da, lo leo y le digo que está
bueno. Después que sale el comunicado públicamente, le digo: –Mira,
salieron algunos errores. – ¿Y yo no te lo di para que lo corrigieras? Yo creí
que me lo había dado para ver el contenido y no me fijé en la forma. Y me
regañó por eso.
5
Después nos tocó la parte más dura. Comenzó el cerco de la Guardia y se
cortaba el abastecimiento: no había dulce, ni azúcar, ni caramelos.
Tampoco había lámparas de mano, ni baterías, ni sal, que era vital para
nosotros, ni ropa. La Guardia cortaba todo eso en Matagalpa, en Jinotega, al
pie de la montaña.
William: Hace poco tiempo me enteré de que Juan Wong, hermano del
actual Secretario de la Presidencia, Gilberto Wong, le decía a los
compañeros en mal español: –Copelá homble, copelá. Y al final los clavaba
en madera. Después, él se ufanaba de eso en Miami; esto me lo contó
alguien que estuvo con ellos. Dicen también que a los hijos y a los
familiares de los capturados se los llevaban en el helicóptero que Juan
Wong piloteaba, y los dejaban caer al vacío.
6
vaciado, con la cara envuelta en una toalla sucia. Va buscando contacto y
no había comido. Era tanta el hambre que, cuando llegó a Sébaco, sólo
andaba un peso, entonces compró un peso de cebolla y venía en el bus
comiéndose la cebolla así cruda y la gente lo quedaba viendo como loco.
Mónica: Otra cosa que fue terrible y que golpeó a la guerrilla fue la lepra
de montaña. Recuerdo a Leonardo Real Espinal, a quien conocí en la
escuela militar en Telica, era casi un niño, y tenía la espalda cubierta de
lepra de montaña. ¿Vos también padeciste de eso?
William: Si, esta seña de la cara y otras que tengo en el cuerpo, es lepra
de montaña. También le dio a Roberto Calderón, y casi se le comió la nariz.
Es una de las enfermedades que transmite una variedad del mosquito que
causa el paludismo, otro mal que nos atacó mucho.
7
Nosotros estábamos adentro, en la Cordillera Isabelia. Me encontré a Víctor
Tirado López y a “La Gata” Munguía cuando subí a la montaña. Ellos nos
recibieron en la entrada, pero ya en la mera montaña. Nosotros fuimos al
campamento central, estaba en el fondo, en lo más espeso de la montaña.
Allí estaban Carlos Agüero y “Modesto”, que eran los mandos principales.
Lo del hambre era una cosa seria: yo vi morir a Sebastián Montoya, el hijo
de don Bonifacio Montoya, precisamente de hambre 4. No había qué comer.
Don Bacho, el viejito, había sido miembro del Ejército Defensor de la
Soberanía Nacional.
Los que nos quedamos, cuando pasan los días y no teníamos ninguna
comunicación, y después de estar solitos durante varios meses esperando
en un campamento, vimos que ya estábamos atentando contra nuestra
seguridad; entonces decidimos separarnos: una parte se va para Honduras
con Hugo Torres, y otros nos venimos para Managua.
8
combatientes como Roberto Calderón, se producen conflictos que terminan
por provocar la diáspora guerrillera.
Otro grupo, al verse solo, decide salir hacia Honduras. Este grupo está
integrado por Hugo Torres, Edwin Cordero, Iván Gutiérrez, Natividad
Vanegas, Arturito y la Reynita; éstos últimos eran muchachos campesinos
integrados a la guerrilla.
•
William: En el camino, la Guardia mató a Orlando Castellón, el hijo de
Yolanda y Yico Sánchez; y a Aquiles Reyes Luna, un muchacho de El Viejo,
muy amigo del “Danto”. Ése era el del cuento de la azafata, era el jodedor
del grupo, fraterno, jamás lo vi con la moral baja, y se orientaba muy bien,
cosa que me costaba mucho. Nos dispersamos, y quedo con Crescencio
Rosales.
Luego vienen dos montados, les decimos que nos den los caballos pero que
se vayan con nosotros, porque si los dejamos libres nos pueden denunciar.
Así llegamos a Siuna, después de como cinco horas de camino. Nos vamos
donde los curas, vamos a la capilla. Había unos sacerdotes norteamericanos
capuchinos que eran la ley.
9
Sandinista, estoy herido, en sus manos dejo mi vida: o me entrega o me
cura, así de clarito. Claro, para un sacerdote esa confesión de romplón es
un compromiso real.
Estuvimos doce días con los curas. Ya vendado y con manga larga me dio
un crucifijo, una camisa de cura y como seminaristas nos vamos a
Prinzapolka. Esperamos el bote y la gente sólo hablaba en inglés, nada
entendíamos. Llegamos a Bluefields, y de ahí a Managua donde Luis
Hernández Bustamante, el periodista. Unos días después nos fuimos para
León, a la casa de Mariano Fiallos, que era Decano de la Facultad de
Ciencias y Letras de la Universidad Nacional, y él se encargó de
contactarnos con los responsables del Frente en León.
Mariano Fiallos creo que ya era el Rector. Estando nosotros ahí, heridos,
Irving Dávila encabeza una manifestación contra Mariano, acusándolo de
agente de la CIA de los Estados Unidos, de que era somocista. “Mariano y
Somoza son la misma cosa”, y nosotros adentro de la casa. Nunca le he
dicho eso a Irving Dávila, hasta ahorita.
Reflexionar para que volvamos a rescatar la mística y los ideales, para que
10
volvamos a ser lo que fuimos antes: verdaderos revolucionarios con una
gran capacidad de entrega, con una gran capacidad de amor, sin estar
pensando que este puesto, que el otro puesto, que el que era mi
compañero antes ahora es mi enemigo, y ahora no lo puedo ver ni en
pintura. Debemos recobrar todos esos valores que pienso yo hemos perdido
mucho, mucho, mucho.
26 de junio de 1999
NOTAS
11
1 Bebida de maíz pujagua, cuya cáscara es morada. Este maíz se cuece y luego se muele para
mezclarse con agua y azúcar, y se toma como refresco. En la montaña, cuando faltaba la
comida, comían la masa de pozol con sal.
2 La planta es Garra de León o Cola de Mico, denominada así porque la parte superior, cuando
las nuevas hojas no han nacido totalmente o no se han desplegado, semejan un puño o garra,
y una de ellas, la que va surgiendo, a medida que se va desenrollando, se parece a la cola
enrollada de un mono o mico. El tallo tiene espinas. (Descripción de Hugo Torres a la autora).
3 “Modesto” nos aclaró que él no bajó a Managua sino que acercó a sus correos, Salvador
Muñoz y Victoria López, en la periferia del centro montañoso, donde tenían sus campamentos,
y en esa misión duró varios meses. Al regresar, no encontró a la Unidad Aurelio Carrasco.
4 Don Bacho Montoya fue asesinado el 8 de mayo de 1976, junto a su esposa Juana María y su
hijo Sebastián Montoya. El relato de su muerte aparece en el libro de Omar Cabezas La
Montaña es algo más que una inmensa estepa verde. El compañero a quien se refiere William,
tenía como seudónimo “Sebastián”, pero no es el hijo de don Bonifacio. Es una confusión de
William que no pude aclarar, porque la revisión de estos materiales se dio cuando William ya
había muerto.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
VI
La Montaña
No habría 19 de julio sin la montaña
David Blanco, Dorotea Wilson y René Vivas
**
1
Revolución. Se le otorga el grado de Comandante Guerrillero en
1979 y es nombrado Vice-Ministro del Interior y posteriormente
Jefe Nacional de la Policía Sandinista, ocupando esa
responsabilidad durante los primeros años del gobierno de
Violeta Barrios. Pasa a ser miembro de la Dirección Nacional en
1994, e integra entonces la corriente Izquierda Democrática. A la
fecha, tiene posiciones críticas a la conducción del FSLN. Es
abogado y notario.
Todo esto obligó a los grupos guerrilleros a internarse cada vez más en la
profundidad de la montaña, separándose de la base social campesina y
sufriendo los rigores del aislamiento, la pérdida de la retaguardia y de la
fluidez en las comunicaciones, tanto entre las unidades como con los
mandos de la ciudad.
2
Mónica: La primera interrogante a mis invitados siempre es ¿cómo se
integraron a la lucha? Esto lo considero vital porque es un indicador claro de
cómo llegaron las ideas revolucionarias a los actores de esta gesta. Dice
mucho del contexto, de las condiciones en que se libró la lucha, de los
hechos y reflexiones motivadores. Eso es parte fundamental de la historia.
David: Yo soy viejano, y algo que incidió en tomar partido político, fueron
algunos hechos que sucedieron en mi pueblo natal El Viejo. Un tío político,
Victoriano Arteaga, quizás la figura de oposición más relevante del
departamento de Chinandega, fue asesinado por un guardia, el esbirro Juan
Ángel López1. Quizás recuerden en los años 70, el famoso Zanjón de
Posoltega, donde fueron a tirar los cuerpos de varios campesinos
trabajadores de la Hacienda San Carlos. Victoriano Arteaga fue como
hermano de crianza de mi padre, casado con una hermana de mi mamá.
Tuvo un hijo que se integró con Jacinto Baca y murió por el Frente
Sandinista en 1973, Manrique Arteaga Núñez era su nombre.
David: Otro hecho relevante para definir mi compromiso fueron los ultrajes
que sufrió Doris Tijerino, y su denuncia desde la cárcel. Eso me impactó, y
en ese momento hubo un movimiento estudiantil en la secundaria donde
tomamos algunas iniciativas de repudio al hecho.
3
Adrián Molina, un fuerte cafetalero, dueño de la finca El Escambray, hacia
donde nos lleva, y que prácticamente era el trampolín hacia la periferia
montañosa.
David: ¡Cómo no! La descubrió en 1974, cuando cayó preso todo el grupo
de Daniel Núñez, creo que a raíz del asalto al banco de Abisinia. Del
Escambray, partimos al centro montañoso con Víctor Tirado López y Filemón
Rivera, hermano de Francisco Rivera, hasta San Antonio de Kuskawás, y ahí
quedé unos tres meses bajo las órdenes de Jacinto Hernández, un
compañero suplente de la Dirección Nacional. Era un extraordinario
dirigente campesino que posteriormente perdimos. Cuando entré a la
montaña, el grupo era bastante reducido. No iba con la idea de encontrar
mucha gente, pero el grupito me impactó.
Mónica: Es decir que la primera parte del trabajo era en los poblados.
Mónica: Y eso que los conservadores hacían oposición cívica. ¿Fue ése el
caso de tu papá?
4
como de casi cuatro meses, en La Aviación, a raíz del Movimiento de Olama
y Mollejones.
René: Sí, se suponía que estaba en lo que ellos llamaban el Frente Interno,
la resistencia interna. Por supuesto que se lo levantaron a los pocos días,
porque llegó a una farmacia a convencer a un somocista para que se
sumara a la huelga por el movimiento armado de Pedro Joaquín, y más bien
lo denunció, y lo llegaron a traer dos horas después con lujo de violencia. Y
lo metieron a la cárcel.
Un día se nos ocurrió decirle a Jacobo que aquí estábamos nosotros y que
queríamos acción. En efecto, se hizo el contacto. Curiosamente el enlace
que nos pusieron en Europa fue el doctor Francisco Rosales Argüello,
“Chicón”, hermano de Oscar Danilo, caído en Pancasán. Chicón Rosales era
miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista.
5
Leticia Herrera y otros. Me acuerdo que había un grupo en el que estaban
como ocho compañeros, entonces “El Ronco” Oscar Turcios nos puso en
contacto con ellos. Éramos once ahí, Patricio Argüello Ryan estaba en
Europa Oriental; Eduardo Contreras, Enrique Schmidt, Jacobo Marcos y yo,
en la parte occidental, y después estaban los otros seis compañeros que
estudiaban en la Lumumba; “los lumumbeños”, como decíamos nosotros,
“los moscovitas” y el resto, nos reunimos todos en Francia. En Europa
tomamos la decisión de incorporarnos al Frente Sandinista. La primera tarea
fue buscar entrenamiento, y fuimos a parar a Palestina.
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sucedió después de la muerte de Carlos Fonseca. Estaban cercados, sin
ropa, sin zapatos, las armas estaban todas sarrosas, no tenían tiros; tenían
que hacer comunicación con el Pacífico, con los compañeros para
abastecerse. Requerían de recuperación de fuerzas, de energía, de espíritu
para continuar, porque la Guardia estaba cercando ya el sector minero y ya
había información por dónde estaban pasando ellos.
René: Sí, los del Frente. A Valdivia primero lo echaron preso en una casa de
seguridad y de ahí lo devolvieron a Honduras. El que hace esto es “El
Ronco” Oscar Turcios. Hasta que entran Pedro Aráuz y Juan José Quezada,
que eran más respetados que nosotros, entonces nos aceptan, casi como
concediéndonos un favor. Juan José era karateca y tenía condiciones físicas
excelentes y además un gran corazón. Era un gran compañero.
7
Mónica: Ustedes se entrenan para venir a luchar con el Frente y el Frente
no...
8
Mónica: Dorotea, ¿cuál era la esencia del trabajo de ustedes?
9
Teodoro en pro de los campesinos. William llega solicitando que le cambiara
un dinero, necesitaba sencillo porque tenía que dar una ayuda o pagar al
campesino que le ayudó a bajar de la montaña. Entonces Teodoro le
entrega cambio, y lo cura, porque William tenía una herida en el costado.
Las mismas monjas de la Divina Pastora que estaban allá, hicieron el
trabajo. Luego Teodoro saca a William y a Crescencio Rosales, y los traslada
a Managua.
Dorotea: Si. Vengo con velo, falda y blusa. Me dieron una contraseña para
encontrarme con Luis Enrique. Me pierdo y no llego a Bello Horizonte. Pero
como William Ramírez ya había bajado de la montaña, él me reconoce en la
calle. Me llevó a una casa de seguridad, y por la tarde logran contactarse
con Luis Enrique. Le entrego la carta que traigo de “Modesto” y espero unos
dos o tres días para la carga, pues, yo tengo que regresar a Siuna con ella.
10
estaba en el aeropuerto me ve recogiéndolos. Llegan los chavalos y toda la
gente me ayuda a recoger las cosas y a meterlas en la caja. Era natural,
porque en la casa nosotros vendíamos tiros 22 y de escopeta a los campesinos
que iban a cazar. ¡Pero ésos eran tiros de FAL!
Dorotea: Yo salía más, tuve que hacer un viaje a Costa Rica, a Panamá, y
también ahí se tuvo que introducir radios de comunicación que los metí en
el fondo de galones de pintura Sherwin Williams, empacados en Panamá
por Daniel Núñez.
David: Carlos Fonseca iba a llegar a Kiawas, al norte del Río Iyas, en la
Comarca Sofana, eso era pura selva, donde tendría una reunión de la
Dirección Nacional para definir una estrategia conjunta. Para entonces ya se
había producido la división del FSLN en las tres tendencias. Yo fui en
diferentes oportunidades a esperarlo. Bajaba de la parte montañosa, pero
tenía que bajar a un lugar que le llamábamos El Garrobo, como a tres horas
de Boca de Piedra, junto a Hugo Torres y Roberto Calderón. Lo esperamos
hasta el nueve de noviembre, él cayó el siete en la noche.
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Cuando salió aquella foto de Novedades, con el titular “Descabezado el
Frente Sandinista”, pensamos que le habían cortado la cabeza, pero cuando
fuimos a traer sus restos a Waslala después del triunfo de la Revolución se
constató que no fue así.
René: A Carlos se le fue a buscar por varios meses. Yo fui un par de veces.
El sitio del encuentro era un palencón donde en una de sus ramas se ponía
un ganchito como señal de que habían llegado. Cuando llegábamos,
buscamos los ganchitos, si no estaban, nos teníamos que retirar y volver
cada seis horas, para volver a chequear. Salíamos uno u otro grupo en la
espera de la llegada de Carlos.
12
Nosotros habíamos realizado otras jornadas ofensivas, por ejemplo, en
diciembre de 1974 el asalto al banco de Abisinia; luego, una jornada de
ajusticiamiento que comienza con Santos Peralta, en la hacienda El
Porvenir, y otros Jueces de Mesta. En los primeros meses de 1975 también
se dieron ataques a cuarteles. Pero después que cae Carlos Fonseca, la
recién creada Aurelio Carrasco realiza una emboscada, y desgraciadamente
cae Carlos Agüero. En el núcleo estaban William Ramírez, Hugo Torres,
Manuel Calderón y diez compañeros más.
13
voy a vender veinte libras, pero éste nos dejó comprar hasta un quintal.
¿Frijoles?, igual; ¿latas?, ¡las que quieran! Nosotros alegrísimos.
Posteriormente se les pasó la cuenta al Juez de Mesta y al hijo, que eran los
principales responsables.
14
Saslaya, y se va con dos o tres compañeros. David era uno de los hombres
más hábiles para sobrevivir en el monte, y por eso le asignan esa misión.
René: Era uno de los compañeros mejor dotados como jefe guerrillero.
Realmente David era el jefe después de Carlos Agüero, eso no se sabe ni se
dice; y lo que pasa es que, como David realmente era la persona que podía
garantizar que toda esa gente no fuera asesinada, entonces le toca a él esa
tarea y también choca con la Guardia; se dispersan y después David se nos
pierde y aparece de nuevo por otro lado.
David Blanco tenía autoridad como uno de los compañeros con más
habilidades guerrilleras, eso te lo puede decir William Ramírez, Calderón,
Hugo Torres y todos los que estuvimos ahí.
David: Sí, pero luego yo salgo del plan, porque me ordenan que suba de
inmediato a la montaña a reforzarla. Eso es en julio de 1978. Para entonces,
“Modesto” ya estaba en Panamá. Habían llegado ya a acuerdos. Se me
comunica que va a ser una operación conjunta, y que va salir un
comunicado dando a conocer la unidad.
15
Mónica: ¿Cuándo regresás de nuevo a la montaña?
Mónica: Entonces pudiera decirse que hasta esa época se siguió siempre
trabajando en el fortalecimiento de las unidades guerrilleras de la montaña,
porque estás hablando ya de 1978.
Los ataques de octubre de 1977 nos quitan presión, porque nosotros allá
arriba habíamos quedado en una situación muy débil y delicada;
andábamos descalzos, en harapos, y algunos bajamos a la ciudad a hacer
contacto. Los ataques del norte, de los compañeros, nos dan un respiro.
Mónica: ¿Cómo toman la decisión de irse para Las Minas y cuándo llegan?
16
gringos en Vietnam, la Guardia obliga a los campesinos a bajar a Waslala y
a La Dalia, donde eran totalmente controlados por ellos a través de los
jueces de mesta, entonces nos fuimos quedando prácticamente sin
contacto con la gente.
Ahí se plantea que hay que acercarse a la ciudad, buscar armas y recursos.
Se decide casi por votación democrática que “Modesto”, que no quería,
bajara al Pacífico. La situación es tal, que “Modesto” nos dice a todos que el
que se quiera ir que se vaya, pero todos permanecimos firmes, nadie se va.
Pero decidimos que él baje con Sabino Aguilar.
Hacemos una gran marcha que incluyó pasar por las calles de Siuna,
pasando frente al Comando con las armas metidas en sacos, pues no
podíamos bordear Siuna porque “Pedrito” se confundió y tuvimos que
guiarnos por el movimiento y ruido de la planta eléctrica, y cuando vimos
es que estábamos en los putales de La Luz. Decidimos pasar rápido, era
como la una de la madrugada. Ahí llegamos a organizar en primer lugar la
salida de “Modesto” y el nuevo esfuerzo de la columna.
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Ya después nos fortalecimos para la operación de la toma de Las Minas y el
aterrizaje de un avión con armas y combatientes.
René: Para la toma de las minas el problema no era la gente, porque eso
nos sobraba, sino el armamento, porque era muy difícil llevarlo a la
montaña. Entonces, en comunicación con Henry Ruiz, se concibe una
operación de desembarco aéreo en Bonanza, con un avión DC-6 de cuatro
motores en el que va un comando como de setenta compañeros ya
entrenados. Ahí viene el Chino Vásquez y varios excelentes compañeros;
algunos están vivos, otros cayeron en la defensa de la Revolución. Esto
estaba planeado para el 28 de mayo de 1979.
18
intenta entrar a Siuna, pero no tienen las coordenadas ni la información de
Siuna, como las tenían en el caso de Bonanza. Entonces, imagínense que el
avión regresa de nuevo.
David: Ahí hicieron un intento, pero Henry Ruiz dice que la pista estaba
obstaculizada. Había barriles y obstáculos en el centro de la pista.
La toma duró unos días, hasta que consideramos que había que hacer la
retirada. Y cuando nos tenemos que retirar la gente dice: –Mire, el problema
es que ya que nos manifestamos, no nos podemos quedar en el pueblo
porque nos mata la Guardia cuando ustedes se vayan. Entonces le pregunto
a David y me dice que tienen razón, los van a matar.
19
Dorotea: René, pero hay que acordarse que en esa marcha, a los dos de la
tarde ya teníamos encima a los push and pull y la Guardia de Siuna salió a
pie, caminando de Siuna para emboscarnos en el camino hacia Risco de
Oro. Más adelante, David lo que hizo fue organizarnos y dividirnos.
Recuerdo que un profesor del colegio, Adán Silva, iba con todos sus
alumnos.
Mónica: Es que te hago esta pregunta porque Julio Ramos dice que cuando
la toma de Estelí y todas esas actividades insurreccionales, la gente que
venía de la montaña no tenía la dinámica de que hay que tomarse
camiones, sino que todo era a pie, que era parte de la mentalidad de la
montaña.
20
Cae la noche y teníamos que seguir caminando; acampamos en la
madrugada. Ahí nos dimos cuenta que de las doscientas personas, había
sólo como sesenta, el resto se perdió.
Dorotea: A los días, la Guardia los agarra vivos, agarra a los hijos de don
Justo, de Rosita, y nosotros pudimos escuchar el tiroteo cuando los
masacraron. Ahí fue la masacre de los estudiantes. Ese lugar se llama La
Rampla12.
Mónica: Nos llamó una compañera que vive en Managua pero que es
originaria de Siuna13. Dice que la masacre fue el 6 de junio y que murieron
cincuenta y ocho compañeros, entre otros, hermanos como Gilberto
Romero, Francisco Sáenz, Miguel y Migdonio Alvarado. Ella se acordó de
cuatro, pero realmente una masacre de cincuenta y ocho compañeros tiene
que ser un evento sobre el cual se escriba todo un libro para que no quede
en el olvido.
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Aprovecho la oportunidad para saludarles a usted y sus
invitados, el Comandante René Vivas con cariño a la morenita
Dorotea. A los héroes un poco olvidados de la Mina Rosita.
¿Cómo olvidar aquel 28 de mayo y aquel 6 de junio de 1979? Me
preparaba para asistir al colegio a las seis de la mañana.
Recuerdo a la Brigada Pablo Úbeda, entre algunos de sus
miembros, a “Rufo”, al Comandante René Vivas, a Terencio 14, a
“Úrsula” con su UZI en mano. Mi saludo adonde se encuentren a
ellos y a “Emiliano”, que fuera asesinado en La Rampla por la
tenebrosa Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI),
junto a los jóvenes que fueron torturados y masacrados, como
Lucía Montoya Zeledón, El Moreno Jorge, Crachi, Cucho y otros,
por la memoria de Celso, el compañero que cayó en combate en
la segunda entrada a Rosita, cuyo cuerpo quedó sepultado a la
orilla de la cancha.
22
Dorotea: Después de eso, nosotros vamos con David, llegamos hasta el
Río Coco, buscando Honduras. Incluso una parte de la gente fue a explorar
el lado de Honduras. Cuando se da el 19 de julio, nosotros estábamos Río
Coco arriba, cuando David oye por Radio Reloj de Costa Rica del triunfo.
Bajamos sobre el río en cayucos hacia Waspán, pero ya los guardias se
habían ido. Nosotros bajamos hacia Puerto Cabezas a pie, pero René iba
hacia allá en camiones.
Mónica: Para finalizar, les pido un breve mensaje para los oyentes.
23
sociales y económicas, las banderas siguen vigentes, y por tanto, debemos
continuar.
Debemos reconocer, por lo tanto, sobre todo a los que cayeron, a los que
dieron sus vidas y que permitieron que posteriormente, en1977, el Frente
fuera capaz de pasar de la clandestinidad de las montañas, a las ciudades y
a la lucha insurreccional.
14 de agosto de 1999
24
1 Victoriano Arteaga era mandador de la hacienda San Carlos, de Chale Montealegre, en la
zona de la Villa Salvadorita (hoy 15 de julio) durante el auge algodonero; y se involucró con
movimientos campesinos que lucharon por las tierras de Tonalá, Sirama y Rancherías.
“(...) Los campesinos asesinados ese día eran trabajadores de la hacienda San Carlos
que estaban presentes en el momento del asesinato de mi padre por parte de un guardia:
Cayetano Urey, tractorista, Eduardo Flores, bodeguero, Eduardo Urey, jornalero cargaron el
cadáver de mi padre manchándose de sangre; una patrulla de la Guardia se percató de eso y
los siguió por la carretera al Guasaule, los alcanzaron y los asesinaron, luego les dieron fuego y
los botaron en los zanjones de Posoltega”. (Testimonio de Victoriano Arteaga Núñez en El
Nuevo Diario, 2 de noviembre del 2007).
2 Los CIVES (Comités Cívicos de Vigilancia y Defensa del Sufragio Electoral) fue una
organización creada por los Conservadores. Uno de los impulsores fue Pedro Joaquín Chamorro
Cardenal, para realizar acciones de protesta contra el somocismo. Eran grupos de jóvenes que
se manifestaban con beligerancia.
© Onofre Guevara: Los CIVES eran una organización juvenil anti somocista. Su principal
líder era Julio Cardoza quien apareció después como ministro del trabajo y luego ocupó otros
cargos en los gobiernos de Somoza Debayle; vive en Miami desde los 80 y estuvo escribiendo
casi semanalmente en El Nuevo Diario, pero no sé si por coincidencia, dejó de escribir desde
cuando en un artículo recordé su “hazaña”, aunque sin mencionarlo.
6 Patricio Argüello Ryan, junto a Laila Khalid, participaron en un fallido intento de secuestro de
un avión de El Al, la línea aérea israelita, después de despegar de Ámsterdam. El operativo
fracasó y fueron heridos por guardias armados israelíes que viajaban dentro de la aeronave.
Cuando el aparato aterrizó en el aeropuerto de Londres, Leila Khaled fue llevada a la comisaría
de Policía, y retenida durante veintiocho días, hasta su liberación en un intercambio de
rehenes. Patricio fue dado como baja, pues estando herido y atado, miembros de la seguridad
israelí lo golpearon brutalmente, y luego lo ejecutaron con disparos a sangre fría. (Datos de la
página web, Sandino Vive).
8 Se refiere al sacerdote capuchino Teodoro Nieaus, conocido como Padre Teo, quien hacía
trabajo en esa zona.
10 Columna Bonifacio Montoya, conocida como La Bacho, bajo el mando de Omar Cabezas.
Opera en el norte; construye la Ruta Sandino que logra llegar hasta el noroeste de San José de
Bocay, propiamente a orillas del Río La Golondrina.
15 El 6 de julio se toman Bonanza y luego atacan Rosita y Siuna, y quedan liberados estos
territorios.
16 David Blanco fue al acto en donde le impusieron el grado de Comandante Guerrillero. Luego
participó en la misión del rescate de los restos de Carlos Fonseca.
No habría 19 de julio sin la montaña
David Blanco, Dorotea Wilson y René Vivas
David Blanco Núñez nace en El Viejo, Chinandega, el 3 de marzo de 1949. Estudia magisterio en la
Escuela Normal de Jinotepe, bachillerato en el Instituto de El Viejo e inicia estudios de Agricultura. Sus
primeros contactos fueron Chicho Zepeda y Germán Pomares. En 1972 pasa a la clandestinidad y después
de recibir entrenamiento en Cuba, se integra a la Columna Pablo Úbeda en la montaña, donde llegó a ser
segundo al mando. Recibe la distinción de Comandante Guerrillero en 1979. Fue el primer Jefe de la
Policía Sandinista y miembro del alto mando del Ministerio del Interior. En 1990 fue diputado y a la fecha
de esta entrevista, vive de su trabajo como mediano agricultor.
**
De padre obrero y madre ama de casa, Dorotea Wilson Thatum nace en Siuna el 15 de septiembre de 1948.
Sus primeros estudios los realiza en el Colegio Santa Inés de Maryknoll, en su pueblo natal. Estudia
Magisterio y Psicología en Puerto Cabezas y Bluefields. Ingresa en la orden religiosa Carmelita y presta
sus servicios en la zona central del país: Siuna, Bonanza y Rosita.
En esa zona de Las Minas del Atlántico colabora con la guerrilla y en 1975 se incorpora como militante.
En los años ochenta deja los hábitos y ocupa responsabilidades en los equipos partidarios, en la Delegación
de la Presidencia y en las organizaciones de mujeres en el Caribe Norte, y como diputada en el Consejo
de Estado. Miembro de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional en1994. A la
fecha, trabaja en las organizaciones feministas y por las minorías étnicas.
**
René Vivas nace el 30 de agosto de 1949 en Granada en una familia adinerada. Se bachillera en el Colegio
Centroamérica. En 1967 se marcha para la República Federal de Alemania, donde estudia Química por
cuatro años. Estando en ese país se integra al FSLN en 1971 y después de recibir entrenamiento militar en
Palestina, regresa a Nicaragua en 1972. Trabaja un tiempo en las estructuras urbanas y pasa a la montaña
en 1974, donde forma parte de la Brigada Pablo Úbeda hasta el triunfo de la Revolución. Se le otorga el
grado de Comandante Guerrillero en 1979 y es nombrado Vice-Ministro del Interior y posteriormente Jefe
Nacional de la Policía Sandinista, ocupando esa responsabilidad durante los primeros años del gobierno
de Violeta Barrios. Pasa a ser miembro de la Dirección Nacional en 1994, e integra entonces la corriente
Izquierda Democrática. A la fecha, tiene posiciones críticas a la conducción del FSLN. Es abogado y
notario.
Cuando salió aquella foto de Novedades, con el titular “Descabezado el Frente Sandinista”,
pensamos que le habían cortado la cabeza, pero cuando fuimos a traer sus restos a Waslala
después del triunfo de la Revolución se constató que no fue así.
René: A Carlos se le fue a buscar por varios meses. Yo fui un par de veces. El sitio del
encuentro era un palencón donde en una de sus ramas se ponía un ganchito como señal de
que habían llegado. Cuando llegábamos, buscamos los ganchitos, si no estaban, nos teníamos
que retirar y volver cada seis horas, para volver a chequear. Salíamos uno u otro grupo en la
espera de la llegada de Carlos.
Leonardo Real Espinal había conocido a Carlos Fonseca en una de sus bajadas a la ciudad y
fachenteaba con eso. Contaba que lo que más le impresionaba de Carlos era la confianza con
que hablaba del triunfo. Me decía: –Yo no sé cómo Carlos asegura que vamos a ganar, si esta
mierda la veo jodida. Hablaba bellezas de Carlos.
Mónica: ¿Que pasó después de la muerte de Carlos Fonseca, cómo impactó eso a la Pablo
Úbeda?
René: Fui durante meses al campamento. En una de esas misiones que me mandaban con
“Evelio” Nelson Suárez a poner y quitar una horqueta, en el último viaje que hago, voy
entrando al campamento con “Evelio” y me encuentro a Carlos Agüero oyendo el radio y con
la cara desencajada. Yo pensé, quién sabe qué pasó, porque la cara que tenía era de muerto.
Lo saludo y me dice, mataron a “Agatón”. Y hasta entonces me dice que la misión que iba
yo a realizar era porque había que subir a “Agatón” al campamento. Era una misión repetitiva
que nunca supe para qué la hacía, ni “Evelio”. Carlos Agüero pasó todo el día pegado al
radio.
Comentario de la autora: Un mes después de la muerte de Carlos Fonseca, el 9 de diciembre
de 1976, en ausencia de “Modesto” y “Ródrigo”, que andan realizando una misión, por
primera vez hay un combate cerca del campamento central de la Brigada Pablo Úbeda, y
muere Rufo Marín. Mueven el campamento y dos meses después, el 9 de febrero es atacado
nuevamente. En el lugar llamado Aguas Calientes, cae Aurelio Carrasco. Al día siguiente, 10
de febrero, “Modesto” ordena una emboscada. Se combate con la Guardia sin bajas.
•
René: A principios de año se decide organizar un grupo selecto de combate para emprender
acciones ofensivas, porque estábamos sufriendo una represión fuertísima, y decidimos crear
la Columna Aurelio Carrasco, dirigida por Carlos Agüero.
Nosotros habíamos realizado otras jornadas ofensivas, por ejemplo, en diciembre de 1974 el
asalto al banco de Abisinia; luego, una jornada de ajusticiamiento que comienza con Santos
Peralta, en la hacienda El Porvenir, y otros Jueces de Mesta. En los primeros meses de 1975
también se dieron ataques a cuarteles. Pero después que cae Carlos Fonseca, la recién
creada Aurelio Carrasco realiza una emboscada, y desgraciadamente cae Carlos Agüero. En
el núcleo estaban William Ramírez, Hugo Torres, Manuel Calderón y diez compañeros más.
Comentario de la autora: Aunque en las cronologías oficiales se dice que Carlos Agüero
cae en el ataque al Cuartel de Río Blanco, se ha precisado que él cae el 7 de abril, jueves
santo, a eso de las 5 p.m., mientras se daba la primera y única acción de la Columna Aurelio
Carrasco, de la cual era jefe. La acción se llevó a efecto contra una patrulla de la Guardia
Nacional que se encontraba acampando en la capilla de San Isidro, comarca de Lisawé. (Ver
entrevista a Hugo Torres).
•
René: Después de eso, la columna queda realmente sin liderazgo, y en los meses sucesivos,
conjuntamente con la ofensiva de la Guardia, se desmoraliza. La Guardia logra desarticular
esa columna y muchos salen como pueden hacia Honduras; otros bajan, no sé cómo, a la
ciudad. William Ramírez logra salir para Siuna; matan a otros9, capturan a Ana Julia Guido
y nuevamente quedamos unos pocos, como diez, y otros que estaban en la
Columna Bonifacio Montoya.
Nosotros, que estábamos más adentro nos dividimos en dos grupos. Mientras David va más
adentro con los que les decíamos cariñosamente “gualdrapas”, a mí me mandan a El Naranjo,
junto a Serafín García “Pablo”. La zona era propiamente entre el lugar donde estaba la Bacho,
el Kilambé, y El Naranjo. Es una distancia enorme, pero el lugar donde vamos es un punto
intermedio.
Mónica: René, el 24 de agosto de 1977 cae Emir Cabezas y luego en octubre Nelson Suárez
y otros compañeros. ¿Cómo ocurrieron estos hechos?
René: Nos mandan a una misión de abastecimiento donde un señor que había contactado,
me parece que “Modesto”, que era Juez de Mesta. Parece que había pasado alguien por ahí y
el hombre se había mostrado dispuesto a apoyar. Era importante porque tenía bastante
abastecimiento en su tienda, era una zona donde no teníamos presencia y este hombre era un
finquero riquito. Esto es en el lado de Wina, Bocay, ahí es zona más poblada. Llego ahí con
Sabino, Teófilo, Emir “Angelito” y otros más. Nos hacen la operación tamal. ¿Me vende
arroz? Normalmente nos dicen: –Le voy a vender veinte libras, pero éste nos dejó comprar
hasta un quintal. ¿Frijoles?, igual; ¿latas?, ¡las que quieran! Nosotros alegrísimos.
Es más, nos dieron de comer, y tardábamos y tardábamos, de manera que cuando son como
las tres de la mañana, me chiveo, y digo: –Vamonós a la mierda. Y todavía “Angelito”, que
había perdido una pieza de una máquina de moler, y lo habíamos criticado al pobrecito por
esa pieza, él ve una máquina vieja ahí y le dice al hombre que si le vende la pieza, y el hombre
dice: –Llévese la máquina entera. Eso nos atrasó aún más. Y el hijueputa, mientras tanto, le
mandó a avisar a la Guardia. Y nos entretiene. Todavía cuando Sabino le pregunta por una
dirección donde salir, él nos mandó por una ruta en unos breñales espantosos. Pasamos horas,
como íbamos súper cargados, eso nos hizo caminar lento, fue un vía crucis.
Cuando caemos a la montaña limpia, paramos un rato para escuchar un mensaje de ésos que
nos mandaban por medio de La palomita mensajera. “Angelito” está al ladito mío y se retira
un poquito. En ese momento se armó una balacera. Lo que nos salva de caer masacrados a
todos es que nos detuvimos y teníamos los sacos en el suelo. Eso nos permitió corrernos
porque la balacera era infernal, y además, nos atacaron con helicópteros. Nos quedamos un
tiempo, escuchábamos los gritos de la Guardia, a trescientos metros oíamos los gritos de los
guardias que a pesar de todo, no se atrevían a entrar. Regresamos al lugar buscando a
“Angelito” pero no encontramos ni el cadáver.
Posteriormente se les pasó la cuenta al Juez de Mesta y al hijo, que eran los principales
responsables.
Nelson Suárez “Evelio” campesino de Yaoska, el mejor baqueano de la montaña, iba en
misión junto con Julio Avendaño “Teófilo”, bajando a Edgard Lang, quien tiene una hernia
y una mano herida, y a otro compañero, creo. A Edgard lo dejan en la carretera para que tome
un bus, y ellos se regresan. En ese regreso chocan con la Guardia y los matan a los dos.
Nosotros nos damos cuenta porque la Guardia siempre hacía alardes. Recuerdo cuando
“Modesto” se dio cuenta, le golpeó durísimo, pues además de que era su baqueano, le tenía
muchísimo cariño.
David: Después de la caída de Carlos Agüero, me dan la misión de trasladar compañeros
hacia el centro montañoso, lo que es el macizo de Saslaya. Había ancianos y familias enteras
que andaban con nosotros.
René: La misión de David realmente fue ingrata. Había que alivianar la guerrilla por la
represión de la Guardia, y andábamos muchos niños y viejitos. Entonces yo decido que para
poder operar requerimos una guerrilla que no cargue, que sea liviana, que no tenga que andar
protegiendo a esta gente. Pero a David Blanco le dan la tarea de ir a sobrevivir con ellos a
Saslaya, y se va con dos o tres compañeros. David era uno de los hombres más hábiles para
sobrevivir en el monte, y por eso le asignan esa misión.
Mónica: ¿De dónde te vino esa habilidad? ¿Es natural?
David: De mi extracción campesina y tengo facilidad en la orientación.
René: Era uno de los compañeros mejor dotados como jefe guerrillero. Realmente David era
el jefe después de Carlos Agüero, eso no se sabe ni se dice; y lo que pasa es que, como David
realmente era la persona que podía garantizar que toda esa gente no fuera asesinada, entonces
le toca a él esa tarea y también choca con la Guardia; se dispersan y después David se nos
pierde y aparece de nuevo por otro lado.
David Blanco tenía autoridad como uno de los compañeros con más habilidades guerrilleras,
eso te lo puede decir William Ramírez, Calderón, Hugo Torres y todos los que estuvimos
ahí.
David: Tuve que bajar a la ciudad, entré a Managua el 17 de octubre, para la muerte de Pedro
Aráuz. Tuve que bajar porque en la montaña no hicimos contacto y, además, gente de la
nuestra también se perdió en medio de los combates en la montaña. Estuve en León, donde
una colaboradora que se llama Aura Hernández.
En esa ocasión ocurrió algo que no se sabe, y es que yo anduve en el Palacio Nacional
levantando toda la información. Nosotros, con Bayardo Arce que estaba entonces de
responsable de la Tendencia GPP, hicimos el plan, yo visité el Palacio muchas veces con el
compañero “Frank”, Charles Quintana, quien ahora trabaja en seguridad personal.
La cosa es que hicimos una maqueta y armamos el plan. Más o menos el estimado de unos
veinte o veinticinco hombres bien entrenados militar y psicológicamente. Entre los
candidatos a integrar el Comando estaban William Ramírez, Mauricio Valenzuela, Ismael y
Oscar Lanuza, Carmen Bravo, la hija de doña Luz, que fue secretaria de “Chombito” Walter
Ferreti, y otros más.
Mónica: Entonces, ¿es verdad que la GPP tenía su plan?
David: Sí, pero luego yo salgo del plan, porque me ordenan que suba de inmediato a la
montaña a reforzarla. Eso es en julio de 1978. Para entonces, “Modesto” ya estaba en
Panamá. Habían llegado ya a acuerdos. Se me comunica que va a ser una operación conjunta,
y que va salir un comunicado dando a conocer la unidad.
Mónica: ¿Cuándo regresás de nuevo a la montaña?
David: El 13 de enero de 1978, después de la muerte de Pedro Joaquín Chamorro, salgo a
Matagalpa y ahí permanezco algún tiempo, llevando gente para la Bacho Montoya10.
Tenemos contacto con Camilo Ortega, que nos da medios, armas y dinero. Afincamos bien
a Omar Cabezas con hombres, armas y de ahí paso más al centro, es decir, a la zona donde
históricamente operamos nosotros, donde ya estaban Serafín García y Lumberto Campbell.
Más arriba está Salvador Muñoz, que está con René Vivas en los minerales, esperando para
llevarme a la zona de Las Minas.
Comentario de la autora: David vuelve a subir a la zona de operaciones de la
Columna Pablo Úbeda en julio de 1978. Para entonces había realizado varios viajes al
Kilambé, apoyando el traslado de hombres y armas a la Columna Bonifacio Montoya. De
la Bonifacio, parte hacia la zona donde se encontraba René Vivas, en los alrededores de Las
Minas, en una caminata que dura veintiséis días. (Conversación posterior con David Blanco).
•
Mónica: Entonces pudiera decirse que hasta esa época se siguió siempre trabajando en el
fortalecimiento de las unidades guerrilleras de la montaña, porque estás hablando ya de 1978.
David: Hay un respiro grande porque ya para ese entonces la presión es mucho menor, la
presión más grande que nosotros tenemos es antes que rompan fuego los Terceristas.
Los ataques de octubre de 1977 nos quitan presión, porque nosotros allá arriba habíamos
quedado en una situación muy débil y delicada; andábamos descalzos, en harapos, y algunos
bajamos a la ciudad a hacer contacto. Los ataques del norte, de los compañeros, nos dan un
respiro.
Mónica: ¿Cómo toman la decisión de irse para Las Minas y cuándo llegan?
René: “Modesto” logra encontrarnos en el Naranjo después de varios meses que no nos
mirábamos. Para la muerte de Pedro Joaquín, hacemos un análisis de la situación.
Nosotros apenas somos once en ese lugar. La represión en la zona ésa, donde operamos de
1973 a 1977, fue brutal. Estamos hablando de la zona de Matagalpa, Jinotega, Waslala, La
Dalia y Río Blanco. Los campesinos se bajaron, no había gente, no había población. Habían
ocurrido ejecuciones masivas, los campesinos eran tirados de los helicópteros. Entonces la
guerrilla así no sirve. ¿Qué hacíamos metidos en esos macizos montañosos? Aplicando el
concepto de las famosas “aldeas estratégicas” que usaron los gringos en Vietnam, la Guardia
obliga a los campesinos a bajar a Waslala y a La Dalia, donde eran totalmente controlados
por ellos a través de los jueces de mesta, entonces nos fuimos quedando prácticamente sin
contacto con la gente.
Ahí se plantea que hay que acercarse a la ciudad, buscar armas y recursos. Se decide casi por
votación democrática que “Modesto”, que no quería, bajara al Pacífico. La situación es tal,
que “Modesto” nos dice a todos que el que se quiera ir que se vaya, pero todos permanecimos
firmes, nadie se va. Pero decidimos que él baje con Sabino Aguilar.
En la reunión que hacemos después del 10 de enero, estaban “Modesto”, Victoria López
“Nora”, Serafín García, Salvador Muñoz “Filemón”, Sabino Aguilar “Filiberto”, Inés
Hernández “Pedrito”, dos campesinos y yo.
No recuerdo si estaba Manuel Calderón “Rufo”, porque creo que él se había perdido, y se
apareció todo hecho mierda hasta que estábamos en los minerales. David no estaba, porque
estando en el Saslaya, lo sorprende la Guardia moliendo pinol en una máquina que hacía un
ruido del carajo. Ahí los atacan y muere un campesino llamado Jacinto; se esparce toda la
gente y David pierde todos los contactos, por lo que decide bajar a la ciudad.
Escogemos la zona de los minerales porque ya teníamos presencia, aunque todavía débil,
pero la población está en su lugar. La decisión fue correcta, porque fue increíble cómo, en
cuestión de meses, de cuatro pelagatos que llegamos ahí en unas condiciones lamentables, al
cabo de ocho o diez meses teníamos armamento y sobre todo, mucha gente.
Hacemos una gran marcha que incluyó pasar por las calles de Siuna, pasando frente al
Comando con las armas metidas en sacos, pues no podíamos bordear Siuna porque
“Pedrito” se confundió y tuvimos que guiarnos por el movimiento y ruido de la planta
eléctrica, y cuando vimos es que estábamos en los putales de La Luz. Decidimos pasar
rápido, era como la una de la madrugada. Ahí llegamos a organizar en primer lugar la salida
de “Modesto” y el nuevo esfuerzo de la columna.
Cuando se dieron los movimientos insurreccionales de 1978, algo sabíamos de eso, y nos
preparamos para la toma de Siuna. Yo llego a Siuna de madrugada, vestido de mujer y
duermo dos noches en el convento, en el cuarto de la Dorotea. Y “Filemón”, que andaba
conmigo, lo mandé a que fuera al cine para vigilar el Comando. A la hora que tengo que salir
de ahí, el doctor Manuel Rodríguez, quien me debía buscar, no llega puntual, y le digo a la
monjita Juanita Contreras, usted se tiene que vestir de mujer normal y se va conmigo como
que vamos jalando. La monjita está aterrorizada, pero luego llegó el doctor Rodríguez, y le
reclamé su tardanza. La monjita feliz, porque su reputación no quedó en duda.
Ya después nos fortalecimos para la operación de la toma de Las Minas y el aterrizaje de un
avión con armas y combatientes.
Mónica: ¿Cómo se organiza la primera toma de las minas?
René: Para la toma de las minas el problema no era la gente, porque eso nos sobraba, sino el
armamento, porque era muy difícil llevarlo a la montaña. Entonces, en comunicación con
Henry Ruiz, se concibe una operación de desembarco aéreo en Bonanza, con un avión DC-6
de cuatro motores en el que va un comando como de setenta compañeros ya entrenados. Ahí
viene el Chino Vásquez y varios excelentes compañeros; algunos están vivos, otros cayeron
en la defensa de la Revolución. Esto estaba planeado para el 28 de mayo de 1979.
Nosotros compramos una finca que quedaba cerca de Rosita, y ahí preparamos todo el
operativo de los aviones. Todos los colaboradores tenían finquitas muy pequeñas y no
queríamos que cayeran. Compramos la finca para poder recibir a toda la gente, para agruparla
y preparar las acciones. Ahí fue llegando toda la nueva camada: “Blas”, “Emiliano”, Alberto
Jáenz “Alfredo”.
Analizamos que no bastaba asegurar Bonanza, porque existía la posibilidad de que le llegaran
refuerzos a la Guardia desde Siuna o Rosita. Entonces se tomó la decisión de tomarse Rosita
y Bonanza, simultáneamente, el mismo día. A “Rufo” Manuel Calderón le toca Rosita, con
un grupo de compañeros que nació en ese poblado. “Rufo” encontró a todos los guardias
durmiendo, así que se tomó ese pueblo en un segundo.
David y yo teníamos que garantizar el pueblo y la pista de Bonanza, que era donde aterrizaría
el avión. Lamentablemente, o tal vez afortunadamente, ese día había neblina y todos veíamos
que el avión hacía intentos desesperados por aterrizar entre la neblina, pero no podía. Y no
hubiera podido aunque no hubiese neblina. Si han tirado un DC-6 sobre la pista de Bonanza
con un mejor tiempo, se hubieran matado todos. Lo digo ahora que conozco bien la pista de
Bonanza, pues a pesar de que mandamos los datos con Dorotea, sobre el largo y ancho de la
pista, no sabíamos que ese aterrizaje no era posible porque Bonanza es un hoyo. Vinieron los
sabios, unos hombres que supuestamente sabían de eso, incluso fíjate que con un cura
anduvieron midiendo a pie, dando pasos y contándolos.
David: Sí, hay una loma de frente, ahí.
Dorotea: El avión regresa, porque intenta también caer en Siuna; sobrevuela Bonanza como
cuatro veces, y ya para entonces son las diez de la mañana. Nosotros empezamos a oír el
vuelo desde la seis de la mañana, intenta entrar a Siuna, pero no tienen las coordenadas ni la
información de Siuna, como las tenían en el caso de Bonanza. Entonces, imagínense que el
avión regresa de nuevo.
Mónica: ¿Y si hubiera aterrizado en Siuna?
Dorotea: Quién sabe si se hubieran salvado, porque Siuna no estaba tomada.
David: Ahí hicieron un intento, pero Henry Ruiz dice que la pista estaba obstaculizada.
Había barriles y obstáculos en el centro de la pista.
René: Es que la Guardia se espantó cuando vio el avión sobrevolando. Nosotros nos
tomamos simultáneamente Rosita y Bonanza.
Mónica: Yo te voy a decir que si hubieran podido aterrizar en Siuna, es decir, si no hubiera
habido obstáculos sobre la pista, seguro no hubieran tenido problemas para tomársela ¡con
setenta armados! Cuando dicen que se tomaron Rosita y Bonanza, ¿qué quiere decir? ¿Atacan
el cuartel y lo controlan?
René: Claro, tomamos los dos pueblos y cuando la población ve a la guerrilla en las calles,
los campesinos salen. Los primeros días pensamos que el avión volvería a tratar de llegar.
Fíjate que en una ocasión estamos “El Chele Emiliano” y yo a orillas de la pista, oímos un
ruido y pensamos que era el avión y los compañeros que habían regresado. Ya había luz y
estamos de pendejos en la cabecera de la pista; cuando en eso vemos que sale un humito, y
era un rocket lanzado por un avión push and pull y nos enterramos en un lodazal, en un
pantano. Se armó una balacera contra los benditos push and pull y se desaparecieron.
La toma duró unos días, hasta que consideramos que había que hacer la retirada. Y cuando
nos tenemos que retirar la gente dice: –Mire, el problema es que ya que nos manifestamos,
no nos podemos quedar en el pueblo porque nos mata la Guardia cuando ustedes se vayan.
Entonces le pregunto a David y me dice que tienen razón, los van a matar.
Entonces salimos como con doscientas personas desarmadas, sin abastecimiento, vestidos de
cualquier forma. Nos fuimos ordenando a la gente lo más que pudimos hacia Risco de Oro,
tratando de salvarle la vida a la gente. Iba un grupo adelante para ir abriendo brecha y en el
centro una cantidad de muchachos y muchachas jóvenes buscando como no fueran
asesinados.
Dorotea: René, pero hay que acordarse que en esa marcha, a los dos de la tarde ya teníamos
encima a los push and pull y la Guardia de Siuna salió a pie, caminando de Siuna para
emboscarnos en el camino hacia Risco de Oro. Más adelante, David lo que hizo fue
organizarnos y dividirnos. Recuerdo que un profesor del colegio, Adán Silva, iba con todos
sus alumnos.
Mónica: ¿Cómo se produce la masacre de La Rampla?
Dorotea: Se produce en Risco de Oro, cuando después que cruzamos El Salto11, David y
René se quedan, van todos a pie con doscientas personas. Se distribuyeron las armas que
había en pequeña cantidad.
Mónica: ¿Y no habían camiones en el pueblo? ¿Por qué no se movilizaron en camiones?
David: Nosotros nos movilizamos en los camiones para la toma de Las Minas.
Mónica: Es que te hago esta pregunta porque Julio Ramos dice que cuando la toma de Estelí
y todas esas actividades insurreccionales, la gente que venía de la montaña no tenía la
dinámica de que hay que tomarse camiones, sino que todo era a pie, que era parte de la
mentalidad de la montaña.
René: Eso no es así. Nosotros llegábamos en camiones a los objetivos, lo que no podíamos
hacer era acercamiento en camiones. Pero en cuanto a la toma de la mina, la primera misión
fue tomarse los camiones.
David: “Rufo” se nos pierde, era jefe de la retaguardia Se le da la misión de emboscar a la
Guardia. No pudo regresar al grupo y tiene que chocar varias veces con la Guardia, y la
marcha era complicada con los civiles. Después ya se encuentra de nuevo con René. Nosotros
íbamos hacia Risco de Oro, a una mina que se llama Dos Américas.
Dorotea: Entramos a Risco de Oro y David dice que podemos descansar. Habíamos
conseguido una vaca, había yuca, y nos pusimos a cocinar. Teníamos dos días de caminata,
había que descansar y dar de comer a unas doscientas personas. Cuando estábamos listos
para distribuir la alimentación, oímos el ataque de la Guardia que entró por el lado de la
comunidad El Dorado, que es la parte sur-este de Siuna, y nos atacan y comienza el tiroteo.
Dejamos la comida, dejamos todo y nos desparramamos, todo el mundo corrió donde se
podía, porque la mayoría no teníamos armas ni entrenamiento. Los estudiantes se dispersaron
y ahí se perdieron Adelaida “Úrsula” y Manuel Rodríguez “Goyo”.
Cae la noche y teníamos que seguir caminando; acampamos en la madrugada. Ahí nos dimos
cuenta que de las doscientas personas, había sólo como sesenta, el resto se perdió.
René: Después que perdemos contacto con la retaguardia a cargo de “Rufo”, organizamos
una mini retaguardia y ahí iban, “Emiliano”, un muchacho chele de Estelí, muy bueno, Luis
Delgadillo, Isaac, un campesino y unos siete más. Ellos tenían la misión de, por lo menos,
contener a la Guardia mientras nosotros avanzábamos con ese montón de civiles montaña
adentro. Y se produce un segundo vergueo porque, cuando ellos buscan como tenderse, la
Guardia los sorprende. Ahí mueren Luis Delgadillo y “Emiliano”, y se pierde el resto.
Después de eso, una parte de los pobladores ya rendidos, muertos de hambre, afligidos, dicen
que van a tratar de regresar al pueblo, que ellos son de ahí. No los pudimos detener y regresan,
pero la Guardia los apresa y los asesina.
Dorotea: A los días, la Guardia los agarra vivos, agarra a los hijos de don Justo, de Rosita,
y nosotros pudimos escuchar el tiroteo cuando los masacraron. Ahí fue la masacre de los
estudiantes. Ese lugar se llama La Rampla12.
David: Como sesenta compañeros murieron, según oí después.
Dorotea: En estos combates cae Luis Delgadillo, hermano de una monjita de La Asunción
que presta servicio en Diriamba, creo que se llama Miriam Delgadillo, que llegó después a
buscar sus restos.
Mónica: Nos llamó una compañera que vive en Managua pero que es originaria de Siuna13.
Dice que la masacre fue el 6 de junio y que murieron cincuenta y ocho compañeros, entre
otros, hermanos como Gilberto Romero, Francisco Sáenz, Miguel y Migdonio Alvarado. Ella
se acordó de cuatro, pero realmente una masacre de cincuenta y ocho compañeros tiene que
ser un evento sobre el cual se escriba todo un libro para que no quede en el olvido.
René: Después de Las Minas, prácticamente se combatía todos los días; a veces hasta dos
veces al día, entonces teníamos un grupo atrás, de contención, buscando como salvar la vida
de todo ese montón de muchachos. Seguimos montaña adentro.
Mónica: El sábado pasado anunciamos que ustedes vendrían hoy y les mandaron una cartita
que me gustaría leerles:
Aprovecho la oportunidad para saludarles a usted y sus invitados, el Comandante René Vivas con cariño
a la morenita Dorotea. A los héroes un poco olvidados de la Mina Rosita. ¿Cómo olvidar aquel 28 de mayo
y aquel 6 de junio de 1979? Me preparaba para asistir al colegio a las seis de la mañana. Recuerdo a la
Brigada Pablo Úbeda, entre algunos de sus miembros, a “Rufo”, al Comandante René Vivas, a Terencio14,
a “Úrsula” con su UZI en mano. Mi saludo adonde se encuentren a ellos y a “Emiliano”, que fuera
asesinado en La Rampla por la tenebrosa Escuela de Entrenamiento Básico de Infantería (EEBI), junto a
los jóvenes que fueron torturados y masacrados, como Lucía Montoya Zeledón, El Moreno Jorge, Crachi,
Cucho y otros, por la memoria de Celso, el compañero que cayó en combate en la segunda entrada a
Rosita, cuyo cuerpo quedó sepultado a la orilla de la cancha.
Dorotea: Todos ellos son compañeros de Las Minas: los Montenegro, grandes colaboradores
del lado de Negrowás, de esa zona donde cayó posteriormente Evaristo Vásquez, un
compañero de origen panameño que había venido con “Modesto” en el avión. Después él fue
jefe militar del triángulo minero y cayó en una emboscada de la contra.
René: Después de la masacre, la población quedó enfurecida y dispuesta a integrarse a la
lucha. Nosotros permanecimos en los alrededores y comenzamos a ser los que buscábamos
a la Guardia. Con la fuerza que acumulamos, nos tomamos nuevamente Las Minas y
controlamos ese territorio. En Siuna había doscientos guardias que se entregaron toditos. Ahí
recuperamos las armas y controlamos todo el territorio. Los jefes de los grupos eran David
Blanco, Manuel Calderón, Salvador Muñoz “Filemón” y yo15.
Después de la toma de Siuna tomamos una decisión Manuel y yo con otros diecisiete
irresponsables, porque se necesita ser irresponsable para tomarnos unos camiones de Las
Minas y marchar sobre Puerto Cabezas, sin tener ni idea de cuántos guardias había ahí.
Algunos decían que nos fuéramos hacia Matagalpa, pero pensamos que ya no tenía sentido.
Nosotros pensamos, ¿qué vamos a ir a hacer al Pacífico, si ahí sobra gente? Nosotros hemos
estado en esta zona del Atlántico, la conocemos más. Ya prácticamente estaba controlado
todo lo que era Waslala, Siuna, Rosita, Bonanza, Prinzapolka, todas las comarcas y todos los
ríos.
David: Después de la toma de Las Minas, nosotros salimos hacia Musawás, el palenque de
los Sumus, buscando Raití.
Dorotea: Después de eso, nosotros vamos con David, llegamos hasta el Río Coco, buscando
Honduras. Incluso una parte de la gente fue a explorar el lado de Honduras. Cuando se da el
19 de julio, nosotros estábamos Río Coco arriba, cuando David oye por Radio Reloj de Costa
Rica del triunfo. Bajamos sobre el río en cayucos hacia Waspán, pero ya los guardias se
habían ido. Nosotros bajamos hacia Puerto Cabezas a pie, pero René iba hacia allá en
camiones.
René: Yo personalmente estaba en la toma de Puerto Cabezas como el 15 de julio, y la
Guardia se había ido. Al día siguiente salí para Waspán en los camiones, y la Guardia se
había cruzado a Honduras. En todos esos lados dejábamos armada a la gente. Al regresar a
Puerto, escuchamos que Somoza se había ido. Como a los dos días, después del 19 de julio,
me logro comunicar con “Modesto”, y me dice: –Andate para Bluefields, que hay unos
vergueos horribles. Nosotros nos vamos con varios, Edgard Vílchez y Leana Benavides, que
acababan de llegar a Puerto, y no sé con cuántos insensatos más, nos montamos en un avión
y nos vamos para Bluefields a ver qué pasa. David llegó a Managua hasta en agosto16. No me
acuerdo, pero cuando llegamos a Bluefields encontramos un cachimbeo complicado, pero
por otras cosas. Había gente de la Brigada Simón Bolívar.
Mónica: Para finalizar, les pido un breve mensaje para los oyentes.
David: Se hizo una Revolución, no se pudo hacer lo que pensábamos, desgraciadamente
hubo muchos enemigos. Desde un primer momento, al gobierno norteamericano no le gustó
esta Revolución y gastamos muchos recursos para defenderla. Creo firmemente que la
Revolución Sandinista ha sido el acontecimiento más grande de este siglo, ha sido un cambio
grande donde prácticamente fue el pueblo el que se alzó contra toda la injusticia y todos los
desmanes de la dictadura somocista para tener un gobierno mejor y más humano.
Hago un llamado a todos los jóvenes a reflexionar y ver hacia adelante y decirles que el futuro
de Nicaragua tiene que ser un gobierno humanista, un gobierno por todos los pobres y no por
los poderosos. Creo que el futuro pertenece a la justicia, a la paz y a la democracia.
René: Yo creo, que las banderas de la Revolución siguen siendo vigentes. Aquello que llevó
a todos estos miles de nicaragüenses a la lucha, un ideal de justicia, de combatir las violentas
desigualdades sociales, la riqueza en manos de cuatro pelagatos, una sociedad excluyente
para las grandes mayorías, un pueblo analfabeta, abandonado, con pobrísimos niveles de vida
y sin salud ni educación. Lamentablemente, esas cosas la Revolución no logró resolverlas,
porque en diez años no era posible, y en diez años de neoliberalismo estamos regresando a
situaciones muy parecidas a la época de Somoza. En otras condiciones políticas, pero
similares condiciones sociales y económicas, las banderas siguen vigentes, y por tanto,
debemos continuar.
Quiero expresar nuestro reconocimiento y cariño a los compañeros que cayeron en la
montaña: Carlos Agüero, Rufo Marín, Aurelio Carrasco, Martiniano Aguilar y no los
menciono a todos porque es realmente imposible, gente extraordinaria, compañeros
valiosísimos. También quiero, con brevísimas palabras, reconocer a quien funcionó como
jefe de todo eso, al Comandante Henry Ruiz Hernández “Modesto”, quien estuvo al frente
desde los años setenta, y al cual nosotros obligamos a bajar, él no quería abandonar el lugar
donde estuvo trabajando. Nosotros no hemos hecho mucha alharaca de nuestras modestas
acciones militares, pero realmente la montaña fue una escuela de formación.
Debemos reconocer, por lo tanto, sobre todo a los que cayeron, a los que dieron sus vidas y
que permitieron que posteriormente, en1977, el Frente fuera capaz de pasar de la
clandestinidad de las montañas, a las ciudades y a la lucha insurreccional.
Mónica: Definitivamente no hubiera podido haber un 19 de julio sin la montaña. Y eso es
muy importante.
Dorotea: Y tampoco sin la participación de las mujeres. Yo quiero, realmente en honor a los
mártires de La Rampla y a los compañeros mineros, rescatar la solidaridad, la ternura y el
amor que nos unió y que nos hizo posible derrocar a la dictadura. Creo que todo esto es muy
importante porque estamos retomando, construyendo y reconociendo aquellos valores,
aquellos principios de solidaridad, de unidad y de compañerismo, porque fue una lucha
inclaudicable.
14 de agosto de 1999
NOTAS
1Victoriano Arteaga era mandador de la hacienda San Carlos, de Chale Montealegre, en la
zona de la Villa Salvadorita (hoy 15 de julio) durante el auge algodonero; y se involucró con
movimientos campesinos que lucharon por las tierras de Tonalá, Sirama y
Rancherías.
“(...) Los campesinos asesinados ese día eran trabajadores
de la hacienda San Carlos que estaban presentes en el momento del asesinato de mi padre por
parte de un guardia: Cayetano Urey, tractorista, Eduardo Flores, bodeguero, Eduardo Urey,
jornalero cargaron el cadáver de mi padre manchándose de sangre; una patrulla de la Guardia se
percató de eso y los siguió por la carretera al Guasaule, los alcanzaron y los asesinaron, luego les
dieron fuego y los botaron en los zanjones de Posoltega”. (Testimonio de Victoriano Arteaga
Núñez en El Nuevo Diario, 2 de noviembre del 2007).
Los CIVES (Comités Cívicos de Vigilancia y Defensa del Sufragio Electoral) fue una
2
organización creada por los Conservadores. Uno de los impulsores fue Pedro Joaquín
Chamorro Cardenal, para realizar acciones de protesta contra el somocismo. Eran grupos de
jóvenes que se manifestaban con beligerancia.
3 Daniel Convendit, famoso líder de Mayo del 68, en París.
4 Las Minas: Rosita, Siuna y Bonanza, enclave minero de compañías norteamericanas.
5La compartimentación era un principio operativo de la organización clandestina. Cada
unidad se mantenía separada o estructurada en compartimentos; no debía tener información
de las otras unidades. De esa manera, si una unidad era reprimida, las otras quedaban
resguardadas por el secreto.
6 Patricio Argüello Ryan, junto a Laila Khalid, participaron en un fallido intento de secuestro
de un avión de El Al, la línea aérea israelita, después de despegar de Ámsterdam. El operativo
fracasó y fueron heridos por guardias armados israelíes que viajaban dentro de la aeronave.
Cuando el aparato aterrizó en el aeropuerto de Londres, Leila Khaled fue llevada a la
comisaría de Policía, y retenida durante veintiocho días, hasta su liberación en un intercambio
de rehenes. Patricio fue dado como baja, pues estando herido y atado, miembros de la
seguridad israelí lo golpearon brutalmente, y luego lo ejecutaron con disparos a sangre fría.
(Datos de la página web, Sandino Vive).
En la Cronología Veintitrés Años de Lucha Sandinista, publicada por el Instituto de Estudio
del Sandinismo en 1981, se afirma que después del asesinato de Patricio, se realizó otro
secuestro aéreo en el que participó Juan José Quezada, y lograron la liberación de la
guerrillera palestina y la devolución del cadáver de Patricio Argüello Ryan.
7 Casa de Magnus Bervis, en Sutiava, León, a la que le decían El Fuerte.
8 Se refiere al sacerdote capuchino Teodoro Nieaus, conocido como Padre Teo, quien hacía
trabajo en esa zona.
9 Caen Orlando Castellón “Casimiro” y Aquiles Reyes Luna.
10 Columna Bonifacio Montoya, conocida como La Bacho, bajo el mando de Omar Cabezas.
Opera en el norte; construye la Ruta Sandino que logra llegar hasta el noroeste de San José
de Bocay, propiamente a orillas del Río La Golondrina.
11 Se refiere a la presa hidroeléctrica El Salto, que abastece de energía a la mina.
12 La Rampla es una comunidad perteneciente al municipio de Siuna.
13
Esta llamada telefónica al programa Entre Todos fue el 10 de julio de 1999.
14Terencio es un compañero campesino de Unión Labú, de apellido López. “Úrsula” es
Adelaida González, una de las Misioneras de Cristo que se incorporaron a la lucha guerrillera,
que usaba una Sub-ametralladora UZI. (Explicación posterior de Dorotea).
15 El 6 de julio se toman Bonanza y luego atacan Rosita y Siuna, y quedan liberados estos
territorios.
16David Blanco fue al acto en donde le impusieron el grado de Comandante Guerrillero.
Luego participó en la misión del rescate de los restos de Carlos Fonseca.
MEMORIAS
DE LA LUCHA SANDINISTA
TOMO I
I. Título
Primera Edición 2010 – 2do. Tiraje 2011 por Fundación Roxa Luxemburgo
© Mónica Baltodano
Memorias de la Lucha Sandinista, obra en cuatro tomos de Mónica Baltodano se distribuye bajo
una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Leer
más en http://www.memoriasdelaluchasandinista.org/en/4-presentacion
Bibliografía
Agüero Aguilar, Arnulfo: Colina 110. Insurrección de los Laureles y Masacre GN.
Managua, Alcaldía de Managua, 2009.
Barreto, Pablo Emilio: Crónicas del triunfo y dos repliegues tácticos del FSLN.
1999.
1
Briones Alizaga, Aldo: Y no dejo de luchar. Testimonio de un combatiente por la
vida. Managua, Asociación para el Desarrollo Cultural Camino, 2002.
Cabezas, Omar: Canción de amor para los hombres. Managua, Editorial Nueva
Nicaragua, 1988.
Cabezas, Omar: La montaña es algo más que una estepa verde. Quinta edición.
Managua, Editorial Nueva Nicaragua, 1983.
Clarridge, Duane R. / Diehl, Digby: Un espía para todas las estaciones. Mi vida
en la CIA. Traducción libre, 2008.
2
Del Olmo, Rosa: Los chigüines de Somoza. Editorial Ateneo de Caracas, 1980.
Escobar, José Benito: Rigoberto López Pérez el principio del fin. Secretaría
Nacional de Propaganda y Educación Política del FSLN. Managua, julio de 1980.
3
Centroamericanas, 1998.
Núñez Téllez, Carlos: Un pueblo en armas. Informe del Frente Interno. Editado
por la Secretaría Nacional de Propaganda y Educación Política del FSLN,
Managua, Julio 1980.
4
Perales, Iosu: Los buenos años – Nicaragua en la memoria. Barcelona, Icaria,
2005.
Randall, Margaret: Las hijas de Sandino, una historia abierta. Managua, Anamá
Ediciones, 1999.
5
Zeledón. Nicaragua-USA, 1909/1916. Managua, Aldilá Editor, 2001.
Otras publicaciones:
Comité de Solidaridad con América Latina: Gaspar García Laviana (30 años),
2008.
6
Departamento de Propaganda y Educación Política FSLN: Un pueblo alumbra su
historia (álbum).
Gaceta Sandinista. Comisión de Información de la Representación del FSLN en
Cuba. La Habana, Años 1972: No 2; Año 1976: No 4, 6 y 10; Año 1977: No. 3, 4,
5, 6, 7, 8 y 10; Año 1978: 7 y 8; Año 1979: 1, 2, 3 y 4.
Instituto de Estudio del Sandinismo: Los Héroes de Veracruz. Dirección General
de Divulgación y Prensa de la JGRN. Managua, 1983.