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Unidad 2

EDUCACIÓN COMO SOCIALIZACION Y COMO DISCURSO


PEDAGOGICO
(Texto elaborado por la profesora Gutiérrez, María Rosa para uso de los estudiantes - 2015)

La persona nace como individuo y necesita el acompañamiento de quienes lo


rodean para formarse y convertirse en un miembro activo del grupo al que se integra.
Todo grupo social, está construido por las generaciones anteriores, quienes, en función
de las necesidades y por la combinación de ésas y del medio ambiente natural (clima,
relieve, riquezas naturales, etc.), inician un proceso de decisión por el que construyen un
grupo social, siempre en función de las experiencias vividas.
Por ello puede afirmarse que la sociedad es una creación histórica y geográfica
específica, que define y precisa las prácticas sociales y la socialización es el proceso que
favorece la integración social y la transmisión cultural de las prácticas sociales. Por esto
se dice que “el hombre no nace social, se hace gracias a la convivencia con otros
hombres” (Brígido, 2006) (1)

1. ¿Qué es la socialización?
La socialización es un aprendizaje social pero no es mecánico, total, ni supone
una actitud pasiva. La persona, por su misma naturaleza, siempre aporta su mirada
particular para la construcción del mundo según cómo lo entienda. Los sociólogos
Berger y Luckmann (2), “expresan esta relación dialéctica de manera muy clara
mediante tres premisas adoptadas del pensamiento de Marx: la sociedad es una realidad
objetiva; el hombre es un producto social, la sociedad es un producto humano” (en
Brígido, 2006). Esto refuerza las ideas precedentes, respecto de que la sociedad y la
cultura (incluida las nociones de hombre, mujer, etc.) son creaciones que los hombres y
mujeres realizan con más o menos acuerdos.
Es un proceso general de aprendizaje para la participación, se realiza durante
toda la vida y se produce cada vez que la persona inicia una relación social. En este
proceso, no importa el contexto ni la edad; “apunta a convertir un ser social, es decir,
alguien capaz de integrarse al sistema social ejerciendo los roles que le competen”
(Brígido, 2006). Así, la cultura y las normas que regulan la vida colectiva se incorporan
en la subjetividad de las personas como disposiciones que llevan a actuar de acuerdo a
las expectativas.
La cultura identifica al grupo social, es propia de la comunidad, se nutre de las
actividades o prácticas cotidianas de las personas y, al mismo tiempo, las determina en
el sentido que provoca una reiteración en las formas, modos y costumbres, acerca de
cómo se hace lo que fue aprendido en algún momento. Del mismo modo, las actividades

1) Brígido, Ana María. Dra. en Ciencias de la Educación. Profesora Titular Plenaria de Sociología de la
Educación en la Fac. de Filosofía y Humanidades de la U. N. Córdoba.

2 ) Peter Ludwig Berger (1929) sociólogo estadounidense. Thomas Luckmann (1927) sociólogo alemán.
Sus campos de investigación principales son la comunicación, el conocimiento, la religión y la filosofía
de la ciencia. Ambos escriben “La construcción social de la realidad” (publicado por 1° vez en 1996)

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humanas que tienden a repetirse con frecuencia generan la habituación hasta que se
convierten en pautas de acción, en roles sociales que se internalizan en la conciencia de
los hombres.
En este proceso todo lo que va conociendo, se incorpora en la subjetividad a
través de los símbolos conformando una red de significaciones que se imponen a los
sujetos y de la cual es casi imposible abstraerse. Esa red de significaciones es lo que se
conoce como Universo Imaginario.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, símbolo es un término
complejo y de difícil definición, no sólo porque abarca objetos (ej. balanza: que
representa la justicia) sino porque también incluye colores, ej.: rojo es peligro o alto,
también acciones (ej. gestos), instituciones (ej. escuela), etc. a las que se asigna, un
sentido o concepto. La asignación del sentido es arbitraria, porque no lo decide una
persona sino una comunidad. El símbolo, además, designa las relaciones interpersonales
(docente - alumno; patrón - obrero) generando así, un sentimiento de pertenencia que
une el objeto, acción, institución, etc. con aquello que lo representa.
Pero los símbolos no producen las mismas imágenes en todos las personas, cada
uno le atribuye sentimientos, deseos, miedos particulares, según su historia de vida
ligada al lugar que ocupa en la estructura social, y esto actuara como un determinante en
las relaciones interpersonales.
En éstos procesos es importante el conocimiento de la realidad social lo que
lleva a considerar un problema básico: la imposibilidad de abarcar el conocimiento de la
realidad total ya que lo que se sabe de la sociedad y la cultura es una traducción, una
visión parcial, sólo es “la parte” de la realidad que el grupo, al que pertenece la familia
conoce como propia.
La sociedad, así, se garantiza la preservación de la estructura básica sin grandes
modificaciones sociales con el paso del tiempo, incluida las posiciones que las personas
ocupan en el grupo como las relaciones de poder entre ellas,
En general, el proceso de socialización tiene las siguientes características:
• “Es permanente y continuo, se lleva a cabo cada vez que
interactuamos con otros, cualquiera sea el contexto social de que se trate. A
medida que el individuo crece, se amplían sus ámbitos de participación
social, y con ello, su aprendizaje de roles.
• Apunta a la formación de hábitos de conducta social, para lo cual
es necesario que la estructura de relaciones sea duradera y se desarrolle en
contextos relativamente estables. Esto permite que entre los participantes se
generen expectativas y pautas de conducta compartidas, que luego se
convierten en hábitos sociales, en rutinas, es decir, en maneras casi
automáticas e irreflexivas de hacer las cosas.” (Brígido, 2006)
Se efectúa en dos fases: socialización primaria y socialización secundaria.

1.1 Socialización primaria


La socialización primaria tiene una relevancia de primer orden, las pautas,
normas y hábitos de conducta que se incorporan se fijan de una manera particular en la
conciencia porque todo aprendizaje se refuerza por la gran carga emocional que
conlleva (amor, violencia, cuidado, descuido, etc.) a partir de la cual se genera la
adhesión a la realidad vivida y la identificación de sí mismo en ese espacio.

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Pero la familia no opera aisladamente, está situada en un mundo social objetivo,
una estructura social más amplia por la cual el niño debe incorporarse y que comparte
las mismas condiciones que afectan o definen su existencia. Es necesario recalcar que
en la familia “se internaliza el mundo de sus padres como el mundo” (Berger y
Luckmann, 2006)
Entre sus principales características:
• “El mundo social es mediatizado para el niño por las personas
encargadas de su cuidado directo (los "otros significantes"). El niño
experimenta el mundo tal como se lo presentan, tal como ellos lo ven; esto
depende de la posición que ocupan dentro de la estructura social y también
de sus idiosincrasias individuales.
• El niño no tiene ninguna posibilidad de elegir a sus "otros
significantes", debe aceptar los que le tocaron, tal como ellos son y también
aceptar las reglas de juego que imponen los adultos.
• El lenguaje adquiere una importancia de primer orden. Gracias a
él, el niño incorpora (hace propias) las definiciones de la realidad que se
han institucionalizado, y aprende los rudimentos del aparato legitimador, es
decir, por qué las cosas son lo que son y por qué hay que comportarse de
una manera y no de otra.” (Brígido, 2006)
La familia tiene una interpretación de la realidad social y de la cultura que le es
propia, porque lo que ve a diario, se impone sobre su conocimiento “de manera masiva,
urgente e intensa”, o sea, lo cercano y cotidiano se transforma en la realidad para ésta.
Para Berger y Luckmann la realidad cotidiana es la “referencia primordial” para el
aprendizaje objetivo de la sociedad porque lo que se ve es lo que adquiere sentido y lo
demás queda opacado y se tiene una idea aproximada de las otras realidades con una
cuota de fantasía e imaginación.
La realidad cotidiana y la sociedad en la que se vive, entonces, define los gustos,
la comida, las formas de comer y de vestir, de hablar, lo bueno, el trabajo, las
expectativas, etc., lo que es propio, brinda los significados permanentemente, para
ordenar la experiencia social.
Esto permite concluir que las experiencias no son iguales para todos los
habitantes del grupo. Las diferencias en las conductas de niños y niñas provenientes de
ambientes sociales distintos pueden notarse con claridad en los espacios en donde se
reúnen, por ejemplo, la escuela.
Sin embargo, el proceso de socialización no es completo, perfecto ni total, cada
familia, al integrar las nuevas generaciones y favorecer la incorporación de la cultura
desde el lugar social que tenga, lo hace con la coloración singular. La particular
idiosincrasia que tienen los otros significantes se la conoce como un filtro en el proceso
porque le permite tomar decisiones, más o menos conscientes, que pueden cambiar las
posiciones en la estructura de la sociedad.

1.2 Socialización secundaria


El proceso de socialización secundaria es la internalización de submundos
institucionales, comienza cuando los/as niños/as, se incorporan en instituciones y grupos
que estandarizan la conducta y así logra abstraer los roles y actitudes concretas del otro
significante y consigue convertirlas en roles y actitudes en general, “ya no se trata de
responder a las demandas de un otro significante concreto, sino a las demandas de un

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otro abstracto y general: la sociedad ("mi papá me manda a hacer los deberes" se
transforma en "hay que hacer los deberes") (Brígido, 2006). La incorporación en
cualquier organización implica un nuevo proceso de socialización, Iglesia, escuela,
academias, clubes, etc.
Berger y Luckmann explican que el surgimiento de las instituciones depende de
la complejidad de los grupos sociales y la división del trabajo y de allí, que la
distribución del conocimiento especializado será más o menos compleja porque requiere
la adquisición de un lenguaje específico o “de campos semánticos que estructuran
interpretaciones y comportamientos de rutina”.
Al incorporar el lenguaje también internaliza significados que se corresponden
con los roles que debe cumplir, ej.: en la escuela, su rol es el de alumno/a e internaliza
los significados que tiene para el colectivo docente de la institución este rol y las
relaciones posibles que en ocasiones se contrapone con los significados adquiridos en la
socialización primaria, al punto de poder provocar en algunas personas crisis al
descubrir que su mundo no es el único mundo, transformándose en un filtro al proceso
de socialización.
Otra característica central de este proceso es que puede prescindir de la carga
emocional presente en la socialización primaria, de la misma manera, el educador no es
un “otro significante” para los educandos sino sólo un/a funcionario/a en cumplimiento
del rol, y ya que los roles son anónimos e intercambiables facilitan el desapego afectivo
de esta fase de socialización, cualquier docente puede enseñar, no son roles altamente
significativos.
Los aprendizajes que se efectúan en esta fase necesitan de un refuerzo técnico
pedagógico que garantice su permanencia en la conciencia de los estudiantes ya que no
son “familiares” para el mundo del sujeto, sino “artificiales”, como por ejemplo: la
evaluación. De todas maneras, la sociedad, al establecer el pasaje por la escuela como
obligatoria genera un refuerzo extra a este proceso.

1.3 Lenguaje y comunicación:


El lenguaje es una de esas prácticas sociales que se construyen cara a cara, por
esto puede decirse que sujeta (3) al/la niño/a con palabras porque cuando nace, lo hace
en un mundo ya nombrado por la sociedad e interpretado según las significaciones que
cada familia logró construir.
Es una construcción arbitraria, convencional, histórica y contextual, ya que no
me comunico igual en la iglesia que en el bar, con un docente o una compañera de baile,
su uso posibilita que se “constituyan campos semánticos o zonas de significados
lingüísticos circunscriptos” (Bernstein) (4) por ej.: el “vos”, “tú” y “Ud.” no se usan por
capricho, implica el conocimiento de la situación social y los límites que conlleva la
misma, o sea, permite que el sujeto se ubique en la situación y se maneje

3) “sujeta” en un doble sentido: lo transforma en Hombre perteneciente a un grupo, pero también lo “ata”

4 ) Bernstein, Basil: ( 1924 - 2000) sociólogo y lingüista británico. Sus aportes se orientan al desarrollo de
una teoría sociológica de la educación, inspirada en los trabajos de Durkheim, Weber, Marx y de los
pensadores del estructuralismo. La teoría de Bernstein, conocida como la teoría del código, es una
propuesta elaborada para describir y explicar el proceso de transmisión, reproducción y transformación de
la cultura.

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apropiadamente. También identifica a los que forman parte de un grupo o comunidad
específica y ahí cumple una función indispensable: sirve como "palabra de pase".
Pero el lenguaje, no es el mismo para todos los hombres, porque va a depender
del tipo de relaciones con los otros significantes, del desarrollo alcanzado por la
educación de la familia, pero además Basil Bernstein explica las diferencias en el habla,
con el concepto de “códigos lingüísticos”.
Al analizar “los sistemas simbólicos”, “la estructura social” y “la configuración
de la experiencia” encuentra que están profundamente ligados. El concepto de “código
lingüístico” refiere, entonces, a “la estructuración social de los significados” que surge
del entramado de las relaciones sociales y al rol que ocupan las familias, que controla la
organización de significados específicos, así como las condiciones de uso y transmisión
de los significados.
Se puede distinguir entre “Código lingüístico elaborado” y “código lingüístico
restringido”
a) El código restringido presenta una organización en su estructura
que puede ser adivinada según su relación con el contexto; usa numerosas frases
cortas, simples y muchas veces inacabadas, usa los adjetivos, conjunciones y
adverbios más comunes. Es común el uso de frases ya hechas. Un tipo de habla
elemental, descriptivo, concreto y altamente dependiente del contexto, por eso
puede decirse que es predecible.
b) El código elaborado no puede predecirse en tanto se aparta de su
relación explicita con el contexto, recurre a una amplia gama de medios
formales de la gramática, usa una sintaxis precisa, tiene una mayor selección de
adjetivos, adverbios.
Con un código elaborado, el sujeto socializado accede más fácilmente a la
comprensión de los principios que explican su socialización y puede, de esta manera,
efectuar una reflexión sobre el orden social que le ha sido transmitido. En el caso de los
códigos restringidos, la persona toma menos conciencia de los fundamentos de su
socialización y las posibilidades de reflexión son más limitadas.
La distinción entre los códigos elaborados y restringidos no es simple y se hace
hincapié en describir cómo el sistema de clases actúa sobre la estructura de la
comunicación desde la significación que otorga a toda la experiencia de la persona, el
lenguaje usado, las relaciones entre los miembros, el ordenamiento simbólico del
espacio físico que habitan, los roles en cada una, la posición que ocupan en la escala
social, etc. y que puede modificarse por la idiosincrasia familiar.
La comunicación:
La definición más sencilla de comunicación la reconoce como un acto por el que
un sujeto transmite un mensaje a otro, y en este acto se pueden analizar dos cuestiones
fundamentales, por un lado, el mensaje puede ser oral -verbal o escrito, pero también
existe materia significante que se presenta en dibujos, gráficas, organizaciones,
prácticas, etc. Pero va más allá de considerar el canal como un problema de la
comunicación, sino en reconocer que el mensaje puede tomar diferentes formatos.
Por otro lado, la significación, o sea la comprensión del mensaje. La
comunicación es social y es un proceso, como tal está sujeto a las interpretaciones que
los hombres y mujeres hacen de la realidad en que viven, porque lo que se comunica es
lo que se conoce y en el grupo social en el que se está inserto, de modo que si la

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comunicación se establece en personas de clases sociales o regiones diferentes
probablemente no haya comprensión entre las mismas.
Los primeros estudios que se realizaron acerca del proceso de la comunicación
se centraron en el esquema realizado en 1948 por el matemático estadounidense, Claude
Shannon, que trabajaba en una compañía de teléfonos y su preocupación se centraba en
la eficiencia de la transmisión, preocupado más por alcanzar mayor velocidad en la
señal, reducir las interferencias, etc. El esquema realizado fue divulgado y alcanzó
popularidad, sin embargo, Juan Pintos, aclara que: “Se generó así un gran equívoco que
confundió una teoría de la señal con una teoría de la comunicación. Equívoco, en parte,
propiciado por el mismo autor que no consideraba relevante para su teoría la cuestión
del significado del mensaje y sus variaciones.” (5)
El esquema presentado por Shannon era:

EMISOR MENSAJE RECEPTOR

El esquema es lineal, unidireccional y prevaleció durante la 2° mitad del siglo


XX en los estudios acerca de la comunicación, sin distinguir, si el gráfico representa el
proceso de la comunicación o la teoría del funcionamiento de la señal. Esta confusión
generó el análisis respecto que una persona pueda tener una buena “señal” y otra muy
distinta es que el contenido del mensaje tenga sentido para él. Esto lleva a pensar que el
problema de la comunicación no se encuentra contenido en ese gráfico sino en la
significación, ej.: no sólo porque escuche lo que se dijo, me comunico.
La significación se alcanza luego de un proceso, en el que la familia transmite
los significados y sentidos que ellos mismos han asumido como tales. Ese proceso se
logra a través de la observación de lo que se vive, de la participación en lo que se hace,
por las palabras usadas mientras se hace y se vive, eso es lo que da el sentido.
El mensaje:
Todo mensaje tiene una intención y predispone a pensar de un modo particular,
impone una perspectiva desde la que se mira y una actitud hacia lo que se mira, por esto
mismo, puede decirse que no es algo abstracto e independiente o neutral. El mensaje en
sí puede ser trivial o frívolo pero tanto el que transmite como el que escucha lo hacen
desde una particular visión, interés o necesidad.
El mensaje se encarna en un discurso, que es un conjunto de forma y contenido
que se presenta secuencialmente en una determinada configuración. No es sólo lo que
se dice o escucha, sino también lo que se ve en la realidad social, o lo que se percibe de
los hombres y mujeres con los que se interactúa, ya que el lenguaje viene acompañado
de gestos que aumentan, cambian o minimizan la interpretación del mensaje. Los
gestos, miradas, también logran una comunicación efectiva. Ej. : una persona habla por
teléfono con otra; ninguna puede ver los gestos que hacen mientras hablan y esos gestos
le agregan sentido, o lo cambian totalmente.
Cuando se construye un discurso, entran en juego tres operaciones discursivas
básicas: selección, exclusión y combinación (6), se seleccionan las ideas que se quiere

5 ) PINTOS, Juan Luis. (España 1939) Dr. en Filosofía y letras. Docente en diferentes universidades, sus
trabajos se orientan a la sociología.
6) Verón, Eliseo: (1935-2014) Semiólogo, sociólogo y antropólogo argentino. Su pensamiento fue

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transmitir como también las palabras que se usarán, al mismo tiempo, y en una relación
por ausencia, se omite algunas ideas o palabras, y se combinan cuando se las presenta.
Ej. : ésta cátedra al hacer la presentación de su propuesta, usa las tres operaciones, ya
que selecciona algunos contenidos que se dictarán, no sólo temas, sino autores; por lo
mismo, se omiten otros que no se estudiarán y se los combina en una secuencia no sólo
lógica, sino también significativa para los docentes y alumnos.
La clave en el proceso de construcción discursiva, es la dimensión ideológica y
ésta exige la explicitación de las condiciones de producción del discurso, es decir, desde
qué lugar se habla, porqué se realizan tales selecciones y no otras, etc. Cuando se oculta
esta dimensión, se produce no sólo la naturalización del discurso, sino también la
manipulación por la imposición simbólica de quien comunica.

2. Educación como discurso pedagógico:


La idea de discurso implica una mirada más amplia que la lingüística porque
siempre se lo ha relacionado como una pieza oratoria, distinta y opuesta a los actos,
pero Buenfil Burgos (7) explica una nueva posición en la que se combinan corrientes
filosóficas, psicoanalíticas, teoría política con la lingüística y concluye en una nueva
concepción en la que se reconoce el carácter discursivo de los objetos y de toda
configuración social.
Expresa que los objetos, los actos, relaciones, prácticas, imágenes, “distribución
arquitectónica, ritual, son susceptibles de ser analizados como discurso, como
constelación (8) de significados en tanto los objetos evocan conceptos que se relacionan
con otras ideas, el ejemplo que presenta Buenfil Burgos es muy claro: un árbol puede
ser mirado como obstáculo, como objeto de estudio o artístico o como un refugio, el
“árbol” no deja de ser árbol, no se modifica su carácter empírico pero si su carácter
discursivo.
Por otro lado, resalta que toda configuración social es un discurso, que “no es ni
causa ni efecto de lo social, sino correlativo a lo social” (Buenfil Burgos, 1991), por lo
mismo, es impensable una convención social neutral o vacía de significado, pues toda
práctica social está relacionada con sentidos específicos, sean latentes o explícitos.
Ahora bien, si toda práctica, forma u organización social es discurso, las realizaciones
educativas (incluidas las relaciones, vocabulario específico, actos, etc.) pueden ser
analizadas como “discurso pedagógico”.
Brígido, expresa que la función específica de las escuelas es la transmisión
organizada, regular y sistemática de un conjunto de significados que se consideran
relevantes para la sociedad, ahora bien, la idea de significados relevantes es amplia en

influido por el estructuralismo de Lévi-Strauss y la teoría del signo de De Saussure y luego por el
pensamiento de Charles Sanders Peirce , en quien se basó para desarrollar su teoría de la semiosis
social (1988).

7 ) Rosa Nidia Buenfil Burgos, pedagoga mejicana, Dra. en Filosofía política. Sus trabajos se basan en el
análisis crítico del discurso, la filosofía, política y educación. Y las líneas teóricas que sigue son el
postmarxismo, postestructuralismo, psicoanálisis, entre otros pensamientos.

8 ) Constelación, en el sentido de forma, sistema u orden de elementos, pero que no son fijas ni cerradas a
la significación (Buenfil Burgos)

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tanto los “proyectos políticos, las condiciones sociales, los sistemas filosóficos, los
modelos curriculares, en fin, todos los componentes de esa compleja trama social
configuradora del fenómeno educativo” (Montaldo, 2001) (9) dejan huellas que pueden
entenderse como mensajes.
Bernstein distingue dos tipos de discursos en la cultura escolar: de orden
técnico (o discurso instruccional), porque enseña (sumar, fechas patrias, etc.), transmite
destrezas (escribir, pintar, etc.), desarrolla capacidades, (comprensión lectora, hábitos de
estudio, etc.). Pero también, y relacionado con la idea de formación (10), existe un
discurso de orden social (discurso regulativo) porque regula las relaciones sociales y el
poder en ellas, aquí se incluyen los valores y actitudes que genera orden, identidad, no
sólo fija lo que hay que hacer, sino también con quién, cuándo y cómo. Es dominante en
relación al discurso instruccional, porque no hay conocimiento sin orden.
Si bien, las ideas expuestas refuerzan el carácter reproductor de la escuela,
también es necesario reconocer que al ser una institución social integrada por personas,
cada una de ellas vive y expone significaciones que la convierten en un ámbito de
producción y resistencia a la arbitrariedad.
El proceso educativo escolar, por la finalidad que debe cumplir, tiene las
siguientes características, según Brígido:
• Es un proceso intencional y deliberado, persigue fines y objetivos concretos ya
establecidos que responden a una concepción de lo que es necesario inculcar. Estos son
los que orientan la selección de los contenidos a transmitir, la forma en que serán
transmitidos y la totalidad de las prácticas de la escuela (distribución de tiempos,
espacios; asignación de tareas; forma en que se toman las decisiones; criterios para
definir la jerarquía de los actores, para la admisión de los/las estudiantes, para la
selección del personal, para la asignación de premios y castigos, etc.)
• Es llevado a cabo por un/a educador/a, en tanto agente social está preparado
para ello y legitimado institucionalmente para ejercer la acción educativa. Un educando
es un agente social que, voluntariamente u obligado por la ley, busca adquirir lo que
transmite la escuela y debe rendir cuenta de esa adquisición para obtener la acreditación
de sus aprendizajes.
• Supone un tipo de relación social particular entre ambos, la relación
pedagógica, que es esencialmente asimétrica. Esta asimetría se funda en lo que el/la
docente sabe y en la legitimidad que le otorga la institución para transmitir ese saber.
• La acción educativa será más eficaz en un contexto de orden y estabilidad, de
lo contrario, al estudiante le resultará difícil inferir cuáles son las reglas implícitas que
rigen los comportamientos en la escuela (los principios reguladores de la conducta),
tampoco logrará formar los hábitos que resultan imprescindibles para el desarrollo de
los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
En síntesis, el proceso educativo formal consiste en un complejo "dispositivo" de
transmisión de significados sociales, plasmados en un discurso pedagógico
(instruccional y regulativo), que actúan sobre la conciencia del sujeto y lo llevan a
posicionarse frente al mundo de un modo determinado. Desde esta perspectiva, la

9) Montaldo, Susana, pedagoga tucumana.

10) "formación", de dar forma o moldear una personalidad de acuerdo a valores y principios. Bernstein,
ese "dar forma" implica crear en el alumno "principios reguladores de la conducta".

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educación constituye un poderoso instrumento de control social, porque el lenguaje
usado en la comunicación educativa, podrá ser entendido por quienes comparten la
posición social de quien enuncia el mensaje.
En el discurso pedagógico el/la docente, como enunciador del mensaje, puede
presentarse como poseedor de la verdad, el/la que tiene la razón y un poder
incuestionable y así definen la relación con el otro poniéndolo en el lugar del que no
sabe, del que debe obedecer. Por esto es necesario analizar el discurso que se da en las
escuelas, porque en la comunicación que se establece pueden enmascararse tensiones,
conflictos, etc.
El Discurso Pedagógico tiene reglas constitutivas que permiten entender el
funcionamiento del mismo, están en relación jerárquica entre ellas:
1. Reglas distributivas: son las que operan en la selección y distribución de
conocimientos, conciencia y prácticas, ej.: los varones aprenden computación, las
mujeres, cocina. En base a esta regla, se maneja y controla lo que se puede conocer y lo
que no. En realidad, lo más importante es lo que se omite así como las razones que
explican la omisión.
2. Reglas de recontextualización: regula la formación y límites del discurso
pedagógico legítimo, lo que se decide o elige. Esta regla también se relaciona con la
dimensión ideológica, ya que lo que se elige, no se lo hace "porque sí". Tiene una
función importante en la creación de autonomía, frente al discurso pedagógico oficial,
se coloca el discurso de pedagogos/as.
3. Reglas de evaluación: toda práctica educativa exige una evaluación, o
control de logros, por ello transmite los criterios y juzga los resultados que deben ser
coherentes con el resto de las decisiones.
Es importante recordar que las reglas se transmiten y adquieren a través de los
actos. Se infieren por los hechos y “cuando no hay coherencia entre el discurso y las
prácticas, lo que impacta en la conciencia del educando, es lo segundo, es decir, el
comportamiento del docente, lo que éste hace” (Brígido, 2006)
Por otro lado, se enfatizó en el texto, el carácter reproductor de las prácticas
sociales, tanto de la socialización primaria como de la segunda fase. Sin embargo, el
mismo Bernstein reconoce que no puede hablarse de determinismo puesto que existen
dos características del discurso pedagógico que limitan la reproducción.
Interna: no puede ser determinista, porque en el mismo proceso de controlar,
abre la posibilidad de aquello que prohíbe.
Externa: al distribuir espacios de poder, crea sitios potenciales en los que puede
desarrollarse la oposición o resistencia.
Primeras conclusiones.
En los textos seleccionados se hace referencia a la educación como un proceso
social y por lo mismo se refiere a la socialización como el proceso que facilita la
integración al grupo social. Ese proceso se basa en la construcción de la cultura y a
través de ella el surgimiento de las instituciones pero también a las personas que tienen
el poder, en tanto son las que definen el rumbo y dirección de la sociedad.
El otro concepto básico es el de la educación como discurso pedagógico como
expresión del acuerdo social que, al institucionalizarse en las prácticas escolares afectan
a todas las personas.

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Ese camino se desarrolla a través de luchas, acuerdos y oposiciones en el que
quedan fijas, pero no inmutables, ciertas experiencias, organizaciones, conocimientos,
valores. En suma una cultura, la que pertenece al grupo con mayor poder es la que se
establece, y es el discurso pedagógico, el que facilita la construcción del acuerdo social.
De ahí la necesidad de hacer explícito la naturaleza del discurso pedagógico.

BIBLIOGRAFIA:
Brígido, Ana María (2006) de “Gestión directiva, evaluación de los aprendizajes y
rendimiento escolar. Un estudio sobre el primer ciclo de la escuela secundaria”, capítulo
1 “La perspectiva sociológica sobre la educación”. Buenos Aires. Ed. Hispania
Berger y Luckmann (2006) “La construcción social de la realidad”. Bs As. Ed.
Amorrortu
PINTOS, Juan Luis. (2005). Comunicación, construcción de la realidad e
imaginarios sociales. Utopía y Praxis Latinoamericana. vol.10, no.29
Verón, Eliseo (1971) Ideología y comunicación de masas: La semantización de la
violencia política. Publicado en VV.AA. Lenguaje y comunicación social, Nueva
Visión, Buenos Aires,
Buenfil Burgos, Rosa Nidia (1991) Conferencia dada en Univ. de Guadalajara.
México.
Buenfil Burgos, Rosa Nidia (2004) “Análisis político del discurso e historia de la
educación” en Pini, Mónica (2009) “Discurso y educación” Buenos Aires. Edita
UNSAM
Montaldo, S. (2001). Semiótica y pedagogía: articulación productiva. Cuadernos.
FHyCS. U N Ju, (17), 321-341.

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